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LA ARQUEOLOGÍA BÍBLICA:
UNA CIENCIA HERMENÉUTICA
ENTRE HISTORIA Y TOLDOT

BIBLICAL ARCHAEOLOGY:
A QUEST OF HISTORY
BETWEEN HISTORIA AND TOLDOT

Stéphane Vinolo
Recibido 15 de marzo de 2016
Aceptado 8 de abril de 2016
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Revista PUCE. ISSN 1012-389X. Núm. 102


3 nov 2015-3 mayo 2016. Vinolo, pp. 225-244

LA ARQUEOLOGÍA BÍBLICA:
UNA CIENCIA HERMENÉUTICA
ENTRE HISTORIA Y TOLDOT

Stéphane Vinolo1

RESUMEN Palabras clave: arqueología bíblica,


Historia, sentido, Toldot, verdad.
La arqueología bíblica es sin duda
una ciencia cuyas implicaciones políticas ABSTRACT
son fundamentales. Al querer esta esta-
blecer el estatuto histórico del texto bí- From its early beginnings, biblical
blico, se encuentra en el centro de archaeology has suffered from political
muchos debates académicos desde su use and abuse. By questioning or estab-
surgimiento hasta hoy en día. Sin em- lishing the historical reality of biblical
bargo, mostramos aquí que el carácter characters and events, it is still today at
histórico del relato bíblico se debe re- the centre of several academic debates.
contextualizar dentro de varios significa- It is demonstrated here that most of the
dos posibles de la palabra Historia. Si misunderstandings of these debates lie
bien las tradiciones griegas y romanas in a confusion of what History means.
vinculan el concepto de historia con la Even though we know that in the an-
verdad, el mundo hebreo, pensando a la cient Greek and Roman worlds, the con-
Historia como toldot, la vincula con el cept of historia was strongly linked with
sentido. Esta diferencia entre verdad y the one of truth, in the Hebraic and bib-
sentido dentro del concepto de Historia lical worlds the concept of toldot was re-
nos permite cuestionar los límites de la lated to the ones of sense and meaning.
arqueología bíblica y establecer lo que This difference between truth and sense
podemos razonablemente esperar de within the concept of History helps us
esta. establish the scope and limits of biblical
1
Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Facultad Eclesiástica de Ciencias Filosófico-Teológicas, Quito, Ecua-
dor (svinolo@puce.edu.ec).

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UNA CIENCIA HERMENÉUTICA ENTRE HISTORIA Y TOLDOT

archaeology, precising what is to be ex- Key words: biblical archaeology, His-


pected from it. tory, sense, Toldot, truth.

La arqueología bíblica presenta en que se precisa que se hace arqueología


su mismo nombre una paradoja que específicamente bíblica. Si bien la ar-
hace de esta una ciencia aparte, o como queología bíblica se somete a muchos
mínimo, una disciplina cuyas fronteras de los criterios científicos de la arqueolo-
siempre amenazan extenderse más allá gía y respeta en gran parte su epistemo-
de lo que la epistemología autoriza. Efec- logía, podemos sospechar que la Biblia
tivamente, podemos preguntarnos: ¿por pesa de forma muy fuerte sobre las inter-
qué los arqueólogos investigando yaci- pretaciones que los arqueólogos hacen
mientos cuyos nombres hacen referen- de sus descubrimientos ya sea de forma
cia a espacios geográficos mencionados positiva o de forma negativa. Nuestra
en la Biblia necesitan precisar de manera sospecha se puede fundamentar en he-
explícita que hacen arqueología especí- chos académicos muy simples que reve-
ficamente bíblica, ya que por ejemplo lan cierto malestar académico frente a la
ningún arqueólogo especialista de Gre- arqueología bíblica. Podemos notar, por
cia o del Imperio romano siente la nece- ejemplo, que en el ámbito universitario,
sidad de precisar que hace arqueología la revista académica The Biblical Archaeo-
en referencia a la Historia de la guerra del logist, creada por G. Ernest Wright y pu-
Peloponeso de Tucídides (Tucídides, blicada entre los años 1938 y 1997
2005) o a la Historia de Roma de Polibio cambió su nombre a Near Eastern Ar-
(Polibio, 2008)? La simple existencia de chaeology2 en 1998 para evitar esas acu-
una disciplina que precisa su carácter bí- saciones y mantenerse de manera
blico cuestiona la especificidad de esta, estricta en el campo de la investigación
ya que los arqueólogos cuyas investiga- científica.
ciones se desarrollan en el campo histó-
rico de la antigüedad griega o romana Debemos sin embargo notar que
hacen simplemente arqueología, sin más existen dos actitudes muy diferentes o
precisión. No podemos dejar de notar dos usos muy distintos, que los arqueó-
entonces que la Biblia no se considera logos pueden hacer de la Biblia, lo que
como cualquier otro libro a la hora de nos llevaría a presentar dos concepcio-
hacer arqueología por el simple hecho nes muy diferentes de la arqueología bí-

2
http://www.asor.org/pubs/nea/ [Consultado el 15 de febrero 2016, 21h38]

