Templo Shaolin Uruguay

Instructorado Tai Ji Quan – Qi Gong

Origen Abanico – Pág.- 1

Cuenta una leyenda que, durante un baile de máscaras que se celebró hace más
de 4.500 años, la hija del mandarín Kan-Si agitó muy rápido su antifaz para darse aire y
calmar el calor: ese fue el puntapié inicial de la milenaria tradición del abanico en China.

Otra historia asegura que "el emperador amarillo" Huang Ti usaba abanicos en su
palacio y que cada año, cuando los gansos salvajes volaban sobre la Gran Muralla China
hacia el Sur y dejaban caer sus plumas en los alrededores, disponía a sus hombres en la
zona para recolectarlas y hacer con ellas flechas y abanicos junto a varillas de bambú.

Narra otra leyenda que un emperador de la dinastía Qing (1644-1911 d.C.) hizo un
viaje de incógnito por el sur de su imperio para conocer cómo vivían sus habitantes. Fue
vestido de forma corriente y entre sus ropas solo llevaba un abanico para defenderse. A
medio camino entre folklore y realidad, el abanico se asoció a lo marcial: pequeño y
manejable, no parece un arma, pero puede ser usada como tal. Fue durante la
ocupación mongol en China cuando los campesinos que practicaban las técnicas
del tai chi chuan de los monjes taoístas o el kung fu de los monjes de Shaolin
debían simular sus entrenamientos y convirtieron las técnicas marciales en
movimientos de bailes tradicionales, reemplazaron las lanzas por palos adornados
con cintas y los movimientos de espada los hacían con sombrillas o abanicos (se
golpea con el mango cuando está cerrado y cuando está abierto, corta con las puntas).

Para el taoísmo el abanico está relacionado

con la liberación de la forma, es lo aéreo, es el
elemento aire, el viento.

Originalmente el abanico estándar estaba hecho de

bambú tejido o pizarras de bambú unidas con hojas en
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los extremos y se utilizaban como símbolo de estatus social en la temprana historia

china pero con el tiempo se convirtieron en “armas” debido al hecho de ser un
elemento versátil y compacto, fácil de ocultar al tiempo que conserva un agradable
atractivo estético, los había metálicos y con filos, también estos podían estar
revestidos de bambú para pasar desapercibidos.

En general a su uso marcial se le atribuía un eficiente poder para el bloqueo

de cualquier ataque pero además al desplegarse se convertía en un poderoso juego
de pesadas navajas pudiendo infligir daño al enemigo o atacante.

Durante la década de 1700, el segundo emperador de la dinastía Qing tomó

un interés particular en el abanico de Tai Ji y llamó a todos los profesionales con
conocimientos en relación con el uso del arma. Fué capaz de convocar a los
usuarios más expertos, se puso a observar y aprender de ellos. Una vez que el
emperador había estudiado todo lo que pudo, se emitió una prohibición en China en
el uso de esta arma en el arte marcial. Cualquiera que sea sorprendido practicando
o demostrar habilidades con uno era condenado a muerte. Al día de hoy el propósito
de utilizar abanico es simbólico, más allá de ser un arma es un objeto utilizado en la
práctica de las formas de Tai Ji Quan, su brillo, color y gracias en sus movimientos se
consideran visualmente agradable y atractivo cuando se acompaña con su forma de arte
marcial.