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Capítulo 1

/.J'1: _/ .) ¿QUE ES LA ETICA?

, 1c6J,c2.' 777A :/22

. 3 . .

1. LA LCA ES UN TIPO DE SABER. QUE ORIENTA LA ACCION

(UN TIPO DE SABER. I'I&ACflCO)

Definir términos que tienen una larga historia no es tarca fácil, porque a
• lo largo de lo siglos sus usuarios los han ido enriqueciendo con matices
diferentes, y querer encerrarlos todc tras las rejas de una definición re-
sulta• imposible. Las palabras, como sabemos, son reacioncs hunanas
¿ -. que 'an ganando con el tiempo tal variedad de connotaciones, que cual-
• quier intento d (ijar su significado resulta inevitablemente empobrece-
dor. Pero, por otra parte, como también el lenguaje es ci medio de co-
municación ppr excelencia, conviene aclarar desde el comienzo el signi-
ficado que queremos dnr a los términos con objeto de entendernos, aún
corriendo el riesgo de caer en forinulacipncs esqucmáricas.
' Hecha esra advertencia, nos arriesgaremos a decir quela ética es un
• tipn de aher de los qnsprcrcndc orle,,!nr la accióy humaiza en un scnrj-
dor,cio,,a/; esdecir, pretende gtIC obremos racionalmenre. A diferencia
• de los saberes preferentemente teóricos, contemplativos, a los que no ji
• porra cn principio orientar la acción, la ética es esencialmente un saber
) para actuar de un modo racional.
•• Pero no sólo en un momento puntual, como para fabricar un objeto
.. o conseguir Ufl efecto determinado) conio ocurre con otro tipo de saber
•- —el saber técnico—, sinopara actuar racjonal,nente en el conjánto de la
vida, consii'uicitdo de ella lo más posible, para lo duales preciso saber p-
o
iar las metas de nuestra yjd
Por eso, desde los orígenes dela érica occidental en Grecia, hacia el
siglo iv a.C., suele realizarse una primera distinción en ci coxljuñto de los
saberes humanos entre los teóricos, prcocuados or averiguar anr
todo qué son las cosas, sin un interés explícito por la acciófl, y los sabe-
res prácticos, a los que importa discernir qué debemos hacer, cómo de;-
1-
17
 a
EIICA DE LA EMPRESA
bernos orientar nuestra conducta. Y una segunda distinción, dcntro de los
sabcres prácticos, entre aquclT que dirigenia acción para 9btener un,
Qb.j(tqo.un producto concretÓ (como es el caso de la técnica o ci arta) y
1ps que, siendo más ambiciosos;qtiieren enscñarros a obrar bien, racio;
nalmente. ca ci conjuiuo de uc.Stra vida enr 9nio'cLcap-dc l.
•
ét,ca.
'Xhora bien, las sencillas expresiones «racional» y «obrar racional-
mente» son más complejas de lo queparcce, 'poi'que a lo largo dc la bis-
toda han ido ganando una multiplicidad de significados, que son losquç
han hecho que ci saber ático se entendiera de d:Íercnte manera. De ex-
plicitar estos modos del saber ético vamos a ácuparnos a continuación.
II. MODOSDELSABEItETICO
(MODOS DE onIENTAIL ISJLCIONALME lE LA ACÓON)
• Estos modos serán fundarncntalmcnte doi aprender a tomar decisiones
.prudeites y aprender a tomar dccisioncs moralmente justas,
1. La [oria da! carácter (tomar decisiones prudentés) - qüe no iige; sin. embargo, a'4ifercnciade los animales, los hombrç.
• «Obrar racionalmente" sjnific, en principio, sabr deliberar bien nr
de tomar una decisión con objeto de realizar la elección mdi adcçud .
de ic-
actuar según lo que ha
ruar sobre lg4jJtqscur.qs.d&gcción y sus-resuitados, quien no calibra
cu5fldIlos es má ultmo, acrúten contra d
lcisión que él mismo rcflexivaine h toniado, nO obra racional-
nicnte.•-
La, ática, ca_un, primer scntdo, tiene por rarcá Wpstrarnosc&mo de-
• bien con objeto. ¿le hacer bunas çkcçjçs. Pero, como hemos'
o, no se e elegir bien en un caso concreto,
largo de nuestra vida. Por eso la ática invita desde Su orígenes en Grecia
• a fqrjarsa,n.fruen.Çr4c1,. hibie eléccioues, como indica ci
significado etiinológiço del-término. «éticaa.
En efecto, la palabra «ja' vicn dél términ'o gricgo4j.s uc
• significa fundamentalmcnc «ctr» «modo d scr'. El 'carácter
que un hombe tiene es decisivo para su vida porque, aunque los factores
externos le condicionenen un sentido u otro, cicarácrer desde el'que lo
asume es ci centro último de decisión; Por eso decía Heráclito de Éfcs* -.
'que «ci cnrdctcrs.pa, cFhoinbrc su dcstfnq": según-el car4cter que un.
hQmbre_çnga, cntrentara la vida con ánimo 'o con desanimo, con ilusídh
p.grjta,ZLQÇÇfl pernjmP_yarnaxg
Sin duda las «u srançjas» tambien influyen, cotno dice la famosa
• expresión de Ortca cyo sqy.yoy mis circünstancins't, pero habitual-
mente se silencia la segunda parte dela expresión: «y si no salvnsis dr-
cunstdncias, tampoco me salvará yo Cosa que no pucdc hacerse sino
18
• k íour.is LA E-TICA?
desde un éaráetr que sé ncuntr'alto dc 'rsoral»,.cn otm,onó'iiÇ
dica. la expresión «moral», que. significa lo mismo que «ética». ..
Ln efecto, el termino latino iizos sigsifica tambicn «caracter» o
«nsder''jióÑso en liivda cotidiana habamos-rn tiái'iq,,,'
de «valores morglcs—va!qresétiççs,» flotpiasJfloraics'-_noripas
•ças».En ambos casós nos estamos, refirien]oavalores ytiormiis de los
que nos podcmos apropiar activimente o que podemos rechaza,,porque
lo moral y lo cisco siempre nos refieren a valores, ictttudes o normas que
'podemos elegir, de los qu nos podemos prqpiar Desde el origen griego
de la éiica cabe distinguir cncl inundo humano entre.eltc,nøerdmehto-
(pathos), consriuido por iqucllos -sentimientos y actitudes con los que se
unce y que nci se jueden cambiar-Cia dirnensiónpasiva de la 'persona), yci ;
carácter que cada uno se va forjando, e) módo de ser d que pada- quien
se va apropiando a lo largo de su vida di hacer sucesivas ele.ciones en un
scntido. . . . ' • - ... . ..
Ciertamcptc, nacemos con una determinada consituci6n goncricá y
psicológica, que nq.ekgimos como tampoco el coñtexto social.Por eso
algunos filósofiss hablan dequcacada hombre desde-el nacirfuicñto le.
róca una detci'minada iotcdai'ísatura1 (genética y psicoiógica)y socinl,
nos vcnos obligados -a modificar nuestra hcrçndaobicñ a rcforzaila,'pli-.
• giendo hucstro própio carácter aunque en esa tqreanos eac'ontremosu
manueme condicionados A...çsaneccsudad originaria de elegir d ptopio
carlcter llamarnos J:bertad en un primer sentido de cstc'termTnoy,.pues'
ro que estamos «condenados» a ser libres, a tener que elegirmas. vale
