Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
en un instante!
by Ken
Índice
Parte I: La iniciación
Intimidad
Empatía
Sneaky Things
¿Acoso sexual?
Deja de ser un calenturiento; conviértete en un hombre sensual
Deja de ser un debilucho
Ser sexual
El Kino Brutal, una de las curas para la disfunción sexual
Magnetismo personal
Polos mentales y físicos
La fase mental
La fase física
Magnetismo físico
Generar fuerza magnética
Distribuye tu fuerza magnética
Proyectar tu fuerza magnética
Radiación Mental
Actitudes mentales
Atmósfera mental
Corrientes magnéticas
El destello directo
Ejercicios para el destello directo
Un aura positiva
La orden directa
El duelo magnético
Magnetismo corpóreo
La persistencia gratifica
Hábitos
El camino hacia la maestría
Salvo la parte del contacto físico, no recomiendo nada de lo que hice: eran
mis inicios sin mucha gloria. Pese a que no me fue nada bien, después de este
acontecimiento, poco a poco el Kino Brutal empezó a convertirse en una
actividad seria basándose en años de ardua práctica, argumentos sólidos,
miles de experiencias, y apoyándose en la Lingüística, que actualmente estoy
estudiando. De ahí que intento proponer el Kino Brutal como un lenguaje
alternativo en el cortejo.
Cuando las personas escuchan la palabra “brutal”, piensan que es ir con
las chicas y empezar a agarrarles el trasero o meter sus manos en su escote en
minutos. Aunque es parte del Kino Brutal, el enfoque principal no es ese. Si a
esta teoría le llamo así es porque se escucha genial y posee fuerza así como
los efectos de su aplicación, pero es simplemente un principio básico de
comunicación. Como dice la Ley de Gall:
“Un sistema complejo que funciona, evolucionó de un sistema simple que
funcionó. Un sistema complejo diseñado de la nada nunca funciona y no
puede ser reparado para que funcione. Tienes que empezar con un sistema
simple que funcione.”
Sí, aunque suene repetitivo, es cierto. Además añadiría que es mejor un
sistema simple que uno complejo. Por esa razón, me da pena ajena cuando
descubro que algún mentecato ha “desarrollado” una nueva “técnica” sin
fundamentos para seducir mujeres sólo con el afán de llamar la atención o
sacar provecho abusando de la credulidad de los principiantes.
A pesar de toda mi experiencia de primera y segunda mano, y toda la
ardua investigación, no tengo todas las respuestas. No soy la máxima
autoridad. No me autoproclamo gurú, ni pretendo serlo. Simplemente sé muy
bien del tema y lo comparto porque pienso que será de mucha ayuda. A todo
aquél que le interese el tema, puede lograrlo si se lo propone. Con los años he
diseñado herramientas y conceptos que facilitan el proceso de conocer
mujeres. Este libro reúne todos los consejos que puedo dar en una forma
condensada, sin complejidades o técnicas de dudoso origen, sin memorizar
nada… pura acción.
Es cierto que este libro está más enfocado al lenguaje no verbal y a veces
minimizo la conversación, no obstante, a medida que llegues a la madurez en
el cortejo y tus experiencias se vayan acumulando, descubrirás cuán
poderosamente funcionan las dos habilidades juntas. Así como no hay más de
siete notas musicales, su combinación da lugar a más melodías de las que
pueden ser escuchadas. No hay más de cinco colores primarios y en
combinación producen más tonos de los que pueden ser vistos. No hay más
de cinco gustos cardinales y su combinación entrega más sabores de los que
pueden ser degustados. Y en esto del cortejo, no hay más que tres canales de
aproximación, v.g., física, verbal, visual ―haciendo un poquito de lado los
canales de índole telepática, puesto que no es comúnmente aceptado y los
testimonios todavía no superan el carácter experimental, aunque sería una
verdadera lástima no tomarlo en cuenta; por eso hablaremos de esto más
adelante―, su combinación da lugar a una infinita serie de maniobras. Las
tres siempre van de la mano.
Por desgracia, no todos pueden funcionar de una manera determinada.
Hay que desarrollar rasgos de personalidad idóneos y sentir una fuerte
vocación. Si tú sientes este llamado, este libro podrá guiarte. En caso
contrario, te permitirá mejorar considerablemente sin comprometer tu
valorada seguridad. Y puede que al final cambies de parecer.
El éxito en esto no puede atribuirse al azar, es el resultado de la aplicación
de ciertos principios bien precisos. Pero no se pueden aplicar de la misma
forma ni con el mismo grado de intensidad. Cada uno tiene su especialidad.
Cada uno insiste más en un principio. Y en cada aspecto existen maestros que
han llevado su ciencia a un refinamiento supremo, aunque la categoría que es
más interesante es la de aquellos hombres que se han forjado a sí mismos,
que de ningún modo deben su éxito al azar. Y son interesantes porque antes
de ser gigantes, eran hombres comunes. Esto deja claro que el hombre es
perfectible. Puede mejorarse. En cualquier momento.
No todos podrán llegar a un nivel legendario. Aunque todo mundo le
gustaría serlo, no todos están dispuestos a hacer los sacrificios necesarios
para serlo. Es simplemente una cuestión de elección. Por más que se piense lo
contrario, y pese a que “la situación está difícil” ―el vulgo repite esa
expresión equivocadamente y sin pensar demasiado en ello―, pese a todo lo
que está en tu contra, puedes lograrlo. Tienes todas las posibilidades. Y quizá
sea tu obligación.
Para concluir con la introducción, quiero decirte que hay dos tipos de
problemas: la carencia y la abundancia. En cuestiones de dinero, hay gente
que no tiene dinero y hay gente que tiene tanto dinero que no sabe qué hacer
con él. Deseo advertirte que este libro no será el fin de tus problemas, todo lo
contrario, creará muchos más: novios celosos, hombres envidiosos, mujeres
de reputación cuestionable, chismes, supuestos embarazos, y éstos son sólo
pocos de los muchos problemas que puedes tener. No olvides que, si tu
situación es como me la imagino, tu principal problema es no estar rodeado
de mujeres o no poder entrar a un plano más íntimo con ellas; pero si tu
dedicación es como espero, tus principales problemas cambiarán y pasarás a
la situación en donde, en tu vida habrá tantas mujeres que no sabrás cómo
quererlas a todas.
Parte
I
La iniciación
¿Qué es el Kino Brutal?
Cuando hablo de Kino Brutal, los malentendidos surgen como enjambres.
No, no planeo instruirte para que aprendas a manosear a las mujeres como si
de fruta de supermercado se tratara. Sin embargo, planeo mostrarte cómo
interactuar con ellas a un nivel más íntimo físicamente y liderarlas
físicamente hasta la intimidad sexual, emocional o de amistad si así lo
prefieres.
Mi intención es que te vuelvas el iniciador y el que controla el contacto
físico, porque, como ya lo sabes, en la mayoría de los casos, las mujeres no
tomarán la iniciativa. Incluso cuando se trata de una mujer liberal, ella sólo te
mandará las señales y te mostrará su disposición, pero dejará que tú te hagas
cargo de lo demás. Además, al liderarlas, les quitarás ese peso de encima que
trae consigo el proceso de decisión, tal como lo explica la Ley de Hick
(1951):
“El tiempo que le toma a una persona para tomar una decisión es el
resultado de las posibles elecciones que se le presentan: mientras más
opciones existan, mayor es el tiempo de decisión.”
Por otro lado, tu sentido del tacto no sólo se relaciona con tus
terminaciones nerviosas sometidas al estímulo; la forma en la que interpretas
el contacto también es un factor determinante.
Otra de las tantas ventajas que obtienes al estar lo más cerca posible de
una mujer es lo que los demás perciben de ti, o más bien de ustedes dos ―o
tres o más. No hablo de querer aparentar algo, ni sugiero que importe
demasiado la opinión de los demás. De cualquier forma, siempre trabajará en
favor de los intereses de los dos. La intención es que se vea ―interna y
externamente― que entre los dos hay algo más que una simple amistad o
conversación. Que ella sienta que está atraída hacia ti, que sus amigos vean
que ella está cómoda contigo, que la competencia vea que ustedes dos son
una pareja y que de ninguna forma hay espacio para alguien más. Y si en un
dado caso llegaras a fallar, las demás chicas habrán visto lo mejor de ti.
Cuando estás cortejando a una mujer, la interacción debe suceder casi de
la misma forma que en las elaboradas danzas de cortejo de los animales, o
―si te gusta más otra analogía― como dos marionetas movidas por las
mismas cuerdas. De esta forma puedes hacer amplias declaraciones amorosas
entre tú y toda mujer que intercambie tan sólo una palabra contigo. A esta
unicidad es lo que yo le llamo “La Burbuja del Amor”. Cualquiera que
pretenda interrumpir la conexión que hay entre ustedes dos, lo pensará dos
veces. Es más, no le será tan fácil.
Una complejidad importante sobre el Kino Brutal es que es
inherentemente una experiencia multisensorial. Durante el contacto
interpersonal, típicamente experimentarás estímulos táctiles, así como
también cambios en tu temperatura junto con los cambios sobre lo que ves,
oyes y hueles.
Las mujeres podrán sentir esa sacudida de emociones cuando tu contacto
físico es sólido. Ese contacto debe establecerse incluso antes de que articules
una palabra. Se sentirán cómodas y atraídas aunque no platiquen de temas
personales, interesantes o íntimos. Las mujeres lo adoran. Aman ser tocadas
por un hombre simpático y confiado, que está cómodo en su propia piel y no
tiene miedo a tomar riesgos. Generarás atracción en grande, risas sofocadas,
generarás tanto…
Las ventajas del Kino Brutal
El Kino Brutal puede revolucionar las emociones de las mujeres a tu
favor. Nada dice más que cautivar a una mujer físicamente. El contacto físico
es el puente hacia la intimidad. Podrás hacer pedazos las defensas de las
mujeres como el mejor estratega de la guerra. Las verás enamoradas,
sudando, riendo de nervios, con sus pupilas dilatadas. Con una práctica
diligente, empezarás a tener relaciones con muchas mujeres, lo cual te dará la
pauta para que busques nuevos retos. Pasarás de agarrar todo lo que se
mueva, de hablarles sólo a las que crees que puedes, a ser cada vez más
selectivo.
El propósito es generar un contacto físico comprometedor como un modo
de asegurar la intimidad en tus cortejos. Eso te ayudará a que ellas decidan
rápidamente si quieren estar contigo o no. El Kino Brutal no manda señales
mixtas: les dejarás claro que las deseas y que vas por todo y con todo. No
desperdicies tu tiempo, que es lo más valioso que tienes. Perderás a muchas
más mujeres que con las que te quedarás ―como les ha sucedido a todos los
grandes seductores de la historia―, y a pesar de eso, tu confianza se elevará
por los cielos, pues al tomar más riesgos, incrementarán tus opciones y con
más opciones, tendrás mejor calidad de vida.
Ir por todo o nada, quizá suene muy bien, sin embargo, es más sabio
empezar con pequeños cambios o crearás resistencia, tanto de tu parte como
de las mujeres. Empieza con pasos constantes y con intensidad gradual. Y no
sólo treinta días para, según tú, crear un hábito. Comprométete de por vida
hasta que sea parte de tu naturaleza, o al menos hasta que encuentres algo
mejor. Eso ya dependerá de ti. Si sabes que sin palabras puedes iniciar
interacciones, haz del contacto físico un hábito. Es una experiencia
maravillosa notar qué tan rápido se interesan en ti, podrás meterte hasta
lugares jamás conquistados por el hombre para hacer y deshacer. Una vez que
la veas sobre ti, no necesitarás hablar mucho. Hablar se vuelve secundario.
¿No sabes qué decir? Problema resuelto.
Puede que el Kino Brutal sea más vistoso al ojo humano, pero es más
sutil. Como en estas dos estrategias de guerra:
Por eso mismo, quiero que pierdas el miedo a hacer el ridículo y ser niño
otra vez, que te sientas cómodo contigo mismo, con tu cuerpo y con tu
sexualidad. Quiero que pierdas el miedo a tropezar, caer y levantarte. Gracias
a ese peso que te quitarás de encima podrás intentar nuevas cosas y ver qué
tan lejos puedes llegar con ellas. ¿Quieres quedar bien frente a otros o quieres
llevarte a la cama a las chicas que te gustan?
La declaración del antropólogo Ashley Montagu te apresurará a empezar a
adquirir referencias positivas acerca del contacto físico lo antes posible,
2) Empieza por la parte superior. Eso aplica tanto para las mujeres que
conoces como las que no conoces. En general todo el brazo está permitido,
desde la mano, el antebrazo, el brazo y el hombro. Con respecto a la espalda,
la parte superior es la más indicada ―sin importar si estás siendo sexual o
social. Para establecer un contacto más cálido, utiliza tus dos manos: una que
sostenga su mano y la otra en cualquier parte del brazo.
1) Funcional/profesional.
2) Social/cortés.
3) Amistad/calidez.
4) Amor/intimidad.
5) Excitación sexual.
“Hay razones suficientes para creer que, así como el cerebro y el sistema
nervioso de la salamandra se desarrollan más plenamente en respuesta a la
estimulación periférica, así también ocurre en el caso del cerebro y el sistema
nervioso de los seres humanos.”
Los bebés hacen uso del llanto cuando sus necesidades son urgentes,
mientras que el uso de los movimientos es para mostrar sentimientos y
necesidades más sutiles. Cuanto más una madre sostiene a su bebé, más
consciente está de las necesidades de su bebé. Y aquellos infantes a quienes
se les sostenía más tiempo en brazos mostraron un desarrollo cognitivo
superior hasta ocho años más tarde, aparentemente porque estaban más alerta.
“Nos tocamos muy poco,” dijo el Dr. Field. “El contacto corporal es muy
favorecedor entre los padres y sus hijos hasta la adolescencia.”
Ahora podrás estar más seguro que el Kino Brutal intensificará tus
relaciones con las mujeres. Empero, tienes que tener presente un elemento
importantísimo: mientras que una pareja que está satisfecha en su relación
tiende a tocarse mucho, el verdadero indicador de un lazo saludable a largo
plazo no es qué tan seguido te toca tu pareja, sino qué tan seguido te toca en
respuesta a tu tacto.
“Mientras más fuerte sea la reciprocidad, es más probable que haya una
intimidad emocional y satisfacción en la relación,” dice Guerrero.
“El ejemplo de esta ilustre persona ciega prueba que el tacto puede ser
incluso más sofisticado que la vista cuando se le forja con el ejercicio, pues al
pasar sus manos por una serie de medallas, éste puede distinguir las medallas
auténticas de las falsas, incluso cuando las últimas fueron habilidosamente
hechas para engañar al colector de vista aguda… (Morgan, 1977).
1. Íntimo (0-45cm)
2. Casual-personal (45cm-1.2m)
3 Social-consultivo (1.2-3.5m)
4. Público (de 3.5m para arriba)
“Siento tu energía cargada con una serie de problemas. Que te has puesto
metas aparentemente poco realistas, lo que te causa temor de no poder
alcanzarlas. Algunas veces eres sociable, amistosa y fluida con las personas,
pero en otras ocasiones te vuelves reservada y precavida. Hay un deseo
escondido en tu interior de querer compartir ideas, pensamientos y
sentimientos al mundo, pero lo tienes que reprimir por el temor a ser
lastimada por ser demasiado abierta con los demás. Aparentas seguridad,
pero por dentro te preocupas por demasiadas cosas.”
¿Quién no se ha sentido así? Y éstos son sólo unos pocos rasgos, pues, de
aquí, puedes seguir hasta que las tengas llorando en tu regazo.
Ahora empecemos a hablar de las manos. Las manos son una de las
herramientas más importantes del ser humano. Se encuentran más conexiones
entre el cerebro y las manos que entre otras partes del cuerpo. Pocas personas
consideran sus manos para tratar a las demás personas. Con las manos se
puede demostrar dominio, poder y sumisión. Uno de los puntos clave a
observar es el comportamiento de las manos para identificar si una persona es
abierta, honesta, confiada o no. Las manos son como las cuerdas vocales del
lenguaje corporal, pues hablan más que otras partes del cuerpo y se ocultan
como forma de mantenerse calladas.
Los charlatanes son personas que han desarrollado la habilidad de hacer
que sus señales no verbales complementen sus mentiras verbales. Mientras
más eficientemente puedas utilizar tus señales no verbales, mejor te volverás
con la gente. Todo en ti debe ser congruente ―aunque sea una mentira―,
para no tener dificultades para expresarte con los demás: los gestos y las
emociones están directamente conectados. Uno de los gestos más poderosos
que a menudo se da por sentado es todo lo que puedes hacer con las manos.
Por ejemplo, cuando tomas de la mano a tu novia o a alguna otra chica, por
ser hombre tu mano está por delante o por encima de ella con tu palma hacia
atrás, mientras que la suya está atrás o debajo de la tuya con la palma hacia
enfrente.
El lenguaje con las manos puede ir más allá de las gesticulaciones y no
tiene que ser tan complejo como la lengua de signos. Está en la forma en que
tocas a las personas, en la firmeza de tus señas. Todas tus intenciones deben
estar concentradas en una acción determinada. La intención del contacto es
mostrar sinceridad, confianza y, en general, sentimientos positivos. Todo lo
que quieras transmitir debe ser notado. Y recuerda: trata de ser dinámico. Un
contacto inmóvil y sin vida resulta incómodo.
A nadie le impresionará un contacto débil y pusilánime. Logra muy poco.
Es una clara muestra de un carácter débil. Tampoco lograrás mucho si tus
manos están frías o si te avergüenzas de que éstas te suden mucho. El primer
inconveniente se puede solucionar frotando tus manos o con algún tipo de
actividad física, y lo segundo se puede solucionar con un pañuelo para tus
manos ―si realmente lo quieres erradicar, un especialista o dermatólogo es
una buena opción―, o puede solucionarse simplemente sacando tus manos
de las bolsas. Evita, si no todo, la mayor parte del tiempo, establecer contacto
únicamente con los dedos. Abarca más espacio y demuestra más control
utilizando toda tu mano, ya sea cuando le agarres la pierna a tu chica o
cuando saludes a las personas.
Algo que quiero dejar claro es la estúpida creencia de los hombres de que
la confianza o el dominio pueden ser transmitidos al apretar con demasiada
fuerza las manos de las personas. A nadie le impresiona y sí causa bastante
disgusto. La confianza y el dominio se transfieren con la firmeza de tu tacto,
no rompiendo los huesos de la gente.
Por último, trata de que tu mano o tus abrazos se amolden al cuerpo y la
forma de la persona que estás tocando o abrazando. Se trata de tocar a las
personas haciéndoles saber que realmente te importan. No es situar tus manos
y cuerpo en las personas sólo por compromiso, sino con un propósito.
Comportamientos verbales y no verbales
E. T. Hall nos ha enseñado que,
“Los que mantenemos abiertos los ojos podemos leer volúmenes enteros
sobre lo que contemplamos a nuestro alrededor.”
1) ojo-cuerpo;
2) ojo-ojo;
3) voz-voz;
4) mano-mano;
5) brazo-hombro;
6) brazo-talle;
7) boca-boca;
8) mano-cabeza;
9) mano-cuerpo;
10) boca-pecho;
11) mano-genitales;
12) genitales-genitales y/o boca genitales.
Estos pasos siguen generalmente el mismo orden aunque hay variaciones.
Una forma de saltar pasos o de pasar a un nivel de intimidad más allá de lo
que sería de esperar, puede hallarse si ella está bajo los efectos de una
sustancia o en convenciones formalizadas de contacto corporal ―por eso se
puede besar en la boca a una mujer en segundos, v.g., un beso de despedida,
una presentación mano con mano o el casual encuentro sexual en una fiesta
con muchas botellas de alcohol.
