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Roger Fenton (20 de marzo de 1819 – 8 de agosto de 1869) fue un pintor y luego
fotógrafo británico, que a partir de 1854, con sus imagenes de la guerra en Crimea, se
convirtio en el primer fotógrafo de guerra.
Comenzo en la fotografia en 1851, aprendiendo la tecnica del calotipo con Gustave Le
Gray y ya en 1852, tenia fotografias propias expuestas en Inglaterra. Ese año viajo a
Kiev, Moscu y San Petersburgo y recorrio Gran Bretaña fotografiando paisajes y
arquitectura. En 1854, a solicitud del Principe Alberto y el Duque de Newcastle,
Ministro de Guerra, viajo a Crimea para tomar registros de la guerra.
La precariedad de los recursos y los largos tiempos de exposicion, impedian la toma de
fotos de accion, por lo que se obtuvo fueron paisajes y fotografias posadas en su
mayoria. Especificamente, se le solicito evitar las fotos de muertos y heridos.
Viajo con un carro, con varios ayudantes, donde se procesaban inmediatamente las
placas humedas.
Cuando volvio a Inglaterra, la guerra habia terminado y el publico perdio interes en el
tema, por lo que la aventura termino en un fracaso comercial.
Sin embargo su produccion de fotos le genero un prestigio y un reconocimiento
considerable. Con una posicion acomodada, se nego a trabajar en retratos y volvio al
paisaje y la fotografia artistica hasta su muerte, con apenas 50 años.
Eadweard Muybridge
La biografía de Muybridge, además de sus intensivas experimentaciones fotográficas de
analizando animales y seres humanos en movimiento, incluye variadas
profesiones, mago, vendedor de libros, fotógrafo de paisajes y finalmente
zoopraxicografísta, nombre con el cual Muybridge describió su proceso y
posterior dispositivo para reproducirlo
Durante la década de 1860 se dedicó a retratar paisajes naturales, viajando por América
Central y luego por las aún vastas regiones inhabitadas de Estados Unidos, luego de sus
viajes vendía como postales las imágenes fotografíadas en las grandes ciudades bajo el
pseudónimo “Helios”
Al regresar de uno de sus viajes, Muybridge descubrió que el hijo de su esposa era fruto
de una infidelidad durante su ausencia, por lo que decidió abandonar a ambos y luego
asesinar al padre de la criatura, lo que le valió en aquel momento, un breve tiempo en
prisión.
Noël Lerebours fue un óptico francés que tuvo una influencia notable en el mundo de la
fotografía. Nació en 1807 y murió en 1873.
En 1840 inventó el microscopio de tambor bautizado con su nombre. El aparato fue muy
popular hasta mediados de los años 50. Captaba la luz a través de un espejo y sus objetivos
podían intercambiarse.
Estos daguerrotipos eran trasladados a un grabador, que los convertía en litografías. Les
añadía nubes y resaltaba personajes, reflejos y sombras.
Noël Lerebours
Noël Lerebours fue un óptico francés que tuvo una influencia notable en el mundo de la
fotografía. Nació en 1807 y murió en 1873.
En 1840 inventó el microscopio de tambor bautizado con su nombre. El aparato fue muy
popular hasta mediados de los años 50. Captaba la luz a través de un espejo y sus objetivos
podían intercambiarse.
Estos daguerrotipos eran trasladados a un grabador, que los convertía en litografías. Les
añadía nubes y resaltaba personajes, reflejos y sombras.
El álbum estaba formado por 114 grabados y tiene vistas de lugares tan dispares como
Egipto, Grecia, Francia, Italia o Siria. Los daguerrotipos de Lerebours suponían un gran
inconveniente a sus fotógrafos ya que las placas y los equipos eran muy delicados y
pesados.
Con la venta de su colección de paisajes, Noël Lerebours alcanzó la fama y, con ella, la
riqueza. También se dedicó a la enseñanza del método del daguerrotipo a nuevos
compañeros e introdujo en el mercado diversos artículos relacionados con la fotografía.
Anaís Tiffon mejor conocida como Anaìs Napoleòn, nace en Francia en 1827 a sus cortos
20 años conoce a quien seria su compañero de vida y mentor, Antonio Fernàndez Soriano
a quien ella llamaba Fernando por no gustarle su apellido Fernàndez y quien estaba
estudiando, para la época fotografía en Francia.
Fernández le trasmite todos sus conocimientos fotográficos a sus esposa y se mudan a
Barcelona, España donde comienzan a vender sus imágenes frente a la iglesia Santa
Mónica, para subsistir, poco a poco la pareja fue surgiendo hasta poder abrir su primera
sucursales de fotografía en la rambla con el nombre de Fernando y Anaís
aproximadamente en 1853, capital catalana.
