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IMPRESO EN ARGENTINA
Primera Edición - Octubre de 2003
Imprenta: Editorial Martín, Catamarca 3002 Mar del Plata, República Argentina
Tel 0223 4752173. E-mail: editorialmartin@speedy.com.ar -
Aprobada provisoriamente por Res. Min. Nº 456/91 conforme lo establece en el art. Nº 64 de la Ley de Educación Superior 24521
E l estudio de la Pedagogía supone una íntima relación con la Filosofía, y el
estudio de esta última debe guardar igual relación con las doctrinas que a la
educación se refieran. Los problemas capitales que aquejan a las corrientes pe-
dagógicas contemporáneas son, en su raíz, problemáticas filosóficas y no cabe
resolverlas sino como tales.
¿Es el hombre algo más que un animal social? ¿Puede reducirse el hombre a la
comunidad, y la moralidad a la sociedad? Por qué educamos? Para qué educa-
mos? Quién es el fundamento de la tarea educativa ? Son necesarios modelos
para educar? Es necesario un maestro?. Cuestiones todas que pertenecen a los
interrogantes más discutidos en la filosofía contemporánea.
Nuestra concepción sobre la educación depende de nuestra concepción sobre el
hombre, sobre su naturaleza, su destino y su fin. El debate sobre qué es el
hombre y cuál es su destino debe ser resuelto antes de proponer cualquier otro
que a su educación se refiera. Si hay error en la solución del problema de la
naturaleza y del destino del hombre, errado será el camino de la educación.
Este curso de Filosofía de la educación tendrá por objetivos brindar una forma-
ción acerca de los principios filosóficos que fundamentan la tarea educativa,
desde una cosmovisión realista. También buscará introducir a los estudiantes en
el conocimiento de los escritos fundamentales del Magisterio de la Iglesia sobre
el tema educativo. Teniendo en cuenta los destinatarios del curso se presentará
una sección en el Manual que tendrá como finalidad demostrar la vinculación
existente entre los grandes temas de la Filosofía de la Educación y el Proyecto
educativo , como así también el brindar a los directivos , docentes y alumnos de
las ciencias de la educación los fundamentos necesarios para construir sus PEI
desde una filosofía cristiana y realista de la educación
«La formación pedagógica, para ser fecunda, deberá marchar de la mano con la
formación filosófica y deberá beber en las fuentes de la Filosofía. La Filosofía es
quién debe suministrarnos una concepción de la vida sólidamente fundada,
firmes principios de conducta, un noble ideal. Cuando educamos, ni más ni
menos que cuando caminamos, tenemos ante la vista un fín. En la educación
ese fin es un ideal: el ideal de la perfección humana.» Sin ese profundo funda-
mento personal, cualquier metodología es perfectamente inútil. El motor de
nuestra potencia educativa está en nuestra fe en un ideal de vida, en nuestra
firme conducta a la luz que dimana de ese ideal, en la manera como le consagra-
mos nuestra vida.»1
1
FR. DE HOVRE Ensayo de Filosofía y Pedagogía
6 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
PROGRAMA DE CONTENIDOS
EJEMPLAR
CAUSA
FORMAL
Principal Secundaria
CRISTO MODELO
Hábitos operativos: Modelo de Hombre Real de perfección
perfecto
CAUSA
FINAL
Extrínseca o instrumental:
EL EDUCADOR. Los agentes externos: Intrínseca o principal:
Iglesia -Familia -Estado El EDUCANDO .
8
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 9
DESTINATARIOS
El curso está dirigido a toda persona que desee introducirse en la temática edu-
cativa y su vinculación con la Filosofía .No se requieren conocimientos previos de
Filosofía y de Pedagogía, aunque sería muy favorable contar con ellos. Se recomien-
da el curso especialmente a estudiantes de carreras vinculadas con al educación, a
docentes y Directivos.
METODOLOGÍA DE TRABAJO
• El programa de este curso consta de ocho unidades. Cada una de las unida-
des presenta el siguiente esquema:
• Presentación introductoria realizada a partir de la referencia a un texto de
carácter literario o de actualidad en el que se manifiesta, al menos un
aspecto, de la cuestión considerada.
• Enumeración de los objetivos precisos a los que apunta el tema
específicamente tratado.
• Presentación del temario correspondiente.
• Mapa-conceptual como esquema de contenidos presentados en la unidad.
• Desarrollo del contenido, denominado “Texto-apunte”.
• Síntesis de las nociones esenciales presentadas.
• Actividades de aprendizaje sugeridas para la reflexión, profundización y
análisis del contenido expuesto.
• Auto-evaluación ofrecida como guía para que el alumno reconozca su
comprensión de la unidad.
10 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
CRITERIOS DE EVALUACIÓN
• Para la aprobación del presente curso se requiere:
• La lectura, análisis y estudio de todo el material del módulo dado con
carácter de obligatorio. El mismo se compone de:
• Los texto de presentación:
• TP n. 1 (unidades I y II)
• TP n. 3 (unidad V y VI):
OBJETIVOS
Definir lo que es la ciencia y el objeto de la ciencia.
Definir la Filosofía de la Educación y su objeto de estudio.
Reflexionar acerca de la necesidad e importancia de la Filosofía de la Edu-
cación.
TEMARIO
Concepto de ciencia y su objeto.
Conocimiento científico y conocimiento filosófico.
Filosofía de la Educación y su objeto.
Necesidad e importancia de la Filosofía de la Educación.
1
Desarrollado en Caturelli, A., Reflexiones para una Filosofía cristiana de la educación, Direc-
ción gral. de publicaciones U. N. Córdoba.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 17
MAPA CONCEPTUAL
FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN
Ciencia es ...
• El conocimiento alcanzado por los hombres acerca del objeto.
• El producto de la actividad reflexiva del hombre, mientras que el objeto de la
ciencia no depende para nada de la reflexión científica que sobre él se realiza.
Según esto, la ciencia y el carácter de objeto de tal ciencia que adviene a algún
aspecto de la realidad, aparecen juntos desde el momento en que el hombre se pone
a reflexionar deliberadamente sobre ese aspecto de la realidad para conocerlo cien-
tíficamente.
La ciencia, en cuanto tal, es conocimiento científico. Con ello se quiere decir
que no constituye verdadera ciencia cualquier conocimiento acerca de un objeto.
Una madre de familia puede conocer lo que hace cuando educa a su hijo; y, sin
embargo, es muy probable que tal madre no tenga ciencia de la educación. Un
conocimiento científico se distingue de otro no-científico por varios motivos. El
conocimiento no-científico lo pueden tener todos los hombres, mientras que el co-
nocimiento científico sólo es patrimonio de algunos especialmente dotados. Pero,
sobre todo, el conocimiento científico se distingue del conocimiento no-científico
porque el primero posee unas notas que le son propias y que no convienen al segun-
do. Cabe señalar los siguientes caracteres del conocimiento científico:
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 19
2
QUILES, Filosofía de la Educación Personalista.
3
El presente curso de Filosofía de la Educación tomará el concepto de Educación desde la Filosofía
realista de Santo Tomás de Aquino que la define como «conducción y promoción de la prole al
estado perfecto del hombre en cuanto hombre que es el estado de virtud». Véase la Unidad 2.
20 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
Filosofía:
Ciencia de lo último: La filosofía ha sido siempre concebida como el conoci-
miento de la realidad por sus últimas explicaciones. Esto equivale al conocimiento
de lo más profundo de la realidad. Por eso siempre se consideró como la ciencia de
lo último, de lo que está más allá de la realidad inmediata o exterior , ésta es más
fácilmente accesible a nuestra captación por los sentidos y aún por la inteligencia;
en cambio la realidad última es más recóndita y difícil de alcanzar. De ahí que
quienes llegan a este conocimiento son llamados los sabios por excelencia y la
Filosofía ha sido llamada, con más propiedad que ninguna otra ciencia o conoci-
miento, la sabiduría o también la sabiduría primera4 .
Lo que más importa aquí subrayar es que la Filosofía es «sobre lo último», lo
más profundo de la realidad de las cosas, de la vida, del hombre, del universo, de
Dios, de los acontecimientos, de la historia... de todos los objetos acerca de los
cuales el hombre puede interrogarse.
Al preguntarse por lo último de la realidad para hallar su explicación última,
obliga al hombre a buscar el núcleo más íntimo y fundamental de las cosas y el
último plano o terreno subyacente a los procesos externos de la naturaleza y del
hombre. El núcleo profundo de las cosas es la esencia aquello que nos dice mejor lo
que es, de donde surgen y en donde se apoyan en último término todas las demás
realidades de algún ser.
Por eso se dice también que la Filosofía debe estudiar las esencias o también que
es «la ciencia de las esencias de las cosas» .
La Filosofía de la Educación es reflexión teórica - formalmente filosófica - sobre
el aspecto más formal de la educación: su fin y se halla ordenada sólo mediatamente
a la realización de la acción singular. Es pues un saber teórico práctico, que funda-
menta toda reflexión pedagógica ulterior.5
La ubicación de la Filosofía de la educación como Filosofía práctica , se justifica
entonces porque su objeto es un operable: el fin de la educación; su fin es reglar la
acción y su método es resolutivo.
Para finalizar podemos distinguir tres zonas orgánicamente superpuestas dentro
del saber práctico pedagógico6 :
• Una superior, que se organiza inmediatamente a partir de una concepción
antropológico- teológica esencial y existencial- natural y sobre natural, por
ende - como saber normativo supremo y es la Filosofía de la Educación.
• Otra intermedia, que, a partir de tales principios, los determina y formula en
normas prácticas más determinadas , atendiendo las diversas fases del per-
4
Ver Aristóteles, Met. , libro A, c. 2.
5
Cfr. Vazquez Stella Maris «Filosofía de la educación», CIAFIC, Bs As. 2001
6
Se puede profundizar la temática con la lectura de Epistemología del Saber Pedagógico de
Monseñor Octavio Derisi
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 21
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
• Define y explica el objeto de estudio de la Filosofía de la Educación.
• Fundamenta en cinco renglones la necesidad de la Filosofía de la Educación
a partir de: el diálogo de Eutidemo y Sócrates y los contenidos desarrollados
en la unidad.
• Investiga acerca de la relación de la Filosofía de la Educación con la Lógica,
con el Arte, con la Ética y con la Teología.
• Fundamenta la vinculación existente entre la Filosofía de la Educación y un
Proyecto Educativo.
7
Cfr. Vazquez Stella Maris “Filosofía de la educación”, CIAFIC, Bs As. 2001
22 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
TEXTO FUENTE
Lea atentamente el texto que le proponemos siguiendo la guía que facilitará su interpreta-
ción. Posteriormente realice las actividades propuestas
Necesidad de una Pedagogía Filo- za, su destino y su fin. La cuestión de qué es el hom-
bre y cuál es su destino debe ser resuelta antes de
sófica
proponer cualquiera otra que a su educación se re-
El estudio de la Pedagogía debe mantener siem- fiera. Si hay error en la solución del problema de la
pre íntimo contacto con la Filosofía, y el estudio de naturaleza y del destino del hombre, errado será el
esta última debe guardar igual relación con las doc- camino de la educación.
trinas que a la educación se refieran.
La formación pedagógica, para ser fecunda, debe
Los problemas capitales que se agitan en las ac- marchar de la mano con la formación filosófica y
tuales corrientes pedagógicas son, en el fondo, pro- debe beber en las fuentes de la Filosofía. La Filoso-
blemas filosóficos y no cabe resolverlos sino como fía es la que debe suministrarnos una concepción de
tales. la vida sólidamente fundada, firmes principios de
¿Es el hombre algo más que un animal social? conducta, un noble ideal. Dice Spalding: “Cuando
¿Puede reducirse el hombre a la comunidad, y la educamos, ni más ni menos que cuando camina-
moralidad a la sociedad? Cuestiones todas que per- mos, tenemos ante la vista un fin. En la educación
tenecen a los problemas más discutidos en filosofía ese fin es un ideal: el ideal de la perfección huma-
contemporánea. na”. Sin ese profundo fundamento personal, cual-
quier metodología es perfectamente inútil. El motor
Podríamos también notar aquí el carácter filosó- de nuestra potencia educativa está en nuestra fe en
fico de los problemas propuestos actualmente por un ideal de vida, en nuestra firme conducta a la luz
las doctrinas nacionales y políticas de la educación. que dimana de ese ideal, en la manera como le con-
¿Qué es el hombre y cuál es su relación con la na- sagramos nuestra vida.
ción? ¿Qué es la nación? ¿Qué es el Estado en la
vida del individuo? ¿Es acaso omnipotente? ¿Le al- Por mucho tiempo han creído los hombres que la
canzan y obligan las leyes de la moral? ¿Qué es un ciencia moderna era capaz de determinar el sentido
ciudadano? ¿Qué relaciones hay entre el Estado, el de la vida. No hay cosa que hoy esté más fuera de
individuo y la Iglesia? Y otro tanto podemos decir toda discusión que la impotencia de la ciencia en el
de la pedagogía de la personalidad. Los temas con- problema del fin y del destino humano. De la quie-
temporáneos de la autoridad y la obediencia, de la bra de la ciencia en ese sentido ha surgido el actual
individualidad y la personalidad, de la libertad y la retorno a la Filosofía. «La ciencia es independiente
disciplina, del carácter y la inteligencia, del individuo de los valores», dice Max Weber. No puede propor-
y la comunidad, de la moral religiosa y la moral lai- cionar otra cosa que juicios de existencia, y la vida
ca, de la jerarquía de valores, de lo natural y lo so- exige juicios de valor. Aseméjase la ciencia a una
brenatural, del hombre y su ideal, y muchos más, tabla indicadora que nos enseña el horario de los
nos llevarían al corazón mismo de la filosofía. trenes en todas direcciones, pero que nada nos dice
respecto de la dirección que nosotros querramos se-
Sin profundizar hasta las raíces no llegaremos a guir. El hombre moderno perdió su dirección: en vano
comprender las corrientes educativas en su comple- querrá encontrarla en el indicador de la ciencia mo-
ta integridad. Con sólo estar iniciados en la concep- derna.
ción de la vida de que son expresión, percibiremos
su fondo y las seguiremos en su curso y su evolución. Toda ciencia establece lo que es, no lo que debe
ser. Lo mismo pasa en la Psicología. La Psicología
Nuestra opinión sobre la educación depende de es, al fin de cuentas, impotente para resolver por sí
nuestra opinión sobre el hombre, sobre su naturale- sola el problema de la educación. La Pedagogía es
24 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
algo más que la ciencia psicológica de los hechos; En el pedagogo, el profesional había llegado a sub-
es, al mismo tiempo, la ciencia de un fin, una cien- yugar al hombre, al pensador. Agitado por la co-
cia normativa. El lenguaje de la Psicología es indica- rriente siempre creciente de datos, carecía del apoyo
tivo, el de la Pedagogía es imperativo por esencia. de ideas madre, sin fin preciso y determinado. Pero
Supone no solamente el conocimiento del educando de la tendencia al campo total, hacia la unidad y fin
sino, sobre todo, del fin que debe ponerse ante sus eternos de toda educación, surge ahora la necesidad
ojos. de una «Pedagogía filosófica»; del íntimo contacto
de la Pedagogía con la Filosofía.
De parecida manera a otros sectores de la cien-
cia, la Pedagogía se ha extendido y perdido en inter- FR. DE HOVRE
minables análisis, en especialismos, en la rebusca de Belga contemporáneo.
detalles; ha llegado a subdividirse en multitud de sec-
Profesor de Pedagogía en la Universidad de
tores sin contacto mutuo y sin vivas relaciones. Si Amberes – Bélgica.
era rica en conocimientos de hechos y datos científi-
(De:Ensayo de Filosofía y Pedagogía.)
cos, era pobre en principios, en ideas unificadoras.
GUIA DE LECTURA:
• ¿Cuál es la importancia de la Filosofía de la Educación?
• ¿A qué temas de la actualidad permite dar respuesta la Filosofía de la Educación?
• ¿Cuáles son las consecuencias de asumir una Pedagogía desprendida de la Filosofía de la Educación?
• ¿Cuáles serían ellas, en el caso de no vincular a la Pedagogía con la Filosofía de la Educación?
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 25
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
• Martínez, E., La filosofía de la educación como saber filosófico, en UVST,
Barcelona.
• San Cristóbal, A., Filosofía de la Educación, Madrid, Rialp, 1965. Cap. I.
• Vázquez, S.M., La Filosofía de la Educación: estado de la cuestión y líneas
esenciales, Bs.As., CIAFIC, 2001
• Quiles, I., Filosofía de la Educación Personalista.
26 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
AUTOEVALUACIÓN
8
Se puede profundizar la temática con la lectura de Epistemología del Saber
Pedagógico de Monseñor Octavio Derisi
P odemos encontrar innumerables definiciones de educación en diversos
manuales y tratados de pedagogía. Pero ¿Cómo escoger correctamente
aquella que fundamente lo que hacemos? ¿Puede asumirse cualesquiera de ellas
sin ningún tipo de consecuencias en la práctica educativa? ¿Pueden ser todas
reflejos de lo que aspiramos como fin de la noble tarea de educar ? ¿Respetan al
hombre persona en sus dimensiones? Desde ya la respuesta es negativa, sobreto-
do si tenemos como referencia nuestra primera unidad en la cual analizamos a la
Filosofía de la educación desde el realismo pedagógico.
Con el fin de arribar a un concepto de educación haremos el siguiente recorri-
do: en primer lugar su significación etimológica, en la cual la historia de la palabra
nos va a decir su primigenio significado; en segundo término, su significación
vulgar, que nos dará la apreciación corriente y extendida entre el hombre de la
calle, el hombre ingenuo. Con estos elementos, teniendo especialmente presente
la relación existente entre el concepto de persona y el de educación, podremos
abordar la significación estrictamente científica; finalizando con el concepto de
educación que se desprende de la Filosofía Santo Tomás de Aquino
OBJETIVOS
• Analizar la esencia de la educación explicándola como hecho real de la
experiencia vital del hombre, por sus cinco causas: material, final, formal,
eficiente y ejemplar.
• Comprender el fundamento realista del concepto de educación.
• Dimensionar importancia del concepto y sus consecuencias en el campo
pedagógico.
TEMARIO
• Significación etimológica del concepto de Educación.
• Significación vulgar del concepto de Educación.
• Concepto de educación que se desprende de la Filosofía Realista de Santo
Tomás de Aquino.
• Definición de Causa.
• Clasificación de las causas.
• La esencia de la educación explicándola como hecho real de la experien-
cia vital del hombre, por sus cinco causas: material, final, formal, eficiente y
ejemplo.
