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FÍSICA Y QUÍMICA

3º ESO

ADAPTADO A LA LEY ORGÁNICA PARA LA MEJORA DE LA CALIDAD EDUCATIVA

Autores de este libro:

JAIME CARRASCOSA ALÍS


SALVADOR MARTÍNEZ SALA
JOSÉ APARICIO SANMARTÍN
CONSUELO DOMÍNGUEZ SALES
JUAN JOSÉ RUIZ RUÍZ

Revisado en Valencia, 07-junio-2016

© 2016
Generalitat Valenciana
Valencia
España
NOTA PREVIA

Los contenidos de esta obra se pueden reproducir total o


parcialmente de forma libre y gratuita. Los autores no solo lo
autorizamos expresamente sino que nos congratulamos de ello.
Tan solo pedimos que se indique la fuente y que, por favor,
siempre que sea posible, se colabore en su difusión dándolos a
conocer a otras personas a las que también pudieran resultar
útiles.

Nuestro objetivo es contribuir, en lo que podamos, a la mejora de


la enseñanza y aprendizaje de la Física y Química.

Este y otros materiales educativos y de didáctica en: didacticafisicaquimica.es

(acceso libre y gratuito)

PERMITIDA LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DE ESTE LIBRO,


CITANDO SIEMPRE AUTORES Y FUENTE
PRESENTACIÓN
Durante este curso vais a tener un primer contacto con la Química y la Física. Tanto una como
otra son dos ciencias que se ocupan del estudio de la materia y de los cambios que en ella
ocurren. La Física se centra principalmente en el estudio de aquellos cambios en los que no se
altera la estructura “íntima” de la materia (el movimiento de los cuerpos, la corriente eléctrica,
las ondas, etc.). La Química se ocupa más de los cambios que afectan a las sustancias por dentro,
así como de las transformaciones de unas sustancias en otras diferentes (reacciones químicas) y
de muchos aspectos relacionados con dichas transformaciones (la cantidad de producto que se va
a obtener, la energía implicada, lo rápido que se produce la transformación, etc.).

Al estudiar el movimiento de un cohete propulsor podemos estar interesados en


conocer: su posición, su velocidad, la trayectoria que sigue, el tiempo que tardará
en llegar a su objetivo, la energía asociada a ese movimiento, etc.; pero también en
otras como: el tipo de combustible utilizado, sustancias que se forman cuando este
se quema, energía asociada a esa combustión, lo rápido que se gasta el combusti-
ble, etc. Señalad cuál de los dos grupos anteriores correspondería fundamental-
mente a la Física y cuál a la Química.

Las personas que se dedican a investigar en Física y en Química son científi-


cos formados en esas disciplinas. Cabe preguntarse cómo lo hacen, es decir,
qué características especiales tiene el trabajo científico (si las tiene) que lo
distinga de otros trabajos; qué hacen los científicos cuando investigan, cómo
se va construyendo la ciencia. En definitiva: ¿Cómo es el trabajo científico?

En el trabajo científico, la realización de experiencias tiene una gran importancia. Cuando los
científicos llevan a cabo experimentos han de medir diferentes magnitudes (longitudes, tiempos,
concentraciones, masas, fuerzas, etc.), anotar los datos obtenidos y realizar cálculos numéricos.
Para ello utilizan diversos aparatos y técnicas para interpretar los resultados obtenidos. Así pues,
tras analizar cómo es el trabajo científico, nos vamos a plantear: ¿Qué es medir? ¿Qué es lo que
se mide? ¿Cómo se expresan los resultados de una medida? ¿Qué hacer con los datos obtenidos?
¿Cómo se interpretan los resultados de una experiencia? En resumen: ¿Cómo es y cómo se rea-
liza el proceso de medida?

Si analizamos algunos materiales1 como plásticos, maderas, metales, vidrio, etc., de los que están
hechos muchos objetos cotidianos (juguetes, vehículos, muebles, etc.), veremos que tienen pro-
piedades que pueden ser muy distintas y que los diferencian a unos de otros. Lo mismo ocurre
con el aire, agua, mármol, yeso, dióxido de carbono, gasolina, amianto, etc. Unos se encuentran
habitualmente en estado sólido, otros líquido y otros en estado gaseoso; unos conducen la co-
rriente eléctrica y otros no; unos se queman fácilmente y otros no; los hay ligeros, pesados, du-
ros, blandos, más o menos frágiles.... Podemos plantearnos: ¿La diversidad de propiedades exis-
tente se debe a que las sustancias que forman los diferentes sistemas materiales son esencialmen-
te distintas o, por el contrario, por debajo de tanta diversidad, existe una estructura íntima común

1
Por material o sistema material, entendemos cualquier trozo de materia, sea cual sea el estado físico en que se
encuentre. Un sistema material puede estar formado por una sola sustancia (por ejemplo un trozo de hierro o una
cierta cantidad de agua) o por varias (por ejemplo una disolución de sal en agua o un trozo de granito).
1
a todas ellas y capaz de explicar no solo las semejanzas que puedan haber, sino también las dife-
rencias? Es decir: ¿Cómo es la materia por dentro?

Si por debajo de tanta diversidad de propiedades existiera una estructura básica común para toda
la materia, deberían existir también algunas propiedades comunes a todas las sustancias. Esta
idea nos llevará a estudiar propiedades como la masa, el peso, el volumen y la densidad y a com-
probar que dichas propiedades afectan a toda la materia ordinaria (incluyendo a los gases). Fi-
nalmente nos plantearemos ¿cómo podría ser la materia por dentro para poder explicar las pro-
piedades observadas? Esta pregunta nos conducirá al establecimiento de un Modelo corpuscular
de la materia.

Una vez elaborado el modelo corpuscular de la materia cabe plantearse cómo son esas partículas
sumamente pequeñas de que están compuestas todas las sustancias. Para ello, en primer lugar,
veremos cómo se presenta habitualmente la materia ordinaria (mezclas, sustancias simples, com-
puestos y disoluciones) y en segundo lugar el comportamiento y propiedades de los gases. Todo
ello nos conducirá a la Teoría atómica y molecular de la materia. Estudiaremos en qué consis-
te dicha teoría y cómo es posible explicar con ella todos los problemas planteados.

Tras establecer que toda la materia ordinaria está compuesta por átomos, pode-
mos preguntarnos cómo son esos átomos. ¿Qué es lo que diferencia a unos
átomos de otros? ¿Se trata de partículas elementales o, por el contrario, tienen
alguna estructura interna? Es decir, nos vamos a plantear ¿Cómo son los áto-
mos por dentro?

La comprensión de la estructura de los átomos resulta fundamental para po-


der entender a su vez cómo pueden unirse unos a otros para formar las distin-
tas sustancias existentes y por qué las sustancias tienen diferentes propieda-
des (unas se disuelven en agua y otras no, unas son duras y otras blandas,
unas conducen la corriente eléctrica y otras no, etc.). Todo ello dará lugar al
estudio del Enlace químico.

Llegados a este punto, estaremos en condiciones de plantearnos el problema de cómo explicar


que a partir de unas sustancias determinadas, podamos obtener otras sustancias distintas con pro-
piedades muy diferentes a las de las sustancias iniciales. Avanzar en este problema supone elabo-
rar un modelo de reacción química, coherente con lo que hemos estudiado hasta ahora, y poner a
prueba dicho modelo analizando si es capaz de explicar toda una serie de hechos experimentales
y resolver también nuevos problemas como, por ejemplo: ¿se puede favorecer una reacción quí-
mica y hacer que transcurra más deprisa?, ¿podemos predecir la cantidad de producto que se
obtendrá antes de hacer una reacción química? Todo ello conforma el tema de Reacciones quí-
micas.

Seguidamente nos plantearemos el estudio de un tipo de cambio en el que, a diferencia de lo que


puede ocurrir en los cambios químicos, no se altera la estructura íntima de los objetos materiales
que intervienen, nos referimos a los cambios de posición y de velocidad de cuerpos que, para
simplificar, se consideran como si fuesen masas puntuales. Se trata del tema El movimiento y
las fuerzas, en el cual, entre otras cosas, nos preguntaremos: ¿Cómo podemos decir dónde se
encuentra un cuerpo? ¿Cómo calcular lo rápido que se mueve? ¿Cómo medir los cambios en la
rapidez? ¿De qué forma podemos cambiar la velocidad? ¿Cómo es el movimiento de los planetas
en torno al Sol? ¿Qué efectos pueden producir las fuerzas?

2
Para producir la mayoría de los cambios materiales que nos interesan,
necesitamos disponer de energía. Una forma de disponer de energía es
mediante ciertas reacciones químicas (por ejemplo productos explosi-
vos). Otra, muy común, es mediante la electricidad. La electricidad
está basada en otra propiedad general de la materia (en la que no nos
hemos detenido hasta aquí). Se trata de la carga eléctrica (asociada a
la existencia de electrones y protones en los átomos). Para terminar,
pues, este curso de introducción a la física y química, nos detendre-
mos en realizar una primera aproximación a la Electricidad.

Entre otras cosas, nos preguntaremos: ¿Cómo se pueden cargar eléctricamente distintos objetos y
cómo es posible que esa carga se mueva de unos a otros? Además estudiaremos también el im-
pacto que sobre el medio ambiente tienen las centrales eléctricas, donde se produce la mayor
parte de la electricidad que abastece nuestros hogares.

De acuerdo con los problemas anteriores, el índice detallado del curso es el siguiente:

1. Introducción a la metodología científica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . .7


1. ¿Qué es esa cosa llamada ciencia?
1.1. Algunas ideas simplistas sobre la ciencia y el trabajo científico
1.2. Estudio de algunos aspectos esenciales de la metodología científica
2. El modo de crecimiento de las ciencias
3. Ciencia, tecnología, sociedad y medio ambiente: unas relaciones controvertidas

2. Las magnitudes y su medida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21


1. Magnitud, unidad y valor
2. Sistema internacional de unidades
3. Otras unidades diferentes a las del sistema internacional
4. Cambios de unidades
5. ¿Es posible conocer el valor exacto de una magnitud?
6. Número de cifras decimales con las que expresar un resultado
7. Criterios para redondear el valor medio de una serie de medidas
8. Imprecisión absoluta de una serie de medidas
9. Número de veces que conviene repetir una misma medida
10. Construcción e interpretación de gráficas
11. Análisis de los resultados obtenidos

Anexo: Normas para la construcción de gráficas

3. Estructura corpuscular de la materia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37


1. Algunas propiedades comunes a sólidos y líquidos
1.1. Qué es la masa y cómo se mide
1.2. Qué es el peso y cómo se mide
1.3. Qué es el volumen y cómo se mide
2. Una propiedad que distingue unas sustancias de otras: la densidad
2.1. ¿Qué es la densidad? ¿Cómo se mide?
2.2. Importancia práctica de un metal de baja densidad: el aluminio
3. Naturaleza y comportamiento de los gases
3.1. ¿Ocupan volumen?

3
3.2. ¿Los gases pesan?
3.3. Los gases se pueden comprimir y expandir fácilmente
3.4. Los gases cambian de volumen (o la presión que ejercen) cuando se les calienta o enfría
3.5. Los gases se difunden y mezclan unos con otros con mucha facilidad
4. Un único modelo de gas que explique todas sus propiedades
5. ¿Es extensible el modelo a líquidos y sólidos?
5.1. Algunas propiedades de líquidos y sólidos semejantes a las de los gases
5.2. Extensión del modelo corpuscular a líquidos y sólidos

4. Teoría atómica y molecular de la materia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65


1. Mezclas, sustancias, sustancias simples y compuestos
2. Disoluciones
2.1. Concentración de una disolución
2.2. ¿La concentración de una disolución puede ser todo lo grande que se quiera?
Concepto de solubilidad
3. La teoría atómico-molecular de la materia
3.1. Teoría atómica de Dalton
3.2. ¿Cómo explicar las reacciones químicas?
3.3. Los cambios materiales en los procesos químicos: ley de la conservación de la masa y ley
de las proporciones constantes
3.4. Masa atómica y masa molecular
4. Un éxito de la teoría atómico-molecular: la tabla periódica de los elementos
5. Separación de las sustancias componentes de una mezcla
5.1. Separación de los componentes de una mezcla heterogénea
5.2. Separación de los componentes de una mezcla homogénea

5. Primeras ideas sobre la estructura de los átomos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89


1. El descubrimiento del electrón
2. Los primeros modelos atómicos
2.1. El modelo atómico de Thomson
2.2. Intentos de contrastación del modelo de Thomson: El modelo nuclear de Rutherford
2.3. Isótopos. Radiactividad. Aplicaciones de la tecnología nuclear
3. Organización de los electrones en el átomo

6. El enlace químico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .103


1. Clasificación de las sustancias de acuerdo con sus propiedades
2. El enlace como consecuencia de la tendencia a la estabilidad
3. El enlace iónico
4. El enlace covalente
4.1. ¿Qué ocurre cuando hay más electrones a compartir?
4.2. ¿Qué ocurre cuando los átomos que se enlazan no son iguales?
5. El enlace metálico
6. ¿Cómo pueden unirse las moléculas entre ellas?
Anexo: Iniciación a la formulación y nomenclatura en química inorgánica (125)

7. Los cambios químicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .137


1. ¿Qué interés puede tener estudiar los cambios químicos?
2. Realización y observación de algunas reacciones químicas
4
3. Distinción entre cambio físico y cambio químico
4. Un modelo elemental para las reacciones químicas
5. Puesta a prueba del modelo de reacción química elaborado
5.1. Reversibilidad de algunas reacciones químicas
5.2. ¿Cómo favorecer una reacción química haciendo que transcurra más rápidamente?
5.2.1. Influencia del grado de división de los reaccionantes
5.2.2. Influencia de la temperatura
5.2.3. Influencia de la concentración
5.3. ¿Cómo predecir la masa de una sustancia que podríamos obtener en una reacción?
5.4. ¿Qué ocurre con la energía implicada en una reacción química?
5.4.1. ¿Qué sucede cuando la energía liberada en la formación de enlaces en los
productos supera a la energía necesaria para romper los enlaces en los
reaccionantes? Reacciones exotérmicas
5.4.2.¿Qué sucede cuando la energía liberada en la formación de enlaces en los
productos es menor que la energía necesaria para romper los enlaces en los
reaccionantes? Reacciones endotérmicas
5.5. ¿Basta siempre con mezclar las sustancia reaccionantes para que una reacción química
transcurra rápidamente? Introducción elemental al concepto de energía de activación.
Papel de los catalizadores
6. Cálculos energéticos en algunas reacciones químicas. Reacciones de combustión.
Anexo: Gases de efecto invernadero: causas, efectos y soluciones a los problemas provocados
por su aumento en la atmósfera. (161)

8. El movimiento y las fuerzas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .173


1. Invención de magnitudes útiles para describir los movimientos
1.1. ¿Cómo podemos indicar dónde se encuentra un cuerpo en un instante dado?
1.2. ¿Cómo podemos medir el cambio de posición de un cuerpo?
1.3. ¿Cómo medir la rapidez con que un cuerpo cambia de posición?
1.3. Si cambia la rapidez. ¿cómo podemos medir lo deprisa que cambia?
2. Posibles tipos de movimiento según el valor de la aceleración sobre la trayectoria
3. Gráficas del movimiento uniforme
4. Estudio experimental del movimiento uniforme
5. Gráficas del movimiento unifórmemente acelerado
6. Concepto de velocidad
7. ¿Cómo conseguir que un cuerpo cambie de velocidad?
8. La fuerza gravitatoria en el universo
9. Efecto deformador de las fuerzas. Medida experimental del peso
10. La fuerza de rozamiento y sus efectos

9. Electricidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .211
1. Propiedades eléctricas de la materia de la materia
2. ¿Cómo explicar el comportamiento eléctrico de la materia?
3. ¿Qué hace falta para lograr un movimiento continuo de carga eléctrica?
4. El generador de corriente eléctrica
5. Medida de la corriente eléctrica. Concepto de intensidad de corriente
6. Instrumentos de medida
7. Ley de Ohm para un hilo conductor
8. Factores de los que depende la resistencia de un hilo conductor
9. Representación esquemática de un circuito sencillo de corriente eléctrica

5
10. ¿Cómo obtener una resistencia dada a partir de otras? Asociaciones de resistencias
11. Balance energético de un circuito elemental. El efecto Joule
12. Impacto medioambiental de la energía eléctrica
.
10. Magnetismo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249

1. Fenomenología del magnetismo


2. El magnetismo terrestre
3. Relación entre fenómenos magnéticos y eléctricos
3.1. Efectos magnéticos de la corriente eléctrica (amperímetros, voltímetros y electroimanes)
3.2. Aprovechamiento de las fuerzas entre imanes y corrientes: El motor eléctrico
3.3. Explicación del magnetismo natural
3.4. Producción de corriente eléctrica mediante imanes (alternadores y dinamos)
3.5. El transporte de la corriente eléctrica desde donde se genera hasta donde se utiliza
4. La energía nuclear como forma de producir electricidad

Algunos comentarios para el profesor:

Los temas anteriores se encuentran desarrollados con detalle (que no complicación) en el libro de
texto. Cada tema tiene al final una serie de ejercicios que sirven como actividades de refuerzo. El
libro viene acompañado de un cuaderno de fichas. Cada tema tiene sus correspondientes fichas, que
el alumno ha de ir haciendo. Se ha dejado el espacio necesario para escribir en la misma libreta.Las
fichas cubren ordenadamente todos los contenidos del tema. De hecho, muchas de ellas son precisa-
mente actividades que se han propuesto en el mismo.
Los autores somos conscientes del muy escaso tiempo dado a las ciencias en la enseñanza secundaria
y, muy en particular, en 3º de ESO. Antes de comenzar el curso, conviene que el profesor analice los
contenidos que presentamos y tome decisiones en cuanto a qué contenidos va a desarrollar con los
grupos que tenga.
El texto y las fichas se prestan a distintas metodologías de trabajo. El grado de dificultad de las
fichas es diverso (tratando de adaptarse a la diversidad de niveles de conocimiento e interés por la
materia que puede haber en el aula), aunque siempre dentro de lo que es razonable pedir a alumnos
de 14 a 15 años. Así, existen fichas que van desde hacer un dibujo o conectar los elementos de un
conjunto con los de otro (con los que están relacionados), hasta el manejo de potencias de 10 o de
conceptos como el de densidad, la interpretación de gráficas, etc.
En nuestra opinión la realización de las tareas que se demandan en las fichas que señale el profesor,
puede ser una buena forma de trabajo para los alumnos, que habrán de ir realizando tanto en su casa
como en clase, a lo largo del curso.
Para trabajar en el aula basta con una simple libreta de clase, pero los alumnos han de saber que ese
trabajo es fundamental para poder hacer las fichas de cada tema. Muchas veces, hacer las fichas será
pasar a limpio actividades que se hayan realizado en clase. Conviene insistir para que el cuaderno de
fichas esté al día y presentable.
Insistimos finalmente en que los contenidos que hemos elaborado no se pueden desarrollar todos.
Ni todos los apartados de cada tema, ni todas las actividades de refuerzo ni todas las fichas. Para ello
se precisaría (y más con una metodología activa y participativa, realización de abundantes trabajos
prácticos, atención a la diversidad, etc.), el doble de tiempo que el oficialmente disponible (que, des-
afortunadamente, cada vez es menos).
No obstante, antes que dar una visión fragmentada, nos hemos inclinado por algo más global y co-
herente y que sea cada profesor quien seleccione los contenidos a tratar según estime conveniente.

6
1. INTRODUCCIÓN A LA METODOLOGÍA CIENTÍFICA
¿Qué es la ciencia? ¿Cómo se elabora?

Uno de los objetivos fundamentales en cualquier curso general de ciencias es contribuir a la


comprensión de lo que es la ciencia, sus métodos de trabajo y sus relaciones con la tecnología, el
medio ambiente y la sociedad. Por ello, conviene comenzar con una primera aproximación a
estos aspectos básicos, que habrán de ser desarrollados y concretados en el resto del temario y en
cursos sucesivos.

1. ¿QUÉ ES ESA COSA LLAMADA CIENCIA?

A.1. Elaborad una lista con las actividades propias o características del trabajo científico que
os parezcan más importantes.

En principio podemos pensar que los científicos observan detenidamente las cosas, recogen
datos anotándolo todo cuidadosamente y realizan experimentos. No obstante, es necesario tra-
tar de ir más allá y tener en cuenta que, junto a las anteriores, existen otras actividades igualmen-
te importantes que no podemos olvidar, tales como:

 El planteamiento de problemas o interrogantes de interés para las que, de momento, no se


dispone de explicaciones aceptables.
 La recopilación y consulta de lo que ya se sabe respecto de cada problema planteado (consul-
ta de la bibliografía).
 La elaboración de hipótesis a modo de posibles explicaciones o intentos de respuesta a los
problemas planteados.
 El diseño de experimentos con los que, de alguna forma, se pueda comprobar la validez o
no de las hipótesis.
 La interpretación y análisis de los resultados obtenidos mediante los experimentos.
 La búsqueda de coherencia y de unidad, tratando de integrar los nuevos conocimientos
científicos dentro de la ciencia ya existente y comprobando que funcionan correctamente;
construyendo leyes y relaciones que se puedan aplicar al estudio del mayor número posible
de fenómenos; buscando conexiones o puentes entre distintos campos científicos, etc.

Para poder llevar a cabo las actividades anteriores, los científicos han de trabajar en equipo y
poner en juego no solo sus conocimientos, sino también cualidades como la capacidad crítica,
la imaginación y la creatividad.

1.1. Algunas ideas deformadas sobre la ciencia y el trabajo científico

A.2. Algunas personas tienen ciertas ideas demasiado simples sobre los científicos y su trabajo.
La existencia de tales ideas es un grave inconveniente, ya que dan una imagen de la ciencia que
no se corresponde con la realidad. A veces estas ideas se ven reflejadas en películas en las que
sale algún científico. Tratad de enumerar algunas de esas ideas simplistas.

A menudo, cuando se piensa en una persona que se dedica a la investigación científica, la gente
se imagina a un hombre solo, calvo (o con el pelo desordenado), mayor, con gafas, bata blanca y
aislado dentro de un laboratorio en el que se encuentra rodeado de extraños aparatos y papeles
con fórmulas y cálculos muy complicados que tan solo él y unos pocos como él pueden entender.

7
1. Introducción a la metodología científica

También se piensa que los científicos suelen ser personas con una inteligencia fuera de lo
común, raros, despistados, que pasan la mayor parte de su tiempo investigando en su laborato-
rio, sin que les interese lo que ocurre fuera (aunque algunos son seres malvados, que buscan do-
minar a la humanidad con sus descubrimientos). Finalmente, existe también la idea de que mu-
chos descubrimientos científicos se realizan por casualidad, que, de repente, al científico se le
“enciende una bombilla” dentro de su cabeza y... ¡Eureka! ya tiene la solución; o bien que se le
caen al suelo los reactivos que estaba manejando y al mezclarse obtiene el producto milagroso
que buscaba.

A.3.La figura muestra el dibujo que hizo un estudiante cuando se le pidió que representara una
situación en la que se estuviera realizando una investigación científica, analizadlo, enumerando
todas las ideas simplistas respecto a los científicos y su trabajo que veáis presentes en él.

d 2 4 m
 E  U ( x)  0
¡LO CONSEGUÍ! dx 2 h

  f  f '
1 m
(1  cos  ) 
 ' h

h
 '   (1  cos  )
mc

La realidad no se parece en nada a la figura anterior. En primer lugar también hay mujeres (cada
vez más) que se dedican a la ciencia y ni ellos ni ellas trabajan en solitario sino que, habitual-
mente, forman parte de equipos de investigación. Incluso es habitual el trabajo conjunto entre
distintos equipos. No tiene, pues, mucho sentido la idea de un genio solitario al que “de repente”
se le “enciende una luz” y hace un gran descubrimiento. Además el científico es una persona
como el resto y, por tanto: tan calvo, malo, raro, despistado, etc., como puedan ser los demás.

Por otra parte, el trabajo que realizan los científicos está interaccionando continuamente con
el medio ambiente y con la sociedad. Basta pensar, por ejemplo, en las aplicaciones prácticas
de la electricidad o de la energía nuclear, en la construcción de máquinas, en la obtención de
medicamentos, la manipulación genética... y también en la fabricación de armas, la contamina-
ción ambiental, etc. Su trabajo no se realiza al margen de la sociedad, sino todo lo contrario. De
hecho, muchas investigaciones científicas se han visto y se ven impulsadas, dificultadas, estan-
cadas o incluso... prohibidas, debido a la existencia de diversos intereses: políticos, económi-
cos, militares, religiosos, etc.

También se suele pensar que la ciencia es algo muy complicado, con fórmulas incomprensibles,
al alcance sólo de unas cuantas mentes privilegiadas. Es cierto que, para desarrollar una activi-
dad científica se precisan una serie de requerimientos específicos, pero eso también ocurre cuan-
do se desarrolla cualquier otra actividad como mecánico, piloto, arquitecto, profesor, etc.

8
1. Introducción a la metodología científica

1.2. Estudio de algunos aspectos esenciales de la metodología científica

A.4. ¿Cuál puede considerarse la primera etapa de una investigación científica?

No existe el Método Científico, si por tal entendemos una secuencia de reglas a aplicar mecáni-
camente y válido para cualquier dominio científico: cada tipo de problema va a exigir sus pro-
pios métodos o técnicas específicas. El método científico es cualquier cosa menos una receta
con una serie de pasos a seguir rigurosamente y en un orden predeterminado. Lo habitual es que
desde el comienzo hasta el final de una investigación se produzcan dudas, replanteamientos y
vueltas atrás. Todo ello cuestiona la idea simplista del científico como una especie de mago que
dispone de un libro lleno de recetas con las que se pueden conseguir resultados sorprendentes si
sabe seguir las instrucciones al pie de la letra.
Sí podemos referirnos, en cambio, a algunas características generales, válidas para cualquier tipo
de investigación. En este sentido podemos decir que, en general ,una investigación científica
suele comenzar con el planteamiento de un problema de interés, cuyo origen puede estar tanto
en la observación de algo que, por alguna razón, nos llama la atención, como en una necesidad
de tipo técnico, social, etc.
Lo más importante no es saber qué es lo que ha originado el problema a investigar, sino el hecho
de que una situación se presenta como problemática siempre a la luz de los conocimientos cientí-
ficos vigentes en ese momento. En realidad ninguna investigación científica parte de cero ya que,
incluso para poder interpretar las observaciones más elementales, se requieren los conocimientos
previos adecuados. Así, por ejemplo, cuando un médico y un paciente observan una misma ra-
diografía, es habitual que donde el médico ve una lesión determinada, el paciente no vea más que
una mancha como las demás.

A.5. ¿Por qué los murciélagos pueden volar en la más completa oscuridad sin tropezar?

La observación de que los murciélagos pueden volar en la oscuridad sin tropezar resultó pro-
blemática en un momento dado de la historia de la ciencia (cuando se pensaba que esos animales
podían orientarse sólo con los ojos) pero ahora ya no lo es, puesto que ya se sabe que algunos
animales disponen de otras formas de guiarse. Concretamente, los murciélagos emiten ultrasoni-
dos que, al ser reflejados por los obstáculos, les dan información acerca de dónde se hallan éstos.
Así pues, cualquier investigación científica se ve afectada desde el comienzo hasta el final, por lo
que se llama el cuerpo teórico de conocimientos vigente, el cual influye no solo en los proble-
mas que pueden plantearse sino también en el desarrollo de toda la investigación y en la acepta-
ción o no de los resultados.
Además, es necesario que el problema del que se parte llegue a formularse de manera precisa,
delimitando las condiciones concretas en que se abordará. Esta delimitación, por otra parte, se
hace teniendo en cuenta la necesidad de descomponer un fenómeno complejo en partes más
fácilmente abordables, proceso al que se denomina habitualmente análisis del problema. En la

9
1. Introducción a la metodología científica

práctica esto suele suponer identificar todas aquellas variables que pensamos puedan influir en
el mismo, así como fijar algunas de ellas para poder estudiar mejor el efecto de las otras.

Para conocer qué se sabe ya acerca de un determinado problema, antes de comenzar a tratar de
resolverlo, se recurre a la localización y estudio de la bibliografía existente. La búsqueda bi-
bliográfica es una de las tareas más típicas del trabajo científico, haciendo patente la importancia
del aspecto acumulativo de toda ciencia. Precisamente este aspecto hace de la ciencia un produc-
to colectivo, cuyos logros se deben al trabajo de generaciones de investigadores anteriores y de
otros grupos de científicos que estén trabajando sobre ese mismo problema o sobre temas rela-
cionados con él.

Habitualmente la formulación de un problema suele ir acompañada, explícita o implícitamente,


de alguna suposición o conjetura explicativa sobre el mismo, lo que, en el lenguaje científico, se
denomina hipótesis.

A.6. Exponed las ideas que se posean sobre el concepto de hipótesis científica, señalando cuales
podrían ser sus características esenciales.

Por hipótesis científica se entiende una conjetura verosímil (es decir, sin contradicciones evi-
dentes) y contrastable. Este requisito de verosimilitud pone el acento en el hecho de que las hipó-
tesis se elaboran a partir de un determinado cuerpo de conocimientos generalmente aceptado y al
que hay que referirse explícitamente para fundamentar la hipótesis. No obstante, es más impor-
tante el que la hipótesis se pueda contrastar que el que sea verosímil. De hecho, muchos grandes
avances de la ciencia se han producido gracias a hipótesis que en su momento se consideraron
muy atrevidas o poco probables.

Formular una hipótesis contrastable implica la introducción de conceptos que sean operativos, es
decir, que de alguna manera (experimentación, operaciones matemáticas, etc.) podamos obtener
su valor (cuantificarlos), tales como: velocidad, masa, carga eléctrica, etc. A dichos conceptos se
les denomina magnitudes.

La sólida preparación científica, la práctica misma de la investigación, el conocimiento profundo


del problema..., favorecen la propuesta de buenas hipótesis. Cuando la contrastación directa de
una hipótesis no es posible, se recurre a la deducción de consecuencias lógicas que sí se puedan
contrastar. Otro de los aspectos específicos del trabajo científico es la utilización del lenguaje
riguroso de las matemáticas.

La contrastación experimental de la hipótesis exige el diseño de montajes adecuados, en los que


es preciso detenerse. A este respecto los diseños de aborde múltiple, que permiten la contrasta-
ción de una misma hipótesis por caminos distintos, juegan un papel muy importante en dicha
contrastación ya que, poder contrastar una misma hipótesis por diferentes vías aumenta la fiabi-
lidad de las conclusiones que se alcancen.

A.7. Señalad algunos de los requisitos que debe cumplir un experimento para ser considerado
como científico.

El carácter de observación cuantitativa, el control riguroso de las condiciones del experimento y


su reproducibilidad son aspectos que caracterizan al experimento científico. Un experimento
científico no es más que un acto de observación, pero en condiciones preestablecidas y cuidado-
samente controladas, que pueden ser reproducidas posteriormente, sin lo cual sus resultados no
podrían ser aceptados por otros investigadores.

10
1. Introducción a la metodología científica

En general se trata, además, de una observación cuantitativa traducible a resultados numéricos


(datos) que hay que comparar con los predichos por la hipótesis. Este doble aspecto -condiciones
controladas y carácter cuantitativo de la observación- es el que diferencia fundamentalmente el
experimento de la observación ordinaria. El control de las condiciones se hace teniendo en cuen-
ta la necesidad de descomponer los fenómenos complejos en partes más fácilmente abordables
(análisis), como ya vimos al hablar del planteamiento del problema. Ello hace que el experimen-
to se realice con frecuencia en condiciones especiales que no se dan en la naturaleza (lo que afec-
tará al campo de validez de los resultados que se obtengan).

En el planteamiento de experimentos hay un indiscutible aspecto creativo, tanto en el diseño de


los montajes experimentales adecuados como en la superación de todas las dificultades que apa-
recen en la práctica. También desempeñan un papel esencial el uso de la tecnología, la capacidad
organizativa, etc., convirtiendo así la investigación en un proceso en el que se ponen en juego
necesariamente toda una multiplicidad de facetas de la actividad humana en sus aspectos indivi-
dual y colectivo.

A.8.¿Qué ocurre cuando los resultados de un experimento científico contradicen las bases de
una teoría científica bien establecida?

Existe una idea simplista según la cual habría que rechazar inmediatamente esa teoría. Afortuna-
damente no es así: Para que una teoría científica sea eliminada hace falta no solo una amplia y
rigurosa evidencia experimental reiterada y en contra, sino también que exista una nueva teoría
capaz de suplirla con ventaja, es decir, que explique todo lo que explicaba la anterior y también
los nuevos resultados experimentales. Además la nueva teoría ha de ser examinada y aceptada
por la mayoría de la comunidad científica.

A.9.Exponed algunas de las técnicas que consideréis adecuadas para la interpretación de los
resultados de un experimento.

Los datos y resultados obtenidos en una investigación científica se suelen recoger mediante ta-
blas. También se busca confirmar las hipótesis analizando las posibles relaciones entre distintas
magnitudes. Estos análisis requieren a menudo la construcción e interpretación de gráficas.
Otro aspecto fundamental es la determinación de la fiabilidad de los resultados alcanzados, que
exige la repetición del experimento y un tratamiento matemático de los mismos (conocido como
determinación del valor representativo y cálculo de la imprecisión). Todo ello se podrá estudiar
con cierto detalle en el tema siguiente.

A.10. ¿Qué ocurre con los resultados de una investigación científica, una vez ésta se finaliza?

Cuando se realiza una investigación científica es habitual que el equipo que está trabajando sobre
ella vaya dando a conocer al resto de la comunidad científica los resultados que van obteniendo,
participando en congresos, encuentros con otros equipos que trabajan en el mismo tema o en
otros relacionados, y publicando artículos en revistas especializadas.

Los resultados suelen ser replicados por otros investigadores, lo que habitualmente conduce a su
aceptación o rechazo por el resto de la comunidad científica. Normalmente, los resultados se
integran en los cuerpos de conocimientos ya establecidos aumentándolos si bien, a veces, obligan
a realizar algunas modificaciones. También puede suceder (mucho más raramente) que obliguen
a cuestionar las propias bases de alguna teoría científica vigente y que eso lleve a una crisis. Esto
ha ocurrido algunas veces en la historia de la ciencia, como, por ejemplo, con la crisis de la física
clásica y el surgimiento de la física moderna.

11
1. Introducción a la metodología científica

En general, las buenas investigaciones dan respuesta a determinados problemas pero, a raíz de
los resultados obtenidos en ellas, también contribuyen a que se generen nuevos problemas que
antes difícilmente se podían plantear.

Los resultados de algunas investigaciones también pueden afectar a la sociedad de muchas for-
mas. No sólo por sus posibles aplicaciones prácticas o sus efectos sobre el medio ambiente, sino
también porque, a veces, afectan incluso a ideas muy arraigadas o a creencias religiosas. Pensad,
por ejemplo, en los trabajos de Darwin sobre la evolución de las especies o en las actuales inves-
tigaciones sobre genética, reproducción asistida, trabajos con “células madre”, clonación, etc.

A.11.Exponed las ideas que se posean sobre lo que se entiende por leyes y por teorías científicas

A veces, en el lenguaje cotidiano se utiliza teoría o teórico como sinónimo de hipótesis o hipoté-
tico (de algo que falta comprobar); sin embargo, en el lenguaje científico una teoría no es una
hipótesis sino un gran cuerpo coherente de conocimientos en el que hay conceptos, hipótesis,
leyes, relaciones entre distintas magnitudes, modelos, etc. Una teoría científica es un sistema que
tiene una gran coherencia interna. Se habla así de la teoría de la relatividad, la teoría electro-
magnética, la teoría atómica y molecular de la materia, etc. A veces las hipótesis confirmadas
pueden ser expresadas mediante relaciones matemáticas más o menos complicadas que funcio-
nan bien para resolver muchos problemas. Se denominan leyes. Por ejemplo, las leyes de conser-
vación de la masa, de la energía y de la cantidad de movimiento.

2. EL MODO DE CRECIMIENTO DE LAS CIENCIAS

Sabemos que los conocimientos científicos en un campo determinado se van desarrollando a lo


largo del tiempo. Una cuestión importante es analizar cómo se produce ese crecimiento.

A.12. Supuesto que se haya definido una magnitud C que determine, de forma aproximada, el
nivel científico de una época en un dominio concreto (como física o química), analizad las si-
guientes gráficas en las que se muestran posibles evoluciones de C con el tiempo y señalad cuál
de ellas se ajusta más, en vuestra opinión, a la realidad.

C C C

t t t

La primera da a entender un crecimiento regular, lineal, en el que los nuevos conocimientos vie-
nen simplemente a sumarse a los anteriores engrandeciendo así el edificio original. Esto es erró-
neo pero también es una idea deformada sobre la ciencia, que tienen algunas personas. La segun-
da contiene la idea, en parte acertada, de un crecimiento exponencial (cada vez en un mismo in-
tervalo de tiempo, se producen más conocimientos) y la tercera introduce la de un desarrollo no
regular con altibajos y periodos de estancamiento, pero también con grandes saltos hacia delante
y con un crecimiento cada vez mayor. Esta última también incorpora a su vez la idea de un inicio
confuso en el que no sabemos muy bien cuándo comienza a desarrollarse históricamente una
ciencia como, por ejemplo, la física o la química, y es la que más se ajusta a la realidad.

12
1. Introducción a la metodología científica

3. CIENCIA, TECNOLOGÍA, SOCIEDAD Y MEDIO AMBIENTE:


UNAS RELACIONES CONTROVERTIDAS

A.13. Exponed las relaciones que se considere existen entre la ciencia y la tecnología

A veces, se distingue entre la ciencia “pura” en la que se investiga simplemente para conocer
más y mejor a la naturaleza y la tecnología, que estaría destinada más bien a la resolución de
problemas prácticos. Desde este punto de vista, la tecnología se podría considerar como las apli-
caciones prácticas que se pueden derivar de los conocimientos científicos. Sin embargo, la rela-
ción entre ciencia y tecnología es mucho más compleja que todo eso, y una distinción neta entre
ambas es prácticamente imposible: En primer lugar, muchas investigaciones han tenido su origen
en problemas de orden técnico (el estudio de la composición de movimientos realizado por Gali-
leo, por ejemplo, es solidario de la práctica de lanzamiento de proyectiles por los artilleros).
Además, el avance técnico determina con frecuencia la misma posibilidad del trabajo científico
¿Serían concebibles, por ejemplo, los progresos en astronomía sin los telescopios o los avances
en el conocimiento del genoma humano sin los ordenadores?

Esta interdependencia es cada vez más marcada y ha llevado a muchos autores a rechazar la dis-
tinción entre ciencia pura y ciencia aplicada. En este sentido se habla de una revolución científi-
co-tecnológica caracterizada, entre otras cosas, por la eliminación de las tareas más simples (me-
diante la automatización y las computadoras) y por grandes avances en distintos campos de la
ciencia y la industria. Frente a estos avances, más de 1500 millones de seres humanos malviven
actualmente en la pobreza más absoluta y los indicadores de la salud del medio ambiente resultan
cada vez más negativos (aumento del efecto invernadero, agotamiento de recursos naturales,
contaminación en todas sus formas, desertización, deforestación, etc.,).

Algunos achacan precisamente a la ciencia-tecnología la responsabilidad de los graves proble-


mas que amenazan a la humanidad. Se trata también de una idea simplista. En efecto: no pode-
mos ignorar que son científicos-tecnólogos quienes estudian esos problemas y ponen a punto
posibles soluciones, aunque también han producido, por ejemplo, armas químicas o compuestos
que destruyen la capa de ozono, pero junto con economistas, empresarios, políticos y trabajado-
res. Por tanto, las críticas no han de ir hacia el desarrollo científico-tecnológico sino hacia dónde
enfocamos ese desarrollo y qué uso hacemos del mismo. La responsabilidad de usar la ciencia-
tecnología para contribuir a un desarrollo sostenible, respetuoso con el medio ambiente y que no
comprometa las necesidades de las generaciones futuras, es de todos, incluyéndonos a nosotros
mismos, los “simples” consumidores.

13
1. Introducción a la metodología científica

RECAPITULACIÓN

A lo largo de este tema hemos tenido ocasión de aproximarnos a lo que son la ciencia y la meto-
dología científica, criticando algunas de las ideas simplistas que existen al respecto y analizando
las relaciones existentes entre ciencia, tecnología y sociedad.

En el tema siguiente nos detendremos a estudiar con más detalle uno de los aspectos que ya
hemos mencionado en éste. Nos referimos al importante papel que tienen en la ciencia las mag-
nitudes, cómo se pueden medir y cómo se pueden dar los resultados de las medidas.

Para terminar, a modo de resumen de lo visto hasta aquí, os proponemos las siguientes activida-
des:

A.14. Construid un diagrama representativo de una investigación científica en el que se recojan


y conecten entre sí los aspectos principales de la metodología científica, desde el planteamiento
del problema a la interpretación de los resultados, su aceptación, etc.

La realización de la actividad anterior lleva a pensar en primer lugar en aspectos fundamentales


en cualquier investigación científica como son: el planteamiento de un problema, análisis del
mismo, estudio de la bibliografía, emisión de hipótesis, elaboración de posibles diseños para
contrastar (de alguna forma) las hipótesis, realización de experimentos, medidas, recogida de los
datos en tablas, tratamiento y análisis de resultados para ver si confirman o no las hipótesis, plan-
teamiento de nuevos problemas surgidos a raíz de la investigación realizada, etc.

Además hay que conectar los aspectos anteriores entre sí, teniendo en cuenta otros, tales como:
el carácter colectivo del trabajo científico (incluyendo en los equipos a mujeres), las interaccio-
nes entre ciencia, tecnología, sociedad y medio ambiente, la idea de que existen dudas, equivo-
caciones, vueltas atrás, etc.

Finalmente, conviene tener presentes las ideas simplistas o equivocadas sobre la ciencia y el tra-
bajo científico a que nos hemos referido en el tema y tratar de no cometerlas o incluso criticarlas,
en el diagrama que se elabore.

Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, es posible elaborar un diagrama similar al que
se expone a continuación.

En él se han intentado evitar algunas ideas simplistas sobre la ciencia y el trabajo científico. Así,
por ejemplo, podemos ver cómo se sale al paso de una imagen masculina de la ciencia al escribir
científicos y científicas; análogamente se cuestiona la visión individualista (equipos de científi-
cos y ... congresos, artículos, etc. ); la descontextualizada (implicaciones sociales, medioambien-
tales..., modificar creencias), etc. Así mismo se transmite una imagen dinámica, no cerrada, de la
ciencia (generar nuevos problemas) y se resaltan aspectos esenciales de la actividad científica
(emisión de hipótesis, diseño experimental, búsqueda de globalidad y coherencia (los nuevos
conocimientos se integran en el cuerpo de conocimientos de que se parte). Por otra parte, las
dobles flechas hacen énfasis en que durante una investigación científica suele haber retoques,
replanteamientos, etc., es decir, que no se trata de seguir una especie de “receta” donde todos los
pasos ya están predeterminados.

14
1. Introducción a la metodología científica

UN DIAGRAMA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA


Representación esquemática de un proceso abierto, sin reglas ni etapas rígidas

Situación problemática
abierta y, a menudo, confusa Equipos de científicos y científicas
analizan la situación, estudian la Cuerpo de conocimientos científicos
que puede tener su origen
en otras investigaciones, y tecnológicos disponible
desarrollos tecnocientíficos, bibliografía, argumentan, debaten
necesidades sociales ... y toman decisiones más creencias, actitudes e intereses
(personales y colectivos), necesidades
socioeconómicas, situación política...)

Planteamiento preciso
del problema Nuevos conocimientos que mediante
ampliaciones, retoques o
s
ma (muy raramente) replanteamientos
bl e
r p ro globales, se integran en el
l ant ea
Rep
Construcción de hipótesis
Nue v as h ipóte sis fundamentadas, susceptibles
de ser puestas a prueba
Verificar o falsar las
Nu hipótesis y a construir
evos
diseñ nuevos conocimientos
os

Concepción de estrategias y
diseños diversos para la
. Modificar creencias y actitudes
puesta a prueba de las hipótesis (personales o sociales) así como
en condiciones controladas, las concepciones sobre la ciencia
prestando una atención especial
al papel de la tecnología

Establecer "puentes"con otros


. campos de la ciencia y favorecer
que pueden Realización de los los procesos de unificación
demandar experimentos diseñados entre dominios inicialmente
autónomos

que pueden Interpretación de resultados Tomar decisiones fundamentadas


a la luz de las hipótesis, de acerca de la conveniencia de
demandar los resultados de otras diferentes desarrollos
investigaciones y del cuerpo tecnocientíficos y la aplicación
teórico
sistemática del principio de
prudencia, para hacer posible un
fururo sostenible

Comunicación del trabajo


realizado: artículos, encuentros Concebir nuevos problemas que
e intercambios con otros abran perspectivas a la
equipos, congresos… investigación realizada

Formar nuevos investigadores


(evitando discriminaciones
Tod

oe a por razones étnicas o de género)


s te tra tribuir
ba jo puede con

A.15. Analizad el diagrama de arriba tratando de identificar los aspectos esenciales del trabajo
científico reflejados en el mismo y las ideas simplistas que se cuestionan.

Al comienzo del tema se expuso una viñeta en la que había un científico investigando y pudimos
ver que en ella había presentes determinadas ideas simplistas sobre la ciencia y el trabajo cientí-
fico y que, por el contrario, ciertos aspectos esenciales como la emisión de hipótesis, el carácter
de trabajo colectivo, etc., estaban ausentes. La verdad es que en una sola viñeta resulta imposible
reflejar la riqueza y complejidad del trabajo científico. Para aproximarse a ello es mucho mejor
elaborar un cómic, una historieta en la que se intente recoger la mayoría de las características
esenciales de la ciencia y el trabajo científico.
15
1. Introducción a la metodología científica

A.16. Analizad el cómic siguiente, tratando de identificar algunas de las características esencia-
les de la metodología científica a los que nos hemos venido refiriendo así como las ideas sim-
plistas sobre la ciencia y el trabajo científico que se cuestionan. Indicad las viñetas pertinentes.

16
1. Introducción a la metodología científica

1. METODOLOGÍA CIENTÍFICA. ACTIVIDADES DE REFUERZO

1. Elaborad una lista con todas las ideas simplistas sobre la ciencia, los científicos y el trabajo
científico, que se hayan tratado en este tema.

2. Sugerid algunas decisiones que los gobiernos deberían tomar para lograr un desarrollo soste-
nible, respetuoso con los seres vivos y el medio ambiente y del que pudieran participar todos los
seres humanos.

3. ¿Qué es una hipótesis científica? ¿Qué es más importante en una hipótesis científica, que sea
verosímil o que se pueda contrastar experimentalmente?

4. Enumerad algunas diferencias entre el trabajo científico y el trabajo cotidiano

5. ¿Qué condiciones se tienen que dar para que una teoría científica sea rechazada?

6. Explicad las diferencias existentes entre hipótesis, ley y teoría científica

7. Rellenad la siguiente tabla (añadiendo las filas que sean necesarias), distribuyendo adecuada-
mente en cada columna los términos y proposiciones que se enumeran a continuación. (Puede
que sobren algunos).

Aspectos esenciales de la Ideas simplistas sobre la ciencia, Cualidades importantes para


metodología científica los científicos y su trabajo hacer investigación científica

Planteamiento de problemas de interés, religiosidad, emisión de hipótesis, la ciencia es cosa de


hombres, trabajar en equipo, análisis de resultados, imaginación, creatividad, la ciencia es algo
tan difícil que está reservada solo a unos cuentos genios, búsqueda de coherencia y de globali-
dad, muchos descubrimientos científicos ocurren por casualidad, moralidad, despiste, desorden,
elaboración de diseños experimentales, castidad, dogmatismo, seguir al pie de la letra un método,
capacidad crítica.

8. Dibujad un cómic inventando una historia sobre una investigación científica (no importa que
no sea real) en la que se reflejen la mayor parte posible de las características esenciales de la me-
todología científica que hemos comentado en el tema y, a su vez, se salga al paso de ideas sim-
plistas sobre la ciencia y/o el trabajo científico.

9. A continuación se describe, de forma cualitativa, una investigación llevada a cabo por el doc-
tor Semmelweis entre 1844 y 1848. Señalad qué hipótesis se emiten, qué diseños experimentales
se llevaron a cabo para comprobarlas y cuáles fueron los resultados.

Como miembro del equipo médico del hospital general de Viena, Semmelweis se sentía angustiado al ver
que una gran proporción de mujeres que habían dado a luz en el departamento A de dicho hospital, con-
traían una seria y, con frecuencia, fatal enfermedad, conocida como “fiebre puerperal” o fiebre después
del parto. Así en 1844, hasta 260 de un total de 3.157 madres del departamento A (un 8’2 % ) murieron
de esa enfermedad; en 1845 el índice de muertes era del 6’8 % y en 1846 del 11’4%. Estas cifras eran
sumamente alarmantes, porque en el departamento de maternidad B, de ese mismo hospital (que se en-
contraba al lado mismo del A), el porcentaje de muertes por fiebre puerperal había sido mucho más bajo:

17
1. Introducción a la metodología científica

2’3%; 2’0% y 2’7% en los mismos años. Una opinión ampliamente aceptada en la época atribuía las olas
de fiebre puerperal a "influencias epidémicas" que se describían vagamente como cambios "atmosféricos,
cósmicos y telúricos".

Sin embargo, para Semmelweis era difícil admitir que fuera posible que dichas influencias se manifesta-
sen preferentemente en el departamento A y menos en el B. Una epidemia de verdad, como por ejemplo
el cólera, no sería tan selectiva. Por otra parte se daba el hecho de que algunas mujeres que vivían lejos y
habían dado a luz en la calle yendo de camino hacia el hospital, a pesar de ser internadas en el departa-
mento A, no solían contraer la enfermedad.

Según otra opinión, la causa de la elevada mortandad por fiebre puerperal era el hacinamiento y la mala
alimentación. Semmelweis señala a este respecto que el hacinamiento era mayor en el departamento B
que en el A (en parte como consecuencia de los desesperados esfuerzos de las pacientes por evitar que las
ingresaran en el tristemente famoso departamento A), lo cual debería hacer que muriesen más en dicho
departamento, cuando, sin embargo, el fenómeno era justamente el contrario. Por otra parte, la alimenta-
ción era la misma en ambos departamentos.

En el año 1846 una comisión creada para investigar el asunto, atribuyó la elevada frecuencia de la enfer-
medad en el departamento A, a los reconocimientos poco cuidadosos a que las pacientes eran sometidas
por los estudiantes de medicina que realizaban sus prácticas de obstetricia en dicho hospital.

No obstante, a Semmelweis tampoco le convencía demasiado esta explicación ya que los daños y lesiones
que se producen de forma natural durante el proceso del parto, son mucho mayores que los que podían
causar los estudiantes de medicina menos hábiles. Además estaba el hecho de que en el departamento B,
las mujeres eran reconocidas por comadronas que empleaban para ello las mismas técnicas y procedi-
mientos que los estudiantes del departamento A.

Se acudió entonces a explicaciones psicológicas. Una de ellas hacía notar que el departamento A estaba
situado de forma que, un sacerdote que iba hacia la enfermería de ese departamento a llevar los últimos
sacramentos a las moribundas, tenía que pasar por todas sus salas. Mientras que, para entrar en la enfer-
mería del departamento B, no debía de atravesar ninguna de sus salas, ya que ésta tenía otro acceso más
directo. Se sostenía que era precisamente la aparición de la negra figura del sacerdote, precedida por un
monaguillo haciendo sonar una campanilla, la que producía un efecto terrorífico y debilitaba a las pacien-
tes de las salas, que se hacían así más propicias a contraer la enfermedad.

Para contrastar esta posibilidad, se facilitó al sacerdote otro acceso a la enfermería del departamento A,
que evitaba pasar por delante de las pacientes. A pesar de ello, no se produjo ninguna variación notable en
la incidencia de la enfermedad y seguían muriendo más pacientes del departamento A que del B.

Finalmente, en 1847, un médico del mismo hospital, recibió una herida penetrante en un dedo, producida
por el escalpelo de un estudiante con el que estaba realizando una autopsia. Dicho médico murió poco
después de padecer una agonía durante la cual mostró los mismos síntomas que se habían observado en
las mujeres víctimas de fiebre puerperal.

Para Semmelweis no pasó desapercibida esta observación y, aunque en aquella época todavía no se había
descubierto el papel de los microorganismos en este tipo de infecciones, pensó que el escalpelo del estu-
diante había introducido "materia cadavérica" en la corriente sanguínea de su profesor y que ello había
sido la causa de su muerte. De igual forma, las mujeres que morían por fiebre puerperal, sufrían un enve-
nenamiento en la sangre del mismo tipo: tanto él mismo como sus colegas y los estudiantes de medicina
que hacían las prácticas, habían sido los portadores de la materia infecciosa, porque todos solían llegar a

18
1. Introducción a la metodología científica

reconocer a las pacientes del departamento A, poco después de haber realizado disecciones en la sala de
autopsias y reconocían a las parturientas tras haberse lavado las manos de un modo tan superficial que
éstas conservaban a menudo un característico olor a suciedad. En apoyo de este razonamiento, estaba el
hecho de que las comadronas que reconocían a las pacientes del departamento B, no realizaban prácticas
de disección para su preparación profesional y también que la mortandad fuese menor en los casos de
"parto callejero" ya que a las mujeres que llegaban con su niño en brazos, casi nunca se les sometía a
reconocimiento después de su ingreso.

Para poner a prueba esta nueva posibilidad Semmelweis pensó en prevenir la fiebre puerperal destruyen-
do químicamente el material infeccioso adherido a las manos, mediante una disolución de cal clorurada,
que se utilizaría para lavarse las manos previamente a cualquier reconocimiento de parturientas.

Se dictó una orden por la que tanto profesores como estudiantes de medicina o comadronas, debían de
lavarse concienzudamente las manos con dicha solución antes de reconocer a ninguna enferma y se puso
inmediatamente en práctica.

Al poco de ponerse en vigencia dichas normas, la mortalidad puerperal comenzó a decrecer y en el año
1848 descendió hasta el 1’27% en el departamento A y el 1’33% en el B.

10. A continuación se describe, de forma cualitativa, una investigación llevada a cabo por el doc-
tor Claude Bernard (1814–1878). Señalad todos los aspectos del trabajo científico que en ella
se vean reflejados, desde el planteamiento del problema a nuevas perspectivas abiertas.

C. Bernard en el curso de sus investigaciones sobre las causas del envenenamiento por monóxido de carbono
(CO) ...

... envenenó a un perro haciéndole respirar CO y procedió inmediatamente a abrir su cuerpo observando el
estado de la sangre.

Inmediatamente le llamó la atención el hecho de que la sangre de las venas tenía un color rojo vivo que es
el color típico de la sangre de las arterias.

Repitió la experiencia con otros animales encontrando siempre el mismo resultado: la sangre venosa envene-
nada tenía idéntico aspecto (rojo vivo) que la sangre arterial.

Reflexionando sobre este hecho, C. Bernard escribió:

"El color rojo vivo, me dije, es característico de la sangre arterial y está en relación con la presencia de oxíge-
no en una fuerte proporción, mientras que la coloración negra, característica de la sangre venosa, se debe a la
desaparición del oxígeno y a una mayor presencia de dióxido de carbono (CO2), por consiguiente se me ocu-
rrió que el CO, al hacer persistir el color rojo vivo en la sangre venosa, habría tal vez impedido que el oxíge-
no pasara a CO2. Me parecía sin embargo difícil de comprender cómo esto podía ser la causa de la muerte ...

... pero si mis razonamientos eran correctos, la sangre tomada de las venas de los animales envenenados por
CO, debería de contener oxígeno, tal y como ocurre en la sangre arterial."

C. Bernard, hizo pasar entonces hidrógeno por la sangre venosa de un animal envenenado por CO, esperando
que, tal y como ocurre en la sangre arterial, éste hidrógeno se uniera al oxígeno, poniendo así en evidencia la
existencia de éste último en la sangre venosa envenenada.

19
1. Introducción a la metodología científica

El resultado del experimento fue negativo. Sin embargo le sugirió nuevas ideas:

"Puesto que no había oxígeno en la sangre venosa envenenada, ni tampoco había tenido lugar el proceso
normal de paso de oxígeno a CO2, quizás el CO era el que había desplazado al oxígeno de la sangre".

Mezcló entonces, CO con sangre arterial de un animal sano dentro de un recipiente cerrado y al cabo de cier-
to tiempo analizó el gas contenido en dicho recipiente, constatando que se había enriquecido notablemente en
oxigeno mientras que había disminuido la cantidad de CO inicialmente presente.

"Estas experiencias repetidas en las mismas condiciones, me enseñaron que se había producido un simple
intercambio volumen a volumen entre el CO y el O2 de la sangre. Pero el CO, quedaba fijo en la sangre sin
poder ya ser desplazado ni por el O2 ni por otros gases".

Más tarde se comprobó que el CO se combina fuertemente con la hematoglobulina de la sangre, haciendo que
los glóbulos sanguíneos queden como mineralizados, perdiendo así sus propiedades vitales y produciéndose
la muerte. Como resultados de estos estudios, C. Bernard no sólo explicó la causa del envenenamiento por
CO, sino que puso a punto un nuevo método de análisis de gases de la sangre que se generalizó rápidamente
y abrió perspectivas sobre el mecanismo de ciertas anemias.

11. Mary Montagu fue una brillante escritora británica y luchadora por los derechos de la mu-
jer. En 1716 nombraron embajador a su esposo y el matrimonio viajó a Turquía. A continuación
se describen sus intentos para difundir en el Reino Unido un tratamiento contra la viruela. Leed
el texto siguiente con atención y después explicad qué problema intentaba resolver Mary Monta-
gu y qué hipótesis intentaba poner a prueba.

Ya en el siglo XI en India y China los médicos manipulaban el sistema inmunitario. Al soplar


polvo de costras de un enfermo de viruela en los orificios nasales de sus pacientes, solían provo-
car una enfermedad leve que evitaba un contagio posterior más grave.

Este tratamiento y otros similares fueron difundidos y modificados por todo Oriente. Cuando
Mary Montagu viajó a Turquía en 1917, se dio cuenta de que mientras que en Europa la viruela
era una enfermedad terrible y letal, en Oriente solía ser leve porque allí los médicos arañaban la
piel de una persona joven y sana para después infectar la herida con un poco de pus de un enfer-
mo de viruela. La persona enfermaba, en la mayoría de los casos de forma leve, y luego quedaba
protegida frente a esta infección.

Estaba tan convencida de la seguridad de estas inoculaciones que durante su estancia en Turquía
pidió que inoculasen a su hijo y, cuando volvió a Inglaterra decidió mostrar la eficacia de este
tratamiento. Para ello consiguió que un prestigioso doctor inoculara a su hija bajo la atenta mira-
da de varios miembros de la Real Sociedad de Medicina de Londres.

A pesar de la eficacia de los resultados en sus hijos y a los buenos informes que traía sobre los
buenos resultados de esta práctica en Turquía, Montagu no consiguió su propósito de difundir
este tratamiento en su país, debido fundamentalmente a la obstinación y prejuicios de médicos
conservadores y clérigos.

En 1796, setenta años más tarde, el doctor Edward Jenner conoció los trabajos de Mary y perfec-
cionó las técnicas, pasando a la historia como el descubridor de la vacuna contra la viruela.

(Texto extraído del trabajo de investigación de Isabel Mira, 2011. Les competències bàsiques en ciència i
tecnologia com a evidències de l'alfabetització científica i tecnológica).
20
2. LAS MAGNITUDES Y SU MEDIDA

¿Qué es y cómo se mide una magnitud? ¿Cómo se expresan e interpretan los resultados?

En el trabajo científico, la realización de medidas (temperaturas, tiempos, concentraciones, lon-


gitudes, etc.) para obtener datos cuantitativos, tiene una gran importancia. Por ejemplo, sabemos
que fenómenos caloríficos como la fusión o la dilatación eran conocidos desde la antigüedad,
pero no fue hasta finales del siglo XVIII cuando fue posible comenzar un estudio científico sobre
el calor, gracias a la invención de instrumentos como el termómetro. No es de extrañar, pues, que
un científico como B. Thompson resaltara la importancia del proceso de medida, afirmando que:

"Solo cuando es posible medir y expresar de forma numérica aquello de lo que se habla, se puede decir
que se sabe algo acerca de ello"

A lo largo de este curso realizaremos algunos trabajos experimentales en los que tendréis ocasión
de utilizar distintos aparatos con los que medir. Por ello, conviene que antes nos planteemos al-
gunas preguntas relacionadas con el proceso de medida:
 ¿Qué es medir? ¿Es posible conocer el valor exacto de una medida?
 ¿Cómo podemos obtener información acerca de lo fiable que es un resultado?
 ¿Cómo se expresa correctamente el resultado de una medida?
 ¿Qué técnicas se pueden utilizar para recoger los datos de las medidas y para interpretarlos?

1. MAGNITUD, UNIDAD Y VALOR

A.1. Con objeto de establecer en qué consiste el proceso de medida,


proceded a medir, de alguna forma, la anchura de vuestra mesa de
trabajo y, a continuación, indicad qué magnitud se ha medido, qué
unidad de medida se ha utilizado y qué valor se ha obtenido.

Una magnitud se puede considerar, en principio, como algo que se puede medir. En la actividad
propuesta la magnitud medida es una longitud. Además de la longitud existen otras muchas
magnitudes como, por ejemplo: el peso, el volumen, la carga eléctrica, la fuerza, la concentra-
ción de una disolución, etc. Todas ellas se pueden medir. En cambio el dolor, el placer o el mie-
do, no son (al menos por el momento) magnitudes porque, aunque se trata de sensaciones que
una persona puede experimentar con mayor o menor intensidad, no existe forma de saber si, por
ejemplo, un cierto dolor es doble o triple que otro.

Medir una magnitud consiste en comparar una determinada cantidad de esa magnitud (por ejem-
plo, la longitud que tiene el ancho de la mesa) con otra cantidad, de esa misma magnitud, que se
toma como unidad (por ejemplo, el centímetro). El número de veces que está contenida la canti-
dad que tomamos como unidad, en la cantidad que deseamos medir, constituye el valor de esa
medida. En consecuencia, conviene tener en cuenta que:

El resultado de una medida no puede darse indicando sólo el valor numérico, sino que ha de ir acom-
pañado de la unidad de medida empleada. Así, para expresar una longitud de cuarenta centímetros
escribiremos: l = 40 cm.

21
2. Las magnitudes y su medida

A.2. Construid una tabla de dos columnas (magnitudes, unidades) y distribuid en ella convenien-
temente emparejados los siguientes términos: velocidad, metro, longitud, tiempo, superficie,
grado centígrado, g/cm3, newton, m2, kilogramo, volumen, m/s, segundo, litro, masa, densidad,
peso, amperio, temperatura.

2. SISTEMA INTERNACIONAL DE UNIDADES

En septiembre de 1999 la NASA perdió una sonda espacial no tripulada que debía de haber colo-
cado en órbita en el planeta Marte. Según los medios de comunicación, este desafortunado suce-
so se debió a que, al realizar los cálculos, se mezclaron medidas realizadas en unidades diferen-
tes (pulgadas y centímetros).
Para evitar confusiones como la anterior y facilitar la comprensión de los resultados de las medi-
das así como su comparación, hace tiempo que los científicos llegaron a unos acuerdos interna-
cionales sobre las unidades de medida a utilizar (con sus correspondientes múltiplos y divisores)
para medir cada magnitud. De esta forma se elaboró el Sistema Internacional de Unidades
(S.I.), que es el que nosotros usaremos en la mayoría de los casos. (En ocasiones, manejaremos
unidades que, aunque no pertenecen al sistema internacional, son muy conocidas, debido a que
se utilizan mucho en la vida cotidiana, como el litro, el km/h, el gramo, etc.).
En la tabla siguiente se dan algunas magnitudes, su símbolo y su unidad internacional

Magnitud Símbolo internacional Unidad internacional


Longitud l metro (m)
Masa m kilogramo (kg)
Tiempo t segundo (s)
Superficie S metro cuadrado (m2)
Volumen V metro cúbico (m3)
Densidad  kg/m3
Aceleración a m/s2
Fuerza F newton (N)
Trabajo W julio (J)
Calor Q julio (J)
Temperatura T kelvin (K)
Intensidad de corriente eléctrica I amperio (A)
Resistencia eléctrica R ohmio ()
Frecuencia f hertzio (Hz)
Carga eléctrica q culombio (C)
Cantidad de sustancia n mol (mol)

Las magnitudes longitud, masa y tiempo se consideran magnitudes fundamentales porque no se


han definido a partir de otras. En cambio, la superficie y el volumen se han definido a partir de la
longitud, la velocidad a partir de longitud y tiempo, la densidad a partir de masa y volumen, etc.,
por eso se consideran magnitudes derivadas.

A.3. Explicad qué es una superficie de 1 m2 y un volumen de 1 m3.


22
2. Las magnitudes y su medida

3. OTRAS UNIDADES DIFERENTES A LAS DEL SISTEMA INTERNACIONAL

A pesar de que conviene utilizar el Sistema Internacional siempre que sea posible, hay muchas
situaciones en las que se utilizan múltiplos y submúltiplos.

El múltiplo o el submúltiplo se forman anteponiendo un prefijo a la unidad del Sistema Interna-


cional. Por ejemplo centí-metro significa la centésima parte del metro y su símbolo es cm donde
c es el prefijo (centésima) y m es la unidad internacional (metro).
Conviene recordar los siguientes significados:

Prefijo Símbolo Significado


giga (mil millones) G 1000 000 000 = 109
mega (un millón) M 1 000 000 = 106
kilo (mil) k 1000 = 103
hecto (cien) h 100 = 102
deca (diez) da 10

deci (décima parte) d 1/10 = 0’1 = 10-1


centi (centésima parte) c 1/100 = 0’01 = 10-2
mili (milésima parte) m 1/1000 = 0’001 = 10-3
micro (millonésima parte)  1/1 000 000 = 0’000001 = 10-6
nano (una milésima parte de n 1/1000 000 000 = 0’000000001 = 10-9
la millonésima parte)

En el caso particular de la unidad de tiempo se suelen utilizar múltiplos que no se forman con un
prefijo, sino con un nombre distinto. Así:

1 minuto = 1 min = 60 s; 1 hora = 1 h = 3600 s; 1 día = 86 400 s; etc.

De acuerdo con lo anterior, una frecuencia de, por ejemplo 1000 MHz, supone una frecuencia de
1000 millones de hertzios (Hz), es decir: de 1 gigahertzio = 1 GHz.

A.4. Expresad las siguientes cantidades en unidades internacionales, utilizando potencias de 10.

a) 85 km; b) 2’5 GHz; c) 250 MHz; d) 0’7 km; e) 26 hm; f) 690 dam; g) 125 años.

A.5. Expresad las siguientes cantidades en unidades internacionales, utilizando potencias de 10.

a) 85 mm; b) 7 cm; c) 3 mm; d) 250 g; e) 8 m; f) 0’005 g; g) 250 m; h) 600 nm

Naturalmente, en muchos casos la utilización de una unidad de medida u otra depende de lo que
vayamos a medir. Por ejemplo: no tiene sentido medir la longitud de una carretera en mm ni la
masa de un camión en g, como tampoco lo tiene medir el grosor de la hoja de un libro en km ni
la masa de un diamante en kg.

23
2. Las magnitudes y su medida

A.6. Explicad qué unidad de longitud se suele utilizar para medir:

a) El diámetro de una pequeña moneda


b) La anchura de la mesa de trabajo
c) La longitud del aula
d) La distancia entre Valencia y Madrid

La respuesta a la actividad anterior permite comprender la necesidad de conocer cómo se puede


pasar de unas unidades de medida a otras. No obstante, antes es conveniente que revisemos el
significado de algunas de las unidades de medida más frecuentemente utilizadas.

A.7. Señalad algo concreto que aproximadamente pueda tener:

a) Una longitud de: 1 mm, 1 cm, 1 m, 1 km.


b) Una superficie de: 1mm2, 1cm2, 1dm2, 1m2.
c) Un volumen de: 1cm3, 1dm3 = 1, 1 m3.
b) Una masa de: 1 g, 1 kg, 1 t ( t = tonelada = 1000 kg).

A.8. Proceded a medir aproximadamente (en la unidad que más convenga), lo siguiente:

a) El grosor y el diámetro de una moneda de 1euro; la anchura y longitud de la mesa de traba-


jo; la longitud, anchura y altura del aula.
b) La superficie de la mesa de trabajo, la superficie del aula.
c) El volumen de un dado pequeño, el volumen de una caja de leche, el volumen del aula.
d) La masa de una moneda de 1 euro, la masa de 1 de agua.

La realización de las dos actividades anteriores permite familiarizarse con algunas unidades de
medida que se usan habitualmente. Una cuestión importante es cómo podemos transformar el
resultado de la medida de una cierta magnitud a otras unidades distintas (pero, por supuesto, de
la misma magnitud) de las que viene expresado. Por ejemplo: ¿Cuántos milímetros de longitud
mide el diámetro de una moneda de 1’5 cm de ancha? o bien ¿A cuantos m/s equivale una rapi-
dez de 72 km/h? Saber hacer esto es fundamental cuando se quieren comparar datos de una
magnitud dada, que están expresados en distintas unidades. Por ejemplo: ¿Qué rapidez es
mayor, una de 40 m/s u otra de 108 km/h?

A continuación, estudiaremos cómo se hacen algunos cambios de unidades, pero antes conviene
saber un par de cosas:

 Después de hacer una cambio de unidades hay que analizar el resultado para ver si es lógico
o no. Por ejemplo: Si un estudiante calcula que 1 cm 3 equivale a 1000 , cuando analice este
resultado ha de darse cuenta de que es absurdo, porque eso equivale a decir (aproximadamen-
te) que dentro de un dado de jugar al parchís cabrían 1000 litros de agua.

 No se pueden comparar unidades de distintas magnitudes. Preguntar por ejemplo a cuántos


segundos equivalen 3 m, sumar 5 kg + 8 m, querer pasar 5 metros a metros cuadrados (m 2),
etc., son cosas tan absurdas como preguntar, por ejemplo, cuánto es 5 peras más 8 mesas.

24
2. Las magnitudes y su medida

4. CAMBIOS DE UNIDADES

Para cambiar unidades de longitud, superficie, volumen y masa, es útil recordar los siguientes
esquemas (en los que se han resaltado en negrilla las unidades del sistema internacional):

km km2 kg
km3
hm hm2 hm3 hg
dam dam2 dam3 dag
m m2 m3 m3 g
dm dm2 dm3 dg
2 2
cm cm2 cm3 cg
mm mm2 mm3 mg

En la escalera de la longitud, cada escalón es 10 veces mayor que el escalón inmediato inferior.
En la escalera de la superficie, cada escalón es 100 veces (102) el escalón inmediato inferior.
En la escalera del volumen, cada escalón es 1000 veces (10 3) el escalón inmediato inferior.
En la escalera de la masa, cada escalón es 10 veces el escalón inmediato inferior.

La razón del “tamaño” de los escalones anteriores radica en el significado (ya visto antes) de los
prefijos como potencias de 10. Así, por ejemplo:

1 km equivale a 103 m, porque 1 kilo = 1 k = 1000 = 103.


1 cm equivale a (1/100) m = 0’01m = 10-2 m, porque 1 centi = 1 c = 1/100 = 0’01 = 10-2
1 hm2 equivale a 10 000 m2 = 104 m2, porque 1 (hecto)2 = h2 es (100)2 = 10 000 = 104
1 hm3 equivale a 1 000 000 m3 = 106 m3, porque h3 es (100)3 = 1 000 000 = 106
1cm3 equivale a (1/1 000 000) m3 = 0’000 001 m3 = 10-6 m3, porque c3 = (0’01)3 = (10-2)3 = 10-6

A.9. Calculad: a) A cuántos m equivale una longitud de 180 cm. b) Cuántos kg son 2’5 g.
c) Cuántos hm3 son 1000  . d) Cuántos mm hay en 5 km.

a) Como cada cm son 10-2 m, bastará multiplicar los cm que nos dan (180) por 10-2, con lo que:
l = 180·10-2 m = 18·10-1 m = 1’8 m

Al mismo resultado se puede llegar si dividimos los cm que tenemos (180) entre los cm que tiene
1 m (100), de esa forma sabremos cuántos grupos de 100 cm podemos formar, es decir, cuántos
metros hay en los 180 cm.
l = 180/100 = 1’8 m

b) Como cada g son 10-3 kg, bastará multiplicar los g que nos dan (2’5) por 10-3, con lo que:
m = 2’5·10-3 kg

Al mismo resultado se llega dividiendo los g que tenemos (2’5) entre los g que tiene 1 kg (1000),
así sabremos cuántos grupos de 1000 g podemos formar, es decir, cuántos kg hay en 2’5 g.

m = 2’5/1000 = 0’0025 kg (que es lo mismo que 2’5·10-3 kg)


25
2. Las magnitudes y su medida

c) Como cada litro (dm3) son 10-9 hm3, bastará multiplicar los litros que nos dan (10 3) por 10-9,
con lo que:

V = 103·10-9 hm3 = 10-6 hm3

Al mismo resultado se puede llegar si dividimos los litros que tenemos (10 3) entre los litros que
tiene 1 hm3 (109) de esa forma sabremos cuántos grupos de 10 9  podemos formar, es decir,
cuántos hm3 hay en los 1000 .

V = 103/109 = 10-6 hm3

d) Como cada km son 106 mm, bastará multiplicar los km que nos dan (5) por 106, con lo que:

l = 5·106 mm

A.10. Rellenad las columnas de la derecha, realizando los cambios de unidades pertinentes

50 km m 8 mm m 20 m km
2 2 2 2 2
0’5 m cm 1 km m 48 dm m2
1 cm3 250 cm3   1 hm
3

500 g kg 60 kg g 30 g mg

A.11. Calculad:

a) A cuántos segundos equivalen 1’5 horas


b) A cuántas horas equivale 1 s
c) Cuántos segundos hay en un día.

Hasta ahora hemos venido manejando, principalmente, magnitudes fundamentales pero, natu-
ralmente, también se suelen cambiar las unidades a muchas magnitudes derivadas, como vamos a
ver a continuación:

A.12. Un vehículo se mueve con una rapidez de 72 km/h. ¿Cuál es su rapidez expresada en m/s?

Para realizar lo que se demanda en el enunciado basta con


escribir la rapidez que se nos da y cambiar cada una de las
unidades correspondientes:

km 1 km 1000 m 72000 m m Usa tr


v = 72  72   72     20 púb lic ans porte
h 1h 3600 s 3600 s s o

También suele suceder que se nos plantee el problema inverso


y tengamos que cambiar de unas unidades menores a otras
mayores. El procedimiento es el mismo que anteriormente,
pero recordando que para pasar de una unidad menor a otra
mayor, hay que dividir.

26
2. Las magnitudes y su medida

A.13. Una moto circula a 50 m/s ¿cuál es su rapidez en km/h?

 1 
  km
m 1m  1000  50  3600 km km
v = 50  50   50     180
s 1s  1  1000 h h
 h
 3600 

A.14. Realizad los cambios de unidades necesarios para completar la siguiente tabla

50 km/h m/s 30 m/s km/h 2km/min km/h


13’6 g/cm3 g/ 1600 g/ g/cm3 6 g/cm3 kg/m3

A.15. A continuación se reproducen unos cambios de unidades. En todos ellos hay errores. Iden-
tificadlos y, cuando sea posible, corregidlos:

a) 250 cm3 = 250 000 


b) 4 hm2 = 400 m
c) 0’05 cm = 5 m
d) 20 m/s = 1’2 km/h
e) 20  = 20 kg

Ahora que ya conocemos algunas magnitudes importantes, así como sus unidades correspondien-
tes, podemos plantearnos cómo se mide una magnitud y cómo expresar el resultado, pero para
eso conviene clarificar antes si tiene sentido o no hablar del valor exacto cuando se mide una
magnitud.

5. ¿ES POSIBLE CONOCER EL VALOR EXACTO DE UNA MAGNITUD?

Cuando queremos conocer, por ejemplo, la longitud de una barra metálica, si repetimos la medi-
da varias veces, podemos encontrarnos con dos situaciones: que todos los valores obtenidos sean
los mismos o que no lo sean.

A.16. Con una cinta métrica o reglas, proceded a medir la anchura de una hoja DIN A4. Cuan-
do ya todos hayáis realizado la medida, el profesor escribirá en la pizarra los resultados obteni-
dos (para usarlos después).

Al realizar la actividad anterior lo habitual es que todos los resultados no sean coincidentes sino
que hayan valores distintos. No obstante, podría darse el caso (raro) de que todos los resultados
fueran coincidentes. La actividad propuesta puede realizarse rápidamente si el profesor se asegu-
ra previamente de que todos los alumnos disponen de este tipo de hojas de tamaño estándar.

A.17. Supongamos que la anchura obtenida en todos los casos hubiera sido de 210 mm. ¿Quiere
esto decir que la hoja mide exactamente 210 mm?
Evidentemente la respuesta a la cuestión anterior es negativa. Si todos han medido lo mejor po-
sible, podemos pensar que todos han juzgado que el borde de la hoja estaba en medio de la divi-
sión correspondiente al milímetro nº 210 o muy próximo a él (tanto por exceso como por defec-
to). Podemos pues estar seguros de que la anchura de la hoja es mayor de 209 mm y menor de

27
2. Las magnitudes y su medida

211 mm, pero no de que mide exactamente 210 mm porque nadie puede garantizar que el borde
de la hoja coincide exactamente con la mitad justo de la rayita correspondiente al milímetro
210. Puede ser que le falte algo o puede ser que le sobre algo, pero no lo podemos ver con exac-
titud porque la cinta métrica manejada (o las reglas) solo aprecia hasta los mm. Esta misma si-
tuación se repetiría con un instrumento que apreciara décimas de mm, centésimas de mm, etc.
Así pues:

Si todos los valores obtenidos al medir algo son iguales, dicho valor se tomará como el valor
más representativo de la medida y estará afectado por un margen de imprecisión que se co-
rresponderá con el valor de la menor de las divisiones del instrumento de medida (conocida
como sensibilidad). Por ejemplo, si el instrumento era una cinta métrica calibrada en mm, la
medida será precisa hasta el mm (no sabremos, por ejemplo, cuántas décimas de mm).

Para escribir el resultado escribiríamos: l = 210 mm  1mm o bien: l = 21’0 cm  0’1 cm o en


unidad internacional: l = 0’210 m  0’001 m. Con ello queremos indicar que la medida es precisa
hasta el milímetro, pero que más allá no sabemos qué es lo que sigue (cuántas décimas de milí-
metro, cuántas centésimas de milímetro, etc.). No obstante estamos bastante seguros de que la
anchura de la hoja está comprendida entre los 209 mm y los 211 mm.

A.18. Un alumno se sube a una balanza (calibrada en kg) y, tras mirar bien lo que marca, nos
dice que su masa es de 72 kg. Expresa el valor representativo acompañado de su imprecisión.
Si alguien nos dice que su masa es de 72 kg y que la ha obtenido con una balanza cuya sensibili-
dad es de 1 kg, nosotros no sabemos si a la aguja de la balanza le faltaba un poco para llegar a la
división nº 72 o bien se pasaba ligeramente de la misma. De lo que podemos estar bastante segu-
ros es de que su masa está comprendida entre 71 kg y 73 kg. Por eso escribimos: 72 kg  1 kg

A.19. Unos alumnos miden el tiempo que tarda una bola en bajar rodando por un plano inclina-
do, pero sus cronómetros sólo aprecian hasta segundos y, a pesar de repetir la medida muchas
veces, siempre obtienen un tiempo de 3 s. Expresad el resultado de la medida.

En este caso el resultado será: t = 3 s  1 s

Si los valores obtenidos el realizar varias veces la misma medida (por ejemplo, la longitud de
una barra) no son iguales, deberemos pensar que hay circunstancias externas que están afectando
el resultado de la medida (quizás ha influido una variación en la temperatura, o un observador ha
medido mal, etc.). Con esto, no debemos interpretar que cualquier valor para la longitud de la
barra sería igualmente probable. Por el contrario, podemos comprobar que, en muchos casos, la
mayoría de los valores obtenidos se agrupan en torno a un valor central y que aquellos valores
experimentales que se encuentran más lejos de ese valor central, son los que menos veces apare-
cen (si alguno se aleja demasiado hay que descartarlo). Cuando el proceso de medida se ha reali-
zado bien y se dispone de muchos valores, ese valor central coincide con el valor que más veces
se repite (moda) y también con el valor medio o media aritmética de todos los valores de la serie
de medidas realizadas. En lo que sigue designaremos al valor medio de una serie como el valor
representativo de la medida realizada.

Así pues: no tiene sentido hablar del valor “exacto” o “verdadero” de una magnitud sino más
bien del valor representativo.

A.20. Calculad el valor representativo de la serie de valores obtenidos al medir la anchura de


una hoja DIN A4 (actividad A.16).
28
2. Las magnitudes y su medida

En la actividad anterior es posible que el valor más representativo haya salido con muchas cifras
decimales, por lo que se plantea el problema de determinar con cuántas cifras decimales se debe
expresar el resultado de una medida.

6. NÚMERO DE CIFRAS DECIMALES CON LAS QUE EXPRESAR UN RESULTADO

A.21. Al medir la longitud de una mesa con una cinta de sastre (que aprecia sólo hasta los
centímetros), un alumno ha escrito el siguiente resultado: 39’8 cm ¿Qué ha hecho mal?

Acabamos de ver que, cuando se procede a medir una magnitud, hemos de limitarnos siempre a
lo que aprecie el aparato de medida utilizado (sensibilidad) y no podemos hacer estimaciones "a
ojo", por mucho que nos fiemos de nuestros sentidos. Si el alumno viese que el borde de la mesa
casi llega a la división número 40 de la cinta, no debe escribir 39’8 cm sino 40 cm. Análogamen-
te ocurriría si el borde de la mesa sobrepasara sólo ligeramente a la división número 39 de la
cinta (sin llegar a la mitad). En ese caso tampoco podría escribir, por ejemplo: 39’1 cm sino sim-
plemente 39 cm.

Otra cuestión será la imprecisión del resultado. Si realizamos una sola medida (o si todas son
coincidentes) sabemos que la imprecisión absoluta es del orden del centímetro y escribiremos el
resultado (por ejemplo para una longitud de mesa que sobrepasara ligeramente los 39 cm ) como:

Longitud de la mesa: l = 39 cm  1 cm o, en unidades internacionales: l = 0’39 m  0,01 m

Ahora bien, ¿qué ocurre en aquellos casos en los que se mide varias veces una misma magnitud
y los datos obtenidos no son coincidentes? ¿cómo se expresa entonces el valor representativo? ¿y
la imprecisión absoluta? En lo que sigue del capítulo responderemos a estas cuestiones.

A.22. Un equipo de tres estudiantes ha medido el tiempo que empleaba una bola de acero en
bajar por un plano inclinado. El cronómetro que utilizaron apreciaba centésimas de segundo.
Los resultados obtenidos fueron: 2’22 s; 2’25 s; 2’27 s. ¿Cómo podemos obtener el valor repre-
sentativo del tiempo de bajada empleado por la bola?1

Una posibilidad es obtener el valor medio de la serie, para tratar de compensar los errores por
exceso (aquellos que han parado el cronómetro un poco después de que la bola llegue al final del
plano) con los errores por defecto (los que lo han parado un poco antes), ambos igualmente pro-
bables.

2'22  2'25  2'27


tm = = 2’246666667 s
3

Inmediatamente surge la cuestión de decidir con cuántas cifras decimales hemos de expresar el
resultado anterior

Parece evidente que el valor medio, o valor más representativo de la serie, no podrá expresarse
con más cifras decimales que las que determine la propia sensibilidad del aparato de medida uti-
lizado. Es decir, si el cronómetro llega a apreciar hasta las centésimas de segundo, resulta absur-
do un resultado con milésimas de segundo. Por tanto:

1
Conviene que, si es posible, los propios alumnos lleven a cabo la experiencia a que se refiere la actividad

29
2. Las magnitudes y su medida

La última cifra decimal del valor medio ha de ser, lógicamente, del mismo orden que marque
la sensibilidad del aparato de medida utilizado.

Cuando el valor medio calculado a partir de una serie de medidas nos sale con más cifras deci-
males de las que es capaz de apreciar el aparato de medida, se hace necesario "redondear", por lo
que nos detendremos a continuación para ver cómo se redondea.

7. CRITERIOS PARA REDONDEAR EL VALOR MEDIO DE UNA SERIE DE MEDIDAS

Los criterios a seguir se conocen como "regla del cinco" y son los siguientes:

a) Una vez conocida la sensibilidad del aparato de medida utilizado, la última cifra decimal con
que escribiremos el resultado final (valor medio) deberá ser del mismo orden que la sensibilidad.
b) Si el valor medio obtenido tiene más cifras decimales, nos fijaremos en la de orden (menor)
que sigue a la última posible (determinada por la sensibilidad del aparato). Por ejemplo, si el
aparato aprecia centésimas, nos fijaremos en la cifra del valor medio correspondiente a las milé-
simas, tal y como se expone en el ejemplo siguiente:
Sensibilidad del aparato: 0’01 valor medio: 2’28461 nos fijamos en el 4 (milésimas)
c) Si dicha cifra es inferior a 5 se desprecia ella y todas las que le siguen.

Como en el ejemplo anterior, 4 es menor que 5, escribiremos como valor medio: 2’28

d) Si la cifra fuese 5 o mayor de 5, se aumenta en una unidad la inmediata anterior

Es decir, si el valor medio hubiera sido 2'28561 o, por ejemplo, 2'28761 escribiríamos 2'29

A.23. Un estudiante ha utilizado una cinta métrica calibrada en


milímetros para medir la longitud de una barra, repitiendo la medida
varias veces. El valor medio obtenido ha sido: 1’5629 m. Como sabe
que el orden decimal del valor medio ha de ser igual que lo que
aprecie el aparato, ha escrito como longitud de la barra 1’562 m
¿Qué ha hecho mal?

8. IMPRECISIÓN ABSOLUTA DE UNA SERIE DE MEDIDAS

Hemos visto que, cuando sólo se realiza una medida directa o bien se realizan varias, pero todos
los valores obtenidos coinciden, tomaremos el valor obtenido como el más representativo y la
imprecisión absoluta coincidirá con la sensibilidad del aparato

A.24. ¿Cómo deberemos proceder para determinar la imprecisión absoluta que afectará al valor
medio de una serie de valores no todos coincidentes?

En este caso recurriremos a calcular en primer lugar lo que se desvía cada medida del valor
medio (en valor absoluto) y, después, obtendremos el valor medio de tales desviaciones. Di-
cho valor medio ha de compararse con la sensibilidad del aparato y tomar como imprecisión
absoluta el que resulte mayor de los dos.

30
2. Las magnitudes y su medida

Como norma general expresaremos siempre la imprecisión absoluta con una sola cifra significa-
tiva (es decir, distinta de 0), utilizando, si es necesario, la regla del 5 para redondear.

A.25. En una actividad anterior (A.22), se planteó la medida del tiempo de bajada de una bola
por un plano inclinado mediante un cronómetro que apreciaba hasta centésimas de segundo.
Los valores obtenidos habían sido 2’22 s; 2’25 s; y 2’27 s, y el valor medio resultó ser
2’246666667 s. Expresad dicho valor medio con el número adecuado de cifras decimales y ob-
tened el valor correspondiente de la imprecisión absoluta.

Como el cronómetro aprecia centésimas de segundo, el valor medio no podrá tener más de dos
cifras decimales. Dado que la tercera es mayor de 5 (es un 6), aumentaremos en una unidad la
inmediata anterior, con lo que nos quedará un tiempo medio de 2’25 s como valor más represen-
tativo de la serie de medidas realizada.

