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Artistas y compositores de música criolla que todo buen peruano debe

conocer
28 octubre, 2015 Arte y Cultura, Educación, Folklore, Historia, Música 5 Comments
Se acerca una nueva celebración del Día de la Canción Criolla, este 31 de octubre, y no faltarán las ofertas de fiestas,
reuniones en bares, restaurantes y las actuales “peñas”, que no se parecen en nada a las verdaderas peñas y centros
musicales donde se cultivaba la buena música criolla en ambientes familiares y de buena onda, caracterizada por la
picardía, la creatividad y el buen humor, además de la especial poética de los valses de antaño. Hoy la estética y la
dinámica de las discotecas, amparadas en una tergiversada idea de lo que es “ser moderno” han desnaturalizado la
forma de escuchar y entender la música criolla. Por ello, y dentro de lo que concierne a la necesidad de difundir las
bases de todos aquellos elementos que conforman nuestra identidad como nación -esa combinación de acervos
artísticos, políticos, filosóficos, costumbristas (tanto de origen ancestral y autóctono como de procedencia española)-
presentamos en esta nota nombres y breves descripciones de algunos de los intérpretes y compositores de música
criolla de antaño, aquella que hoy se escucha cada vez menos, aunque como decía algún cómico peruano en los
años 80: “La música criolla no muere ni seguirá muriendo”. Si creen que los únicos valses existentes son Mal paso,
Propiedad privada y Regresa, esta nota va a ser de su interés:
INTÉRPRETES
Conjunto Fiesta Criolla: Fundado por el guitarrista Óscar Avilés en 1956 tras la separación de Los Morochucos, se
convirtió en el grupo criollo más popular gracias a la alegría de sus interpretaciones y el carisma de sus miembros. En
sus canciones eran característicos los “guapeos” de Humberto Cervantes, que se convirtieron en práctica común ene
los antiguos criollos de jarana “de rompe y raja”. En sus inicios también fue parte del conjunto el decimista Nicomedes
Santa Cruz, aunque su formación clásica es la integrada por Francisco “Panchito” Jiménez (primera voz), Humberto
Cervantes (segunda voz, segunda guitarra), Óscar Avilés (primera guitarra), Arístides Ramírez (cajón) y Pedro Torres
(castañuelas). Grabaron muchos discos sencillos y un total de cuatro LPs entre 1956 y 1959. Canciones recomendadas:
Comarca, Amor iluso, Juanita, El guardián
Irma y Oswaldo: Esta pareja, conformada por la cantante Irma Céspedes y el guitarrista y cantante Oswaldo Campos,
se convirtió en el dúo mixto más popular y exitoso de los años dorados de la música criolla. Oswaldo, ex integrante
de Los Trovadores del Perú, uno de los conjuntos más conocidos del norte, unió su capacidad para los arreglos a la
dulce voz de su esposa Irma, de quien se decía había nacido en Chile, aunque en realidad era limeña “de pura cepa”.
Grabaron gran cantidad de temas como Sueño de opio, Ansias, Imaginación, entre otros.
Las Limeñitas: Las hermanas Graciela y Noemí Polo se hicieron conocidas como el dúo Las Limeñitas interpretando
boleros y tangos a finales de los años cuarenta. La sencillez de su apariencia, vestidas como amas de casa, de sonrisas
amables y hogareñas, contrastaba con la complejidad de sus armonías vocales y su gran actitud en las jaranas
familiares y en las peñas de su tiempo. Estuvieron muy activas en la década de los 80s, apareciendo en conocidos
programas de televisión junto a otros maestros de nuestra música.
Los Hermanos Zañartu: Los hermanos Antonio, Luis, Elena y July Zañartu fueron uno de los conjuntos vocales de
mayor fama en la época del gobierno militar. Iniciaron su carrera en 1964 cantando temas de la nueva ola, en el estilo
de otros grupos reconocidos como Los Cinco Latinos (México) y Mocedades (España). Sin embargo fue dedicándose
a nuestra música que lograron absoluto éxito, grabando discos de antología con el acompañamiento de grandes
maestros como Pepe Torres y Óscar Avilés. Se les recuerda más por su interpretación de Mi Perú, composición de
Manuel Raygada.