que nos esforcemos por hacer buenas elecciones
• II
La ática es, püés, en uit 'rimar sentido, el .tjpo dcjaber 9uc pretendé
de modo-que, siendo bien conscien-
tes de que ekmqptos no esta en nustra mano modificar tra s r os
los que si puedeh s'rmo i uca os consigulen o un up cxatr,jpj
nos permiia iacr buenas elecciones y tomar decisionas ptwentes
—Qtiercsto consiga,, seta un hombre sabio, pero no sabio or acu-"
mular conocinticntos o por ¿lcsiumbrar a si semalantes con ievadas re- "
* flexiones' sino sabio or rudente, or saber blicer buenas eieccioncs..Eú - •
•çiTi1tva, a mali a originaria e a iloso ía, como amoral saber, fue - ,
• la de gestar hombres sabios, que no sólo fuétan conocedores de un grati
• número de ecreros de la naturaieza, sino que supieran -Vivir y,-'sobre
todo, que —como decía' Arist6tcles— supicran,vivir bie,i. La ática- en-.'
tonces e propone a,prcnder a vivir esto?
11 F,,:es, valores, hain: os
•[ ) Üna configuración inciigenre del carácter requiere percatarse én primer.
—y' Jugar de cuá!.cs la mcta a Jagueremos tender coiIcstra&nccisLes,.....
.. cuál es Jfin aue deseamos p gui-.cil conjunto e pUÇsav,,».
de-él podcflrkijando.cnronces los modos-de actuar q enpsJ,er:
 e. O
O
it,.
ji O.,.
i
_•.j. i. O
it .
fiICA.Dt L/, EMPRESA
'zitiralcanalola.jetas i,itcrncdias y los valore. que es p;eçi8 cfi-
arnarpqqJIçgar tanto a los objetivos intermcd.ios çpm. ni. fin tulriñi. sr
dcscpbrimos'todo esto, lo inteligente es orientarse en la acción por esos
valores e incorpornr a nuestra conducta esos modos de actuar, dc.ftma
que no nos veamos obligados a hpccr uii esfuerza ada vez que queramos
obrar en ese sentido, sino que «nos salga» sin apanas esfuerzo y forme ya
parte de nisestro carácter. . .....
Resultaría agotador tener que pensar cada vez qtie vamos andar, o
o
.a subir, al ascensor cómo hacerlo del mejor modo y por eso el hØberlo
iiprcn4jdo nos ahorra una gran cantidad de energías. Pero esto rnismc1
..5curr en actuaciones menos rutinarias, como sería ci casp de tomar buc-
ias'dccisiones a lo.largo de la vida que quien ha asumido qué fines se.
, propone y cuáles suelen ser los medios más adecuados para alcanzarlos,
y además se ha habirua4o, a opra.r por ellos porqusonJqs qu.
pen, liorra una' inmensa cantidad de energtasy on ello obra, claro
está, racionalmcnte. ...... . o quien elige un curso de acción, pudicn4o elegir orto, es el autor de la
Esto no significa en modo alguno qise lo inteligente sea convertirse en
;,un autómata, que siempre elige los mismos medios, sin ninguna capaci-
disd de innovación, porque un individuosemejanre serír incapáz de
l:.iidaptarse a los cambios socia,les y técnicos y adcmá carec'crf da creati-
- vidad, dos canctcçisticns —'.apacidid. da 11p'aplac:_on y crcatwidad-1— ni
' diperisabks en la Vida humana, y muy concretamente en la Vida empre-
• sarial. «Habituae a haç.a itcras elecciones» signifiçp,ip4.s bien ser
bu.n consciente de los fInLs ultimo que s.. perslgui.n, ,cosrumbrarsi. a
.kgircn rdacion con dios y ruu.r l Imbiliflad suflLlcntc.. como'jar
prar por los medios Ipás ade&m'dos para alcari,zarlos
Lo cual significa, como muestran hoy en día los empresarios «ezee-
lentcsrlinporra ante todo tener claros los fines, más que, las normas
y1ó°s rcglamcntps, porijuc quien tiene presentes los fines y sabe ordenar
los qbjotivos intermedios en rclucióii con ellos, sabr.í adaptar los nuevos
medios' que aparezcan Cifliagi9ar otros nuevos. Pote el contrario, quien
un mundo rotaJméntc regulado, de n'órinps y de reglamentos,
•:: y'i
• . quien sólo s.ea capaz de utilizar nic4ios ya conocid'os. erá incápaz de
.imagina, dc'innnoyar y, por tanto, de alcanzar mejor losfiies que,. en
definitiva, dan sentido a toda elección.. Tener concienia délos-fines
ua sjersigucn y habituarse a clejr yobrar ca ref&on qp_el1s,p,Taj
clave —mo remos— de unn et:ca de las pirsonas y de una é'ica d!
¡as orga,jszac:oncs, muy aspecialmcnte, de las em,prcsas
A esos modos dç actuar ya asumidos, que nos predisponen a obrar en
e. sentido deseado y ue hemos ido incorporando a nuestro carácter
por repetición de.acos, es, a lo que tradicionalmente se llama lid bitos.
Cuando están bien orientados reciben el nombre de virtudii cnando no
Onpp, çd oqçn. çajpf:Ia nera,cLdc vicios.
PciUenios decir, pues, que la ática, en un primer sentido,' es un tipo de
1 aber práctico preocupado pqr aycriguar cuál debe ser d[in de núesrra
.:.j..flÇÇt! ; pgqucpamos dcidjr qué hábitos hemos deasumir,ómo
za .
. 21
éOUE S LA ETICAI
Qrdcnar las metas intermedias, cuáles son los valores por ls que hemos
de orientarnos1 qué modo de ser o carácter hemos de incorporar, conoS-
.2
jeto de obrar con prudencia, es decir, tomar decisiones acertadai"
Okvianienre, el hecho mismo de que exista el saber ético, indicán-
donos cómo debemos áctuar, es buena muestra de que los hombres
somos libros para actuar en un sentido u otro, por muy condicionada que.
esté nuestra libertad; porque —como decía Kant— «si debo, es porcm,,
-.. ,,oj si tengo conciencia de que debo obrar eh un sean o dctciñina-
do, s.parquc p4o elegir ese çamino u orto. De afi que la 1beiieq F
un elemento indispensable del mundo ético, al que va etrechamcnre II-
gada lá responsabilidad, ya que quien tiene la posibilidad de elegi en un
sentido u otro, es responsable de lo que ha degido: tiene que responder
de su elección, porque estaba en su mano evitarla.
Es cierro quela expresión 'responsabilidad» parece muy exigente en
estos 'tiempos nuestros que son tan li,ght, pero sólo quiere decir que
elección y, sea buena o mala, ha de responder de ella.
Muchas veces en cl'mundo ¿rico soy yo mismb quien critico mis
oelecciones y entonces tengo que responder de ellas ante mí tnismo, pero
cuando Jas elecciones tienen un impacto social, tengo que responder
o ante 'la sociedad y por eso he de medir muy bien mis pasos. En este sen-
''" tido a nadie se le' oculta que las organizaciones y las instituciones tienen
una responsabilidad social innegable, no sólo porque sus opciones re-
perten en la sociedad, sino también porque los fines que persiguen son
suciaf.s. O
/ . Libertad y responsabilidad son, pues, indispensables en el mundo
.
ético, pero también !o es rn elem,it6 menós mencionado habirqaJmcnre:
