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Sismo

Los sismos son movimientos convulsivos en el interior de la Tierra y que generan


una liberación repentina de energía que se propaga en forma de ondas
provocando el movimiento del terreno.

Magnitud e Intensidad de un sismo

La magnitud es un parámetro que indica el tamaño relativo de los temblores, y


está, por lo tanto, relacionada con la cantidad de energía liberada en la fuente del
temblor. Es un parámetro único que no depende de la distancia a la que se
encuentre el observador. Se determina calculando el logaritmo de la amplitud
máxima de ondas registradas en un sismógrafo. La escala de magnitud es
logarítmica, significando esto que un temblor de magnitud 7.0, por ejemplo,
produce un movimiento que es 10 veces más fuerte que el producido por uno de
magnitud 6.0. Aunque existen varias escalas de magnitud, por razones prácticas la
escala más utilizada ha sido la Magnitud Local o de Richter. Sin embargo, en los
últimos años se ha estado dando preferencia a la Magnitud Momento, una escala
de magnitud que a diferencia de las otras escalas puede ser aplicada a temblores
de cualquier tamaño. Para obtener esta magnitud se determina primeramente el
momento sísmico del temblor, a través de multiplicar el área de la ruptura y el
desplazamiento neto de los bloques de la falla. El uso de estos parámetros hace
que esta magnitud sea la más representativa del tamaño del temblor, en
comparación a otras magnitudes que son calculadas solo con alguna fase sísmica
en particular.

A diferencia de la magnitud, la intensidad es un parámetro variable que describe


los efectos que un temblor causa sobre la sociedad y sus estructuras. Para
determinarla se consideran tanto los efectos percibidos por la gente como los
daños causados por el temblor en las estructuras y en el medio ambiente. A
diferencia de la magnitud que tiene un valor único, para un temblor dado existirán
varias intensidades, dependiendo de la ubicación donde se esté observando. Las
condiciones geológicas del sitio de observación juegan un papel de considerable
importancia en la intensidad de un temblor. En sitios con suelo blando, o en
ambientes sedimentarios, las intensidades pueden ser de 2 a 3 veces más altas
que las observadas en suelos de roca firme. Consecuentemente, aunque se
espera que la intensidad de un temblor se reduzca a medida que nos alejamos del
epicentro, en ocasiones las condiciones geológicas de regiones alejadas del
epicentro dan lugar a intensidades más altas que en la vecindad del epicentro. Un
ejemplo de este fenómeno es el caso del temblor de Michoacán, de septiembre de
1985, que causó daños severos en la ciudad de México.

La escala de intensidad que más se utiliza es la Escala Modificada de Mercalli.


Esta escala se representa en números romanos y va del I al XII. Una intensidad de
II, por ejemplo, corresponde a un movimiento percibido levemente por una
persona en reposo, mientras que una intensidad de XII corresponde a destrucción
total.

El foco y el epicentro

El foco o hipocentro del terremoto es el lugar de liberación de la energía. El


epicentro la proyección a la superficie.

La distancia del foco de un sismo se refleja en la llegada de las rápidas ondas


primarias (ondas p) y de las más lentas ondas secundarias (ondas s). La
diferencia del tiempo entre ambos (delta t) es grande sí el foco esta lejos. Sí el
foco es muy cerca la diferencia temporal entre la llegada de ondas s y p es muy
corta.

El epicentro de un terremoto se determina de modo siguiente. En los observatorios


se detecta el tiempo de llegada de las ondas p y s, que se propagan con diferentes
velocidades, la onda p con la velocidad mayor, la onda s con la velocidad menor.
De la diferencia en la llegada de las ondas p y s se puede calcular el tiempo inicial
del terremoto (con las velocidades de las ondas conocidas). Para los observatorios
más cercanos al epicentro (por lo menos tres) se construye un círculo con radio r =
velocidad de la onda p (o s) ´ tiempo de inicio. Tres de estos círculos se
interceptan en un solo punto, que es el epicentro del terremoto.

La mayoría de la energía sísmica se libera en profundidades entre 0 y 70 km


(85%), en una profundidad moderada de 70 a 300km se delibera 12% de la
energía sísmica, en una profundidad alta entre 300km y 700km se genera solo 3%
de la energía sísmica. Terremotos debajo de 720km jamás fueron detectados.

Sismología

La Sismología es la ciencia que estudia las causas que producen los terremotos,
el mecanismo por el cual se producen y propagan las ondas sísmicas, y la
predicción del fenómeno sísmico.

Desde el punto de vista de la Ingeniería, lo más importante es la definición y


cálculo de las acciones que el movimiento sísmico aporta a la estructura.
Estructura interna de la tierra. La Tierra está formada por tres capas concéntricas:
corteza, manto y núcleo, con propiedades físicas distintas. Estas capas han
podido ser detectadas y definidas, a partir del estudio de los registros del
movimiento de su superficie, y más concretamente por los estudios de los
terremotos.

Las principales capas que componen la Tierra, que son:

· Núcleo, con un radio de 3470 Km., constituido por núcleo interior (1) y núcleo
exterior (2), formado por hierro fundido, mezclado con pequeñas cantidades de
níquel, sulfuros y silicio.
· Manto, con un espesor de 2900 Km, y está dividido en manto inferior (3), manto
superior (4), y zona de transición (5).
· Corteza o Litosfera (6), es la capa exterior de la Tierra, es de elevada rigidez
(roca) y anisotropía, sabemos que es de espesor variable, que en algunos casos
puede ser de 60 Km., en los continentes las formaciones son graníticas, y
basálticas en los fondos oceánicos.