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blica. Podemos imaginar una visión mi- dentro del cual se decida interpretarlo y
nimalista de la arqueología bíblica. Esta darle sentido.
visión conocida como “Escuela de Co-
penhague”, ya que dos de sus mayores Más aún, la complejidad del de-
representantes –Niels Peter Lemche y bate alrededor de la arqueología bíblica
Thomas L. Thompson– eran académicos proviene del hecho de que el paradigma
en la universidad de Copenhague, de- dentro del cual los arqueólogos maxima-
fiende la idea según la cual la Biblia relata listas interpretan los datos arqueológicos
los mitos fundadores de varias religiones es un paradigma absoluto ya que se basa
monoteístas, pero que en muy pocos en una fe que no puede ser cuestionada
casos estos mitos se pueden corroborar – en cuanto es una fe – desde un punto
con evidencias arqueológicas para pasar de vista científico. Si este debate surgiera
del estatuto de mito al de Historia. Al entre dos paradigmas científicos, estaría-
contrario, existe la posición maximalista mos en una situación epistemológica
que consiste en afirmar el carácter suma- común en la cual varios paradigmas lu-
mente histórico de la Biblia3 apoyándose chan por imponerse, tal como podemos
sobre los descubrimientos que parecen verlo por ejemplo en el caso del debate
confirmar lo que relata la Biblia. Este de- entre el paradigma corpuscular de la luz
bate entre las dos posiciones no fuera y el paradigma ondulatorio de esta. Sin
tan complicado ni tan vigoroso si la ar- embargo, este no es el caso en la arqueo-
queología no fuera una ciencia profun- logía bíblica a la hora de determinar cuál
damente hermenéutica. Si bien es de la interpretación maximalista o mini-
verdad que toda ciencia conlleva cierta malista es la correcta. Para la separación
hermenéutica, ya que no existen hechos radical, que yace entre las dos órdenes
de por sí, y que cada hecho debe ser es- que son la ciencia y la fe, ninguna ciencia
tablecido (por no decir construido) me- refutará jamás la fe, y toda fe que espera
diante un proceso interpretativo que le razones científicas para creer es una mala
da sentido dentro de una teoría general fe4. Si bien los paradigmas científicos se
o de un paradigma global (Kuhn, 1962), refutan los unos a los otros de manera
es aún más perceptible en lo que se re- bastante fácil y consensual, y que hemos
fiere a la arqueología ya que cada rastro podido pasar en física del paradigma
de civilizaciones pasadas puede ser inter- newtoniano al paradigma de la física de
pretado de manera radicalmente dife- Einstein, estos saltos de paradigmas son
rente dependiendo del paradigma mucho más complicados en lo que se re-
3
Para ver una oposición concreta de estas dos posiciones sobre el caso específico del tamaño de la Jerusalén
antigua, podremos leer el artículo de Tuland (Tuland, 1967).
4
Para la separación radical de la fe y de la razón, y de la separación de las órdenes, podremos leer las obras de
Blaise Pascal y particularmente su éxtasis místico del 23 de noviembre 1654, conocido como el Memorial.

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fiere a la arqueología bíblica ya que el ca- esperar de la arqueología bíblica y los lí-
rácter sagrado (y por lo tanto absoluto) mites de dicha ciencia localizándola
del paradigma bíblico permite e impone entre Historia y mitología. Pero notemos
un uso político5 de la arqueología y una de inmediato que el establecer límites a
línea de interpretación para algunos in- un campo disciplinario no es querer des-
cuestionable. truirlo ni minimizarlo, sino al contrario
cercarlo con fronteras dentro de las cua-
Quisiéramos entonces preguntar- les podemos apreciar el despliegue de
nos aquí en este trabajo lo que se puede toda su fuerza científica.

¿QUÉ ME ESTÁ PERMITIDO ESPERAR?

Sin duda alguna, la arqueología bí- y medio de profundidad. Al extenderse


blica presenta elementos cuyos descu- esta capa de lodo sobre varios kilóme-
brimientos concuerdan perfectamente tros, esto podría dejarnos pensar que
con los que nos relatan los textos bíbli- estas civilizaciones fueron sumergidas
cos, o como mínimo presentan una ade- de forma rápida y casi homogénea por
cuación tan probable que fácilmente un gran flujo de agua y lodo que les sor-
entendemos en qué medida algunos ar- prendió al llegar a ellos de manera muy
queólogos fueron tentados por la inter- rápida y masiva (Wooley, 1929). A raíz de
pretación maximalista de la arqueología este hecho geológico incontrastable, al-
bíblica. Para tomar un ejemplo histórica- gunos arqueólogos interpretaron esto
mente muy lejano, podemos pensar como una posible prueba de la realidad
aquí en el relato del diluvio tal como del diluvio tal como nos los cuenta la Bi-
aparece en el Antiguo Testamento. En di- blia. Tendríamos aquí, con estas excava-
versas excavaciones realizadas en las ciu- ciones, una adecuación perfecta entre la
dades de Ur, Uruk, pero también de arqueología y la Biblia. Sin embargo,
Shuruppak, Nuppur o Lagash, Sir Leo- bien vemos el papel que la interpreta-
nard Wooley, a finales de los años 1920, ción juega en este caso, y podemos en-
se encontró una capa de rastros que evi- tender cómo la interpretación minima-
dencia la presencia de una civilización lista y maximalista se oponen en el caso
(que data del 3000 al 2500 aC) por de- de la arqueología bíblica. Para quien qui-
bajo de una capa de lodo de dos metros siera proponer una interpretación mini-

5
No afirmamos aquí que el uso político de la arqueología es el triste privilegio de la arqueología bíblica, ya que
por ejemplo el caso de las falsificaciones del yacimiento de Iruña-Veleia en el País Vasco español nos lleva a
pensar que toda arqueología es política. Sin embargo, tal vez la arqueología bíblica sea el campo de la ar-
queología en el cual el uso político de los datos aparece de la manera más fuerte y evidente.