Las desviaciones (en valor absoluto) serán:

2’25 – 2’22 = 0’03 s; 2’25 – 2’25 = 0 s; 2’27 – 2’25 = 0’02 s

0'03  0  0'02
De acuerdo con lo anterior la desviación media será: = 0’016666666 s
3

Siguiendo con la norma general de expresar la imprecisión con sólo una cifra distinta de 0, re-
dondearemos el valor anterior a 0’02 s, y como 0’02 s es mayor que la sensibilidad del cronóme-
tro (0’01 s), tomaremos 0’02 s como la imprecisión absoluta de la serie de medidas realizadas y
expresaremos el resultado como:
tm = 2’25 s  0’02 s

El resultado anterior se interpreta diciendo que es bastante seguro que el tiempo empleado por la
bola en descender por el plano esté comprendido entre 2’23 s y 2’27 s

A.26. Teniendo en cuenta que, en todos los resultados siguientes, la imprecisión está correcta-
mente calculada (y es superior a la sensibilidad del instrumento de medida utilizado en cada
caso), corregid lo que estiméis necesario.

a) (16'347  0'1) m; b) (8'4  0'08) s; c) (729  0'5) N; d) (0'9  1) g

A.27. Al medir la altura de un alumno por parte de distintos compa- 1’732 m


1’719 m
ñeros, utilizando una cinta métrica que apreciaba hasta los mm, se 1’730 m
1’738 m
obtuvieron los siguientes valores (todos ellos expresados en m): 1’740 m
1’735 m
1’735 m
1'732, 1'719, 1'730, 1'738, 1'740, 1'735, 1'735, 1'736, 1'734. Escribid 1’736 m
1’734 m
correctamente la altura de dicho alumno.
Rdo. h = 1’733 m  0’004 m

9. NÚMERO DE VECES QUE CONVIENE REPETIR UNA MISMA MEDIDA

Es evidente que si siempre obtenemos el mismo valor al realizar varias veces una misma medida,
no será necesario repetirla muchas veces (en ocasiones, estamos tan seguros, que basta con medir
una sola vez) y el valor más representativo será, precisamente, aquel que se ha medido.
31
2. Las magnitudes y su medida

Sin embargo cuando hay valores dispersos, como norma general diremos que, cuanto más dis-
persos sean dichos valores, mayor tendrá que ser el número de veces que se repita la medida an-
tes de obtener el valor medio. Existen procedimientos para determinar el número de medidas
necesario en cada caso (que se estudiarán en cursos superiores). Aquí, si hay dispersión, nos li-
mitaremos a repetir tres veces (como mínimo) cada medida, siempre y cuando los valores obte-
nidos no sean muy diferentes.

Hasta este momento del curso hemos hecho ya una introducción elemental a la metodología
científica y nos hemos detenido en estudiar cómo se miden las magnitudes, ya que un aspecto
esencial del trabajo científico es precisamente la realización de experimentos para contrastar las
hipótesis y, en esas experiencias, es necesario realizar medidas de diversas magnitudes.

No obstante, una vez se han realizado las medidas y disponemos de los resultados, es necesario
analizarlos con el fin de comprobar si confirman o no las hipótesis realizadas. Una de las formas
más habituales que utilizan los científicos para analizar resultados es la construcción e interpre-
tación de gráficas.

10. CONSTRUCCIÓN E INTERPRETACIÓN DE GRÁFICAS

A.28. Dadas las siguientes relaciones entre magnitudes distintas: 1ª) A = 3·B; 2ª) C = 2·B 2
3ª) D·E = 12. Se pide:

a) Interpretadlas físicamente de forma cualitativa, explicando qué le ocurre al valor de una


magnitud cuando aumenta o disminuye el valor de la otra.
b) Proceded, siguiendo las indicaciones del profesor, a construir a partir de ellas las tablas y
gráficas correspondientes.

La actividad anterior debe haber servido para que os familiaricéis con algunas de las relaciones
más básicas entre distintas magnitudes, que al representarlas en unos ejes de coordenadas dan
lugar a una línea recta (relación lineal), a una parábola (relación exponencial) o a una hipérbola.
Para la construcción de gráficas seguid los criterios que se dan al respecto al final del tema.

11. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS OBTENIDOS

Para realizar una primera aproximación al proceso de análisis de los resultados partiremos de una
pequeña investigación como la que se expone a continuación.

Nos proponemos investigar qué relación existe entre el peso F de un cable y su longitud L.

El peso F del cable dependerá de: La longitud L, el grosor S y el tipo de material de que esté
hecho. Si queremos investigar cómo varía el peso del cable con su longitud, hemos de mantener
constantes los otros factores y utilizar siempre cables del mismo material y grosor. Esto se llama:
control de variables.

A.29. En las condiciones anteriores ¿qué relación cabe esperar entre F y L?

En principio podemos suponer que el peso F del cable será tanto mayor cuanto mayor sea la lon-
gitud del mismo. Es más: podemos aventurar que, si la longitud se hace el doble, el peso se hará
también doble. Si eso se cumple se dice que F y L son directamente proporcionales. En ese caso

32
2. Las magnitudes y su medida

la relación matemática que las ligaría sería: F/L = k donde k sería una constante (siempre el
mismo número). A todo esto se le llama hipótesis.

Así, por ejemplo, si k = 3 N/m y L = 6 m, F ha de valer 18 N. Si ahora duplicamos la longitud


(L = 12 m), para que el cociente siga valiendo 3 N/m el peso se habrá elevado a 36 N (que es
justo el doble de 18).

La expresión anterior también se puede escribir como: F = k · L

A.30. Con objeto de contrastar la hipótesis anterior, unos estudiantes han procedido a determi-
nar la fuerza peso y la longitud de distintos trozos de cable (todos ellos hechos del mismo mate-
rial y con el mismo grosor) y han recogido los datos en la siguiente tabla:

(L  0,01) m 0’40 1’21 2’05 2’81 3’50 4’00


(F  1) N 25 79 125 182 227 260

Analizad los resultados de la tabla anterior y decidir si confirman, o no, la hipótesis

En principio podemos pensar en dividir cada valor de F entre la longitud L correspondiente y ver
si siempre sale lo mismo o no. Si lo hacemos así obtenemos:

25/0’40 = 62’5; 79/1’21 = 65’3; 125/2’05 = 60’1; 182/2’81 = 64’8; 227/3’50 = 64’9; 260/4’00 = 65’0

Los resultados son bastante parecidos (lo que confirma la hipótesis), aunque no iguales. Ello se
debe a las imprecisiones que inevitablemente afectan a cualquier medida experimental.

Una forma más correcta de analizar los resultados es la representación gráfica de los mismos.
Para ello se coloca en el eje de ordenadas la variable dependiente (en este caso F) y en el de ab-
cisas la variable independiente (en este caso L). Al representar gráficamente los datos experi-
mentales de la tabla, deberíais haber obtenido una gráfica como la siguiente:

Peso de un cable en función de su longitud


F (N)

300

250
F = k·L
200

150

100

50

0
0 1 2 3 4 5
L (m)

33
2. Las magnitudes y su medida

Como vemos, se obtiene una línea recta que pasa por el origen. La gráfica permite visualizar
rápidamente la relación que existe entre las dos variables. Siempre que salga una línea recta con
una cierta pendiente, la relación es de proporcionalidad directa. En efecto, si analizamos la línea
vemos fácilmente que, a medida que aumenta la longitud L lo va haciendo también el peso F, de
forma que, a un mismo aumento de L, siempre le corresponde un mismo aumento de F.

La ecuación de la línea recta anterior es: F = k · L por lo que podemos concluir que los resulta-
dos obtenidos están de acuerdo con la hipótesis de partida.

De la propia gráfica, si nos fijamos en cualquier punto de la recta, obtenemos fácilmente que k =
65 N/m y por tanto que F = 65·L. Esta relación matemática permite conocer el peso de cual-
quier trozo de cable sin necesidad de medirlo:

A.31. ¿Qué pesaría un trozo del cable anterior que tenga 7’5 m de longitud?

Bastará aplicar la ecuación sustituyendo L por 7’5 para obtener: F = 65·7’5 = 487’5 N

A.32. ¿Qué longitud del cable anterior tendrá un peso de 1170 N? Rdo. 18 m

A.33. Los científicos afirman que para que no se produzcan cambios climáticos irreversibles las
emisiones de CO2 deberían reducirse hasta que en 2050 sean la mitad de lo que emitíamos en
2010. En la tabla siguiente se dan algunos datos de emisiones globales de este gas (por el uso de
combustibles fósiles) a nivel mundial en gigatoneladas. Construid una gráfica apropiada y ar-
gumentad si, de seguir la tendencia, podrá conseguirse ese objetivo.

Año 1971 1990 1997 2001 2005 2007 2010 2011 2012
CO2 (Gt) 14'8 20'9 22'5 24'7 26'3 29'0 30'6

RECAPITULACIÓN

En este capítulo, dedicado al proceso de medida, hemos comenzado por clarificar los conceptos
de magnitud, unidad y valor. A continuación, hemos estudiado el sistema internacional de unida-
des.

En este texto se utilizan, fundamentalmente, unidades del sistema internacional pero, dado que
también existen y se usan otras unidades, nos hemos detenido en practicar los cambios de unas
unidades a otras (algo necesario cuando, por ejemplo, queremos comparar resultados expresados
en distintas unidades).

En el capítulo se aborda también el problema que supone pensar que existen medidas exactas,
intentando mostrar que no es posible conocer el valor exacto de, por ejemplo, la longitud de una
mesa, la temperatura de un objeto o, cualquier otra medida que hagamos. Más concretamente:
que no tiene sentido hablar de valores exactos sino más bien de valores representativos y de la
imprecisión con que expresamos el valor de una medida. Un aspecto importante es el número de
cifras con que damos el resultado de una medida y los criterios sobre el número de cifras decima-
les con que expresarlo.

Finalmente, nos hemos detenido en otro aspecto esencial del trabajo científico como es el análi-
sis de los resultados y el manejo de un instrumento adecuado para ello (la construcción e inter-
pretación de gráficas).
34
2. Las magnitudes y su medida

ANEXO: NORMAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE GRÁFICAS

Cuando se trata de realizar una representación gráfica para interpretar la posible relación existen-
te entre dos magnitudes físicas, existen una serie de normas que conviene tener en cuenta. A con-
tinuación veremos algunas de ellas:

 Utilizar papel milimetrado (o, en su defecto, cuadriculado).


 La gráfica ha de llevar un título lo suficientemente claro en la parte superior y, sobre ambos
ejes y en los extremos de los mismos, se ha de indicar la magnitud representada, acompañada
de la unidad utilizada para medirla.
 La variable independiente ha de ir en el eje de abcisas y la dependiente en ordenadas.
 Las escalas sobre ambos ejes han de ser fácilmente subdivisibles para permitir así una rápida
y sencilla lectura. Así p.e. cada 7 cuadritos una unidad haría realmente difícil la ubicación de
muchos valores. Es mejor que el número de cuadritos o milímetros que abarque cada unidad
de la escala, sean 1, 2, 5, 10, 20, 50, etc., según convenga.
 Por supuesto, una vez fijada la escala, las unidades en un eje han de ser iguales entre sí (no
vale que en el mismo eje una unidad abarque 5 milímetros y la siguiente 10).
 Las escalas utilizadas en cada eje no tienen que ser necesariamente iguales, pero es preciso
tener cuidado y evitar utilizar escalas inadecuadas que hagan que la gráfica nos salga descen-
trada, p.e. demasiado “pegada” a uno de los ejes. Así, si los valores de una de las magnitudes
son muy pequeños, podemos tomar la escala del eje en el que se representan de modo que,
por ejemplo, cada 20 cuadraditos equivalgan a una unidad. Por el contrario, si hemos de re-
presentar valores muy grandes, podemos hacer que, por ejemplo, cada 10 cuadraditos equi-
valgan a 1000 unidades.
 Los valores experimentales no se escriben sobre los ejes, excepto los que casualmente coin-
ciden con las divisiones de las escalas.
 En cada uno de los ejes se indican valores enteros correspondientes a cada una de las escalas
y tan solo los necesarios para facilitar una lectura cómoda y rápida. Dichos valores han de
quedar así uniformemente espaciados y sin amontonarse demasiado (p.e. en lugar de
1,2,3,4,5, ..., se puede escribir 2, 4, 6 ...).
 Las escalas a utilizar han de proyectarse teniendo en cuenta (además de que se puedan subdi-
vidir fácilmente), el intervalo de valores de que se dispone, al cual han de abarcar totalmente
(aunque para ello, a veces, no se ponga el cero de la escala en el origen de coordenadas). Por
otra parte dicha escala ha de ser la mayor posible en relación al tamaño que deba tener la
gráfica, de forma que no se nos queden demasiados ejes "sobrantes".
 Es mejor realizar primero la gráfica a lápiz y sin apretar. Las líneas han de ser "finas" y "con-
tinuas", nunca quebradas, promediando por los puntos experimentales obtenidos, sin que
necesariamente tengan que pasar por todos ellos y sin que queden los posibles trazos que sue-
len dibujarse para situar los puntos.
 Conocida la relación entre las dos magnitudes, dicha relación se enunciará en forma de ecua-
ción en la parte superior de la gráfica.

Finalmente señalar la conveniencia de que los alumnos practiquen primero la construcción de


gráficas manualmente (utilizando calculadora, lápiz, papel y reglas) y luego procedan a usar pro-
gramas informáticos como Excel, pero siempre tratando de interpretar las gráficas que obtengan.

35
2. Las magnitudes y su medida

2. LAS MAGNITUDES Y SU MEDIDA. ACTIVIDADES DE REFUERZO

1. Indicad cinco magnitudes fundamentales del Sistema Internacional (SI) y cinco derivadas.

2. Escribid las siguientes cantidades en el SI de unidades:

27 cm; 31 mm; 2'4 hm; 4'16 g; 4 Gs; 7'3 Mm; 6'5 dg; 9 ns; 4'6 dam.

3. ¿Cuál de estas cantidades es mayor?: a) 12 500 cm2 o 2m2; b) 3 hm3 o 6105 m3; c) 2h o 7150 s.

4. Expresad en el SI de unidades: a) 144 km/h; b) 21'4 g/dm2; c) 32 g/cm3; d) 289 cm/s.

5. Ordenad de mayor a menor las densidades siguientes: a) 15'4 g/cm3 b) 9600 kg/m3 c) 10 g/

6. Redondead a las centésimas las siguientes cantidades:

a) 24'31742 g ; b) 0'2586 m; c) 3174'20009 s; d) 0’299143 

7. Realizad las siguientes operaciones, dando la respuesta con el número correcto de cifras sig-
nificativas:

a) 57'441 kg + 3'22 kg b) 6'17 dm - 4'1 cm

8. Para medir la masa de un cilindro se utiliza una balanza que aprecia cg, obteniéndose las me-
didas siguientes expresadas en gramos: m1 = 115'43, m2 = 115'41, m3 = l 15'44, m4 = 115'40.
Expresad correctamente la masa del cilindro.

9. Se ha medido la rapidez (v) de una motocicleta a intervalos de dos segundos, recogiendo los
datos obtenidos en la siguiente tabla:

t (s) 0 2 4 6 8 10
v (m/s) 0 4’9 9'7 14'6 19’4 24'5

a) Representad gráficamente v-t. b) ¿Qué rapidez llevará a los 14 s si no cambia de movimiento?

10. La posición (e) de un coche respecto al punto de partida a intervalos de un segundo se reco-
ge en la siguiente tabla:

t (s) 0 1 2 3 4 5
e (m) 0 3'0 12'1 26'8 47'9 74'0

a) Representad gráficamente la posición (e) frente al tiempo (t).


b) A partir de la gráfica e-t deducid que relación existe entre la posición (e) y el tiempo (t).

36
3. ESTRUCTURA CORPUSCULAR DE LA MATERIA
¿Cómo es la materia por dentro?

Si todas las sustancias (hierro, diamante, plomo, agua, dióxido de carbono, yeso, mercurio, etc.),
tuvieran una estructura interna básicamente igual, a pesar de la gran diversidad de propiedades
existentes (unas conducen la corriente y otras no, unas son duras y otras blandas, etc.), debería
haber también propiedades comunes a todas ellas. Esto será, pues, lo primero que estudiaremos
en este tema.

Una vez que constatemos que existen propiedades comunes, independientemente del tipo de ma-
terial de que esté hecho un cuerpo y de que éste se nos presente habitualmente como un sólido o
un líquido, nos plantearemos si los gases también tienen esas mismas propiedades y, a continua-
ción, cómo podrían estar hechos los gases para explicar su comportamiento.

Todo ello nos permitirá elaborar un modelo acerca de cómo son los gases, es decir, de su estruc-
tura interna, y, finalmente, analizar en qué medida ese modelo es aplicable también a sólidos y
líquidos.

1. ALGUNAS PROPIEDADES COMUNES A SÓLIDOS Y A LÍQUIDOS

Mirando a nuestro alrededor podemos ver líquidos como el agua, la gasolina, el aceite, el alco-
hol, el vino, etc., y también sólidos como el hierro, el aluminio, el mármol, etc.

A.1. Citad propiedades que sean comunes a los sólidos y a los líquidos.

Sabemos que una muestra de un líquido o de un sólido tiene una cantidad de materia determina-
da (decimos que tiene masa), que pesa y que ocupa un “espacio” (tiene volumen). La masa, el
peso y el volumen son propiedades de cualquier sólido y de cualquier líquido. A continuación
estudiaremos dichas propiedades y, después, nos plantearemos si también las presentan los gases.

1.1. Qué es la masa y cómo se mide

Supongamos que disponemos de un trozo de hierro. Podemos calentarlo, romperlo, deformarlo,


triturarlo, colocarlo en órbita en un satélite, llevarlo a la Luna, etc. Si lo hacemos, veremos que
algunas magnitudes como su temperatura, su forma, el espacio que ocupa, su peso, etc., cambian.
Sin embargo, existe algo que permanece inalterable, independientemente de dónde se encuentre
el trozo de hierro y cuál sea su temperatura. Nos referimos a la masa, o cantidad de hierro pre-
sente.

Así pues:

La masa de cualquier objeto es una propiedad que, en principio, nos indica la “cantidad de
materia” que tiene dicho objeto. Su valor no cambia mientras tengamos el mismo cuerpo sin
quitarle ni añadirle ningún trozo.

37
3. Estructura corpuscular

Como ya vimos en el capítulo anterior, la unidad internacional que se utiliza para medir la masa
es el kilogramo (kg). Para hacernos una idea de esta unidad, diremos que 1 litro de agua líquida
tiene, aproximadamente, una masa de 1 kg. 1

También vimos que se utilizan otras unidades como el gramo (g) o milésima parte del kg:

1 kg = 1000 g = 103 g o bien: 1 g = (1/1000) kg = 0’001 kg = 10-3 kg

A.2. Sometemos a un mismo trozo de hierro a los siguientes procesos:

a) Calentarlo hasta que se haga totalmente líquido


b) Pulverizarlo
c) Colocarlo en órbita en el espacio
d) Partirlo en dos pedazos iguales y dejar sólo uno de ellos.
e) Llevarlo a la Luna

¿En cuál o cuáles de los anteriores procesos variará su masa?

A.3. Se dispone de distintos objetos cuyas masas son: m1 = 69 g; m2 = 2500 mg; m3 = 3 kg.
Ordenadlos de menor a mayor masa. ¿Qué tiene más masa, 1 kg de plomo o 1 kg de cartón?

1.2. Qué es el peso y cómo se mide

La mayoría de la gente está de acuerdo en que todos los cuerpos en estado sólido o líquido pesan.
Cuando decimos que un cuerpo pesa, nos imaginamos que tenemos que hacer una fuerza para
sostenerlo (tanto mayor cuanto más pese). Nosotros mismos tenemos la sensación de que pesa-
mos porque notamos que hacemos una fuerza sobre el suelo (el cual nos “aguanta”). ¿Cómo se
explica la existencia del peso?

El científico inglés Newton demostró hace ya tres siglos que la materia ordinaria tiene una pro-
piedad (a la que llamó propiedad gravitatoria) tal que, dos trozos cualesquiera de materia, se
ejercen siempre entre ellos una fuerza de atracción y que el valor de dicha fuerza dependía de la
distancia entre los trozos (a más distancia menos fuerza) y de la masa de cada uno (a más masa
más fuerza). Sin embargo, la fuerza de atracción gravitatoria entre dos cuerpos no depende para
nada del medio en el que se encuentren, da igual que estén en el aire, en el agua o en el vacío.
1
¡Atención! Esto no se debe interpretar nunca como que 1  = 1kg. En el tema anterior ya señalábamos que no se
pueden comparar magnitudes diferentes, y la masa no es lo mismo que el volumen.

38
3. Estructura corpuscular

Una característica de la fuerza gravitatoria entre dos cuerpos es que, en muchos casos, tiene un
valor tan pequeño que resulta inapreciable a no ser que, al menos uno de los dos cuerpos, tenga
una masa enorme, como sucede con la masa del planeta Tierra cuando se compara con la de
cualquier cuerpo situado en su superficie. Esto explica que no nos percatemos, por ejemplo, de la
fuerza de atracción (gravitatoria) entre dos alumnos que se sientan uno al lado de otro, pero sí
entre cualquier persona y la Tierra (sobre todo si la persona cae desde una cierta altura).

Peso

El peso es la fuerza gravitatoria con que la Tierra atrae a cualquier cuerpo que se encuentre sobre
ella o colocado a una cierta altura sobre el suelo. Dicha fuerza es menor cuanto mayor sea la dis-
tancia a que se encuentre el cuerpo del centro de nuestro planeta, de forma que, por ejemplo, un
astronauta en una nave espacial que se fuera alejando de la Tierra cada vez pesaría menos (deci-
mos que la atracción gravitatoria tiende a 0 conforme la distancia entre el cuerpo y la Tierra tien-
de a ser infinita) y, sin embargo, seguiría teniendo la misma masa.

Peso

El peso de un cuerpo es la fuerza con que la Tierra lo atrae. Su valor disminuye según el
cuerpo se va alejando de la Tierra. Se representa por una flecha orientada siempre hacia el
centro de la Tierra.

39
3. Estructura corpuscular

En la Luna y en otros planetas, los cuerpos también pesan, ya que esos astros también los atraen
con una fuerza apreciable al ser sus masas muy grandes. El peso, por tanto, no es una propiedad
intrínseca del cuerpo (como lo es la masa) ya que su valor depende de dónde esté situado.

masa = 120 kg
peso = 1176 N
masa = 120 kg
peso = 192 N

Como el peso es una fuerza, se mide en las mismas unidades que cualquier fuerza, es decir: en
newtons (N). 1 N de fuerza es, aproximadamente, la fuerza que hemos de hacer (situados en la
superficie terrestre) para aguantar sobre la mano un cuerpo de 100 g de masa. Aunque el peso y
la masa no son lo mismo, sí sucede que los valores de esas magnitudes son directamente propor-
cionales y, por tanto, un cuerpo de 200 g de masa pesará aproximadamente unos 2 N (en la su-
perficie terrestre).

A.4. De acuerdo con la información del párrafo anterior ¿cuántos newtons pesa una masa de 1
kg situada cerca del suelo?

Para contestar la pregunta anterior basta con tener en cuenta que 1 kilogramo de masa son 10
veces 100 gramos. Por tanto el resultado será que cada kg de masa pesará unos 10 N.
El peso de un mismo cuerpo no vale lo mismo en la superficie de la Tierra, de la Luna, o de Mar-
te. Podemos tener en cuenta este hecho si conocemos el peso de 1 kg de masa en la superficie de
cada uno de estos astros. Existe una magnitud cuyo valor representa la fuerza con que un astro
cualquiera atrae a una masa de 1 kg situada a una cierta distancia del mismo. Se llama intensidad
gravitatoria, se representa por el símbolo “g” y se mide en N/kg.

A.5. ¿Qué quiere decir que la intensidad gravitatoria en la superficie de la Tierra es 9’81 N/kg?

De acuerdo con el razonamiento anterior, significará que 1 kg de masa en la superficie de la Tie-


rra pesa (es atraído por el planeta) 9’81 N. Fijémonos que eso quiere decir que 2 kg pesarán
19’62 N, 3 kg pesarán 29’43 N, y así sucesivamente.

A.6. Proponed una fórmula para calcular el peso de un cuerpo en función de su masa y de la
intensidad gravitatoria del punto donde se encuentre.

Según lo que acabamos de ver, para obtener el valor del peso de un cuerpo bastará multiplicar la
masa de dicho cuerpo por la intensidad gravitatoria, es decir:

P  mg
Si conocemos el valor de la intensidad gravitatoria en la superficie de distintos astros, podemos
hallar fácilmente el peso de un cuerpo en cada uno de ellos.
40
3. Estructura corpuscular

A.7. A continuación se dan distintos astros y la intensidad gravitatoria aproximada en su super-


ficie. Calculad cuál sería el peso de un cuerpo de 80 kg de masa situado en la superficie de cada
uno (y luego rellenad la tabla adjunta con los resultados obtenidos)

Astro Tierra Luna Marte Júpiter Sol Estrella de neutrones


Intensidad gravitatoria (N/kg) 9’8 1’6 3’7 26 274 9’8·1011
Peso de un cuerpo de 80 kg

A.8. Señalad si las siguientes proposiciones son verdaderas (V) o falsas (F), explicando por qué.

a) 1 kg de plomo pesa más que 1 kg de paja


b) El peso se mide en kg
c) En el vacío los cuerpos no pesan.
d) Dentro del agua se pesa menos que fuera

Si reflexionamos sobre la actividad anterior, hemos de concluir que las cuatro proposiciones son
falsas, ya que 1 kg de masa siempre es 1 kg de masa, sin importar que se trate de plomo o de
paja. Lo que ocurre es que, si es de plomo, ocupará mucho menos espacio que si es de paja o de
papel. Por otra parte, el peso no es lo mismo que la masa (aunque estén relacionados): el peso es
una fuerza (se mide en N) y la masa es la cantidad de materia (se mide en kg). La fuerza gravita-
toria no depende del medio en el que se mida, da igual que estemos en el vacío o no. Un astro-
nauta que ya ha dejado la atmósfera y se aleja de la Tierra en su nave, sigue siendo atraído por la
Tierra (cada vez con menos fuerza) aunque se encuentre en el vacío; el Sol y los planetas que le
rodean se atraen gravitatoriamente (y están en el “vacío”) y lo mismo ocurre con todas las estre-
llas de una galaxia y con las galaxias entre sí. La gravedad es una fuerza universal. Finalmente,
el peso de un cuerpo es la fuerza con que la Tierra lo atrae y da igual que esté o no dentro del
agua (lo que ocurre es que, en el agua, además del peso –que nos empuja hacia abajo- existe otra
fuerza, que hace el agua, y que nos empuja hacia arriba).

A.9. Hallad la masa que corresponde a los siguientes pesos (todos ellos correspondientes a
cuerpos situados al nivel del mar, donde g = 9’81 N/kg). a) 730 N; b) 12000 N; c) 2’5 N. Indi-
cad objetos o cuerpos que pudieran tener los pesos indicados

Para medir el peso de un cuerpo se pueden utilizar unos


instrumentos de medida llamados dinamómetros. Un
dinamómetro es esencialmente un muelle situado sobre
una escala calibrada.

Cuando colgamos un objeto del muelle éste se alargará


más o menos dependiendo del peso del objeto. La esca-
la está calibrada de forma que nos indica el peso en N.

41
3. Estructura corpuscular

A.10. Utilizad distintos dinamómetros para medir el peso de diferentes objetos expresando co-
rrectamente los resultados. Una vez obtenido el peso, hallad también la masa de cada uno, en
gramos.

Hemos visto que podemos calcular la masa de un cuerpo si previamente conocemos el peso. Sin
embargo, la masa también se puede medir directamente mediante una balanza. La balanza más
sencilla consta de dos brazos iguales de los que cuelgan dos platillos iguales y a la misma altura.
Podemos calcular la masa de cualquier objeto que coloquemos en uno de los platillos, equili-
brando la balanza con pesas (de masas conocidas), que se van colocando en el otro. En el mo-
mento que la balanza quede en equilibrio podemos afirmar que los pesos (y por tanto también las
masas) de lo que hay en ambos platillos, serán iguales.

Existen también balanzas monoplato (un solo platillo) y balanzas electrónicas, con cuyo uso
conviene familiarizarse.

A.11. Utilizad alguna balanza para hallar la masa de los mismos objetos manejados en la acti-
vidad anterior, expresando correctamente los resultados.

1.3. Qué es el volumen y como se mide

Anteriormente hemos estudiado dos propiedades como la masa y el peso. La primera es indepen-
diente de las condiciones en que se encuentre el cuerpo, es una característica propia de cada
cuerpo. Sin embargo, la segunda podía tomar valores distintos dependiendo de lo alejado de la
Tierra que estuviera el cuerpo.

A.12. Ahora vamos a estudiar otra propiedad de la materia llamada volumen (V). Expresad qué
es el volumen y considerad si se trata de una propiedad invariable de un objeto dado (como la
masa) o, por el contrario, su valor depende de algunas condiciones.

En principio podemos pensar en el volumen de un objeto macizo como el espacio que ocupa.
Así, el volumen del cristal de un vaso no viene dado por lo que cabe en el mismo (su capacidad),
sino por el espacio que ocupa dicho cristal.

Por otra parte, se puede apreciar experimentalmente que, el volumen de un trozo de hierro o de
una cantidad determinada de alcohol o de mercurio, cambia con la temperatura, de modo que, en
general, a mayor temperatura mayor volumen (en esta propiedad se basa el funcionamiento de
muchos termómetros).

A.13. ¿Por qué en las vías de ferrocarril hay cortes y no son un raíl continuo? ¿Qué son las jun-
tas de dilatación?
42
3. Estructura corpuscular

Conviene no confundir el volumen con la forma. Si disponemos de un trozo de hierro, le pode-


mos dar distintas formas (plana, esférica, alambre o lineal, hacer una caja, etc.) pero el volumen
de hierro (el espacio que ocupa) será siempre el mismo (si la temperatura no cambia, y mante-
nemos la misma masa de hierro siempre).

El símbolo del volumen es “V” y la unidad internacional empleada para medirlo es el metro
cúbico (m3). 1 m3 es el espacio ocupado por un cuerpo de forma cúbica y de 1 m de lado.

1m

1m
1m

Recordemos que existen submúltiplos (dm 3, cm3, mm3) y que cada uno de ellos es mil veces más
pequeño que el anterior. Habitualmente también se utiliza como unidad de volumen el litro ()
con sus múltiplos y submúltiplos (1dm3 = 1  y 1 cm3 = 1 m).

Para medir el volumen de los cuerpos podemos utilizar diversos procedimientos e instrumentos,
dependiendo del estado físico en que se encuentre el cuerpo, como veremos a continuación.

A.14. Proponed diversas formas de hallar el volumen del objeto que suministre el profesor.

Se trata de utilizar, en primer lugar, un objeto de forma regular, como un cilindro o una bola (que
quepan en una probeta) y determinar su volumen. Primero lo haremos de forma matemática (in-
troduciendo la fórmula correspondiente), expresando el resultado en cm 3. Después, se procederá
a sumergir totalmente el objeto en cuestión dentro de una probeta con agua, midiendo el aumento
del nivel del líquido que se produce (que corresponderá al volumen del objeto), expresando co-
rrectamente el resultado en cm3. Conviene tener en cuenta que el segundo procedimiento (a dife-
rencia del primero) también sirve para determinar fácilmente el volumen de objetos irregulares.

Cuando se trata de líquidos, existen diversos instrumentos para medir el volumen como son: La
probeta, la bureta, la pipeta graduada, el matraz aforado, etc. Es importante que los alumnos se
familiaricen con ellos (cuándo conviene utilizar cada uno) y que aprendan cómo se enrasa co-
rrectamente y cómo se mira para hacer la lectura.

20 ºC

500 ml

A.15. Expresad en litros: 1200 cm3; 1 m3; 250 m. Expresad en cm3: 0’5 ; 1 m3; 2 dm3

A.16. Ordenad de menor a mayor: a) 752 cm3; b) 0’025 m3; c) 8’5 ; d) 950 m
43
3. Estructura corpuscular

2. UNA PROPIEDAD PARA DISTINGUIR UNAS SUSTANCIAS DE OTRAS: LA DENSIDAD

La masa, el peso y el volumen se caracterizan por que, en principio, pueden tomar cualquier va-
lor, sea cual sea el material2 de que se trate. Si, por ejemplo, pensamos en una bola de hierro o de
acero, no hay ningún inconveniente para que la masa de ésta pueda ser de 1 g, de 20 kg o de 3 t
(toneladas). El mismo razonamiento podríamos hacer con el volumen y con el peso.

Pero además de las propiedades anteriores, hay otras que tienen un valor característico para cada
sustancia, independientemente del tamaño de la muestra escogida. Estas propiedades pueden
servirnos para identificar o reconocer distintas sustancias.

A.17. Citad materiales de uso habitual y las causas por las que son utilizados.

Podemos pensar en goma, diamante, amianto, acero, cobre, vidrio, madera, pólvora, gasolina,
mercurio, aluminio, plomo, etc. Éstos pueden interesarnos por distintos motivos, como por ejem-
plo: su elasticidad, poder aislante del calor, dureza, capacidad para conducir la corriente eléctri-
ca, combustibilidad, capacidad para dilatarse, ser ligeros, ser pesados, etc.

2.1. ¿Qué es la densidad?

Las propiedades anteriores pueden tomar valores muy distintos según qué material se considere.
Por ejemplo, decimos que no es igual de duro el acero que el plomo, ni conduce igual la corrien-
te eléctrica el cobre que el hierro, ni es igual de pesado el plomo que el aluminio. Como es lógi-
co, no podemos realizar aquí un estudio en profundidad de cada una de ellas, de modo que nos
limitaremos a considerar a título de ejemplo una de las más importantes, relacionada con la exis-
tencia de materiales más o menos ligeros. El concepto que se ha elaborado para describir esta
propiedad recibe el nombre de densidad.

A.18. Anteriormente se han señalado materiales que se utilizan porque son "ligeros" y otros
porque son "pesados". Tenemos un trozo de madera junto a otro trozo de hierro. ¿Cuál será más
pesado de los dos?

La pregunta anterior es absurda a menos que se haga la comparación con volúmenes iguales.
Así un clavo de hierro pesa menos que una puerta de madera, pero un clavo de hierro pesará más
que otro de igual volumen hecho de madera (y una puerta de hierro más que otra igual, pero de
madera). Por tanto, siempre que consideremos dos volúmenes iguales de hierro y de madera, el
primero pesará más, y por tanto, tendrá más masa que el segundo. Análogamente, si lo que te-
nemos son dos masas iguales de hierro y de madera (por ejemplo 1 kg de hierro y 1 kg de made-
ra), el volumen del trozo de hierro será menor que el volumen del trozo de madera. Decimos
entonces que el hierro es más denso que la madera. En general, decimos que:

Un material es más denso que otro si, a igualdad de volumen, la masa del primero es mayor
que la del segundo.
El plomo es más denso que el hielo
Plomo Hielo porque, para un mismo volumen de
11 kg 0’9 kg ambos, la masa del plomo es mayor.

2
Hay materiales, como el hierro, el aluminio o el agua, que están formados por una sola sustancia, mientras que
también hay otros materiales, como el acero, el bronce o la madera, formados por varias sustancias. En el tema si-
guiente ya definiremos el concepto de sustancia de una forma más precisa.

44
3. Estructura corpuscular

O lo que es equivalente: Un material es más denso que otro si, a igualdad de masa, el volu-
men del primero es menor que el del segundo.

El plomo es más denso que el hielo


Hielo porque, para una misma masa de am-
Plomo 1 kg
1 kg bos, el volumen del plomo es menor.

La densidad es una propiedad que depende, a la vez, de la masa y del volumen. Cuanto mayor
sea la masa de un material por cada unidad de volumen (por ejemplo, cuantos más gramos por
cada cm3), más denso será: el plomo es más denso que el corcho porque 1 cm 3 de plomo posee
más masa que 1 cm3 de corcho. Un material muy ligero o poco denso es aquel que, teniendo muy
poca masa, ocupa mucho espacio (tiene mucho volumen): el llamado "corcho blanco", por ejem-
plo, es un material de baja densidad por lo que una masa de 1 kg de corcho blanco ocupa mucho
más espacio que 1 kg de mercurio o de oro.

En los materiales muy densos la masa está muy concentrada (ocupa poco volumen) mientras que
en los materiales de poco densos, la masa está poco concentrada (ocupa mucho volumen).

A.19. Tenemos dos sustancias (que llamaremos A y B) de 1 kg de masa cada una. El volumen de
A es de 1000 cm3 mientras que el de B es de 80 cm3. Razonad cuál de las dos es más ligera o, lo
que es equivalente, cuál tiene menor densidad.

A.20. Tenemos dos sustancias (que llamaremos A y B) de 1 cm3 de volumen cada una. La masa
de A es de 1g mientras que la de B es de 12’5 g. Razonad cuál de las dos es más ligera o, lo que
es equivalente, cuál tiene menor densidad.

Hasta aquí ha sido fácil razonar de dos sustancias cuál era más densa y cual menos, ya que, o
bien tenían la misma masa, o bien tenían el mismo volumen, pero ¿qué hacer cuando las masas y
los volúmenes son diferentes? ¿cómo podremos comparar en ese caso?

A.21. Supongamos que 11’2 g de un determinado material (X) ocupan un volumen de 14 cm3,
mientras que 15 g de otro material (Y) ocupan un volumen de 25 cm 3. ¿Cuál de estos dos mate-
riales es más denso? Proponed una expresión para calcular la densidad.

Para poder comparar podemos hallar la masa que le correspondería a una misma unidad de vo-
lumen en cada caso. Por ejemplo cuántos gramos de X habrá en cada cm 3 de volumen de X y
cuántos gramos de Y habrá en cada cm3 de Y. Para ello no tenemos más que dividir cada masa
entre su volumen correspondiente.

masa de X 11'2 masa de Y 15


  0'8 g/cm3   0'6 g/cm3
volumen de X 14 volumen de Y 25

Por tanto, el material X es más denso que el material Y ya que en cada cm 3 de X hay una masa
de 0’8 g mientras que en cada cm3 de Y la masa es sólo de 0’6 g.

De acuerdo con la anterior expresión, podemos definir la densidad como una propiedad de la
materia que toma un valor característico para cada sustancia o material determinado. Dicho valor
coincide con el de la masa correspondiente a una unidad de volumen. Para calcularlo, basta con
45
3. Estructura corpuscular

tomar un trozo del material que sea y dividir su masa entre su volumen. Un valor alto de la den-
sidad quiere decir que la masa está muy concentrada, que hay mucha masa en poco volumen.

La densidad se representa por la letra griega  (léase “ro”). Su unidad internacional es el kg/m 3,
aunque son habituales otras unidades como g/cm3 o g/.
m

V
En la tabla siguiente se dan algunas densidades para una temperatura de 20 ºC (excepto en los
casos del agua y el hielo) y a presión normal (1 atm).

MATERIAL DENSIDAD (kg/m3) DENSIDAD (g/cm3)


Corcho 25 0’025
Agua (a 4º C) 1000 1
Hielo (a 0 ºC) 917 0’917
Agua de mar (a 15 ºC) 1025 1’025
Alcohol (etanol) 789 0’789
Aceite 930 0’930
Mercurio 13600 13’6
Hierro 7700 7’7
Cobre 8500 8’5
Oro 19300 19’3
Plomo 11300 11’3
Aluminio 2700 2’7

A.22. ¿Qué quiere decir que la densidad del oro, a 20ºC, es de 19’3 g/cm 3?
¿Por qué se especifica la temperatura a la que se mide la densidad? ¿Qué
OR
volumen tendrá 1 kg de oro a dicha temperatura? (dad el resultado en litros). O

A.23. Calculad cuál será la masa en kilogramos de 1 litro de mercurio y comparadla con la ma-
sa en kg de un litro de agua a 4º C. (Obtened los datos necesarios de la tabla anterior).

Experimentalmente se comprueba que, para que un sólido macizo flote sobre un líquido, el pri-
mero ha de ser menos denso que el segundo. Lo mismo ocurre con líquidos no miscibles (por
ejemplo aceite sobre agua) y con los gases.

A.24. ¿Qué importancia tiene para la naturaleza que el hielo sea menos denso que el agua?

A.25. ¿Por qué en el mar se flota mejor que en el agua dulce?

A.26. ¿Qué hay que hacer para que un globo aerostático lleno de aire se eleve en el aire?

A.27. Un material A tiene una densidad de 5’2 g/cm3, otro B de 586 g/l y otro C de 2700 kg/m3.
Ordenadlos de menor a mayor densidad.

A.28. Un alumno ha escrito como fórmula para la densidad:  = V/m. Explicad por qué esa ex-
presión resulta incoherente con el concepto de densidad tal y como éste ha sido definido.
46
3. Estructura corpuscular

Unos estudiantes afirman que la densidad de un material determinado depende de la cantidad de


ese material que tomes para hallar su valor. Otros, por el contrario dicen que la densidad es una
propiedad que toma un valor determinado para cada material, independientemente de lo grande o
pequeño que sea el trozo que coges para calcularla.

A.29. Formulad vuestras propias hipótesis sobre el párrafo anterior y diseñad -y llevad a cabo-
alguna experiencia para comprobarlas.

Cabe esperar que, entre vuestras hipótesis, haya surgido la idea de que el tamaño del trozo de
material considerado no tendría ninguna influencia en el valor de la densidad, ya que todo cam-
bio de volumen se vería compensado por un cambio de masa en la misma proporción. Por ejem-
plo: si escogemos un trozo de mayor tamaño, también su masa será mayor, de modo que el co-
ciente m/V dará siempre lo mismo.
Para comprobar la hipótesis anterior basta con utilizar trozos de tamaño diverso de un mismo
material e ir determinando en cada caso la masa y el volumen, recogiendo los datos en una tabla.
Resulta sencillo hacerlo, por ejemplo, con aceite de oliva (reutilizarlo y no lanzarlo a la pila ya
que el aceite es un producto muy contaminante para el medio ambiente).

A.30. Unos alumnos han procedido a medir la masa y el volumen de distintas muestras de un
mismo aceite de oliva. Los resultados se exponen en la tabla siguiente:

MUESTRA A B C D E
masa (g) 4’6 9’2 11’5 15’0 18’4
volumen (cm3) 5’0 10’0 12’5 16’3 20’0

Analizad dichos resultados.

Si la densidad es independiente de lo grande o pequeña que sea la muestra considerada, veremos


que, al dividir cada masa por su volumen correspondiente en la tabla anterior, salen resultados
muy parecidos (recordad que toda medida viene afectada de una cierta imprecisión inevitable).

Mejor todavía sería (si es posible) representar gráficamente los valores de m frente a los valores
de V y comprobar que sale una línea recta, con lo que se concluye que, efectivamente, ambas
magnitudes (m y V) son directamente proporcionales. La constante de proporcionalidad es preci-
samente la densidad  del aceite de oliva y su valor se puede obtener de la gráfica fácilmente,
para luego compararlo con el que figura en la tabla de densidades.

A.31. Ya hemos comentado la utilidad de ciertas propiedades como la densidad en la identifica-


ción de distintos materiales. Utilizad lo aprendido hasta aquí para identificar los materiales que
podáis, de entre los que suministre el profesor.

Para esta actividad se puede utilizar, por ejemplo: acero, aluminio, plomo, cinc, vidrio, aceite,
agua, porexpan, etanol, etc., junto con una tabla de densidades adecuada. La actividad puede
aprovecharse también para mostrar de forma experimental que las sustancias menos densas que
el agua (e inmiscibles en ella), flotan (y al contrario), lo que permite comprender mejor muchos
fenómenos cotidianos importantes como, por ejemplo, que los globos llenos de ciertos gases se
elevan, o por qué el aire caliente (menos denso), sube mientras que el frío (más denso) desciende
(brisas costeras). En los casos de sustancias en estado sólido, conviene utilizar objetos regulares,
para facilitar una medida del volumen más precisa de la que se obtendría por inmersión del obje-
to en una probeta.
47
3. Estructura corpuscular

A.32. Sin utilizar la balanza, determinad la masa del objeto que suministre el profesor.

El profesor puede suministrar un trozo de un material cuya densidad sea conocida. Los alumnos
proceden a hallar su volumen aproximado, introduciéndolo en una probeta (o por consideracio-
nes geométricas si es regular) y a multiplicar el valor obtenido por el de la densidad correspon-
diente. La actividad puede completarse comprobando el resultado mediante una balanza.

2.2. Importancia práctica de un metal de baja densidad: el aluminio

El aluminio es un metal de color grisáceo y que tiene una gran cantidad de usos. Se trata del me-
tal más abundante en la corteza terrestre. Debido a que se combina bastante fácilmente con el
oxígeno no se encuentra libre en la naturaleza, sino formando compuestos con el oxígeno. Así, el
mineral denominado Bauxita tiene un elevado contenido de óxido de aluminio. Los primeros
objetos de aluminio comenzaron a fabricarse en 1845.

El aluminio tiene una serie de propiedades que lo hacen especialmente interesante. Entre ellas
podemos destacar las siguientes:

No es tóxico ni él ni muchas de sus combinaciones.


Es resistente a la mayoría de los ácidos orgánicos.
Es blando y muy maleable (se puede laminar en hojas muy finas).
Se oxida fácilmente, pero lo hace con una fina capa superficial de óxido que impide que la oxi-
dación prosiga al interior con lo que, en la práctica, resiste más a la corrosión que el hierro.
Es un metal muy ligero. Su densidad es 2’7 g/cm3 (casi tres veces menor que la del hierro).

A.33. Teniendo en cuenta las propiedades anteriores, haced una reflexión sobre los distintos
usos que puede tener el aluminio.

Podemos referirnos en primer lugar a que, debido a su no toxicidad, resistencia a muchos ácidos
y diversos líquidos orgánicos, y capacidad para formar con él láminas muy finas (papel de alu-
minio), es un material ideal en la industria alimentaria, donde se usa ampliamente para envolver
alimentos. También para fabricar envases que contengan líquidos destinados al consumo humano
(cerveza, refrescos, etc.).

Por otra parte, debido a su baja densidad y a su notable resistencia a la corrosión, tanto el alu-
minio como algunas de sus aleaciones están siendo extraordinariamente utilizados en la industria
de la construcción (por ejemplo, marcos de ventanas de aluminio) y en la fabricación de muchos
vehículos en los que la ligereza es una cualidad deseable, como, aviones, bicicletas, satélites, etc.
En la actualidad se están fabricando ya automóviles con carrocerías en las que una gran parte es
de aluminio. Esto puede tener una gran importancia ya que, al reducir el peso del vehículo, el
consumo de combustible es menor, lo que puede contribuir a disminuir la contaminación at-
mosférica y ahorrar energía.

Desgraciadamente frente a todas estas ventajas también se han producido


graves inconvenientes. Así, por ejemplo, cada vez es más frecuente en-
contrar latas de aluminio vacías en cualquier parte, ya que éstas han sus-
tituido ampliamente a los envases de vidrio retornables. Análogamente
ocurre con el papel de aluminio utilizado para envolver, etc. Es necesario
que todos nos impliquemos en evitar hechos como estos y depositemos
las latas de aluminio y en general todos los residuos que generamos en
los contenedores adecuados para el reciclaje de los mismos.

48
3. Estructura corpuscular

Hasta aquí hemos estudiado algunas propiedades generales de los sólidos y líquidos (masa, peso
y volumen) y hemos realizado un estudio más detenido de la densidad, como un ejemplo de pro-
piedad que toma un valor distinto según el material o sustancia que se trate. Hemos aprendido
mucho, pero también se han abierto nuevos interrogantes como, por ejemplo: ¿por qué hay unos
materiales más densos que otros? que trataremos de contestar en capítulos posteriores.

Por otra parte, también nos quedan pendientes algunos problemas importantes como el de si las
propiedades estudiadas hasta aquí, para las sustancias en estado sólido o líquido, se pueden apli-
car también a los gases. En concreto:

a) ¿Tienen masa los gases?


b) ¿Pesan o no?
c) ¿Tienen volumen?
d) ¿Se puede hablar de densidad de un gas?

Si resulta que las propiedades anteriores se pueden extender también a los gases, habremos de
concluir que los gases también son materia como los líquidos o los sólidos, solo que en un estado
distinto. Además como los gases se comportan todos de forma parecida y bastante simple, resul-
tará que el estudio de los gases será lo más conveniente para investigar cómo es la materia en
general por dentro (la estructura de la materia) y poder así avanzar en la comprensión de los dis-
tintos cambios materiales.

3. NATURALEZA Y COMPORTAMIENTO DE LOS GASES

Como acabamos de señalar, el estado gaseoso es aquél en el que la materia presenta un


comportamiento más simple. No es de extrañar, pues, que el estudio de las propiedades comunes de
los gases esté íntimamente ligado al desarrollo de las primeras concepciones acerca de la estructura
de la materia. Comenzaremos por una breve descripción de dicho comportamiento.

A.34. Citad sustancias que habitualmente se encuentren en estado gaseoso y elaborad una lista,
describiendo todas las propiedades que se atribuyen a los gases.

El hecho de que la mayoría de las sustancias gaseosas habituales no se puedan ver, puede llevar a
pensar, erróneamente, que todos los gases son aire (que tampoco se puede ver). No obstante, aunque
hay muchos gases incoloros, estos no son idénticos al aire (el cual es una mezcla nitrógeno, oxígeno
y algunos otros gases). Así, por ejemplo el amoniaco, el agua, el butano, el hidrógeno, el helio, el
sulfuro de hidrógeno, etc., son sustancias que, en estado gaseoso, tienen propiedades diferentes
entre ellas y con el aire. Además, es posible observar algunos gases coloreados como, por ejemplo,
el yodo en estado gaseoso (que vemos de color violeta). De todas formas, a pesar de la variedad de
gases existentes, lo cierto es que es bastante sencillo darse cuenta de que la mayoría de ellos
presentan toda una serie de propiedades comunes, entre las que se encuentran las siguientes:

1º) Se pueden recoger y almacenar.


2º) Se mezclan fácilmente entre si.
3º) Se pueden comprimir mucho.
4º) Ejercen presión sobre las paredes del recipiente que los contiene.
5º) Ocupan la totalidad del recipiente en el que se encuentren.
6º) En el caso de que el recipiente tenga alguna pared móvil (por ejemplo un émbolo) se observa
que, al calentar el gas de dentro (elevar su temperatura), éste se dilata empujando al émbolo hacia
afuera (aumenta el volumen).

49
3. Estructura corpuscular

7º) En caso de que todas las paredes sean fijas y el recipiente hermético, al calentar el gas aumenta
la presión que éste ejerce sobre las paredes.

A continuación estudiaremos algunas de las propiedades anteriores.

3.1 ¿Ocupan volumen los gases?

A.35. Proponed algún experimento que permita mostrar que los gases ocupan un espacio. A
título de ejemplo: ¿cómo hacer ver a alguien que una botella o un vaso que nos parecen "vac-
íos" en realidad están llenos de aire?

Las siguientes experiencias que se proponen, se pueden realizar fácilmente:

a) Hundir un vaso boca abajo en un recipiente con agua como indica la figura siguiente y ver
que el agua no llena el vaso. El vaso “vacío” en realidad no está vacío sino que tiene algo dentro.
Esta observación fácilmente realizable (por ejemplo, en la pila de la cocina) permite también
mostrar la salida del aire, con tan sólo girar lentamente el vaso hacia arriba. La experiencia pue-
de hacerse más "vistosa" con ayuda de un pequeño corcho puesto dentro del vaso, antes de intro-
ducirlo en el agua. Una variante consiste en poner pegado al fondo del vaso un pequeño un papel
y comprobar que por mucho que se hunda no se moja.

b) Otra experiencia que podemos realizar con una botella, consiste en acoplarle un embudo de
manera que el cierre sea hermético (poniendo plastilina o presionando fuertemente ..) y, a conti-
nuación, añadir agua al embudo. Para que el agua caiga fácilmente al fondo de la botella es nece-
sario permitir la salida del aire encerrado levantando un poco el embudo o, en su caso, pinchando
la plastilina pegada entre el cuello de la botella y el embudo.

c) También se puede tratar de hundir a presión el émbolo de una jeringa de plástico que ha sido
cerrada a la llama o simplemente tapando y presionando el agujero con un dedo.

Los gases, pues, ocupan volumen como los sólidos y líquidos, si bien se parecen más a estos
últimos en cuanto a la facilidad que tienen para fluir, de ahí que se les llame conjuntamente flui-
dos. Relacionada con esta tendencia a fluir, a escaparse, los gases ocupan todo el volumen dis-
ponible del recinto que los contiene y ello complica tanto su recogida como la medida precisa de
volúmenes.

A.36. Una cualidad importante en los atletas es su capacidad pulmonar (volumen máximo de
aire que puede introducir o expulsar una persona de sus pulmones en cada inspiración o espira-
ción). ¿Cómo se puede recoger y medir este volumen de aire?

50
3. Estructura corpuscular

La recogida y medida del volumen del aire espirado o, en general, de cualquier gas se puede
hacer sobre un líquido en el que previamente se sabe que no se disuelve. El montaje solicitado
puede consistir, por ejemplo, en un tubo acodado o, simplemente, un tubo de goma, introducido
en una probeta calibrada e invertida que está llena de agua y que sea lo bastante grande. Al so-
plar por dicho tubo se desplaza el agua y se podría medir la capacidad torácica si el recipiente de
recogida fuese lo bastante grande.

3.2. ¿Pesan los gases?

Una de las razones aportadas en favor de que los gases no pesan (y, por tanto, no tienen masa) es
que se mueven hacía arriba de modo espontáneo, o, lo que es lo mismo, que no caen, tal como
ocurre con cualquier sólido o líquido de los que observamos habitualmente. Un argumento tan
obvio y convincente, que para muchas personas podría dejar la cuestión por zanjada. Sin embargo,
el avance científico supone, en ocasiones, dudar de lo aparentemente obvio, de lo aceptado
comúnmente como "evidente". De hecho, algunas de esas "verdades evidentes" han supuesto
barreras históricas para el avance del conocimiento. Conviene, pues, "atacar" la barrera que nos
ocupa, planteándonos si, realmente, todas las cosas que se mueven hacia arriba espontáneamente
carecen de peso.

A.37. Se llena hasta más de la mitad una probeta grande con agua y se coloca sobre una balanza
junto con un pequeño cilindro de madera y una pequeña bolita de material adhesivo tipo plastilina
del que se utiliza para fijar pequeños objetos como, por ejemplo, fotos, a distintas superficies. Se
pesa todo el conjunto (A) y posteriormente, con la balanza equilibrada, se quita la probeta y con la
ayuda de una varilla apropiada se procede a sumergir el cilindro con la bolita de adhesivo pegada
en su base hasta el fondo de la probeta donde se presiona un poco para que quede
momentáneamente fijado (sin derramar nada de agua). Inmediatamente se vuelve a colocar sobre
el plato de la balanza (B). Si se espera un poco se observa que, espontáneamente, el cilindro se
suelta y está subiendo (C), hasta que finalmente llega arriba y queda en reposo, flotando sobre la
superficie del agua (D). Si lo hacemos veremos que la balanza nos da las siguientes indicaciones
respecto del peso en cada situación:

1º) A > B > C < D


2º) A = B > C = D A B C D
3º) A = B = C = D
4º) Otra (especificar)

Una vez comprendida y contestada la actividad, proceded a su realización experimental y extraed


las conclusiones oportunas.

51
3. Estructura corpuscular

La experiencia propuesta (u otra similar, utilizando, por ejemplo, terrones de azúcar a los que se fija
el cilindro de madera) es sencilla de realizar y permite cuestionar la idea de que todo lo que asciende
espontáneamente carece de peso, ya que el cilindro de madera pesa pero lo que marca la balanza es
siempre lo mismo independientemente de que el cilindro esté en el fondo, suba o flote. La madera
sube porque es menos densa que el agua. Análogamente, los gases menos densos que el aire
también suben. (El curso que viene explicaremos por qué ocurre esto).

Otra de las razones que podrían aportarse para tratar de justificar que los gases no pesan es que si se
procede a pesar una bolsa de plástico o papel llena de aire, el dinamómetro no marca más que al
colgarle la misma bolsa plegada (como se puede comprobar fácilmente). La actividad siguiente
permite aclarar esta cuestión.

A.38. Un estudiante dispone de un dinamómetro y de un globito lleno de agua. A continuación


cuelga el globito del dinamómetro y lo pesa anotando el resultado. Luego sumerge ambos
totalmente en agua. Entonces observará que el dinamómetro marca:

a) Menos que en el aire. b) Lo mismo que en el aire. c) Marcará cero.

Una vez comprendida y contestada la actividad, proceded a su realización experimental y extraed


las conclusiones oportunas.

Si se realiza la experiencia propuesta se verá que sí podemos mostrar que el globo lleno de agua
pesa cuando nos encontramos en el aire (un fluido menos denso que el que queremos pesar), pero
no cuando nos hallamos dentro del agua (un fluido igual de denso que el que queremos pesar), en
este último caso, el dinamómetro marca 0.

Análogamente, tan solo podremos constatar que el aire pesa si nos encontramos en un medio más
ligero que el aire que deseamos pesar. Podemos conseguir esto si introducimos en un recipiente
mucho más aire que el que habría si estuviera abierto. Esto es lo que hacemos, por ejemplo, cuando
metemos aire a presión dentro de un balón, experiencia, que también se puede llevar a cabo con
relativa facilidad para comprobar que en esas condiciones el balón pesa más. También son posibles
otros diseños alternativos:

A.39. Diseñad otras posibles experiencias, sencillas de realizar, que sirvan para mostrar que los
gases pesan.

Se pueden pensar (y llevar a cabo) experiencias muy sencillas, como las siguientes:

a) Utilizando un tapón de goma horadado de los que existen en el laboratorio,


se inserta en el mismo una válvula de neumático (el profesor recortará la goma
si es necesario). A continuación, se tapa fuertemente con él un matraz
erlenmeyer (ved figura siguiente) y se pesa el conjunto en una balanza
adecuada. Luego, con una bomba de aire apropiada, se meten unas pocas
emboladas de aire dentro del recipiente (si se meten demasiadas, debido al
aumento de presión, el tapón puede saltar). Se comprobará que se produce un
aumento de peso. Si, a continuación, se aprieta la válvula, se observará como
sale el aire introducido y el peso toma el mismo valor que al principio.

b) Colocad un vaso con un poco de agua sobre una balanza electrónica y, a continuación, añadid
una pastilla efervescente al agua. Es fácil comprobar que, nada más añadir la pastilla la balanza
señala un peso mayor pero luego ese peso empieza a disminuir y lo sigue haciendo mientras dure la

52
3. Estructura corpuscular

efervescencia de la pastilla, es decir, mientras se siga escapando dióxido de carbono gaseoso,


mostrando claramente que dicho gas pesa.

Aceptado que los gases pesan podemos comprender que el peso del aire atmosférico que nos
envuelve justifica la existencia de una presión atmosférica que tomará su máximo valor sobre la
superficie de la Tierra (el fondo del “mar de aire” que nos envuelve ). A continuación, trataremos
brevemente este tema.

A.40. Sugerid pruebas de que el aire atmosférico ejerce una gran presión sobre el fondo del
"mar de aire" en el que vivimos.

La cuestión del peso de los gases puede asociarse también al estudio de la presión ejercida por la
atmósfera gaseosa que envuelve la Tierra. Ello puede dar lugar a numerosas experiencias senci-
llas de realizar, tales como:
a) Llenar completamente una botella con agua; se invierte al tiempo que se sumerge en el agua
de un recipiente y se observa que el agua de la botella no cae.
b) Apretar una ventosa sobre una superficie y luego tratar de arrancarla.
c) Colocar una lámina grande de plástico grueso sobre una superficie pulida (de modo que no
quede aire entre ambas) y tras fijar una ventosa sobre el centro de la lámina, intentar levantarla.

Naturalmente son posibles otras muchas experiencias como, por ejemplo, impedir, mediante una
simple hoja de papel, la caída del agua contenida en un vaso o en una botella invertida; o la rea-
lización a pequeña escala del experimento de "los hemisferios de Magdeburgo" (mediante dos
simples ventosas). Una experiencia espectacular y también muy sencilla de realizar consiste en el
aplastamiento de una lata metálica, como se describe a continuación:

53
3. Estructura corpuscular

La experiencia consiste en introducir un poco de agua dentro de una lata de refresco vacía. A
continuación utilizando unas pinzas como las de la figura se calienta hasta ebullición permitien-
do que salga vapor de agua por el agujero de la lata durante unos instantes y después, con un
movimiento muy rápido, introducirla boca abajo en un recipiente con agua que se habrá dispues-
to previamente al lado.
Se observa como inmediatamente la lata se aplasta. ¿Por qué?
Al calentar, el aire caliente sale de la lata junto con vapor de agua, pero al sumergirla el vapor
que hay dentro de la lata condensa inmediatamente con lo que la presión dentro es menor que la
presión exterior ejercida por la atmósfera, lo que explica el rápido aplastamiento.

Una vez mostrado que los gases poseen volumen y masa, podemos entrar a analizar otras propie-
dades que tienen relación con la posibilidad de aumentar y disminuir su volumen según nos con-
venga, bien presionándolos o bien calentándolos y enfriándolos.

3.3. Los gases se pueden comprimir y expandir fácilmente

A.41. Proponed alguna experiencia que muestre la facilidad con la que los gases se comprimen
y expanden.

Se pueden realizar experiencias elementales utilizando jeringuillas cerradas llenas de aire (y pre-
sionando el émbolo), o una probeta que se hunde boca abajo en un recipiente con agua , o un
bombín, etc. Conviene tener en cuenta que la existencia de un equilibrio supone aceptar que la
fuerza y presión externas realizadas son compensadas por la fuerza y presión que ejerce el gas.
De hecho, los gases pueden ejercer presiones muy elevadas como se muestra en las figuras si-
guientes ("el elefante subido sobre una pelota", "el voluminoso turista durmiendo en la colchone-
ta de aire", "la enorme carga de un camión soportada por los neumáticos"…).

Esta gran compresibilidad de los gases, a diferencia de los líquidos, puede producir efectos muy
negativos cuando se introducen gases en conducciones de líquidos como ocurre, a veces, en los
frenos hidráulicos de los vehículos.

54
3. Estructura corpuscular

Si por una avería se mete aire en el sistema de la figura anterior, el freno no funcionará bien y
será necesario “purgarlo” para extraer el aire, puesto que al pisar el pedal se comprimiría el aire
y no se transmitiría la fuerza a los discos de frenado.

3.4. Los gases cambian de volumen o de presión cuando se les calienta o enfría

A.42. Proponed sencillos montajes o comentad algunas situaciones de la vida cotidiana donde
se ponga en evidencia la variación de volumen de un gas con la temperatura.

Se pueden pensar experiencias como aproximar un globo a un foco calorífico (radiador, plancha
caliente...) teniendo buen cuidado de que no se queme la goma o, por el contrario, meter el globo
muy hinchado en el congelador de la nevera (o un pequeño globo en agua caliente). En todas
ellas se puede comprobar de forma cualitativa que los gases cuando se calientan o se enfrían
pueden, respectivamente, aumentar o disminuir su volumen.
Las experiencias propuestas anteriormente son situaciones en las que varía también la presión.
Para lograr que sólo varíe el volumen hay que pensar, por ejemplo, en un recipiente rígido pro-
visto de un émbolo que se deslice con facilidad para que la presión se mantenga constantemente
igual a la atmosférica (como sería una jeringuilla con un émbolo que deslice fácilmente).
Las variaciones de volumen que experimentan los gases con la temperatura pueden relacionarse
con fenómenos como el ascenso del aire caliente (menos denso debido al aumento de volumen) y
el desplazamiento de aire frío que viene a ocupar su lugar. Eso es lo que explica, por ejemplo,
las brisas nocturnas o el ascenso de los globos que funcionan con un calefactor.

A.43. Concebid experiencias u observaciones cotidianas que muestren la variación de la presión


de un gas al aumentar o disminuir su temperatura.

Algunos ejemplos sencillos son las ollas a presión (al calentar el vapor de agua que se produce
ejerce presión sobre las paredes internas) o la presión manométrica de las ruedas de un coche que
siempre es menor antes que después de recorrer un largo trayecto que produce el calentamiento
de los neumáticos (lo que permite justificar la recomendación de los fabricantes de que se mida
la presión siempre en frío).

Otra experiencia puede consistir en colocar sobre el cuello mojado


de una botella vacía una moneda ligera, de manera que cierre
herméticamente la boca de salida. Al rodear la botella con las ma-
nos se observará que al cabo de un rato la moneda empieza a dar
saltos. Ello ocurre porque mientras se calienta con las manos y se
mantiene cerrada la botella va aumentando la presión del aire en-
cerrado hasta que la fuerza ejercida por éste es capaz de levantar
la moneda escapando entonces algo de aire, con lo que la presión
interna vuelve a disminuir, se cierra de nuevo la botella y se inicia
otra vez el calentamiento del gas encerrado.

Ésta variación del volumen y/o de la presión con la temperatura es de gran importancia y utilidad
pues puede ser aprovechada, por ejemplo, para construir termómetros de gases o para explicar
fenómenos naturales como el origen de las brisas marinas diurnas o nocturnas, a las que ya
hemos hecho referencia.

Pasaremos, finalmente, a mostrar que los gases se pueden mezclar, por sí solos, con mucha faci-
lidad, propiedad conocida como difusión.
55
3. Estructura corpuscular

3.5. Los gases se difunden con mucha facilidad

A.44. ¿Cómo probar que los gases se mezclan por sí solos muy fácilmente?

Son posibles distintos diseños utilizando gases que sean perceptibles por su color o por su olor.
Uno de ellos consiste en tomar dos recipientes interconectados por una llave de paso, como se
muestra en la figura e introducir en uno de ellos un gas coloreado (por ejemplo, el obtenido al
calentar suavemente unos cristales de iodo) y en el otro aire. La difusión se observará fácilmen-
te al abrir la llave. También se pueden utilizar esencias aromáticas volátiles que sean preferente-
mente de olores agradables.

Otro ensayo, bastante espectacular, consiste en introducir en cada uno de los extremos de un
tubo colocado horizontalmente, dos algodones empapados en ácido clorhídrico y amoniaco res-
pectivamente. Los gases incoloros de cloruro de hidrógeno y de amoniaco, se difunden por el
tubo y, al reaccionar, producen una nube de color blanco de cloruro de amonio.

NH3(ac) HCl(ac)

En esta experiencia no solamente hay difusión de dos gases, sino también un proceso químico
con formación de una nueva sustancia, pero es muy perceptible la evidente facilidad con que se
difunden las emanaciones gaseosas del NH3 (g) y del HCl (g) que se producen desde los algodones
situados en los extremos del tubo.

4. UN ÚNICO MODELO DE GAS QUE EXPLIQUE TODAS LAS PROPIEDADES

Una vez estudiado el comportamiento físico de los gases, estamos en disposición de afrontar el
desafío de idear, a título de hipótesis, un modelo sobre la estructura de los gases que pueda ex-
plicar de forma coherente el conjunto de sus propiedades.

A.45. Elaborad, a título de hipótesis, un modelo sobre cómo pueden estar formados los gases,
que nos permita explicar por qué se mezclan tan fácilmente unos con otros de forma espontánea;
por qué ocupan, de forma homogénea, todo el volumen del recipiente que los contiene, y por qué
la mayoría de los gases no pueden verse.

El fenómeno de la difusión homogénea sugiere que los gases están formados por partículas en
movimiento caótico y desordenado, si no ¿qué es lo que hace que al poco de destapar un frasco
de colonia, una botella de amoniaco, un guiso de coliflor… el olor se perciba en todos los alre-
dedores? Por otra parte, el hecho de que la mayoría de los gases no puedan verse y que todos se
mezclen ellos solos entre sí con tanta facilidad, induce a pensar que esas partículas han de ser

56
3. Estructura corpuscular

muy pequeñas y estar bastante separadas entre ellas. Estas consideraciones facilitan la elabora-
ción de un modelo corpuscular y cinético de los gases, según el cual:

Todos los gases estarían formados por muchas y diminutas partículas en continuo movi-
miento caótico y separadas por grandes huecos o espacios vacíos (grandes, en comparación
con el tamaño de las propias partículas).

Otra característica del modelo cinético de los gases es que las partículas que forman un gas no
sufren dilataciones ni compresiones ni tampoco cambios de estado. Se trata de corpúsculos con
masa y prácticamente puntuales. De hecho, si fueran las propias partículas de un gas las que se
dilataran al calentarlo, cabría esperar que, al aumentar de tamaño, se difundieran más lentamente
(por ejemplo aumentara la dificultad para salir por un pequeño orificio). Sin embargo ocurre
justamente lo contrario. La masa y el tamaño no cambian, lo que varía es la velocidad, y si se
mueven más deprisa también se difundirán más rápidamente.

A.46. Utilizad el modelo anterior para explicar por qué los gases:

a) Se pueden comprimir tanto (compresibilidad).


b) Presionan las paredes del recipiente en el que se encuentren
c) Al calentarlos (o enfriarlos) se dilatan (o se contraen) o, si el recipiente es rígido y sin ningu-
na pared móvil, aumenta (o disminuye) la presión sobre todas las paredes internas de éste.

El que los gases se puedan comprimir tanto, se explica perfectamente admitiendo que al presio-
nar disminuye el tamaño de los huecos existentes entre las partículas y, como estos huecos son
muy grandes (comparados con el tamaño de las partículas), es lógico que los gases se puedan
comprimir mucho. Análogamente, al haber muchísimas partículas moviéndose en todas direc-
ciones, se producirán cada segundo millones y millones de choques de esas partículas contra
todas las paredes internas del recipiente, lo que justifica la presión ejercida por el gas sobre ellas.
Finalmente, al aumentar la temperatura el consiguiente aumento de volumen y/o de presión se
puede explicar por el aumento que se produciría en la velocidad con que se mueven las partícu-
las, lo que haría que sus choques contra todas las paredes fuesen más violentos y frecuentes (y al
contrario al disminuir la temperatura).

A.47. Una persona ha planteado el siguiente argumento en contra del modelo cinético-
corpuscular: Si se admite que entre las partículas de los gases que forman el aire (nitrógeno,
oxígeno y otros) no hay nada y que están separadas por grandes distancias entre ellas, podría-
mos respirar en esos huecos y al no haber aire en ellos nos asfixiaríamos. Indicad si se está o no
de acuerdo con este argumento y por qué.
57
3. Estructura corpuscular

Conviene tener en cuenta el elevadísimo número de partículas que hay en un volumen determi-
nado de gas, dado el tamaño extraordinariamente pequeño de estas. Una mota de polvo o un
simple grano de sal, son verdaderos gigantes si los comparamos, por ejemplo, con las partículas
que forman el aire. Así, en un solo cm3 de aire (como un dado de jugar al parchís) en condiciones
de presión y temperatura ordinarias, hay … ¡más de 10 trillones de partículas en total! (la ma-
yoría de ellas de nitrógeno y de oxígeno). Sin embargo, si ese volumen de 1 cm 3 lo dividiéramos
en cien mil partes iguales, los 10 trillones de partículas totalmente juntas (pegadas unas a otras),
no llegarían a ocupar más de 3 de esas partes, quedando las otras 99.997 partes completamente
vacías. Por otro lado, el volumen medio de una pequeña célula (solo visible con un microscopio)
es aproximadamente un millón de millones de veces más grande que el volumen de una de esas
partículas.

Así pues, cuando se dice que las partículas que forman un gas están separadas unas de otras por
grandes distancias, esas distancias son grandes en relación al tamaño extraordinariamente peque-
ño de las partículas, no en relación a nuestro cuerpo o a los objetos cotidianos. No obstante, si es
cierto que conforme aumenta la altitud y cada vez el aire es menos denso (por ejemplo, al ascen-
der a una montaña muy alta), aumenta la dificultad para respirar porque la cantidad de oxígeno
que se absorbe en cada inhalación disminuye (eso explica que, a veces, los alpinistas tengan que
llevar botellas de oxígeno para respirar bien a ciertas alturas). Esto ha hecho que para aumentar
el rendimiento en algunos deportes (como atletismo) se realicen entrenamientos continuados en
zonas con altitudes superiores a 2000 m sobre el nivel del mar ya que al ser la concentración de
oxígeno más baja, el cuerpo responde produciendo más glóbulos rojos y, por lo tanto, está luego
mejor preparado para competir en zonas de más baja altitud ya que al tener más glóbulos rojos
aumenta el transporte de oxígeno a las células mejorando la respiración.

5. ¿ES EXTENSIBLE EL MODELO A LÍQUIDOS Y SÓLIDOS?

El modelo cinético-corpuscular explica bastante bien el comportamiento de los gases pero, nues-
tro objetivo inicial era encontrar un modelo para la estructura de todos los materiales, tanto ga-
seosos como líquidos o sólidos. Vamos pues a plantearnos ahora si será posible extender dicho
modelo a líquidos y sólidos. Para ello comenzaremos buscando semejanzas entre ellos, es decir,
propiedades de los gases que también puedan tener sólidos y líquidos. Si conseguimos encontrar
esas semejanzas, también cabe esperar que se puedan explicar con el mismo modelo, lo cual nos
permitiría consolidarlo todavía más y, con ello, avanzar en nuestro objetivo de encontrar una
misma estructura básica común a todos los materiales.

5.1. Algunas propiedades de líquidos y sólidos, semejantes a las de los gases

A.48. Considerad de nuevo las propiedades de los gases estudiadas en el primer apartado de
este tema y decidid en qué medida lo son también de líquidos y sólidos (se trata de buscar seme-
janzas, no de resaltar las evidentes diferencias entre líquidos o sólidos y los gases).

Para contestar a la actividad planteada podemos analizar algunas propiedades como las siguientes:

 Líquidos y sólidos, aunque muy poco, también se pueden comprimir y, en general, se


dilatan con el calor y se contraen con el frío.

58
3. Estructura corpuscular

Es cierto que, por ejemplo, para comprimir un poco agua o arena deberíamos ejercer presiones muy
grandes pero también lo es que cuando se comprime progresivamente el aire contenido en una
jeringa, resulta cada vez más difícil seguir haciéndolo. Incluso, puede ocurrir que, en determinadas
condiciones, algunos gases pasen a líquidos (se licuan) cuando la presión sobrepasa un cierto valor.
En cuanto a la dilatación por calentamiento las semejanzas son más evidentes ya que existen
muchos líquidos y sólidos que aumentan su volumen (en distinto grado) al elevar la temperatura a la
que se encuentran. Pensemos, por ejemplo, en la dilatación del mercurio (efecto que se aprovecha
para la construcción de termómetros) y en la necesidad de colocar juntas de dilatación en edificios,
vías de ferrocarril, puentes, etc. Así, por ejemplo, una barra de hierro de 200 m se alargaría unos 5
cm al elevar su temperatura de 10 ºC a 50 ºC.

 Existen sustancias que en fase líquida se pueden mezclar fácilmente unas con otras. En
algunos casos (como ocurre con agua y metanol ) al adicionar dos volúmenes V1 y V2 de
dos líquidos, el volumen resultante es apreciablemente menor que la suma de los dos
volúmenes iniciales. Algunos sólidos se pueden disolver fácilmente en líquidos extendiendo
a todas las partes de la disolución su presencia (color, sabor, etc.).

En efecto, la facilidad de los gases para mezclarse ellos solos entre si o difundirse, se puede relacio-
nar con el hecho de que muchos líquidos, como, por ejemplo, el agua y el etanol, también se mez-
clan fácilmente (son miscibles). Al echar con cuidado una sola gota de tinta al agua contenida en un
vaso, se puede observar cómo la tinta se difunde extendiendo su color por toda el agua. También se
pueden realizar las experiencias de disolución de sólidos iónicos fuertemente coloreados como el
permanganato o el dicromato de potasio (utilizando cantidades mínimas, ya que se trata de com-
puestos tóxicos muy nocivos para el medio ambiente).

5.2. Extensión del modelo corpuscular a líquidos y sólidos

Acabamos de ver que existen algunas coincidencias entre los gases y sólidos y líquidos, que nos van
a permitir avanzar en el problema de si es posible (y en qué medida) generalizar el modelo
corpuscular elaborado para los gases, también a sólidos y a líquidos.
Continuaremos el estudio, analizando la posible aplicación de dicho modelo a los cambios de
estado, que constituyen el nexo de unión entre gases, líquidos y sólidos. Obviamente, si una misma
sustancia (como el agua) puede pasar de gas a líquido y a sólido, cabe pensar que las mismas
partículas que forman el gas deberán encontrarse también en el agua líquida y en el hielo. El
modelo, deberá explicar además cómo se pueden producir esos cambios de estado y las diferencias
de comportamiento entre gases, líquidos y sólidos.

A.49. Proponed ejemplos de materiales conocidos que puedan encontrarse en los distintos esta-
dos: sólido, líquido y gaseoso.
Efectivamente, existen muchos ejemplos en los que un mismo material puede encontrase en dife-
rentes estados y cambiar de uno a otro. Podemos referirnos a situaciones tan distintas como la
fusión del hierro en una siderurgia, las botellas y contenedores con gas líquido a presión (visible
en algunos encendedores transparentes), la condensación de vapor de agua sobre una superficie
fría, etc. Se pueden completar estas observaciones haciendo que los propios alumnos fundan naf-
talina, metales como el estaño o bien sublimen alguna sustancia como el yodo o la misma nafta-
lina (en una vitrina de gases y utilizando cantidades muy pequeñas para minimizar el impacto
ambiental, guardando los restos que se puedan para volver a utilizar). En general, al variar la
presión, la temperatura, o ambas, las sustancias cambian de estado, cambiando también algunas
de sus propiedades y su comportamiento.
59
3. Estructura corpuscular

A.50. Explicad, con ayuda del modelo corpuscular de los gases, cómo puede tener lugar el paso
de gas a líquido y de éste a sólido.

Hemos visto que los gases pueden licuarse tanto por enfriamiento directo como comprimiéndo-
los. Ambas formas pueden explicarse con ayuda del modelo de partículas, si se introduce la
hipótesis adicional de la existencia de fuerzas de unión entre las partículas (que en los gases
no serían apreciables, debido a las enormes distancias existentes entre las partículas y a sus ele-
vadas velocidades). En el primer caso, el enfriamiento del gas supone disminuir la velocidad de
las partículas hasta el punto de que las fuerzas atractivas no sean despreciables frente al movi-
miento de las partículas y éstas lleguen finalmente a enlazarse. Por otra parte, la compresión a
que se somete al gas obliga a que el volumen en el que se mueven la partículas sea cada vez más
pequeño y se favorezca así la interacción entre ellas, llegando también a unirse. Así pues, el mo-
delo corpuscular parece que puede interpretar esta formación de líquidos siempre que se admita
la existencia de interacciones entre las partículas y se produzca una elevada reducción de los
grandes vacíos que se suponía existían en la estructura de los gases.

El hecho de que al pasar de líquido a sólido se pierda la propiedad de fluir, de difundirse, hace
pensar que el modo y la intensidad con que las fuerzas atractivas mantienen unidas a las partícu-
las en los líquidos es distinto que en los sólidos. En el caso de un líquido ha de haber algunos
“huecos” que permitan a las partículas desplazarse ocupando alternativamente dichos huecos y
produciendo otros pero permaneciendo ligadas, pudiéndose así adaptarse a la forma del recipien-
te. En la figura siguiente se ha representado de forma esquemática un líquido.

En el caso de un sólido, las partículas no pueden realizar esos desplazamientos por la ausencia de
huecos con el tamaño suficiente como para permitirlo, por eso los sólidos tienen una forma defi-
nida.

Tanto en los líquidos como en los sólidos las partículas se mueven pero debido a las atracciones
de las que les rodean, se restringe su libertad de desplazamiento a movimientos vibratorios
ligados a la temperatura del sistema material. Cuando un sólido se calienta, las vibraciones de las
partículas se hacen más intensas, la distancia entre ellas aumenta y llega un momento en el que
algunos enlaces entre las partículas se rompen (generando huecos) de modo que comienza a pasar al
estado líquido (fusión). Si se sigue elevando la temperatura, la energía de muchas partículas puede
ser suficiente como para escapar de la atracción de las demás y el líquido iría pasando a gas
(vaporización). Los procesos inversos se denominan solidificación (paso de líquido a sólido) y
condensación (paso de gas a líquido). Pueden darse enfriando lo suficiente.

60
3. Estructura corpuscular

Sublimación inversa

fusión vaporización

solidificación condensación

sublimación

RECAPITULACIÓN

A.51. Realizad una síntesis del modelo cinético-corpuscular de la materia (tanto para gases co-
mo para líquidos y sólidos).

Las características esenciales del modelo elaborado para explicar la estructura básica común de
todos los materiales (sea cual sea el estado en el que se encuentren) son:

 Todos los materiales están formados por partículas en continuo movimiento, muy peque-
ñas y separadas entre ellas por el vacío (es decir, no hay nada entre las partículas). Cada
una de esas partículas tiene masa (aunque muy pequeña), de forma que la suma de las
masas de todas las partículas de que consta un cuerpo es, precisamente, la masa de dicho
cuerpo.
 Entre las partículas materiales existen fuerzas de atracción cuyo valor disminuye con la
distancia que las separa y, por este motivo, son inapreciables en los gases pero no en
líquidos y sólidos.
 El movimiento de las partículas está relacionado con la temperatura (mayor movimiento
implica mayor temperatura). Esto explica tanto las dilataciones de los cuerpos en un
mismo estado como los propios cambios de estado.

A pesar de lo avanzado, quedan preguntas por contestar y se han abierto también nuevos interro-
gantes.

A.52. Plantead nuevas preguntas relacionadas con la estructura de la materia que en el desa-
rrollo del tema no hayan surgido y consideren de interés.

Entre otros, podemos referirnos a los siguientes interrogantes:

 ¿Cuál es la naturaleza de las fuerzas atractivas entre las partículas?


 ¿Por qué a 1 atm y 20 ºC, el oxígeno es un gas, el agua es líquida y el hierro es sólido,
siendo que los tres se hallan a la misma presión y temperatura?
 ¿Qué es lo que mantiene a las partículas materiales en movimiento continuamente? ¿Por
qué no se paran?
 ¿A qué se debe que existan millones de sustancias distintas? ¿Es que hay también millo-
nes de partículas distintas o, por el contrario, hay solo unas pocas que se unen entre ellas
de diferentes formas dando lugar a un gran número de combinaciones?
 ¿Cómo son las partículas materiales? ¿Son elementales o bien tienen, a su vez, una es-
tructura interna?

61
3. Estructura corpuscular

3. PROPIEDADES GENERALES DE LA MATERIA. ACTIVIDADES DE REFUERZO

1. Disponemos de 500 g de agua en estado líquido. La ponemos en el congelador hasta que toda
el agua se haya convertido en hielo. Señalad si las siguientes afirmaciones son verdaderas o fal-
sas, explicando en cada caso, el porqué:

a) Habrá aumentado su volumen pero también su masa, de modo que la densidad no habrá cam-
biado.
b) Habrá aumentado su volumen, pero no su masa ni su densidad.
c) No habrá cambiado ni su masa ni su volumen.

2. ¿Dónde será mayor la masa de un astronauta, en la superficie de la Tierra o en la de la Luna?


¿Dónde será mayor su peso?

3. Tenemos tres objetos cuyas masas son: m 1 = 15200 mg; m2 = 16 g; m3= 0'02 kg. ¿Cuál de
ellos tiene mayor masa? ¿Cuál la tiene menor?

4. Una chica se pesa en una balanza y ésta marca 82'3 kg. ¿Qué magnitud física mide la balanza?
¿Cuál sería el peso de la chica?

La magnitud medida es -----------------------------------------

El peso de la chica es --------------------------------------------

5. ¿Cómo determinaríais el volumen de una moneda de 50 céntimos? ¿Y el de un dado?

6. Expresad en m3 las siguientes cantidades: 1350 dm3; 1’5·106 cm3; 14 500 .

7. Las mareas negras se producen debido a que algunos barcos petroleros sufren accidentes y
parte del petróleo que transportan se vierte al mar. ¿Cuál creéis que es el motivo de que los deri-
vados del petróleo floten sobre la superficie del agua del mar?

8. Expresad las siguientes densidades en unidades del SI:

a)  = 0'8 g/cm3; b)  = 8900 g/; c)  = 6 g/dm3

9. Si la densidad del aceite a 20°C es de 0'93 g/cm 3, calculad la masa que tendrá 1  de aceite a
esa temperatura.

10. Calculad el volumen que ocupa 200 g de mercurio a 20°C y presión normal (densidad del
mercurio en esas condiciones  = 13'6 g/cm3).
62
3. Estructura corpuscular

11. Explicad por qué el aluminio ha sustituido al hierro en la construcción de marcos de ventanas
y barandillas de balcones y miradores.

12. ¿Qué ventajas presenta el aluminio frente al acero como material en la construcción de vehí-
culos?

13. Con ayuda de una jeringa se extrae aire de un matraz. Suponiendo que pudieran verse las
partículas que componen el aire del matraz, dibujad un esquema de lo que se vería antes y des-
pués de sacar el aire.

14. Dos globos están conectados a un matraz como indica la figura. Explicad lo que ocurrirá al
calentar el matraz; representad haciendo los dibujos pertinentes, las partículas del aire antes y
después de calentar.

15. Dibujad cómo creéis que estarían dispuestas las partículas, según la teoría cinético-
corpuscular, en el estado sólido, líquido y gaseoso.

16. Explicad por qué las ollas a presión deben tener una válvula de seguridad por donde sale el
vapor de agua que se produce en ellas al cocer los alimentos.

17. Explicad, utilizando el modelo cinético-corpuscular, cómo un termómetro de mercurio puede


detectar los cambios de temperatura del aire que le envuelve.

63
3. Estructura corpuscular

18. Conseguid una cafetera como la de la figura


adjunta, desmontadla y tratad de explicar cómo
funciona. Para ello, tened en cuenta lo que
acabamos de estudiar sobre las propiedades y
comportamiento de los gases.

Respuesta: Si abrimos una cafetera como la de la figura anterior, veremos que consta de un re-
cipiente inferior en el que se coloca agua (sin sobrepasar una válvula de seguridad). En dicho
recipiente ajusta una especie de embudo que, en su interior, tiene una base metálica llena de pe-
queños agujeros y sobre la que se dispone el café molido. En cuanto a la parte superior (que se
suele enroscar en la inferior), tiene una tapadera que se puede levantar, un asa de material refrac-
tario y del fondo sale una especie de tubo cónico con un agujero arriba. Además, la base que
hace contacto con el café (cuando se rosca la parte superior con la inferior) está llena de peque-
ños agujeros que comunican con el tubo anterior. Una arandela de goma rodea esos pequeños
agujeros para asegurar la estanqueidad.

agua café molido

parte inferior contenedor parte superior

En las figuras siguientes se muestran dos esquemas de la cafetera ya dispuesta para hacer el café.
Como puede comprobarse, en la parte inferior hay aire entre el nivel del agua y el café.

agujero B
aire a la presión
contenedor atmosférica
lleno de café
café molido
aire A válvula de seguridad

agua

Cuando la cafetera está al fuego, el aire contenido en la parte superior está a presión atmosférica
pero no ocurre lo mismo con el de la parte inferior (A) que, al ir aumentando su temperatura au-
mentará también la presión que hace sobre las paredes y sobre el agua, con lo que el agua calien-
te se moverá debido a esa sobrepresión y saldrá por el único sitio disponible, esto es, subirá por
el tubo del contenedor y pasará por los agujeros atravesando el café (formando un disolución) y,
ascendiendo por el cono hueco de la parte superior, saldrá finalmente por el agujero B.
64
4. TEORÍA ATÓMICA Y MOLECULAR DE LA MATERIA
¿Qué son las partículas que forman la materia ordinaria? ¿Qué cosas explican?

En el tema anterior hemos visto que toda la materia ordinaria tiene una estructura básica común:
está formada por partículas inmensamente pequeñas. Podemos plantearnos ahora cómo son
esas partículas y cómo explicar a partir de ellas la enorme cantidad de sustancias diferen-
tes, sus distintas propiedades y los cambios químicos (en los que a partir de unas sustancias se
obtienen otras distintas). En la actualidad sabemos que las partículas materiales son átomos y
moléculas, por lo que, a la parte de la química que estudia todo esto se la denomina “Teoría ató-
mico-molecular de la materia”.

La elaboración de la teoría atómico-molecular de la materia se llevó a cabo durante los siglos


XVIII y XIX y fue el resultado de los estudios que se realizaron sobre la naturaleza y el compor-
tamiento de los gases por una parte, y de la abundante información química que se fue generando
en esa época, sobre todo, en lo que se refiere a técnicas de laboratorio para separar unas sustan-
cias de otras y a la construcción de conceptos químicos de gran importancia como los de sustan-
cia simple y compuesto.

En todo el proceso de la elaboración de la teoría atómico-molecular participaron muchos cientí-


ficos y sus trabajos sirvieron para crear las bases de la moderna ciencia química. Entre ellos cabe
citar al inglés J. Dalton, el francés A. Lavoisier y el ruso D. Mendeleiev, tal y como veremos a lo
largo del tema.

1. MEZCLAS, SUSTANCIAS, SUSTANCIAS SIMPLES Y COMPUESTOS

En la actualidad se admite que una sustancia química es aquella que tiene una serie de propiedades
características únicas y definidas, que permiten identificarla y distinguirla de otras sustancias.

Entre las propiedades características de una sustancia química cabe citar: la densidad, punto de
fusión (temperatura a la que funde), punto de ebullición (temperatura a la que hierve), solubilidad en
distintos disolventes, dureza, su capacidad para reaccionar con determinadas sustancias, etc.