ci futuro. l'orqu para forjarnos un carácter, cnt la línea que hcpgs ex-
pucsio, necesitamos tiempo, precisamos. plantearnos fines y meras
largo plazo, dcsde los que cobran sentido las metas inrerrnedia, Por
eso suele decirse que, así como a la estética le basta con el presente, con
disfrutar del momento (el carpe die,,: de los clásicos), Ja ética necesita
contar también con proyectos de futuro desde los que cobran sentido las,
elecciones presentes. . . • ., O
Los, proyectos éticos no son, pues, proyectos inmediatos, que puedan
lkvatsc a cabo en un breve lapso de tiempo, por ejemplo, en el presente
y en un futuro inmediato, s.ino,,gpe necesitan contar con el futuro, con
iem_po, y çqq sujetos qn; po es e l,guna medida libres, puedan ha-
cerse responsables de esos proyectos, puedan rcsponder deUp
1.2. El carácter de las personas ye! de las orgailizaciones
• At hablar. del carácter solemos pensar en el de las personas, sin perca-
tamos de que tambin ciertos colectivos, como las organizaciones e ms-
tituciones,,adquieren unos hábitos, acaban incorporando un carácter, que
puede ser percibido tanto por sus miembros como por aquellos que
 ETICA DE LA EMPRESA
desde fucra tienen contacto con la organización. ¿Qué tipo de Julbitos,
qué tipo de carácter cs deseable que adquieran las empresas, como or-.
ganizacion,es quc son?
:- y- .. -.- -.
1) En principio, podemos decir que, en lo que rcspecra a Iaspjo.:.
,rns. el saber ético les drienra pira crearse unca crer que les haga felices:
¡los_hábitos,geJcs ayudn a ser felices sr ides, losquc ksakjeirde
la' felicidad, vicios. La felicidad es el fin último al que todos los hombres.
ticndcn y la &ka se propon; en principio ayudar a alcanzarla.
L_ 0curíe, sin embargo, qué el t&iniflo .'?elicidad, es muy aiubigu() y Se -
ha ido entendiendo d muy diversas inancras Por íclicidad?. puede_en-
tcndcrse bienestar, una vida lo mplaccnrcra posible, repLeta de satis-
ti facciones sensibles, obkn el 1ogrodc la per/ción; o también la auto-
rrealizacidn,csUccir,Iiizar aquellas metas ¿inc nos pareCen justas f
• deseables, produzca.o no cselogr' uié satisfacción sensible.
- Por ejemplo, en nuestra sociedad suele entenderse pór felicidad la.
bmsqucda de. un bicncsar que se consigue tcnicnd ci cuerpo en forma,
disfrutaiçlo del ocio y.dc bienes de consumo; sin cmbargoin bun'nú-
mero de directivos de las einprcsés más productivas _lo \ cxcelen-
tes»— se afanan pór onscguir la perfección ca ci terreno profcsional,.sa-
• crificando, i es preciso, actividades placenteras; mientras que quienes
• bregan por ideales altruistas, creen realizarsc luchando por ellos, aun'4ue
iologrcncon ello experimentar placer ni-tampoco les preocupe se per-
fectos en ningún respecto. Todos ellos buscan la felicidad, pero es indu-
dable que la entienden dc muy distinta rnhcra. ¿Alguna de las tres for-
- 7.. nando lacnfrmedad y el ¿obren l medida de lo pósibte. -
•mas-es más ipteligente que otras, o conviene —como se lleva tanto ca
nuestros días— lograr una solución mixta"?
.2) En lo quc se refiere a las,arganizacione.s, careccrhi de sentido
cmpcñarsc en quc.su .fin sea la fclicidnd, porque felices son las personas,
no los colectivos. Y conicnc tener cuidado ca cst punto, porque cii un
gupo aparentemente feliz la felicidad puede estar distribuida entre sus -
miembros dé forma bien desigual. La felicidad que iniporrai'pues, es la de,
cada uno de los individuos y tas organizacionc tienen otro tipo de
netas. -. .
En efecto, cada organización tiene una mcta por la que cobrá todo
su sentido; de ahí que sea más importante averiguar cuál es su mcta, su'-
finalidad, y qu sus miembros se esfuercen por alcanzarla, que diseiiar.
un conjunto de reglamentos y iioriias el sentido de las actividades
• viene de sus fia-es y.las reglas solo pueden fijarseteniendo en ciicnta los'.
fines. . - . -. - . -
El fin de las órganizacioncs s sin duda un fin social, porque toda or-.'..
ganización se crea par .proporcionar a la sociedad unos bienes, en virrud -
pitç Ip o.çjeçíad,y éste es un
- •
punto central en la elaboración de un código ético, como ''érdnis en el
capítulo 5. A diferencia de las persohas, cuya existcncia.nonccesita le-
22 ......-
¡QUE.ÉS LA. ETICAR
g1timaci6n, las organizacioncs han ae prppordonar unos bine a Ii-o' --
- dcdad para ser aceptados por e!1a Y,-lógica-mente, en eLcaso de-tie nó
los produLcan, lii sociedad tiene derecho a reclamatiselos y, por ultimo, a
deslegitimarlas .- -
Estos bicne se obtienen desrrollardo determinadas ac:iúidades co-
- operativas. Y aquí conviene recordar la distinción entre
IQS bincs ¡titar-
-nos a una actividad cooperativa ylos que son .externos:a elta.:.Pórque
cada accividd persigue un tipo de biches que-no.se- consigien-.mcdiante
otras, ino que sólo ella puede proporcionar. Los bienesque prácural
• activided.cmprpsarial noson-lós.mismos que proporciona la -actividad Sa-
nitaria, ni rampócoJos que se.consiguen por medio de la docencia o a
través de la política, sino que:cada una de.ella produce unos bienes-de
los que cobra todo susentido y:quc son los .qu!a.sociedad:kre'clama, .' -•-•
- ci" - porque existe precisamente para. proporcionarl&.Y, comá é-obvio
ranibien para alcanzarlos unos medios resultan adecuados y otros total- .. -
mente inapropridos
La acti4,idad docintc, por cjcxnplo, se dcsarroll para intentar trans-
- mitir los-sabcres que kishunibre con esfuerzo hemosido rdqüiricndoft .. -.
di. mod que tanto quienes los transmiten como quienes los recibph
puedan llevar una vida lo mas plena posible or su parte tnpçlhd.
politia cobra su kgirimidad social de intentar sansfamer, a traves del usb
dejjodir lcgítiniiiiintéjaiurmdo, los intereses universalizables, y no los
de. détcrmindos sectores; mienrrésque la actiVidanirhriapersiue -los
,,blenes que le son propios cuando busca- el bien de lopacientds, elimi- -Y
--
Obviamente, cada organización —universidad,cscuela, cuerpopolí-. -
•- -rico,- hospital— debe -producir los bienes que l.e son- propios y nó sústi-
• - tuirlos por los ajenos, porque entonces -pierde 'todo su.scntldo.'?dr. ejemi- -
p!o,quc los universitarios se dediquen ahaer política en la universiflad -
- y el personal sanitario en el hospifal, yrcngjmn por másilnportantc:la con-
