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Cultura Clásica 2º de E.S.O.

Marco geográfico de Grecia:

Desde el Neolítico, la Península Balcánica ha estado habitada por distintos pueblos, de


muy distintas procedencias. Alrededor del siglo XIII a. C. se establecen los primeros habitantes
de origen indoeuropeo, que darán lugar, poco a poco, a la civilización griega clásica

1. Grecia y el Egeo

Grecia es un país orientado al mar. Se ubica en el extremo oriental del Mediterráneo,


ocupando el sur de la Península de los Balcanes, una zona con pocas llanuras y costas muy
recortadas. Este aspecto influyó decisivamente en la historia y el carácter de los griegos: puesto
que se dispone de poco terreno donde cultivar o establecerse, los griegos pronto comenzaron
importantes relaciones comerciales (casi todas ellas marítimas) con pueblos vecinos, como los
fenicios. Además, fueron los protagonistas de una gran colonización que se extendió desde la
costa de la actual Turquía hasta el levante español. Por ello, encontramos muchos restos de
ciudades griegas por todo el Mediterráneo.

La Grecia Antigua queda limitada al norte por las regiones de Macedonia y Tracia
(actual Bulgaria). Al oeste, separándola de Italia, encontramos el Mar Jónico y al este, el Mar
Egeo, salpicado de pequeñas islas. Al sur se encuentra la isla de Creta, donde habitaron los
minoicos, protagonistas del primer periodo de la historia de Grecia.

Desde el punto de vista geográfico, podemos dividir el mundo griego en las siguientes
zonas:

1. Grecia Continental: Ocupa la zona sur de los Balcanes. En ella se encuentran


regiones como Tesalia, Beocia o el Ática, cuya capital fue la ciudad de Atenas. En la zona norte
encontramos el Monte Olimpo, la cima de los Balcanes, en cuyas nevadas cumbres habitaban
los dioses.

2. Península del Peloponeso: Separada de la zona continental por el Istmo de Corinto,


en esta pequeña península se desarrolló la primera cultura griega de importancia: los
micénicos. Aquí encontramos ciudades como Micenas o Esparta (la gran rival de Atenas).
También se ubica aquí el Santuario de Zeus de Olimpia, sede de los Juegos Olímpicos de la
Antigüedad.

3. Grecia insular: Las islas ocupan un lugar muy importante en la historia de Grecia. La
mayor de ellas, Creta, situada al sur del Egeo, llegó a controlar toda la región. Allí, según la
mitología, se encontraba el Laberinto donde vivía el Minotauro. Al oeste de la zona continental
se encuentran las Islas Jónicas. Destacan Ítaca (patria de Ulises) y Corcira o Corfú (puente de
unión entre Grecia y Roma). Por su parte, el Egeo está repleto de numerosas islas e islotes.
Destacan entre ellas las Cícladas (que albergaron una cultura propia en el Neolítico) o las islas
de Lesbos, Lemnos, Quíos o Rodas, grandes focos culturales durante la Antigüedad.

4. Asia Menor: Alrededor del siglo IX a. C., los habitantes de la Grecia Continental
consideraron necesario fundar nuevas colonias donde establecerse. La primera zona que
controlaron fue la costa de la actual Turquía. Allí encontramos ciudades como Mileto, Éfeso,
Pérgamo o Halicarnaso. Rápidamente se convierten en importantes centros culturales. De
hecho, en la ciudad de Mileto vivieron e impartieron sus enseñanzas los primeros filósofos.

Marco geográfico de Roma


1. Roma: del Lacio al Mare Nostrum

La ciudad de Roma se ubica en la región del Lacio, en el centro de la Península Itálica. El


río Tíber atraviesa la zona, conformando una fértil vega que permite asentamientos humanos
más o menos estables. Además, encontramos varios sistemas de suaves colinas, lo que
favorece la defensa del terreno.

Los últimos 30 km. del río son navegables, hasta un vado rodeado por siete colinas en
los que se asentaron los primeros habitantes de Roma. Por tanto, nos encontramos en una
zona llana, cercana al río y defendida por una serie de colinas. Es posible la comunicación con
el mar Tirreno gracias a la navegabilidad del río.

En este ambiente se establecieron los primeros romanos, en una colina llamada


Palatino. Junto con el Esquilino, Capitolio, Celio, Viminal, Quirinal y Aventino, forman el
septimontium o las Siete Colinas de Roma.

Con el paso del tiempo, estos romanos fueron adueñándose, primero de Italia, y
después del resto de la costa Mediterránea, controlando desde la Península Ibérica hasta Siria,
y desde las Islas Británicas hasta el Desierto del Sáhara. Por tanto, el Mediterráneo es el eje
vertebrador de todo el imperio y, por ello, los romanos lo llamaron Mare Nostrum, el “mar
nuestro”.

Por su parte, la Península Itálica goza de una gran importancia estratégica. Se sitúa en
el centro del Mediterráneo, rodeada por el Mar Tirreno al oeste, y el Adriático al este y
separándola de los Balcanes. Los Apeninos la atraviesan longitudinalmente de norte a sur,
formando amplias llanuras en las zonas costeras. Al norte, separando la región del continente
europeo, encontramos los Alpes. En cuanto al territorio insular, las islas de Córcega y Cerdeña,
en el Tirreno, no gozaron de una importancia destacable en época antigua; al contrario que
Sicilia, al sur, escenario de varias batallas y primer territorio controlado por Roma fuera de la
Península.

