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COLEGIO CHILLÁN

“Por una educación laica, pluralista y de calidad”


Profesor: Alexandra Novoa / Manuel Myrik

EVALUACIÓN LENGUA Y LITERATURA CUENTOS LATINOAMERICANOS

NOMBRE
PUNTAJE ___ / 64 CURSO FECHA / / 2019
NOTA
1. Comprender textos narrativos (COMPRENDER)
Habilidad 2. Analizar cuentos latinoamericanos relacionándolos con su contexto (ANALIZAR)
3. Evaluar la actitud de un personaje (EVALUAR)

Instrucciones
 Posee un tiempo de 70 minutos para desarrollar la evaluación.
 Cualquier duda o consulta levante la mano y el docente se acercará a aclarar dicha duda.

Lea atentamente cada texto, poniendo énfasis en la habilidad y proceso específico para cada pregunta. Intenta
contestar todas las preguntas incluso si no estás seguro de tu respuesta, pues no se descontarán las erróneas.
Responda encerrando en un circulo la letra de la alternativa correcta, no puede enmendar o corregir las alternativas
marcadas, medite su respuesta antes de contestar, use solo lápiz de pasta. Cada pregunta tiene un valor de 2 puntos.

TEXTO 1 (preguntas 1 a 7)

Fuera, en el jardín, era la hora del recreo. Desnudos bajo el cálido sol de junio, seiscientos o setecientos niños y niñas
corrían de acá para allá lanzando agudos chillidos y jugando a la pelota, o permanecían sentados silenciosamente, entre
las matas floridas, en parejas o en grupos de tres. Los rosales estaban en flor, dos ruiseñores entonaban un soliloquio en la
espesura, y un cuco desafinaba un poco entre los tilos. El aire vibraba con el zumbido de las abejas y los helicópteros.

El director y los alumnos permanecieron algún tiempo contemplando a un grupo de niños que jugaban a la Pelota
Centrífuga. Veinte de ellos formaban círculo alrededor de una torre de acero cromado. Había que arrojar la pelota a una
plataforma colocada en lo alto de la torre; entonces la pelota caía por el interior de la misma hasta llegar a un disco que
giraba velozmente, y salía disparada al exterior por una de las numerosas aberturas practicadas en la armazón de la torre.
Y los niños debían atraparla.

—Es curioso —musitó el director, cuando se apartaron del lugar—, es curioso pensar que hasta en los tiempos de Nuestro
Ford la mayoría de los juegos se jugaban sin más aparatos que una o dos pelotas, unos pocos palos y a veces una red.

Imaginen la locura que representa permitir que la gente se entregue a juegos complicados que en nada aumentan el
consumo. Pura locura. Actualmente los Interventores no aprueban ningún nuevo juego, a menos que pueda demostrarse
que exige cuando menos tantos aparatos como el más complicado de los juegos ya existentes. —Se interrumpió
espontáneamente—. He aquí un grupito encantador —dijo, señalando.

En una breve extensión de césped, entre altos grupos de brezos mediterráneos, dos chiquillos, un niño de unos siete años
y una niña que quizá tendría un año más, jugaban —gravemente y con la atención concentrada de unos científicos
empeñados en una labor de investigación— a un rudimentario juego sexual.

—¡Encantador, encantador! —repitió el D.I.C., sentimentalmente.

—Encantador —convinieron los muchachos, cortésmente.

Pero su sonrisa tenía cierta expresión condescendiente: hacía muy poco tiempo que habían abandonado aquellas
diversiones infantiles, demasiado poco para poder contemplarlas sin cierto desprecio. ¿Encantador? No eran más que un
par de chiquillos haciendo el tonto; nada más. Chiquilladas.

—Siempre pienso... —empezó el director en el mismo tono sensiblero. Pero lo interrumpió un llanto bastante agudo.

De unos matorrales cercanos emergió una enfermera que llevaba cogido de la mano un niño que lloraba. Una niña, con
expresión ansiosa, trotaba pisándole los talones.