.quista-y distribución del-poder que l"transmisión del
nacion de la enfermedad ycl dolor
- • - Este tipo-de dcsvirtuaciones de lasdistititnsacti-vidades-es uno-deJos - -
factores que ha motivado que en cstas instituciones no prime ya Ja «ex-
ceknua», no se busque por todos los medios ayudar a quienes mejor
cumplen -los- fincs-dc la organización, sino. qu-en osiónc.eáñ los'
másintrigantes quiencs-ocupeniospu'estos dérespnsabilidad. :-• -.
A ello contribuye la- idea,--totalmeñtc desafortunada, de cjue4idco.
i.rati/lr» las instituciones si.gnl.&a tomar en ellas la dedsiones.por ma-
- •
yoría de suerte .qu&esla mayoría; y - no- Jós más çapacitados la ue -
toma las decisiones Por eso en este punto es di. rigor agradecer a alunas
empresas que esten ensciando a las restantes organizaciones a daF bo
puestos de responsábilidad a- los céxcelentc,;, y no a losrnediorcs é ¡a- -
trigantes. - .•- -
En estrecha rdlación con esta adveriéncia de no sustitüir los bienc- in-
- ternos de un-as ariidadespotlds.de otras podcmósjcuir recordando
23'
 tUCA DE LA EMPRESA.
• que las distintas actividades roducen también uilos biees que llamamos.
externoscllas, porque no son aquellos ue las hacen insustituibles, sino
• que son cbniuncs a todas o a muqhas de ellas. Es el caso dci prcsriio, ci
• dinero oel poder, quc pueden lograrsc desde el deporte, ci prtc, la cm-
• presa, la o1ftiá la infomación o la activ.idad sanitaria, no siendo pri-
• vativos de ninguna de cilás.
Y puede oCurrir que en una sociedad las diversas actividades po su.
cónjunto se esfuercen por conseguir los bienes externos, porque ci de-.
porte, el arte, la docencia, la.invcstigación, la empresa, la plítica..o la jo-
• formación, seai únicp acate formas de ganar dinero, prestigio y podcr En
ése casola vida humana sc.empóbrecc y pierde toda su sustancid, micn-:
/ tras que las actividades se hacen lamentablemente homogéheas al perder
.sus fines específicos; y las organizdciones pierden su sentido y su rumbo.
La resultante és una sociedad desmoralizada, baja de forma,baja'rde
moral, con un carcter tan depauperado y débil que es incapaz de res-
•ponder a los retos vitales con un niínirno de gallardía.
• Y ya es curioso que en una sociedad como la nuestra, cola que
-dcsde distintos scctqres se reclama con toda razón el »derechp a 1adife-
• refleja», e hoya producido una tan lamentable homogencizáción de las
actividades y.las organizaciones. Porque el dcporte,é1 arre ola. infprma-
ción se convierten en ñiercancía que puede ser intercambiada,por dinero
ó por poder, de suerte que co. estos mundos el placr.•de jugar (en ci caso
del deporte), el de crear (co ci del arre), o el de traiisrnitir una ihfornia-
ción objetiva, se esfuman y no queda sino el ncgocip. De igual modo,. en
• hospitales y universidades l afán depoder o dincr'o sustituye en muchas
ocasiones a la búsqueda da los bienes ii'iternos, que son más bien curar y
enseñar.. . ./.
Para remoralizar la sociedad sería-necesario entonces que las distintas
• orgañizçioqes.rccuperaran ci sentido de la actividad que les es propia,.
que refleddnaran seriamente sobre cuáles son los bienes internos a esa
actividad, como también sobre los mcdii&cuads para actuar en
eSirci6n. Ésa es la labor que hoy spropondría en primer lugar una
élica dclis organizaciones b de las instituciónas.
1.3. -- Étka de las orgaIizacioiIes
Para disáiidr una ática de las organizaciones sería necesario recorrerlos
siguientes pasos: i :
1) determinar.clayamente cuál es clfln específico, el bien ¡nterno.a la
actividad que le corresponde y por el quecobra su [egitimidad soaal;
2) averiguar cuáles son los ,,:ediøs adecuadospp'çkçs bien
y qué valores es preci&o incorporar para a)canza o;
3) indagar qué hábitos han de ir ndq\iirfençlo la organización en su
conjunto y loE miembros que la componen para Incorporar esos valores
e ir forjándose un carácter que les permita deliberar y tomar decisiones
acertadas en relación con la mcta;
24
¿OUE ES LA ETICA1
4) discernir qué relación debe existir con las distintas actividades y
organiziiciones,
5) corno también entra los bienes internos y externos a ellas.
Pero a iodos estos puntos, que constituyen el resumen de cuanto
hemos venido diciendo hasta ahora, es preciso añadir al menos das nue-
vos. .
En efecto, toda organización desarrolla sus-actividades en una época
determinada, y no puede ni debe ignorar, si quiere ser legítima, que en la
sociedad en la que actúa se ha alcanzado un grado determinado de con-
'ciencia moral, que se refiere no tanto a los fines que se persiguen, como
es preciso respetar y qtrc no puede atropellar con la
excusa de que constituyen un obstáculo para sus fines.
A .la aliura de nuestro tiempo una empresa está obligada a respetar
los derechos de sus miembros y los de los consumidores y proveedores, y
no puede atropellarlos aduciendo que su pieta es. l9grr unb q icjQ ecq
nómico, expresadp en la cuenta de resiltados. Cierraménte, el fin de la
empresa es lograr la satisfacción de necesidades humanas, para lb cual
tiene que cohtar con la obtención de l5eneficio, pero ni satisfacer tales
-. ncçcsidadcs pueda hacerse a costa de lot derechos de los empleados, de
algunos consumidores o de los proveedores,•ni el beneflci d los miembros
de la empresa puede pasar por delante dejos derechos de los consumi-
dores. Cualquier organización —y en esfe caso, la empresa— ha 4e
">. obtener tina lcgiti,nidad social, y para conseguilq. ha -de. lograra la
'epoducir_los bienes que de ella se esperan y respetar los derechos re-
conocidos por la sociedad.cn la que vive y los valores que esa sociedad
cornj)artc. . . . . . . . -
Por eso, a la hora de diseñar los rasgos de una organización y sus ac-
tividades, es imprescindible tener en cuenta, además de lbs cinco puntos
mencionados, los dos siguientes;
6) cuáles son los valores de la moral cívica de la sociedad en la que
se inscribe;
7) qué derechos reconoce esa sociedad a las personar. Es decir, cuál
es la conciencia moral alcañzada pr la sociedad.
• - Al pensar en el carácter de la organización se produce, por tanto, una
interacción entre los valores que surgen de la actividad empresarial y los
- -- de la çjcdad entre la ática de la elppresaj' la enca ctvÇsmn gue sea