Algunos autores consideran que los siguientes 60 Km. también pertenecen a la


corteza. La zona que separa la corteza del manto es conocida con el nombre de
discontinuidad de Mohorovicic, conocida comúnmente con el nombre de Moho.

Placas tectónicas

Alfred Wegner en el año 1912 planteó que las doce grandes zonas de la corteza
terrestre denominadas placas tectónicas, están en continua modificación, y que los
continentes se han formado a partir de uno único llamado Pangea.

Los movimientos de deriva son los que han dado lugar a la formación de los
actuales Continentes a partir del Pangaea. Los modelos de Interacción entre las
placas son cuatro (figura 3):
· Subducción: ocurre cerca de las islas, donde dos placas de similar espesor
entran en contacto entre sí.
· Deslizamiento: se produce cuando entran en contacto dos placas oceánicas, o
bien una continental y una oceánica.
· Extrusión: este fenómeno ocurre cuando se juntan dos placas tectónicas
delgadas que se desplazan en direcciones opuestas, es el caso del contacto de
dos placas del fondo del océano.
· Acrecencia: tiene lugar cuando hay un impacto leve entre una placa oceánica y
una continental.

McAlester asocia los movimientos de las placas con la energía calorífica que se
concentra bajo la litosfera. Rikitake indica el esquema general de desplazamiento
de la figura 4, relacionándolo con los movimientos de convección de las capas
inferiores, las cuales están en estado viscoso debido al calor. En las zonas de
extrusión aparece "nueva corteza", mientras en las zonas de subducción las
placas que penetran por debajo se funden, por efecto del calor desarrollado en la
interacción entre placas bajo condiciones de presión elevada, dando lugar al
magma. Por ello los volcanes activos se sitúan frecuentemente en estas zonas de
subducción.
Límites de Placa

Dorsales

Las dorsales centrooceánicas son la manifestación de los límites divergentes o


constructivos. Las corrientes calientes ascendentes del Manto provocan una
elevación en el fondo del océano llegar a tener una altitud de 1500 a 2500 metros
sobre la llanura abisal.

En el eje de la dorsal (zona axial) aparece un valle, el rift, con actividad volcánica y
emisión de gases a alta temperatura (húmeros, negros o blancos según contengan
o no contengan azufre).

Para adaptarse a la forma esférica de la Tierra, las dorsales están seccionadas y


divididas en segmentos desplazados por unas fracturas denominadas fallas
transformantes.

Procesos geológicos asociados a las dorsales:


* Vulcanismo: el ascenso convectivo del Manto caliente, da lugar a
manifestaciones volcánicas, generalmente poco violentas, de lavas fluidas y muy
continuas.
* Creación de corteza oceánica: la solidificación de las corrientes ascendentes da
lugar a la creación de nueva corteza oceánica que empuja literalmente a la
corteza más antigua.
* Expansión del fondo oceánico: se deduce del punto anterior. La apertura de la
dorsal hace que la corteza preexistente se desplace con todo lo que en ella o
sobre ella pudiera existir.

Fosas

La convergencia de dos células convectivas contiguas hace que una de ellas se


"doble" por debajo de la otra ("subducción") generando una depresión en el fondo
oceánico a todo lo largo del límite, las fosas oceánicas, que pueden llegar a
adquirir profundidades de más de 11.000 metros bajo el nivel del mar.

La placa que subduce genera movimientos sísmicos a todo lo largo y ancho de la


misma. Se conoce como plano de Benioff al plano formado por la alineación de
focos sísmicos asociado al plano de subducción.

Al subducir una placa bajo la otra se produce una fusión parcial, lo que da lugar a
fenómenos volcánicos en paralelo a la fosa. Este vulcanismo puede originar el
afloramiento de islas volcánicas. Debido a la esfericidad de la Tierra, estas islas
se agrupan formando arcos de islas y por ello, a estos archipiélagos, se les llama
arcos insulares o simplemente arco-isla.

En muchas ocasiones, los sedimentos marinos se acumulan en la fosa, tapándola.


Esta acumulación de sedimentos se denomina prisma de acreción y es la "materia
prima" para la formación de orógenos junto con los arcos-islas.
Procesos geológicos asociados a las fosas:

* Sismicidad: la entrada de la placa en el Manto y su fusión parcial, provoca


tensiones y compresiones que junto con el rozamiento entre las dos placas
originan numerosos terremotos.
* Vulcanismo: la fusión parcial de la placa que subduce y el ascenso de los
magmas originados origina arcos de islas volcánicas (Aleutianas, Filipinas,
Japón...)
* Orogénesis: cuando una de las dos placas que convergen en una fosa portan
corteza continental, el prisma de acreción y el arco volcánico se adosan a la masa
continental originando un orógeno marginal como los Andes. Si la segunda placa
lleva también corteza continental y de que colisionen dos continentes se forma un
orógeno de colisión como el Himalaya.

Transformantes

Cuando el límite entre dos placas contiguas no es ni constructivo (dorsal) ni


destructivo (fosa), hablamos de límite transformante. En este caso las placas
pueden ir paralelas o formando cierto ángulo entre ellas.