A pesar de que en este libro me enfoco en el contacto físico, la
comunicación no verbal no debería aplicarse como una unidad aislada, sino
como una parte inseparable del proceso global de comunicación. Puede servir
para repetir, contradecir, sustituir, complementar, acentuar o regular la
comunicación verbal.
Ahora te parecerá una tarea complicada saber todo lo que tienes que leer.
Sí, es bastante, pero el tiempo que pases con ellas, te será más que suficiente
para leerlas de pies a cabeza. R. L. Birdwhistell nos muestra que,
"No hay gestos universales. Por lo que sabemos, no hay una sola
expresión facial, postura o posición del cuerpo que tenga el mismo
significado en todas las sociedades."
Si no lo hacías, no lo sabías; si lo hacías, tampoco lo
sabías
En varias ocasiones, me han dicho que lo que yo enseño en este libro, ya
lo han aplicado; no a mi estilo, pero gran parte de lo que enseño.
Probablemente tú también pienses lo mismo. De cualquier manera, tienen
razón. Es obvio que la gran mayoría de los hombres han estado en la
intimidad con una mujer. Esas actividades se dan de forma natural.
No obstante, la gran diferencia es que tienes más poder si sabes el cómo,
cuándo, para qué y por qué. Por ejemplo: todos alguna vez hemos hecho
ejercicio, ya sea jugar un deporte, ejercitarnos en un parque o en un gimnasio.
Si bien, existe una gran distinción entre los que saben qué alimentos ingerir,
qué ejercicios realizar y cómo realizarlos, para qué y por qué realizarlos que
aquellos que no son tan meticulosos. No todos tienen un cuerpo atlético. Hay
hombres que parecen no esforzarte tanto y tienen un cuerpo más definido y
fuerte que los que parece que se matan cada día de entrenamiento. El tipo
escuálido puede decir que hace lo mismo que el tipo atlético. Si te guías por
la primera impresión, tú también podrías decir que hacen lo mismo, sin
embargo, si miras más de cerca, notarás que hay un mundo de diferencia. No
importa qué tanto te esfuerces en algo, aunque estés haciendo lo correcto, si
lo haces en la forma incorrecta, no tendrás los resultados que deseas.
Y la misma situación se da en muchas otras actividades. El Kino Brutal no
es la excepción. Estoy consciente de que muchos hombres están
familiarizados con la sensación que provoca tomar la mano de una mujer, y
aun así no hacerlo de forma deliberada para lograr atracción, confort y
sensualidad. Y sólo tocándole las manos. Para ilustrar este punto, te platicaré
lo que observo en casi todas las ocasiones en la pista de baile:
b) Pon a prueba tus dudas. Si crees que la cagaste en algo, si piensas que
todo está perdido, compruébalo. No te quedes sólo con esa mueca de disgusto
de la chica, o el hecho que te haya dejado plantado. Sigue intentándolo hasta
que realmente estés seguro que la cagaste y no hay nada más que hacer. Si
crees que te faltó hacer contacto físico, para la otra aplica un contacto físico
más íntimo. Si crees que te faltó hacer que ella se sintiera cómoda contigo,
haz que se sienta cómoda leyendo sus reacciones y adelantándote a ellas. Si
crees que debiste besarla, intenta ir por el beso. Sea como sea, con el
conocimiento que tengas.
d) Aplica los consejos. Si vas a pedir consejos es porque los vas a aplicar.
La verdad da bastantes desánimos dar un consejo, y que el aconsejado no los
aplique y siga en las mismas. El tiempo es muy valioso, y si no haces nada de
lo que te aconsejan los que tienen más experiencia, no sólo les estás haciendo
perder el tiempo, también te estarás haciendo tonto tú mismo.
La intimidad es cuestión de dos. Con esto quiero decir que mínimo, para
que haya intimidad, debe haber un sentimiento de correspondencia entre las
dos personas. Debes estar muy consciente de ello. No se trata sólo de tener
cosas en común, sino de tener un ambiente de confianza, respeto, admiración,
atracción y amor. Generar intimidad es una cosa un poco complicada, pues
hay elementos que la conforman que no están bajo tu control. Lo que a ti te
corresponde es generar los siguientes puntos:
Me duele la cabeza de ver cómo cuando hablo sobre Kino Brutal, los
hombres piensan que se trata de manosear a la chica a diestra y siniestra
invadiendo su espacio íntimo de forma descalibrada sin importar lo que ella
sienta. Es posible hacerlo y es uno de los objetivos de este libro, pero todo
con tacto. Los ojos que miran en modo espectador perciben claramente que
yo fuerzo mi camino para obtener los favores de las chicas. Incluso para
forzar tu camino se necesita una mano delicada y una percepción de señales y
emociones bien meditada. En el campo de juego he visto que quieren seguir
mis consejos o que les nació intentarlo y hacen exactamente lo mismo que
yo. No les funciona. ¿Por qué? Falta de empatía. Están más concentrados en
lo que ellos quieren que en lo que las chicas quieren. Obsérvalas de pies a
cabeza, escúchalas con todos tus sentidos y lee todas sus señales. Las
mujeres, te darán la pauta para actuar. Algunas son más sutiles que otras, y
aunque suene contradictorio, tienes que interpretar cada señal como si ella te
estuviese coqueteando. De hecho, el simple hecho de que ella se quede ahí
contigo es el mayor indicador de interés. También puede sonar
contradictorio, sin embargo, es muy eficaz si lo aplicas: rebasa sus límites. Es
más fácil estar en sintonía con sus emociones si tú enciendes su fuego e
intensificas sus emociones para poder leerlas mejor. Si ella se molesta, pero
se queda, puedes ajustar tu comportamiento y seguir avanzando. Si ella se
molesta y se va, qué mejor señal para ir a buscar a otras mujeres que estén en
tu misma frecuencia. Si ella te sigue la corriente, amigo mío, ya la hiciste.
2. Asume que las personas tienen las mejores intenciones. Incluso cuando
no son buenas, sentirán vergüenza y adoptarán comportamientos más
positivos, ya que has pensado algo bueno de ellas.
6. Escucha un poco más. Es decir, conoce más sobre las personas. Presta
mucha atención a su lenguaje no verbal.
"Quien tiene ojos para ver y oídos para oír puede estar convencido de que
ningún mortal es capaz de guardar un secreto. Si los labios permanecen en
silencio, habla con las yemas de los dedos; la delación la exuda por todos los
poros."
a) Ojos
Te mira a los ojos: confianza, buena voluntad, honestidad
Mira hacia abajo: tristeza, preocupación, culpabilidad, depresión,
deshonestidad
Mira a lo lejos o al lado: preocupación por algo ahí afuera o en apuro
b) Cara
Tensa o rígida: enojo, preocupación, presión
Relajada: alegría, satisfacción, relajación
c) Boca
Línea recta: seriedad, concentración
Comisuras hacia abajo: tristeza, depresión, incertidumbre
Comisuras hacia arriba: felicidad, entusiasmo
d) Hombros
Hombros altos hacia adelante: tensión, enojo, preocupación, ansiedad,
apuro
Hombros altos hacia atrás: orgullo, se prepara para marcharse
Hombros encorvados: desánimo, depresión
e) Postura/Posición
Frente a ti, actitud abierta: confianza, seriedad, atención
Hacia un lado, impenetrable: desinterés o aceptación
f) Manos
Puños apretados: enojo, estrés
Manos moviéndose: excitación, quiere llamar la atención
g) Color de la cara
Enrojecida: enojo, vergüenza, excitación
Pálida: temor, incredulidad, horror
Cuando estés atento para detectar cualquier cambio: sabrás que te están
indicando que sus emociones han cambiado, y esto puede exigir que cambies
o mantengas tu comportamiento.
Sneaky Things
El título de este apartado está en inglés debido a que no encontré una
palabra que me convenciera para traducir la palabra “sneaky”, que si la
utilizamos para describir a una persona, es para aquella que hace uso de
tácticas sucias.
Una noche, me puse de acuerdo con un tipo que sólo conocía por internet
para salir a conocer chicas. Mientras esperábamos para entrar al bar, empezó
a platicarme su estilo de juego y me hizo una declaración que me pareció
bastante ridícula:
¿Se oye tan bien como los consejos de aquellos papanatas que se
autodenominan seductores?
Sí.
Quiero que de una vez te quede claro que no vas a ser capaz de hacer todo
por tu cuenta. Necesitas pedir la ayuda de alguien que está donde tú quieres
estar o que ya superó lo que tú quieres superar. Nada más es cuestión de que,
cuando pidas ayuda, no ocultes tus imperfecciones o debilidades. Recobrarte
depende mucho de revelar tu personalidad sin ninguna máscara y recibir
consejos de personas que sepan cómo darlos y que te entiendan
perfectamente. Es esencial que busques a personas que puedan ayudarte
durante todo el camino.
Para llenar todo ese vacío, los hombres débiles se enfocan en algo externo
a ellos mismos ―su apariencia física, el talento, el intelecto―, en lo que
hacen ―ser educados, bailar bien, tener un buen trabajo―, y en alguien más
―tener una esposa atractiva, niños bonitos, comprar un carro de lujo― para
obtener valor y ganar la aprobación de los demás. Éste es el síndrome de los
materialistas. Los hombres buenos relacionan su identidad y valor a las cosas
que poseen para convencerse a sí mismos de que son valiosos. Sin eso, los
hombres no saben cómo pueden hacer que la gente los quiera. La ironía es
que nadie los va valorar realmente por sus pertenencias: si pierden su riqueza
y sus posesiones, sus esposas y sus amigos los abandonan. Su dependencia en
la validación externa impide que los demás puedan conocerlos tal como son.
Nada de tus pertenencias puede realmente expresar la esencia de tu
personalidad.
Los hombres débiles interpretan la aprobación de las mujeres como la más
valiosa. Hay numerosas consecuencias negativas en buscar a la aprobación de
las mujeres. Buscar constantemente su aprobación requiere que te preocupes
constantemente en impresionarlas y evitar causarles molestias. Debido a que
los hombres ven el sexo como la última aceptación y creen que una mujer
debe estar de buenas para que abran sus piernas, los hombres débiles son
capaces de hacer casi cualquier cosa para obtener sus favores. Entonces
cuando una mujer se enoja o se deprime, creen que deben hacer algo
rápidamente para solucionar el problema, v.g., mentir, ofrecer soluciones,
sacrificarse a sí mismos, manipular. Como los hombres están condicionados a
nunca hacer algo que moleste a una mujer, están muy preocupados en
responder a los estados y caprichos de las mujeres con las que no han tenido
sexo o con las que se lo proporcionan.
De una vez te digo que al buscar la aprobación de las mujeres, estarás
cediéndoles el poder de varios niveles de la relación. Si ella está feliz, tú
también lo estarás. Si está enojada, deprimida o estresada, te sentirás ansioso
hasta que lo soluciones. Si buscas la aprobación de las mujeres les das el
poder para que ellas determinen tu valor. Si una mujer te rechaza, tú creerás
que hay algo mal en ti. Buscar la aprobación de las mujeres crea
resentimiento hacia ellas. Cuando pones a una mujer antes que a ti mismo e
intentas ganar su aprobación, tarde o temprano, esta adoración terminará en
resentimiento cuando ellas fallen a tus expectativas. Incluso los
homosexuales son tan susceptibles como los heterosexuales de buscar la
aprobación de una mujer.
1) Mentir. Ah, esto me recuerda a los tipitos inocentes que creen que
pueden atraer a una mujer siendo siempre honestos. En fin, muchos hombres
se enorgullecen de ser honestos. Irónicamente, los hombres son deshonestos.
Los hombres débiles dicen mentiras, verdades parciales, y omiten
información si creen que esto hará que los demás los vean de forma negativa.
2) Lavarse las manos. Como buscan ser perfectos, creen que los buenos
actos limpiarán todas las cosas malas que hacen. Creen que si hacen la
mayoría de las cosas bien, nadie notará las cosas que hacen mal.
Dar para recibir crea un círculo vicioso. Este círculo consiste en tres fases
predecibles:
Una vez que el ciclo está completado, usualmente se repite una y otra vez.
No hay ninguna clave para una vida perfecta. Ser bueno o hacerlo bien no
te previene de experimentar lo amargo de la vida. Lo único que logras es
volverte un hombre débil que permite que los abusivos te pateen el trasero, te
escupan en la cara, se burlen de ti y se salgan con la suya. Toma el poder que
te permita abrazar los retos y regalos de la vida. La vida no es lineal, es un
sube y baja constante. La vida no siempre es perfecta, no siempre te irá bien,
pero es una aventura, una que no debe ser desperdiciada.
Comienza a ser un hombre. Desecha toda creencia errónea de lo que es ser
un hombre; por lo regular, las creencias erróneas nacieron cuando de niño
estuviste desconectado de tu padre y otros modelos masculinos saludables. Te
educaron para buscar la aprobación de una mujer y aceptar la definición
femenina de cómo debe ser un hombre.
No necesitas esconder o eliminar los rasgos masculinos aparentemente
negativos y convertirte en lo que una mujer quiere que seas. Tratar de evitar
el lado oscuro de tu masculinidad, también te hará reprimir muchos otros
aspectos de tu energía masculina. Como resultado, perderás asertividad,
competitividad, creatividad, confianza, sed de experiencia, extroversión y
poder. La consecuencia más visible de reprimir la energía masculina es la
falta de liderazgo en las familias. Las mujeres no se sienten atraídas a un
hombre que trata de complacerlas, ellas se sienten atraídas hacia un hombre
que sabe cómo complacerse a sí mismo. Quieren un hombre.
Espero que no te parezca raro lo siguiente: para recuperar tu masculinidad
necesitas tener relaciones de amistad saludables con otros hombres. Encontrar
hombres que te sirvan de modelo te ayudará a recuperar tu masculinidad.
Haciendo esto, serás menos susceptible a buscar la aprobación de una mujer o
permitir que seas definido por el sexo opuesto. Un hombre débil
frecuentemente evitará hacer algo que enoje a su pareja y causar que ella no
quiera tener sexo con él. Complacer a una mujer muchas veces no es como tú
piensas. No tener motivos ulteriores remueve el miedo en tus relaciones con
el sexo opuesto.
La masculinidad denota fuerza y poder. Gracias al condicionamiento, los
hombres tienen miedo a estos rasgos. Como resultado se vuelven blandos
física y emocionalmente. Abrazar tu masculinidad significa abrazar tu
cuerpo, poder y amplitud. Para hacer esto, tienes que dejar de poner basura en
tu cuerpo y entrenarlo para responder las demandas físicas de ser un hombre.
Esto implica comer saludable, eliminar drogas y alcohol, hacer ejercicio,
tomar mucha agua, jugar, relajarte y descansar mucho. Bueno… a veces la
moderación es más que suficiente.
Visualiza cómo sería un hombre saludablemente masculino y piensa en
rasgos masculinos que te gustaría desarrollar. Con esta imagen en mente,
puedes buscar hombres que tengan estas cualidades. Estos hombres pueden
estar en tu trabajo, escuela, en un equipo deportivo, incluso en los personajes
de las películas o televisión. Observando cómo estos hombres viven su vida y
se mueven por el mundo, puedes empezar a asimilar un modelo masculino
saludable.
Muchos hombres no han tenido una relación estrecha con sus padres. Ya
sea que hayan sido pasivos, ausentes o definidos en una forma negativa.
Reclamar tu masculinidad requiere que examines tu relación con tu padre y lo
veas con ojos maduros. Esto te permitirá verlo tal y como es. Ya sea sacarlos
de la alcantarilla o bajarlos del pedestal. Quizá requiera que expreses tus
sentimientos, incluyendo el resentimiento. Esto es esencial, incluso si tu
padre está muerto. A veces puede realizarse en la presencia del padre, a veces
no. No es importante que el padre esté dispuesto a hacerlo. Lo que es esencial
es que aceptes lo que sucedió entre tú y tu padre. La meta es ver a tu padre de
una forma acertada. Tienes que saber que también fue lastimado. Esta
perspectiva es esencial para que te veas a ti mismo con otros ojos, te aceptes
tal como eres y reclames tu masculinidad. Si tu vida es una consecuencia de
tu papá, entonces tu papá está en control. Puedes ser diferente a tu padre sin
ser lo opuesto. Verás que tienes muchas cosas en común con tu padre:
acéptalo.
La gente herida está atraída hacia la gente herida. Si hay una persona
herida en una relación, siempre hay dos. No hay excepciones. Cuando te
enfocas en tu relación, serás capaz de estar en contacto con las experiencias
de tu niñez. Usarás esta información para entender por qué has creado
determinado tipo de sistema en tus relaciones. Y te debes preguntar: ¿por qué
invité a esta persona en mi vida? ¿Qué necesito aprender de esta situación?
Las personas se comportan como han sido educadas a comportarse.
Muchos hombres tienen la idea de tener una relación libre de problemas. Si
su pareja está triste, deprimida, enojada o tiene un problema, los hombres
brincarán y tratarán de resolverlo. Creen que haciendo eso harán que el
problema se vaya y todo vuelva a la normalidad. Lamentablemente es como
darle un premio a un perro cuando se orina en la alfombra. Cada vez que un
hombre responde o presta atención a un comportamiento que quiere eliminar,
lo está reforzando. Si quieres que desaparezca un comportamiento molesto,
deja de prestarle atención. Lo mismo es en las relaciones.
Las relaciones son problemáticas y no hay forma de eliminar los malos
momentos, pero no tienes que hacerlo más difícil de lo que es. Lo mejor es
entrar en una relación con un motivo saludable, en vez de uno inconsciente y
disfuncional. Significa escoger una pareja de acuerdo a tus valores. Los
hombres que escogen a mujeres que tienen problemas lo hacen porque creen
que una mujer saludable, no los desearía. Cuando creas relaciones con
mujeres que no necesitan “arreglos”, mejorarás tus problemas en encontrar a
la mujer que deseas. Esto no significa buscar a la mujer perfecta, sólo
necesitas a una que sea responsable con su vida. Ten en mente que no
existen las mujeres perfectas ni las relaciones perfectas. Sin embargo,
buscando los rasgos que admires en una mujer, te ahorrará mucho dolor y
aumentará las probabilidades de encontrar lo que estás buscando, v.g., pasión,
aventura, integridad, felicidad, inteligencia, asertividad, responsabilidad,
compromiso con su desarrollo personal.
Puedes leer todos los libros que quieras sobre cómo conquistar a una
mujer o ver todos los vídeos instruccionales para mejorar tu técnica sexual.
Pero nada va a funcionar si sigues teniendo vergüenza y miedo a ser sexual.
Deshacerte de la vergüenza sexual es algo que un hombre no puede hacer
solo. Necesitas exponer cada aspecto de tu sexualidad con gente sana. Esta
revelación te permitirá liberarte del miedo y la vergüenza, y liberar tu energía
emocional que has escondido y reprimido. Es momento de cambiar si:
Nadie nació para complacerte más que tú. Esto es especialmente verdad
en el sexo. Si no tienes tanto sexo como quieres o no tienes el sexo que
quieres, la única forma de cambiar este patrón es cambiar algunos pequeños
componentes. ¿Qué es lo que te aconsejan en las comunidades de seducción?
Sal a la calle y ve a conocer más chicas. Suena bien, ¿no es así? Pues nada
más eso, porque es más efectivo cambiar las pequeñas cosas que crean todo
el patrón de no tener sexo. Antes de tener experiencias sexuales excitantes y
apasionadas debes aprender cómo tenerlas contigo mismo. En otras palabras,
debes practicar una masturbación sana.
Hasta que no puedas ser sexual contigo mismo sin vergüenza, no podrás
tener sexo con una mujer sin vergüenza. Hasta que no te sientas cómodo
dándote placer, no serás capaz de recibir placer de alguien más. Hasta que no
puedas tomar la responsabilidad de tu propia excitación y placer cuando estés
solo, no serás capaz de asumir responsabilidad por tu propia excitación y
placer cuando estés con una mujer. Hasta que no puedas ser sexual contigo
mismo sin usar pornografía o fantasía para distraerte, no serás capaz de tener
sexo con alguien más sin necesitar cosas similares para distraerte.