Por ejemplo: una sustancia que, a una presión de 1 atm, funde


a 0 ºC y hierve a 100 ºC; que a una temperatura de 4ºC y 1
atm de presión, tiene una densidad de 1 g/cm3; que
prácticamente no conduce la corriente eléctrica; y que en ella
se disuelven bien algunas sales como el cloruro de sodio... no
cabe duda de que se trata del agua. El agua, se caracteriza por
tener todas esas propiedades independientemente de que la
cantidad de agua que se analice.

En la naturaleza es bastante raro encontrar sustancias aisladas.


En efecto: la inmensa mayoría de las sustancias químicas se
encuentran más o menos mezcladas con otras que las
acompañan. Ello ha hecho que, en ocasiones, se identificara

65
4. Teoría atómica y molecular de la materia

como una sustancia química lo que, en realidad era una mezcla de distintas sustancias. Para evitar
confusiones se suele designar también a una sustancia química como “sustancia pura” o sustancia
que no tiene rastro de otras. No obstante, este calificativo puede conducir también a algunos
equívocos como el que se trata a continuación.

A.1. A partir de los siguientes términos utilizados habitualmente, proceded a separarlos en dos
grupos, según se trate o no de sustancias puras: agua de manantial, aluminio, aire de montaña,
vinagre, alcohol etílico, leche recién ordeñada, amoniaco, hierro y azufre.

A veces el significado que se da a las palabras en el lenguaje cotidiano puede suponer un


inconveniente para comprender su significado en el lenguaje científico. Esto ocurre, por ejemplo,
con el calificativo de puro o pura que, en el lenguaje cotidiano, puede significar muchas cosas:
desde una persona que practica la castidad, hasta algo natural, sin contaminantes ni añadidos
“artificiales”. Ésta última acepción llevaría a señalar como sustancias, de la lista anterior, a la leche,
el agua de manantial y el aire de montaña. Sin embargo, en ninguno de los tres casos se trata de una
sustancia química, ya que son mezclas de diversas sustancias (la leche contiene entre otras: grasas,
proteínas, vitaminas, etc.; el agua de manantial lleva sales y gases disueltos; y el aire, aunque sea de
montaña, es una mezcla de diversos gases como el nitrógeno, oxígeno, etc.).

Las propiedades de una mezcla de ciertas sustancias no son propiedades únicas y definidas, como lo
son en el caso de una sola sustancia química, puesto que dependen de la proporción en que se hallen
mezcladas las sustancias que la integran. Así, por ejemplo: el agua de manantial congelará y hervirá
a temperaturas diferentes según tenga más o menos sales disueltas; el aire de alta montaña tiene
menos contenido en oxígeno que al nivel del mar, etc. En la actividad propuesta anteriormente las
únicas sustancias químicas son: el aluminio, alcohol etílico, amoniaco, hierro y azufre.

Cada sustancia que forma parte de una mezcla se llama componente. Las mezclas pueden ser
heterogéneas u homogéneas.

Mezcla heterogénea es un sistema material en el que distintas partes del mismo tienen diferente
composición y por tanto distintas propiedades. Los componentes de un sistema heterogéneo se
pueden distinguir a simple vista, o bien con ayuda de una lupa o un microscopio. Ejemplos de
mezclas heterogéneas son: el granito y la leche.

Mezcla homogénea es un sistema constituido por dos o más sustancias químicas tal que, si
tomamos una muestra cualquiera de dicho sistema, su composición y propiedades son las
mismas, independientemente de su tamaño y de la zona del sistema de donde se escoja. Los
componentes de una mezcla homogénea no se pueden distinguir ni siquiera con la ayuda de un
microscopio convencional. Las disoluciones son mezclas homogéneas. Ejemplos de disoluciones
son el vino y el agua de mar.

Durante mucho tiempo se conocían sustancias químicas como el hierro, azufre, cobre, etc., que
resistían cualquier intento de obtener a partir de una de ellas al menos otras dos sustancias diferentes
a la de partida (es decir, de descomponerla), por lo que se las llamó sustancias simples. Sin
embargo, esto no ocurría con otras. Así, por ejemplo, la puesta a punto de la técnica de la
electrólisis1, permitió conocer, hacia el siglo XIX, que algunas sustancias químicas (hasta entonces
tenidas por sustancias simples) estaban en realidad formadas por la combinación de otras. A las
sustancias como la potasa, sosa, agua, amoniaco, sal común, los distintos alcoholes, etc., que se
podían separar en varias sustancias simples mediante procesos químicos, se las denominó
compuestos químicos.

1
La electrólisis consiste en la descomposición de una sustancia mediante la corriente eléctrica.

66
4. Teoría atómica y molecular de la materia

Conviene diferenciar los compuestos de las mezclas. Por ejemplo, el agua destilada está formada
sólo por hidrógeno y oxígeno pero no es una simple mezcla de estas sustancias, sino una
combinación en la que el hidrógeno y el oxígeno han perdido las propiedades que los caracterizan
para dar lugar a una sustancia nueva (un compuesto), diferente, de propiedades muy distintas. En la
tabla siguiente se pueden apreciar las propiedades tan distintas que tienen el hidrogeno y el oxígeno
respecto del agua. Esas propiedades son únicas y definidas para cada uno de ellos, lo que es una
evidencia de que se trata de sustancias.

Sustancia Estado físico Punto de ebullición Punto de fusión Densidad


Agua Líquido 100 ºC 0 ºC 1 g/cm3 a 4 ºC
Hidrógeno Gas -253 ºC -259 ºC 0’0007 g/cm3
Oxígeno Gas -183 ºC -219 ºC 0’0014 g /cm3

Por otra parte, la simple mezcla de hidrógeno y oxígeno no da lugar a agua en cantidades
apreciables; para formar agua a partir de ellos no es suficiente con mezclarlos, sino que hay que
conseguir que se combinen íntimamente, de tal manera, que desaparezcan las partículas de oxígeno
e hidrógeno como tales y se formen las nuevas partículas de agua (reacción química).

A.2. Un alumno afirma que el agua de mar es un compuesto químico ya que, según él, por
evaporación la podemos separar en sal y agua, que son las dos sustancias simples que la forman.
Criticad este razonamiento y explicad qué es en realidad el agua de mar.

A.3. Dados los siguientes sistemas: aire, zumo de naranja, chocolate puro, dióxido de carbono,
leche, azufre, arena de playa, ozono. Señalad cuál o cuáles son: sustancia simple, compuesto,
mezcla homogénea y mezcla heterogénea.

A.4. Con los términos: Los materiales (sólidos, líquidos, gases), sustancias, mezclas, sustancias
simples, compuestos químicos, homogéneas y heterogéneas, construid un esquema de clasificación
de los distintos materiales.

La realización de la actividad anterior, lleva a construir un esquema como el siguiente:

LOS MATERIALES
(sólidos, líquidos, gases)

SUSTANCIAS MEZCLAS

SUSTANCIAS COMPUESTOS HOMOGÉNEAS HETEROGÉNEAS


SIMPLES

Como acabamos de ver, las disoluciones son mezclas homogéneas. Dada su importancia en la
química, nos detendremos a estudiar de forma particular este tipo de mezclas.

67
4. Teoría atómica y molecular de la materia

2. DISOLUCIONES

En general podemos definir una disolución como una mezcla homogénea formada por dos o más
sustancias llamadas componentes de la disolución. Habitualmente al componente que se halla en
mayor proporción se le llama disolvente y, al resto, solutos.

Existen distintos tipos de disoluciones según el estado del soluto y disolvente. Así por ejemplo:
se considera que el aire es una disolución de gases en gases, el agua salada lo es de sólidos (sa-
les) en líquido (agua), una bebida carbónica es una disolución de un gas (dióxido de carbono) y
otras sustancias en agua, y el vino es una disolución de un líquido (etanol) y otras sustancias en
otro líquido (agua). Las aleaciones de metales (el latón, por ejemplo, es una aleación de cobre y
cinc, y el bronce una aleación de cobre y estaño) se consideran como disoluciones de sólidos en
sólidos. En las figuras siguientes se da un ejemplo de disolución de gas en líquido (cava) y un
ejemplo de una aleación (el bronce de que está hecha la campana).

Nosotros nos centraremos aquí en las disoluciones de un sólido o un líquido en agua como
disolvente (disoluciones acuosas), ya que este tipo de disoluciones son muy frecuentes debido a que
en el agua se pueden disolver muchas sustancias. El soluto será pues la sustancia que se disuelva en
el agua. Antes de comenzar, conviene reflexionar sobre la importancia de las disoluciones.

A.5. Enumerad y comentad diversas situaciones de interés en las que se utilicen o se fabriquen
disoluciones acuosas.

Podemos pensar que el agua de lluvia (agua bastante


pura) al filtrarse en la tierra disuelve muchas sales, lo que
hace que el agua de manantial tenga diversos contenidos
en sales (según los lugares por donde haya pasado), que
pueden hacer incluso que sea recomendable para tratar
diversas enfermedades. Al añadir fertilizantes al agua de
riego estamos haciendo también disoluciones y facilitando
que las plantas puedan absorber a través de sus raíces las
sales que necesitan. Muchos medicamentos se toman en
forma de disolución (jarabes, pastillas efervescentes, etc.).

El agua del mar, ríos y lagos, tiene aire disuelto, lo que


hace posible que muchos animales y plantas que viven en
estos medios puedan respirar.

68
4. Teoría atómica y molecular de la materia

Las bebidas que ingerimos son disoluciones (vinos, refrescos, zumos, caldos, agua, combinados,
etc.). Nuestra propia sangre lleva diversas sustancias disueltas. También el sudor lleva sales
disueltas (sabe salado). Muchos productos comerciales que manejamos habitualmente se hallan en
disolución o hay que disolverlos; éste es el caso, por ejemplo, de productos de limpieza como el
amoniaco (disolución de gas amoniaco en agua), de ciertas pinturas y tintes, de los plaguicidas para
tratar las enfermedades de las plantas, etc. También conviene tener en cuenta que muchos productos
químicos se utilizan en disolución porque de esta forma se favorece el contacto entre ellos cuando
se mezclan para realizar determinadas reacciones químicas.

Otros ejemplos importantes en los que se manejan concentraciones de disoluciones son: la


concentración de CO2 en la atmósfera (el incremento en dicha concentración debido a actividades
humanas es la causa más importante del aumento del efecto invernadero); la concentración de
metales pesados, como el mercurio, en el agua de mar (estos metales se acumulan en organismos
acuáticos); la concentración de gases tóxicos y de partículas nocivas en el aire de las ciudades
(valores altos producen enfermedades pulmonares), etc.

A.6. ¿Por qué cuando se hacen excursiones de


alta montaña y se suda mucho se recomienda no
beber agua procedente de los neveros?

Al sudar, perdemos muchas sales que son


necesarias para nuestro organismo (por eso en la
ropa en contacto con la piel puede quedar como
una mancha blanca -sales- cuando se evapora el
agua del sudor). Si bebemos agua muy poco
mineralizada (como lo es el agua de nieve) no
reponemos esas sales perdidas y eso puede
causarnos diarreas o trastornos más graves.

Un aspecto muy importante cuando se manejan disoluciones es el valor de su concentración.


Pensemos, por ejemplo: en la concentración de alcohol en las bebidas, de zumo en algunos
refrescos, de sal en los guisos, etc. Además hay veces en las que el que la concentración de una
disolución sea mayor o menor puede ser vital para nosotros. Pensemos, por ejemplo, en la
concentración de glucosa (un tipo de azúcar) en la sangre, que si es muy elevada ocasiona una
enfermedad llamada diabetes. Conviene plantearnos, pues, qué es la concentración de una
disolución y cómo medirla.

2.1. Concentración de una disolución

A.7. ¿Qué significa que una disolución tenga una concentración muy elevada?

Naturalmente no significa que tenga mucho soluto. Una disolución puede contener “mucho soluto”
y ser muy diluida. En efecto: no es lo mismo disolver 10 kg de sal común en el agua de una bañera
que en la de una piscina olímpica. En ambos casos la masa de soluto disuelta es la misma, pero la
concentración de sal en la bañera será mucho mayor que en la piscina.

Por tanto, para hablar de concentración hay que tener en cuenta no sólo la cantidad de soluto
disuelto sino también la cantidad de disolvente o de disolución. Cuanto mayor sea la primera
respecto de la segunda, mayor será la concentración de la disolución.

Cuando la concentración es pequeña se dice que la disolución es diluida y cuando es grande se dice
que la disolución es concentrada.
69
4. Teoría atómica y molecular de la materia

A.8. Supongamos que fabricamos las disoluciones de sal común (NaCl) en agua que se indican en
la tabla. Analizad la información que se os da, con el fin de contestar las siguientes preguntas:

Disolución A B D E
masa de soluto (g) 50 80 80 40
volumen de la disolución () 1 1 2 0’5

a) ¿Cuál es la disolución de mayor concentración? Ordenadlas de menor a mayor concentración.


b) Pensad en lo que acabáis de hacer y proponed una fórmula general que permita calcular la
concentración, expresada en gramos de soluto por cada litro de disolución. (Designad la
concentración como “C”, masa de soluto como “ms” y volumen de disolución como “V”).

De acuerdo con lo que hemos visto hasta aquí, habrá que determinar en cuál de las disoluciones
anteriores hay más soluto en un mismo volumen de disolución. Está claro que en la A hay 50 g de
soluto por cada litro de disolución, en la B hay 80 g de soluto por cada litro de disolución, en la D
hay 40 g de soluto por cada litro de disolución y en la E hay 80 g de soluto por cada litro de
disolución. Las disoluciones más concentradas son, pues, la B y la E. El orden de menor a mayor
concentración es: D  A  B = E

Para hallar la concentración en gramos de soluto por cada litro de disolución basta con dividir la
masa total de soluto (expresada en gramos) entre el volumen total de la disolución (expresado en
litros), de esa forma sabemos cuántos gramos de soluto hay por cada litro de disolución. Es decir:

ms
C= donde ms representa la masa del soluto (en g) y V el volumen de la disolución (en ).
V

Utilizando la expresión anterior para las disoluciones de la tabla nos queda:

CA = 50/1 = 50 g/; CB = 80/1 = 80 g/; CD = 80/2 = 40 g/; CE = 40/0’5 = 80 g/

A.9. Supongamos que preparamos dos disoluciones de sal en agua. La primera de ellas (que
llamaremos A) la hemos hecho colocando 100 g de sal común o cloruro de sodio (NaCl) en un
recipiente y luego añadiendo agua hasta tener un volumen total de disolución de 2’5. La segunda
de ellas (que llamaremos B) la hemos hecho colocando 150 g de sal común en otro recipiente y
luego añadiendo agua hasta tener un volumen total de disolución de 3 . ¿Cuál es la concentración
de cada una en g/?

Para que los huesos de una persona se desarrollen correctamente y para prevenir enfermedades
como la osteoporosis (fragilidad de los huesos en personas mayores), es necesaria una ingesta
adecuada de calcio. La cantidad diaria recomendada es de unos 800 mg diarios de calcio por
persona.

A.10. En una caja de 1 litro de leche leemos que contiene 120 mg de calcio por
cada 100 ml. Calcula la concentración de calcio en g/ . Al beber un vaso de
leche de 250 cm3 ¿cuántos gramos de calcio ingerimos?

A.11. Queremos preparar 200 cm3 de una disolución de sal común en agua, de
concentración 20 g/. Indicad detalladamente todos los pasos a seguir.

HACENDOSO

70
4. Teoría atómica y molecular de la materia

A.12. En un matraz vacío se colocan 10 cm3 de alcohol etílico ( = 0’8 g/cm3) y luego se añade
agua hasta tener un volumen total de disolución de 250 cm3. Calculad la concentración en g/.

A.13. Un enfermo necesita tomar un medicamento diluido en agua. Para que sea efectivo, su
concentración ha de estar comprendida entre los 5 g/ y los 8’5 g/. En unos laboratorios se
fabricaron distintas disoluciones de ese medicamento con las cantidades que figuran en la tabla
siguiente. Explicad cuáles de esas disoluciones debería rechazar.

Disolución A B D E
masa de soluto 11 g 2’1 g 3’6·10-2 kg 4’75·10-4 kg
volumen de la disolución 2’75  300 cm3 9 40 cm3

Naturalmente la concentración de una disolución se puede expresar también de otras formas. Una de
ellas es en tanto por cien en masa. En este caso, si seguimos utilizando el gramo como unidad de
masa, la concentración representará el número de gramos de soluto disueltos por cada 100 g de
disolución.

A.14. ¿Qué significa que la concentración de una disolución de glucosa en agua sea del 2% en
masa?

Rdo. Que en cada 100 g de disolución hay 2 g de glucosa.

A.15. Un total de 20 g de cloruro de sodio (NaCl) se disuelve en 140 g de agua. Calculad la


concentración de la disolución en tanto por cien en masa.

En primer lugar, tendremos que calcular los gramos de soluto que hay por cada gramo de
disolución. Para ello basta con dividir la masa en gramos del NaCl entre la masa en gramos de
disolución:

mS/mD = 20/160 = 0’125 g de NaCl/g de disolución

En segundo lugar, para saber la masa de soluto por cada 100 g de disolución, bastará multiplicar el
resultado anterior por 100, con lo que:

mS
 100 = 0’125 · 100 = 12’5 %
mD

Es decir: por cada 100 g de disolución habrá 12’5 g de NaCl.

Así pues la concentración de una disolución en tanto por cien en masa vendrá dada por:

ms
C  100 siendo ms = masa de soluto y mD = masa disolución
mD

A.16. Se desea preparar 500 g de una disolución de nitrato de potasio al 15% en masa. Indicad
detalladamente los pasos a seguir.

A.17. Se dispone de una disolución de sulfato de potasio al 5% en masa. Calculad que cantidad de
disolución hemos de coger para que al evaporarla totalmente nos queden 80 g de sulfato de
potasio. Rdo. 1600 g de disolución.
71
4. Teoría atómica y molecular de la materia

En el caso de disoluciones de líquidos en líquidos es habitual expresar la concentración en tanto


por cien en volumen. En este caso, si utilizamos el m como unidad de volumen, la concentración
representará el número de m de soluto disueltos por cada 100 m de disolución.

Mediante razonamientos similares a los anteriores se llega a la expresión:

Vs
C=  100 (en % en volumen), donde Vs es volumen de soluto y VD el volumen de disolución
VD

Al porcentaje en volumen se le denomina también “grado”, de modo que, por ejemplo, 12% en
volumen equivale a 12 º.

A.18. La concentración de alcohol etílico en una bebida, se suele expresar en grados. ¿Qué
significa que un licor tenga 40º ?

Naturalmente, la respuesta a la actividad anterior es que en cada 100 m de ese licor habrá 40 m de
alcohol.

A.19. Una persona ingiere 2 copas de un licor de 40º (de graduación). Sabiendo que cada copa
contiene 100 m, razonad si podrían o no ponerle una multa de tráfico al hacerle la prueba de
alcoholemia. (Para simplificar suponed que todo el alcohol ingerido va a la sangre).

Datos: La densidad del alcohol etílico es de


790 g/. La concentración máxima permitida
de alcohol en sangre para poder conducir es
0’25 g/. El volumen total de la disolución
(sangre y alcohol) es 5.

Rdo. Su concentración de alcohol en sangre


sería de 12’64 g/. Por tanto, no solo podrían
multarle, sino que se arriesga a tener un
grave accidente. Es fundamental no tomar
bebidas alcohólicas cuando se conduce. Un
conductor bajo los efectos del alcohol es un
grave peligro para él y para los demás.

La mayoría de muertes por carretera se relacionan con el consumo de bebidas alcohólicas. Bajo
ningún concepto subáis en un vehículo cuyo conductor haya tomado antes bebidas alcohólicas.

Ahora que ya sabemos medir la concentración de una disolución, podemos plantearnos si, dada una
disolución determinada (por ejemplo sal común en agua o azúcar en agua) podemos ir añadiendo
más y más soluto a la disolución, de forma que la concentración aumente indefinidamente.

2.2. ¿La concentración de una disolución puede ser todo lo grande que se quiera?

Es evidente que la respuesta es no. Si tenemos un vaso con 1 litro de agua pura, le añadimos un
poco de cloruro de sodio (sal común) y removemos, habremos obtenido una disolución diluida. Si

72
4. Teoría atómica y molecular de la materia

vamos añadiendo más sal poco a poco y removiendo, la concentración de la disolución irá aumen-
tando, pero llegará un momento en que la disolución estará tan concentrada que, si echamos algo
más de sal, ésta ya no se disolverá por mucho que removamos. Decimos entonces que la disolución
está saturada. Para cuantificar este hecho se ha elaborado un nuevo concepto llamado solubilidad.

La solubilidad de una sustancia se puede definir como una magnitud cuyo valor nos indica la
máxima cantidad de dicha sustancia que puede disolverse en una cantidad dada de disolvente (a
una cierta temperatura).

La existencia de este límite máximo se puede comprobar fácilmente de forma experimental, tal y
como se propone en los dos ejemplos siguientes.

A.20. Colocad en un matraz algo de agua y añadid muy poco a poco y agitando, cromato de
potasio; observad cómo llega un momento en que, por más que se agite, no se disuelve más solu-
to. Notad cómo el color amarillento de la disolución ha ido aumentando su intensidad poco a
poco debido a la cada vez mayor presencia de soluto en la disolución y cómo, cuando deja de
disolverse el cromato de potasio, el color de la disolución permanece constante ante nuevas adi-
ciones de cromato.

Nota: El cromato de potasio es una sustancia muy peligrosa para el medio ambiente. Conviene
que esta actividad experimental la realice el profesor una sola vez, utilizando cantidades mínimas
y recuperando el soluto para nuevas utilizaciones.

A.21. Echad dentro de un tubo de ensayo grande 100 cm3 de agua, cerradlo con un tapón de
goma y hallad la masa del conjunto mediante una balanza. A continuación destapad el tubo e id
añadiendo poco a poco sucesivas cantidades de cloruro de sodio (NaCl), removiendo tras cada
adición con una varilla de vidrio hasta que la sal se disuelva totalmente. Llegará un momento en
que, por más que se remueva, la sal ya no se disolverá más. Si en ese instante volvemos a tapar
el tubo y a calcular la masa total, veremos que ésta habrá aumentado, aproximadamente, en
unos 35 g, correspondientes al cloruro de sodio disuelto. Otra alternativa es pesar unos 50 g de
NaCl en una balanza y con una espátula ir añadiendo poco a poco esta sal al agua. En cuanto
se alcanza la saturación, la diferencia entre la masa inicial y final de sal (dadas por la balanza)
corresponderá al soluto añadido.

La solubilidad de una sal se puede expresar en gramos de soluto por cada 100 g de disolvente. Es
necesario especificar la temperatura porque ésta influye en la solubilidad. En general la
solubilidad de una sustancia aumenta con la temperatura (esto explica, por ejemplo, que se
limpien las cosas mejor con agua caliente que con agua fría).

A.22. ¿Qué significa que la solubilidad del NaCl en agua a 20 ºC es de 35 g de NaCl /100 g de
agua?

La respuesta a la actividad anterior es, evidentemente, que a 20 ºC la máxima cantidad de NaCl que
se puede disolver en 100 g de agua pura es de 35 g. Conviene darse cuenta de que, en este caso,
hablamos de disolvente y no de disolución.

A.23. La solubilidad del nitrato de sodio (NaNO3) en agua a 20ºC es de 90g de NaNO3/100 g de
agua. Hallad la masa en gramos de nitrato de sodio que quedará sin disolver cuando, a 20 ºC,
añadamos 135 g de ese compuesto a 120 ml de agua. Rdo. 27 g

73
4. Teoría atómica y molecular de la materia

A.24. Tenemos una disolución concentrada de un compuesto iónico, como, por ejemplo, sulfato
de cobre a la temperatura ambiente. ¿Qué ocurrirá si la dejamos reposar y el agua se va
evaporando poco a poco?

Al ir evaporándose el disolvente, irá aumentando la concentración de la disolución y llegará un


momento en que se alcanzará el límite de solubilidad de esa sal en agua. A partir de ahí, el sulfato
de cobre comenzará a precipitar en forma de cristalitos azules (cristalización).

Como es lógico, la solubilidad de una sustancia en agua, además de la temperatura, depende


también del tipo de sustancia. No se disuelve igual en agua el NaCl que otras sales, como por
ejemplo bromuro de potasio (KBr) o nitrato de plata (AgNO3), que son menos solubles.

A veces una misma sustancia tiene una solubilidad baja en agua y en cambio alta en otro tipo de
disolventes. Este es el caso, por ejemplo, del yodo (I2) que se disuelve poco en agua y, sin embargo,
es muy soluble en tetracloruro de carbono o en gasolina.

A.25. Añadid unos cuantos cristalitos de yodo sólido (I2) a un tubo de ensayo con un poco de agua
y comprobad que la solubilidad del I2 en agua es pequeña. A continuación repetid la experiencia en
otro tubo igual, pero sustituyendo el agua por la misma cantidad de gasolina y comprobad que la
solubilidad del yodo en gasolina es mucho mayor que en el agua.

Nota: El yodo y la gasolina son sustancias nocivas para el medio ambiente. Realizad una sola práctica para
toda la clase y no tirar los restos por el desagüe.

La diferencia de solubilidad de unas sustancias en otras es la explicación de que, por ejemplo: para
limpiar distintos tipos de manchas convenga utilizar diferentes sustancias, la grasa se disuelva bien
en agua caliente y jabonosa, la laca de las uñas se quite fácilmente con acetona, etc.

En el tema anterior vimos que el comportamiento de los gases se podía explicar mediante el modelo
cinético-corpuscular. El químico inglés John Dalton conocía dicho comportamiento y también la
existencia de mezclas, sustancias simples, compuestos, disoluciones y algunas leyes que se
cumplían en todos los cambios químicos (como, por ejemplo, la ley de la conservación de la masa).
Todo ello le llevó a elaborar a comienzos del siglo XIX una teoría científica denominada “Teoría
atómica de la materia”. Veremos a continuación, los postulados básicos de dicha teoría y cómo
ésta fue capaz de explicar de forma coherente tanto las propiedades de los gases como la existencia
de sustancias simples, sustancias compuestas, disoluciones, etc.

3. LA TEORÍA ATÓMICO-MOLECULAR DE LA MATERIA

El modelo corpuscular se basa esencialmente en suponer que todos los materiales están hechos de
partículas, dotadas de un cierto estado de movimiento (caótico en los gases y más ordenado y
restringido en sólidos y líquidos). No obstante, dicho modelo es insuficiente para explicar la
información química que hemos descrito en los apartados anteriores, por lo que fue necesario
profundizar en él y ampliarlo para poder explicarla, tal y como vamos a ver a continuación.

3.1. Teoría atómica de Dalton

La enorme variedad de sustancias químicas puede explicarse si se admite que existen distintos
tipos de partículas, de manera que una sustancia estará formada por un mismo tipo de partículas
todas iguales entre sí. De acuerdo con esta idea si dos sustancias químicas son diferentes es por-
que las partículas que las forman son diferentes.

74
4. Teoría atómica y molecular de la materia

En una primera aproximación (realizada por Dalton, en 1802), se pensó que las partículas de las
sustancias simples eran indivisibles. De este modo se justificaba que, a partir de una sustancia
simple no se pudieran obtener varias sustancias diferentes. En cambio, las partículas de las sus-
tancias compuestas serían, en realidad, "paquetes de diferentes partículas", de manera que po-
drían romperse y dar lugar a la formación de varias sustancias distintas. A las partículas de las
sustancias simples, se las llamó átomos y a los paquetes de partículas que formaban las sustan-
cias compuestas, se les llamó moléculas.

Algunos aspectos básicos de la teoría atómica de Dalton eran los siguientes:

 La materia está formada por átomos (partículas sumamente pequeñas e indivisibles).


 Cada elemento químico está constituido por una sola clase de átomos (todos ellos con igual
masa y propiedades).
 Los átomos de distintos elementos tienen diferente masa y propiedades.
 Los átomos son inmutables (no pueden dividirse ni transformarse unos en otros).
 Un compuesto químico está formado por moléculas (según Dalton “átomos compuestos”)
idénticas entre sí y éstas, a su vez, están formadas por la unión de un número entero de átomos
de distintos elementos, siempre en la misma proporción.
 Dos o más tipos de átomos pueden unirse en distintas proporciones para dar lugar a diferentes
moléculas y, por tanto, a compuestos distintos.
 En las reacciones químicas no se crean ni se destruyen átomos; lo que ocurre es que los átomos
existentes se reorganizan, rompiéndose unas uniones y formándose otras nuevas.

Conviene tener en cuenta que los enunciados anteriores fueron elaborados a comienzos del siglo
XIX y que después fueron sufriendo importantes modificaciones, de forma que, en la actualidad,
algunos de ellos no se aceptan tal y como fueron formulados. Así, por ejemplo: sabemos que los
átomos se pueden "romper" y que se pueden transformar unos en otros (nunca en las reaccio-
nes químicas pero sí en reacciones nucleares) o que hay moléculas formadas por átomos iguales
(H2, N2, O2, O3, Cl2, I2, C60 ...) y que, por tanto, existen sustancias simples cuyas partículas son
moléculas. De esta forma, la teoría atómica de Dalton fue sufriendo una serie de cambios que per-
mitieron el desarrollo de la teoría atómico-molecular de la materia.

Actualmente se define sustancia simple, como aquella que está formada por una sola clase de
átomos (independientemente de que las partículas o unidades que la caracterizan sean monoató-
micas o no). En cambio sustancia compuesta, sería aquella en la que la unidad que la caracteri-
za (parte más pequeña de esa sustancia) está formada, al menos, por dos clases de átomos.

A.26. Los esquemas representan muestras de diferentes sustancias en estado gaseoso. Indicad en
cada caso si se trata de sustancia simple, compuesto o mezcla de … y explicad la respuesta:

Las sustancias representadas en los esquemas anteriores son las siguientes: helio (He), agua
(H2O), hidrógeno (H2), dióxido de carbono (CO2), amoniaco (NH3), monóxido de carbono (CO)
y oxígeno (O2). Identificad cuál es cada una.

75
4. Teoría atómica y molecular de la materia

3.2. ¿Cómo explicar las reacciones químicas?

A.27. Proponed una explicación sobre cómo puede ocurrir una reacción química, es decir, cómo
pueden desaparecer unas sustancias y formarse otras que no estaban inicialmente. Concretad
para el caso en que las sustancias simples hidrógeno y cloro (en fase gaseosa) reaccionan quí-
micamente, desapareciendo (en parte) y formándose una sustancia nueva (que es un compuesto).

La teoría atómico-molecular explica la existencia de propiedades comunes de todos los materia-


les (masa, volumen, peso, etc.), el comportamiento físico de los gases y la diversidad de sustan-
cias. Además, como vamos a ver ahora, permite una fácil interpretación de las reacciones quími-
cas. Éstas, en una primera aproximación, pueden considerarse como un proceso de choques entre
partículas, en el que moléculas de las sustancias iniciales (reactivos) desaparecen debido a su
ruptura (si tienen varios átomos) y en el que se forman nuevas moléculas (lo que implica nuevas
sustancias) mediante la unión de los mismos átomos pero de forma distinta.

Así, la reacción entre hidrógeno y cloro gaseosos será:

O bien, mediante símbolos: H2 + Cl2  2 HCl

Este modelo de reacción química como reordenación de átomos no sólo explica que
desaparezcan unas sustancias (reaccionantes) y aparezcan otras nuevas (productos) con
propiedades muy distintas, sino el que en algunos casos sea posible recuperar las sustancias
iniciales (que habían desaparecido) a partir de los productos. Esto es posible, porque, según el
modelo, los átomos iniciales se encuentran formando parte de las moléculas de los productos, y,
por tanto, es posible que, en determinadas condiciones, dichas moléculas se rompan y los átomos
se vuelvan a unir formando moléculas idénticas a las iniciales.

La validez de este modelo de reacción química puede ser contrastada, además por las
predicciones macroscópicas (medibles directamente en el laboratorio) que se deducen de él, que
coinciden, como veremos, con distintas leyes empíricas que se habían obtenido sin formular
hipótesis alguna sobre la constitución submicroscópica de las sustancias y que aparentemente no
guardaban relación entre sí (ley de conservación de la masa y ley de las proporciones
constantes).

3.3. Los cambios materiales en los procesos químicos: Ley de la conservación de la masa y ley
de las proporciones constantes

Una transformación química supone, según la teoría atómico-molecular, una reordenación de


átomos. Así, por ejemplo, el cloro puede reaccionar con el hidrógeno y dar una nueva sustancia, de
propiedades muy diferentes al cloro o al hidrógeno, denominada cloruro de hidrógeno. Sin
embargo, hay algo que debe permanecer: en cualquier transformación química que se realice en un
recinto cerrado: los átomos presentes seguirán siendo los mismos aunque agrupados de forma
diferente.

A.28. De acuerdo con la información contenida en el párrafo anterior, sugerid alguna


consecuencia respecto a las masas de las sustancias que intervienen en una reacción química.

76
4. Teoría atómica y molecular de la materia

Puesto que los átomos y moléculas tienen masa, si la reacción química se produce de manera que
pueda considerarse un sistema cerrado (un sistema en el que no entra ni sale sustancia alguna),
la masa total, en cualquier momento de la reacción, será la suma de las masas de los átomos y,
por tanto, como sólo suceden reordenaciones de los mismos, dicha masa total debe permanecer
constante. Esta consecuencia, que había sido formulada de una manera empírica unos años antes
de la teoría atómica de Dalton, se denomina: Principio de conservación de la masa.

La masa total de las sustancias que intervienen en una reacción química que se produce en un
recipiente cerrado, es constante en cualquier momento de la reacción.

A.29. Los siguientes procesos parecen contradecir el principio de conservación de la masa:

a) Cuando se oxida un clavo, éste pesa más después de oxidarse que antes.
b) Al añadir una pastilla efervescente a un vaso con agua, el peso total va
disminuyendo.
c) Al quemar un tronco de madera, la ceniza pesa menos que el tronco original.

¿Se trata de excepciones a dicho principio? Sugerid posibles explicaciones, así


como la forma de comprobar alguna de ellas.

No se trata de excepciones porque en ninguno de los casos el sistema se encuentra cerrado. El clavo
se oxida porque el hierro se combina con el oxígeno del aire, por tanto, debe pesar más porque al
final tendrá más masa (la del oxígeno que se combinó con el hierro). La pastilla efervescente, se
disuelve al entrar en contacto con el agua y desprende un gas (dióxido de carbono). Ese gas, tiene
masa y, por lo tanto pesa, por lo que al escaparse al ambiente ocurrirá que el peso del vaso de agua
con la pastilla disuelta será menor que el del vaso de agua y la pastilla entera. Análogamente sucede
al quemar una madera, ya que entonces se desprenden gases, vapor de agua y humo, por lo que las
cenizas pesarán menos que la madera original.

Podemos comprobar la conservación de la masa, por ejemplo en el segundo caso de los que hemos
analizado, si tenemos la precaución de cerrar herméticamente el matraz donde echamos una pastilla
efervescente (o mejor sólo un trozo de ella, para evitar que salte el tapón) al agua. Si realizamos la
experiencia (apretando el tapón lo suficiente como para que no salte al aumentar la presión por el
gas desprendido) veremos que el peso del matraz con el agua y la pastilla es el mismo a lo largo de
todo el proceso, porque evitamos que se escape el gas.

Al estudiar las transformaciones químicas los científicos se dieron cuenta de otro hecho de especial
importancia. Este consiste en que:

Siempre que se combinan dos sustancias, reaccionando para dar otra sustancia nueva
determinada, las masas que reaccionan se encuentran en la misma proporción. Y análogamente
sucede al descomponer una sustancia en otras.

El enunciado anterior se conoce como: Ley de las proporciones constantes.

Vale la pena detenerse un poco en intentar clarificar esta ley:

Lo que nos dice es que, por ejemplo, cuando reaccionan el hidrógeno con el cloro para dar cloruro
de hidrógeno HCl no lo pueden hacer en cantidades cualesquiera, sino que siempre lo hacen en la
misma proporción (que, en este caso, es de 1 g de hidrógeno por cada 35’5 g de cloro). Eso

77
4. Teoría atómica y molecular de la materia

significa que, si mezclamos, por ejemplo, 2 g de hidrógeno con 98 g de cloro y los hacemos
reaccionar, no vamos a poder obtener 100 g de HCl, sino tan solo 73 g de HCl (como máximo) y
sobrarán 27 g de cloro que no se podrán combinar.

Fijémonos que esta ley es, en realidad, una consecuencia de la estructura atómica de la materia:

Cada átomo de hidrógeno sólo puede unirse a uno de cloro para dar una molécula de HCl, de modo
que, una vez se hayan combinado todos los átomos de hidrógeno existentes en esos 2 gramos
iniciales, de nada servirá tener más cloro si ya no hay más hidrógeno con el que combinarse.

Si suponemos que partimos de hidrógeno y cloro en fase gaseosa y monoatómicos y que el cloruro
de hidrógeno es HCl, el proceso podría representarse esquemáticamente como:

+ +

En cada uno de los rectángulos anteriores, las esferas verdes corresponden a átomos de cloro y las
blancas a átomos de hidrógeno.

Como la molécula de cloruro de hidrógeno, HCl, está formada sólo por hidrógeno y cloro, la
relación entre la masa de hidrógeno y la masa de cloro que reaccionan para dar el compuesto
cloruro de hidrógeno, dependerá sólo de las masas de los átomos de hidrógeno y de los átomos de
cloro (que tienen un valor fijo cada una).

Si admitimos, como hemos hecho en el esquema anterior, que la "fórmula molecular" del cloruro
de hidrógeno es HCl y sabemos experimentalmente que cada gramo de hidrógeno que reacciona
lo hace siempre con 35’5 gramos de cloro, ¿qué consecuencias cabe esperar respecto a la
relación existente entre las masas de un átomo de cloro y un átomo de hidrógeno?

Como se combinan uno con uno, podemos afirmar que:

“En 35’5 gramos de cloro hay los mismos átomos que en 1 g de hidrógeno”

y, por tanto, que:

“La masa de un átomo de cloro será 35’5 veces mayor que la de un solo átomo de hidrógeno”.

3.4. Masa atómica y masa molecular

Fijémonos que la teoría atómica de Dalton no solo permitió explicar leyes básicas de la química,
sino que también abrió la posibilidad de medir las masas relativas de los átomos. Se pudo establecer
así una escala de masas atómicas relativas en la que se tomaba la masa del átomo de hidrógeno
como unidad. El símbolo de esta nueva magnitud es Ar. En la tabla siguiente se indican las masas
relativas de algunos átomos.

Elemento Hidrógeno (H) Oxígeno (O) Nitrógeno (N) Plata (Ag) Oro (Au) Uranio (U)
Ar 1 16 14 107 198 238

78
4. Teoría atómica y molecular de la materia

De acuerdo con lo que acabamos de decir, que la masa atómica relativa del nitrógeno sea 14,
significa que la masa de un átomo de nitrógeno es 14 veces mayor que la de un átomo de hidrógeno.

A.30. Si tenemos 1 g de hidrógeno, ¿cuántos gramos de uranio se necesitarán para tener el mismo
número de átomos de uranio que de hidrógeno?(Para contestar, utilizad la tabla anterior).

Conocer los valores de las masas relativas de los distintos átomos, permite calcular las masas de las
moléculas. Se define así la masa molecular relativa como el número de veces que la masa de una
molécula es mayor que la masa del átomo de hidrógeno. Su símbolo es Mr.

A.31. ¿Cómo podríamos calcular la masa relativa de una molécula? Con los datos de la tabla
anterior calculad la masa molecular relativa de las siguientes sustancias: hidrógeno (H2); oxígeno
(O2); ozono (O3); nitrógeno (N2); agua (H2O); amoniaco (NH3).

A.32. ¿Qué significa que la masa molecular relativa del agua sea Mr = 18?

a) Que una molécula de agua tiene una masa de 18 g.


b) Qué la masa de una molécula de agua es 18 veces mayor que la de un átomo de hidrógeno.
c) Que en 1 g de agua hay 18 moléculas.

A.33. ¿Cuántas veces es mayor la masa de una molécula de amoniaco (NH3) que la de una
molécula de hidrógeno(H2)? Rdo. El resultado no es 17.

A.34. ¿Cuántos gramos de oxígeno, como máximo, se podrán obtener al descomponer totalmente
18 g de agua? ¿cuántos de hidrógeno?

Cada átomo de oxígeno tiene una masa 16 veces mayor que 1 átomo de hidrógeno y, por tanto, 8
veces mayor que 2 átomos de hidrógeno. Como el agua es H2O, la masa correspondiente al oxígeno
será 8 veces mayor que la que aporte todo el hidrógeno, así que, de los 18 g de agua, 2 g tendrán
que ser de hidrógeno y los otros 16 de oxígeno (16 = 8·2).

4. UN ÉXITO DE LA TEORÍA ATÓMICO-MOLECULAR: EL SISTEMA PERIÓDICO


DE LOS ELEMENTOS

A lo largo del siglo XIX se descubrieron nuevos elementos químicos. Por otra parte se fueron
conociendo de forma más precisa las propiedades de muchos elementos y pronto se observó que
existían elementos con propiedades químicas bastante parecidas. Ello permitió agrupar a los
elementos químicos en familias. La mayor aportación en este sentido la realizó el científico ruso
Dimitri Ivanovich Mendeleiev (1834-1907). Su método para clasificar y disponer todos los ele-
mentos químicos dio lugar al llamado "sistema periódico de los elementos", uno de los instru-
mentos más valiosos de la química.

Mendeleiev ordenó los 63 elementos químicos entonces conocidos situándolos en fila según el
orden creciente de su masa atómica y cuando llegaba a un elemento que tenía propiedades análo-
gas a otro ya situado, iniciaba una nueva fila colocándolo debajo. Así los elementos quedaban
organizados en forma de tabla en la que, los que se hallaban en una misma columna, tenían pro-
piedades análogas y constituían un grupo o familia. A cada fila se la denominó periodo.

Actualmente se conocen más de 100 elementos químicos distintos (ved sistema periódico al final
del tema). Como puede verse, los elementos de propiedades parecidas se hallan agrupados en
columnas o familias. Conviene recordar especialmente las de los elementos más representativos (las

79
4. Teoría atómica y molecular de la materia

más largas). Habitualmente, al conjunto de estas familias se le denomina sistema periódico corto, y
es el que más utilizaremos en este curso (aunque tampoco completo del todo).

SISTEMA PERIÓDICO CORTO

I II III IV V VI VII VIII


H He
(Hidrógeno) (Helio)
Li Be B C N O F Ne
(Litio) (Berilio) (Boro) (Carbono) (Nitrógeno) (Oxígeno) (Flúor) (Neón)
Na Mg Al Si P S Cl Ar
(Sodio) (Magnesio) (Aluminio) (Silicio) (Fósforo) (Azufre) (Cloro) (Argón)
K Ca Ge As Se Br Kr
(Potasio) (Calcio) (Germanio) (Arsénico) (Selenio) (Bromo) (Kriptón)
Rb Sr Sn Sb Te I Xe
(Rubidio) (Estroncio) (Estaño) (Antimonio) (Teluro) (Yodo) (Xenón)
Cs Ba Pb Bi Rn
(Cesio) (Bario) (Plomo) (Bismuto) (Radón)

Naturalmente, una pregunta que se plantea inmediatamente es a qué se debe que los elementos
químicos de una misma familia tengan propiedades parecidas. Si los átomos fueran realmente
partículas elementales, indivisibles e inmutables, sería un hecho de difícil explicación. Por el
contrario, las agrupaciones de los elementos en familias hace pensar en átomos con una cierta
estructura interna y que dicha estructura interna debe ser similar entre los elementos de una misma
familia (y diferente a los de otras familias).

5. SEPARACIÓN DE LAS SUSTANCIAS COMPONENTES DE UNA MEZCLA

Como ya hemos indicado, la mayoría de las sustancias químicas no se encuentran en la naturale-


za aisladas sino acompañadas (en mayor o menor proporción) de otras formando mezclas. Por
otra parte, cuando se obtiene una sustancia determinada en un laboratorio o mediante procesos
industriales es frecuente que intervengan o se formen también otras sustancias no deseadas. Por
ello, uno de los principales problemas que se plantea la química es cómo proceder a la separa-
ción y la purificación de los productos que, por una u otra razón, queremos obtener.

Las técnicas de separación se basan, como es lógico, en que a sustancias distintas también co-
rresponden propiedades distintas. Se trata, por tanto, de aprovechar esa diferencia de propiedades
para conseguir separarlas.

Un método tradicional para obtener sal común es disponer agua salada en grandes extensiones de
poca profundidad (salinas) y dejar que el agua se vaya evaporando poco a poco. De esta forma el
agua pura pasa a la atmósfera y la sal que contenía queda en el suelo, lista para ser recogida.

Actualmente, debido a la escasez de agua dulce, ha cobrado una gran relevancia la utilización del
agua de mar para obtener agua potable extrayéndole las sales minerales que lleva disueltas. Para
ello se utilizan modernas estaciones desaladoras.

Se trata de una tecnología a tener en cuenta pero que es necesario acompañar de diversas medi-
das de ahorro. El proceso se realiza en plantas potabilizadoras bien por evaporación del agua de
mar (y su posterior condensación) o bien por ósmosis inversa (haciendo pasar el agua salada a
través de unas membranas semipermeables).

80
4. Teoría atómica y molecular de la materia

(En la foto: Parte de las salinas de Imón en Guadalajara. En ellas se extraía agua salada del subsuelo me-
diante pozos y norias. Su construcción data del siglo X. Dejaron de funcionar en 1996).

5.1. Separación de los componentes de una mezcla heterogénea

Sabemos que una mezcla heterogénea es un sistema en el que distintas partes del mismo tienen
diferente composición y, por tanto, distintas propiedades. Los componentes de un sistema hete-
rogéneo se pueden distinguir a simple vista o bien con ayuda de una lupa o un microscopio.

A.36. Sugerid algún procedimiento para separar una mezcla de azufre en polvo (amarillo) y de
hierro en polvo (negro). Luego, si es posible, llevadlo a cabo.

Se trata de dos sustancias sólidas que pueden separarse fácilmente aprovechando la propiedad
del hierro de ser atraído por un imán (propiedad que no presenta el azufre). No obstante, si colo-
camos un poco de la mezcla en una cápsula de porcelana y calentamos lo suficiente podremos
comprobar que se forma un compuesto (sulfuro de hierro) y que en él ya no se detectan las pro-
piedades del azufre ni del hierro (las cuales conservaban cuando se hallaban simplemente mez-
clados). Así, el compuesto no es atraído por el imán.

A.37. Nos presentan una mezcla de polvo de arcilla seca y de sal común (cloruro de sodio). Su-
gerid un procedimiento para separar la mayor cantidad posible de cloruro de sodio.

Sabemos que la sal común se disuelve perfectamente en agua. Por tanto podemos pensar en dis-
poner la mezcla dentro de un recipiente adecuado y añadir agua suficiente removiendo conti-
nuamente con una varilla de vidrio hasta que toda la sal se haya disuelto. La arcilla, sin embargo,
queda en suspensión dando un aspecto turbio a la disolución salina. Si mirásemos con un mi-
croscopio no podríamos ver las partículas de sal pero sí apreciaríamos las de arcilla. La mezcla

81
4. Teoría atómica y molecular de la materia

de arcilla y agua se denomina suspensión. Si la dejásemos reposar un tiempo suficiente toda la


arcilla acabaría depositándose en el fondo y por encima quedaría la disolución de sal en agua.

disolución de
suspensión arcilla sal en agua

No obstante, si no queremos esperar, basta con filtrar la mezcla, ya que las partículas de arcilla
son demasiado grandes como para atravesar los poros del papel de filtro. Para ello podemos pre-
parar el papel de filtro y colocarlo en un embudo tal y como se indica en la figura siguiente.

arcilla, sal y agua

embudo con papel disolución de


de filtro sal en agua

sal

papel de filtro

Añadiendo poco a poco la mezcla, en el embudo queda la arcilla (y algo de cloruro de sodio en el
agua) y en el vaso de abajo recogemos la mayor parte de la disolución acuosa de cloruro de so-
dio. Luego basta con evaporar el agua y recoger la sal que quede en el vaso. Si se quiere obtener
más sal podemos añadir más agua destilada a la arcilla mojada del embudo y repetir la operación.

En la experiencia anterior ha sido sencilla la separación porque en una suspensión las partículas
tienen un tamaño demasiado grande para atravesar los poros del papel de filtro. Sin embargo,
entre una suspensión y una verdadera disolución puede haber otros casos intermedios en los que
las partículas de la fase dispersa tienen un tamaño mediano. En esos casos sí pueden atravesar el
papel de filtro y no sedimentan (o lo hacen al cabo de mucho tiempo). Se trata de dispersiones
coloidales. Éstas, a simple vista, tienen el aspecto de mezclas homogéneas, pero con una lupa
(en unos casos) y con un microscopio convencional (en otros) es posible ver que no se trata re-
almente de una disolución.

La mayoría de líquidos orgánicos (como por ejemplo la sangre) son dispersiones coloidales.
Otros ejemplos son la mayonesa, clara de huevo, gelatinas, pinturas, leche, etc. Existen distintos
tipos de dispersiones, según sea la fase dispersa y el medio en el que se halla. Cuando la fase
dispersa es un sólido o un líquido y el medio es un gas se habla de aerosoles (como son, por
ejemplo, el humo o la niebla). Cuando tanto la fase dispersa como el medio son líquidos que no
se pueden mezclar (inmiscibles) se denomina emulsión. Existen sustancias que facilitan la for-
mación de emulsiones (se llaman emulsionantes), este sería el caso de la yema de huevo en la
mayonesa y de la caseína en la leche.

82
4. Teoría atómica y molecular de la materia

En el caso de la leche, la fase dispersa está formada fundamentalmente por proteínas (sobre todo
caseína), hidratos de carbono (principalmente lactosa), sustancias grasas, sales minerales y vi-
taminas, en distintos estados de dispersión. Las moléculas de proteínas recubren a otras partícu-
las de la fase dispersa e impiden que se junten y precipiten. Sin embargo esas mismas proteínas
en medio ácido precipitan (se dice que se coagula la caseína).

A.38. Sugerid un procedimiento para separar la caseína de la leche y, si es posible, hacedlo.

Un procedimiento casero muy sencillo consiste en poner la leche a calentar. Un poco antes de
llegar al punto de ebullición se añade zumo de limón (medio ácido) poco a poco y se remueve
hasta que se “corte” la leche. Se forma así un precipitado (grumoso) que contiene proteínas (so-
bre todo caseína), grasas, sales minerales y vitaminas liposolubles. Se puede filtrar y consumir
como queso fresco (añadiéndole un poco de azúcar tiene un sabor estupendo). Lo que queda es el
suero de leche que se emplea como alimento para animales y también para fabricar el requesón.

5.2. Separación de los componentes de una mezcla homogénea

Sabemos que una mezcla homogénea es un sistema constituido por dos o más sustancias tal que
si tomamos una muestra cualquiera de dicho sistema, su composición y propiedades son la mis-
mas independientemente de su tamaño y de la zona del sistema de donde se escoja. Los compo-
nentes de una mezcla homogénea no se pueden distinguir ni siquiera con la ayuda de un micros-
copio convencional. Las disoluciones son mezclas homogéneas. Recordemos que la sustancia
que se encuentra en mayor proporción se denomina disolvente y la otra, soluto.

Como ya hemos visto anteriormente, existen distintos tipos de disoluciones según el estado del
soluto y disolvente. Así, podemos tener disoluciones de gases en gases, de sólidos en líquido, de
gases en líquido, de uno o más líquidos en otro líquido, etc. En todos los casos, realizar la sepa-
ración de las distintas sustancias que conforman la mezcla será más difícil que en el caso de las
mezclas heterogéneas, por lo que tendremos que recurrir a otros métodos, que serán diferentes
según el estado físico de los componentes.

a) Destilación del vino. El vino es una mezcla homogénea bastante


compleja. Además de alcohol etílico y agua contiene muchas otras
sustancias como ésteres, taninos y sales minerales. El alcohol etílico o
etanol hierve a 78ºC, mientras que el agua lo hace a 100 ºC (ambos a la
presión atmosférica).

A.39. Proponed un posible método para separar el alcohol etílico


VINO
contenido en un vino tinto. CABEZÓN

Basándonos en que el alcohol hierve antes que el agua podemos proceder


a la destilación del vino en un aparato de destilación.

En el montaje para la destilación del vino conviene tener en cuenta que:

 El agua para la refrigeración debe entrar por la parte de abajo (así se mantiene siempre la
cámara llena de agua fría) y circular en sentido contrario al vapor.
 El bulbo del termómetro ha de estar justo por debajo de la embocadura lateral del matraz
de destilación, para que la temperatura leída corresponda realmente a la del vapor.
 Si añadimos unos trocitos de porcelana porosa al vino contenido en el matraz se facilita la
ebullición homogénea del mismo.

83
4. Teoría atómica y molecular de la materia

 El calentamiento del matraz de destilación se ha de realizar de forma suave tratando de


que destile aproximadamente una o dos gotas cada segundo.

termómetro

ua
ag
de
da
tr a
en
La temperatura de los vapores que se desprenden de la ebullición del vino se controla mediante
el termómetro. El vino hierve a una temperatura menor de 100 ºC (su valor concreto depende de
la proporción de alcohol).

El etanol es más volátil que el agua pero en su vaporización arrastra parte de agua por lo que, en
el destilado (si se realiza suavemente), se obtiene etanol mezclado con una pequeña cantidad de
agua. De hecho, si recogemos unas gotas de ese destilado y las ponemos en un vidrio de reloj,
acercando una llama podemos conseguir que se encienda (lo que indica una buena presencia de
etanol). Una forma de enriquecer la mezcla obtenida en etanol es volver a destilar el líquido
recogido en el colector las veces necesarias hasta obtener la riqueza en etanol que se desea.

b) Cristalización. Este procedimiento se basa


en obtener una sustancia en estado sólido a
partir de una disolución de la misma. Ello pue-
de conseguirse modificando algunos factores
como la temperatura de la disolución o la can-
tidad de disolvente presente. Un procedimiento
común es dejar evaporar lentamente el disol-
vente de manera que, a medida que esto ocurre,
la disolución se hace más concentrada y final-
mente se satura depositándose el exceso de
soluto poco a poco en forma de cristales. De
esta forma es fácil obtener en el laboratorio
cristales de algunas sales, como el cloruro de
sodio o el sulfato de cobre (II).

(Laboratorio de Química. IES Cid. Valencia)

84
4. Teoría atómica y molecular de la materia

Concretamente, para obtener unos buenos cristales de sulfato de cobre (II) pentahidrato,
Cu(SO4)2·5 H2O, conviene disolver dicha sal en caliente (puesto que su solubilidad aumenta con
la temperatura), filtrar para eliminar las posibles impurezas mediante un filtro de papel y final-
mente situar la disolución en un cristalizador, el cual se dejará reposar sobre una superficie pla-
na. Transcurridos unos días aparecen unos cristales azules de caras rómbicas características; en-
tonces se puede filtrar de nuevo para separar los cristales y luego lavarlos con agua fría y etanol.

Es necesario tener presente que el sulfato de cobre (II) es una sustancia muy tóxica para los or-
ganismos acuáticos, que se acumula en los peces y afecta a la cadena alimentaria humana, por
eso no se ha de eliminar por la pila. Los cristales obtenidos se pueden reutilizar, mientras que
la disolución restante puede reciclarse quitándole la mayor parte del agua por ebullición y luego
recristalizando. En cualquier caso, debemos utilizar siempre la menor cantidad posible.

Otra sal que forma bonitos cristales es el alumbre de potasio,


KAl(SO4)2·12 H2O. El procedimiento es igual que el descrito ante-
riormente: disolución de la sal en caliente (por ejemplo, 40 g en 200
mde agua) seguida de filtración y cristalización lenta por evapora-
ción del disolvente. Si la cristalización se realiza en un lugar sin vibra-
ciones, en unos días aparecen unos grandes cristales incoloros, transpa-
rentes y de forma octaédrica, como los de la figura adjunta.

La cristalización es una técnica muy utilizada para purificar sustancias, ya que los solutos obte-
nidos en forma cristalina suelen tener un alto grado de pureza, debido a que las impurezas suelen
ser más solubles que el compuesto que cristaliza y se quedan en la disolución.

RECAPITULACIÓN

El problema que iniciaba este tema era: Una vez admitido que toda la materia está hecha de
partículas extraordinariamente pequeñas, ¿cómo son dichas partículas? ¿qué cosas explican?
El estudio de las propiedades de las mezclas, sustancias simples, sustancias compuestas, las diso-
luciones y los gases, permitió a Dalton elaborar su teoría atómica, según la cual, toda la materia
ordinaria estaba formada, en última instancia, por átomos o partículas elementales sumamente
pequeñas e inmutables.
La teoría atómica y molecular de la materia, permite una primera aproximación a cómo ocurren
las reacciones químicas y también explica la existencia de sustancias simples y compuestas. Así
mismo, permite comprender algunas leyes básicas, como la conservación de la masa en las trans-
formaciones químicas y la ley de las proporciones constantes.
Finalmente, hemos visto que también era posible averiguar la masa atómica relativa de los áto-
mos y cómo se puede explicar la existencia de millones de sustancias químicas diferentes me-
diante la combinación de poco más de un centenar de átomos distintos (representados en el sis-
tema periódico de los elementos que se da en la página siguiente).
En el próximo tema nos plantearemos si los átomos son realmente partículas elementales, como
pensaba Dalton, o si, por el contrario, tienen alguna estructura interna que permita dar cuenta de
toda una serie de interrogantes tales como, por ejemplo, la forma en que se enlazan unos con
otros para dar lugar a distintas sustancias y el porqué existen familias de elementos con propie-
dades parecidas.

85
4. Teoría atómica y molecular de la materia

SISTEMA PERIÓDICO DE LOS ELEMENTOS

Clave

P Sólidos Gases Líquidos Artificiales Gases


Número atómico 7 14’0 Masa atómica Nobles
IA
1 Símbolo 18 (0)
N
1 1’0 2 4’0
1 H IIA Nombre Nitrógeno IIIA IVA VA VIA VIIA He
Hidrógeno 2 Helio
13 14 15 16 17
3 6’9 4 9’0 5 10’8 6 12’0 7 14’0 8 16’0 9 19’0 10 20’1
2 Li Be B C N O F Ne
Litio Berilio Boro Carbono Nitrógeno Oxígeno Flúor Neón
11 22’9 12 24’3 13 27 14 28’0 15 31’0 16 32’0 17 35’5 18 39’9
3 Na Mg IIIB IVB VB VIB VIIB VIII IB IIB Al Si P S Cl Ar
Sodio Magnesio Aluminio Silicio Fósforo Azufre Cloro Argón
3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
19 39’1 20 40’0 21 44’9 22 47’9 23 50’0 24 52’0 25 55’0 26 55’8 27 58’9 28 58’7 29 63’5 30 65’4 31 69’7 32 72’6 33 74’9 34 78’9 35 79’9 36 83’8
4 K Ca Sc Ti V Cr Mn Fe Co Ni Cu Zn Ga Ge As Se Br Kr
Potasio Calcio Escandio Titanio Vanadio Cromo Manganeso Hierro Cobalto Níquel Cobre Cinc Galio Germanio Arsénico Selenio Bromo Criptón
37 85’5 38 87’6 39 88’9 40 91’2 41 92’9 42 95’9 43 99’0 44 101’1 45 102’9 46 106’4 47 107’9 48 112’4 49 114’8 50 118’7 51 121’7 52 127’6 53 126’9 54 131’3
5 Rb Sr Y Zr Nb Mo Tc Ru Rh Pd Ag Cd In Sn Sb Te I Xe
Rubidio Estroncio Itrio Circonio Niobio Molibdeno Tecnecio Rutenio Rodio Paladio Plata Cadmio Indio Estaño Antimonio Teluro Iodo Xenón
55 132’9 56 137’3 57 138’9 72 178’5 73 180’9 74 183’8 75 186’2 76 190’2 77 192’2 78 195’1 79 196’9 80 200’5 81 204’3 82 207’2 83 208’9 84 210’0 85 210’0 86 222’0
6 Cs Ba La Hf Ta W Re Os Ir Pt Au Hg Tl Pb Bi Po At Rn
Cesio Bario Lantano Hafnio Tantalio Volframio Renio Osmio Iridio Platino Oro Mercurio Talio Plomo Bismuto Polonio Astato Radón
87 223 88 226 89 227 104 261 105 262 106 266 107 264 108 269 109 268 110 269 111 272 112 285 113 284 114 289 115 288 116 292 117 118 294
7 Fr Ra Ac Rf Db Sg Bh Hs Mt Ds Rg Cn Uut Fl Uup Lv Uus Uuo
Francio Radio Actinio Rutherfordio Dubnio Seaborgio Bohrio Hesio Meitnerio Darmstadio Roentgenio Copernicio Ununtrio Flerovio Unumpentio Livermorio Ununseptio Ununoctio

58 140’1 59 140’9 60 144’2 61 147 62 150’3 63 151’9 64 157’2 65 158’9 66 162’5 67 164’9 68 167’3 69 168’9 70 173’0 71 174’9
Lantánidos 6 Ce Pr Nd Pm Sm Eu Gd Tb Dy Ho Er Tm Yb Lu
Cerio Praseodim Neodimio Prometio Samario Europìo Gadolinio Terbio Disprosio Holmio Erbio Tulio Iterbio Lutecio

90 232’0 91 231 92 238’0 93 237 94 242 95 243 96 247 97 247 98 251 99 254 100 253 101 256 102 254 103 257
Actínidos 7 Th Pa U Np Pu Am Cm Bk Cf Es Fm Md No Lr
Torio Protactinio Uranio Neptunio Plutonio Americio Curio Berkelio Californio Einstenio Fermio Mendelev Nobelio Laurencio

86 (El color indica el estado en que se encuentra en condiciones ordinarias de presión y temperatura, o si se trata de un elemento obtenido artificialmente)
4. Teoría atómica y molecular de la materia

4. TEORÍA ATÓMICA Y MOLECULAR. ACTIVIDADES DE REFUERZO

1. Dadas las sustancias siguientes: agua destilada, cobre, cloruro de sodio (sal común), oro, oxí-
geno, azúcar, hidrógeno y amoniaco; clasificadlas en sustancias simples y compuestos químicos.
¿Qué diferencia hay entre una sustancia simple y un compuesto?

2. Clasificad las siguientes mezclas en homogéneas o heterogéneas: sal disuelta en agua, sal y
arena, arena y virutas de hierro, vino, alcohol de farmacia, granito. ¿Cómo se puede distinguir
una mezcla homogénea de una heterogénea?

3. Poned dos ejemplos de mezclas de distintos sólidos, dos de mezclas de sólidos y líquidos, dos
de mezclas de líquidos, dos de mezclas de líquidos y gases y dos de mezclas de gases. A conti-
nuación clasificadlas como homogéneas o heterogéneas.

4. Dad cuatro ejemplos de disoluciones e identificad en cada caso el soluto y el disolvente.

5. Determinad la concentración en g/de una disolución obtenida al disolver 5 g de sal común en


agua, sabiendo que el volumen total de la disolución es de 250 m. Rdo. C = 20 g/

6. A una persona le dicen que tiene 1’060 g de glucosa por litro de sangre. Los valores normales
(se miden en ayunas) de concentración de glucosa en sangre están comprendidos entre 70 mg/d
y 110 mg/d. ¿Tiene motivos para estar preocupada?

7. Tenemos una disolución de nitrato de potasio en agua cuya concentración es 12 g/. Se pide:

a) ¿Qué volumen de esa disolución contiene 39 g de nitrato de potasio?


b) Si dejamos evaporar totalmente el agua de 50 ml de esa disolución, ¿cuánto soluto quedará?

Rdo. a) 3'25  de disolución, b) 0'6 g.

8. Calculad la concentración, expresada en % en masa, de una disolución preparada al disolver 30 g


de azúcar en 130 g de agua. Rdo. C = 18'75 g de azúcar/100 g de disolución.

9. Calculad la masa de bicarbonato de sodio necesaria para preparar 350 g de una disolución
acuosa al 20 % en masa. Rdo. 70 g.

10. Una botella de vino tiene un volumen de 450 m y lleva la siguiente indicación: 12°. Expli-
cad su significado y calculad el volumen de alcohol que contiene la botella. Rdo. 54 m.

11. Calculad la concentración (en tanto por cien en volumen), de una disolución formada por 18
m de alcohol etílico en 60 m de disolución. Rdo. 30 %.

12. Un alumno afirma que, si añades 160 g de sal común a 0’5  de agua y luego remueves hasta
que se disuelva totalmente, la concentración de la disolución resultante será de 320 g de sal por
cada litro de disolución (320 g/). Explicad en qué se equivoca.

13. ¿Es posible que a partir de una sola sustancia simple podamos obtener otra sustancia simple
distinta a la primera? En caso afirmativo, poned algún ejemplo y señalad qué tendrían en común.

87
4. Teoría atómica y molecular de la materia

14. Indicad métodos para separar los componentes de las siguientes mezclas heterogéneas: arena
y virutas de hierro, harina y arroz, arena y agua, agua y aceite.

15. Explicad detalladamente cómo proceder en el laboratorio para separar una mezcla formada
por arena de mar, limaduras de hierro y sal común (NaCl). Si es posible, realizad la experiencia.

16. Indicad dos métodos para separar los componentes de una disolución explicando en qué con-
siste cada uno de ellos.

17. Calculad la masa (en g) de hidrógeno (H2) que reacciona completamente con 64 g de oxígeno
(O2) si se obtienen 72 g de agua (H2O). Rdo. 8 g de H2

18. ¿Qué significa que la masa atómica relativa del oxígeno es 16?

19. Calculad la masa molecular relativa del cloruro de hidrógeno (HC1), del ácido nítrico
(HNO3) y del ácido sulfúrico (H2SO4).

20. Leed con atención el texto siguiente sobre la conservación de la masa en los cambios quími-
cos y comentadlo en clase:

Como hemos visto en el tema, la conservación de la masa en los cambios químicos es una con-
secuencia necesaria de la estructura atómica de la materia. No obstante, es un principio al que
históricamente no fue fácil llegar. En pleno siglo XVIII se manejaban, todavía, hipotéticas sus-
tancias materiales. Una muy importante era el flogisto. Se trataba de una sustancia muy curiosa:
a veces se la asociaba con el fuego, no se la podía ver, unas veces no tenía peso y otras tenía peso
negativo. Para los químicos, la intervención del flogisto era esencial para explicar algunos cam-
bios. En efecto, en aquella época a un metal oxidado se le llamaba CAL. Al calentar una CAL se
puede producir un cambio químico y obtenerse un metal puro. Así, por ejemplo, si calentamos
una cal de hierro (lo que hoy llamamos óxido de hierro) podemos obtener hierro puro. Este cam-
bio se explicaba diciendo que al calentar la CAL el flogisto que salía del foco calorífico entraba
en ella y la convertía en metal puro. ¿Cómo explicaban entonces que el metal puro pesara menos
que la cal? Admitían que el flogisto tenía peso negativo (ligereza).

Antoine Lavoisier fue un científico francés que vivió durante el siglo XVIII. Estaba formado en
varias ciencias y realizó importantes trabajos en química. Desde el principio se opuso a la teoría
del flogisto y otras ideas químicas tradicionales. De hecho, fue una persona que aprovechó mu-
chos de los resultados experimentales obtenidos por otros químicos aunque, eso sí, dándoles una
nueva interpretación. Así, por ejemplo, para Lavoisier, la pretendida absorción de flogisto al ca-
lentar una CAL de un metal, correspondía en realidad a una pérdida de oxígeno, lo cual explica-
ba que el metal puro pesara menos que la CAL (óxido metálico) de la cual se producía.

Sus trabajos fueron decisivos en la superación de la teoría del flogisto. Sus conclusiones se ex-
tendieron a cualquier tipo de cambio químico afirmando que:

"En todo sistema aislado, aunque cambie la masa de algunos componentes, la masa total se
debe conservar".

A Lavoisier se le atribuye la publicación del primero de los libros de texto de química modernos.
Es curioso que, a pesar de sus ideas revolucionarias en química, fuese finalmente guillotinado
durante la revolución francesa acusado de conservadurismo político.

88
5. PRIMERAS IDEAS SOBRE LA ESTRUCTURA DE LOS ÁTOMOS

¿Cómo son los átomos por dentro?

En el tema anterior hemos estudiado algunos hechos que condujeron a la elaboración y aceptación
de la teoría atómico-molecular. Podría parecer que hemos alcanzado un límite constituido por algo
más de un centenar de átomos diferentes (llamando elemento al conjunto de muchos átomos
iguales) a partir de los cuales se formarían todas las sustancias existentes (simples y compuestas).
A finales del siglo XIX se pensaba que los átomos no podían ser partículas indivisibles, sino que
debían tener una estructura interna a partir de la cual fuera posible explicar algunos hechos poco
claros. En efecto, la propia tabla periódica de Mendeleiev tomando como base la masa atómica
suponía una gran ordenación de la Química, pero también planteaba interrogantes que apuntaban a
la existencia de una estructura interna de los propios átomos:

 ¿A qué puede ser debido que los elementos cuyos átomos tienen masas atómicas muy
diferentes (como ocurre en cada columna del Sistema Periódico) tengan, en cambio,
propiedades muy semejantes?
 ¿Cómo explicar que elementos como el flúor (F) y el sodio (Na) cuyos átomos tienen masas
atómicas muy próximas tengan, en cambio, propiedades muy distintas?

Pero además del propio Sistema Periódico, había también una serie de hechos que hacían dudar de
la idea de que los átomos fueran partículas elementales. Algunos de estos hechos fueron los
siguientes:

 Se sabía que friccionando dos sustancias neutras podían electrizarse. Ahora bien, si los átomos
son los mismos antes y después de friccionar (según Dalton los átomos son indivisibles e
inmutables) ¿cómo se produce la electrización?
 Si los átomos se pueden unir entre sí para formar distintas sustancias ... ¿cómo lo hacen? (si
fuesen partículas elementales, sin ninguna estructura interna, esto sería difícil de explicar).
 El descubrimiento de la radiactividad a finales del siglo XIX permitió constatar la existencia
de tres tipos de emisión radiactiva:  (alfa), formada por partículas con carga positiva;  (beta),
formada por partículas con carga negativa; y radiación  (gamma) sin carga eléctrica. Como
este fenómeno afectaba a distintos elementos químicos y todos los elementos están formados
por átomos, las citadas radiaciones deberían proceder del interior de los mismos.

Los hechos enumerados anteriormente (y otros que se verán en cursos posteriores) ponían en
cuestión que el átomo pudiera consistir únicamente en una sola partícula elemental, es decir, sin
una estructura interna; pero fue el descubrimiento de una partícula mucho más pequeña que el más
pequeño de los átomos y con carga eléctrica, lo que condujo, como veremos, a la elaboración del
primer modelo de átomo.

1. EL DESCUBRIMIENTO DEL ELECTRÓN

El hecho de que los átomos se puedan unir unos con otros también resultaría muy difícil de
explicar si éstos fuesen partículas elementales. ¿Por qué y cómo se unen los átomos de un modo
determinado para formar moléculas?
89
5. Estructura atómica

Cabe pensar que tiene que haber algo que los mantenga unidos, quizá se trate de fuerzas de tipo
eléctrico, en cuyo caso, las cargas eléctricas podrían formar parte de los átomos. En efecto, los
primeros avances con base experimental sobre la estructura interna de los átomos provinieron de
estudios relacionados con la naturaleza eléctrica de la materia. En concreto era importante
averiguar algo sobre la naturaleza de la chispa que, en ocasiones, salta entre dos objetos cargados
que se aproximan. ¿De qué está hecha? ¿Depende del tipo de material de los objetos? El mismo
aire que hay entre los objetos podía influir o hacer más complejo dicho estudio, de modo que se
trató de conseguir que la "chispa" saltara entre un objeto cargado negativamente y otro
positivamente, ambos colocados dentro de un tubo de vidrio en el que había un solo tipo de gas
(neón, helio, mercurio gaseoso, hidrógeno...), y en el que se podía conseguir presiones muy bajas,
llegando al "alto vacío".

Los "objetos" cargados positiva y negativamente son los extremos de cables conectados a los polos
de una batería. Faraday, en sus estudios sobre la conducción eléctrica en líquidos, dio el nombre de
electrodos a estos extremos, y, en particular, cátodo al conectado al polo negativo y ánodo al
conectado al polo positivo. Cuando la presión es alrededor de unas centésimas de la presión
atmosférica normal, no salta chispa alguna, sino que se produce una luminosidad dentro del tubo
cuyo color depende del gas que haya en él (estos tubos son los antecedentes de los tubos de neón y
las lámparas fluorescentes: así el neón emite una luz de color naranja brillante, el helio produce un
halo blanco rosado y el vapor de mercurio da una luz azul verdosa).

Al disminuir la presión hasta una cienmilésima de la presión atmosférica desaparece la luz de color
característico emitida por el gas y aparece una débil fluorescencia azulada o verde en la pared del
tubo de vidrio frente al cátodo. Plucker y Hittorf, en 1869, introdujeron un objeto sólido dentro del
tubo, observando que el objeto proyectaba una sombra como si la fluorescencia de las paredes
fuera provocada por rayos procedentes en línea recta del cátodo, por ello estos rayos recibieron el
nombre de rayos catódicos.

Rayos catódicos
(invisibles)

Cátodo

Ánodo + Sombra

Pronto se pudo comprobar que los rayos catódicos eran desviados por un imán y que también se
desviaban cuando se les hacia pasar entre dos placas metálicas cargadas eléctricamente con cargas
de distinto signo. En este último caso, se desviaban hacia la placa positiva. Todas estas
propiedades se daban, independientemente de cuál fuese el gas residual presente en el tubo o de
qué material estuviese hecho el cátodo.

Fue el físico inglés J. Thomson, en 1897, quien demostró que todas las propiedades de los rayos
catódicos se podían explicar si estuvieran formados por partículas cargadas negativamente, mucho
más pequeñas que los átomos, sugiriendo que se trataba de partículas subatómicas presentes en los
átomos de todos los elementos. Thomson determinó, además, la relación entre la carga y la masa
de dichas partículas demostrando que era constante e independiente del metal de que estuviera
hecho el cátodo. Estas partículas con carga negativa, que están dentro de todos los átomos,
recibieron el nombre de electrones y su masa resultó ser casi dos mil veces más pequeña que la
masa de un átomo de hidrógeno.

90
5. Estructura atómica

El descubrimiento del electrón abrió paso a la investigación sobre la estructura interna del átomo,
permitiendo formular nuevas preguntas basadas en su existencia, como:

 Si la materia se presenta neutra, en los átomos además de electrones debe existir carga positiva,
pero ... ¿cómo se encuentra ésta en el átomo?
 ¿Por qué las partículas que se obtenían de los átomos eran siempre electrones y nunca
partículas con carga positiva?
 Si los electrones tienen una masa tan pequeña, ¿dónde se encuentra la mayor parte de la masa
de los átomos?
 ¿En qué se diferencian internamente los átomos de elementos distintos? ¿Pueden esas
diferencias explicar la existencia de semejanzas entre elementos de una misma familia?

A continuación estudiaremos cómo se fue avanzando en la respuesta a las preguntas anteriores.

2. LOS PRIMEROS MODELOS ATÓMICOS

2.1 El modelo atómico de Thomson

Uno de los primeros intentos para establecer la estructura de los átomos se debe a Thomson, quien
dos años después de haber mostrado la existencia del electrón, propuso un modelo acerca de la
estructura interna del átomo.

A.1. Concebid una posible estructura de los átomos teniendo en cuenta que:

a) Los electrones están presentes en los átomos de todos los elementos.


b) La masa y el tamaño de los electrones son muchísimo más pequeños que el del átomo más
pequeño que existe (el de hidrógeno).
c) Los átomos son eléctricamente neutros y es posible extraer fácilmente partículas con carga
negativa (electrones) pero no con carga positiva.

Los átomos son neutros y los electrones (muchísimo más pequeños) tienen carga eléctrica
negativa, luego debía existir, en un átomo neutro, una carga positiva igual a la carga negativa total
de todos los electrones que contuviese. Como no era posible extraer de los átomos partículas
cargadas positivamente (y, en cambio, sí electrones), Thomson concibió la idea de un modelo
atómico en el cual se representaba al átomo como un globo formado por una masa fluida con carga
positiva donde se hallaban los electrones. (Algo que recuerda a una sandía con sus semillas).

A.2. Dibujad, de acuerdo con las ideas de Thomson, el átomo de hidrógeno (que tiene un solo
electrón).

El caso más simple de átomo es el de hidrógeno, con un solo electrón. De acuerdo con el modelo
de Thomson correspondería a una esfera positiva y, en medio de ella, ya que solamente en ese
punto se anularían las fuerzas que la masa positivamente cargada ejercería sobre él, se encontraría
el electrón en reposo.

91
5. Estructura atómica

El modelo atómico de Thomson también explicaba la electrización positiva o negativa mediante la


pérdida o ganancia de electrones. Así, por ejemplo, cuando a un átomo X se le extraía un electrón
el átomo quedaba cargado eléctricamente con una carga positiva, es decir: X  X+ + e- .
Análogamente, si lo que ocurría es que un átomo ganaba electrones, entonces quedaba cargado
negativamente (X + e-  X-). A los átomos con carga positiva se les denominó cationes (porque
son atraídos por el cátodo o polo negativo) y a los átomos con carga negativa aniones (porque son
atraídos por el ánodo o polo positivo).

En el caso de átomos con más de un electrón, éstos se dispondrían simétricamente alcanzándose un


estado de equilibrio. A continuación hemos representado, muy esquemáticamente los átomos de
algunos elementos según el modelo de Thomson.

Como podéis ver los electrones se encuentran "embebidos" en una esfera uniforme cargada
positivamente. La masa de los electrones es muy pequeña comparada con la del resto del átomo.

2.2 Intentos de contrastación del átomo de Thomson: El modelo nuclear de Rutherford

El modelo atómico de “sandía" de Thomson necesitaba ser puesto a prueba para contrastar su
validez. Pero es necesario tener presente que el diámetro estimado de un átomo de hidrógeno es del
orden de 0’00000001cm = 10-8 cm (es decir, 100 millones de veces más pequeño que una longitud
de 1cm) por lo que no resulta nada fácil detectar experimentalmente como están formados los
átomos. Un camino posible sería "bombardear" los átomos con partículas más pequeñas que ellos,
que puedan chocar y atravesarlos, de modo que de las desviaciones sufridas por los "proyectiles",
pudiera extraerse información sobre la estructura interna de los átomos. Naturalmente, se ne-
cesitaban proyectiles y blancos adecuados, de modo que los proyectiles atravesaran los átomos y
pudieran ser detectados después.

El descubrimiento realizado por la científica María Slodovska (Madame Curie) de que algunos
elementos como el radio (a los que se llamó radiactivos), emitían partículas cargadas positivamente
(con una carga doble de la del electrón), de masa igual a cuatro veces la del átomo de hidrógeno, y
a gran velocidad (unos 20 000 km/s), suministró la fuente de proyectiles ideales para bombardear
los átomos de finísimas láminas metálicas (habitualmente de oro por ser un metal muy laminable).

El físico neozelandés E. Rutherford (que fue discípulo de Thomson), en 1907 estaba dirigiendo
uno de los laboratorios de investigación más importantes de la época en la universidad inglesa de
Manchester. Rutherford había observado que, cuando un haz muy fino de partículas  atravesaba
una delgada lámina de metal se ensanchaba o dispersaba (antes de entrar, el haz tenía forma de
un cilindro muy fino; y al salir, forma de cono) como consecuencia de los choques con los
átomos que constituían dicha lámina. Se trataba de un efecto de gran interés ya que de esa
dispersión podía obtenerse información acerca de cómo estaba distribuida la masa dentro de los
átomos.

92
5. Estructura atómica

Rutherford concibió un experimento que consistía en


lanzar partículas  (de una masa casi ocho mil veces
M
mayor que la del electrón, y una carga dos veces mayor, 
pero positiva) contra una delgadísima lámina de oro de P
0'00004 cm de espesor (lo que suponía que la lámina O
tendría unas 1000 capas de átomos de oro) y en registrar la
R
desviación que sufrían las partículas después de atravesar
la lamina (ved figura adjunta).

En la figura anterior, la sustancia radiactiva que emite partículas  se encuentra dentro de un


recipiente (R) forrado con plomo y con una sola abertura por donde sale un fino haz de partículas
. Dichas partículas han de atravesar una fina lámina de oro (O). Existe también un microscopio
(M) que puede girar alrededor de la lámina de oro. Acoplada a ese microscopio va una pantalla (P)
de sulfuro de cinc, material que, cuando incide sobre él una partícula , emite un destello visible
con el microscopio. Como el conjunto formado por el microscopio y la pantalla se puede mover
alrededor de la lámina, podrá detectarse cualquier partícula  que salga desviada de la lámina. El
experimento trataba de ver el ángulo  de dispersión o desviación que podían sufrir las partículas 
al atravesar la lámina de oro.

A.3. Pensad qué resultados sería lógico obtener, si los átomos fueran como Thomson suponía

Dado que los electrones (según el modelo atómico de Thomson)


se encuentran distribuidos uniformemente dentro de la masa
fluida cargada positivamente, cabría esperar que la fuerza de
atracción o repulsión eléctrica sobre las partículas  fuera muy
pequeña. Además, como éstas partículas tenían gran masa y gran
velocidad, y las desviaciones hacia un lado o hacia el otro eran
igualmente posibles, al atravesar cada una de las 1000 capas de
átomos de oro, los grandes ángulos de dispersión eran altamente
improbables.

A.4. Teniendo en cuenta que, en realidad, la mayor parte de las partículas  atraviesan la lamina
sin desviarse, pero que unas pocas sufren grandes desviaciones y (más raramente) alguna
partícula  retrocede, realizad un dibujo representativo de cómo podría ser el átomo.

Si resulta que unas pocas partículas  sufren grandes desviaciones y, lo que es más sorprendente,
alguna sufre un retroceso, el átomo no podía ser como Thomson pensaba. En lugar de una masa
uniforme positiva ocupando todo el volumen del átomo había que pensar que la mayor parte de la
masa del átomo estaba concentrada en una zona minúscula en comparación con el volumen total
del átomo y cargada positivamente.

La idea anterior fue desarrollada por Rutherford, quien propuso un modelo de átomo casi vacío,
con casi toda su masa situada en un minúsculo núcleo central y con carga positiva.

Según Rutherford, aunque cualquier átomo es inmensamente pequeño, el núcleo del mismo lo sería
mucho más todavía (hoy sabemos que el radio nuclear es, aproximadamente, unas 10 000 veces
menor que el radio atómico). Esto quiere decir que si, por ejemplo, agrandásemos el núcleo de un
átomo hasta que su radio fuese de 1 m, el radio total del átomo podría tener más de 10 km.

93
5. Estructura atómica

Los electrones se encontrarían, pues, ocupando un gran espacio vacío (grande en comparación con
el tamaño del núcleo y de los mismos electrones), atraídos por la carga positiva del núcleo y, como
no caen hacia él, Rutherford los imaginó dando vueltas alrededor del núcleo, análogamente a
como los planetas giran en torno al Sol (atraídos, en este caso, por fuerzas gravitatorias).

Como el átomo, según este modelo, está inmensamente vacío,


es lógico que la gran mayoría de las partículas  atravesara la
lámina sin apenas desviarse (como son mucho más grandes
que el electrón y se mueven a gran velocidad, los posibles
choques con los electrones apenas las afectarían). Sólo cuando
alguna partícula  pasara cerca de un núcleo sería desviada
apreciablemente por éste (ya que la partícula y el núcleo tie-
nen carga eléctrica del mismo signo).

Por supuesto, en la realidad, las partículas  no tienen que "tocar" el núcleo para ser desviadas:
sufren una fuerte repulsión eléctrica cuando se acercan a un núcleo, bastando para ello que esta
distancia sea de unos cuantos radios nucleares.

Algunas personas no comprenden que tantas partículas  puedan pasar entre centenares de núcleos
de átomos de oro sin chocar contra ninguno. Si queremos entenderlo hay que tener en cuenta que
una de esas partículas  sería comparable a una pelota de tenis moviéndose en línea recta a unos 20
000 km/s a través una gran nube formada por centenares de balones de fútbol ... pero hay que tener
en cuenta que la distancia más corta entre dos balones vecinos sería de más de 10 km, por lo que
haría falta lanzar muchas pelotas para que algunas pasaran cerca o, más raro aún, chocasen contra
alguno de los balones. Pues, lo mismo, en proporción, se puede decir de las partículas  y los
núcleos de oro de la lámina usada en la experiencia de Rutherford.

Los trabajos del físico inglés Moseley a principios del siglo XX, condujeron a la hipótesis (y
posterior confirmación), de la existencia de partículas con carga positiva del mismo valor que la
del electrón (y masa aproximadamente igual a la del átomo de hidrógeno) en el núcleo de los
átomos, a las que se dio el nombre de protones. Más aún, en todos los casos se encontró que el
número de protones del núcleo de un átomo de un elemento (llamado número atómico y
simbolizado por Z), coincidía con el número de la casilla que ocupaba en el Sistema Periódico
(número que le correspondía por ordenación creciente de masas atómicas, es decir, de un modo
empírico, sin ninguna justificación teórica). Era la primera vez que se establecía una conexión
entre la estructura interna del átomo y las propiedades empíricas. Inmediatamente surgieron dos
tipos de preguntas sobre el modelo nuclear de Rutherford:

 ¿Cuál es la estructura del núcleo? ¿Cómo pueden permanecer en un espacio tan pequeño cargas
positivas siendo que las fuerzas de repulsión eléctrica entre ellas a tan corta distancia deben ser
muy grandes?

 ¿Cómo se encuentran los electrones en el espacio restante del átomo (también llamado
corteza)? ¿Qué es lo que hace que los distintos elementos tengan distintas propiedades?

La contestación adecuada a estas preguntas se realizará en estudios superiores, aunque aquí ya


podemos avanzar algo. Así, respecto a la primera, se pensó que deberían existir unas partículas sin
carga eléctrica junto con los protones en el núcleo, a las que se llamó neutrones, y que protones y

94
5. Estructura atómica

neutrones debían ejercerse fuerzas atractivas de una nueva naturaleza que, a distancias tan
pequeñas como las nucleares, son muy superiores a las eléctricas. A estas fuerzas se las denominó
fuerzas nucleares y permitían explicar la estabilidad del núcleo de los átomos (a pesar de la
repulsión eléctrica entre los protones). Hacia 1930, J. Chadwick, un antiguo colaborador de
Rutherford, comprobó la existencia de los neutrones, partículas de masa parecida a los protones
pero sin carga eléctrica y que se encuentran también en el núcleo de los átomos.

electrón

neutrón

protón

Así pues en la corteza de un átomo se encuentran los electrones y en el núcleo los protones y
neutrones. Al número de protones se le denomina número atómico "Z" (que, en un átomo neutro,
coincidirá con el número de electrones de la corteza). A la suma del número de protones y
neutrones que forman el núcleo atómico se le llama número másico "A". Es habitual representar
un átomo cualquiera X, mediante la notación ZA X , que tiene la información necesaria para conocer
fácilmente el número de protones, electrones y neutrones.

12 16 14
A.5. Indicad toda la información contenida en 6 C, 8 O, 7 N

La resolución de la cuestión lleva a indicar que, en el núcleo del átomo de carbono, hay 6 protones
y 6 neutrones. Para que el átomo sea neutro debe haber también 6 electrones en la corteza.
Análogamente se procedería con los otros dos.

El número atómico es lo que caracteriza a todos los átomos de un mismo elemento. El número
atómico va aumentando en una unidad al pasar de un elemento al siguiente en el Sistema Periódico
(en realidad la ordenación de los elementos en el Sistema Periódico se basa en el orden creciente
de los números atómicos). Según esto, podemos precisar más la definición de elemento químico
diciendo que:

Un elemento químico es una determinada clase de átomos, todos ellos con el mismo número
atómico.

95
5. Estructura atómica

Otra cuestión es que, en ocasiones, átomos iguales se puedan unir entre sí de formas diferentes
para dar lugar a distintas sustancias simples, con distintas propiedades. Este es el caso, por
ejemplo, del diamante y el grafito que son dos sustancias simples formadas por el mismo elemento
(carbono). Todos los átomos de carbono (sean del grafito o del diamante) se caracterizan por tener
un núcleo con 6 protones. Análogamente ocurre con el oxígeno: El ozono (O3) y el oxígeno
diatómico (O2) son dos sustancias simples diferentes, formadas ambas por el mismo elemento
químico (oxígeno). Todos los átomos de oxígeno (pertenezcan al ozono, al oxígeno diatómico o
sean iones1 como O2- ) se caracterizan por tener 8 protones en el núcleo.