Filosofía de la Educación
Explicación
Educación
desde
causas
Perfección humana real a conseguir: Causa final
Significación Significación Definición estado de virtud
Etimológica Vulgar realista
comparación Remota: el mismo hombre en
cuanto es persona Causa material
Próxima: las distintas facultades y
operaciones del hombre
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
"Conducción y promoción de la
prole al estado perfecto del
EDUCERE EDUCAR
hombre en cuanto hombre que Causa formal
MAPA CONCEPTUAL
es el estado de virtud"
Intrínseca o principal:
EL EDUCANDO
Extrínseca o instrumental Causa eficiente
EL EDUCADOR
AGENTES EXTERNOS
Principal
CRISTO Causa
Secundaria ejemplar
EDUCADOR
30
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 31
PRESENTACIÓN
Para reflexionar...
“La educación es el arte de educar al niño y formar al hombre”. Rousseau 1
Significación Etimológica
El término educación posee una riqueza en su significación etimológica que no
puede ser desconocida. Desde el punto de vista fonético y morfológico el término
educación proviene de educare: hace referencia a «conducir», «guiar», llevar a un
hombre de un estado a otro.
Pero semánticamente recoge, desde el inicio también, la versión de educere:
que significa “sacar de”, “extraer”, es un proceso que hace referencia a sacar algo
que se encuentra dentro del hombre, hace referencia a una interioridad. Encontra-
mos en esta noción una maravillosa semejanza con la mayéutica socrática del
“alumbrar la verdad”1.
Estas dos significaciones, desde la más antigua tradición, han permitido la co-
existencia de dos modelos conceptuales básicos:
a) un modelo directivo o de intervención, ajustado a la versión semántica de
educare y b) un modelo de extracción, o desarrollo, referido a la versión de educere.
Significación Vulgar
Víctor García Hoz2 en su tratado de Pedagogía sistemática hace una interesante
apreciación sobre el sentido ordinario que el común de la gente da al término edu-
cación. Vulgarmente, se la concibe como una cualidad adquirida, por la cual el
hombre está adaptado en sus modales externos a determinados usos sociales. Per-
tenece a un determinado grupo social y lo caracteriza una peculiar forma de vida
que evita violencias en las situaciones y relaciones humanas. Esta significación po-
see un carácter superficial: el concepto vulgar de la educación se relaciona con la
urbanidad y la cortesía. Urbanidad hace referencia a la urbe, es decir, al grupo
social de hombres, frente al hombre aislado de campo. Cortesía tiene una cierta
significación aristocrática, selectiva entre los individuos. Ambas se conciben como
algo adquirido por influjo externo. Dos notas son las que caracterizan este significa-
do: educación como resultado y al mismo tiempo como comportamiento. El senti-
do ordinario que se le da al término es superficial, dado que se concibe a una
hombre como “bien educado” por ejemplo “si posee buenos modales”, “si el niño
saluda” . No importa que este hombre educado y correcto, sea un malvado en su
interior.
1
Método socrático: el primer momento es llamado ironía, el segundo momento de su método
se denomina mayeútica, nombre que proviene del oficio de su madre, que era partera “ arte de
dar a luz”. Sócrates interroga a un discípulo y mediante preguntas graduadas que le obligan a
discurrir por sí mismo, va alumbrando la verdad .
2
GARCIA HOZ, Víctor, Principios de pedagogía sistemática, Capítulo primero.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 33
Definición de Educación
La definición que hemos escogido para desarrollar es aquella que se desprende
de la Filosofía realista. Si bien Santo Tomás no posee ningún tratado sistemático
dedicado a la educación, afirmó los principios fundamentales de la Pedagogía.
Definición Real
Santo Tomás no brinda “una definición en forma”, entendiendo por tal, la que
se hace mediante una proposición que tiene por sujeto a lo definido y por predicado
a la definición misma3. Pero existen textos en los que ésta es, de hecho, objeto de
una definición real, aunque ello no ocurra de una manera temática sino en función
de algún otro asunto relacionado.
Esa definición real es: conducción y promoción de la prole al estado perfecto del
hombre en cuanto hombre que es el estado de virtud. 4
En primer lugar hay que destacar que existe una mutua distinción, pero a la vez
un complemento, de los términos: engendrar y educar que se puede inferir del si-
guiente texto:
“El matrimonio está principalmente establecido para el bien de la prole que
consiste no sólo en engendrarla para lo cual no es necesario el matrimonio, sino
además en promoverla al estado perfecto, porque todas las cosas tienden natural-
mente a llevar sus efectos a la perfección”.5
Conducir y promover son entonces, como una prolongación del engendrar. Es
por eso que se puede afirmar de manera analógica que la educación es una segunda
generación. Analogía que permite decir que: el educar es al estado de perfección de
la prole, como el engendrar es al ser de ésta. Pero afirmar que educar sea una
prolongación del engendrar, no significa que la prole por engendrada ya tiene todo
lo que debe tener. Aquí radica la razón de ser de la educación del hombre.
Otro aspecto importante a destacar de la definición, especialmente teniendo en
cuenta algunas corrientes pedagógicas contemporáneas, es el uso del término con-
ducción. Conducir y promover a la prole no son procesos de madurez o desarrollos
biológicos espontáneamente realizados. El concepto conducción se opone a la idea
de despliegue espontáneo. Cuando se utiliza el término conducir se está refiriendo a
3
MILLAN PUELLES, A., La formación de la personalidad humana, Rialp, Madrid, 1983, p.27
4
TOMAS DE AQUINO, Suma Teológica, Suppl.III, Q.41, a. 1
5
TOMAS DE AQUINO, Suma Teológica, Suppl. III, q.59, a. 2
34 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
6
ROUSEAU Juan Jacobo, filósofo y escritor ginebrino (1712 - 1778). Es considerado el máximo
representante del naturalismo pedagógico. Su obra de mayor influencia en el ámbito educativo
ha sido «El Emilio»
7
Conductismo: Teoría Psicológica aplicada a la Educación por Watson. En ella el hombre es
considerado un animal más desarrollado que reacciona frente a las influencias del ambiente. El
objeto de la psicología es la conducta, dado que es observable, cuantificable y medible. La
conducta se explica por el mecanismo de estímulo - respuesta.
8
Aclaración: También es lícito hablar de la educación en el sentido de algo ya alcanzado a la
manera de un cierto logro o realización como hábito que queda y permanece en el sujeto.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 35
Status Virtutis9
El núcleo conceptual de la definición radica en la expresión status virtutis. Por
ello es necesario profundizar su significado para poder entender cabalmente las
dimensiones del fin de educar, comprendido en la misma.
Millán Puelles10 sostiene la dificultad de traducción precisa del término status,
dado que la voz latina supone la noción de permanencia, que no poseen las voces
castellanas . Las que más se aproximan a él, son las voces de estado y de situación.
Pero la dificultad radica en que ellas son consideradas tanto para caracterizar algu-
na estabilidad, como también para denominar a lo efímero y fugitivo. Esta última
significación es la que más uso posee, ya que se llama simple situación o mero
estado a aquello cuyo carácter transitorio se quiere subrayar.
Lo que se pretende al educar no es la esencia o sustancia del educando, sino
sólo un status. Este estado que se logra con la educación, se manifiesta como un
enriquecimiento o expansión del sujeto que ya posee una esencia. El status se “alza
9
Término latino que significa “ estado de virtud”.
10
MILLAN PUELLES, A., La formación de la personalidad humana.
36 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
“ sobre la esencia y cuenta con ese íntimo núcleo del ser . Por eso se puede decir que
status se contrapone a essentia pero a su vez la supone. Se contrapone en cuanto
este status es accidental y secundario, frente al carácter sustancial y primario que le
corresponde a la esencia. Se afirma que “la supone” dado que el hombre puede ser
educado porque posee una esencia.
Santo Tomás brinda una definición de status no ya en los textos a los cuáles
estamos haciendo referencia y dice lo siguiente: “Una diferencia de posición en cuya
virtud algo se dispone según el modo de su naturaleza, en una cierta inmovilidad”11
. De ella se desprende otro significado complementario que se puede otorgar a
status y es el de rectitud e inmovilidad, que justamente son las características de
esa postura o diferencia de posición. Ellas surgen de un ejemplo muy gráfico que el
Santo brinda, a saber: el stare no se atribuye al hombre cuando éste yace o está
sentado, sino únicamente cuando está de pie. Y tampoco si se halla en movimiento,
sino tan sólo si se mantiene quieto12.
Si desde el orden de la postura física se pasa al de un status moral de nuestra
entera personalidad humana, la rectitud y la inmovilidad cobran un sentido diferen-
te. Se tratará de la rectitud y de la inmovilidad que deben convenir a aquel estado
que ha de ser perfecto como estado del hombre en cuanto hombre.
En general, la idea de perfección, lleva también consigo la de rectitud tomada
como debida conformación y no es ajena, por otra parte, en los seres dinámicos,
a la inmovilidad, interpretada como permanencia en la posesión de algo, que se
llega a adquirir con un proceso o movimiento previo. La rectitud y la permanencia
habrán de poseer una modalidad específicamente humana. Tendrán que ser deter-
minaciones de nuestra libertad, ya que es por ella, por lo que el hombre más
específicamente difiere de los animales irracionales. El status a que la educación se
encamina, es una conformación de la libertad humana, del hombre mismo en tanto
que ser libre.
La educación pretende dar al hombre una configuración tal, que su conducta
quede fácticamente comprometida a conformarse a la naturaleza propia del ser.
Todo acto moralmente recto constituye una libre afirmación de nuestra propia natu-
raleza. Lo que se persigue al educar, es el suministrar al hombre el estatuto por el
que se halle habitualmente inclinado a la libre aceptación, con hechos, de esa
naturaleza que en tanto hombre le conviene.
Finalmente, la definición realista de educación, caracteriza a este estado, como
un estado de virtud .Se entiende por virtud a los hábitos o posesiones gracias a las
cuales un sujeto puede realizar perfectamente las operaciones respectivas. De una
manera inmediata afectan a las potencias pero mediatamente, a través de ellas, al
hombre mismo. La posesión de virtudes lleva a las potencias humanas a un esta-
do perfecto . Este estado perfecto del hombre en tanto que hombre es el fin de la
educación.
11
TOMAS DE AQUINO, Suma Teológica, II-II, q.183,a.1.
12
TOMAS DE AQUINO, Suma Teológica, I-II, q. 1, a. 1.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 37
CAUSA EFICIENTE
Es un principio extrínseco que produce una realidad substancial o
accidental. Puede ser:
• PRINCIPAL: si obra por su propia energía .
• INSTRUMENTAL: si lo hace en virtud de otra causa que la utiliza.
Con el fin de esclarecer la definición , el siguiente ejemplo puede ser muy útil: Un
escultor es causa principal de una escultura (el obra por su propia energía ). El cincel
con el cual trabaja es causa instrumental (lo hace en virtud de otra causa que lo
utiliza).
13
TOMÁS DE AQUINO, Sermo Jesús proficiebat.
38 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
CAUSA FINAL
Es el principio extrínseco por el cual existe una realidad. Puede ser el fin de la
obra o bien el fin del que obra. Aplicándolo a nuestro ejemplo: el fin de la obra:
escultura es el de expresar la belleza, pero el fin del que obra: del escultor, puede ser
otro; como el ganar dinero, provocar admiración, ganarse simpatías, ser famoso,
etc.
CAUSA MATERIAL
Es el principio intrínseco del cual está hecha una realidad, así la
escultura está hecha de mármol o de madera.
CAUSA FORMAL
Es el principio intrínseco determinante del modo de ser de una realidad en la
escultura: es su configuración.
CAUSA EJEMPLAR
Como el mismo término lo indica es el modelo, el ejemplo. Es la idea que el
artista tuvo en su mente y a cuya semejanza hizo la escultura.
El buen pastor
A modo de ejemplo.....
El artista desde que comienza el movimiento destinado a formar la
escultura se constituye en la causa eficiente de la escultura.
Pero el artista debe obrar sobre algo, para modificarlo y darle forma
de escultura. Ese algo sobre lo que obra el artista es la causa mate-
rial o materia : el mármol.
La acción del artista sobre la materia: «saca» de ella , educe la forma
del pastor . La forma de pastor según como la materia ha sido
estructurada es la causa formal.
La escultura terminada es la causa final del proceso.
La idea del buen pastor que el artista tuvo en su mente y a cuya
semejanza hizo la obra la denominamos causa ejemplar. Es el mode-
lo. Interior.
14
....“Los hábitos son como sobreelevaciones intrínsecas de la espontaneidad viviente, desarro-
llos vitales que hacen mejor al alma en un orden dado y que hinchan de una savia activa:
“turgentia ubera animae” (la elevación más fecunda del alma) como los llama Juan de Santo
Tomás. Y sólo los vivientes (es decir los espíritus, que son los únicos perfectamente vivientes)
pueden adquirirlos, porque sólo ellos son capaces de elevar el nivel por su misma actividad:
tienen ellos en sus facultades enriquecidas, principios secundarios de acción de los cuales usan
cuando quieren y que les hacen fácil y deleitable lo que de suyo es difícil.Los hábitos son como
títulos de nobleza metafísicos, y, lo mismo que los dones innatos, establece la desigualdad de los
hombres. El hombre que tiene un hábito tiene una cualidad que nada puede suplir o pagar; los
otros están desnudos, él en cambio está revestido de hierro. Pero se trata en este caso de una
armadura viviente y espiritual”. Maritain, Jacques, “Arte y escolástica”. Ed, Club de Lectores, Bs.
As., 1.972, pp.16.
40 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
La causa material próxima son las distintas facultades de éste y sus operacio-
nes, ya que son lo modificable directamente por la acción educativa. Por eso, según
el tipo de facultades que se busque perfeccionar directamente y su operación pro-
pia, van a determinarse los distintos tipos de educación: intelectual, moral, técnica.
El fin de la educación queda determinado de una manera explícita en la defini-
ción de Educación de Santo Tomás: el estado perfecto del hombre en cuanto que
hombre o status virtutis. Entonces podemos afirmar que se denomina causa final
de la educación al fin universal, a la meta del proceso educativo, a la perfección
humana real a conseguir, a la formación de hábitos ordenados al fin :al estado de
virtud. La virtud es por esencia la misma perfección.
Finalmente, nadie como el maestro conoce sus limitaciones y la cierta imposi-
bilidad siempre presente de ser totalmente idéntico (totalmente ejemplar) con aque-
llo que enseña. Sea su propia finitud, sea la misma condición humana herida por el
pecado, se interponen entre él y lo que él mismo debe llegar a ser. Pero el maestro
cristiano sabe por Fe, que el Verbo Encarnado Cristo es el prototipo absoluto, el
ejemplar como Supremo Modelo que debe ser imitado y el Maestro absoluto que
debe ser seguido. Por eso Cristo decía a sus discípulos: «Vosotros me llamáis maestro
y decís bien porque lo soy» .El es la causa Ejemplar Absoluta cuya tarea docente
continúa en nuestro tiempo por medio del Espíritu Educador. Llegado a este punto
podemos decir que la causa ejemplar segunda es el modelo real de perfección
que cada docente encarna como un alter Christus. El maestro humano se transfigu-
ra en el maestro cristiano que trata de imitar a Cristo. Este maestro es siempre
maestro por participación, maestro como por delegación o ministerialmente maes-
tro porque el único maestro por sí , causa ejemplar absoluta o principal es
Cristo.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 41
15
TOMÁS DE AQUINO, Suma Teológica, Suppl.III, Q.41, a. 1.
42 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
.TEXTO FUENTE
Lea atentamente el texto que le proponemos siguiendo la guía que facilitará su interpreta-
ción. Posteriormente realice las actividades propuestas
“Notas acerca del concepto de educación” en MOENIA, n° 5 Bs. As. 1.980. Graciela
Beatríz H. De Lamas.
El concepto de educación las acciones que proceden de una potencia son he-
chas por motivos o impulso causal de su objeto; al
El uso del término educación y la descripción del ser el objeto la formación de hábitos operativos
fenómeno correspondiente, hacen ver que la educa- perfectivos, el objeto específicamente, la causa fi-
ción es tanto la acción como el resultado de ella. En nal, consiste en dicha formación de hábitos, los cua-
efecto, si la educación es un cambio, un movimien- les a sus vez deben estar ordenados al fin del hom-
to, la acción y la pasión, como principio y término bre, como se verá luego.
del mismo se identifican formalmente en él, aunque
sin confundirse realmente, pues “en la acción se con- La educación es entonces un tipo de causa, por la
nota la relación de principio del movimiento en cuan- cual se originan en el hombre hábitos operativos
to va del motor al móvil y la pasión la de término de perfectivos. Se podrían distinguir aún en ella: una
un movimiento que viene de otro”16. La misma ac- causa eficiente o agente, que presenta la peculiari-
ción es la que se atribuye a la cosa que es movida y dad de ser doble por lo menos: extrínseca e intrínse-
al principio que la mueve, como el movimiento de la ca; la educación es un proceso según naturaleza,
flecha lo es también del arquero.17 porque como implica un perfeccionamiento del suje-
to al que modifica, se debe adecuar, acomodar, a
El sentido más fuerte del término es el de acción, las exigencias de dicho sujeto y a sus fines que lo
pero también designa el fruto, el efecto o el término perfeccionen; pero esa naturaleza dejada a su deve-
de dicho movimiento, ya que el efecto o término se nir, jamás podría educir nuevas formas perfectivas,
dice fin del movimiento; y como a su vez el movi- por lo que necesita del agente exterior. Este agente
miento se define por su término no se puede hablar exterior es quien guía, conduce, y corrige el proceso.
de la acción sin referencia al fin efecto, por lo que Es decir, hace que el proceso se inicie, es motivo
éste debe ser parte integrante de la noción que se para que la facultad educable que está en potencia
viene buscando. Es precisamente en ese fin efecto o pase al acto, comience a moverse, ya que la sustan-
resultado en lo que consiste la peculiaridad, lo que cia humana es fuente de actividad, pero su ser no
distingue a la acción educativa de otros tipos de ac- consiste en ser actividad, por lo que necesita que
tividad genéricamente análogos. Y consiste no en un algo que éste en acto la haga actualizarse. La edu-
ente nuevo sino en un accidente cualificante de un cación como proceso comienza propiamente cuan-
ente, una modificación perfeccionante de algo que do se inicia el ejercicio de dichas potencias educables,
preexistía como potencia a esta nueva realidad. La cuando ellas comienzan a actuar de manera
cual no es otra cosa que la existencia en el sujeto- perfectivamente para su operar propio y específico.
hombre de hábitos operativos perfectivos. La forma- Por eso, la causa eficiente intrínseca no es otra que
ción de éstos determina todo el proceso; en efecto, la causa del mismo ejercicio de las potencias
16
SANTO TOMAS DE AQUINO, Suma Teológica, I q28 a.3 ad 1
17
Cfr. Ibid, II-II, q.90 a.3 resp.