sible prescindir de ninguno de los dos po!os sin gdar deslegitimada.
2. El respeto de los derechos /)wnanos desdç una moral crítica
tomar decisiones ,noralmente justas,)
Ahora bien, da cuanto hemos dicho parece desprenderse tie una orga-
- nización actuará de forma éticamente adecuada cuando persiga inteli-
gentemente sus nietas y cuando respete los valores de su sociedad y lo
25
 EEICA DE LA EMPRESA
que en ella se coqsidercn derechos, sean lujos u otros cuales fucrn, on
tal de seguir sobreviviendo. Con lo cual nuctra exposición haría gala de.
un pragmatismo conformista, que no busca sino la adaptación al medio
social y a los valores en él imperantes con objeto de seguir sobrçviv.icndo"
a cualquier ptccio. Sin embargo en el saber. ético no puede entrar. la ex-
presión «a cualquicr prceio, porque hay prccios que ni las personas ni
las.organizaciones pueden pagar, si es que quieren obrar, no ya sólo de-
una manera prudc'ntc, sino tambi'.n justa.
Prudencia y justicia no sicmpfc son virtudes que entren en conflicço,
como querrían ciertos extremistas, pero tampoco puede decirsç que ca-
minen siempre de la' mano. Yuna organización, como una persona, no
sólo debe actuar con prudencia, sino también con justicia.
Aprovechar el hecho de que en una determinada sociedad no exista
sensibilidad hacia ciertos derechos humanos, incluido ci derecho a
medio ambiente sano, no hace justa sin más la decisión de poner en
ella en marcha una fábrica in uidar de los residuoscontaminantes.
Dcsdc.cste segundo nivel la 'prcunta ética no es tanto ¿qué debe
hacer ¡'iza persona para ser feliz o tina organización para. alcaí:zar sus
nielas? come' ¿cuándo una y otra buzarán decisiones racional?nc,zte justas?
Para responder . esta pregunta: 1) no basta con.rcsperar legalidad
vigente, 2) ni siquiera con respetar la conciencia motal alcanzada por Jna
sociedad, sino que 3) es.jrcciso tvcriguar qué valores y derechos luidc
ser raciøi:al,,jc,,le respetados; es decir, es preciso endontrat uq ctitcrio ro-
no a como un
saber que pretende dirigir. directamente la'acción phra forjarse un buen •
cardriiirijrla indirectamente cono fiiosáíía moral.
• Aclarorc"brcvcrnentc en csteapartado Fó dos primeros ptnto y
dedicaremos, al-tercero el siguiente apartado.,
2.1. Moral crítica y derecho positivo -.
Para 'responder a la prçgunta: ¿cuándo una persona o una organización
tomarán decisiones racionalmcntc justas? no basta con respetar la 'lcga-
.lidd,yigcnte, porque cLdrecho en una sociçdad es el conjunto de leyes
que han sió promulgadas de forma legrtima, según los procedimientos
estipulados en ella. Si una norma ha sido promulgada siguióndoios.pro-
cedimicatos legítimos, es ya una norma jurídica y su cumplimiento es le-
galmente exigible p.atade la autoridad competente.
Sin embargo, que 11jg norma haya sido promulgada según los pro-
cedimientos legales rio significa'.ya que sed. justa, porquc.pude hqbe_4g-
réhoJ,j,so. El ejemplo que suele ponerse en estos casos es cl del dere-
cho alemán en la época de Hitler; que.reunía todos los requisitos para ser
derecho y, sin embargo, era injusto en algunas de sus leyes. ¿Cómo se
sabía que era injusto y cómo se sabíaen qué ¿o era?. '
El tribunal de Nürnbcrgquc, acabada la Segunda Guerra: Mundial,
juó y condenó los.crímcnes del nacionalsocialismo en la cabeza dcal-
-. . 26
ES LA' ETIÇAi
'gunoa de sus representantes, no pudo recurrir—como es óbvi-a1i-'
recho olémán mismo, promulgado por los nacioiialocialista, sino que
apeló a! término «crírneites contta.la humanidad'.. Se entendía entonces
que exis una suerte de moraluniversal desde la q,ue.pueden condenar-
se como injustas leyes que en un,.paíscstán.vigentcs;y.adernás legalmente..
vigentes. •. . " :, - ' .
Un caso siniilar.ha sido de jbt.pólítica..del apartheid.en sudáfrica,
el
que leglmcntc ha consagrado la discriminacion racial, dejtndo a la o-
blacionnegra en situacion inhumana Aunque los procedimientos segui-
dos para promulgar esa legislación fueran los correctos, se trataba de una
lcgislac6a a to'da luces injusta
'j Por eso .conviendistinguir.muy bkncntrcel derecho positiuo,'qtie. .,.
"cscainre en un p'us dcterininack' unrnorafcrít:iunwirsijj,
1 disde critcrios.moralcs de justicia, puede pperéncuesd6n y condenar
no'a.vjge,nre. . . ...• ,. .. .. . .
,:
Aunque más ad9lantcvolvereinos a ttata.cl.tena. de las_relaciones
entre ttica y' derecho, por el momento convicnis d.jr claro que el amin-
- jo de una nzoral.crít ka es más ani plib que el dci derechopositivo. Y que
uivt crica/de las organizaciones, que sin duda ha de tener tambien ei.
cuenti. la legilidad vigente, no puedo cbnformarse ella, sino que ljtz
con
de rccLitir a lós principios da una moral Cririca
1 ' ..... .•
22 Moral critica y moralsociqi vlgelite
- . , .;'
'Tampoco es suficiente para tomar decisiones racionalmentc justas aten-
der solo al derecho positivo y a la conciencia moral alcanzad_a por una
,pedad determinada, porque el hecho de que en cllno exista sensibi- -
lidad, por ejemplo, hacia determinador derechos humanos, no significa
que podemos arcaernos tran4uilamente a unas convicçIQe çiue estái
por debajo deJas conviccio'nesrnoraies gencradas'poruna moral crkica.
En este sentida son un claro ejemplo los objctores de conciencia o los
desobedientes civiles y toda suerte de, inntÑadores
cuesuon vicias costumbres y habitos y pretenden transfcutaarlos a la
luz de valores. . i. . .1 .' ' 5 5 " . 5
Pero más.clarós'haisidotodávfa las virtualidades dcunú moral crf-
. , . .'
!icacn-parscs,como es el caso d1s latinoamericanos, en quela opresión
cconomica y politica ha sido 1cgttimaa desde unas ideologias morales,
que enc'ubrían:la ó'presión. Tnntola. teología cómo la ética dla libera-
clon han denunciado y denuncian como los opresores legitiman sus ac-
ciones desde la corl'cicncin moral vigente, de modo que pasan pOr Sermo-
• ralmerite intachñblcs; mientras que..aqueltos qtie.se.rebelan'contra 'la
Óprcsión, al nocsfarrcspaldados por la idcologíamoral v,gcnte, aan.
: por inmorales. ,' . . .' . ': ' .
Es bien importante percararsc de como intereses epureo pueden
:-
ir
generando una especie de moralidad difusa, que hace_que scan conae-
nados porinmorá'lcs prccisam'citc aquellos que. más haccn'por ía j'usticia
27
 .t *z- • ¡
•
1 .

