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04 de junio de 2019
Murió el filósofo francés Michel Serres
Cuando pensar era también inventar
Fue autor de una amplia y ecléctica obra que navegó sin complejos entre las artes
y las ciencias.
Por Silvina Friera
https://www.pagina12.com.ar/198065-cuando-pensar-era-tambien-inventar
El ecléctico viajero entre las artes y las ciencias fue uno de los filósofos franceses
más lúcidos del mundo contemporáneo. Michel Serres –que murió el sábado
pasado a los 88 años– cultivó la convicción de que la vitalidad de la ciencia
depende de la flexibilidad y apertura a su otro poético. “Somos en los ruidos del
mundo, no podemos cerrar la puerta a la recepción de ese clamor, y
evolucionamos, envueltos en esa marejada incalculable. Somos calientes,
ardemos de vida, y los focos de ese éxtasis temporario emiten el tumulto sin
tregua de su incontable funcionamiento. En el comienzo está el ruido, el ruido no
cesa. Es nuestra percepción del caos, nuestro modo de aprehender el desorden,
nuestro vínculo con la distribución dispersa de las cosas”, escribió en El parásito,
obra editada originalmente en 1980, que publicó por primera vez en el país la
editorial rosarina Co-lectora, con traducción de Nicolás Gómez y prólogo del
psicoanalista Juan Bautista Ritvo; un libro que dialoga con las Fábulas de Jean de
La Fontaine, El banquete de Platón, Tartufo o el impostor de Molière, La odisea de
Homero y Las confesiones de Jean-Jacques Rousseau, entre otros textos.
El filósofo Michel Serres, una figura intelectual bien conocida del gran público en
Francia, ha muerto este sábado a los 88 años. "Ha muerto de manera apacible a
las siete de la tarde y rodeado de su familia", ha dicho su editora, Sophie
Bancquart, de la casa Le Pommier.
Serres (Agen, Francia, 1930) era hijo de un marinero. Entró en la Escuela Naval
en 1949 y en la Escuela Normal Superior en 1952. Comentaba que había
escogido primero las ciencias exactas y la física. "Mi generación quedó marcada
por el fin de la guerra y por Hiroshima", comentó en una entrevista en 2016, un
impacto al que atribuye que dejara la carrera científica y emprendiera la literaria y
la filosófica. "Siempre he lamentado que los filósofos de mi generación no
conocieran la ciencia y, por tanto, no pudieran ser lúcidos por completos al
respecto del mundo contemporáneo".
Militar de la marina hasta 1958, a partir de esa fecha se encontró en la enseñanza.
Se especializó en Leibniz, a quien dedicó su primer libro, en el revuelto 1968.
Frecuentó a Foucault. Fue profesor en la Universidad de Stanford, conferenciante
en La Sorbona y miembro de la Academia de Francia desde 1990.
Sin olvidar nunca su interés científico original, firmó multitud de ensayos sobre la
historia de la filosofía y de la ciencia, como El hermafrodita, La leyenda de los
ángeles, Génesis, Los cinco sentidos (un superventas), El contrato natural o el
ciclo de Hermés. Amigo de Hergé, el autor de Tintin, le dedicó un libro en
homenaje en 2000: Hergé, mi amigo. En 2016 publicó en España Figuras del
pensamiento, una suerte de autobiografía intelectual, en la que sostiene que
pensar significa inventar.