2.3. ¿Los átomos de un elemento tienen que ser todos absolutamente idénticos o puede haber
diferencias? Concepto de isótopo

Si tomamos una muestra de un cierto elemento, todos los átomos presentes tienen el mismo
número atómico, es decir, el mismo número de protones. Sin embargo, el número de neutrones
(N) puede variar en algunos casos. Así, por ejemplo, existen átomos de oxígeno con 8 neutrones,
otros con 9 y otros con 10 (aunque todos ellos tienen 8 protones). A aquellos átomos que, tenien-
do el mismo número atómico tienen, sin embargo, distinto número de neutrones (y por tanto dis-
tinto número másico), se les denominó isótopos, porque ocupaban el mismo lugar en el Sistema
Periódico (del griego iso = mismo; topos = lugar).

La existencia de isótopos se da entre muchos elementos químicos. Por ejemplo: en el carbono se


ha podido detectar la existencia de los siguientes isótopos:

11
6 C, 126C, 136C, 146C, 156C, 166C

Naturalmente, en la naturaleza, no todos los isótopos se encuentran en la misma proporción. Por


seguir con el mismo ejemplo, diremos que en el caso de una muestra de carbono, el 98'9 % de los
átomos que la integran son 12C . Fijémonos que hemos escrito 12C sin especificar Z. Esta nota-
ción es también frecuente ya que el símbolo C ya nos está diciendo que se trata del carbono, en
el cual siempre se cumple que Z = 6 (si no, no sería carbono).

En el caso del hidrógeno existen tres isótopos. El más abundante es 11H y los otros dos son 12 H y
3
1H
llamados, respectivamente, deuterio y tritio. Observemos que en los tres Z = 1 (lo que carac-
teriza al elemento hidrógeno).

14
A.6. Dad la composición nuclear del 6 C

Rdo. 6 protones y 8 neutrones

El hecho de que muchos elementos químicos tengan distintos isótopos con una abundancia relativa
que puede variar, hace que la masa atómica de un elemento (la que figura en el Sistema Periódico)
no sea la de ninguno de sus isótopos en particular, sino la media ponderada de las de todos ellos. A
continuación proponemos algunos ejercicios en los que se maneja este concepto.

63 65
A.7. En el cobre existen dos isótopos, el 29 Cu, con una abundancia del 69’09% y el 29 Cu, con una
abundancia del 30’91%. Calculad la masa atómica promedio del cobre.

1
Un ion atómico es un átomo que ha ganado o perdido uno o varios electrones. Si los ha ganado, es un ión negativo
(anión). Si los ha perdido, es un ion positivo (catión). La carga del ion coincide con el número de electrones ganados
(negativa) o perdidos (positiva) y se coloca a la derecha y arriba del símbolo del átomo.

96
5. Estructura atómica

De acuerdo con los datos del problema, la masa atómica relativa del cobre estará comprendida
entre 63 y 65 y más cerca de 63 (que es la masa atómica del isótopo más abundante).

63 65
Si suponemos un total de 100 átomos de cobre, 69’09 serán de 29 Cu y 30’91 de 29 Cu por lo que la
masa atómica relativa promedio correspondiente a dicho elemento:

69'09  63  30'91  65
Ar = = 63’62
100

A.8. La plata natural tiene una masa atómica de 107’88. Dicho elemento tiene dos isótopos. Uno,
107
el 47 Ag , se encuentra en la proporción del 56%. Hallad el número másico del otro. Rdo. 109

Los distintos isótopos que tienen el mismo número atómico, tienen idéntico comportamiento
químico y por ello, se considera que forman un único elemento, cuya masa atómica es la media
ponderada de las de todos los isótopos que lo constituyen. Desde éste punto de vista, lo que
diferencia a un elemento químico de otro no es la masa atómica (como pensaba Dalton) sino el
número atómico.

2.4. Crisis del modelo atómico de Rutherford

El modelo nuclear del átomo fue elaborado por Rutherford a comienzos del siglo XX, pero pronto
se vio que presentaba una serie de importantes limitaciones.

En primer lugar, de acuerdo con la física clásica, toda carga eléctrica acelerada (que cambia la
rapidez con que se mueve y/o la dirección de su movimiento) emite radiación electromagnética (la
luz es un tipo de radiación electromagnética y también las ondas de TV y de radio o los rayos X).
Dicha emisión de radiación lleva asociada una energía. Como el electrón, según el modelo atómico
de Rutherford, gira alrededor del núcleo, estará acelerado (ya que cambia continuamente la
dirección de su movimiento) y por tanto debería ir perdiendo energía al ir emitiendo radiación
electromagnética, lo que haría que, inevitablemente, fuese aproximándose cada vez más al núcleo
hasta caer sobre él, cosa que, en realidad, no sucede.

El modelo no explicaba tampoco, cómo con sólo tres tipos distintos de partículas pueden existir un
centenar de átomos (de elementos) con propiedades diferentes. Es decir, ¿qué es lo que hace que el
helio (que tiene 2 protones y 2 neutrones en el núcleo y 2 electrones en la corteza) y el litio (que
tiene 3 protones y 4 neutrones en el núcleo y 3 electrones en la corteza) tengan propiedades muy
diferentes, y, en cambio, el litio y el potasio (este último tiene 19 protones y 20 neutrones en el
núcleo y 19 electrones fuera de él) tengan propiedades muy semejantes? Estos ejemplos
evidencian, que las diferentes propiedades de los átomos no son debidas, principalmente, al
número de protones que tiene en el núcleo (o al de electrones presentes en la corteza), y apuntan a
que, posiblemente, es la "organización" de los electrones en el átomo la fuente de las diferencias y
las semejanzas de propiedades entre los distintos elementos. Si ello fuera así, la organización o
estado de los electrones en los átomos correspondientes a los elementos de una misma columna o
familia del Sistema Periódico debería ser muy similar.

Las limitaciones anteriores obligaron a reconsiderar el modelo atómico de Rutherford, dando


paso así a otro modelo atómico posterior (modelo de Bohr) a principios del siglo XX. No
obstante el modelo de Bohr también se enfrentó a hechos que no podía explicar y, tras sufrir una
serie de retoques y cambios para intentar mantenerlo, hubo de ser finalmente abandonado y
sustituido por el modelo atómico actual (modelo cuántico). Durante este curso nos limitaremos a
ver, de forma elemental, cómo están distribuidos los electrones en el átomo.

97
5. Estructura atómica

3. ORGANIZACIÓN DE LOS ELECTRONES EN EL ÁTOMO

Una forma de obtener información sobre cómo están organizados los electrones en el interior de un
átomo, consiste en determinar la energía2 que se necesita para arrancar o extraer cada uno de los
electrones de dicho átomo. A la energía necesaria para extraer el primer electrón se la denomina
primera energía de ionización (1ª EI.), a la energía necesaria para extraer el segundo (después de
haber arrancado el primero), segunda energía de ionización (2ª EI.)...etc. El conocimiento de las
sucesivas energías de ionización de un átomo puede servir para contestar a las preguntas
planteadas. Antes es necesario, no obstante, prever qué esperaríamos conseguir en una experiencia
como ésta.

A.9. ¿Cómo es de esperar que varíen las sucesivas energías de ionización de un átomo con varios
electrones? Tratad de representar cualitativamente, en un gráfico las energías de ionización en
función del número de orden del electrón que se extrae de un átomo.

Al arrancar un electrón a un átomo X, el número de protones supera en uno al número de


electrones, por lo que el átomo se queda cargado con una carga positiva (forma un ion, X+). En ello
se habrá empleado una cierta cantidad de energía (primera energía de ionización). Si ahora
intentamos arrancar un segundo electrón y obtener X2+, será necesario realizar más trabajo que
para extraer el primero (segunda energía de ionización), porque ahora el electrón es atraído por una
carga neta positiva mayor y así sucesivamente: cada vez será necesario transferir más energía al
átomo para poder arrancar otro electrón. Así pues, cabe esperar que las sucesivas energías de
ionización vayan aumentando según el número del electrón extraído.

Si los electrones estuvieran distribuidos uniforme- EI


mente en el interior del átomo, al representar los
valores de las energías de ionización en función del
número del electrón extraído, debería salir una línea
recta como la de la figura adjunta. Sin embargo, como
veremos a continuación, no es eso precisamente lo
que se obtiene N

A.10. En la tabla adjunta se dan los valores de las energías de ionización sucesivas para el átomo
de sodio. Analizad cómo van evolucionando dichos valores y, si es posible, construid el gráfico
correspondiente comparándolo con el supuesto anteriormente.

EI ( ·10-19 J) 8 75 115 158 222 276 333 423 480 2341 2648
Elec. extraído 1º 2º 3º 4º 5º 6º 7º 8º 9º 10º 11º

Interior del átomo

Al representar gráficamente los datos reales anteriores, podemos ver que el aumento de la energía
de ionización no se produce como correspondería a una distribución uniforme de los electrones.
Por el contrario, a la vista de la gráfica real podemos ver que los once electrones del átomo de
sodio se distribuyen en tres niveles de energías claramente distintos: mientras que el primer
electrón es bastante fácil de arrancar (una energía de sólo 8·10-19 J), los dos últimos son muy

2
La unidad internacional para medir la energía es el Joule (Julio). Su símbolo es J. La energía mínima necesaria
para elevar 1 m un objeto de 1 kg de masa es, aproximadamente, 10 J.

98
5. Estructura atómica

difíciles (hace falta una energía aproximadamente 300 veces mayor para arrancar uno de los dos
electrones más profundos que para arrancar el más externo). La energía necesaria para arrancar los
8 electrones del medio va aumentando paulatinamente, sin que haya saltos tan grandes como del 1º
al 2º o del 9º al 10º.

Podemos organizar así a los electrones de un átomo en niveles de energía claramente


diferenciados. En el caso del sodio, el nivel más externo tiene 1 electrón, el anterior 8 y el último
(más profundo), dos. Esto puede representarse esquemáticamente mediante la siguiente
distribución electrónica:

nivel
nivelde
deenergía
energía33 externo
nivelde
nivel deenergía
energía22 medio
nivelde
nivel deenergía
energía11 interno

Para comprobar la intuición de que las propiedades están relacionadas con la estructura
electrónica de los átomos, se requiere hacer lo mismo con varios elementos de una misma
columna del Sistema Periódico para hallar su distribución electrónica. Para los 20 primeros ele-
mentos del Sistema Periódico se encuentra que:

Número total Número de electrones en cada nivel de energía principal


Elemento
de electrones nivel 1 nivel 2 nivel 3 nivel 4

H 1 1
He 2 2
Li 3 2 1
Be 4 2 2
B 5 2 3
C 6 2 4
N 7 2 5
O 8 2 6
F 9 2 7
Ne 10 2 8
Na 11 2 8 1
Mg 12 2 8 2
Al 13 2 8 3
Si 14 2 8 4
P 15 2 8 5
S 16 2 8 6
Cl 17 2 8 7
Ar 18 2 8 8
K 19 2 8 8 1
Ca 20 2 8 8 2

Como se aprecia en la tabla anterior, en el primer nivel (o nivel de energía más profundo) pueden
encontrarse, como máximo, dos electrones y en el segundo nivel "caben" hasta un máximo de 8
electrones. En cursos superiores se justificará el número de electrones que en total puede haber en
los restantes niveles de energía y cómo se distribuyen en cada uno de ellos.

99
5. Estructura atómica

Teniendo a la vista la tabla anterior y un Sistema Periódico corto (ved página 78), resolved las
siguientes actividades:

A.11. Determinad la distribución electrónica de los elementos Li, Na y K ¿En qué reside la
semejanza de los elementos del primer grupo del Sistema Periódico corto?

Todos estos elementos, junto con los restantes, del primer grupo, se caracterizan por tener un solo
electrón en el último nivel de energía.

Los electrones del nivel de energía más externo se llaman “electrones de valencia”. Dichos
electrones son los que intervienen en los cambios químicos ya que los electrones internos, y
particularmente el núcleo, son prácticamente inaccesibles en dichos cambios. Al conjunto formado
por el núcleo de un átomo y todos los electrones internos se le denomina “resto atómico”

Los elementos del primer grupo del Sistema Periódico, tienen propiedades químicas parecidas
porque todos ellos tienen la misma distribución electrónica en su último nivel de energía: un solo
electrón de valencia. Cabe esperar que algo similar ocurra con el resto de los grupos.

A.12. ¿En qué residirá la semejanza de los elementos del segundo grupo del Sistema Periódico
corto? Verificadlo estableciendo las distribuciones electrónicas del Be, Ca y Mg.

A.13. Escribid la distribución electrónica de B y Al. Señalad la relación entre ambas.


Análogamente para el caso del C y Si.

A.14. Justificad la semejanza de propiedades químicas en los casos de N y P; O y S; F y Cl

Vemos que los elementos de los grupos quinto, sexto y séptimo del Sistema Periódico corto, se
caracterizan por tener 5, 6 y 7 electrones de valencia respectivamente.

A.15. Indicad cuál es la característica común, desde el punto de vista de la distribución


electrónica, de los gases nobles He, Ne y Ar.

Los gases nobles se caracterizan experimentalmente por su escasa reactividad química y por tener
una energía de ionización muy elevada. Al mismo tiempo, en cuanto a su estructura electrónica, se
caracterizan por tener 8 electrones en su último nivel de energía (excepto el helio que completa su
último nivel de energía con 2 electrones). De aquí se deduce que la escasa reactividad química de
los gases nobles se debe a su estructura electrónica y que dicha estructura confiere una estabilidad
química especial. Este hecho tiene una gran importancia, como veremos, para comprender el
enlace químico entre unos átomos y otros.

Las actividades anteriores nos han permitido constatar que:

El número de electrones que un átomo de un elemento tiene en el último nivel de energía


(electrones de valencia) coincide con el número de orden del grupo del Sistema Periódico corto en
el que se encuentra dicho elemento.

Los elementos que forman un grupo determinado del Sistema Periódico tienen propiedades
químicas parecidas porque los átomos que los forman también tienen una estructura electrónica
parecida en su último nivel de energía.

Para terminar el tema, proponemos algunas comparaciones que permiten hacerse una idea más
concreta acerca del tamaño de los átomos:

100
5. Estructura atómica

Un linfocito es un tipo de glóbulo blanco (célula de la sangre) que


puede tener un diámetro de la centésima parte de un milímetro (0'01
mm), mientras que el diámetro de una canica mediana es de unos 20
mm. Se necesitarían 8000 millones (8·109) de estos linfocitos, para
obtener el mismo volumen que una sola canica. Sin embargo, para
tener el mismo volumen que un solo linfocito harían falta más de
800 millones de millones (8·1014) de átomos de hidrógeno. Cual-
quier pequeña célula es un "supergigante" con respecto a un átomo.

Por otra parte, el núcleo de un átomo es tan pequeño (comparado con el tamaño total del átomo)
que si, por ejemplo, el núcleo de un átomo de hidrógeno aumentase hasta tener el mismo períme-
tro que un balón de fútbol (70 cm), el átomo sería un "superbalón" de más de 30 km de circunfe-
rencia. En otras palabras: para ocupar el mismo espacio que un solo átomo de hidrógeno, hacen
falta más de 80 millones de millones (8·1013) de núcleos de hidrógeno3.

RECAPITULACIÓN

En este tema hemos podido ver que el átomo no es una partícula elemental sino que, por el
contrario, los átomos tienen una estructura interna. Constan de un núcleo extraordinariamente
pequeño formado por protones y neutrones y fuera de él se hallan los electrones en movimiento y
organizados en distintos niveles de energía.

El modelo de átomo ha ido cambiando a lo largo de la historia, mostrando una vez más que los
conceptos científicos no son inmutables y que pueden evolucionar con el tiempo.

Hemos podido apreciar también lo pequeño que es un átomo en comparación con los objetos
habituales que manejamos (por ejemplo, una canica) y, en cambio, lo grande que es cuando lo
comparamos con el tamaño del núcleo.

En el tema anterior vimos que la ordenación periódica de los distintos elementos químicos según
su masa atómica creciente, ponía de relieve la existencia de propiedades parecidas entre aquellos
que se situaban dentro de un mismo grupo o familia. En este tema hemos visto que el principio
ordenador único para todos los elementos del Sistema Periódico es el número atómico (número de
protones del núcleo) y que las diferencias y semejanzas en las propiedades de los distintos
elementos se deben a la existencia de diferencias y semejanzas en la forma en cómo están
organizados los llamados electrones de valencia o electrones más externos.

Hemos profundizado en la idea de elemento químico definiéndolo como el conjunto de muchos


átomos caracterizados todos ellos por tener el mismo número atómico. Así mismo, hemos visto
cómo en algunos elementos pueden haber átomos que, teniendo el mismo número atómico, se
diferencian en el número de neutrones, lo que llevó a introducir el concepto de isótopo.
Finalmente, hemos analizado cómo se distribuyen los electrones en torno al núcleo, comprobando
la existencia de diferentes niveles de energía y cómo los átomos de los elementos que conforman
una misma columna del Sistema Periódico se caracterizan todos ellos por tener la misma
distribución electrónica en el nivel de energía más externo, lo que justifica la existencia de
propiedades similares entre dichos elementos.

Quedan, no obstante, abiertas algunas preguntas: ¿Cómo se unen los átomos entre sí?¿Pueden
hacerlo en cualquier proporción? ¿Cómo se producen los cambios de unas sustancias en otras? En
los próximos capítulos trataremos de avanzar en la solución de estas preguntas.

3
Como radio medio del átomo de hidrógeno se ha utilizado: 5'3·10 -11 m y como radio de su núcleo: 1'2·10-15 m
101
5. Estructura atómica

5. ESTRUCTURA DEL ÁTOMO. ACTIVIDADES DE REFUERZO

1. Indicad las diferencias principales entre el modelo atómico de Thomson y el de Rutherford.

2. Resumid el experimento que llevó a Rutherford a establecer un modelo nuclear para el átomo

3. ¿Qué partículas constituyentes del átomo aportan prácticamente la totalidad de su masa?

4. Si un átomo neutro tiene 15 protones y 16 neutrones.

a) ¿Cuántos electrones tendrá? b) ¿Cuál será su número atómico? ¿Cuál su número másico?

5. ¿Qué es el número atómico de un elemento? Indicad las partículas constituyentes de los


núcleos de los siguientes átomos:
19 23 31 32
9 F Na
11 15 P 16S

6. Completad la siguiente tabla:

Elemento Protones Electrones Neutrones Z A


N 7 7
O 9 8
Cl 17 35

7. Indicad el número de protones, neutrones, electrones, el número atómico y el número másico


en los siguientes casos:

a) Un átomo de bromo (Z = 35, A = 79) que ha ganado un electrón.


b) Un átomo de bario (Z = 56, A =137)
c) Un átomo de hierro (Z = 26, A = 55) que ha perdido dos electrones

8. Un átomo tiene Z = 9 y otro Z = 10 ¿pueden ser isótopos? Justificad la respuesta.

9. ¿Pueden dos átomos tener el mismo número másico y no ser isótopos? Justificad la respuesta.

10. Explicad la diferencia entre número másico y masa atómica.

11. Escribid la distribución electrónica del 6C y 14Si. ¿A qué grupo o familia del Sistema Periódi-
co pertenecen? Ídem para el 7N y 15P.

12. Tres elementos tienen de número atómico 3, 11 y 19 respectivamente. Situadlos en la tabla


periódica.

13. Indicad la distribución electrónica de los elementos cuyos números atómicos son: 15, 16, 17
y 18. ¿A qué grupo y periodo del Sistema Periódico pertenece cada uno de ellos?

14. Un átomo tiene número atómico 11 y posee 12 neutrones. ¿Cuántos protones y electrones
tiene? ¿Cuál es su distribución electrónica? ¿Dónde está situado en el Sistema Periódico?

102
6. EL ENLACE QUÍMICO

¿Cómo se unen los átomos entre sí?

Sabemos que toda la materia ordinaria está compuesta por algo menos de un centenar de átomos
distintos. Sin embargo, también sabemos que (a fecha de 2011) se conocen más de treinta millones
de sustancias químicas y que cada año se descubren o sintetizan miles de nuevas sustancias.

A.1. ¿Cómo es posible que con tan pocos átomos pueda haber tantas sustancias?

La explicación es que los átomos se pueden agrupar entre ellos de maneras muy diferentes y en
distintas proporciones, lo que da lugar a un número enorme de combinaciones posibles. Así
podemos encontrar:

Moléculas discretas. Conjuntos iguales de átomos, con la misma forma geométrica, formando
grupos desde 2 hasta centenares de átomos. Dichas agrupaciones son las unidades características de
la sustancia que se trate. Este es el caso, por ejemplo, del agua, amoniaco, oxígeno, butano, etc.

Oxígeno O2 Amoniaco NH3 Agua H2O Butano C4H10

Macromoléculas. Conjunto indefinido de átomos que se extiende en las tres direcciones del espacio
formando una especie de molécula gigante. Este es el caso, por ejemplo, del diamante, formado por
una macromolécula de átomos de carbono unidos entre sí (en el esquema siguiente sólo hemos
dibujado un trozo de la macromolécula, donde las líneas rectas representan enlaces o uniones entre
átomos y las esferitas átomos de carbono).

103
Formulación

Agregados formados por iones con cargas de distinto signo. Conjunto indefinido de diferentes
iones positivos (cationes) y negativos (aniones) que se unen entre sí (en las tres direcciones del
espacio) en una proporción determinada, formando redes cristalinas. Por ejemplo, el cloruro de
cesio (CsCl).

Agregados de iones positivos (cationes). Conjunto indefinido de iones positivos (cationes)


rodeados por una nube de electrones, que se extiende en las direcciones del espacio. Los átomos de
los metales se agrupan de esta forma dando lugar a lo que se denomina “redes metálicas”.

+ + + + +

+ + + + + +

+ + + + +

Las distintas formas de agruparse unos átomos con otros puede explicar que existan millones de
sustancias químicas diferentes. Sin embargo, queda pendiente la cuestión de cómo se llevan a
cabo este tipo de uniones que, en adelante, denominaremos como enlace químico.

A.2. ¿Qué importancia puede tener, en principio, el estudio del enlace químico?

El interés que tiene el estudio de las fuerzas que mantienen unidos a los átomos, a las moléculas y a
los iones, para formar agregados de cierta estabilidad se comprende si tenemos en cuenta que puede
ayudarnos a interpretar muchas de las propiedades que presentan las sustancias, como:

o ¿Por qué algunos compuestos (como ocurre con el agua) pueden pasar de líquido a vapor
con bastante facilidad y, en cambio, cuesta mucha más energía conseguir descomponerlos?

104
Formulación

o ¿Qué hace que una sustancia pueda disolverse en otra? ¿Por qué, por ejemplo, el cloruro de
sodio (sal común) se disuelve bien en agua y, en cambio, no se disuelve en otras sustancias
como el tetracloruro de carbono o el benceno?
o ¿Por qué algunas sustancias, como el cloruro de sodio, en fase sólida no conducen bien la
corriente eléctrica y en cambio sí que lo hacen sus disoluciones o simplemente, cuando se
funden?
o ¿Por qué los átomos se unen en unas proporciones determinadas para dar distintas
sustancias? Por ejemplo: ¿Por qué el cloruro de sodio es NaCl y no es Na2Cl?

Además, conviene tener en cuenta que el conocimiento de los diferentes tipos de enlace químico es
esencial para poder fabricar nuevas sustancias, que no existen en la naturaleza, de propiedades
que por alguna razón nos interesen (colas y pegamentos sintéticos, medicamentos, plásticos, cristal
líquido...) y también para interpretar las variaciones de energía que acompañan a muchos procesos
químicos (a veces muy intensas, como ocurre, por ejemplo, con los explosivos). Por otra parte, de
dicho estudio se puede obtener información respecto a la forma real de las moléculas y, en
general, de los distintos agregados que constituyen los compuestos químicos.

En este tema estudiaremos cómo se forman y en qué consisten los tipos de enlace más importantes,
lo que nos permitirá dar unas primeras explicaciones a la mayoría de los interrogantes anteriores.

1. CLASIFICACION DE LAS SUSTANCIAS DE ACUERDO A SUS PROPIEDADES

Parece lógico suponer que las propiedades características de las sustancias aporten alguna
información acerca de los tipos de enlace químico presentes en ellas. Por eso comenzaremos por
preguntarnos:

A.3. ¿Qué propiedades de las sustancias pueden tener alguna relación con el tipo de unión
existente entre sus partículas (fuerte o débil, existencia o no de partículas cargadas, etc.?

La materia que nos rodea está constituida por sustancias con distinto aspecto y propiedades. El
conocimiento de tales propiedades puede aportar alguna información acerca de las fuerzas que
hacen unirse a las partículas que forman una sustancia. Así, por ejemplo, los puntos de fusión y
ebullición de las diversas sustancias son indicativos de la mayor o menor fuerza de enlace entre las
partículas (átomos, iones o moléculas) que constituyen el sólido o líquido (si son altos cabe pensar
en enlaces fuertes y si son bajos en enlaces débiles). Si una sustancia, en determinadas condiciones,
conduce la corriente eléctrica, podría pensarse en la existencia de partículas cargadas, ya que la
corriente eléctrica supone precisamente un desplazamiento de cargas. Otras propiedades pueden ser
la solubilidad, la facilidad de deformación, la dureza, la facilidad para romperse (fragilidad), etc.

El agua, por ejemplo, es una sustancia que a la presión atmosférica funde a 0ºC, hierve a 100 ºC y
apenas conduce la corriente eléctrica, mientras que el hierro funde a 1535 ºC, hierve a 3233 ºC y sí
conduce la corriente eléctrica; el diamante es muy duro, mientras que el sodio es un metal que se
puede cortar con un cuchillo, etc.

Es necesario advertir que el hecho de que existan tantas propiedades y que éstas puedan tomar
valores muy distintos dependiendo de la sustancia de que se trate, hace que resulte difícil clasificar
en unos pocos grupos a todas las sustancias y que, por tanto, cualquier regla que se establezca para
ello dejará fuera a sustancias con propiedades intermedias o atípicas. No obstante, a pesar de estos
inconvenientes, ha sido posible clasificar a la mayor parte de las sustancias en tres grandes grupos:

105
Formulación

1. En primer lugar nos encontramos con sustancias como el cloruro de sodio, sulfato de cobre,
fluoruro de calcio... que suelen ser compuestos sólidos de aspecto cristalino, duros pero frágiles
y con temperaturas de fusión y ebullición altas. Son, en general, más o menos solubles en
disolventes del tipo del agua y no lo son en disolventes tipo benceno. No son conductores de la
corriente en estado sólido, pero sí lo son en disolución acuosa y también cuando se funden. La
existencia de este grupo de sustancias, está ligada a una forma de enlace que, por razones que
luego veremos, se denomina enlace iónico, designando consecuentemente dichas sustancias
como compuestos iónicos.

2. En segundo lugar, hay sustancias como el oxígeno, hidrógeno, nitrógeno, dióxido de carbono,
amoniaco, acetona, naftaleno, yodo, las ceras, etc., muchas de las cuales (como las cinco
primeras) se encuentran habitualmente en forma de gases, mientras que las que se hallan en
estado líquido (como la acetona) o sólido (como las tres restantes), tienen por lo general
temperaturas de ebullición y de fusión bajas. No obstante, todas ellas resisten elevadas
temperaturas sin descomponerse. Por otra parte, los sólidos de esta clase generalmente no se
disuelven en disolventes del tipo del agua (sí que lo hacen en los del tipo del benceno). Además,
estas sustancias no conducen la corriente eléctrica en estado líquido o sólido y tampoco lo
hacen sus disoluciones. Todo este comportamiento hace suponer la existencia de fuertes uniones
dentro de las moléculas (dada la dificultad para descomponerlas), y de débiles uniones entre
unas moléculas y otras (dada la facilidad con que se logra separar las moléculas, como muestran
los bajos puntos de fusión y de ebullición). Es decir, se pone de manifiesto la existencia en este
tipo de sustancias de dos formas de enlace asociadas, denominándose a la primera enlace
covalente y conociéndose las débiles uniones intermoleculares como enlaces por fuerzas de
Van der Waals. A este grupo de sustancias se le denomina como sustancias covalentes.

En algunos casos particulares se presenta sólo uno de los enlaces anteriores:

Así, hay sustancias como los gases nobles que son monoatómicas. Cuando se baja mucho la
temperatura y un gas noble se licua, entre sus átomos existen débiles enlaces intermoleculares.

Por otra parte, hay sustancias, como el diamante (C ) o el cuarzo (SiO2), en las que sólo existen
fuertes enlaces de tipo covalente entre los átomos (sustancias covalentes atómicas). Como para
fundir a estas sustancias hay que romper un gran número de enlaces covalentes, presentan
elevados puntos de fusión (del orden de 4000 ºC en el diamante y de 1700 ºC en el cuarzo), son
muy duras e insolubles. Además, como no hay iones ni (como veremos más adelante) electrones
que se puedan desplazar, no conducen la corriente eléctrica. Normalmente se hallan formando
cristales (redes atómicas tridimensionales).

Diamante

3. Por último, nos referiremos a los metales como, por ejemplo, sodio, hierro, cobre, mercurio,
plomo, oro, calcio, aluminio, plata, etc., cuya propiedad más típica es su carácter conductor del
calor y la electricidad en estado sólido. Los metales constituyen más de las tres cuartas partes de
los elementos del Sistema Periódico, por lo que no es de extrañar que entre ellos exista una gran
variedad en propiedades tales como dureza, punto de fusión, etc. Muchos tienen un brillo
característico y son fácilmente deformables, es decir, son dúctiles y maleables (se les puede dar
fácilmente forma de hilos y láminas). El tipo de enlace existente entre los átomos de un metal se

106
Formulación

denomina, por razones evidentes: enlace metálico. Los metales son insolubles en agua y otros
disolventes y, a temperatura ambiente (salvo alguna excepción, como el mercurio), son sólidos.

Medalla
de
Oro

A.4. Para evaporar totalmente 1 kg de agua (a presión y temperatura ambientes) se necesita una
energía del orden de 2400 kilojulios (kJ). En cambio, para descomponer esa misma cantidad de
agua en hidrógeno y oxígeno gaseosos, se precisa una energía del orden de 15 600 kJ. ¿A qué se
debe dicha diferencia?

A.5. En la tabla siguiente se han recogido las propiedades características de cuatro sustancias
sólidas a la temperatura y presión ordinarias. Señalad cuál de ellas puede considerarse un
compuesto iónico, cuál un metal, cuál un compuesto cuyas partículas están unidas por fuerzas
intermoleculares y cuál una sustancia en la que sólo hay enlace covalente entre los átomos que la
forman.

Sustancia sólida analizada


Propiedad analizada
P Q R S
Punto de fusión 3500 ºC 808 º 80 º 1083 º
Solubilidad en agua No Sí No No
Solubilidad en benceno No No Sí No
Conductividad eléctrica en estado sólido No No No Sí
Conductividad eléctrica en disolución o fundida No Sí No Sí
Deformabilidad del sólido No Frágil Frágil Sí

Atendiendo a las propiedades reflejadas en la tabla anterior, podemos pensar que la sustancia P,
caracterizada por mantenerse en estado sólido a temperaturas muy elevadas, no ser soluble y no
conducir la corriente eléctrica, es una sustancia covalente atómica (macromolécula). Análogamente,
la sustancia Q, caracterizada por tener un punto de fusión alto, ser soluble en agua, no conducir la
corriente eléctrica cuando se encuentra en estado sólido pero sí hacerlo cuando se funde, etc., es una
sustancia típicamente iónica.

Finalmente, analizando las propiedades de R y de S podemos concluir que se trata de una sustancia
covalente molecular y un metal respectivamente. De hecho, P corresponde al diamante, Q
corresponde al cloruro de sodio, R al naftaleno y S al cobre.

A.6. Construid en vuestro cuaderno y completad, una tabla (del tamaño que sea necesario) como la
que se propone a continuación, en la que se trata de resumir los tipos de sustancias y formas de
enlace que acabamos de estudiar.

107
Formulación

Sustancias Sustancias covalentes Metales


iónicas
Sustancias atómicas Sustancias moleculares
Sólo compuestos simples o simples o compuestas, Sustancias
formados por compuestas. formadas por moléculas simples
Propiedades iones con carga individualizadas formadas por
de distinto signo. (Sólo fuertes enlaces átomos de un
covalentes entre los (Enlace covalente entre los metal.
átomos) átomos de una misma
(Enlace iónico) (Enlace
molécula y, en el caso de
metálico)
sólidos y líquidos, débiles
fuerzas intermoleculares
entre las propias moléculas)
Punto de fusión

Solubilidad

Conductividad
eléctrica

Propiedades
mecánicas

Estado físico en
condiciones
ordinarias

Ejemplos típicos

En resumen, pues, el estudio de las propiedades de las sustancias nos permite agruparlas en tres
grandes grupos (iónicas, covalentes y metálicas), poniendo en evidencia la existencia de cuatro
formas distintas de unión entre partículas: enlace iónico, enlace covalente, fuerzas inter-moleculares
y enlace metálico.

A.7. Diseñad posibles experiencias (cualitativas) para caracterizar distintas sustancias atendiendo
a las siguientes propiedades1: a) solubilidad en agua y en xileno, b) conductividad en estado sólido
y en disolución, c) puntos de fusión, d) deformabilidad.

Para ver si una sustancia se disuelve o no en agua destilada o en un disolvente orgánico bastará con
utilizar dos tubos de ensayo que llenaremos hasta la mitad con cada uno de dichos disolventes.
Como disolvente orgánico es mejor utilizar xileno porque es menos tóxico que el benceno (y
hacerlo en campana de gases). A continuación se trata de añadir un poco de la sustancia cuya
solubilidad queremos investigar (mejor si está en polvo) y proceder a agitar el tubo con cuidado. Si
la sustancia se disuelve en agua y no lo hace en xileno, es posible que se trate de una sustancia
iónica, por el contrario, si no se disuelve en agua y sí lo hace en xileno, podría tratarse de una
sustancia covalente.

Para estudiar la conductividad eléctrica, conviene realizar primero una “prueba en blanco”: El agua
pura apenas conduce la electricidad y tampoco lo hace el xileno. Se trata de comprobarlo utilizando

1
Insistimos en que no se debe generalizar demasiado, ya que siempre se dan excepciones como, por ejemplo: azúca-
res y otros compuestos covalentes polares que sí disuelven en agua, o grafito (sólido covalente) que sí es conductor.
Estos casos serán tratados en cursos superiores de Química.

108
Formulación

para ello un circuito provisto de una pila, dos hilos de cobre con las puntas (de ambos extremos)
peladas, un interruptor, y una pequeña bombilla o, mejor todavía, un amperímetro con el que se
pueda detectar el paso de corriente eléctrica. A continuación en un vaso vertemos un poco de agua
destilada y en otro un poco de xileno. Si conectamos los cables a la pila e introducimos los extremos
libres en cualquiera de los dos vasos y conectamos el interruptor comprobaremos que la bombilla no
se enciende en ninguno de los dos casos. Si además de la bombilla (o en su lugar) hemos dispuesto
un amperímetro, podemos ver que la intensidad de la corriente es muy pequeña o nula.

Para averiguar si la sustancia problema es o no un buen conductor en estado sólido, bastará con
tomar un trozo alargado de la misma e intercalarlo en el circuito en lugar del vaso con el disolvente.
En el caso de que lo que se quiera investigar sea la conductividad de la disolución, habrá que
disolver la sustancia problema y sumergir los extremos libres de los cables en la disolución
resultante. Si la sustancia conduce la corriente en estado sólido, puede tratarse de un metal. Si se
disuelve en agua y la disolución resultante conduce la corriente eléctrica, probablemente se trate de
una sustancia iónica. Finalmente, si se disuelve en xileno y la disolución resultante no conduce la
corriente eléctrica, concluiremos que se trata de una sustancia covalente.

En cuanto a los puntos de fusión de distintos sólidos, como de lo


que se trata es de averiguar si son altos o bajos, basta introducir una
pequeña cantidad de la sustancia problema en un tubo de ensayo y
calentar a la llama durante un cierto tiempo (máximo 1 minuto). Si
pasado ese tiempo la sustancia no funde, podemos concluir que su
punto de fusión es alto, si por el contrario funde enseguida, antes de
que transcurra el minuto, el punto de fusión será bajo. Sólidos que
funden a temperaturas elevadas son indicativos de sustancias
iónicas, mientras que si la temperatura de fusión es baja, en general
corresponde a sólido covalente molecular. En los metales el punto
de fusión puede variar ampliamente (alguno, como el mercurio, es
líquido a temperatura ambiente; otros como el estaño y el plomo,
funden con bastante facilidad y otros, como el cobre o el hierro,
tienen puntos de fusión de más de 1000 ºC).

A.8. Proceded a la caracterización de las sustancias presentadas por el profesor y determinad a


cuál de los tres grandes grupos (iónicas, covalentes o metálicas) pertenecen.

Se pueden utilizar sustancias como: cloruro de sodio, yodo, granalla de cinc, cobre, naftaleno,
azufre, etc., cuyas propiedades características pueden establecerse de forma cualitativa tal y
como acabamos de indicar. Se trata de realizar las experiencias propuestas y rellenar una tabla
como la siguiente, con los resultados cualitativos obtenidos (basta señalar sí o no). En la última
columna hay que indicar qué tipo de sustancia es (iónica, covalente o metálica).

Sustancia Solubilidad Solubilidad Conductividad de Conductividad la Punto de Tipo de


en agua en xileno la corriente corriente en fusión sustancia
eléctrica en disolución (alto o bajo) (iónica,
estado sólido covalente
o metálica)
cloruro de sodio
granalla de cinc
azufre
cobre
naftaleno
yodo

109
Formulación

Según hemos visto, del estudio experimental de las propiedades de distintas sustancias parece
deducirse la existencia de cuatro tipos distintos de enlace químico: iónico, covalente, por fuerzas
intermoleculares y metálico. No obstante, no sabemos todavía por qué se forman esos enlaces ni
en qué consiste exactamente cada uno de ellos. En lo que sigue nos detendremos en estos puntos
y elaboraremos un modelo explicativo elemental de cada tipo de enlace. Como es lógico, estos
modelos teóricos deberán explicar satisfactoriamente las propiedades observadas en los
correspondientes grupos de sustancias.

2. EL ENLACE COMO CONSECUENCIA DE LA TENDENCIA A LA ESTABILIDAD

La experiencia nos muestra que cualquier sistema que se deje en libertad, si espontáneamente sufre
cambios, lo hace siempre de modo que pasa desde un estado inicial hacia otro estado final más
estable que el primero. Habitualmente, el estado más estable es de menor energía y, por esta razón,
durante los cambios se produce una pérdida de energía. Por ejemplo: si soltamos la bolita de un
péndulo desde una posición inicial que no coincida con la vertical, veremos que se pone a oscilar y
que poco a poco se va parando (va perdiendo energía a causa del rozamiento con el aire) hasta que,
finalmente, queda en reposo con el hilo vertical.

Nadie ha observado nunca que tenga lugar el proceso contrario al anterior, es decir: dejar la bolita
colgando del hilo en la vertical y que espontáneamente se mueva hasta quedar en reposo en una
posición separada de la vertical. Decimos que el estado final de la bolita en el que el hilo está
completamente vertical y ésta no se mueve, es más estable que el inicial (bolita separada de la
vertical). Podemos plantearnos si en los procesos químicos ocurre o no algo parecido.

La mayoría de los átomos en la naturaleza se hallan unidos unos a otros. Sin embargo los átomos
de los gases nobles difícilmente se unen a otros y todos ellos se caracterizan por tener 8
electrones de valencia (excepto el helio que sólo tiene 2).

A principios del siglo XX los científicos Kössel y Lewis, de forma independiente, y basándose en el
hecho de la escasa reactividad de los gases nobles (lo que permite suponer que la forma en cómo
están distribuidos los electrones en estos átomos es muy estable), sugirieron que el resto de los
átomos cuando se unen lo hacen de forma que su estructura electrónica final sea como la del gas
noble más próximo. Esto se conoce habitualmente como regla del octeto y puede interpretarse, en
principio, como el paso de un estado inicial (átomo normal) a otro estado final más estable (átomo
con la misma estructura electrónica que un gas noble).

Recordemos que, en el Sistema Periódico corto, el número de electrones de valencia de un átomo


coincide con el número de la columna en la que se encuentra. Para observar mejor los electrones de
valencia se recurre a representar el resto atómico (núcleo más electrones internos) por el símbolo
del elemento y a los electrones de valencia como una serie de puntos que le rodean.

110
Formulación

La representación de los átomos de sodio, calcio, carbono, nitrógeno, azufre, flúor y neón sería
respectivamente:

. ¨ .C.. . ·N̈·· ··S̈ ·F̈ ¨

¨
¨
Na Ca Ne

¨
¨ ¨
En los símbolos anteriores, cada punto equivale a un electrón. La posición de dichos puntos
(tanto de los que van solos como de los que van en pareja) es arbitraria, pudiendo estar en
cualquier lado del símbolo que representa el resto atómico2. Se denominan estructuras de Lewis.
Observad cómo el gas noble neón (de número atómico 10) se halla rodeado por 8 electrones de
valencia distribuidos en cuatro pares.

A.9. Ayudándose de un Sistema Periódico corto (ved página 78) representad los átomos de litio,
cloro, magnesio, aluminio, silicio, fósforo, oxígeno, helio y argón, mediante el resto atómico
rodeado de los puntos necesarios para indicar los electrones de valencia.

Así pues, en una primera aproximación, podemos suponer que los átomos se enlazan unos con otros
porque de esta manera evolucionan a un estado de mayor estabilidad, adquiriendo la misma
configuración electrónica del gas noble más próximo.

A continuación veremos cómo, mediante la regla del octeto, es posible también elaborar modelos de
los distintos tipos de enlace químico y cómo con cada modelo de enlace podemos explicar las
propiedades observadas experimentalmente en las sustancias en las que se presenta dicho enlace.

3. EL ENLACE IÓNICO

En el tema anterior vimos que el sodio tiene 11 electrones distribuidos de la siguiente forma:

nivel de
nivel de energía
energía 33 externo
nivel
nivel de
deenergía
energía22 medio
nivel
nivel de
deenergía
energía11 interno

Como podemos ver, el sodio es un elemento que se encuentra en la primera columna del Sistema
Periódico y que tiene un único electrón de valencia (un solo electrón en el nivel de energía más
externo). Si perdiera ese electrón, su último nivel de energía sería el segundo y tendría 8 electrones
de valencia (como el Ne). En principio podríamos pensar que también podría ganar 7 electrones y
quedarse así con 8 en el tercer nivel de energía, pero esa es una idea que hay que descartar porque,
como es lógico, el proceso de ganar 7 electrones sería mucho más difícil que perder sólo uno ya
que, al ir ganando electrones, su carga sería cada vez más negativa por lo que cada vez repelería
también con más fuerza al siguiente electrón que fuese a incorporarse.

Igual sucede con todos los elementos de la primera columna del Sistema Periódico. A todos ellos les
sobra un electrón para tener 8 en la última capa (excepto al Li que se quedaría con 2, como el gas
noble He). Por lo que, cabe esperar que su comportamiento químico conduzca a perder ese último
electrón.

2
En cursos superiores se verá la razón de por qué unos electrones de valencia van solos y otros por parejas

111
Formulación

A.10. Buscad en el tema anterior la estructura electrónica de algún elemento de la segunda y de la


tercera columna del Sistema Periódico corto y justificad cuántos electrones deberían perder los
elementos de la segunda y tercera columna para quedar en el último nivel de energía con
estructura electrónica estable de gas noble.

Fijémonos ahora lo que le ocurre a un elemento como el cloro. En el tema anterior vimos que el
átomo de cloro (Cl) tiene 17 electrones distribuidos de la siguiente forma:

nivel de energía 3
nivel de energía
2
nivel de energía 1

Como podemos ver le falta tan solo un electrón para poseer 8 electrones en su último nivel de
energía (y es más fácil que gane ese electrón que el que pierda 7).

Igual ocurre con el resto de elementos de la columna VII. A todos ellos les falta un electrón para
tener una estructura electrónica estable de gas noble en el último nivel de energía.

A.11. Buscad en el tema anterior la estructura electrónica de algún elemento de la quinta y de la


sexta columna del Sistema Periódico corto y justificad cuántos electrones deberían ganar para
quedar en el último nivel de energía con estructura electrónica estable de gas noble.

Se comprueba experimentalmente que, en general, el carácter metálico (facilidad con que un


átomo pierde electrones) aumenta hacia la izquierda y hacia abajo del Sistema Periódico (cuantos
menos electrones ha de perder el átomo y más grande es) y que el carácter no metálico (facilidad
con que un átomo gana electrones) aumenta, en general, hacia la derecha y hacia arriba del Sistema
Periódico (sin contar la columna 8 de los gases nobles), es decir, cuantos menos electrones le faltan
para completar el octeto y cuanto más pequeño es el átomo.

Los elementos de las columnas I, II y III han de perder 1, 2 y 3 electrones respectivamente para
tener en su último nivel de energía los mismos electrones que un gas noble. Los elementos de las
columnas V, VI y VII, han de ganar 3, 2 y 1 electrones respectivamente para tener en su último
nivel de energía la misma estructura electrónica que un gas noble. Los elementos de la columna IV,
deberían ganar o perder cuatro electrones para tener 8 en su último nivel de energía. Sin embargo
ganar o perder 4 electrones requiere mucha energía y estos elementos tienen un carácter especial,
intermedio entre metal y no metal.

A.12. Al analizar un cristal de cloruro de sodio (NaCl) se aprecia que:

-
a) Está formado por iones Na+ y por iones Cl
b) La proporción de estos iones es 1:1
c) Cada ión está rodeado por iones de signo opuesto formando una red que se extiende en las tres
direcciones del espacio.

En la figura siguiente se reproduce de forma esquemática una pequeña parte de un cristal de NaCl,
de dos formas diferentes.

112
Formulación

Cl-

Na+
Cl-

Na+

Cristal de NaCl. Modelo de puntos Cristal de NaCl. Modelo de esferas

¿Cómo se pueden explicar los hechos anteriores?

Al átomo de Na le sobra un electrón para tener 8 en el último nivel de energía (estructura


electrónica estable de gas noble), mientras que al átomo de cloro, le falta uno. Podemos pensar pues
que el cloro le quite su electrón al sodio, quedando así Na+ y Cl-, tal y como se ilustra en el esquema
siguiente:

-
Na + Cl  Na+ Cl

-
Como los aniones Cl tienen carga negativa y los cationes Na+ tienen carga positiva, se atraerán
eléctricamente por ser cargas de distinto signo, es decir, se unirán formando un enlace iónico.

Es importante darse cuenta de que una muestra de compuesto iónico no estará formada por unidades
- -
independientes Na+Cl sino que cada catión Na+ estará rodeado de aniones Cl y viceversa (cada
-
anión Cl estará rodeado de cationes Na+), formando así una red de iones que se extiende en las tres
direcciones del espacio y que se llama "red cristalina".

Del esquema anterior, se deduce que, en los compuestos iónicos, no existen moléculas
individuales. Se trata, por el contrario, de estructuras "macroscópicas" que se extienden en el
espacio formando cristales. La forma de dichos cristales varía de unas sustancias a otras y depende
del tamaño relativo de los iones y de su carga eléctrica. La fórmula NaCl indica que en ese
compuesto por cada ion de sodio hay un ion de cloro, es decir, en un cristal de cloruro de sodio hay
-
el mismo número de cationes Na+ que de aniones Cl (anión cloruro). NaCl recibe también el
nombre de unidad fórmula del cloruro de sodio.

El enlace iónico se da fundamentalmente entre átomos muy metálicos (que pierden electrones de
valencia fácilmente) y átomos muy no metálicos (que ganan electrones fácilmente).

113
Formulación

A.13. Atendiendo a las consideraciones anteriores, justificad las fórmulas químicas de los
siguientes compuestos iónicos, explicando su significado: Bromuro de calcio (CaBr2), nitruro de
litio (Li3N), sulfuro de potasio (K2S), óxido de magnesio (MgO), cloruro de aluminio (AlCl3).

Podemos ahora, una vez conocida la forma de enlace, tratar de explicar algunas de las propiedades
típicas de los compuestos iónicos que se citaron al comienzo del tema.

A.14. Utilizando lo que se ha aprendido sobre el enlace iónico elaborad en la libreta de clase una
tabla como la siguiente (del tamaño que sea necesario) y completadla.

Propiedades de los compuestos iónicos Justificación según lo tratado sobre el enlace iónico
Tienen una temperatura de fusión alta
En estado sólido no conducen la corriente eléctrica
Fundidos sí que conducen corriente eléctrica
Sus disoluciones acuosas son conductoras
Son sustancias frágiles

La realización de la actividad anterior, debe haber llevado a señalar que los compuestos iónicos
tienen en general altos puntos de fusión, porque cada ion está rodeado de iones con cargas de signo
contrario a la del ion central. Es decir, existen cargas de signo contrario muy próximas que se atraen
eléctricamente con fuerzas bastante intensas y que se ejercen en todas direcciones, dando como
resultado una estructura macroscópica de partículas cargadas fuertemente unidas unas a otras.

Por otra parte, esta fuerte atracción en todas las direcciones del espacio hace que las sustancias
iónicas se encuentren en fase sólida (cristales) en condiciones ordinarias, de modo que los iones no
pueden moverse de un sitio a otro. La corriente eléctrica no es sino un movimiento de cargas. Como
en los sólidos iónicos las cargas están ocupando posiciones determinadas, no se pueden trasladar y,
por eso, no conducen la corriente. Sin embargo, cuando se eleva la temperatura, la energía que se
comunica puede llegar a ser suficiente para romper los enlaces entre los iones y la sustancia iónica
funde. En ese estado los iones pueden moverse con una cierta libertad, por lo que sí conduce la
corriente eléctrica.

Cuando un sólido iónico se disuelve en agua, ocurre algo similar ya que el agua (como veremos más
adelante) es capaz de separar los iones positivos y negativos rompiendo los enlaces que los
mantienen unidos. En una disolución acuosa de un compuesto iónico, existen iones (positivos y
negativos) que se pueden mover, de modo que estas disoluciones son conductoras de la corriente
eléctrica. Es por eso que el agua destilada apenas conduce la corriente eléctrica pero el agua de grifo
o de manantial sí lo hace porque siempre lleva sales (compuestos iónicos) disueltas. Resulta
peligroso, por ejemplo, manejar un aparato eléctrico enchufado a la red, cerca de la bañera en la que
nos estemos bañando.

La fragilidad de algunos compuestos iónicos se manifiesta a veces en


que basta someter a una fuerza lateral a un cristal de una sustancia + - + -
iónica (como el fluoruro de calcio o calcita) para que se rompa - +
- +
fácilmente en capas. Podemos ofrecer una interpretación elemental de
este hecho si tenemos en cuenta que, al ejercer una fuerza, basta con + -
+ -
desplazar ligeramente los iones de una capa para que inmediatamente - +
se vean enfrentados a iones con cargas del mismo signo - +
pertenecientes a la capa de al lado, por lo que se repelerán y se
producirá una rotura.

114
Formulación

4. EL ENLACE COVALENTE

Hemos visto cómo se podía explicar el enlace entre un metal y un no metal. No obstante, hay casos
de uniones entre átomos que no pueden explicarse de esta forma, como ocurre, por ejemplo, cuando
los átomos que se enlazan son ambos no metálicos (los dos han de ganar electrones para adquirir
configuración electrónica de gas noble).

A.15. Al átomo de cloro (Cl), como hemos visto, le falta un solo electrón para completar su octeto y
adquirir así estructura electrónica estable de gas noble. ¿Cómo explicar entonces la existencia de
cloro molecular, Cl2 ?

Una explicación sería suponer que cada átomo de cloro aporta un electrón, de modo que el par de
electrones pertenezca a ambas cortezas electrónicas, obligando así a los dos átomos a permanecer
unidos para que, de esa forma, cada uno tenga ocho electrones en el último nivel de energía, tal y
como se observa en el esquema siguiente:

¨ · + ·Cl
Cl ¨ ¨ Cl
Cl ¨

¨
¨

¨
¨ ¨ ¨ ¨

Otra forma de representar la molécula de cloro es: Cl-Cl , donde el guión representa el par de
electrones compartidos.

Como se trata de átomos iguales, los dos cloros atraerán por igual al par de electrones de enlace. A
este tipo de compartición se le conoce como enlace "covalente puro". Conviene tener en cuenta que
una muestra de gas cloro estaría formada por infinidad de partículas independientes (Cl2) llamadas
moléculas de cloro, de manera que la fórmula de la sustancia simple llamada cloro no es Cl (eso es
el símbolo de un átomo), sino Cl2. Existen también otros tipos de enlace covalente más complejos,
como los que vamos a ver a continuación:

4.1. ¿Qué ocurre cuando hay más de un electrón que compartir?

Algunos elementos del Sistema Periódico tienen la particularidad de poder establecer uniones
covalentes en las que entre dos átomos iguales se comparten más de un par de electrones
formándose enlaces covalentes múltiples. Este es el caso, por ejemplo, de las moléculas de oxígeno
(O2) y nitrógeno (N2).

A.16. Teniendo en cuenta las características del enlace covalente (compartición de electrones para
completar el octeto), tratad de justificar la existencia de moléculas de O2 y de moléculas de N2.

La formación de la molécula de O2, se puede explicar por la compartición de dos pares de


electrones de valencia formándose un enlace covalente doble, como se explica en el esquema:

¨·
O ¨
+ ·O ¨ ¨O
O ¨
¨
¨

¨
¨

· · ¨

Otra forma de representar la molécula de oxígeno es: O=O, donde el doble guión representa los dos
pares de electrones compartidos.
115
Formulación

En cuanto a la molécula de nitrógeno N2, conviene darse cuenta que el nitrógeno tiene 5 electrones
de valencia y le faltan tres para completar su octeto. La formación de la molécula de nitrógeno N2 se
puede explicar por la compartición de tres electrones de valencia aportados por cada uno de los
átomos, formándose un enlace covalente triple, según se indica en el siguiente esquema:

. .
. + .N N ... ... N

..
N

..
..

..
. .

Otra forma de representar la molécula de nitrógeno es: N  N donde el triple guión representa los
tres pares de electrones compartidos

4.2. ¿Qué ocurre cuando los átomos que se enlazan no son iguales?

Cuando se forma un enlace covalente (simple o múltiple) entre átomos iguales, como, por ejemplo
H H , Cl Cl , OO, N N , etc., es lógico que los átomos compartan por igual los electrones de
enlace. Pero cuando se trata de átomos distintos, la fuerza con que son atraídos los electrones de
enlace varía de unos a otros. Cuanto mayor es el carácter no metálico de un átomo con tanta más
fuerza atrae a los pares de electrones de enlace.

El H es un átomo que tiene un solo electrón, de modo que le falta otro para tener la estructura
electrónica estable del gas noble He, mientras que al átomo de Cl (con 7 electrones en el último
nivel de energía) le falta también otro electrón para tener 8 en su último nivel de energía, por lo que
se pueden unir para formar la molécula de HCl mediante un enlace covalente simple aportando cada
uno de ellos un electrón.

No obstante, el Cl (más no metálico que el H) atrae al par de electrones del enlace con más fuerza
que el hidrógeno, de forma que ambos electrones estarán más cerca del cloro, generándose así en la
molécula una zona con un exceso de carga negativa (átomo de cloro) y otra con un defecto de carga
negativa (átomo de hidrógeno).

El cloro no arranca del todo su electrón al hidrógeno, por lo que las cargas de ambos átomos son
"parciales" y para designar este hecho se utilizan los símbolos - y + El enlace covalente formado
recibe el nombre de "enlace covalente polar". La molécula de HCl es una molécula polar porque en
ella se aprecia una zona con mayor densidad de carga negativa separada de otra con defecto de
carga negativa (dos polos).
+ - + -
H-Cl

A.17. Justificad que en la molécula de agua (H2O) existan dos enlaces covalentes polares.

En el caso de la molécula de agua, al átomo de oxígeno le faltan dos electrones para tener 8 en su
última capa, mientras que al hidrógeno, que tiene un solo electrón, le falta otro para tener así
estructura electrónica estable igual a la del gas noble helio (He), de modo que podemos pensar

116
Formulación

que cada átomo de hidrógeno comparte su único electrón con uno de los electrones de valencia
del átomo de oxígeno y así, se justifica la molécula de agua:

.
H .
.
+ ..
.
H..
O
. H

Sin embargo, el átomo de oxígeno atrae a los electrones con más fuerza que el átomo de hidrógeno
por lo que los enlaces O-H serán enlaces covalentes polares. Por otra parte, se sabe que la molécula
de agua no es lineal sino que los enlaces O-H forman un cierto ángulo entre sí. Ello trae como
consecuencia que la molécula de agua sea una molécula polar. En el átomo de oxígeno habrá una
zona con mayor densidad de carga negativa mientras que, en cada átomo de hidrógeno, la densidad
de carga negativa será menor (porque al atraer más a los electrones de enlace éstos se acercan más
al oxígeno que al hidrógeno). Todo ello se puede representar esquemáticamente como:

+ +
- -
+ +

Con el concepto de molécula polar se puede acabar de entender también alguna propiedad de los
compuestos iónicos. Concretamente nos referimos a por qué muchos sólidos iónicos se pueden
disolver en agua y, en cambio no se disuelven en otros disolventes tipo del benceno.

A.18.Utilizando el concepto de molécula polar, tratad de explicar el hecho de que muchos sólidos
iónicos, como el cloruro de sodio, puedan disolverse en disolventes polares como el agua y no lo
hagan en otros no polares como el benceno.

Cuando un sólido iónico como el cloruro de sodio entra en contacto con un disolvente polar como
es el agua, los iones positivos situados en la superficie del cristal atraerán a las moléculas de agua
por la parte del oxígeno (zona de la molécula en donde está el polo negativo). Análogamente
ocurrirá con los iones negativos de la superficie del sólido, produciéndose una atracción entre éstos
y las moléculas de agua, que se situarán a su lado colocando los hidrógenos (zona de mayor
densidad de carga positiva) orientados hacia dichos iones negativos. En la figura adjunta se intenta
mostrar este proceso de forma esquemática. Como puede comprenderse, la disolución del sólido
iónico en agua es el resultado de las roturas de los enlaces iónicos entre los cationes y los aniones
debido a las fuerzas de atracción ejercidas por las moléculas de agua polares sobre ellos.

+ -

Cl-
-
Cl
+

Na+


- Na+
+

+

117
Formulación

En resumen: la disolución de un sólido o cristal iónico se produce porque las moléculas polares del
disolvente ejercen atracciones lo bastante intensas sobre los iones como para poder separarlos. En el
esquema anterior podemos ver cómo la orientación de las moléculas polares de agua varía según
que éstas se encuentren enfrentadas a cationes o aniones. Naturalmente, en el caso de que, en lugar
de agua, se utilice un disolvente cuyas moléculas no sean polares (como el benceno), o lo sean muy
poco, el sólido iónico no se disolverá, porque dichas moléculas no podrán atraer a los iones o los
atraerán poco (con menos fuerza de la que se necesita para romper los enlaces iónicos).

El modelo de enlace covalente, bien sea puro o bien sea polar, que estamos manejando, supone que
los electrones que se comparten o electrones de enlace, se hallan fuertemente localizados en una
zona. Por tanto, no sucede lo mismo que en el enlace iónico en el que la fuerza de atracción que un
ion hace sobre los de signo contrario se ejerce en todas direcciones. Ello hace que el enlace
covalente sea un enlace muy fuerte.

A.19. A partir del modelo establecido para el enlace covalente, justificad que en general las
sustancias covalentes no sean buenas conductoras de la electricidad, que existan algunos sólidos
covalentes muy duros y también muchas sustancias que, en condiciones ordinarias, son gases.

La ausencia de conductividad de la corriente eléctrica se explica porque no existen cargas libres,


ya que los electrones de enlace entre dos átomos están ligados a ambos, muy localizados en una
zona concreta. La misma explicación se puede dar para la falta de conductividad eléctrica de las
disoluciones de estas sustancias en disolventes del tipo del benceno, donde se encuentran las
moléculas individuales sin carga eléctrica neta moviéndose en la disolución (no hay iones).

Debido a la elevada energía necesaria para romper un enlace covalente, cabe esperar un elevado
punto de fusión cuando los átomos unidos extiendan sus enlaces en las tres direcciones del espacio
(sustancias covalentes atómicas) como sucede en el diamante (átomos de C enlazados entre sí).

En el diamante los cuatro electrones de valencia del átomo de carbono se hallan dispuestos
formando cuatro enlaces covalentes con otros tantos átomos de carbono. Los 4 pares de electrones
de cada átomo se encuentran lo más alejados posible unos de otros (se repelen entre sí) y muy
localizados siguiendo la dirección de los vértices de un tetraedro (de esa forma se hallan lo más
alejados posible unos pares de otros), repitiéndose en toda la extensión del sólido, dando lugar a una
especie de macromolécula en la que cada átomo de carbono está unido a otros cuatro (sólido
covalente atómico).

Cuando el número de enlaces es limitado, como sucede en la mayor parte de las sustancias con
enlaces covalentes (oxígeno, hidrógeno, amoníaco, etc.), los átomos enlazados en la molécula
quedan saturados, por lo que las fuerzas intermoleculares (o fuerzas entre distintas moléculas) serán
débiles. Esto justifica que las temperaturas de fusión y ebullición de este tipo de sustancias sean
bajas, razón por la cual suelen presentarse en fase gaseosa (en las condiciones ordinarias de presión
y temperatura). A estas sustancias se las denomina “covalentes moleculares”. Al final de este
capítulo veremos un ejemplo de fuerzas intermoleculares (enlace por puente de hidrógeno).

118
Formulación

5. ENLACE METALICO

La importancia del enlace metálico la podemos ver en el hecho de que las 3/4 partes de los
elementos del Sistema Periódico son metales. El papel que estas sustancias han representado en el
desarrollo de la humanidad ha sido y es extraordinariamente importante.

A.20. Haced una lista nombrando repercusiones importantes que haya tenido para la
humanidad el descubrimiento de metales y de sus propiedades.

Podemos comenzar recordando que, en la historia de los seres humanos se distingue entre la
Edad de Piedra, del Bronce y del Hierro. Con el descubrimiento de metales como el cobre y el
hierro se pudieron sustituir herramientas y armas de piedra por otras de metal. Las flechas y lan-
zas con puntas de hierro, supusieron una sensible mejora en el rendimiento de la caza.

También la invención del arado de hierro (unos 1000 años antes de


nuestra era), cambió radicalmente la agricultura. Asimismo, las llan-
tas metálicas colocadas en las ruedas de los carromatos o las simples
herraduras de los caballos, produjeron mejoras importantes en los
primeros medios de transporte terrestre.

Pensemos también en la importancia de disponer de herramientas de hierro co-


mo martillos, clavos, sierras, etc., para la construcción de viviendas. La capaci-
dad de los metales en general para ser moldeados en diferentes formas, permitió
la elaboración de diversos recipientes de gran utilidad en la alimentación: ollas,
platos, cucharas, cacerolas, etc., o la construcción de elementos de protección
como las armaduras, escudos, cascos, mallas, etc. El descubrimiento de que el
hierro podía mejorar muchas de sus propiedades al añadirle una cierta cantidad
de carbón vegetal (fabricación de acero), fue también un logro muy importante
en la utilización de los metales.

Otras propiedades generales de los metales, como son su capacidad para conducir la corriente en
estado sólido y su ductilidad, permitieron más tarde transportar energía eléctrica de unos lugares
a otros utilizando para ello largos cables de cobre, con lo que se hizo posible llevar la electrici-
dad a ciudades y pueblos.

Tampoco podemos olvidar la utilización cada vez mayor


de ciertos metales que tienen propiedades muy específi-
cas. Podemos citar, por ejemplo, el aluminio, utilizado en
la fabricación de aviones y otros vehículos, así como en
la industria de la construcción en general, por su baja
densidad y su alta resistencia a la corrosión.

Metales como el cinc, el cadmio y el mercurio, se utilizan en la fabricación de pilas eléctricas. El


plomo en las baterías de los coches, etc. Estos metales se denominan pesados (por su elevada
masa atómica) y son muy tóxicos, acumulándose en plantas y animales (son difíciles de eliminar)
y finalmente en el cuerpo humano, causando graves trastornos. Evitar su incorporación al me-
dio ambiente es responsabilidad de todos.

119
Formulación

Para explicar la unión entre átomos metálicos (o enlace metálico), tomaremos como ejemplo el so-
dio. Se trata de justificar que unos átomos de sodio se puedan unir con otros para formar una sus-
tancia sólida con las propiedades típicas de los metales. Si intentamos explicar esto aplicando el
modelo de enlace covalente desarrollado en el apartado anterior, nos encontramos con una dificul-
tad: cada átomo de sodio, en su nivel de energía más externo, sólo tiene un electrón, por lo que le
faltarían otros siete para completar su octeto.
Podemos pensar en la compartición de 8 electrones de valencia aportados por otros tantos átomos de
sodio. Dichos electrones debido a su gran libertad de movimiento formarían una especie de nube de
electrones común a 8 cationes Na+ . Si dispusiéramos de un número muy elevado de átomos, esto se
extendería a todos ellos, en todas las direcciones del espacio, formando un conjunto de muchísimos
cationes Na+ unidos entre ellos por la acción de una nube electrónica común de carga negativa.

+
Na+ Na+ Na

Na+ Na+

+
Na+ Na+
Na

Así pues, el enlace metálico puede entenderse como un enlace entre muchos iones metálicos
positivos (cationes metálicos) a través de una nube común de electrones. Esos electrones que
forman la nube se encuentran entre los cationes, en un continuo movimiento desordenado, evitando
su separación y gozan de una gran libertad de movimiento.

A.21. Justificad, de acuerdo con el modelo propuesto, que los metales sean buenos conductores de
la electricidad y fácilmente deformables.
El hecho de que los metales sean buenos conductores de la corriente eléctrica en estado sólido se
puede explicar por la gran movilidad de los electrones de valencia, de forma que, al conectar un
trozo alargado de metal (por ejemplo un cable) a los polos de una pila eléctrica, dichos electrones
se moverán globalmente en el mismo sentido (del polo negativo de la pila hacia el positivo) pa-
sando sin mucha dificultad entre los cationes positivos del metal. El hecho de que un cable metá-
lico se caliente cuando conduce la corriente eléctrica se debería, según el modelo propuesto, a las
interacciones existentes entre los cationes metálicos (en continua vibración) y los electrones que
constituyen la corriente, con el consiguiente frenado de éstos. Por esta razón, cuando se disminu-
ye mucho la temperatura de un metal, los iones positivos de la red vibran con menos intensidad y
disminuye el efecto de frenado de los electrones o lo que, es equivalente, la resistencia del con-
ductor al paso de la corriente.
El modelo de enlace metálico establecido también explica otras propiedades características de los
metales como, por ejemplo, la posibilidad de deformación sin que se produzca rotura (como ocurre
en los sólidos iónicos), ya que la deformación del metal supone únicamente un desplazamiento de
cationes metálicos que conduce a una nueva situación que apenas se diferencia en nada de la
anterior. En las figuras siguientes se puede diferenciar el efecto que produce a nivel atómico una
deformación en un sólido metálico y en un sólido iónico:

120
Formulación

+ + + + + + -
-
+ + + + - + - +

+ + + + + -
+ -
+ + - +
+ + - +

En la figura anterior izquierda la zona coloreada de amarillo representa la nube o mar de electrones
en la que se hallan inmersos los restos atómicos positivos del metal y que hace el papel de
pegamento que los mantiene unidos, por lo que se comprende que cuando se ejerza una fuerza
lateral pueda deslizar una capa de átomos respecto de otra de modo que los átomos ocupan nuevas
posiciones pero sin que la estructura del metal se modifique. Esto no puede ocurrir en el sólido
iónico porque carece de esa nube electrónica y al quedar enfrentados los iones del mismo signo la
fuerza eléctrica de repulsión separa ambas capas.

6. ¿CÓMO PUEDEN UNIRSE LAS MOLÉCULAS ENTRE SÍ?

Las fuerzas de atracción entre moléculas (monoatómicas o poliatómicas) sin carga neta, se conocen
con el nombre de fuerzas intermoleculares o fuerzas de Van der Waals. Un caso particularmente
interesante de fuerzas entre moléculas es el de las moléculas de agua.

El agua es una sustancia que, además de encontrarse en forma de gas, puede encontrarse fácilmente
en fase líquida o sólida (hielo), de modo que se nos plantea la cuestión de cuál es el mecanismo
mediante el cual las moléculas de agua se unen entre ellas, ya que si no existiera ninguna fuerza de
enlace entre sus moléculas, el agua siempre se encontraría en estado gaseoso.

A.22. Proponed una posible explicación que de cuenta de cómo es posible que se unan las
moléculas de agua entre sí para formar agua líquida o sólida.

La molécula de agua, es una molécula muy polar. El átomo de hidrógeno es muy pequeño y tiene
una carga parcial positiva. El átomo de oxígeno es muy no metálico y tiene gran apetencia por
los electrones del enlace con el hidrógeno, lo que hace que sobre él exista una zona de densidad
de carga negativa. Ello abre la posibilidad de que se unan unas moléculas de agua con otras
mediante fuerzas de atracción de tipo eléctrico entre polos de distinto signo, tal y como se indica
esquemáticamente a continuación:

+ H
+ H
H O H
- - O
O H O
+
H + H H

El enlace anterior entre el oxígeno y el hidrógeno de moléculas de agua distintas (representado


aquí por una línea punteada) recibe el nombre de enlace de hidrógeno. La carga parcial positiva
originada en el átomo de hidrógeno atrae a los electrones del átomo de oxígeno de una molécula
vecina. Un enlace de hidrógeno es una unión de tipo intermolecular generada por un átomo de
hidrógeno que se halla entre dos átomos no muy grandes y que tienen una fuerte "apetencia" por
electrones (en la práctica, además de con el oxígeno sólo se da con el nitrógeno y con el flúor).

121
Formulación

Este tipo de enlace intermolecular es el responsable, por ejemplo, de la existencia de océanos y


lagos de agua líquida en nuestro planeta. Si no existiera, las moléculas de agua no estarían unidas
tan fuertemente entre sí, por lo que toda el agua se encontraría en forma de gas y la vida en la
Tierra (caso de que la hubiese) sería muy diferente a tal y como la conocemos.

A.23. En el agua en estado sólido (hielo) cada molécula se encuentra unida a otras cuatro por
enlaces de hidrógeno formando una estructura muy abierta. No obstante, cuando se aumenta la
temperatura y pasa a la fase líquida algunos de esos enlaces se rompen (aunque se conservan
todavía bastantes) y por eso el agua líquida es más compacta (más densa) que el hielo.

¿Qué importancia tiene este hecho para el relieve en las altas montañas y la vida en los lagos?

El hecho de que el agua en fase sólida (hielo) esté formada por estructuras más abiertas que el agua
en fase líquida, hace que, una misma masa de agua ocupe un volumen mayor cuando se hiela que
cuando está líquida. En zonas de alta montaña es frecuente que, después de llover durante el día,
baje mucho la temperatura de noche o de madrugada, con lo cual el agua retenida en las grietas de
las rocas se puede convertir en hielo. Como dicho cambio de fase implica un aumento de volumen,
el fenómeno contribuye a que aumenten de tamaño las grietas entre las rocas y a la disgregación de
las mismas. Por otra parte, como el hielo es menos denso que el agua líquida, cuando la temperatura
baja lo suficiente en una zona de lagos, se forma una capa de hielo que queda flotando y aísla del
frío el resto del agua líquida que queda debajo, permitiendo así la vida de animales y plantas en su
interior.

RECAPITULACIÓN

En este tema hemos intentado responder al problema de cómo se unen entre sí átomos y molécu-
las para dar lugar a las distintas sustancias químicas. Ello nos ha llevado a introducir los concep-
tos de enlace iónico, covalente y metálico, así como al estudio, a modo de ejemplo, de un tipo de
enlace intermolecular (el enlace por puente de hidrógeno). De esta forma, no solo ha sido posible
una primera aproximación al enlace químico sino también a comprender las propiedades de mu-
chas sustancias, tales como su dureza, fragilidad, si se disuelven o no en agua, si conducen la
corriente eléctrica, etc., y las proporciones en que se unen los átomos (por qué, por ejemplo, el
cloruro de sodio es NaCl y no Na2Cl).

Así pues, estamos ya en condiciones, de abordar en el próximo capítulo, cómo se pueden trans-
formar unas sustancias en otras diferentes (los cambios químicos).

122
Formulación

6. ENLACE QUÍMICO. ACTIVIDADES DE REFUERZO

1. Justificad cuántos electrones deberían perder los siguientes átomos: Li, Be, Mg, K, B, Al, Ca;
para adquirir en el último nivel de energía la estructura electrónica estable de gas noble.

2. Justificad cuántos electrones deberían ganar los siguientes átomos: F, O, N, P, S; para adquirir
en el último nivel de energía la estructura electrónica de gas noble.

3. Indicad si los elementos de la actividad 1 tienen carácter metálico o no metálico, ídem para los
elementos de la actividad 2.

4. ¿Qué tipo de enlace cabe esperar entre el Na y el F? ¿y entre el Ca y el O? Justificad las res-
puestas y deducid las fórmulas de los compuestos que se obtienen en ambos casos.

5. Explicad, con ayuda de un dibujo, la fragilidad que presentan las compuestos iónicos (por
ejemplo el cloruro de sodio).

6. Justificad la formación de las moléculas H2, F2, O2, utilizando estructuras de Lewis.

7. Explicad el tipo de enlace que se forma entre a) potasio y bromo, b) cloro y oxígeno, c) yodo y
calcio.

8. Representad las estructuras de Lewis para las moléculas: H 2O (agua), NH3 (amoniaco) y CH4
(metano).

9. El tetracloruro de carbono tiene de fórmula CCl 4. ¿Qué tipo de enlace se dará entre el átomo
de C y cada uno de los átomos de Cl? Representad la estructura de Lewis para este compuesto.

10. Representad las estructuras de Lewis para las moléculas de fluoruro de hidrógeno (HF) y
bromo (Br2). Explicad si son moléculas polares.

11. ¿Qué tipo de enlace presentará una sustancia que funde a una temperatura elevada, conduce
la corriente eléctrica y se deforma con cierta facilidad?

12. El diamante (carbono puro) presenta enlace covalente entre sus átomos y el yodo también
presenta el mismo tipo de enlace entre sus átomos. Sin embargo, ambos tienen propiedades muy
diferentes. ¿Cómo se explica?

13. ¿Cómo se explica que los icebergs floten en el agua del mar?

14. Razonad si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas:


a) Los compuestos con enlace covalente que forman moléculas tienen elevado punto de fusión.
b) Las fuerzas intermoleculares entre los compuestos que forman moléculas son débiles.

15. ¿Cómo se explica que sustancias como el oxígeno, el hidrógeno, amoniaco, etc., cuyos áto-
mos están unidos por enlaces covalentes, que son muy fuertes y por tanto se necesita mucha
energía para romperlos, tengan bajos puntos de fusión y ebullición?

123
Formulación

NOMBRE DE ALGUNOS INSTRUMENTOS DEL LABORATORIO QUÍMICO

Conviene conocer y manejar a lo largo del curso algunos instrumentos y aparatos habituales en
un laboratorio de Química, como los que figuran a continuación.

Vaso de precipitados

Pipetas Erlenmeyer

Probeta Embudo de Rejilla


decantación Vidrio de reloj

Triángulo
Bureta

Gradilla con tubos de ensayo

Cristalizador Tubo de ensayo

Pinzas
Embudo
Cuentagotas
Soporte

Trípode
Pinzas

Matraz aforado
Kitasatos
Matraz de destilación
Balanza
electrónica

Aro Frasco lavador

Refrigerante Mortero

Pinza de Mohr Nuez

Mano de mortero

Espátulas Embudo Propipeta


Termómetro
de Buchner

124
Formulación

INICIACIÓN A LA FORMULACIÓN Y NOMENCLATURA DE QUÍMICA INORGÁNICA

INTRODUCCION

En la naturaleza hay muchos millones de sustancias más o menos mezcladas unas con otras. Desde
hace mucho tiempo, los científicos han intentado separar de las mezclas naturales algunas sustancias
que interesaban por un motivo u otro (obtención de minerales, sustancias con propiedades medici-
nales, etc.). En otros casos, el proceso ha sido al revés y, a partir de unas sustancias, mediante las
reacciones químicas apropiadas, se ha tratado de obtener otras sustancias nuevas, de propiedades
diferentes a las que tenían las de partida.

Estos procesos de separaciones y de síntesis, se han venido repitiendo a lo largo del tiempo y han
permitido aislar millones de compuestos químicos. Sin embargo, como ya sabemos, todos los
compuestos existentes están formados por distintas combinaciones de menos de un centenar de
elementos químicos. Así, el butano está formado sólo por carbono e hidrógeno, el agua por oxígeno
e hidrógeno, etc.

Conforme el número de compuestos químicos conocidos fue aumentando, pronto se vio la necesi-
dad de inventar un sistema internacional para poder nombrarlos y escribirlos igual por los científi-
cos de los distintos países. Las normas para nombrar y formular compuestos, han sido establecidas
por la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC). Para poder aplicarlas resulta es-
pecialmente útil el siguiente Sistema Periódico corto

1. TABLA PERIÓDICA ABREVIADA

1ª 2ª 3ª 4ª 5ª 6ª 7ª 8ª
H3 He
(Hidrógeno) (Helio)
Li Be B C N O F Ne
(Litio) (Berilio) (Boro) (Carbono) (Nitrógeno) (Oxígeno) (Flúor) (Neón)
Na Mg Al Si P S Cl Ar
(Sodio) (Magnesio) (Aluminio) (Silicio) (Fósforo) (Azufre) (Cloro) (Argón)
K Ca Ge As Se Br Kr
(Potasio) (Calcio) (Germanio) (Arsénico) (Selenio) (Bromo) (Kriptón)
Rb Sr Sn Sb Te I Xe
(Rubidio) (Estroncio) (Estaño) (Antimonio) (Teluro) (Yodo) (Xenón)
Cs Ba Pb Bi Rn
(Cesio) (Bario) (Plomo) (Bismuto) (Radón)

A.1. Estudiad la tabla anterior aprendiendo de memoria qué elementos forman cada columna.
Además de los elementos anteriores, hay también otros que conviene conocer. Estos son:

Cu (cobre), Ag (plata), Au (oro) ; Zn (cinc), Cd (cadmio), Hg (mercurio);


Fe (hierro), Ni (níquel), Co (cobalto)
3
El hidrógeno es un caso especial ya que se trata de un átomo con un solo electrón y, por tanto, le falta uno para
tener la estructura electrónica estable del gas noble helio. Cuando se enlace “tenderá”, pues, a ganar un electrón.

125
Formulación

2. METALES, NO METALES E ÍNDICE DE OXIDACIÓN PRINCIPAL

El número de la columna coincide con el número de electrones de la última capa o nivel de energía
de los átomos que la forman.

Los átomos de los gases nobles (columna 8ª) son muy estables. El He tiene 2 electrones en el último
nivel de energía (se llaman electrones de valencia). Los demás gases nobles tienen todos 8 electro-
nes de valencia.

Cabe pensar que los átomos del resto de las columnas, cuando se combinan con otros "tienden" a
adquirir estructura electrónica estable4 de gas noble (2 u 8 electrones de valencia).

A.2. Predecid qué iones tenderán a formar los elementos de cada columna del Sistema Periódico
corto anterior. Concretad para el caso de Li, Na, Be, Ca, Al, N, O, Cl.

La resolución de la actividad lleva a la conclusión de que los elementos de las columnas 1ª (excepto
el hidrógeno), 2ª y 3ª tienden a perder 1, 2 y 3 electrones respectivamente. Por el contrario, los ele-
mentos de las columnas 5ª, 6ª y 7ª tienden a ganar 3, 2 y 1 electrones respectivamente. Los elemen-
tos de la cuarta columna tenderían, en principio, a perder o ganar 4 electrones. Los iones que for-
marían los elementos propuestos serían: Li+; Na+; Be2+; Ca2+; Al3+; N3-; O2-; Cl-

Cuando dos átomos diferentes se enlazan, siempre hay uno con más "apetencia" de electrones que
otro, se dice que es más electronegativo. Los elementos cuyos átomos pueden perder los electrones
de valencia más fácilmente, se denominan metálicos. El carácter metálico aumenta hacia la iz-
quierda y abajo del Sistema Periódico. Los elementos cuyos átomos pueden ganar electrones más
fácilmente, se denominan no metálicos. El carácter no metálico aumenta hacia la derecha y arriba
del Sistema Periódico. En general, cuanto más no metálico es un elemento, es también más electro-
negativo.

1ª 2ª 3ª 4ª 5ª 6ª 7ª

más no metálico
más metálico

El número de electrones sobre los que un átomo gana o pierde dominio, cuando se enlaza con otro,
se llama índice (o número) de oxidación (positivo si se pierde dominio, negativo si se gana).

En la tabla de la página siguiente se expresa el orden de electronegatividades de los elementos que


debéis conocer. Observad que el elemento más electronegativo es el flúor mientras que el menos
electronegativo de los que aparecen en la tabla es el cesio. La posición del hidrógeno es excepcio-
nal, en lugar de aparecer en la 1ª columna del sistema periódico corto aparece el primero de la 6ª
columna. En realidad el oxígeno es más electronegativo que el cloro pero se sitúa por convenio des-
pués del yodo. Cuando tengamos que escribir la fórmula de un compuesto formado por dos elemen-
tos, el más electronegativo el situaremos siempre a la derecha, por ejemplo: ClF5, OCl2, H2S, SiH4,
AlBr3. Más adelante se justificarán los números que aparecen en la fórmula.

4
Hemos puesto "tienden" entre comillas para señalar que se trata solo de una forma cómoda y corta de referirse a un
hecho cuya explicación es mucho más compleja , pero realmente los átomos no tienen "tendencias" ni "apetencias".

126
Formulación

Secuencia de los elementos segun su electronegatividad

A.3. Razonad cuál sería el índice de oxidación principal ( o número de electrones que a un átomo
le sobran o le faltan para tener estructura electrónica estable de gas noble) de los elementos de
cada columna del Sistema Periódico corto.

Exceptuando al hidrógeno, los elementos de las columnas 1ª, 2ª, y 3ª tendrían como índice de oxi-
dación I, II, y III (positivos) ya que han de perder 1, 2, y 3 electrones respectivamente para adquirir
estructura electrónica de gas noble. Los de la columna cuarta, actuarán con índice de oxidación IV.
Para terminar, los de las columnas 5ª, 6ª y 7ª, tendrían como índices de oxidación principal, III, II y
I (negativos), ya que han de ganar 3, 2 y 1 electrones respectivamente para completar su octeto.

Fijémonos que:

El índice de oxidación principal, en valor absoluto, coincide con el número de la columna del Sis-
tema Periódico (en las cuatro primeras columnas) y con el número que hay que añadir (también en
valor absoluto) al de la columna hasta obtener 8 (en el caso de las columnas 5ª, 6ª y 7ª), tal y como
se indica en el siguiente esquema.

1ª 2ª 3ª 4ª 5ª 6ª 7ª
+I +II +III IV -III -II -I

Además de los anteriores, hay que recordar los índices de oxidación de los metales siguientes (que
se justificarán en cursos superiores):

Cu(I), (II) Zn(II) Fe(II), (III)


Ag(I) Cd(II) Ni(II), (III)
Au(I), (III) Hg(I), (II) Co(II), (III)

3. COMBINACIONES ENTRE METALES Y NO METALES (SALES BINARIAS)

A continuación trataremos acerca de los compuestos que se forman cuando se combinan dos ele-
mentos (uno metálico y el otro no metálico). Nos centraremos en el caso de que ninguno de los dos
sea el hidrógeno ni el oxígeno (sales binarias neutras).

127
Formulación

Nomenclatura de las sales binarias: Nombre del no metal acabado en URO, seguido del nombre
del metal, con indicación del índice de oxidación de este último en números romanos y entre parén-
tesis (sólo en el caso de que tenga más de uno).

Ejemplos: CaCl2 cloruro de calcio; Fe2S3 sulfuro de hierro (III)


Explicación: El metal pierde electrones y el no metal los gana. En el caso del CaCl2, por ejemplo, el
átomo de calcio (segunda columna del Sistema Periódico) ha de perder 2 electrones (para quedar
con estructura electrónica estable de gas noble), pero el átomo de cloro (séptima columna del Siste-
ma Periódico) sólo puede ganar 1 electrón, por lo tanto, se necesitan dos átomos de cloro por cada
átomo de calcio.

Regla práctica para la formulación de las sales binarias:


1º) Se escribe el símbolo del metal seguido del símbolo del no metal
2º) Intercambiar los números de oxidación, colocándolos como subíndices (si es 1, no se pone).
3º) En caso de ser posible, se simplifica dividiendo por un número entero.

Ejemplo: Sulfuro de plomo(IV): Primero se escribe PbS, luego se intercambian los números de
oxidación (siempre como subíndices y en valor absoluto) Pb2S4; finalmente se simplifica dividiendo
por 2, con lo que queda la fórmula: PbS2

A.4. Formulad: a) nitruro de calcio, b) Ioduro de cobre(I), c) sulfuro de alumínio


A.5. Nombrad los siguientes compuestos: a) AlBr3 b) K2 S c) AgBr
También existen compuestos binarios que se forman entre dos no metales, en este caso el enlace no
se justifica por intercambio de electrones (enlace iónico) sino por compartición de electrones (enla-
ce covalente).
Ejemplos: PCl3 cloruro de fósforo(III); CS2 sulfuro de carbono(IV)
Explicación: Los dos no metales comparten electrones hasta completar el octeto. En el caso del
PCl3, el átomo de fósforo (5ª columna del sistema periódico) debe compartir tres electrones (para
quedar con estructura electrónica estable de gas noble) y el átomo de cloro (7a columna del sistema
periódico) debe compartir 1 electrón, por lo tanto, se necesitan tres átomos de cloro por cada átomo
de fósforo formando los enlaces que indica el diagrama de Lewis.

El átomo más electronegativo es el que se escribe más a la derecha y actúa con número de oxida-
ción negativo (el correspondiente a su posición en la tabla periódica), en cambio, para el átomo me-
nos electronegativo que aparece en el izquierda hay que calcular su número de oxidación en leer la
fórmula o indicarlo cuando se enuncia el compuesto.

Para determinar el número de oxidación del elemento que aparece a la izquierda en la fórmula (lo
que actúa como metal), hay que comprobar que la suma algebraica de los números de oxidación de
los elementos que forman el compuesto es cero. Esto se debe a que la cantidad de electrones "perdi-
dos" por el elemento que actúa como metal debe coincidir con la cantidad de electrones "ganados"
por el elemento que actúa como no metal.

128
Formulación

Ejemplo: PF5: Se trata de un fluoruro de fósforo, pero hay que determinar el número de oxidación
del fósforo que actúa como metal. Como el número de oxidación del flúor es (-I) (pertenece a la 7ª
columna del sistema periódico) y hay 5 átomos de flúor, el número de oxidación total del flúor será
(-V), por lo que el número total de oxidación de los átomos de fósforo deberá ser (V), y como sólo
hay un átomo de fósforo su número de oxidación será (V).
PF5, se llama fluoruro de fósforo(V).

Ejemplo: Fe2Se3: Se trata de un seleniuro de hierro, pero hay que determinar el número de oxidaci-
ón del hierro ya que puede ser (II) o (III). Como el número de oxidación del selenio es (-II) (perte-
nece a la 6ª columna) y la hay tres átomos de selenio el número total de oxidación del selenio es (-
IV), por lo que el número de oxidación total del hierro será (VI), por tanto, cada átomo de hierro
(hay dos en la fórmula) deberá tener número de oxidación (III).
Fe2Se3, se llama seleniuro de hierro(III).
El seleniuro de hierro(II) tiene como fórmula: FeSe.

A.6. Formulad: a) Bromuro de fósforo(III), b) Sulfuro de estaño(IV), c) boruro de magnesio


A.7. Nombrad los siguientes compuestos: a) PbCl2 b) NI3 c) Al2Se3

4. COMBINACIONES BINARIAS DEL HIDRÓGENO CON UN METAL (HIDRUROS)

Cuando el hidrógeno se combina con un metal se comporta como si "intentara" ganar un electrón
(para así adquirir la estructura electrónica del He), por tanto en estos compuestos el hidrógeno
siempre actúa con índice de oxidación -I (y el metal, con el que le corresponda). Se denominan
hidruros.

1ª 2ª 3ª H
+I +II +III -I

Nomenclatura de los hidruros: A la palabra hidruro se le añade el nombre del metal. Si se trata de
un metal que puede actuar con varios índices de oxidación, se especifica cuál, indicándolo entre
paréntesis.