Tiempo después en 1865 la pareja logro fundaría una de las mejores escuelas,
comunidades, empresas o como se le quiera llamar de fotografía de España, La
Casa Napoleón, de donde saliron algunos de los mejores fotógrafos españoles de la
época.
Esta empresa trabajo para casa real, haciendo retratos para gente de la realeza y
consiguiendo así un gran reconocimiento en Francia, España y Portugal.
Pero volviendo a la fundadora de esta gran empresa, Anaís Napoleón, destacando que fue
la primera mujer en España que incursiono en la fotografía , también fue una de las
primeras mujeres en hacer daguerrotipos en España, un procedimiento creado en 1839 y
que consistía en formar imágenes sobre una superficie de plata pulida con un espejo, la
imagen se formaba por partículas de aleaciones de mercurio y plata luego era expuesta a
vapores de yodo para volverla fotosensible y así tener una imagen mas nítida. Pero aparte
de esto, Anaís Napoleón también se destaco en la creación de tarjetas y postales
que incluían fotografías
Irving Penn
Hace cien años que llegó al mundo Irving Penn, recordado hoy como uno de los
fotógrafos más influyentes de la historia que consiguió con sus instantáneas de moda y
sus inconfundibles retratos en blanco y negro marcar un antes y un después en la industria
de la imagen.
Su obra quedó marcada por una mezcla de elegancia clásica y minimalismo moderno, y
la claridad de sus composiciones llevó a Penn (1917-2009) a ser uno de los fotógrafos
más reconocidos por los lectores de la revista Vogue, para la que trabajó desde 1943
durante más de 60 años.
El papel de Penn en el mundo de la fotografía, que comenzó a utilizar como un medio
artístico en un momento en el que se consideraba meramente una forma de comunicación,
fue tan destacado que el Museo Metropolitano de Nueva York (MET)le ha querido
rendir homenaje en su centenario con una extensa retrospectiva.
“Celebrado durante más de seis décadas por su influyente trabajo en la
revista Vogue, Penn era por encima de todo un fotógrafo de moda”, afirmó en un
comunicado el MET, el museo más grande de EE.UU., donde actualmente se exponen
una gran variedad de sus obras.
Desde sus instantáneas de letreros de las calles de Nueva York o sus fotografías de moda
y estilo, hasta sus retratos de indígenas de Perú o de algunas de las celebridades más
destacadas del último siglo pueden verse en las galerías del MET.
“Las fotografías de su primera época de alta costura son obras maestras que establecieron
nuevos estándares para la representación fotográfica de mitad de siglo, y siguió
registrando los ciclos de la moda año tras año en exquisitas imágenes”, agregó.
Nacido el 16 de junio de 1917 en la pequeña localidad de Plainfield, en Nueva
Jersey, Penn estudió en la Escuela Museo de Artes Industriales de Filadelfia, donde
conoció al ruso Alexei Brodovitch, que le enseñó arte y diseño moderno.
Tras un periodo como asistente de Brodovitch y dos años pintando cuadros en
México, Penn regresó a Nueva York en 1943, momento en el que fue contratado por el
entonces nuevo director artístico de Vogue, Alexander Liberman.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Penn viajó alrededor del mundo en sus proyectos
para Vogue, momento en el que confirmó su gusto por una fotografía de estudio en el que
poder controlar y minimizar los elementos que formaban parte de sus instantáneas.
Ansel Adams
Ansel Adams, fue un fotógrafo de paisajes norteamericano, nacido en la zona de
California y que cuenta en su haber "logros" como la creación teórica/práctica
del sistema de zonas en fotografía, como por haber conseguido magnificas tomas del
Parque Nacional de Yosemite
Ansel Adams (1902-1984) está considerado el padre de la fotografía en los Estados
Unidos y uno de los más grandes fotógrafos de la historia. En todo el mundo, su
romántica visión del paisaje, su dominio de la luz y su perfección absoluta del revelado
en blanco y negro, han sido celebradas durante casi un siglo.
Sin embargo, empezó a fotografiar en color poco después de que fuese inventada la
película Kodachrome a mediados de 1930. Realizó cerca de 3.500 fotografías en color,
aunque no era del gusto del autor por su escasa maleabilidad frente al negativo
monocromo. Muchos de sus trabajos en color fueron publicados en medios
como Life y Horizon, y estuvieron expuestos en el MoMa.
