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Siervos con Jesús

Ejercicios espirituales de preparación al Diaconado


Hnos. Ángel Ríos García – Armando Leal Martínez –
Antonio de Jesús Rodríguez Ávila – Sergio Daniel Co-
lima Jiménez -– Dirige: Fr. Rufino María Grández
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El camino de María

1. El camino de María comienza en una frase que plasmó Pa-


blo en las carta a los Gálatas, cuando escribió: “Mas cuando llegó
la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer,
nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para
que recibiéramos la adopción filial” (Gal 4,4-5).
María pasa a la veneración cristiana por la puerta de la His-
toria de la salvación, situada desde su origen en la Trinidad. Apa-
rece en relación con su Hijo, que es el centro del pensamiento que
se nos transmite; y aparece simultáneamente en relación co la hu-
manidad, tierra donde habitamos.

2. La segunda mención de María es evangélica y nos remite a


aquel hecho referido por los tres Sinópticos: “La gente que tenía
sentada alrededor le dice: «Mira, tu madre y tus hermanos y tus
hermanas están fuera y te buscan». Él les pregunta: «¿Quiénes
son mi madre y mis hermanos?». Y mirando a los que estaban
sentados alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos.
El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi her-
mana y mi” (Mc 3,32-35).

3. Y de igual modo otras referencias que encontramos a María


en los Sinópticos y en los Hechos de los Apóstoles.
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4. El Evangelio de la Infancia – Evangelio de la Infancia de
Jesús Resucitado – es el despligue absoluto de la mariología. La
Virginidad, la Maternidad de María se han proclamado allí. Ma-
ría es la Hija de Sión, es la Iglesia naciente (como lo era también
María del cenáculo).
“¿De dónde a mí que venga a verme la Madre mi Señor”. La
Madre de mi Señor, de mi Kyrios, es igual que la Madre de Dios.
He aquí, pes, que la Sierva del Señor, la Humilde esclava, es
la Madre de mi señor Dios.

5. Si pasamos a Juan la Mariología navega a velas desplega-


das:
- María está en la Hora de Jesús. Sí ha llegado la hora: Haced
lo que él os diga.
- En Caná María, “la madre de Jesús”, es “la Mujer”.
- En el Calvario, María (cuyo nombre no se menciona) queda
constituida como la Madre del discípulo amado, esto es la Madre
de la Comunidad mesiánica, la Madre de la Iglesia.

6. En conclusión, en los Evangelios alcanzamos un tope de la


doctrina sobre la Virgen María en el “corpus” de la fe de la Igle-
sia.

7. De los Evangelios pasamos a la tradición cristiana, y ya en


el siglo III María recibe el título de “Dei Génetrix”, la Engendra-
dora de Dios, la Theotókos. Es la redacción de “Sub tuum prae-
sidium confugismus, santa Dei Génetrix”.

8. La santa Engendradora de Dios es proclamada como tal en


el Concilio de Éfeso (año 431), con aplauso de los Padres. Esta es
la Fe ortodoxa. María ante la divinidad del Hijo no es solo la
Christotókos; es la Tehotókos, la Engendradora personal de Dios.

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9. De la proclamación conciliar se pasa ya al culto, constru-
yendo en Roma la primera Basilica dedicada a la Madre de Dios,
la Basílica de Santa María la Mayor.
Por los mismos años, ya de antiguo venerada en Jerusalén,
adquiere una basílica esplendorosa
Decididamente María ha entrado en pleno en el culto de la
Iglesia, que la venera como Madre y como Intercesora. El culto
se arraiga más y más en el oriente cristiano y toda la cristiandad
se ca cubriendo de Catedrales y Templos dedicados a la Madre
de Cristo Jesús, nuestro Salvador y Redentor.

10. En la Edad Media la piedad se enternece y llena de dul-


zura, y en todo los monasterios se venera a la Virgen María con
amor entrañable. El pueblo reza el Ave Maria, la Salve Regina. Y
avanzando los tiempos el Rosario.

11. Las fiestas marianas van llenando con múltiples advoca-


ciones – por un lugar milagroso, por una aparición celestial, por
una devoción practicada – y las Misa “de sancta Maria” son fre-
cuentísimas.

12. Órdenes religiosas van naciendo al amparo de la Virgen


Santa, como nuestra Orden de Hermanos menores cuya cuna fue
la ermita de Santa maría de la Porciúncula.

13. Hay dos verdades que el pueblo cristiano las siente como
suyas: el privilegio de la Concepción Inmaculada de María, y el
final pascual de la Madre del señor, la Asunción en cuero y alma
a los cielos. Verdades que son celebradas, y que luego pasan a
ser definidas. Inmaculada Concepción de María (1854), Asunción
en cuerpo y alma a los cielos (1950).

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14. Caminan paralelos el Culto público y el Devocionario de
la Iglesia, y las devociones se van agregando al misal Romano: el
Corazón de María, la Mediación de María, a la realeza de María.

15. Llegamos al Concilio Vaticano II (1962-1965) y por pri-


mera vez en la historia de la Iglesia se hace una gran síntesis:
María en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Y a continuación
del Concilio, lo libros litúrgicos, previas las directrices de los pa-
pas (Marialis cultus 1974) van proponiendo ante nuestros ojos
múltiples camino de veneración, de protección, de intercesión.
María la Madre de la Iglesia, celebración declarada obligatoria en
el Misal Romano pro el papa Francisco (2018).

16. ¿Quién es María para mí? Mi respuesta es clara: maría es,


en el ámbito de mi vida:
 Quien es en el ámbito del curso de celebraciones litúr-
gicas en la Iglesia.
 Quien es en el ámbito de la Teología de la Iglesia Ca-
tólica.
 Y, de entre las devociones, María es la que se ha apro-
ximado a mi corazón según las mociones del Espíritu
Santo.

Lago de Guadalupe, viernes, 8 de febrero de 2019.

AQUÍ TERMINAN NUESTROS EJERCICIOS

Rufino María Grández

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