Pericles: https://www.youtube.com/watch?v=bf-5uNp2qWc

Augusto: https://www.youtube.com/watch?v=Eqb5mAJ71IM

Alejandro Magno: https://www.europapress.es/sociedad/noticia-quien-era-alejandro-


magno-20150116215524.html

Dioses olímpicos: https://www.youtube.com/watch?v=hHKbwcGZe3g&t=1s

La guerra de Troya: https://www.nationalgeographic.es/historia/mito-y-realidad-sobre-la-


guerra-de-troya

Héroes y heroínas: haz un breve resumen de la vida de estos héroes: Odiseo, Atalanta,
Hércules, Perseo (se hará una pregunta sobre estos héroes en el examen)
Escultura:

La escultura es la manifestación artística en la que más

destacaron los griegos. El tema que más repitieron fue el del


cuerpo humano, que sirvió para representar a héroes, divinidades
y mortales.

Escultura de Poseidón

Al igual que en su arquitectura, los griegos valoraron especialmente la proporción, el equilibrio


y el ideal de belleza. Los materiales que más emplearon fueron el mármol (coloreado) y el
bronce.

K
u
r
o
s

En función de la evolución técnica, pueden distinguirse tres etapas:

La época Arcaica (s. VII y VI a. C.)

La Venus de
Auxerre

Fuente: Museo del


Louvre

Durante la misma las figuras eran representadas normalmente de manera estática (sin
movimiento), de frente (ley de la frontalidad) y en posturas rígidas. Sus ojos eran grandes y
expresaban una sonrisa forzada (sonrisa arcáica). En ellas se aprecia una clara influencia de la
escultura egipcia. Son muy representativos de este período los llamados "Kuroi" (jóvenes
atletas).

Discóbolo de Mirón

La época Clásica (s. V y parte del IV a. C.)

Las figuras se hicieron más naturales y expresivas, adquiriendo más movimiento y posturas
menos forzadas.

Eculturas del Partenón

Desapareció la ley de la frontalidad. Los escultores se afanaron en la búsqueda de la perfección


y la belleza ideal, aplicando estrictos cánones o reglas en sus obras. Fidias (esculturas del
Partenón), Mirón, Policleto y Praxiteles fueron los más importantes.
La época Helenística (s. IV-II a. C.)

Laocoonte
En este período las esculturas fueron dotadas de mayor dinamismo (movimiento), así como de
gran realismo. Ya no se trataba de representar el ideal de belleza, sino la naturaleza tal cual es,
fuese alegre o dolorosa, bella o fea o, incluso, trágica (Muerte de Laocoonte y sus hijos).

Fuente: Museo del


Louvre

La escultura griega fue imitada y reproducida por los romanos. Gracias a ellos conocemos
cómo fueron muchas de las grandes obras hoy desaparecidas. Al igual que la arquitectura,
ejerció una importantísima influencia en estilos más modernos, tales como el renacentista y el
neoclásico.

El matrimonio:

Divorcio en Roma:
El divorcio se hacía de forma informal, porque bastaba con que el hombre se levantara con el
pie izquierdo para que echara a la esposa del domicilio conyugal. Los hijos permanecían con el
padre.
En el caso de que fuera por esterilidad, la situación siempre se le adjudicaba a la mujer y el
desposado tenía derecho a separarse.
Tan fácil era que el hombre abandonara a la mujer como que la mujer abandonara al hombre,
aunque en este caso se perdía cierto estatus social.
En la época imperial la escasez del género femenino fue tan intensa que algunas de ellas
podían cambiar de esposo cada año.El usus,era la forma más arcaica del matrimonio,
contemplaba una forma de divorcio inmediato en caso de que la esposa pasara tres noches
seguidas fuera de la vivienda.
Divorcio en Grecia:
El divorcio en Grecia era semejante al de Roma.Una de las diferencias es que había un contrato
matrimonial en el que establecía que si había una disolución de su matrimonio los bienes
comunes estén asegurados, ya que las mujeres solían sufrir un daño financiero. En este
contrato también dice cual debe de ser la conducta sexual del marido, lo que introduce el
impedimiento de llevar a la casa una segunda mujer, tener hijos con otra dama o vivir en una
casa que no sea la suya.

Nacimiento, infancia y muerte:

La muerte en Grecia:
En la Grecia Antigua, un funeral era mucho más complejo que un enterramiento o una
cremación del cuerpo. Se llevaban a cabo unos ritos que tenían la propiedad de ayudar al alma
muerta en su tránsito del mundo de los vivos al mundo de los muertos. Del perfecto
cumplimiento del ritual dependería la salvación del individuo, es decir, el alma no vagaría en
una eterna angustia. Cuando el alma de Patroclo se pareció en sueños a Aquiles, le suplicó que
incinerase su cuerpo, ya que, al no haber sido enterrado, no podría cruzar el río que le
separaba del Hades. Por lo tanto, el enterramiento era considerado necesario para llegar al
Hades. El rito era un eslabón tan importante como el nacimiento, el matrimonio, porque los
griegos consideraba la muerte un nuevo status. Entre la separación del cuerpo (soma) y la
incorporación al Hades, el alma permanecía en un periodo neutral, es decir, no formaba parte
del mundo de los vivos ni del mundo de los muertos. Era muy común entre los griegos un
cierto tiempo de demora a la hora de completar el rito, porque no podían aceptar que el alma
de un ser querido se dirigiera al Hades inmediatamente. La historia de Sísifo, por ejemplo,
ordenó a su esposa que se demorara todos los rituales funerarios tras su muerte, para poder
persuadir a Perséfone de que le permitiera a regresar a la tierra de los vivos.

Los griegos establecían diferentes categorías entre los muertos para distinguir a las personas
según su posición social: suicidas, niños, jóvenes y esclavos a menudos se enterraban, casi
nunca se incineraban. Sólo las personas con una posición económica apropiada eran
incineradas. En el caso de Áyax, tras suicidarse, al principio no fue incinerado ni inhumado,
pero Ulises accedió a que fuera sepultado. En general, los suicidas no recibían ningún tipo de
honores. En la Grecia de Platón, por ejemplo, permitía el enterramiento de los suicidas, pero
en tierras alejadas del mundo civilizado.

