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Instalaciones eléctricas. Se emplean en edificaciones.

Es el sistema de conexiones que


tiene la misión de conducir y distribuir la corriente eléctrica, desde el servicio
eléctrico hasta la última salida eléctrica.
Se denomina instalaciones eléctricas a los circuitos eléctricos que con los componentes
que lo conforman (conductores, equipos, máquinas y aparatos) establece un sistema
eléctrico que se utiliza para la generación, transformación y distribución final de la
energía eléctrica para sus distintos usos. Las líneas eléctricas incluyen circuitos de
iluminación comienzan desde el panel de distribución principal de la instalación y cada
línea contiene tres conductores: fase, neutro y tierra. Los tres conductores llegan al punto
terminal de cada luminaria y si tiene un chasis de metal del suelo deben ser conectados
en la posición adecuada.
Tensión eléctrica
La idea de tensión eléctrica, de este modo, se asocia a la magnitud que permite indicar
la diferencia existente en el potencial eléctrico que se registra entre dos puntos. La
tensión eléctrica también se conoce como voltaje, cuya unidad de medida es el voltio.

a Tensión Eléctrica también se puede definir como el trabajo por unidad de carga
ejercido por el campo eléctrico sobre una partícula cargada para moverla entre dos
posiciones determinadas. Se puede medir con un voltímetro, su unidad de medida es el
voltio. La tensión es independiente del camino recorrido por la carga y depende
exclusivamente del potencial eléctrico de los puntos A y B en el campo eléctrico, que es
un campo conservativo.

Tipos de tensión eléctrica.-


Imaginemos que tenemos dos cuerpos, uno “A” y otro “B”. El cuerpo A está cargado
positivamente(tiene defecto de electrones) y el cuerpo B está cargado
negativamente(tiene exceso de electrones). Se dice que el cuerpo A tiene un
potencial positivo, y que el cuerpo B tiene un potencial negativo. Entre ambos
cuerpos se dice que tenemos una diferencia de potencial(d.d.p.).

Unimos el cuerpo A con el cuerpo B mediante un conductor;¿qué va a suceder?; como


sabemos cargas de un mismo signo se repelen y cargas de signo contrario se atraen; en
este caso tenemos cargas de signo contrario, por tanto el cuerpo A atraerá a los
electrones que hay en exceso en el cuerpo B, por lo que se establece el paso de una
corriente eléctrica desde el cuerpo B al A.
Para que en un circuito eléctrico se produzca una circulación de cargas y por tanto el paso
de una corriente eléctrica es necesario que tengamos una diferencia de potencial(d.d.p).
La diferencia de potencial se expresa en voltios(V).
Para comprenderlo mejor, imaginemos un símil hidráulico. Tenemos dos depósitos con
agua “A” y “B”, uno está a una altura “h1” y el otro a otra altura ”h2” y entre ellos hay una
“diferencia de alturas”. Como sabemos el agua comenzará a circular desde el depósito
más alto al más bajo. Para que el agua circule(en electricidad circularían cargas) es
necesario que entre los dos depósitos tengamos una “diferencia de alturas” que en el
caso eléctrico se le llama diferencia de potencial. En el símil hidráulico se dice que circula
una corriente de agua, en electricidad se dice que circula una corriente eléctrica.

A la d.d.p. también se le conoce con otros nombres:


Fuerza ElectroMotriz(f.e.m). Para entender el significado de estas palabras podemos decir
que es una fuerza especial(Fuerza) de origen eléctrico(Electro) que mueve(Motriz) a los
electrones en un circuito eléctrico, es decir provoca la circulación de corriente eléctrica.
Tensión, Voltaje, son otros nombres que se manejan, cuando se emplean estos nombres
se suele utilizar la letra U para designarlos.

En cualquier caso la unidad empleada es el voltio(V).


Ejemplos:
d.d.p. = 200 V (Diferencia de potencial de 200 V)
f.e.m. = 24 V (Fuerza electromotriz de 24 V)
U = 100 V (Tensión o voltaje de 100 V)
Clases de tensión eléctrica.-

Básicamente existen dos tipos de tensión eléctrica, la tensión contínua y la tensión


alterna, que provocan que circule una intensidad contínua o alterna.

La tensión contínua la producen dínamos, pilas, baterías, acumuladores.

La tensión alterna la producen los generadores de C.A(alternadores).Dichas tensiones se


representan mediante un símbolo eléctrico, como se muestra en las siguientes figuras.
Partes de una instalación eléctrica

Se denomina circuito eléctrico al conjunto de elementos eléctricos conectados entre sí que


permiten generar, transportar y utilizar la energía eléctrica con la finalidad de transformarla
en otro tipo de energía, como energía calorífica (estufa), energía lumínica (bombilla),
energía mecánica (motor), etc.

Los elementos que forman un circuito eléctrico son:

Generador: es la parte del circuito donde se produce la electricidad, y mantiene una tensión
entre los extremos del circuito al que alimenta.
Los generadores de la electricidad que llega a nuestras casas se encuentran en las
centrales eléctricas generadoras: nucleares, térmicas, hidráulicas, solares, eólicas...

Dado que toda la red eléctrica es muy compleja, se considera que el generador de un una
instalación eléctrica es la instalación anterior que le suministra energía eléctrica.

Para el caso de las instalaciones eléctricas interiores, se considera como generador o


fuente de energía eléctrica a la instalación eléctrica que la alimenta, en este caso la
instalación de enlace.