—¿Qué ocurre? —preguntó el director.


1. El texto anterior afirma la siguiente información (CONOCER)

i. Se encontraban en el mes de agosto


ii. No se conocía con exactitud el número de niños
iii. Actualmente los Interventores no aprueban ningún nuevo juego
iv. Una enfermera emergió de los matorrales
a) i y ii
b) iii y iv
c) i, ii, iii y iv
d) ii, iii y iv

2. ¿Qué fue lo que provocó curiosidad en el director? (COMPRENDER)

a) Que antiguamente los juegos utilizaban pocos instrumentos


b) Que los niños practicaran juegos eróticos
c) El juego de la pelota centrifuga
d) La severidad de los inventores de juegos actuales

3. ¿Cuál era el objetivo del juego de la Pelota Centrífuga? (CONOCER)

a) Que los niños atraparan la pelota después de ser arrojada por la maquina
b) Que los niños miraran el proceso que realizaba la pelota en el interior de la estructura
c) Que los investigadores recogieran datos físicos de los muchachos
d) El desarrollo psicomotor de los infantes

4. ¿Con cuál de las siguientes palabras se pueden reemplazar los términos “contemplando” y “condescendiente”,
utilizados en el segundo y octavo párrafos? (ANALIZAR)

a) Admirando comprensivo
b) Observando complaciente
c) Auscultando benévolo
d) Vigilando protector

5. ¿Qué relación existe entre le párrafo 3 y 4 del fragmento? (ANALIZAR)

a) Plantean la forma en que han evolucionado los juegos.


b) Comparan la finalidad de los juegos en los tiempos de Ford y los actuales.
c) Critican la evolución de los juegos como algo dañino para la sociedad.
d) Ejemplifican las normas básicas del consumismo en la sociedad.

6. ¿Cuál es la finalidad discursiva del párrafo 1? (EVALUAR)

a) Ejemplificar las actitudes socialmente aceptadas en el contexto de la obra.


b) Ilustrar el ambiente en el que transcurre el fragmento.
c) Criticar las ideas que plantea el Director sobre la educación de los alumnos.
d) Expresar la idea principal del texto leído.

7. ¿Qué opción refleja de mejor manera la personalidad del Director? (EVALUAR)

a) Es un hombre serio y quejumbroso


b) Es un hombre sensible y reflexivo
c) Es un hombre serio y reflexivo
d) Es un hombre huraño y antisocial
TEXTO 2 (preguntas 8 a )