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malista del relato bíblico, se podría al y evidente que tiene el agua con la vida,
contrario hacer del diluvio una simple la generación y la producción7, pode-
estructura antropológica, ya que mu- mos imaginar que también haya sido
chas culturas, incluso muchas para las vinculada por simple razones antropoló-
cuales no disponemos de ningún rastro gicas, con la muerte y la destrucción.
arqueológico que nos deje pensar en la Sería fácil entonces imaginar que la des-
realidad de un diluvio, presentan ele- trucción por el agua es un elemento mi-
mentos vinculados a diluvios y grandes tológico más que histórico (Girard, 2008)
inundaciones en sus mitologías. De la ya que parece ser una estructura mito-
misma manera que muchas mitologías lógica casi universal o, por lo menos, que
presentan dioses que salen de las aguas aparece en muchas regiones del planeta
o Dioses que bajan del cielo, podríamos y en culturas muy diversas.
pensar que la destrucción por el agua es
una estructura antropológica funda- Sin embargo, si tal posición se
mental de las sociedades humanas6. Re- puede defender para algunos puntos
cordemos aquí que la mitología incaica como el del diluvio bíblico, la arqueolo-
presenta un diluvio generado por el dios gía bíblica presenta elementos que no
Viracocha, que la mitología de la religión podemos dejar de vincular con el relato
Mexica dispone de una diosa –Chal- bíblico y simplemente rechazar en es-
chiuhtlicue– del agua que también ge- tructuras antropológicas fundamentales.
neró un diluvio. Podríamos encontrar de Si bien hemos visto que el diluvio es un
la misma manera diluvios en las mitolo- tema demasiado genérico en la mitolo-
gías Pascuense o Kawésqar, es decir en gía para afirmar de manera segura la
regiones muy alejadas de la región en la adecuación del relato bíblico con los ras-
cual se redactó la Biblia. Salvo que pen- tros arqueológicos, otros elementos ar-
semos en la coexistencia de diluvios en queológicos evidencian un vínculo muy
todos los espacios geográficos del pla- fuerte con el relato bíblico. Este es el
neta, podemos cuestionar el simple caso por ejemplo del descubrimiento
hecho que busquemos un vínculo entre hecho por la arqueóloga Eilat Mazar de
el relato bíblico del diluvio y un diluvio la Universidad Hebrea de Jerusalén
real. Al contrario, en una visión estructu- (Mazar, 2008) que pretende haber des-
ralista de los textos y de los colectivos cubierto el túnel (conocido como “tsin-
humanos podríamos al contrario evi- nor”) con el cual el Rey David pudo
denciar que por el vínculo fundamental conquistar a Jerusalén, túnel mencio-
6
Dentro de este paradigma estructuralista fundamental podremos ver las obras de Claude Levi-Strauss. Todas
las interpretaciones estructurales de mitos por Lévi-Strauss han sido reunidas en los cuatro volúmenes de
Mythologiques (Lévi-Strauss, 2009).
7
Ya sea de manera biológica o agrícola.

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nado en el segundo libro del profeta Sa- Esta adecuación que parece darle
muel (cf., 2 Samuel, 5, 6-8). En este caso, toda su legitimidad a la lectura maxima-
incluso los que hacen arqueología bí- lista de la arqueología bíblica no se li-
blica según la posición minimalista, bien mita al Antiguo Testamento. Este es
deben acordar que el túnel parece exac- también el caso para el Nuevo Testa-
tamente mencionado en la Biblia y que mento y de manera paradigmática para
la interpretación minimalista se encuen- la Pasión de Cristo. La arqueología bí-
tra frente a una verdadera dificultad a la blica parece revelarnos con una gran
hora de darle otro sentido que su sen- precisión los tres últimos días de la vida
tido bíblico. De la misma manera, algu- de Cristo. De esta manera, no solo Cristo
nos piensan que el túnel supuestamen- aparece obviamente en los manuscritos
te creado por Ezequías fue encontrado cristianos, sino además en algunos ma-
y permite entender cómo la ciudad de nuscritos no-cristianos9, pero sobre
Jerusalén se abasteció de agua potable todo, muchos rastros arqueológicos de
mientras las tropas de Asiria, dirigidas los cuales disponemos hoy en día pare-
por el rey Senaquerib, avanzaban sobre cen estar en adecuación con el relato bí-
ella después de haber destrozado a va- blico de sus últimos días. Así por
rias otras ciudades. Este túnel, que lleva ejemplo, existe en el British Museum de
agua desde la fuente del Gijón hasta la Londres, bajo la referencia British Mu-
piscina de Siloé, presenta rastros muy seum Syriac MS additional 14.658, una
precisos como la inscripción de Siloé carta redactada en asirio en la cual un
que nos permite incluso entender el nombrado Mara Bar Serapion10 le dice a
porqué el túnel no está cavado de ma- su hijo que debe absolutamente seguir
nera recta sino sinusoidal ya que los con su camino hacia la sabiduría ya que
obreros que lo excavaron se guiaban todos los que se han hecho culpables de
con el sonido que hacía cada equipo a maltratar y perseguir a los sabios cono-
cada lado de la excavación (Sneh et al., cieron un destino funesto ya que sus im-
2008). Una vez más en este caso, parece perios cayeron los unos tras los otros.
que la arqueología confirma de forma Para darle ejemplos a su hijo de este vín-
muy precisa los relatos bíblicos8. culo entre maltrato de los sabios y caída

8
Cf., 2 Crónicas, 32, 30: Ezequías fue también quién cegó la salida superior de las aguas del Guijón y las desvió
por un canal subterráneo hacia la parte occidental de la ciudad de David.”
9
Podemos pensar aquí en los párrafos 63 y 64 del capítulo XVIII (conocidos como Testimonium Flavianum) del
libro Antiquitates Iudaicae escrito por Flavio Josefo en los cuales aparece de forma explícita el nombre de Jesús
de Nazaret (Josefo, 1997).
10
Dada la importancia de la mención de la crucifixión de Cristo fuera de la literatura cristina, los estudios acerca
de esta carta son muy numerosos. El lector podrá ver por ejemplo el artículo completo de Annette Merz y
Teun Tieleman (Merz, Tieleman, 2008).