Ejemplos: MgH2 = Hidruro de magnesio. CuH = Hidruro de cobre (I).

Explicación: El átomo de hidrógeno tiene tendencia a adquirir un electrón para quedar con la mis-
ma estructura electrónica estable del gas noble helio. Por ello, cuando se combine con un elemento
muy metálico, podemos pensar que el metal pierde electrones y que el hidrógeno los gana. En el
caso del MgH2, por ejemplo, el Mg (segunda columna del Sistema Periódico) ha de perder 2 elec-
trones para adquirir estructura electrónica estable de gas noble, mientras que el hidrógeno sólo pue-
de ganar 1 electrón, por eso se necesitan 2 átomos de H por cada átomo de Mg y la fórmula del
compuesto es MgH2.

Regla práctica para la formulación de los hidruros:


1º) Se coloca el símbolo del metal seguido del símbolo del hidrógeno
2º) Se le coloca al hidrógeno, en forma de subíndice, el número (en valor absoluto) que indica el
índice de oxidación del metal (sólo si es distinto de 1)

129
Formulación

Ejemplo: Hidruro de hierro(III)

Primero se escribe Fe H, luego se le pone al H como subíndice, el número 3, indicativo del índice de
oxidación con que actúa el hierro, con lo que queda: Fe H3

A.8. Formulad: Hidruro de sodio; hidruro de cinc; hidruro de boro

A.9. Nombrad: CoH3; BeH2; CuH2

5. COMBINACIONES BINARIAS DEL HIDRÓGENO CON UN NO METAL

5.1 Combinaciones binarias del hidrógeno con no metales de la sexta y séptima columna

Las combinaciones binarias del H con los no metales de la sexta y séptima columna del Sistema
Periódico se denominan haluros de hidrógeno. Cuando éstos se disuelven en agua forman disolu-
ciones acuosas ácidas y, en ese caso, se denominan hidrácidos.

Tanto el hidrógeno como el no metal, tienen "apetencia" por los electrones, por lo que los enlaces en
estos compuestos serán fundamentalmente covalentes (compartirán electrones).

Como el no metal que acompaña al H es más electronegativo que él, se forman enlaces covalentes
polares y, en consecuencia, el H actúa con índice de oxidación +I, mientras que el no metal actúa
con su índice de oxidación principal (negativo) “tratando” de adquirir la configuración electrónica
del gas noble más próximo.

H 6ª 7ª
+I -II -I

Nomenclatura de los haluros de hidrógeno: El nombre del no metal acabado en URO seguido de
la expresión: de hidrógeno.

Nomenclatura de los hidrácidos: Se nombran anteponiendo la palabra ácido al nombre del no


metal acabado en HIDRICO.

Ejemplos: HCl = Cloruro de hidrógeno, HCl(aq) = Ácido clorhídrico


H2S = Sulfuro de hidrógeno, H2S(aq) = Ácido sulfhídrico

(aq significa disolución acuosa)

Explicación: El no metal tiene tendencia a ganar electrones (uno o dos según sea de la 7ª o de la
6ª columna respectivamente) mientras que el hidrógeno posee un único electrón y le falta otro
para tener estructura electrónica estable de gas noble. Ello hace que se enlacen covalentemente.
Así, en el caso del H2S, por ejemplo, al átomo de S (sexta columna) le faltan dos electrones, por
lo que compartirá dos de sus electrones de valencia con otros tantos átomos de hidrógeno, según

........
el esquema siguiente:
H S H

130
Formulación

Regla práctica para la formulación de los haluros de hidrógeno


1º) En primer lugar se coloca el símbolo del hidrógeno seguido del correspondiente al no metal.
2º) Se intercambian los números de oxidación colocando como subíndice del hidrógeno el índice de
oxidación principal correspondiente al no metal (el del H es I y no se escribe).

Ejemplo: Seleniuro de hidrógeno. Primero se escribe HSe. Luego se le coloca un 2 al H como sub-
índice, porque el índice de oxidación principal del selenio (sexta columna del Sistema Periódico) es
II. Al selenio habría que colocarle un 1 (índice de oxidación de H es I) pero, por convenio, cuando
es 1 no se escribe. La fórmula del seleniuro de hidrógeno es H2Se.

Regla práctica para la formulación de los hidrácidos


1º) Se formula el haluro de hidrógeno del cual proviene el hidrácido.
2º) Se añade de atrás de la fórmula "(aq)".

Ejemplo: Ácido bromhídrico. Primero se escribe la fórmula del haluro de hidrógeno del cual pro-
viene el hidrácido, en este caso bromuro de hidrógeno (HBr). Detrás de la fórmula se coloca entre
paréntesis "aq" que quiere decir acuoso (o en disolución con agua). La fórmula del ácido bromhídri-
co es HBr(aq).

A.10. Formulad: a) Fluoruro de hidrógeno b) Ácido yodhídrico c) Ácido clorhídrico

A.11. Nombrad: a) HF(aq) b) HCl c) H2S(aq)

5.2 Combinaciones binarias del hidrógeno con no metales de la 3ª, 4ª y 5ª columna

De nuevo en este caso, como con los elementos de la columna 6ª y 7ª, los dos elementos tienen
"apetencia" por los electrones, pero en este caso el hidrógeno es más electronegativo que los no
metales y por ello actuará con número de oxidación negativo (-I), mientras que el no metal ac-
tuará con número de oxidación positivo "tratando" de adquirir la configuración electrónica del
gas noble más cercano.

3a 4a 5a H
III IV III -I

Nomenclatura de los compuestos de los elementos de la columna 3ª, 4ª y 5ª con el hidrógeno:


Se indica la palabra hidruro seguida de la palabra "de" y el nombre del no metal.

Ejemplos: BH3 = Hidruro de boro


SiH4 = Hidruro de silicio
SbH3 = Hidruro de antimonio

Explicación: El no metal debe ganar electrones (cuatro o tres, según sea de la 4ª o 5ª columna res-
pectivamente), el hidrógeno también necesita un electrón para adquirir configuración electrónica de
gas noble. Como ambos elementos tienen tendencia a ganar electrones se unen compartiendo elec-
trones (formando enlaces covalentes). En el caso del SiH4, como el silicio está en la 4ª columna
tiene cuatro electrones de valencia que tendrá que compartir con cuatro hidrógenos, según el es-
quema de Lewis siguiente:

131
Formulación

Explicación: El caso del boro es excepcional, como se muestra en la figura anterior, ya que pertene-
ce a la 3ª columna y por lo tanto solo tiene 3 electrones en la última capa, por ello, solo puede com-
partir estos tres electrones con otros tres hidrógenos, formando tres enlaces covalentes. El boro en
este compuesto no alcanza la configuración electrónica de gas noble (necesitaría compartir 5 elec-
trones).

Algunos compuestos de este tipo reciben nombres especiales que se deben conocer porque son utili-
zados frecuentemente.

Fórmula Nombre Nombre propio


BH3 Hidruro de boro Borano
CH4 Hidruro de carbono Metano
SiH4 Hidruro de silicio Silano
NH3 Hidruro de nitrógeno amoniaco
PH3 Hidruro de fósforo Fosfano

Regla práctica para la formulación de los compuestos de los elementos de la columna 3ª, 4ª y
5ª con el hidrógeno.
1º) En primer lugar se coloca el símbolo del no metal, seguido del símbolo del hidrógeno.
2º) Se intercambian los números de oxidación colocando como subíndice del hidrógeno el número
de oxidación principal del no metal.

Ejemplo: Hidruro de bismuto. Primero se escribe Bi H. A continuación se coloca un 3 al hidrógeno


como subíndice, porque el índice de oxidación principal del bismuto (5ª columna del sistema perió-
dico corto) es (III). Al Bi no se le coloca ningún subíndice, ya que el índice de oxidación del hidró-
geno es (-I) y el 1 por convenio no se pone. La fórmula del hidruro de bismuto será: BiH3.

A.12. Formulad: a) Hidruro de arsénico b) Amoniaco c) Metano

A.13. Nombrad: a) SiH4 b) BH3 c) PH3

132
Formulación

6. COMBINACIONES BINARIAS DEL OXIGENO CON UN METAL (ÓXIDOS METÁLICOS)

Cuando el oxígeno reacciona con un elemento menos electronegativo forma un óxido. En estos
compuestos, el oxígeno (que es muy no metálico y muy electronegativo) siempre actúa con índice
de oxidación -II, tratando de ganar los 2 electrones que le faltan para adquirir configuración electró-
nica estable de gas noble. En cambio, el otro elemento, si es metal perderá electrones y si es no
metal compartirá electrones (formando enlaces covalentes).

1ª 2ª 3ª 4ª 5ª 6ª O
+I +II +III variable variable variable -II

Nomenclatura de los óxidos: A la palabra óxido se añade el nombre del otro elemento. En caso de
que dicho otro elemento presente varios índices de oxidación, se especifica de cuál de ellos se trata,
poniéndolo entre paréntesis al final (y en números romanos).

Ejemplos: CuO = Óxido de cobre(II); Al2O3 = Óxido de aluminio; SO2 = Óxido de azufre(IV)

Explicación (para los óxidos metálicos): Cada átomo de oxígeno ha de ganar dos electrones. El
átomo del metal ha de cedérselos perdiendo los electrones que indique el índice de oxidación con el
que actúe. Así, por ejemplo, el óxido de aluminio, ha de ser Al2O3 porque un átomo de aluminio
pierde dominio sobre 3 electrones y uno de oxigeno gana dominio sobre dos, por lo que harán falta
dos átomos de Al por cada 3 átomos de O (de esa forma los dos átomos de Al pierden en total 6
electrones, que son los que ganan 3 átomos de oxígeno).

Regla práctica para la formulación de los óxidos:


1º) Se escribe el símbolo del elemento seguido del símbolo del oxígeno.
2º) Se intercambian, como subíndices, los respectivos números de oxidación (en valor absoluto y
numeración decimal).
3º) Si se puede, se simplifica dividiendo por un número entero.

Ejemplos: Oxido de berilio = BeO; Oxido de hierro(III) = Fe2O3 ; Oxido de carbono(IV) = CO2

Explicación: En el primer ejemplo anterior el Be ha de perder dos electrones para tener una estruc-
tura más estable, mientras que el O los gana, por tanto la fórmula empírica del compuesto será BeO,
indicando que por cada Be hay un O. De esa forma el compuesto es neutro. Siguiendo las indicacio-
nes habríamos escrito Be2O2 y luego simplificando obtenemos BeO. Análogamente se puede inter-
pretar el óxido de hierro(III).

En el caso del óxido de carbono, como el carbono también es un no metal como el oxígeno, la ex-
plicación es diferente porque se forma una molécula con enlaces covalentes por compartición de
electrones, pero la regla práctica para la formulación del óxido es igualmente válida. Siguiendo las
indicaciones habríamos escrito C2O4 y luego simplificando, obtenemos CO2 (también conocido
como dióxido de carbono).

A.14. Formulad: a) Óxido de litio, óxido de hierro(II). b)óxido de fósforo(V)

A.15. Nombrad: a) K2O b) NiO c) B2O3

133
Formulación

-
7. COMBINACIÓN ENTRE UN METAL Y EL GRUPO OH (HIDRÓXIDOS)
-
Los hidróxidos son compuestos iónicos en los que el ion negativo o anión es el: OH y el ion posi-
tivo o catión es un metal. En estos compuestos, el índice de oxidación del grupo hidróxido será
siempre –I mientras que el del metal será positivo. El número de iones OH- tendrá que ser el nece-
sario para compensar la carga positiva del metal.

Nomenclatura de los hidróxidos: Se añade a la palabra hidróxido el nombre del elemento o grupo
que le acompaña. En el caso de que este último tenga más de un índice de oxidación se indicará,
como siempre, en números romanos y entre paréntesis.

Ejemplos: Fe(OH)2 = hidróxido de hierro(II); Al(OH)3 = hidróxido de aluminio.

Regla práctica para la formulación de los hidróxidos:


1º) Se escribe el símbolo del metal seguido de (OH).
2º) Se intercambian los números de oxidación de forma que al grupo (OH ) se le coloca como sub-
índice el número correspondiente al índice de oxidación con que actúa el metal. (Recordad que, si
el índice es I, no se ha de escribir).

Ejemplo: Hidróxido de cobre(II) = Cu(OH)2 ya que se utiliza el Cu2+ y por tanto necesitamos 2 de
OH- para compensar la carga.

A.16. Formulad: a) Hidróxido de plomo(II) b) Hidróxido de bario c) Hidróxido de sodio

A.17. Nombrad: a) Ca(OH)2 b) Ag(OH) c) Hg(OH)2

8. OTROS COMPUESTOS

Hemos aprendido a formular y nombrar diferentes tipos de compuestos químicos (sales binarias,
hidruros, haluros de hidrógeno, óxidos metálicos e hidróxidos). En cursos superiores se estudia la
formulación y nomenclatura de otros grupos de compuestos tales como los oxoácidos y las oxisales.
No obstante, conviene familiarizarse aquí con algunos casos importantes como los que, a título de
ejemplo, damos a continuación:

8.1. Oxoácidos: H2SO4 (ácido sulfúrico)


HNO3 (ácido nítrico)
H2CO3 (ácido carbónico)

8.2. Oxisales: CuSO4 = sulfato de cobre(II)


AgNO3 (nitrato de plata)
Na2CO3 (carbonato de sodio)
CaCO3 (carbonato de calcio)

134
Formulación

ACTIVIDADES DE RECAPITULACIÓN

1. Formulad y nombrad las siguientes sales binarias

Nombre Fórmula Fórmula Nombre


Arseniuro de bario Li3P
Bromuro de sodio SF4
Sulfuro de potasio PbI2
Cloruro de azufre(II) CCl4
Seleniuro de cobalto(III) NiS

2. Formulad y nombrad las siguientes combinaciones binarias del hidrógeno:

Nombre Fórmula Fórmula Nombre


Hidruro de plata PbH2
Ácido selenhídrico HBr(aq)
Metano NH3
Hidruro de bismuto SiH4
Ioduro de hidrógeno FeH2

3. Formulad y nombrad los siguientes óxidos:

Nombre Fórmula Fórmula Nombre


Óxido de magnesio SiO2
Óxido de carbono(II) SnO2
Óxido de cadmio N2O5
Óxido de arsénico(III) Au2O
Óxido de azufre(VI) Co2O3

4. Formulad y nombrad los siguientes hidróxidos:

Nombre Fórmula Fórmula Nombre


Hidróxido de potasio Pb(OH)4
Hidróxido de hierro(III) Cs(OH)
Hidróxido de zinc Ni(OH)3
Hidróxido de plata Be(OH)2
Hidróxido de estroncio Sn(OH)2
5. Formulad y nombrad los siguientes compuestos:
135
Formulación

Nombre Fórmula Fórmula Nombre


Hidróxido de mercurio(II) LiH
Hidróxido de aluminio CuH
Cloruro de hidrógeno HBr
Ácido selenhídrico KI
Óxido de cobalto(III) FeCl2
Dióxido de carbono Al(OH)3
Nitruro de cinc H2S
Ioduro de plomo(II) HgO
Metano PbF2
Sulfuro de hierro(II) HF(aq)
Óxido de plata CaF2
Hidróxido de cobre(I) CuH2
Óxido de boro(III) SO
Fosfuro de magnesio CsH2
Seleniuro de nitrógeno(III) PH3

Nombre Fórmula Fórmula Nombre


Ioduro de litio BaCl2
Hidróxido de niquel(III) SiC
Óxido de carbono(II) SrH2
Fluoruro de iodo(VII) HBr(aq)
Óxido de germanio(IV) CH4
Hidruro de potasio SO2
Ácido selenhídrico OF2
Óxido de aluminio Ag(OH)
Seleniuro de sodio CoBr3
Hidróxido de bario CoO
Óxido de antimonio (III) Ni2O3
Borano BiH3
Cloruro de hidrógeno H2S
Dicloruro de azufre PF5
Silano Au(OH)3

136
7. LOS CAMBIOS QUÍMICOS

¿Cómo se transforman unas sustancias en otras nuevas, de propiedades diferentes?

Hasta aquí hemos visto que la estructura del átomo (cómo son los átomos por dentro) y el enlace
químico (cómo se unen unos átomos con otros) permiten explicar algunos hechos problemáticos
como, por ejemplo: la existencia de familias de elementos con propiedades parecidas, la propor-
ción en que se unen los átomos para formar compuestos y las diferentes propiedades que presen-
tan los distintos tipos de compuestos. No obstante, entre los problemas sin resolver, queda pen-
diente una importante cuestión:

¿Cómo explicar los cambios en los que, a partir de unas sustancias, se pueden obtener otras
distintas, con propiedades que pueden ser muy diferentes de las de las sustancias iniciales?

Este tipo de cambios se denominan cambios químicos, transformaciones químicas o reacciones


químicas. A las sustancias iniciales se las conoce como sustancias reaccionantes (o reactivos) y
a las que se obtienen a partir de ellas como productos de la reacción. En el tema 4 ya avanzamos
una primera respuesta a la pregunta de cómo explicar los cambios químicos. Ahora, con lo que
hemos aprendido acerca del enlace químico, trataremos de profundizar y ampliar esa respuesta.

1. ¿QUÉ INTERÉS PUEDE TENER ESTUDIAR LOS CAMBIOS QUÍMICOS?

A.1. ¿Qué importancia puede tener la obtención de nuevas sustancias? Reflexionad sobre esta
cuestión y proponed distintos ejemplos concretos, en los que se pueda apreciar la importancia
(para la sociedad y el ser humano en general) de algunos de los tipos de sustancias obtenidas
mediante reacciones químicas.
Una reflexión como la que se demanda en la actividad anterior, puede conducir a un gran número
de propuestas, a menudo con referencias específicas a sustancias tales como la aspirina, la
dinamita, algunas drogas, etc. No es difícil hacer una clasificación como la siguiente:

Explosivos. La dinamita y otros explosivos son fruto de reacciones químicas y se


utilizan en la construcción de carreteras, túneles, obtención de minerales, etc.
Combustibles. Se obtienen del petróleo, como la gasolina (transporte) o el butano
(cocinar alimentos, calefacción, etc.).
HUMO S.A

Medicamentos. Productos como la aspirina, los antibióticos como la penicilina, las


píldoras anticonceptivas (control de la natalidad), los anestésicos (para evitar el
dolor), las vitaminas, la píldora de viagra (para mejorar la sexualidad de muchas
x
personas), etc.

Abonos para plantas. Ciertos productos (sulfatos, nitratos, fosfatos) fabricados artificialmente
permiten aumentar el rendimiento de muchos cultivos al conseguir que las plantas se desarrollen
más rápido y mejor.
Herbicidas y plaguicidas. Se trata de sustancias para combatir las malas hierbas y las plagas
que atacan a las plantas. Su utilización ha permitido multiplicar el rendimiento de las cosechas.

137
7. Los cambios químicos

Plásticos. El uso de plásticos para fabricar invernaderos ha


supuesto una autentica revolución al permitirnos disponer de
frutas y verduras durante todo el año. Los plásticos, tienen
multitud de otros usos: bolsas, recipientes, tubos y cañerías,
ventanales, envases y diversos objetos (juguetes, bolígrafos,
muebles, etc.). La incorporación de materiales plásticos a los
automóviles (más ligeros que los metales), hace que éstos
pesen menos y gasten menos combustible.

Conservantes, potenciadores del sabor y colorantes. En la industria alimentaria tienen gran


importancia muchas sustancias que se incorporan a los alimentos para evitar que se estropeen
demasiado rápidamente, otras para resaltar o darles sabor u aroma y otras para colorearlos.

Fibras sintéticas. La fabricación de tejidos sintéticos artificiales a partir del petróleo, algunos de
los cuales no precisan plancharse, ha sido de gran importancia en la confección de prendas de
vestir y el aumento en la disponibilidad de tiempo libre. Así, por ejemplo, se dice que una sola
fábrica de acrilonitrilo (un tipo de fibra sintética) que ocupa una extensión similar a la de un
campo de fútbol, permite producir la misma cantidad de fibra que un rebaño de 12 millones de
ovejas (que, evidentemente, necesitarían una extensión de pastos enorme). Nuevas fibras sintéti-
cas tales como las de gore-tex (impermeable y transpirable), primaloft, thinsulate, etc., se han
incorporando masivamente a diversas prendas deportivas.

Materiales para la construcción. En la construcción (casas, carreteras,


etc.), se utilizan diversos materiales tales como el mármol, yeso, cemen-
to, pinturas, asfalto, vidrio, hierro, aluminio, plásticos, barnices, etc., en
cuya fabricación han tenido lugar muchas reacciones químicas.

Productos de limpieza y cosméticos. Jabones, detergentes, lejía, amoniaco, abrillantadores,


ceras para el suelo, etc., son productos que han permitido una mayor higiene de la población. De
igual forma, los perfumes y cosméticos en general (tintes de pelo, cremas antiarrugas, protecto-
res solares, pasta de dientes, etc.) hacen que nos encontremos mejor y con un aspecto más agra-
dable.

Podríamos citar otros muchos materiales y productos importantes que se producen artificialmen-
te mediante reacciones químicas. La lista sería prácticamente interminable: papel, quitamanchas,
cristales líquidos, discos compactos, cerámica, superconductores, grafeno, caucho sintético para
neumáticos, preservativos (para evitar enfermedades de transmisión sexual y embarazos no de-
seados), etc.

A.2. De acuerdo con lo anterior, no cabe duda de que, en gran parte, debemos a la industria
química el nivel de vida y las comodidades a que estamos acostumbrados. Sin embargo, a veces
también se fabrican productos químicos con el propósito de destruir y en muchos casos, la fa-
bricación masiva de ciertos productos entraña riesgos considerables o tiene efectos secundarios
perjudiciales. Reflexionad sobre ello citando algunos casos concretos en donde esto ocurra.

La resolución de la actividad anterior, puede conducir a considerar ejemplos como los que, en
orden aleatorio, se enumeran a continuación:

138
7. Los cambios químicos

Contaminación en todas sus formas y aumento del efecto invernadero. El dióxido de carbo-
no (CO2) es un gas que forma parte del aire, pero su concentración en la atmósfera está aumen-
tando mucho en los últimos años, ya que anualmente se producen en el mundo muchos millones
de toneladas de este gas debido, sobre todo, a la combustión de la gasolina y otros derivados del
petróleo (coches, calefacción, centrales térmicas, etc.). Además la destrucción masiva de bosques
hace que cada vez haya menos plantas capaces de absorber CO 2 mediante la fotosíntesis. El CO2
es uno de los gases responsables del "efecto invernadero" cuyo aumento está produciendo un
recalentamiento del planeta y una alteración del clima.

Por otra parte, al quemar combustibles fósiles se generan también humos y gases como óxidos de
azufre, óxidos de nitrógeno y radón. Todo ello forma nubes o nieblas contaminantes que cubren
las grandes ciudades.

Lluvia ácida. En muchas reacciones químicas de


utilización masiva, además de producirse las sus-
tancias o los efectos deseados por nosotros, tam-
bién se producen sustancias nocivas. Por ejem-
plo, la contaminación atmosférica y la lluvia áci-
da, se deben fundamentalmente a la presencia de
ciertos gases en la atmósfera, como los óxidos de
nitrógeno y de azufre. Dichos gases se pueden
producir al quemar combustibles fósiles (deriva-
dos del petróleo y carbón). En la atmósfera reac-
cionan con el vapor de agua y dan lugar a lluvias
ácidas, causantes de la destrucción de muchos
bosques y el deterioro de los monumentos de
piedra (catedrales, etc.).

La existencia de contaminantes atmosféricos es un problema muy grave que afecta a grandes


ciudades como Madrid, Pekín, Méjico, etc. En la foto superior se puede apreciar la contamina-
ción del aire en Shangai (China).

Destrucción de la capa de ozono. Algunos productos químicos presentes en los aerosoles (gases
utilizados como propelentes de insecticidas, etc.) y en algunos electrodomésticos (gases en fri-
goríficos y aparatos de aire acondicionado), cuando se liberan a la atmósfera, destruyen la capa
de ozono (O3) que nos protege de la radiación ultravioleta procedente del Sol. Esto ha hecho que
aumenten de forma alarmante los casos de cáncer de piel.

139
7. Los cambios químicos

Fabricación de armas químicas y de drogas. Mediante las reacciones químicas


es posible fabricar también productos que se utilizan en las guerras (explosivos,
napalm, gases tóxicos, etc.). Así mismo se fabrican también drogas sintéticas cu-
yo consumo supone a menudo serios problemas de adicción y un grave costo
económico a la sanidad pública.

La lista de materiales con efectos negativos sobre las personas y el


medio ambiente podría seguir aumentando. Pensemos, por ejemplo,
en la inmensa cantidad de latas, envases y bolsas (hojalata, alumi-
nio, plásticos, etc.); los metales tóxicos o muy tóxicos, como el
mercurio, plomo, cadmio, etc., que se utilizan en la fabricación de
muchos productos (pilas y baterías eléctricas, pinturas, tintas, etc.);
el plástico PVC (ventanales, puertas, envases, bolsas, vasos, per-
sianas, tuberías, etc.) de graves efectos contaminantes. Contamina-
ción de aguas subterráneas y productos del campo causada por la
utilización excesiva de abonos químicos, herbicidas y plaguicidas
en general; vertidos de petróleo al mar, etc., etc.

La existencia a la vez de aspectos tan positivos y otros tan negativos, hace que no se pueda con-
testar de manera simple a la pregunta de si la fabricación de nuevas sustancias es algo positivo o
negativo para la humanidad y el medio ambiente. Quizás la pregunta debería ser a qué hemos de
renunciar y qué límites y controles hemos de poner los seres humanos para lograr un desarrollo
sostenible que sea respetuoso con nosotros mismos, nuestros descendientes y la propia naturale-
za. En este sentido, las decisiones de los gobiernos tienen una gran importancia, pero también las
que podamos tomar cada uno de nosotros (sobre todo si se multiplican por millones de personas).

A.3. Sugerid posibles acciones, que podamos llevar a cabo fácilmente, y que tengan una inci-
dencia positiva en la limitación y control de productos que pueden causar daño a las personas
y/o al medio ambiente.

Entre otras cabe referirse a la utilización de la bicicleta, caminar y transporte público (para dis-
minuir el consumo de combustibles y, en consecuencia, la contaminación atmosférica, lluvia
ácida y efecto invernadero), conducir a velocidad moderada, usar varias veces las mismas bolsas
de plástico, no consumir drogas, utilizar preferentemente aquellos productos que sean respetuo-
sos con el medio ambiente, ducharse en vez de bañarse, no estar demasiado tiempo en la ducha
consumiendo agua caliente (para producir electricidad se usan también centrales térmicas que
contaminan la atmósfera emitiendo CO2 y óxidos de azufre), no malgastar papel, no tener apara-
tos eléctricos encendidos inútilmente, bajar y subir escaleras andando en vez de usar el ascensor,
utilizar envases de vidrio retornables, llevar las pilas gastadas y los tubos fluorescentes a comer-
cios en los que sean recogidos para reciclarlos, usar los recipientes que existen para depositar
vidrio y papeles, votar a partidos políticos que se comprometan en impulsar medidas globales
para promover un desarrollo sostenible.

Con objeto de iniciar el estudio de las reacciones químicas, conviene que comencemos realizan-
do algunos ejemplos prácticos. En todos los casos, es necesario estar acompañados por el profe-
sor o la profesora, que indicarán las medidas de precaución adecuadas.

140
7. Los cambios químicos

2. REALIZACIÓN Y OBSERVACIÓN DE ALGUNAS REACCIONES QUÍMICAS

A.4. Realizad las siguientes reacciones químicas en el laboratorio (o algunas de ellas) y anotad
los cambios que se observen en cada caso.

Nota importante: En todas las experiencias propuestas se producen sustancias nocivas para el medio am-
biente (cloruro de cinc, plomo, sales de plomo, etc.). Es fundamental utilizar cantidades mínimas y tratar
adecuadamente los residuos, evitando su incorporación al medio natural.

Reacción de ácido clorhídrico con el cinc. Al introducir un trozo de cinc (menos de 1 g) en un


erlenmeyer que contenga ácido clorhídrico concentrado, se desprende un gas (hidrógeno), que
podemos recoger si realizamos el montaje de la figura siguiente:

En el montaje propuesto, la cubeta contiene agua y la probeta se ha llenado previamente de agua


antes de darle la vuelta (tapando para que no se salga) y colocarla como se indica. Puede com-
probarse que el gas recogido de esta forma es hidrógeno si, después de extraer la probeta de la
cubeta con agua, sin inclinarla, aplicamos una llama a la boca de dicha probeta. Se observa cómo
se produce una pequeña explosión, resultado de la rápida reacción del hidrógeno con el oxígeno
del aire, al tiempo que se produce agua, que se deposita sobre las paredes interiores de la probeta
(se observará cómo éstas se empañan). Es importante no inclinar la probeta para evitar que el
hidrógeno se mezcle con el aire dando lugar a una mezcla explosiva. Si se hace así no hay
ningún peligro. No obstante se trata de una experiencia que hay que realizar en presencia del
profesor o profesora y con las adecuadas medidas de precaución (entre otras, colocarse unas ga-
fas protectoras).

Combustión del magnesio. Para realizar esta reacción se precisa únicamen-


te un pequeño trozo de cinta de magnesio y unas pinzas largas de madera
con las que sujetarla. Una vez que se ha hecho esto, se trata de alejar la cinta
lo más posible de nosotros y, manteniéndola así, prender fuego al extremo
libre de la cinta. Comprobaremos que arde rápida y violentamente, produ-
ciendo una luz muy intensa; (esta reacción se utilizaba en fotografía para
obtener la iluminación necesaria). Conviene dejar caer las cenizas de la
combustión sobre una cápsula de porcelana y no mirar directamente al
magnesio en combustión.

Obtención de plomo a partir de óxido de plomo y carbono. Son necesarios óxido de plomo y
carbón activo. En un tubo de ensayo se echa un poco de cada una de estas sustancias (cantidades
similares) y se mezclan moviendo el tubo. A continuación se sujeta el tubo con ayuda de unas
pinzas largas de madera y se coloca directamente a la llama. Para que la reacción ocurra la llama
ha de ser muy potente. (Hay que tomar precauciones y no acercarse al cuerpo el tubo caliente ni
la llama). Se observará un cambio de color que pasará del naranja al amarillo y, después, se
apreciará la formación de una bolita de plomo fundido (color gris metálico), que se puede extraer
fácilmente del tubo (todavía caliente) si se vuelca éste sobre una cápsula de porcelana.
141
7. Los cambios químicos

Reacción entre ioduro de potasio y nitrato de plomo (II). Se necesita preparar previamente
una disolución acuosa de ioduro de potasio (KI) y otra de nitrato de plomo (II), cuya fórmula es
Pb(NO3)2. Para ello podemos echar en un vaso de precipitados un poco de soluto (basta con me-
nos de 1 gramo) y añadir agua destilada hasta que se disuelva totalmente. Obtenemos así dos
disoluciones transparentes. Luego, con ayuda de un embudo podemos echar unos 5 ml de una de
las disoluciones (por ejemplo la de nitrato) en un tubo de ensayo. Seguidamente, con un cuenta-
gotas, tomamos un poco de la otra disolución y añadimos unas gotas al tubo de ensayo.

KI

Pb(NO3)2 PbI2

Comprobaremos que, inmediatamente que añadimos las gotas de la disolución de KI, se forma
un precipitado amorfo de color amarillo de ioduro de plomo (II), que desaparece al calentar. Si
posteriormente se enfría (por ejemplo metiendo el tubo en un recipiente con agua), se producen
unos cristalitos de ioduro de plomo (II) de color amarillo (lluvia de oro).

3. DISTINCIÓN ENTRE CAMBIO FÍSICO Y CAMBIO QUÍMICO

En los ejemplos anteriores, habréis tenido ocasión de comprobar algunos efectos que, parecen
ser, característicos de las reacciones químicas: desprendimiento de un gas, formación de un
precipitado, cambio de color, etc. No obstante, esos efectos, en sí mismos, no siempre garantizan
que haya tenido lugar un cambio químico. Pensemos por ejemplo, en el cambio de color (y
sabor) que se produce cuando mezclamos café con leche, en las burbujas de gas que se
desprenden al abrir una botella de cava, en la sustancia de color blanco que se deposita en las
resistencias de los lavaplatos y lavadoras, en la sustancia blanca que precipita al dejar enfriar
leche en un vaso, etc., que no son indicativos de ninguna reacción química.

A.5. ¿Por qué los cambios que acabamos de citar no se asocian a una reacción química?

Para que pueda hablarse de una reacción química, han de producirse nuevas sustancias (produc-
tos de la reacción) diferentes a las sustancias iniciales (reaccionantes), cosa que no ocurre en
ninguno de los ejemplos citados en el párrafo anterior. Sin embargo, en todos los ejemplos de
reacciones que hemos visto en la A.4, sí que se producían nuevas sustancias. Así, al reaccionar el
ácido clorhídrico con cinc, se desprende hidrógeno, al reaccionar el nitrato de plomo (II) con el
ioduro de potasio se obtienen unos cristalitos amarillos de una nueva sustancia, que no había
antes, llamada ioduro de plomo (II) y al arder el magnesio, se produce óxido de magnesio. El
problema esencial para decidir si ha habido o no una reacción química es, pues, determinar si se
han producido o no nuevas sustancias que no estaban presentes en las sustancias reaccionantes.

142
7. Los cambios químicos

A.6. Clasificad los siguientes procesos como químicos o como físicos, señalando los criterios
utilizados para ello: obtención del vino a partir del mosto, destilación del vino, dilatación de un
gas, evaporación del agua, combustión del gas butano, corrosión del hierro, disolución de sal
común en agua, obtención de hierro a partir de sus minerales.

En la destilación del vino se obtiene alcohol (etanol), pero esa sustancia no es nueva, sino que ya
estaba presente (disuelta) en el vino. (Un vino que tenga, por ejemplo, 12º quiere decir que con-
tiene 12 ml de alcohol por cada 100 ml de vino). El vino es una mezcla de distintas sustancias y,
una de ellas, es el alcohol.

Al dilatarse un gas, tiene lugar un aumento de volumen pero no se produce ninguna sustancia
nueva a causa de ello. Análogamente ocurre en los cambios de estado físicos: cuando, por ejem-
plo, se pasa de agua líquida a vapor, la sustancia sigue siendo agua (algunas personas piensan,
erróneamente, que el vapor de agua es una mezcla de hidrógeno y de oxígeno).

La combustión del gas butano (o de cualquier otra sustancia), sí que es una reacción química en
la que el butano (o la sustancia que sea) se combina con el oxígeno del aire para dar sustancias
nuevas (en el ejemplo del butano se producen CO2 y H2O). Análogamente ocurre en la corrosión
del hierro donde se produce una nueva sustancia que no había antes (óxido de hierro).

Una disolución de sal común en agua, no se considera una reacción química porque la sal puede
recuperarse por evaporación cuidadosa del agua, por lo que este proceso sería un cambio físico.

La obtención del hierro a partir de sus minerales es una reacción química similar a la que hemos
propuesto sobre la obtención de plomo a partir de óxido de plomo y carbón activo. Es cierto que
los átomos de hierro están presentes en el mineral de hierro de que se parta, pero no están sim-
plemente mezclados con otros sino que se hallan enlazados con otros átomos, formando com-
puestos químicos (por ejemplo óxidos de hierro). Se trata de una reacción de descomposición.

4. UN MODELO ELEMENTAL PARA LAS REACCIONES QUÍMICAS

Hemos visto que, lo que caracteriza esencialmente a una reacción química es que, a partir de
unas sustancias, llamadas reaccionantes, se obtengan otras sustancias diferentes (que no estaban
antes), llamadas productos de la reacción:

SUSTANCIAS REACCIONANTES PRODUCTOS DE LA REACCIÓN

No obstante, sabemos que todas las sustancias químicas están formadas, en general, por agrupa-
ciones de átomos (como, por ejemplo, las moléculas: H2O, NH3, O2, etc.) y que los átomos, en
las reacciones químicas, no se crean ni se destruyen.

A.7. Si en cualquier cambio químico que se realice en un recipiente cerrado los átomos que in-
tervienen son siempre los mismos, ¿cómo se puede explicar que formen nuevas sustancias?

Debemos pensar que, en los productos hay los mismos átomos que en los reaccionantes, solo que
formando enlaces distintos a los que formaban en los reaccionantes. Así, por ejemplo, al reaccio-
nar hidrógeno (H2) con oxígeno (O2) se forma agua (H2O). Como vemos, tanto en los reaccio-
nantes como en los productos hay los mismos átomos (de hidrógeno y de oxígeno), pero en los

143
7. Los cambios químicos

reaccionantes esos átomos están unidos formando moléculas de H2 (enlace H-H) y de O2 (enlace
O=O), mientras que en el producto de la reacción, están unidos de forma diferente (dos enlaces
H-O) dando lugar al agua (H2O), una sustancia muy diferente al oxígeno y al hidrógeno.

Moléculas de hidrógeno Moléculas de oxígeno Moléculas de agua

A.8. Explicad, a modo de hipótesis, cómo puede producirse una reacción química. Señalad las
principales etapas del proceso. Concretad, por ejemplo, para el caso de la transformación de
hidrógeno y oxígeno en agua.

Para que una reacción tenga lugar se necesita una ruptura de los enlaces existentes en las sustan-
cias reaccionantes que permita la formación de nuevos enlaces, es decir, la formación de nuevas
sustancias (productos de la reacción). El choque entre partículas (que ya sabemos que no son
bolas macizas) hace posible tanto la ruptura de enlaces (si la energía del choque es suficiente)
como el establecimiento de nuevas uniones. El modelo que estamos manejando permite pensar
que esto ocurre porque las partículas que chocan con una dirección favorable han de superar una
energía mínima necesaria para que se puedan romper unos enlaces y formar otros (es decir, para
que el choque sea "efectivo").

En el ejemplo considerado existen moléculas de H 2 y de O2 que, tras reaccionar, producen


moléculas de H2O. En nuestro caso, el átomo de oxígeno suelto podría reaccionar con una molé-
cula de hidrógeno y obtener así otra molécula de agua tal y como se muestra a continuación:

El agua es una sustancia que, aunque está formada por átomos de hidrógeno y de oxígeno, tiene
unas propiedades muy distintas a las sustancias hidrógeno (H2) y oxígeno (O2). El agua funde a
0ºC, hierve a 100 ºC, y tiene una densidad de 1 g/cm3, mientras que el hidrógeno, por ejemplo, es
una sustancia que funde a -259 ºC, hierve a -253ºC, tiene una densidad de tan solo 0’0007 g/cm3 (a
temperatura ambiente y 1 atm de presión) y además es inflamable.

144
7. Los cambios químicos

Así pues: En una reacción química los átomos son los mismos en los reaccionantes y en los
productos pero, el hecho de estar unidos de forma diferente, hace que los productos de la re-
acción sean sustancias de propiedades distintas a las que tenían las sustancias de partida.

Este modelo elemental de reacción química nos indica que en una reacción, a nivel microscópi-
co, lo que tiene lugar es una "reorganización" de los átomos que constituyen las sustancias reac-
cionantes, para dar lugar a nuevas sustancias. El proceso se puede esquematizar globalmente (es
decir, aunque no sepamos los posibles pasos intermedios) diciendo que cada molécula de oxíge-
no que reacciona, lo hace con dos de hidrógeno para formar dos moléculas de agua:

H2O
+
H2 H2
O2
H2O

En la práctica, toda reacción química se representa mediante una ecuación llamada “ecuación
química” que en nuestro caso sería la siguiente:

O2 (g) + 2 H2 (g)  2 H2O(g)

En ella, como podemos ver que:

 Están representadas todas las sustancias que participan en la reacción (tanto reaccionantes
como productos) mediante sus fórmulas químicas correspondientes: Oxígeno (O2), hidró-
geno (H2) y agua (H2O).

 Se indica mediante coeficientes (los números que aparecen antes de las fórmulas) la
proporción en que se combinan las partículas, teniendo en cuenta que, por norma, cuan-
do dicho coeficiente es un 1 no se escribe. En este caso, los coeficientes de izquierda a
derecha son: 1, 2, 2, con lo que la ecuación anterior puede leerse diciendo que:

En la síntesis del agua, cada molécula de oxígeno que reacciona lo hace con dos moléculas
de hidrógeno para formar dos moléculas de agua.

 También se especifica la fase o estado de cada sustancia (en las condiciones de presión y
temperatura a que tiene lugar la reacción). En este caso como son gases, ello se indica
con el subíndice (g) entre paréntesis al final de cada fórmula. Si fuese líquido se pondría
(l). Si fuese sólido (s) y si fuese una disolución podría ponerse (aq) o bien (ac).

Normalmente los coeficientes son los números enteros más pequeños posibles, pero no hay in-
conveniente en poner números más grandes o incluso fracciones, siempre que se respete la pro-
porción. Así la reacción de formación del agua también podría expresarse mediante otras ecua-
ciones como, por ejemplo:

4 H2 (g) + 2 O2 (g)  4 H2O(g) ; 10 H2 (g) + 5 O2 (g)  10 H2O(g) ; H2 (g) + 1/2 O2 (g)  H2O(g)

Todas las ecuaciones anteriores significan lo mismo: que por cada molécula de oxígeno que re-
acciona, se necesitan dos de hidrógeno y se forman dos de agua. Los coeficientes nunca deben
interpretarse como el número de moléculas que realmente intervienen, sino como la proporción
en que reaccionantes y productos participan en la reacción. En realidad, en cualquier reacción

145
7. Los cambios químicos

química el número de unidades fórmula (sean éstas moléculas, iones o átomos) que participan, es
inmensamente grande (muchos millones de millones).

Es importante darse cuenta de que el número de átomos de cada elemento ha de ser el mismo en
ambos lados de la ecuación. Para ello, una vez escritas las fórmulas de reaccionantes y
productos, puede ser necesario ajustar la ecuación (equilibrarla) colocando los coeficientes
adecuados (sin cambiar las fórmulas de las sustancias participantes).

A.9. Ajustad las siguientes ecuaciones químicas:

a) Fe + O2  Fe2O3 d) H2S + O2  SO2 + H2O


b) PCl3 + H2O  H3 PO3 + HCl e) C5H12 + O2  CO2 + H2O
c) HCl + Zn  ZnCl2 + H2 f) HCl + CaCO3  CaCl2 + CO2 + H2O

5. PUESTA A PRUEBA DEL MODELO DE REACCIÓN QUÍMICA ELABORADO

A partir del modelo elemental de reacción química que hemos elaborado, podemos derivar una serie
de consecuencias cuya contrastación experimental nos ayudará a profundizar en dicho modelo y
contribuirá a aumentar su validez. A continuación analizaremos algunas de dichas consecuencias.

5.1. Reversibilidad de algunas reacciones químicas.

Hemos visto que una reacción química puede interpretarse mediante choques entre partículas con
rotura de unos enlaces y formación de otros nuevos. Así se explica que unas sustancias determina-
das (reaccionantes) se transformen en otras diferentes (productos de la reacción), aunque los átomos
sean los mismos.

A.10. ¿Qué podría ocurrir si, en las condiciones adecuadas, se hicieran reaccionar entre sí las
moléculas de los productos de una reacción?

Dado que están formadas por los mismos átomos que las sustancias reaccionantes sería posible ob-
tener de nuevo las sustancias de partida, es decir, habrá algunas reacciones que serán reversibles.
Éste es el caso, por ejemplo, del agua.

Si realizamos el montaje de la figura siguiente, podemos utilizar la energía existente en la


corriente eléctrica para descomponer el agua en hidrógeno y oxígeno gaseosos. Al cerrar el
interruptor observamos que, lentamente, se producen unas burbujas de gas sobre cada uno de los
electrodos. Podemos recoger los gases formados utilizando dos pequeños tubos de ensayo llenos
de agua (no han de contener aire). El gas irá desplazando el agua poco a poco y además
podremos ver que, el tubo correspondiente al polo negativo del generador (tubo A), al cabo de
algunos minutos, se llena de un volumen de gas doble que el otro (tubo B).

Podemos identificar los gases producidos: Para ello basta acercar una astilla o un papel incandes-
cente al tubo B (fuera de la cubeta, invertido y sin nada de agua) y observar que inmediatamente se
enciende produciéndose una llama, indicando que el tubo contiene oxígeno (que aviva la combus-
tión de la astilla).

146
7. Los cambios químicos

A B

Agua destilada con una


pequeña cantidad de
sulfato de magnesio o
sulfato de sodio.

pila

Si acercamos una llama al tubo A (también invertido y sin nada de agua dentro) observaremos que
el gas se inflama produciéndose una pequeña detonación, lo que indica la presencia de hidrógeno.
Además, en las paredes del tubo de ensayo podremos observar que han condensado gotas de agua.
Esa agua proviene de la reacción del hidrógeno que había dentro del tubo, con el oxígeno del aire,
reacción que ocurre rápidamente cuando acercamos una llama a la base del tubo.

La electrólisis del agua es una reacción en la que el agua (una sustancia química) se descompone en
oxígeno e hidrógeno (dos sustancias diferentes). A su vez, la combustión del hidrógeno (reacción
con el oxígeno del aire) cuando se le acerca la llama, da lugar a la síntesis de agua.

5.2. ¿Cómo favorecer una reacción química haciendo que transcurra más rápidamente?

Según el modelo de reacción que venimos manejando, si aumentamos el número de choques efecti-
vos (los que producen rotura de enlaces) entre las partículas características de las sustancias reac-
cionantes, debe aumentar también la velocidad a la que se forman los productos de la reacción.

A.11. Sugerid algunos procedimientos para que aumente el número de choques efectivos que se
producen en un tiempo dado entre las partículas de las sustancias reaccionantes.

Podemos pensar en varias formas de conseguirlo:

Una de ellas consistiría en aumentar la temperatura a la que se encuentran las sustancias reaccionan-
tes. En efecto, una elevación de temperatura supone un aumento de la energía cinética de muchas
moléculas y, por tanto, de la violencia con que se producen los choques. Ello incrementa, a su
vez, el número de choques efectivos, es decir, aquellos que producen roturas de enlaces en las
sustancias reaccionantes, posibilitando así que se puedan formar más rápidamente los nuevos
enlaces que darán lugar a los productos de la reacción.

Otra forma podría ser haciendo que más moléculas de sustancias reaccionantes colisionaran en
un tiempo dado. En caso de que alguno de los reaccionantes se encuentre en estado sólido, se
puede conseguir reduciéndolo a polvo (de esa forma la superficie de contacto se hace mucho
mayor y entran en juego muchas más partículas). Si alguno de los reaccionantes está disuelto,
también podemos aumentar la concentración de esa disolución (de esa forma hay más partículas
de soluto por unidad de volumen).

147
7. Los cambios químicos

5.2.1. Influencia del grado de división de los reaccionantes

Para comprobar cómo influye el grado de división de un reaccionante sólido, podemos utilizar
trozos de mármol seco (carbonato de calcio CaCO3) y ácido clorhídrico concentrado (por ejem-
plo 2 molar 1). Fácilmente podemos constatar que, cuando en un vaso que contiene un poco de
ácido clorhídrico concentrado, echamos un poco de mármol, la reacción es mucho más rápida si
el mármol está pulverizado que si se encuentra en trozos grandes.

El mismo fenómeno puede observarse haciendo reaccionar el HCl concentrado con otros reac-
cionantes habitualmente disponibles en los laboratorios de los centros escolares como, por ejem-
plo, polvo de magnesio y cinta de magnesio o polvo de cinc y granalla de cinc (siempre con las
precauciones necesarias y con el control del profesor, aquí y en el resto de experiencias para evi-
tar daños personales y/o ambientales).

5.2.2. Influencia de la temperatura

Para comprobar cómo influye la temperatura podemos utilizar cualquiera de las reacciones ante-
riores entre el ácido clorhídrico y el mármol en trocitos, la granalla de cinc o la cinta de magne-
sio. El proceso consiste en llevar a cabo una de esas reacciones a diferentes temperaturas. Para
ello se puede colocar la misma cantidad de clorhídrico en dos vasos y añadir a cada uno de ellos
aproximadamente la misma cantidad de, por ejemplo, granalla de cinc. Si cogemos uno de los
vasos y lo ponemos a calentar, veremos como se desprenden más burbujas y la reacción transcu-
rre más rápida.

5.2.3. Influencia de la concentración

Otro factor que, de acuerdo con el modelo de reacción, debería influir en los cambios químicos,
es la concentración a la que se halle alguna de las sustancias reaccionantes. Utilizando las sus-
tancias propuestas anteriormente, es fácil ver de forma cualitativa que si, por ejemplo, en lugar
de utilizar ácido clorhídrico concentrado, utilizamos ácido clorhídrico diluido (añadiéndole agua
destilada), la velocidad de cualquiera de las reacciones estudiadas disminuye sensiblemente.

Otra práctica interesante para estudiar el efecto de la concentración en la velocidad de una reac-
ción, es la reacción entre el tiosulfato de sodio y el ácido clorhídrico, en la cual se produce un
precipitado de azufre tanto más rápidamente cuanto mayor sea la concentración.

Para ello podemos fabricar 200 cm3 de disolución de tiosulfato de sodio con una concentración
de 40 g/l. A continuación utilizaremos 5 vasos de precipitados en los que colocaremos distintos
volúmenes de dicha disolución (50 cm3, 40 cm3, 30 cm3, 20 cm3 y 10 cm3 que rotularemos como
A, B, C, D y E respectivamente). A cada uno de esos vasos (excepto al A, que contiene ya 50
cm3) añadiremos agua destilada hasta completar un volumen de 50 cm 3 de disolución. De esta
forma tendremos 5 disoluciones de tiosulfato de una concentración cada vez menor.

A.12. Hallad las concentraciones de tiosulfato en cada una de las disoluciones anteriores desde
A hasta E. Rdo. 40 g/l; 32 g/l; 24 g/l; 16 g/l; 8 g/l respectivamente

A continuación se trata de colocar debajo de cada uno de esos vasos un trozo de hoja de papel
blanco en el que habremos dibujado una pequeña cruz, tal y como se indica en la figura. Después
se añadirá al primero (A) 6 cm3 de ácido clorhídrico 2 molar, anotando el tiempo necesario para

1
Una concentración de HCl 2 molar equivale a 73 g de HCl puro por cada litro de disolución. Las botellas de HCl
comercial que se disponen habitualmente en el laboratorio tienen una concentración aproximada de 11 molar.

148
7. Los cambios químicos

que la cruz desaparezca, recubierta por el azufre precipitado. Esto mismo hay que repetirlo con
cada uno de los restantes vasos. De esta forma tendremos una tabla de concentraciones y tiem-
pos. El tiempo en cada caso será indicativo de la velocidad de la reacción.

A.13. ¿Qué cabe esperar que ocurra de acuerdo con el modelo de reacción manejado?

Conforme la concentración de soluto es mayor, el número de choques entre las partículas reac-
cionantes aumentará y, consecuentemente, también lo hará la velocidad de la reacción, de mane-
ra que el precipitado de azufre se formará tanto más deprisa cuanto mayor sea la concentración
de la disolución de tiosulfato. Una forma de visualizar esto de manera global y rápida es repre-
sentar gráficamente la concentración frente al tiempo.

5.3. ¿Cómo predecir la masa de una sustancia que podríamos obtener en una reacción?

A.14. ¿Habrá alguna forma de conocer la proporción en que se combinan las masas en una re-
acción química, a partir de la proporción en que se combinan las partículas?

Una cuestión previa para poder contestar a la pregunta anterior es comprender que:

Siempre que tengamos dos masas de dos elementos cualesquiera tales que el valor de cada una
coincida numéricamente con el de su propia masa atómica, el número de átomos presentes de
cada elemento tiene que ser el mismo.

Así, por ejemplo: la masa atómica relativa del hidrógeno es 1 mientras que la del helio es 4. Por
tanto, si tenemos 1g de hidrógeno y 1 g de helio, necesariamente habrá cuatro veces más átomos
de hidrógeno que de helio, porque hacen falta cuatro átomos de hidrógeno para tener la misma
masa que un solo átomo de helio. Análogamente, si tenemos 1 g de hidrógeno, necesitaremos 4 g
de helio para estar seguros de que en ambas hay el mismo número de átomos.

El mismo razonamiento podríamos haber hecho utilizando, en lugar de helio, nitrógeno (cuya
masa atómica relativa es Ar = 14), oxígeno (Ar = 16), carbono (Ar =12), etc. En todos los casos
llegaríamos a la misma conclusión:

En 4 g de helio, 14 g de nitrógeno, 16 g de oxígeno, 12 g de carbono ... hay los mismos átomos


que en 1 g de hidrógeno. Dicho número recibe el nombre de número de Avogadro y se designa
como NA. Su valor se ha podido determinar de diversas formas y resulta ser NA = 6'02·1023.
Fijémonos que es extraordinariamente grande. Nos dice, por ejemplo, que en un solo gramo de
hidrógeno hay más de 600.000 trillones de átomos de hidrógeno.

El mismo razonamiento que hemos aplicado a los átomos, podemos aplicarlo a otras partículas
como, por ejemplo, moléculas y llegar a la conclusión de que:

Siempre que tengamos masas de sustancias numéricamente iguales a sus masas moleculares, el
número de moléculas presentes será el mismo y coincidirá, precisamente, con NA.

149
7. Los cambios químicos

Así, por ejemplo: La masa atómica relativa del hidrógeno es 1 y la masa molecular relativa del
agua es 18. Por tanto, si tenemos 1 g de hidrógeno y 1 g de agua, necesariamente habrá 18 veces
más átomos de hidrógeno que moléculas de agua, porque hacen falta 18 átomos de hidrógeno
para tener la misma masa que una sola molécula de agua. Análogamente si tenemos 1 g de
hidrógeno nos hará falta 18 g de agua para estar seguros de que hay el mismo número de átomos
de hidrógeno que moléculas de agua. Como en 1 g de hidrógeno hay NA átomos, en 18 g de
agua deberá haber NA moléculas.

En el ejemplo anterior es posible sustituir el agua por otras sustancias moleculares como amo-
niaco (cuya masa molecular relativa es Mr = 17), cloro (Mr = 71), oxígeno (Mr = 32), etc. Si lo
hacemos, es fácil comprender que:

En 18 g de agua, 17 g de amoniaco, 71 g de cloro, 32 g de oxígeno ... hay el mismo número de


moléculas y dicho número coincide con NA.

En resumen pues, podemos afirmar que:

Siempre que tengamos masas de sustancias que numéricamente coincidan con sus masas atómi-
cas o moleculares, tendremos NA átomos o NA moléculas respectivamente2.

A la cantidad de sustancia que contiene NA partículas características (en general, unidades


fórmula) de esa sustancia se le llama mol. Así pues: En 1 mol de moléculas hay NA moléculas y
en 1 mol de átomos hay NA átomos.

A.15. Proponed una expresión para calcular el número de moles (n) de partículas característi-
cas de una sustancia dada cuando se conoce el número total (N) de dichas partículas.

Como cada NA partículas corresponden a 1 mol. Para hallar el número de moles de partículas
bastará dividir en total de partículas N entre NA, es decir:
N
n
NA

En la expresión anterior cuando N sea el total de átomos, n será el número de moles de átomos y
cuando N sea el total de moléculas, n será el número de moles de moléculas, etc.

A.16. Calculad el número de moles de moléculas de metano que habrá en 6'4 g de metano.
Rdo. 0'4 moles de moléculas CH4.

Conviene recordar que las partículas características de sustancias como hidrógeno, nitrógeno,
oxígeno, flúor, cloro, bromo o iodo, son moléculas diatómicas, lo cual viene expresado en sus
fórmulas correspondientes: H2, N2, O2, F2, Cl2, Br2 e I2, respectivamente.

A.17. ¿Cuántas moléculas y cuántos átomos hay en 5 moles de moléculas de oxígeno3?

2
Este razonamiento se puede extender también a otro tipo de sustancias como las iónicas, donde no hay moléculas
pero sí se puede hablar de unidades fórmula como parte más pequeña característica de esa sustancia e indicativa de
la proporción en que se hallan los iones que la forman, como ocurre en NaCl, CaF2, etc.
3
Para resolver este tipo de actividades hay que tener a la vista un sistema periódico, saber escribir las fórmulas co-
rrespondientes y conocer que NA = 6'02·1023.

150
7. Los cambios químicos

Otra magnitud importante es la denominada masa molar. Su valor numérico coincide con el de la
masa correspondiente a 1 mol de las partículas características que conforman una sustancia dada
(sean estas moléculas, átomos o iones). El símbolo es M y sus unidades g/mol.

Cuando se trata de una sustancia molecular (como CO 2, CH4, O3, H2), el valor numérico de M
coincide con el de la masa molecular relativa (44, 16, 48, 2) respectivamente.

Cuando se trata de sustancias con partículas monoatómicas (como Na, He, Fe, Ca), el valor
numérico de M coincide con el de su masa atómica relativa (23, 4, 56, 40) respectivamente.

A.18. Determinad la masa molar de neón, cobre, cloruro de magnesio y óxido de aluminio.
Rdo. 20'1 g/mol, 63'5 g/mol, 95'3 g/mol, 102 g/mol.

A.19. Proponed una expresión para calcular el número de moles (n) de partículas característi-
cas que hay en una masa (m) de una sustancia dada, conocido el valor de su masa molar (M).

Como a cada mol de partículas le corresponde una masa de valor M, bastará dividir la masa total
que tenemos (expresada en gramos) entre M (expresada en g/mol), es decir:

m
n
M

A.20. Determinad el número de moles de moléculas de dióxido de carbono existentes en 303'6 g


de dicho compuesto. Rdo. n = 6'9 moles.

A.21. Calculad la masa en gramos de 0'25 moles de moléculas de ácido nítrico y de 3 moles de
átomos de cobre. Rdo. m = 15'75 g.

A.22. Hallar el número de átomos de oxígeno y de hidrógeno que hay en total en 1 g de agua.
Rdo. 3'34·1022 átomos de oxígeno y 6'68 ·1022 átomos de hidrógeno.

A.23. Ordenad justificadamente los siguientes datos desde menor a mayor masa 4:

a) 24'5 g de ácido sulfúrico


b) 0'25 moles de dióxido de carbono
c) Noventa mil millones de átomos de berilio
d) 3 moles de nitrógeno
e) 1 átomo de calcio.

Imaginemos una de las reacciones químicas que ya conocemos como, por ejemplo, la reacción
de formación de agua mediante la combustión de hidrógeno:

2H2 (g) + O2 (g)  2 H2O (g)

Dicha reacción puede interpretarse diciendo que:

Cada molécula de oxígeno que reacciona lo hará con dos moléculas de hidrógeno para for-
mar dos moléculas de agua.

4
Cuando no se especifique, se supone que los moles se refieren a las partículas características que conforman la
sustancia, sean estas moléculas, átomos individuales o agrupaciones de iones.
151
7. Los cambios químicos

Naturalmente, en cualquier reacción química habitual el número de moléculas que interviene sea
inmenso, pero la proporción en que se combinan las moléculas viene establecida por la ecuación
química ajustada. Así, la reacción anterior también podría interpretarse diciendo que:

Cada 1 millón de moléculas de oxígeno que reaccionen lo harán con 2 millones de moléculas de
hidrógeno para dar 2 millones de moléculas de agua.

Y si en lugar de millones hablamos del número de Avogadro de moléculas:

Cada NA moléculas de oxígeno que reaccionen lo harán con 2·NA moléculas de hidrógeno para
formar 2·NA moléculas de agua.

Si tenemos en cuenta que NA moléculas es 1 mol de moléculas, también podremos decir que:

Cada mol de moléculas de oxígeno que reaccionen lo hará con dos moles de moléculas de
hidrógeno para formar dos moles de moléculas de agua

Por tanto: Todo lo que digamos acerca de la proporción en que se combinan las moléculas, es
válido también para la proporción en que se combinan los moles de esas moléculas, es decir, los
coeficientes que aparecen delante de las fórmulas, pueden significar tanto partículas como moles
de partículas (nunca gramos ni otras unidades) y utilizar los moles para calcular la masa, es algo
que ya sabemos hacer.

A.24. El amoniaco en condiciones ordinarias es un gas incoloro de olor desagradable. Se trata


de una sustancia fundamental para la fabricación de abonos químicos y también se usa en diso-
lución como producto de limpieza. ¿Qué masa de amoniaco se podrá obtener a partir de la re-
acción completa de 60 g de hidrógeno con el nitrógeno necesario?

En primer lugar habrá que escribir la ecuación química debidamente ajustada:

3 H2 + N2  2 NH3

A continuación habrá que calcular los moles de moléculas de hidrógeno que reaccionan:

m 60
nH 2    30 moles de H2
M 2

Mediante el análisis de la proporción en que se combinan los moles (obtenida de la ecuación


química ajustada), es posible hallar los moles de moléculas de amoniaco que se producirán:

3 moles de H 2 30 moles de H 2
  x  20 moles de NH 3
2 moles de NH 3 x moles de NH 3

También es posible hallar dichos moles de una forma más directa. En efecto, basta observar la
ecuación ajustada para darse cuenta de que si por cada 3 moles de H2 que reaccionan se obtienen
2 moles de NH3, cuando reaccionen 30 moles de H2 se obtendrán 20 moles de NH3.

Finalmente, con los moles obtenidos, se calcula la masa de amoniaco que se pide:

m m
nNH3   20   m  20  17  340 g de NH3
M 17

152
7. Los cambios químicos

5.4. ¿Qué ocurrirá con la energía? Cambios energéticos en las reacciones químicas: Reac-
ciones exotérmicas y endotérmicas

Para romper cualquier enlace químico (como, por ejemplo, el que mantiene unidos a los dos
átomos de oxígeno en la molécula de O2), se requiere siempre una cierta cantidad de energía. Por
el contrario, cuando se produce un enlace químico entre átomos (o grupos de átomos) inicial-
mente aislados, siempre se "libera" energía. De acuerdo con el principio de conservación de la
energía, la cantidad energía necesaria para romper un enlace determinado habrá de coincidir con
la energía que se libere al producirse ese mismo enlace.

Como en cualquier reacción química se rompen y se forman muchos enlaces, lo normal será que
la energía total necesaria para romper los enlaces que mantienen unidos a los átomos formando
moléculas u otros agregados (que es la energía que más cuenta), no coincida con la energía que
se desprende en la formación de otros enlaces, por lo que, según el modelo de reacción que ve-
nimos manejando, la mayoría de las reacciones químicas deberán ir acompañadas de estos cam-
bios de energía.

5.4.1. ¿Qué ocurrirá cuando la energía que se libera en la formación de enlaces en los pro-
ductos supere a la energía necesaria para romper los enlaces en los reaccionantes?
(Reacciones exotérmicas).

Existen muchos casos de reacciones químicas en las que el paso de las sustancias reaccionantes a
los productos de la reacción va acompañado de una transferencia de energía mediante calor, des-
de el sistema formado por los productos de la reacción al medio exterior. A veces podemos dar-
nos cuenta de ello porque al tocar el recipiente donde tiene lugar la reacción notamos que está
caliente. Este tipo de procesos se denominan "exotérmicos".

A.25. Enumerad algunos ejemplos importantes en los que se utilice la energía transferida por
una reacción exotérmica al medio exterior.

Podemos referirnos a las combustiones de algunos gases como el butano o el gas natural en don-
de la energía desprendida se suele utilizar para cocinar, calentar viviendas, etc. También pode-
mos citar el motor de explosión basado en la combustión de gasolina, gasóleo, alcohol, butano,
etc., la combustión del carbón para producir electricidad (centrales térmicas), los diversos explo-
sivos, las simples estufas de leña, braseros, etc. Otros ejemplos son el soplete oxhidrílico, las
baterías y pilas eléctricas, los procesos metabólicos de los seres vivos, etc.

La combustión de gas butano


o de gas ciudad es una reacción
exotérmica que se puede utilizar
para cocinar los alimentos

153
7. Los cambios químicos

Conviene destacar que, en todos los casos, se produce un aporte de energía desde la reacción al
medio circundante, que se traduce normalmente en un aumento de la temperatura del mismo, así
como otros cambios diversos (cocción de alimentos, rotura de rocas, producir movimientos, etc.).

Esta transferencia de energía mediante calor desde la reacción al medio se produce porque, en
este tipo de reacciones, la energía que se libera en la formación de los enlaces de los productos
de la reacción, supera a la energía que se necesita para romper los enlaces de las sustancias reac-
cionantes. La diferencia se queda en los productos de la reacción, lo que se nota porque su tem-
peratura aumenta, de forma que, si la reacción no ocurre en un recipiente aislado (y el medio
exterior y las sustancias reaccionantes están inicialmente a la misma temperatura) se transfiere
energía mediante calor al medio circundante.

A.26. Verted en un vaso de precipitados 50 cm3 de disolución de hidróxido de sodio (NaOH)


concentrado, a la temperatura ambiente, colocad un termómetro dentro y añadid 50 cm 3 de áci-
do clorhídrico (HCl) concentrado, a la misma temperatura. La reacción química que se produce
viene dada por:

NaOH (aq) + HCl (aq)  NaCl (aq) + H2O (l)

Comprobad que se trata de una reacción exotérmica.

Si realizamos la reacción química propuesta, podremos comprobar que las paredes del vaso se
calientan. Si hemos puesto un termómetro en su interior, observaremos que la temperatura as-
ciende. Se trata de una reacción exotérmica. Al tener lugar la reacción se produce una diferencia
de temperatura (el sistema formado por las sustancias que intervienen en la reacción se halla, al
final de la misma, a una temperatura mayor que la del medio exterior). Como el sistema no está
aislado, debido a esa diferencia de temperatura, se produce una transferencia de energía mediante
calor desde el sistema al medio exterior. Se suele decir que "se cede" calor al exterior. Basta con
tocar las paredes del vaso con la mano para darnos cuenta de dicho calor.

5.4.2. ¿Qué ocurrirá cuando la energía que se libera en la formación de enlaces en los pro-
ductos sea inferior a la energía necesaria para romper los enlaces en los reaccionantes?
(Reacciones endotérmicas)

Existen reacciones químicas en las que ocurre el proceso contrario a las reacciones exotérmicas:
se produce una transferencia de energía mediante calor desde el medio exterior hacia el sistema
formado por los productos de la reacción. A estas reacciones se las denomina "endotérmicas".

Esto ocurre porque la energía que se libera en la formación de los nuevos enlaces es menor que
la energía que se precisa para romper los enlaces en las sustancias reaccionantes. Ello hace que
los productos de la reacción se encuentren a menor temperatura que la existente al comienzo de
la reacción. Si las paredes del recipiente donde tiene lugar la reacción, no fuesen aislantes (y el
medio exterior y las sustancias reaccionantes estuvieran inicialmente a la misma temperatura), no
cabe duda de que se produciría entonces una transferencia de energía mediante calor desde el
entorno o medio exterior hacia el sistema formado por los productos de la reacción (que se ha
enfriado).

Lo anterior explica que si tocamos las paredes del recipiente donde se ha producido la reacción
notemos como sus paredes están frías.

154
7. Los cambios químicos

A.27. Mezclad dentro de un vaso, 16 g de hidróxido de bario hidratado Ba(OH) 2·8H2O con 8 g
de tiocianato de amonio NH4SCN. La reacción que se produce viene dada por la ecuación:

Ba(OH)2·8H2O + 2NH4SCN  Ba(SCN)2 + 2NH3 + 10H2O


Comprobad que se trata de una reacción endotérmica.

Si realizamos la reacción química propuesta, podremos constatar que las paredes del vaso se en-
frían y el vapor de agua atmosférico condensa sobre ellas y se hiela. Si hemos puesto un termó-
metro en el interior del vaso, observaremos que la temperatura desciende. Se trata de una reac-
ción muy endotérmica. Como los productos formados se encuentran a menor temperatura que el
medio exterior, si el vaso no está aislado, dichos productos "absorberán" calor del mismo. Por
eso, si tocamos el vaso, notaremos que nuestra mano se enfría.

5.5. ¿Basta siempre con mezclar las sustancias reaccionantes para que una reacción quími-
ca tenga lugar rápidamente? Introducción elemental al concepto de energía de activación.
Papel de los catalizadores

En los dos ejemplos prácticos que hemos propuesto sobre reacciones exotérmicas y endotérmi-
cas, ha bastado mezclar las sustancias reaccionantes a la temperatura ambiente para que éstas
reaccionaran transformándose en los productos. Son reacciones espontáneas. Sin embargo, como
veremos a continuación, los productos no siempre se forman rápidamente:

A.28. Cuando simplemente se mezcla hidrógeno con oxígeno para formar agua (todos en fase
gaseosa), no ocurre nada. Para que la reacción pueda empezar, es preciso aportar desde fuera
una cierta cantidad de energía. Si lo hacemos así, esta reacción no solamente comienza sino que
prosigue ella sola y "cede calor" al medio que la rodea. Tratad de interpretar este hecho.

De acuerdo con el modelo de reacción que venimos manejando, para que se formen moléculas de
agua (H2O), es necesario que se produzcan choques entre moléculas de hidrógeno (H2) y de oxí-
geno (O2) y que, a consecuencia de estos choques, se puedan romper los enlaces H-H y los enla-
ces O=O. Para que esto ocurra (es decir para que el choque sea efectivo) la colisión ha de reali-
zarse en una dirección favorable. Sin embargo eso no es suficiente, ya que hay un valor mínimo
de la energía con que las partículas llegan al choque, por debajo del cual las moléculas no se
rompen y rebotan prácticamente inalteradas.

Cuando simplemente se mezclan hidrógeno y oxígeno gaseosos a temperatura ambiente, se pro-


ducen millones de choques por segundo, pero en su mayor parte de ellos no son efectivos. Ello
hace que, para que la formación de agua tenga lugar de forma visible, sea necesario suministrar
una energía inicial para conseguir que aumente el número de choques efectivos. Se trata de una
reflexión a considerar, ya que algunas personas piensan, por ejemplo, que basta mezclar los ele-
mentos de que consta cualquier compuesto para que éste se forme rápidamente. No es que en la
mezcla de hidrogeno y oxígeno a temperatura y presión ordinaria no exista ningún choque efec-
tivo (dado el inmenso número de partículas siempre habrá algunas que chocarán en la dirección
más adecuada y serán lo suficientemente energéticas), lo que ocurre es que, como hay tan pocos,
tendríamos que esperar mucho tiempo para obtener una cantidad apreciable de agua.

Así pues, para que haya reacción (hablamos siempre de choques que se realizan en una dirección
favorable para que se produzca la rotura de las moléculas) existe una energía mínima (de las
moléculas en choque), que es necesario alcanzar. A dicha energía se la denomina energía de
activación.

155
7. Los cambios químicos

La energía de activación es la energía que, como mínimo, han de alcanzar las moléculas que
chocan para poder reaccionar. Cuando no se alcanza, las moléculas no se rompen con la colisión
(aunque la dirección del choque haya sido la más favorable.

En general, una reacción se favorece a temperaturas altas porque las colisiones son más frecuen-
tes y porque la probabilidad de que un par de moléculas al chocar tenga una energía igual o supe-
rior a la de activación, es más elevada (al aumentar la temperatura aumenta la energía con que se
mueven muchas moléculas), con lo que aumenta la proporción de choques efectivos.

En ocasiones, para controlar la velocidad de una reacción (en unos casos para aumentarla y en
otros para disminuirla), se utilizan unas sustancias especiales llamadas "catalizadores". Dichas
sustancias son especiales porque participan en la reacción modificando la velocidad a la que
transcurre, pero no se consumen, de forma que su masa es la misma al principio que al final de la
reacción.

Esencialmente, el efecto de un catalizador es modificar la energía de activación de una reacción


química, por ejemplo, rebajándola, con lo que se facilita la transformación de las sustancias reac-
cionantes en los productos de la reacción (catalizador positivo). También pueden aumentarla,
con lo que se dificulta la reacción y transcurre más lentamente (catalizador negativo).

Los catalizadores tienen gran importancia en los procesos biológicos. En efecto, muchas reac-
ciones químicas que tienen lugar en los organismos de los seres vivos pueden realizarse a tempe-
ratura moderada gracias a la presencia de catalizadores. Sin ellos, para que se produjeran algunas
de estas reacciones harían falta temperaturas demasiado altas, incompatibles con la vida del or-
ganismo. También se utilizan en los procesos industriales, con el fin de hacer más barata y renta-
ble la obtención de muchos productos, o para hacer más lentas algunas reacciones (por ejemplo
las que tienen que ver con la descomposición de alimentos envasados, con la corrosión, etc.).

Una reacción química en la que podemos apreciar el papel de un catalizador es la descomposi-


ción del agua oxigenada en agua y oxígeno, según:

2 H2O2 (l)  2 H2O (l) + O2 (g)

Dicha reacción ocurre muy lentamente en condiciones ordinarias, pero si en un tubo de ensayo al
que hemos llenado hasta la mitad con agua oxigenada, añadimos un poco de dióxido de manga-
neso (MnO2) como catalizador5 veremos que la reacción de descomposición ocurre rápidamente
(se desprende oxígeno) sin que el catalizador se altere. Podemos comprobar que el gas despren-
dido es oxígeno porque, si acercamos con cuidado una cerilla encendida, la llama se aviva.

Cuando se echa agua oxigenada sobre la piel no ocurre nada, pero si existe una herida, vemos
que tiene lugar un proceso en el que se desprenden burbujas de oxígeno, formándose una especie
de espumilla blanca. Ello ocurre debido a la presencia en nuestra sangre de unas sustancias que
actúan como catalizadores aumentando la velocidad de descomposición del agua oxigenada (aná-
logamente a como lo hacía el MnO2 en la reacción anterior), que se denominan enzimas.

5
¡Atención! Añadid muy poca cantidad de catalizador y alejando el tubo de ensayo del cuerpo y ojos. Hay peligro
de que se produzcan proyecciones si se añade mucho catalizador. Utilizad gafas protectoras y realizad la experiencia
con el control del profesor.

156
7. Los cambios químicos

6. CÁLCULOS ENERGÉTICOS EN ALGUNAS REACCIONES QUÍMICAS.


REACCIONES DE COMBUSTIÓN

La unidad internacional para medir la energía es el Julio, cuyo símbolo es "J". Un julio es, por
ejemplo, la energía que se utiliza, aproximadamente, para elevar una masa de 100 g una altura de
1 m. También se utiliza habitualmente un múltiplo llamado kilojulio cuyo símbolo es kJ y que
equivale a 1000 J (1 kJ = 1000 J).

En la fotosíntesis, por ejemplo, el Sol suministra una energía de unos 15 500 J por cada gramo de
glucosa (un tipo de azúcar, de fórmula C6H12O6) que se forma a partir de CO2 y H2O. Se trata de
una reacción endotérmica. La fotosíntesis de la glucosa depende de una compleja secuencia de
reacciones pero la reacción global es:

luz solar
6CO2 (g) + 6 H2O (l) C6H12O6 (s) + 6O2 (g)
clorofila

Gracias a la fotosíntesis es posible la transformación de productos inorgánicos (como el CO2 y el


H2O) en orgánicos (como la glucosa y otros azúcares), utilizando para ello la energía que provie-
ne del Sol. Tanto el petróleo como el carbón son restos orgánicos de organismos que vivieron
hace millones de años y que, mediante la fotosíntesis, transformaron materia inorgánica en orgá-
nica. Cada año las plantas crecen (aumento de la masa forestal) debido a la fotosíntesis. Por otra
parte, al realizar esa función las plantas desprenden oxígeno (más del que utilizan en la respira-
ción) y consumen dióxido de carbono (el exceso de dióxido de carbono está directamente rela-
cionado con el aumento del efecto invernadero).
En las reacciones de combustión habituales (cuando una sustancia se quema con el oxígeno del
aire) se transfiere energía de la reacción al medio ambiente (son reacciones exotérmicas). En la
tabla adjunta se dan los valores de algunas energías de combustión (condiciones ordinarias de
presión y temperatura).

Combustible gasolina butano hulla hidrógeno gasóleo


Energía (kJ/g) 49 49’4 32 143 47

A.29. ¿Qué significa que la energía de combustión del butano en condiciones ordinarias sea del
orden de 49’4 kJ/g?
Que si tenemos gas butano y lo quemamos en condiciones ordinarias (las del ambiente) de pre-
sión y temperatura, por cada gramo de butano que se queme se transfiere al medio que rodea a la
reacción, una energía aproximada de 49’4 kJ o 49 400 J.

A.30. Determinad la energía total en julios que se puede obtener, aproximadamente, al quemar
10 kg del butano contenido en una botella de dicho gas. Rdo. 4'94·108 J
En la tabla anterior podemos ver que la sustancia que puede suministrar mayor energía en la
combustión es el hidrógeno. En la actualidad se investiga la posibilidad de construir motores que
funcionen con hidrógeno en vez de con gasolina. De hecho ya existen autobuses y otros vehícu-
los que utilizan hidrógeno como combustible. Si esto llegara a generalizarse, tendría consecuen-
cias muy positivas6 en el medio ambiente, ya que al quemarse hidrógeno no se desprende CO 2
(como ocurre con todos los hidrocarburos), que es uno de los gases causantes del aumento del

6
Siempre y cuando la energía necesaria para obtener dicho hidrógeno no procediese de combustibles fósiles.
157
7. Los cambios químicos

efecto invernadero, sino tan solo agua. Cuando se quema cualquier combustible orgánico (como,
por ejemplo, todos los derivados del petróleo o simplemente madera) siempre se produce dióxido
de carbono CO2 y agua H2O.

A.31. Escribid las reacciones de combustión ajustadas correspondientes a los siguientes com-
puestos: Metano (CH4) y propano (C3H8), explicando su significado.

La experiencia siguiente, permite reconocer la existencia de CO 2 y de H2O en la combustión de


cualquier materia orgánica.

Para averiguar si un gas es CO2 se hace burbujear el mismo a través de una disolución transpa-
rente de agua de cal. Si se trata de CO2, el agua de cal se enturbia porque el CO2 reacciona con el
hidróxido de calcio Ca(OH)2 disuelto en el agua de cal formando un precipitado (turbidez) blan-
co de carbonato de calcio (CaCO3) según la ecuación:

CO2 (g) + Ca (OH)2 (aq)  CaCO3 + H2O (l)


CO2

Una vela de cera está formada por sustancias


orgánicas que, al arder con el oxígeno del aire,
formarán CO2 y H2O. Para comprobar el des- H2O
prendimiento de CO2 y de H2O se puede preparar
el montaje de la figura.

El desprendimiento de CO2 se comprueba porque Agua


el agua de cal se enturbia y el de H2O porque el de cal
vidrio del embudo se empaña, condensando so-
bre su parte interna pequeñas gotas de agua.

A.25. Al colocar cerca de la nariz y con la boca tapada, una superficie de cristal o metálica y
brillante, si se respira profundamente sobre ella, se observa cómo se depositan finas gotas de
agua. Dad una explicación adecuada de este hecho.

La respiración es una combustión lenta de sustancias orgánicas (de ella obtenemos energía), por
lo que debe producir dióxido de carbono y también agua. El vapor de agua resultante de la
respiración (normalmente a una temperatura mayor que la del exterior del cuerpo) condensa
sobre superficies brillantes y más frías.

A.26. Elaborad un trabajo investigando los problemas medioambientales derivados de las quema
de combustibles fósiles y su incidencia en los seres humanos.

RECAPITULACIÓN

Para explicar los cambios químicos hemos elaborado en primer lugar un modelo elemental de
reacción química, basado en la ruptura de unos enlaces químicos en las sustancias reaccionantes
y en la formación de otros enlaces nuevos en la formación de los productos de la reacción. A
partir de este modelo hemos podido derivar toda una serie de consecuencias contrastables (rever-
sibilidad, cómo influir en la velocidad de una reacción, proporción en que se combinan las sus-
tancias, existencia de reacciones exotérmicas y endotérmicas, etc.).

158
7. Los cambios químicos

7. LOS CAMBIOS QUÍMICOS. ACTIVIDADES DE REFUERZO

1. Explicad la diferencia entre cambio físico y cambio químico.

2. Clasificad los siguientes procesos como físicos o como químicos: Dilatación de una varilla
metálica al aumentar la temperatura; la descomposición del carbonato de calcio, en óxido de cal-
cio y dióxido de carbono al calentar fuertemente; un cubito de hielo que se transforma en agua
líquida; la digestión de los alimentos; el encendido de una bombilla; quemar un papel.

3. Ajustad las ecuaciones químicas siguientes:

a) SO2 + O2  SO3 d) C2H2 + O2  CO2 + H2O


b) NO + O2  NO2 e) Ca + HC1  CaCl2 + H2
c) HCl + Ca(OH)2  CaCl2 + H2O f) Al + H2SO4  Al2(SO4)3 + H2

4. Explicad cómo afectan en general a la velocidad de reacción los siguientes factores (si la au-
mentan, la disminuyen o no influyen en ella):

a) Descenso de la temperatura. b) Utilizar reactivos de mayor concentración.


c) Pulverizar los reactivos que se encuentran en estado sólido.

5. ¿Qué masa de calcio debemos tener para estar seguros de que contiene el mismo número de
átomos que 23 g de sodio?

6. Indicad en qué masa (en gramos) de las siguientes sustancias hay el mismo número de molé-
culas que en 4 g de hidrógeno: agua, dióxido de carbono, ácido sulfúrico y cloro.

7. ¿Dónde hay menos moléculas en 5 moles de amoniaco o en 6 moles de agua?

8. ¿Qué es el número de Avogadro?

9. ¿Cuántos gramos de amoniaco (NH3) hay en 1mol de moléculas de amoniaco?

10. ¿Cuántos gramos de aluminio hay en 2 moles de átomos de aluminio?

11. El hierro es un metal muy abundante y con muchas


aplicaciones (se utiliza, por ejemplo, para fabricar acero).
Un problema del hierro es que se oxida fácilmente com-
binándose con el oxígeno del aire. Así, a partir de hierro y
oxígeno se puede formar óxido de hierro (II). Se pide:

a) Ecuación química ajustada, que representa la reacción.


b) Proporción en que se combinan las masas de las sus-
tancias que intervienen.
c) Masa de hierro que reacciona con 3 g de oxígeno.
d) Masa de óxido de hierro (II) que se obtiene si reaccio-
nan totalmente 5 g de hierro.
Datos: Masas atómicas: Ar (Fe) = 56; Ar (O) =16.

Rdo. c) 10'46 g de Fe; d) 6'43 g de FeO.

159
7. Los cambios químicos

12. El oxígeno reacciona con el hidrógeno dando agua. Escribid la ecuación química ajustada
correspondiente a dicha reacción y a continuación calculad la masa de agua que se obtendrá al
reaccionar totalmente 20 g de hidrógeno.

Masas atómicas: Ar (O) =16; Ar (H) =1. Rdo. 180g.

13. El aluminio al igual que el hierro también se oxida, pero tiene la particularidad de que la capa
de óxido que se forma actúa como capa protectora del aluminio recubierto por ella, por lo que en
la práctica el aluminio es más resistente a la corrosión que el hierro. Dada la siguiente reacción:
Al + O2  Al2O3, ajustadla y calculad la masa de O2 necesario para oxidar 7 g de Al.

Masas atómicas: Ar (Al) = 27; Ar (O) =16. Rdo. 6'2 g.

14. El ácido clorhídrico reacciona con el cinc obteniéndose como productos de la reacción cloru-
ro de cinc e hidrógeno. Escribid la correspondiente ecuación química ajustada y después calculad
la masa de cloruro de cinc que se obtendrá si reaccionan totalmente 13 g de cinc.

Masas atómicas: Ar (Cl) = 35’5; Ar (Zn) = 65’4. Rdo. b) 27'l g.

15. El metano (CH4) es un gas invernadero que se genera en terrenos inundados (como cultivos
de arroz o zonas pantanosas) y en el aparato digestivo de animales rumiantes. Además es el prin-
cipal componente del gas natural. Como todo hidrocarburo, cuando se quema en el aire se produ-
ce dióxido de carbono y agua. Se hacen reaccionar 80 g de CH4 con O2 en exceso. Escribid la
ecuación química ajustada correspondiente a la reacción de combustión y calculad:

a) Masa de oxígeno que reacciona. b) Masa de agua y masa de dióxido de carbono obtenidas.

Masas atómicas: Ar (C) =12; Ar (O) =16; Ar (H) =1. Rdo. a) 320 g; b) 180g de H2O y 220 g de CO2

16. Escribid y ajustad la ecuación correspondiente a la combustión de la propanona (C 3H6O) para


dar dióxido de carbono y agua. A continuación, calculad la masa de agua y la masa de dióxido de
carbono que se obtienen al quemar 200 g de propanona.

Masas atómicas: Ar (C) =12; Ar (O) =16; Ar (H) =1. Rdo. 186'2 g de H2O y 455’17 g de CO2

17. Explicad la diferencia entre reacciones exotérmicas y endotérmicas.

18. ¿Qué son los catalizadores?¿Cómo actúan en las reacciones químicas?

19. La gasolina es una mezcla de hidrocarburos que se obtiene


a partir del petróleo. Su aplicación más importante es como
combustible de los motores de explosión de muchos vehículos.

Buscad en el tema cuánto vale la energía de combustión de la


gasolina y con este dato determinad la energía en julios que se
obtiene al quemar 2’5 toneladas de gasolina.

Rdo. 122 500 000 J.

160
EL PROBLEMA DEL AUMENTO DEL EFECTO INVERNADERO

En la atmósfera existen gases invernadero que absorben una gran parte de la energía que la Tie-
rra emite hacia el espacio (mediante radiación infrarroja) para a continuación re-enviarla en todas
direcciones. Esto tiene como consecuencia que la superficie del planeta disfrute de una tempera-
tura media de alrededor de 15 ºC que lo hace habitable en su mayor parte (sin este efecto inver-
nadero, esa temperatura media sería de unos -18ºC y la Tierra estaría prácticamente cubierta de
hielo). El efecto invernadero es, pues, algo muy positivo para la vida. El problema es el aumento
que se está produciendo en dicho efecto debido a la continua emisión de gases invernadero a la
atmósfera desde el inicio de la era industrial. Este aumento está produciendo un recalentamiento
global que conduce a un cambio climático terrestre de gravísimas consecuencias.

1. Gases invernadero más importantes

Los principales gases invernadero son: vapor de agua (H2O), dióxido de carbono (CO2), metano
(CH4), óxido de dinitrógeno (N2O), ozono troposférico (O3), y ciertos derivados halogenados
como clorofluorocarbonos (CFC), hidrofluorcarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y exa-
fluoruro de azufre (SF6).
A.1. ¿Cuál es el gas que más contribuye al efecto invernadero?
El vapor de agua es, con gran diferencia, el gas invernadero más importante. El segundo en im-
portancia es el CO2, seguido por el CH4. Los tres son componentes naturales de la atmósfera
pero también pueden ser producidos por actividades realizadas por los seres humanos (emisiones
antrópicas) y son los gases invernadero que vamos a estudiar aquí.

1.1. Dióxido de carbono


Es el gas que más contribuye al aumento del efecto invernadero. Su duración en la atmósfera es
variable (aproximadamente el 50% del gas emitido tarda unos 30 años en desaparecer, un 30%
varios siglos y el resto unos 2000 años). La tasa de aumento reciente es drástica y sin precedentes
ya que los incrementos de CO2 en la atmósfera desde hace al menos 600 000 años, nunca sobre-
pasaron las 30 partes por millón (ppm) en mil años, mientras que ahora su concentración se ha
elevado en 50 ppm en tan solo 23 años (desde 1990 a 2013) y en unas 120 ppm en desde media-
dos del siglo dieciocho (inicio de la era industrial) hasta el 2015.

El incremento observado en la concentración de CO2 antrópico en la atmósfera (desde 1750), es


solo de alrededor del 44 % del total emitido, ya que el resto ha sido absorbido por los océanos (el
CO2 es muy soluble en agua) y por la vegetación (mediante la fotosíntesis) en partes aproxima-
damente iguales. En términos de temperatura, el paso de la concentración preindustrial de CO 2
(280 ppm) a las 400 ppm de 2015, ha supuesto un incremento directo de la temperatura media en
la superficie del planeta, del orden de 1 ºC.

A.2. ¿Mediante qué acciones, directas o indirectas, hacemos aumentar los seres humanos la
concentración de CO2 en la atmósfera?

161
Efecto invernadero

Una primera fuente de CO2 es la quema de combustibles fósiles (derivados del petróleo, gas na-
tural y carbón), que causa alrededor del 75 % de las emisiones antrópicas de CO 2. Dichos com-
bustibles siguen suministrando más del 80% de la energía utilizada en todo el planeta en sectores
como la construcción, industria, climatización de edificios y transporte (y la demanda sigue au-
mentando).