OUE ES LA ETIC/,?
ETICA OC Li, EMPESA

IV. LAS PARTES DE LA ETICA

ypor lbs derechoj.,.de los hqmb. s. Tenemos e'i esto ua larutima his-
iía de ejemplo. Por eso, para tomar decisiones justas es preciso atendpr
En la ática, como filosofía moral, podernos distinguir, pues, ante todo
'ql dcxçjb vigcn're, o las convicciones niçraks imperantes, pero ádcmás
aycrivar qué valores y darechós haii de ser racionalmente respetados. dos partes; la fundamentación y la aplicación.
Esta indagación nos !leva al terccrode los elementos que hemos apunta- 1. Fundamentació,; de la ética
do, ala filosofía moral o moral críticaque tiene que proporcionarnos
algún criterio o'lún procedimiento pará decidir cuáles son esos valores'
Esta. parre trata de contestar ala pregunta; ¿por qué nos comportamos
y derechos. .
moralmente?, y son muchas las respuestas que se han dado a lo largo de
la historia. Trataremos de dar noticia de las más relevantes.
III. .-'EflCA COMO HLOSOIiA MORAL
•1.1. Los hombres so,i estvict:ral,,rente morales
(MORAL VIVIPA Y 1»IORAL PENSAA)

j.arnoralyla ética, tal como las hemos descrito hasta ahora, no son un
• invento de los filósofos, shio que acompañan a la vida d.los .hombrçs.
.. desde ,el comienzo.,. porqe,toas lq ps se han préguntado
corno llevar una vida buena y_como ser justos, aunque las respuestas
• hayandd:dí.Itiñtas.'POi decirlo con X.'Zubiri y J. L. L. Arañguren, ,los
lioínbi',es poseemos unLe,s;rmIçyra
• históricamente.,,, . .
• La m'oril no es, pues, un invento de los filósofos, sino'iin saber que
acompaña desde el oigen.a la vida de los hombres; ainquc haya ido re-
•
,çibiendo distintos contenidos. ' diente morales: hay hombres inmorales, coii respecto a un determinado
• código moral, pero no existen hombres amorales.
• Sin embargo, lo.que'sí han hecho, hacen y' deberían hacer los filóso
fos.cs reflexionar sobre el hcchd de que haya moral,'igual que reflexionan
sobre la religión, la ciencia ola política. A la partd de la filosofía que re-
flexiona sobre la moral llama nosjca» o .fiósofiora1» y, co,po
asignatura, aparece en lósplancs de cstuçlio de distintas facúltades -y de la
•..,cnseñanza mcia;Por eso, aunque los.trminos «ática" y "moral" sigj.
fiquenló mismo etimológicamente, y aunquecn el.lenguaje ordinario los
empIeeni on igual significado, hamos dado en llamar «ática'» a
1'óíía moral y ¡rnoral'», a secas, a ese sáber que.acompaña a.la vida ac
y justoiS'e trataría de distinguir,
• como hace.Arangurçn, entre «moral viida' (moral).y «moml'pcnsada"
(ética'). • . . Éste 'es el modo de fundamentación que defienden los aristotélicos,
La éica, como'filosofía moral, tiene tres funciDnqs:
• 1) .aara_qué es lo moral, cuáles son sus r.ag9sL .....-
• 2) •fun,ieítar la moral, e dccir, tratar de inquirir cuáles soi las ra-
zones para que. los hombresse qompor cnh lrnenté -.
3} aplicarg lo 4istjiflç ml?itpdq,yjda migoçsiiItados de..
las dos ptimeras, que es:lo que hoy se viene llamando .ética aplicada»..
Desde asta p&rspectiva, la ética empresarial sería una 4e ¡as partqs de'
.la'érica aplicada, la que se ocupa dala actividad cmprc.sarial, en el sen-
• tido en que lo hemos hecho hasta hor. - . ,. .
Según esta primera posición, ha.ymral porque'.los hombres, a diferencia
de los animales, tienen que justificar sus rpuestas al.rnedio. Mientrs,,
qpe. liíimaIs responden a los .estfmulos que les Incitan de qrn
perfEmente ajustada'(lo qufliamamos «ajustamiento»), los hombres
no responden de forma ajusrada sino que pucdeiTile eg,distntas
posibilidades de respuesta, yse ven obligados- ajustificar su elección.
• es la posición de X. Zubiri y ÇL. L. Aranguren, que tiene,
entre muchos otros méritos, el de conectar, la ática con la biología, y el de
mostrar cómo los hombres somos estructural,nente ,norales, necesaria-
s. 1.2. Los ho,nbres tiendén nacciariamnente a ¡a felicidad
(cudc,nonis,,io)
Desde esta segundaperspectiva puesto que' los hombres tienden necesa-
.rianicnte a la felicidad y son seres dotadosdc razón, se comporta racio-
nalmente quien aprciide a deliberar,bien obre los medios más adecuados
para logiar ser feliz. La felicidad no puedeelegirse porque ya viene dada
por naturaleza, pero los medios sí pueden elcgiise, y ése es el terreno de
lo móral.. - . ., *
acogiéndose a la Éticaa Nicámaco. Aunque Aristóteles-no pretendía fun-
damentar la moral, su obra peritiite diseñar una fundamentación como la
- descrita. . . . -
1.3. - Todos los seres vivos busca,, el placer (hedonis,no)
'Según los hedonistas, puesto que, como muestra la más elementI de las
psicologías, todos los seres vivos buscan el placer y huyen del dolor, te-
nemos que reconocer como primera premisa que el.m6xi1.del,ç,nrnpc»rr.i_
miento animal y deíhuiiiano es el placct iora! esentonces el tipo de
saber que nos invita a perseguir la mayor felicidad del mayor número po-