Si los niños y adolescentes, en general, eran considerados personas que no participaban un


papel completo en la sociedad, para los esclavos tenían un protagonismo secundario a la hora
de su muerte. Es cierto, sobre todo en Atenas, que el amo tenía la obligación de hacerse cargo
del cadáver de su esclavo muerto, pero se ignora de sus ritos funerarios.

Se sabe que los niños, adolescentes y personas con una muerte prematura tenían una
condición especial. Se pensaba que vagaban como fantasmas ocupando un lugar inferior en la
vida ultraterrena. Así se desprende, en el caso de las almas de los niños, del mito sobre Gelo de
Lesbos, que se creía que ésta había muerto durante la infancia y se había convertido en un
fantasma que asustaba a los niños.

Esta costumbre consistía en colocar al difunto una moneda en la boca con la que pagar a
Caronte al viaje a través de la laguna Estigia, que separaba el mundo de los vivos del de los
muertos. La moneda tenía la misma función que el resto de objetos y alimentos que
acompañaban al fallecido, los cuales le servían para pagar el viaje, subsistir en esta fase de
impureza o hacer ostentación ante sus antepasados durante el período transitorio que precede
a la eternidad.

La educación en Esparta:

Las niñas también debían pasar por la "Eugenesia"

Las mujeres recibían también una educación gestionada por el Estado, basada en la gimnasia,
la lucha y el atletismo, y que tenía como finalidad principal capacitarlas para engendrar niños
sanos y fuertes, futuros guerreros. Se trataba de combatir los rasgos considerados femeninos
(gracia, cultura) mientras se endurecía el cuerpo. La mujer espartana llevaba habitualmente el
peplo arcaico, sin coser por el costado.

En las ceremonias religiosas y en las fiestas iban directamente desnudas, lo mismo que en las
competiciones públicas de atletismo o lucha.

La educación femenina buscaba también reducir al mínimo los sentimientos: el matrimonio no


debía ser sino la ocasión de producir futuros guerreros. Incluso el préstamo de esposas entre
amigos se consideraba normal, y no era oficialmente vergonzoso ceder la propia a alguien más
joven y fuerte para que engendrara de ella hijos igualmente vigorosos.

El matrimonio no era convenido por los padres, sino realizado de acuerdo con la voluntad de
los dos futuros cónyuges. A diferencia de la Grecia clásica, donde los jóvenes se casaban muy
pronto, en torno a los 14 ó 15 años, en Esparta el matrimonio solía concretarse hacia los 20
años. Ellas se dejaban “raptar” por el joven elegido y luego vivían una temporada cada uno en
su casa. Solamente se veían fugaz y esporádicamente, habitualmente en la noche o al
atardecer. Se decía que algunos hombres eran padres sin haber visto a su mujer bajo la luz del
sol.

Como contrapartida a su dura educación, las mujeres espartanas gozaron de una notable
libertad de movimientos, a diferencia de las demás mujeres griegas, recluidas casi de por vida
en el gineceo, practicaban deportes como los hombres y peleaban completamente desnudas.
Podían también heredar de sus padres, lo que les proporcionaba gran independencia de los
hombres y solían ser ellas las que administraban la economía familiar.

Las mujeres que asistían a los juegos olímpicos eran únicamente mujeres solteras y en "busca
de esposo". Las esposas y las niñas no podían asistir a estas fiestas.

Como madres fueron insuperadas, pues engendraban héroes.

Daban mucha importancia al escudo, ya que pensaban que no sólo cubría al portador sino
también al hombre que tenía al lado, por ello lo consideraban un símbolo de camaradería. De
ahí la famosa frase que dice una madre a un hijo antes de partir a la guerra: "Vuelve con tu
escudo o sobre él"

La educación en Atenas:

La educación ateniense atendía tanto al cultivo del cuerpo como de la mente. Los atenienses
pusieron el énfasis en el desarrollo de la razón y del sentido crítico, que ejercitaban en la vida
pública y en las manifestaciones culturales.

El Estado era el regulador de la educación, pero ésta no fue nunca monopolio del Estado; así:

Se respetaba la obligación cívica y moral de los padres a educar a sus hijos.

Y se garantizaba la libertad de la enseñanza.

Ya el comediógrafo Aristófanes, en su obra Nubes, testimonia la existencia de escuelas y critica


la educación que imparten.

La educación en la familia era muy deficiente. El padre no se preocupaba y estaba dirigido más
a la vida social. La madre ejercía escasa influencia debido a su ignorancia. El niño aprendía
poesía y cánticos. Se aprovechaba su afición a los cuentos y fábulas para inculcarle verdades
morales.
Los niños atenienses acudían a la escuela a los siete años. El proceso Educativo

Iniciándose en primer lugar en las humanidades.

Después en los deportes entre los 12 y los 14 años.

A los 18 eran declarados efebos, siendo desde ese momento el Estado quien se ocupaba de su
educación militar, política y administrativa durante tres años.

A los 21 eran declarados ciudadanos de pleno derecho.

La democracia ateniense sólo implicaba a los ciudadanos en las tareas de gobierno y en la


elaboración de las leyes.

Todos los ciudadanos eran iguales ante la ley, sólo existía diferenciación económica entre ellos.

La elección de cargos públicos se realizaba por sorteo, remunerando a aquellos ciudadanos que
no tenían posibles suficientes para dedicarse en exclusiva a la política.

De esta manera se impedía que los poderosos coparan los cargos más importantes.

Cómputo del tiempo:

Las kalendas, (palabras que algunos relacionan con kalare = llamar) indicaban el principio del
mes, cuando aparecía la luna creciente, y por tanto correspondían al día 1.
Las nonas indicaban el primer cuarto de luna y se correspondían con el quinto día de los meses
de Enero, Febrero, Abril, Junio, Agosto, Septiembre, Noviembre y Diciembre; y con el séptimo
día de los meses de Marzo, Mayo, Julio y Octubre.