El rozamiento entre las placas en este tipo de límites genera, básicamente,


procesos sísmicos, que serán tanto más fuertes o más débiles según la particular
relación entre ambas placas:

* En Gibraltar la placa Eurasiática y la Africana son paralelas, con desplazamiento


en el mismo sentido. El rozamiento no es muy grande y los terremotos son de baja
o media intensidad (terremotos de Granada, Almería, Murcia).
* En el Mediterráneo oriental, estas dos mismas placas siguen siendo paralelas,
pero el desplazamiento es en sentido contrario. Los terremotos son de alta
intensidad (terremotos de Turquía).
* En la costa pacífica de Norteamérica, la placa Pacífica y la Americana "chocan"
en ángulo recto, formando la falla de San Andrés, origen de los terremotos de
California, de alta intensidad.

Deriva de los Continentes

La historia geológica ‘reciente’ de la Tierra es la de la lenta transformación del


Pangaea hasta la forma que en la actualidad tienen los continentes y los mares.
(En la actualidad se cree que nubieron al menos 2 supercontinentes anteriores a
Pangaea: Rodinia y Pannotia.) Según Lomnitz, representa la historia de la
interacción dinámica de las placas tectónicas. Hacia el final del periodo Paleozoico
la tierra estaba formada por un único continente llamado Pangea, y un único mar
denominado Panthalassa, sin embargo a finales del Paleozoico se fracturó el
Pangaea dando lugar a dos nuevos continentes denominados Laurasia y
Gondwana. Al final del mesozoico, los continentes tenían ya la forma y posición de
la figura 7. Habiéndose formado durante el paleozoico las dos cadenas
montañosas: La Caledónica y la Hercínica, debido a las deformaciones ocurridas
en las zonas del contorno de los supercontinentes durante su movimiento. La
transformación posterior tuvo lugar en el periodo Cenozoico, durante el cual, los
Continentes cambiaron solamente de posición pero conservaron su forma. La
configuración actual de las principales placas tectónicas de la Tierra se ilustra en
la figura 9, juntamente con su dirección de movimiento, que está indicada con
flechas.
La Tectónica de Placas y el Territorio Venezolano

Las consecuencias del movimiento de las placas en Venezuela se reflejan en el


origen de los sistemas montañosos como: los Andes y las cadenas costeras; la
existencia del mar Caribe; la separación de superficies insulares y otros
acontecimientos.

La migración de las placas hizo que el Escudo Guayanés se separara del gran
escudo Pre-Cámbrico que conforma al continente africano. En el Paleozoico,
durante la Pangea, nuestro territorio se unía a la parte central-oeste de Africa, de
allí la coincidencia de que las provincias geo-estructurales de dicho continente
sean un tanto similares a las de Suramérica.

Hace 180 m.a., en el Jurásico, la América del Sur se separó de la América del
Norte. Para entonces, en los lineamientos de las dorsales atlánticas, Suramérica
se apartaba de Africa en dirección noroeste.
En un período de 135 a 65 m.a. el continente suramericano estaba separado por
completo tanto de Africa como de la América del Norte. Este desplazamiento hacia
el oeste hizo que los márgenes occidentales de América se convirtieran en activos,
mientras que los orientales, en pasivos. Los primeros son los más afectados por la
confluencia de las placas, por eso se producen cinturones extensos de
levantamientos, fallamientos, plegamientos, vulcanismo, etc.

Para finales del Cretáceo, el movimiento de Suramérica hacia el noroeste pudo


haber comenzado a levantar la cordillera de la Costa hacia el lado noreste de
Venezuela, antes de eso, seguramente el litoral se ubicaba en el borde norte del
Escudo Guayanés. Los Andes primitivos comenzaron a levantarse igualmente a
finales del Cretáceo. Al final del Eoceno continuó la orogenia formadora de la
Cordillera de Mérida.

El levantamiento, tal vez muy rápido, de las cordilleras ubicadas en el Estado


Falcón, hizo que el río Orinoco se desviara hacia el lado este del país, dado que
parte de los fósiles encontrados en la zona de Urumaco son propios de dicho río,
tal como lo atestiguan los restos de algunas especies de bagres, tortugas y
toninas. Si no hubiera sido tan rápido el levantamiento de esas montañas,
posiblemente el Orinoco hubiese seguido circulando hacia el norte del país.
Venezuela está comprendida entre dos placas: la Placa del Caribe y la Placa
Sudamericana; la primera se mueve hacia el oeste y su límite oriental se asocia al
arco de islas antillanas. La geofractura que pasa por la costa y por la Cordillera de
Mérida comprende un borde "dudoso" entre las placas antes mencionadas. Los
desplazamientos a ambos lados de dicha geofractura indican una especie de
movimiento de rotación en el borde sur de la placa caribeña. Una de las
evidencias de este contacto es la intensidad sísmica (fallas de Boconó y de El
Pilar), siendo Los Andes y las montañas costeras zonas de alta sismicidad.
Estudios recientes (finales del siglo XX), a través de la utilización de aparatos de
GPS, demostraron que la Placa del Caribe, en la parte norte del estado Sucre, se
mueve a razón de un centímetro por año en dirección hacia el este.
En resumen, los efectos más recientes de la tectónica de placas han dado origen
en Venezuela a los sistemas montañosos andinos y costeros; a la par de esta
orogénesis, los agentes externos han removido en los paisajes montañosos
grandes volúmenes de sedimentos que han colmatado a grandes regiones como
los Llanos, el delta del Orinoco y la depresión del lago de Maracaibo.