La masturbación saludable es el proceso de dejar que salga tu poder
sexual. No tiene metas o destinos. No es sobre un orgasmo. No requiere
estímulos externos como la pornografía, ni usar trances o fantasías para
distraerte de tu vergüenza y miedo. No pretendo que elimines nada que no
quieras eliminar. Empero, sí es necesario aprender a poner atención
únicamente en lo que se siente bien. Es sobre aceptar la responsabilidad de tu
placer y expresión sexual. Cuando aprendes a complacerte a ti mismo sin usar
la fantasía o pornografía no hay forma de que tu comportamiento sea
compulsivo. Cuando compartes la experiencia con otros hombres saludables,
la vergüenza disminuye.
Si no quieres eliminar la pornografía, no hay ningún inconveniente,
aunque es bueno saber por qué puede ser perjudicial para tu sexualidad.
Hay numerosas razones por las que los hombres tienden a hacer menos de
lo que pueden en la vida, trabajo y carrera, v.g., miedo, tratar de hacer todo a
la perfección, tratar de hacer todo por sí mismos, se sabotean, se crean una
imagen distorsionada de sí mismos, se imponen muchas privaciones, se
quedan atrapados en relaciones disfuncionales.
Descubre tu pasión y tu potencial. Tiene muy poco que ver con el dinero o
la riqueza material ―se trata sobre descubrir tus pasiones y vivir a la máxima
potencia. La formación de una perspectiva adecuada de ti mismo y el mundo
te permitirá ver abundancia en el universo para que fluya libremente en tu
vida.
Si hay algo que te da miedo hacer, es exactamente lo que deberías hacer.
Enfrenta los miedos y hazlo. Tus cambios serán lentos pero constantes.
Gatearás antes de caminar. Darás pequeños pasos de bebé hasta que puedas
correr. Una vez encarrerado nadie va a detenerte. Pide consejos de alguien
que te anime y te apoye. No lo intentes solo. Recuerda, no importa lo que
pase, de todos modos lo tienes que hacer. Pide un aumento o promoción.
Deja tu trabajo poco satisfactorio. Empieza tu propio negocio. Regresa a la
escuela. Confronta una situación conflictiva. Promueve una idea o algo que
has creado. Persigue una meta de toda la vida. Pasa más tiempo en tus
pasatiempos o actividades de interés.
Toma de una buena vez la responsabilidad consciente de crear el tipo de
vida que quieres. Muchos hombres aceptan resignados el lugar en dónde
están y actúan como si tuvieran poco poder para formar una vida excitante,
productiva y satisfactoria. Crea una vida en donde hagas lo que amas y te
paguen por ello. No te estoy animando a que creas en un cuento de hadas.
Haz una decisión consciente de enfrentar tus miedos. Haz una decisión
consciente de no conformarte con la mediocridad. Haz una decisión
consciente de hacer tus propias reglas. Imita a las personas exitosas que
admiras: si ellos pudieron hacerlo, tú también puedes.
Ahora ya sabes que tu necedad de perfeccionismo o necedad de hacerlo
todo bien te impide seguir tus pasiones y jugar a tu máximo potencial. Si
supieras que tus esfuerzos serán un éxito, ¿dudarías en hacerlos? ¿Este
conocimiento te liberará de la creencia de que tienes que ser perfecto? ¿Este
conocimiento te motivará a empezar o completar lo que has empezado? ¿Qué
riesgos estás dispuesto a tomar si supieras que no hay posibilidad de fallar?
Cuando aprendas a pedir lo que quieres te estarás permitiendo tener la
vida que quieres. Otra de las principales razones por las que has fallado en
vivir tu máximo potencial es que crees que tienes que hacer todo por ti
mismo. Empieza a creer que tus necesidades son importantes, que las
personas van a estar dispuestas a ayudarte a satisfacer tus necesidades, y que
la manera más segura de hacer que la gente te ayude es pedir directamente su
ayuda. Empieza a buscar oportunidades para pedir ayuda. Construye redes
sociales.
Ya hemos hablado sobre las formas creativas que los hombres débiles
adoptan para sabotear su éxito en la vida, v.g., desperdician el tiempo,
aplazan las cosas, empiezan cosas pero no las terminan, pasan mucho tiempo
arreglando los problemas de otros, se distraen con búsquedas triviales, crean
caos en sus vidas, hacen excusas. En muchas situaciones, los hombres no son
víctimas de otros, se victimizan solos. Para empezar a obtener lo que quieres
en la vida, tienes que tomar una decisión consciente para salirte de un mal
camino. Debes cambiar la forma en la que piensas sobre el cambio. Esto
empieza estando consciente de por qué creas muchas barreras que te hacen
seguir atascado. Hacer cambios significativos en tu vida no requiere que
ignores todo. Significa ver las barreras por lo que son ―excusas―, y dar
esos pequeños pasos hacia la dirección a la que quieres llegar, v.g., enfocarte
en tu objetivo, hacerlo ahora, aceptar ser mejor en lugar de ser perfecto,
terminar lo que empiezas, no empezar nuevos proyectos hasta que termines
los viejos, no inventar excusas, deslindarte de los problemas ajenos.
Ya casi para terminar con este apartado, quiero que te formules las
siguientes preguntas:
¿Alguna vez te has preguntado por qué otras personas tienen más que tú?
¿Los envidias?
¿Te molestas con ellos porque tienen lo que tú no tienes?
¿Te preguntas cuándo te tocará a ti?
1) Si te da miedo. Hazlo.
2) No te conformes. Cada vez que te conformas, no obtienes más de
aquello con lo que te conformas.
3) Siempre estás tú antes que los demás.
4) No importa si crees que te mereces lo mejor o lo malo. Tendrás éxito.
5) Cualquier cosa que hagas. Hazlo para ganar.
6) Si sigues haciendo lo que siempre haces, siempre tendrás lo que has
logrado con eso.
7) Tú eres la única persona responsable por tus necesidades, deseos, y
felicidad.
8) Pide todo lo que quieres en esta vida.
9) Si no funciona lo que haces, haz algo diferente.
10) Sé claro y directo. Contigo y con los demás.
11) Aprende a decir "¡No!"
12) Deja de inventar excusas. Propón soluciones.
13) Si eres un adulto, eres lo suficientemente grande como para crear tus
propias reglas.
14) Deja que los demás te ayuden.
15) Sé honesto contigo mismo.
16) No dejes que alguien te trate mal. Nadie. Nunca.
17) Salte de las malas situaciones en vez de esperar a que la situación
cambie.
18) No toleres lo intolerable. Nunca.
19) Deja de culpar. Las víctimas nunca tienen éxito.
20) Vive con integridad. Decide lo que sientes que es bueno para ti. Actúa
en consecuencia.
21) Acepta las consecuencias de tus acciones.
22) Sé bueno contigo mismo.
23) Piensa en abundancia.
24) Enfrenta las situaciones difíciles y conflictos de frente.
25) No hagas nada en secreto.
26) Si vale la pena. Hazlo ahora.
27) Siéntete dispuesto a dejar ir lo que tienes para poder obtener lo que
quieres.
28) Diviértete. Si no te diviertes, algo anda mal.
29) Date permiso de fallar. No hay errores, sólo experiencias y
aprendizaje.
30) El control es una ilusión. Déjalo ir; deja que las cosas sucedan.
Ahora que ya sabes todo esto, toma la decisión consciente de vivir tu vida
como quieres. Date permiso de ser tal como eres, sin reservas ni engaños.
Decide lo que es bueno para ti, empieza a formar relaciones saludables y a
recibir todo lo que te mereces.
Ser sexual
Si eres un principiante, probablemente piensas que si eres capaz de hablar
con una mujer y establecer contacto físico con ella, vas a tener sexo. Esa es
una fantasía muy común. Aprender a hablar con las mujeres es un gran
comienzo, pero no hará que las mujeres quieran desvestirse frente a ti. Tiene
mucho que ver con la forma en que las trates. Si la quieres para una noche, la
tratarás de una manera. Si la quieres para amiga, la tratarás como se trata a
una amiga. Si la quieres para novia, la tratarás de otra manera. Si quieres
aburrirla, seguirás haciendo todo lo que no te ha funcionado.
Muchos hombres piensan que las mujeres no son criaturas sexuales. Que
no son cachondas y que no tienen pensamientos sexuales. Los hombres
juzgan a las mujeres como criaturas no sexuales. Esta es la forma incorrecta
de juzgar a las mujeres. Es completamente erróneo en muchos casos.
Muchas mujeres también tienen la fantasía de conocer a un completo
extraño y tener sexo con él en cuestión de minutos. Piensan también en lo que
se denomina como sexo sucio. También han pensado en tener sexo en un
estacionamiento, en un baño público, en el cine y en todos los lugares donde
tú también te has imaginado.
No cometas el error de catalogarlas como no sexuales simplemente porque
son más discretas y no hablan de ello con todo el mundo ―sé que hay
excepciones. Descubre su sexualidad en sus ojos. Mira sus ojos cuando ve
pasar caminando a un hombre atractivo. Muchas mujeres aventarán una
mirada rápida hacia un nuevo hombre que llegue al lugar. Muchas ven su
cara, otras lo examinan de arriba abajo, las más atrevidas miraran
directamente su entrepierna. Ahí es cuando sabes que son igual de sexuales
que tú.
Las mujeres lo hacen tan rápido y tan discreto que un gran porcentaje de
los hombres no las notan.
Muchos hombres creen que las mujeres increíblemente hermosas son muy
difíciles y que para atraerlas necesitan tener que ser guapos, ricos o muy
inteligentes. Esto no siempre es verdad. Mientras que cada mujer tiene
necesidades, deseos y objetivos diferentes, no es ni fácil ni difícil. Más bien,
ninguna es fácil, es diferente.
No necesitas ser directamente sexual, empero, es una buena idea que tu
coquetería esté cargada de sexualidad. La clave es crear y encontrar los
momentos adecuados para hacerlo. Por lo regular es cuando hay una vibra
relajada entre los dos. Te recomiendo que no seas sexual cuando notes que
ella no está reaccionando positivamente a tus intenciones, hacerlo en el
momento menos indicado y muy rápido, destruirá tus oportunidades futuras.
Asimismo, te sugiero que muestres tus actitudes sexuales cuando tengas un
poco más de privacidad con ella y sus amigos no estén escuchando.
Cuando el momento llega, yo suelo utilizar declaraciones inocentemente
coquetas para notar qué tan receptivas son:
- Qué malo que mañana tengas que regresarte para ―el pueblo donde
viva. Sólo tenemos un par de horas para vivir nuestro amor.
- Qué malo que mañana tengas que trabajar/estudiar. Si hacemos el amor
esta noche, mañana estarás cansada. Feliz, pero cansada.
- ¿Sabes lo que me gusta de ti? Te ves como de mentalidad abierta. Me
gusta eso. Siento que tú y yo podemos tener aventuras y no nos importará si
nos juzgan.
- Eres sexy, inteligente y muy buena persona, sólo hace falta ver qué tan
buena eres en la cama.
- Eres encantadora, lástima que seas mala besando. Pero no te preocupes,
yo te puedo enseñar.
- Me gustan tus zapatos. Si terminamos en la cama, quiero que te los dejes
puestos.
- Eres muy buena. Es una lástima que yo sólo salga con chicas malas.
- Ya no quiero salir contigo, yo sé cómo terminan este tipo de relaciones:
sexo salvaje y peleas.
- Es bueno que vivas muy lejos, si no, tendríamos sexo cinco veces al día.
Muéstrate como un hombre que tiene todas las condiciones para tener
sexo con ella. En este mundo hay tres diferentes tipos de hombre. El eunuco,
el que las hace reír, y el hombre con todas las condiciones para tener sexo
con ella. No hay nada de malo en querer hacer reír a las mujeres siempre y
cuando tú también te diviertas y no lo hagas para satisfacer tu necedad de
ganar su aprobación. Un hombre en condiciones de tener sexo es quien puede
conocer mujeres adonde quiera que vaya. En caso de querer una novia, tiene
la abundancia y el poder de elegir a la pareja con quien más se complementa.
Sabe que será una buena relación, porque ha tenido experiencia con muchas
mujeres. Es ideal conocer a una pareja cuando has vivido ya en la
abundancia.
Lo que hace que una mujer separe a un hombre con quien quiere tener
sexo ¡ya!, de un hombre que quiere que la invite a salir para después hacerlo
esperar, son cualidades como la autenticidad, la congruencia, que cuente con
recursos, la inteligencia y, obviamente, la sensualidad. Esas cualidades no se
dicen precisamente con palabras, se subcomunican.
El verdadero hombre que está en condiciones de tener sexo, no se vale
solamente de hacerlas reír, escucharlas o invitarlas a salir, si no de entender y
provocar su sexualidad.
Una señal que transmitirá si eres un hombre en condiciones de tener sexo,
es tu nivel de necesidad o desesperación. Un hombre atractivo no se ve ni
necesitado ni desesperado. Un hombre poco atractivo, en cambio, es
necesitado y desesperado. Ser necesitado significa sólo una cosa: dejarte
llevar por las percepciones de otros que por la percepción de ti mismo. Es
decir, necesitar de la aprobación de alguien más para determinar tu valor. No
inviertas más en ella que en ti mismo, lo que, en otras palabras, quiere decir
que la única aprobación que cuenta es la que tú te das a ti mismo. Siéntete
contento con tu vida y orgulloso de quién eres. Nunca comuniques alguna
necesidad. Muéstrate firme. Si una mujer no te aprecia, entonces date cuenta
que estás mejor sin ella. No comprometas tu integridad por nadie.
Yo sé que ahí afuera existen muchos hombres que quieren impresionar a
las mujeres con lujos. Algunos consiguen lo que quieren, pero muchos otros
no. Si quieres compartir tu vida, decir una rutina, o algo similar, debe ser para
que tú te sientas bien, y no porque tratas de impresionar.
¿A quién te puedes ligar más fácil, a un bombón o a una chica fea? La
respuesta ya la tienes. Lo sabes tan bien que por eso vas con las menos
atractivas y no con las que realmente te gustan. Si yo le pregunto a quien sea,
donde sea, si cree que merece a una mujer atractiva, la mayoría de las veces,
si no es que todas, me responderán con un rotundo “¡Sí!” Es bastante obvia la
respuesta, ni modo que me digan que no. Por eso, decir las cosas no es tan
importante como ser congruente con ellas.
Ponte en la situación en donde esa actriz famosa que te fascina te dice,
“¡Me gustas!” No te lo vas a tomar en serio. Si me dices que sí,
probablemente cederé y te creeré, empero, ¿cómo te engañaras a ti mismo? Si
no eres capaz de acercarte y atraer a las mujeres constantemente, ¿cómo
serás capaz de lidiar con el mundo en el que ella se desenvuelve y toda la
competencia con la que tendrás que lidiar? Será demasiado para ti.
Más veces de las que me gustaría aceptar, he salido con hombres con
menos experiencia que yo, y he visto con mis propios ojos como las bonitas
mujeres que no pude atraer, básicamente les pasan las nalgas por delante y
ellos ni en cuenta, o más bien, no se quieren dar cuenta. Lo que hago
inmediatamente es jalarlos del brazo y gritarles con crueldad, “¡No mames
cabrón, vas!” Lo que me ha tocado ver me hace mucho daño: no hacen nada.
Después de un rato, ellas se van y ellos regresan apenados. Ellos no se
sienten dignos de ellas, esa es la única respuesta. Una vez que se cierra la
ventana, se acabó.
Gracias a que los hombres valoran más el sexo que las mujeres al
principio de la relación, las mujeres tienden a invertir menos y se ven menos
necesitadas en las primeras etapas de la interacción. Una de las posibles
soluciones es inducirla a que invierta más en ti. El sexo y otras cosas
sucederán inevitablemente gracias a la inversión emocional. Y, hablando de
inversión, deja muchos dividendos invertir más en ti mismo que en las
mujeres. Es una solución disponible con un peso importante para tener
relaciones estables y felices a largo plazo.
Antes de pasar a lo demás, quiero aclararte que, el hecho de que ella te
perciba como un hombre atractivo, no significa que ella quiera acostarse
contigo inmediatamente. Hay dos excepciones principales que hacen que las
mujeres atraídas no quieran estar contigo: fricción y proyección. Ya vimos lo
que es la fricción, ahora hay que hablar de la proyección.
La proyección es diferente. Hay muchas mujeres que, por cualquier razón,
tienen miedo de su sexualidad. Tienen resentimiento hacia los hombres. Éste
se debe a muchos factores. De hecho, entre más conozcas, más vas a
encontrar este tipo de mujeres. Los rechazos serán incluso más duros. La
verdad es incómoda, y será incómodo saber que las mujeres siempre te
pondrán barreras. No importa lo que digas, no te van querer. Está bien. La
incompatibilidad es un hecho de la vida.
Como resultado, la incompatibilidad afecta las estrategias de los hombres
para conquistar mujeres. Evita basar tus estrategias en factores que están
fuera de tu control. Si la base es la incorrecta, tus estrategias serán
ineficientes y demandarán más daños. El mundo es lo que es, tu trabajo es
presentarte tan audaz y claramente como sea posible. Aceptar las reacciones y
aprovechar las oportunidades. Todo lo demás será un error.
Yo sé que al principio había dicho que conocer mujeres iba ser un proceso
simple, y más o menos lo es. Lo que no mencioné fue que, para que este
proceso se vuelva simple, es imperioso abatir todos, o al menos la mayoría de
los obstáculos que están obstruyendo tu camino. A lo largo de este libro he
hecho alusiones al sistema de creencias, pero ahora quiero hablar un poco
sobre tu motivación. Una trampa en la que muchos hombres caen es tener
falta de motivación para perseguir mujeres. La pornografía mata tu
motivación para perseguir mujeres en la vida real. La pornografía crea
expectativas imaginarias sobre el sexo, sobre las mujeres y la sexualidad. Las
mujeres reales, no importa que tan buen cuerpo tengan, tienen
imperfecciones. Si te acostumbras a la perfección de las películas
pornográficas, tendrás muchos problemas para motivarte por las mujeres que
ves todos los días. La masturbación exagerada te insensibiliza de la fricción
con la vagina. Apaga tu poder sexual.
Quiero que restaures tu poder sexual de nuevo, o si ya lo tienes, que lo
vuelvas saludable. Cuando estés fuera, a cada mujer atractiva que veas, cada
mujer con quien hables, quiero que imagines lo que sería estar en la intimidad
con ella, tocar su cuerpo, conocerla, cuidarla, escuchar cosas bonitas de su
boca. Visualízalo en tu mente. Deja que ese calor invada tu cuerpo. Nota
cómo arden tus pensamientos. Las posibilidades de que quieras hablarle
serán muy altas si te enfocas en la mejor situación posible y no permitas
pensamientos ni energía negativos. Si asumes que las mujeres están atraídas
hacia ti, entonces tus oportunidades incrementarán, aunque de principio no
sea así.
No te preocupes en la manera en que la vas a abordar. Para hablar con una
mujer necesitas una palabra: hola. Para escalar necesitas un movimiento:
toma su mano. Para tener sexo con ella necesitas una oferta: vámonos a otro
lugar. Cuando un hombre lee libros sobre seducción porque cree que no sabe
lo suficiente, podría pensar que está haciendo un progreso y aprendiendo,
pero al final del día, seguirá teniendo miedo de hablarle a una mujer. Le
atemoriza averiguar si una mujer está atraída hacia él. En estas alturas del
partido, ya tienes información suficiente. Sal y reclama las parejas sexuales
que te corresponden.
Básicamente, todo el repertorio que los hombres tienen fue formado sobre
una base de inseguridades. Fueron creados por hombres que no eran exitosos
con las mujeres y estaban incómodos con su sexualidad. ¿Harías caso a los
consejos de alguien que el tema del sexo le perturba? Es contrastante, porque
las mujeres tienen más experiencia con los temas sobre la sexualidad.