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de los imperios, Mara Bar Serapion toma tamento. Desde 1968, el Padre italiano
entonces en esta carta los ejemplos de Virgilio Corbo estuvo excavando por de-
la muerte de Sócrates que precipitó la bajo de una pequeña iglesia bizantina
caída de Atenas, la de Pitágoras y de los octogonal y descubrió lo que podría ser
habitantes de Samos, y sobre todo y por la casa de Pedro ya que encontró inscrip-
fin el ejemplo de los judíos y de la ciones cristianas que manifiestan la pre-
muerte de Cristo. Así tenemos testimo- sencia de lo que podríamos pensar hoy
nios de la existencia de Cristo no solo en como el cristianismo primitivo (Corbo,
el mundo cristiano –lo que podría pare- 1968). Así, algunos puntos que nos revela
cer sospechoso o lo que podría ser inter- la arqueología bíblica nos permiten sos-
pretado como una manera de afirmar la pechar que muchos de los relatos de la
verdad del cristianismo dentro del mis- Biblia tienen algún fundamento histórico,
mo cristianismo, lo que epistemológica- ya que la descripción de muchas guerras,
mente no nos permitiría afirmar dicha de invasiones pero también de ciudades
existencia histórica– sino además fuera y lugares corresponden con los datos
de él, lo que apoya de manera muy que nos proporciona la arqueología. Gra-
fuerte su probable existencia histórica cias a estos casos innegables, los intér-
(Van Voorst, 2000). Pero más allá de tex- pretes maximalistas podrían encontrar
tos, la arqueología también nos provee los fundamentos epistemológicos de su
rastros arquitecturales que podrían con- maximalismo así como cierta legitimidad
firmar la existencia histórica de Cristo y de este.
de cierta parte del relato del Nuevo Tes-

LOS DIVINOS LÍMITES DE LA ARQUEOLOGÍA BÍBLICA

Sin embargo, en cierto sentido la existencia de muchos lugares y even-


que vamos a precisar, sería un error el tos descritos por la Biblia está confir-
pensar que la Biblia es un libro de histo- mada por la arqueología, un problema
ria, y sería un error aún más grande el epistemológico muy profundo surge a
querer basar su fe en lo que la arqueolo- la hora de determinar la existencia de in-
gía bíblica nos pueda revelar. Podemos dividuos en concreto, y peor aún a la
entonces cuestionar los fundamentos hora de determinar si el sentido histó-
del paradigma maximalista en arqueolo- rico de estos individuos se encuentra re-
gía bíblica. Primero porque bien vemos flejado en el sentido que la Biblia les da.
que la arqueología bíblica, por ser una Podemos fácilmente ilustrar esta dificul-
ciencia sumamente hermenéutica, pre- tad epistemológica con ejemplos leja-
senta un límite epistemológico. Si bien nos a la arqueología bíblica. Podemos

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ver que el Moscú descrito por Dos- campo de la filosofía. Es así el caso de
toievski en sus obras es casi perfecto: su todos los personajes creados por Platón:
ambiente histórico es exactamente el Sócrates, Alcibíades, Gorgas o Protágo-
que describen las novelas de Dos- ras. Sabemos por la arqueología, así
toievski. Los lugares están muy bien des- como por fuentes textuales, que cada
critos, las tiendas están ubicadas tal uno de ellos existió históricamente, y
como los estipulan los textos, y los mo- dado que varios de ellos ocuparon un
numentos históricos reflejan a la perfec- papel histórico de gran importancia en
ción la ciudad rusa. Más aún, todos los Grecia, disponemos de muchas fuentes
conflictos evocados por Dostoievski, los para corroborar su existencia y entender
juegos políticos y sociales son elemen- quiénes fueron. Hay así una realidad his-
tos que se dieron históricamente. Sin tórica innegable de cada uno de ellos.
embargo, a pesar de estas precisiones, a Sin embargo, también sabemos gracias
pesar de que podamos encontrar en a estudios precisos realizados a lo largo
Moscú lo esencial del marco que Dos- del siglo XX, que sus existencias históri-
toievski no da a ver en sus obras, nadie cas están muy lejos de la manera de la
podría mostrar, ni nadie pensaría seria- cual Platón los presenta y los utiliza. Así,
mente que los personajes de Dos- Gregory Vlastos (Vlastos, 1991) pudo
toievski que se desempeñen dentro de mostrar que el Sócrates de Platón no es
este marco histórico existieron. Así, el el Sócrates histórico, aunque Sócrates
mostrar la adecuación intra-textual y haya existido. De la misma manera, la
extra-textual de un marco dentro del gran helenista Jacqueline de Romilly
cual están situadas las acciones de un (Romilly, 1995) mostró que el Alcibíades
texto no basta para garantizar la existen- histórico no es el Alcibíades tal como lo
cia de los personajes de esta acción. presenta Platón. Este trabajo y este aná-
Pero más allá del problema entre los per- lisis se podrían realizar para cada uno de
sonajes y el marco dentro del cual se los personajes de Platón ya que al no ser
desenvuelven, el problema puede ser un historiador, Platón no pretende pre-
extendido al sentido de existencia de los sentar a sus personajes de manera his-
mismos personajes. Podemos perfecta- tórica, sino dándoles el sentido que
mente imaginar que rastros arqueológi- permite explicar el triunfo de Sócrates
cos nos demestren la existencia de en cada uno de los diálogos, y presentar
algún personaje histórico sin que este una oposición filosófica radical entre
tenga el sentido que le da cierto texto. ellos y Sócrates. Hay así una ruptura her-
Conocemos muchos casos de esta di- menéutica entre lo intra-textual y lo
vergencia entre verdad histórica y sen- extra-textual, a pesar que puedan tener
tido intra-textual de un personaje en el un referente común.