La inestabilidad tectónica reciente también ha sido responsable de que una parte


de los Llanos (estados Anzoátegui y Monagas) haya sido ligeramente levantada
con respecto al nivel del mar, dando como resultado paisajes de extensas mesas
disectadas.

Cinturón de fuego del pacífico

El Cinturón o Anillo de Fuego del Pacífico está situado en las costas del océano
Pacífico y se caracteriza por concentrar algunas de las zonas de subducción más
importantes del mundo, lo que ocasiona una intensa actividad sísmica y volcánica
en las zonas que abarca.

También llamado Cinturón Circumpacífico, incluye (en sentido antihorario) a Chile,


parte de Argentina, parte de Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Centroamérica,
México, parte de los Estados Unidos, parte de Canadá, luego dobla a la altura de
las Islas Aleutianas y baja por las costas e islas de Rusia, Japón, Taiwán, Filipinas,
Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Nueva Zelanda.

El lecho del océano Pacífico reposa sobre varias placas tectónicas, las cuales
están en permanente fricción y por ende, acumulan tensión. Cuando esa tensión
se libera, origina terremotos en los países del cinturón. Además, la zona concentra
actividad volcánica constante. En esta zona las placas de la corteza terrestre se
hunden a gran velocidad (varios centímetros por año) y a la vez acumulan
enormes tensiones que deben liberarse en forma de sismos.
El Cinturón de Fuego se extiende sobre 40.000 km (25.000 millas) y tiene la forma
de una herradura. Tiene 452 volcanes y concentra más del 75% de los volcanes
activos e inactivos del mundo.[1] Alrededor del 90% de los terremotos del mundo y
el 80% de los terremotos más grandes del mundo se producen a lo largo del
Cinturón de Fuego. La segunda región más sísmica (5-6% de los terremotos y el
17% de terremotos más grandes del mundo) es el cinturón Alpide, el cual se
extiende desde Java a Sumatra a través del Himalaya, el Mediterráneo hasta el
Atlántico. El cinturón de la dorsal Mesoatlántica es la tercera región más sísmica.

El Cinturón de Fuego es el resultado directo de la tectónica de placas, el


movimiento y la colisión de las placas de la corteza terrestre. La sección oriental
del Cinturón es el resultado de la subducción de la placa de Nazca y la placa de
Cocos debajo de la placa Sudamericana que se desplaza hacia el oeste. La placa
de Cocos se hunde debajo de la placa del Caribe en Centroamérica. Una porción
de la placa del Pacífico, junto con la pequeña placa Juan de Fuca se hunden
debajo de la placa Norteamericana. A lo largo de la porción norte del cinturón, la
placa del Pacífico, que se desplaza hacia el noroeste, esta siendo subducida
debajo del arco de las Islas Aleutianas. Más hacia el oeste, la placa del Pacífico
está subducida a lo largo de los arcos de la península de Kamchatka en el sur más
allá de Japón. La parte sur es más compleja, con una serie de pequeñas placas
tectónicas en colisión con la placa del Pacífico, desde las Islas Marianas, Filipinas,
Bougainville, Tonga, y Nueva Zelanda. Indonesia se encuentra entre el cinturón de
Fuego a lo largo de las islas adyacentes del noreste, incluyendo Nueva Guinea, y
el cinturón Alpide a lo largo del sur y oeste de Sumatra, Java, Bali, Flores y Timor.

Sismo Resistencia

La Sismo-resistencia es una especialidad que, ejercida con creatividad y destreza


en el manejo de los conocimientos, hace posible el estudio del comportamiento
estructural de las edificaciones en zonas sísmicas, el cual plantea un complejo
esquema de fuerzas que actúan en tres dimensiones y que tienen un flujo
horizontal y vertical. Este flujo de fuerzas está condicionado, por supuesto, a la
ubicación y tamaño de los elementos componentes de la edificación, sean o no
estructurales, y puede verse obstaculizado al interrumpirse un elemento
constructivo o al establecerse un cambio brusco de sección.

El transporte de ese flujo de fuerzas a las fundaciones sólo podrá ser solucionado
satisfactoriamente, si el diseñador tiene, desde el comienzo, una visión clara del
conjunto de la edificación y busca que en la transmisión de fuerzas, la estructura
se comporte satisfactoriamente en cuanto a rigidez y resistencia se refiere,
manteniendo a su vez homogeneidad con el conjunto de elementos no
estructurales que conforman la edificación.

La distribución de los elementos estructurales en líneas resistentes nítidas, la


continuidad entre ellos, basada en una clara interacción de los mismos, con
uniones bien detalladas, obviará dificultades para comprobar de manera
fehaciente, mediante el análisis estructural, su comportamiento bajo un estado de
carga. Una estructura resuelta de esta manera, simplificará su construcción.

Lograda una estructura con estos principios, con la continuidad descrita, podrá la
edificación como un todo, soportar los efectos consecuentes de un terremoto en
forma armónica; las cargas se distribuirán a través de sus partes en la forma
prevista y cada elemento componente realizará la fracción de trabajo que le
corresponda. En cambio, si la trabazón mecánica de las partes o elementos
estructurales es deficiente, o no integran líneas de resistencia, la acción del
terremoto se manifestará separadamente sobre cada uno de ellos, en forma
proporcional a sus masas, lo que se traduce en un peligro evidente.