Las mujeres se aburren fácilmente, y esto es especial en los bares. Lo veo
todo el tiempo: un pobre hombre empieza a paniquearse tan pronto empiece a
perder la atención de la chica. Como resultado empieza a hablar más rápido e
intenta ser más interesante y divertido. La solución: no importa si lo que
dices es interesante cuando tu magnetismo es atrayente. Podrías decir poco y
escuchar mucho si quieres. Si tu magnetismo es seductor, mantendrás la
atención de las mujeres sin hacer o decir algo en especial. Las mujeres hablan
contigo aunque seas un extraño si eres interesante y entretenido.
Desafortunadamente, hablar demasiado y entretenerlas tiene poca
probabilidad de llevártelas a la intimidad porque no hay tensión. Así que la
manera más rápida para interesarlas sexualmente es demostrar una vibra
sexual y escalar físicamente. Además, para qué preocuparte por hablar,
seguramente ya lo has escuchado: las mujeres nunca se aburren hablando de
sí mismas. Escúchalas y siempre tendrás su atención.
Todos nos hemos familiarizado con la creencia de que tiene que pasar
cierto tiempo antes de que una mujer te diga que quiere tener sexo contigo. Y
que hay cierta cantidad de tiempo que necesitas esperar antes de hacer un
movimiento declarado. Mientras que cada mujer es diferente, es tu deber
crear ese momento y tener los ojos bien abiertos para leer las señales. Te
aseguro que puedes besarlas y tomar sus manos en el primer minuto. O bien,
No tienes que esperar ni una hora antes de que tú y ella estén desnudándose el
uno al otro. Todo depende del contexto. De hecho, muchas veces esperar
demasiado o ese gran indicador, herirá tus oportunidades. La verdad es que
no hay una cantidad de tiempo determinada para esperar. Si no escalas
rápido, o bien, si no sabes mantener esa tensión, el deseo sexual empezará a
debilitarse. Cuando no entiendes por qué una chica se te va, creo que aquí
tienes una posible respuesta. Sólo porque estuvo atraída al principio, no
significa que estará atraída para siempre. La conexión que tiene contigo no es
sólida, sobre todo si acaba de conocerte. El punto de escalar físicamente es
hacer del deseo algo oficial. Aprovecha la ventaja de que las cosas están en
su mejor punto cuando la conoces y todo es nuevo y mágico.
Una vez que la tensión inicial empieza a apagarse la vibra se tornará
neutral. Muchas interacciones nunca se recobran de un inicio rápido y un
final débil. Esa tensión neutral en la vibra viene del sentimiento de que algo
tenía que pasar, pero no pasó. Una vez que ella empiece a sentir ese momento
neutral estás al borde del, "¡Gusto en conocerte!," o en otras circunstancias
del “¡Estoy saliendo con alguien más!”. Tu lentitud se da gracias al
malentendido de que hablar con una mujer por mucho tiempo o tener varias
citas con ella significa que lo estás haciendo bien. Es más seguro que sea lo
opuesto. Si hablas por más de cinco minutos sin hacer nada o si sales varias
veces con ella y no pasa nada, usualmente significa que lo estás haciendo
mal. En la vida no hay que actuar como si fueras a vivir para siempre.
Si estás platicando con una mujer que realmente tiene novio, no pierdas el
tiempo y diles, "¡Sólo estás hablando conmigo para jugar un rato o existe la
posibilidad de que haya algo más entre nosotros!" Que no te dé miedo hacer
declaraciones ni preguntas directas. Las emociones que éstas causan hacen
que tener el valor de ser directo valga la pena.
No te amedrentes si te dicen que no van a tener sexo. Simplemente está
racionalizando. La clave es relajarte, divertirte y persistir. No la hagas sentir
responsable de eso. Ella te está cediendo el control, está adoptando una
actitud sumisa y quiere deslindarse de la responsabilidad de lo que pueda
pasar después.
He manifestado la importancia de leer las señales que envían las mujeres
en todo momento. Sin embargo, si todavía te cuesta mucho trabajo, pero
sientes algo más, pregúntales sin miedo, "¿Estás enviándome señales que por
tonto no me doy cuenta?" Ella amará tu honestidad y la picardía con la que lo
dices. En realidad debes decirles lo que estás pensando o sientes que es
correcto. Pero eso sí, una cosa es ser honesto y otra cosa es ser estúpido.
Siempre calibra la situación.
Como ya señalé, para los hombres débiles, el tema del sexo es un tema
muy incómodo a tratar con las mujeres. Pero hay un tipo de subcomunicación
involucrada en discutir sobre el sexo con una mujer. El nerviosismo o la
renuencia para discutir sobre el sexo con una mujer no tienen nada en común
con la caballerosidad o la sensibilidad. Revela, más bien, una falta de
experiencia con las mujeres y el sexo. La falta de experiencia sugiere que no
eres deseable, porque si lo fueras, otras mujeres hubieran experimentado
contigo en esta materia.
Evitar el tema del sexo revela creencias importantes sobre ti. El tema del
sexo crea la posibilidad de que tengas sexo con la chica con quien estás
hablando. Si no crees que ella va a tener sexo contigo —lo que significa que
no te sientes digno de ella—, no vas a querer sembrar esa idea en su mente.
Sentirte incómodo por hablar de sexo porque no quieres que ella piense
que estás pensando en ello, estás subcomunicando exactamente lo contrario:
que estás pensando en él, pero no te sientes digno. Por otro lado, si te sientes
cómodo hablando de sexo, revelarás madurez. Revela que la idea del sexo no
te causa ninguna molestia y que no necesariamente estás pensando en tener
sexo con ella, pero estás abierto a la posibilidad. Te sientes cómodo hablando
de sexo porque te sientes digno de ello.
Las mujeres han aprendido intuitivamente a reconocer que los hombres
débiles no hablan sobre sexo porque son unos pervertidos cuyas mentes están
obsesionadas con eso. Y los que hablan de él tienen su sexualidad bajo
control.
Si eres como muchos hombres, probablemente escondes tu atracción
sexual que sientes por las mujeres todos los días. En la escuela, en el trabajo,
en la calle, en los centros comerciales, ves mujeres que despiertan tus
pasiones. A veces quisieras conocerlas y hacerles el amor ese mismo día.
Esta atracción no sólo es natural, sino saludable. No hay nada de qué
avergonzarse. Si te sientes incómodo con tu atracción hacia las mujeres,
quizá te sientes incómodo con tu esencia masculina. Si sientes que es
degradante para una mujer ser el objeto de tu atracción, entonces desprecias
tu masculinidad.
Cualquier actitud negativa que tienes contra tu atracción por las mujeres
es un signo de temor. Tu atracción a las mujeres es una bendición. La
confesión de tu deseo es una confesión de tu deseo de abrazar la vida. El
deseo es tu impulso natural de ofrecer amor. Es un gesto de tu interior. Y no
necesitas tener sexo para saborear la dicha junto a ellas. Cuando veas una
mujer que te gusta, deja que esa energía se mueva por todo tu cuerpo y no la
interrumpas con racionalizaciones. Aprende a magnificar y sostener tu deseo,
para que tu cuerpo y respiración estén abiertos y puedan profundizarse por
esta fuerza.
¿Cuándo fue la última vez que realizaste algo sin inhibiciones? ¿Cuándo
fue la última vez que sentiste una corriente de energía al ver o pensar en
cosas bastante sucias?
Cuando no puedes expresar tus pasiones más oscuras con amor, se quedan
atrapadas y reprimidas en tu psique. Se desconectan de tu corazón. Tus más
bajos instintos son los mismos que tus deseos masculinos de lograr la
grandeza, construir cosas, hacer pedazos a tus oponentes, romper barreras
filosóficas, romper tus miedos.
Has acumulado demasiado veneno en tu interior. Y la razón es que no has
aceptado tu naturaleza. La has suprimido y has tratado de cambiarla.
Obstruyes tu energía y por dentro hierve como lava. Siempre está empujando.
Puede emerger en cualquier momento. El sexo es un conductor muy
importante. Por lo tanto no debe reprimirse en pos de “interesarse” por las
mujeres. Las dos cosas están bien, pero no debes olvidar tu naturaleza. Pero
el sexo es sin duda, la razón principal. Mientras más reprimas tu deseo sexual
en pos de apreciarlas realmente, más atado estarás a tu deseo sexual y te
impedirá apreciarlas realmente. Cuanto más se oculta algo, mayor es la
atracción perversa que genera. Lo que necesitas es la comprensión, no la
represión. El sexo es una energía humana, pero no debemos detenernos ahí.
Una persona espiritual tiene el valor de enfrentarse cara a cara con las
verdades de la vida. Los cobardes dan la espalda y cierran los ojos ante ella.
El miedo número uno por el cual los hombres no expresan sus deseos
sexuales, es el miedo a que las mujeres los perciban como pervertidos. La
verdad es que si expresas tu sexualidad libremente, algunas mujeres, a veces,
van a verte como pervertido. Date permiso de ser un pervertido. No hay de
otra. Si te acercas a una mujer y ves sus senos todo el tiempo mientras hablas
con ella, parecerás un pervertido. Incluso si le dices honestamente que tiene
uno senos increíbles. No es la falta de intención, sino porque ella no te
conoce y muchas mujeres no están cómodas siendo sexuales frente a un
hombre que no conoce. Es por eso que la vulnerabilidad es enorme. Cuando
eres vulnerable frente a las mujeres que no conoces, las inspirarás a que
confíen en ti y muestren su lado vulnerable.
Coquetear es lo opuesto a la perversión. Coquetear es expresar tu
sexualidad de una forma atractiva y divertida para las mujeres. Tu
comportamiento sexual puede ser abierto, puede ser sutil o implícito, pero
cuando lo haces correctamente, es aceptado y apreciado por las mujeres.
Cada vez que rompes una barrera con una mujer, te estás arriesgando a ser
rechazado. Esto comunica que no te preocupa perderla, y a su vez comunica
que no eres necesitado. Bromear con ella rompe las conversaciones aburridas
y despierta atracción e interés por parte de ella. Incluso un hombre con poca
experiencia puede salir hoy de casa y atraer a una mujer. Sin embargo,
bromear no lo es todo. Puedes bromear con una mujer unos cuantos minutos,
pero no debes exagerar. Eventualmente debes abrirte y establecer una
conexión con ella.
Por otro lado, motivo a los hombres a bromear y coquetear con las
mujeres intermitentemente ―incluso con las mujeres que no te interesan. Eso
agrega un componente sexual y despierta excitación en tus relaciones. Las
mujeres son adictas al coqueteo. Lo aman. También es importante que
interpretes sus reacciones para bromearla correctamente. Muchas fingirán
enojo, cuando en realidad lo aman. Algunas mujeres te bromearán también,
algunas te insultarán. Otras en verdad se van a ofender. Fíjate muy bien cómo
responden y calibra en consecuencia.
Un aditamento que puedes agregar a tu coqueteo es liderarla. Puede ser
que la tomes de la mano y te la lleves a otra parte. Declararle tu interés
sexual. Tocarla físicamente. Preguntarle cosas personales, invitarla a salir o a
tu casa. Como las bromas, liderar debe ser hecho con las mejores intenciones.
Las demostraciones genuinas de afecto e interés, generalmente son las que
mejor aceptan y aprecian las mujeres. Si ella no responde a nada de lo que le
dices, no está atraída hacia ti y has sido rechazado. Fin de la historia.
Coquetear es el arte de divertirte y amplificar la tensión sexual. Trátala
como a una niña pequeña. Malinterpreta sus acciones como si estuviera
coqueteando contigo, como si se portara mal y te estuviera perdiendo. Pero
no abuses. Nota si ella te sigue el juego o no, ese es el factor determinante
para saber en qué medida ser coqueto. Abusar es una forma de demostrar tu
falta de inteligencia social e inseguridad. Los coqueteos inseguros son
arrogantes y mal vistos. Hazlo siempre con tono ligero y un poco de humor.
Escucharla y leer su lenguaje corporal es crítico. Ella te ofrecerá
oportunidades para coquetear, pero debes estar presente para notarlo. Ellas te
están proporcionando información constantemente, ya si después de leer este
libro y no sabes qué decir, eres sordo y ciego. Piensa menos y actúa más;
ponte atento. Todo lo que has aprendido, mézclalo, no abuses.
Los cumplidos como el coqueteo pueden causar el efecto contrario si se
abusa de ellos o si no se dicen en un momento adecuado. No digas tantos
cumplidos, ella se los tiene que ganar. No lo hagas inmediatamente, espera
los indicadores y ahora sí, díselos. A veces la coquetería y los cumplidos son
inapropiados. Menciono esto porque es una herramienta muy adictiva. Si
abusas, puede dañar tus oportunidades de tener una verdadera conversación
con ella. También, si sientes que ella ya está atraída es sabio coquetear y
bromear pero muy poco. Lo más indicado es pasar a una conversación
normal. Menos es más, y si eres abrumador con tus bromas y cumplidos,
pensará que estás siendo insincero. Como me pasó a mí en la primera
historia.
Debes sentirte a gusto con ellas, gentil y seguro. Uno de los mayores
obstáculos es la educación de la chica en cuestión. Devuélvela a su estado
natural, en el que el deseo, el placer y el sexo no tengan connotaciones
negativas. Llévalas a la aventura con una actitud abierta y espontánea. Tu
seguridad y serenidad son la mejor droga. Nada te molesta, nada te asusta,
nada es personal. No hables de trabajo, deber, matrimonio, pasado o futuro.
Ofrece un estremecimiento de perderse en el momento, donde lo sentidos
cobran vida.
Para relajar su mente distraída haz que se concentre en una cosa ―si es
una actividad que implique contacto físico, mejor. Cuando se concentra, se
relaja, los sentidos despiertan: ella será vulnerable a toda sensación. Actuarás
como un hipnotista haciendo que se concentre en ti. Recuerdos, experiencias
compartidas: mantendrás ocupada su mente, incluso cuando no estés ahí.
Cuando sea la hora de cerrar, debes estimularla con una atención más intensa.
Todo empieza en ti: después, una mirada ardiente la hará sonrojar. Cuando
descubras sonrojos, temblor de la voz, ojos vidriosos, risas enérgicas,
movimientos de relajación, reflejos involuntarios ―como imitar tus gestos―,
es cuando más debes presionar. Sírvete de halagos, que ella se sienta
femenina. La actividad física compartida hará que su cuerpo se desconecte de
la mente, para operar bajo sus propias leyes. No la juzgues de ningún modo;
acéptala como es. Haz que esto parezca una unión que el destino tenía
preparado para ustedes.
Excítalas emocionalmente. Esta simple aproximación te llevará hasta la
intimidad con ellas más allá de lo que te pueden llevar el dinero o tu atractivo
físico. Cuando nuestro cuerpo produce adrenalina, los sentimientos de
atracción y deseo sexual entran al juego. La adrenalina se produce por el
miedo, la excitación, el ejercicio y un contacto físico atrevido. Producen e
intensifican los sentimientos pasionales. Involúcralas en actividades de alta
emocionalidad.
La forma adecuada de obtener sus favores, no es arrebatárselos, sino de
crear la situación para que te los conceda. Si de ellas sólo quieres sexo, es
algo válido, pero antes debes demostrarles eso y no engañarlas. También las
mujeres pueden desear sólo sexo de ti. Sólo recuerda que querer algo de ellas
no significa pasar por encima de ellas.
Los hombres débiles aceptan querer forzar a las mujeres a tener sexo
contra su voluntad, de la misma forma en que ellas han aceptado querer ser
forzadas a tener relaciones sexuales. La diferencia aquí es el amor. Estás
amorosamente forzándola a someterse a un gran éxtasis. Es sólo cuando no
eres capaz de reavivar este lado excitante, que empiezas a emplear formas
ausentes de amor, como fantasías sobre violaciones, historias trágicas de
pérdidas y brutalidad y pornografía violenta. En resumen, caerás en patrones
mucho más dañinos si no te entrenas lo suficiente en el arte del amor.
Necesitas aprender a revivir esos bajos instintos sí o sí. Ten sentido
común, por favor. En vez de meterte en problemas, debes verlo como una
práctica espiritual. Para violar una mujer, necesitas hacerlo como un culto a
su corazón. Esa valentía de expresar tus instintos libre y respetuosamente, te
llevará a ti y a las mujeres a un nuevo nivel de espiritualidad sexual.
Ella no confiará en tus capacidades nobles hasta que hayas probado tus
capacidades más oscuras. Ella sabe que si no eres capaz de conocer su
energía sexual más oscura y violarla con amor, no serás capaz de conocer los
lados más oscuros del mundo que retarán tu libertad espiritual.
No necesitas preocuparte por complacerla. No es el punto. Ella te presenta
su energía en la forma de un estado o una emoción, ofreciéndote una
oportunidad de aprender a dominar esta energía con intrepidez. Cualquier
energía que te ofrezca, puedes estar seguro que el mundo también te la
ofrecerá. Si tratas de tener una vida fuera de lo común, te encontrarás con
muchos lados oscuros. Y sólo con tu presencia, tu bravura y amor el mundo
cederá a tus esfuerzos.
Si te das por vencido a cierto punto con las mujeres, asimismo estarás
dándote por vencido para dar lo mejor de ti al mundo.
Lo que sí hay que tomar en cuenta es que, si quieres ser atractivo para un
tipo de mujer, debes ser atractivo para las mujeres en general. El dilema es si
tratar a las mujeres por igual o según sus cualidades. Se me ocurre algo
mejor: la solución es valorar las personalidades de cada persona tratándolas
de acuerdo a sus valores. Es tonto no halagar a una mujer por su físico. Es
como decorar tu casa para una fiesta y cuando llegan los invitados nadie dice
nada.
Antes de pedir algo más, pregúntate, ¿estoy creciendo como ser humano?
Sólo así dejarás de aceptar menos de lo que mereces. Si le inviertes más a tu
vida, te comprometes, te apasionas, atraerás a quien sea.
Tampoco entres por la puerta trasera. No hagas listas de las mujeres que
crees podrás conquistar con menor esfuerzo o que crees que te van a hacer
caso. Pon en tu lista únicamente mujeres que despierten tus pasiones; y que te
gusten, claro. ¿A quién no le gustará poseer a la mujer que uno considera la
más guapa del mundo? Si un hombre considera a determinada mujer, la más
guapa de un lugar, obviamente es bajo su propio criterio, por lo tanto debe
respetarse. Así que no te engañes creyendo que no te gustan las mujeres
guapas. Sabemos que el interior es mejor que el exterior, pero debes ir con las
mujeres que te gustan físicamente. Ir con las mujeres que te gustan más o
menos o que no te gustan, con el pretexto de que importa más el interior, es
sólo eso, un pretexto. Y por cierto, ¿quién dice que sólo las feas son las más
puras en el interior? No creas mitos. Y si al final decides que te gusta cierto
tipo de mujeres, será porque ya has salido con muchas otras mujeres, y no
porque le hiciste caso a tu papá cuando te dijo, “¡Las mujeres feas son las
mejores en la cama!”
No quisiera decirlo, pero por muchas razones, las mujeres que valen la
pena, son las más complicadas. No me refiero a que necesites mejores
historias, que debas ser más interesante, rico o guapo. Me refiero a que
necesitarás desarrollar rasgos en tu personalidad adecuados, pero no
apuntando desde una posición de escasez, que sería creer que “tienes que ser
alguien” para atraer mujeres hermosas. La posición es que no atraerás a una
mujer con cualidades valiosas si tú no las desarrollas. Una mujer con una
personalidad sólida no buscará un hombre que tenga miedo a las críticas, por
ejemplo.