Los idus indicaban la luna llena y se correspondían con el día 13 en los meses en que las nonas
caían el día cinco y con el día 15 en los que las nonas caían el siete

Escritura y alfabeto:

Cultura Clásica 3º de E.S.O.

Marco geográfico: Grecia

Marco geográfico de Grecia:

Desde el Neolítico, la Península Balcánica ha estado habitada por distintos pueblos, de


muy distintas procedencias. Alrededor del siglo XIII a. C. se establecen los primeros habitantes
de origen indoeuropeo, que darán lugar, poco a poco, a la civilización griega clásica

1. Grecia y el Egeo

Grecia es un país orientado al mar. Se ubica en el extremo oriental del Mediterráneo,


ocupando el sur de la Península de los Balcanes, una zona con pocas llanuras y costas muy
recortadas. Este aspecto influyó decisivamente en la historia y el carácter de los griegos: puesto
que se dispone de poco terreno donde cultivar o establecerse, los griegos pronto comenzaron
importantes relaciones comerciales (casi todas ellas marítimas) con pueblos vecinos, como los
fenicios. Además, fueron los protagonistas de una gran colonización que se extendió desde la
costa de la actual Turquía hasta el levante español. Por ello, encontramos muchos restos de
ciudades griegas por todo el Mediterráneo.

La Grecia Antigua queda limitada al norte por las regiones de Macedonia y Tracia
(actual Bulgaria). Al oeste, separándola de Italia, encontramos el Mar Jónico y al este, el Mar
Egeo, salpicado de pequeñas islas. Al sur se encuentra la isla de Creta, donde habitaron los
minoicos, protagonistas del primer periodo de la historia de Grecia.

Desde el punto de vista geográfico, podemos dividir el mundo griego en las siguientes
zonas:

1. Grecia Continental: Ocupa la zona sur de los Balcanes. En ella se encuentran


regiones como Tesalia, Beocia o el Ática, cuya capital fue la ciudad de Atenas. En la zona norte
encontramos el Monte Olimpo, la cima de los Balcanes, en cuyas nevadas cumbres habitaban
los dioses.

2. Península del Peloponeso: Separada de la zona continental por el Istmo de Corinto,


en esta pequeña península se desarrolló la primera cultura griega de importancia: los
micénicos. Aquí encontramos ciudades como Micenas o Esparta (la gran rival de Atenas).
También se ubica aquí el Santuario de Zeus de Olimpia, sede de los Juegos Olímpicos de la
Antigüedad.

3. Grecia insular: Las islas ocupan un lugar muy importante en la historia de Grecia. La
mayor de ellas, Creta, situada al sur del Egeo, llegó a controlar toda la región. Allí, según la
mitología, se encontraba el Laberinto donde vivía el Minotauro. Al oeste de la zona continental
se encuentran las Islas Jónicas. Destacan Ítaca (patria de Ulises) y Corcira o Corfú (puente de
unión entre Grecia y Roma). Por su parte, el Egeo está repleto de numerosas islas e islotes.
Destacan entre ellas las Cícladas (que albergaron una cultura propia en el Neolítico) o las islas
de Lesbos, Lemnos, Quíos o Rodas, grandes focos culturales durante la Antigüedad.

4. Asia Menor: Alrededor del siglo IX a. C., los habitantes de la Grecia Continental
consideraron necesario fundar nuevas colonias donde establecerse. La primera zona que
controlaron fue la costa de la actual Turquía. Allí encontramos ciudades como Mileto, Éfeso,
Pérgamo o Halicarnaso. Rápidamente se convierten en importantes centros culturales. De
hecho, en la ciudad de Mileto vivieron e impartieron sus enseñanzas los primeros filósofos.

Marco Histórico: Roma

Según la leyenda, en el año 753 a. C., Roma fue fundada por los gemelos Rómulo y
Remo, hijos del dios Marte. Con ello da comienzo el primer periodo de la historia de Roma,
denominado Monarquía (753 a.C. – 509 a. C.). Siete reyes (Rómulo, Numa Pompilio, Tulo
Hostilio, Anco Marcio, Tarquinio el Antiguo, Servio Tulio y Tarquinio el Soberbio) se sucedieron
en el poder. Los cuatro primeros reyes pertenecen a la dinastía latino-sabina (ss. VIII-VII),
mientras que los tres últimos pertenecen a la dinastía etrusca (ss. VII-VI), ya que este pueblo
(del que sabemos muy poco) dominó Roma durante un tiempo.

En el año 509 a. C. los aristócratas romanos derrocan a Tarquinio el Soberbio e


instauran una República. Este es el momento de mayor esplendor del mundo romano. Poco a
poco, Roma va ampliando su territorio: primero el Lacio, después Italia y, por último, ya en los
últimos años de este periodo, gran parte del Mediterráneo. En su avance, Roma tuvo que
enfrentarse con los Cartagineses en las Guerras Púnicas, tres conflictos (264-241; 218-201 y
149-146) que consolidaron a Roma como primera potencia mediterránea.

En el año 133 a. C. comienza un grave periodo de crisis política. Tras varios intentos por
solucionarla, finalmente Cayo Julio César, en el año 46, establece una dictadura, terminando
con una democracia que llevaba funcionando casi 500 años. César será asesinado en los Idus
de Marzo (15 de marzo) del 44 a. C. Sus sucesores, Marco Antonio y Octavio se enfrentarán por
el poder en una guerra civil. En el 31 a. C. Octavio derrota a Antonio y es proclamado princeps,
cambiando su nombre por el de Augusto.