Una pequeña fracción de sus mejores trabajos fueron publicados por primera vez en la
edición de 1993 de "Ansel Adams en Color". En esta nueva edición revisada y
ampliada se han añadido 20 fotografías inéditas. Las nuevas tecnologías de escaneado
e impresión digitales permiten una representación más fiel de la fotografía en color de
Adams. Es un libro imprescindible para cualquier persona que aprecia la fotografía y el
encanto de la naturaleza.
"Espero ansioso nuevos procesos y nuevos desarrollos. Creo que la imagen electrónica
será el próximo gran avance. Estos sistemas tendrán características estructurales
ineludibles, y tanto los artistas como los técnicos deberán hacer un renovado esfuerzo
para comprenderlos y controlarlos", Ansel Adams.
Jean Eugene August Atget obtiene sus primeras fotografías en 1888 con unos 31
años, después de haber fracasado en otras artes como la interpretación o la pintura. En
vida no pasó desapercibido para quien supo reconocer su verdadero arte, pero no fué
tras su muerte en 1927, cuando su figura empezó a valorarse.
Utilizaba una cámara de fuelle con el objetivo ligeramente desplazado para evitar
que las verticales se vieran deformadas, es decir, algo parecido a la técnica 'Tilt-Shift' de
objetivos descentrables. Esto hace que en muchas fotografías aparezca enengrecida la
parte superior.
Viajaba en autobus o metro con su cámara de 20Kg. por las calles de París y así
recorria todas las distancias para hacer su fotografía. El prefería este equipo, aunque los
había ya mucho más sofisticados, porque nunca le dio demasiada importancia a lo que
hacía. Esta cámara antigua le obligaba a hacer exposiciones largas y preparadas.
Tiene fotografías de varios, tipos. La fotografía de escaparates con los reflejos de los
cristales fue considerada como una introducción hacia el surrealismo fotográfico. Tiene
muchas fotografías de calles y establecimientos de París que nos muestran hoy en día
como era el P arís de los años 30, antes de la guerra.
Sin embargo, no todo era fotografiar para los demás. También se adentró en la
sociedad, en los oficios menores de París. Su fotografía no es crítica, sino simplemente
representativa de lo que hay. Es como entrar en su época, con sus gentes, sus calles...
pero no en sus más famosos monumentos o símbolos de la ciudad, sino en lo que el
parisino veía que era París.
Gaspard-Félix Tournachon
Nadar nació en Lyon en 1820 donde estudió medicina, para posteriormente trasladarse a
la capital francesa donde comenzó a ganarse la vida como periodista y caricaturista,
hasta que se interesó por la fotografía como complemento para utilizar los retratos como
bocetos de sus posteriores caricaturas.
Si de algo presumían sus retratos era de carecer de retoques y elementos supérfluos (en
contraposición a la corriente pictorialista). Así sus retratados aparecían delante de un
fondo neutro, centrando la atención del espectador en los gestos del sujeto representado.
Lo importante era jugar con la luz y adentrarse en la psicología del personaje.
Diane Arbus
Diane Arbus empezó a tomar fotografías a comienzos de los años 40, y continuó
haciéndolo de manera esporádica durante más de una década. En ese período estaba
abocada a su carrera dentro del mundo de la fotografía de moda, ella como directora de
arte y su marido, Allan Arbus, como fotógrafo. En 1956, Arbus abandonó la sociedad
comercial y se dedicó por completo a desarrollar su obra personal. Dos fotógrafos
europeos fueron sus mayores referentes en esos años: Lisette Model, con quien estudió
por varios meses y fue su mentora espiritual, y August Sander, el retratista tipológico
alemán.
Para el curador Jeff Rosenheim: “Todos estos fotógrafos desarrollaron estrategias para
mantenerse apartados y desligados de las personas a quienes retrataban, convencidos
de que, en tanto documentalistas, la legitimidad de su registro dependía de que ellos
mismos jugasen un papel menor o ninguno en absoluto. Por contraposición, Arbus
buscaba la conmoción de un encuentro personal directo: ‘Para mí, el sujeto de la foto
es siempre más importante que la foto. Y más complejo’, escribió”.
Durante este primer periodo, Arbus utilizó una variedad de cámaras de 35 mm, réflex o
de visor directo (propias o prestadas), incluyendo una Contax D, una Nikon S3, y una
Nikon F. En 1962 compró una Wide-Angle Rolleiflex, cámara de formato cuadrado de
2 ¼ pulgadas, de objetivos gemelos (binocular), que explica también el cambio que se
da en su obra.
Richard Avedon
Biografía:
Richard Avedon nació el 15 de mayo de 1923 en New York City. Inspirado por las
empresas de ropa de sus padres, cuando era niño Avedon tomó un gran interés en la
moda, sobre todo disfrutando de fotografiar la ropa en la tienda de su padre.