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Podemos entonces concluir con hacer, y mientras más tenga claras sus
dos afirmaciones de estas reflexiones en fronteras, más precisa y eficiente puede
lo que se refiere a las diferentes posicio- ser dentro de sus límites11. Notemos así,
nes intelectuales en arqueología bíblica. por ejemplo, que cuando la física aban-
Primero, el hecho que la arqueología bí- dona la pregunta “por qué” para limitarse
blica confirme la existencia histórica del a la pregunta “cómo”, es cuando realiza
marco en el cual se desempeñan los sus avances más espectaculares en la ex-
personajes de la Biblia no nos permite plicación de fenómenos a lo largo del
deducir la existencia histórica de estos siglo XVII. Igualmente, cuando abando-
personajes. Segundo, aunque se pueda namos el sueño de conocer a las cosas
llegar a demostrar la existencia histórica tales como son para limitarnos a los ob-
de los personajes de la Biblia, en ningún jetos tales como puede conocerlos el
caso esto demostraría que el sentido his- entendimiento humano, la ciencia mo-
tórico que tuvieron es el sentido que la derna presenta sus mayores avances. De
Biblia describe o que la Biblia les da. Para esta manera, establecer sus límites para
utilizar el vocabulario creado por De- una ciencia no es construirse como cien-
leuze (Deleuze & Guattari, 1991, 60-81), cia pobre, sino al contrario reforzar sus
podemos decir que la arqueología bí- posibilidades y ampliar el nivel de cer-
blica podrá, en el mejor de los casos, de- teza accesible dentro de ciertas fronte-
mostrar la existencia histórica de tal o tal ras. Según el paradigma maximalista de
persona, podrá tal vez certificar la exis- la arqueología bíblica, muchos creyentes
tencia con una probabilidad que se podrían ver en este límite de la arqueo-
acerque al cien por ciento; sin embargo, logía bíblica una razón de abandonar su
no podemos y no debemos esperar de fe ya que buscan en la arqueología razo-
ella que valide los personajes conceptua- nes de creer, con pruebas de la existen-
les de la Biblia; es decir, que valide el sen- cia de tal acontecimiento histórico. Tal
tido que estos personajes tienen en los vez por esta razón, la crítica de la ar-
textos. queología bíblica puede ser percibida
como una agresión por parte de mu-
Esta oposición entre verdad histó- chos creyentes. Esto sería un error muy
rica y sentido intra-textual no nos debe grande, y se debería poder trabajar de
llevar a condenar a la arqueología bí- forma racional y razonable en arqueolo-
blica. Al contrario, toda ciencia se define gía bíblica ya que los maximalistas no
por sus límites, por lo que no puede deberían olvidar que la fe, en su etimo-
11
Podremos ver en los textos de Descartes en qué medida es un proceso de reducción del objeto de la ciencia
moderna que le permitió avanzar de manera tan rápida y eficiente (Descartes, 1984). Y para entender en qué
medida esta reducción determina toda una nueva ontología que nos hace pasar de la cosa al objeto, el lector
podrá ver el libro clásico de Jean-Luc Marion (Marion, 2008).

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logía latina de fides (es decir confianza), incertidumbre. A la diferencia de la aper-


supone cierta ignorancia y supone la in- tura incondicional hacia una alteridad
certidumbre. Quien supiera que Dios que supone la confianza en el caso de la
existe o quien habría podido, tal como fe, el conocimiento siempre presenta
lo soñaron varios filósofos desde An- cierta clausura del sujeto sobre sí mismo,
selmo a Leibniz, demostrar la existencia aunque sea en el hecho que los objetos
de Dios, dejarían de inmediato de creer del saber siempre son objetos para un
para saber. Paradójicamente, un acto de sujeto. Así, la crítica epistemológica de la
fe solo puede existir en un estado epis- posición maximalista en arqueología bí-
temológico débil, es decir en un estado blica no se presenta bajo ninguna cir-
que no encuentre raíces racionales que cunstancia como cuestionamiento de la
lo garanticen12. No tenemos fe de que la fe ni de la religión; al contrario, al esta-
tierra gire alrededor del sol, lo sabemos, blecer otra vez las fronteras, tal vez per-
por lo que no demostramos ninguna mita, como lo vamos a ver ahora,
confianza incondicional en los astros al clarificar el estatuto epistemológico de
afirmar el heliocentrismo. Sabemos cal- la Biblia y de los textos de manera gene-
cular sus trayectorias y prever los eclip- ral en un sistema religioso. Para esto, ne-
ses. Por lo tanto, nuestro conocimiento cesitamos regresar a las raíces judías del
elimina todo tipo de confianza en ellos. cristianismo e interrogar la posición ma-
Al contrario, nuestra fe en Dios necesita, ximalista de la arqueología bíblica desde
para manifestarse como confianza infi- un punto de vista judío.
nita y no como saber, padecer de cierta

TOLDOT: LA BIBLIA COMO LIBRO DE HISTORIA


MÁS ALLÁ DE LAS HISTORIAS

Hemos opuesto más arriba en este plejidad en nuestro trabajo puesto que
trabajo, la descripción de la verdad his- ambas nociones juegan un papel muy
tórica al relato del sentido que le damos importante en la arqueología bíblica
a eventos cuya realidad histórica no im- dado que no hay arqueología bíblica sin
porta. Podríamos encontrar aquí una de alguien (o una teoría) que le dé sentido
las posibles oposiciones entre Historia y a los hechos o rastros considerados
mitología. Esta oposición de la verdad y como verdaderos. Al haber en la arqueo-
del sentido nos permite introducir com- logía una parte de búsqueda de la ver-
12
Para una conceptualización brillante de esta oposición entre el conocimiento que siempre requiere el con-
cepto de Dios creado por la metafísica y la fe en Dios, podremos ver el libro de Jean-Luc Marion (Marion,
2010).