44 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
educables; es decir, y en última instancia, la volun- ella se expande siguiendo el imperio natural de la
tad que quiere y ordena dicho movimiento, bajo el inteligencia sobre la voluntad, y de ésta sobre las
imperio de la razón. Tanto en la causa eficiente ex- otras facultades, de manera tal que este particular
trínseca como en la intrínseca debe estar presente la tipo de causa que es la educación debe reforzar la
intencionalidad educativa ( ratio agendi) que es lo natural causalidad (imperio) de la inteligencia sobre
que confiere sentido y dirección a todo el proceso. el resto de las facultades, para que se haga efectiva
así la participación en todo el hombre del logos uni-
Por la acción conjunta y equilibrada de ambos
versal que en la educación es comunicado. Ésta es
agentes, exterior e interior, comienzan a adquirirse
entonces un modo de hacer efectiva dicha participa-
los hábitos perfectivos de las distintas facultades, por
ción, es una concreción en el hombre de tal forma
los cuales éstas se disponen bien hacia su objeto pro-
universal. Es decir, que la raíz de la educabilidad en
pio. Pero esto no es sino el principio de la educación, el hombre está dada por la racionalidad y lo que
porque estos hábitos como tales son perfeccionables. está bajo su imperio20.
En el caso de su progreso cualitativo, o “actuación
intensiva”, es necesario que la facultad que ya esta- La causa formal consiste en la forma propia del
ba inclinada de tal manera, acentúe dicha inclina- hábito perfectivo que se identifica con la participa-
ción, es decir, que haya una “más completa y más ción en la facultad de un logos verdadero. “Logos”
perfecta toma de posesión del sujeto por la cuali- que preexiste actualmente en el educador –como
causa ejemplar- y que parcial o actualmente se co-
dad, la forma o el acto preexistentes ya en el mismo
munica al educando.
sujeto”18. Por lo que ya se vislumbra que el proceso
educativo ofrece un programa inacabable, en el que Reandando el camino: la educación es un tipo
la tensión necesaria para poner en marcha el proce- de causa, es una acción que consiste en la comuni-
so nunca puede disminuirse, porque de lo contrario, cación y la adquisición de una forma, de un “logos”
todo lo realizado comienza a perderse instantánea- universal. Dicha forma preexiste el acto educativo
mente. mismo, y de modo distinto en ambos agentes. En
quien educa existe actualmente. Y por la educación
La causa material (in qua) radical sería el mismo
se participa en quien es educable. De alguna mane-
hombre en cuanto es en donde se realiza el proceso
ra, en potencia y como una disposición pasiva, ésta
y cuya naturaleza como conjunto de tendencias
ya se encontraba en el sujeto. Y a esto hace referen-
perfectibles, marca el rumbo de lo que la educación,
cia el uso del término en Santo Tomás, cuando dice
como “arte” que en algún sentido es19 debe seguir.
que el niño no es capaz de instrucción “hasta harto
La causa material próxima son las distintas faculta- tiempo después de su generación”21, es decir, cuan-
des de éste y sus operaciones, ya que son lo modifi- do de alguna manera ya ha formado una capaci-
cable directamente por la acción educativa. Por eso, dad, ha dispuesto su natural para poder recibir la
según el tipo de facultades que se busque perfeccio- forma, también Aristóteles cuando habla de que sólo
nar directamente y su operación propia, van a deter- puede ser educado en la virtud el que “ya es un poco”,
minarse los distintos tipos de educación: intelectual, el que tiene la disposición para escuchar, para acep-
moral, técnica,... Sea cual fuere el objetivo inmedia- tar...22. En definitiva, y acudiendo a la experiencia
to perseguido, siempre la educación debe seguir un personal, sólo es educable quien tiene capacidad,
orden, dado por la misma estructura del hombre. Se quiere y puede decir sí, en sus interior, al proceso
dirige a su racionalidad directamente y a través de mismo.
18
SANTO TOMÁS DE AQUINO, Suma Teológica, citado en GONZALEZ ALVAREZ,Filosofía de la Educación, Bs. As. Troquel
1967 2° ed., pág.108
19
Cfr. RUIZ SANCHEZ, f. Posibilidad de considerar la educación un arte, en Philosophica, Revista de Inst. de Fil. De la UC
de Valparaíso, vol I, 1978 pág. 218 y ss.
20
GONZALEZ ALVAREZ, op. Cit, pág. 65.
21
SANTO TOMÁS DE AQUINO Suma Contra Gentiles, Libro III, cap. 122
22
Cfr. ARISTÓTELES, Política, Libro VII, cap VI y VIII , cap I Et. Nicom. Libro I, cap IV.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 45
La comunicación en que consiste la acción del labra del maestro exterior. Este momento incluye la
agente comprende dos momentos: a) la remoción prudente administración de los premios y castigos y,
de la forma anterior ( si la hubiere) y la preparación en el proceso enseñanza-aprendizaje en particular,
para que pueda recibir la forma actual; y b) la edu- las técnicas didácticas de la motivación.
cación propiamente dicha, que es la forma especial
El segundo momento, que es el de la educación
de esta comunicación.
propiamente dicha, corresponde a la mayeútica. Por
La remoción consiste en la preparación de la ésta “salen a la luz las ideas del discípulo”. Lo que el
materia. Fue Sócrates quien realizó metódicamente sujeto es (o piensa o siente), encaminándose a su
ambos momentos con la ironía y la mayeútica. La deber ser. Es el nacimiento de una nueva forma por
ironía consistía en desmontar la soberbia del terreno “transmutación y reducción al acto” a partir de la
del alma del hombre, en mostrar de una manera potencia. Es ese momento misterioso e inefable en
gráfica, psicológica y moralmente eficaz, cuán igno- que se “ve” interiormente. En el que algo cambia en
rante era su interlocutor y cuán efímeros e infunda- la vida del hombre. Es el momento en que para San
dos eran los conocimientos que se creía poseer fir- Agustín se reconoce interiormente la verdad de la
memente. La ironía sacaba la maleza, “araba” el lección. Sin este momento no se produce realmente
terreno, “disponía” el alma. A este momento hacen la ciencia en el discípulo, sino sólo una creencia, o
referencia las significaciones latinas del educar como un mero poder repetir lo escuchado. Es este momen-
“preparar”, “disponer”. O cuando Santo Tomás ha- to en que el Maestro interior habla, ilumina, muestra
bla de la necesidad de preparar la tierra para nutrir la verdad. Es cuando el discípulo examina según sus
en la fe. O cuando San Agustín habla de las disposi- fuerzas esa verdad interior, y la reconoce, la hace
ciones del maestro para llegar al alma del discípulo y propia. Es el momento en que el discípulo hace suya
de las condiciones que hay que crear en él 23o cuan- la ciencia y la verdad; o, en la educación moral, en
do Aristóteles habla de la fuerza de las costumbres24; el que obra por mera imitación o como por temor o
o de manera más integral, según San Agustín, sería impulsado desde afuera, respondiendo mecánicamen-
ese proceso por el cual el hombre se va “convirtien- te a un estímulo, sino que él mismo se ordena libre-
do”, va girando de las cosas sensibles y exteriores mente a actuar de manera correcta. Quien de algu-
que son sólo para ser usadas, pasando por el amor na manera es principio de sus acciones rectas, regu-
desordenado de sí mismo, que lo lleva a creerse el lándose a sí mismo, es el hombre educado; o el hom-
centro y principio de todo. Este proceso de bre “distinguido y libre” de quien hablara Aristóteles25o
deslozamiento de pasiones e ideas equivocadas en el el hombre prudente, que sabe decir sí y no cuando
alma del discípulo es conducido y guiado por la pa- debe “aquí y ahora”.
23
SAN AGUSTIN, De Catechizandis rudibus, 10, 14; 15, 23; 5, 9
24
ARISTOTELES, Ética Nicomaquea, Libro X, cap. IX.
25
ARISTOTELES, Ética Nicomaquea, Libro IV, VIII
46 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
GUIA DE LECTURA
• ¿En qué consiste la relación educativa?
• ¿Qué lugar ocupan educador y educando?
• Cualidades/características del educador.
• Cualidades/características del educando.
• ¿A qué hace referencia la educación como acción y la educación como resul-
tado?
• Concepto de Educación- Fin de la Educación.
P.E.I.
¿QUE ES? IDENTIDAD ESTILO
2) PERFIL EGRESADO
Hombre virtuoso
Bagaje doctrinal
CULTURA CATÓLICA
1) CONCEPTO DE EDUCACIÓN
Educar en la virtud
3) Posee características
4) Posee instrumentos
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
AUTOEVALAUCIÓN
OBJETIVOS
Definir la causa final de la Educación.
Diferenciar y describir el doble aspecto íntimamente unido del fin: fin natural
y fin sobrenatural.
Juzgar críticamente la concepción de la educación como proceso.
TEMARIO
Causa final de la educación.
Aspecto natural del fin.
Virtud: etimología, definición y clasificación.
El estado de virtud como meta del proceso educativo.
Aspecto sobrenatural del fin.
Educación como proceso y como resultado.
54 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
MAPA CONCEPTUAL
¿Proceso o
EDUCACIÓN Resultado?
Causa Final
Natural Status virtutis
Fin
Dios
Sobrenatura ImitatioChristi
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 55
TEXTO PRESENTACIÓN
Santo Tomás de Aquino
Suma contra los Gentiles
de las cosas, como se prueba (Metaf. text. coro. io), pues la forma es principio del
obrar; ni en los objetos, así como tampoco en los entes, puesto que hay un Ente
Primero, como arriba se ha probado (lib. I, cap. I3). No es, pues, posible que las
acciones procedan al infinito; es preciso, por lo tanto, que haya algo tal que, al
obtenerlo, se aquiete el conato del agente. Luego, todo agente obra por un fin.
Además: en aquellos seres que obran por un fin, todas las cosas intermedias
entre el primer agente y el último fin son fines respecto de las anteriores y principios
activos respecto de las siguientes. Luego, si el conato del agente no está determina-
do a algo, sino que sus acciones (según se ha dicho) proceden al infinito, es preciso
que los principios activos procedan al infinito; lo cual es imposible, como arriba se
ha demostrado.
Es preciso,pues, que el conato del agente esté determinado a algo.
Además: todo agente obra o por naturaleza o por entendimiento. Y de los agen-
tes por entendimiento no hay duda que obran por un fin; pues obran preconcibiendo
en el entendimiento aquello que consiguen mediante la acción, y es en virtud de tal
preconcepción que obran; pues esto es obrar por entendimiento. Mas así como en
el entendimiento que preconcibe existe toda la semejanza (imagen) del efecto, a la
cual se llega mediante la acción del que entiende, así también en el agente natural
preexiste la semejanza del efecto natural, por la cual la acción se determina a este
efecto; pues el fuego engendra al fuego, y la oliva a la oliva. Por lo tanto, así como
el agente por entendimiento tiende a un fin determinado, mediante su acción, así
también el agente por naturaleza. Luego, todo agente obra por un fin.
Además: no se halla falta sino en aquellas cosas que se ordenan a un fin; pues
no se considera que alguien falte porque no alcance a aquello para lo cual no es: se
le imputa como falta al médico el que no logre sanar la naturaleza, y no así al
constructor o al gramático. Pero hallamos falta en aquellas cosas que se hacen
según un arte, como cuando el gramático no habla rectamente; y también en las
que son según la naturaleza, como se ve en los partos monstruosos. Luego, tanto el
agente según la naturaleza como el agente según un arte y a propósito obran por un
fin.
Además: si el agente no obrase para algún efecto determinado, todos los efectos
le serían indiferentes. Y lo que se ha indiferentemente respecto de muchas cosas no
obra más la una de ellas que la otra; por lo cual del contingente respecto de ambas
no se sigue algún efecto sino mediante algo que esté determinado a una. Sería,
pues, imposible que obrara. Luego, todo agente tiende hacia algún efecto determi-
nado, que se dice fin suyo.
Mas hay algunas acciones que no parecen ordenarse a un fin, como las acciones
de los juegos y las especulaciones mentales y las acciones que se hacen sin atención,
como frotarse la barba y otras semejantes, que pueden inducir a alguno a opinar
que hay algo que obra sin un fin.
Pero ha de saberse que las acciones contemplativas no se ordenan a otro fin,
sino que ellas mismas son fin; y las acciones de los juegos unas veces son fin, como
cuando alguien juega sólo por el placer que en el juego halla, y otras veces se
ordenan a un fin, como cuando jugamos para obrar después con más fuerza; y las
acciones que se hacen sin atención no proceden del entendimiento, sino de alguna
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 57
Todo agente obra por un fin. Explicando esta afirmación, Santo Tomas decía:
«es necesario que todo agente obre por un fin»1,
pues de otro modo la acción sería indeterminada y no existiría ya que lo indeter-
minado no existe en la realidad concreta.
Un fin es aquello en vistas de lo cual se hace algo. Motiva e impulsa al agente a
obrar, lo atrae y en tal sentido lo determina e influye sobre él, especifica su acción.
Una vez conocida y aprobada, la causalidad final mueve nuestra apetibilidad, sus-
cita nuestro deseo, y en tanto vemos en el fin un bien se convierte en el principio de
la acción, en el orden de la intención y en el término de la acción, en el orden de la
ejecución. Es el bien en cuanto deseable lo que da razón de la causalidad de fin. Un
bien es objeto de las aspiraciones de quienes aún no lo han alcanzado y es objeto de
amor para quienes ya lo poseen. Por eso se dice que el fin y el bien son convertibles.
La causa final tiene razón de bien, y si su propiedad característica es atraer, es
porque su bondad perfecciona y coadyuva a la perfección de quienes van en pos de
ella. Sin causa final los seres carecerían de entidad y de sentido.
El fin puede presentarse bajo distintos aspectos o dimensiones.
Por lo tanto, esta temática se abordará atendiendo a la causa final desde dos
dimensiones, una natural y otra sobrenatural, dado que :
• La primera se refiere a la finalidad de la educación misma. Como todo lo
que llega a ser, la educación debe estar ordenada a algo. Debe contener una fina-
lidad incita en su misma entraña. Como la sustancia es el fin de los accidentes y la
educación ha quedado inscripta en el orden accidental concretado en el sujeto
humano, tendrá por causa final al hombre mismo.
• La segunda dimensión surge de la consideración del educando. Ordenándo-
se a él la educación, pero siendo a su vez una realidad ordenada, el fin de la
educación deberá subordinarse al fin del hombre. De otra manera: si establecemos
que el fin de la educación es la perfección del hombre, y advertimos que la perfec-
ción del hombre consiste en la posesión de su fin, será necesario concluir que la
educación, ordenándose a la perfección del hombre, se ordena al fin del hombre:
Dios. Por lo tanto aquí hablamos de una dimensión sobrenatural.
Entonces así comprendemos mejor lo que citaba Lamas:
«que el fin de la educación es la verdad plenaria de la vida huma-
na. Como fin natural supone la perfección formal de la vida misma
y de los hábitos rectificadores. Como fin trascendente, es Dios, el
Ipsum Esse Subsistens, la Verdad viva, el Bien infinito, fuente de todo
1
Santo Tomás de Aquino Suma contra los Gentiles, I. III, c.II.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 59
2
La Divini Illu Magistri es
60 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
La Virtud
El tema virtud se constituye en el núcleo central de la definición realis-
ta. Para un mejor esclarecimiento del estado perfecto del hombre en cuanto hom-
bre habrá que aprovechar todo lo que en la teoría tomista de la virtud sea significa-
tivo.
Lo primero que se comprueba es que la Virtud es por su esencia perfección de lo
contrario resultaría imposible, por principio, la consideración del estado perfecto de
nuestro ser precisamente como estado de virtud.
La acepción más frecuente de la virtud es en Santo Tomas la que acentúa y
subraya la idea de perfección de una potencia .
«LA VIRTUD»:
Etimológicamente no siempre el término virtud se ha utilizado con
el mismo sentido. Desde Cicerón proviene de «Vir» (varón) y así la
entienden los latinos. Los griegos le han dado mayor variedad de signi-
ficados, porque no siempre emplean la misma palabra. Para Sócrates,
virtud «episteme» es una fuerza intelectual por la que el hombre es
preservado de toda ignorancia. Platón y Aristóteles la extienden a toda
perfección intelectual o moral «areté». Los estoicos la utilizaban para
designar una fuerza moral. Los humanistas de los siglos XIV y XV la
interpretaron como sinónimo de sagacidad política. Santo Tomás ge-
néricamente y según el sentido por todos admitido, entiende por vir-
tud la perfección de una potencia operativa y etimológicamente la
hace derivar de «vis».
3
ARISTOTELES, L. II cap.6.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 61
4
Esta definición se adapta también a las solas virtudes morales.
5
ARISTOTELES Físicos , L III, c.3.
6
ARISTOTELES De Coelo, L. I, c. 11.
7
BASSO, Domingo Los principios internos de la actividad moral Centro de investigaciones en
Etica Biomédica.
8
Se considera a una definición lógica cuando en ella pueden distinguirse el género próximo y
la diferencia específica.
62 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
9
VAZQUES, Stella, Filosofía de la Educación, CIAFIC, Bs.As, 2001
10
CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA, Educación y Proyecto de Vida, cap. 3,
64 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
«es Dios, el Ipsum Esse Subsistens, la Verdad viva, el Bien infinito, fuente de
todo ser, de toda verdad y de todo bien. En Él la vida humana encuentra la plenitud
del conocer y del querer; en torno de Él –y sólo de Él- se torna posible la perfección
de la vida especulativa (bios teoretikós) y de la vida práctica (bios praktikós). Y así
como sin sol no hay luz, sin Dios no hay educación, porque falta la verdad que
vivifica, el fundamento y el fin.»
EDUCACION
¿Proceso o Resultado?
Es un una perfección perfectible poseída actualmente por
Entendiéndola el sujeto, cual:
HÁBITO - en tanto que actual poseedor, es educado
(hábito como pefección) y
Entonces - en tanto que futuro posesor, es educable
puede ser (hábito en cuanto perfectible)
Va
desde
Punto de partida Punto de llegada=FIN
HABITOS
PROCESO Formación de... OPERATIVOS
BUENOS
Visto
como la
ES
PERFECCIÓN
66 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
• Responda:
• ¿Qué se entiende por finalidad?
• ¿Cómo se explica el fin de la Educación desde la definición que da Santo
Tomás?
• ¿Cuál es el fin propio de la Educación?
• ¿Qué entiende por perfección Santo Tomás?
• ¿Cómo se relaciona el concepto de status en dicho fin?
• Fundamente la relación entre Educación y Virtud.
• Considere cuáles son las virtudes fundamentales a trabajar en el proceso educativo.