Elementos de protección: dispositivos cuya función es desconectar la instalación cuando


exista algún peligro para el usuario que las está manejando, para la propia instalación o
para los receptores. Los elementos de protección más usuales son interruptores
automáticos magnetotérmicos, interruptores diferenciales, fusibles y limitadores de
sobretensiones.
Los elementos de protección se instalan en cuadros eléctricos denominados cuadros de
distribución
Conductor: cable por donde circulan los electrones impulsados por el generador. El cable
va desde el generador hasta el receptor, y en su recorrido se intercalarán los elementos
de control.
Elementos de mando: dispositivos electromecánicos que permiten o impiden el paso de
la corriente eléctrica entre el generador y el receptor, a través del conductor. Estos
elementos permiten al usuario tener un control para activar o desactivar los receptores.
Los elementos de mando mas usuales son pulsadores, interruptores y conmutadores.

Receptor: dispositivo que aprovecha la energía eléctrica para transformarla en otro tipo
de energía. Se conecta al final del circuito eléctrico

La instalación eléctrica interior comienza en el cuadro de distribución (también llamado


cuadro de mando y protección -CMP-). El ICP (interruptor de control de potencia) lo pone
la compañía suministradora. La derivación individual es la que suministra la energía
eléctrica a la instalación interior, y forma parte de la instalación eléctrica de enlace.

Antes de iniciar este módulo de Instalaciones Eléctricas Interiores se deberían repasar las
magnitudes eléctricas fundamentales, aunque se estudian en profundidad en el módulo de
Electrotecnia, son necesarias para seguir desde el principio y sin complicaciones el
desarrollo de los contenidos, y realizar las tareas propuestas.

A continuación tienes algunas direcciones Web en las que puedes repasar estos conceptos
que damos por conocidos al iniciar el módulo
Aparatos de instalaciones eléctricas

DISPOSITIVOS BÁSICOS EN UN AUTOMATISMOS

A continuación veremos un resumen de la aparamenta (aparatos y dispositivos


eléctricos) que forman un cuadro eléctrico.

ELEMENTOS DE MANDO MANUALES

El Pulsador

Los pulsadores son elementos mecánicos de cierre y apertura. Un pulsador se activa


actuando sobre él, pero volverá a su posición de reposo automáticamente cuando se
elimine la acción que lo ha activado. Son elementos que intervienen en el diálogo hombre-
máquina.

Los pulsadores se clasifican según la naturaleza de su contacto en posición de no


pulsados en:

- Pulsadores normalmente abiertos (NA): Cuando los pulsamos se efectúa la conexión


interna de sus dos terminales. En reposo los contactos estarán abiertos (es decir, sin
conexión eléctrica entre ellos). Se utilizan generalmente para la puesta en marcha o el
arranque de máquinas e instalaciones eléctricas.

- Pulsadores normalmente cerrados (NC): Cuando los pulsamos se efectúa la


desconexión de sus dos terminales. En reposo los contactos estarán cerrados (con
conexión eléctrica entre ellos). Se utilizan generalmente para el paro de máquinas e
instalaciones eléctricas.

En un mismo pulsador pueden existir ambos contactos, que cambian simultáneamente al


ser pulsados.
Un tipo de pulsador muy utilizado en la industria es el llamado pulsador de paro de
emergencia (Fig. 6.2), denominado comúnmente “seta”, debido a su aspecto externo. La
cabeza de estos pulsadores es bastante más ancha que en los normales y de color rojo,
sobre fondo amarillo. Permite la parada inmediata de la instalación eléctrica cuando
ocurre un accidente. Estos pulsadores llevan un dispositivo interno de enclavamiento de
manera que, una vez pulsado, no se puede reanudar el funcionamiento de la instalación
hasta que se desenclave, por ejemplo, mediante un giro de la cabeza o una llave auxiliar.

Interruptores

Los interruptores y conmutadores son elementos que conectan o desconectan


instalaciones y máquinas eléctricas mediante el posicionado de una palanca. A diferencia
de los pulsadores, al ser accionados, se mantienen en la posición seleccionada hasta que
se actúa de nuevo sobre ellos.

Los selectores son similares a los interruptores y conmutadores en cuanto a


funcionamiento, aunque para su actuación suelen llevar un botón, palanca o llave giratoria
(que puede ser extraíble).
odos estos elementos de mando manual, pulsadores, interruptores y selectores, se alojan,
por regla general, en cajas de plástico o metálicas, que pueden contener más de un
elemento. Por ejemplo, son típicas aquellas cajas que contienen un pulsador NA para la
marcha, y otro pulsador NC para el paro de un motor eléctrico.

ELEMENTOS DE MANDO AUTOMÁTICOS

Finales de Carrera

Los finales de carrera (interruptores de posición) son pulsadores utilizados en el circuito


de mando, accionados por elementos mecánicos. Normalmente son utilizados para
controlar la posición de una máquina que se mueve. Desde el punto de vista del circuito
eléctrico están compuestos por un juego de contactos NA (normalmente abierto) NC
(normalmente cerrado) de forma que cuando son accionados cambian las condiciones del
circuito.
Como se puede observar en la imagen y en el símbolo, el final de carrera está compuesto
por un contacto normalmente cerrado (NC) y otro normalmente abierto (NA). Cuando se
presiona sobre el vástago, cambian los contactos de posición, cerrándose el abierto y
viceversa.