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dad y una parte de donación de sentido, cuentra en el título de la obra de Heró-


bien vemos que esta disciplina se debe doto que ocupa para muchos el papel
pensar al cruce de la Historia y de la mi- originario de la historiografía. El opus que
tología. Sin embargo, las relaciones entre reúne los nueve libros de su Historia de
Historia y mitología no se deben limitar las guerras médicas se titula efectiva-
a lo que nosotros percibimos de ellas ya mente historia (Heródoto, 2011). Sin em-
que lo que solemos entender por “His- bargo, esta palabra en griego se debería
toria” en las lenguas romances está su- o, por lo menos, se podría traducir por
mamente determinado por la herencia investigación o exploración, tal como lo
común del latín y del griego, de la vio perfectamente su traductor fran-
misma manera que lo que sucede para cés13. Si aceptamos que Historia en este
la palabra mitología. Es interesante notar contexto griego signifique investigación
para nuestra problemática que tanto la o exploración de los hechos, bien vemos
palabra mitología como la palabra histo- que se relaciona de forma fundamental
ria provienen del vocabulario griego y con la intención de relatar los hechos tal
están entonces completamente deter- como se desarrollaron en la realidad, es
minadas (aunque sea de manera incons- decir que se relaciona con la verdad. La
ciente) por el pensamiento griego. Pero preocupación de la adecuación entre
el hebreo, lengua en la cual deberíamos eventos intra-textuales y eventos extra-
leer el pentateuco y darle sentido, pro- textuales se puede legítimamente lla-
viene de otra herencia, liberada de las marse preocupación por la verdad.
determinaciones griegas y romanas, o Efectivamente, recordemos aquí que en
más bien dicho todavía no determina- el ámbito griego, la verdad se define de
das por una herencia griega y romana. forma muy precisa como la adecuación
Por lo tanto, tal vez podamos afirmar de una proposición y de una realidad:
que la Biblia es un libro de Historia y no “Así […] similarmente las oraciones son
de historias, si es que entendemos por verdaderas según sean las cosas reales.”
Historia otra cosa que lo que las reso- (Aristóteles, 1999, 9, 19a, 166) Esta defi-
nancias griegas nos dejan oír en esta pa- nición de la verdad como adecuación
labra. Esto nos permitirá precisar el tiene un impacto directo sobre la defini-
estatuto de la Biblia y por lo tanto tam- ción de la historia que por lo tanto se de-
bién el de la arqueología bíblica. fine como búsqueda de la verdad, en
este sentido preciso de adecuación del
Una de las primeras apariciones de discurso con los eventos reales, o de lo
la palabra historia en los textos se en- intratextual y de lo extratextual. En este

13
Notemos que de hecho el último traductor francés de la obra de Heródoto decidió darle como título: L´en-
quête (es decir, literalmente, la investigación). Cf. (Heródoto, 1985).

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sentido deberíamos establecer una fron- eventos” ni con la verdad en su definición


tera epistemológica casi hermética entre griega, sino con la producción de sen-
historia y mitología usando el criterio de tido y la dirección que se debe tomar
la relación con la realidad de los eventos como pueblo judío. Más allá de una ade-
transcurridos. Cuando la historia se pre- cuación, es un problema de dirección
ocupa de los referentes extratextuales y que encontramos en la palabra Toldot.
por lo tanto de la verdad, la mitología Cuando los judíos nos dicen entonces
podría entenderse como pura relación que la Torah es un libro de Historia, no lo
de sentido intratextual, sin necesidad entienden en el sentido griego de histo-
que este sentido tenga alguna referen- ria sino en el sentido hebreo de toldot.
cia extra-textual. Nos es fácil entender esto ya que la Torah
nunca pretendió darnos una definición
Sin embargo, esta diferencia solo griega del pueblo judío sino una defini-
es posible a condición de que acepte- ción judía del pueblo judío. Tomemos
mos la definición griega de la verdad y dos ejemplos para aclarar este punto de
de su impacto sobre la definición de la lo que puede ser una versión judía de la
Historia. Pero, lo que los hebreos entien- Historia en oposición a su versión griega.
den por Historia no está enmarcado den- Esto permitirá aclarar en qué medida y
tro de los conceptos que acabamos de en qué sentido se puede decir que la Bi-
describir ya que en hebreo historia se blia es un libro de Historia. Hagámoslo
dice toldot y que por razones cronológi- con un ejemplo filológico y con otro que
cas obvias, no proviene de la tradición nos lleva al corazón de la arqueología bí-
griega. Así, cuando hablamos de Historia blica.
en el mundo griego o en el mundo he-
breo, hablamos de dos disciplinas radi- Todos conocemos el texto de Gé-
calmente diferentes, que deben enton- nesis en el cual se relata la creación de la
ces ser analizadas de manera distinta. La mujer, que es la base de veinte siglos de
Historia tal como la entienden los he- machismo occidental:
breos, es decir la Historia como Toldot y
no como historia proviene de una raíz Entonces el Señor Dios hizo caer sobre
hebrea que significa “generar” o “produ- el hombre un profundo sueño, y
cir”14. Por lo tanto, este sentido de la pa- cuando este se durmió, tomó una de
labra Historia no está vinculado con la sus costillas y cerró con carne el lugar
vacío. Luego, con la costilla que había
visión de la Historia como “relato de los
14
“[…], le terme utilise par la Bible pour désigner l’Histoire au sens d’historia n’a pas du tout la même racine que
cette première série de termes. Il s’agit du mot toldot, qui vient de la même racine que léda, lalédet, naissance,
naître, et que l’on traduit généralement par histoire qui n’est que son sens second, toldot signifiant littérale-
ment engendrement. » (Dureau, 2001, 95).