Con Augusto comienza el último periodo de la historia romana: el Imperio, que se


divide, a su vez, en dos épocas: el Alto Imperio o Principado (27 a. C. – 284 d. C.), en el que
todavía se mantienen algunos valores republicanos; y el Bajo Imperio o Dominado (284 – 476
d. C.), en el que el emperador se considera dueño y señor de todo su pueblo. En el año 395 d.
C., el emperador Teodosio se vio en la necesidad de dividir su imperio en dos: Occidente, con
capital en Roma, y Oriente, con capital en Constantinopla. En 476 d. C., los pueblos bárbaros le
arrebatan el trono al último emperador de Occidente en Roma: Rómulo Augústulo. El Imperio
de Oriente o Imperio Bizantino seguirá resistiendo hasta que Constantinopla es conquistada
por los turcos en 1453.

Mujeres y hombres relevantes: busca en la siguiente página, información sobre al menos 4


mujeres relevantes y haz un resumen
https://asociacionhesperidesandalucia.es/2016/10/31/las-diez-mujeres-mas-importantes-
de-la-roma-antigua/

Cosmogonía: mitos principales: https://www.youtube.com/watch?v=wwhBwX1w24o

Mito de la creación: El mito de Prometeo

Según la mitología griega, la primera generación mística (las divinidades primordiales) creó la
raza de los Titanes. Estos, en la persona de Cronos, el dios del tiempo, destronaron al Cielo
(Caelus, Urano). Después, Zeus, hijo de Cronos, sucede a su padre, venciendo a la antigua
estirpe después de una guerra sangrienta que lleva a los olímpicos al poder.

El nombre “Prometeo” tiene su origen griego y significa el “Pre-Vidente” o que se anticipa a los
hechos. Prometeo no es un dios olímpico; es un titán (hijo de Japeto y Climene).

Prometeo sabía que en el suelo de la tierra reposaba la simiente de los cielos, por eso recogió
arcilla, la mojó con sus lagrimas y la amasó, formando con ella varias imágenes semejantes a
los dioses, los Señores del Mundo. “Los Hombres”.

Atenea, diosa de la sabiduría, que era su amiga, admiró la obra del hijo de los titanes e insufló
en las imágenes el espíritu o soplo divino. Enseguida, les dio a ellos para beber de un néctar
mágico para que pudiesen recuperar su pureza, regenerarse, en el caso de que un día la
perdiesen.

Fue así que surgieron, según la leyenda, los primeros seres humanos, que poblaron la tierra.
Aunque por mucho tiempo ellos no supieron hacer uso de la centella divina que habían
recibido, no teniendo siquiera conocimiento de cómo trabajar con los materiales de la
naturaleza que estaban a su disposición por todas partes.
Prometeo entonces se aproximó a sus criaturas y les enseño a controlar el fuego, a subyugar a
los animales y usarlos como auxiliares en el trabajo; les mostró como construir barcos y velas
para la navegación, les enseño a observar las estrellas a dominar el arte de contar y escribir, a
que descubriesen los metales debajo de la tierra y hasta como preparar los alimentos
nutritivos, ungüento para los dolores y remedios para curar las dolencias.

En cierta ocasión, estalló una disputa sobre que partes de un animal sacrificado debían ser
ofrecidas a los dioses y con que partes debían quedarse los hombres. Prometeo fue designado
juez en la disputa. El titán sacrificó un animal e hizo dos bolsas con su pellejo, en una depositó
la carne del animal tapado por las vísceras y en la otra puso los huesos cubiertos con la grasa
atractivamente colocada. Una vez hecho esto, le pidió a Zeus que eligiese una bolsa. Zeus eligió
la que contenía los huesos con la grasa, que resultaba más agradable a la vista. A partir de
aquel momento se le ofrecieron a los dioses los huesos y la grasa del animal, mientras que los
hombres se quedaban con la carne.

Zeus tuvo que conformarse con el veredicto, pero enfurecido por la artimaña en la que había
caído exclamó "Que coman la carne cruda", quitó el fuego a los hombres y se negó a
proporcionárselos. Prometeo decidido a favorecer a los hombres, entró a hurtadillas en el
Olimpo, robó el fuego sagrado y se lo entregó a sus protegidos. Esto lo hizo con el palo de una
rama seca, se dirigió al carro de Helios (el Sol) donde a escondidas tomó un poco de fuego
sagrado, trayéndolo para los seres humanos.

Solo cuando por toda la tierra se encendieron las fogatas es que Zeus tomó conocimiento del
robo de Prometeo, pero ya era tarde. Puesto que ya no podía confiscar el fuego a los hombres,
decidió castigar a los hombres que habían aceptado el regalo de su benefactor, inventa la
forma más rápida de destruir el paraíso de los hombres: la mujer.Zeus llama a Hefestos, el
habilidoso dios artesano, y le pide confeccione una imagen de bronce. Deberá parecerse al
hombre, pero, en alguna cosa deberá diferenciarse, de forma que lo encante y lo conmueva,
atrasándole el trabajo y trastornándolo.

Atenea (Minerva) que ya no se considera amiga de Prometeo pues éste ha desafiado a sus
compañeros divinos, entrega a la mujer recién creada un hermoso vestido bordado, las Gracias
la enjoyaron, la Horas la cubrieron de flores, Afrodita le ofrece la belleza infinita y los encantos
que serán fatales a los indefensos hombres. Sucesivamente los dioses le fueron otorgando
todos los dones, y finalmente Hermes introdujo en ella la semilla de la maldad.

La mujer fue llamada Pandora (la que tiene todos los dones). Antes de enviarla, Zeus le dio un
cofre y le dijo que contenía muchos bienes y presentes para Prometeo, pero le advirtió que no
la abriera (ya que verdaderamente contenía males y pestes). Hermes la condujo hasta
Prometeo, quien, astuto y precavido, la rechazó, y advirtió a su hermano Epimeteo (el creador
de todos los animales) que, tal como el había hecho, no aceptara regalo alguno de Zeus.