Avedon asistió a DeWitt Clinton High School en Nueva York, donde uno de sus
compañeros de clase y amigos más cercanos fue el gran escritor James Baldwin.
Además de su continuo interés en la moda y la fotografía, en la escuela secundaria
Avedon también desarrolló una afinidad por la poesía.
Después de graduarse en el verano, Avedon se matriculó en Columbia Universidad para
estudiar filosofía y poesía. Sin embargo, él se retiró después de sólo un año para servir
en la Marina Mercante de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Como segundo piloto de clase un fotógrafo, su deber principal era tomar retratos de
identificación de los marineros. Avedon sirvió en la Marina Mercante durante dos años,
de 1942 a 1944.
Cuando salió de la Marina Mercante en 1944, Avedon asistió a la New School for
Social Research de Nueva York para estudiar fotografía con Alexey Brodovitch, el
aclamado director de arte de Harper ‘s Bazaar. Avedon y Brodovitch formaron un
estrecho vínculo, y dentro un año después Avedon fue contratado como fotógrafo para
la revista. Después de varios años fotografiando la vida cotidiana en Nueva York,
Avedon fue asignado para cubrir las colecciones primavera y el otoño de moda
en París. A lo largo de la década de 1940 y principios de 1950 creó elegantes
fotografías en blanco y negro mostrando las últimas tendencias en la vida real los
ajustes tales como cafés pintorescos de París, cabarets y tranvías.
Avedon fue un fotógrafo de plantilla para Harper ‘s Bazaar durante 20 años, de 1945 a
1965. Además de su fotografía de moda, fue también conocido por sus retratos. Sus
retratos en blanco y negro eran notables por la captura de la humanidad esencial y la
vulnerabilidad que acecha en estos más grande que la vida de figuras como el
presidente Dwight D. Eisenhower, Marilyn Monroe, Bob Dylan y The Beatles.
Durante la década de 1960, Avedon también se expandió a una fotografía más
explícitamente política. Hizo retratos de líderes de derechos civiles como el Dr. Martin
Luther King Jr., Malcolm X y Julian Bond, así como los segregacionistas como el
gobernador de Alabama, George Wallace, y la gente común que participan en las
manifestaciones. En 1969, se lanzó una serie de retratos de la Guerra de Vietnam que se
incluyen los Siete de Chicago, los soldados americanos y vietnamitas víctimas del
napalm.
Avedon dejó bazar de Harper en 1965, y entre 1966 y 1990 trabajó como fotógrafo para
la revista Vogue.
En 1959 publicó un libro de fotografías, observaciones, con el comentario de Truman
Capote, y en 1964 publicó Nothing Personal, otra colección de fotografías, con un
ensayo de su viejo amigo James Baldwin.
En 1974 Avedon las fotografías de su padre enfermo terminal se presentaron en el
Museo de Arte Moderno, y el próximo año una selección de sus retratos se expuso en la
Galería Marlborough. En 1977, una colección retrospectiva de sus fotografías, «Richard
Avedon: Photographs 1947-1977», fue exhibida en el Museo Metropolitano de Arte.
Richard Avedon falleció el 1 de octubre de 2004, mientras trabajaba para The New
Yorker, en San Antonio, Texas. Tenía 81 años de edad.
Henri Cartier-Bresson
Henri Cartier-Bresson, nacido el 22 de agosto de 1908 cerca de París y fallecido el 3 de
agosto de 2004 en los Alpes de Alta Provenza, es reconocido como uno de los mayores
fotógrafos del siglo XX.
Fue el creador del concepto del “instante decisivo”, una de las ideas que más ha
impregnado al mundo de la fotografía. Para Henri presionar el obturador en el momento
preciso implicaba alinear ojo, mente y corazón.
Robert Frank
Iniciador del llamado Neo-documentalismo Fotográfico, Robert Frank es un hacedor de
la imagen que incorpora en la forma de narrar lo que observa un poco de rebeldía y un
mucho de sensibilidad creadora; por lo que su obra, a pesar de lo cotidiana, no ha
quedado constreñida a lo meramente referencial, ya que los confines del documento son
demasiado estrechos y su mirada propone una opinión, una crítica y una estética que
acechan constantemente a la esperarse de colarse en el encuadre, aún cuando la
pretensión sea meramente referencial.