Los edificios sismo-resistentes deben soportar las fuerzas que se prescriben en


nuestras NORMAS sin colapsar; aún cuando puedan ocurrir en ellos algunos
daños tanto estructurales como no estructurales. En la mayor parte de las
estructuras se espera que el daño estructural, en un terremoto mayor que el
considerado en nuestras NORMAS, pueda ser limitado a un daño reparable.

La estructura de un edificio bien concebido, en cuanto a diseño, construcción y


mantenimiento es mucho más resistente que aquella que se obtiene solamente de
la aplicación de la normativa vigente, lo que se ha puesto en evidencia en los
últimos terremotos ocurridos en México (1985) y Northridge, California (1994). Un
Edificio bien concebido, aunado a la correcta aplicación de lo prescrito en las
normas, tendrá una "resistencia adicional" que le permitirá soportar la acción de un
terremoto mayor que el contemplado en dichas normas.

Pero, si en cambio, el edificio se configura con geometrías irregulares, tanto


verticales como horizontales, se establecen cambios bruscos de rigidez de un piso
a otro, se diseñan detalles o conexiones de manera inadecuada, la "resistencia
adicional" se verá anulada por el efecto de torsiones excesivas, que además
demandarán niveles elevados de ductilidad y de resistencia.

Es preciso revisar nuestras NORMAS, prestando una mayor atención a la


configuración de la edificación, se debe ser más exigente en eliminar las
irregularidades geométricas, bien sean verticales u horizontales, a fin de lograr un
comportamiento armónico, resistente y seguro de todos los componentes que la
integran. Estoy de acuerdo con los coeficientes sísmicos y los métodos de análisis
establecidos en nuestra NORMA (COVENIN 1756-82), pero es fundamental crear
un cuerpo de recomendaciones "ad-hoc" a la NORMA, que tome en consideración
lo expuesto en cuanto a configuración.

Deberíamos realizar una revisión exhaustiva de la relación resistencia y ductilidad.


La ductilidad proporciona una "resistencia adicional", pero también es cierto que
pueden construirse estructuras no dúctiles que tengan suficiente capacidad para
proveer esa "resistencia adicional".
En cuanto al proceso de construcción de edificaciones y obras en zonas sísmicas,
es necesario resaltar la participación del profesional o los profesionales
inspectores, como vigilantes y garantes de la obra que se ejecuta, respetando las
directrices emanadas de los proyectos y especificaciones resultantes del proceso
del diseño. El profesional, en este caso, tiene que entender y comprender que en
sus manos está la posibilidad de ejecutar la obra de manera tal que cumpla con
todas las hipótesis establecidas en el proceso del diseño. No es lo tradicional, pero
se impone la necesidad de la participación del equipo de diseño en este proceso,
en calidad de supervisores y asesores del equipo de inspección. Indudablemente,
que de acuerdo a la magnitud de la obra esta participación tendrá mayor o menor
intensidad. De esta manera se asegura, además, la corrección de cualquier
aspecto imprevisto o resuelto en forma inconveniente para cumplir con las
hipótesis establecidas en el diseño, o se da cabida a la formulación de alternativas
que mejoren los resultados previstos.

Hay que insistir en que la estimación de la respuesta estructural sísmica de los


edificios, no sólo es fruto de la aplicación de lo pautado en los códigos o normas y
su posterior análisis, haciendo uso de un programa predeterminado en una
computadora; se trata de algo más complejo, de saber intuir y deducir el
comportamiento de la edificación, conociendo como se deben repartir las
solicitaciones entre los diferentes elementos que la componen, como es su
interacción, y que ductilidad se espera en su comportamiento, como actúan los
elementos no estructurales, tales como las paredes divisorias de mampostería que
se encuentran unidas a la estructura, ya que de las observaciones realizadas en
sismos recientes, se comprobó que estas paredes son elementos que pueden
alterar el comportamiento estructural de la edificación y siendo elementos rígidos
pero frágiles, pueden presentar fallas que comprometen, además, las áreas de
escape de la edificación.

Tenemos que ser honestos. Por buenos que hayan sido los conocimientos que
hayamos aplicado en el proceso del diseño de las estructuras sismo-resistentes,
debemos reconocer que los terremotos han puesto en evidencia áreas de
ignorancia en el ejercicio de esta especialidad. Los terremotos nos han enseñado
y nos han provisto de datos e información que nos han permitido ajustar y calibrar
la tecnología del diseño sismo-resistente.

De acuerdo al estudio y análisis de las contingencias en sismos recientes, se


confirma que debemos proyectar estructuras más rígidas pero más livianas. La
rigidez la podemos lograr haciendo uso de elementos de paredes portantes,
incorporados de manera coherente y armónica con otros elementos flexibles como
son los pórticos. En cuanto a construir estructuras más livianas y más dúctiles, una
opción es incorporar en lo posible estructuras compuestas, de perfiles de acero y
concreto armado que ofrecen un mejor comportamiento ante solicitaciones
sísmicas.

Amenaza sísmica

La Amenaza Sísmica es un término técnico mediante el cual se caracteriza


numéricamente la probabilidad estadística de la ocurrencia (o excedencia) de
cierta intensidad sísmica (o aceleración del suelo) en un determinado sitio, durante
un período de tiempo.