Detectores

Termostatos: Son dispositivos que permiten medir la temperatura de un recinto,


depósito, etc., o detectar si ésta excede un cierto valor, denominado umbral.
Generalmente, se utilizan en sistemas de control que permiten realizar una regulación de
dicha temperatura. Por medio de un dispositivo captador se cambia el estado de los
contactos a partir de unos valores predeterminados de temperatura.
Presostatos: El presostato es un mecanismo que abre o cierra unos contactos que
posee, en función de la presión que detecta por encima o por debajo de un cierto nivel de
referencia. Esta presión puede ser provocada por aire, aceite o agua, dependiendo del
tipo de presostato. Se suelen usar en grupos de presión de agua, poniendo en marcha un
motor-bomba cuando la presión de la red no es suficiente.
Detectores de Nivel de Líquido: Detectan si el nivel de líquidos en depósitos, piscinas,
etc., está por debajo de un nivel de referencia mínimo o por encima de un nivel de
referencia máximo. De esta forma, se utilizan en el mando automático de estaciones de
bombeo, para comprobar la altura máxima y mínima del líquido cuyo nivel se pretende
controlar

Sensores de presencia: Tienen como finalidad determinar la existencia de un objeto en


un intervalo de distancia especificado. Se suelen basar en el cambio provocado en alguna
característica del sensor debido a la proximidad del objeto. Básicamente son inductivos,
de efecto Hall, ultrasónicos u ópticos.
CONTACTORES Y RELÉS

Son elementos de apertura y cierra por contactos de las diferentes partes del circuito
eléctrico.

Contactor y Telerruptor

El contactor es un aparato de conexión/desconexión, con una sola posición de reposo y


mandado a distancia, que vuelve a la posición desconectado cuando deja de actuar sobre
él la fuerza que lo mantenía conectado. Interviene en el circuito de potencia a través de
sus contactos principales y en la lógica del circuito de mando con los contactos auxiliares.
El contactor electromagnético es el más utilizado (ver imagen de más abajo).

Las aplicaciones indicadas para un contactor dependen de la denominada categoría de


operación o categoría de servicio que tenga el mismo.
DISPOSITIVOS DE PROTECCIÓN

Fusibles

Son dispositivos de protección de sobreintensidad, abren el circuito cuando la intensidad


que lo atraviesa pasa de un determinado valor, como consecuencia de una sobrecarga o
un cortocircuito.

Generalmente están formados por un cartucho en cuyo interior está el elemento fusible
(hilo metálico calibrado) rodeado de algún material que actúa como medio de extinción, el
cartucho se aloja en un soporte llamado portafusible que actúa como protector. En
ocasiones forman parte o están asociados con otros elementos de mando y protección
como seccionadores interruptores etc.
Magnetotérmico

También llamado PIA (pequeño interruptor automático). Es un relé de protección de


sobrecargas y cortocircuitos en la instalación.

Magnético porque protege contra intensidades excesivas (Intensidad de Cortocircuito) y


térmico porque protege contra sobrecalentamientos (intensidades mayores de las
nominales durante un tiempo).
El principio básico de funcionamiento de un relé térmico consiste en una lámina
bimetálica constituida por dos metales de diferente coeficiente de dilatación térmica.
Cuando aumenta la temperatura debido a una sobrecarga, la lámina bimetálica (al ser de
diferente coeficiente de dilatación ambos metales) se curva en un sentido, al llegar a un
punto determinado acciona un mecanismo, y este abre un contacto unido al mecanismo
de disparo, desconectando el circuito. Ver imagen más abajo.

Es muy importante que el PIA que proteja un motor no corte la corriente por el pico de
corriente que tienen los motores en el arranque. Para los motores se suelen utilizar
magnetotérmicos de curvas disparo tipo D. Para saber más ver: Magnetotérmico.

Interruptor Diferencial

Un relé o interruptor diferencial es un aparato destinado a la protección de personas


contra los contactos directos e indirectos. En caso de que una persona toque una
parte con corriente donde no debería de tener corriente (contacto indirecto), el interruptor
diferencial desconectará la instalación en un tiempo lo suficientemente corto como para
no provocar daños graves a la persona. El diferencial protege a las personas contra
corrientes de fuga.

La sensibilidad es el valor que aparece en catálogo y que identifica al modelo. Sirve para
diferenciar el valor de la corriente a la que se quiere que "salte" el diferencial, es decir,
valor de corriente de fuga que si se alcanza en la instalación, ésta se desconectará.

El tipo de interruptor diferencial que se usa en las viviendas es de alta sensibilidad (30
mA), ya que son los que quedan por debajo del límite considerado peligroso para el
cuerpo humano. En la industria estos valores pueden ser de 300mA.

El diferencial corta toda la instalación (todos los circuitos).

Altura de colocación interruptores tomacorrientes

Hemos comentado ya sobre como conectar un interruptor y tomacorrientes, hablaremos


ahora, de la altura a la cual se coloca cada uno de estos accesorios eléctricos.
Regularmente realizamos esta tarea sin tomar en cuenta estos pequeños detalles, los
cuales son importantes según las normas establecidas.

En las imagenes siguientes ilustraremos detalladamente la forma de colocar los


interruptores y tomacorrientes.

En la imagen que sigue puedes ver que un interruptor se debe de colocar a 1.20 metros
del nivel de piso. También se indica la distancia que debe de existir desde la puerta hasta
el interruptor, que es entre 20 y 30 cms.