Los Morochucos: Aunque iniciaron su carrera años atrás, fue entre 1947 y 1973 que destacaron como el mejor trío
criollo del Perú, integrado por Óscar Avilés (primera guitarra), Augusto Ego-Aguirre (segunda voz, tercera guitarra) y
Alejandro Cortéz (primera voz, segunda guitarra). Avilés compartía su tiempo con otras actividades musicales dado su
amplio talento, acompañando a otros artistas y formando otros grupos como el Conjunto Fiesta Criolla. Sin embargo
es con Los Morochucos que se hizo realmente conocido y las grabaciones que hicieron de clásicos de Chabuca Granda
son históricas.
Los Troveros Criollos: El dúo de los guitarristas y cantantes Lucho Garland y Jorge “El Carreta” Pérez se ganaron un
lugar especial en las preferencias del público criollo por su particular estilo. La voz jocosa y pícara de Pérez se
combinaba con el tono barítono de Garland para interpretar alegres valsecitos y polkas, casi todos compuestos por
Mario Cavagnaro en estilo “replanero”, es decir, usando jergas callejeras y barriales, de origen delincuencial pero que
ingresaron al habla popular y coloquial de los limeños de entonces. Muy activos en la década de los 50s, sus
grabaciones hasta ahora se escuchan y siguen vigentes.
Lucha Reyes: “La Morena de Oro del Perú” posee una de las historias más conmovedoras y fuertes de la música
criolla. Nacida en el Rímac en el seno de una familia sumamente pobre, Lucila Justina Sarcines Reyes fue haciendo
su propio camino musical en peñas y restaurantes hasta que fue descubierta por el futuro conductor de televisión,
Augusto Ferrando, quien la convirtió en estrella, dando recitales en todo el Perú. De salud quebradiza, Lucha Reyes
falleció el mismo Día de la Canción Criolla en 1973 y dejó tras de sí un inolvidable legado discográfico.
Montes y Manrique: El dúo de cantores criollos César Montes y Eduardo Manrique son mencionados como “los padres
del criollismo” en un conocido vals llamado Acuarela criolla, escrito por Manuel Raygada. Y lo son en el sentido de que
fueron los primeros artistas en grabar música peruana, aproximadamente en 1911, en los estados Unidos. Sus
grabaciones, únicamente registradas en discos de carbón, estuvieron siempre en riesgo de perderse pero en el 2011,
cien años después de su primera grabación, fueron recopiladas en un CD doble publicado por la Universidad Católica
y un instituto francés.
COMPOSITORES
Alicia Maguiña (Lima, 1938): Compositora y cantante de padres provincianos, que creció fascinada por la música
peruana desde muy niña. Su aguda voz de soprano le permitió interpretar con igual talento tanto valses y marineras
como mulizas y huaynos que ella misma componía. Casada, en segundas nupcias, con el guitarrista Carlos Hayre,
formó con él una de las duplas musicales más influyentes de la música criolla de todos los tiempos. Canciones: Indio,
Viva el Perú y sereno, Inocente amor.
Augusto Polo Campos (Ayacucho, 1931): Poseedor de una habilidad innata para frasear rimas e improvisar textos
poéticos sobre la base rítmica del vals, Polo Campos se convirtió en el más grande compositor de valses criollos de
corte romántico y patriótico, con una carrera amplia y reconocida dentro y fuera del país. Sus canciones han sido
interpretadas por todos los más grandes intérpretes peruanos de música criolla y algunas grandes estrellas
hispanoamericanas como Raphael, Dyango, María Dolores Pradera, entre otros. En el Perú, fue Arturo “Zambo” Cavero
y Óscar Avilés quienes popularizaron sus composiciones, entre las que destacan Cuando llora mi guitarra, Y se llama
Perú, Cada domingo a las doce, Contigo Perú, Cariño bonito, etc.