• Debe escribir un artículo periodístico que difunda la importancia de no perder de
vista el fin de la Educación en nuestros tiempos ¿Qué ideas centrales plantearía?
• Considere la lectura de la «DIVINI ILLUS MAGISTRI»
• ¿Cuál es el fin propio e inmediato de la educación cristiana? Explicarlo.
• ¿A qué apunta la formación del ciudadano?
• Elabore una síntesis con las ideas principales.
• Piense un buen ejemplo en donde se pueda ver de manifiesto a la educación como
proceso y como resultado. De tres argumentos que lo justifiquen.
• Investigue sobre posturas que conciban a la Educación solo como un proceso o
solo como resultado. Júzguela críticamente.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 67
TEXTO FUENTE
Lea atentamente el texto que le proponemos siguiendo la guía que facilitará su interpreta-
ción. Posteriormente realice las actividades propuestas
GUÍA DE LECTURA
• ¿Cuál es la razón de ser del conocimiento?
• ¿Para qué sirve aprender?
• ¿Cuál es la relación con la cultura y el desarrollo humano?
• ¿En qué lo convierte al hombre la ignorancia?
• ¿Cuál es la postura del hombre actual frente al conocimiento?
ACTIVIDAD DE VINCULACIÓN
Reflexión personal: ¿PARA QUÉ Y POR QUÉ EDUCAMOS ?
68 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
¿Cómo se organiza una institución educativa que quiere atender en forma espe-
cífica la formación de las virtudes intelectuales?
Partimos del concepto que todo centro educativo es una organización entendien-
do por esta a la acción y efecto de organizar.
¿Qué es organizar?
Es establecer o reformar algo para lograr un fin, coordinando los me-
dios y las personas adecuadas.
No podemos olvidar nunca que la educación escolar se desarrolla en el seno de
una organización.
Un colegio como organización se conduce hacia alguna dirección, siempre hay
un punto de referencia, un objetivo, un futuro deseado. Por ello afirmamos que cada
colegio tiene una misión explícita en su proyecto educativo e implícita en la
mente de cuantos forman parte de la comunidad. Cada escuela de la misma forma
tiene su visión de sí misma en el futuro. Al decir de Municio la misión y la visión de
la institución escolar son el origen de la forma que adopta la organización su estruc-
tura para lograr sus fines. Los idearios y los proyectos educativos son formas de
establecer misiones para la institución educativa.
¿Cómo se deberá organizar un colegio para formar en la virtud intelectual?
Antes que nada deberá partir de un concepto de educación que tenga a la virtud
como protagonista. Ella puede ser «Conducir y promover a los niños y jóve-
nes al estado perfecto del hombre en cuanto hombre que es el estado de
virtud « de Santo Tomás de Aquino.
Cuando todo está cambiando en el mundo actual, la organización necesita algu-
nos puntos de referencia para asegurar el camino hacia la misión. Estos puntos son
la visión y la cultura. La visión en este caso estaría dado por el ver en nuestros
alumnos a jóvenes virtuosos.
Allí estaría la causa final de este itinerario. ¿Pero de qué estamos hablando
cuando mencionamos a la virtud? Ella es : “Hábito operativo bueno”.
Fijada la misión, la visión y los objetivos para un camino alcanzable Municio
sostiene que existen seis variables estrechamente relacionadas que permitirán mode-
lar la organización para alcanzar el fin deseado, ellas son:
• estrategia,
• estructura,
• cultura,
• tecnología,
• personas,
• entorno.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 69
• organización curricular,
• la forma de planificar,
• las consecuencias en su forma de enseñar,
• la forma de evaluar,
• el régimen de convivencia y
• la selección bibliográfica.
Las personas son una variable compleja. Están definidas por sus conocimien-
tos y habilidades que condicionan la posibilidad de usar una tecnología por sus
propios valores y además aportan a la organización las variables de su personali-
dad.
Por último, el entorno representa el mundo externo con el que la organización
interactúa, es esencialmente el cliente que acepta o rechaza los servicios que la
organización le ofrece. La organización tiene que adaptarse al entorno que le fija de
una forma o de otra los requisitos de su función. El entorno no es necesariamente lo
más cercano y algunos centros educativos responden a variadas demandas. La
relación aquí estaría dada por la respuesta a la pregunta: ¿Por qué hoy es necesa-
rio formar la virtud intelectual?
Teniendo en cuenta la situación de la filosofía contemporánea, numerosos
movimientos filosóficos sustentan la necesidad de un pensamiento débil , a través
de la negación de la metafísica y de toda posibilidad de acceso a la verdad. Para
ellos un pensamiento débil es necesario para convivir en esta sociedad posmoderna
y tolerante. Esto tiene una consecuencia directa que es el relativismo. En oposición
a ello es necesario sustentar proyectos educativos REALISTAS, que partan de la
realidad en búsqueda de la Verdad a través de un pensamiento riguroso y habitua-
do. Teniendo en cuenta el campo de las ciencias y el crecimiento exponencial de los
conocimientos que se está dando dentro de ellas hay una consecuencia directa en
la escuela: ella está imposibilitada naturalmente a recibir y poder brindar compren-
sivamente esa cantidad de información, también está imposibilitada naturalmente
para acumular tantos datos. Es por ello que se necesita formar a los alumnos en
virtudes intelectuales que les permitan ser protagonistas en la recepción, compren-
sión, selección, organización y juicio crítico de la información. En un mundo que
cambia es necesario formar criterios estables.
Sabiendo que las políticas educativas actuales se encuentran bajo permanentes
modificaciones a los regímenes de evaluación y calificación que tienden a disminuir
la exigencia académica y facilitando su promoción conozca o no. Por ende el esfuer-
zo intelectual que es esencial a la hora formar un hábito hoy no es necesario.
Tampoco se puede dejar de considerar la existencia de ciertos movimientos pe-
dagógicos actuales que postulan la necesidad de una educación que se limite a
transmitir valores globales desprendidos ellos de todo concepto de virtud. Por lo
tanto concluimos que, la situación actual se convierte en un campo privilegiado
para la formación de la virtud intelectual y ella misma pasa a ser una necesidad y
un desafío para nuestros días.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 71
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
AUTOEVALUACIÓN
OBJETIVOS
• Definir a la persona.
• Tomar conciencia de las consecuencias pedagógicas que suponen las
posturas antropológicas.
• Conocer las dimensiones de la persona a ser educada.
TEMARIO
• Concepto de hombre
• Definición de persona
• Posibilidad y apetencia de perfección de la persona.
• Las notas distintivas del hombre como persona : ser dinámico, ser con
interioridad, capaz de elegir, capaz de ser libre, capaz de autoconducción,
pluralidad de tendencias, multiplicidad de dimensiones, ser condiciona-
do, ser dependiente, ser histórico, ser religado y ser falible.
• El concepto de hombre en diversas corrientes pedagógicas.
MAPA CONCEPTUAL
EDUCACIÓN
Causa Material
TEXTO APUNTE
1
EQUIPO EPISCOPAL DE EDUCACION CATOLICA, Educación y Proyecto de Vida, Oficina del
Libro C.E.A, Bs. As., 1985, p. 12.
2
BOECIO, Severino, De persona et duabus naturis
80 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
cambio, es evidente que más allá del cambio existe lo que no cambia (por debajo de
los cambios de nuestras células, somos los mismos). Por eso la educación tendrá
que dirigirse a un hombre en el que hay algo permanente (su esencia) y en el que hay
algo que cambia.
b) En segundo lugar, ser persona significa que la sustancia es individual, así
se constituye en una unidad existencial distinta de las demás de la misma especie y
en sí misma indivisa. La persona no es el hombre universal sino el hombre concreto.
Lo cual no significa negar la sociedad ni caer en el individualismo. Al decir que la
persona es una sustancia individual queremos decir que es una sustancia recortada,
individualizada, una unidad real, una sustancia concreta, única, lo cual no quiere
decir que carezca de relaciones. La individualidad supone concebir a la persona
como un ser completo en sí, y por eso se puede decir que es incomunicable
ontológicamente. Esto significa que el todo sustantivo es plenamente uno e indiviso
respecto de sí y absolutamente distinto respecto de todo lo que no es él.
c) Unidad substancial: la persona humana es a la vez un ser corpóreo y
espiritual. Ella es causa y sujeto sustancial de todos sus actos.
d) En cuarto lugar, ser persona significa ser de naturaleza racional. Su esen-
cia específica, lo que caracteriza a esta sustancia individual, lo que la hace ser como
es y operar como opera (a diferencia de otras sustancias individuales como el perro
o el pájaro que tienen otro ser constitutivo, otra esencia específica y otro modo de
operar) es la racionalidad. Es el rasgo típico de la persona, a través de él logra su
realización no sólo en el ámbito del conocimiento sino también en el de la acción
cuya raíz está en al razón.
3
El texto completo en el que se incorpora la definición es el siguiente «... si por una parte la
persona se encuentra solamente en las substancias, y sólo en aquellas en que están dotadas de
razón, si por otra parte, toda substancia es una naturaleza, es decir, tiene una diferencia especí-
fica, y si, en fin, la persona no se da en los seres universales, sino en los individuos, entonces
hemos encontrado la definición de persona: es la substancia individual de una naturaleza racio-
nal...».
4
RUIZ SANCHEZ
82 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
¿Qué importancia tiene esta característica del hombre frente al hecho educa-
tivo? ¿Qué ocurre con un conductor que no sabe cuáles son las metas o los
caminos en su andar? ¿ Puede conducir? ¿Y si las conoce mal arribará a su
objetivo? ¿ Qué ocurre si el motor de quien conduce es un motor débil?
¿Qué ocurre si, conociendo el fin y los medios, hay una fuerza que lo lleva a
otra dirección?
Por otra parte, no ha de olvidarse que estas relaciones con las cosas, muchas
veces entrañan o en su origen o en sus efectos, relaciones con otras personas o
relaciones con sociedades, por lo que suponen características personales que tam-
bién son fruto de la acción educativa, que no puede reducirse al sólo campo de la
inteligencia puesto que aquellas relaciones implican, además de los conocimientos
necesarios para una conducta recta, las virtudes, las dimensiones de conductas que
se anuden en cada hombre y contribuyen a hacerlo singular y diferenciado, a la vez,
lo vinculan a un tejido dinámico humano en el cual es protagonista y parte respon-
sable no sólo de la plenitud de sus ser personal, sino también de la plenitud o
perfección de las sociedades de las que forma parte. Con estas capacidades no se
nace; ni tampoco se logran por el mero hecho de vivir y crecer: allí está el sentido
auxiliar más profundo y valioso de la educación, que no se detiene en la corteza del
hombre sino que intenta llegar a enriquecer su intimidad, haciendo al educando
capaz de conducir su vida, en todas las dimensiones concretas.
Pero, hay que tener presente que está “en el ambiente” de nuestro tiempo la
intención de convencer a los hombres que la historia avanza en una dirección deter-
minada e inexorable (que variará según la ideología política a la que adhiere quien
de esto pretende convencerlo). Se trata de un “lavado de cerebro” colectivo, de un
convencimiento impuesto desde afuera que intenta mostrar como imposible e inútil
toda oposición ya que la marcha de la humanidad hacia ese rumbo “X” obedece a
alguna ley ineluctable de la historia; con lo que se quiere lograr que todos colaboren
al advenimiento de esa determinada ideología, a menos de querer ser considerados
como ciegos o reaccionarios contra el “viento de la historia”.
Esas “centrales de poder” desde las cuales se alimenta la conformación de una
mentalidad, pretenden ir transformando todos los factores condicionantes en deter-
minantes y para ello apuntan a ese objetivo muy concreto: la mentalidad para anular
la voluntad libre. Esta se reduciría a elegir entre dejarse llevar por la corriente o...
remar a favor de la corriente.
En una posición opuesta a nuestra vinculación del hombre como ser histórico es
la del hombre como protagonista de su propia historia, como director de su propia
vida; pero también como inicialmente incapaz de discriminar y decidir en el comple-
jo legado que recibe, lo que ha de aceptar por su calidad de perfectivo y lo que ha de
rechazar por imperfectivo; incapaz pero con la posibilidad, más aún, con la necesi-
dad moral de efectuar esa elección que incide en su propia perfección; del hombre
como autor de decisiones que se traducen, a través de sus conductas, en perfección
para sí y para otros; o lo convierten en su propio y responsable destructor.
¿Han tomado conciencia los educadores de esta enorme responsabilidad que les
atañe (por su misma función) frente a sí mismos, frente a la realidad histórica de
cada educando y de toda la sociedad? ¿Han advertido la proyección futura- y por
tanto histórica- y la responsabilidad que les compete a cada uno en la decisión de
poner los sistemas educativos al servicio de la calidad humana o por otro lado, por
acción u omisión, al servicio del intento de convertir al hombre en robot, en nave-
gante llevado por el “río de la historia”, remando, con la ilusión de que es libre, hacia
la esclavitud?
y cada una de las líneas de relación viva, actuales y pasadas, con las realidades que
se hallan en el otro extremo de aquellas relaciones, han constituido y conforman en
alguna medida y calidad nuestra realidad individual que, siendo sustantiva, es a la
vez relacionada y relativa.
Estamos ligados también a una tierra y a un contorno geográfico ambiental. Y
estamos ligados a esa carga de contenidos culturales que recibimos, haciéndola
nuestra en todo o en parte, aún rechazándola, reteniéndola sólo como un mero
saber o encarnándola total o parcialmente, con o sin juicio crítico previo y trasla-
dándola al nivel de nuestra vida concreta, en nuestra conducta. Lo cierto es que
aquellas vinculaciones que llevamos señaladas integran nuestra propia historia per-
sonal, que tiene un ángulo desde el cual es estricta y singularmente personal, in-
transferible y no intercambiable y equivalente a la de otro; aunque en ella, además
de la propia causalidad de ser espiritual y libre, han incidido multitud de factores
personales, institucionales, ambientales, etc.
Hay otro vínculo más profundo, fundamental, porque funda o sostiene a los
otros, como el cimiento a la casa. Estamos ónticamente vinculados a Dios, en
nuestro mismo ser al nivel de nuestra experiencia finita y contingente; y de nuestro
ser con una determinada naturaleza: de hombres; de nuestro ser que reconoce una
causa necesaria en el origen y en cada instante, manteniéndonos en la existencia;
relación o vínculo con Dios en la línea de la causalidad eficiente tanto de nuestro
existir como de nuestro obrar. Más también en la línea de la participación , de la
causalidad referida a las perfecciones que son en nosotros de modo finito, limitado,
contingente, que requiere una fuente necesaria e inagotable. Y estamos vinculados
a Dios como nuestro fin, Bien Común Último Trascendente que explica nuestra
estructura humana espiritual, nuestra insaciable apertura al ser por la inteligencia y
la voluntad, a Dios que da sentido a nuestro existir.
La relación con Dios, el vínculo ontológico que nos une a cada uno con Él,
originariamente, actualmente y teológicamente, puede ser ignorada y sigue siendo el
vínculo ontológico; puede ser conocida sin que se siga una conducta adecuada al
vínculo; y puede ser conocido, querido y cultivado, y es entonces algo más que un
vínculo ontológico, es religación: cultivo, con la actitud y la conducta, de una rela-
ción; ratificación vital, inteligente y libre del vínculo con Dios.
Necesariamente será distinta la acción de quién juzga a la persona humana
como el máximo valor terreno, al cual debe ordenarse, de la de quien pensare que el
individuo humano debe ser concebido y tratado como un instrumento cuya finali-
dad sería el bien de una entidad colectiva abstractamente hipostatizada como por
ejemplo el, estado, la raza o la clase. Elaborar científicamente una doctrina del
hombre se convierte por lo tanto en algo necesario cuando se quiere dar un ordena-
miento y un fin a la acción educativa. Se puede afirmar que ningún comportamien-
to práctico de carácter humano y social tiene tanta necesidad de un fundamento
teórico sobre la esencia, el valor, el desarrollo y el fin de la persona humana como la
acción educativa. Nos encontramos en la necesidad de partir de una definición de
hombre. Ella es vital, no por nada es uno de los fundamentos que se debe desarro-
llar ante la elaboración de un Proyecto Educativo Institucional al igual que la defi-
nición de educación debe ser explicitada en tal documento dado que estos dos
elementos fundamentarán la filosofía que sostenga toda la tarea educativa que se
realice en dicha institución.
94 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
IDEALISMO.
Para el idealismo el sujeto es el yo empírico, manifestación del único yo trascen-
dental, espíritu entendido al modo de Gentile), acto puro, perenne autoafirmarse,
devenir absoluto, historia.
• El educando es el único factor verdadero de su educación. Su desarrollo es
autónomo, incluso puede llamarse autocreación absoluta, autodidáctica en
el pleno y total sentido de la palabra.
• Este proceso educativo, como proceso del mismo espíritu, es perenne, no
tiene término y, por lo tanto, no tiene fin. Es fin en sí mismo.
• En semejante doctrina, una relación educativa, en el sentido tradicional, no
es ni siquiera concebible. El maestro no constituye un término de una rela-
ción verdadera y no tendría ninguna posibilidad de ejercer una influencia
sobre el devenir del discípulo, que es autocreación absoluta; él sólo puede
auxiliar, proporcionar situaciones, ocasiones, objetos para las operaciones
del espíritu del alumno.
• La tarea del maestro, en la concepción idealista, es más bien la de alcanzar
la profunda unidad con el espíritu de su discípulo.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 95
PRAGMATISMO.
Para el pragmatismo el criterio de lo verdadero es la acción. Este, en efecto, es
el único medio seguro para producir novedades y obtener un producto útil, para
contribuir al éxito en la vida. En realidad, DEWEY escribió: “Nada vale en la vida
como la acción con éxito”. (Si en esta frase con la palabra «éxito» se comprendiese
también el espiritual y sobrenatural, sería sin duda aceptable. En efecto, desarrollar
una actividad con la certeza de no lograr ningún éxito sería una actividad inhuma-
na).
MARXISMO.
El marxismo es un materialismo dialéctico.
Con otras palabras, para el marxismo, toda la realidad es materia, y sólo mate-
ria, sujeta a la ley dialéctica que Hegel enseña para el espíritu: tesis, antítesis, sínte-
sis.
Si todo es materia, también el hombre, como sujeto de educación, no es sino
una entidad material. La existencia humana tiene -sentido, por una parte, para la
satisfacción de las necesidades puramente materiales y económicas, y por otra,
para la producción de aquellos bienes que sirven para satisfacer aquellas necesida-
des.
El hombre tiene un valor que está por debajo del supremo en la cumbre se halla
la colectividad organizada: partido o estado comunista que representa también a la
ley suprema.