En el trabajo de Robert Frank prevalece el fondo sobre la forma por una nariz de
caballo, como decía Gilles Peress.1bis La impronta personal tiende a imponerse sobre lo
documental2, actitud que impregnaría todo su trabajo y que se hace manifiesta en su
obra cumbre Les Américains, en donde el fotógrafo presenta a los estadounidenses
desde una óptica propia, personal, subjetiva y libre. En muchos sentidos, Frank es
el Zeitgeist (el espíritu del tiempo) de la década de 1950 cuando se asiste «…al
surgimiento de una especie de estilo documental personalizado, caracterizado por la
utilización de la cámara de pequeño formato —permite integrar mejor al fotógrafo en la
escena—, efectos de cortes bruscos en el encuadre, una puesta a punto selectiva, la
práctica del flou, el grano grueso —signos todos ellos de improvisación, o de trabajo a
toda prisa—, la predilección por atmósferas y copias oscuras.»3
Walker Evans
En París obtuvo una importante influencia del modernismo y las vanguardias.
Regresó a Estados Unidos e hizo una primera escala en Nueva York donde la fotografía
cobró un papel protagónico en su vida. Sus primeras imágenes guardan un aire
modernista con agudos picados y contrapicados similares a los de Laszló Moholy-Nagy
y Alexander Rodchenko; también aparecen en sus fotografías los patrones geométricos
y la limpieza de la Bauhaus. Esta influencia se puede “oler” en su obra posterior, pero
Evans cambiaría radicalmente de estilo.
Armado con cámara de gran formato, Evans inició la búsqueda directa y frontal de los
elementos que conformaban lo americano en América.
Con estas vistas arquitectónicas e interiores derruidos inicia la exploración de Evans por
la cultura americana.
Sus viajes por los estados del sur no se limitaron a la arquitectura victoriana. Para
Walker existirían constantes que se repetirían a lo largo de su carrera como un gran
interés por los signos (señales de tránsito, flechas, entre otras) así como el texto escrito.
Friedlander se alejó del resto de sus contemporáneos al buscar sus propias estrategias
temáticas y compositivas, que implican un dialecto distinto dentro del lenguaje
fotográfico.
Por otra parte, y al igual que el resto de los fotógrafos de su generación, fue
profundamente influido por Robert Frank. William también hacía eco a Walker
Evans lo cual puede notarse en la fascinación de Eggleston por los textos
La doctrina expresada por Cartier-Bresson sintetizada en su famoso Instante Decisivo se
convirtió en el credo de Eggleston.
Trabajó las zonas cercanas a Memphis realizando fotografías en color de sujetos
comunes y corrientes. A finales de la década de 1960 y principios de 1970 el reportaje
era el formato fotográfico documental dominante.
Eggleston eligió hacer fotografías de cuanto le rodeaba pero sin una intención registral,
sino abiertamente artística. Sus fotografía son minuciosas, muchas de ellas realizadas
“…desde ángulos extraños. Imagen tras imagen capturaba un Estados Unidos sureño,
rural, donde convergían la comida rápida, el plástico y el neón.
“A veces la gente no acaba de entender por qué he trabajado tanto sobre la hambruna en
África y sobre la pobreza en América Latina, pero era lo que tenía en mente. Era mi
vida. No me imponía en sus vidas, sino que era lo que yo estaba viviendo.”
Lo que resulta innegable es que Salgado se involucra con las comunidades y personas
que retrata. Además, es un hombre que ha puesto pie en sitios que la mayoría de las
personas evitarían a toda costa.
Steve Mccurry
Steve McCurry, conocido mundialmente como uno de los mejores “creadores de
imágenes” actuales, es especialmente famoso por sus evocadoras fotografías en color.
Ha sabido capturar la esencia de la lucha y la alegría humanas.
Su carrera alcanzó un punto decisivo cuando, vestido con ropas tradicionales, cruzó la
frontera pakistaní y entró en territorio afgano controlado por los rebeldes, justo antes de
la invasión soviética. Cuando salió, tenía rollos de película cosidos a su ropa con
imágenes que darían la vuelta al mundo como las primeras que mostraron el conflicto.
Este trabajo le hizo ganar la medalla de oro de Robert Capa al mejor reportaje
fotográfico del extranjero, premio dedicado a los fotógrafos que muestran un valor e
iniciativa excepcionales.
www.stevemccurry.com/main.php
Kevin Carter
Kevin Carter nació en Sudáfrica en 1960 y formó parte del Bang-Bang Club junto a
João Silva, Greg Marinovich y Ken Oosterbroek, un cuarteto de fotoreporteros de
conflictos que se jugaban la vida cada día tras una cámara, mientras mostraban al
mundo las salvajadas acontecidas en el camino entre el Apartheid y la democracia
sudafricana.
Como todo el mundo imaginará, el trabajo de Carter era lo más parecido a salir de paseo
cada día por los senderos del infierno, fotografiando continuamente ejecuciones,
matanzas y enfrentamientos en la calle, en una batalla donde se luchaba por acabar de
una vez por todas con la segregación racial en el país.