Chabuca Granda (Apurímac, 1920-1983): Nació en Cotabambas, provincia del sur peruano, pero sus padres
pertenecían a la aristocracia limeña de inicios del siglo 20. Su educación fue esmerada y de ahí surge esa inspiración
poética y de ribetes exquisitos de sus composiciones, que fueron grabadas por Los Morochucos y Los Chamas a
mediados de los 50s. También destacó como cantante aunque no precisamente por la calidad de su voz, sino por la
profunda emotividad que imprimía a los versos escritos por ella. Tuvo rivalidad artística con Alicia Maguiña. Canciones
representativas: La flor de la canela, El puente de los suspiros, Fina estampa, José Antonio.
Eduardo Márquez Talledo (Callao, 1902-1975): Uno de los compositores más prolíficos de la música criolla, alcanzó
fama en los años 40 con sus canciones de ritmo alegre y letra romántica, una combinación que se hizo común en
la música criolla “de la Guardia Vieja”. Márquez Talledo integró varios conjuntos de valses criollos, en los que cantaba
y tocaba la guitarra, que había aprendido a dominar desde niño. Canciones representativas: Nube gris, Ventanita, Alma
de mi alma, Desconsuelo.
Felipe Pinglo Alva (Lima, 1899-1936): Considerado el primer gran compositor de valses y polkas criollas a durante la
primera mitad del siglo 20, Pinglo es todo un ícono de los criollos de antaño pues su música combinaba la bohemia
artística con un romanticismo y lirismo puros, de raigambre popular pero sin caer nunca en lo simple o vulgar. Hasta
ahora los conocedores cantan los valses de Pinglo y veneran su trayectoria. Canciones representativas: El plebeyo, El
huerto de mi amada, Bouquet, Claro de luna.
Manuel Acosta Ojeda (Lima, 1930-2015): De todos los compositores criollos, Manuel Acosta Ojeda puede ser
considerado el más profundo tanto por sus letras como por su manera de componer en tiempos de vals, A diferencia
de los demás, Acosta Ojeda introdujo progresiones de acordes que sonaban extrañas al oído popular. Esto sumado a
que sus letras resultaron demasiado poéticas para estar asociadas a un género popular y masivo, y que a veces
escribía serias críticas al gobierno, hicieron que su arte quedara en segundo plano a pesar de su gran belleza estética
y su importancia en cuanto a contenidos. Destacó como folklorista y protector de la música peruana en general.
Canciones representativas: Madre, Bajo la loza, Si tú me quisieras, Cariño.
Manuel Raygada (Callao, 1904-1971): Compositor de grandes canciones que han sido cantadas por importantes
nombres de la escena musical criolla de la segunda mitad del siglo 20, Raygada se caracterizaba por su carácter festivo
y dicharachero, además de tener muy presente el respeto que los peruanos debíamos sentir no solo por nuestra música
sino por nuestro país. Su frase “ricas montañas, hermosas tierras, risueñas playas, es mi Perú” es una de las líneas
más conocidas tanto por iniciados en la música criolla como por sus intérpretes más antiguos. Canciones
representativas: Mi Perú, Mechita, Nostalgia chalaca.
Mario Cavagnaro (Arequipa, 1926-1998): Compositor, productor musical, cantante y periodista. Su lenguaje como
escritor de canciones es muy amplio, pues era capaz de componer baladas, boleros y por supuesto, valses y marineras
con absoluto dominio de sus particularidades rítmicas y emotivas. En los 50s introdujo el estilo “replanero”, usando
jergas del lenguaje popular en canciones grabadas por Los Troveros Criollos. Luego explotó su vena romántica con
canciones muy profundas. Títulos representativos: Carretas aquí es el tono, Yo la quería patita, El rosario de mi madre,
La noche de tu ausencia, Lima de octubre.
Otros nombres notables: Pepe Torres (guitarrista y arreglista), Los Kipus (conjunto liderado por Paco Maceda, del cual
surgió Eva Ayllón), Los Embajadores Criollos (trío liderado por el cantante y guitarrista Rómulo Variollas), Arturo
“Zambo” Cavero (cantante y cajonero), Susana Baca (cantante e investigadora), Rafael Matallana (cantante), entre
muchos otros. Como vemos hay una constelación de artistas, cada uno con sus estilos y carreras, que vale la pena
conocer para saber más de nuestra música criolla.
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