Zeus, enfurecido al ver como sus planes fracasaban, castigó a Prometeo, que fue encadenado a
unas rocas en el Caucaso, donde un águila iba y le comía el hígado, y al ser inmortal, se
regeneraba y se repetía la tortura cada día.

Epimeteo se enamoró perdidamente de Pandora, y aceptó la caja como dote. Pandora no pudo
contener su curiosidad por la caja, y la abrió. Salieron todos los males y dolores que hoy
asechan a la humanidad. Pandora trato de cerrarla, pero no pudo, y al salir todos los males,
miró dentro y solo quedaba lo único positivo de la caja, la Esperanza.

Zeus observaba la evolución del hombre, y no le gustaba lo que veía. Y temiendo que algún día
esa nueva raza lo derrocara, decidió destruirla, y tomó uno de sus rayos para lanzarlo hacia la
tierra y así destruir a los hombres mediante el fuego, pero se dio cuenta de que una
conflagración así ponía en peligro los propios cielos y al Olimpo. Finalmente decidió borrar a la
humanidad mediante un gran diluvio. Provocó una gran tormenta, y llamo a su hermano
Poseidón, el que movió su tridente con tal fuerza que provocó olas gigantescas. Castillos,
hombres y animales fueron barridos por las aguas embravecidas.Deucalión (hijo de Prometeo y
la Oceánide Clímene) que había visitado a su padre en el Caucaso anteriormente, fue advertido
por Prometeo que debía construir un arca para sobrevivir a la inundación. Deucalión y su
esposa Pirra (hija de Epimeteo y Pandora) sobrevivieron al diluvio, que duró 9 días y 9 noches,
el arca se posó en el Monte Parnaso que se levantaba sobre las aguas.

Una vez en tierra hicieron sacrificios en honor a Zeus. Satisfecho de su actuación, por
mediación de Hermes, Zeus les comunicó que podrían solicitar lo que quisieran, pues les sería
concedido. El matrimonio pidió que fuese renovada la raza humana. Entonces Temis (la
Titánide de la ley y del orden) se presentó ante ellos diciéndoles "Cubrios la cabeza y arrojad
hacia atrás los huesos de vuestra madre". No comprendieron la indicación, ya que ambos
poseían distintas madres, y no deseaban profanar los restos de ninguno de sus padres.
Después de mucho cavilar, la pareja coincidió en que Temis se refería a Gea, la madre tierra,
por lo que empezaron a coger piedras y ha arrojarlas por encima de sus hombros. De las
piedras que lanzaba Deucalión surgían hombres, de las de Pirra mujeres. Y así la tierra fue
poblada por una nueva raza de hombres.

Pasó el tiempo, pasaron siglos, y los gritos de Prometeo seguían llenando los aires. El
sufrimiento de éste despertaba compasión, pero nadie se atrevía a aliviarlo. Un día Hércules
pasando por allí con los argonautas, al ver al águila devorando el hígado de Prometeo, tomo su
flecha lanzándola sobre la misma. Enseguida soltó las cadenas y llevo a Prometeo consigo. Así
terminó el castigo del titán que robó el fuego para los hombres.

Arte en Grecia

Escultura:

La escultura es la manifestación artística en la que más

destacaron los griegos. El tema que más repitieron fue el del


cuerpo humano, que sirvió para representar a héroes, divinidades
y mortales.

Escultura de Poseidón
Al igual que en su arquitectura, los griegos valoraron especialmente la proporción, el equilibrio
y el ideal de belleza. Los materiales que más emplearon fueron el mármol (coloreado) y el
bronce.

K
u
r
o
s

En función de la evolución técnica, pueden distinguirse tres etapas:

La época Arcaica (s. VII y VI a. C.)

La Venus de
Auxerre

Fuente: Museo del


Louvre

Durante la misma las figuras eran representadas normalmente de manera estática (sin
movimiento), de frente (ley de la frontalidad) y en posturas rígidas. Sus ojos eran grandes y
expresaban una sonrisa forzada (sonrisa arcáica). En ellas se aprecia una clara influencia de la
escultura egipcia. Son muy representativos de este período los llamados "Kuroi" (jóvenes
atletas).
Discóbolo de Mirón

La época Clásica (s. V y parte del IV a. C.)

Las figuras se hicieron más naturales y expresivas, adquiriendo más movimiento y posturas
menos forzadas.

Eculturas del Partenón

Desapareció la ley de la frontalidad. Los escultores se afanaron en la búsqueda de la perfección


y la belleza ideal, aplicando estrictos cánones o reglas en sus obras. Fidias (esculturas del
Partenón), Mirón, Policleto y Praxiteles fueron los más importantes.
La época Helenística (s. IV-II a. C.)

Laocoonte

En este período las esculturas fueron dotadas de mayor dinamismo (movimiento), así como de
gran realismo. Ya no se trataba de representar el ideal de belleza, sino la naturaleza tal cual es,
fuese alegre o dolorosa, bella o fea o, incluso, trágica (Muerte de Laocoonte y sus hijos).
Fuente: Museo del
Louvre

La escultura griega fue imitada y reproducida por los romanos. Gracias a ellos conocemos
cómo fueron muchas de las grandes obras hoy desaparecidas. Al igual que la arquitectura,
ejerció una importantísima influencia en estilos más modernos, tales como el renacentista y el
neoclásico.

Cultura Clásica 4º de E.S.O.