Algunos hombres piensan que pueden tener sexo usando sólo el juego
verbal. Su creencia se puede comparar con la intención de aumentar masa
muscular levantando pesos ligeros. Hay muchas personas que saben hablar,
pero que simplemente no van a tener sexo a menos que inviertan en un
componente físico en sus interacciones. Algunos hombres están felices con
sólo hacerlas reír y hablar con ellas. Eso sólo es una ilusión de la atracción.
Muchas veces, los hombres son sólo animadores. Usualmente prenden el
boiler para que otro se meta a bañar. Ellos hacen que ellas se diviertan a
veces sacrificando su propia diversión. Les suben el ánimo para llegue otro y
las haga suyas. Si eres de esa clase de hombres, tarde o temprano lo
resentirás. Si noche tras noche sólo vas a entretener y ser aprobado por las
mujeres, mientras no obtienes resultados tangibles, te decepcionarás y
sentirás que no has logrado nada.
Algunos hombres creen que si ellas los aprueban, no tienen que liderar.
Se engañan a sí mismos al pensar que si las mujeres se ríen de sus bromas, no
tendrán que hacer cosas incómodas que puedan arriesgar la aprobación de las
mujeres. Por ejemplo, acercarse más y ser sexual. Sin embargo, si no diriges
físicamente, no tendrás sexo nunca.
Por otro lado, no podrás liderar si tienes miedo de lo que puedan pensar de
ti. Debes arriesgarte.
Mientras que la regla de los tres segundos puede funcionarte para vencer
tu ansiedad de acercamiento y te ayuda a darte cuenta que puedes hacer bien
las cosas sin pensar en qué decir, sobre todo cuando vas caminando por la
calle o viajas en transporte público y tienes que tomar decisiones en cuestión
de segundos o la chica se te va, una noche mi cumpa me presentó una mejor
forma de hacer las cosas.
Mi cumpa y yo salimos una noche a un lugar llamado Classico ―un lugar
fantástico que creo ya no existe―, e inmediatamente empecé a acercarme a
las chicas como si ya las conociera y como si yo fuera el dueño del lugar
haciendo caso a esta regla de los tres segundos. Para serte sincero, las cosas
no iban nada bien. Al ver lo que estaba pasando, mi cumpa me dijo,
“Espérate tantito. Deja que lleguen, se diviertan y se pongan un poco peditas.
Vamos a ver el lugar, nos tomamos un whisky, y ya después te acercas si
quieres.” En la comunidad un consejo así puede generar desacuerdos
agresivos, yo por ejemplo pensé, “¡Este cabrón tiene miedo!” Por un
momento creí que eran excusas. Como venía con él y es alguien a quien
aprecio mucho, le hice caso. La verdad es que no nos esperamos ni media
hora y ya estábamos besando a un bombón, pero el mensaje fue sencillo:
relájate, nadie te está correteando.
Esta postura no es ni ansiedad de acercamiento, ni pretextos, ni flojera. La
decisión ya está tomada: vas a acercarte. La decisión ya la debes haber
tomado desde que sales de tu casa. Es una y una. No siempre puedes aplicar
esta regla, como tampoco puedes siempre analizar las situaciones. Sin
embargo, funciona de maravilla llegar a un lugar y evaluarlo, sobre todo
cuando pretendes algo más que acercarte y calentar. ¿Con quién vienen?
¿Están tomando? ¿Se divierten? ¿Cómo se comportan? ¿Parecen estudiantes
o se nota claramente que ya trabajan y viven solas? ¿Voltean a su alrededor
buscando valor? ¿Hacen contacto visual contigo?
Si bien es cierto, acercarte desde el principio puede subirte la energía,
como también puede disminuírtela. Quizá sí necesites bastante experiencia
para concentrar tu energía positiva como si ya hubieras calentado y te hubiera
ido de ensueño en el momento preciso en que decides acercarte a la mujer
que más te gusta.
Por otra parte, hay veces en las que te aconsejan que te acerques
rápidamente para no perderla. Unos segundos de vacilación y la chica se va.
¿Pero qué tal si tiene novio y sólo fue al baño? Sí, yo he besado, he explorado
debajo de las faldas, y he tenido sexo con chicas cuyos novios se descuidaron
unos momentos y cuando regresaron, vieron que todo estaba justo en su
lugar. Lo digo tajantemente porque no es algo que deba presumirse y le
puede pasar a cualquiera. Es más, a lo mejor te pasó y tú ni en cuenta; las
mujeres son diabólicamente discretas ―a veces, claro. Entonces, ¿para qué
hacerle la maldad a alguien?
También puede ser que sus amigos se aburran y el líder ―el homosexual
o el que trae coche―, dice, “Ay, mejor vámonos a otro lugar. Aquí está de la
hueva.” Y así, amigo mío, me han dado úlceras de coraje. Mi chica y yo
estamos pasándola genial y se la llevan. Incluso me las han arrancado de mi
boca cuando nos estamos besando apasionadamente. Por muy bueno que
seas, ellas no arriesgarán su amistad, ni la seguridad de que sus amigos la
llevarán a casa sana y a salvo, o hay veces en las que los amigos deben
prometerles a los papás de la chica que la van a regresar a casa a cierta hora.
Tiene que ser una chica muy independiente y asertiva para decirles a sus
amigos, “¡Bye, yo me quedo!” Y aun así, no la tienes segura. Esto te quita
energía y tiempo que pudiste haber aprovechado mejor con el simple hecho
de observar y esperarte unos minutos. Claro, uno nunca sabe a simple vista si
las chicas se van a ir. Más tarde hablaremos sobre la logística.
Por último, que te esperes, que analices y observes, no quiere decir que no
estés ejerciendo ninguna acción. Por el contrario, puedes hacer cosas muy
buenas desde “lejitos”. Insisto, la decisión ya está tomada. Te vas a acercar.
¿Pero no sería fantástico acercarte sin temor ni riesgo al rechazo? Es decir,
acercarte cuando las condiciones ideales ya las has creado, y sólo tener que
acercarte y decir, “Hola, soy Sacarías, ¿qué planes tienes para esta noche?” O
si es en otro momento, “Hola, tengo muchas ganas de conocerte, ¿tienes
planes para este fin de semana?” O bien, “Hola, ¿cómo te llamas?” Nunca
nadie en el mundo te dirá, “¡Ah, eso ya me lo habían dicho!” Entrar a un
lugar o pasar por la calle y establecer contacto visual, te revelará en pocos
segundos si tienes la luz verde. Sonreír y que te sonrían de regreso, te
permitirá acercarte y tener una base para superar cualquier rechazo inicial.
Brindar desde lejos es otro signo contundente. Decirles “¡Hola!” con una
seña. Tocarles los hombros cuando pasas cerca de ellas para que te den
permiso de pasar y cuando volteen, saludarlas es otra manera efectiva de
acercarse.
Tal y como lo manifestó Sun Tzu en su filosofía de la guerra:
En la vida hay muchos hombres que quieren seducir a una chica, pero
pocos lo hacen. No basta con querer. Debes emprender la acción. Quizá, aquí
no hay algo que no sepas, pero este es un recordatorio de lo que ya sabes y un
empujón para llevarlo a cabo.
Se vuelve claro que el gran riesgo en la vida no es cometer errores, sino el
arrepentimiento: dejar pasar oportunidades. No podrás regresar y recapturar
años desperdiciados en hacer algo que no te gusta o permanecer en el mismo
lugar.
“Las horas más hermosas de mi vida, las he pasado al lado de una dama.”
Estás aquí para ligar, no para divertirte. A divertirte al circo. ¿Por qué lo
digo? Mira, debes divertirte en la persecución de las mujeres, si no te divierte,
no deberías hacerlo. La afirmación principal es porque algunos oportunistas
ponen de pretexto el “¡Sólo vengo a divertirme!,” sólo para no actuar. Cubren
su miedo o su ineptitud con un pretexto que es muy bueno, pero que no
justifica el no hacer nada. Así que para la otra no hables con las mujeres si no
quieres, pero al menos admite que te da miedo o te sientes incapaz. No te
justifiques con pretextos baratos.
La estrella y el espectador
Hay hombres que salen sólo para estar de holgazanes y posponen la
acción indefinidamente. Claro, encuentran más fácil no acercarse, quedarse
parados y mirar. Algunos lo racionalizan diciendo: “¡Voy a ver las
interacciones sociales y aprender!”, o “¡Yo te veo primero!”, o “¡Me espero a
que los demás empiecen a socializar!” Hay mil maneras de justificar el estar
en la zona de confort. Cuando caigas en la pasividad, necesitas entender por
qué estás siendo un espectador y no tomas acción. Puede que se te dificulte
acercarte, o tuviste un par de malos acercamientos, donde te rechazaron y
estás tomando un descanso. Estas pausas son fatales. No sólo te oprimirás
más, sino también empezarás a ponerte a racionalizar. No retardes las cosas,
toma acción inmediata a pesar del resultado. Lo haces sólo para ganar
momentum. Lo haces por ti. Considera parte de tu trabajo darte cuenta de
esto e interrumpe el patrón.
Lo que te debería doler es que, al estar en modo espectador estás buscando
constantemente que otras personas se lleven la gloria. Ves películas para ver
cómo el perdedor se liga a la chica más popular de la escuela, ves los partidos
de tu equipo favorito para ver que ellos se lleven la gloria, ¿y tú para cuándo?
Hay personas que llegan al punto en donde ya no quieren la gloria, y sólo
quieren sentarse a ver a los demás llevársela. Los hombres débiles no viven
sus propias vidas. Todo esto pasa porque es más sencillo ver a los demás
triunfar, que destacar y obtener el triunfo tú mismo. Apaga la computadora o
la televisión, cierra este libro y sal a obtener la gloria. Si hay algún programa
que te guste, si le vas a un equipo o si quieres aprender de alguien,
obsérvalos, está bien. El punto es que debes dejar de inventarte excusas y
perder el tiempo mirando a los demás.
Tenemos energía y tiempo limitado, no tiene caso desperdiciarlos siendo
el espectador. ¿Recuerdas cuando eras niño y pensabas que ibas a vivir 100
años? Bueno, quizá ahora te des cuenta que sólo vas a vivir setenta o sesenta
años. ¿Qué tan rápido se fueron esos años de vida que tienes? Pasaron
volando. Así que apresúrate a hacer lo que tengas que hacer.
Los medios masivos de comunicación te impiden, a veces, pensar por ti
mismo. Una cosa es leer artículos o programas de televisión que te gusten o
que te instruyan en algo, otra cosa es simplemente llenarte de basura. De aquí
viene el síndrome del espectador, ya no quieres ser la estrella que todos
quieren mirar, ahora prefieres simplemente quedarte viendo cómo los demás
tienen éxito. Si te gusta leer libros sobre desarrollo personal, me parece
genial, pero no lo tomes como excusa para no tomar acción. Tú eres la
estrella de tu vida. Actúa como tal.
Otro síntoma del síndrome del espectador es querer ganar u obtener las
cosas a base de suerte. Piensas que la solución a tus problemas es un billete
de lotería o unos cuantos millones en tu cuenta bancaria. Algo que de repente
caiga del cielo y de un día para otro mejore tu vida.
Haz más excitantes los lugares a los que vayas simplemente porque estás
ahí. Toma cualquier oportunidad para brillar y emanar tu efecto superestrella
aprovechando las oportunidades que se te aparezcan. Es la habilidad de hacer
lo inesperado. El coraje de hacer algo contrario a las expectativas de los
demás, los estereotipos. Tener esa habilidad te hace superestrella.
Una estrella, en lugar de observar, es excelente actuando frente a una
audiencia, especialmente cuando tienen que desempeñar la misma
presentación o show una y otra vez. Es quien atrae la atención, haciendo lo
que sabe hacer mejor y a veces lo monetiza. Es capaz de redirigir la atención
a su causa o compañía.
Parte
IV
Técnicas de contacto físico
Que sonrían y abran su cuerpo
El primer lugar que debes notar para darte cuenta si una sonrisa es genuina
son las líneas de expresión al lado de los ojos. Las sonrisas falsas sólo
conforman la boca. La sonrisa y la risa son consideradas como un signo de
felicidad. El llanto o la ira pueden llamar la atención, pero una sonrisa hace
que las personas se queden contigo. Al sonreír demuestras amistad y una
disposición a conectar a un nivel más íntimo. Una sonrisa también es
contagiosa, causa una necesidad de correspondencia. Las neuronas espejo en
el cerebro activan la parte responsable que reconoce las cara y expresiones, lo
que provoca una reacción de imitación. Incluso puede suceder a un nivel
inconsciente: automáticamente copiamos las expresiones que vemos. Una
sonrisa no debe ser con los labios cerrados o apretados, como si guardaras un
secreto y no lo quisieras compartir. Si sonríes así y no estás ocultando nada,
quizá lo que tratas de ocultar son tus dientes chuecos ― un tratamiento de
ortodoncia solucionará esto. Una sonrisa sarcástica no demostrará otra cosa
más que sarcasmo, a menos que por cuestiones fisiológicas, no puedas sonreír
de otra forma. Una sonrisa sarcástica es una sonrisa chueca: un extremo de tu
boca punta hacia arriba, mientras que el otro apunta hacia abajo. La sonrisa
que siempre gana es una genuina y expresiva ―incluso una fingida pero bien
practicada―, la cual puede servir para coquetear, agradar, convencer.
Sonreír y reírte, incluso cuando las cosas no van bien, hará que te sientas
mejor y esa emoción se esparcirá hasta los que te rodean. ¿Cuándo fue la
última vez que te reíste hasta llorar? Reírte con las personas va más allá de
contar chistes o contar anécdotas divertidas, sino de construir relaciones. Es
más fácil que empieces a hablar contigo mismo en voz alta que empezar a
reírte cuando estás solo. Por el contrario, es más fácil que te rías cuando estás
con tus amigos; no vas a estar hablando solo. La risa es más común en
situaciones sociales que en soledad. Es importante que sepas esto para que no
te vayas a lo común y pienses que para hacerlas reír tienes que ser un payaso
contando chiste tras chiste. La habilidad de hacerlas reír es un rasgo
dominante. Tú controlas las emociones. Si tienes un buen sentido del humor,
ya tienes la batalla ganada, sin embargo, el coqueteo funciona como un
poderoso sustituto. Ahora bien, no debes preocuparte si las mujeres no se ríen
contigo. No obstante, es importante que consideres esta habilidad dentro de
tus prioridades por todos los beneficios que tendrás. Finalmente, recuerda
siempre que la risa deja una expresión de felicidad en el rostro, del mismo
modo que la depresión y el enojo dejan una expresión de tristeza y molestia.
Depende de ti qué sentimientos quieres transmitir.
Aprovechando este apartado, quiero hablar sobre otras técnicas que, como
la sonrisa, vuelven a las personas más receptivas. Una táctica sencilla pero
efectiva de hacer que una mujer deje de cruzar sus brazos es darle una razón
para que deje de hacerlo, v.g., darle un objeto, enseñarle una imagen o video
de tu celular, pedirle sus manos para bailar, pedirle sus manos para enseñarle
algo, darle un abrazo. También puedes ser directo y decirle, “Te noto un
poquito cerrada, ¿quieres que platiquemos de otra cosa?” “Te noto un poquito
cerrada, ¿quieres que vayamos a otro lugar?” Si quieres ser coqueto, puedes
decirle, “Noto que cruzas mucho los brazos, si tienes frío, nos podemos
abrazar y calentarnos un poco.” O si quieres subir un poquito más de tono la
interacción, puedes hacerlo de dos maneras. El único requisito es que ella
tenga los senos más grandes que el promedio, sobre todo porque dentro de las
posibilidades, está que ese cruzar de brazos pueda ser un coqueteo de su
parte.
1) “Debe ser muy incómodo para ti que cuando hables con los hombres
miren más hacia tu escote que a tus ojos. Lo digo porque cuando te cruzas de
brazos, resaltan más y es muy difícil mirarte a los ojos y ponerte atención”;
2) “Yo sé que se ve muy bonito tu escote. Demasiado incitador, diría yo.
Pero yo creo que se vería igual de bien si dejaras de cruzar tus brazos. Tienes
que ayudarme a concentrarme en tus ojos, que considero muy bonitos y no
ofrecerme otras tentaciones.”
Mientras más lejos del cerebro está una parte del cuerpo, menos
consciencia tenemos de sus movimientos. Lo que significa que las piernas y
los pies son una fuente importante de información sobre la actitud de las
personas, esto debido a que pocas veces toman en cuenta estas señales y
mucho menos se toman la molestia de fingir los gestos de los pies y las
piernas como lo harían con una sonrisa. Recuerda que las señales pueden
significar varias cosas. Una mujer puede verse relajada y en control mientras
que su pie puede estar golpeando rápida y repetitivamente el piso o se puede
estar moviendo frenéticamente en el aire. Esta señal puede significar que ya
se quiere ir o que la estás desesperando o simplemente que la estás poniendo
nerviosa, o en su defecto, que es una persona con tics nerviosos. Eso sí, debes
tomar en cuenta que cuando los movimientos de las piernas aumentan, algo
más está sucediendo. No te desanimes a la primera, sigue empujando. Lee las
señales, tómalas en cuenta, pero que no influyan demasiado en tus propósitos.
Todo obstáculo puede ser vencido.
Debido a que las piernas están diseñadas para caminar y correr
principalmente para ir hacia donde deseamos y alejarnos de lo potencialmente
peligroso, la forma en la que una persona utiliza sus piernas te indica hacia
dónde quiere ir. Muestran la disposición a irse o quedarse. Cruzar o abrir las
piernas puede ser sólo una costumbre, lo que puede indicarte muy poco. Sin
embargo, cuando estas posturas son demasiado pronunciadas o se adoptan
cuando acabas de hacer un comentario o en un momento determinado de la
interacción, te indicarán qué tanto o qué tan poco le interesas a la chica. Si
todavía tienes oportunidad de hacerla cambiar de parecer, ingéniatelas para
que dejen de tener una posición cerrada. Un movimiento sutil que les puedes
sugerir, puede ser una invitación a levantarse por una bebida, ir a otro lugar,
levantarse a bailar o pedirle que se acerque un poco más. Mantener la
interacción dinámica sigue siendo clave. Las posiciones de las piernas y los
pies pueden ser variadas y en diferentes contextos pueden significar algo
diferente. No obstante, hay algunas señales claves que debes notar en tus
interacciones:
1) Si tiene una posición neutral con las piernas juntas significa que está
escuchando y no tiene una intención aparente de irse. Es más común en las
mujeres.
2) Si tiene una posición relajada con las piernas abiertas ocupando mayor
espacio sin ninguna intención a marcharse, es una muestra de dominio,
confianza y masculinidad, por eso es más común en los hombres.
3) Si el peso de su cuerpo está recargado más hacia el costado de la
cadera, lo cual deja un pie apuntando al lado u otra dirección que no sea a ti,
puede significar una muestra de estilo, de costumbre o que por el momento
no tiene intenciones de quedarse.
4) Si tiene los pies y los brazos cruzados y está situada a mayor distancia
de ti puede ser una posición de incomodidad debido a que no te conocen bien
o algo raro está pasando y adopta una posición defensiva o sumisa. Es posible
que ella no piense irse, pero tampoco se encuentra abierta. Algunas personas
claman que cruzar brazos y piernas es una posición cómoda y puede ser
cierto, aunque es más cierto que sea una posición cómoda cuando están
inseguras o a la defensiva: empareja su estado emocional. Si ella está en otro
grupo y tiene esta posición, es posible que no conozca a todos y que tienes
que llegar a salvarla.
5) Cuando ella está sentada con los brazos y piernas cruzadas y recargadas
en el respaldo, es probable que se encuentre emocionalmente ausente y puede
ser muy difícil persuadirla.
6) Como las mujeres usan faldas o vestidos tienen que cerrar sus piernas
por razones obvias y apremiantes. A través de los años y los hábitos, las
mujeres siguen adoptando esta posición aunque utilicen pantalones. Por esta
y otras costumbres, nunca hay que quedarse con la primera impresión que
proyecten las mujeres.