Todo ello le dejó unas secuelas importantes, lo que unido a una personalidad depresiva,
una vida desordenada y la presión sobre él a raíz de la famosa foto, le hicieron
abandonar la fotografía de conflicto al poco tiempo de recibir el Pulitzer.
Carter retomó su vida dedicándose a la fotografía de naturaleza, aunque por
poco tiempo. Los problemas familiares y económicos le acuciaban y un duro
golpe estaba por llegar. Ken Oosterbroek, compañero del Bang Bang Club y
su mejor amigo, perdía la vida mientras cubría un tiroteo en Johannesburgo.
Una nota de suicidio encontrada junto a él, da algunas pistas de las razonas
que le llevaron tomar esa decisión, aunque leyendo lo escrito anteriormente es
fácil imaginar que todo formó un cóctel explosivo y la muerte de su
amigo Oosterbroek fue solo el detonante
Dorothea Lange
Dorothea Lange (25 de mayo de 1895, Hoboken, EE. UU. - 11 de octubre de 1965, San
Francisco, EE. UU.) fue una de las grandes fotoperiodistas de la historia. Conocida,
principalmente, por su trabajo sobre la Gran Depresión para las oficinas
gubernamentales de Seguridad Agraria en Estados Unidos, son estas fotografías las
muestran en toda su crudeza las consecuencias devastadoras de la crisis alejándose de los
perversos lujos de Wall Street.
Sus fotografías comparten su mirada digna y limpia, pero ganan en humanidad, son más
cercanas, ella fue más cercana que Evans, algo que distingue clarísimamente sus estilos.
Sin embargo, aunque pudiésemos estar pensando que sus imágenes caen en la sensiblería,
nada más lejos de la realidad. Son imágenes nacidas de una tremenda conciencia social,
nacidas de su propia superación.
Robert Doisneau
Robert Doisneau junto con Henri Cartier-Bresson se convierten en los fotógrafos más
importantes de la postguerra francesa. Doisneau supo imprimir en sus imágenes un tono
irónico, mezcla de chiste y melancolía que no te deja indiferente cuando contemplas sus
fotografías callejeras.
MAN RAY
Nacido en Filadelfia (1890), Emmanuel Radnitzky se empapó de las corrientes de
vanguardia gracias a una vida que transcurrió principalmente en París, donde
concluyó la que podría considerarse su primera etapa productiva, más anclada en lo
puramente artístico y conceptual. En realidad, su legado trasciende las catalogaciones,
ya que caben pinturas, películas, escultura… y por supuesto, la fotografía.
En 1917, Marcel Duchamp subvirtió las reglas del arte en medio de una
exposición de la Sociedad de Artistas Independientes de Nueva York. Allí
colocó un urinario normal y corriente, como el que podría haber en cualquier
bar, con un claro mensaje: "Arte es lo que el artista dice que es arte", dando
así un puñetazo contra la estética elitista de su tiempo. Man Ray, amigo de
este, también fue un fiel representante de una filosofía que, por ejemplo, era
capaz de convertir una barra de pan rancio con pintura azul en una preciada
joya museística.
Pero Emmanuel Radnitzky (1890 – 1976), nombre real de Man Ray, no estuvo
tan centrado en la escultura como su compañero Duchamp. Y no porque no la
practicara, como se puede comprobar en sus múltiples trabajos, sino porque su
pasión artística se volcó con dos disciplinas: la pintura y, especialmente, la
fotografía.
Pierre Edouard Léopold Verger nació en París y, hasta los 30 años tuvo una vida normal
para una persona de buenas condiciones financieras, aunque no estaba de acuerdo con
los valores compartidos por la gente de su clase social. El año 1932 fue decisivo en su
vida, pues aprendió un oficio -la fotografía- y descubrió una de sus pasiones: los viajes.
Tras desarrollar las técnicas básicas de la fotografía con su amigo Pierre Boucher, logró
comprar su primera cámara Rolleiflex y, después de la muerte de su madre, no dudó en
convertirse en un viajero solitario. Su madre era su único pariente vivo y él nunca quiso
hacerle daño con una vida errante e inconformista.
París se convirtió en su base, un lugar donde se reencontraba con los amigos -surrealistas
vinculados a Prévert y antropólogos del Museo Trocadero - y hacía contactos para nuevos
viajes. Trabajó para las mejores publicaciones de la época, pero como nunca anheló la
fama, siempre estuvo de partida.
