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Apicultura

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Abeja libando.
La apicultura es la actividad dedicada a la crianza de las abejas y a prestarles
los cuidados necesarios con el objetivo de obtener y consumir los productos que son
capaces de elaborar y recolectar. El principal producto que se obtiene de esta
actividad es la miel. La miel es un factor de beneficio para los humanos.
Un beneficio indirecto producto de la actividad de pecoreo que realizan las abejas
corresponde a la polinización que realizan estos insectos. El cultivo similar de
otras abejas productoras de miel (melipónidos) se denomina meliponicultura. La
vespicultura es la explotación de las escasas especies de avispas mielíferas.

Índice
1
Historia de la apicultura
2
Habitantes de una colmena
2.1
Abeja reina
2.2
Abejas obreras
2.3
Abejas zánganos
3
Productos de la apicultura
4
El apicultor
4.1
Historia de los apicultores
4.2
Materiales del apicultor
5
Enfermedades de las abejas
6
Apicultores
7
Véase también
8
Notas y referencias
9
Enlaces externos
Historia de la apicultura[editar]
El uso de la cera de abejas se remonta a la era de piedra según estudios realizados
sobre restos de objetos de cerámica en más de ciento cincuenta sitios arqueológicos
en Europa, en regiones por debajo del paralelo cincuenta y siete (es decir,
excluyendo Escocia y Fennoscandia).1

Pintura rupestre de las cuevas de la Araña en Bicorp: Individuo recolectando


panales. Declarada por la Unesco en 1998: Patrimonio de la Humanidad.

La abeja en la titulatura de los faraones.


En las pinturas rupestres del mesolítico presentes en la Cueva de la Araña, en
Bicorp (Valencia), proliferan escenas de la recolección de la miel, si bien es
difícil determinar su origen, se calcula que estas pinturas podrían datar entre
siete mil y ocho mil años de antigüedad. En el Mesolítico diez mil a cinco mil años
a. C., el ser humano comienza la recolección de miel de colmenas silvestres y en el
Neolítico cuando aprendió a controlar las abejas y enjambres.
Existen datos históricos que señalan la existencia de prácticas apícolas en el
periodo predinástico de Egipto, trasladando sus colmenas en embarcaciones a lo
largo del río Nilo. Hay papiros que datan del año 2400 a. C. donde podemos observar
la práctica.
Los griegos, que fundan Éfeso en el año 1100 a. C.-1000 a. C. en el Asia menor en
la Anatolia hoy Turquía, veneraron la apicultura dado que la Diosa Artemisa
(después Diana para los romanos) era representada en las monedas2 con el cuño de
una abeja en los años 480 a. C. En la Tracia también fue muy común acuñar monedas
con una abeja. Los romanos, también practicaron la apicultura y en general
heredaron las prácticas helénicas e hicieron de ellas un objeto de culto. Los
poetas geórgicos dedicaron obras a la descripción de los instintos, costumbres,
inteligencia de las abejas y a la explotación racional de estos animales que nunca
dejaron de sorprenderlos. En general, siempre en los relatos de las sociedades más
avanzadas de todas las épocas, se han encontrado vestigios del conocimiento de las
abejas y de la explotación racional de la miel y la cera.
La apicultura alcanzó su apogeo cuando el único elemento conocido para endulzar los
alimentos era la miel. El descubrimiento de América y la plantación de caña de
azúcar en las regiones tropicales de este continente, hizo decrecer sensiblememnte
la importancia de la apicultura. Sin embargo su práctica no se interrumpió en
ningún momento.
La apicultura moderna comienza con la creación de los panales y los cuadros
móviles, en virtud que no destruyen los mismos al realizar la cosecha de miel, las
hojas de cera estampada y los extractores mecánicos, alcanzando su apogeo a fines
del siglo XIX y a principios del siglo XX gracias a los trabajos de estudiosos como
Jan Dzierżon, Arturo Wulfrath Brockhoff, Huber, Dzierzon, Quimby, Langstroth,
Hermano Adán, Fabre, Hoffman, Miller, Alley, Doolittle, De Hruschka, Mehring, Root,
Munn, Miner, Harbison, Wolf, Phillips, Smith, Dadant, Fabre y Farrar, Georges de
Layens
Línea del tiempo en apicultura
Habitantes de una colmena[editar]

Panal con obreras y larvas, durante la revisión por parte de un apicultor.