La Amenaza Sísmica puede calcularse a nivel regional y a nivel local, para lo cual
se deben considerar los parámetros de fuentes sismogénicas, así como también
los registros de eventos sísmicos ocurridos en cada zona fuente y la atenuación
del movimiento del terreno
Metodología para calcular la amenaza sísmica

Recurrencia sísmica

La distribución del número con diferentes magnitudes, ocurridos dentro de un área


especifica y en un tiempo determinado, se conoce como ley de recurrencia
sísmica y se expresa en función de la relación frecuencia-magnitud de Gutenberg-
Richter [1954], como se denota:

Log N = a-b M

Donde N es el número de sismos con magnitud igual o mayor que M, a y b son


parámetros que describen la sismicidad regional y M es la magnitud del sismo
calculado.

Para realizar un estudio de recurrencia sísmica es importante contar con un


catalogo sísmico actualizado, el cual consiste en la compilación de eventos
sísmicos históricos e instrumentales registrados durante un período de tiempo
determinado.

Es a partir de 1530 que en Venezuela se tiene evidencia histórica escrita sobre la


ocurrencia de sismos (sismos históricos) y luego de 1910 cuando se inicia la
sistematización de la información sobre movimientos telúricos registrada mediante
los instrumentos para tal fin (sismos instrumentales).

Estudio de completitud del catálogo sísmico

Para asegurar mayor consistencia del catálogo sísmico, este debe ser homogéneo
en el tiempo. El procedimiento para evaluar la completitud propuesto por Stepp
(1978), se basa en un parámetro estadístico (varianza) en el cual la tasa de
ocurrencia de los sismos es estable para los diferentes rangos de magnitud.
Fuentes sísmicas

Con base en la sismicidad y la tectónica regional, se definen las áreas fuentes o


zonas fuentes, las cuales presentan uniformidad de los focos de los sismos
registrados y, a su vez, se encuentran asociadas a un sistema de fallas

Leyes de atenuación

Las leyes de atenuación se utilizan para estimar el nivel de movimiento del suelo
en el sitio de interés ante la ocurrencia de un sismo con cierta magnitud. Para
definir la ley de atenuación a utilizar en un estudio de amenaza, debe tomarse en
cuenta la fuente con mayor incertidumbre.

A continuación, se muestran algunas leyes de atenuación utilizadas en Venezuela.

Autor Ley de Atenuación

FUNVISIS Occidente y Ln (a) = 4,48 + 0,53M – 1,56ln (R +


Centro 15)

Ln (a) = 4,87 + 0,96M – 1,56ln (R +


FUNVISIS Oriente
25)

INTEVEP Occidente y Ln (a) = 5,40 + 0,36M – 0.861ln (R


Centro + 10)

Ln (a) = 3,75 + 0,47M – 0,57ln (R +


INTEVEP Oriente
10)

La amenaza sísmica generalmente se representa mediante mapas con curvas de


isoaceleración para diferentes períodos de retornos y mediante espectros de
pseudovelocidad del suelo, mostrando su comportamiento en función de las
fuentes sísmicas. Los resultados de estos estudios se utilizan en el diseño de
obras civiles, puesto que permiten estimar las fuerzas probables a las que se
someterá una estructura en un determinado lugar, en caso de un evento sísmico.

En Venezuela, el Mapa de Amenaza Sísmica se toma en cuenta para el diseño de


edificaciones, mediante la aplicación de la norma sismorresistente (COVENIN-
MINDUR 1756-2001) en la que se establece una aceleración horizontal pico en
roca para cada zona.

Actualmente, este mapa está conformado por 8 zonas: desde la Zona 0, donde no
se requiere la consideración de las acciones sísmicas, hasta la Zona 7 donde el
coeficiente de aceleración horizontal Ao es igual a 0,40. Este mapa se ha
elaborado para un período medio de retorno de 475 años, que corresponde a una
probabilidad de excedencia de 10% para una vida útil de 50 años.

Por conveniencia, la delimitación final de las zonas se ajusta, en lo posible, a la


división política del país; es decir: límites de estados o municipios, de acuerdo con
el documento OCEI 1997.

Vulnerabilidad sísmica

Es un término relacionado con un edificio o estructura propenso o susceptible de


sufrir daño o colapso debido a un terremoto potencial.

Se determina que un edificio es sísmicamente vulnerable si no cumple con los


reglamentos vigentes para construcciones sismorresistentes y con los criterios
actuales de ingeniería sismorresistente, o si un análisis determina que el sistema
estructural no es apto para resistir las acciones sísmicas y es susceptible de sufrir
daño severo o aún de colapsar debido a un evento destructivo.

Disminución de la vulnerabilidad en zonas de alto peligro sísmico


Es indudable el importantísimo aporte realizado por la Ingeniería Sismorresistente
a la disminución de la vulnerabilidad sísmica de las construcciones. En la
actualidad, el nivel de conocimiento del efecto sísmico en las estructuras, así
como del comportamiento de los materiales, permite proyectar y ejecutar
construcciones seguras ante la ocurrencia de terremotos.

No obstante lo antes indicado, el concepto actual de vulnerabilidad sísmica es


mucho más amplio, e involucra a otras disciplinas cuya participación resulta hoy
indispensable para lograr el nivel de seguridad deseado.