En el caso de los tomacorrientes, estos se deben de colocar a una altura de 50 cms.


sobre el nivel de piso. Habrán casos en los cuales un tomacorriente puede quedar a una
altura superior o bien, podría ser necesario que quedaran al nivel del piso exactamente.
Los conductores eléctricos o materiales conductores son aquellos que tienen poca
resistencia a la circulación de la corriente eléctrica, dadas sus propiedades específicas. La
estructura atómica de los conductores eléctricos facilita el movimiento de los electrones a
través de estos, con lo cual este tipo de elementos favorece la transmisión de electricidad.
Los conductores pueden presentarse de diversas formas, una de estas es el material en
condiciones físicas específicas, como barras de metal (cabillas) que no hayan sido
elaboradas para formar parte de circuitos eléctricos. A pesar de no formar parte de un
montaje eléctrico, estos materiales siempre mantienen sus propiedades de conducción.
También existen los conductores eléctricos unipolares o multipolares, los cuales son
empleados formalmente como elementos conectores de circuitos eléctricos en ámbitos
residenciales e industriales. Este tipo de conductor puede estar conformado en su interior
por hilos de cobre u otro tipo de material metálico, recubierto de una superficie aislante.
Además, dependiendo de la configuración del circuito, pueden diferenciarse los
conductores para aplicaciones residenciales (delgados) o cables para tomas subterráneas
en sistemas de distribución eléctrica (gruesos).
A efectos del presente artículo, nos enfocaremos en las características de los materiales
conductores en estado puro; además, conoceremos cuáles son los materiales conductores
más empleados en la actualidad y por qué.

Características
Los conductores eléctricos se caracterizan por no ofrecer mucha resistencia al paso de la
corriente eléctrica a través de estos, lo cual solo es posible gracias a sus propiedades
eléctricas y físicas, que garantizan que la circulación de electricidad por el conductor no
induzca la deformación o destrucción del material en cuestión.

Características eléctricas
Las principales características eléctricas de los conductores eléctricos son las siguientes:

Conductividad buena
Los conductores eléctricos deben tener una conductividad eléctrica buena para cumplir con
su función de transporte de energía eléctrica.
La Comisión Electrotécnica Internacional determinó a mediados de 1913 que la
conductividad eléctrica del cobre en estado puro podía servir de referencia para medir y
comparar la conductividad de otros materiales conductores.
Así, se estableció el Estándar Internacional del Cobre Recocido (International Annealed
Copper Standard, IACS por sus siglas en inglés).
La referencia adoptada fue la conductividad de un hilo de cobre recocido de un metro de
longitud, y un gramo de masa a 20 °C, cuyo valor es igual a 5,80 x 107 S.m-1. Este valor se
conoce como conductividad eléctrica 100 % IACS, y es el punto de referencia para medir la
conductividad de los materiales conductores.
Un material conductor es considerado como tal si posee más de 40 % IACS. Los materiales
que tengan una conductividad superior a 100 % IACS son considerados materiales de alta
conductividad.

Estructura atómica permite el paso de la corriente


La estructura atómica posibilita el paso de la corriente eléctrica, ya que los átomos poseen
pocos electrones en su capa de valencia y, a su vez, estos electrones están desprendidos
del núcleo del átomo.
La configuración descrita implica que no se requiere de una gran cantidad de energía para
que los electrones se trasladen de un átomo al otro, facilitando el movimiento de electrones
a través del conductor.
Este tipo de electrones se denomina electrones libres. Su disposición y libertad de
movimiento a lo largo de la estructura atómica es lo que hace propicia la circulación de la
electricidad a través del conductor.

Núcleos unidos
La estructura molecular de los conductores está conformada por una red de núcleos muy
unida, la cual se mantiene prácticamente inmóvil debido a su cohesión.
Esto hace propicio el movimiento de los electrones que se encuentran alejados dentro de
la molécula, ya que estos se movilizan libremente y reaccionan ante la cercanía de un
campo eléctrico.
Dicha reacción induce el movimiento de los electrones en una dirección específica, con lo
cual se da pie a la circulación de corriente eléctrica pasando por el material conductor.

Equilibrio electróstatico
Al estar sometidos a una carga particular, los materiales conductores alcanzan
eventualmente un estado de equilibrio electrostático en el que no se produce el movimiento
de cargas en el interior del material.
Las cargas positivas se aglomeran en un extremo del material y las cargas negativas se
acumulan en el extremo opuesto. El desplazamiento de las cargas hacia la superficie del
conductor genera la presencia de campos eléctricos iguales y opuestos en el interior del
conductor. Así, el campo eléctrico interno total dentro del material es nulo.

Características físicas

Maleables
Los conductores eléctricos deben ser maleables; es decir, deben ser capaces de
deformarse sin romperse.
Los materiales conductores suelen emplearse en aplicaciones domésticas o industriales,
en las cuales deben ser sometidos a curvaturas y dobleces; por esto, la maleabilidad es
una característica sumamente importante.

Resistentes
Estos materiales deben ser resistentes al desgaste, para soportar las condiciones de estrés
mecánico a las que suelen estar sometidos, aunadas a las temperaturas elevadas debido
a la circulación de la corriente.

Capa aislante
Al ser empleados en una aplicación residencial, industrial o como parte del sistema
interconectado de suministro eléctrico, los conductores deben estar siempre recubiertos por
una capa aislante adecuada.
Esta capa externa, también conocida como chaqueta aislante, es necesaria para evitar que
la corriente eléctrica que circula a través del conductor esté en contacto con las personas
u objetos que se encuentran alrededor.