Las abejas son insectos sociables que siempre viven agrupados en la colmena. En una
colmena hay tres tipos de abejas: abeja reina, abeja obrera y zángano, en función
de la alimentación que suministren las abejas obreras a la larva una vez ha
eclosionado el huevo.
Abeja reina[editar]
Artículo principal: Abeja reina
La abeja reina tiene como función poner huevos de los que sale el resto de
habitantes de la colmena, es de tamaño más grande que la abeja obrera, abdomen más
alargado y con alas más cortas. Otra de sus funciones es la de segregar una
feromona que mantiene unidos a todos los habitantes de la colmena. La producción de
esta feromona disminuirá con la edad de la abeja, cesando en torno a los cuatro
años.
Una vez eclosionado el huevo, la larva será alimentada durante todo su ciclo con
jalea real preparada por las abejas obreras. El huevo del que parte la reina se
sitúa en una celdilla que las abejas obreras transforman para darle una forma y
tamaño adecuado, llamándose realera.
La reina se desarrolla en un periodo de dieciséis días (días requeridos para
alcanzar el estado de adulto). Después de tres días de la puesta, la larva sale del
huevo, tendrá una vida de cinco días y medio y permanecerá en su celdilla abierta.
Después esta larva se convertirá en ninfa que tendrá una vida de siete días y
medio, desarrollándose ya en una celdilla operculada por las abejas obreras (el
opérculo de la celdilla se compone de una mezcla de cera y polen).
Alcanzado el estado adulto, la reina destruirá las larvas del resto de realeras o
las realeras formadas que encuentre en la colonia si se ha producido una renovación
de reina entre el tercer y vigésimo día después de nacer, excepto que la colonia
vaya a enjambrar en cuyo caso muchas otras reinas nacerán para acompañar a los
sucesivos enjambres quedando algunas en la colonia madre, finalmente y después de
eliminarse entre ellas solo una quedará al frente de cada colonia; la reina sale en
“vuelo nupcial” (única salida al exterior de la colmena salvo que se produzca un
enjambre). Se aparea en pleno vuelo con los zánganos de la colmena, llenando su
espermateca del semen necesario para fecundar los huevos que va a poner durante
toda su vida, es decir, la reina queda fecundada para toda su vida (un máximo de
cinco años). Durante todo su desarrollo la abeja reina se alimenta de jalea real lo
que proporciona la capacidad de poner huevos.
Abejas obreras[editar]
Artículo principal: Abeja obrera
Las abejas obreras cuentan con un gran número de efectivos en la colmena (20.000-
60.000). Una vez que la larva sale del huevo, solo recibirán jalea real durante dos
días y medio y luego será alimentada por una masa de miel, polen y agua.
La abeja obrera se desarrolla durante un periodo de veintiuno días, sucediéndose
tres fases: huevo (tres días), larva (seis días) y ninfa (doce días). Una vez
alcanzado el estado adulto, desarrolla diferentes trabajos en la colmena en función
de su edad: los tres primeros días limpian las celdillas, los seis siguientes días
segregan la jalea real con las glándulas que tienen en la cabeza3 alimentado a las
larvas y también a la reina, mantienen la temperatura y humedad del nido ventilando
la colmena si es necesario, y acompañan a la reina, preparan pan de abeja para
alimentar a las larvas después de su tercer día de vida, segregan cera con sus
glándulas especiales en la parte externa del abdomen, segmentos cuatro al siete en
los llamados espejos de la cera que son unas superficies muy pulimentadas sobre las
cuales se sitúan cuatro pares de glándulas productoras de cera,4 elaboran el néctar
traído de las flores reduciéndole la humedad para convertirlo en miel, construyen
los panales tanto para criar nuevas abejas como para almacenar miel y construirán
las celdas reales para que nazcan nuevas reinas y pueda la colonia enjambrar o
renovar su reina demasiado vieja o con alguna tara. Cuando cuentan con una edad de
diecinueve a veinte días, vigilan la colmena para que no entren otros insectos y a
partir de los veintiuno días salen al campo en busca de polen, néctar y resinas. El
polen es depositado en una especie de canastillas a los lados de las patas traseras
y el néctar en un buche previo al intestino. Con las resinas de los árboles
elaboran el propóleo.
Las abejas obreras que nacen en primavera viven unas siete u ocho semanas y las que