A título de ejemplo: la producción y uso de energía generó casi 27 000


millones de toneladas de CO2 antrópico en 2004: 40% por electricidad y
calefacción, 24 % por transporte, 19% por la industria y 17% por otras
actividades. Dicho aporte se vio incrementado a 30 600 millones de tone-
ladas en 2010 (44% del sector del carbón, 36% del petróleo y 20% del
gas) y a 34000 millones de toneladas en 2011.

La media mundial de emisiones de CO2 a la atmósfera en 2007 fue de 4'6 toneladas (t) por per-
sona, pero las diferencias entre unos países y otros eran (y siguen siendo), enormes: la emisión
per cápita en Estados Unidos superó ese año las 19 t, en Japón fue de 9'8 t y en España de 8 t,
mientras que en India no llegó a las 1'5 t (lo mismo que en otros muchos países como Nicaragua,
Perú, El Salvador, Honduras, Guatemala, etc.).

En 2011 China pasó a ocupar el puesto de primer emisor de gases invernadero a la atmósfera.
Durante ese mismo año, las emisiones por habitante fueron 6'8 t en China, 8'1 t en Europa en su
conjunto y 16'9 t en Estados Unidos.

La concentración de CO2 también aumenta debido a la deforestación por talas masivas e incen-
dios. En los bosques y en sus suelos se encuentra una gran parte del carbono orgánico terrestre.
Por eso son tan importantes las modificaciones en los ecosistemas forestales y, en especial, en
los tropicales.
Las prácticas de deforestación, unidas a la erosión de los suelos, suelen suponer una pérdida de
biomasa y la devolución a la atmósfera, en forma de CO 2, del carbono que previamente ha sido
captado en la fotosíntesis. El que haya extensas zonas tropicales en donde tras la tala no se rege-
nera la cubierta vegetal (que si lo hiciese recuperaría el carbono) aumenta la concentración at-
mosférica del CO2.

Los procesos de pérdida de vegetación y de suelos son va-


riados, aunque no fáciles de cuantificar. La causa más im-
portante de la deforestación son los incendios provocados
para aumentar las tierras de cultivo agrícola y la ganadería.
A modo de ejemplo, cabe destacar los incendios en los bos-
ques de Siberia, que contiene la mitad del carbono de los
ecosistemas forestales de la Tierra, donde en el verano del
2003 se quemaron 22 millones de hectáreas, arrojando a la
atmósfera más de 700 millones de toneladas de CO2.

A finales de la primera década del siglo XXI aproximadamente el 60% del área amazónica es
demasiado húmeda para que se puedan propagar incendios, sin embargo, el cambio climático
favorece la reducción de dicha área. En los incendios se emiten también otros gases invernadero
(como el N2O) y aerosoles (como el hollín), que además son contaminantes atmosféricos peli-
grosos para la salud.
También hay que tener en cuenta la tala para obtener maderas valiosas, que desde la coloniza-
ción europea han ido soportando los bosques de Centroamérica, Caribe, Amazonia, África y Su-

162
Efecto invernadero

deste Asiático. Tampoco se puede olvidar que en muchos países pobres, la madera sigue siendo
el principal combustible de uso doméstico, lo que ha provocado la desaparición de los árboles en
extensas zonas del mundo subdesarrollado (en el continente africano, por ejemplo, más del 90 %
de la población rural y alrededor del 70 % de la urbana, utilizan la madera como principal fuente
de energía).
También se forma CO2 en la fabricación de cemento. Cuando la piedra caliza (carbonato de cal-
cio) se calienta para producir cal (óxido de calcio), que es un componente del cemento, se libera
CO2. En este proceso se emite a la atmósfera alrededor del 4% del CO 2 antrópico.

1.2. Metano

El metano es un gas invernadero muy efectivo, con una concentración atmosférica media en
2011 que superaba ya las 1’8 ppm, debido a su incremento desde los tiempos preindustriales,
cuando la concentración atmosférica era sólo de 0’7 ppm. Su potencial de calentamiento global
es 21 (lo que significa que cada kg de CH4 emitido tiene un efecto de calentamiento acumulado
en la atmósfera durante los siguientes 100 años equivalente a la emisión de 21 kg de CO 2).
Algunos investigadores piensan que el aumento del metano en la atmósfera se remonta al inicio
de la agricultura y, en especial, al del cultivo del arroz hace 5000 años. Actualmente las principa-
les fuentes de emisión antrópicas de este gas se centran en: producción de energía a partir de
carbón y gas natural, eliminación de desperdicios, crianza de animales rumiantes, agricultura del
arroz, quema de biomasa y fugas de conducciones de petróleo y gas. Dichas fuentes son las res-
ponsables de entre el 50 y el 65% del total de metano emitido a la atmósfera en el presente.
Todos los años unos 400 millones de toneladas de metano son producidas por bacterias que vi-
ven en condiciones anaeróbicas degradando la materia orgánica. Los medios en los que actúan
son muy variados: el estómago y tracto intestinal de los rumiantes, el interior de estercoleros,
campos inundados para el cultivo de arroz o el fondo de zonas pantanosas.

Entre el 5 % y el 10 % del alimento que ingiere una vaca se trans-


forma en metano. En Nueva Zelanda, el metano producido por vacas
y ovejas supone un 40% de la emisión total de gases invernadero.

El cultivo del arroz sobre enormes extensiones encharcadas en Asia, favorece la metanogénesis
en los barros de las tierras inundadas.
Otro factor emisor de metano es la quema de vegetación, especialmente la quema de maleza en
las sabanas tropicales que se realiza como práctica agrícola para fertilizar el suelo. A veces el
metano procede del propio suelo del área quemada, sobre todo en los incendios boreales, por
descongelación del permafrost15.

15
Capa de suelo o sustrato congelado. Puede contener materiales orgánicos antiguos semidescompuestos, que al
descongelarse sufren una serie de reacciones químicas liberando dióxido de carbono y metano.

163
Efecto invernadero

En los vertederos gran parte de la materia orgánica allí almacenada se


degrada en condiciones anaeróbicas y se convierte en metano. La mejo-
ra de las prácticas de almacenaje de la basura con el buen sellado de las
instalaciones y la recuperación del metano creado, que puede ser utili-
zado como combustible, pueden reducir las emisiones y de hecho así ha
ocurrido en algunos países avanzados.

Otra fuente antrópica de metano han sido los escapes en las minas de carbón (el peligroso gas
grisú), en las instalaciones defectuosas de extracción de gas natural (el 90% del cual es metano)
y en los cientos de miles de kilómetros de gasoductos construidos para su transporte. El auge de
la utilización energética del metano hará necesaria la construcción de más pozos de extracción y
de más gasoductos, pero es de esperar que las mejoras técnicas hagan disminuir el despilfarro y
las fugas a la atmósfera.

A.3. ¿Por qué si el vapor de agua es el gas de efecto invernadero más importante, no contribu-
ye especialmente al aumento del efecto invernadero? (Tened en cuenta que al quemar cualquier
combustible fósil, además de CO2 se produce también agua).

El vapor de agua es quien más contribuye al efecto invernadero, pero las actividades humanas
apenas inciden directamente en un aumento significativo de la concentración de este gas en la
atmósfera y por tanto, su contribución al aumento del efecto invernadero es escasa. Fundamen-
talmente, hay que tener en cuenta dos hechos:
a) La concentración del vapor de agua atmosférico
varía entre 0’01% y 5 % (a mayor temperatura aumen-
ta la concentración), presentándose efectos de satura-
ción que hacen que dicho vapor condense y caiga de
nuevo en forma de lluvia (lo que no ocurre con los
otros gases invernadero).

b) Las nubes tienen un efecto doble. Absorben radia-


ción infrarroja (calentamiento) pero también reflejan al
espacio parte de la radiación solar (albedo de las nu-
bes) produciendo un enfriamiento. A nivel global el
efecto neto de las nubes, parece ser de enfriamiento.

2. ¿Qué ocurre si no tomamos las medidas adecuadas?

Si el aumento del efecto invernadero sigue produciéndose, la temperatura media en la Tierra va a


seguir incrementándose. Como promedio mundial, la temperatura en la superficie de la Tierra
aumentó en 0'89 ºC entre 1901 y 2012, y mientras que en Europa subió 1ºC en España lo hizo
entre 1’2 ºC y 1’5 ºC. A largo plazo, los modelos utilizados por el IPCC 16 predicen para el 2100
una subida media de la temperatura situada entre 1'5 ºC y 4'5 ºC .
A.4. ¿Qué importancia puede tener el hecho de que la temperatura media de la Tierra aumente
unos cuantos grados?

16
Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC). Se trata de un organismo científico internacional, creado
en 1988 por las Naciones Unidas y la Organización Meteorológica Mundial, para estudiar el cambio climático,
evaluar sus consecuencias y elaborar estrategias de respuesta realistas.

164
Efecto invernadero

Conviene tener en cuenta que estamos hablando del valor medio (de la temperatura del aire
próximo al suelo), obtenido midiendo temperaturas en miles de lugares diferentes repartidos por
todo el planeta y durante muchos años, (lo que incluye variaciones estacionales y fenómenos
meteorológicos extremos). Un aumento de, por ejemplo, 2ºC en la temperatura media terrestre,
puede suponer un aumento tres veces mayor en el polo norte. Además, lo que realmente importa
no es si el verano pasado aquí hizo más o menos calor, sino la tendencia general a escala global.
El invierno de 2010, por ejemplo, pareció muy frio; sin embargo, solo lo fue en Europa Occiden-
tal y en la costa este de Norteamérica. En realidad, fue el invierno más cálido en todo el mundo
desde que se tienen registros (1850) hasta ese año. La década 2000-2010 ha sido la más cálida
desde 1850 y ha sido más cálida que la de los 90 y ésta que la de los 80 ... (tendencia general).

Los expertos consideran que un aumento de la temperatura media de la Tierra


de más de 2 ºC (con respecto a su valor en el periodo pre-industrial), no deber-
ía sobrepasarse porque eso provocaría muy probablemente perturbaciones
climáticas catastróficas e irreversibles, no solo para los ecosistemas sino tam-
bién en la economía y la salud de las sociedades humanas. Sin embargo, no es
necesario esperar a superar ese límite para poder darse cuenta de una serie de
consecuencias del calentamiento global que ya han comenzado a producirse.

A.5. Enumerad algunas consecuencias del proceso de calentamiento global

Entre las más importantes están: Fusión de hielo continental y marino, acidificación de los océa-
nos, aumento de la intensidad y frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, cambios en
los ritmos vitales de muchas especies y disminución de la biodiversidad, aumento de la probabi-
lidad de que ocurran cambios grandes y abruptos, etc. Además hay que tener en cuenta los gra-
ves problemas inevitablemente asociados a estos hechos, tales como: salinización de acuíferos,
pérdida de cosechas, desertificación, inundaciones, migraciones masivas, disminución de recur-
sos naturales (como el agua potable), conflictos por el control de recursos, aumento de la inci-
dencia de determinadas enfermedades y plagas, etc.

Hasta aquí hemos estudiado qué es el efecto invernadero y en qué consiste su aumento. Los ga-
ses invernadero y sus fuentes, así como algunas de las consecuencias más importantes del proce-
so de calentamiento global del planeta al que estamos asistiendo, las cuales forman parte ya de
un verdadero cambio climático terrestre de carácter global. Cabe plantearse ahora qué podemos
(y debemos) hacer para frenar dicho cambio climático antes de que sea irreversible.

3. ¿Qué podemos (y debemos) hacer?

En primer lugar hemos de analizar las causas profundas del problema. Si lo hacemos, nos dare-
mos cuenta de que el cambio climático no es algo aislado sino que se halla fuertemente ligado
con otros graves problemas, tales como el hiperconsumo de una parte de la humanidad, la super-
población, y la existencia de graves desigualdades entre distintos grupos humanos. Cabe pensar,
pues, que la mejor estrategia (y seguramente la única efectiva) para enfrentarnos al cambio
climático sea una estrategia global en la que se aborde de forma conjunta y simultánea el trata-
miento de todos estos problemas, mediante el establecimiento, a nivel mundial de una serie de
medidas como las que se detallan a continuación.

165
Efecto invernadero

3.1. Medidas científico-tecnológicas

A.6. ¿Qué medidas de tipo científico-tecnológico conviene impulsar para favorecer un


desarrollo sostenible y poder hacer frente así al conjunto de graves problemas que suponen una
seria amenaza para la vida en el planeta?

Es necesario dirigir los esfuerzos de investigación e innovación hacia el logro de tecnologías


favorecedoras de un desarrollo sostenible incluyendo, entre otras:

 Mayor utilización de fuentes de energías limpias y renovables.


 Incremento de la eficiencia energética (que posibilite el necesario ahorro de energía). Ello
puede hacerse mediante mejoras tecnológicas en muchos campos (por, ejemplo, en la
construcción, iluminación, electrodomésticos, automoción ...) y dando prioridad a secto-
res como el ferrocarril y el transporte marítimo.
 Reducción de la contaminación con la disminución y tratamiento de residuos.
 Gestión sostenible del agua y otros recursos esenciales.
 Desarrollo de tecnologías agrarias y forestales sostenibles.
 Prevención y tratamiento de enfermedades (en particular las que azotan a los países me-
nos desarrollados).
 Logro de una paternidad y maternidad responsables, evitando los embarazos indeseados y
fomentando tasas de natalidad adecuadas a los recursos disponibles.
 Regeneración de entornos dañados.
 Fabricación de objetos con materiales biodegradables.
 Capturar y almacenar CO2.
 ...

Es preciso analizar con cuidado las nuevas medidas científico-tecnológicas que se pretendan
llevar a cabo, para que las aparentes soluciones no generen problemas más graves, como ha
sucedido ya otras veces. Pensemos, por ejemplo, en la revolución agrícola que tras la segunda
guerra mundial, incrementó notablemente la producción de las cosechas gracias a los fertilizantes
y pesticidas químicos como el DDT, satisfaciendo así las necesidades de alimentos de una
población mundial que experimentaba un rápido crecimiento; pero sus efectos perniciosos
(cáncer, malformaciones congénitas...) fueron denunciados y el DDT y otros “Contaminantes
Orgánicos Persistentes” (COP) han sido prohibidos en muchos países. Recordemos también lo
ocurrido al pretender resolver el problema de los despojos animales reutilizándolos en forma de
piensos (harinas cárnicas) que generó el problema, mucho mayor, de las “vacas locas”,
obligando a sacrificar millones de cabezas de ganado. Recientemente se han sugerido, para
luchar contra el cambio climático, soluciones muy discutibles tales como echar hierro a los
océanos (para estimular el crecimiento de algas marinas que eliminen más CO 2 a través de la
fotosíntesis), inyectar sulfatos en la estratosfera (que reflejen la luz solar) o impulsar el uso de la
energía nuclear (que produce sólo la sexta parte de CO2 que el carbón, por cada kWh de energía
eléctrica producido).

A.7. Además de no generar problemas más graves que los que pretenden solucionar ¿qué otros
criterios convendría tener en cuenta para hacer que las nuevas soluciones científico-
tecnológicas puedan contribuir realmente a un desarrollo sostenible?

166
Efecto invernadero

Para que las soluciones científico-tecnológicas puedan contribuir a un desarrollo realmente


sostenible17, habría que conseguir que:

 Las tasas de explotación de los recursos naturales renovables no superen a las de su rege-
neración (o, para los no renovables, a las de creación de sustitutos renovables).
 Las tasas de emisión de residuos deberían ser inferiores a las capacidades de asimilación
de los ecosistemas a los cuales se emiten esos residuos.
 Dar prioridad a tecnologías que aumenten la productividad de los recursos, más que in-
crementar la cantidad de recursos extraídos. Esto significa, por ejemplo, formas de ilumi-
nación más eficiente, frente a más centrales eléctricas.
 Favorecer el desarrollo de aquellas nuevas tecnologías que estén orientadas a la satisfac-
ción de necesidades básicas y que contribuyan a reducir las desigualdades entre los dis-
tintos grupos humanos.
Cabe señalar que la aplicación de nuevas tecnologías se enfrenta, a menudo, con intereses
particulares a corto plazo y también con impedimentos de tipo ético y político. Ello viene a
cuestionar la idea simplista de que las soluciones a los problemas con que se enfrenta hoy la
humanidad dependen, únicamente, de la disposición de tecnologías más avanzadas.
Entre las nuevas tecnologías, tienen un papel esencial las que permiten utilizar energías
renovables. Por energía renovable se entiende aquella que se obtiene de una fuente prácticamente
inagotable y que se encuentra en la naturaleza. Su carácter inagotable hace referencia a su
cantidad y duración (por ejemplo el Sol va a durar bastante más que la Tierra) o bien a que se
puede reponer de forma natural y volver a ser usada (por ejemplo la madera o el agua). Entre las
energías renovables se encuentran la solar, eólica, hidráulica, geotérmica, y la procedente de la
biomasa (ésta última tiene graves inconvenientes cuando se obtiene de cereales que podrían
dedicarse a la alimentación en lugar de quemarlos y no de restos vegetales).

Actualmente, el agotamiento de fuentes de energía como


el petróleo o el uranio y los graves problemas
medioambientales que ocasiona el creciente consumo de
esas fuentes de energía, han abierto un gran debate en
torno a la necesidad de potenciar el uso de las fuentes de
energía renovables limpias.

En España, en el año 2010, las energías renovables en su conjunto supusieron algo más del 9%
del total de energías primarias utilizadas, y el 35% de la generación de electricidad, siendo la
energía eólica (aerogeneradores) el sector de mayor crecimiento. Desgraciadamente, con
posterioridad a esa fecha, el apoyo al desarrollo de las renovables se ha visto drásticamente
reducido (algo incomprensible en un país tan rico en sol y tan pobre en petróleo).
Algunos autores proyectan un futuro basado en las energías renovables, su almacenamiento y su
distribución y aprovechamiento usando nuevas tecnologías. En mayo de 2011 el IPCC publicó
un sólido informe donde se mostraba la viabilidad de satisfacer las necesidades energéticas del
planeta contando únicamente con recursos renovables y limpios. En dicho informe se expresaba
también la necesidad de realizar las inversiones necesarias para lograr este objetivo antes de

17
No puede ser realmente sostenible nada que suponga un crecimiento neto continuado basado en el consumo de
unos recursos naturales no renovables.

167
Efecto invernadero

2050, con lo que se podría evitar que la concentración de gases de efecto invernadero supere
valores que impliquen cambios incontrolables.

Muchas de las medidas tecnocientíficas expuestas están ya disponibles, pero precisan para su
implantación efectiva y generalizada de una serie de condiciones que no se proporcionan, quizás
porque afectan a planteamientos ideológicos y a intereses económicos. Todo ello hace ver la
importancia de las medidas educativas y políticas que deben acompañarlas.

3.2. Medidas educativas

Se precisa una educación que ayude a comprender los problemas ambientales y del desarrollo en
su globalidad, teniendo en cuenta las repercusiones a corto, medio y largo plazo, tanto para una
colectividad dada como para el conjunto de la humanidad y nuestro planeta. Pero no se trata
únicamente de comprender. Es preciso conocer y, sobre todo, poner en práctica, lo que cada uno
puede hacer, junto a muchísimos otros, en los distintos ámbitos.

A.8. ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros? (Elaborad una lista con vuestras propuestas
concretas y argumentadlas posteriormente).

A continuación, y a título de ejemplo, se detallan algunas propuestas:

168
Efecto invernadero

Reducir el consumo de:

Agua (utilizar dispositivos de ahorro en casa, duchas rápidas, control de fugas de agua, riego por
goteo, no dejar grifos abiertos...).
Energía en climatización (aislar térmicamente la vivienda; no programar temperaturas ni demasiado
altas ni demasiado bajas; priorizar otros métodos como ventilación natural, toldos, ponerse más o
menos ropa ...).
Energía en iluminación (usar luces de bajo o muy bajo consumo como la tecnología LED, aprove-
char al máximo la luz natural, apagar siempre las luces innecesarias o de los sitios donde no vayamos
a estar, no contratar una potencia eléctrica mayor de la necesaria o, en su caso, rebajar la existente...).
Energía en transporte (desplazarse a pie o en bicicleta, usar transporte público colectivo como tren
o autobús, organizar desplazamientos de varias personas en un mismo vehículo, conducir a velocidad
reducida utilizando marchas largas y sin aceleraciones bruscas, subir y bajar por escaleras en vez de
usar ascensores, evitar viajes en avión siempre que sea posible ...).
Energía en electrodomésticos (comprar electrodomésticos de bajo consumo; cargar al máximo el
lavavajillas o lavadora antes de poner en funcionamiento; mantener aparatos en buen estado para
evitar sobreconsumos; no dejar televisor, ordenador o equipos de música en modo stand-by; utilizar
pilas recargables...).
Energía en la alimentación (mejorar la alimentación incluyendo más frutas y verduras, sin exceder-
se en el consumo de carnes; evitar productos exóticos que exigen transportes largos; consumir pro-
ductos de temporada; priorizar alimentos con baja huella ecológica...).
Papel (evitar imprimir documentos que se puedan leer en pantalla; escribir, fotocopiar e imprimir a
doble cara, sin utilizar márgenes excesivos...).
Artículos y productos innecesarios (ir a la compra con una lista previa de lo que nos hace falta, no
dejarse arrastrar por campañas publicitarias...).
Colaborar en el reciclaje:
Separar restos producidos en el hogar para su recogida selectiva (vidrio, papel, orgánicos ...).
Llevar a ecoparques u otros puntos de recogida selectiva todo tipo de productos contaminantes que
haya que desechar (pilas usadas, aceite, móviles, ordenadores, productos tóxicos, electrodomésticos,
baterías de coche usadas, fluorescentes ...).
Usar productos reciclados (papel, cartuchos de tinta ...).
Utilizar:
Productos respetuosos con el medio ambiente (materiales reciclables, no tóxicos, biodegradables,
con baja huella de carbono18...).
Energías renovables (paneles solares, comercializadoras de electricidad que utilicen renovables...).
Sistemas inteligentes (programadores, luces que se encienden sólo cuando pasas o estás ...).
Energía eléctrica de origen limpio (contratando con compañías comercializadores que trabajen solo
con energía obtenida a partir de fuentes renovables).
Reutilizar:
El papel ya escrito por una cara.
Agua de lluvia para regar.
Ropa y otros complementos usados.
Aceite usado para hacer jabón.
Llevar a las farmacias medicamentos sobrantes para que los puedan utilizar otras personas.

18
Huella de carbono de un producto es un índice para cuantificar la cantidad de gases invernadero (medidos en CO 2
equivalente) emitidos a la atmósfera por causa directa o indirecta de dicho producto a lo largo de todo su ciclo de
vida, desde su inicio o fabricación, manufacturación, transporte, comercialización… hasta el tratamiento final de sus
residuos.
169
Efecto invernadero

Dar ropa, juguetes, calzado ... a organizaciones que se encarguen de gestionar su reparto a otros.
Tratar de conseguir lo que necesitemos en el mercado de segunda mano.
Dar otros usos (convertir botes vacíos en contenedores de lápices y bolígrafos, bidones vacios en
compostadoras para transformar restos vegetales en abono...).
Rechazar el usar y tirar:
Sustituir las bolsas de plástico de un solo uso (en particular en las compras), por bolsas de uso conti-
nuado.
Reparar antes que desechar y cambiar (suelas de zapatos, ropa, electrodomésticos y otros aparatos ...).

Participar activamente en la educación ciudadana y las decisiones políticas:


Colaborar con organizaciones ecologistas, votar a partidos políticos que en sus programas incluyan
medidas para la sostenibilidad, realizar tareas de divulgación (amigos, familia, etc.)...

3.3. Medidas políticas

La incidencia del cambio climático podría limitarse si


se emprendiera una acción conjunta mundial para
facilitar el cambio de una economía marrón (basada
en el uso de combustibles fósiles) a una economía
verde (basada en el uso de energías más limpias y el
desarrollo de tecnologías que permitan su
implantación) a la vez que se impulsan otras medidas
para favorecer la transición a la sostenibilidad, como
las que hemos comentado. Para mostrar la
importancia de la política podemos hacer referencia, a
modo de ejemplo, a algunas medidas políticas
planetarias, ya adoptadas, que constituyen auténticos
logros para la sostenibilidad de la especie humana.
(Esto mismo, puede ser planteado como una actividad
de búsqueda bibliográfica sobre el tema).
Protocolo de Montreal. Tratado internacional para evitar la destrucción de la capa de ozono que
nos protege de las radiaciones ultravioleta, mediante el control de los compuestos CFC
responsables de dicha destrucción. (En vigor desde 1989).
Corte Penal Internacional. Tribunal de justicia internacional con sede en La Haya, para juzgar a
quienes hayan cometido crímenes de genocidio, de guerra y de lesa humanidad como esclavitud,
apartheid, exterminio y destrucción ambiental. (En vigor desde 2002).
Protocolo de Kioto. Tratado internacional para la disminución de la emisión de gases de efecto
invernadero, que contribuyen al calentamiento global del planeta. (Adoptado en 1997, entró en
vigor en 2005). Constituye un ejemplo de la existencia de distintas políticas enfrentadas y de la
necesidad de apoyar la que defiende, fundamentadamente, los intereses generales. Ratificado por
132 países, sólo dos de los países desarrollados no lo firmaron: Estados Unidos y Australia.
Finalizó en 2012.

170
Efecto invernadero

Después del protocolo de Kioto se han sucedido diversas cumbres sobre el clima como la de Bali
(2007), Copenhague (2009), Cancún (2010), Durban (2011), Varsovia (2013), con resultados, en
general, poco destacables, por lo que a fecha de hoy (2014) se precisa, todavía, de un amplio
acuerdo internacional justo y vinculante para la reducción de gases de efecto invernadero, a
escala planetaria, más ambicioso que el Protocolo de Kioto. En la cumbre de Varsovia
(noviembre de 2013), los cerca de 200 países participantes consiguieron llegar a un acuerdo de
última hora que, aunque modesto, perfila una hoja de ruta hacia el pacto global y vinculante
sobre reducción de emisiones que debería alcanzarse en París, en 2015. En la cumbre de Paris,
sin embargo, los resultados, aunque alentadores, no han sido todo lo satisfactorios que debieran y
desde el punto de vista científico hay pocas dudas acerca de que el acuerdo de Paris es
insuficiente para lograr los límites de aumento de temperatura media que en el propio acuerdo se
marcan.

En la Cumbre para el Desarrollo Sostenible, que se llevó a cabo en septiembre de 2015, los
Estados Miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobaron un documento
denominado "Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible" en el cual se incluyen 17 Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) para poner fin a la pobreza, luchar contra la desigualdad y la
injusticia, y hacer frente al cambio climático. Conviene que todos los conozcamos y nos
impliquemos activamente en su consecución.

ACTIVIDADES DE RECAPITULACIÓN

1. Dicen que el uso de combustibles como el biodiesel no aumenta la cantidad de CO 2 existente en la


atmósfera. Sin embargo, en química se estudia que al quemar estos productos siempre se produce CO 2.
¿No es algo contradictorio? Por otra parte, suponiendo que no se de ese aumento, ¿habría algún posible
inconveniente para impulsar ese tipo de combustibles?

2. Algunos afirman que la Comunidad Valenciana es una de las comunidades españolas que emite menos
CO2 a la atmósfera, debido a que gran parte de la electricidad que consumimos proviene de la central
nuclear de Cofrentes, situada a sólo 80 km de Valencia. ¿Puede la energía nuclear ayudar a solucionar el
problema del cambio climático? Por ejemplo, Francia, que tiene muchas más centrales nucleares que Es-
paña ¿cuánto CO2 menos emite (por habitante y año) que otros países similares? Buscad información
actualizada y debatid la cuestión dando argumentos a favor y en contra.

3. En la película “El día de mañana” el científico protagonista explica la entrada en una nueva era glaciar
en el hemisferio norte, por la incorporación masiva de agua dulce procedente del deshielo, que paraliza la
Corriente del Golfo. Este mismo efecto, se sugiere que podría pasar realmente, en el documental de Al
Gore “Una verdad incómoda” si se fundiesen los hielos de Groenlandia. ¿Podría suceder realmente? Bus-
cad información al respecto y debatid la cuestión en clase.

4. La sustitución de una bombilla incandescente de 100 W por otra de bajo consumo evita la emisión de
0’5 toneladas de CO2 al año. Calculad cuántas toneladas de CO2 se podría evitar emitir a la atmósfera
cada año si se sustituyesen 10 millones de dichas bombillas. Rdo. 5·106 t.

5. Una persona cambia una bombilla incandescente de 60 W por otra equivalente de bajo consumo de 11
W. Suponiendo que esa bombilla esté encendida un total de 500 h al año y que cada kWh se pague a 1'5
euros. a) ¿Cuánta energía y cuanto dinero se ahorraría por ese pequeño cambio? b) ¿Y si en lugar de una
sola persona fuesen 100 millones? Rdo. a) 24’5 kWh y 36'75 euros; b) 2450 000 000 kWh y 3675 000 000
euros.

171
Efecto invernadero

6. De acuerdo con su distancia al Sol, la temperatura media teórica de Venus debería ser 155 ºC y la de
Marte de -63 ºC, mientras que las temperaturas medias reales son 447 ºC y -55 ºC. Por otra parte, se sabe
que la atmósfera de Venus es muy densa y está formada aproximadamente por un 96% de CO 2 y un 3’5%
de N2, mientras que Marte tiene una atmósfera muy tenue. ¿A qué pueden deberse todas estas diferencias?

7. ¿Por qué la deforestación favorece el efecto invernadero?

8. Una persona gasta de media al mes: 300 kWh de electricidad y 40 m 3 de gas natural. Además hace
20000 km con su todoterreno al año. También ha realizado un viaje turístico de ida y vuelta París-
Shanghái en avión. ¿De cuántos kg de CO2 al año se puede considerar que es responsable a causa de estas
acciones?

9. Datos: Suponed que por cada kWh se han producido 376 g de CO 2. Cada m3 de gas natural quemado
produce aproximadamente 2 kg de CO2. El coche emite 230 g de CO2 por cada km recorrido. En un avión
de pasajeros (el vehículo que más CO2 produce) se emiten aproximadamente unos 94’2 g de CO 2 por
persona y kilómetro. Distancia Paris-Shanghái es de 19256 km.

Rdo. 10 544’4 kg

10. Los datos siguientes han sido extraídos del anexo II del V informe del IPCC. A partir de ellos,
construid una gráfica que muestre la evolución histórica de la concentración de CO 2 atmosférico y haced
una predicción de cuándo podría alcanzarse una concentración de 500 ppm si no actuamos y se sigue la
tendencia plasmada dicha gráfica. Luego buscad en la bibliografía qué efectos puede tener aproximarse o
sobrepasar dicha concentración.

Año Concentración de CO2 en ppm Año Concentración de CO2 en ppm


1760 276'5 1900 296'2
1780 278'2 1920 303'3
1800 282'6 1940 310'4
1820 283'3 1960 316'7
1840 284'1 1980 338'0
1860 286'1 2000 368'7
1880 289'8 2011 390'5

11. Buscad en internet información fiable respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS),
promovidos por las Naciones Unidas (ONU) y, a continuación:
a) Enumerad cuáles son dichos objetivos y explicad brevemente en qué consiste cada uno
b) Argumentad cuáles os parecen más importantes
c) Elaborad propuestas sobre cómo podéis contribuir a avanzar en lograr dichos objetivos

172
8. MOVIMIENTOS, CAMBIOS DE MOVIMIENTO Y FUERZAS

En este curso hemos estudiado los cambios materiales en los que a partir de unas sustancias se
pueden obtener otras diferentes (reacciones químicas). Sin embargo, sabemos que también exis-
ten otros cambios, mucho más simples, en los que únicamente se modifican cosas como la posi-
ción, la velocidad o la forma, sin que se altere la estructura íntima de los cuerpos que los sufren.
Estos cambios, que tienen que ver con movimientos y deformaciones, se llaman cambios mecá-
nicos y son los que vamos a estudiar ahora.

A.1. Enumerad distintas situaciones concretas en las que tenga interés estudiar el movimiento de
algún cuerpo o bien deformarlo, indicando qué cuestiones o aspectos convendría plantearse en
dicho estudio.

Entre otros, podemos pensar en casos como:

 Carreras, tiro con arco, salto con pértiga, paracaidismo, esquí, camas elásticas, tenis, etc.
 Trenes, aviones y vehículos en general.
 Planetas, satélites, cometas, estrellas, etc.
 Nubes, huracanes, etc.

Si pensamos un poco más en las situaciones anteriores o en otras parecidas, nos daremos cuenta
de tanto para cambiar el movimiento de un cuerpo de una manera determinada, como para cam-
biar su forma, necesitamos ejercer una fuerza. Si queremos estudiar esos efectos concretos de las
fuerzas, primero tendremos que ver cómo podemos describir un movimiento y qué tipos de mo-
vimiento interesa considerar para, después, estudiar a qué obedece la existencia de distintos tipos
de movimiento, así como de cambios en la forma de un cuerpo (fuerzas). El tema lo terminare-
mos estudiando un par de fuerzas presentes en la naturaleza (gravedad y rozamiento).

1. Invención de magnitudes útiles para describir los movimientos


1.1. ¿Cómo podemos indicar dónde se encuentra un cuerpo en un instante dado?
1.2. ¿Cómo podemos medir el cambio de posición de un cuerpo?
1.3. ¿Cómo medir la rapidez con que un cuerpo cambia de posición?
1.3. Si cambia la rapidez. ¿cómo podemos medir lo deprisa que cambia?
2. Posibles tipos de movimiento según el valor de la aceleración sobre la trayectoria
3. Gráficas del movimiento uniforme
4. Estudio experimental del movimiento uniforme
5. Gráficas del movimiento unifórmemente acelerado
6. Concepto de velocidad
7. ¿Cómo conseguir que un cuerpo cambie de velocidad?
8. La fuerza gravitatoria en el universo
9. Efecto deformador de las fuerzas. Medida experimental del peso
10. La fuerza de rozamiento y sus efectos

173
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

1. INVENCIÓN DE MAGNITUDES ÚTILES PARA DESCRIBIR MOVIMIENTOS

Para comenzar, imaginaremos el cuerpo que se mueve (móvil) como un objeto puntual. Se trata
de una simplificación necesaria para poder indicar fácilmente dónde está, la rapidez con que se
mueve, etc. Eso quiere decir que, mientras se pueda, para nosotros los planetas en su giro alrede-
dor del Sol serán como masas puntuales, lo mismo que un coche que circula por una carretera.

Para describir un movimiento nos interesa saber expresar, al menos, dónde está el móvil (posi-
ción), lo que se ha desplazado (cambio de posición o desplazamiento), lo deprisa que se está mo-
viendo (velocidad) y lo rápidamente que cambia de velocidad (aceleración). A continuación nos
detendremos en introducir las magnitudes necesarias para el caso particular de móviles que sigan
trayectorias definidas de antemano.

1.1. ¿Cómo podemos indicar dónde se encuentra un cuerpo en un instante dado?

A.2. Proponed una forma sencilla de dar la posición de un coche en un instante dado de su re-
corrido por una carretera.

Para indicar sin lugar a dudas donde se encuentra el coche, se necesita siempre elegir un punto
fijo sobre la trayectoria, que en este caso será la carretera, al cual referirse. Podría ser, por ejem-
plo, el árbol de la figura. De esta forma la posición del coche (considerado como una masa pun-
tual) vendría dada por la distancia a dicho punto. Este punto fijo de la trayectoria suele designar-
se por O y constituye un sistema de referencia, porque la posición se da siempre referida a di-
cho punto, que se toma como origen de posiciones.

En general, la trayectoria no tiene por qué ser recta. Lo habitual es representarla mediante una
línea con curvas, calibrada en trozos iguales (que suelen representar metros). Una vez señalado
el punto fijo escogido como origen y para poder distinguir a qué lado se encuentra el móvil, se
toman arbitrariamente valores positivos de la posición a un lado de O y negativos al otro.

Conviene aclarar que O no tiene por qué ser el punto de donde “salió” el móvil. La posición so-
bre la trayectoria en un instante dado se denomina también espacio y la designaremos mediante
el símbolo “e” (en unidades internacionales, se mide en metros). Su valor absoluto siempre coin-
cide con la distancia (medida sobre la trayectoria) a la que se encuentra el móvil de O (que tam-
bién se suele llamar origen de espacios).

Puesto que el móvil cambia de posición, es necesario indicar cuándo se encuentra en una posi-
ción dada. Para ello, se indica lo que marca un reloj cuando el móvil está en esa posición. Lo que
marca el reloj se suele simbolizar con t 0, t1 , t2 , .. si nos referimos a instantes concretos en que la
posición es e0, e1, e2, .., o bien por t, cuando simboliza cualquier instante en que la posición la
expresaremos como “e”.

174
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

El término “espacio” utilizado para dar la posición sobre la trayectoria no debe confundirse en
ningún caso con el espacio de tres dimensiones ni con el espacio donde se hallan los astros, con
los que no tiene nada que ver.

A.3. Determinad la posición de un objeto situado en los puntos A, B, C de la figura (cada subdi-
visión tiene una longitud de 1 m).

Si escogemos como valores positivos las posiciones situadas a la derecha del origen O, es fácil
darse cuenta que eA = 3 m, eB = 10 m y eC = -3 m. Como podéis ver, el valor de la posición de-
pende de dónde se haya tomado el origen y el convenio de signos elegido. Aunque la elección
del origen y el convenio es algo arbitrario, es imprescindible expresar claramente dónde se ha
tomado el origen y qué convenio de signos se ha tomado, pues todos los valores están basados en
ellos (si el origen en la figura anterior se hubiera tomado, por ejemplo, en A y valores positivos
las posiciones situadas a la izquierda del origen, tendríamos que: eA = 0; eB = -7 m y eC = 6 m).

1.2. ¿Cómo podemos medir el cambio de posición de un cuerpo?

A.4. Proponed una forma de indicar el cambio de posición o desplazamiento sobre la trayecto-
ria realizado por un móvil.

Practicad con la nueva magnitud introducida calculando su valor cuando el corredor de la figu-
ra anterior se mueva:

1º) Desde la posición A a la B.


2º) Desde la B a la A.
3º) Desde la C a la A.
4º) Desde la B a la C.

(Cada división tiene una longitud de 10 m)

Está claro que para calcular en cuanto ha cambiado la posición del móvil, bastará restar a la po-
sición final sobre la trayectoria el valor de la posición inicial sobre la trayectoria. Dicha magni-
tud se denomina cambio de posición sobre la trayectoria o simplemente desplazamiento so-
bre la trayectoria, se representa como e, y se mide en metros.

175
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

Si analizamos la figura anterior, podemos ver que las posiciones marcadas por las letras A, B y C
corresponden respectivamente a eA = 20 m, eB = 50 m y eC = -20 m. De modo que cuando el corre-
dor vaya desde A hasta B el desplazamiento sobre la trayectoria será: e = eB - eA = 50 - 20 = 30m.
Análogamente cuando se desplace desde B hasta A será e = eA - eB = 20 - 50 = -30 m. Cuando
saliendo de C llegue a A, la posición inicial será C y la final A con lo que e = eA - eC = 20 - (-20) =
40 m. Finalmente, cuando se desplace de B a C, la posición inicial será B y la final C, de modo que
el desplazamiento sobre la trayectoria será, en este caso: e = eC - eB = -20- 50 = -70 m.

¿Cuánto valdrá la distancia recorrida en cada uno de los cuatro casos anteriores?

En el primero se mueve en un solo sentido (positivo) y la distancia recorrida es 30 m, es decir, su


valor coincide con el cambio de posición. Sin embargo entre B y A la distancia recorrida es también
30 m mientras que el cambio de posición es -30 m. Análogamente ocurre en el cuarto caso, en el
que la distancia recorrida es de 70 m pero el cambio de posición es negativo (-70 m). Como una
distancia recorrida no puede ser menor que 0 (es decir, negativa), hay que concluir que el cambio de
posición sobre la trayectoria y la distancia recorrida, solo coinciden cuando el cuerpo se mueve en el
sentido escogido como positivo.

Existen también otras situaciones más complejas, como ocurre cuando se produce un cambio de
sentido, en las que el cambio de posición puede ser también negativo o, incluso, valer 0 (cuando el
móvil vuelve al punto de partida), que serán tratados en el curso próximo. Aquí nos limitaremos a
estudiar movimientos que se producen a lo largo de una trayectoria conocida y en un solo sentido.

1.3. ¿Cómo medir la rapidez con la que un cuerpo cambia de posición?

Cuando consideramos el movimiento, por ejemplo, de un coche que circula por una carretera de-
terminada, no sólo nos interesa saber que ha ido de una ciudad a otra, sino también lo rápida-
mente que se ha desplazado, es decir, lo rápido que ha cambiado de posición.

A.5. Un corredor C tarda 8 segundos en realizar un cambio de posición de 80 m. Otro corre-


dor D tarda 8 segundos en realizar un cambio de posición sobre la trayectoria, de 40 m. ¿Cuál
de los dos ha ido más rápido?¿Por qué?

En principio, podemos decir que el C se ha movido más rápido que el D. Concretamente, como
en el mismo tiempo el cambio de posición es dos veces mayor, podemos decir que la rapidez
desarrollada por C ha sido el doble que la de D. Es decir: A igual tiempo, cuanto mayor sea el
cambio de posición, mayor será la rapidez.

A.6. Un ciclista A experimenta un cambio de posición sobre la trayectoria de 400 m en 20 s,


mientras que otro B realiza el mismo cambio de 400 m en 10 s. ¿Cuál de los dos ha ido más
rápido?¿Por qué?

En principio podemos decir que la rapidez de B ha sido doble que la desarrollada por A, ya que
ha hecho el mismo cambio de posición en la mitad de tiempo. Es decir: A igualdad de cambio de
posición, cuanto menos tiempo se tarde en hacerlo, mayor será la rapidez.

A.7. Inventad razonadamente una definición operativa (una fórmula) que sirva para calcular la
rapidez con la que se ha producido un cambio de posición. Tened en cuanta que esa magnitud
(la rapidez) deberá depender tanto del cambio de posición realizado, como del tiempo empleado
en hacerlo, tal y como hemos visto en las dos actividades anteriores.

176
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

De acuerdo con lo visto anteriormente, la expresión deberá ser tal que para un mismo intervalo
de tiempo, la rapidez deberá ser mayor cuanto mayor sea el cambio de posición realizado, mien-
tras que, para un mismo cambio de posición, la rapidez será mayor cuanto menor sea el tiempo
empleado en realizarlo.

Una expresión que cumple las condiciones anteriores es:

e e  e0
vm  o, lo que es lo mismo: vm 
t t  t0

Al cociente e/t, se le denomina rapidez media, se representa por vm y, en el sistema interna-


cional de unidades, se mide en m/s.

A.8. Un autobús realiza un cambio de posición de posición de 2 km en 80 s, mientras que un


vehículo todo terreno cambia su posición en 1800 m en 1 minuto. Hallad la rapidez media de
cada uno. Rdo. Autobús: 25 m/s. Todo terreno: 30 m/s.

A.9. Un móvil pasa por A, B y C cuando el reloj marca respectivamente 0, 4 y 10 segundos.


Calculad la rapidez media para los desplazamientos de A a B, de B a C y de A a C, sabiendo que
cada división equivale a 5 m.

Rdo. vm A B = 8'75 m/s; vm BC = 2'5 m/s; vm AC = 5 m/s

A.10. Un móvil pasa de la posición A a la posición B en 4 s. Sabiendo que cada división equiva-
le a 10 m, calculad el valor de la rapidez media.

Rdo. vm A B = -12'5 m/s

Los resultados de las dos actividades anteriores, permiten ver que la rapidez puede ser positiva o
negativa. El signo nos indica el sentido en el que se desplaza el móvil. Siempre que se desplace
en sentido positivo, la rapidez será positiva y siempre que se desplace en sentido negativo, la
rapidez será negativa.

A.11. ¿Qué significa una rapidez media de 5 m/s? ¿Quiere decir que el móvil ha avanzado siem-
pre 5 m cada segundo de su movimiento?

Evidentemente que no. Puede, por ejemplo, que al comienzo se moviera a más de 5 m/s y luego a
menos, o que se haya parado un momento, etc. Lo que nos proporciona la expresión anterior es

177
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

tan solo el valor medio de la rapidez. Dicho valor indica que si hubiese ido siempre a 5 m/s
habría tardado justo el mismo tiempo que ha empleado en realidad moviéndose con una rapidez
variable (unas veces mayor y otras menor que 5 m/s).

Como es lógico, cuando la rapidez es constante (no cambia) su valor medio coincidirá con el
valor en cada instante. En este caso particular el movimiento se denomina movimiento unifor-
me, sea cual sea la forma que tenga su trayectoria.

A.12. Un estudiante va directamente de su casa al instituto por un camino de 2’5 km en 35 mi-


nutos. Un ciclista va por una carretera de un pueblo a otro, distantes 51’3 km, en hora y media.
Un corredor de los 100 m lisos tiene su marca en 9’8 s. Calculad la rapidez media de cada uno
en unidades internacionales (m/s).

Rdo. 1’2 m/s, 9’5 m/s, y 10’2 m/s (estudiante, ciclista y corredor, respectivamente).

A.13. ¿Qué quiere decir que la rapidez de un móvil es de -5 m/s?

Una respuesta correcta sería que, de mantener constante dicha rapidez, la posición sobre la tra-
yectoria cambiaría disminuyendo 5 m cada segundo. En efecto, si “v” es negativa, de acuerdo
con su definición indicará que “e” es negativo (ya que el intervalo de tiempo t entre dos posi-
ciones sucesivas ha de ser siempre una cantidad positiva) es decir, que “e” está disminuyendo.

A.14. En diciembre de 2015 debido a la alta contaminación del aire se redujo la rapidez máxima
permitida en las vías de acceso a Madrid a 70 km/h. Se pide:
a) Elaborad un texto argumentativo indicando posibles ventajas y desventajas de esta medida,
razonando si se está a favor o en contra de la misma.
b) Un conductor que se desplazó 17'1 km por una de esas vías desde su casa hasta Madrid en 15
minutos, recibió días después una multa por exceso de rapidez. Tras realizar algunos cálculos
decidió recurrir la sanción, pero el juez (que sabía algo de física) se negó a quitársela. ¿Qué
argumentos pudo emplear cada uno para defender su postura? ¿Quién tenía razón?

Más que conocer la rapidez media, nos interesa conocer cuál es la rapidez a la que se desplaza
un móvil en cualquier instante. En cursos superiores, veremos cómo se puede hacer esto. Dicha
rapidez se llama rapidez instantánea y es la que marca en cada momento el velocímetro de los
vehículos. Como ya hemos indicado, solo cuando se circula siempre a la misma rapidez, su valor
medio y su valor en cada instante coinciden. Los ordenadores de muchos vehículos suelen calcu-
lar automáticamente los valores del desplazamiento, rapidez media, etc. y lo mismo ocurre con
otros dispositivos que utilizan muchos deportistas.

Generalmente los vehículos no suelen ir siempre con la misma rapidez. Pensemos, por ejemplo,
en un coche que se desplaza por una carretera. En un adelantamiento, puede que precise aumen-
tar mucho su rapidez en muy poco tiempo, en otro momento querrá detenerse, en otro solo frenar
un poco, etc. Además, no es lo mismo un coche capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 9 s que otro
que necesita 18 s.

Así pues, una magnitud de gran interés es lo deprisa que un móvil cambia de rapidez. Dicha
magnitud se denomina aceleración sobre la trayectoria o también aceleración tangencial y se
representa por el símbolo at.

178
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

1.4. Si cambia la rapidez ¿cómo calcular lo deprisa que se ha producido dicho cambio?
Concepto de aceleración sobre la trayectoria (o aceleración tangencial)

A.15. Un móvil A emplea 12 segundos en pasar de 0 a 100 km/h. Otro móvil B tarda 6 segun-
dos en realizar el mismo cambio de rapidez. ¿Cuál de los dos ha acelerado más?
La situación que se plantea en esta actividad tiene que ver con el llamado “reprise” de un vehículo.
En muchos folletos de propaganda de automóviles se da este dato como una de sus características
más importantes.
Es evidente que la aceleración experimentada por el móvil B será justo el doble que la acelera-
ción experimentada por el A ya que realiza el mismo cambio de rapidez en la mitad de tiempo.

A.16. Un móvil C en 5 s pasa de 30 m/s a 40 m/s, mientras que otro móvil D en 5 s pasa de 30
m/s a 60 m/s. ¿Cuál de los dos ha experimentado una mayor aceleración sobre la trayectoria?
En este caso, es evidente que D ha sufrido una mayor aceleración que C. Concretamente, como
en el mismo tiempo el cambio de rapidez es el triple, podemos decir que la aceleración sufrida
por D ha sido el triple que la correspondiente a C.

Parece claro que cuanto mayor sea el cambio de rapidez y menor el tiempo empleado en dicho
cambio, mayor será el valor de la aceleración sobre la trayectoria.

A.17. Inventad razonadamente una expresión que sirva para calcular lo deprisa que se ha pro-
ducido un cambio de rapidez. Tened en cuenta que esa magnitud (aceleración sobre la trayecto-
ria) deberá depender tanto del cambio de rapidez realizado, como del tiempo empleado en
hacerlo, tal y como hemos visto en las dos actividades anteriores.
En este caso los cambios de rapidez del coche y de la moto son diferentes y también lo son los
tiempos. Para poder comparar las aceleraciones bastará con dividir el cambio de rapidez de cada
uno por el tiempo empleado en dicho cambio. De esta forma tendremos lo mismo en los dos casos:
el cambio de rapidez realizado en una unidad de tiempo.
De acuerdo con lo visto anteriormente, la expresión deberá ser tal que para un mismo intervalo
de tiempo, la aceleración sobre la trayectoria deberá ser mayor cuanto mayor sea el cambio de
rapidez experimentado, mientras que, para un mismo cambio de rapidez, dicha aceleración será
mayor cuanto menor sea el tiempo empleado en realizarlo.
Una expresión que cumple las condiciones anteriores es:

v v  v0
at m  que también puede expresarse como: at m 
t t  t0

Al cociente v/t, se le denomina aceleración media sobre la trayectoria (o aceleración tan-


gencial media) y se representa por atm
Analizando la expresión anterior vemos que, efectivamente, cuanto mayor sea el cambio de rapidez
y menor el tiempo empleado, mayor será la aceleración y también que si no hay cambio de rapidez
(es decir, si v = 0), la aceleración media sobre la trayectoria será 0.
Como el numerador se mide en m/s y el denominador en segundos, la unidad en el sistema inter-
nacional para la aceleración será: 1m/s2 que se puede interpretar como la aceleración de un móvil
cuya rapidez aumente en 1 m/s cada segundo.

179
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

A.18. ¿Qué significa físicamente at = 5 m/s2? ¿Y at = -5m/s2?

A.19. Una moto aumenta su rapidez de 54 km/h a 90 km/h en 2 s, mientras que un coche cambia
su rapidez de 72 km/h a 180 km/h en 3 s. ¿Cuál pensáis que ha experimentado una mayor acele-
ración? Comprobadlo calculando su valor en cada caso en unidades internacionales (m/s 2).

Analizad si es cierta la siguiente afirmación: Cuanto mayor es la rapidez de un móvil, mayor es


su aceleración.

A.20. Un tren que viajaba a 90 km/h (valor absoluto) frena y tarda 10 s en detenerse. Se pide:
a) Dibujad un esquema de la situación, en el que se vea claramente el sistema de referencia y
criterio de signos escogido.
b) Calculad el valor medio de la aceleración sobre la trayectoria experimentada en la frenada.

Rdo. Suponiendo se mueve en sentido positivo: atm = -2'5m/s2

A.21. Describid cómo será el movimiento de un cuerpo cuya rapidez inicial es de 40 m/s y que se
mueve siempre con una aceleración de -10 m/s2. Dibujad una supuesta trayectoria conocida por
la que se desplaza y, de forma cualitativa, indicad mediante cruces posibles posiciones del cuer-
po durante los 4 primeros segundos, explicando qué le ocurre con el mayor detalle posible.

Una rapidez inicial de 40 m/s (positiva) nos indica que el cuerpo se está moviendo en sentido
positivo (los valores de la posición van aumentando). El que la aceleración sea negativa y valga
siempre -10m/s2 significa que cada segundo que la rapidez va disminuyendo de forma regular en
10 m/s cada segundo (va frenando). Por tanto, el cuerpo se moverá cada vez más despacio y su
rapidez será de 30m/s, 20 m/s, 10 m/s y 0 en los instantes 1 s, 2 s, 3 s, y 4 s, respectivamente.

Como vemos, cuando hayan pasado 4 s el cuerpo se para, pero si no perdiese la aceleración que
llevaba comenzaría a retroceder inmediatamente y su rapidez pasaría a ser de -10 m/s en el ins-
tante 5 s, de -20 m/s en el instante 6 s y así sucesivamente, moviéndose cada vez más deprisa,
mientras siguiese existiendo esa aceleración.

2. Posibles tipos de movimiento según el valor de la aceleración sobre la trayectoria

Conocer un movimiento que se realiza sobre una trayectoria conocida de antemano, significa
conocer los valores de la aceleración sobre la trayectoria, la rapidez y la posición en cualquier
instante de dicho movimiento. A continuación analizaremos qué casos se pueden dar.

a) Caso de que at = 0
Sabemos que si at = o durante un cierto intervalo de tiempo ∆t, eso supone que la rapidez o es
nula (el móvil está en reposo durante todo ese tiempo) o bien toma un determinado valor distinto
de 0 pero siempre el mismo (movimiento uniforme), también durante todo ese tiempo.

180
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

Por tanto, lo que caracteriza al movimiento uniforme es que at = 0, es decir, que la rapidez no cam-
bia, por lo que la rapidez en cualquier instante del movimiento (v), coincidirá con la rapidez media
de dicho movimiento (vm), es decir: vm = v en todo momento, con lo que podemos escribir:

e e  e0
v o, lo que es lo mismo: v 
t t  t0

con la que, conocidos dos estados cualesquiera del movimiento (posición y tiempo), podemos
conocer el valor de la rapidez del movimiento.

La expresión anterior se puede escribir también como: e  v  t , o bien: e  e0  v  (t  t 0 )

y despejando "e" de esta última, obtenemos: e  e0  v  (t  t 0 )

con la que, conocido un estado cualquiera del movimiento y el valor de la rapidez, podemos cal-
cular dónde se encontrará el móvil (la posición "e") en cualquier otro instante posterior "t".

Como ya hemos dicho, en todo movimiento uniforme, la rapidez no cambia (es constante) pero
la posición del móvil sí que cambia (se está moviendo), aunque lo hace siempre al mismo ritmo,
es decir, aumenta (o disminuye) siempre en la misma cantidad cada segundo transcurrido. Eso
significa que si marcáramos la posición del móvil a intervalos regulares de tiempo, podríamos
obtener figuras como las siguientes:

Los tres casos anteriores representan trozos de trayectorias de: un movimiento rectilíneo y uni-
forme, un movimiento curvilíneo y uniforme, y un movimiento circular y uniforme. En todos
ellos, at = 0 y, por tanto, la rapidez es constante, pero el que va por el tramo recto es el más lento
y el que va por el circular el más rápido. (En los tres casos los intervalos de tiempo considerados
son de la misma duración).

b) Caso de que la aceleración sobre la trayectoria no sea 0 y valga siempre lo mismo (a t = cte)

Al ser constante, el valor medio (atm) y el valor en cualquier instante (at) deben coincidir, es decir,
en todo momento (del movimiento en cuestión), se cumplirá que a tm = at, y por tanto, podemos
escribir que:

v v  v0
at  o, lo que es equivalente: at 
t t  t0

181
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

con la que, conocidos dos estados cualesquiera del movimiento (rapidez y tiempo), podemos
conocer el valor de la aceleración sobre la trayectoria.

La expresión anterior se puede escribir también como: ∆v = a t·∆t o bien: v  v0  at  (t  t 0 )

y despejando "v" de la última, obtenemos: v  v0  at  (t  t 0 )

con la que conocida la rapidez en un instante dado (t 0) y el valor de la aceleración sobre la tra-
yectoria, podemos calcular la rapidez con que se moverá en cualquier otro instante posterior "t".

Todos los movimientos en los que at = cte, se denominan uniformemente acelerados. En ellos
la rapidez sí que cambia, pero lo hace siempre al mismo ritmo, es decir: aumenta (o disminuye)
siempre lo mismo cada segundo. Eso significa que, conforme va transcurriendo el tiempo, el
objeto se mueve cada vez más rápido (o más despacio) y, por tanto, si marcáramos la posición
del móvil a intervalos regulares de tiempo, podríamos obtener figuras como:

Los tres casos anteriores representan trozos de trayectorias de un movimiento rectilíneo y uni-
formemente acelerado, un movimiento curvilíneo y uniformemente acelerado, y un movimiento
circular y uniformemente acelerado. Si suponemos que el sentido del movimiento es hacia la
derecha y en el circular en el sentido de las agujas del reloj, concluiremos que en el caso de la
trayectoria recta el objeto va cada vez más rápido, en el tramo curvilíneo va cada vez más lento y
en el tramo circular cada vez más rápido.

También puede ser que la aceleración sobre la trayectoria cambie con el tiempo (movimiento
variado), sin embargo este caso es más complejo y no lo vamos a estudiar aquí.

Un problema muy importante en el estudio de los movimientos es, una vez conocida la acelera-
ción sobre la trayectoria, poder determinar la rapidez y la posición del móvil en cualquier instan-
te. A continuación, veremos un modo sencillo de hacerlo.

3. Gráficas del movimiento uniforme

En primer lugar, conviene reflexionar acerca de la forma que deberían tener dichas gráficas

A.22. Supongamos un objeto que se desplaza con movimiento uniforme como, por ejemplo, el
representado en el esquema siguiente:

182
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

Elaborad de forma cualitativa unas posibles gráficas de: la aceleración sobre la trayectoria
frente al tiempo, la rapidez frente al tiempo, la posición frente al tiempo.

La actividad anterior debe servir para dejar claro que al ser nula la aceleración sobre la trayecto-
ria, su gráfica en función del tiempo será una línea horizontal que coincidirá con el eje de abcisas
(donde representamos los valores de t); por otra parte, como la rapidez siempre es la misma, las
gráficas de v frente a t en todos los movimientos uniformes, siempre van a ser líneas paralelas al
eje de abcisas. En cuanto a la posición, como para intervalos de tiempo iguales corresponden los
mismos cambios de posición, la gráfica de "e" frente a "t", siempre será una línea recta con cierta
inclinación, tanto mayor cuanto mayor sea el valor absoluto de la rapidez. La actividad también
ha de servir para comprender que dichas gráficas no representan nunca la trayectoria realmente
seguida por el móvil.

Veamos ahora un caso con valores numéricos:

A.23. Una persona realiza un movimiento curvilíneo y uniforme desplazándose con una rapidez de 2
m/s. Sabiendo que en el instante inicial t0 = 0 se encontraba en la posición e0 = 5m. Se pide:
a) Expresad las magnitudes características de este movimiento (a t, v, e).
b) Rellenad la siguiente tabla de valores:

e (m)
t (s) 0 1 2 3 4 5

c) Construid las gráficas correspondientes a la aceleración a t, la rapidez v y la posición e, en


función del tiempo.
d) Utilizando la gráfica de "e" frente a "t" construida, calculad la posición para t = 4'5 s y com-
probad que el valor de e coincide con el obtenido utilizando la ecuación correspondiente.

También podemos plantearnos el problema inverso: dada la gráfica de la posición frente al tiem-
po, averiguad a partir de la misma el valor de la rapidez con que se mueve.

A.24. La gráfica siguiente corresponde a un movimiento curvilíneo y uniforme. Se pide:

183
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

a) Posición del móvil en el instante inicial t0 = 0


b) Rapidez con que se mueve en cualquier instante
c) Dibujad una posible trayectoria en la que figure un origen de espacios, criterio de signos y la
posición del móvil en los instantes 0, 2, 4, 6 y 8 (todos ellos en segundos).

Para resolver la primera cuestión es suficiente observar en la gráfica la posición correspondiente


al instante t0 = 0. Si los hacemos veremos que es e 0 = 4 m, lo que significa que en ese instante
inicial el móvil se halla a 4 m del origen en el lado con valores positivos de la posición.

e
Podemos calcular la rapidez aplicando la expresión: v 
t
Para ello, basta con escoger un par de puntos cualesquiera de la recta representada, determinar
los incrementos de e y de t correspondientes y aplicar la expresión anterior, tal y como se mues-
tra en la figura siguiente para los puntos A y B.

Para el punto A: tA = 4 s y eA = 8 m
Para el punto B: t B = 6 s y eB = 10 m
Por tanto, ∆e = eB - eA = 10 - 8 = 2 m mientras que ∆t = tB - tA = 6 - 4 = 2 s

De modo que: v  e  2  1 m/s


t 2
Conviene comprobar que para cualquier otra pareja de puntos de la recta, habríamos obtenido el
mismo resultado de la rapidez.
Finalmente proponemos una posible trayectoria para este movimiento:

184
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

4. Estudio experimental del movimiento uniforme

A.25. Después de realizar algún ensayo, formulad alguna hipótesis respecto a qué tipo de movi-
miento puede corresponder el de una burbuja de gas que asciende por el interior de un tubo
lleno de agua coloreada.

A.26. Elaborad un posible diseño experimental que nos permita contrastar la hipótesis

Un diseño posible es utilizar tubos delgados de vidrio o plástico rígido transparente y abiertos
por ambos extremos, de entre 1'30 m y 1'50 m de longitud y 1 cm de diámetro. Cada tubo ha de
llenarse de agua ligeramente coloreada dejando una pequeña burbuja en su interior. Para medir la
posición se puede proceder a colocar las marcas oportunas con un rotulador indeleble en el tubo.
El tiempo se puede medir utilizando un cronómetro. Con unos tapones se cierra cada tubo
herméticamente por ambos extremos. Se hacen dos marcas equidistantes de ambos extremos,
para señalar el origen de espacios y se comienza a contar el tiempo cuando la burbuja pase por
una de dichas marcas (es decir, e0 = 0 para t0 = 0).

Para medir el tiempo podemos utilizar cualquier reloj digital que lleve un cronómetro in-
corporado, pero también es posible recurrir a medios más sofisticados, como sería el caso
de utilizar teléfonos móviles apropiados. En efecto, muchos teléfonos móviles tienen una
aplicación consistente en un cronómetro de sensibilidad de centésimas de segundo y op-
ción “vuelta” que permite medir el tiempo entre diferentes pulsaciones de pantalla. Esta
aplicación da la posibilidad de obtener datos espacio y tiempo sucesivos para una deter-
minada experiencia.

Otra posibilidad consiste en utilizar aplicaciones informáticas libres, en línea o descarga-


bles, que funcionan como cronómetros con la opción “vuelta”.

A.27. Realizad en el laboratorio el diseño propuesto y luego utilizad los datos obtenidos de
forma adecuada para poder contrastar la hipótesis.
185
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

A.28. En el caso de no poder llevar a cabo la experiencia, a continuación se indican los resulta-
dos obtenidos por un grupo de alumnos utilizando un tubo de plástico transparente de 120 cm de
longitud y 1 cm de diámetro, para que procedáis a su interpretación

e (cm) 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
t (s) 0 1,19 2,46 3,82 5,22 6,58 7,98 9,28 10,75 12,08 13,57

Con los datos de la tabla anterior se puede construir una gráfica como la siguiente:

En la gráfica anterior es fácil comprobar cómo los datos obtenidos se ajustan muy bien a una
línea recta que pasa por el origen, lo que, como ya sabemos, se interpreta diciendo que el movi-
miento de ascenso de la burbuja por el interior del tubo corresponde a un movimiento uniforme
(y en este caso, rectilíneo). Una cuestión importante es calcular la rapidez correspondiente.

A.29. Utilizad la gráfica construida para determinar la rapidez con la que asciende la burbuja.

Conviene que los alumnos, antes de tratar los datos informáticamente, aprendan a realizar un
ajuste cualitativo manual de los puntos experimentales trazando una recta que pase lo más cerca
posible del mayor número de puntos y que luego calculen, también manualmente, el valor de la
pendiente.

Posteriormente, pueden aprender a manejar un programa informático adecuado para el tratamien-


to de los datos obtenidos, como el utilizado en la construcción de la gráfica anterior (Excel). Di-
cho programa ya nos proporciona la rapidez correspondiente al movimiento, ya que ésta coincide
con el valor de la pendiente de la recta (que sale automáticamente) y que, en el caso analizado,
resultó ser:
v = 7'48 cm/s

186
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

5. Gráficas del movimiento uniformemente acelerado

Igual que hicimos con el movimiento uniforme, vamos a reflexionar primero sobre la forma que
deberían tener las gráficas.

A.30. El esquema siguiente representa el movimiento de un cuerpo que se desplaza con un mo-
vimiento curvilíneo uniformemente acelerado. En él se indican 5 posiciones sucesivas del móvil
a intervalos iguales de tiempo.

Representad de forma cualitativa posibles gráficas de la aceleración sobre la trayectoria frente


al tiempo, de la rapidez frente al tiempo y de la posición frente al tiempo.

Del esquema anterior, es fácil darse cuenta de que en este caso el cuerpo se mueve en el sentido
escogido como positivo (por lo que la rapidez será positiva).

Por tratarse de un movimiento uniformemente acelerado, la aceleración tangencial o aceleración


sobre la trayectoria, es constante (vale siempre lo mismo) y es la causa de que la rapidez aumen-
te regularmente con el tiempo, de forma que el cuerpo se desplaza cada vez más deprisa y, por
eso, los cambios de posición son cada vez mayores.

Al ser la rapidez positiva e ir aumentando, la aceleración sobre la trayectoria también será positi-
va, por lo que la gráfica de at frente al tiempo será de la forma:

Vemos como, al ser at constante, vale igual en cada instante y por eso, la gráfica sale una línea
horizontal paralela al eje de abcisas.

Ya hemos visto que al ser la at constante, la rapidez varía regularmente con el tiempo, es decir, a
cada intervalo de tiempo igual, le corresponde el mismo cambio de rapidez. Si suponemos que
para t0 = 0 la rapidez es v0, la gráfica será, pues, como la siguiente:

187
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

En ella podemos ver que a intervalos de tiempo iguales la rapidez aumenta lo mismo, es decir, v,
va aumentando linealmente con el tiempo. En los movimientos uniformemente acelerados, las
gráficas de "v" en función de "t" son trozos de rectas más o menos inclinadas.

Sin embargo, como el cuerpo se mueve cada vez más deprisa, a sucesivos intervalos iguales de
tiempo, ∆t, les irán correspondiendo cambios de posición ∆e, cada vez mayores, con lo que la
gráfica de la posición, e, frente al tiempo, t, deberá contemplar este hecho, tal y como se muestra
en la figura siguiente.

En la figura adjunta para mayor clari-


dad no se han indicado la posición ini-
cial e0 = 0 y el instante inicial t0 =0,
que coinciden con el origen de coorde-
nadas de la gráfica.

Como puede verse fácilmente, los


cambios de posición experimentados
por el móvil a intervalos de tiempo
iguales, son cada vez mayores. En los
movimientos uniformemente acelera-
dos, las gráfica de "e" en función de "t"
son fragmentos de parábolas.

Durante este curso nos limitaremos a estudiar las gráficas de v frente al tiempo para el movi-
miento uniformemente acelerado, dejando para otros cursos posteriores de física la ecuación y
las gráficas de e en función del tiempo (de mayor complejidad).

En ocasiones, interesa utilizar las gráficas de un movimiento para explicar cómo es dicho movi-
miento. En la actividad siguiente veremos un ejemplo.

188
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

A.31. Un vehículo se mueve a lo largo de


una trayectoria recta. Al representar la
rapidez con que lo hace frente al tiempo, se
ha obtenido la gráfica adjunta. Se pide:
a) Describir con el mayor detalle cada
tramo, explicando que le pasa en cada uno
a la aceleración sobre la trayectoria y a la
rapidez.

b) Calculad el valor de la aceleración sobre la trayectoria en cada tramo, y representad, en una


misma gráfica, la at en función del tiempo para todo el movimiento.
c) Dibujad (sin utilizar valores numéricos) una posible gráfica e-t sabiendo que para t0=0, e0 = 0.
d) Dibujad una posible trayectoria y sobre ella indicad de forma cualitativa las sucesivas posi-
ciones del móvil cada segundo para todo el movimiento.

a) En el primer tramo (izquierda de la figura), vemos que el móvil partió del reposo (para t 0=0,
v0=0) pero que la rapidez va aumentando linealmente con el tiempo, así que la aceleración sobre
la trayectoria será constante y positiva (movimiento uniformemente acelerado), hasta que para
t=4 s alcanza una rapidez de 20 m/s y la mantiene constante ( at = 0, movimiento uniforme) du-
rante 5 s más.

v
b) Para calcular los valores de at aplicaremos la expresión at  en cada tramo:
t
v 20  0
Primer tramo: at   = 5 m/s2 ,
t 40

lo que significa que la rapidez aumenta en 5m/s cada segundo.

v 20  20
Segundo tramo: at   0
t 94

lo que significa que la rapidez vale siempre lo mismo (movimiento uniforme).

De acuerdo con los valores anteriores, la gráfica que se demanda en el enunciado sería:

A continuación, y de forma cualitativa, se propone una posible gráfica e = f(t). Para construirla,
hemos tenido en cuenta el tipo de movimiento en cada tramo, lo que nos lleva a establecer que,

189
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

para intervalos iguales de tiempo, en el primer tramo los ∆e serán cada vez mayores, mientras
que en el segundo tramo (movimiento uniforme) serán iguales.

d) Para terminar, utilizaremos lo que sabemos sobre el movimiento para señalar. de forma cuali-
tativa, la posición del móvil sobre la trayectoria a intervalos regulares de tiempo.

En la figura anterior podemos ver el cómo en el primer tramo el cambio de posición es mayor
cada segundo transcurrido (entre t0 = 0 y t = 4s), mientras que en el segundo tramo todos los
cambios de posición son iguales (entre t = 4s y t = 9s).

Insistimos de nuevo, para que no se confunda ninguna de las gráficas anteriores (v-t y e-t), con la
trayectoria por donde se desplaza el móvil.

6. Concepto de velocidad

Lo que hemos visto hasta aquí es útil para estudiar movimientos que se realizan siguiendo una
trayectoria sobre la cual podemos medir fácilmente la posición, una trayectoria que conocemos
de antemano, como una carretera, la vía de ferrocarril o el lanzamiento de un cuerpo vertical-
mente hacia arriba. Así, el cuentakilómetros de un coche y el velocímetro nos proporcionan con-
tinuamente los valores de su posición (respecto de un origen determinado) y de la rapidez con
que se mueve, independientemente de que la carretera sea recta o con curvas.

Sin embargo no siempre es así y hay casos en los que no se puede medir sobre la trayectoria co-
mo ocurre con el movimiento de los planetas en torno al Sol o simplemente con un tiro horizon-
tal. En tales situaciones resulta muy útil el uso de magnitudes vectoriales como son el vector de
posición, la velocidad y el vector aceleración. En este curso nos limitaremos a introducir, de forma
cualitativa, el vector velocidad.

190
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

La velocidad instantánea o velocidad con que se mueve un cuerpo en un instante dado se repre-
senta por un vector o flecha, tangente a la trayectoria, orientado siempre en el sentido en que se
mueve el cuerpo y cuyo módulo (tamaño), coincide siempre con el valor absoluto de la rapidez

en ese instante. Decimos entonces que la velocidad v , (al contrario que la posición e, la rapidez
o la temperatura) es una magnitud vectorial.

El concepto de velocidad es más potente que el de rapidez, porque sirve para estudiar todo tipo
de movimientos y no sólo los que se realizan a lo largo de una trayectoria ya conocida. Al repre-
sentarse por medio de una flecha orientada, nos indica no sólo lo aprisa que el cuerpo está cam-
biando de posición sino también la dirección y sentido en que se mueve en ese instante. El hecho
de que en el lenguaje cotidiano se utilicen ambos términos indistintamente se debe a que los va-
lores instantáneos de las dos magnitudes coinciden siempre numéricamente (si prescindimos del
signo de la rapidez).

A.32. En una prueba automovilística se ha controlado la rapidez que lleva un coche en diversos
instantes según se indica en la figura y en la tabla adjunta.

Posición A B C D
Rapidez (km/h) 50 100 150 200

Dibujad en cada una de las posiciones marcadas un vector representativo de la velocidad con
que se mueve el coche en cada una de ellas.

La velocidad es una magnitud que puede cambiar su valor (módulo), su dirección y su sentido,
como se muestra en la actividad siguiente. En la actividad debe haber quedado claro que la longi-
tud de un vector representa su módulo (que nunca podrá ser un número negativo porque no hay

longitudes negativas). Por tanto, el vector vD , por ejemplo, deberá tener una longitud doble que
 
v B y cuádruple que v A .

A.33. En otra prueba destinada a averiguar el consumo de gasolina y el comportamiento en ca-


rretera de un nuevo modelo de coche, se le sometió a las siguientes situaciones:
a) Ir siempre a 100 km/h por una pista circular.
b) Ir siempre a 150 km/h por una carretera recta.
c) Ir siempre a 50 km/h por una carretera con curvas.
d) Ir a 200 km/h por una carretera recta y frenar hasta parar.
Proceded a construir los esquemas apropiados para cada caso incluyendo, en cada uno de ellos,
tres vectores representativos de la velocidad en otras tantas posiciones y explicando en qué se
diferencian unos de otros.

La realización de lo que se pide en la actividad debe llevar a construir cuatro esquemas de forma
que en el primero (caso a) se vean tres vectores del mismo módulo pero con distinta dirección
(movimiento circular y uniforme), destacando que en este caso la velocidad sólo va cambiando

191
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

de dirección; en el segundo esquema los tres vectores velocidad tendrán el mismo módulo y
también la misma dirección y sentido, es decir, en el caso b, la velocidad no cambia en nada, es
constante (movimiento rectilíneo y uniforme); en el tercero la trayectoria no es circular ni rectilí-
nea pero el módulo de la velocidad es constante (movimiento uniforme); finalmente en el cuarto
(caso d) la velocidad no cambia de dirección (la trayectoria es recta) pero sí de módulo (va dis-
minuyendo) por lo que cada vector deberá ser más pequeño que el anterior.

7. ¿Cómo conseguir que un cuerpo cambie de velocidad?

Son muchas las situaciones en las que nos interesa mucho cambiar la velocidad de un cuerpo.
Podemos pensar, por ejemplo, en distintos deportes como el fútbol, donde hay que cambiar la
velocidad del balón de modo que entre en la portería contraria; el baloncesto, donde se cambia la
velocidad de la pelota para que entre en la canasta; el tenis, donde en el saque, la pelota experi-
menta un gran cambio de velocidad; el paracaidismo, donde al abrirse el paracaídas se consigue
disminuir la velocidad de caída. También en el cambio de velocidad que necesariamente hay
que realizar cada vez que se conduce por una carretera con curvas (aunque se vaya despacio con
rapidez constante), en el despegue o aterrizaje de los aviones, en el movimiento de los planetas
en torno al Sol, el lanzamiento y puesta en órbita de satélites, etc.

A.34. Considerad los ejemplos anteriores y argumentad qué es lo que se necesita para que la
velocidad de un cuerpo cambie.
Si analizamos los ejemplos anteriores u otros similares, nos daremos cuenta de que para que la
velocidad de un cuerpo cambie es necesario que sobre él actúe una fuerza resultante. Es decir:
siempre que sobre un cuerpo se ejerce una fuerza resultante, su velocidad cambia. Fijémonos,
que lo contrario también es cierto: siempre que un cuerpo está en reposo o se mueve con veloci-
dad constante (movimiento rectilíneo y uniforme) es porque no actúa ninguna fuerza sobre él o
porque la resultante (suma) de todas las que actúan es nula (esto se conoce como primer princi-
pio de la dinámica).
Siempre que la velocidad con que se mueve un cuerpo cambie en algo (aunque sea sólo en
una cosa), decimos que sobre él se ejerce una fuerza resultante.

Antes de continuar, hemos de aclarar que la fuerza, al igual que la velocidad, también es una
magnitud vectorial (no solo basta con conocer su valor sino que también nos interesa saber en
qué dirección y sentido actúa) y, por tanto, cualquier fuerza se puede representar por medio de
una flecha orientada (vector), cuyo tamaño sea proporcional al valor de dicha fuerza. En la figura
siguiente hemos representado la fuerza que tira del carro mediante un vector de color rojo.

F

La unidad internacional en que se mide la fuerza es el newton (N). Para tener una primera idea
de lo que significa, basta tener en cuenta que 1 kg de masa en la superficie de la Tierra pesa,
aproximadamente, 10 N (y, por tanto, 100 g de masa pesan aproximadamente 1 N). Podemos
plantearnos ahora hacia donde habrá de ejercerse la fuerza resultante para conseguir que la velo-
cidad cambie de la forma que nos interese.

192
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

A.35. Como sabemos, la velocidad de un móvil puede cambiar tanto en módulo como en direc-
ción. Supongamos un vehículo que va por una carretera recta aumentando constantemente su
velocidad. Señalad hacia donde iría el vector fuerza resultante y dibujadlo. Ídem para el caso de
otro que disminuya de velocidad.

En ambos casos la trayectoria es rectilínea y el móvil se desplaza en el mismo sentido, por lo que
el vector velocidad no cambia de dirección ni sentido. Sin embargo en el primero el módulo de la
velocidad va aumentando, mientras que en el segundo va disminuyendo. Para que esto pueda
ocurrir, sobre el camión de bomberos deberá estar actuando una fuerza resultante en la misma
dirección y sentido que la velocidad, mientras que sobre el coche de carreras será al contrario y
la fuerza resultante deberá frenarlo y, por tanto, deberá tener sentido contrario a la velocidad

A.36. De acuerdo con los resultados de la actividad anterior, señalad a título de hipótesis, qué
dirección deberá tener el vector fuerza, para que cambie sólo la dirección de la velocidad pero
no se modifique su valor.

En la actividad anterior hemos visto que cuando el vector fuerza tiene el mismo sentido que el
vector velocidad, el módulo de la velocidad aumenta (y la dirección no cambia). Por el contrario,
cuando el vector fuerza tiene sentido opuesto a la velocidad, sucede que el módulo de la veloci-
dad disminuye (y la dirección tampoco cambia).

Podemos pensar pues que para que sólo cambie la dirección de la velocidad sin que lo haga su
valor (su módulo), el vector fuerza deberá ser perpendicular en todo momento al vector veloci-
dad. De esta forma, nada de esa fuerza se puede emplear en aumentar ni en disminuir el módulo
del vector velocidad, sino tan sólo en cambiar continuamente la dirección de este vector o, lo que
es equivalente: la dirección en que se mueve el cuerpo.

193
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

En la figura anterior hemos representado el caso de un objeto que se mueve sometido a una fuer-
za de módulo constante y perpendicular en todo momento al vector velocidad. De esa forma na-
da de la fuerza empuja al objeto hacia adelante y tampoco nada lo frena. Se trata de un movi-
miento circular y uniforme. En este movimiento el módulo de la velocidad no cambia, por tanto
la rapidez es constante y la aceleración sobre la trayectoria es nula. Como la velocidad está cam-
biando continuamente de dirección debe haber una fuerza responsable de dicho cambio, dirigida
como hemos visto hacia el centro de la circunferencia (por lo que recibe el nombre de fuerza
centrípeta).

A.37. Atad un objeto pequeño (por ejemplo, una arandela) a un hilo fino y sobre una superficie
lisa fijad el otro extremo del hilo (por ejemplo, con un dedo). Tensad el hilo y, a continuación,
golpead el objeto con un dedo de la otra mano. Observad el movimiento del objeto y explicadlo.

A continuación, estudiaremos algunas fuerzas de especial interés.

8. La fuerza gravitatoria en el universo

A.38. ¿A qué puede deberse el peso de los cuerpos sobre la Tierra? ¿Y la fuerza que actúa sobre
la Luna para que gire alrededor de la Tierra con un movimiento aproximadamente circular y
uniforme?

Fue Newton (uno de los científicos más grandes de la historia) quien en el siglo XVII formuló la
idea de que tanto el peso de los cuerpos como la fuerza que actúa sobre la Luna, se debían a la
misma causa: a que la Tierra ejercía una fuerza de atracción sobre ellos, a la que llamó fuerza
gravitatoria. Dicha fuerza no actúa solamente entre la Tierra y los cuerpos que se hallan
próximos a ella, sino que afecta a cualquier pareja de objetos por el solo hecho de tener masa,
ya sean tan pequeños como átomos o tan grandes como planetas o estrellas. Se trata, pues, de una
fuerza universal y que se ejerce a distancia, sin necesidad de que exista contacto entre los
cuerpos que la experimentan.

Como la Luna describe un movimiento prácticamente circular y uniforme alrededor de la Tierra,


la fuerza gravitatoria con que la Tierra la atrae será una fuerza centrípeta. El peso de un cuerpo
situado en el suelo o a una cierta altura, es como hemos dicho, la fuerza gravitatoria con que
dicho cuerpo es atraído por la Tierra y se representa por un vector (ya que es una fuerza) con
origen en el cuerpo y dirección y sentido hacia el centro de la Tierra.

194
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

Así pues, la fuerza gravitatoria es universal, siempre de atracción, y se debe a la masa


análogamente a como la fuerza eléctrica se debe a la carga). De las fuerzas existentes en la
naturaleza, la gravitatoria es la más débil, por eso para que se note la fuerza gravitatoria entre dos
cuerpos, hace falta que al menos uno de ellos tenga una masa muy grande (como es el caso de un
planeta).

A39. ¿De qué dependerá la fuerza gravitatoria con que se atraen dos cuerpos? Formulad
hipótesis respecto a esta cuestión y también acerca de cómo pueden influir los factores
considerados en que el valor de dicha fuerza sea más o menos grande.

Cabe pensar que dependa de las masas y también de la distancia a que las separa, de forma que
cuanto mayores sean las masas y menor sea la distancia, mayor será la fuerza de atracción
gravitatoria entre ambas. Newton obtuvo que el valor de esa fuerza venía dado por la expresión:

m1  m2
F  G
r2

Dicha expresión se conoce como ley de Newton de la gravitación universal. En ella, G es una
constante universal (no depende del medio en que se hallen los cuerpos), m1 y m2 son las masas
de los objetos (considerados como puntuales) y r es la distancia existente entre ambos. En
unidades internacionales, sabemos que la masa se mide en kg y la distancia en m. En ese caso, el
valor de G resulta G = 6'67·10-11 N·m2/kg2. Como podéis ver es un valor pequeñisimo, lo que
explica que la fuerza gravitatoria sea la más débil de las fuerzas presentes en la naturaleza.

A.40. Utilizando la expresión anterior, calculad con qué fuerza gravitatoria se atraerán dos
objetos de 1 kg de masa cada uno separados 1 m. A continuación comentad el resultado
obtenido y explicad el significado físico de la constante de gravitación universal G.
Rdo. F = 6'67·10-11 N. Un valor extraordinariamente pequeño. El valor de G coincide con el de
la fuerza gravitatoria con que se atraen dos masas de 1 kg cada una separadas por 1 m de
distancia.

Existe una magnitud que podemos denominar intensidad gravitatoria que tiene un valor distinto y
característico para cada planeta o astro en general. Se representa por "g" y su valor coincide con
el de la fuerza con que ese astro atraería a un objeto de 1 kg de masa. En unidades
internacionales se mide en N/kg. En la superficie de la tierra, por ejemplo, g = 9'81 N/kg, lo cual
significa que cada kg de masa situado sobre el suelo es atraído por la Tierra con una fuerza de
9'81 N (es decir, pesa 9'81 N). Conforme nos vamos alejando de la Tierra (o de cualquier otro
planeta) el valor de g va disminuyendo, aunque nunca llega a anularse del todo. En la estación
espacial internacional, por ejemplo, que se encuentra a unos 350 km de la superficie terrestre, g
vale aproximadamente 8'81 N/kg.

A.41. Proponed una expresión que sirva para calcular el peso de cualquier cuerpo situado sobre
la superficie terrestre.

De acuerdo con el párrafo anterior, un cuerpo de 2 kg de masa pesaría 2·9'81 (N), uno de 3 kg
de masa pesaría 3·9'81 (N)… y así sucesivamente, de modo que, en general, podemos escribir:

P = m·g

195
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

como la expresión adecuada para obtener el peso de un cuerpo de masa m. Aunque la hemos
deducido para el caso de la superficie terrestre, esta expresión tiene una validez general, sin más
que utilizar en ella el valor de g correspondiente al punto donde nos encontremos.

A.42. Calculad el peso de una persona cuya masa es de 60 kg y que se encuentra sobre la
superficie de la Tierra. Rdo. P = 588'6 N

A.43. En la tabla se dan los valores aproximados de la intensidad gravitatoria en la superficie


de algunos astros. Calculad lo que pesaría una persona de 60 kg de masa si pudiera situarse en
la superficie de cada uno de ellos y comparad los resultados con el de la actividad anterior.

Astro Luna Venus Marte Júpiter Neptuno Sol


g (N/kg) 1'6 8'9 3'7 23'1 11'0 274'0

Ya hemos comentado antes que la fuerza gravitatoria con que la Tierra (y en general cualquier
astro) atrae a un objeto, va disminuyendo conforme nos vamos alejando de ella debido a que la
intensidad gravitatoria es cada vez menor. Por tanto, el peso (terrestre) de un cuerpo es la fuerza
con que dicho cuerpo es atraído por la Tierra y no una propiedad del mismo. Sin embargo, hay
algo que no cambia esté el cuerpo donde esté. A esa propiedad de un cuerpo que vale lo mismo
esté en la superficie de la Tierra, de la Luna, Marte o en el espacio intergaláctico y que no
cambia aunque se caliente o se enfríe, se le denomina masa.
Fijémonos que la unidad internacional para medir la masa es el kg y para medir el peso el N.
En la superficie de la Luna un objeto pesaría aproximadamente la sexta parte de lo que pesa en la
superficie de la Tierra, pero su masa sigue siendo la misma.
En el lenguaje habitual no se distingue entre la masa y el peso y se habla, por ejemplo, de que
una persona pesa 60 kg. Sin embargo, en un contexto científico hemos de expresar el peso en N
y nunca en kg. El que una persona "pese" 60 kg se debe interpretar como que su peso es como el
de un objeto de 60 kg de masa.

A.44. ¿Qué pesa más, 1 kg de plomo o 1 kg de porexpán ("corcho blanco") para embalar?
Si habéis comprendido bien la diferencia entre masa y peso, debéis haber contestado que ambos
pesan lo mismo (colocados en el mismo lugar), porque su masa es la misma. Concretamente:
P = m·g = 1·9'81 = 9'91 N
Otra cosa es que 1 kg de corcho blanco ocupará mucho más espacio (tiene un volumen mucho
mayor) que 1 kg de plomo.

La fuerza de la gravedad es el "cable" que mantiene sujetos los planetas en su giro alrededor del
Sol, evitando que se escapen. Concretamente, la Tierra gira en torno al Sol a una distancia media
de unos 150.000.000 km. También la que mantiene la Luna a una distancia media de la Tierra de
unos 384.000 km dando vueltas alrededor de ella a razón de una vuelta cada 27'3 días.

196
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

Nuestro sistema solar tiene un diámetro de más de 5000.000.000 km. Sin embargo, el Sol no es
sino una estrella corriente de las entre 200.000 millones y 400.000 millones de estrellas que con-
forman nuestra galaxia. Girando alrededor de muchas de esas estrellas hay también planetas y se
calcula que habrá decenas de miles de millones de planetas solo en nuestra galaxia (ya se han
detectado miles de ellos) formando parte de muchos otros sistemas solares.

Cuando hablamos de estrellas, hemos de tener en cuenta que existe una gran variedad en cuanto
a su masa, tamaño, brillo, etc. El volumen ocupado por nuestro Sol, por ejemplo, es aproxima-
damente el que ocuparían 1000.000 de Tierras. Sin embargo hay estrellas tan grandes que dentro
de ellas cabrían más de 100.000.000 de soles como el nuestro. Como todas las estrellas están tan
lejos de nosotros, las vemos siempre como puntos brillantes por grandes que sean. Las distancias
son tan inmensas que no es útil medirlas en km y por eso, en su lugar, se utilizan otras unidades
como, por ejemplo, el año luz o distancia que recorre la luz en un año.

A.45. Sabiendo que la luz en el vacío se mueve aproximadamente a 300.000 km/s calculad la
distancia recorrida por un pulso de luz en un año.

Rdo. 1 año luz = 9'46 · 1012 km (es decir, más de nueve millones de millones de km).