Tipos de conductores eléctricos


Existen diferentes categorías de conductores eléctricos y, a su vez, en cada categoría están
los materiales o medios de mayor conductividad eléctrica.
Por excelencia, los mejores conductores eléctricos son los metales sólidos, entre los cuales
se destacan el cobre, el oro, la plata, el aluminio, el hierro y algunas aleaciones.
No obstante, existe otro tipo de materiales o soluciones que tienen buenas propiedades de
conducción eléctricas, como el grafito o las soluciones salinas.
Dependiendo de la forma en la cual se lleva a cabo la conducción eléctrica, es factible
diferenciar tres tipos de materiales o medios conductores, los cuales se detallan a
continuación:

Conductores metálicos
Este grupo está conformado por los metales sólidos y sus respectivas aleaciones.
Los conductores metálicos deben su alta conductividad a las nubes de electrones libres que
favorecen la circulación de corriente eléctrica a través de estos. Los metales ceden los
electrones ubicados en la última órbita de sus átomos sin invertir mayores cantidades de
energía, lo cual hace propicio el salto de electrones de un átomo a otro.
Por su parte, las aleaciones se caracterizan por tener una alta resistividad; es decir,
presentan una resistencia proporcional a la longitud y diámetro del conductor.
Las aleaciones más empleadas en instalaciones eléctricas son el latón, una aleación de
cobre y zinc; la hojalata, una aleación de hierro y estaño; aleaciones de cobre y níquel; y
aleaciones de cromo y níquel.

Conductores electrolíticos
Se trata de soluciones constituidas por iones libres, que ayudan a la conducción eléctrica
de clase ionica.
En su mayoría, este tipo de conductores están presentes en soluciones ionicas, ya que las
sustancias electrolíticas deben someterse a disociaciones parciales (o totales) para formar
los iones que serán portadores de carga.
Los conductores electrolíticos fundamentan su funcionamiento en las reacciones químicas
y en el desplazamiento de la materia, lo cual facilita el movimiento de los electrones a través
del camino de circulación habilitado por los iones libres.

Conductores gaseosos
En esta categoría se encuentran los gases que hayan sido sometidos previamente a un
proceso de ionización, lo cual posibilita la conducción de electricidad a través de estos.
Tipos de lámparas y su relación con la eficiencia energética
Los sistemas de iluminación artificial juegan un papel vital en nuestras vidas y representa
en muchos casos un porcentaje elevado del consumo eléctrico de los edificios. Este
porcentaje de consumo de energía eléctrica puede llegar a alcanzar en algunos casos más
del 50%.
Es por todo ello que tiene una gran importancia conocer que tipos de lamparas existen y
cuales son más eficientes energeticamente.

SISTEMAS DE ILUMINACIÓN
Los sistemas de iluminación están formados por:

 Fuente de luz: Las fuentes de luz son las lámparas.


 Luminarias: Las luminarias cumplen funciones energéticas, mecánicas, térmicas y
estéticas, al distribuir especialmente la luz generada por las fuentes de luz.
 Equipos auxiliares: Los equipos auxiliares resultan imprescindibles para conseguir
la funcionalidad del sistema e influyen en gran medida en su calidad, consumo energético,
economía y durabilidad.

Cada uno de los elementos que forman el sistema de iluminación tiene una relación con la
eficiencia energética, sin embargo en este articulo nos vamos a centrar en comentar los
tipos de lamparas que existen en el mercado y su relación con la eficiencia energética. En
el caso de querer mayor información al respecto puede ser necesario una auditoria
energética.
IPOS DE LÁMPARAS
1. Lámparas Incandescentes
2. Lámparas de descarga
3. Lámparas de tecnología LED

Lámparas incandescentes
Lámparas incandescentes no halógenas
Las lámparas incandescentes no halógenas han sido tradicionalmente las más utilizadas,
principalmente en el sector residencial y domestico. Su funcionamiento se basa en hacer
pasar una corriente eléctrica por un filamento de wolframio hasta que alcanza una
temperatura tan elevada que emite radiaciones visibles por el ojo humano.

Después de más de 130 años de existencia, el 1 de septiembre de 2012, en virtud de


la Directiva Ecodesign 2009/125/CE, ha quedado prohibido fabricar en la Unión Europea
lámparas incandescentes no halógenas. Previamente, ya se había procedido a la retirada
de las lámparas incandescentes no halógenas de más de 100 vatios (2009), al fin de la
venta de las de 75 vatios (2010) y a las de 60 vatios (2011).
Esta prohibición ha supuesto que se vayan sustituyendo este tipo de lamparas por otras
más eficientes energéticamente, La vida útil de las lámparas incandescentes no
halógenas oscilaba entre las 750 y las 1.000 horas, presentaba un importe de consumo
eléctrico en un año que fácilmente podía rondar los 55 euros (apenas convertía el 2,6%
de la energía que consumía en luz visible).