El fin del hombre es, por lo tanto, ordenarse a sí mismo para la producción del
mayor bienestar económico de la colectividad estatal mediante el máximo de pro-
ducción: véase el ejemplo característico del stajanovismo. La persona, en sentido
filosófico, cristiano-escolástico, está literalmente abolida.
• La relación maestro- alumno está constituida dentro de una visión político -
colectivista - productiva. Escuela y estado se identifican. El escolar de hoy
es el productor de mañana inserto en la sociedad colectivista.
• El maestro es el instrumento con el que interviene la voluntad formadora del
estado totalitario para orientar tecnicisticamente a la escuela en sentido pro-
ductivo, hacia los fines del bienestar económico de la colectividad.
• Lo «colectivo» es el objetivo y la medida de valoración de la educación esco-
lar.
• Como método, que es también programa, todo está orientado en sentido de
la naturaleza: estudio científico de ésta y estudio del modo de transformarla.
A modo de conclusión consideramos de vital importancia, que los educadores
tomen conciencia de las consecuencias pedagógicas que posee el concepto de hom-
bre, dado que por ello se lo considera la imagen directriz de la Educación.
5
BOECIO, Severino, De persona et duabus naturis
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 97
La educación tiene por causa material próxima a las distintas facultades y ope-
raciones del hombre y por causa material remota al mismo hombre en cuanto es
persona.
Todo educador debe considerar las distintas dimensiones educables de la perso-
na humana, a saber:
• Ser dinámico.
• Ser con interioridad.
• Capaz de elegir.
• Capaz de ser libre.
• Capaz de autoconducción.
• Pluralidad de tendencias.
• Multiplicidad de dimensiones.
• Ser condicionado.
• Ser dependiente.
• Ser histórico.
• Ser religado.
Ser falible.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
TEXTO FUENTE
Lea atentamente el texto que le proponemos siguiendo la guía que facilitará su interpretación. Poste-
riormente realice las actividades propuestas.
GUIA DE LECTURA
• ¿A qué se denomina reduccionismo ideológico? Cita un ejemplo
• ¿Cuáles son las tres escuelas pedagógicas que ocupa el espectro educativo de la actualidad?
• ¿Cuál es la concepción de hombre en la cual se fundamentan?
• Actividad de vinculación con texto apunte:
• Relacionar las tres escuelas del artículo con la descripción sobre el concepto de hombre de las diversas
corrientes filosóficas tratadas en el texto apunte.
102 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
Para elaborar un proyecto educativo se debe tener en claro qué se quiere hacer
y porqué vamos a hacerlo. El proyecto que vamos a formular se va a constituir en
una especie de marco de referencia para la actividad educativa en general y el
enfoque de dichos problemas en particular.
Ahora bien , el mismo hecho de detenernos a pensar que queremos hacer y
enfrentarnos con una respuesta como, por ejemplo: “Mejorar la calidad de los apren-
dizajes de nuestros alumnos”, nos obligará a reflexionar sobre cuestiones como:
¿Qué persona queremos formar?
¿Qué papel tiene la familia en esa formación?
¿Qué finalidad social tendrán esos aprendizajes?
¿Cuál es o debe ser nuestro estilo educativo para responder bien a esa necesidad.
Estas reflexiones nos llevarán a buscar los fundamentos de nuestro PEI:
Concepción de hombre.
Su dimensión social.
Una concepción pedagógica.
Todo esto, a su vez nos conducirá a poner en claro los valores y principios
fundamentales, los ideales que están implícitos en la base de toda acción educativa.
Para hacer:
BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA
AUTOEVALUACION
Seleccione la afirma- 1- La tarea de educar debe partir de una adecuada concepción de:
ción correcta (sólo Escuela.
una) y luego verifi-
Hombre.
que las claves de
autoevaluación al fi- Proyecto Curricular.
nal del módulo
2- La persona es:
Substancia de naturaleza social.
Individuo compuesto de cuerpo y alma.
Substancia espiritual de naturaleza racional.
3- La persona humana:
Es limitada y finita.
No es perfecta pero lleva en sí posibilidad de perfección.
Es por naturaleza buena.
4- El positivismo concibe al hombre como:
Pura materia.
Conjunto de sensaciones.
Sustancia individual.
5- El maestro en el pragmatismo es:
Una autoridad.
Un guía discreto.
Un promotor.
EDUCACIÓN Causa material 1°)¿Por qué es posible?
Porque el hombre es
perfectible. Radica en la
Hombre que es Persona Una de
notas EDUCABILIDAD perfectibilidad como
sus
características posibilidad de moverse,
Considerarla desde de transitarse a un grado
-¿Por qué el hombre
Sujeto de la Educación dos planos mayor de riqueza o de
necesita de la diferentes
indisolublemente bondad de la que tenía
Educación?
unidos inicialmente.
-Porque el hombre es NECESIDAD Plano de la POSIBILIDAD
falible
-Radica en la 2°)¿qué fundamentos
falibilidad (como Porque tiene tendencias tiene la educabilidad
carencia) del hombre?
supone
1°) Posibilidad
intrínseca de fallar por Cinco factores característicos de su naturaleza
carencias.
SOCIABILIDAD
PERFECTIBILIDAD
OBJETIVOS
Definir y explicar el concepto de hábito.
Caracterizar al hábito como segunda naturaleza.
Fundamentar la necesidad de los hábitos.
Reflexionar acerca de la educación de los hábitos.
TEMARIOS
Definición de hábitos.
Clasificación de hábitos.
Los hábitos como segunda naturaleza.
Necesidad de los hábitos.
Diferencia entre hábitos y costumbre.
El desafío de la educación actual :la formación de hábitos.
MAPA CONCEPTUAL
EDUCACIÓN
Causa Formal
Como segunda
naturaleza
HÁBITOS Su necesidad
Su educación
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 111
TEXTO APUNTE
Definición de Hábito.
En la unidad 2 se dio a conocer el concepto de Educación que fundamenta el
presente trabajo, cuyo núcleo es la virtud. Siendo la virtud un hábito operativo será
necesario proceder a definirlo: se denomina hábito a la cualidad difícilmente movi-
ble por la cual el sujeto se dispone bien o mal en el ser o en el actuar.1
1
GONZÁLEZ ALVAREZ, «Filosofía de la Educación», Editorial Troquel.
2
PONFERRADA , Eloy, «Introducción al Tomismo», Club de Lectores.
112 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
3
MARITAIN,J., «Arte y Escolástica» ,Club de lectores, Buenos Aires, p.17
4
GILSON, ETIENNE , “El Tomismo”, Ed. EUNSA, 1.978, España,pp.456
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 113
nota de buenas o malas, pues el bien y el mal se constituyen siempre por el orden a
un fin. La consideración de los hábitos pasa del plano ontológico al mundo moral
como principios específicos de todo el orden de virtudes y vicios.
El hombre habituado es un hombre en camino de su propia perfección, de allí
que:
“el hábito introduce en esta doctrina un elemento dinámico de
progreso y organización. Considerándolo bajo su aspecto más profun-
do, el hábito tomista se nos presenta como una exigencia de progreso
o regresión, en todo caso una exigencia de vida en el intelecto humano
y por el intelecto, en el alma humana toda entera.”5
En el ser o en el actuar
Santo Tomás distingue en el interior mismo de los hábitos una nueva división:
Los hábitos entitativos que disponen la sustancia misma.
Los operativos, que por recibirse en las potencias del alma, están ordenados a
la operación.
El hombre es educable en la justa medida de sus posibilidades de «habituación»
y se hace hábil o inhábil para ejercer bien o mal las operaciones que le son propias.
Los hábitos desarrollan y desenvuelven la inteligencia y la voluntad. Y no sólo
con este desenvolvimiento se perfeccionan. Sino que además con este perfecciona-
miento entran en la vía de la perfección todas las potencias humanas inferiores que
de aquéllas participan y en cierto modo derivan. Y, con el perfeccionamiento de
todas sus potencias se pone el hombre entero en camino de llegar a su acabamiento
como hombre.
Sólo los hábitos que habilitan al sujeto para el buen ejercicio de sus propias
operaciones pueden considerarse al servicio de la educación.
La educación es una maduración cualitativa de las facultades del hombre, por
la cual se hace más apto para el buen ejercicio de sus operaciones específicas.
5
GILSON, E.,Op.cit.,pp 458
114 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
ser espirituales, participan de la capacidad del espíritu de elevar el nivel de su ser por
su propia iniciativa. En relación con esto Maritain afirma que: los hábitos son como
sobreelevaciones intrínsecas de la espontaneidad viviente6, dado que son desarrollos
vitales que hacen mejor al alma en un orden dado y que hinchan de una savia
activa: “turgentia ubera animae”. El hombre como ser espiritual puede adquirirlos,
porque sólo ellos son capaces de elevar el nivel por su misma actividad: tienen ellos
en sus facultades enriquecidas, principios secundarios de acción de los cuales usan
cuando quieren y que les hacen fácil y deleitable lo que de suyo es difícil. Los seres
espirituales son capaces de elevar su naturaleza. El espíritu puede perfeccionarse en
lo suyo por propia iniciativa y los hábitos son el resultado de esta sobreelevación. No
hay expansión humana sin formación y no hay formación sin hábitos, sin rasgos
permanentes y dinámicos.
Una expresión muy bella con relación al hábito como segunda naturaleza es la
de Maritain al hablar de ellos como «títulos de nobleza metafísicos» que al igual que
los dones innatos, establecen la desigualdad de los hombres. “El hombre que tiene
un hábito tiene una cualidad que nada puede suplir o pagar; los otros están desnu-
dos, él en cambio está revestido de hierro. Pero se trata en este caso de una arma-
dura viviente y espiritual”7.
También podemos decir que el hábito se confunde con la pasión porque es un
accidente que se inscribe en la realidad humana, en la naturaleza humana casi
colocándose en la misma esencia del hombre. Por eso se lo ha llamado segunda
naturaleza, por estar asumido íntegramente por la persona y cuando una persona
ha asumido tan íntimamente una actitud hace las cosas “como con toda su alma”.
Si el alma espiritual involucra también las funciones animales y vegetativas además
de las funciones espirituales el que vive íntimamente una actitud permanente, vive y
vibra. Por eso el hábito vivido, visto desde fuera en su efecto secundario, se percibe
como apasionamiento por la repercusión de una vitalidad interior sobre lo sensible y
pasional.
6
MARITAIN, Jacques, Arte y escolástica, Ed. Club de Lectores, Bs. As., 1.972.
7
MARITAIN, Jacques, “Arte y escolástica”. Ed, Club de Lectores, Bs. As., 1.972, pp.16)
8
KELLY,W., Psicología de la Educación, Losada, Madrid, 1982, p.180
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 115
9
JOLIVET,R., Psicología, Lolhe, Buenos Aires, p.72
116 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
Para adquirir un hábito hace falta repetir un acto muchas veces. Sólo se repite
si existe de por medio algún tipo de exigencia. Padres y maestros pueden exigir a los
niños y jóvenes para que hagan cosas -una exigencia operativa- o para que no
hagan cosas - una exigencia preventiva -. Este último tipo de exigencia será para no
acudir a un peligro innecesario y también para que no desarrolle algún hábito
operativo malo o denominado precisamente: vicio10.
La familia y la escuela deben aprovechar los momentos cotidianos para desarro-
llar hábitos virtuosos teniendo mucho cuidado con la rutina, es de suma importan-
cia que se viva con alegría, que el niño joven se desarrolle con amor.
Formar en la virtud es una tarea sistemática por lo que se debe planificar, estipu-
lar los pasos, repetir acciones y para ello también escoger la virtud moral o intelec-
tual correcta. Al decir correcta me refiero a seleccionar aquella que es prioridad en
cada etapa. Para tal fin será necesario tener en cuenta:
• Los rasgos estructurales de la edad.
• La naturaleza de cada virtud.
• Las características y posibilidades reales del niño y del joven.
• Las características y necesidades de la familia y de la sociedad en la que vive.
• Las preferencias y capacidades personales de los padres y educadores.
En el caso de la familia, los padres no deben imponer un modelo, no se debe
desarrollar un mismo comportamiento en la familia, cada persona es única e irrepe-
tible, lo que se debe es tener unidad de propósito, un ideal de vida. Esto mismo debe
ocurrir en la escuela, se debe enseñar la virtud con criterio y coherencia. Lo ideal
sería que el niño llegue a la institución con todos aquellos hábitos virtuosos propios
de su edad para interiorizar la cultura pero hoy en día esto casi no sucede por lo cual
la misión es mucho más compleja.
Para llevar a cabo una tarea sistemática de formar la virtud es necesario tener
en cuenta :
• La intencionalidad: hay que ver los medios, modos.
• La intensidad: encarnarlas y vivirlas.
• La rectitud de los motivos: aclarar el significado profundo de cada una
de ellas.
Siempre hay que recordar que los hábitos no son innatos, se adquieren mediante
el desarrollo de aptitudes naturales bajo la influencia de la razón. Esta debe familia-
rizar a la voluntad con un fin a alcanzar o un bien a conseguir.
El enriquecimiento de mi acción es a causa de la adquisición de la virtud. El
hábito para que de buen rendimiento es necesario que se halle subordinado a un fin
y quede al servicio de la voluntad en lugar de imponer a ésta su inoportunidad. De
10
ISAACS, David, Educación de las virtudes humanas, EUNSA.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 117
11
KELLY : Psicología de la Educación Editorial Losada
12
ascetismo
120 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
1- Responde:
¿Qué es el hábito?
¿Por qué se denomina al hábito causa formal de la educación?
¿Por qué decimos que el hábito es una segunda naturaleza?
¿Cuál es la importancia del hábito para la educación actual?
2- Relaciona el siguiente texto con el concepto de formación de hábitos.
“Y el hecho de que los actos humanos sean libres –pudiendo ser realizados o no,
o realizados de tal o cual manera- es lo que engendra el problema moral, es
decir, el de cómo deben ser tales actos humanos. Es necesario que el hombre
esté por encima de su voluntad libre, que perciba de algún modo un fin al que
debe tender, o una regla o una norma de la bondad o malicia de sus actos, o
unos valores que exigen realización, por oposición a disvalores que deben ser
evitados”.
3- Describe una situación de aprendizaje en donde se vea claramente la formación
de determinados hábitos desde la enseñanza del docente.
4- Fundamenta las siguientes afirmaciones:
“No puede negarse el rol de los hábitos como promovedores del aprendizaje”.
“La actividad del alumno debe estar guiada para formar un hábito”.
5- Explique la siguiente afirmación desde el concepto de segunda naturaleza
“Todo educador debe buscar en el educando una progresiva educción de nuevas
formas perfectivas”.
6- Realiza una crítica a la concepción de aprendizaje del conductismo a la luz de los
contenidos estudiados en esta unidad.
7- Investigue sobre otras corrientes pedagógicas contemporáneas que atenten con-
tra la causa formal de la educación, es decir, contra la formación de hábitos y por
tanto, contra perfeccionamiento del mismo hombre.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 121
TEXTO FUENTE
Lea atentamente el texto que le proponemos siguiendo la guía que facilitará su interpretación. Poste-
riormente realice las actividades propuestas.
Pero, en realidad el hábito humano tiene como determinabilidad. Las demás potencias son sujeto
sujeto principal al intelecto, cuya apertura a lo uni- de hábitos por participación en cuanto son asumi-
versal y, en el orden real al ser, funda su dos en su operar por el intelecto.
STELLA MARIS VAZQUEZ,
“La filosofía de la Educación”. CIAFIC
GUIA DE LECTURA
• ¿Cómo entiende la Filosofía realista al hábito?
• ¿Cuáles son las condiciones necesarias para que se pueda formar un hábito?
• Describe la visión contemporánea sobre la formación de hábitos.
BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA
AUTOEVALUACION
CONTENIDO
• El educando causa eficiente principal.
• El educador causa eficiente instrumental.
• La relación educativa.
• Los agentes externos de la educación.
• Familia y escuela.
• La sociedad y la educación.
• Iglesia y educación.
• Magisterio de la Iglesia sobre el tema educativo.
OBJETIVOS
• Distinguir las dimensiones de la persona a ser formadas en tanto sujeto de
la educación.
• Reconocer al educador como un “ser llamado”.
• Valorar la importancia de la Iglesia en materia educativa como del magiste
rio, por ella desarrollado.
• Distinguir las funciones de la familia , del estado y de la Iglesia en educa
ción.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 129
TEXTO APUNTE
El Educando
El hombre definido como persona es sujeto de la educación, denominado tam-
bién causa eficiente dado que es él que mediante su actividad se constituye en el
primer y principal actor de su desarrollo. Esto es así porque la función fundamental
para el aprendizaje es llevada a cabo por la mente que aprende. El desarrollo de las
cualidades del hombre, que supone la educación, se realizan en el hombre mismo.
Hay en la mente de todo educador una concepción antropológica sobre el
educando, según como sea ésta así será el modo en el cual se encare a la educa-
ción. El presente trabajo lo ha definido como persona, asumirlo así, supone conse-
cuencias en la tarea pedagógica. El Prof. Nosengo1 en su texto desarrolla diez prin-
cipios o dimensiones que son necesarios atender cuando el sujeto de la educación es
persona. Ellos son:
Todas estas dimensiones deberán ser atendidas por el maestro que eduque y
diseñadas planificadas en todo proyecto educativo que se conciba como
integral .
1
NOSENGO Gesualdo «Persona Humana y Educación»
132 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
EL EDUCADOR
El educador se constituye en la causa eficiente secundaria de la educación por-
que su tarea es educir las formas perfectivas del educando. Ayuda a desarrollar las
potencias del mismo.
Su acción es ejercida no sobre una materia inerte sino sobre otra causa libre, son
dos libertades que se encuentran, aunque una esté subordinada a la otra.
Supone de quien enseña una actitud de contemplación pues nadie puede ense-
ñar lo que no sabe, lo que no ha contemplado. Es trabajo en la medida en que se
ejerce una acción transeúnte dirigida a una obra viva que es el hombre formado,
este alumno concreto.
En el documento eclesiástico «El laico católico testigo de la fe en la escuela»2 se
describe al educador como aquel que contribuye a la formación integral del hom-
bre y por tanto, merecen especialmente tal consideración en la escuela por su núme-
ro y por la finalidad misma de la institución escolar, los profesores que han hecho de
semejante tarea su propria profesión. A ellos hay que asociar a todos los que parti-
cipan en distinto grado, en dicha formación, bien sea de manera eminente en cargos
directivos, bien como consejeros, tutores o coordinadores, completando el trabajo
educativo del profesor, bien en puestos administrativos y en otros servicios. El aná-
lisis de la figura del laico católico como educador, centrado en su función de profe-
sor, puede servir a todos los demás, según sus diversas actividades, como elemento
de profunda reflexión personal.