Las cosas empezaron a cambiar el día en que llegó a Bahía, Brasil. En 1946, mientras
Europa experimentaba la post-guerra, en Salvador de Bahía todo estaba tranquilo. Pronto
fue seducido por la hospitalidad y la riqueza cultural que encontró en la ciudad brasileña y
decidió quedarse. Como lo hizo en todos los lugares donde había estado, prefirió la
compañía de la gente común del pueblo y los lugares más sencillos. Los negros
monopolizaban la ciudad y también la atención de Verger. Además de personajes de sus
fotos, los negros rápidamente se convirtieron en sus amigos, cuyas vidas trató de conocer
en detalle. Cuando descubrió el Candomblé, creyó que había encontrado la fuente de la
vitalidad del pueblo de Bahía y se convirtió en un estudioso de la adoración de
los Orishas (las deidades del Candomblé). Este interés por la religión de origen africano le
valió una beca para estudiar sus rituales en áfrica, continente para donde fue en 1948.
Verger nunca dejó de ser un nómada aunque encontrara su camino. La historia, las
costumbres y sobre todo la religión practicada por el pueblo yoruba y sus descendientes
en áfrica Occidental y en Bahía se convirtieron en los temas centrales de su investigación
y de su obra. Vivió como un mensajero entre estos dos lugares al llevar informaciones,
mensajes, objetos y regalos entre los dos mundos. Como colaborador y profesor visitante
en varias universidades, logró reunir sus investigaciones en artículos, comunicaciones y
libros. En 1960 compró una casa en el barrio de Vila América en Salvador de Bahía. Al
final de los años 70 dejó de fotografiar e hizo sus últimos viajes de investigación a áfrica.
Robert Capa fue a España poco después, donde cubrió la Guerra Civil
junto con su pareja, Gerda Taro, para Vu, Regards, Weekly Ilustrated y
Life. Capturó momentos como la despedida de las Brigadas
Internacionales, la batalla del Ebro, y la vida de los refugiados españoles
ante el avance franquista.
Esta guerra se convirtió en el conflicto bélico más fotografiado de la era
dorada del fotoperiodismo. En un país en guerra, no había mucho tiempo
para escribir, y las imágenes reflejaban mejor la tensión del momento. El
fotoperiodista reflejaba conceptos, como la miseria, el miedo o crueldad.
Para Capa, solo se podía captar estas emociones implicándose con la
gente del lugar, tratando de comprender sus sentimientos. “No me
interesa hacer imágenes bonitas, ardo en deseos de contar una historia”,
dijo, “Prefiero una imagen que sea imperfecta desde el punto de vista
técnico a una mala imagen técnicamente perfecta”.
A partir de este momento, Capa desarrolló un estilo más personal: sus
fotografías no buscan la perfección del enfoque. Suelen jugar con la falta
de nitidez y el movimiento. De hecho, años más tarde, tituló su
autobiografía Slightly out of focus, es decir, Ligeramente desenfocado.
En 1975, cuando a sus 25 años era la fotógrafa jefe de la revista Rolling Stone,
siguió cada paso de la gira estadounidense de la legendaria banda del mismo
nombre. Entonces pensaba que para tomar la mejor fotografía debía integrarse
a fondo con sus personajes. Pasaba dos, tres días con ellos para captar esencia,
profundidad e intimidad del momento. Pero los Stones vivían su pico máximo de
sexo, drogas y rock’ n ’roll, por lo que esas seis semanas casi la matan. Quedó
sumida en una fuerte adicción a la cocaína. Ocho años después, sin arrepentirse
de nada de lo que hizo, se alejó de la revista y abrió otro capítulo en su vida.
Como aseguró a la cadena radial NPR: “Conseguí ayuda profesional y funcionó”.
Hoy, Leibovitz, a sus 66 años, sigue enfocando con sus particulares ojos tristes y
se mantiene enérgica y franca. Siempre se ha considerado una fotógrafa a secas
y recibe todavía el insistente llamado de Vogue y de Vanity Fair, revistas que
recurren a su estética para sus tareas más delicadas.
Anna Lou Leibovitz creció en el seno de una familia humilde que se reubicaba
constantemente porque el padre era miembro de las Fuerzas Armadas. Es la
tercera de seis hermanos que crecieron viendo el mundo a través de la ventana
del carro, impulsados hacia el arte por una madre bailarina.
A Vanity Fair llegó de la mano de la brasileña Bea Feitler, una mentora de gran
ojo editorial que no temía anotarle cuando su trabajo no estaba a su altura. Feitler
la involucró en la revista de Condé Nast desde su comienzo en 1983, y desde
entonces su carrera no hace más que avanzar.