Marco geográfico de Grecia:

Desde el Neolítico, la Península Balcánica ha estado habitada por distintos pueblos, de


muy distintas procedencias. Alrededor del siglo XIII a. C. se establecen los primeros habitantes
de origen indoeuropeo, que darán lugar, poco a poco, a la civilización griega clásica

1. Grecia y el Egeo

Grecia es un país orientado al mar. Se ubica en el extremo oriental del Mediterráneo,


ocupando el sur de la Península de los Balcanes, una zona con pocas llanuras y costas muy
recortadas. Este aspecto influyó decisivamente en la historia y el carácter de los griegos: puesto
que se dispone de poco terreno donde cultivar o establecerse, los griegos pronto comenzaron
importantes relaciones comerciales (casi todas ellas marítimas) con pueblos vecinos, como los
fenicios. Además, fueron los protagonistas de una gran colonización que se extendió desde la
costa de la actual Turquía hasta el levante español. Por ello, encontramos muchos restos de
ciudades griegas por todo el Mediterráneo.

La Grecia Antigua queda limitada al norte por las regiones de Macedonia y Tracia
(actual Bulgaria). Al oeste, separándola de Italia, encontramos el Mar Jónico y al este, el Mar
Egeo, salpicado de pequeñas islas. Al sur se encuentra la isla de Creta, donde habitaron los
minoicos, protagonistas del primer periodo de la historia de Grecia.

Desde el punto de vista geográfico, podemos dividir el mundo griego en las siguientes
zonas:

1. Grecia Continental: Ocupa la zona sur de los Balcanes. En ella se encuentran


regiones como Tesalia, Beocia o el Ática, cuya capital fue la ciudad de Atenas. En la zona norte
encontramos el Monte Olimpo, la cima de los Balcanes, en cuyas nevadas cumbres habitaban
los dioses.
2. Península del Peloponeso: Separada de la zona continental por el Istmo de Corinto,
en esta pequeña península se desarrolló la primera cultura griega de importancia: los
micénicos. Aquí encontramos ciudades como Micenas o Esparta (la gran rival de Atenas).
También se ubica aquí el Santuario de Zeus de Olimpia, sede de los Juegos Olímpicos de la
Antigüedad.

3. Grecia insular: Las islas ocupan un lugar muy importante en la historia de Grecia. La
mayor de ellas, Creta, situada al sur del Egeo, llegó a controlar toda la región. Allí, según la
mitología, se encontraba el Laberinto donde vivía el Minotauro. Al oeste de la zona continental
se encuentran las Islas Jónicas. Destacan Ítaca (patria de Ulises) y Corcira o Corfú (puente de
unión entre Grecia y Roma). Por su parte, el Egeo está repleto de numerosas islas e islotes.
Destacan entre ellas las Cícladas (que albergaron una cultura propia en el Neolítico) o las islas
de Lesbos, Lemnos, Quíos o Rodas, grandes focos culturales durante la Antigüedad.

4. Asia Menor: Alrededor del siglo IX a. C., los habitantes de la Grecia Continental
consideraron necesario fundar nuevas colonias donde establecerse. La primera zona que
controlaron fue la costa de la actual Turquía. Allí encontramos ciudades como Mileto, Éfeso,
Pérgamo o Halicarnaso. Rápidamente se convierten en importantes centros culturales. De
hecho, en la ciudad de Mileto vivieron e impartieron sus enseñanzas los primeros filósofos.

Marco Histórico: Roma

Según la leyenda, en el año 753 a. C., Roma fue fundada por los gemelos Rómulo y
Remo, hijos del dios Marte. Con ello da comienzo el primer periodo de la historia de Roma,
denominado Monarquía (753 a.C. – 509 a. C.). Siete reyes (Rómulo, Numa Pompilio, Tulo
Hostilio, Anco Marcio, Tarquinio el Antiguo, Servio Tulio y Tarquinio el Soberbio) se sucedieron
en el poder. Los cuatro primeros reyes pertenecen a la dinastía latino-sabina (ss. VIII-VII),
mientras que los tres últimos pertenecen a la dinastía etrusca (ss. VII-VI), ya que este pueblo
(del que sabemos muy poco) dominó Roma durante un tiempo.

En el año 509 a. C. los aristócratas romanos derrocan a Tarquinio el Soberbio e


instauran una República. Este es el momento de mayor esplendor del mundo romano. Poco a
poco, Roma va ampliando su territorio: primero el Lacio, después Italia y, por último, ya en los
últimos años de este periodo, gran parte del Mediterráneo. En su avance, Roma tuvo que
enfrentarse con los Cartagineses en las Guerras Púnicas, tres conflictos (264-241; 218-201 y
149-146) que consolidaron a Roma como primera potencia mediterránea.

En el año 133 a. C. comienza un grave periodo de crisis política. Tras varios intentos por
solucionarla, finalmente Cayo Julio César, en el año 46, establece una dictadura, terminando
con una democracia que llevaba funcionando casi 500 años. César será asesinado en los Idus
de Marzo (15 de marzo) del 44 a. C. Sus sucesores, Marco Antonio y Octavio se enfrentarán por
el poder en una guerra civil. En el 31 a. C. Octavio derrota a Antonio y es proclamado princeps,
cambiando su nombre por el de Augusto.

Con Augusto comienza el último periodo de la historia romana: el Imperio, que se


divide, a su vez, en dos épocas: el Alto Imperio o Principado (27 a. C. – 284 d. C.), en el que
todavía se mantienen algunos valores republicanos; y el Bajo Imperio o Dominado (284 – 476
d. C.), en el que el emperador se considera dueño y señor de todo su pueblo. En el año 395 d.
C., el emperador Teodosio se vio en la necesidad de dividir su imperio en dos: Occidente, con
capital en Roma, y Oriente, con capital en Constantinopla. En 476 d. C., los pueblos bárbaros le
arrebatan el trono al último emperador de Occidente en Roma: Rómulo Augústulo. El Imperio
de Oriente o Imperio Bizantino seguirá resistiendo hasta que Constantinopla es conquistada
por los turcos en 1453.