Efectivamente, no se habla aquí del profesor como de un profesional que se
limita a comunicar de forma sistemática en la escuela una serie de conocimientos,
sino del educador, del formador de hombres. Su tarea rebasa ampliamente la del
simple docente, pero no la excluye. Por esto requiere, como ella y más que ella, una
adecuada preparación profesional. Ésta es el cimiento humano indispensable sin el
cual sería ilusorio intentar cualquier labor educativa. Pero además la profesionalidad
de todo educador tiene una característica específica que adquiere su significación
más profunda en el caso del educador católico: la comunicación de la verdad.
En efecto, para el educador católico cualquier verdad será siempre una partici-
pación de la Verdad, y la comunicación de la verdad como realización de su vida
profesional se convierte en un rasgo fundamental de su participación peculiar en el
oficio profético de Cristo, que prolonga con su magisterio.
Toda escuela, y todo educador en ella, debe procurar «formar personalidades
fuertes y responsables, capaces de hacer opciones libres y justas», preparando así a
los jóvenes «para abrirse progresivamente a la realidad y formarse una determinada
concepción de la vida».
2
SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA “El laico católico testigo de la
fe en la escuela testigo de la fe en la escuela”
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 133
LA VOCACION
Ser educador es una vocación. Significa «llamado» que se efectúa por la pala-
bra, es decir, por medio de la «voz». Proviene de alguien capaz de llamar y se dirige
a alguien capaz de escuchar. Es una inclinación o tendencia más profunda y perso-
nal por una actividad determinada Aquello que acontece en la conciencia del
hombre y que se manifiesta como la vocación personal ineludible. Toda vocación es
noble y pone de manifiesto la dignidad del hombre.
La respuesta fiel y, por tanto, el desarrollo pleno de la vocación personal por la
libertad del hombre, se identifica con la plena educación o con la educación inte-
gral.
Cuando alguien nos dice que «siente vocación por...», nos dice también que
siente la vocación de ser hombre, de perfeccionarse como tal realizando su intrans-
ferible vocación personal, es decir, aquello para lo cual ha sido llamado a la existen-
cia.
La vocación es siempre personal, quien llama, en el fondo, no es una mera
cosa (un que) sino un infinito personal, interioridad absoluta, que es Dios. La res-
puesta del hombre no es otra que su misma vida realizándose. Este llamado se
dirige a la totalidad de la existencia personal.
El hombre es llamado para que llegue a ser sí mismo, tarea perenne que nunca
termina en el tiempo de la vida. Se trata de una perfección progresiva, la más plena
posible en el tiempo de su existencia; por eso, la respuesta a la vocación coincide
con el concepto mismo de educación desde que la persona es llamada a educir
todo lo que ella ya es pero conduciéndola hasta su mayor perfección posible. Y
para ello, le será necesario la creación de hábitos operativos buenos (virtudes) y
formar, en el ejercicio cotidiano de la libertad, el carácter personal. Por eso, sólo se
responde adecuadamente al llamado con una buena formación integral.
La vocación es personalísima pues solamente puede ser «escuchada» en esta
persona concreta y solamente en ella y para ella, por ese motivo es intransferible
pues yo sólo «siento» mi vocación, no la de otro, aunque pueda (y muchas veces
deba) asumir como propia la vocación de mi prójimo.
Es una respuesta obediente .“ Toda respuesta al llamado de Dios debe ser como
aquel Fiat Mihi de la Virgen que manifestó la obediencia fundada en el amor. Y de
está obediencia nace de la correlación entre autoridad y libertad”.
Muchas veces responder a este llamado exigirá renuncia, sacrificio y arduo es-
fuerzo y, en ocasiones, verdadero heroísmo personal, quizás una constante agonía
por alcanzarnos de veras cada día y, en este esfuerzo cotidiano, alcanzar a quien
llama a cada persona, una por una. El Dr. Caturelli3 ante la dimensión de la voca-
ción docente se preguntaba ¿Dónde ubicar la vocación docente que puede llegar a
3
CATURELLI Alberto: Reflexiones para una Filosofía cristiana de la educación Dirección general
de publicaciones Universidad Nacional de Córdoba, 1981
134 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
ser tan fuerte y heroica hasta el punto como en Sócrates de preferir la muerte a
abandonarla?
La vocación docente es una donación de sí. Respuesta a lo que Dios quiere que
el maestro opere en el alma del discípulo. Será principalmente la búsqueda de
generar en el alumno la imagen de Cristo; dicho de otro modo, el maestro es llama-
do a educir en el alumno el Modelo de todo hombre. El magisterio humano ha sido
transfigurado, curado y elevado por la encarnación del Verbo que al asumir la tota-
lidad de la naturaleza humana ha conferido a la vocación docente nada menos que
su supremo sentido. Este aporte esencial del Cristianismo -que coloca al magisterio
en el plano de la «nueva creación»- permite enseñar (al maestro humano) por modo
de misterio. Si es así, reconoce humildemente que ningún hombre puede enseñar
por sí, por su medio, existe un único Maestro que enseña por sí mismo.
4
NOSENGO Gesualdo: «Persona Humana y Educación»
5
Per la comunitá cristiana, Studium, Roma, 1944, art. 23,d
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 135
deliberación consciente de los padres, al ser persona es, desde el primer momento
de su existencia, sujeto de derechos. El primer y principal de éstos es el derecho a la
vida, ligado intrínsecamente con el derecho al desarrollo físico y espiritual ordenado
a la perfección personal. Este derecho se dirige, evidentemente, antes que a ninguna
otra persona, a los padres, por haber cooperado con Dios en generar una nueva
creatura.
Al derecho de los hijos de ser educados le corresponde el deber de los padres de
educar. La educación familiar se puede, pues, definir legítimamente: el debido
cumplimiento de la generación, ya que, según el orden natural de las cosas, la
primera obligación de educar no puede concernir sino a quien es el principio del ser
y de la vida del educando.
El deber de los padres de educar a los hijos, visto en relación a terceros -por
ejemplo, la sociedad civil- se presenta como un derecho inviolable. Los padres
tienen el derecho de educar a sus hijos. Ninguno puede privar legítimamente a los
padres de ese derecho, salvo en los casos de incapacidad contemplados por la ley
justa. También la sociedad civil tiene deberes-derechos a la educación de los hijos-
ciudadanos, pero los de la familia son siempre anteriores.
«El derecho de la familia a educar a los hijos es anterior a cualquier
derecho de la sociedad civil y del Estado, es inviolable en cuanto es
natural, es inalienable en cuanto está inseparablemente ligado a un
deber, está atado a las directivas de la ley natural y divina, está sujeto (a
través de los padres cristianos) a la autoridad de la Iglesia y a la vigilan-
te tutela del Estado, en lo que respecta al bien común».6
« ... Contra iustitiam naturalem esset si puer, antequam habeat usum rationis, a
cura parentum subtrahatur, vel de eo aliquid ordinetur invitis parentibus» .7
(Sería contra la justicia natural si el niño, antes de tener uso de razón, fuese
substraído de la tutela paterna, o si se determinase algo sobre él contra la voluntad
de los padres).
6
Per la comunitá crutiana, Studium, Roma, 1944, art. 35
7
Santo Tomás: Suma Teológica, 11-11, 10, 12
8
Divini Illus Magistri Carta encíclica de S.S. Pío XI sobre la educación cristiana de la juventud
31 de diciembre de 1929
136 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
a observar todas las cosas que yo os he mandado. Y estad ciertos que yo estaré
siempre con vosotros hasta la consumación de los siglos. Y Cristo a este Magisterio
confirió la infabilidad junto con el mandato de enseñar su doctrina; por lo tanto, la
Iglesia ha sido constituida, por su Divino Autor, columna y fundamento de la verdad
para que enseñe a todos los hombres la fe divina, y custodie íntegro e inviolable su
depósito a ella confiado, y dirija e informe a los hombres y a sus asociaciones y
acciones en honestidad de costumbres e integridad de vida, según la norma de la
doctrina revelada.
Por su maternidad sobrenatural: el segundo título es la maternidad sobrena-
tural con que la Iglesia, Esposa Inmaculada de Cristo, engendra, alimenta y educa
las almas en la vida divina de la Gracia, con sus Sacramentos y su enseñanza. Con
razón, pues, afirma San Agustín: No tendrá a Dios por padre el que rehusare tener
a la Iglesia por madre.
Por lo tanto, en el objeto propio de su misión educativa, es decir, en la fe e
institución de costumbres, el mismo Dios ha hecho a la Iglesia partícipe del divino
magisterio y, por beneficio divino, inmune del error; por lo cual es maestra, suprema
y segurísima, de los hombres y lleva en sí misma arraigado el derecho inviolable a la
libertad de magisterio. Así, por necesaria consecuencia, la Iglesia es independiente
de cualquier potestad terrena, tanto en el origen como en el ejercicio de su misión
educativa, no sólo respecto a su objeto propio, sino también respecto a los medios
necesarios y convenientes para cumplirla. Por esto, con relación a toda otra discipli-
na y enseñanza humana, que en sí considerada es patrimonio de todos, individuos
y sociedades, la Iglesia tiene derecho independiente de emplearlas y principalmente
de juzgarlas en todo cuanto pueda ser provechoso o contrario a la educación cristia-
na. Y esto, ya porque la Iglesia, como sociedad perfecta, tiene derecho independien-
te a los medios que emplea para su fin, ya porque toda enseñanza, lo mismo que
toda acción humana, tiene necesaria relación de dependencia con el fin último del
hombre, y, por lo tanto, no puede sustraerse a las normas de la ley divina, de la cual
es guarda, intérprete y maestra infalible la Iglesia.
Con derecho inalienable: con pleno derecho, la Iglesia promueve las letras,
las ciencias y las artes en cuanto son necesarias o útiles para la educación cristiana
y además para toda su obra de la salvación de las almas, aun fundando y mante-
niendo escuelas e instituciones propias en toda disciplina y en todo grado de cultura.
Ni se ha de estimar como ajena a su Magisterio maternal la misma educación, que
llaman física, precisamente porque ésta tiene razón de medio que puede ayudar o
dañar a la educación cristiana.
Esta obra de la Iglesia en todo género de cultura, así como cede en inmenso
provecho de las familias y de las naciones, que sin Cristo se pierden, pues justamen-
te observa San Hilario: ¿Qué hay más peligroso para el mundo que no acoger a
Cristo?, así no causa el menor inconveniente a las ordenaciones civiles, porque la
Iglesia, con su maternal prudencia, no se opone a que sus escuelas e instituciones
educativas para seglares se conformen en cada nación con las legítimas disposicio-
nes de la autoridad civil, y aun está en todo caso dispuesta a ponerse de acuerdo
con ésta y a resolver amistosamente las dificultades que pudieran surgir.
Además, es derecho inalienable de la Iglesia, y a la vez deber suyo indispensa-
ble, vigilar toda la educación de sus hijos, los fieles, en cualquier institución, pública
o privada, no sólo en lo referente a la enseñanza religiosa allí dada, sino también en
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 137
9
Divini Illus Magistri Carta encíclica de S.S. Pío XI sobre la educación cristiana de la juventud
31 de diciembre de 1929
138 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
ESTADO
Por su naturaleza social, la nación está generalmente colocada bajo la tutela
jurídica de un estado. Por su naturaleza política, el estado está encargado de prote-
ger a la Nación, gobernarla, favorecer sus progresos, mantener entre las personas y
las corporaciones sociales que la constituyen, la justicia y la armonía. Por lo tanto
los estados se interesan por la educación de los futuros ciudadanos. El bien de una
Nación entera depende del futuro de su juventud. El derecho natural de las familias
sigue siendo primordial, anterior a todos los derechos. El del estado es de naturaleza
diferente, el del bien común del conjunto de las comunidades humanas de la Na-
ción. La educación no pertenece al Estado del mismo modo que a la familia o al
poder espiritual sino según un modo diferente, en relación con su propio fin que es el
de coordinar, estimular, suplir las actividades particulares 11
Por lo tanto el estado tendrá el deber de:
a- Responder y satisfacer, con los medios que tiene a su disposición, el derecho
del ciudadano a recibir una educación y una instrucción convenientes a su natu-
raleza y capacidades, y de acuerdo al nivel general de la cultura y a lo necesario
para desempeñar una actividad laboral;
b- Reconocer el inalienable deber-derecho de los padres a educar la prole y a
imponer la dirección ideal a la acción educativa de las instituciones que integran
la labor de la familia, en cuanto tales;
c- Sostener, continuar, ampliar, completar la obra educativa y escolar que han
iniciado los padres, secundando sus justas orientaciones y sus legítimos criterios
educativos, creando para sus instituciones condiciones favorables y cooperando
a su mantenimiento según las leyes y las exigencias de la justicia social;
d- Intervenir directamente, creando escuelas en número tal de poder promover la
formación de todos los ciudadanos, al menos hasta cierta edad, en los lugares
donde la iniciativa de las familias y demás asociaciones no sea capaz de proveer
a ello convenientemente;
e- Conservar, transmitir y acrecentar, con la participación activa de los estudio-
sos, el patrimonio cultural de la nación y de la comunidad;
f- Cumplir el servicio social de elevación cultural, técnica, civil y moral de los
ciudadanos: de todos hasta cierto nivel, de algunos hasta niveles superiores pro-
porcionados a su capacidad y a su buena voluntad;
10
Ver detalle de documentos y su aporte al PEI.
11
Crouzet, M., La enseñanza. Buenos Aires, Cruzamante,1981.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 139
12
Gravissimun educationis Nro3
140 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
TEXTO FUENTE
Lea atentamente el texto que le proponemos siguiendo la guía que facilitará su interpretación. Poste-
riormente realice las actividades propuestas.
FAMILIA Y CULTURA esa edad empieza otra etapa de su vida que tiene
que llenar, que ya no se llena con el ejercicio de la
Fray Dr. Aníbal Fósbery OP
maternidad. Y esto nos coloca frente a un problema
Vamos a hacer algunas reflexiones tratando de crucial: el alargamiento temporal de la fidelidad por-
ver cuáles son algunos de los problemas que afectan que la vida se ha alargado y la función activa de la
a las familias de hoy. Después veremos si, la fami- maternidad se ha reducido. Por otro lado, antigua-
lia, así situada, sigue siendo necesaria. Más adelan- mente, la familia era la célula social; en la sociedad
te trataremos a la familia en sí misma, a partir de la rural la familia trabajaba y vivía en el mismo sitio; y
iluminación que nos da sobre este hecho, la revela- lo que hacia la sociedad tenía como base el orden
ción. Y finalmente, veremos cómo ésta debe ser un familiar. Hoy, la familia está en una situación
centro motivador de cultura. extravertida, no es el lugar donde se construye la
Vivimos tiempos donde se han producido cam- sociedad. El marido ya no trabaja en la casa, traba-
bios muy graves en el orden social. En el orden fa- ja afuera; los intereses que él tiene se desplazan del
miliar, la familia ha recibido hondamente el impacto centro familiar. Y los de la mujer también. Centros
de la sociedad post-industrial. Hay factores socia- de interés que la sacan de la casa y no sólo por
les, psicológicos, de comportamiento, que han ido razones económicas, que son atendibles y ocurren,
cambiando algunos aspectos de la familia y que sino otras que la mujer de hoy tiene para salir del
obligan, no a cambiar los valores que la sustentan aislamiento familiar y tener así presencia en la vida
sino a ver desde qué perspectiva hay que asumirlos social y pública. Pareciera que lo que antes era un
nuevamente para que ella no se desvirtúe. Porque centro de atracción real, como era la vida familiar,
extendida a través de los abuelos, los tíos, donde se
hay hechos que realmente han cambiado la estruc-
estructuraba la sociedad, está quebrantado. Estos
tura de la familia. Por ejemplo, la revolución cientí-
centros de interés tienen más peso y aparecen como
fica moderna produjo una modificación de orden de-
más reales que el centro de interés de atracción de la
mográfico. La mortalidad infantil se redujo notable-
familia misma.
mente, y frente a esto hay una redacción de la fun-
ción de la maternidad. Antes, en la sociedad rural Y la fidelidad matrimonial se ve amenazada por-
previa a la post-industrial y hasta fines del siglo pa- que los matrimonios están abocados a vivir juntos
sado, la función más importante de la mujer en la más tiempo pero con menos realidades cotidianas y
familia era la de la maternidad. Y había motivos: sociales que compartir y vivir en común.
habiendo una elevada tasa de mortalidad infantil, la
Frente a esta situación hay otro problema porque
mujer, para poder tener una familia constituida con
la familia, agredida en este contexto social, se reclu-
un número apreciable de hijos, necesitaba ejercitar
ye en un espacio de intimidad. Se la quiere salvar
activamente la maternidad porque muchos de esos
de la situación de disgregación a la que la somete la
Hijos morían. estructura social, y se la «privatiza». La familia, como
Hubo también un aumento del índice de vida. tal, pierde presencia y pierde lugar en la sociedad.
Hasta el siglo pasado y principios de éste, el nivel Otro tema es el de los grandes procesos de urba-
medio de vida de la mujer llegaba hasta los 50 años nización que en la sociedad contemporánea produ-
y se encontraba con que sobre los 40, 50 años, casi cen las muchedumbres. La urbanización crea un en-
con la época de la menopausia, terminaba su vida y tretejido de presiones sociales donde la familia pare-
terminaba, consecuentemente, su posibilidad de lle- ciera no poder encajar. La vida en los grandes com-
var adelante su vocación de mujer. Y la mujer, que plejos habitacionales colectivos le quitan privacidad,
ha tenido esta capacidad maternal, encuentra que a le quitan espacios de realización e intimidad. Este
142 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
proceso genera no sólo la disgregación familiar sino de la sexualidad. Aparecen el divorcio, la contracep-
que se multiplican los centros de interés que abarcan ción, a lo que se agrega que, cada vez más la legisla-
y cautivan a todo el núcleo familiar, los chicos y los ción civil apunta al permisivismo y al pacifismo del
padres. Entonces se produce una situación conflicti- comportamiento. El Papa defendió, con valentía, los
va en el seno mismo de la familia, que se expresa principios morales de la Iglesia frente a la prepoten-
también en conflictos generacionales. cia del planteo del Presidente de los EEUU, Bill
Clinton, no hace mucho. Al mismo tiempo, el ma-
Debemos agregar el proceso de laicización de la
noseo que hacen de estos temas los Medios de Co-
sociedad contemporánea, con un agravante: tradi-
municación Social han ido trivializándolos. Se jun-
cionalmente, teníamos como referente del comporta-
tan en unos paneles, un homosexual, una lesbiana,
miento, un principio religioso, una convicción social
un cura... y se dicen las cosas más increíbles. Se
de costumbres fundadas en creencias, culturas o sea,
manosean estos temas, se los trivializan; hay gran
había referentes que se tocaban con la razón. Hoy
ligereza para hablar de divorcio, de contracepción,
asistimos a la pérdida del referente racional. Esta-
de homosexualidad, de aborto, como si en esto no
mos más allá de lo que defendían los viejos capitostes
estuviera en peligro, no simplemente una civilización
del positivismo iluminista, que decían que había que
o una cultura, sino la humanidad. Estamos ultra-
hacer a los hombres racionales y que a partir de ahí
jando el orden fundante de la sociedad.