El ascensor estaba lleno de hombres procedentes de los Vestuarios Alfa, y la entrada de Lenina provocó muchas sonrisas
y saludos amistosos. Lenina era una chica muy popular, y, en una u otra ocasión, había pasado alguna noche con casi
todos ellos.
“Buenos chicos” —pensaba Lenina Crowne, al tiempo que correspondía a sus saludos—. ¡Encantadores! Sin embargo,
hubiese preferido que George Edzel no tuviera las orejas tan grandes. Quizá le habían administrado una gota de más de
paratiroides en el Metro 328. Y mirando a Benito Hoover no podía menos de recordar que era demasiado velludo cuando
se quitó la ropa.
Al volverse, con los ojos un tanto entristecidos por el recuerdo de la rizada negrura de Benito, vio en un rincón el
cuerpecillo delgado y el rostro melancólico de Bernard Marx.
—¡Bernard! —exclamó, acercándose a él—. Te buscaba. Su voz sonó muy clara por encima del zumbido del ascensor. Los
demás se volvieron con curiosidad. —Quería hablarte de nuestro viaje a Nuevo México.
Por el rabillo del ojo vio que Benito Hoover se quedaba boquiabierto de asombro. “¡No me sorprendería que esperara que
le pidiera ir con él otra vez!”, se dijo Lenina. Luego, en vez alta, y con más valor todavía, prosiguió:
—Me encantaría ir contigo toda una semana, en julio. —
En todo caso, estaba demostrando públicamente su infidelidad para con Henry. Fanny debería aprobárselo, aunque se
tratara de Bernard
— Es decir, si todavía sigues deseándome —acabó Lenina, dirigiéndole la más deliciosamente significativa de sus
sonrisas.
Bernard se sonrojó intensamente. “¿Por qué?”, se preguntó Lenina, asombrada, pero al mismo tiempo conmovida por
aquel tributo a su poder.
—¿No sería mejor hablar de ello en cualquier otro sitio? —tartamudeó Bernard, mostrándose terriblemente turbado.
“Se comporta como si le hubiese dicho alguna inconveniencia —pensó Lenina—. No se mostraría más confundido si le
hubiese dirigido una broma sucia, si le hubiese preguntado quién es su madre, o algo por el estilo”.
—Me refiero a que..., con toda esta gente por aquí... — La vergüenza no le dejaba hablar.
La carcajada de Lenina fue franca y totalmente ingenua.
—¡Qué divertido eres! —dijo; y de veras lo encontraba divertido—. Espero que cuando menos me avises con una semana
de antelación —prosiguió en otro tono—. Supongo que tomaremos el Cohete Azul del Pacífico. ¿Despega de la Torre de
Charing-T? ¿O de Hampstead?
Antes de que Bernard pudiera contestar, el ascensor se detuvo.
—¡Azotea! —gritó una voz estridente.
El ascensorista era una criatura simiesca, que lucía la túnica negra de un Épsilon-Menos Semi-Idiota.
—¡Azotea!
El ascensorista abrió las puertas de par en par. La cálida gloria de la luz de la tarde lo sobresaltó y lo obligó a parpadear.
—¡Oh, azotea! —repitió, como en éxtasis. Era como si, súbita y alegremente, hubiese despertado de un sombrío y terrible
sopor—. ¡Azotea!
Con una especie de perruna y expectante adoración, levantó la cara para sonreír a sus pasajeros. Hablando y riendo
salieron hacia la luz. El encargado del elevador los siguió con la mirada. Entonces sonó un timbre, y desde el techo del
elevador un altavoz empezó, muy suave, pero imperiosamente a la vez, a dictar órdenes…
—Baja —dijo—. Baja. Planta decimoctava. Baja, baja. Planta decimoctava. Baja, ba...
El ascensorista cerró de golpe las puertas, pulsó un botón e inmediatamente se sumergió de nuevo en la luz crepuscular
del ascensor; la luz crepuscular de su habitual estupor.
En la azotea reinaban la luz y el calor. La tarde veraniega vibraba al paso de los helicópteros que cruzaban los aires; y el
ronroneo más grave de los cohetes aéreos que pasaban veloces, invisibles, a través del cielo brillante, era como una
caricia en el aire suave. Bernard Marx hizo una aspiración profunda. Levantó los ojos al cielo, miró luego hacia el horizonte
azul y finalmente al rostro de Lenina. —¡Qué hermoso!— Su voz temblaba ligeramente. —Un clima perfecto para el Golf de
Obstáculos —contestó Lenina—. Y ahora, tengo que irme corriendo, Bernard. Henry se enfada si le hago esperar. Avísame
la fecha con tiempo.
8. ¿Qué critica Lennina a George Edzel? (CONOCER)

a) Que se sonrojase con facilidad


b) Su infidelidad con Fanny
c) Su rizada negrura
d) Sus orejas puntiagudas

9. ¿Qué gesto hizo el ascensorista a sus pasajeros al llegar a la azotea?

a) Una cara de simio


b) Una sonrisa
c) Gestos perrunos
d) Un parpadeo

10. ¿Qué se puede inferir sobre Bernard Marx?


a) Que era un hombre muy seguro de si mismo
b) Que tenia el cuerpo delgado y un rostro melancólico
c) Que era un Alfa
d) Que Lennina y Fanny eran amigas
11.

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