nacen en otoño, unos cinco o siete meses porque pasan el invierno en la colmena
siendo relevadas en primavera.
Abejas zánganos[editar]
Artículo principal: Abeja zángano
Los zánganos nacen de un huevo sin fecundar puesto por la reina (partenogénesis) y
reciben jalea real durante tres días, después pan de abeja como las obreras.
Requieren veinticuatro días para alcanzar el estado de adulto, pasando por tres
fases: huevo (tres días), larva (cinco días y medio) y ninfa (quince días y medio).
Tienen como función fecundar a la abeja reina y dar calor a la cría, aunque están
muchas horas en el campo y son las obreras las que mantiene la humedad y
temperatura adecuados. Viven solo en primavera y verano, no tienen aguijón por lo
que no colaboran en la defensa de la colmena y no recolectan néctar ni elaboran
miel. A diferencia de las obreras o la reina, los zánganos con frecuencia entran
libremente en colmenas a las que no pertenecen. Este comportamiento es clave para
posibilitar el intercambio genético entre distintas colonias; sin embargo también
convierte a los machos en vectores de transmisión de parásitos y enfermedades.
En las colonias desorganizadas algunas obreras activan sus atrofiados ovarios y
depositan varios huevos en cada celdilla de donde nacerán zánganos de menor tamaño
que sus hermanos.
Productos de la apicultura[editar]
Artículos principales: Miel, Cera, Polen, Propóleos y Jalea real.
Artículo principal: Apitoxina
Son variados los productos que se obtienen del infatigable trabajo de estos
admirables himenópteros.
Pero la abeja no solo producía miel, el papel que desempeñó la cera fue quizás
mayor, debido a su uso en la fabricación de candiles o velas de cera y otras
propiedades y otras importantes aplicaciones, como la impermeabilización de
maderas, cuerdas, cueros, telas, etc. Sin embargo, con el desarrollo de nuevas
técnicas de conservación, manipulación y mecanismos para su recolección también se
ha comenzado a colectar el polen, propóleo, jalea real y veneno de abejas
(apitoxina). También se ha elaborado a partir de la miel productos tales como crema
facial, champú, acondicionador para el cabello y polimiel.
La miel es un fluido dulce y viscoso producido por las abejas a partir del néctar
de las flores o de secreciones de partes vivas de plantas o de excreciones de
insectos chupadores de plantas. Las abejas lo recogen, transforman y combinan con
la enzima invertasa que contiene la saliva de las abejas y lo almacenan en los
panales donde madura.
Las ceras son ésteres de los ácidos grasos con alcoholes de peso molecular elevado,
es decir, son moléculas que se obtienen por esterificación, reacción química entre
un ácido carboxílico y un alcohol, que en el caso de las ceras se produce entre un
ácido graso y un alcohol monovalente lineal de cadena larga.
El polen es el polvo, más o menos grueso, que contiene los microgametofitos de las
plantas con semilla (espermatófitos)5 El grano de polen tiene una cubierta
resistente que facilita su viabilidad mientras es transportado de la planta que lo
ha originado a otra para que se produzca el proceso de la polinización.
Los propóleos (gr. própolis) son unas mezclas resinosas que obtienen las abejas de
las yemas de los árboles y que luego procesan en la colmena como sellante de
pequeños huecos (6 mm o menos), en ocasiones mezclado con cera y para barnizar todo
el interior de la colmena. Para huecos mayores, las abejas usan cera. El color del
propóleo depende de la fuente de la que haya sido obtenido, siendo el más común
marrón oscuro. A temperatura ambiente (20 °C), el propóleos es pegajoso y a
temperaturas menores solidifica.
La jalea real es una sustancia segregada por las glándulas hipofaríngeas de la
cabeza de abejas obreras jóvenes, de entre cinco y quince días, que mezclada con
secreciones estomacales sirve de alimento a todas las larvas durante los primeros
tres días de vida. Solo la abeja reina y las larvas de celdas reales que darán
origen a una nueva reina son siempre alimentadas con jalea real. Es una masa
viscosa de un suave color amarillo y sabor ácido.
La apitoxina es el veneno secretado por las obreras de varias especies de abejas,
que lo emplean como medio de defensa contra predadores y para el combate entre
abejas. En las especies venenosas, el ovipositor de las obreras se ha modificado
para transformarse en un aguijón barbado.
El apicultor[editar]
Artículo principal: Apicultor