éste alcanzaría la felicidad. Este proyecto está que-
brado. El referente hoy es la sociedad misma. En- Este clima de absolutización de lo individual y de
tonces, si la sociedad opina sobre un hecho en un lo humano del matrimonio, en esta sociedad secular
sentido, ése es el referente y queda superado cual- en la cual vivimos, produce una regresión moral del
quier otro referente racional que quiera tener para matrimonio entre los cristianos. Los cristianos mis-
legitimar un comportamiento. mos, que en otras épocas solían apuntalar y defen-
der estos principios, promueven una concesión respec-
Debemos añadir a esto, factores psicológicos y
to del tema de la estabilidad y la relativización de la
morales que han quebrado el orden de la familia, un
sexualidad del matrimonio: divorcio, aborto, contra-
individualismo y subjetivismo profundos y muy mar-
cepción. El poder estatal, al mismo tiempo, usur-
cados, que forman parte de esta pérdida del referen-
pando lugares, avanza tratando de legislar esta rea-
te racional; al mismo tiempo, una legitimidad del
lidad en la línea del permisivismo.
comportamiento a partir simplemente de que lo que
se haga sea auténtico, sincero y suyo. Y por eso se Otro tema es el movimiento de la promoción de
puede ver que ya se ha perdido el cuidado de las la mujer, los movimientos feministas, que en algu-
formas de comportamiento. Esta suerte de formalis- nos casos, también apoyan esta línea de permisivismo,
mo social, de convencionalismo social, ni siquiera facilismo y hedonismo moral. Hay que señalar, sin
cuenta como referente; y entonces pasa que porque embargo, que la Iglesia ha visto con buenos ojos al-
sea auténtico y sincero y se exprese lo que se siente, gunos de estos movimientos que promocionan a la
su comportamiento será legitimado. Este mujer; desde Pío XII, desde el Concilio Ecuménico y
subjetivismo, este individualismo moral, que siempre más aún Juan Pablo II, se habla como un signo de
se lo ha afirmado detrás de la necesidad de conquis- los tiempos de esta necesidad de la mujer.
tar libertades, lleva inmediatamente al rechazo de
Y la «Gaudium et Spes» dice: «No debe hacerse
toda norma, de todo referente que venga de afuera,
de ningún modo cuestión de la subordinación entre
ya sea la Iglesia, el Estado, la comunidad misma.
el marido y la mujer». Los dos están llamados a la
Esto da pie a que el orden moral, que compromete
igualdad en la enumeración de sus derechos y debe-
el comportamiento no sólo individual sino social, se
res de padres. Incluso, a propósito del papel de la
resquebraje por factores como pacifismo,
mujer en el hogar, queda bien precisado que este
permisivismo, licencias en los comportamientos, ero-
cuidado del hogar no debe excluir la legítima promo-
tismo, detrás de la pretendida «liberación sexual».
ción social de la mujer. El decreto sobre el apostola-
En esta perspectiva aparece una agresión a los do de los laicos precisa también que la tarea educa-
valores familiares respecto de la fidelidad y del uso dora incumbe por igual a ambos padres. Todo lo
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 143
sidad de los padres de estar presentes en los cole- quien deja a su hijo en un colegio, sino que es fiscal
gios. Hay una creciente preocupa.ción en ellos por del colegio. Está preocupado por saber quién es su
tomar parte en la orientación de la escuela donde se profesor, qué dice la maestra. ¿Qué significa esto?
educan sus hijos. Antes, el padre ponía al chico en Que ya no se piensa sólo que «la escuela se ocupa»,
la escuela y se desentendía del tema. Era normal sino que siente la necesidad de que hay un vacío de
que cuando un padre iba era porque su hijo era un presencia familia que hay que recrear, y se intenta
desastre. Pero el padre de hoy no es simplemente recrear.
GUIA DE LECTURA
1- Enumera los problemas que afectan a la familia hoy.
2- ¿Cuál es la relación de la familia con la educación según el autor?
3- Elabora un esquema conceptual del artículo.
4- ¿A qué conclusión se arriba?
AUTOEVALUACION
OBJETIVOS
• Difundir la pedagogía del modelo o arquetipo.
• Asumir la dimensión trascendente que posee la causa ejemplar y sus conse-
cuencias pedagógicas.
TEMARIO
• Definición de causa ejemplar.
• Fundamento de Cristo como modelo antropológico.
• Cristo Maestro:
• Características.
• Contenido.
• ¿Cómo enseñaba?
• ¿A quién enseñaba?
• Fin de la Educación.
MAPA CONCEPTUAL
152 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
TEXTO APUNTE
1
Santo Tomás de Aquino: De Veritate 3,1.
2
DE FINANCE, Conocimiento del Ser. Tratado de Ontología, Biblioteca Hispanoamericana de
Filosofía, Ed. Gredos, Madrid,1971, p438.
3
CAPONETTO, Los arquetipos y la Historia.
4
Santo Tomás de Aquino Suma Teológica I, q. 44, art.3,1.
5
CAPÓNETTO «Los arquetipos y la Historia».
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 153
6
SAN BUENAVENTURA: Diez opúsculos místicos, Opus I, Tratado de las Tres Vías, III,1 -7
7
Antropología de los tres hombres históricos, Universidad de Córdoba (Argentina) 1951.
154 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
en el Ideal de vida para todo cristiano en un prototipo Absoluto, propio para imitar
en el orden existencial. Durante su vida pública se muestra como: Verdadero y
perfecto Maestro y su tarea docente continúa en nuestro tiempo por medio del
Espíritu Educador. El era llamado Maestro .
¿A quiénes enseña?
Si bien Jesús enseñaba a todos no lo hacia de la misma manera, se presenta
como una pedagogía diferenciadora. En efecto, enseña:
• Al pueblo, que es testigo de los milagros de Cristo y por ellos Lo admira y
asiente a su predicación, aun sin entenderla demasiado.
• A los discípulos, entre los que también podemos distinguir:
• los setenta y dos que reciben la misión de preparar la venida del Señor en
las ciudades que Él quería visitar;
• • los doce apóstoles, elegidos por Cristo, los cuales conviven con el
Señor, reciben la misión de la predicación del Reino, les es dado conocer el
sentido de las parábolas, los misterios del reino de los cielos, y la profecía de
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 155
¿Qué enseña?
Cristo por medio de su palabras nos dice: en qué consiste: es un tesoro único, el
más preciado que se encuentra ya en este mundo, pero no es de este mundo. Cuáles
son los medios para llegar a él:
• Los Mandamientos, cuyo cumplimiento más que una imposición, debe ser
una necesidad del amor a Dios y, como tal, ir siempre más allá de la mínima
exigencia de la letra: el amor diligente.
• La oración
Nos dice también quienes podrán entrar, esto lo vemos claramente en le Sermón
de la Montaña.
¿Cómo enseña?
La comunicación de Jesús con sus oyentes sigue las habituales pautas de la
conversación oriental: sobreabunda en imágenes de la vida cotidiana, cargadas de
afectividad, y apela a recursos retóricos usuales en la escuela y en la sinagoga.
Por otra parte, y como buen judío, hace constantes referencias a la Sagrada
Escritura, que reinterpreta. Pero esta relación de Cristo con sus oyentes varia según
el número y las características de los mismos. En definitiva busca ser accesible al
educando
Conclusión
Toca a todo cristiano y en forma particular a los educadores asumir la responsa-
bilidad de su específica presencia en medio de la comunidad, con los claros perfiles
de aquel Divino Maestro que quiso que sus discípulos fueran «la sal de la tierra y la
luz del mundo». Confiar en la eficacia de su doctrina como respuesta a las esperan-
zas de la hora presente es nuestra mayor expresión de fe en aquellas palabras de
Cristo: «Ustedes me llaman Maestro y Señor y tiene razón por que lo soy»8.Mientras
el hombre que tanto anhela su plenitud de vida, no profundice en la verdadera raíz
de sus problemas, tampoco percibirá que tiene en Cristo el Hombre nuevo, la fuente
de luz y de vida. Porque Cristo no es sólo el Maestro, sino la clave misma del sentido
de todo lo creado, en quien Dios quiso recapitularlo todo.9
8
Evangelio de San Juan 13 ,13
9
EQUIPO EPISCOPAL DE CATEQUESIS «Educación y Proyecto de vida»
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 157
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
TEXTO FUENTE
Lea atentamente el texto que le proponemos siguiendo la guía que facilitará su interpretación. Poste-
riormente realice las actividades propuestas.
S. Th. I, q. 44 a. 3 ad 1 S. Th. I, q. 44 a. 3 ad 3
Al argumento 1º diremos que, si bien las criatu- Al 3º que, aunque toda ciencia y toda definición
ras no pueden llegar a ser semejantes a Dios en na- tienen por objeto únicamente los entes; no por eso
turaleza con semejanza de especie, como el hijo al las cosas tienen precisamente el mismo modo de ser,
padre en los hombres; sin embargo pueden que el entendimiento tiene en el entender: porque
asemejársele por la representación de la idea conce- nosotros por la virtud de nuestro entendimiento agente
bida por Dios: a la manera que una casa material se abstraemos las especies universales de las condicio-
asemeja a la casa ideal, que el arquitecto ha conce- nes particulares, sin que por esto sea necesario que
bido en su mente. lo universal subsista separadamente de lo particular,
como el tipo o ejemplar de las cosas particulares.
S. Th. I, q. 44 a. 3 ad 2
S. Th. I, q. 44 a. 3 ad 4
Al 2º que es de esencia del hombre existir en la
materia, y por consiguiente no se puede encontrar Al 4º que, según Dionisio De div. nom. c. 11, se
hombre sin materia. Así pues, aunque tal hombre en llama algunas veces a Dios mismo a la vida por sí, y
particular existe por la participación de la especie; a la sabiduría por sí, y aun a las virtudes concedidas
sin embargo no se puede reducir a alguna cosa exis- a las cosas mismas; mas no en el concepto de cosas
tente por sí en la misma especie, pero sí a una espe- subsistentes en sí mismas, como opinaron los anti-
cie superior, como son las sustancias separadas: y lo guos
propio puede decirse de las demás cosas sensibles.
GUIA DE LECTURA
• Extrae los argumentos de Santo Tomás por los cuales afirma que Dios es la primera causa ejemplar.
• Relaciona la necesidad de modelos en la Educación con la siguiente afirmación del aquinate: «Se
puede también decir que algunas creaturas son tipos ejemplares de otras por cuanto les hay hechas a
semejanza ya porque son de la misma especie, ya por alguna analogía de imitación».
Los Perfiles
Los perfiles de alumno, de docentes, de directivos son documentos centrales del
Proyecto educativo.
Ellos definen:
• El modelo de hombre que busca educar el colegio: PERFIL DEL EGRESADO.
• El modelo de hombre que se requiere para educar ese perfil de egresado:
PERFIL DOCENTE.
• El modelo de hombre que se requiere para conducir ese Proyecto educativo:
PERFIL DIRECTIVO.
Estos documentos deberán inspirarse necesariamente en la causa ejemplar de la
educación: CRISTO: dado que Nuestro Señor es la imagen modélica de la educa-
ción cristiana.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
AUTOEVALUACION
OBJETIVOS
• Conocer los principios fundamentales del realismo pedagógico.
• Difundir el pensamiento de Santo Tomás de Aquino como actualidad de
su doctrina.
TEMARIO
• El lugar del maestro y el discípulo en la educación
• La actualidad de la pedagogía de Santo Tomás
• Tomás de Aquino Educador y Maestro.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 167
TEXTO APUNTE
El realismo pedagógico
Santo Tomás no posee ningún tratado sistemático dedicado a la educación,
pero es nuestro deseo, a través de la presente unidad, demostrar sin embargo que
afirmó los principios fundamentales de una Pedagogía . En la unidad número dos al
abordar la definición de educación se explicó que no hay un sólo texto del Santo
que directamente trate de definir a la educación. Pero si hay otros, en los que ésta es
de hecho, objeto de una definición real, aunque ello no ocurre de una manera
temática sino en función de algún otro asunto, enlazado eso sí y muy claramente en
el concepto de educación y sus problemas más esenciales y hondos. El Prof. Enri-
que Martínez1 en un artículo sobre la actualidad de la Pedagogía Tomista enumera
las temáticas vinculadas a la educación en las obras del Aquinate en las cuáles se
las puede encontrar, a saber:
• Por un lado, hay textos que tratan de la educación intelectual, tanto para
mostrar la causalidad del maestro De Veritate q.11 (conocida como De Magistro),
como para mostrar la causalidad del discípulo Summa Contra Gentiles II, c.75,
Summa Theologiae I, q.117, a.1-2 y De unitate intellectus contra Averroistas
Parisienses c.7.; además, pueden citarse la Epistola de modo estudendi y las
cuestiones que dedica a la virtud de la estudiosidad y al vicio de la curiosidad
Summa Theologiae II, q.166-167.
• Otro grupo de textos fácilmente identificables son los referidos a la educación
de la fe; tomando como modelo la enseñanza de Cristo (Summa Theologiae III,
q.42) y basándose en lo que es esencialmente educar, explica en diversos lugares
el oficio de enseñar la Sagrada Doctrina: como cuando habla de las gracias
gratis datae (Summa Theologiae I-II, q.111, a.4); (Contra Gentiles III, q.154), al
explicar el sacramento del bautismo (Summa Theologiae III, q.66-69), en el
comentario a la analogía paulina entre la Ley antigua y el oficio de pedagogo
(Super Epist. S. Pauli Apost. ad Galatas expositio III, lect.8), en el prólogo de la
Summa Theologiae, etc. Más el texto capital al respecto es el Principium, su
lección inaugural como nuevo magister in Sacra Pagina en la Universidad de
París.
• Muy dispersos son, por fin, los textos que hablan de la educación en general.
La mejor pista nos la proporciona su análisis del sacramento del matrimonio,
cuyo fin no sólo es la generación, sino la educación de la prole Scriptum super
libros Sententiarum IV, dist.26-42, Summa Contra Gentiles III, c.122-127 y De
Malo q.15; podemos mencionar además su sermón Puer Jesus con su continua-
ción Jesus proficiebat, que trata del perfeccionamiento del hombre.
1
Martínez, E., La educación cristiana. Actualidad de la Pedagogía de Santo Tomás, UVST, Barce-
lona.
2
AGUAYO CRUZ Enrique Ignacio “El maestro, según Santo Tomás” Universidad La Salle (Méxi-
co)
168 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
1- El Maestro
El Aquinate dice que para que alguien pueda ser llamado buen maestro debe
poseer tres cualidades:
2- El Acto de Enseñar
El acto de enseñar es aquel en el que el maestro debe hacer “pasar de la poten-
cia al acto a su alumno”.
Este acto puede llevarse a cabo de dos maneras: por uno mismo o por otro e.
investigando por cuenta personal, o siendo educado por alguien.
En el caso del que aprende por sí propio, nuestro Santo dice que «la razón
natural llega por si misma al conocimiento de lo desconocido y esto se llama inven-
ción». Referente a la educación recibida del maestro, o, como expresa el de Aquino,
«cuando se ayuda a la razón natural con algo exterior se llama enseñanza».
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 169
3- El Instrumento de la Enseñanza
La manera como el maestro causa en otro la ciencia es mediante la palabra. Por
eso el Doctor Angélico dice que «el hombre, para enseñar, tiene que valerse de
signos».
El signo suple a la cosa. De allí que «el signo es el medio por el que se llega al
conocimiento de otra cosa». El lenguaje es signo porque substituye a los seres de que
se habla. Santo Tomás da un ejemplo sencillo, pero claro: «el que no conoce esta
cosa que es una piedra, no puede conocer lo que se le quiere significar en el nombre
piedra. De aquí que las palabras nos conduzcan al conocimiento de otras cosas que
ignoramos.
4- Objetivo de la Enseñanza
La finalidad tanto de la enseñanza como del aprendizaje es el conocimiento
de la verdad: «el que enseña no causa en el que aprende la verdad, sino el conoci-
miento de ella». La razón de esto es que para enseñar la verdad se requiere de
proposiciones que ya «son verdaderas antes de que se sepan», en virtud de que «la
verdad no depende de nuestra ciencia, sino de la existencia de las cosas». Así que
para conocer y enseñar la verdad menester es la observación, el estudio y la re-
flexión «de las cosas».
5- Técnica de Enseñanza
La actividad que el maestro desempeña para enseñar es doble.
En primer lugar, debe suministrarle al discípulo algunos medios o ayudas «tales
como ciertas proposiciones menos universales, que el discípulo pueda fácilmente
juzgar mediante sus previos conocimientos»; auxiliándose con ejemplos palpables, o
cosas semejantes, o cosas opuestas a partir de las que el entendimiento del que
aprende es llevado al conocimiento de algo desconocido.
En segundo lugar, el maestro debe fortalecer el entendimiento de su discípulo
ayudándole a ver la conexión de los principios con las conclusiones, en el caso de
que no tenga suficiente poder comparativo para deducir por sí mismo tales conclu-
siones de tales principios.
Finalizando, creemos que es un gran desafío para los educadores asumir como
principios orientadores de su tarea: a la Filosofía realista. Fue Juan Pablo II en su
carta Encíclica Fides et ratio en la cual señaló la actualidad y perennidad del
pensamiento de Santo Tomás :
“Santo Tomás amó de manera desinteresada la verdad. La buscó
allí donde pudiera manifestarse, poniendo de relieve al máximo su
universalidad. El Magisterio de la Iglesia ha visto y apreciado en él la
pasión por la verdad; su pensamiento, al mantenerse siempre en el
horizonte de la verdad universal, objetiva y trascendente, alcanzó «co-
tas que la inteligencia humana jamás podría haber pensado». Con ra-
zón, pues, se le puede llamar «apóstol de la verdad»”3.
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
1- Responda:
• ¿Cuáles son las temáticas educativas que aborda Santo Tomás en sus escri
tos?
• ¿Cuáles son las cualidades que el aquinate le otorga a un buen maestro?
• ¿En qué consiste la tarea de enseñar?
• ¿Para qué se enseña?
2- Fundamenta la actualidad de la Filosofía realista.
3- Escriba una carta a un joven adolescente a través de la cual lo aconseje sobre
como estudiar, adaptando a la realidad de nuestros días los consejos dados por
Santo Tomás.