Mientras que puedes tener éxito sin que recibas estas señales, tu rango de
rechazos será muy alto, puesto que no te invitaron en primer lugar, o bien, te
puede llevar más tiempo. Simplemente estás haciendo uso del juego de
números. Los hombres de élite tenemos que ser buenos en ambos tipos de
juego.
Las primeras impresiones, de las que tanto hablan los libros sobre
lenguaje corporal, están sobreestimadas. Una buena primera impresión se
puede ir a la borda si no se sustenta, y una mala impresión puede mejorarse a
través de las acciones. De hecho, una mala impresión puede actuar a tu favor.
Además, ¿qué es lo que define una buena impresión? Una buena impresión es
ambigua y subjetiva, lo que para una mujer puede parecerle positivo, para
otra puede parecerle pedante. Por otra parte, ¿quién realmente está preparado
todo el tiempo para lograr las mejores impresiones? Es verdad, no tienes la
posibilidad de hacer una primera impresión. Lo que pasó, pasó. Sin embargo,
puedes mejorar tu imagen a través de las acciones, como ya dije. No se trata
de corregir algún tropezón en la interacción, sino mejorar su percepción
acerca de ti. Si llegara a ser tan decisiva una primera impresión en
determinada persona, es muy probable que estés tratando con las personas
incorrectas. No tienes que fingir nada, es decir, si te sientes nervioso, no
intentes parecer confiado. Créeme, se notará. En vez de eso, acepta tu
nerviosismo y actúa a pesar de él. Practicar los ejercicios que vienen en este
libro, te ayudará a ganar confianza y certeza a la hora de abordar, pero como
ya dije, no puedes estar preparado para todo, todo el tiempo. Por ejemplo, en
los libros sobre lenguaje corporal te darán varios consejos para provocar las
mejores impresiones, desde tu forma de hablar y caminar, hasta la forma en la
que debes vestir, pero, ¿qué pasaría si acabas de salir a correr, estás sudado,
cansado, oliendo mal y de pronto ves a una chica bien arreglada y oliendo a
perfume y no puedes aguantarte las ganas de abordarla?
Te acercas con la voz entrecortada, tartamudeas, derramas sudor y
proyectas un olor a “hombre”. Según lo que predican los expertos sobre
lenguaje corporal, vas a provocar una mala impresión. ¿Adivina qué? Lo he
hecho decenas de veces y tuve la oportunidad de crear relaciones muy
placenteras. Ahora te pregunto a ti, ¿vas a dejar que la necesidad de la, dizque
importancia de causar buenas impresiones te detenga en los momentos
aparentemente inoportunos?
La mayoría de los hombres cuando miran hacia una mujer, pueden mirar
su rostro, su escote, sus piernas, su trasero, pero los detalles reveladores los
pasan por alto, aunque estos sean muy obvios.
Si puedes cambiar tu lenguaje corporal y el de los demás, puedes cambiar
muchas cosas en tu vida. Puedes alterar tu estado emocional, sentirte más
confiado, ser agradable, persuasivo y convincente. Manejar el lenguaje
corporal te hará interactuar diferente con todas las personas y ellas, en
respuesta, responderán a ti.
Cuando empieces a mejorar tu consciencia sobre el lenguaje corporal
probablemente te sientas incómodo cuando notes ciertos gestos negativos en
tu actitud, o que notes que te están mintiendo, o tendrás la noción de que los
demás también lo están notando. Al principio puedes sentirte extraño al
adoptar un lenguaje corporal confiado y mantener contacto visual cuando
toda tu vida has caminado cabizbajo y con las manos en las bolsas. No te
abrumes tampoco si sientes que cuidar tu lenguaje corporal y notar el ajeno.
En realidad, notar varias señales a la vez, es fácil. Lo único que tienes que
hacer es leer los mensajes.
Las manos
Una palmadita en la espalda, una caricia en el brazo ―estos son gestos
cotidianos incidentales que normalmente damos por sentado ― , se realizan
con nuestras manos increíblemente hábiles. Gracias a toda la experiencia de
primera mano que he tenido a lo largo de los años, puedo decirte que todo
contacto físico tiene un significado más profundo de lo que creemos: es
nuestro lenguaje primordial y un medio primario para transmitirlo. Cada vez
que me voy adentrando más en el tema, los beneficios del tacto se van
sumando descomunalmente. Todo sugiere que el tacto es realmente
fundamental en la comunicación del ser humano, la unión y la salud. De
hecho, las personas no sólo pueden identificar sentimientos a través del tacto
sino también pueden diferenciar entre cada tipo de tacto, algo que no puede
realizarse tan eficientemente con el rostro, ni siquiera con las palabras.
Tenemos unas manos increíbles que nos han permitido realizar cosas
sorprendentes, v.g., herramientas, signos, lenguaje, comportamiento.
Las manos son una parte del cuerpo que está permitido tocar en casi
cualquier situación, sin embargo, tomar la mano de alguien tiene un
significado poderoso. De los primeros movimientos que busco hacer cuando
inicio la interacción con una mujer es tocarle sus manos. En la calle, en la
escuela o donde esté, por lo regular me aproximo por su espalda y toco su
brazo para que se volteen. Me encanta romper el hielo de este modo. Voltean
sorprendidas, se espantan, reaccionan como si lo hubieran estado esperando.
Más tarde, cuando las veo otro día y nos ponemos a recordar, no falla que me
digan, “Me acuerdo muy bien de la primera vez que me hablaste porque…”
En fin, una vez que voltean les digo, “Hola, ¿cómo te llamas?” Cuando
me dicen su nombre, invariablemente me presento yo, les extiendo mi mano
y les digo, “¡Hola, yo soy Ken!” Hay veces en las que les doy su apretón de
manos y la retiro. Por lo regular es así cuando ellas se dirigen hacia un lugar.
Si están paradas esperando o sólo pasando el rato, no les suelto la mano y
comienzo a comentarles el motivo por el cual me acerqué. Mantengo su mano
apretada con la mía hasta que ellas decidan separarse. Tú te estarás
preguntando, “¿Y qué, eso es todo?” Y yo te responderé, sí, lo es todo. Mira,
al sostenerles la mano les transmito mi buena vibra y establezco la pauta para
que ellas se sientan más cómodas cuando yo escale hacia otra parte de su
cuerpo.
Si ellas se dirigen a un lado y las noto receptivas, simplemente les digo,
“Se ve que tienes prisa, te acompaño, pero toma mi mano como si fuéramos
dos novios enamorados.” Ellas sólo se empiezan a reír y comienzan a
hacerme preguntas. Si no, seguimos platicando de otras cosas. Si noto que
ellas me dan la mano de forma floja, les digo, “Pero apriétamela bien, que sea
vea cuánto me quieres.” Todo el tiempo estoy buscando que ellas me tomen
la mano hasta que ellas lo hagan por iniciativa propia.
Cuando no quieren darme la mano, les digo, “Bueno, está bien, toma mi
brazo. El chiste es que se vea que estás protegida.” Es más fácil que ellas
tomen mi brazo, sin embargo, aun así busco salirme con la mía y pongo mi
otra mano encima de la suya. No importa el modo ni la forma, siempre busco
tomar su mano. Después de que ellas aceptan darte la mano, será más fácil
escalar hasta darle un abrazo, el cual, también tiene que durar el mayor
tiempo posible.
Si se trata de una fiesta, un bar o cualquier otro centro nocturno, el
acercamiento es un poco diferente. Pueden hacerse las cosas tal y como las
describí arriba, sin embargo, la noche se presta para hacer algo más atrevido.
Aquí puedo acercarme tanto de frente como por atrás, no importa.
Generalmente son lugares donde hay música, por lo que es necesario
hablarles al oído. Entonces cada vez que les digo algo al oído, tomo su
cintura con las dos manos ― es que es para no caerme hacia delante. De su
cintura puedo bajarme fácilmente hasta sus manos. Cuando se las tomo, hago
dos movimientos. En el primero, con mis manos apretadas con firmeza a las
suyas, las muevo hacia atrás de su cuerpo justo arriba de sus nalgas ― puede
ser en sus nalgas. Aquí yo aparento ser yo el agresor, pero también deja su
postura abierta y mi pecho puede estimular los suyos. Luego, el segundo
movimiento lo alterno constantemente con el primero, es decir, ahora dirijo
nuestras manos hacia atrás de mis nalgas para que ahora ella aparente ser la
agresora y aun así, continúo estimulando sus pechos con el mío.
Aunque no sea directamente con las manos, hago que ellas rodeen mi
cuello con sus brazos mientras yo las tomo de la cintura. Si ella baja sus
brazos, los vuelvo a acomodar alrededor de mi cuello. Esto lo hago
constantemente hasta que ellas lo hagan por iniciativa propia.
Como ves, el objetivo es que ellas comiencen a hacerlo por iniciativa
propia o hasta que se acostumbren a estar muy cerca de ti. La verdad es que
no importa si es de día o de noche, a veces no importa siquiera que estés en
una situación social en la que no encaje ser tan atrevido. La creatividad de
cada quien, juega un papel muy importante. Puedes alternar los movimientos
tanto en el día como en la noche, el único requisito es saber crear el momento
para que el contacto físico suceda.
El saludo
No siempre será posible presentarte con un movimiento atrevido con todas
las mujeres que quieres conocer. Eso no quiere decir que no puedas sacarle el
provecho a cada ocasión. Siempre hay una oportunidad para dejar tu sello
personal. Cada vez que te presenten o te presentes con la chica que te gusta, y
les digas o te digan su nombre. Dales la mano, diles que es un gusto
conocerlas y no las sueltes. Mantén el apretón de manos tanto como te sea
posible. Con una sonrisa amigable continúa conversando cómoda y
normalmente. Cuando lo hagas suficientes veces con éxito, puedes
evolucionar tu presentación hacia algo más caluroso. Si con tu mano derecha
sigues sosteniendo su mano, con tu brazo izquierdo puedes rodear sus
hombros y quedar incluso más cerca de ella. También puedes tomar con tu
mano izquierda todo su brazo derecho. Siempre compórtate lo más
calurosamente posible. Tu posición no será agresiva, ya que te posicionarías a
un costado de ella. Además, los saludos calurosos están permitidos en casi
todas las situaciones sociales. De ahí, para poner la atmósfera más ardiente,
puedes pasar de un saludo de manos a un abrazo y de igual manera, quedarte
así el mayor tiempo posible. “¡Mucho gusto en conocerte!” Ese es siempre el
mejor pretexto. En cualquiera de los tres saludos puedes seguir platicando
con toda normalidad, si bien, las últimas dos te permiten estar más cerca de
ella.
Bajo ninguna circunstancia, a menos que de plano seas ajeno a las señales
sociales, esto no puede ser considerado como una agresión ni te verán como
un hombre impulsivo. “¡Eres muy cariñoso!” Así es como te describen
usualmente. “¡Eres muy empalagoso!” Es de lo peor que me han dicho, pero
dime, ¿tienes algún problema en aceptarlo? De ahora en adelante así va a ser
tu forma de ser, o al menos, la forma en que saludas a la gente. Existen las
personas frías y las personas calurosas. Prefiere ser del segundo tipo. La
única condición es que tú te lo permitas. Sólo así podrás aprovechar cualquier
situación a tu favor y empezar a acercarte a ella. Si ella te dice, “¡Me gustan
los deportes!”, respóndele, “No lo puedo creer, a mí también. ¡Chócalas!”
Las chocas con ella y la abrazas después. Si ella luce deslumbrante ese día
puedes mencionarle, “¡Hoy te ves espectacular!”, tomas su mano y le das una
vuelta. Si ella es muy guapa, puedes decirles, “Nunca me imaginé que una
mujer tan guapa como tú fuera tan amigable. ¿O sólo es conmigo?” Si no
quieres hacer declaraciones, la lucha de pulgares les es irresistible.
Simplemente no se puede terminar sin una sonrisa después de una ardua
lucha con los pulgares. Nadie sospecha que este inocente juego es para
empezar a acercarte a ella físicamente.
Es difícil que ellas se resistan a esta vibra tan afectuosa, y sí, te
encontrarás a mujeres frías de tanto en tanto. No te inquietes. Permanece
firme. Cuando suceda esto, tanto como en los saludos, en los abrazos y
demás, con mucho tacto, diles, “¡Pero así no, que se te vea el entusiasmo de
verme!”, y haces que te abracen o saluden otra vez. En aquellos días en los
que yo estaba empezando, aplicaba una rutina en la que les decía: “Dicen que
la forma en que abrazas habla mucho sobre tu forma de hacer el amor. ¿Tú
que calificación le pondrías a tus abrazos?” Funcionaba magníficamente. De
ahí puedes bromear poniéndoles un 5 y mostrarles cómo se abraza.
Lo más común es que las situaciones sean un poco menos intensas. Para
que tú también lo puedas realizar, te diré entonces, qué es lo que
normalmente hago para que, en primer lugar, acepten bailar conmigo, y en
segundo lugar, evitar el tan temido, “¡Gracias!” después de la canción,
mientras las ves marcharse de tu vida para siempre.
Yo sólo bailo salsa, no me agrada bailar otra cosa. Si llego a un lugar y no
hay salsa, empiezo a hacer contacto visual con las chicas que me gustan.
Luego me acerco y me presento, después les digo, “¡Cuando toquen salsa voy
a venir por ti!,” y continúo examinando el lugar. Cuando llega el momento de
bailar salsa, ya tengo todo listo.
Si no es posible, me acerco a la chica que me gusta cuando empiezan a
tocar salsa y nunca, bajo ninguna circunstancia les pregunto, “¿Quieres
bailar?” Además de que eso es lo que todos dicen y es una petición que
implica también un “¡Es que no sé bailar!,” o, “¡Mejor la siguiente!,” o un
simple, “¡No, gracias!” Se me hace una pregunta tan tonta como ir al estadio
y preguntarle al de al lado, “¿Vienes a ver el partido?”
Me acerco a la mujer que me gusta, toco su brazo para que se voltee y le
extiendo mi mano para que me dé la suya o simplemente tomo su mano y me
la llevo a la pista de baile. Si todo sale bien, cuando está frente a ti, lista para
bailar, le puedes preguntar y decir lo que quieras, pero ya está contigo. Yo
elijo preguntarle su nombre y presentarme. Si sabe bailar, pues empiezo con
los movimientos, si no sabe bailar, me quedo platicando con ella en medio de
la pista y de tanto en tanto le dizque enseño unas vueltas de baile.
Ahora, lo que sigue es crucial: antes de que acabe la canción, les digo,
“¡Quédate conmigo!” Ellas sólo ríen, pero no me dicen nada. Cuando
aceptan, les digo lo siguiente, “Es más, te voy a dar una razón: tú y yo somos
tan buena pareja que cuando bailamos, los demás hacen un círculo alrededor
de nosotros.” ¿Qué sería del Kino Brutal sin la Burbuja del Amor?
Discúlpame si no te lo puedo explicar, pero siempre logro hacer que hagan un
círculo alrededor de nosotros incluso en los lugares apretados de gente.
Siempre debes ofrecerles un motivo por el cual quieran quedarse después
de que termina la canción. De hecho, la primera canción no la bailo por
completo. Haz lo mismo. Empieza a bailar con ella en la segunda o en la
tercera canción. Déjale claro que tú no eres de esos hombres débiles que
sacan a bailar a una chica poniendo toda la fe en su suerte para ver si la chica
se queda con ellos. No, tú no eres como los demás. Aclárale que tú quieres
conocerla, que buscas algo más. Toma firmemente las riendas de la
interacción. De este modo, tú serás quien le diga, “¡Gracias!” si no te
convence o si aparece una chica que te gusta más.
Disminuye sus opciones
Hay un punto que quiero aclarar. Las comunidades de seducción han
vendido equívocamente la cualidad de ser “Alfa” ― u otros terminajos que
sinceramente me da flojera nombrar ― , al punto de llevar a los principiantes
a una preocupación obsesiva en la que constantemente se están preguntando
si lo que están a punto de hacer es alfa o no lo es. Esta actitud llega a ser
contraproducente. Lleva a los hombres a comportarse de una forma mucho
más patética de cómo se comportaban antes. Cuando alguien quiere sacar a
bailar a una chica, yo le aconsejo que no le diga, “¿Quieres bailar?”, sino que
simplemente tome su mano y se la lleve a la pista. Siempre están de acuerdo.
No obstante, su enfoque es distinto. Si pregunto, ¿por qué? Me responde,
“¡Porque no les tienes que pedir permiso!”
Esta respuesta me hace querer soltarles un zape durísimo en la nuca. ¿En
qué momento se empezó a considerar que pedir permiso es algo negativo? La
cortesía no te quita masculinidad, no resta tu atractivo, no merma tu cualidad
de ser dominante. Estoy de acuerdo en que en ocasiones la asertividad juega
un papel extremadamente importante en el cortejo. El problema es cuando se
le ve desde la perspectiva incorrecta.
La razón por la que se empezó a implementar esto fue para que los
hombres perdieran el miedo a ir por aquello que querían alcanzar u obtener.
Para que no se dejaran pisotear por lo demás. Un ejemplo claro es cuando un
individuo quiere emprender. Se le dice, “¡Ve y cumple tus sueños, no pidas
permiso!”, para que no busque la aprobación de sus padres, familiares,
amigos, en el sentido de que ellos no van a vivir la vida por ellos, de que ellos
no le pagarán esos viajes que quiere realizar, que no le comprarán esos
“juguetes” que quiere tener.
En este caso, se implementa para perder el miedo a escalar físicamente,
para ir por el beso y para llevarlas hasta la intimidad. Muchos de nosotros
hemos experimentado la situación en donde tuvimos que poner nuestros
deseos y ambiciones a un lado por otras personas. Tuvimos que esperar hasta
que alguien nos diera permiso para comer. Tuvimos que levantar nuestra
mano para preguntar si podíamos ir al baño. Los viejos
paradigmas ― modelos o reglas de la realidad ― , o estructuras y reglas de
nuestras creencias ya no son relevantes en este período de nuestra vida. Hoy,
la única autorización que vas a obtener es la que te darás a ti mismo. Sé
consciente de lo que quieres y adónde vas y toma el primer paso y ve por
ello. Disfruta estar vivo. Preocúpate primero por ti. Si tienes problemas para
creer esto, no te preocupes. Si practicas una cosa las veces suficientes,
eventualmente empezarás a creerlo.
Prefiero presentarte una mejor perspectiva. Tiene que ver con el dominio
― o si le quieres llamar liderazgo, llámalo así ―, y las opciones. Si nosotros
queremos evitar el quieres, puedo, te gustaría es para disminuir su tiempo de
decisión y su cantidad de opciones. Si queremos sacarlas a bailar o llevarlas a
otro lado, funciona mejor decirles, “Ven, vamos a…”, tomarlas de la mano y
caminar junto con ellas. No les estamos dando ni opciones ni tiempo de
responder. De este modo, es más fácil que acepten. La Ley de Hick, que ya
habíamos visto antes, lo expresa muy bien:
“El tiempo que le toma a una persona para tomar una decisión es el
resultado de las posibles elecciones que se le presentan: mientras más
opciones existan, mayor es el tiempo de decisión.”
3. Detrás de las rodillas. Sí, es muy sensible ese lugar y también es una
zona para el Kino Brutal. Debido a que es una parte muy sensible a los toques
sutiles, no permite las caricias bruscas. Si puedes besar esta parte, qué mejor.
Acariciar esta zona con los dedos, en su defecto, no resta su poder.
10. Orejas. Los besos no son muy recomendables, pues el sonido que
emiten puede lastimarlas. Recorrer su relieve con tus dedos, en cambio, es
placentero. A mí me encanta morderles el oído. Ya que si quieres encender
un poco más las cosas, debes optar por lamer sus oídos.