Lámparas incandescentes halógenas


Las lámparas incandescentes halógenas son de reducidas dimensiones, normalmente de
forma lineal, de cápsula o estándar y dicroicas, con modelos que van desde los 110W o
220W de potencia a los 12W (con transformador reductor de tensión o voltaje). Incorporan
un gas halógeno para evitar que se evapore el wolframio del filamento y se deposite en la
ampolla disminuyendo el flujo útil como ocurre en las incandescentes estandar.
Estas lámparas se caracterizan por aportar mayor intensidad de luz y alcanzar elevadas
temperaturas, para lo cual suelen utilizar cristal de cuarzo, que soporta muy bien este
calor.
El consumo de una lámpara incandescente halógena de 70W funcionando una hora
consume 0,07 kWh frente a los 0,100 kWh de su equivalente incandescente no halógena.
El importe energético anual es de unos 38€, lo que significa alrededor de un 30% de
ahorro frente a las lámparas incandescentes no halógenas (bombillas tradicionales).
La vida útil de una lámpara incandescente halógena es de unas 3.000 horas (3 veces más
que una lámpara incandescente no halógena).
Este tipo de lámparas se usa habitualmente en estancias que requieren de un encendido
rápido ya que su arranque es instantáneo, así como lugares donde su uso sea corto como
los baños, aseos o pasillos de uso esporádico. También se usa habitualmente donde se
requiere una reproducción cromática buena con temperatura de color cálida. En
contrapartida supone una mayor potencia y ello supone un mayor consumo energético y
consecuentemente un mayor coste económico del suministro eléctrico.
No obstante, en los últimos años las diferentes modalidades, sobre todo entre las
dicroicas (las de forma semiesférica que suelen empotrarse en el techo), han propiciado
que ya puedan utilizarse en infinidad de aplicaciones, desde puntos de luz de acentuación
decorativos a dormitorios, salones o, incluso, exhibidores de productos en comercios.
Es habitual pensar que todas las lámparas incandescentes halógenas dicroicas requieren
de un transformador, lo que puede incrementar el coste de instalación. Esta afirmación es
falsa, ya que existen lámparas de baja tensión que pueden conectarse directamente a la
línea de 220V, ofreciendo una elevada salida de luz capaz de iluminar una estancia
habitual de una vivienda, bares o hasta salas de museos y exposiciones.

Lámparas de descarga
Las lámparas de descarga son más eficientes que las lámparas incandescentes. La luz se
consigue por excitación de un gas sometido a descarga eléctrica entre dos electrodos.
A diferencia de la incandescencia, la tecnología de descarga necesita un equipo auxiliar
(balasto, cebador) para que esta puedan funcionar.
Según el tipo de gas y la presión a la que se someten, existen distintos tipos de lámparas
de descarga.
Lámparas fluorescentes tubulares
La lámpara tubular fluorescente, es un tubo de vidrio fino que tiene en su interior, un gas
que tiene la propiedad de emitir luz blanca cuando le atraviesan electrones (corriente
eléctrica).
La pared interior del tubo se encuentra recubierta de trifosforo, una capa de sustancia
fosforescente o fluorescente, cuya misión es convertir los rayos de luz ultravioleta invisible
(que se generan dentro y que no son visibles para el ojo humano), en radiaciones de luz
visible gracias al polvo fluorescente.
Para que eso ocurra, su interior se encuentra relleno con un gas inerte, generalmente argón
(Ar) y una pequeña cantidad de mercurio (Hg) líquido
Para que el tubo emita luz deben de cumplirse dos cosas:
 Que el gas este a una temperatura elevada.
 Que puedan pasar los electrones de un extremo a otro del tubo (atravesar el gas).

*Fuente: Autor Luis Maria Benítez, (Paintman) es wikipedia.

Este tipo de lámparas requiere de un equipamiento auxiliar para funcionar formado por un
balasto y un cebador. El balasto más tradicional y más habitual es el balasto
electromagnético.

Recientemente existen balastos electrónicos de alta frecuencia, que son más eficientes
porque limitan el consumo de electricidad.

Las cualidades de color y su baja luminancia las hacen idóneas para interiores de altura
reducida.
Actualmente ocupan el segundo lugar de consumo después de las lámparas
incandescentes no halógenas, principalmente en oficias, comercios, locales públicos,
industrias, etc....
Hay lámparas de flurorescentes tubulares de 38mm de diámetro (T12), de 26 mm de
diámetro (T-8) y de 16mm de diámetro (T5). Las más usadas hoy en día son las T8, sin
embargo las más eficientes son las T5 que sólo funcionan con equipo auxiliar electrónico.

Los tubos T5 tienen una longitud diferente a las T8. Para poderse realizar la sustitución de
tubos T8 a T5 se utiliza un adaptador donde se inserta el nuevo fluorescente T5. La
utilización de estos adaptadores permiten disfrutar de la economía y confort del sistema
de iluminación T5 sin cambio de luminarias. El adaptador aloja un balastro electrónico que
permite el cambio del sistema electromagnético al sistema electrónico que en breve
pasará a ser el estándar en fluorescencia.

Existe el mito de que las lámparas fluorescentes producen cansancio. El parpadeo de 50


hertzios de los antiguos tubos fluorescentes es cosa del pasado. Los tubos modernos
cuentan con tecnología capaz de emitir la corriente alterna a una frecuencia de 20.000 a
60.000 ciclos por segundo, anulando el parpadeo.

Lámparas fluorescentes compactas


Generalmente son conocidas como LFC o “bombillas de bajo consumo” y se dividen en
dos grandes categorías: las de tubo y las compactas, que son las que mayoritarias y las
más eficientes según diferentes estudios, dado que dedican hasta el 15% de la energía
consumida en cumplir su misión de iluminar.