Nuestra galaxia tiene un diámetro de unos 120.000 años luz y una forma lenticular. Si pudiéra-
mos reducir el tamaño de nuestra galaxia al tamaño de toda España, nuestro sol sería una pe-
queñísima bolita luminosa con un diámetro inferior a una diezmilésima de mm (haría falta un
buen microscopio para verlo). Todo ese conjunto enorme de estrellas gira lentamente en torno a
su centro (nuestro sol tarda unos 300 millones de años en dar una vuelta completa) y se mantiene
ligado gracias a la fuerza gravitatoria existente entre toda la materia que lo conforma. Las ga-
laxias del universo varían mucho en extensión y algunas llegan a alcanzar los 6 millones de años
luz de diámetro, con poblaciones superiores al billón de estrellas.

A.46. Averiguad cuánto tiempo tardaría una nave que viajase a 300.000 km/h en cruzar nuestra
galaxia de parte a parte.

Rdo. 432.000.000 años

La galaxia más próxima a la nuestra es la galaxia de la Andrómeda, situada a unos 2'5 millones
de años luz. Forma parte del Grupo Local al que pertenece también nuestra galaxia. Se trata del
objeto más lejano que se puede ver a simple vista. La podemos localizar en la constelación de
Andrómeda. Conviene reflexionar sobre esos 2'5 millones de años luz: Significa que cuando la
observamos, no la estamos viendo como es ahora mismo sino como era hace 2'5 millones de
197
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

años (el tiempo empleado por la luz desde que salió de ella hasta llegar a nuestros ojos). El uni-
verso es tan grande que cuando observamos un objeto muy lejano es como viajar al pasado. Los
científicos han podido detectar estrellas y galaxias a unos 13000 millones de años luz de noso-
tros, es decir, formadas poco después del origen de nuestro universo, lo cual ocurrió hace unos
13700 millones de años.

Nuestra galaxia (conocida como Vía Láctea), no está sola sino que forma parte de un grupo de
galaxias llamado Grupo Local. En general, las galaxias se agrupan en macroestructuras formadas
por decenas, cientos y, a veces, miles de ellas (cúmulos). Incluso hay organizaciones de varios
cúmulos (supercúmulos) que son las mayores estructuras conocidas del universo. Así pues, las
galaxias no están aisladas sino que se agrupan, interaccionan y deforman mutuamente debido a la
gravedad. No sabemos exactamente cuántas galaxias hay en el universo observable pero, con
mucha seguridad, hay cientos de miles de millones de ellas.

9. Efecto deformador de las fuerzas. Medida experimental del peso de un cuerpo

Las fuerzas no solo pueden cambiar la velocidad a la que se mueve un cuerpo (acelerarlo). Tam-
bién podemos utilizarlas para aplastarlos, estirarlos, romperlos y en general, para deformarlos.

A.47. Enumerad ejemplos cotidianos importantes en los que se utilicen fuerzas con el propósito
de cambiar únicamente la forma de algo con diversos fines.

Podemos pensar, por ejemplo, en el estiramiento de la cuerda de


un arco, para lanzar una flecha, en un escultor que moldea la arci-
lla con sus manos para hacer una estatua, un deportista que realiza
un salto con pértiga, una persona que salta desde un puente sujeta a
unas gomas elásticas, los músicos que hacen sonar instrumentos de
cuerda, saltar en una cama elástica, amasar pan, cambiar de peina-
do, etc.

Existen materiales que, en determinadas condiciones, se pueden deformar mediante fuerzas pero
que luego (a diferencia de otros, como el barro) recuperan su forma original. Dichos materiales
se denominan elásticos y con ellos se fabrican objetos como resortes, gomas, etc. Como acaba-
mos de ver, el peso es una fuerza y precisamente por eso, podemos aprovechar la elasticidad para
medir cuánto vale el peso de un cuerpo, como vamos a ver a continuación.

A.48. Enunciad alguna hipótesis acerca de los factores de los que dependerá el estiramiento
producido en un muelle sujeto del techo por uno de sus extremos, al colgar un objeto pesado en
el otro extremo. A continuación sugerid cómo cabe esperar que influyan dichos factores.

Cabe pensar que el estiramiento (x) que se produzca en el muelle respecto de su longitud inicial
(cuando aún no le hemos colgado nada), dependerá del peso (P) del objeto que se cuelga y de las
características propias del muelle (material de que esté hecho, longitud, grosor, número de espi-
ras, etc.). Para un muelle dado (con lo cual sus características son siempre las mismas), podemos
suponer que la deformación producida será mayor cuanto mayor sea el peso del objeto que se
cuelga. Incluso es posible concretar más y pensar que, posiblemente, si se aumenta el peso al
doble o el triple de su valor inicial, la deformación producida también se hará el doble o el triple
que la inicial. Si esto fuera así, diríamos que la deformación (x) producida es directamente pro-
porcional al valor del peso (P) del objeto que pende del muelle y podríamos utilizar esto para
fabricar un instrumento sencillo con el que medir el peso de un cuerpo.

198
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

P
La hipótesis anterior puede operativizarse como:  k (donde k es una constante).
x
Fijémonos que la expresión anterior nos dice que el cociente entre P y x siempre ha de valer lo
mismo. Eso significa que si cambiamos el peso, lo que se estira el muelle también cambiará, de
tal forma que el cociente siga valiendo lo mismo.

A.49. Elaborad un diseño experimental para contrastar la hipótesis anterior sobre la influencia
del peso en el alargamiento de un muelle determinado.

Un posible diseño es utilizar un mismo muelle elástico del que vamos a colgar distintos pesos,
midiendo lo que se alarga el muelle (respecto de su longitud inicial) para cada uno. Antes de
nada, conviene, no obstante, pensar en cómo medir cada cosa.

Para medir el peso, podemos utilizar tuercas o arandelas iguales y adoptar el peso de una de ellas
como unidad. Después basta con colgar dos, tres, cuatro… arandelas, con lo que el peso será dos,
tres, cuatro… veces el de una sola. Es decir, el peso del objeto que cuelga será así igual al núme-
ro de arandelas (1, 2, 3, 4…).

Para medir el alargamiento, podemos utilizar un muelle con el extremo visible y colocar a su
lado una regla milimetrada de manera que se pueda apreciar bien el alargamiento del extremo, tal
y como se muestra en la figura siguiente. La regla se puede mantener vertical simplemente utili-
zando un trozo de plastilina sobre el cual se coloca invertida.

P (U.A) x (cm)
0 0
1 x1
2 x2
3 x3
4 x4
5 x5

Los datos obtenidos se pueden recoger en una tabla como la anterior. Si la hipótesis es cierta, se
deberá cumplir que:
P
k
x
Para ver que los datos se ajustan a la ecuación anterior, podemos simplemente dividir cada valor
de P por el de x que le corresponda y comprobar que los resultados son muy parecidos (toda me-
dida siempre viene afectada de una cierta imprecisión), es decir:

P1 P2 P3
  …=k
x1 x 2 x 3

199
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

Otra posibilidad, científicamente más aceptable, es darse cuenta que la expresión anterior tam-
bién se puede poner como:
P kx
que corresponde, precisamente, a la ecuación de una recta. Por tanto, si al representar gráfica-
mente los valores obtenidos, los puntos se ajustan a una línea recta como la de la figura siguien-
te, habremos confirmado la hipótesis.

A.50. Por si no ha sido posible realizar la experiencia, se reproduce a continuación una tabla de
datos correspondiente a un grupo de estudiantes que sí pudieron realizarla. A partir de ella pro-
ceded a construir e interpretar la gráfica correspondiente.

P (U.A) 0 1 2 3 4 5
x (cm) 0 2'2 4'5 6'6 8'7 11'0

Numerosas investigaciones, realizadas en condiciones cuidadosamente controladas y de forma


muy rigurosa, coinciden con el resultado que hemos obtenido aquí:

Existe una proporcionalidad directa entre el valor de la fuerza peso con que la Tierra atrae al
objeto que cuelga y la deformación producida en el muelle.

En este resultado se basa la construcción de un instrumento


específicamente diseñado para poder medir con él de forma
directa el peso de distintos objetos. Se llama dinamómetro y
consiste esencialmente en un muelle con una escala incorpora-
da y un cursor que señala el peso o la fuerza (en general) que
se ejerce sobre el extremo en N.

Como es lógico, con un dinamómetro no se puede medir cual-


quier peso porque si se ejerce demasiada fuerza llega un mo-
mento en que se supera el límite de elasticidad del muelle y
este queda deformado de forma permanente.

200
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

10. La fuerza de rozamiento por deslizamiento y sus efectos

A.51. En la figura adjunta una persona empuja un bloque situado sobre una superficie horizon-
tal pero, a pesar de que cada vez hace más fuerza, no consigue moverlo. ¿Cómo interpretar este
hecho?

Algunas personas interpretan este hecho diciendo que la fuerza de rozamiento es mayor que la
fuerza con que se empuja. Sin embargo, si eso fuera así nos encontraríamos ante una situación
absurda ya que el objeto debería entonces moverse en sentido contrario a la fuerza que nosotros
le hacemos, porque la fuerza resultante (suma de todas las que actúan) iría hacia la izquierda.

Para explicar que el objeto no cambie de velocidad, hemos de admitir que la fuerza resultante
sobre él ha de ser 0; de esa forma si estaba en reposo continuará estándolo.

Así pues, mientras que el objeto no se mueva, la fuerza de rozamiento sobre él ha de valer
exactamente lo mismo en todo momento y ser de sentido contrario que la fuerza paralela al suelo
con que se le empuje. Es decir: podemos ir aumentando la fuerza con que empujamos al bloque,
pero mientras que este no comience a deslizar, la fuerza de rozamiento también irá aumentando
de modo que ambas fuerzas valgan lo mismo para que la fuerza resultante sea nula y no haya
cambio de velocidad (que seguirá siendo 0). Naturalmente esto no puede seguir indefinidamente
y llega un momento en el que la fuerza ejercida sobre el bloque supera el valor límite o máximo
que puede tener la fuerza de rozamiento actuante en esa situación. Justo en ese momento el blo-
que comenzaría a deslizar. En resumen: La fuerza de rozamiento por deslizamiento siempre ser
opone al deslizamiento del objeto sobre la superficie en que se encuentre y puede tomar infinitos
valores entre 0 y ese valor máximo a que nos hemos referido, de modo que mientras no consi-
gamos superar ese valor máximo, el objeto no comenzará a deslizar.

A.52. Diseñad una experiencia sencilla en la que podamos medir el valor límite o máximo de
una fuerza de rozamiento y llevadla a cabo.

Se puede pensar en la utilización de un dinamómetro apropiado y un objeto como un bloque si-


tuado sobre una superficie plana y horizontal. Se trata de enganchar el dinamómetro al bloque y

201
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

tirar haciendo una fuerza cada vez mayor. Si en el momento en que el bloque comienza a desli-
zar, medimos lo que marca el dinamómetro, ese será el valor límite buscado.

Si no hubiese ningún rozamiento, no nos costaría nada mover el bloque por pesado que fuera.
Cualquier pequeña fuerza paralela al suelo lo conseguiría ya que esa fuerza sería una fuerza re-
sultante no equilibrada por ninguna otra.

No obstante vivimos en un mundo en el que las fuerzas de rozamiento están presentes en la ma-
yoría de los fenómenos que observamos.

A.53. ¿Qué ocurriría si, de repente, desapareciesen las fuerzas de rozamiento?

Para empezar, no podríamos caminar, los coches parados no podrían arrancar, los vehículos en
marcha por una carretera se saldrían en cuanto intentasen tomar una curva y no podrían parar, no
habría estrellas fugaces, etc. Vemos, pues que las fuerzas de rozamiento tienen una gran impor-
tancia, aunque a veces nos interese mucho disminuirlas, como, por ejemplo, cuando añadimos
aceite lubricante a las máquinas para frenar el desgaste de sus piezas y disminuir la energía nece-
saria para su funcionamiento, cuando practicamos el esquí o cuando intentamos fabricar vehícu-
los cada vez más aerodinámicos.

A.54. ¿A qué puede deberse la fuerza de rozamiento?

Una primera aproximación, es relacionarla con la rugosidad o imperfecciones más o menos visi-
bles que existen tanto en el objeto como en la superficie sobre la que desliza. Pensamos que esas
imperfecciones encajan entre sí como los dientes de una sierra de modo que eso supone un im-
pedimento al movimiento y hace que el objeto en movimiento vaya frenando hasta pararse. El
hecho de que al lanzar un objeto por una superficie plana y horizontal este llegue tanto más lejos
cuanto más lisa sea dicha superficie y más pulido esté el objeto, parece confirmar esta idea.

En realidad, el estudio de las fuerzas de rozamiento es muy complejo. Su explicación a nivel


microscópico es muy diferente a la que se da cuando se habla de irregularidades que encajan
unas en otras. Cuando analizamos lo que ocurre a escala atómica encontramos interacciones en-
tre átomos de la superficie del objeto y otros átomos de la superficie sobre la que desliza, partí-
culas que no están quietas sino vibrando, roturas y formaciones de enlaces químicos, fuerzas
eléctricas, etc.

RECAPITULACIÓN

Para poder estudiar el movimiento de cualquier cuerpo necesitamos primero una serie de magni-
tudes con las que poder describirlo, tales como la posición (para decir donde está), la rapidez
(para decir lo deprisa que se mueve) o la aceleración sobre la trayectoria (para decir lo deprisa
que cambia su rapidez). Esto es lo que hemos hecho en la primera parte de este tema de intro-
ducción a los cambios mecánicos. Luego hemos estudiado dos tipos de movimiento muy impor-
tantes: el movimiento uniforme y el uniformemente acelerado. También hemos visto que para
cambiar la velocidad con que se mueve un cuerpo o para deformarlo, se precisa la acción de una
fuerza resultante y hemos estudiado dos tipos de fuerza de especial importancia: la fuerza gravi-
tatoria (que, entre otras cosas, gobierna los movimientos de los astros y nos ha permitido una
primera aproximación a cómo es el universo) y la fuerza de rozamiento.

202
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

8. EL MOVIMIENTO Y LAS FUERZAS. ACTIVIDADES DE REFUERZO

1. A partir de la gráfica adjunta se pide:

a) Qué tipo de movimiento es y rapidez con que


se realiza
b) Ecuación del movimiento
c) Construid la gráfica v = f(t)
d) Sobre una posible trayectoria en la que se
indique el origen de espacios y criterio de sig-
nos, señalad mediante cruces la posición del
móvil durante los 5 primeros segundos.

Rdo. a) MU, v = -2 m/s. b) e = 10-2t

2. Considerad los siguientes movimientos reales:

a) Un tren de alta velocidad que partiendo del reposo arranca con aceleración constante por una
vía recta hasta que alcanza una rapidez determinada que mantiene sin variar.
b) Un autobús que frena con aceleración constante hasta detenerse en un semáforo
Se pide: Dibujad las posibles trayectorias para ambos movimientos y marcad sobre ellas con
cruces las posiciones sucesivas a intervalos regulares de tiempo. Indicad el origen de espacios
escogido y criterio de signos. Dibujad las gráficas v = f(t) y e = f(t) para ambos

3. Los siguientes esquemas representan otros tantos movimientos, todos ellos correspondientes a
móviles que se desplazan con rapidez constante.

a)

b)

Considerando t0 = 0, dibujad las gráficas e = f(t) y v = f(t) para cada uno

203
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

4. La gráfica de un movimiento es la de la figura adjunta:

a) Obtened toda la información posible (cualitativa y cuantitativa) de dicho movimiento: tipo de


movimiento, valores de e0 y de t0, valor de la rapidez y de la aceleración sobre la trayectoria,
sentido en que se desplaza el móvil.
b) Sobre una posible trayectoria señalad mediante cruces la posición del móvil a intervalos igua-
les de tiempo.
c) Si continuase siempre con el mismo movimiento, ¿dónde se encontraría en el instante t = 50 s?
Rdo. c) e = 180 m

5. Un cuerpo de mueve constantemente a 3 m/s por una trayectoria rectilínea. Un observador


mira su cronómetro y constata que en el instante 2 s el móvil se encontraba a 10 m del origen de
espacios. Con todos estos datos, se pide:
a) Dibujad la trayectoria y señalad mediante cruces la posición del móvil en los instantes: 2, 3, 4,
y 5 (todos ellos en segundos).
b) Ecuación del movimiento e = f(t)
c) Construid las gráficas de v = f(t), at = f(t) y e = f(t)
d) Determinad la posición del móvil en los instantes tA = 4'5 s y tB = 20 s.
Rdo. d) eA = 17'5 m eB = 64 m

6. Respecto del movimiento de la trayectoria adjunta, sabiendo que el objeto se mueve siempre
hacia la derecha con una rapidez constante de 4 m/s y que cada división es 1 m, se pide:

a) Señalad mediante cruces tres posiciones para los instantes 2, 4 y 6 (todos en segundos).
b) Escribid la ecuación e = f(t) y comprobad con ella las posiciones señaladas en a).
c) Calculad la distancia total recorrida por el móvil durante los 10 primeros segundos
Rdo. c) D = 40 m

204
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

7. A partir de la gráfica adjunta, se pide:

a) Calcular la rapidez
b) Escribid la ecuación e = f(t)
c) Determinad la posición en los instantes t A = 3'2 s y tB = 25 s
Rdo. a) v = 2'5 m/s b) e = 10 + 2'5·t c) eA = 18 m y eB = 72'5 m

8. Respecto de la trayectoria de la figura, sabiendo que el objeto se mueve siempre hacia la iz-
quierda con rapidez constante de 5 m/s (en valor absoluto) y que cada división es 1 m, se pide:

a) Señalad mediante cruces tres posiciones para los instantes 1, 2 y 3 (todos en segundos).
b) Escribid la ecuación del movimiento e = f(t) y comprobad con ella las posiciones señaladas en
el apartado anterior.
c) Calculad la distancia total recorrida por el móvil durante los 7'5 primeros segundos
d) Construid las gráficas v = f (t) y e = f(t).

Rdo. c) D = 37'5 m

205
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

9. A continuación se reproduce un esquema de la Dirección General de Tráfico (de julio de


2015) en donde se detalla la distancia de reacción, la de frenado y la distancia total necesaria
para detener un coche (con frenos y neumáticos en buenas condiciones) por un conductor atento
y en buenas condiciones físicas, tanto en carretera seca como cuando está mojada. Analizad cui-
dadosamente toda la información proporcionada en dicho esquema y, a continuación, contestad
las siguientes cuestiones:

a) ¿Por qué la distancia de frenado aumenta tanto cuando la carretera está mojada y no lo hace la
distancia de reacción?
b) Sabiendo que en carretera seca cuando se circula a 140 km/h la distancia de reacción es de 39
m y la distancia de frenado de 87 m, utilizad estos datos y los del esquema (solo carretera seca)
para representar en un mismo gráfico (con distintos colores): la distancia de reacción, la distan-
cia de frenado y la distancia total de parada, frente a la rapidez del vehículo. A continuación ana-
lizad los resultados interpretando la forma de las líneas obtenidas.
c) ¿Cómo cambiaría todo si el conductor estuviese bebido o distraído y los neumáticos gastados?

10. Ordenad de menor a mayor los siguientes valores de la rapidez media (dados aleatoriamente):
a) 340 m/s, b) 0'1 km/min, c) 300 km/h, d) 0'01 km/s
Los valores anteriores corresponden a la rapidez media desarrollada por un corredor de los 100
m lisos, una persona que camina muy rápido, el sonido cuando viaja por el aire y un tren de alta
velocidad. Decid cuál es cada uno.

11. Un avión supersónico es aquél capaz de superar la


velocidad del sonido en el aire (340 m/s). Suponed que un
avión puede volar con una rapidez máxima 1152 km/h.
¿Sería un avión supersónico?

206
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

12. La gráfica siguiente representa cómo va cambiando la rapidez de un móvil con el tiempo.

Sobre una trayectoria recta, señalad mediante cruces la posición del móvil sobre la trayectoria a
intervalos regulares de tiempo y dibujad las gráficas e = f(t) y a t = f(t) correspondientes. (Consi-
derad que para t0 = 0, e0 = 0).

13. La gráfica siguiente representa cómo va cambiando la rapidez de un móvil con el tiempo.

a) Extraed la máxima información del movimiento (rapidez inicial, tipo de movimiento, valor de
la aceleración sobre la trayectoria y significado físico del mismo).
b) Calculad el valor de la rapidez en el instante t A = 7 s y en el instante tB = 20 s
c) Suponiendo que para t0 = 0, e0 = 0, representad cualitativamente la gráfica e = f(t).
a) at = 0'5 m/s2 b) vA = 3'5 m/s, vB = 10 m/s

14. Busca en el tema los valores de la intensidad de la gravedad en la superficie de la Tierra y de


la Luna. A continuación calcula cuántas veces pesarías más en la Tierra que en la Luna.

15. Hemos visto que la intensidad de la gravedad en la superficie de la Tierra tiene un valor me-
dio de 9'81 N/kg y que eso significa que cada kg de masa sobre el suelo es atraído hacia el cen-
tro de la Tierra con una fuerza de 9'81 N. También se sabe que el radio medio de la Tierra es de
6370 km. Utilizando la ley de Newton de la Gravitación Universal junto con los datos anteriores,
obtened el valor de la masa de la Tierra en kg. (G = 6'67·10 -11 U.I)

Rdo. mT  6·1024 kg

207
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

16. Utilizad la ley de Newton de la Gravitación Universal, para contestar las siguientes cuestiones:
a) ¿Qué le ocurre a la fuerza de atracción gravitatoria entre dos masas determinadas cuando la
distancia que las separa se hace el doble, el triple o el cuádruple?
b) Construid una gráfica (cualitativamente) de la fuerza de atracción gravitatoria entre dos masas
consideradas puntuales, en función de la distancia que las separa.

17. Explicad en qué consiste: una galaxia y un cúmulo. ¿A qué galaxia pertenece nuestro sol? ¿A
qué agrupación pertenece nuestra galaxia?

18. Suponiendo que la Tierra describe una órbita aproximadamente circular alrededor del Sol, de
unos 150.000.000 km de radio y sabiendo que emplea 1 año en dar una vuelta completa, calculad
la rapidez media de la Tierra en km/h.

19. El siguiente párrafo está extraído de un curso de dietética encontrado navegando por internet.
En él se ha cometido algún error desde el punto de vista de la física. Reescribid el párrafo de
forma que quede científicamente correcto.

El índice de masa corporal (IMC) es un indicador que estima para cada persona, a partir de su estatura y de su peso,
su grado de obesidad. La comparación del valor del índice de masa corporal de una persona con los de tablas crea-
das por Organizaciones Internacionales a partir de valores estadísticos permite conocer el rango de peso más saluda-
ble que puede tener esta persona. El IMC resulta de la división del peso del sujeto en kilogramos, por el cuadrado
de su estatura expresada en metros. Por ejemplo, para un hombre adulto, de 1.74 metros de estatura y 80 kilos de
peso el IMC es:
80
 26'4
1'742
Se considera que para personas adultas y sin excesiva masa muscular, entre 20 y 25 corresponde a un peso normal.
Así que, en este caso concreto habría un ligero sobrepeso.

20. Betelgeuse es una estrella gigante roja situada en la constelación de Orión. Se encuentra a
una distancia de unos 640 años luz de la Tierra y su radio es del orden de unos 900 radios solares
(valores medios aproximados).

Suponiendo formas perfectamente esféricas, calculad cuántas veces es mayor el tamaño (volu-
men) de Betelgeuse que el de nuestro sol.

Rdo. 729 millones de veces mayor

21. La estrella más cercana a la Tierra (exceptuando nuestro sol) se llama Próxima Centauri y se
halla aproximadamente a 4'2 años luz de nosotros. Suponiendo que dispusiéramos de una nave
capaz de alejarse de la Tierra hacia esa estrella con una rapidez constante de 50 000 km/h, calcu-
lad cuántos años se tardaría en llegar (v luz = 300 000 km/s, 1 año = 365 días). Rdo. 90720 años

208
2. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

22. Leed cuidadosamente el texto siguiente analizando los argumentos que se dan en contra de la
Teoría Heliocéntrica de Copérnico y tratad de rebatirlos aplicando los conocimientos de física
que habéis aprendido.

La Teoría de la Gravitación Universal vino a culminar el desarrollo de la Astronomía iniciado


por Copérnico 150 años antes que Newton y se puede considerar como un hecho decisivo en la
generalización de las leyes de la mecánica a todo el Universo. Es decir, supuso la extensión de
las leyes sobre el movimiento de los cuerpos, elaboradas según nuestras experiencias con objetos
terrestres, al movimiento de los astros. Para su elaboración Newton se basó en los trabajos reali-
zados por científicos anteriores y, particularmente, en la Teoría Heliocéntrica de Copérnico.

Al analizar el movimiento del Sol y las demás estrellas, la hipótesis más sencilla que se nos ocu-
rre es que la Tierra es el centro inmóvil del Universo y que el Sol, la Luna, los demás planetas y
las estrellas, giran a su alrededor a razón de una vuelta cada día. Se trata de un sistema “geocén-
trico” que recuerda al que elaboró Aristóteles y que estuvo vigente durante muchos siglos.

No obstante, si observamos durante un año la trayectoria seguida por un planeta como, por ejem-
plo, Marte (que puede verse a simple vista), resulta que su movimiento no parece circular sino
bastante más complicado sufriendo a veces cambios de dirección y retrocesos. Además se puede
ver que el algunas veces un mismo planeta es más brillante que otras. Todo ello es contradictorio
con la cosmología de Aristóteles según la cual los movimientos de los astros han de ser perfectos
(circulares) y su materia inmutable. A lo largo de la historia, los partidarios de la Teoría Geocén-
trica del Universo, idearon diversas modificaciones (a veces complicadas) para justificar los
inconvenientes que iban surgiendo. Copérnico fue contemporáneo de Colón y a él se debe la
formulación de la Teoría Heliocéntrica según la cual la Tierra y el resto de los planetas son los
que giran alrededor del Sol con movimientos circulares y uniformes. Sin embargo, aunque algu-
nos astrónomos utilizaron el nuevo sistema por su mayor simplicidad de cálculos, hubo de pasar
más de un siglo para que fuese aceptado. Entre otras objeciones se le hacían las siguientes:

 Lo que se observa es que el Sol sale por el este y se pone por el oeste. No se nota que la Tie-
rra se mueva. Si fuera así, Josué al conquistar la ciudad de Jericó tal y como se narra en la
Biblia no habría mandado detenerse al Sol sino a la Tierra.

 Si la Tierra girase en torno a su eje, dado su gran tamaño, debería hacerlo con gran velocidad
(hoy sabemos un punto del ecuador gira a más de 1500 km/h) ) y eso provocaría que los pája-
ros y las nubes se quedaran atrás. Además se pondría incandescente por el rozamiento con la
atmósfera.

 Si la Tierra describiera órbitas circulares alrededor del Sol y no al revés, tendría que hacerlo
con una velocidad enorme (en la actualidad sabemos que esa velocidad supera los 100.000
km/h) con lo que al dejar caer una piedra desde lo alto de una torre debería de caer mucho
más atrás porque mientras fuese por el aire, la torre, sujeta al suelo, avanzaría una gran dis-
tancia.

 Otro de los inconvenientes era que se necesitaría una fuerza colosal para mover un cuerpo tan
pesado como la Tierra alrededor del Sol (no se pensaba lo mismo de los astros a los que, re-
cordemos, se les atribuía una materia especial y sin peso).

A los argumentos anteriores había que añadir otro muy importante:

209
8. Movimientos, cambios de movimiento y fuerzas

El sistema de Copérnico suponía rechazar un cuidadoso orden jerárquico en el que todo estaba
perfectamente ensamblado. Implicaba además, ir contra las sagradas escrituras y relegar a la
humanidad de una posición central, privilegiada, en el centro del Universo, a ocupar uno más de
los planetas girando alrededor del Sol.

Finalmente, el hecho de que en el sistema de Copérnico, las estrellas se encontrasen a una dis-
tancia prácticamente infinita de la Tierra producía una gran inquietud en una sociedad dominada
por creencias religiosas en la que resultaba muy poco confortable imaginar el Infierno tan cerca
(bajo los pies, en el interior de la Tierra) y el Cielo tan lejos. La iglesia Católica estaba en contra
de la Teoría Heliocéntrica de Copérnico y prohibió la publicación y la lectura de sus obras.

210
9. ELECTRICIDAD

¿Cómo cargar eléctricamente los objetos? ¿Cómo mover la carga de un sitio a otro?

En este último tema vamos a estudiar una nueva propiedad de la materia. Se trata de una propiedad
que adquieren algunos objetos tras ser frotados y que les permite atraer a otros cuerpos muy ligeros,
tales como pequeños trozos de papel, plumas, pelos, etc. El conocimiento científico de esta
propiedad está asociado al surgimiento de uno de los campos de la Física que más influencia ha
tenido en el desarrollo de las condiciones de vida de toda la humanidad: la electricidad.

A.1. Valorad el papel representado por la electricidad en las condiciones de vida de la huma-
nidad, analizando las diferencias existentes entre una época en la que no existía y la actualidad.

La electricidad tiene hoy una importancia fundamental en múltiples aspectos de la vida cotidiana,
porque nos permite disponer fácilmente de energía para usos muy diversos donde y cuando
queramos A título de ejemplo, podemos señalar algunas aplicaciones relevantes:

Conseguir determinados cambios que nos interesen, como limpiar la ropa (lavadoras), impe-
dir que la comida se estropee rápidamente (frigoríficos), cocer el pan (hornos eléctricos), habitar
pisos altos (ascensores), cocinar alimentos (cocinas de vitrocerámica), etc.

Medios de comunicación e informáticos: teléfono, móviles, fax, radio, televisores, impresoras,


fotocopiadoras, videos, ordenadores, etc.

JCA y AOG

211
8. Electricidad

Producción de luz, energía y sonido: estufas eléctricas, aparatos de aire acondicionado, bombi-
llas, tubos fluorescentes, linternas, baterías, sirenas, timbres, etc.

Aplicaciones médicas: electrocardiogramas, electroshock, electroencefalogramas, rayos X, mar-


capasos, etc.

Medios de protección y seguridad: pararrayos, alarmas, etc.

Transporte e industria: trenes, tranvías y vehículos en general que funcionen con electricidad,
máquinas, juguetes, etc.

La relación anterior puede dar una idea de cómo sería la vida sin la electricidad: prácticamente
un retorno a la Edad Media. La electricidad constituye, pues, un tema de gran interés, al que
merece la pena dedicar nuestra atención.

212
8. Electricidad

Los orígenes del estudio de la electricidad se remontan a los antiguos Ámbar


griegos, que ya conocían que algunos pequeños objetos como plumas o
trocitos de hilo eran atraídos por el ámbar (resina fósil), previamente
frotado con un paño. Algunos pensaban que los cuerpos atraídos
servían de “alimento” al ámbar y otros consideraban que existía una
especie de "simpatía" entre ambos.

A finales del siglo XVI, el inglés Gilbert, estableció que no sólo el ámbar frotado es capaz de
atraer a pequeños objetos, sino que este efecto también se presentaba al frotar otros materiales
como el vidrio o el diamante. Gilbert no compartía la idea de que existiera una "simpatía" entre
esos cuerpos frotados (a los que llamó electrizados) y los que eran atraídos. Él mantenía que todo
cuerpo electrizado emitía un "efluvio" cuando se frotaba, que quedaba como una especie de nube
material en reposo a su alrededor y que era la que establecía contacto con los objetos ligeros cer-
canos atrayéndolos.

Como vemos, los inicios del estudio de la electricidad están asociados a la investigación sobre
las fuerzas eléctricas existentes entre ciertos objetos cuando frotamos algunos de ellos. Por eso,
antes de establecer la estrategia a seguir para el estudio sistemático de esta propiedad, conviene que
nosotros mismos procedamos a electrizar algunos objetos.

A.2. Tratad de electrizar por frotamiento, todo tipo de objetos disponibles (peines, reglas, tije-
ras, separadores de libreta, bolígrafos, varillas de vidrio, varillas metálicas, lápices de madera,
etc.) y proceded a atraer objetos muy pequeños y ligeros como trocitos de papel, corcho blanco,
papel de aluminio, cabellos, un chorro muy fino de agua, etc. Una vez realizadas las experien-
cias, proponed posibles preguntas que convenga plantearnos para comenzar a estudiar la elec-
tricidad.

A partir de las experiencias realizadas, podemos plantearnos algunas preguntas como las siguientes:

 ¿A qué se deben estos fenómenos? ¿son de igual naturaleza que las fuerzas magnéticas?
 ¿Por qué conseguimos electrizar unos materiales y otros no?
 ¿Por qué, a menudo, una atracción es seguida de una repulsión?
 ¿Hay alguna otra forma de electrizar que no sea por frotamiento?
 Si no es por simpatía, efluvios, etc. ¿Cómo se ejercen estas fuerzas?
 ¿Que tiene todo esto que ver con el conocimiento de la estructura de la materia?
 ¿Cómo, a partir del estudio de estos fenómenos, se pudo pasar a obtener corriente eléctrica?
 ¿Qué es la corriente eléctrica? ¿Cómo se puede medir?

A lo largo de este tema trataremos de responder a algunas de las cuestiones anteriores. Para
comenzar, hemos de señalar que, respecto a la asociación de la propiedad eléctrica y el magnetismo,
Gilbert diferenció las fuerzas eléctricas de las magnéticas al comprobar que los imanes sólo actúan
apreciablemente sobre objetos de hierro, cobalto o níquel, orientándolos en una dirección específica,
mientras que las fuerzas eléctricas actúan sobre una amplia variedad de materiales y se ejercen en
todas direcciones. No obstante, en cursos superiores de física veréis que en realidad existe una
estrecha relación entre la electricidad y el magnetismo y que gracias a esa relación podemos generar
la mayor parte de la corriente eléctrica que utilizamos.

1. ANÁLISIS DEL COMPORTAMIENTO ELÉCTRICO DE LA MATERIA

Ya hemos visto que algunos materiales presentan la propiedad de atraer objetos ligeros al ser
frotados. Con el fin de proceder a un análisis lo más completo posible sobre el comportamiento
eléctrico de la materia, conviene plantearse primero si se puede electrizar todo tipo de materiales.
213
8. Electricidad

A.3. Considerad de nuevo las experiencias de la actividad anterior con el fin de establecer si es
posible o no electrizar todos los materiales.

Según lo hecho anteriormente, algunos objetos como los ganchos del pelo, las tijeras, las llaves,
varillas metálicas, lápices de madera, etc., no presentan la propiedad eléctrica por mucho que los
frotemos. Parece, pues, que existen cuerpos que no se electrizan y que, por tanto, la respuesta
obvia, a "simple vista", es que la propiedad de electrizarse no es una propiedad general de todos
los materiales. No obstante, debemos recordar que también parecía obvio que los gases no
pesaban y, sin embargo, esto no es así.

Es ésta una cuestión tan crucial que no podemos dar una respuesta a partir de unos pocos resultados
cualitativos. Concretamente: ¿No es posible que el hecho de que para algunos materiales no se
observe comportamiento eléctrico sea debido a que las fuerzas implicadas son muy pequeñas y que
por eso no las detectamos? Para salir de dudas, es necesario diseñar y construir instrumentos más
sensibles, capaces de detectar pequeñas fuerzas eléctricas.

A.4. Diseñad algunos instrumentos sencillos y suficientemente sensibles para la detección de


pequeñas fuerzas eléctricas y, a continuación, proceded a su construcción.

Dos instrumentos sencillos son el péndulo eléctrico y el versorio. Pueden fabricarse buenos
péndulos eléctricos con esferas de corcho blanco de embalar. Para evitar que se descarguen
rápidamente es conveniente que no tengan puntas o aristas y que estén recubiertos de pintura
metálica ("purpurina"). También puede utilizarse simplemente una pequeña lámina plana de papel
de aluminio (usado a menudo para envolver alimentos). Como varilla vale una simple pajita de las
que se usan para beber refrescos y como soporte un simple trozo de plastilina (mejor si esa plastilina
la metemos en algún pequeño recipiente de fondo plano). La bolita de corcho blanco o la laminilla
plana de papel metálico, se cuelgan del soporte mediante un hilo fino (preferiblemente de seda).

El primer versorio, fue diseñado y utilizado por Gilbert, quien (como ya se ha dicho) estudió e
intentó distinguir los fenómenos eléctricos de los magnéticos.

Se puede construir un versorio sencillo me-


diante un lápiz con punta afilada, un trozo de
plastilina, un tubo de ensayo y una lámina de
corcho blanco, dispuestos como se indica en
la figura adjunta.

214
8. Electricidad

Calentando suavemente el fondo de un tubo de ensayo y aplicándolo al centro del corcho blanco
es posible hacer un poco de hueco donde encajarlo (en caso necesario se puede poner también un
poco de plastilina para que quede más fijo). Con un montaje como este, el conjunto formado por
el tubo de ensayo, la plataforma de corcho y el objeto que se disponga sobre ella, puede girar
fácilmente bajo la acción de fuerzas muy pequeñas. Así ocurre por ejemplo cuando se coloca
encima del corcho una regla de plástico y se acerca a uno de sus extremos la parte previamente
frotada de otra regla.

A.5. Utilizad péndulos eléctricos y versorios para averiguar:

a) Qué sustancias se electrizan por frotamiento y cuáles no.


b) Qué ocurre al acercar un cuerpo electrizado a otro neutro (no electrizado).
c) Qué ocurre al acercar dos cuerpos electrizados.

La utilización sistemática del versorio y el péndulo eléctrico (junto con paños de seda y paños de
lana para frotar con ellos distintos materiales, como plástico, vidrio, metal, etc.) permite constatar
que:

a) Por lo que se refiere a la primera cuestión, se habrá comprobado que algunos materiales
(plásticos, corcho blanco, lacre, papel ...) son fáciles de electrizar por frotamiento (intenso) con el
paño de lana. Otros (como el vidrio) resultan difícilmente electrizables al frotar con lana, pero no
tanto cuando se frotan con un paño de seda o con "piel de gato". Finalmente, los objetos metálicos
no parecen electrizarse por frotamiento. Además, en los objetos electrizados (como las reglas de
plástico) sólo se observa la existencia de la propiedad eléctrica en la zona que se ha frotado y no en
el resto del objeto.

b) En cuanto a qué ocurre al acercar un cuerpo electrizado a


otro "neutro" (por ejemplo colocado sobre el versorio), sin que
exista contacto (¡sin saltar chispas!), se encuentra que siempre
hay atracción, sin importar el tipo de material del objeto
"neutro". Más aún, cuando es el objeto electrizado el que se
coloca en el versorio, puede comprobarse cómo al acercar la
mano, gira el versorio, manifestando la existencia de fuerzas
eléctricas entre nuestro cuerpo y el objeto electrizado. Parece
pues, que los objetos electrizados atraen a todos los materiales
no electrizados (por supuesto con una intensidad variable). El
fenómeno no se limita sólo a los materiales que se encuentran
en estado sólido, sino que también se presenta en líquidos y
gases. Así, por ejemplo, podemos comprobar que al acercar un
objeto electrizado (como un peine que se ha pasado varias
veces por el pelo) a un hilo de agua muy fino, éste es desviado
espectacularmente.

c) Por lo que respecta a las acciones entre cuerpos electrizados, es fácil comprobar que puede haber
atracción o repulsión. Así, utilizando el versorio, podemos constatar que los objetos del mismo
material frotados con el mismo paño se repelen entre sí. Pero, al acercar una varilla de vidrio y una
de plástico previamente frotadas con distintos paños se produce atracción. En un principio,
podríamos pensar que la atracción es del mismo tipo que la que hay entre un cuerpo neutro y otro
electrizado, sin embargo, ello no es así ya que, en primer lugar ambos objetos están electrizados (lo
que podemos comprobar simplemente acercándolos al péndulo eléctrico) y además se nota a simple
vista que la atracción es mucho más intensa que cuando sólo se frota uno de ellos.

215
8. Electricidad

Por otra parte, utilizando el péndulo eléctrico construido con una laminilla metálica que cuelga
de un hilo, podemos comprobar que, al acercar el extremo frotado de una regla de plástico a
dicha laminilla se produce una atracción que, tras un breve contacto, va seguida de una repulsión
muy evidente.

Otra forma de detectar pequeñas fuerzas eléctricas es mediante la utilización de objetos que puedan
rodar fácilmente por una superficie lo más lisa posible. Uno de tales objetos puede ser una lata
metálica de refrescos vacía, colocada sobre la superficie de una mesa o banco de trabajo. Si se deja
allí en reposo y le aproximamos el extremo de una regla de plástico previamente frotado con un
paño, se puede ver lo fácilmente que rueda la lata atraída por el extremo electrizado de la regla.

RO

BAR V E
También es fácil ver que la intensidad de las fuerzas eléctricas disminuye rápidamente con la
distancia entre los objetos cargados ya que, en muchas ocasiones, las acciones entre los objetos
electrizados sólo se notan si la distancia es lo suficientemente pequeña.

Todos los fenómenos anteriores forman un conjunto de características muy importantes del
comportamiento eléctrico de los materiales. Vamos ahora a abordar la cuestión de si es posible o no,
electrizar un objeto por algún procedimiento distinto del frotamiento.

A.6. Sugerid alguna forma de electrizar objetos distinta del frotamiento y llevadla a cabo

Podemos pensar en tocar con un cuerpo electrizado a otro sin electrizar y comprobar después si éste
último adquiere la propiedad eléctrica. Así, cuando tocamos a la laminilla metálica de un péndulo
eléctrico con una varilla de plástico electrizada, hemos podido comprobar que la atracción inicial va
seguida de una repulsión notable. Si, a continuación, tocamos la laminilla metálica con la mano, la
repulsión desaparece y vuelve a ser atraída por el extremo frotado de la varilla de plástico.

El fenómeno anterior sugiere que los metales sí que pueden ser electrizados y que, quizás, el hecho
de que no podamos electrizarlos cuando los sujetamos con la mano y los frotamos con un paño, se
deba a que los metales (al contrario de otros materiales, como el plástico) transmiten fácilmente la
propiedad eléctrica, que en este caso pasaría desde el metal a nuestro propio cuerpo y de él (que
también sería un buen transmisor) podría pasar al suelo, otras personas, objetos, etc., con los que
contactásemos. En tal caso, es posible que, si interponemos entre una varilla metálica y nuestra
mano un material, que no transmita la propiedad eléctrica tan bien como lo hacen los metales (por
ejemplo madera, plástico o corcho), sí que podamos electrizar dicha varilla por frotamiento.

216
8. Electricidad

A.7. Teniendo en cuenta lo anterior, comprobad que sí es posible electrizar un objeto metálico.
Construid un electroscopio siguiendo las indicaciones que se dan a continuación y manejadlo
utilizando varillas de plástico y de vidrio frotadas.

Efectivamente, basta usar un destornillador con mango de madera o


plástico y un buen péndulo eléctrico (de laminilla metálica). Si
frotamos intensamente el extremo del destornillador con un paño de
lana, podemos apreciar cómo atrae muy ligeramente a la laminilla
metálica. El efecto es mucho más perceptible si, en lugar de un
destornillador, utilizamos algo que no tenga puntas como, por ejemplo,
una lámina metálica circular sujeta a un mango de madera o plástico.

Otra experiencia que muestra que los metales transmiten bien la propiedad
eléctrica y, si están bien aislados, se pueden electrizar, consiste en la
fabricación de un electroscopio sencillo. Para ello se precisa un vaso de
plástico transparente, un poco de plastilina, un poco de alambre grueso (vale
un clip grande) y papel de aluminio. Con el alambre atravesaremos el vaso tal
y como se indica en la figura, sujetándolo con plastilina. La parte inferior del
alambre está doblada para aguantar una pequeña lámina rectangular y
doblada por la mitad de papel de aluminio, mientras que, en el extremo
superior, insertaremos una bola de papel de aluminio lo más esférica y
compacta posible.

Al acercar a la bola una regla de plástico previamente frotada, sin tocarla, se puede ver como las
laminillas de aluminio que hay dentro del vaso se separan y, al alejar dicha regla, vuelven a su
posición original. Sin embargo, si tocamos la bola con el extremo de la regla frotado, podemos
observar que las laminillas quedan separadas (se han electrizado), para volver a su posición original
en cuanto tocamos la bola con nuestra mano.

Para terminar este apartado sobre electriza-


ción, se propone la siguiente actividad:

A.8. La foto adjunta fue tomada en una


sesión sobre experiencias de electrostática
en el museo de ciencias Le Palais de la
dècouverte, de París.

a) ¿Qué le ha pasado al pelo de la chica?


b) ¿Qué podría pasarle a alguien que se
acercase a darle la mano en ese momento?
c) ¿Y si fuese ella la que tocase un objeto
metálico?

Experiencias similares pueden realizarse


(con las precauciones necesarias), utilizan-
do un generador de Van de Graaff, dispo-
nible en muchos centros escolares.

217
8. Electricidad

A la vista de todas las experiencias realizadas hasta aquí, podemos concluir que la propiedad
eléctrica es general a toda la materia, si bien hay materiales que la transmiten muy bien
(conductores, como los metales) y otros muy mal (aislantes, como el plástico, madera, vidrio,
etc.). Si esto es así, habrá que ver si el modelo de átomo con el que trabajamos anteriormente es
capaz, o no, de explicar de forma satisfactoria los fenómenos que hemos observado.

2. EXPLICACIÓN DEL COMPORTAMIENTO ELÉCTRICO DE LA MATERIA

Recordemos que, de acuerdo con el modelo atómico de Rutherford, la mayor parte de la masa del
átomo se hallaba en el núcleo (formado por protones, cargados positivamente, y neutrones, situados
en el centro del átomo), mientras que alrededor de éste se encuentran los electrones (de masa
despreciable frente a la del núcleo), cargados negativamente. Ni por reacciones químicas ni por
otros procedimientos ordinarios (como frotamiento) es posible variar el número de protones
existente en el núcleo atómico. Tan solo tenemos acceso a los electrones que están más afuera del
átomo. Según hemos visto, los metales se caracterizan porque sus electrones más externos (los de la
capa de valencia) se pueden mover libremente por el metal. Todo esto nos permite dar unas
primeras explicaciones a los fenómenos eléctricos que acabamos de estudiar.

A.8. ¿Cómo pueden interpretarse los fenómenos anteriores? Tratad de explicar en particular:

a) El hecho de que los cuerpos habitualmente sean neutros, es decir: no manifiesten propiedades
eléctricas y, sin embargo, algunos puedan cargarse eléctricamente por frotamiento.
b) El hecho de que existan fuerzas de atracción y de repulsión entre cuerpos electrizados.
c) Que al aproximar el extremo frotado de algunos cuerpos a otro neutro, se de una atracción.
d) Que los objetos metálicos, cuando se cogen con la mano, no se puedan cargar.

Podemos interpretar los hechos anteriores si tenemos en cuenta que:

a) Habitualmente en cualquier objeto hay el mismo número de protones que de electrones, por lo
que sus efectos se compensan y el resultado es ausencia de carga neta (objeto neutro).

b) Al frotar con un paño un objeto, pasan electrones de uno al otro, con lo que ambos quedarán
igualmente cargados, pero con distinto signo. En unos casos pasan electrones del objeto al paño
con lo que dicho objeto queda con carga neta positiva (y el paño negativa). En otros casos pasan
electrones del paño al objeto con lo que éste queda cargado negativamente (y el paño positiva-
mente). Las cargas de distinto signo se atraen, mientras que las cargas del mismo signo se repe-
len, de ahí que dos reglas de plástico (o de vidrio) frotadas se repelan, mientras que una de vidrio
y otra de plástico (también frotadas) se atraigan.

c) La atracción que un cuerpo cargado


ejerce sobre otro neutro puede explicarse
admitiendo que la fuerza electrostática
provoca una separación de cargas en el
cuerpo neutro (llamada polarización), lo
que hará predominar la fuerza atractiva,
por ser las cargas de signo contrario las
que se sitúan mayoritariamente más
próximas.

218
8. Electricidad

En el ejemplo de la figura anterior, la barra se ha cargado negativamente por lo que repelerá a los
electrones de la esferita (o laminilla metálica) del péndulo, haciendo que se induzca una carga
positiva en la parte más próxima a la barra y se produzca un efecto neto de atracción (ya que la
atracción es mayor que la repulsión, por estar las cargas de signo opuesto más cerca). En el mo-
mento que la esferita toca a la barra se produce el paso de parte de los electrones de la barra a
dicha esferita, con lo que queda cargada también negativamente (al igual que la barra) y se pro-
duce una repulsión.

d) El hecho de que los objetos metálicos no se electricen por frotamiento cuando se les sujeta
con la mano, así como el que las reglas de plástico y varillas de vidrio se electricen sólo por el
extremo por donde se frotan, puede explicarse admitiendo que los electrones pueden desplazarse
fácilmente por los metales y el cuerpo humano (conductores) y difícilmente por el plástico, vi-
drio, etc. (aislantes). Esto explica también que, cuando tocamos (sin estar nosotros mismos car-
gados), por ejemplo, la laminilla metálica del péndulo cargada, esta se descargue. Análogamente,
los objetos metálicos que tienen puntas se descargan fácilmente por ellas, ya que en las puntas se
acumula mucha carga en muy poco sitio; por eso es más fácil cargar una lámina metálica sujeta a
un mango aislante que, por ejemplo, un destornillador.

A.9. ¿Cómo se distribuirá la carga eléctrica comunicada a un conductor metálico?

Una consecuencia del carácter conductor de los metales es que, al poder moverse los electrones
fácilmente por ellos y dado que las cargas del mismo signo se repelen entre ellas, las cargas eléc-
tricas en exceso se distribuirán por toda la superficie externa del conductor, lo más alejadas posi-
ble unas de otras.

A.10. En ocasiones habréis comprobado


que al salir de un vehículo, que ha circu-
lado durante un tiempo en un día con
poca humedad ambiente, notáis una des-
carga eléctrica al tocar la carrocería
exterior. ¿Cómo se explica esto?

Debido al rozamiento con el aire, el vehí-


culo se va cargando eléctricamente. Co-
mo la carrocería es metálica, el aire es
seco y las ruedas son aislantes, toda esa
carga se reparte por la superficie exterior
del vehículo. Al salir del mismo hacemos
contacto con tierra y a la vez para cerrar
la puerta tocamos la chapa exterior, con
lo que la diferencia de potencial existen-
te, hace que suframos una descarga.

Con lo que hemos visto hasta aquí, ya hemos contestado algunas de las preguntas que nos hici-
mos al comienzo del tema sobre a qué se debe la propiedad eléctrica, pero queda pendiente una
muy importante:

¿Qué es lo que hace falta para tener un movimiento continuo de cargas circulando por un con-
ductor (corriente eléctrica)?

219
8. Electricidad

3. EL PROBLEMA DE LA PRODUCCIÓN DE LA CORRIENTE ELÉCTRICA

Hemos visto que, aunque la materia se presenta habitualmente neutra, existe la posibilidad de
electrizar diversos objetos con cargas eléctricas de distinto signo y que una carga neta negativa
significa un exceso de electrones, mientras que una carga neta positiva indica un defecto de elec-
trones.

A.11. ¿Cómo podríamos utilizar dos cuerpos electrizados para conseguir hacer circular electro-
nes por un hilo conductor?

Una posibilidad sería, por ejemplo, utilizar dos esferas iguales, metálicas, aisladas y cargadas
eléctricamente con carga neta de distinto signo (una positiva y la otra negativa). Si unimos am-
bas esferas mediante un hilo metálico (por ejemplo de cobre) cabe esperar que los electrones de
la esfera con carga neta negativa circulen por el hilo hacia la esfera con carga neta positiva, que
los atraerá haciendo una fuerza eléctrica sobre ellos.

-
Q+ Q

En el capítulo sobre enlace químico ya vimos que, en los metales, no hay moléculas. Para expli-
car sus propiedades es necesario admitir que en su interior hay una “nube” de electrones que se
mueven entre una red de iones positivos. Así, por ejemplo, en solo 63’5 g de cobre, hay unos
6·1023 átomos de cobre y cada uno de ellos aporta un electrón exterior que se puede mover li-
bremente por el metal.

Los electrones libres no sufren fuerza resultante alguna (las fuerzas repulsivas entre los electro-
nes se compensan con las atractivas entre electrones e iones positivos) a menos que choquen con
algún ion que esté desplazado de su posición de equilibrio. Puesto que los electrones se mueven
al azar (en todas direcciones) y los iones vibran, se están produciendo choques continuamente.
Cuanto mayor es la temperatura, más frecuentes son los choques de los electrones con la red de
iones. Entre dos choques, dichos electrones se mueven a gran velocidad (habitualmente a unos
106 m/s, mucho mayor que las moléculas de un gas a la misma temperatura).

Al conectar con un cable de cobre las dos esferas cargadas, los electrones existentes en la esfera
cargada negativamente y los del cable son atraídos eléctricamente por la carga neta positiva de la
otra esfera, con el resultado de un movimiento de la nube de electrones que se suma a la alta ve-
locidad (pero caótica) de los electrones que la forman. Podemos imaginar lo que ocurre como un
desplazamiento global del conjunto de todos los electrones libres con gran rozamiento con la red
de iones. La velocidad a la que ocurre ese desplazamiento global de la nube de electrones es muy
pequeña (sólo del orden de cm/s), aunque el efecto se transmite muy rápidamente (es como

220
8. Electricidad

cuando pisamos un extremo de una manguera llena de agua y observamos que, de forma prácti-
camente instantánea, sale agua por el otro extremo).

A.12. ¿Por qué la resistencia a la corriente en los metales aumenta con la temperatura?

En el ejemplo propuesto, el movimiento neto de los electrones libres tendrá lugar desde la esfera
con carga neta negativa a la otra esfera idéntica, pero con carga neta positiva. De esa forma la
esfera de la derecha pierde carga negativa, que pasa a través del cable a la esfera de la izquierda.

Fijémonos que el proceso es del todo equivalente a decir que la esfera de la izquierda pierde
carga positiva y la de la derecha la gana. De hecho, debido a una confusión histórica, se
asignó a la corriente eléctrica el sentido que correspondería a un movimiento de cargas positivas.

Sentido de la corriente

Gana carga negativa = Pierde carga positiva Pierde carga negativa = Gana carga positiva

Hoy en día sabemos que las cargas positivas de los átomos se hallan en el interior del núcleo y
no pueden desplazarse libremente por el hilo conductor pero, dado que el movimiento de electro-
nes en un sentido es, como hemos visto, equivalente a un movimiento de carga positiva en senti-
do contrario, en lugar de rectificar todo se prefirió mantener el sentido atribuido originariamente
a la corriente eléctrica, de modo que:

A partir de ahora, cuando nos refiramos al sentido de la corriente eléctrica, lo haremos pensando
en el desplazamiento de unas hipotéticas cargas positivas (siempre en sentido contrario al movi-
miento real de los electrones).

En el Sistema Internacional la carga eléctrica se mide en culombios. Su símbolo es C. Como 1 C


es muy grande, a menudo se utilizan submúltiplos como el microculombio (C) o millonésima
parte del culombio: 1C = 10-6 C. La carga eléctrica más pequeña que existe es la de un electrón
y vale q = –1’6·10-19 C (la del protón es la misma pero positiva).

A.13. Analizad los siguientes casos y especificad hacia dónde se moverían los electrones y cuál
sería el sentido de la corriente eléctrica generada en cada uno. En todos ellos la carga Q1 es
mayor que la carga Q2 (ambas en valor absoluto).

Movimiento Sentido de
Situación propuesta
electrones la corriente

a) Q1 Q 2

b) Q1 Q2  0

c) Q1 Q 2

d) Q1 Q1

221
8. Electricidad

Una interpretación mínimamente adecuada de las situaciones anteriores exige profundizar un


poco sobre cómo se distribuye la carga eléctrica en un conductor. En primer lugar hemos de te-
ner en cuenta que una carga neta positiva no quiere decir que no haya electrones, sino que hay
menos electrones que protones. Ello explica que en la situación a) pasen electrones de la esfera
de nuestra derecha a la de la izquierda con lo que, según el acuerdo adoptado, la corriente eléctri-
ca irá en sentido contrario, ya que la esfera de la izquierda perderá carga positiva y la otra la ga-
nará. Todo ocurre como si la carga positiva pasara desde donde hay más (esfera izquierda) a
donde hay menos (derecha). En adelante pues, insistimos, hablaremos siempre de movimiento de
carga positiva.

En el caso b) podemos afirmar que la corriente irá desde la esfera de nuestra izquierda a la situa-
da a nuestra derecha, ya que en esta última no hay carga neta positiva.

En el caso c) podría parecer que, al no haber carga neta positiva en ninguna de las dos esferas, no
podría existir un movimiento de carga positiva, pero si reflexionamos un poco nos daremos
cuenta de que ambas esferas son idénticas, pero la de la izquierda tiene más carga neta negativa
que la otra, por lo que habrá un movimiento real de electrones de izquierda a derecha lo cual,
como ya se ha explicado, equivale totalmente a un transvase de carga positiva en sentido contra-
rio (de derecha a izquierda).

La interpretación de lo que ocurre en el caso d) es más compleja ya que, en la situación descrita,


ambas esferas están cargadas positivamente con la misma carga neta. La única diferencia es el
tamaño de la esfera. ¿Cómo es posible que en este caso se produzca también corriente? Pode-
mos comprender lo que sucede si consideramos un problema parecido, pero con una corriente de
agua:

En la situación representada en la figura, la cantidad de agua sería equivalente a la carga neta


positiva y la corriente de agua que se establece a la corriente eléctrica. La cantidad de agua con-
tenida en ambos recipientes es la misma, pero el nivel es mayor en el recipiente de la izquierda
(más estrecho) que en el de la derecha (más ancho) por lo que en el momento en que se abra la
llave se establecerá una corriente de agua por la tubería, que cesará en cuanto los niveles de agua
en ambos depósitos se igualen. Cuanto mayor sea la diferencia de nivel, más intensa será la co-
rriente de agua que se establezca. Dicha corriente lleva asociada una energía que puede utilizarse
para realizar diversas transformaciones (por ejemplo mover unas paletas), apreciándose que,
cuanto mayor sea la diferencia de nivel, más energía podemos obtener por cada kilogramo de
agua que circula.

A.14. Utilizad las ideas introducidas en los párrafos anteriores con el fin de explicar los resul-
tados experimentales recogidos en el cuadro anterior.

222
8. Electricidad

El nivel de carga positiva existente en cada una de las esferas anteriores es algo similar al nivel
de agua en los depósitos de la figura. La corriente de agua siempre circula desde donde hay más
nivel a donde hay menos y análogamente sucede con la corriente eléctrica, que siempre va desde
donde el nivel de carga positiva es mayor a donde es menor. El nivel del agua viene dado por la
altura de agua existente, mientras que el nivel de carga positiva está relacionado de alguna mane-
ra con la densidad de carga positiva existente. Decimos que hay mucho nivel de carga positiva
cuando ésta se halla muy concentrada, es decir, cuando hay mucha carga en muy poco espacio.

En el ejemplo d) la carga es la misma pero en la esfera pequeña el nivel de carga positiva es más
alto al tener que meter la misma carga (del mismo signo) en menor espacio, por eso la corriente
va de izquierda a derecha. Análogamente se puede explicar cualquiera de los restantes casos: En
el a) el nivel de carga positiva es mayor en la esfera de la izquierda y lo mismo ocurre en el caso
b); sin embargo en el c) el nivel de carga positiva es mayor en la esfera de la derecha.

En resumen pues: “Cuanto mayor sea la carga positiva neta y menos espacio ocupe, mayor
es el nivel de carga positiva existente”

En electricidad existe una magnitud llamada potencial eléctrico que es tanto mayor cuanto ma-
yor es el nivel de carga positiva. La unidad en que se mide el potencial es el voltio (V) y su
símbolo también es V. De los ejemplos anteriores se deduce que la corriente eléctrica (que inter-
pretaremos como un movimiento de cargas positivas) circulará por un hilo conductor siempre
que entre sus extremos exista una diferencia de potencial y lo hará en el sentido de mayor a me-
nor potencial.

A.15. Dos esferas metálicas se hallan cargadas eléctricamente de forma que el potencial eléctri-
co en ambas es el mismo. ¿Habría paso de corriente si las conectásemos mediante un hilo con-
ductor?

A.16. Dos esferas metálicas se hallan cargadas eléctricamente, de forma que el potencial de una
de ellas VA es mayor que el potencial de la otra VB. Si las conectásemos con un hilo conductor
¿cuál sería el sentido de la corriente? ¿Cuánto piensas que duraría esa corriente?¿Cómo se
podría mantener?

A.17. Un alumno afirma que los electrones libres de un conductor se mueven espontáneamente
de menor a mayor potencial. ¿Estáis de acuerdo?

La existencia de una “caída” o diferencia de potencial entre dos puntos de un hilo conductor es,
pues, algo necesario para que pueda pasar la corriente eléctrica, análogamente a como la existen-
cia de una caída o diferencia de altura es necesaria para que pueda haber una corriente de agua.
El problema es que si conectásemos con un hilo conductor dos esferas metálicas a diferente po-
tencial, la corriente que pasaría por el hilo cesaría rápidamente, ya que los potenciales de ambas
esferas se igualarían en una pequeñísima fracción de segundo. Si quisiéramos que la corriente se
mantuviese sería necesario que, de alguna manera, mantuviésemos constante la diferencia de
potencial. Una forma de conseguir esto sería que a medida que la carga positiva va llegando al
potencial más bajo fuese “subida” de nuevo al potencial más alto (de donde salió).

223
8. Electricidad

4. EL GENERADOR DE CORRIENTE

Existe un dispositivo, llamado generador eléctrico de corriente continua, tal que al conectar los
extremos de un hilo conductor a sus bornes o polos (contactos metálicos entre los que existe una
diferencia de potencial constante) circula por el hilo una corriente que se mantiene. Para que esto
suceda, el generador debe cumplir dos funciones:

 Suministrar una diferencia de potencial constante entre sus bornes.


 Trasladar en su interior la carga positiva que le va llegando al borne negativo (menor poten-
cial) y llevarla al borne positivo (mayor potencial).

De acuerdo con lo anterior, en un circuito eléctrico elemental que consta de un generador y un


hilo conductor conectado a sus bornes, la carga positiva realiza un trayecto cerrado en el que
podemos diferenciar dos partes:

a) Cuando la carga positiva circula por el interior del generador desde el potencial menor al ma-
yor. Para que esto suceda, el generador ha de aportar la energía necesaria para “subirla” por de-
ntro de la pila desde el potencial más bajo (polo negativo) al potencial más alto (polo positivo).
Es algo parecido a lo que hace una bomba hidráulica para elevar agua.

b) Cuando la carga positiva circula por el exterior del generador (por el hilo conductor) desde el
potencial mayor al menor. En este proceso la carga positiva pierde energía (la suministrada ante-
riormente por el generador) que, como veremos, se transfiere al exterior mediante calor (el hilo
conductor se calienta).

Si en el hilo conductor intercalamos una bombilla apropiada, el calor es capaz de poner incan-
descente el filamento de la bombilla y ésta se enciende. Si intercalamos un aparato eléctrico (por
ejemplo un ventilador) podemos aprovechar parte de la energía asociada a la corriente eléctrica
para hacerlo funcionar (en este caso para hacer girar las aspas del ventilador). Es algo parecido a
lo que ocurre cuando en una corriente de agua situamos, por ejemplo, una rueda de paletas (no-
ria) y aprovechamos la energía asociada a la corriente de agua para hacer funcionar un molino
hidráulico.

sentido corriente

Los generadores más comunes son los conocidos como “pilas” o “baterías”. En las etiquetas de
las pilas viene marcada la diferencia de potencial existente entre sus bornes (cuando están desco-
nectadas). Es habitual encontrar pilas de 1’5 V, 4’5 V, etc. En todos los casos la energía que
aporta la pila para conseguir que la carga positiva circule por dentro de ella, proviene de las re-
acciones químicas que ocurren en su interior, por eso, según los reactivos que se utilizan, hay
pilas que se denominan “salinas”, “alcalinas”, etc. Este tipo de generador se “gasta” con el uso,
debido a que los reactivos se van consumiendo. No obstante, también existen pilas recargables,
en las cuales (suministrando energía) se consigue invertir el proceso químico y que los productos
de la reacción se vuelvan a transformar en los reactivos originales; esto sucede, por ejemplo, con
las baterías que llevan los teléfonos móviles.

224
8. Electricidad

Las pilas pueden contener sustancias químicas tóxicas que contaminan el medio ambiente. Por
eso es preferible utilizar pilas recargables y no tirar las pilas agotadas a la basura sino depositar-
las en contenedores apropiados.

Otros generadores, muy utilizados, son los “adaptadores” que, a diferencia de las pilas, no son
autónomos sino que sólo funcionan al conectarlos a la red.

Sea cual sea el tipo de generador, se representan esquemáticamente siempre del mismo modo:

En la figura anterior, el punto conectado a la raya más larga representa el borne del generador de
mayor potencial (por esta razón se le señala con un signo + y se le suele llamar “polo positivo”),
mientras que el punto conectado a la raya más corta representa el borne de menor potencial (por
esta razón se le señala con un signo – y se le suele designar como “polo negativo”).

5. MEDIDA DE LA CORRIENTE ELÉCTRICA: INTENSIDAD DE CORRIENTE

Dados dos conductores por los que circula corriente eléctrica es evidente que, aquél de los dos
cuya sección transversal sea atravesada por una mayor cantidad de carga en un mismo tiempo,
será por el que circulará una corriente eléctrica más intensa.

Si para medir la carga “q” que pasa por una sección transversal dada de un cable, midiéramos los
electrones que la atraviesan en, por ejemplo, un segundo, es evidente que obtendríamos cantida-
des enormes. Este inconveniente se evita si medimos la carga en una unidad llamada culombio
(C), ya que 1 C equivale, aproximadamente, a 6’25 trillones de unidades de carga (entendiendo
por unidad de carga una de esas hipotéticas cargas positivas que suponemos forman la corriente
eléctrica).

A continuación nos plantearemos cómo podemos expresar la intensidad de una corriente en fun-
ción de la carga eléctrica y el tiempo.

A.18. Tenemos dos hilos conductores (que llamaremos A y B). La carga que atraviesa una sec-
ción transversal dada del A en 3 segundos es de 4’5 C, mientras que en el caso de B es de 6 C
(también en 3 segundos). Razonad en cuál es más intensa la corriente.

A.19. Tenemos dos hilos conductores (que llamaremos B y C). Se comprueba que una carga de
6 C tarda 3 segundos en atravesar una sección transversal dada del conductor B, mientras que
la misma cantidad de carga tarda sólo 2 segundos en el caso del C. Razonad en cuál es más
intensa la corriente.

Hasta aquí ha sido fácil razonar por cuál de dos conductores pasaba más intensidad de corriente,
ya que, o bien el tiempo considerado era el mismo, o bien la carga considerada era la misma,
pero ¿qué hacer cuando las cargas y los tiempos son diferentes?, ¿cómo podremos comparar en
ese caso?

225
8. Electricidad

A.20. Supongamos que por una sección transversal dada de un hilo conductor A pasa una carga
de 0’65 C en un tiempo de 0’2 s, mientras que en otro B la carga es de 4’5 C y el tiempo 1’5 s.
¿Por cuál de los dos pasa mayor intensidad de corriente? A continuación, proponed una expre-
sión (una fórmula) que sirva para calcular la intensidad de una corriente.

En este caso las cargas y los tiempos son diferentes. Una forma de poder comparar será hallar
cuánta carga pasa durante un segundo en cada uno de ellos. Para hacerlo habrá que dividir la
carga que tengamos entre el tiempo, de esa forma sabemos cuántos culombios “le tocan” a cada
segundo.

Si lo hacemos así obtenemos que:

Para el A: qA/tA = 0’65/0’2 = 3’25 C/s Para el B: qB/tB = 4’5/1’5 = 3 C/s

Por tanto: por el A pasa más intensidad de corriente que por el B y para calcular, en general, la
intensidad de una corriente que pasa por un hilo conductor cualquiera (cuando ésta es constante),
podemos hacerlo mediante la expresión:
q
I
Δt
En la expresión anterior I es la intensidad de corriente, q la carga que atraviesa una sección dada
del conductor e t el intervalo de tiempo en el que se ha medido dicha carga.

La unidad internacional para medir la intensidad de corriente es el amperio (A). Una corriente de
1 A significa que, mientras esa corriente se mantenga constante, por una sección transversal dada
del hilo conductor pasará 1 C de carga cada segundo (o lo que es equivalente, 6’25·1018 unidades
de carga cada segundo).

Es habitual también utilizar el miliamperio (mA) o milésima parte del amperio (1A = 10 3 mA).

La intensidad de la corriente que recorre el circuito eléctrico existente en una linterna puede ser
del orden de unos 440 mA. Por otra parte, una intensidad de corriente mayor de 10 mA circulan-
do por nuestro cuerpo, puede ocasionarnos graves trastornos.

A.21. ¿Qué significa una intensidad de 5 A? ¿Qué carga circulará en un minuto por un conduc-
tor recorrido por una corriente de dicha intensidad? Rdo. 300 C

A.22. ¿Cuánto tiempo ha de estar circulando una corriente de 0’5 A para que una sección
transversal de un conductor dado sea atravesada por una carga total de 2’5 C? Rdo.5 s

A.23. ¿Durante cuánto tiempo ha de estar circulando por un hilo conductor una corriente de
500 mA para que una sección transversal dada del mismo sea atravesada por una carga de 3 C?
¿Cuántos electrones habrán atravesado durante ese tiempo esa sección? ¿En qué sentido se
mueven? Rdo. 6 s y 1’87·1019 electrones

226
8. Electricidad

6. INSTRUMENTOS DE MEDIDA

La intensidad de corriente se puede medir con unos instrumentos denominados amperímetros,


los cuales se colocan de modo que las cargas de la corriente cuya intensidad se quiere medir pa-
sen todas por él (este tipo de conexión se llama “en serie”). Estos aparatos tienen dos contactos
marcados con un signo + el uno y con un signo – el otro, de modo que, para que funcionen co-
rrectamente, la corriente les debe llegar por el contacto marcado como positivo y salir por el
marcado como negativo.

A.24. En el esquema siguiente se han representado dos amperímetros intercalados en serie antes
y después de una bombilla. Señalad verdadero o falso a continuación de cada una de las si-
guientes proposiciones:

A A

sentido corriente

a) La intensidad que medirá el primer amperímetro será mayor que la que mide el segundo.
b) La intensidad que medirá el primer amperímetro será igual que la que mide el segundo
c) La intensidad que medirá el primer amperímetro será menor que la que mide el segundo

Es importante tener en cuenta que la corriente que circula por un conductor no se va “gastando”
a medida que lo recorre (ni siquiera aunque haya aparatos eléctricos conectados en serie que
estén funcionando). La carga eléctrica que entra cada segundo, por ejemplo en una bombilla, es
la misma que la que cada segundo sale de la misma, como se puede comprobar haciendo el mon-
taje sugerido en el esquema anterior y observando que ambos amperímetros miden el mismo
valor de la intensidad de corriente.

En el esquema siguiente se ha representado un circuito eléctrico con tres amperímetros (que ne-
cesariamente, marcarán la misma intensidad).

A1 A3

I1 = I 2 = I 3

A2

Otro instrumento de medida es el voltímetro, que sirve para medir la diferencia de potencial
(d.d.p.) entre dos puntos de un circuito. En particular, se puede utilizar para medir la d.d.p. que el
generador suministra entre los extremos de un conductor que esté conectado a él. A diferencia
del amperímetro, para situar un voltímetro no es necesario interrumpir el circuito, ya que se co-
necta entre los puntos cuya d.d.p. queramos medir (a este tipo de conexión se le denomina “en
paralelo” o “derivación”).

227
8. Electricidad

El voltímetro V1 mide la d.d.p. entre A y B: VAB = VA - VB V1

El voltímetro V2 mide la d.d.p. entre A y C: VAC = VA – VC


B
A
El voltímetro V3 mide la d.d.p. entre C y B: VCB = VC - VB
V2 V AB = V AC + V CB
V3

Se cumplirá que: VAB = VAC + VCB


C

7. LEY DE OHM PARA UN HILO CONDUCTOR

A.25. ¿De qué factores cabe esperar que dependa el valor de la intensidad de la corriente eléc-
trica que pasa por un hilo conductor?

De acuerdo con lo que hemos visto hasta aquí, podemos pensar que dicha intensidad dependerá,
en principio, de la temperatura, de la diferencia o caída de potencial existente entre los extremos
del hilo y de la naturaleza del hilo.

La temperatura influirá de modo que, si aumenta (manteniendo constantes los otros factores),
disminuirá la intensidad de la corriente porque los iones metálicos positivos vibran con más in-
tensidad dificultando más el desplazamiento global del mar de electrones.

En cuanto a la diferencia de potencial entre los extremos del hilo, podemos pensar que, cuanto
mayor sea ésta, mayor será también la intensidad (siempre a igualdad de los restantes factores),
de forma análoga a como ocurre con una corriente de agua, que es tanto más intensa cuanto ma-
yor es la pendiente o diferencia de nivel por la que circula.

Finalmente, la naturaleza del hilo también debe influir, ya que no debe ser igual que (para una
temperatura y diferencia de potencial dadas) se utilice un hilo de cobre que un hilo de hierro o de
plata, puesto que hay metales que conducen la electricidad mejor que otros. Además, tampoco
dará igual que el hilo sea más o menos grueso ni más o menos largo.

A.26. Proponed a modo de hipótesis una relación lo más sencilla posible entre la diferencia de
potencial existente entre los extremos de un hilo conductor dado y la intensidad de corriente que
circula por él. A continuación sugerid alguna forma de contrastar dicha hipótesis.

La relación matemática más sencilla que refleja la idea de que a mayor diferencia de potencial, la
intensidad de corriente sea mayor es la de una proporcionalidad directa entre ambas magnitudes,
esto es:
V=R·I

donde R es una constante de proporcionalidad, I la intensidad de corriente y V la diferencia de


potencial1.
V
La relación anterior se puede escribir también en la forma: R
I

1
En corriente eléctrica es habitual designar como V a la diferencia de potencial

228
8. Electricidad

Démonos cuenta de que, si esa relación es cierta, quiere decir que, si aumentamos la diferencia
de potencial, también deberá aumentar la intensidad de la corriente para que el cociente siga
dando siempre el mismo número (la constante R).

A.27. Sugerid un procedimiento sencillo para comprobar en el laboratorio la hipótesis anterior.

Podemos utilizar un generador de tensión variable, un hilo conductor determinado, un voltímetro


y un amperímetro. El procedimiento consistirá en conectar el hilo (con el amperímetro intercala-
do) al generador y medir la intensidad de corriente obtenida para distintas diferencias de poten-
cial entre los extremos de dicho hilo (que mediremos con el voltímetro).

generador
V voltimetro

Como es lógico, tendremos que utilizar siempre el mismo hilo (para mantener constante su natu-
raleza y dimensiones, ya que, si cambian, influirían en la intensidad que queremos medir).

Los diferentes valores de las diferencias de potencial y de las intensidades correspondientes los
recogeremos en una tabla como la siguiente:

V (V) V1 V2 V3 V4 V5
I (A) I1 I2 I3 I4 I5

Si la hipótesis es cierta, los distintos cocientes V/I deberán dar prácticamente el mismo resultado
(que será la constante R).

¿Qué ocurriría si volviésemos a realizar la misma experiencia pero con otro conductor, hecho de
un material distinto (manteniendo igual todo lo demás)?

Podemos comprobar que, al aplicar las mismas diferencias de potencial, las intensidades son
distintas y que los cocientes V/I darán el mismo resultado en todos los casos (aunque distinto del
obtenido para el otro conductor). Luego, en general, cada conductor presentará un valor distinto
de la constante de proporcionalidad R (dependiendo de su naturaleza y características).

Otra forma (más correcta) de comprobar la hipótesis es representar gráficamente los valores de V
frente a los de I y comprobar si se ajustan o no a una línea recta. Si ello es así, significa que la
intensidad de corriente varía con la diferencia de potencial en la forma que se había supuesto.

229
8. Electricidad

A.28. Unos alumnos realizaron una experiencia como la propuesta anteriormente, utilizando un
hilo de nicromo de una longitud y sección dadas, obteniendo los siguientes resultados:

V (V) 0’1 0’2 0’4 0’5 0’6


I (A) 0’9 2 3’8 5’2 6

V
Comprobad si dichos resultados apoyan o no la validez de la expresión: R
I
V
La expresión anterior: R
I
ha sido confirmada reiteradamente por diversos experimentos para distintos conductores y se
denomina ley de Ohm para un hilo conductor.

A.29. Razonad el significado físico de la constante R de la ley de Ohm. Analizad para ello qué
indicaría un valor de R grande o uno pequeño, en la ecuación que representa dicha ley.

Si aplicamos a los extremos de conductores iguales (pero de distinto material) la misma diferen-
cia de potencial, apreciaremos que circula por cada uno de ellos una intensidad distinta, de modo
que aquél por el que circule mayor intensidad es porque ofrece una resistencia menor al paso de
la corriente y su constante R es menor. Por esta razón, a R se la denomina resistencia eléctrica
del conductor.

La unidad de medida de la resistencia será V/A, que recibe el nombre de ohmio (y se simboliza
por ), de modo que 1  = 1 V/A.

Podemos definir el ohmio como la resistencia de un hilo conductor tal que al aplicarle al mismo
una diferencia de potencial de 1V, circule por él una intensidad de 1 A.

A.30. Un trozo de hilo conductor se conecta a una diferencia de potencial de 12 V, comprobán-


dose que, a través del mismo, pasa una intensidad de 300 mA. ¿Qué resistencia ofrece al paso
de la corriente? Rdo. 40 

A.31. ¿Qué intensidad de corriente pasará por un hilo conductor de resistencia R = 20  cuan-
do se conecte a una diferencia de potencial de 220 V? Rdo. 11 A

A.32. Por una resistencia de 225  pasa una intensidad de 20 mA. ¿Cuánto vale la diferencia de
potencial entre sus extremos? Rdo. 4’5 V

8. FACTORES DE LOS QUE DEPENDE LA RESISTENCIA DE UN HILO CONDUCTOR

A.33. La resistencia que un hilo conductor presenta al paso de la corriente podría depender de
la naturaleza del mismo y de sus dimensiones (longitud y grosor). Tratad de profundizar un poco
más en esta hipótesis señalando cómo cabe esperar que influya la longitud de un cierto hilo
conductor en su resistencia. A continuación, haced lo mismo con el grosor.

En principio, podemos pensar que, cuanto más largo sea el hilo habrá más choques entre los
electrones libres y los iones positivos del metal, aumentando por tanto la resistencia. Por otra
parte, si el hilo es más grueso podemos imaginar que los electrones libres se moverán con más
230
8. Electricidad

facilidad (análogamente a lo que les ocurre a los vehículos cuando circulan por una carretera
muy ancha, con muchos carriles), de modo que cuanto mayor sea la sección del hilo, más peque-
ña será su resistencia.

A.34. Diseñad un experimento que permita comprobar las hipótesis anteriores.

Para comprobar la validez de las hipótesis anteriores, en primer lugar, podemos tomar varios
conductores del mismo material y grosor, con longitudes L, 2L, 3L, etc. Si medimos experimen-
talmente sus resistencias obtendremos valores de R, 2R, 3R, etc, con lo que concluimos que,
efectivamente, tal y como habíamos supuesto, la resistencia R y la longitud L son directamente
proporcionales.

En segundo lugar, podemos tomar varios conductores del mismo material y longitud pero con
secciones (grosores) S, 2S, 3S, etc. Medimos experimentalmente sus resistencias y obtenemos R,
R/2, R/3, etc. Esto nos permite concluir que efectivamente, tal y como habíamos supuesto, la
resistencia y la sección o grosor del hilo son inversamente proporcionales.

Finalmente, podemos tomar conductores de la misma longitud y grosor pero de distinto material.
Al calcular experimentalmente sus resistencias se obtienen valores diferentes, lo que confirma
que la resistencia también depende de la naturaleza del conductor.

Los tres resultados experimentales anteriores se hallan implícitos en la siguiente expresión:

L
R 
S
En la expresión anterior  es una constante de proporcionalidad, cuyo valor depende de la natu-
raleza (material) del hilo conductor y que recibe el nombre de resistividad. En ella es fácil ver
que si, por ejemplo, la longitud se hace el doble, la resistencia también se duplicará, pero que si
la sección se hace el doble, la resistencia se reducirá a la mitad.

A.35. ¿Cuál es el significado físico de la resistividad?¿Cuál es su unidad en el sistema interna-


cional?

Si en la expresión obtenida hacemos L = 1m, y S = 1 m 2, nos queda que R = . Por tanto el valor
de dicha constante para un material dado coincide con el de la resistencia que presentaría al paso
de la corriente un cable de dicho material que tuviera 1 m de largo y 1 m 2 de sección. Cuanto
menor sea la resistividad de un material mejor conductor resulta. Si de la fórmula despejamos 
y nos fijamos en sus unidades veremos que nos queda ·m.

A.36. ¿Qué significa que la resistividad del cobre a 20ºC es de 1’69·10 -8 ·m?

De acuerdo con los razonamientos anteriores, ello significa que la resistencia que ofrece al paso
de la corriente un metro de cable de cobre de 1 m 2 de sección es de 1’69·10-8  (se especifica la
temperatura porque tal y como ya hemos visto, ésta también influye en la mayor o menor resis-
tencia al paso de la corriente, por tanto la resistividad de un conductor metálico dependerá de la
temperatura a que éste se encuentre).

231
8. Electricidad

Resistividad de algunos materiales a la temperatura ambiente (20ºC)


Material Resistividad (·m)
Plata 1’62·10-8
Cobre 1’69·10-8
Aluminio 2’75·10-8
Hierro 9’68·10-8
Nicromo 100·10-8
Vidrio Entre 1010 y 1014
Corcho blanco Mayor que 1014

A.37. De los materiales de la tabla anterior ¿cuál es el que mejor conduce la corriente eléctri-
ca? ¿cuáles se pueden considerar aislantes?

A.38. ¿Qué sección mínima ha de tener un hilo de cobre de 20 m para que su resistencia no su-
pere 0’1  ? Dad el resultado en m2 y en mm2. ¿Cuál sería el diámetro en mm?
Rdo. S = 3’38·10-6 m2 = 3’38 mm2; D = 2’1 mm

A.39. Un alambre de nicromo tiene una sección de 2’5 mm2. ¿Qué longitud debemos tomar para
fabricar con él una resistencia de 100  ? Rdo. L = 250 m

A.40. Al medir la resistencia de una mina de lápiz de 12 cm de longitud y con un diámetro de 1


mm, a 20 ºC, se ha obtenido un valor de 5’35 . Suponiendo que estuviese hecha sólo de grafi-
to, determinad la resistividad del grafito. Rdo.  = 3’5 · 10-5  · m

A.41. Calculad qué longitud de hilo de cobre y de hilo de nicromo de 8·10 -7 m2 de sección cada
uno, hará falta para fabricar una resistencia de 100 . (buscad en la tabla anterior los datos
que hagan falta). Rdo. L cobre = 4734 m; L nicromo = 80 m

En los circuitos eléctricos y electrónicos que constituyen la mayoría de los aparatos que utiliza-
mos diariamente, aparecen unos elementos conocidos como resistencias y que no son otra cosa
que conductores (enrollados formando un pequeño cilindro) con un valor determinado de la re-
sistencia. La presencia de estas resistencias es necesaria para que la intensidad de corriente sea la
adecuada para el buen funcionamiento del aparato.

Las conocidas “bombillas” de filamento incandescente


no son otra cosa que un trozo de conductor con una re-
sistencia tal que al circular por él una intensidad deter-
minada se pone incandescente y emite luz. En esas
bombillas se pierde mucha energía mediante calor, por
lo que son muy poco eficientes. Además, si se comparan
con otras, su relación entre duración y precio es menor.
Conviene sustituirlas por otras de bajo consumo o mejor
de LEDs lo antes posible.

232
8. Electricidad

9. REPRESENTACIÓN ESQUEMÁTICA DE UN CIRCUITO DE CORRIENTE CONTINUA

Para representar de forma esquemática un circuito de corriente continua se utilizan una serie de
símbolos que conviene conocer.

Como ya hemos visto, un generador de corriente se simboliza por dos segmentos de distinta lon-
gitud verticales y paralelos. Cuando el generador es capaz de suministrar distintas diferencias de
potencial entre sus bornes, se añade al símbolo anterior una flecha, tal y como se indica a conti-
nuación:

Un hilo conductor cuya resistencia eléctrica sea apreciable se suele simbolizar mediante una
línea quebrada o simplemente mediante un pequeño rectángulo. Si la resistencia es variable (se
llama entonces reostato) se añade una flecha como se indica a continuación. Conviene tener en
cuenta que, en todos aquellos casos en los que la resistencia se pueda considerar despreciable
(prácticamente nula), se representará mediante una línea recta; por tanto, en aquellos tramos del
esquema de un circuito en los que haya una línea recta se considera que no hay resistencia.

resistencia reostato resistencia reostato


R=0

Una bombilla se puede representar de distintas formas. Una de ellas es mediante un círculo con
un aspa dentro y otra como una simple resistencia.
bombilla bombilla

Además también es usual incluir un interruptor, como puede verse en el circuito siguiente:

V2 V1 V7

A1 R3
A B H V6
C

V3 R1 G

A2 E R2 F

V4 V5

233
8. Electricidad

A.42. ¿Cómo podemos interpretar que todos los instrumentos de medida del circuito anterior
marquen CERO excepto V1 y V5 ? ¿Por qué V1 y V5 marcan lo mismo?

Si el interruptor no está conectado (circuito abierto), no habrá paso de corriente. Conviene tener
esto presente ya que algunas personas piensan, equivocadamente, que aunque el interruptor no
estuviera conectado, sí que habría corriente desde el borne positivo de la pila hacia el interruptor,
aunque al llegar a éste se interrumpiría. Para que circule una corriente eléctrica estacionaria por
un conductor ha de haber una diferencia de potencial entre sus extremos. Si el interruptor está
abierto, el potencial eléctrico en el punto F tiene el mismo valor que en el borne positivo de la
pila; mientras que el potencial en el punto G tiene el mismo valor que en el borne negativo de la
pila. Todos los instrumentos de medida marcarán pues 0, excepto el voltímetro V 1 y el V5 que
señalarán la diferencia de potencial que el generador es capaz de suministrar.

A.43. ¿Qué indicará cada uno de los instrumentos de medida colocados en el circuito anterior
cuando esté cerrado?

Si el interruptor está conectado (circuito cerrado), circulará corriente y los dos amperímetros
marcarán lo mismo (la intensidad que recorre el circuito). Por otra parte: V1  VA-VB; V2 
VA-Vc = 0; V3  VC -VD ; V4  VE -VF = VD –VF; V5  VF –VG = 0; V6  VG –VH = 0 y
finalmente V7  VH-VB.

Como vemos, hemos considerado que la resistencia eléctrica en cada tramo recto del esquema es
nula (incluso cuando ese tramo recto contenga un amperímetro, ya que la resistencia de este ins-
trumento es despreciable). Ello implica que el potencial eléctrico en todos los puntos de un mis-
mo tramo recto del esquema, es el mismo. Por eso, por ejemplo, V A – VC = I·R = I· 0 = 0.

Finalmente, hay que saber que la resistencia eléctrica de los voltímetros es muy grande, de forma
que la corriente que pasa por ellos es despreciable (lo justo para que funcionen) y podemos con-
siderar que, por ejemplo, la corriente que sale del polo positivo de la pila tiene prácticamente la
misma intensidad que la corriente que circula a través del amperímetro A 1 (aunque en realidad
una parte muy pequeña de ella al llegar al punto A se desvía y pasa por el voltímetro V 2).

A.44. Si en el circuito anterior la corriente que sale del polo positivo de la pila tiene una inten-
sidad de 2 A ¿qué intensidad pasará por A1, R1, A2, R2 y R3?

La intensidad de corriente que sale de una pila no depende sólo de la pila, sino que también de-
pende de lo que se conecte a la misma. Sin embargo, una vez que se cierre el circuito, dadas las
características de los amperímetros, voltímetros y resistencias, que hemos comentado anterior-
mente, podemos afirmar que la intensidad de corriente que atravesará todos los elementos del
circuito conectados en serie, será la misma. Por tanto, por A1, R1, A2, R2, y R3 pasará una inten-
sidad de 2 A. Si cambiamos el valor de una de las resistencias, la intensidad de corriente que
sale de la pila también cambiará a otro valor (por ejemplo 1’5 A), pero ese nuevo valor será tam-
bién el mismo en cada uno de los elementos anteriores.

10. ASOCIACIÓN DE RESISTENCIAS

En el mercado existen resistencias fabricadas expresamente, con distintos valores. Se pueden


utilizar en los circuitos eléctricos para que la intensidad de la corriente tome el valor que nos
convenga. Sin embargo, como sólo se fabrican ciertos valores estándar, en muchos casos hemos
de recurrir a combinarlas entre ellas para poder obtener resistencias equivalentes de distinto va-
lor. Veremos a continuación dos formas de combinar resistencias: en serie y en paralelo.