Consecuencias económicas y sociales de un sismo

Consecuencias sociales:

Los sismos de gran magnitud generalmente ocasionan daños que arrojan grandes
pérdidas humanas, con cifras muy elevadas de muertos, heridos y desaparecidos,
estos ocurren no solo durante el desastre natural sino también después de
sucedido el mismo, al destruirse parte o toda la infraestructura urbana y comercial
del sitio afectado las condiciones de vida y sanitarias entran en una fase de
deterioro muy acelerado lo que genera un incremento de los brotes de
enfermedades, escasez de comida y agua y las medicinas se hacen insuficientes
para atender la demanda.

El tiempo es un factor que complica la situación, ya que mientras mas tarde una
comunidad o un país en recuperarse de los daños, más extensas, intensas y
duraderas se hacen las consecuencias del sismo, muchas familias al quedar sin
empleo dejan de percibir recursos para adquirir comida, ropa, medicina además
que en ocasiones pierden todas sus posesiones materiales y los lugares en los
que antes vivían, la inseguridad va en aumento y las provisiones donadas en
decremento.
Un caso muy particular fue el 19 de Septiembre de 1985 en el que un sismo
sacude a la ciudad de México y afectó principalmente el centro histórico de la
Ciudad de México donde cobró la mayor cantidad de víctimas. Sin embargo, el
sismo dejó muerte en zonas lejanas a la capital, tales como Ciudad Guzmán en
Jalisco y el puerto de Lázaro Cárdenas en Michoacán. Al principio no se tenían
datos oficiales porque los centros de información habían sido afectados también, y
tardaron varias horas en retomar las transmisiones. Aún sin saber la cifra exacta
de muertos, se estima en listas oficiales que 10,000 personas murieron, y otras
5,000 se reportaron como desaparecidas. Padres de niños y jóvenes murieron en
el sismo, personas fueron rescatadas de entre los escombros, bebés que nacieron
ese día y pasaron hasta más de una semana sepultados entre toneladas de hierro
retorcido.

Cabe mencionar que no sólo el continente Americano ha sufrido, el tsunami de


Indonesia (26 de Diciembre del 2004), Sri Lanka, y Tailandia dejó un saldo de
27,000 muertos en Indonesia, 18,000 en Sri Lanka, 4,300 en la India, 1,400 en
Tailandia, 100 en Somalia, 52 en las Islas Maldivas, 44 en Malasia, 30 en
Myanmar, 10 en Tanzania, 3 en Las Seychelles, 2 en Bangla Desh y 1 en Kenya.
Esto equivale aproximadamente a 40,941 más personas de las que fallecieron en
el terremoto de México en 1985 y el país más afectado fue Indonesia con un saldo
de 27,000 pérdidas humanas.

Otro de los grandes desastres fue la triple catástrofe del 21 y 22 de mayo de 1960
se conformó por 2 terremotos y un maremoto que asolaron trece de las entonces
25 provincias de Chile. En pocos minutos se perdieron centenares de vidas y fue
arrasada la infraestructura chilena, parte del territorio se hundió en el mar, islas y
otras fueron borradas por el tsunami. Y aunque el terremoto fue percibido en todo
el cono de América del Sur, el saldo de muertos no fue tan drástico como el de la
ciudad de México en 1985.
Si tomamos la frase “Las áreas más vulnerables son los centros urbanos, cuyo
crecimiento acelerado obliga a cambios rápidos en las estructuras sociales y
económicas” (Geissert, 39), podemos inferir que un desastre natural pone al
descubierto la vulnerabilidad de las naciones y de las personas debido a que
nosotros como sociedad crecemos de una manera descontrolada, sin prevenir lo
que pueda pasar, ya que si nosotros fuéramos lo suficientemente resistentes a las
consecuencias, en vez de llamarlos desastres naturales, tan sólo serían
fenómenos naturales.

Consecuencias económicas

Sabemos que los desastres naturales además de causar grandes pérdidas


humanas, también provocan pérdidas materiales y económicas. Tan sólo en el año
2003 las pérdidas alcanzaron los 55 mil millones de dólares a nivel mundial. El
problema no es la pérdida de dinero en sí, sino la desproporción en la que los
países se ven afectados respecto a su producto interno bruto, ya que los países
en desarrollo sufren más las bajas que los países ricos. Esto hace vulnerables a
las entidades en vías de desarrollo, exponiéndolos a la creciente pobreza.

Lo que nos hace ver esto es que las condiciones de vida antes de que ocurra un
desastre natural, son en gran medida factores relevantes para determinar cuál es
la pérdida en los bienes que la sociedad tiene, por ejemplo, si tomamos el caso de
una ciudad que no cuenta con la infraestructura necesaria para soportar la venida
de un sismo y la comparamos con otra ciudad que en cambio, desde antes de que
el sismo se presente, su infraestructura es resistente, a pesar de que el sismo
tenga la misma intensidad, los daños ocasionados en la primera ciudad serán
mayores que en la segunda ciudad, por lo que al gobierno le costará más recursos
económicos reparar la primera que la segunda y las pérdidas materiales serán
más grandes.
Pero no tan sólo en las pérdidas de las casas, de los muebles y de los demás
bienes que poseen las personas se ven afectadas las economías, sino también en
las industrias destruidas y los recursos que se ve forzado el Estado a aportar para
que vialidades y servicios, entre otros, lleguen a ser como lo eran antes. Además
durante el tiempo en que se tarda la sociedad en reconstruirse por completo, no se
generan los mismos recursos que se generaban y en el caso de las zonas
turísticas que se ven afectadas por los desastres naturales, mientras que se
reconstruyen, pierden turistas tanto nacionales y extranjeros y gastan en sacar a
los que no pudieron salir antes de que el desastre viniera.