4- Elabore una síntesis del capítulo 11 del texto Cultura Católica del Padre Fr.
Aníbal E. Fósbery.
5- Elija alguno de los textos citados en el cuadro donde se detalla la pedagogía
tomista en sus escritos y señala los principios pedagógicos que se puede extraer de
él.
6- Si desea conocer la vida y obra de Santo Tomás de Aquino recomendamos la
lectura de:
• Santo Tomás de Aquino, Chesterton, Lohlé-Lumen
• La luz apacible (novela histórica), Louis de Wohl, Arcaduz
3
JUAN PABLO II Carta Encíclica Fides et ratio”
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 171
TEXTO FUENTE
Lea atentamente el texto que le proponemos siguiendo la guía que facilitará su interpretación. Poste-
riormente realice las actividades propuestas.
¿Puede un hombre enseñar a otro? ra, no le podría enseñar por este medio. Luego de
ningún modo un hombre puede enseñando a otro
Artículo1 producir la ciencia en él.
Cuestión117 Por el contrario
Primera parte Suma Teológica S. Th. I, q. 117 a. 1 s. c.
Objeciones Por el contrario, dice San Pablo I Tim. 2,7: en lo
S. Th. I, q. 117 a. 1 obi. 1 que yo he sido puesto por Predicador y Apóstol,
doctor de las fuentes en fe y verdad.
Parece que un hombre no puede enseñar a otro;
porque dice el Señor Matth. 23, 8: no queráis ser Conclusión
llamados Rabbí, sobre lo cual dice la glosa de San Admitiendo que puede un hombre enseñar a otro,
Jerónimo in Matth. hom. 43: No sea que tribu- el que enseña produce la ciencia en el que aprende,
téis honor divino a los hombres. Luego ser maestro haciéndola pasar de la potencia al acto: ya propo-
pertenece al honor divino. Es así que enseñar es pro- niéndole medios conducentes al conocimiento de la
pio del maestro: luego el hombre no puede enseñar, verdad ignorado.; ya confortando su entendimiento,
por ser esto propio de Dios. de modo que pueda deducir de los principios sus
S. Th. I, q. 117 a. 1 obi. 2 conclusiones.
5. Otra es la opinión de los platónicos, quienes su- rente a cada hombre cierto principio de ciencia, es
pusieron que la ciencia es innata desde el principio decir, la luz del entendimiento agente, por el cual se
en muchas almas por la participación de las formas conocen desde luego al principio naturalmente, cier-
separadas, según lo expuesto S.Th.I, q. 84, a. 3 y tos universales principios de todas las ciencias. Mas
4: pero que el alma por su unión al cuerpo no puede cuando alguno aplica estos principios universales a
considerar libremente y sin obstáculo las cosas, cuya algunos objetos particulares, de los cuales tiene me-
ciencia tiene; y según esto el discípulo no recibe del moria y experiencia por el sentido; adquiere por su
maestro una ciencia nueva, sino que es excitado por propia investigación la ciencia de los que ignoraba,
él a reflexionar sobre las cosas, cuya ciencia ya po- procediendo de lo conocido a lo desconocido. Así es
see, de suerte que así aprender no es otra cosa que que todo el que enseña, por las cosas que el discípu-
recordar. Así también suponían que los agentes na- lo conoce, le lleva al conocimiento de las que igno-
turales tan solo disponen a la recepción de las for- raba; según lo que dice Aristóteles Post. l.1 que
mas, que la materia corporal adquiere por la partici- toda doctrina y toda enseñanza se funda en el cono-
pación de las especies separadas; y en contra de esto cimiento preexistente. El maestro conduce al discí-
hemos demostrado S.Th.I, q. 79, a. 2; y q. 84, a. pulo de las cosas conocidas anteriormente al cono-
3 y 4 que el entendimiento posible del alma huma- cimiento de las desconocidas de dos maneras: 1º
na está en potencia pura relativamente a las cosas suministrándole algunos auxilios o instrumentos, de
inteligibles, según también lo dice Aristóteles De los que pueda valerse el entendimiento del discípulo,
anima. l. 3, t. 14. Por lo tanto debemos decir que para adquirir la ciencia; v. gr. cuando le indica algu-
el que enseña produce la ciencia en el que aprende, nas proposiciones menos universales, las que sin
haciéndole pasar de la potencia al acto, como se embargo el discípulo puede discernir por las que ya
expresa el filósofo Phys. l. 8, t. 32. Para eviden- conoce con anterioridad; o le propone algunos ejem-
ciarlo debemos considerar que entre los efectos pro- plos sensibles, semejanzas, contrarios y otros medios
ducidos por un principio exterior, alguno procede análogos, por los que el entendimiento del alumno
exclusivamente de este principio, como la forma de es conducido como por la mano al conocimiento de
una casa es producida en la materia tan solo por el la verdad es conocida: 2º fortaleciendo su entendi-
arte; mas hay algún efecto, que procede ya de un miento, no por una virtud activa como de naturaleza
principio exterior, ya de uno interior, como la salud superior, según se ha dicho al tratar de la ilumina-
es producida en el enfermo unas veces por un princi- ción de los ángeles S.Th.I, q. 106, a. 6; y q. 111,
pio externo, cual es la ciencia médica, y otras por a.1, porque todos los entendimientos humanos tie-
uno interno, como cuando alguno sana por virtud de nen un mismo grado en el orden de la naturaleza;
la naturaleza. En tales efectos debemos considerar sino en cuanto propone al discípulo el enlace de los
dos cosas: 1º que el arte imita en efecto a la natura- principios con las conclusiones, que tal vez no ten-
leza en sus operaciones; porque, así como la natura- dría por sí mismo tanta virtud comparativa que pu-
leza sana al enfermo alterando, dirigiendo y expe- diese deducir de los principios las consecuencias. Por
liendo la materia productora de la enfermedad; lo lo cual dice Aristóteles Poster. l. 1, c. 5 que la
propio hace el arte; 2º que el principio exterior, es demostración es el silogismo, que hace saber; y de
decir, el arte no obra como principal agente, sino este modo el que demuestra alguna cosa hace al
como coadyuvante del mismo, que es el principio oyente sabedor.
interno, confortándole y suministrándole los instru- Respuesta a las objeciones
mentos y auxilios, de que se vale la naturaleza para
S. Th. I, q. 117 a. 1 ad 1
producir su efecto; como el médico fortalece la na-
turaleza, y la propina alimentos y medicinas, de las Al argumento1º contestaremos que según lo di-
que usa la naturaleza para lograr el fin propuesto. El cho el hombre, que enseña, cumple solamente un
hombre empero adquiere la ciencia ya por un princi- ministerio externo, como el médico cuando sana;
pio interno, como sucede en el que la adquiere por pero, así como la naturaleza interna es la principal
su propia investigación, ya por un principio externo, causa de la curación, así también la luz interior del
cual se observa en él que aprende: porque es inhe- entendimiento es la causa principal de la ciencia.
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 173
Una y otra provienen de Dios: y, así como se dice de el discípulo, ni directamente las especies inteligibles;
él Ps. 102, 3 que sana todas sus enfermedades; así sino que le mueve por sus lecciones a que él mismo
también se dice Ps. 93, 10 que enseña al hombre la por la virtud de su entendimiento forme las concep-
ciencia, en el sentido de que llevamos impresa en ciones inteligibles, que él le representa por signos ex-
nosotros la luz de su rostro divino, por la cual se nos teriores.
manifiestan todas las cosas.
S. Th. I, q. 117 a. 1 ad 4
S. Th. I, q. 117 a. 1 ad 2
Al 4º que los signos, de que el maestro se sirve
Al 2º que el maestro no produce la ciencia en el para instruir al discípulo, son de cosas conocidas en
discípulo al modo de agente natural, como objeta general y con cierta confusión, y en cuanto a las
Averroes De anima. l. 3, comment. 5: de donde desconocidas en particular y con cierta distinción:
no se deduce que la ciencia sea cualidad activa; sino por lo cual, cuando alguno adquiere la ciencia por sí
que es un principio, por el cual es dirigido alguno en mismo, no puede decirse que se enseña a sí mismo o
el obrar. que es su propio maestro; porque no preexiste en
ella ciencia completa, cual se requiere en el maestro.
S. Th. I, q. 117 a. 1 ad 3
Al 3º que el maestro no causa la luz inteligible en
GUIA DE LECTURA
• Extrae los argumentos del texto de Santo Tomás que permiten fundamentar la siguiente afirmación:”El
educando es causa eficiente principal”.
• ¿Cómo se puede adquirir la ciencia? Cita dos ejemplos.
• Explica la siguiente afirmación: “Un hombre causa la ciencia en otro, mediante la actividad de la
razón natural de éste, ello es enseñar”.
• ¿Puede un hombre enseñar o solamente lo puede hacer Dios?
• Describe al maestro.
174 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
Introducción:
La experiencia pedagógica que presentamos a continuación pertenece al Cole-
gio FASTA Catherina de la red educativa de la Fraternidad de Agrupaciones Santo
Tomás de Aquino. La cual es una Asociación privada internacional de Fieles laicos
de derecho pontificio, inspirada en la Orden de Predicadores de Padres Dominicos
que asume la misión apostólica de evangelizar la cultura, la familia y la juventud.
Fue fundada por el sacerdote dominico Fray Dr. Aníbal Ernesto Fósbery OP. Desde
1962 viene desarrollando su labor apostólica en todo el país desde sus centros de
formación de la niñez, la juventud y la familia, sus 21 colegios y su Universidad en
Mar del Plata con sub-sede en Bariloche. En los últimos años FASTA además de
encontrarse en la geografía argentina ha extendido su accionar a otros países, como
España en la cual posee un centro de formación en Madrid, y otro en Valencia.
Siguiendo por otros países americanos como Brasil , Perú y Chile.
Esta experiencia pedagógica corrobora que se puede mejorar la escuela media
partiendo de la concepción que la misma solo es posible desde la unidad de un
proyecto que integra todos los niveles escolares bajo las mismas notas distintivas.
No podemos dejar de señalar el marco filosófico y pedagógico que inspira a esta
propuesta educativa: el realismo pedagógico. ¿Por que?
En primer lugar por nuestro origen apostólico como institución de Iglesia lo
tiene a Santo Tomás como patrono de nuestras obras y misiones y no podemos
olvidarlo al emprender cualquier tarea intelectual en el ámbito eclesial de la educa-
ción.
En segundo lugar, desde lo propiamente filosófico y pedagógico al analizar las
diferentes concepciones de la filosofía elaboradas a través de la historia y que perió-
dicamente se repiten bajo nuevos enfoques, veremos que todas ellas se atienen a un
aspecto de la realidad sin aprehender la realidad misma en todas sus dimensiones,
complejidad y profundidad. Desde este aspecto limitado y desvinculado de los res-
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 175
tantes pretenden explicar y dar razón de todo el ser con lo cual el sistema resultante
es una elaboración limitada y desarticulada, y a la vez deformada de la verdad de
las cosas. La diferencia del tomismo con las otras concepciones es que Santo To-
mas ha centrado con rigurosa exactitud el conocimiento humano (sensitivo e inte-
lectivo) en su objeto propio, ha insertado con precisión el acto intelectivo en el ser o
verdad transubjetiva, fuente perenne de la verdad lógica de la mente humana y que
ha determinado el modo cabal con que dicho conocimiento se pone en contacto
con ella y llega su aprehensión sin deformarlo. Santo Tomas al evitar la visión
unilateral deformante del objeto, es decir la visión que centra la inteligencia en tal o
cual aspecto del ser y al lograr una apertura e inserción en el ser en cuanto tal no
solo ha establecido las bases de una sólida filosofía sino que precisamente por ello
la ha dejado abierta a una incesante edificación.
hombre se supera así mismo y adquiere o recobra la autenticidad más excelsa. Los
hábitos que, a la vez facilitan una específica operación y perfeccionan al sujeto, le
hacen mejor y más bueno se llaman virtudes.
La virtud es un tipo de hábito operativo que hace que la obra sea actualmente
buena y bueno también su poseedor, o sea, al que obra; pues se trata de un hábito
que confiere no solamente la aptitud o habilidad para la correcta operación de una
facultad o potencia sino también el recto uso de tal aptitud.
Hablamos de Virtudes intelectuales y Virtudes morales según perfeccionen
el operar de la inteligencia (especulativa y práctica) o de la facultades apetitivas,
entre éstas, la voluntad.
La educación es comprendida como el proceso que debe tener por fin el logro del
estado de virtud, es decir, desde su indigencia existencial hacia su plenificación
operativa, de tal modo que lo capacita para determinarse frente a las verdades y
valores particulares, ya sea individuales o sociales. Al mismo tiempo que se ordena
interiormente de tal modo que sus potencias inferiores (apetitos sensibles) se subor-
dinan rectamente a las superiores (inteligencia y voluntad).
El planteo de UNIDAD es condición fundamental para presentar el conocimien-
to, de lo contrario nuestros alumnos se confunden, no comprenden o lo que es mas
grave, no poseen criterios para juzgar la realidad y transformarla. La unidad de los
conocimientos entre sí y la de los conocimientos con la vida del hombre, es una
meta que dentro de la dimensión evangelizadora del aprendizaje no se puede sepa-
rar. El conocimiento constituye un todo armónico y articulado.
Cada disciplina asignatura es parte de una totalidad, es parte de verdad y todos
convergen en la Verdad total. Por esa razón no hay que absolutizar la ciencia. A la
escuela católica le corresponde la comunicación crítica y sistemática de la cultura,
entendiendo por tal el conjunto de obras y producciones que se obtiene como
resultado del cultivo que el Hombre realiza en sus cuatro dimensiones relacionales a
través de todas sus facultades.
De tal modo que este proceso de perfección operativa se realiza en un campo
cultural que según la tradición histórica nacional tiene sus raíces en una concepción
Hispano-Católica del mundo, es decir, una cosmovisión fundamentada en los valo-
res de: Dios, Patria y Familia.
• Proceso de globalización.
• Protagonismo significativo de los MCS.
• Relativismo ético y científico.
• Cultura de la imagen.
• Proceso de desarraigo cultural.
• Predominio de lo económico sobre el resto de las dimensiones humanas.
• Criterios pragmático y utilitario invaden ámbitos nuevos.
• Quiebre del sentido universal de algunos valores humanos.
El diagnóstico pedagógico realizado sobre lo educativo es anterior a la
implementación de la Ley Federal de Educación destacándose las siguientes defi-
ciencias:
• Extremo enciclopedismo en la estructuración y en la enseñanza de los cono
cimientos, que conduce a la parcialización y atomización del saber del alum
no a la vez que a una marcada ausencia de sentido de lo que se aprende.
• Falta del sentido de unidad de la verdad como base de los procesos de cono
cimiento y de los contenidos mismos.
• Predominio de la información sobre la formación, convirtiéndose los conteni
dos conceptuales en único fin del proceso educativo y excluyendo del mismo
la formación de habilidades y procesos intelectuales, actitudes, etc.
Desatención de las diferencias individuales de los alumnos que se manifiesta en:
planificaciones rígidas, homogéneas y cerradas de los objetivos educativos; ense-
ñanza que se desarrolla mediante procesos mecanizados que tienden a la uniformi-
dad de respuestas de parte de los alumnos; ausencia de áreas optativas en la estruc-
tura curricular que permitan descubrir y desarrollar las capacidades, gustos y nece-
sidades de cada alumno y al mismo tiempo formarlo en las decisiones personales
libres; excesiva cantidad de alumnos por curso que impide al docente un seguimien-
to personal real; deficiencia en la capacitación técnica docente que permita descu-
brir, conducir y evaluar las diferencias individuales.
Estructura curricular que no contempla las características específicas de cada
sexo;
• No existe ningún área de conocimiento práctico que capacite al alumno para
su inserción en el ámbito tecnológico.
• Ausencia de espacios formales de enseñanza del idioma inglés.
• Es el aspecto cronológico el aspecto determinante para la promoción del
alumno a los años subsiguientes de tal modo que no se considera: el ritmo de
madurez personal de cada alumno, el logro progresivo de habilidades; como
criterio de promoción que articule la consecución del proceso de enseñanza
hacia los siguientes niveles de enseñanza.
• • La escuela se limita a desarrollar actividades mínimas establecidas
por el currículum oficial, que a nuestro entender resultan insuficientes
178 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
Cada área esta definida operativamente por un “Propósito del área” que es un
objetivo general que determina el aporte fundamental y distintivo con el que ese
campo del saber contribuirá a la formación del alumno según el nivel en el que se
encuentre.
A su vez esta organización por áreas propone trabajar según la metodología de
“Ejes Problemáticos” por área que constituye una herramienta didáctica significati-
va para la concretización de la unidad del saber y de la interdisciplinariedad.
una total correspondencia entre ambas aquí se plasman las secuencias que compo-
nen el proceso de enseñanza cuyos rumbos están consignados en la sintética o
anual. Es un plan elaborado con criterios didácticos ...»
«Planificamos diferente porque queremos enseñar de modo diferente»
«Evaluamos objetivos porque la nuestra es una enseñanza por objetivos»
«La naturaleza de la evaluación se sigue de la naturaleza de la enseñanza»
Los tiempos son difíciles, la tarea ardua, los inconvenientes mayores, pero la
misión de educar hoy se convierte en reto esperanzador porque hay una consigna
que nos moviliza: “educar evangelizando para evangelizar educando”. Esta-
mos pensando en una educación que aspire a formar hombres y mujeres virtuosos,
comprometidos y aptos para asumir los desafíos que se les presente de cara al
Misterio. Qué maravilloso reto! Somos sembradores hoy para que la Patria coseche
los frutos mañana.
BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA
• Nosengo, G., Persona Humana y educación, Bs. As., Docencia, 1978. Cap. IV.
• Martínez, E., La educación cristiana. Actualidad de la Pedagogía de Santo
Tomás, UVST, Barcelona.
• Santo Tomás “ De magistro”.
• Santo Tomás, Suma Teológica, I Cuestión117
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 187
AUTOEVALUACION
RESPUESTAS DE LA AUTOEVALUACION
Unidad 1 Unidad 5
1- d 1- c
2- b 2- b
3- c 3- b
4- b 4- b
5- c 5- a
Unidad 6
Unidad 2 1- b
1- b 2- b
2- a 3- b
3- c 4- b
4- b 5- b
5- b
Unidad 7
Unidad 3 1- b
1- c 2- b
2- a 3- b
3- c 4- c
4- a 5- a
5- b
Unidad 8
Unidad 4 1- b
1- b 2- c
2- c 3- b
3- b 4- c
4- b 5- La respuesta correcta es
5- b aquella que se refiere al
tema de la verdad
190 UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación
UNIVERSIDAD FASTA Filosofía de la Educación 191
BIBLIOGRAFIA GENERAL