11. Cabeza. Sin que ella se dé cuenta, puedes hacer que caiga en un estado
de relajación. Masajear sus sienes o su nuca funciona de maravilla. O como
una adorable chica me dijo un día: estimular sus folículos del cabello para
que le crezca más rápido. Es decir, hacerle masajes circulares en su cabeza
con las yemas de tus dedos.
La gorda del grupo
Tú éxito se deberá en gran parte a qué tan bueno eres manejando los
obstáculos. La prevención tiene que ver con la temprana identificación de
amenazas comunes, por ejemplo, el líder del grupo. Lo o la reconocerás por
cómo maneja al grupo y cómo se comporta dentro de él. Por experiencia,
quien lleva al grupo resulta ser la gorda, la fea o una combinación.
Ocasionalmente también es el amigo homosexual. La presión de sus amigos
puede hacer que una mujer te rechace incluso cuando le gustas. El grupo hará
lo que le líder diga. Quien domina al grupo puede decidir si puedes
permanecer en el grupo o no, o incluso darte la luz verde para dormir con su
amiga. Vas a necesitar ganarte a la gorda del grupo. Nada más ten cuidado de
no prestarle mucha atención, si no, ya no se te va a querer despegar. Puedes
hacer todo bien: acercarte al grupo, ganártelos, aislar a la chica, besarte con
ella, llevarla de regreso, convivir con el grupo, pero fracasar porque la gorda
decidió que mejor van a ir a otra fiesta. Eso duele, sobre todo cuando todo iba
tan bien y te quedas sólo con un teléfono que puede que sea falso o no te
conteste. La vida se resume a sólo unos instantes. Enfócate únicamente en las
personas que tengan la palabra en el grupo. A las demás las puedes excluir.
Dirígete a esas personas problemas de manera puntual y antes que a nadie.
No tengas miedo de los grupos grandes. Parafraseando una frase que
escribió F. Scott Fitzgerald en su novela The Great Gatsby,
“Me gustan las fiestas grandes. Son tan íntimas. En las pequeñas fiestas no
hay privacidad.”
¿Pero qué pasa si no tienes con quién salir, si tu amigo tuvo otro
compromiso o si la actitud del grupo en el que estás es perjudicial para ti?
Salir solo es la respuesta. Los hombres que salen solos desarrollan mejores
habilidades. No necesitan a alguien que cubra sus espaldas. Desarrollan una
fuerte resiliencia en la práctica. Forjan su carácter.
Nunca nadie se va a burlar de ti por salir solo. Si algún payaso del grupo
donde está tu chica te dice, “¿Dónde están tus amigos?,” o si ella te pregunta,
“¿Con quién vienes?,” responderles con un “¡Vine solo!” Va a cerrarles la
boca y sentirán admiración. “¡Wow, yo nunca me atrevería a hacer eso!,” te
responderán. Hay tantas y tantas cosas que puedes utilizar a tu favor, que el
no tener con quién salir, no volverá a ser un impedimento.
Tengo que admitir que al principio será bastante duro. Sobre todo si te
empiezan a rechazar. Lo más pesado es saber qué hacer o dónde situarte
mientras encuentras a tu chica ideal. Nunca jamás te pares en medio del lugar
viendo a todas las chicas pasar, ni te vayas a la esquina del lugar. Eso es
incluso peor que ponerte a bailar con tus siete amigos en medio de la pista.
Lo que a mí me ha funcionado, y desde luego también te va a funcionar a ti
es comprar una bebida, conseguirte una mesa o ir a la barra. Ir a la barra te
asegurará encontrarte con muchas mujeres que van a ordenar sus bebidas y de
tanto en tanto voltear para ver qué hay sin verte tan mal como si estuvieras
parado en medio del lugar. Conseguirte una mesa te ofrece la oportunidad de
ver todo el lugar sin verte mal, de brindar con los de la mesa de al lado o
tener la suerte de que lleguen otras personas y te digan, “Disculpa, ya no hay
lugar, ¿podemos sentarnos contigo?”
Si de plano no se puede, ya no tiene ningún sentido querer verte bien.
Consíguete un grupo cuanto antes. Puedes incluso ir con el grupo de siete
hombres bailando en medio de la pista. Brinda con ellos, platícales un poco y
agárrate al que se vea más aventado y ve a ligar. Aquí corres el riesgo de que
te echen a perder las interacciones o que no te puedas quitar de encima al tipo
que te llevaste a ligar. La ventaja es que ya no estás solo y muchas veces
puedes tomar gratis.
Lo que normalmente hago es buscar un grupo de hombres, hacerme amigo
de ellos y desde ahí me dedico a observar y platicar. Cuando veo a una chica
que me gusta, les encargo mi bebida y voy a hablarle. Repito la dinámica
hasta que me quedo con una chica.
“Sólo hay dos tipos de mujeres: las que quieren conmigo y las que no me
conocen.”
Una mentalidad así hará que te las lleves a la cama en un santiamén. Para
ayudarte a reforzar esta idea, piensa, ¿cómo me comportaría si supiera que
todas las mujeres quieren conmigo? En primer lugar, ya no buscarías
aprobación, lo que te haría sentirte relajado y empezarías a ofrecer los
mejores rasgos de tu personalidad.
Es la actitud de perseverar hasta sus últimas consecuencias. No te vayas
hasta haberlo intentado todo. Para que no te acobardes frente a esta postura,
simplemente evita marcharte ante el primer obstáculo que te topes. Procura
quedarte el mayor tiempo posible con ellas. Si una mujer no se aleja de ti, no
pares. El único indicio que sugiere que debes seguir intentándolo es si ella
permanece frente a ti. Si tú no desistes, ellas no perderán esperanzas en ti.
En general, un experto en el cierre es aquel que cada que lo intenta,
consigue al menosun “peor es nada” ― el teléfono de la chica ― , un beso,
un faje o sexo. Es todo hombre que consuma sus interacciones con
regularidad. Sin embargo, para ser más específicos, los cerradores parecen
hacer ciertas cosas en una base constante que los hace ser exitosos. Un
hombre que obtiene números, se lleva a las mujeres del lugar, las aísla de los
grupos, va por el beso, hace contacto físico, siempre será un vencedor. Si
intentas esas cosas, vez tras vez, serás un cerrador. A diferencia de una
técnica o truco sacado de la manga, terminas tu trabajo como un hábito.
Significa que terminas lo que empiezas. No sales a perder el tiempo.
El problema de muchos novatos está dentro de los 5-10 minutos de la
interacción. Muchas veces es por no escalar, no aprovechan las ventanas que
se abren, pero el inconveniente más grande es que tienen miedo de presionar
la interacción. Es como si estuvieran felices de sólo mantener una buena
conversación que no piensan en pasar al siguiente nivel. Se sienten tan felices
de estar con la chica que no quieren echarlo a perder, entonces se quedan así
todo el tiempo. Al final la conversación se desgasta y ella se excusa para irse.
Lo que pasa es que el novato juega a no perder. No empuja los límites de
la interacción. Para empujar esos límites es hablar como un hombre le habla a
una mujer, no como un amigo a una amiga. Las conversaciones de amigos no
van a ningún lado, y no entran en la excitación mutua. Una vez que se cierra
la ventana, todo está perdido. Así que nada de conversaciones amistosas.
Deshazte de la mentalidad de que si le muestras mucho a la mujer vas a
espantarla. No tengas miedo de perder a la chica. Es una mala mentalidad
para consumar la interacción. Entiende que si no es ella, va a ser otra igual o
más atractiva. No tengas miedo de echarlo todo a perder. De romper la
conexión y arruinar la excelente conversación. Si tienes miedo no serás capaz
de consumar tus interacciones constantemente. Si vas a tener mujeres vas a
perder a muchas más. Como cualquier jugador. Llega a la posición en donde
ya no te importa perder mujeres.
Debes pedir para tener. Sin embargo, muchos abandonan a la primera
negativa, muy pocos perseveran. Que no te domine el temor de “presionar
mucho.” Insistir puede ser extremadamente difícil si no tienes fe en ti mismo
o si no has hecho las cosas bien desde un principio, o si no tienes seguridad
para cerrar el trato. Muchas veces no pides porque no quieres escuchar un
“¡No!” También puedes perder la conquista cuando la das por sentado. La
consumación no está segura hasta que estés haciéndole el amor y ella quede
satisfecha. La consumación nunca fue segura hasta que terminó el acto.
El consejo más efectivo que te puedo ofrecer en este momento, es escalar
o hacer tus movimientos cuando mejor se la estén pasando. Llévate a la chica
a bailar, bésala, sácalas del lugar, invítala a tu departamento cuando se esté
riendo, cuando mejor se la esté pasando contigo, cuando te mire con los ojos
bien abiertos, cuando empiece a tocarte. Tendrás mejores posibilidades que si
lo haces en los momentos de poca energía. Tampoco quiero que con esto
esperes pasivamente. Si no te da los indicadores, hazlo de todos modos.
Un juego sólido es una práctica sólida. No hay tal cosa como juego
perfecto. Es imposible tener una interacción perfecta con cada mujer que
conoces. No creo que haya una estructura única para las interacciones
humanas. Cuando te acercas a una mujer las cosas pueden ir de una forma o
de otra muy diferente. Incluso si tienes una estructura, sólo está en tu cabeza.
Es decir, el cortejo no es linear, no hay un paso 1, 2, 3, 4… lo único que
tienes que hacer es seguir el ritmo y hacer que las cosas pasen. Puedes besar a
una mujer sin decirle algo o siquiera saber su nombre. ¿Cuál es el punto de
ponerle una estructura a la interacción humana? El punto es interactuar con
las mujeres lo mejor posible y verás que sabrás qué hacer en cada momento
sin la necesidad de una estructura. Sólo hay principios, pero esto puede
romperse todo el tiempo. No te quedes atrapado en esa mentalidad. Libérate
de cosas inservibles y vive el momento. Todo lo que estás leyendo te servirá
de ayuda, pero tienes que confiar más en tus facultades que en el libro,
porque el libro es sólo una herramienta más. Nadie más en el mundo te puede
dar una estructura para cada momento preciso. Pero también hay principios
inquebrantables como la seguridad, el liderazgo, el contacto físico, la
proximidad. Muchos de los principios inquebrantables son internos. Quizá un
día estás deprimido, y te ligas un bombón, pero eso no te servirá a largo
plazo. Los principios internos son inviolables. Si practicas muy seguido
siguiendo los principios, tendrás un juego inquebrantable, porque te alineas
con principios que son inquebrantables.
Besar a una chica o llevarla a la cama son las partes más penosas de un
novato. Se sienten renuentes a proseguir. Se quedan paralizados y pierden su
sensación de control sobre la interacción. A ellas también les pasa lo mismo.
Se ponen nerviosas a medida de que ese momento de cerrar el círculo
amoroso se acerca. La idea de perder a la chica por intentar dar ese paso
audaz es insoportable. Tanto trabajo bien hecho para cagarla en un segundo.
Tampoco es para tanto, es un simple temor al rechazo. Espera lo mejor,
prepárate para lo más difícil y corona tus esfuerzos.
Avanzar y retroceder
Toca y retírate. No sólo se trata de atascarse. Eres, principalmente, quien
hace los movimientos y el que retira el contacto. En la medida de lo posible,
debes quitarle la posición de rechazarte; debes adelantarte a sus objeciones y
resistencias. Además debes hacerlo como si no estuvieras consciente. Usa tus
dos manos y toca sus hombros, luego muévela un poco y al final suéltala. Tú
eres el único que controla el proceso. Cambia el tipo de tacto dependiendo lo
que dices y cómo lo dices. Es cuestión de calibrar. No sabemos lo que
tenemos hasta que lo perdemos.
Cuando estás entrenando o haciendo ejercicio, es necesario darte un
espacio para descansar y relajarte antes de continuar con el otro ejercicio. De
otro modo, quemarías tus músculos demasiado rápido. Lo mismo sucede
cuando estableces contacto físico con las mujeres. Debes presionar unos
instantes y después dejarlas respirar. Si continúas la escalada sin darle ni un
minuto de respiro, corres el riesgo de llegar hasta sus límites demasiado
rápido.
Escala la interacción progresivamente. Todo lleva un ritmo. Hay
momentos para escalar y otros para retroceder. Usualmente los retrocesos se
dan cuando empiezas a platicar de algo con ella y dejas de escalar
físicamente. Tampoco quiere decir que dejes de establecer contacto físico
con ella, ni que te alejes lo suficiente como para que estés a un metro de ella.
Por ejemplo, si están sentados, puedes dejar una mano en sus muslos y
dejarlo ahí mientras dura la conversación y pasas a algo más.
No abuses de las cosas que ella adora de ti. Aprende cuándo dejar de
hacerlo para que ella lo desee cada vez más. Hay dos factores que amplifican
la atracción de una mujer y son la tensión y la anticipación. La tensión es
cuando dejas de respirar por un momento y la anticipación es el sentimiento
en tu pecho cuando sabes que algo excitante podría pasar en cualquier
momento. Hazlo deliberadamente.
Es comunicarles, “Sé que puedo hacer algún movimiento ahora mismo,
pero elijo no hacerlo. Te dejaré esperando. Me puedo controlar siempre que
quiera.” Termina los besos, deja de abrazarlas por un momento y luego
continúa cuando menos se lo esperen.
Para hacer que invierta en ti, haz declaraciones para que se califique ante
ti. Puedes decirle, “Se ve que no sales mucho de tu casa”, y ella te
responderá, “No, yo salgo todos los fines de semana”. Y para profundizar
puedes usar, “¿En serio? No lo parece. Tendrás que demostrármelo” Sé el que
aprueba las cosas, si dice algo que te gusta, halágala, si dice algo que no te
parece, voltea hacia otro lado. Luego haz que hable más sobre lo que te gusta
que hable. No hay necesidad de ser dramáticos. También dale espacio, si
estás haciendo contacto físico durísimo, de pronto suéltala y haz que ella se
incline hacia ti.
No debe haber un gran momento para que hagas un gran movimiento. El
contacto físico tiene que ser natural. Eres responsable de escalar, pero
también debes ser responsable de dejar de hacerlo y darle espacio. No le des
atención a tu escalada física, haz que ella se enfoque en otras cosas como en
tu conversación o en el baile. Si es algo natural, no debes hacer las cosas
mecánicas. Que se vea movimiento cuando la tocas. Las interacciones son
dinámicas, no estáticas. Es parte de la naturalidad del contacto físico.
Si, por otro lado, ella se resiste, puedes aplicar el famoso método: un paso
atrás, dos adelante. Si ella se resiste a tomar tu mano, a dejarse abrazar o no
accede a algún tipo de contacto físico, retrocede sin demostrar ninguna clase
de enojo o desesperación. Sigue platicando, sigue añadiendo valor a la
interacción e inténtalo de nuevo. Haz que tus movimientos aumenten de
intensidad a medida que ella vaya cediendo. Si vuelve a resistirse, retrocede.
Nunca la fuerces o se va a ir. Si te digo que retrocedas, tampoco quiero decir
que dejes de tocarla. Puedes situar tus manos en sus hombros por unos
segundos y después pasar a sus manos, por ejemplo.
Toda mujer que vale la pena debe resistirse de uno u otro modo. Es tu
deber lidiar con esas resistencias y vencerlas. Mantén la calma y usa los
movimientos que describo en este libro.
Incluso, el Kino Brutal también abarca la ausencia del contacto físico con
el fin de crear un efecto deseado. No siempre es malo evitar el contacto
físico. La habilidad de entender el Kino Brutal es saber atraer mujeres con o
sin contacto físico. Las posibilidades son infinitas si sabes el porqué, el cómo,
el cuándo y dónde. El conocimiento es poder.
Contacto a la inversa
Los conceptos de la intimidad y la Burbuja del Amor, partes elementales
del Kino Brutal, están incompletos si ella no establece contacto físico
contigo. Las mujeres también están obsesionadas con el cuerpo de los
hombres. Quieren tocar tu cara, tu pecho, tus brazos, tus nalgas, tus piernas,
tu abdomen y tu miembro masculino. El cortejo no avanza si ella no empieza
a tocarte por iniciativa propia.
Ellas también son tímidas. Les da pena iniciar el contacto físico, “¿Qué es
lo que va a pensar de mí?,” ellas se preguntan también. Tu trabajo es
ayudarlas a quitarse esa pena y que empiecen a disfrutar tocando tu cuerpo, y
por supuesto, tú también lo disfrutarás.
Incluso pueden excitarse mucho más tocándote que cuando tú las tocas.
De hecho, puede que ella no deje que metas tus dedos a su vagina y sí puede
aceptar que dirijas su manita hacia tu pene. Hay veces en las que van a
empezar a gemir aunque tú no las toques. El cuerpo de las mujeres es divino,
pero el cuerpo de los hombres también tiene lo suyo. Es musculoso, es más
fuerte, la piel es más gruesa, la carne es más rígida, tiene vellos, las venas
resaltan más, y no olvidemos su virilidad máxima: el pene.
Aunque tener un cuerpo atlético es una herramienta muy poderosa, no te
pido que tengas músculos por todos lados, ni que tengas el estómago de
lavadero, tampoco que tengas unas nalgas de jugador de fútbol americano.
Sin embargo, es necesario que hagas ejercicio. Los beneficios son numerosos,
pero tener algo que enseñar y más tarde presumir cuando estés en la
intimidad con ella, funciona muy bien para el contacto a la inversa.
Lo principal es hacer que te tome de la mano con firmeza. En su defecto,
haz que te toque los brazos cuando se dirijan hacia un lado. Si tus bíceps son
grandes y fuertes, a ellas les va a encantar. Buscar el contacto con su mano es
lo primero que debes buscar hacer. Ya discutí cómo hacerlo, así que
continuemos con las demás partes.
Lo segundo que debes buscar es hacer que te abrace. Puede ser tu cintura
o tus dorsales. Si tienes una espalda ancha, a las mujeres les va a encantar
agarrar tus dorsales cuando te abrazan. Si no, puedes hacer que te abrace
rodeando tu cuello con sus brazos. Los apretones de mano y los abrazos son
los tipos de contacto que son socialmente permitidos en casi todo el mundo.
Por lo tanto, son los más fáciles de manipular. No se ve nada agresivo tomar
sus manos y hacer que te abrace. Si la chica es de baja estatura, puedes hacer
que acurruque su cabeza contra tu pecho mediante un abrazo. Mientras más
amplio, fuerte y prominente sea tu pecho, más encantada va a estar.
El estómago es un poquito más difícil, pero si tienes un estómago de
lavadero, puedes maravillarlas y hacer que babeen. A las mujeres les gustan
los oblicuos marcados, esos músculos que normalmente conocen como las
“pistolas” o “la marca del calzón.” Con respecto a esta parte del cuerpo, sí
tienes que ser un poco más exhibicionista y arrogante para hacer que vean y
toquen tu estómago. Pero te apuesto que una vez que lo vean y lo toquen, no
van a dejar de hacerlo. Incluso cuando descubren por “casualidad” que tienes
el abdomen marcado y fuerte, van a darte un cumplido y no dejarán de
tocarte.
Cuando estén sentados, un movimiento sugerente puede ser situar sus
manos en tus piernas. Hacerlo es relativamente fácil. Tómale su mano
mientras están sentados y le estás platicando. Si quieres jugar un poco,
primero deja descansando ambas manos en una de sus piernas, si puedes,
descánsalas muy cerca de su vagina. Una vez que ella se sienta cómoda,
dirige ambas manos hacia tu pierna, pero esta vez, haz que extienda su mano
y la sitúe en tu pierna. Igual, si puedes, haz que la sitúe cerca de tu pene. Para
que ella no quite su mano y se sienta más cómoda, descansa tu mano encima
del lomo de su mano. Es un movimiento con mucha maña, pero también
funciona de lo lindo.
Cuando la vibra ya haya subido de nivel de excitación, ahora siguen tus
nalgas… bueno, eso se lee mal, por eso voy a incluir un poco de contexto. Si
ella y tú ya están besándose, y ella es receptiva y también te besa con pasión.