El importe energético anual es de menos de 22 euros. Sólo con utilizar una de estas
lámparas de 18W en lugar de la tradicional incandescente de 75W se ahorra durante la
vida útil de la lámpara más de 60 euros o, lo que es lo mismo en términos de energía, 570
kWh. Además se evita la emisión de cientos de kilogramos de gases de efecto
invernadero.
Una lámpara de bajo consumo de 40W funcionando una hora consume 0,04 kW. Este tipo
de lámpara consume un 80% menos que las tradicionales (el equivalente a la demanda
de 2.500 hogares).
La vida util de una lampara fluorescente compacta es aproximadamente de unas 8.000
horas, es decir, unas 8 veces más que una lampara incandescente no halógena. Algunos
modelos de lamparas compactas llegan a alcanzar una vida útil de 15.000 horas.
Dado que a las lamparas fluorescentes les cuesta encenderse y alcanzar su punto de
máxima luminosidad, son recomendables en lugares en los que la luz estará mucho
tiempo encendida, como un salón o una cocina. Es mejor evitar su uso en lugares donde
su encendido y apagado sea constante (acorta su vida útil), como en pasillos o
descansillos de portales. Además, su forma también es importante, puesto que mientras
las que tienen forma espiral reparten la luz en todas las direcciones y las lineales son
perfectas para iluminar toda la estancia, las redondas se utilizan fundamentalmente para
las salas de interior.
Otro gran mito es pensar que las lamparas fluorescente compactas consume menos
energía estando encendido que apagándolo y volviéndolo a encender cuando entremos
de nuevo en la habitación. Sólo si como máximo estuviera sin funcionar 23 segundos
podría compensar mantenerlo encendido, pero resulta raro entrar y salir del cuarto cada
menos de medio minuto. Así que no debe olvidarse nunca de apagar una lampara
compacta fluorescente cuando se sale de una estancia.

Lámparas fluorescentes sin electrodos


Las lámparas fluorescentes sin electrodos o de inducción emiten la luz mediante la
transmisión de energía en presencia de un campo magnético junto con una descarga en
gas.

Este tipo de lámparas tiene una mayor vida útil cercana a las 60.000 horas. La limitación
de la vida útil esta condicionada por los componentes electronicas de la lámpara.
Lámparas de vapor de mercurio o alta presión
Las lámparas de vapor de mercurio a alta presión emiten un flujo luminoso mayor que el
resto de lamparas de fluorescencia, aunque su eficacia energética es menor.

Este tipo e lámparas se suelen emplear en iluminación de grandes áreas; calles, naves
industriales, polideportivos, etc.....

Fotografia de la iluminación del campo de futbol del Europa


Lámparas de luz mezcla
Las lámparas de luz mezcla son una combinación de las lámparas de vapor de mercurio a
alta presión y lámparas incandescentes y habitualmente, un recubrimiento fosforescente.

Este tipo de lámparas no necesitan balasto ya que el filamento actúa como estabilizador
de corriente.
Su eficacia luminosa y su reproducción en color son muy pobres y actualente es un tipo
de lámpara en desuso.

Lámparas de halogenuros metálicos


Este tipo de lámparas posee halogenuros metálicos además del relleno de mercurio por lo
que mejoran considerablemente la capacidad de reproducir el color, además de mejorar la
eficacia.

Su uso más habitual es en alumbrado público, comercial, de fachadas, monumentos, etc...


Raramente se utiliza este tipo de lamparas en interior de edificios.

Lámparas de halogenuros metálicos cerámicos


Estas lámparas combinan la tecnología de lás lámparas de halogenuros metálicos con la
tecnología de las lámparas de sodio de alta presión (quemador cerámico).

El tubo de descarga ceramico permite operar a temperaturas más altas que el tubo de
descarga al cuarzo de los halogenuros metalicos convencionales, aumentando la vida util
hasta las 15.000 horas. Tambien mejora la eficacia luminosa, la estabilidad del color a lo
largo de la vida de las lámparas.
En definitiva estas lámparas son muy adecuadas para su uso en edificios del sector
terciario: comercios, oficinas, iluminación arquitectónica, escaparates, hoteles, etc....
Lámparas de vapor de sodio a baja presión
En este tipo de lámparas se origina la descarga eléctrica en un tubo de vapor de sodio a
baja presión, produciéndose una radiación prácticamente mmonocromática

Actualmente són las lámparas más eficientes del mercado, es decir, las de menor
consumo eléctrico, sin embargo, su uso está limitado a aplicaciones en las que el color
de la luz no sea relevante ya que está es amarillenta.
Se usa habitualmente en autopistas, túneles, áreas industriales y muy raramente en
edificación.

Ademas su elevado tamaño para grandes potencias obliga a utilizar luminarias de tamaño
excesivamente grandes.

Lámparas de vapor de sodio a alta presión


Las lamparas de sodio a alta presión mejorando la reproducción crómatica respecto las de
baja presión y aunque la eficacia disminuye su valor, sigue siendo alto comparado con
otros tipos de lamparas.

El tamaño formado por el conjunto de óptica i lámpara hace que este tipo de luminaria sea
muy eficiente.
Actualmente está creciendo su uso al sustituir a las lámparas de vapor de mercurio, ya
que presentan una mayor vida útil con una mayor eficacia.
Este tipo de lámparas se emplea en instalaciones exteriores de trafico e industriales, así
como en instalaciones interiores de edificios industriales y comercios.

Lámparas con tecnología LED


Las lámparas con tecnología LED son diodos semiconductores que emiten luz. Su
nombre es un acrónimo en ingles que significa "LED: Lighting Emitting Diode".
La tecnologia LED, no posee filamento, por lo que tiene una elevada vida y son muy
resistentes a los golpes. Las lamparas LED permite un mayor control de la distribución de
la luz. Entre sus ventajas, además de su amplia gama de colores, destaca que, a
diferencia de las de bajo consumo, no precisa calentarse para funcionar a pleno
rendimiento. A ello también se suma que son muy eficientes a bajas temperaturas, lo que
no sucede con las lámparas fluorescentes.