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sacado del hombre, el Señor Dios sentido del texto más allá de su realidad
formó una mujer y se la presentó al factual. Este texto no nos dice la verdad
hombre. El hombre exclamó: «¡Esta sí de la relación hombre-mujer sino el sen-
que es hueso de mis huesos y carne tido de esta relación para los judíos, sen-
de mi carne! Se llamará Mujer, porque
tido que es el siguiente. Recordamos que
ha sido sacada del hombre». Por eso el
hombre deja a su padre y a su madre en la Biblia, todo lo que no está creado a
y se une a su mujer, y los dos llegan a partir del hombre está a su disposición:
ser una sola carne (Génesis, 2, 21-24). vegetales, animales y mundo inorgánico
están a disposición del hombre ya que al
Si aceptamos la concepción no provenir de él han sido creado de
griega de lo que significa Historia y de cierta forma para él. Sin embargo, al pro-
su correlación con cierta visión de la ver- venir de la misma materia que la del
dad, los judíos nos recuerdan con razón hombre, la mujer goza de la misma dig-
en sus interpretaciones que esto no nidad que él frente a Dios y frente a la
puede ser una Historia ya que todos Creación, es decir frente a lo absoluto.
vemos y sabemos que la mujer no pro- Bien vemos aquí la diferencia entre His-
viene del hombre sino que tanto hom- toria y toldot, entre producción de ver-
bres como mujeres provienen del útero dad y producción de sentido, y
de las mujeres, más aún cuando sabe- podemos medir las consecuencias radi-
mos que en hebreo Adam es un plural y calmente diferentes que tienen estas
que por lo tanto el Adam del cual nos lecturas en lo que se refiere a la arqueo-
habla la Biblia no es un hombre sino el logía bíblica. Para los judíos, ya que Gé-
mismo colectivo humano15. Si leemos nesis nos da la dirección hermenéutica
entonces este texto con los conceptos en la cual se desarrolla la humanidad (y
griegos en la mente, estamos condena- no su verdad entendida como adecua-
dos a decir que son textos mitológicos y ción de un discurso y de una realidad
relegarlos en el campo de la fe de cada extra-textual), podemos preguntarnos la
uno sin que ninguna ciencia pueda in- legitimidad de investigaciones arqueo-
tentar aclararnos estos puntos. Si acep- lógicas al respeto y lo que podrían apor-
tamos entonces la dicotomía griega tar a esta creación de sentido.
entre Historia y mitología, sin duda al-
guna la Biblia está más cerca de la mito- Pero tomemos un ejemplo que
logía que de la Historia. Pero si acepta- generó debates al interior de la misma
mos leer el texto con el concepto hebreo arqueología bíblica para precisar las con-
de Historia, es decir toldot, se aclara el secuencias de la oposición entre historia

15
Para una magistral interpretación filosófica y filológica de la Torah podremos ver el libro de Josy Einsenberg
y Armand Abécassis (Einsenberg & Abécassis, 2004).

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y toldot: el caso complicado del Éxodo. toricidad. Y en lo que se refiere al Éxodo,


Todos conocemos el libro famoso de los estos dos arqueólogos plantean proble-
arqueólogos Finkelstein y Silberman que mas que cuestionan a la Biblia como his-
produjo un gran debate en la arqueolo- toria en su sentido griego. ¿Cómo
gía bíblica (Finkelstein & Silberman, 2001) imaginar que la huida de 600 000 perso-
y más allá en el mundo académico. Tal nas de un imperio que contaba con 3
como lo preguntan estos dos arqueólo- millones de ciudadanos no haya produ-
gos: ¿sería posible que lo que nos cuenta cido consecuencias tremendas en el
el segundo libro de la Biblia tenga alguna mismo imperio egipcio? Si Éxodo fuese
realidad histórica? Si bien disponemos un relato histórico en el sentido griego
de rastros arqueológicos –sobre todo de la Historia, deberíamos encontrar ras-
pinturas– que nos indican la presencia tros de este en el desierto del Sinaí, así
de semitas en las tierras de Egipto, ¿qué como en las consecuencias que hubiera
podemos decir del Éxodo como tal? producido en el mismo imperio egipcio.
Según piensen los arqueólogos, este Sin embargo, no encontramos ni lo uno
éxodo se hubiera producido alrededor ni lo otro. Notemos además que en este
del siglo XIII aC ya que aparece el pueblo caso no podemos ni siquiera invocar un
de Israel en un jeroglífico –y uno solo– problema de cronología para salvar la
egipcio. Podemos entonces bien imagi- historicidad griega del Éxodo, ya que
nar que la arqueología bíblica apoya de cualquiera que sea el siglo en el cual se
manera muy fuerte la presencia de se- haya producido este éxodo, hubiera te-
mitas en el Egipcio antiguo. Sin em- nido que dejar algún rastro sobre el reco-
bargo, esta interpretación se enfrenta a rrido de las centenas de miles de hebreos
problemas muy complicados a la hora y hubiera tenido que tener un impacto
de evaluar la realidad del Éxodo como muy fuerte en el imperio egipcio.
tal. Efectivamente, tal como lo señala el
libro de Finkelstein y Silberman, ¿cómo Sin embargo, bien vemos una vez
imaginar que una presencia de casi cua- más que el cuestionamiento del carácter
renta años en el desierto del Sinaí, pre- histórico del Éxodo solo es posible y con-
sencia de centenas de miles (600 000) cebible dentro de cierta concepción de
de personas, no haya dejado ni el mí- la Historia, la concepción griega. Pero el
nimo rastro que podamos encontrar hoy tomar la perspectiva judía sobre el con-
en día? Si tomamos a la arqueología bí- cepto de historicidad de la Biblia nos
blica en serio cuando nos aporta rastros puede ayudar a avanzar en nuestras in-
a favor de la historicidad de la Biblia, terpretaciones y precisar lo que se
también debemos tomarla en serio puede esperar de la arqueología bíblica.
cuando pone en peligro esta misma his- Es notable que si bien el libro de Finkels-