Dioses y Diosas

Religión oficial y culto privado

Los antiguos romanos eran gente eminentemente práctica en cuanto al culto a los
dioses y a su devoción religiosa. Lo esencial para ellos consistía en tener propicias a sus
divinidades a las que veneraban a cambio de que no les produjeran daños y les concedieran sus
deseos. Con respecto al ámbito familiar, el papel de sacerdote lo desempeña el pater familias,
encargado de las oraciones y los sacrificios a los dioses Lares (protectores del hogar), a los
Penates (protectores de las provisiones) y a los Manes (las almas de los muertos de la familia).
Con respecto al ámbito público, los romanos rendían culto oficial a la tríada formada por
Júpiter, Marte y Jano, dios que presidía el comienzo de todas las empresas y protector de las
puertas. Otra tríada, llamada capitolina, era la constituida por Júpiter, su esposa Juno y
Minerva. Posteriormente, se aceptaron toda clase de cultos extranjeros y así entraron los
principales dioses de la religión griega. A estos dioses se les construyen templos y se les
esculpen estatuas. Para cuidar el culto a los dioses, en torno a un altar, al aire libre, ya que el
templo, morada del dios, sólo sirve para guardar su imagen, se crean una serie de colegios
sacerdotales:

• Los Flamines: eran 15. Cada uno dedicado al servicio de una divinidad. El más
importante era el Flamen dialis, consagrado al culto de Júpiter.

• Los Pontífices: vigilan y organizan el culto público y determinan los días hábiles
(fasti) y los festivos (nefasti). El más importante era el Pontifex maximus.

• Las Vestales: 7 sacerdotisas que tenían que servir al menos 30 años con voto de
castidad, a Vesta, diosa del hogar, cuidando el fuego sagrado de su templo.

• Los Augures y Arúspices: se encargan de predecir el porvenir. Los augures


interpretaban los signos celestes y el vuelo de las aves y los arúspices las entrañas de las
víctimas sacrificadas, tratando ambos de descifrar la voluntad de los dioses.

Héroes y heroínas: haz un breve resumen de la vida de estos héroes: Odiseo, Atalanta,
Hércules, Perseo (se hará una pregunta sobre estos héroes en el examen)

Géneros literarios:

Poesía:

- Poesía épica: Es una composición realizada en versos hexámetros que narra las hazañas de los
héroes, en las que pueden intervenir dioses. Deriva de la palabra griega ἔπος que significa
palabra, relato. Ejemplos: en el mundo griego podemos citar la Iliada y la Odisea de Homero, y
en Roma la Eneida de Virgilio.

- Poesía lírica . Es un tipo de composición en verso de diferentes metros (dístico elegíaco,


hexámetro, estrofa safica, etc.). La temática de estas composiciones es de carácter amoroso o
relacionada con la vida cotidiana. En el mundo griego citamos a Alceo, Safo, Píndaro; en el
mundo romano distinguimos a autores como Catulo, Horacio, Ovidio.
- Sátira: Es una composición generalmente en verso cuyo objetivo es criticar la política y la
sociedad del momento, poniendo de manifiesto sus defectos. A veces puede tener un fin
moralizador. En Roma podemos distinguir a poetas como Lucilio, Catulo, Horacio, Persio,
Juvenal.

- Epigrama: Se trata de una composición en verso muy breve, que en origen era una inscripción
poética encomiástica (alabanza) de carácter funerario. Posteriormente asumió un carácter
satírico e ingenioso. En Roma se distinguió principalmente en este genero el hispano Marcial.

- Fábula: Se trata de un tipo de composición breve protagonizada por animales, que


personifican virtudes y defectos de los humanos y cuyo final tiene una función moralizante.
Dentro de este género podemos señalar al autor Esopo en Grecia y a Fedro en Roma.

Pasemos a ver, ahora, los subgéneros pertenecientes a la PROSA.

- Historiografía: Es la descripción e interpretación de la Historia de un determinado pueblo, en


la que se recogen hechos y personajes significativos. Nacido en Grecia donde se distinguieron
los historiadores Herodoto y Tucidides, en Roma fue un género que tuvo importantes autores,
entre los que sobresalen César, Salustio, Tito Livio, Tácito, Suetonio, Amiano Marcelino.

- Novela: Es un género literario en prosa de carácter narrativo, cuya trama y personajes son
ficticios y cuyo objetivo es entretener al público. Su carácter de evasión queda reflejado en las
dos únicas novelas que se conocen de la literatura latina: el Satyricon de Petronio y la
Metamorfosis o el Asno de Oro de Apuleyo.

-Oratoria: Es literalmente el arte de hablar bien en publico, para lo cual es fundamental


aprender a elaborar discursos, de tipo político y judicial. Forman parte del género de la oratoria
también los tratados teóricos. Las escuelas de oratoria o retorica, nacidas en Grecia, tuvieron
mucho éxito en Roma. Entre los principales autores latinos podemos señalar principalmente a
Cicerón, como autor de discursos y de tratados, y a Quintiliano, como maestro de retorica.

Teatro:

- Comedia: De contenido cómico, su objetivo es provocar la hilaridad del publico, mediante


tramas de enredo con un final feliz, y personajes cuyos defectos se ponen en evidencia (el
avaro, el fanfarrón, etc.). Su origen se encuentra en el mundo griego, donde brillaron autores
como Aristófanes y Menandro, mientras que en Roma destacaron Plauto y Terencio.

- Tragedia: Su contenido es muy diferente. El protagonista suele enfrentarse a un destino


adverso, que suele culminar con su muerte o con la destrucción de su mundo. Si los griegos
fueron auténticos maestros del genero (Esquilo, Sofocles y Euripides), en Roma podemos
señalar especialmente a Séneca, originario de Corduba.

Manifestaciones deportivas: https://losojosdehipatia.com.es/cultura/historia/los-juegos-


olimpicos-en-la-grecia-antigua/

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