2.13 29

nr
 • 1
- ETICA Dt LA ..
sibl de seres vivos, a calcular las co-..- . -'cias le nucstras'deciiones,
teniendo por mcta la mayor'fclicidad dci mayor número.
Se denomina hcdonistas" a los defensores de csta posjión5 que
nace en Grecia de la mano dcEpicuro.. Pero e parur de la Modernidad-
la más reidvante de las. posiciones hedonistas en ético es'efllamadc
utilitarismo», que utiliza la máxima de la riiayor felicidad dci may0
número como criterio para decidir ante dos cursos alternativos de ac-
•
ción. Corno para hacer esa cálculo es preciso tener en cuenta las conse
• cucncas de cada uno de los cursos de acción y valorarlos desde la pers-
pectiva dci placer que proporciona cdda uno de ellos, se dcnomina a este,
• - -
tipo de ática teleológica o consecuencialisra, y se lesuck contraponer a
tas áticas llamadas dcontolrígiras, que se preocupan ante todo dci deber'
y de las normas que nacen dci respeto a determinados derechos de lo
hombres.
1
Losrcprcscnrañtcs clásicos del utilitarismq.scin autores como Bnt-- J.
• liam, S. Mili (con su libro El Utilitarismo), y H. Sigdwick; y ca nues-
J.
tras días sigue vigente sobra todo ca el mundo anglosajón.
• • ella; y la pacionalidad estratégica,dc que hace uso qriicñconsidera a tøs
1.4. Autono,,:ía y'dignidad hsg,í:a,za (kantis'no)
Una cuarta posición defiende que, aunque todos los seres vivos ticndan.al
placer, no es ésta la cuestión moral por'excelencia, sino más bien la de
• qué seres tienen dc;ccho a ser respetados, qué seres tienen dignidad y no
pueden ser tratados como simples mrcancías y, por tanto, qué deberes
•
han de cumplirse en relación con ellos. -
Entre todos, los seres existentes —afirh'ian los defdnsores de esta po-
sición— s phop3l2 tiene,; dignidad, pórque sólo ellos on libres.
Pero no sólo son libres potquc pueden elegir, sino porque son au(ónQ-
;s:porucpucdenregirse por sus propias leyes. El'.fzmda»zanto dd la
moral es entonces la autonomía de!os hombres, él hecho-de que pueden'
•darse leyesa sí mismos, que son, por tanto) válidas para todos ello. De
ahí que consideremos como exigencias morales aquellas qu9 cada hom
bre querría para toda la humanidad.
• Estas áticas, que consideran corno elemento j;iori por excelencia los
deberes que surgen de considctir a (os hombres como sujetos de dprc-
chos, se suelen denominar —como dijimos— dconto!ógicas, en coinras-
te con las teleológicas, que ven en el cálculo de las consecuencias.cl mó-
menro moral central.
Quien por vez primera defendió esta posición ática deontológica fue
1. Kant en su obra Fundame,itación de Ja ,netafísica de las costu,nbres y,,
aparre del gran número de kanthinos que ha habido y hay en ática, su
afirmación de que los.scres racionales san fines en sí mismos, tiene?: mt
valor absoluto y no pueden ser tratados como simples medios, es deen-
dido por to1as las étias actuales, y constituye el fundamento deJa idea
•de dignidad humana, que es a ni vez fundamento da los derechos ini-
• -manos.
30 . . •.
ES. LA EUCAI
lS. Todos los bobre,s son inWrlocutores vdli~ós l'éticd del didlógoj-
Siguiendo. la rradkión kantiana, in buen núriieso dc.autorá proponc:--
•dçsde los años setenta reconocer que la razón humana: es diatógka y que,
por tanto; no se ped decidir qué normas son' morales i nó esattavés ' ..
• de ün diálogo que-se-celebre entre todos los afectados por ellas y ie-lle-
gue a la co.nvicciónpor.parre de todos de ucJas- normas soncorrertas.
Esta poskióii recibe indistintamente los nombres de ética dialógica ética
co,uunicativa o érica discursiva, son sus creadores K. O. Apel y Ha-•.
J.
betinas,.ytienehoyen día seguídoresen un buan número de paises.
- - -. •
Desde su pc?specr)va, es posible esrablcçer una distinción eútce do
- -
tipos de racjonalidad que pucdcnutilizar los iriterlocutórcs.de un diálo-"-
go la racionalidad comun:ca:wa, de quq hace usó (un.n considera a
los .ifu.tado por una norma .oino IntcroLurorcs perf.uamcnrc Icgiti-
•'marlos para exponer sus inrcrcscs.y para. ser tcuids en cuenta de modo
significativo en-la décisión'final,de modo que la mora del- diálogo es lic-
-.. .'-
•. -,
gar. a un au'erdo qte satisfaga lós intereses dctodo losafectados por
• dcniásiqterloctirorcs como rnediós'pira - sus-propios f;nes.y se plarteiel
diálogoi por tanto7 como un juego, en el que trata,de:intuii qué jugadas -
pucd&haccr-los demás para preparas la. süya y ganaHes. •, • ••
La. distinción entre raciónIidad- compnica iva.y,stratégka setá d
gran 'intdrés a la-hora de construir una ética dalaenijiresa, así como la•
• nayor. parre-delas áticas aplicadas, porque sr suele entdar que la em-
presa debe regirse por la rac,o,:al,dad estrategica, dirigida a obtener ci
7-- máximo bçneíicio, mientrós que ci moménto morales el-de la racionali-
-
• dad-co,nunicaçiva, p.arccicndoentonces que. emprcsa..y ática sór incorn
paribks. Sin- çmbargo, como vcrcrnos en capítulos posteriores (sobre-
todo, ci 3 y ci fl, tualquier cticq aplicada —tambicu la empresarial—
• debe recurrir abs dos tipos de rddonalidád,porque-ha-de contrain vez.'
corr estrategias y con una cóniunicacjón por la-que cónsideramos i'Ios
-
demás afcctado çomo.intcrlb'curorcs válidos. '' . • ,
• • La:&ica .djcur.iva es, cii principio, deoizolóka porque no s ocupa
-'
cliectamcne- deia felícidad ni 'de las onsccuencjas; sino de mostrar cómo
..
.
la razón humana sí ofrece un prncediinkizto ara.decidir-qué ,:br,nas
•' son moraln:a»tc correctas: enráIi1ar.iin'diJogo entre todos los afectadós
pór ellas que culninc en un acuerdo; ib motIvado, por- razones externas al
-
'diálogo misnio; sino porque todos están.conñcidos.deJa-racionalldnd. de
la solucion Lo que sucede es que la crica discursiva reconoce expresa-
mente que cuando aplicamos este procedimiento en los dialogas concrets,
• es preciso tener en .cueíjta las consecuencias de 'dr po corrécta una
-
• x)orma uotra. De sue,rte -que esl' suya unq posidóndeontológica qüe
exige encr en cuenta Jas' consecuencias en el momento de lá-apIicáción.
- ,
• De cuanto venimos diciendo sesigue qu'cn l ámbitomorai,'aten-
diendo a diversas ira'diciones éticas, podríamos distinguir 'los siguientes
tipos 'de racio,:alidad ,noral:
• . .'., . -.
II
3],
 SS