Apicultores en el Parque nacional de Souss-Massa, Marruecos.

Apicultura - Mallas de Propoleos Famaillá - INTA - Tucumán

Tienda especializada en productos apícolas.


El apicultor es la persona que practica la apicultura.
Son diversas las actividades que desarrolla el apicultor, durante la primavera y
verano normalmente trabaja con las abejas realizando trabajos de control de
población y extracción de la miel, pero durante el invierno o estación de receso,
el trabajo consiste en la preparación del material de madera, para la temporada que
viene en donde alojará las nuevas familias, así como advertir posibles enfermedades
o plagas de las poblaciones de abejas para poder tratarlas a tiempo.
Historia de los apicultores[editar]
Durante muchos siglos los apicultores gozaron de gran prestigio, las diferentes
culturas desde el Antiguo Egipto valoraban esta ocupación, ya que proveía el único
edulcorante, la miel, conocido hasta la edad media cuando, tras el descubrimiento
de América, se difundió la caña de azúcar y la remolacha azucarera.
Materiales del apicultor[editar]
Para la práctica de la apicultura, el apicultor necesita de una serie de elementos
y herramientas.
La colmena es el elemento principal, en virtud de que es la nueva casa donde
confinará la colonia de abejas, que puede provenir de un enjambre natural, de una
colonia o colmena rústica, o de un núcleo o paquete de abejas que se compra a otros
apicultores. Existen diferentes tipos de colmenas, las cuales difieren
principalmente en sus medidas de ancho, largo y alto las más utilizadas actualmente
son las langstroth, dadant, Colmena Layens, africanas y otras. Una colmena consta
de un suelo, alzas, cuadros y techo.
La colmena Langstroth lleva el nombre de su inventor, Lorenzo Langstroth. Fue
patentada en Estados Unidos en 1852. Esta colmena de tipo vertical, revolucionó al
mundo por sus cuadros móviles y alzas móviles.
La colmena Dadant, denominada exactamente colmena Dadant modificada, es la colmena
estándar de gran volumen y cuadros de diferente tamaño en cámaras y alzas. Se
comercializa en varios países aunque las colmenas con cuadros iguales son más
populares.
La colmena Layens es la colmena que se usa principalmente en España para la
trashumancia (movimiento de colmenas siguiendo la floración). Está muy introducida
en la Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Andalucía y Extremadura.
Otros elementos necesarios para la práctica de la apicultura son:
Ahumador
Pinza o palanca para el manejo de cuadros
Cepillo para desabejar
Traje de apicultura
Elementos para la extracción de la miel
Elementos para la fundición de la cera
Rejilla excluidora de reinas
Cera estampada
Piquera
Trampa cazapolen
Trampa para propóleos
Por otro lado disponemos de innovadoras herramientas para el control de las
colmenas pudiendo sustituir a los apuntes manuales, así tenemos programas
informáticos para móviles o tablet lo que facilita el trabajo del apicultor en el
campo o para pc que previa introducción de datos en hojas de cálculo permite
conocer de forma exacta tanto la situación sanitaria como hacer estudios
económicos.
Enfermedades de las abejas[editar]
Artículo principal: Enfermedades de las abejas
Las abejas como otros seres vivos contraen variadas enfermedades. En la actualidad
no es posible realizar una apicultura avanzada sin un manejo adecuado de prácticas
sanitarias.
El problema actual de las abejas
Durante los últimos años[¿cuándo?], el mundo ha sido testigo de un alarmante
declive de las abejas. Su número se redujo en un 57% desde 1985 a 1997 y continúan
en declive. Un ejemplo de lo anterior es la información del Fondo de Conservación
de Abejorros del Reino Unido, afirma que en este país se extinguieron dos especies
de abejas durante los últimos setenta años, seis especies se encuentran en peligro
de extinción y algunas podrían desaparecer muy pronto si no se actúa con urgencia.
Es preocupante puesto que, junto al viento, estos insectos son los mayores
transportadores de polen de diferentes especies de plantas, por lo que representan
una parte importante de la cadena alimenticia. Las razones que se ocultan detrás de
la disminución del número de abejas son muchas, pero una de las principales radica
en el problema del colapso de las colonias. Se trata de un desorden por el cual las
abejas adultas disminuyen repentinamente aún cuando la colonia estaba en perfectas
condiciones. Si bien todavía no se ha descubierto qué causa este desorden, se cree
que está relacionado con un virus denominado Israel Acute Paralysis, el Nosema
ceranae y la Varroasis son también causas muy probables. La baja en el número de
abejas también se ha relacionado con la utilización de pesticidas en las cosechas
(químicos que serían ingeridos por los insectos durante la polinización), con la
radiación electromagnética, que afectaría el curso de las abejas; y con el
calentamiento global, que podría alterar sus patrones estacionales. Se atribuye a
Albert Einstein la frase: "si las abejas desaparecieran, a la humanidad sólo le
quedarían cuatro años de vida" pero con nuevos datos6 se sabe que no es así ya que
esa frase tiene otro origen.7 En los archivos8 no es posible encontrarla.

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