Por último, por las razones mencionadas anteriormente, es importante que se


cuente con un fondo de reserva para los desastres naturales, para que se puedan
recuperar de manera más rápida todos los países, países. Otra acción importante
a tomar es mejorar la infraestructura de las ciudades, en especial, de las que
están más expuestas, para poder así soportar en mayor medida y que la pérdida
en los recursos económicos y materiales sea menor cuando se avecine el evento
sísmico.

Diafragma

Se entiende por diafragma cualquier sistema de techo o entrepiso capaz de


trasmitir fuerzas laterales de sismo o viento a los elementos verticales que forman
el sistema resistente a dichas cargas.

Los movimientos sísmicos generan grandes fuerzas laterales en los edificios.


Como reacción a ese esfuerzo, la estructura portante del edificio se mueve,
transmitiendo verticalmente ese desplazamiento. Debido a que este movimiento se
transmite por la zona más rígida del edificio (centro de rigidez), mientras que cada
planta se va a mover en torno a su centro de masa, cuando el centro de masa y el
centro de rigidez no coinciden, las plantas tenderán a girar, produciendo un efecto
de torsión en los elementos estructurales que conectan cada planta.
Debido a este efecto, la estructura puede sufrir múltiples daños, tanto estructurales
(fisuras, alabeos) como no estructurales (grietas en tabiquería, rotura de
ventanas), pudiendo llegar al colapso completo del edificio. Por este motivo los
diseños de edificios sismorresistentes deben ser sensiblemente simétricos y
regulares, ya que la asimetría en la distribución y dirección de los soportes
estructurales tenderá a aumentar este efecto de torsión.

Centro de masa

Es el punto geométrico que dinámicamente se comporta como si en él estuviera


aplicada la resultante de las fuerzas externas al sistema. De manera análoga, se
puede decir que el sistema formado por toda la masa concentrada en el centro de
masas es un sistema equivalente al original.

Centro de cortante

El centro de cortante, también llamado centro de torsión, centro de cortadura o


centro de esfuerzos cortantes (CEC), es un punto situado en el plano de la sección
transversal de una pieza prismática como una viga o un pilar tal que cualquier
esfuerzo cortante que pase por él no producirá momento torsor en la sección
transversal de la pieza, esto es, que todo esfuerzo cortante genera un momento
torsor dado por la distancia del esfuerzo cortante al centro de cortante.

Centro de rigidez

El centro de rigidez (CR) se define como aquel punto perteneciente al diafragma,


talque si se le aplican cargas traslacionales el diafragma sólo se desplaza, no rota.

Diafragma Rígido
Diafragma, ya sea de techo o entrepiso que pueda distribuir las cargas
horizontales según las rigideces de los elementos resistentes de apoyo. Como
ejemplo de diafragmas rígidos se pueden considerar: losa sólidas de concreto
reforzado coladas en el sitio; o losas formadas por franjas (viguetas) de elementos
prefabricados sin juntas monolíticas entre ellas, pero con una losa sólida adicional
de concreto reforzado coladas sobre los elementos prefabricados y debidamente
ancladas a ellos.

Diafragma Flexible

Es aquel diafragma de techo o entrepiso que sólo tiene capacidad de transmitir


fuerzas de corte directo tangenciales al plano del diafragma. Como ejemplo de
diafragmas flexibles se pueden considerar: los sistemas de piso de madera y
techos con forro inferior de madera contrachapada que estén debidamente unidos
en toda su longitud a los elementos verticales resistentes a las cargas laterales.
También se considera los techos arriostrados con elementos de acero, ya sea
varilla o perfiles laminados.

Configuración estructural

La experiencia ha demostrado que la configuración de la edificación y su


estructuración juegan un papel muy importante en el diseño a solicitaciones
sísmicas intensas. Los estudios analíticos confirman las observaciones de campo
según las cuales, edificaciones irregulares dan lugar a elevadas demandas
localizadas de resistencia y/ó ductilidad; esto conduce a una respuesta
inadecuada, a menudo de consecuencias catastróficas, ya que la estructura
portante no alcanza a desarrollar íntegramente su capacidad portante.

Irregularidades en planta
Las plantas de configuración irregular tienen un mal desempeño a sismos
intensos. Por ejemplo plantas triangulares, generalmente ubicadas en parcelas de
la misma forma, conducen a distribuciones de rigidez asociadas a fuertes
torsiones. Los extremos de plantas con entrantes pronunciados, con formas en U,
C ó H, tienden a responder de modo independiente al resto de la edificación
creando esfuerzos adicionales no previstos. Su corrección a posteriori es posible.

Irregularidades en elevación

Cambios bruscos en la distribución vertical de masas, resistencia o rigidez


conducen a situaciones altamente vulnerables a sismos. No es conveniente
disponer grandes masas aisladas en las partes superiores de edificaciones
elevadas pues durante la respuesta dinámica de la edificación son de esperar
amplificaciones importantes del movimiento. Otras irregularidades en elevación
pueden ser creadas por elementos no estructurales, cuya interacción con la
estructura portante suele ser ignorada en el modelo matemático.

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