tUCA DE tA EM."RESA EOUE ¿5 LA tuCA!

TII'OSDI!
La álica de la,c,n presa es, en cste se,,! ido, una parte de la ática apli-
CA.RACI1IUSTICAS. cada, como Jo es toda ética de las organizaciones y de las profesiones, y
RACIONALIDAD
tiene qu reflexionar sobre cómo aplicar los principios mencionados a la
actividad empresarial. .
1. El ámbko moral es el de laracionalidad que delibe- Sin embáio, sro no basta, porque la aplicación no puede consistir
Frudc,wial re en condiione de inccrtidumbrc sobre los mc-
dios mas adecuados para alcanzar un fin. simplemente en tomar ÚIIOS principios generales y aplicarlos a todós.los
(cradición
ariscócélida) 2. El fin últimno(la íclicidrd).cs lo que con,viene p un campos, como si cada uno de ellos no tuviera su cspccficidad. Como si
• - hombre en el conjunto de su vida. in actividad empresarial fuera igual que la sanitaria o la docente, y nin-
• 3. Las normas han de aplicarso a los casos doncretos, guna de çllas aporrara por sí mism ningún tipo de exigencias morales y
ponderando los datos contextuaks. valores morales. Por eso la tarea de la étici aplicada no consiste sólo en
• 'la aplicación de los principios generales, sino en averiguar a la vez cuáles
1. ELámbiro moral ¿s el de la maximización de la uci- • son ¡os bienes internos que cada una de estas actividades debe propor-
Calculadora ...lidad para codos los seres scntientcs: buscar la mayor cionar a la socicdad,.qué ,,:etas debe perseguiá, por tarító, cada una de
(tradición felicidad del mayor número.
2; Acción máximamente racional: la racioiial'telcoló- • ellas, y qtíé valores y hábitos es preciso incorporar .para alcanzarlas.
• iriljtarisra),
•• gica. Por último, también una útica aplicada a las organizaciones Liene que
3. L.os derechos bimanos son convenciones útiles.' tener en cuenta la 'moral cívica de la sociedad en la que se desarr'la. y
que ya reconoce determinados valores y derechos corno compartiu
• 1. El úmbito moral es el del rcsptoj qucllo que es por ella. .
'°Práctica absolutamente valioso: el ser, humano. La fundamentación filosófica., por tanto, pticde proporcionar aquel
(tradición 2. No todo es mercancía que,pucde intcrcambiarse por -. criterio racional que pedíamos al final del aparrado anterior, pero éste no
kantiana) - un precio: ci ser humano noilene precio, sino digni-
puede aplicarse sin tener en cuenta la peculiaridad de la actividad a la
dad.
3. Lo derechos humanos sn ¿xigcncias racionales in- que quiere aplicarse —en nuestro caso, la empresa— y.la nioral civil de la
-- negociables: con ellos n0 se puede comerciar. sociedad correspondiente.
•. \ La ética empresarial es, por tanto, una parre de la érica aplicad, pero
-. T6d'sé 4orado de ç(mpctcncia comunicativa es "rambjrn una parte de h ética cívica, que vamos a comentar a continua-
Cc,nu,,icativa un intcdocutpr válidd (factor incondicionado. clon.
(tradición 2. Las hormas' morales son válidas según las conse-
• dialógica) cuencias que tengan para los afectados por elles
(momento consccuenclalmsta).
BI8LIOGRA1:IA
3. Siempre que ,saislagan intereses universalizables
(factor incondicionado). Aranguren J. L. L.: Alianza, Madrid; y en OL'as completas, 2, Trotta, Ma-
drid, 1994,
Aristóteles: Eticu a Nicó,,,aco.
2. Ética aplicada Cortina, A.: Ñica si,, moral, Tccnos, Madrid, 1990.
Etica 'nmuiu,u, 'lecnos, Madrid, 1986.
La érica aplicada tiene por objeto, en principio, conb iiombre indica,
su Kant, 1.: Fwula,,,cntació,z deja ,nelaftsica de las costu,nbres, PCE, Madrid.
aplicar, los resultados obtenidos-en la parte de fundamentación: a los Macfncre, A.: Tras ¡a Virlúd, Crítica, Barcclona,-1987.
distintos mbicos de la vida social; a la política, la economía, Ea empresa, Mill, J. S.: El Utilitarismo, Alianza, Madrid. -
la medicina, la ecología, etc. Porque si al fundamentar hemos dcscubicr-. Zubiri, X.: Sobrc el ¡-lo,,bre, Rcvista dclOccidcntc, Madrid.
to unos principio éticos, la t;irea iguicntc consistirá.en averiguar cómo
pueden orintr esos pincipio•los distintos tipos de actividad.
Es decir, tendrcmos,que averiguar de qué modo pueden ayudarnos a
tomar decisiones la máxima utilitarista de lograr ci mayor placer del
mayor número, ci imperativo kantiano d.c tratar a los hombres como
fines en sí mismos y no como simples medios oel mandato dialógico de
no tener por correcta una norma si no la deciden todøs los afcctadps por
ella, tras un dialogo celebrado en condiciones de simetría. ji

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