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tein y Silberman tuvo repercusiones ciéndonos entender que el pueblo judío


fuertes en la arqueología bíblica y en la únicamente puede liberarse de las leyes
política que la utiliza, no tuvo casi nin- humanas que le oprimen (las leyes egip-
gún impacto en lo que se refiere a la te- cias de faraón) si se somete a las leyes di-
ología judía. A pesar de los múltiples vinas reveladas en el Sinaí. De esta
debates políticos, ningún rabino se es- manera, el Éxodo no nos dice la verdad
candalizó de la tesis defendida por este del pueblo judío (verdad entendida
libro. Los rabinos, con su silencio, nos como adecuación de un discurso con
ayudan a entender cuál es el estatuto una realidad) sino su sentido: el pueblo
histórico de la Biblia para los judíos y lo judío es un pueblo que solo puede exis-
que nos quieren decir cuando nos dicen tir mientras se somete a los mandamien-
que la Biblia es un libro de Historia. Los tos de Dios. De hecho, es notable para
rabinos nos ayudan a entender en qué esta interpretación que en el judaísmo
medida el relato del Éxodo tiene una fun- nada es sagrado de por sí: ni instrumen-
ción interpretativa según lo que requiere tos, ni palabras, ni gestos, ni siquiera una
el concepto de Historia pensado como tierra. Lo sagrado solo puede ser tal si el
toldot, fuera de la tradición griega. Efec- uso que se hace de él respeta las leyes
tivamente, para los rabinos del Talmud, divinas. Así, la arqueología bíblica que se
la función del Éxodo es la de hacernos focaliza sobre los rastros del Éxodo no
entender cómo pasamos del hebraísmo podría, por definición, ni confirmar ni in-
al judaísmo (Abécassis, 2003) y por lo firmar este, ya que se trata de sentido y
tanto el explicarnos como el judaísmo se no de la verdad del pueblo judío, de tol-
presenta como relevo del hebraísmo, dot y no de historia. El Éxodo nos daría
podríamos casi decir como Aufhebung entonces mucho más el sentido que la
del hebraísmo si aceptamos con Derrida verdad del pueblo judío que es un pue-
que Aufhebung se debería traducir por blo que solo puede existir como pueblo
relevo. Podemos entonces leer al Éxodo judío en cuanto aplica, esté en donde
como toldot del pueblo judío (Historia esté, las leyes divinas que lo definen
como generación del pueblo judío), ha- como pueblo.

CONCLUSIÓN

Podemos entonces imaginar, gra- textos sagrados dos capas de interpre-


cias a esta articulación de historia y tol- tación articuladas como un palimpsesto
dot, que coexisten en la Biblia y en los hermenéutico16, lo cual nos permite pre-

16
En este sentido, no es totalmente un azar, que uno de los más grandes filósofos judíos del siglo XX, Emmanuel
Levinas, describa a su propia filosofía como un palimpsesto que se articula entre Atenas y Jerusalén: “La pre-

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cisar lo que podemos esperar de la ar- gran valor de la arqueología bíblica tal
queología bíblica. Algunos puntos de la vez sea el de poder aclarar este punto, y
Biblia sin duda plantean el marco histó- el permitirnos distinguir entre los textos
rico dentro del cual se desarrollan los que se deben leer según la concepción
eventos importantes, y este marco pue- griega de la Historia, de los textos que
de y debe ser estudiado por los arqueó- debemos interpretar según la concep-
logos para revelarnos el contexto preciso ción hebrea de toldot. Así al limitar el
en el cual fueron redactados los textos. campo de investigación de la arqueolo-
Así, la presencia de semitas en Egipto pa- gía bíblica y sus pretensiones (sobre
rece incontrastable, asimismo la crucifi- todo las de los defensores de la posición
xión de un judío llamado Ieshoua en la maximalista en arqueología bíblica que
parte oriental del imperio romano, en esperan encontrar en ella una confirma-
una región bajo la responsabilidad de un ción y una justificación de su fe), amplia-
tal Pilates 17. Sin embargo, más allá de la mos en realidad sus horizontes ya que
interpretación histórica de muchos even- más allá de su propia especificidad ar-
tos, podemos pensar con los rabinos que queológica, podemos hacer de ella una
existen en la Biblia algunos textos cuyo meta-ciencia que nos permite distinguir
único objetivo es el de darnos el sentido los textos que deben ser leídos con los
de la aventura humana más que su ver- ojos del historiador de los textos que
dad; así, por ejemplo, el del Éxodo o el deben ser interpretados con los ojos del
del Génesis. En estos casos la arqueología creyente. Su valor no se limita entonces
bíblica no nos es de ninguna ayuda para a aumentar nuestros conocimientos en
poder entender los textos ya que va más arqueología ya que gracias a ellos en-
allá de sus capacidades epistemológicas. cuentra un valor para los filósofos, los te-
ólogos, antropólogos y cualquier ser
Sin embargo ya que no podemos humano que quiera encontrar posibles
hacer a priori la diferencia entre estos salidas del laberinto hermenéutico que
dos tipos de texto (los que apuntan a la representa la Biblia.
verdad y los que apuntan al sentido), el

gunta tiene un alcance más general: las sagradas escrituras leídas y comentadas, en Occidente, ¿han inclinado
la escritura griega de los filósofos o sólo están unidas a ellos teratológicamente? ¿Filosofar es descifrar en un
palimpsesto una escritura oculta? ” (Levinas, 2009, 129). Para una interpretación de la filosofía como palimp-
sesto en Levinas podremos ver el estudio de Benny Levy (Levy, 2009).
17
Escribimos aquí “un tal Pilates” sin desprecio ninguno, solo queremos marcar que la arqueología bíblica no
nos puede demostrar (ya que no entra dentro de sus competencias) que el Pilates histórico es el Pilates bíblico,
ya que si la primera nos revela su verdad, la segunda solo se ocupa de su sentido.

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