Una lámpara LED de 20W consume 0,02 kWh frente a los 0,100 kWh de una lampara
incandescente no halogena.
El importe energético anual es de menos de 11 euros, cinco veces menos que una
lampara incandescente no halógena.
La disipación de calor y la calidad de los materiales sobre la vida útil y la salida de la luz
son factores que influyen sobre este tipo de bombillas. No todas las tecnologías, marcas y
modelos duran lo mismo pero los valores de referencia se mueven en la horquilla de las
45.000 y 50.000 horas, una diferencia astronómica si se compara con las 1.000 horas de
las lámparas incandescentes no halógenas.

Las lámparas LED tienen actualmente un elevado coste inicial (a partir de los 20 euros),
por lo que se estima que requiere de una media de 10 horas al día para que en menos de
dos años el gasto quede amortizado, prolongando de esta forma el ahorro energético
debido a su duración elevada. Es por ello que son muchos los que confían en que esta
tecnología sea el futuro de la iluminación.
Existe la idea de que no todos los colores de LED sirven para todos los usos. Esta
afirmación no es cierta no obstante muy a menudo se recomienda otro tipo de lamparas
para usos domésticos. En todas las lámparas que se comercializan se puede encontrar
indicado en la etiqueta la calidez de su luz. En concreto se ha de observar los dos últimos
dígitos de la numeración que viene a continuación de los vatios, pudiendo ser 27, 30, 40 o
65. De este modo, si 27 hace referencia a 2.700 Kelvin, es decir, a una luz cálida similar a
la de una cerilla, el 65 serían 6.500 Kelvin o, lo que es lo mismo, una color blanco muy frío
sólo apto para ambientes muy específicos de interior.

DESCRIPCIÓN DE APLICACIONES
Eland Cables suministra una gama de conductores de cobre desnudos que se ajustan a la perfección para utilizarlos
en sistemas eléctricos de puesta a tierra y aisladores para aplicaciones de transmisión y distribución suspendidas.
En concreto, nuestro alambre de cobre desnudo trenzado de clase 2, fabricado en conformidad con las normas BS
EN 13602 y BS EN 60228 (anteriormente BS 6360), ofrece una mayor flexibilidad que el alambre sólido trefilado en
frío. Estos alambres de cobre trenzados ofrecen mayor flexibilidad que el alambre sólido trefilado en frío.

Nuestros conductores de cobre desnudos se utilizan principalmente para instalaciones de transmisión de energía
con el fin de maximizar la conductividad térmica y eléctrica, y para transmitir energía con una eficiencia óptima. El
alambre sin aislamiento se puede utilizar como un cable de puesta a tierra. El cobre también ofrece resistencia
natural frente a las tensiones ambientales, como suele ocurrir en climas húmedos, lluviosos y salinos.
Protección de la cabeza
La protección de la cabeza del usuario suele estar asociada a la protección de esta parte
del cuerpo contra choques o impactos. No obstante, en el ámbito eléctrico la protección de
la cabeza debe destinarse también a evitar el paso de corriente a través del cuerpo del
usuario entrando por la cabeza.
Distinguimos dos tipos de equipos, asociados a dos ámbitos totalmente diferentes, con
diferentes normas aplicables:
Protección de la cabeza

Protección facial
La cara del usuario representa una de las zonas más expuestas en caso de que se produzca
un arco eléctrico de cortocircuito.

Protección facial

En la actualidad, el CENELEC/TC 78, organismo europeo encargado de la normalización


en el sector electrotécnico, está trabajando en el desarrollo de normas que permitan evaluar
el comportamiento de los protectores oculares frente a los efectos térmicos del arco
eléctrico.

Vestuario de protección

Para la protección del cuerpo frente a los riesgos térmicos derivados del arco eléctrico
mediante el uso de vestuario de protección, actualmente no existe ninguna norma
armonizada específicamente desarrollada para definir los requisitos que debe cumplir la
ropa de protección frente a los efectos térmicos del arco eléctrico.

Por ello, este tipo de ropa suele evaluarse según la norma de protección contra calor y
llamas: EN ISO 11612:2015, a la que adicionalmente se le somete a los ensayos previstos
en la norma IEC 61482-2:2009; norma ésta que pese a no ser armonizada, está
específicamente destinada a la ropa de protección contra los efectos térmicos del arco
eléctrico. Esta última norma, evalúa las prestaciones térmicas de la prenda frente al arco
eléctrico mediante dos ensayos.
Protección de manos y brazos

Actualmente no existe ninguna norma armonizada específicamente desarrollada para la


protección de las manos y brazos del usuario frente a los riesgos térmicos del arco eléctrico.
Para la evaluación de la conformidad de este tipo de protecciones, se suele seguir el mismo
criterio que el aplicado para la ropa de protección contra los efectos térmicos del arco
eléctrico. En la actualidad el CENELEC/TC 78 está trabajando en el desarrollo de una
norma específica para guantes de protección contra los efectos térmicos del arco eléctrico.

En la siguiente tabla, se detallan los requisitos aplicables a los guantes de protección para
trabajos eléctricos.
Protección de manos y brazos

Calzado de protección

En lo relativo al calzado de protección de uso en el ámbito eléctrico, los diferentes tipos que
podemos encontrar son los siguientes:
Calzado de protección

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