234
8. Electricidad

10.1. Resistencia equivalente a diversas resistencias en serie

A.45. En el circuito de la figura adjunta se han colocado dos resistencias R 1 y R2 conectadas en


serie. Aplicando la ley de Ohm y teniendo en cuenta que la intensidad de corriente que circula
por cada resistencia es la misma, mientras que la caída total de potencial entre A y C es la suma
de la caída de potencial entre los extremos de cada resistencia, deducid el valor de la resistencia
equivalente a esas dos.

(Nota: Se llama resistencia equivalente de una asociación de resistencias a aquella que, al susti-
tuir a las asociadas, hace que por el circuito circule la misma intensidad que antes).

A C A C

I I

B
R1 R2 Req

Podemos escribir que: (VA-VC) = (VA-VB) + (VB-VC)

Aplicando la ley de Ohm a cada una de esas diferencias de potencial, tendremos que:

I·Req = I·R1 + I·R2

y dividiendo en ambos miembros del signo igual por I:

Req  R1  R2

Si en lugar de dos hubieran sido más resistencias, todas ellas en serie, el resultado habría sido el
mismo (la suma de todas esas resistencias). Por tanto:

La resistencia equivalente de varias resistencias en serie es igual a la suma de todas ellas.

A.46. ¿Cómo podríamos comprobar experimentalmente la conclusión anterior?

Bastaría con colocar en un circuito dos resistencias en serie y medir la intensidad que circula por
ellas. A continuación se quitan y se pone una sola resistencia igual a la suma de las anteriores y
se vuelve a medir la intensidad, comprobando que el valor obtenido es el mismo que antes.

10.2. Resistencia equivalente a varias resistencias en paralelo

A.47. Un circuito está formado por dos resistencias R 1 y R2 conectadas en paralelo (ved figura
siguiente). Aplicando la ley de Ohm y teniendo en cuenta que la diferencia de potencial entre los
extremos de cada resistencia es la misma, mientras que la intensidad de corriente I es la suma
de la intensidad I1 que pasa por R1 y de la intensidad I2 que pasa por R2, deducid el valor de la
resistencia equivalente a esas dos.

235
8. Electricidad

A B A B

I I
R1
I1

Req
I2
R2

Si entre A y B sólo hubiera una resistencia que fuese equivalente a las dos anteriores, se cumplir-
ía que:
(V  VB )
(VA–VB) = I·Req I A
R eq

Como la intensidad de corriente se ha de conservar, se ha de cumplir que:

I = I1 + I2.

Sustituyendo, en esta última expresión, las intensidades por su valor dado por aplicación de la
ley de Ohm:
(VA  VB ) (VA  VB ) (VA  VB )
 
R eq R1 R2
1 1 1
Dividiendo ahora por (VA-VB) en ambos lados de la igualdad, nos queda:  
Req R1 R2

Si en lugar de dos, hubiese habido más resistencias todas ellas en paralelo, el resultado habría
sido similar. Por tanto:

La inversa de la resistencia equivalente a varias resistencias en paralelo es la suma de las inver-


sas de todas esas resistencias.

Es fácil comprobar que, siempre que se asocien varias resistencias en serie, la resistencia equiva-
lente a todas ellas tendrá un valor mayor que el de cualquiera de las asociadas, mientras que, en
el caso de asociación en paralelo ocurre lo contrario: la resistencia equivalente tiene siempre un
valor menor que el de cualquiera de las asociadas.

A.48. En el circuito adjunto, la intensidad de


A B
la corriente que marca el amperímetro es de
2 A, las resistencias R1 y R2 valen 20 ohmios
cada una mientras que R3 = 5 . Se pide: I
R2 A
a) Resistencia equivalente a esas tres. I2
R1
b) Intensidad que pasará por cada una de las
resistencias.
I3
Rdo. a) 24 ; b) I1=2 A, I2=0'4 A, I3=1'6 A
R3

236
8. Electricidad

11. BALANCE ENERGÉTICO DE UN CIRCUITO ELEMENTAL. EFECTO JOULE

Como ya hemos visto, para que se mantenga la intensidad de corriente en un circuito, el genera-
dor ha de estar continuamente aportando una energía. Dicha energía es necesaria para trasladar,
por el interior del generador, la carga positiva que le llega al borne de menor potencial y “subir-
la” hasta el borne de mayor potencial.

A.49. ¿De qué puede depender la energía suministrada por el generador?

Para responder a la cuestión anterior debemos recordar la analogía entre un circuito eléctrico y
un circuito “hidráulico” en el que circulaba agua entre dos depósitos comunicados y con distinto
nivel. En este último caso, para mantener la “corriente de agua” circulando era necesario dispo-
ner de una bomba hidráulica que suministrara la energía necesaria para llevar el agua que llega al
depósito de nivel más bajo hasta el de nivel más alto. Dicha energía será tanto mayor: cuanta
más agua haya que subir y mayor sea la diferencia de niveles.
+
A B

generador
bomba

Análogamente, en el caso eléctrico, la energía suministrada por el generador dependerá de la


diferencia de potencial entre sus bornes y de la cantidad de carga que se traslade, siendo tanto
mayor cuanto mayores sean ambas magnitudes. Concretamente la expresión mediante la cual se
puede evaluar dicha energía es:
E = q·V

siendo q la carga que se traslada y V = (VA – VB), la diferencia de potencial existente entre los
bornes del generador.

Como la carga q está relacionada con la intensidad I de corriente y el intervalo de tiempo t que
tengamos circulando dicha intensidad mediante q = I · t, podemos escribir que, en general:

E  I  V  Δt

Al tratarse, en este caso, de un circuito elemental en el que entre los extremos del generador sólo
hay una resistencia eléctrica, podemos aplicar la ley de Ohm a la expresión anterior, con lo que
obtendremos fácilmente que:

V 2  t
E  I  R  Δt
2
o bien: E
R

237
8. Electricidad

A.50. ¿Qué sucede con esta energía aportada por el generador al circuito elemental que veni-
mos considerando?

La energía que va suministrando el generador la va adquiriendo la carga al ser situada a mayor


potencial eléctrico (se conoce como energía potencial eléctrica), pero esa carga no se queda ahí,
sino que circula por el hilo conductor fuera del generador hasta volver al borne de menor poten-
cial. Es decir, en el trayecto ha “perdido” la energía que le había suministrado el generador.

A.51. ¿Cómo puede interpretarse la “pérdida” de energía anterior? ¿Adónde va a parar?

Experimentalmente se comprueba que, al circular una corriente por un hilo conductor que pre-
sente una resistencia apreciable, se produce en éste una elevación de su temperatura (fenómeno
conocido como “efecto Joule”) tanto mayor cuanto mayor sea la intensidad que lo recorre. Este
efecto podemos explicarlo suponiendo que, la carga, al desplazarse por el hilo, va perdiendo la
energía recibida a causa de los choques (interacciones) que se producen entre la carga que se
desplaza globalmente por el hilo y los iones positivos de la red metálica que forma el hilo. Debi-
do a esa especie de “fricción” se produce la elevación de temperatura. En consecuencia el hilo
conductor (y cualquier resistencia por la que pase corriente) transferirá energía al medio que le
rodee (que estará a menor temperatura que él) mediante calor.

La interpretación anterior se puede comprobar situando una resistencia en el interior de un reci-


piente que contiene una cierta cantidad de agua a determinada temperatura. Al hacer circular una
corriente por la resistencia se producirá una elevación de la temperatura del agua. Si, al cabo de
cierto tiempo t, medimos la temperatura alcanzada por el agua, podemos calcular (mediante
expresiones que se verán en cursos próximos) la energía transferida al agua y comprobar que el
valor obtenido es el mismo que el que se obtiene mediante la expresión E = I2 ·R·t.

A la energía que una resistencia eléctrica transfiere al exterior mediante calor se le denomina
también “energía consumida” por dicha resistencia. Las bombillas, las estufas eléctricas, los hor-
nos y calentadores eléctricos, las tostadoras de pan, etc., son ejemplos de aparatos eléctricos que
constan esencialmente de una o varias resistencias que “consumen energía”. Un dato importante
es conocer la cantidad de energía eléctrica que consumen estos aparatos en un cierto tiempo.
Para ello, se introduce una magnitud denominada potencia (representada por el símbolo P).

La potencia P consumida es una magnitud cuyo valor nos indica la energía que consume un apa-
rato eléctrico cada unidad de tiempo.

A.52. Una resistencia consume una energía E = 300 J en 2 s. ¿Cuánto vale su potencia P? ¿a
dónde ha ido a parar esa energía y mediante qué procedimiento? Proponed una expresión gene-
ral que sirva para calcular la potencia P cuando se conoce la energía consumida E y el tiempo
t empleado en consumirla.

La potencia será de P = 300/2 = 150 J/s y significa que, esa resistencia, transfiere al exterior una
energía de 150 J cada segundo. La forma en que se transfiere esa energía desde la resistencia
hacia el exterior de ella es mediante calor. En realidad, a la unidad J/s se le denomina vatio (o
watt) y se simboliza por W. Un múltiplo muy importante es el kilovatio ( kilowatt), que vale
1000 W y se representa como kW. Así pues: 1 kW = 1000 W.

E
La expresión que se pide al final de la actividad anterior es: P 
t
238
8. Electricidad

A.53. En un horno vemos una inscripción que pone 2000 W. ¿Qué significa? ¿Cuánta energía
eléctrica habrá consumido ese horno después de 45 minutos de funcionamiento?

Significa que la resistencia de ese horno transfiere mediante calor al exterior de la misma (el
horno) una energía de 2000 J cada segundo de funcionamiento del horno. Por eso los alimentos
que colocamos en el interior del horno se calientan.

Despejando E de la expresión anterior se obtiene fácilmente que: E = P·t y, teniendo en cuen-


ta que 45 minutos equivalen a 2700 s, la energía consumida habrá sido de:

E = P · t = 2000 · 2700 = 5’4·106 J

A.54. Una unidad de energía muy importante es el kWh (léase kilovatio hora). Teniendo en
cuenta la expresión anterior (E = P · t), que 1 kW = 1000 W y que 1 h = 3600 s, deducid a
cuántos julios de energía equivale 1 kWh. Rdo. 3 600 000 J.

A.55. En una factura de electricidad pone que se han consumido 560 kWh. Se pide:
a) ¿Cuántos julios se han consumido?
b) ¿Cuánto dinero supone si cada kWh se paga a 0’15 euros?

Rdo. a) 2'016·109 J; b) 84 euros

A.56. Una plancha eléctrica lleva la siguiente inscripción: 1200 W - 220 V, que indica la poten-
cia del aparato en el caso de que se conecte a una diferencia de potencial de 220 V. Se pide:
a) Intensidad que circulará por la plancha al conectarla a 220 V.
b) Valor de la resistencia de la plancha.
c) Intensidad que circularía en el caso de conectarla a 125 V. ¿Cuál sería entonces su potencia?
d) La energía que consumirá, en kWh, cuando esté conectada 10 h a 220 V.

Rdo. a) 5’45 A; b) 40’3 ; c) 3’1 A y 387’4 W; d) 12 kWh

Dos aplicaciones importantes del efecto Joule son los fusibles y la iluminación por lámparas de
incandescencia. Los primeros consisten en intercalar en un circuito un conductor que funda rápi-
damente en cuanto la intensidad de la corriente supere un valor determinado. De esa forma si,
por cualquier causa, ocurre un aumento brusco en la intensidad, cesa la corriente, protegiendo así
los aparatos que estén conectados al circuito. En la actividad siguiente se comenta el caso de la
bombilla de incandescencia.

A.57. En el texto siguiente se expone el proceso histórico que dio lugar a la fabricación de la
bombilla eléctrica. Estudiadlo atentamente con el fin de establecer las características más rele-
vantes de dicho proceso y, en particular, los cambios que supuso para la sociedad.

Desde los tiempos remotos la humanidad se había ido defendiendo contra la diaria e inquietante
desaparición de la luz del Sol. Primero con hogueras, luego con antorchas y lámparas de aceite y
posteriormente con lámparas de grasa de ballena, queroseno, gas, etc. Todos estos sistemas hab-
ían proporcionado una luz mediocre y oscilante con la que combatir la oscuridad de la noche.

La introducción generalizada de la iluminación a gas en las fábricas en el siglo XIX no tuvo, por
otra parte, efectos sociales beneficiosos inmediatos, ya que permitió a los patronos alargar unas
jornadas de trabajo ya demasiado extensas.

239
8. Electricidad

Finalmente, ya a finales del siglo XIX, la electricidad proporcionó un sistema más seguro, mejor
y más práctico. El problema era calentar con electricidad un pequeño filamento hasta hacerle
emitir un resplandor incandescente. La cuestión en sí no era demasiado complicada, sin embargo
muchos intentos fracasaron porque no había medio de evitar que el filamento se quemara con el
oxígeno del aire y se destruyera. En 1875, Crookes, ideó un método adecuado para hacer un vac-
ío suficiente dentro de un recipiente de vidrio en el que se colocaba el filamento, pero los mate-
riales utilizados eran poco satisfactorios, ya que se rompían con bastante facilidad. En 1878,
Thomas Edison, de 31 años, se manifestó dispuesto a abordar el problema. Su reputación como
inventor era tan grande que su anuncio hizo subir la bolsa de Nueva York y Londres, haciendo
tambalearse las acciones de las compañías de gas encargadas de la iluminación.

Edison no fue, pues, el primero en inventar la luz incandescente usando una bomba de vacío y
tampoco descubrió ningún principio científico básico de este sistema. Lo que hizo fue encontrar
un material que funcionaba aceptablemente como filamento (hebra de algodón carbonizado) y
diseñar un bulbo de vidrio adecuado en el que colocarlo. Además (lo que es aún más importante)
solucionó un problema bastante más complejo: abastecer a miles de hogares con una cantidad de
electricidad constante. Con ello posibilitó el uso de la electricidad a una enorme masa de consu-
midores. Edison se dio cuenta de que el sistema de distribución de la electricidad por los hogares
debía hacerse de tal forma que las bombillas funcionaran independientemente, de manera que, si
una de ellas se fundía, las demás siguieran funcionando y no se quedase el resto de la casa a os-
curas. Para conseguir este efecto, las distintas bombillas debían conectarse como se indica en el
esquema siguiente (conexión en paralelo).

Posteriormente se incorporaron sucesivas mejoras (filamento de tungsteno, introducción de gas


nitrógeno dentro del bulbo, etc.). Edison fundó una compañía de electricidad, la Edison Electric
Company, que comenzó a instalar sus sistemas de iluminación en 1882. Tres años después ya
habían vendido más de 200 000 lámparas. El amplio uso de las bombillas eléctricas favoreció un
desarrollo rápido de sistemas para generar y distribuir energía eléctrica en millones de hogares,
iniciándose así la era de la electricidad. Los avances tecnológicos en este campo pronto fueron
mucho más allá de la modesta bombilla de incandescencia y se incorporaron a la red eléctrica
multitud de aparatos (lavadoras, tostadoras, hornos, secadoras, lavaplatos, frigoríficos, sistemas
de calefacción, teléfono, radio, televisión, etc.) haciendo posible una forma muy cómoda de po-
der disponer de la energía necesaria para realizar muchos y diversos cambios.

No obstante, a pesar de todas las comodidades que reporta la electricidad (para quienes disponen
de ella), su consumo también plantea graves problemas. Para terminar el tema, trataremos algu-
nos de ellos.

240
8. Electricidad

12. IMPACTO MEDIOAMBIENTAL DE LA ENERGÍA ELÉCTRICA

El consumo de fuentes de energía no renovables como el petróleo y sus derivados y, en general


el uso creciente de energía por parte de más de 6000 millones de seres humanos, está producien-
do un impacto tremendo sobre el medio ambiente, tan grande, que nuestra supervivencia como
especie corre un serio peligro.

A menudo se piensa en la electricidad como una especie de energía limpia que no afecta al me-
dio ambiente. Quizás porque podemos usarla en nuestras casas para iluminar, calentar, refrigerar,
etc., tan solo apretando un interruptor y sin que veamos generarse humos ni residuos. ¿Es esto
realmente así?

Más del 95% de la electricidad que utilizamos se genera mediante alternadores. Para ello, como
hemos visto, es necesario que una bobina o inducido se mueva en las proximidades de un imán y
para producir y mantener esa bobina en movimiento necesitamos comunicarle energía. Dicha
energía puede provenir a veces de un salto de agua (central hidroeléctrica) o del viento (parques
eólicos), pero lo más habitual es que se utilice vapor de agua la cual se calienta quemando
carbón, fuel o gas (central térmica de combustible fósil) o bien mediante la fisión de un material
radiactivo como el uranio (central térmica de combustible nuclear).

A.58. ¿Cuál es el impacto medioambiental de las centrales térmicas?

Una central eléctrica que utilice carbón tiene, entre otros, dos graves inconvenientes sobre el
medio ambiente:

a) Contribuye a aumentar la lluvia ácida debido, sobre todo, a que el


carbón contiene azufre como impureza y al quemarlo se producen óxidos
de azufre que van a parar a la atmósfera y que reaccionan con el agua
presente en el aire dando ácido sulfúrico. Ello hace que el agua de lluvia
sea ácida y pueda estropear monumentos de piedra caliza, destruir bos-
ques enteros y aumentar la acidez de lagos haciendo imposible la vida de
plantas y animales en ellos.

b) Contribuye a aumentar el efecto invernadero debido a que


cuando se quema carbón se produce CO2 (el gas principal causan-
te de este aumento). La energía procedente del Sol que llega a la
Tierra calienta el planeta y éste refleja al espacio parte de dicha
energía en forma de radiación infrarroja. Sin embargo el CO 2 pre-
sente en la atmósfera dificulta el paso de esa radiación reflejándo-
la de nuevo al suelo con lo que está aumentando la temperatura
media del planeta. El proceso se ha intensificado, sobre todo de-
bido a la quema de carbón y de otros combustibles fósiles como el
petróleo y todos sus derivados, que está haciendo aumentar mu-
cho la concentración de CO2 en la atmósfera y produciendo un
verdadero cambio climático.

En la producción de electricidad mediante la combustión de fuel, además de los efectos anterio-


res hay que tener en cuenta que el fuel se extrae del petróleo y que el transporte del crudo de
petróleo desde los yacimientos hasta las refinerías (muy alejadas de ellos) tiene unos riesgos in-
dudables sobre el medio ambiente. Basta recordar a este respecto los ya numerosos accidentes
241
8. Electricidad

ocurridos con algunos superpetroleros (como el del Prestige en las costas Gallegas) y los consi-
guientes desastres ecológicos producidos al verterse miles de toneladas de crudo frente a las cos-
tas. Además, este proceso de agotar rápidamente todas las reservas de petróleo quemándolo,
cuando a partir del mismo se obtienen tantos productos necesarios (desde fibras sintéticas a
plásticos y medicamentos) no parece que sea una actitud muy inteligente.

Una central eléctrica que utilice un reactor nuclear no contribuye tanto al efecto invernadero ni a
la lluvia ácida. Sin embargo, supone un riesgo muy serio para el medio ambiente y las personas,
debido a un posible accidente nuclear (recordad los de Chernóbil y Fukushima entre otros) y
también porque dichas centrales generan residuos radiactivos que estarán activos durante muchos
años. ¿Dónde enterrar con seguridad durante miles de años la gran cantidad de residuos ra-
diactivos que estamos generando? ¿No es eso acaso una bomba de relojería para nuestros des-
cendientes? ¿Qué hacer con los miles de millones de toneladas de tierra contaminada después de
un desastre nuclear? ...

A.59. ¿Cuál es el impacto medioambiental de las centrales hidroeléctricas?

En general una central hidroeléctrica aprovecha el desnivel existente en un cierto tramo de un río
para producir energía eléctrica, lo cual supone la transformación de una zona fluvial en una zona
con un embalse de agua más o menos grande, con una serie de consecuencias para el medio am-
biente, como las que se exponen a continuación:

 Pérdida de suelo por la erosión provocada por las obras


 Destrucción de parte de la vegetación de la zona debido a las obras de acceso a la central
(pistas o carreteras, presa, edificios anexos, etc.) y al tendido eléctrico.
 Desaparición de parte de la flora y fauna de la zona debido a la alteración de su medio natural
 Contaminación “estética” debida a los cambios paisajísticos (caminos, obras, tendido eléctri-
co, grandes tuberías, etc.).
 Impacto del tendido eléctrico sobre las aves de la zona.
 Efecto “barrera” de la presa sobre algunas especies piscícolas que realizan migraciones.
 Desaparición de la actividad agrícola y ganadera en la zona embalsada.
 Posible desaparición de pueblos que llevaban viviendo en la zona durante muchos años antes
de inundarla y traslado forzoso de sus gentes a otros lugares.

A pesar de las consecuencias anteriores, el impacto sobre el medio ambiente de las centrales
hidroeléctricas (y sobre todo de las pequeñas o “minicentrales”) es bastante menor que el de las
térmicas ya que no emiten CO2 ni óxidos de azufre (no contribuyen a aumentar el efecto inver-
nadero ni la lluvia ácida) y además su funcionamiento se basa en la energía obtenida del agua en
movimiento y no en el consumo de combustibles fósiles o de uranio (con todos los inconvenien-
tes que ello implica). Por otra parte, las centrales hidroeléctricas también tienen algunos efectos
positivos sobre el ambiente como, por ejemplo:

 En el agua de los embalses se eliminan materias sedimentables por decantación lo que las
hace utilizables para el abastecimiento de agua potable a las poblaciones.
 Control de posibles avenidas de agua evitando inundaciones en zonas situadas aguas abajo.
 Incremento en el nivel de agua en pozos próximos al embalse
 Al poder regular el caudal de agua después del embalse, es posible disponer de un caudal
mínimo de agua en el río incluso durante el verano y también controlar los regadíos.

A.60. ¿Conocéis otras formas de obtener energía eléctrica? ¿Qué impacto pueden tener?

242
8. Electricidad

La energía eléctrica también se puede obtener de otras formas como, por ejemplo: aprovechando
las mareas, la energía cinética del aire en movimiento (aerogeneradores) o la energía solar. El
impacto medioambiental de las centrales eólicas y solares es mucho menor que en los otros ca-
sos. No obstante también existe, ya que los enormes molinos de viento colocados sobre las cimas
de las montañas o en las costas, tienen un indudable impacto estético y además afectan a las
aves, generan ruido en sus proximidades y producen interferencias en las comunicaciones. En
cuanto a las centrales solares el impacto sobre el medio ambiente se deriva de la gran cantidad de
terreno que necesitan. Así, en una zona con al menos 2500 horas de sol al año, se precisaría ocu-
par unos 10 km2 de terreno para obtener una potencia de 100 MW, lo que puede afectar a la flora
y fauna local, además de la modificación paisajística. Para minimizar todo esto se suelen cons-
truir en zonas desérticas.

La energía eléctrica también se puede originar mediante reacciones químicas (pilas y baterías).
Se trata de una forma habitual de obtener pequeñas cantidades de energía eléctrica. Millones de
juguetes, aparatos e instrumentos diversos, funcionan con pilas. Las pilas permiten disponer de
energía con mucha autonomía, pero algunas contienen sustancias tóxicas muy contaminantes
para el medio ambiente (por ejemplo, metales como el mercurio).

A.61. ¿Cómo disminuir el impacto medio-ambiental negativo de la energía eléctrica?

Se pueden hacer muchas cosas, que desgraciadamente no se llevan a cabo en la medida que haría
falta, para reducir el impacto medioambiental de la energía eléctrica y conseguir un desarrollo
sostenible, más respetuoso con la naturaleza. Nosotros mismos podemos contribuir a este objeti-
vo de forma fundamental (somos muchos millones de personas y si todas hacemos algo, en total
es muchísimo). A modo de ejemplo:

 Impulsar las minicentrales hidroeléctricas (de mucho menos impacto sobre el medio ambien-
te que las grandes centrales que exigen construir enormes embalses).
 Utilizar electrodomésticos de bajo consumo.
 En las ciudades los equipos de gobierno municipal deberían de ser conscientes del problema
y no derrochar tanta energía eléctrica. En algunas de ellas, como Valencia, las farolas han
proliferado tanto que es difícil conciliar el sueño por la noche si no se baja la persiana o se
corre la cortina y la contaminación lumínica impide ver el cielo.
 No tener en la casa más luces encendidas de las que sean necesarias, ni aparatos en stand by.
 Favorecer el uso de energías renovables. Hemos de tener en cuenta que España es considera-
do como uno de los países con mayor potencial para generar energía eléctrica mediante el
viento, el sol y el agua. Sin embargo, más del 80 % de la energía que consumimos se basa en
materias primas no renovables (y que además nosotros prácticamente no tenemos) como el
243
8. Electricidad

petróleo, carbón, uranio y gas. Ello nos hace ser un país excesivamente dependiente de los
demás en cuanto a la energía, con todo lo que eso implica.
 Utilizar pilas recargables, lámparas de bajo consumo y de tecnología LED
 No tirar las pilas (de ningún tipo), lámparas, o tubos fluorescentes a la basura, sino depositar-
los en los contenedores que existen al efecto (o pedir que instalen esos contenedores en el ba-
rrio, la escuela, comercios, etc.).
 El uso de paneles solares para la calefacción en los edificios debería extenderse. También
habría que favorecer la instalación por particulares (allí donde fuese posible) de aerogenera-
dores y paneles solares así como la venta por ellos de la energía sobrante a las grandes com-
pañías eléctricas.

Para terminar, conviene realizar una pequeña reflexión: El uso de la energía en general y de la
energía eléctrica en particular está muy desigualmente repartido en la humanidad. Existen mu-
chos millones de personas que no disponen de energía eléctrica en sus casas y es justo que aspi-
ren a la mejor calidad de vida que esta les proporcionaría. ¿Qué es lo que ocurriría si mañana
todo ser humano viviente consumiera la misma energía que un norteamericano medio, mante-
niendo todo lo demás igual? El agotamiento de recursos y el impacto ambiental ocasionado pro-
ducirían un desastre de proporciones incalculables en muy pocos meses. La diferencia de la rea-
lidad con este supuesto tan sólo radica en el tiempo que tardará en producirse (a menos que to-
memos las medidas adecuadas para evitar que ocurra).

De acuerdo con las consideraciones anteriores el uso y la generalización de energías más respe-
tuosas con el medio ambiente y políticas sociales más justas (diseñadas para conseguir un desa-
rrollo sostenible para todos) junto con un control de la natalidad (políticas demográficas respon-
sables por parte de todos los gobiernos), son hoy en día más necesarios que nunca en un planeta
que antes parecía no tener límites pero que ahora ..... se nos ha quedado pequeño. Deberíamos
comenzar ya a realizar los cambios necesarios para que todo eso fuera posible.

RECAPITULACIÓN

Como se indica en el comienzo de este libro, mediante la electricidad podemos disponer de


energía con la que producir cambios que nos interesen.
Este tema ha estado dedicados a estudiar cómo obtener una corriente eléctrica con la que poda-
mos disponer de energía para producir cambios. En el primero de ellos hemos visto la necesidad
de disponer de una diferencia de potencial entre los extremos de un hilo conductor y cómo los
generadores cumplen ese cometido. Se introdujeron y manejaron conceptos muy importantes,
tales como el de potencial y diferencia de potencial, resistencia eléctrica, etc. También estudia-
mos la ley de Ohm, los factores de que depende la resistencia de hilo conductor y la forma de
asociar resistencias. Finalmente se ha estudiado el balance de energía en los circuitos eléctricos y
el impacto de la energía eléctrica sobre el medio ambiente.
Quedan todavía por abordar muchos problemas interesantes. Esperamos que este curso haya ser-
vido como un primer acercamiento a la Física y Química, en el que se haya percibido la utilidad
de estas dos ciencias para comprender y aprovechar los cambios materiales. En el próximo curso
nos centraremos, principalmente, en estudiar un tipo especialmente interesante de cambios: los
llamados cambios mecánicos, en los que se estudian los cambios de posición y de velocidad que
pueden experimentar los objetos y luego profundizaremos en el estudio de las reacciones quími-
cas que hemos comenzado en este. También estudiaremos el cambio climático causado por la
humanidad y los graves problemas con él relacionados, analizando sus causas y estudiando posi-
bles soluciones en las que hemos de implicarnos activamente.

244
8. Electricidad

8. ELECTRICIDAD. ACTIVIDADES DE REFUERZO

1. Una plancha eléctrica tiene una potencia de 1100 W cuando se conec-


ta a 220 V. Se pide:

a) Intensidad de corriente que pasará por ella al conectarla a 220 V.


b) Gasto que supone conectarla 4 h si 1 kWh se paga a 0’15 euros

Rdo. a) 5 A; b) 0’66 euros

2. En algunos circuitos eléctricos se coloca un fusible, que consiste en un trozo de hilo conductor
de unas características tales que, cuando la corriente que pasa por él supera cierto valor, este hilo
funde, con lo que se interrumpe el paso de la corriente. Supongamos que, al lado de un enchufe
(220 V), encuentras un fusible con la inscripción I = 10 A. ¿Podríamos conectar a ese enchufe
una estufa eléctrica de 2500 W?

Rdo. No, porque circularía una corriente de 11’4 A

3. Una bombilla tradicional de 100 W de potencia a 220 V, suele tener una duración de 1000 h,
mientras que una lámpara de bajo consumo que proporcione una iluminación equivalente, puede
tener una potencia de 15 W a 220 V y durar unas 8000 h. Suponiendo que la primera cueste 0’6
euros y la segunda 10 euros y que cada kWh de energía eléctrica consumida se pague a 0’15 eu-
ros, haced un estudio aportando diversas razones a favor de una lámpara u otra. Después comen-
tadlo en casa y tratad de convencer a vuestros padres.

Rdo. El coste de 8000 h de funcionamiento sería de 124'8 euros con bombillas tradicionales,
frente a los 28 euros con una sola bombilla de bajo consumo (es decir ... cuatro veces más).

4. En ocasiones, para evitar que el ganado se disperse, se cerca un terreno con un alambre por el
que pasa una corriente eléctrica. Un excursionista afirma, sin embargo, que es capaz de tocarlo
con la mano sin notar ninguna corriente a través de su cuerpo ¿Crees que es eso posible?

5. La gravedad de una sacudida eléctrica en un ser vivo


depende de la intensidad de corriente que lo atraviese.
En general se admite que una intensidad de corriente de
más de 10 mA circulando por el cuerpo humano, puede
ocasionar graves trastornos. La resistencia de la piel al
paso de la corriente depende del grado de humedad. La
piel seca de una persona puede tener una resistencia
eléctrica de entre 104  y 106 . Por el contrario, si está
húmeda, la resistencia puede reducirse a 103  o me-
nos. Una persona imprudente se pone a conectar unos
cables (220 V) a una lámpara, sin desconectar previa-
mente la corriente y sufre una descarga. Analiza qué
puede ocurrir si la persona hace buen contacto con tie-
rra, estando o no mojada.

Rdo. En el caso de una persona mojada, pasaría a través de ella una intensidad de 220 mA

245
8. Electricidad
6. Entre los extremos de un cable de alta tensión
puede haber una diferencia de potencial de más
de 300.000 V, sin embargo una persona puede
suspenderse de dicho cable en el aire sin ningún
peligro (algunas aves lo hacen). Claro que, en
cuanto esa persona toca además tierra o un poste,
queda electrocutada (lo mismo que las aves
cuando se paran en un cable al lado de un poste
metálico y se les ocurre picotear este último).

Utilizad la ley de Ohm para interpretar estos


hechos.

Datos: La resistencia de una persona al paso de


la corriente es mucho mayor que la del pequeño
trozo de cable que pueda tener entre las manos.
El potencial eléctrico de la tierra es V = 0.

7. Una lámpara de linterna tiene una potencia de 0’25 W cuando se conecta a 4’5 V. ¿Qué inten-
sidad de corriente pasa por ella? ¿Por qué cuando tocamos el circuito de una linterna con la mano
no notamos ningún efecto de la corriente eléctrica?

Rdo. 55’5 mA

8. Un estudiante tiene un proyector que lleva un fusible incorporado, pero resulta que se le fun-
dió y luego lo perdió. Ahora quiere colocarle un fusible nuevo, pero no sabe de qué intensidad
máxima ha de comprarlo. Inspecciona el aparato y lo único que ve es una inscripción que pone
200 W-220 V. ¿De cuantos amperios ha de ser el fusible?

Rdo. 0’9 A (aproximadamente).

9. Una vivienda tiene contratada con la compañía eléctrica una potencia de 5 kW. En la casa
existen, entre otros, los siguientes electrodomésticos: Tostadora de 1200 W, frigorífico de 200
W, horno eléctrico de 2000 W, TV de 100 W, plancha de 1100 W, microondas de 1200 W, lava-
dora que, en funcionamiento, desarrolla una potencia de 400 W y al centrifugar 1000 W. ¿Cuán-
ta energía se consumirá en kWh al funcionar durante 45 minutos el horno eléctrico, la plancha y
el televisor? Dad una razón por la cual cuando estén funcionando esos tres aparatos y la lavado-
ra, no sería conveniente calentarse algo en el microondas.

Rdo. 2’4 kWh

10. Una bombilla (1) marca 100 W - 220 V. Se pide:

a) Resistencia eléctrica de la bombilla


b) Intensidad de la corriente eléctrica que pasará por ella si la conectamos a 125 V.
c) Energía que consume durante 2 h de funcionamiento (en kWh) cuando se conecte a 220 V
d) Supongamos que conectamos esa bombilla a 220 V y observamos su brillo. Si en serie con
dicha bombilla le conectamos otra (2) exactamente igual ¿qué le ocurrirá al brillo? ¿Será ma-
yor o menor que cuando había una sola? ¿Brillarán las dos igual o diferente?

Rdo. a) 484 ; b) 0’258 A; c) 0’2 kWh

246
8. Electricidad

L
11. La resistencia eléctrica de un trozo de cable viene dada por la expresión R   
S
En ella, L es la longitud del cable y S su sección. En cuanto a , es una constante llamada resisti-
vidad, distinta para cada material.

a) ¿Qué significa físicamente que la resistividad del hierro (a 20ºC) es de 10-7  · m?


b) Dados dos cables de distinto material, pero de la misma longitud y grosor, razonad cual pre-
sentará mayor resistencia eléctrica.

12. Dada la asociación de resistencias (R1 = 6 ; R2 = 4 )


adjunta y sabiendo que el voltímetro marca 12 V, se pide:

a) Lo que marca cada amperímetro


b) La energía consumida en R1 (en kWh) tras dos horas de
pasar la corriente.

Rdo. I1=2A; I2=3A; I = 5A; b) 0’048 kWh

13. Si lo que marca el voltímetro V2 es 8 V. ¿Qué marcará cada uno de los restantes aparatos de
medida incluidos en el esquema? Datos: R1 = 5 ; R2 = 6 ; R3 = 3 

Rdo. I1 = 4 A; I2 = 4/3 A; I3 = 8/3 A; V1 = 20 V

14. La diferencia de potencial entre los bornes de la pila es de 12 V. Determinad el valor de la


intensidad de corriente que atraviesa cada una de las resistencias del circuito representado:

R2

R1

R3

R4

Datos: R1 = 0’8 ; R2 = 2 ; R3 = 3 ; R4 = 2 

Rdo. I1 = 6 A; I2 = 3’6 A; I3 = 2’4 A; I4 = 6 A


247
8. Electricidad

15. Señalad con una cruz cuál de las situaciones siguientes describe mejor lo que le ocurre a la
corriente eléctrica:

a) Sale la corriente con cierta


intensidad por un polo, pasa
por la bombilla y entra de nuevo
en la pila por el otro aunque
con menor intensidad

b) La misma intensidad de
corriente que sale de la pila
por un polo y pasa por la
bombilla, le entra a la pila
por el otro polo.

c) La corriente sale de ambos


polos de la pila y se consume
en la bombilla.

16. Como ya debéis saber, el brillo o luminosidad de una bombilla dada depende de la intensidad
de corriente eléctrica que pase por ella. En los esquemas siguientes, todas las bombillas son idén-
ticas y la resistencia de cada una de ellas vale 5 . Por otra parte, la diferencia de potencial entre
los bornes de cada pila es la misma y vale 12 V.

C
A B
D

a) A la vista de los esquemas representados ordenad (primero a título de hipótesis, sin hacer
ningún cálculo) las cuatro bombillas A, B, C y D, de menor a mayor brillo.
b) Comprobad si habéis acertado o no la hipótesis emitida.

17. Realizad una búsqueda en internet sobre los diferentes tipos de lámparas eléctricas existentes,
y argumentad respecto a las ventajas e inconvenientes de cada uno.

248
10. EL MAGNETISMO Y LA CORRIENTE ELÉCTRICA

¿Hay alguna relación entre electricidad y magnetismo? ¿Cómo generar corriente eléctrica?

El magnetismo es un fenómeno conocido por la humanidad desde tiempos remotos. El origen del
término “magnetismo” se debe al descubrimiento, realizado por los griegos hace más de 2000 años,
de un mineral (en una región del Asia Menor llamada Magnesia) capaz de atraer al hierro. Ese
mineral se denomina hoy en día “magnetita”.

Ya alrededor del año 1000, los chinos habían descubierto que, si disponían un trozo alargado de
magnetita sobre algo que flotase en el agua y pudiera moverse libremente, siempre se alineaba en la
misma dirección (Norte-Sur). A este mineral posteriormente se le llamó “imán natural”.

Las observaciones y conocimientos que se fueron produciendo acerca de los imanes naturales a lo
largo de los siglos propiciaron la invención de la brújula magnética, cuyo uso para orientarse se
extendió pronto a Europa a través de Oriente Medio y tuvo un papel decisivo en la navegación por
mar, posibilitando el descubrimiento de nuevas tierras, facilitando los viajes, el transporte de
personas y mercancías, etc. Sin embargo, la explicación de la naturaleza física del magnetismo se
mantuvo durante mucho tiempo como un misterio de la naturaleza.

A finales del siglo XVI encontramos el primer gran estudio sistemático de los fenómenos
magnéticos. Dicho estudió fue realizado por W. Gilbert (médico de la reina Isabel I de Inglaterra),
quien, en el periodo que va desde el año 1581 al 1600, efectuó numerosos experimentos de
electricidad y magnetismo, recopilando ordenadamente los resultados más importantes de esas
experiencias en un libro que tituló "De Magnete".

Por nuestra parte procederemos, en primer lugar, a revisar algunos aspectos interesantes de los
fenómenos magnéticos.

1. FENOMENOLOGÍA DEL MAGNETISMO

A.1. ¿Qué sustancias pueden actuar como imanes? ¿Sobre qué sustancias ejercen su acción
magnética?

Uno de los primeros hechos evidentes del magnetismo natural es que existen algunas sustancias,
como la magnetita, que son imanes muy potentes. También es conocido que la Tierra entera actúa
como un gran imán y que astros como el Sol ejercen acciones magnéticas muy importantes. También
se construyen imanes artificiales con distintas sustancias y aleaciones (hierro, níquel, cobre,
neodimio, acero, etc.). Todos los imanes se ejercen entre sí fuerzas magnéticas, pero también actúan
sobre otros objetos. Las observaciones sobre el comportamiento de los imanes permiten constatar
que ejercen una fuerte acción , fundamentalmente sobre el hierro y el acero y, con menor intensidad,
sobre algunos otros metales como, por ejemplo, el níquel y el cobalto. En otros casos, por ejemplo,
sobre aluminio u oro, la fuerza magnética no se puede apreciar a simple vista.

249
A.2. ¿Cómo se ejerce la fuerza magnética de los imanes sobre los metales?

Si tomamos un trozo de magnetita de forma irregular y le acercamos trocitos de hierro,


observaremos que son atraídos hacia dos zonas opuestas, a las que se denominan polos magnéticos
del imán. En dichos puntos la fuerza magnética resulta más intensa que hacia la zona central.

Es habitual recortar los imanes en forma de barras de tal modo que los polos queden situados en los
extremos.

La fuerza magnética disminuye con la distancia existente entre el polo magnético y el trozo de hierro
o acero que se le aproxima, de forma que, a mayor distancia, menor se hace la fuerza de atracción
magnética. Es fácil comprobar experimentalmente cómo algunos objetos de hierro o acero son
atraídos por cualquiera de los polos de un imán.

A.3. ¿Cómo se ejerce la fuerza magnética entre dos imanes?

Ya hemos dicho que los imanes ejercen una acción mucho más intensa en los extremos o polos. Esto
ocurre también cuando se trata de acciones de un imán A sobre otro imán B. En este caso se
comprueba que, enfrentando ciertos polos de los imanes A y B, los dos imanes se atraen y dando la
vuelta a uno de ellos para enfrentar el mismo polo de A con el opuesto de B, respecto de la posición
anterior, los imanes se repelen. Este comportamiento permite distinguir entre dos tipos de polos de
cada imán. Para diferenciarlos, podríamos llamarlos positivo y negativo, blanco y negro, etc. No
obstante, como al montar un imán sobre un eje, alrededor del cual pueda girar libremente en un
plano horizontal, sucede que se orienta siempre de forma que uno de sus polos señala el Norte
geográfico y el otro el Sur geográfico, por lo que se les denomina respectivamente, polo Norte y polo
Sur (en adelante N y S).

El polo N de un imán es el que se orienta al norte geográfico de la Tierra, mientras que el polo S
de un imán se orienta hacia el polo sur geográfico de la Tierra.

250
sur magnético norte geográfico

sur geográfico norte magnético

Experimentalmente se observa que, cuando se enfrentan polos iguales de los dos imanes (polo norte
de A con polo norte de B o polo sur de A con polo sur de B), los imanes se repelen. Si se enfrentan
polos distintos de los dos imanes (polo norte de A con polo sur de B o polo sur de A con polo norte
de B), los imanes se atraen.

N S N S
 
F AB FBA
A B

 
F AB FBA

N S S N
A B

Como consecuencia de este comportamiento, resulta que, cuando se fijan dos imanes a una cierta
distancia uno del otro y con una orientación arbitraria, si pueden girar libremente en torno a un eje,
lo hacen hasta quedar enfrentados por polos opuestos. Esta es una característica única de las fuerzas
magnéticas, que las distingue de otras fuerzas estudiadas hasta ahora, como las fuerzas gravitatorias
o las fuerzas electrostáticas. En efecto: los imanes no se atraen ni se repelen solamente, sino que al
mismo tiempo se orientan.

En la figura siguiente se muestran los efectos de orientación y de fuerzas existentes entre dos imanes.
La aguja imantada (que puede girar libremente en el plano horizontal, pero no trasladarse) quedará
orientada frente al imán de la izquierda.

251
F1
orientación
orientación
F2

La propiedad que tienen los imanes de ejercer fuerzas más intensas en los extremos o polos puede
sugerir la idea de que un imán fuera como un dipolo eléctrico, es decir, podría pensarse en una
interpretación del magnetismo que atribuya el comportamiento de los imanes a una posible
concentración de carga eléctrica de signo positivo en un extremo de un imán y otra concentración de
carga eléctrica de signo negativo en el otro extremo. Si esta explicación fuera correcta, el
magnetismo sería simplemente un caso particular de fuerzas eléctricas ejercidas entre objetos
cargados de una forma peculiar. En este caso, se podrían aislar las zonas donde se concentra la carga
de cada signo (es decir, los polos) y estos pedazos obtenidos del imán se comportarían como objetos
cargados, uno con carga negativa y el otro con carga positiva.

A.4. ¿Qué sucede si se fragmenta un imán con objeto de separar sus polos?

Cuando se parte un imán con objeto de separar sus polos se


produce un hecho curioso: cada fragmento queda convertido
en otro nuevo imán, dotado a su vez de dos polos. Por
mucho que se repita este proceso, es decir, por mucho que se
vuelva a partir el imán, todos los pedazos obtenidos actúan,
cada uno de ellos, como un imán entero con sus correspon-
dientes polo norte y polo sur. Si se sigue partiendo, el
proceso continua. Así pues, no es posible fabricar imanes
con un solo polo.

Análogamente ocurre si el proceso se realiza en sentido inverso, es decir, si se transforman dos


imanes en uno solo, poniéndolos en contacto. En este caso, los cuatro polos iniciales (dos en cada
imán de partida) se reducen a dos en el imán obtenido.

En resumen: todo imán o todo pedazo de imán actúa con un polo norte y un polo sur, siendo
imposible aislar un solo polo. Estos hechos, junto con otros, ponen en evidencia que el magnetismo
no es una simple manifestación de fuerzas electrostáticas ejercidas entre cargas situadas en los polos
de un imán, sino que se trata de algo diferente.

252
A.5. ¿Qué le ocurre a los materiales como el acero, después de ser atraídos o frotados con un imán?

Otro fenómeno interesante y específico del magnetismo es lo que les sucede a algunos materiales
como consecuencia de haber sido sometidos a la acción de un imán. Algunos materiales que son
atraídos por los imanes, pueden a su vez imantarse (es decir, se convierten en imanes) por el hecho
de haber estado en contacto con un imán o, también, si son frotados con él y el frotamiento se realiza
siempre en el mismo sentido. Esta imantación desaparece rápidamente en casi todos los casos, pero
en otros, como el acero, permanece durante bastante tiempo.

A.6. Conseguid una aguja de coser y un imán. A continuación, proceded a frotar la aguja en el imán
pasándola sobre éste siempre en el mismo sentido y pensad una forma sencilla de utilizar esa aguja
imantada como una brújula (habrá que idear un dispositivo que permita a la aguja girar libremente
en un plano horizontal y orientarse según el magnetismo terrestre).

Existen varios diseños sencillos. Uno de ellos se basa en colocar la aguja ya imantada sobre un
pequeño corcho flotando en agua, veremos que se orientará debido al magnetismo terrestre.
Habremos construido así una brújula elemental y podremos saber cuál es el polo N y S de la aguja.
Otro posible diseño consiste en clavarla en un trocito de papel y mediante un hilo suspender el
conjunto horizontalmente. Incluso se puede utilizar un imán rectangular sobre un trozo de corcho
blanco que flota en agua.

N
S

2. EL MAGNETISMO TERRESTRE

Como ya hemos indicado, la brújula de aguja imantada consiste esencialmente en una aguja
magnética con los polos situados en sus extremos y de tal forma que pueda girar libremente en un
plano horizontal.

Las primeras brújulas llegaron al continente europeo en la Edad Media y tuvieron un papel muy
importante en los grandes descubrimientos geográficos y exploraciones que se realizaron (como, por
ejemplo, el descubrimiento de América).

En la actualidad existen otros procedimientos de orientación mucho más sofisticados (como los que
se realizan mediante satélites que giran alrededor de la Tierra), sin embargo todavía se sigue
utilizando la brújula en muchos casos.

En las brújulas actuales la aguja imantada móvil está situada dentro de una especie de caja fabricada
con materiales no magnetizables (por ejemplo, plástico transparente). Habitualmente está situada
sobre una base en la que hay dibujado un círculo graduado en el que se indican los cuatro puntos
cardinales.

253
Cualquier brújula se orienta de modo que su polo N señala aproximadamente el norte geográfico
terrestre (existe una desviación de unos 20º), lo que confirma que la Tierra actúa como un gran imán,
cuyo polo sur magnético está muy cerca del polo norte geográfico y viceversa.

Con sólo una brújula podemos orientarnos dirigiéndonos a cualquiera de los puntos cardinales o
fijando un rumbo cualquiera. El rumbo es el ángulo que forma la dirección que queremos seguir, con
la dirección norte (contando desde el norte siguiendo el sentido de las agujas del reloj).

Si, además de la brújula, disponemos de un mapa de la zona en la


que nos encontramos y sabemos que la parte superior de los mapas
topográficos señala siempre al norte; podemos orientarnos colocando
la brújula sobre el mapa en un plano horizontal, de tal modo que la
dirección norte-sur que figura en la brújula coincida con la dirección
de la aguja magnética y con la dirección norte-sur impresa en el
mapa (alguna de sus líneas verticales). En ese momento, tendremos
bien orientado el mapa y las montañas o accidentes geográficos
reales que veamos al mirar en una dirección determinada (N, S, etc.),
corresponderán a lo que hay señalado en el mapa en esa misma
dirección.

3. RELACION ENTRE FENOMENOS MAGNETICOS Y ELÉCTRICOS

La analogía entre el magnetismo y la electricidad promovió la búsqueda de una relación entre ellos
que pudiera explicar sus características comunes.

A.7. Pensad qué tipo de experimentos se pueden realizar para investigar una posible relación entre
cargas eléctricas e imanes.

Los primeros intentos de poner en evidencia una posible relación entre los fenómenos eléctricos y los
magnéticos consistieron en poner objetos cargados en presencia de imanes. Pero, cuando se coloca
un imán en las proximidades de un objeto cargado, la única fuerza que se muestra es una fuerza de
atracción global entre ambos, similar a la que hace cualquier objeto cargado sobre otro neutro (como
es el imán). Es decir, en este caso el imán y el objeto cargado se atraen, pero no se orientan, lo que
indica que no tiene lugar una fuerza magnética entre ellos.

Fue el científico danés H.C. Oersted quien, en el año 1820, realizó un célebre experimento que por
vez primera mostró la existencia de una relación entre electricidad y magnetismo. El experimento
consistió en colocar una brújula cerca de un cable por el que circulaba una corriente eléctrica.

+
4’5 V

254
Se comprobó que, en estas condiciones, la aguja de la brújula se orienta tendiendo a colocarse en la
dirección perpendicular al cable por el que circula la corriente. Las experiencias realizadas
demuestran que el sentido de giro de la aguja es tal que, si se coloca la mano derecha extendida
sobre el hilo conductor (y éste a su vez sobre la brújula), de tal forma que la corriente entre por la
muñeca y salga por la punta de los dedos, el pulgar (colocado perpendicularmente a los restantes)
señala el sentido en el que se desvía el polo N de la aguja. (En el caso de situar la aguja por encima
del hilo conductor el sentido de orientación es el contrario).

+
4’5 V

También se aprecia que el efecto sobre la brújula es tanto más intenso cuanto mayor es la intensidad
de la corriente rectilínea y cuanto más cerca del hilo nos encontramos. De acuerdo con la
experiencia de Oersted y otras muchas que se realizaron posteriormente, se pudo establecer que:

El magnetismo en general, está asociado a la existencia de cargas eléctricas en movimiento.

La conclusión anterior abrió importantes líneas de investigación.

A.8. ¿Qué posibles problemas de interés pudieron plantearse como consecuencia de los resultados
obtenidos en la experiencia de Oersted?

Una vez se puso en evidencia que las cargas eléctricas en movimiento producen efectos magnéticos,
pareció necesario avanzar hacia una comprensión más profunda de los fenómenos magnéticos.
Algunos de los problemas que se plantearon fueron los siguientes:

 ¿Cómo conseguir imanes más potentes aprovechando los efectos magnéticos de la corriente
eléctrica?
 ¿Cómo se pueden aprovechar las fuerzas existentes entre corrientes eléctricas e imanes?
 ¿Cómo explicar el magnetismo natural?
 Si una corriente eléctrica (que no es sino un movimiento de cargas) tiene efectos magnéticos y es
capaz de mover a un imán inicialmente en reposo, ¿no podría conseguirse el efecto recíproco? Es
decir: ¿sería posible obtener corriente eléctrica mediante el movimiento de un imán?

En lo que resta de este tema comprobaremos que estas líneas de investigación, iniciadas en el siglo
XIX, resultaron ser muy fructíferas y permitieron, entre otras cosas, construir potentes electroimanes,
motores eléctricos y generar corriente eléctrica de tal forma que pudiera ser aprovechada por
industrias y hogares como fuente de energía, para poder realizar muchos cambios (calentar, cocinar,
iluminar, mover cosas, etc.).

255
3.1. Efectos magnéticos de la corriente eléctrica

El primer estudio que se realizó tras los experimentos de Oersted fue el de los efectos magnéticos
producidos por una corriente eléctrica que circulase no sólo por un hilo conductor rectilíneo sino
también siguiendo otras trayectorias.

Como hemos visto, un cable por el que circula la corriente tiene efectos magnéticos tanto más
potentes cuanto mayor es la intensidad de corriente que circula por el hilo. Sin embargo, a menudo
interesa conseguir unos efectos magnéticos más intensos, sin tener para ello que aumentar la
intensidad de la corriente que circula por el hilo.

A.9. Indicad un modo de aumentar al máximo la intensidad de los efectos magnéticos producidos
por una corriente eléctrica en un punto situado a una cierta distancia de la misma, sin necesidad de
aumentar la intensidad de la corriente.

Una posibilidad es arrollar el hilo conductor formando una circunferencia. De este modo todo el
cable se encuentra a la misma distancia del centro de la circunferencia (cosa que no ocurre cuando la
corriente es rectilínea). Cabe esperar, pues, que los efectos magnéticos se refuercen en el centro de la
circunferencia. Este dispositivo recibe el nombre de “espira”. Naturalmente todavía podemos
intensificar aún más los efectos magnéticos de la corriente si el cable es largo y nos permite varias
vueltas, de forma que tengamos así otras tantas espiras, tal y como se muestra en la figura siguiente.

espira varias espiras

A.10. ¿Cómo podríamos estudiar el comportamiento magnético de una o varias espiras juntas por
las que circula una corriente?

Una posibilidad es colocarlas sobre un soporte, situar una brújula en su centro y conectarlas a una
pila para conseguir que pase corriente por ellas, tal y como se propone en la figura adjunta.

pila

256
Podemos comprobar cómo al pasar la corriente, la aguja de la brújula sufre ahora desviaciones más
bruscas que cuando la misma corriente era rectilínea y se situaba a la brújula a la misma distancia
del hilo de lo que vale ahora el radio de las espiras. También podemos constatar qué efecto tiene
sobre la aguja imantada el que la corriente vaya en un sentido o en otro y cómo la fuerza magnética
sobre la aguja imantada es menos intensa cuando colocamos la brújula en otros puntos que no sean
el centro de la espira.

A.11. Utilizad el dispositivo anterior y una brújula para comprobar que la espira se comporta como
un imán y determinad cuál es la cara de la espira que hace de polo N y cuál hace de polo S.

La actividad anterior nos debe haber permitido comprobar que, cuando miramos de frente a la espira
y vemos que la corriente circula en el mismo sentido que las agujas del reloj, se trata de la cara que
hace de polo S, mientras que, si vemos que la corriente circula en sentido contrario al de las agujas
del reloj es la cara N.

sentido horario sentido antihorario

Además del sentido de las agujas del reloj, para saber si estamos mirando la cara N o S de una espira
recorrida por una corriente, es útil ver si, siguiendo la marcha de la corriente se puede dibujar dentro
de la espira la letra S (sería en ese caso la cara sur) o la letra N (sería en ese caso la cara norte) tal y
como se muestra en los esquemas anteriores.

Así pues, a una o varias espiras por las que circula una corriente eléctrica, se le pueden asignar polos
magnéticos, lo mismo que a un imán. Por tanto, entre dos espiras o entre una espira y un imán, se
ejercerán fuerzas magnéticas lo mismo que entre dos imanes.

Cuando se arrolla un mismo hilo conductor (recubierto por un aislante) de modo que las espiras
queden una al lado de la otra formando una especie de túnel, estamos construyendo una bobina o
solenoide. Mediante este dispositivo se consigue disponer de un “imán” muy intenso y con la ventaja
de tener acceso a su interior (ya que la bobina está hueca, cosa que no ocurre con los imanes), donde
los efectos magnéticos son más intensos que en el exterior.

A.12. Utilizad una bobina de 2000 espiras para investigar sus efectos magnéticos sobre una aguja
imantada, cuando se hace pasar una corriente por dicha bobina.

257
Es fácil comprobar cómo la bobina, mientras circule corriente por ella, se comporta como un imán y
que uno de sus extremos actúa como polo N y el otro como polo S. Para ello, podemos aproximar a
sus extremos una aguja imantada (con sus polos marcados) y ver cómo ésta se orienta. Como
generador de corriente basta con una pila de 4’5 V.

pila

Podemos plantearnos ahora algunas de las aplicaciones prácticas de lo que acabamos de ver.

3.1.1. Instrumentos de medida de la corriente eléctrica (amperímetros y voltímetros)

En los laboratorios escolares suele haber unos dispositivos formados por una aguja o fiel solidaria a
un pequeño imán1. Este conjunto es capaz de bascular, de forma que, cuando actúa sobre el imán
alguna fuerza magnética, éste intenta orientarse, de modo que el conjunto bascula haciendo que la
aguja se desvíe de su posición inicial hacia un lado. La mayor o menor desviación de la aguja se
puede visualizar mediante una escala que acompaña al dispositivo. El conjunto puede ser insertado
en una bobina, de modo que el pequeño imán quede dentro de ella, tal y como se muestra en la
figura adjunta.

2 1 0 1 2

bobina de 2000
espiras

pila
2 1 0 1 2

conjunto basculante
(aguja y pequeño imán)

A.13. Utilizad el dispositivo anterior colocándolo en una bobina de 2000 espiras e investigad lo que
ocurre cuando ésta se conecta a la corriente eléctrica suministrada por una pila de 4’5 V.

Si preparamos el montaje sugerido, es fácil constatar que, al conectar la corriente, la aguja se desvía,
indicando que dicha corriente está haciendo una fuerza magnética sobre el imán del conjunto

1
También se puede utilizar un miliamperímetro en lugar del dispositivo aquí descrito

258
basculante. Además podemos ver que la aguja se desvía en un sentido o en otro dependiendo del
sentido de la corriente eléctrica y que esta desviación es tanto más brusca cuanto mayor sea la
intensidad de la corriente eléctrica utilizada (para comprobarlo basta conectar en serie dos pilas).

Este dispositivo es la base del funcionamiento de algunos instrumentos de medida de la corriente


eléctrica, como los amperímetros (para medir la intensidad) y voltímetros (para medir diferencia de
potencial), en los que se añade un pequeño resorte que se opone a la desviación de la aguja (cuanto
mayor es la intensidad de la corriente eléctrica mayor es la fuerza magnética y más se desvía la aguja
venciendo la fuerza que opone el resorte). Nosotros lo usaremos simplemente para detectar la
existencia de una corriente eléctrica circulando por una bobina.

3.1.2. Electroimanes

Al situar una brújula cerca de una bobina por la que circula corriente, apreciamos que se orienta
convenientemente. Si, a continuación, vamos alejando la brújula, observaremos como ésta se va
desorientando hasta que, a cierta distancia, el efecto de la bobina es despreciable y la brújula se
orienta prácticamente según el campo magnético terrestre únicamente. En esta situación, vamos a
introducir en la bobina un trozo (llamado núcleo) de hierro y observaremos cómo la brújula se
vuelve a orientar de nuevo como antes cuando estaba mucho más cerca de la bobina.

La experiencia anterior nos muestra que, por el hecho de disponer un núcleo de hierro en el interior
de la bobina, se genera un “imán” mucho más intenso. A este dispositivo se le conoce como
“electroimán” y sus propiedades magnéticas cesan en cuanto deja de pasar corriente por la bobina.

Se utilizan electroimanes muy potentes que cuelgan de grandes grúas para trasladar chatarra de
hierro de un sitio a otro.

Conviene tener en cuenta que el aumento en la intensidad de los efectos magnéticos que se produce
en una bobina cuando en su interior se introduce un núcleo de hierro no se detectaría si en lugar de
hierro fuese, por ejemplo, cobre o madera. Se dice que el hierro y los materiales que se comportan
como él son ferromagnéticos, mientras que el cobre es una sustancia diamagnética.

Si en lugar de introducir un núcleo de hierro en el interior de la bobina, éste fuese de acero, la


imantación del núcleo permanecería aunque desconectásemos la corriente, con lo que habríamos
construido así un imán permanente artificial.

A.14. Proceded a construir un imán artificial y un electroimán, arrollando cable conductor (con
recubrimiento aislante) sobre trozos de varillas de acero y de hierro (se pueden utilizar clavos
grandes y destornilladores).

259
Basta con ir arrollando un cable de cobre aislado alrededor de
la varilla, comenzando por uno de sus extremos hasta llegar
al otro extremo. Esta operación se llama bobinar. Una vez
que tenemos recubierto todo el trozo de varilla, sujetamos
con cinta adhesiva y, si el cable no está ya preparado para
ello, procedemos a pelar sus extremos para poder conectarlo
a la pila. Podemos utilizar varillas rectas y también dobladas pila
en forma de herradura.

Si la varilla es de hierro habremos construido un electroimán, con el que podremos levantar objetos
de hierro y acero (clavos, tachuelas, tornillos, etc.) y soltarlos en cuanto hagamos cesar la corriente.
Si es de acero (por ejemplo un destornillador) basta conectar unos momentos para convertirla en un
imán artificial, que conservará sus propiedades magnéticas durante bastante tiempo.

Si en el laboratorio escolar se dispone de núcleos de hierro en U y bobinas de 2000 espiras o más,


que puedan colocarse en una de las ramas, es espectacular mostrar cómo con una simple pila de 4’5
V, podemos conseguir un electroimán tan potente que nos cuesta bastante esfuerzo levantar el núcleo
de hierro móvil colocado arriba de la U (ver figura adjunta).

pila

Mediante los electroimanes podemos conseguir, pues, imanes muy potentes y, lo que es más
interesante todavía, controlar la potencia del imán (según nos convenga) con solo variar la intensidad
de la corriente eléctrica que recorre la bobina.

3.2. Aprovechamiento de las fuerzas entre imanes y corrientes. El motor eléctrico

Hemos visto como entre corrientes eléctricas e imanes se ejercen fuerzas magnéticas. Ahora cabe
plantearse cómo aprovechar esas fuerzas para conseguir movimiento y, por tanto, energía.

Uno de los dispositivos más importantes para conseguir el objetivo anterior es el motor eléctrico.
Existen muchísimos aparatos que funcionan mediante un motor eléctrico, como, por ejemplo,
algunos juguetes, ventiladores, molinillos de café, secadores de pelo, lavadoras, vehículos, etc.

Un motor eléctrico elemental es el dispositivo que existe en muchos centros escolares y que se
utiliza como modelo didáctico para mostrar los aspectos básicos de un motor eléctrico.

260
Esencialmente consta de dos imanes (en el esquema, por comodidad, sólo hemos dibujado uno), que
se colocan juntos en un soporte especial fijo de forma abombada (estator). Dentro del estator hay una
armadura sobre la que se ha dispuesto una bobina, de forma que el conjunto (rotor) puede girar
libremente en torno a un eje.

Imanes
Dibujo esquemático del motor didáctico

Bobina que gira


Colector

Escobilla
pila

Si disponemos la bobina horizontalmente y, a continuación, hacemos circular una corriente por ella
(conectándola a un generador) vemos que esta gira en un sentido determinado hasta quedar en
posición vertical (realmente llega a esta posición tras una pequeña oscilación). Si, tras suprimir la
corriente, volvemos a disponer la bobina horizontalmente y, de nuevo, hacemos circular una
corriente, pero en sentido contrario al anterior, la bobina gira al revés que antes hasta quedar en
posición vertical.

A.15. ¿Cómo deben ser las fuerzas magnéticas sobre la bobina para explicar lo que le sucede?

Debemos pensar que sobre la bobina actúa un par de fuerzas que tiende a hacerla girar en un sentido
determinado. Cuando la bobina pasa por la posición vertical, esas fuerzas no tienen ningún efecto de
giro (porque son iguales, de sentidos contrarios y se ejercen sobre una misma recta), pero la bobina
lleva ya una cierta velocidad, que le hace sobrepasar esa posición. Sin embargo, en cuanto la
sobrepasa, el par de fuerzas (que sigue siendo el mismo) actúa de nuevo y la frena, haciendo que
finalmente retroceda hasta acabar quedando en el plano vertical (posición de equilibrio).

261
Si cambiamos la polaridad, la corriente circula por la bobina en sentido contrario y eso explica que,
al colocarla de nuevo en la posición horizontal (exactamente igual que estaba al principio), la bobina
gire ahora en sentido contrario, ya que el par de fuerzas magnéticas que actúa sobre ella es, ahora, al
contrario que antes.

A.16. A la vista de los resultados anteriores, podemos plantearnos ahora qué podríamos hacer para
conseguir que la bobina girase continuamente.

Una forma de conseguirlo es hacer que, cada vez que la bobina sobrepase la posición vertical,
cambie el sentido de la corriente eléctrica, con lo que cambiará el par de fuerzas magnéticas que
actúa sobre ella, de forma que éste siempre irá a favor del sentido de giro inicial.

Naturalmente, el cambio de sentido de la corriente no podemos hacerlo nosotros manualmente


cambiando la conexión de los cables a la pila cada vez que la bobina pase por la posición vertical (no
nos daría tiempo). Afortunadamente, existe un ingenioso dispositivo que puede hacerlo por nosotros.
Se llama colector y, esencialmente, consiste en dos piezas metálicas que forman un pequeño
cilindro, pero sin hacer contacto entre ellas (están separadas por una fina junta de material aislante).

A la bobina

pila

Como podéis comprobar, el sistema está diseñado de tal forma que, si desplazamos las escobillas
hacia el centro del colector, cada vez que la bobina pasa por la posición vertical la corriente que llega
a la bobina desde el colector cambia de sentido (porque cada escobilla cambia de pieza del colector
sobre la que contacta). Así, el par de fuerzas magnéticas siempre favorece el giro y tenemos un
motor eléctrico, mediante el cual es posible convertir la energía de origen eléctrico en energía
cinética (movimiento de las aspas de un ventilador, de las cuchillas de un molinillo, de las ruedas de
un vehículo, etc.).

262
3.3. Explicación del magnetismo natural

Cuando se descubrió que las corrientes eléctricas producen efectos magnéticos parecidos a los que
producen los imanes naturales, se abrió la puerta al estudio del origen del magnetismo natural.
Lógicamente, una explicación adecuada del comportamiento de los imanes debía compaginar la
relación entre las corrientes eléctricas (cargas en movimiento) y los imanes, con el conocimiento
acumulado acerca de la estructura de la materia.

A.17. Sugerid una explicación del magnetismo natural.

El conocimiento de que las cargas eléctricas en movimiento producen campos magnéticos hace
pensar que el magnetismo natural debería estar asociado también al movimiento de cargas en el
interior de los imanes. En efecto, cada átomo de cualquier elemento se puede considerar como un
pequeño imán ya que sus electrones son cargas en movimiento en torno al núcleo y se pueden
considerar, en una primera aproximación, como pequeñísimas corrientes eléctricas.

A.18. Admitamos que el magnetismo natural sea debido a corrientes electrónicas a nivel atómico.
Entonces, ¿por qué unas sustancias se comportan como imanes y otras no?

Si pensamos en los átomos como pequeñísimos imanes, podemos pensar que, en la mayoría de las
sustancias, éstos se hallan orientados al azar y sus efectos magnéticos individuales se compensan
unos con otros, de forma que, el efecto magnético global es prácticamente nulo. En cambio, en
sustancias como la magnetita los átomos deben estar orientados de tal forma que los efectos
magnéticos individuales se refuercen.

A.19. Justificad, a partir del modelo elemental propuesto para explicar el magnetismo natural, el
hecho de que no se puedan separar los polos de un imán.

Esta explicación del magnetismo natural muestra coherencia con los aspectos principales de la
fenomenología del magnetismo y, por ejemplo, aclara el misterio que presentó en su día el hecho de
que no se puedan separar los polos de un imán, sea este natural o artificial. En efecto, de acuerdo con
este modelo, cualquier imán natural se puede imaginar con una estructura, que, por ejemplo, podría
estar compuesta de espiras elementales, todas ellas orientadas igual. Como hemos visto, si se
considera individualmente cualquiera de estas espiras, una de sus caras actúa como polo norte de ese
pequeño imán y la cara opuesta actúa como polo sur. Estas mismas espiras agrupadas (tal como
ocurre en un solenoide) se han de considerar conjuntamente, pues en esta disposición forman un
único gran imán en el que un extremo actúa como polo norte y el otro como polo sur. Entonces,
admitiendo que un imán natural tenga una estructura interna así, al dividirlo en pedazos, cada pedazo
mantendría esa misma estructura, es decir, cada pedazo seguiría estando constituido por pequeñas
corrientes eléctricas todas ellas orientadas de la misma forma. En consecuencia, actuará globalmente
como un imán, con sus polos norte y sur.

A.20. Tratad de explicar por qué los imanes atraen magnéticamente a algunos metales, como el
hierro.

Otro hecho del magnetismo natural que se puede justificar con este modelo, es el tipo de fuerzas que
se ejercen entre los imanes naturales y algunos metales. Como es lógico, no es casualidad que sean
precisamente los metales (en general, buenos conductores de la electricidad) quienes interactúen
magnéticamente con los imanes con más intensidad. Un pedazo cualquiera de ciertos metales, como
el hierro o el cobalto, se puede considerar constituido por grandes grupos de átomos

263
(del orden del trillón), llamados dominios, alrededor de los cuales circulan corrientes eléctricas que
producen los mismos efectos magnéticos. Estas regiones, o dominios, están entre sí orientadas al
azar, de modo que, habitualmente, el efecto magnético global de un pedazo de hierro es casi nulo.
Ahora bien, sometidos a la acción de un imán externo como, por ejemplo, metiéndolo dentro de una
bobina por la que circula una corriente, los dominios actúan como pequeños imanes, y se orientan
haciendo que el trozo de hierro se comporte como un imán, con igual orientación que el de la
bobina, lo que hace que aumente considerablemente la intensidad del efecto magnético (como ya
vimos que sucedía en el electroimán).

La figura izquierda anterior representa esquemáticamente un trozo de hierro no imantado. Podemos


ver que está formado por dominios distribuidos al azar (la punta de cada flecha indica el polo norte
del dominio). En cambio, en la figura de la derecha se observa cómo los dominios están orientados
preferentemente en una dirección determinada. Cuando frotamos una aguja de hierro siempre en el
mismo sentido contra un imán, lo que hacemos es orientar los dominios preferentemente en una
dirección determinada.

3.4. Producción de corriente eléctrica mediante imanes

Anteriormente hemos visto que toda corriente eléctrica (cargas en movimiento) tiene efectos
mecánicos sobre imanes (en la experiencia de Oersted se consiguió mover un imán mediante una
corriente eléctrica). Podemos plantearnos ahora la posibilidad de conseguir el efecto inverso, es
decir, lograr un movimiento de cargas (una corriente eléctrica) mediante un imán.

A.21. Sugerid una posible forma de conseguir inducir una corriente en un conductor (por ejemplo
una espira o una bobina) mediante un imán.

Una posibilidad es mover un imán en las proximidades de una bobina o mejor, introduciéndolo o
sacándolo rápidamente en ella. Para detectar que se induce corriente podemos conectar esa bobina al
dispositivo que servía para medir el paso de corriente.

Si hacemos la experiencia sugerida, podemos comprobar que, al meter el imán en la bobina,


inmediatamente se desvía la aguja del detector, indicando el paso de una corriente eléctrica (llamada
corriente inducida). Además es fácil ver que, según metamos o saquemos el imán, la aguja se desvía
en un sentido u en otro y que lo mismo sucede según sea el polo que se introduzca o se extraiga de la
bobina (aunque en este caso las desviaciones son inversas a las anteriores).

264
bobina de 2000
espiras 2 1 0 1 2

bobina de 2000
espiras

2 1 0 1 2

conjunto basculante
(aguja y pequeño imán)

El dispositivo utilizado como motor eléctrico, también puede usarse para generar corriente eléctrica
(generador), ya que lo que realmente importa es que exista un movimiento relativo apropiado entre
el imán y la bobina.

A.22. Conectad el motor a una bobina con aguja basculante insertada, mediante unos cables largos.
A continuación colocad los dos imanes en el hueco previsto para ello y haced girar la bobina del
motor manualmente en un sentido y en otro. Analizad qué es lo que ocurre cuando:

a) Cada una de las escobillas está conectada permanentemente a una


sola de las partes del colector (situando cada una en un extremo del
colector).

b) Se colocan ambas escobillas en el centro del colector

Si realizamos la experiencia propuesta, podremos constatar que, en el primer caso, la aguja


indicadora se mueve sucesivamente en un sentido y en otro, indicando el paso de una corriente que
está cambiando de sentido (corriente alterna). Por el contrario, en el segundo caso, la aguja sólo se
desvía en un sentido, indicando que la corriente inducida circula siempre en el mismo sentido
(corriente continua). En ambos casos tenemos un generador de corriente. En el primero, se denomina
generador de corriente alterna o simplemente alternador y en el segundo, generador de corriente
continua o dinamo.

2 1 0 1 2

265
Como alternador Como dinamo

3.5. El transporte de la corriente eléctrica

Según acabamos de ver, el procedimiento para generar corriente continua o alterna es similar. En
cuanto al uso, aunque hay aplicaciones comunes como el alumbrado (bombillas), en otras es
necesaria la corriente continua (como en un televisor).

¿Por qué la red eléctrica es de corriente alterna y no de corriente continua?

La explicación está en que las centrales donde se genera la electricidad suelen estar alejadas de los
lugares en los que ésta se utiliza (núcleos urbanos e industriales). Ello obliga a utilizar largos cables
conductores para su transporte con lo que se produce una pérdida importante de energía (efecto
Joule). Para disminuir en lo posible dicha pérdida conviene trabajar con pequeñas intensidades de
corriente por lo que, si queremos mantener la cantidad de energía que se transporta en un cierto
tiempo, deberemos elevar la diferencia de potencial.

De acuerdo con los razonamientos anteriores, es muy conveniente transportar la energía eléctrica a
una gran diferencia de potencial. Esto presenta serios problemas, bien de tipo técnico (generadores
apropiados), como de uso (peligrosidad). No obstante, se pueden solucionar si transportamos
corriente alterna, ya que existe un dispositivo llamado transformador (que sólo funciona con
corriente alterna), que permite elevar o reducir (según convenga) la diferencia de potencial. De este
modo, en las centrales donde se produce electricidad se usan transformadores para elevar la
diferencia de potencial de la corriente alterna generada hasta el valor que nos convenga (varios
centenares de miles de voltios) y se transporta así hasta las cercanías de los lugares en los que se va a
usar, donde se utilizan de nuevo transformadores para bajar la diferencia de potencial (a unos miles
de voltios). En la mayoría de los hogares, la corriente que llega es alterna y la diferencia de potencial
de 220 V.

266
4. IMPACTO MEDIOAMBIENTAL DE LA ENERGÍA ELÉCTRICA

El consumo de fuentes de energía no renovables como el petróleo y sus derivados y, en general el


uso creciente de energía por parte de más de 6000 millones de seres humanos, está produciendo un
impacto tremendo sobre el medio ambiente, tan grande, que nuestra supervivencia como especie
corre un serio peligro.

A menudo se piensa en la electricidad como una especie de energía limpia que no afecta al medio
ambiente. Quizás porque podemos usarla en nuestras casas para iluminar, calentar, refrigerar, etc.,
tan solo apretando un interruptor y sin que veamos generarse humos ni residuos. ¿Es esto realmente
así?

A.23. Considerad de qué posibles formas se puede producir energía eléctrica y elaborad una lista
con todos los efectos positivos y negativos que puedan tener sobre el medio ambiente.

Más del 95% de la electricidad que utilizamos se genera mediante alternadores. Para ello, como
hemos visto, es necesario que una bobina o inducido se mueva en las proximidades de un imán y
para producir y mantener esa bobina en movimiento necesitamos comunicarle energía. Dicha puede
provenir a veces de un salto de agua (central hidroeléctrica) o del viento (parques eólicos), pero lo
más habitual es que se utilice vapor de agua la cual se calienta quemando carbón, fuel o gas (central
térmica de combustible fósil) o bien mediante la fisión de un material radiactivo como el uranio
(central térmica de combustible nuclear).

A.24. ¿Cuál es el impacto medioambiental de las centrales térmicas?

Una central eléctrica que utilice carbón tiene, entre otros, dos graves inconvenientes sobre el medio
ambiente:

a) Contribuye a aumentar la lluvia ácida debido, sobre todo, a que el


carbón contiene azufre como impureza y al quemarlo se producen óxidos
de azufre que van a parar a la atmósfera y que reaccionan con el agua
presente en el aire dando ácido sulfúrico. Ello hace que el agua de lluvia
sea ácida y pueda destruir bosques enteros y aumentar la acidez de lagos
haciendo imposible la vida de plantas y animales en ellos.

b) Contribuye a aumentar el efecto invernadero debido a que cuando


se quema carbón se produce CO2 (el principal causante de este
efecto). La energía procedente del Sol que llega a la Tierra calienta
el planeta y éste refleja al espacio parte de dicha energía en forma de
radiación infrarroja. Sin embargo el CO2 presente en la atmósfera
dificulta el paso de esa radiación reflejándola de nuevo al suelo con
lo que está aumentando la temperatura media del planeta. El proceso
se ha intensificado en gran parte debido a la quema de carbón y de
otros combustibles fósiles como el petróleo y todos sus derivados
que está haciendo aumentar mucho la concentración de CO2 en la
atmósfera y produciendo un verdadero cambio climático.

267
En la producción de electricidad mediante la combustión de fuel, además de los efectos anteriores
hay que tener en cuenta que el fuel se extrae del petróleo y que el transporte del crudo de petróleo
desde los yacimientos hasta las refinerías (muy alejadas de ellos) tiene unos riesgos indudables sobre
el medio ambiente. Basta recordar a este respecto los ya numerosos accidentes ocurridos con algunos
superpetroleros (como el Prestige) y los consiguientes desastres ecológicos producidos al verterse
miles de toneladas de crudo frente a las costas. Además, este proceso de agotar rápidamente todas las
reservas de petróleo quemándolo, cuando a partir del mismo se obtienen tantos productos necesarios
(desde fibras sintéticas a plásticos y medicamentos) no parece que sea una actitud muy inteligente.

Una central eléctrica que utilice un reactor nuclear no contribuye tanto al efecto invernadero ni a la
lluvia ácida. Sin embargo, supone un riesgo muy serio para el medio ambiente y las personas, debido
a un posible accidente nuclear (recordad el de Chernobyl entre otros) y también porque dichas
centrales generan residuos radiactivos que estarán activos durante muchos años. ¿Dónde enterrar con
seguridad durante miles de años la gran cantidad de residuos radiactivos que estamos generando?
¿No es eso acaso una bomba de relojería para nuestros descendientes?

A.25. ¿Cuál es el impacto medioambiental de las centrales hidroeléctricas?

En general una central hidroeléctrica aprovecha el desnivel existente en un cierto tramo de un río
para producir energía eléctrica, lo cual supone la transformación de una zona fluvial en una zona con
un embalse de agua más o menos grande, con una serie de consecuencias para el medio ambiente,
como las que se exponen a continuación:

 Pérdida de suelo por la erosión provocada por las obras


 Destrucción de parte de la vegetación de la zona debido a las obras de acceso a la central (pistas
o carreteras, presa, edificios anexos, etc.) y al tendido eléctrico.
 Desaparición de parte de la flora y fauna de la zona debido a la alteración de su medio natural
 Contaminación “estética” debida a los cambios paisajísticos (caminos, obras, tendido eléctrico,
grandes tuberías, etc.).
 Impacto del tendido eléctrico sobre las aves de la zona.
 Efecto “barrera” de la presa sobre algunas especies piscícolas que realizan migraciones.
 Desaparición de la actividad agrícola y ganadera en la zona embalsada.
 Posible desaparición de pueblos que llevaban viviendo en la zona durante muchos años antes de
inundarla y traslado forzoso de sus gentes a otros lugares.

A pesar de las consecuencias anteriores, el impacto sobre el medio ambiente de las centrales
hidroeléctricas (y sobre todo de las pequeñas o “minicentrales”) es bastante menor que el de las
térmicas ya que no emiten CO2 ni óxidos de azufre (no contribuyen a aumentar el efecto invernadero
ni la lluvia ácida) y además su funcionamiento se basa en la energía obtenida del agua en movimien-
to y no en el consumo de combustibles fósiles o de uranio (con todos los inconvenientes que ello
implica). Por otra parte, las centrales hidroeléctricas también tienen algunos efectos positivos sobre
el ambiente como, por ejemplo:

 En el agua de los embalses se eliminan materias sedimentables por decantación lo que las hace
utilizables para el abastecimiento de agua potable a las poblaciones.
 Control de posibles avenidas de agua evitando inundaciones en zonas situadas aguas abajo.
 Incremento en el nivel de agua en pozos próximos al embalse
 Al poder regular el caudal de agua después del embalse, es posible disponer de un caudal
mínimo de agua en el río incluso durante el verano y también se pueden controlar los regadíos.

268
A.26. ¿Conocéis otras formas de obtener energía eléctrica? ¿Qué impacto ambiental pueden tener?
La energía eléctrica también se puede obtener de otras formas como, por ejemplo: aprovechando las
mareas, la energía cinética del aire en movimiento (aerogeneradores) o la energía solar. El impacto
medioambiental de las centrales eólicas y solares es mucho menor que en los otros casos. No
obstante también existe, ya que los enormes molinos de viento colocados sobre las cimas de las
montañas o en las costas, tienen un indudable impacto estético y además afectan a las aves, generan
ruido en sus proximidades y producen interferencias en las comunicaciones. En cuanto a las
centrales solares el impacto sobre el medio ambiente se deriva de la gran cantidad de terreno que se
necesita. Así, en una zona con al menos 2500 horas de sol al año, se precisaría ocupar en total unos
10 km2 de terreno para obtener una potencia de 100 MW. Eso significa una gran cantidad de suelo
que queda sin sombra (lo que puede afectar a la flora y fauna local), además de la modificación
paisajística importante. Para evitar todo esto se suelen construir en zonas desérticas.

La energía eléctrica también se puede originar mediante reacciones químicas (pilas y baterías). Se
trata de una forma habitual de obtener pequeñas cantidades de energía eléctrica. Muchos millones de
juguetes, de aparatos e instrumentos funcionan con pilas. Las pilas permiten disponer de energía con
mucha autonomía (solo con transportarlas allá donde vayamos) pero algunas contienen sustancias
tóxicas muy contaminantes para el medio ambiente (por ejemplo, metales como el mercurio).
A.27. ¿Cómo disminuir el impacto ambiental negativo (directo o indirecto) de la energía eléctrica?
Se pueden hacer muchas cosas, que desgraciadamente no se llevan a cabo en la medida que haría
falta, para reducir el impacto medioambiental de la energía eléctrica y conseguir un desarrollo
sostenible, más respetuoso con la naturaleza. Nosotros mismos podemos contribuir a este objetivo de
forma fundamental (somos muchos millones de personas y si todas hacemos algo, en total es
muchísimo). A modo de ejemplo:

 Impulsar las minicentrales hidroeléctricas (de mucho menos impacto sobre el medio ambiente
que las grandes centrales que exigen construir enormes embalses).
 Utilizar electrodomésticos de bajo consumo.
 En las ciudades los equipos de gobierno municipal deberían de ser conscientes del problema y no
derrochar tanta energía eléctrica. En algunas de ellas, como Valencia, las farolas han proliferado
tanto que es difícil conciliar el sueño por la noche si no se baja la persiana o se corre la cortina y
la contaminación lumínica impide ver el cielo.
 No tener en la casa más luces encendidas de las que sean necesarias.
 Favorecer el uso de energías renovables. Hemos de tener en cuenta que España es considerado
como uno de los países con mayor potencial para generar energía eléctrica mediante el viento, el
sol y el agua. Sin embargo, más del 90 % de la energía que consumimos se basa en materias
primas no renovables (y que además nosotros prácticamente no tenemos) como el petróleo,
carbón, uranio y gas. Ello nos hace ser un país excesivamente dependiente de los demás en
cuanto a la energía, con todo lo que eso implica.

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 Utilizar pilas recargables y lámparas de bajo consumo
 No tirar las pilas (de ningún tipo), lámparas, o tubos fluorescentes a la basura, sino depositarlos
en los contenedores que existen al efecto (o pedir que instalen esos contenedores en el barrio, la
escuela, comercios, etc.).
 El uso de paneles solares para la calefacción en los nuevos edificios debería ser obligatorio.
También habría que favorecer la instalación por particulares (allí donde fuese posible) de aero-
generadores y paneles solares así como la venta por ellos de la energía sobrante a las grandes
compañías eléctricas.

Para terminar, conviene realizar una pequeña reflexión: El uso de la energía en general y de la
energía eléctrica en particular está muy desigualmente repartido en la humanidad. Existen muchos
millones de familias que no disponen de energía eléctrica en sus casas y es justo que aspiren a la
mejor calidad de vida que esta les proporcionaría. ¿Qué es lo que ocurriría si mañana todo ser
humano viviente dispusiera de la misma energía y aparatos eléctricos que un norteamericano medio,
manteniendo todo lo demás igual? El agotamiento de recursos y el impacto ambiental ocasionado
producirían un desastre de proporciones incalculables en muy pocos meses. La diferencia de la
realidad con este supuesto tan sólo radica en el tiempo (en lugar de pocos meses, si no tomamos
medidas ya, serán unos años).

De acuerdo con las consideraciones anteriores el uso y la generalización de energías más respetuosas
con el medio ambiente y políticas sociales más justas (diseñadas para conseguir un desarrollo
sostenible para todos) junto con un control de la natalidad (políticas demográficas responsables por
parte de todos los gobiernos), son hoy en día más necesarios que nunca en un planeta que antes
parecía no tener límites pero que ahora ..... se nos ha quedado pequeño.

RECAPITULACIÓN

Como se indica en el comienzo de este libro, mediante la electricidad podemos disponer de energía
con la que producir cambios que nos interesen.

Los dos últimos capítulos han estado dedicados a estudiar cómo obtener una corriente eléctrica con
la que podamos disponer de energía para producir cambios. En el primero de ellos hemos visto la
necesidad de disponer de una diferencia de potencial entre los extremos de un hilo conductor y cómo
los generadores cumplen ese cometido. Se introdujeron y manejaron conceptos muy importantes,
tales como el de potencial y diferencia de potencial, resistencia eléctrica, etc. También estudiamos la
ley de Ohm, los factores de que depende la resistencia de hilo conductor y la forma de asociar
resistencias. En el segundo, hemos podido apreciar la existencia de una estrecha relación entre el
magnetismo y la electricidad y cómo de esta relación se han derivado una serie de líneas de
investigación que permitieron la producción de corriente eléctrica a gran escala, la construcción de
motores eléctricos, etc.

Esperamos, pues, que este curso haya servido como un primer acercamiento a la física y química, en
el que se haya percibido la utilidad de estas dos ciencias para comprender y aprovechar los cambios
materiales.

En el próximo curso nos centraremos, principalmente, en estudiar un tipo especialmente interesante


de cambios: los llamados cambios mecánicos, en los que se estudian los cambios de posición y de
velocidad que pueden experimentar los objetos y luego profundizaremos en el estudio de las
reacciones químicas que hemos comenzado en este.

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10. EL MAGNETISMO Y LA CORRIENTE ELÉCTRICA. ACTIVIDADES DE REFUERZO

1. Citad alguna diferencia entre las fuerzas eléctricas (ya estudiadas anteriormente) y las magnéticas

2. Si ponemos una brújula en el suelo plano y horizontal y nos movemos hacia donde señala el polo
N de la aguja, avanzaremos aproximadamente hacia:

a) El polo N geográfico
b) El polo S geográfico
c) El este
d) El oeste

3. Dibujad una aguja magnética que puede girar libremente sobre su centro cuando se sitúe en las
posiciones a, b y c, de la figura adjunta. (Ha de verse cuál es el polo N y S de la aguja).

a N S c
b

4. Dibujad una aguja magnética que puede girar libremente sobre su centro cuando se sitúe en las
posiciones a, b y c, de la figura adjunta. (Ha de verse cuál es el polo N y S de la aguja).

a N S c
b

5. ¿Cuál fue la conclusión más importante que se extrajo de la experiencia de Oersted?

a) El magnetismo y la electricidad son dos fenómenos de naturaleza totalmente distinta y no tienen


nada que ver uno con el otro

b) La electricidad y el magnetismo son dos fenómenos relacionados entre sí.

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6. La experiencia de Oersted mostró que (señala verdadero o falso a la izquierda de cada
proposición):

a) Entre los imanes y las cargas eléctricas en reposo se ejercen fuerzas de atracción y de repulsión

b) Entre los imanes y las cargas eléctricas en movimiento (corriente eléctrica) se ejercen fuerzas de
atracción y de repulsión.
7. ¿Qué diferencia hay entre un solenoide y un electroimán?

8. En el dispositivo adjunto ¿qué harías para que por el amperímetro pasara una corriente eléctrica?

9. Explicad cómo se puede construir un imán con una pila, un clavo de acero e hilo conductor.
Ayudaos de un dibujo.

10. Indicad dos formas de conseguir que un electroimán sea más potente.

11. Señalad verdadero o falso a la izquierda de cada proposición:

a) Toda carga eléctrica es atraída (o repelida) por un imán


b) Toda corriente eléctrica tiene efectos magnéticos
c) Todo imán próximo a una bobina origina en ella una corriente eléctrica

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