Es difícil creer que en 2009 Leibovitz estuvo a punto de perder todas sus
fotografías a manos de sus acreedores. Pidió préstamos millonarios a la gente
equivocada y tuvo dificultades para pagar. Con esfuerzo y abogados logró zafarse
y mantener los derechos de las miles de obras que componen su legado. Hoy,
considera esa etapa como la consecuencia de ser tan desprendida del dinero. Y
más allá de ello, sus prioridades son las mismas. Piensa en su pasión, en sus
amores del pasado y del presente, y no ha dejado de marchar. Por eso, sigue
siendo la gran retratista norteamericana que le ha hablado al mundo desde la
lente de su cámara.
ELLIOTT ERWITT
Nacido en 1928 en París, pasó su infancia en Milán. Su interés por la
fotografía comenzó cuando era adolescente viviendo ya en Hollywood.
Elliott Erwitt fue invitado a unirse a Magnum Photos en 1953, y desde
entonces ha sido miembro de pleno derecho de la prestigiosa agencia,
ejerciendo durante varios periodos como su presidente.
Elliott Erwitt ha realizado exposiciones individuales en los museos y
galerías más importantes de todo el mundo.
"Se trata de reaccionar a lo que se ve, de esperar sin prejuicio. Puedes
encontrar fotos en cualquier lugar. Es simplemente una cuestión de darse
cuenta de las cosas y organizarlas. Sólo tienes que preocuparte por lo
que te rodea y preocuparte por la humanidad y por la comicidad del ser
humano. "- Elliott Erwitt.
Nosotros nos declaramos rendidos admiradores de su obra, cargada
siempre de audacia, de sensibilidad, de humor, de inteligencia. Una obra
monumental a la que regresamos una y otra vez.
ALBERTO KORDA
Alberto Díaz Gutiérrez, más conocido como Alberto Korda, (14 de septiembre
de 1928 – 25 de mayo de 2001) fue un fotógrafo cubano. Es célebre por la
famosa fotografía tomada al Che Guevara mirando el cortejo fúnebre de los
muertos en el atentado terrorista al barco La Coubre, el 5 de marzo de 1960.
Aunque su formación es autodidacta aprendió fotografía en un inicio con
Newton Estapé y después con Luis Pierce. Con el triunfo de la Revolución
Cubana en 1959, trabajó para la Revolución y acompañó a Fidel Castro como
fotógrafo en distintos recorridos que el líder cubano realizaba en esos años.
1960 fue el año que cambiaría su vida, ya que fue durante este año cuando
realizó la famosa fotografía El Guerrillero Heroico, la cual a consideración de
grandes críticos es uno de los diez mejores retratos fotográficos de todos los
tiempos y constituye la más reproducida de la historia de la fotografía en todo
el mundo.
Después de un tiempo en el que estuvo acompañando a Fidel como su
fotógrafo personal y por algunas desavenencias por el ritmo que tomaba el
curso de la Revolución, se dedicó a la fotografía submarina en Cuba en el
Instituto de Oceanología de la Academia de Ciencias realizando el Atlas de
corales cubanos. Su obra fotográfica se ha expuesto en las principales
galerías del continente europeo y en América, así como en otras partes del
mundo.
SALLY MANN
En 1884, patentó la primera película en forma de carrete o rollo que resultó ser práctica.
Esta primera película se enrollaba en un aparato montado en una cajita, a la que llamó
Kodak (por el sonido que hacía al dispararla) , que comercializó por el módico precio de
25 dólares. Su producto venía con un rollo para 10 imágenes y enseguida conquistó el
mercado.
El 4 de septiembre de 1888 Eastman registró la marca Kodak y recibió una patente para
su cámara, que usaba el rollo de película. Ese mismo año lanzó al mercado la cámara
Kodak 100 Vista, que utilizaba carretes de 100 fotos circulares y para cuya campaña de
promoción acuñó la frase «Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto».
En 1892, fundó la Eastman Kodak Company, en Rochester (Nueva York) una de las
primeras empresas en producir material fotográfico en serie. Esta compañía también
fabricó la película transparente flexible, concebida por Eastman en 1889, que resultó
decisiva para el posterior desarrollo de la industria del cine.
La Eastman Kodak Company fue la primera empresa que implantó los servicios sanitarios
y que repartió los beneficios con sus empleados.
Además de inventor, se le puede calificar sobre todo filántropo, ya que donó todas su
pertenencias, más de 100 millones de dólares a instituciones médicas, artísticas,
educativas y científicas.
Timothy O'Sullivan
O'Sullivan nació en Nueva York, y de adolescente trabajó para Mathew
Brady. Al comienzo de la guerra civil, a principios de 1861, fue
comisionado como teniente primero en el Ejército de la Unión, y en los
años siguientes peleó en las batallas de Beaufort, Port Royal, Fort
Walker y Fort Pulaski.