Agarra sus manitas y ponlas en tus nalgas con las palmas extendidas. Cuando
yo hago esto, prefiero poner mis manos en su cintura para que se vea como si
ella fuera la atascada y yo no. Prefiero que ella se empiece a excitar más que
yo.
Por último, debes hacer que ella toque tu pene. Es de carácter crucial que
para eso, ustedes estén solos y tú ya estés tocando sus senos y sus nalgas. Lo
más adecuado es que tengas tu pene bien erecto. Este es un movimiento que
puede requerir recorrer mucha distancia, por lo que es más fácil llegar ahí si
haces que empiece a recorrer con sus manos tu pecho, tu estómago y tus
muslos hasta llegar hasta tu pene. Es preferible que al principio sea por
encima de tu pantalón. Déjala imaginarse cuál es su forma y tamaño.
En fin, ya te di una idea de cómo hacerlo. Lo que te dejo a ti es hacerlo
según tu creatividad, estado físico y preferencias. Como podrás haberte dado
cuenta, tú eres quien la está dirigiendo con tus manos. Ella sólo se está
dejando llevar. Sabrás que vas bien si ella no quita sus manos, si ella empieza
a explorar por sí misma y empieza a apretar y a acariciar tu cuerpo por más
tiempo. Si rehúye, ya sabes: un paso atrás, dos adelante. Pero sabrás que ya
has vencido sus barreras cuando ella, por iniciativa propia, es decir, sin que tú
la dirijas, empiece a tocar tu cuerpo. Cuando lo haga, básicamente tienes el
permiso de meter tu mano donde quieras. Es más, ya debiste habértela
llevado a tu casa desde que empezó a tocar tus piernas y tu trasero. Entonces
sí, ya tienes permiso de introducir tu pene en cualquiera de sus orificios.
Que no se la lleve nadie más que tú
Otra de las ventajas ―las cuales siguen sumándose a la causa del Kino
Brutal― de tener a la chica muy cerca abrazándote y besándote, es que verás
una reducción significativa en la cantidad de las interrupciones que mengüen
tu interacción. Por ejemplo, ¿te ha pasado que estás hablando con una chica,
todo parece ir por buen camino y de repente llega su amiga y se la lleva?
¡Qué desesperación, qué crueldad, qué desdicha! Y lo peor es que pasa muy
seguido.
Las probabilidades de que las gordas de sus amigas se las lleven,
disminuirán cuando ellas vean que los dos están muy felices abrazándose. Se
verán como dos locos enamorados. Eso hará que cualquier intervención
parezca agresiva. De hecho, hasta sus amigas te echarán porras o la animarán
para que se quede contigo, incluso cuando tiene novio ― más seguido que
nunca, las amigas odian al novio.
La competencia tampoco tendrá oportunidad. La mayoría de ellos
desistirán al notar una presencia masculina dominante. Y es exactamente lo
que transmitirás: una presencia dominante.
Lo que yo recomiendo es que la aísles, es decir, que te la lleves a un lugar
donde ustedes puedan estar en un lugar más privado o que no esté a la vista
de sus amigos, una vez que ya la besaste. Como ya debiste darte cuenta, el
Kino Brutal acelerará el proceso de aislamiento. La clave es moverla
físicamente y a otros lugares. La intimidad ya está creada gracias al contacto
físico, así que llevarla a un lugar más íntimo será un poco más fácil. No tiene
que ser un cambio grande. Puedes empezar llevándola a la pista, a la barra,
que te acompañe afuera para fumar un cigarrillo.
Anteriormente ya te había sugerido que siempre intentes besar a la chica.
Cuando logras hacerlo en una base constante, o bien, cuando ya hayas besado
a la chica, lo segundo que debes intentar siempre es dominar el arte de
llevártelas a otro lado. Como experto en el cierre, debes convertirte en un
artista de llevarte a las chicas a otros lugares. No importa el lugar donde
conoces a la chica, si es en el día o en la noche. De hecho, a veces no es
posible besarla antes de que la situación requiera que te la lleves a otro lugar.
No importa si se trata de llevártela a un lugar que esté a tres metros, a un
restorán o a tu casa, busca llevártela a otro lugar en la primera oportunidad.
Una mujer aislada será más vulnerable a tu influencia. Debes alejarla de
las personas que son su conciencia y le impiden expresarse ― amigos y
familia. Borra de su mente sus problemas, otros hombres, etcétera. Las
mujeres son vulnerables, pero sus amigos, familia y rutinas diarias le dan
seguridad y control. Mueve ese tapete y ella actuará distinto. Llévala a
lugares que no conoce, y con tu presencia constante, aléjala de su mundo.
Haz que haga cosas que nunca ha hecho. El aislamiento debe ser gradual y
disfrazado con el placer de conocerse mejor. No lo dejes al azar.
Para hacer un aislamiento, dile a la chica en varios momentos de la noche
que planeas llevártela a otro lado. Debes venderle la idea haciendo alusiones
al tema. Así que cuando se termine el ambiente en el lugar, o cuando lo creas
conveniente, tú ya tienes la excusa perfecta para llevártela. Entre más
“inocente” el pretexto, mejor. Las mujeres no son tontas ellas saben que si
van contigo a “otro lado”, significa que van a tener sexo o al menos que algo
más va a suceder. Por esta razón, no tienes que cumplir los pequeños
pretextos que utilizaste, y puedes llevártela adonde quieras. Sin embargo
siempre tienes ese pretexto bajo la manga si la situación comienza a
complicarse. Por ejemplo, si le dices que hay un boliche a la vuelta de tu casa
y en un momento dado ella no quiere pasar a tu casa, puedes llevarla al
boliche para crearte una segunda oportunidad.
Siempre te puede salir por la tangente con un, “¡No te preocupes, todo va
a estar bien!”, a cualquier pregunta. Sigue platicando con ella todo el tiempo
y asume que ella ya aceptó irse a casa contigo ―que es la clave para
llevártela. Mantenla ocupada hablando de algo más mientras van hacia tu
casa. Créeme, ella ya lo sabe.
Las cosas se pondrán complicadas antes de que se te haga la buena. Te
sentirás un poco vacilante al principio para convencerla de que suba al taxi,
pelearte con sus amigas al final de la noche, convencerla de que deje plantado
al novio. Considera el asilamiento como una transición hacia la intimidad
sexual. Es el momento que si superas, tus posibilidades de hacerla tuya
aumentan considerablemente. Repetir este drama en todas tus interacción te
volverá un artista en el arte de aislar a las mujeres.
Tienes que cometer muchísimos errores de principiante lo más rápido
posible para que puedas moverte hacia los problemas de un maestro. Para
tener éxito tendrás que intentar llevarte a cada mujer que conozcas.
Alternativamente, puedes decirle a una chica que quieres ir a caminar un
poco para tomar aire. Que todo se vea como una obra de la casualidad. Ellas
lo saben, sin embargo, le das un contexto para excusarse más tarde.
La extracción simple de “¡Vámonos!”, por otro lado, significa que no das
explicaciones. Sólo la tomas de la mano y le dices, “¡Ven, acompáñame!”
Ella preguntará dónde, y tú respondes que no se preocupe, que será divertido.
Y sigues jalándola del brazo. No seas específico sobre tus intenciones, sólo
lidérala firmemente. Espera un poco de resistencia y ponte listo para lidiar
con ello. No hables demasiado y sé cortante. Sin embargo, cuando haces esto,
necesitas haber calibrado muy bien a la mujer para saber si este tipo de
asilamiento funciona con ella. Si eres bueno leyendo las señales, ella caerá en
el hábito de seguirte.
Llevártelas a otro lugar, involucra una gran cantidad de confianza por
parte de la chica. Ella tiene que estar emocionada de irse del lugar contigo. A
menos que ella confíe en ti, el aislamiento no podrá efectuarse. No trates de
verte bien, sólo consíguelo. Fallar no te cuesta nada y tiene lecciones
invaluables. Errar indica que te estás aplicando y empujando tus límites.
Si vienen dos mujeres juntas, éstas son las más fáciles si te ganas a la
amiga. También, probablemente sólo una de ellas esté en busca de un poco de
acción. Lo ideal sería que las dos estén buscando acción y se vayan cada
quien por su lado, pero eso raras veces sucede. Tu responsabilidad es hacer
un buen trabajo tanto con tu chica como con la amiga, y no cometer
estupideces. Esa es casi la única manera de concluir algo. Si es necesario, no
ignores a la amiga. Dirígete a ella de tanto en tanto. No querrás tener a su
amiga como tu enemiga. Ella no quiere quedarse sola ahí como una tonta. Es
incómodo para las dos. Si la amiga ve que su amiga está bien contigo, se
excusará para ir al baño o para ir por una bebida. No hay ningún sentimiento
tan bonito como éste. Ella te dará bastante tiempo de hacer un trabajo sólido.
Mejor cierra el trato en ese pequeño espacio. Sólo asegúrate que después de
que vuelva, las dos estén cómodas contigo. Al final, la amiga actuará como tu
aliada. O quién sabe, quizá termines con las dos esa misma noche.
Si estás en una fiesta o en un centro nocturno, una variante puede ser
agarrarte a cualquier perdedor y presentarlo con la amiga. Esto puede ser
riesgoso, pues si el tipo la desespera, terminarás perdiendo tú también. No
obstante, puede hacer un buen trabajo y mantenerla entretenida mientras tú
haces tu trabajo. Puede ser un ganar-ganar. Por un lado le estás presentando
a una chica a alguien que no tiene muchas habilidades. Algunos estarán tan
agradecidos que hasta te comprarán bebidas; lo malo es que otros no se te
despegarán toda la noche. La amiga también gana, al menos ya tiene alguien
con quien platicar mientras tú haces lo tuyo. Lo mismo aplica si tú vienes con
un amigo.
Cuando la chica, por alguna razón, ya está atraída y lista para irse contigo,
ya no necesitas hacer más que liderarla. A veces es mejor callarte la boca. El
proceso ya está hecho. Olvida ser gracioso, es hora de cerrar. Incluso puedes
parar el contacto físico. No quieras hacer cosas que están de más con tu
necedad de querer hacer un juego “sólido”. Tener sexo con una mujer en 15
minutos, no te hace ser un buen seductor, pero demuestras que sabes cuándo
consumar la interacción. El juego sólido es práctica sólida. Significa que
haces lo necesario, ya sea de forma simple o compleja. Juego sólido es tener
experiencia. Llevártela lento no es más sólido. No hace la relación mejor. La
seducción lenta no es sinónimo de solidez. La única diferencia es que tú
decides si lo haces rápido o lento.
Logística
No importa qué tan bueno seas abordando a las mujeres. No importa qué
tan rápido puedas besarlas y escalar físicamente. No importa qué tan bueno
seas ganándote a las amigas. No importa qué tanto practiques. Nada de lo que
hagas tendrá importancia si no tienes la logística para poder llevar mujeres y
tener intimidad sexual. Siempre estarás destinado a fallar a largo plazo. La
logística es, por mucho, el pilar más importante, no sólo del Kino Brutal, sino
de una vida sexual activa y saludable.
Verás: cuando los hombres llegan a las comunidades de seducción o bien,
cuando deciden que ya es hora de tener una vida sexual, llegan preguntando
cuáles son las palabras correctas para que una mujer se derrita, preguntan
cuál es el movimiento adecuado para empezar a hablarle a esa mujer que
tanto desean. Preguntan cuál es la frase más indicada para romper el hielo. En
fin, preguntan todo, menos lo que realmente importa: la logística.
Luego, a medida que van adentrándose en las comunidades de seducción,
compran la idea de que lo fundamental de “la seducción,” se encuentra en el
interior. Es decir, empiezan a meterse en filosofías como vivir el momento, el
desapego al resultado, la autoestima, encontrar su pasión en la vida, o
tonterías que son tan ambiguas como incompletas como el “ser tú mismo.”
Cuando empiezan a creer en frases motivacionales y en filosofías cursis,
prácticamente son una causa perdida, sobre todo si no tienen los resultados
que desean. Cada vez se van alejando de lo que es la base fundamental de
toda seducción: la logística.
Está bien descubrir tus pasiones, tener autoestima y poseer unas cuantas
estrategias y técnicas bajo la manga, pero si no tienen la base de todo esto
que es el cortejo, es como si no tuvieras piernas: no irás a ningún lado de
forma eficiente. Tus gurús favoritos te van a decir que lo más importante es el
interior, que es la base de la seducción, y no es cierto. Quizá sea la base para
el bienestar, la felicidad, la salud; el amor, si quieres. Pero no es la base para
la seducción, como tampoco es la base de un deporte, de una habilidad o una
profesión. Nunca la va a ser. Trabajar en el interior es tan sólo una
herramienta más que puede mejorar tu desempeño y la forma en cómo te
percibes, pero no es la base. Entiéndeme: yo no pretendo traer la verdad al
mundo ni contradecir a los gurús que tanto idolatra la gente. Simplemente
estoy dándote un consejo como un buen amigo. Un amigo no es el más sabio,
el mejor o el que tiene la verdad absoluta. Un amigo es alguien que se
preocupa por ti y tu bienestar. Yo me preocupo para que tú también sepas lo
que es vivir muchas experiencias con mujeres atractivas. Por favor, hazme
caso, no eches este consejo en saco roto.
Debes saber que para ganar, debes arriesgarte a perder. Piérdela porque al
menos hiciste algo, no porque ni siquiera lo intentaste. Wayne Dyer lo
propuso muy bien:
Tener un miedo específico es saber a qué le temes. Excepto por ese miedo
específico, no estás sufriendo de una distorsión grave de la realidad. No hay
ningún mal físico. Sin embargo, tus miedos están fuera de proporción con
respecto a la realidad, parecen inexplicables y van más allá de tu control
voluntario. Una pregunta lógica es por qué pasas tanto tiempo pensando en
amenazas vagas cuando existen tantos peligros reales por los cuales debes
preocuparte. Y es porque el grado de miedo no está ligado primordialmente al
grado de amenaza ―en términos de que ocurrirá en realidad―, ni al daño
que te imaginas que sucederá si ocurriera lo peor, sino al inquietante carácter
del acontecimiento en sí mismo. En la experiencia del miedo es crucial si
sientes que serás capaz de responder de manera eficiente a una situación, es
decir, si serás capaz de afrontarla. Este miedo, además de ser intenso,
interferirá con tus patrones de vida normales y, además, tienden a aumentar
de manera progresiva. Puedes crear maneras de reducir este miedo, por
ejemplo, evitar acercarte o disfrazarlo, o simplemente evitando esas
situaciones, o resignándote. Sin embargo, estos procedimientos no eliminan
tu miedo.
“Métodos hay millones, pero los principios son pocos. El hombre que
comprende sus principios puede elegir su propio método exitosamente.”
Cuando alguien hace referencia a ser “natural,” no quiere decir que deje
de aplicar ciertos métodos, rutinas y técnicas. Simplemente los reemplaza por
otros que se ajustan más a sus preferencias o necesidades. También quiero
que entiendas que las técnicas no son otra cosa que las acciones precisas para
llevar a cabo un método. El plano deportivo ilustra mejor este punto. Todos
los delanteros en el fútbol, por ejemplo, poseen técnicas, v.g., recortes,
disparos, fintas. Pueden ser habilidades espontáneas nutridas con la práctica o
conseguidas a partir de los arduos entrenamientos y éstas se utilizan en
función de un método, v.g., fatigar al adversario, confundirlo, engañar al
portero. En pocas palabras, en el método se organizan y estructuran las
técnicas que servirán para conseguir un objetivo determinado: ganar y anotar
muchos goles.
Para ilustrar esto, hablemos de un niño que quiere ser pintor. Si él aspira a
crear una obra de arte, necesita primero aprender a dibujar, mezclar pinturas,
conocer las diferentes corrientes artísticas, conocer los materiales, entre
muchas otras cosas. Ahora bien, si su maestro lo pone a dibujar bolitas y
palitos para que el niño entrene esa conexión entre cerebro-ojo-percepción-
mano, el niño no puede, o más bien, no va a decir: “Yo quiero pintar paisajes,
usted no me está dejando ser yo mismo. No me permite expresarme.”
Para aprender cualquier habilidad se tiene que empezar desde lo básico,
empezar con actividades, a veces aburridas y tediosas, que quizá no nos gusta
realizar. Se tiene que empezar con métodos probados que nos ayuden a
entender la esencia de lo que queremos dominar. Contrario a lo que la gente
argüendera opina en las comunidades de seducción, no dejamos nuestra
esencia, o bien, no dejamos de ser nosotros mismos al emplear rutinas que
nos ayudan en el proceso de aprendizaje para conocer mujeres. Así como
tampoco dejamos de ser nosotros mismos al decir una mentira o cuando nos
comportamos de manera diferente en los distintos contextos sociales. Cuando
se deja de ser “uno mismo,” es cuando hay una incongruencia con los valores
propios, lo que realmente se piensa, lo que se cree, lo que se siente, las
acciones y lo que sale de la boca de uno. Aplicar una técnica o seguir un
método no viola en ningún momento los valores, las creencias ni lo demás,
nunca dejarás de ser “tú mismo.”
El método es el camino o conjunto de procedimiento utilizados para
alcanzar un fin que requiera de habilidades o conocimientos específicos. El
método debe ser pertinente y aplicable a un objetivo. Las personas que están
dentro de los mejores en sus respectivas profesiones u oficios, aplican
métodos. Yo no creo que digan, “¡Ay, no voy a hacer tal cosa porque me
aleja de mi personalidad, no soy yo mismo!,” a menos, claro, que no estén
realizando lo que en verdad les gusta o lo que esté en contra de sus valores.
Todos tenemos bases, seguimos un método y aplicamos técnicas. Es obvio
que cada quien le imprime su esencia a dicho método o a las técnicas, pues es
lo que hace que unos destaquen y otros no. A los equipos de la NFL llega lo
mejor de lo mejor, los jugadores llegan lo mejor preparados posible, en el
mejor de sus momentos. ¿Qué es lo que hace entonces que de dos equipos
que tienen la misma calidad de jugadores, uno sea mejor que el otro? Bueno,
hay muchas razones, pero una de ellas es que un equipo sigue un método
mejor que el otro. No ves a los jugadores jugando a lo que se les pegue la
gana sólo porque el coach eligió un método que los aleja de ser “ellos
mismos” y no los deja jugar como ellos quieren jugar. Si llega a pasar eso, el
equipo entero decae. O bien, reemplazan a los jugadores estrella, por otros
jugadores del mismo nivel que sí sean capaces de trabajar en equipo y seguir
un método. Seguir un método no les impide a los jugadores de buena talla
destacar en un partido, “ser ellos mismos” ―ya me está hartando
escribirlo―, ni tampoco les impide jugar como ellos mejor saben hacerlo.
Y ni se diga de todos los métodos, rutinas y técnicas que ellos deben
repetir y practicar día tras día para alcanzar su nivel óptimo y entrar a la NFL
o a la NBA o a cualquier otra liga mayor de cualquier deporte. A este nivel,
¿tú crees que el talento o que sean “ellos mismos” es lo que separa a los
mejores del promedio? ¿En serio, crees eso? Todos tienen talento y todos son
“ellos mismos”, pero pocos realmente tienen una ética de trabajo.
Ahora bien, estoy de acuerdo en que, algunas veces, los modelos
adoptados sólo deben emplearse en las etapas de preparación, pues éstas no
reemplazan a la confianza o una verdadera ética de trabajo. Los modelos son
el medio, pero no la esencia. Sobre todo, no deben verse como “técnicas de
ligue”, porque éstas no te harán ser mejor ni son las que desvisten mujeres en
el sentido de que la comunicación humana va más allá de lo que se dice o se
hace.
Quiero hablar un poco sobre personalidad. La palabra personalidad se
origina del latín persona, que se refiere a una máscara utilizada en una obra
teatral por los artistas con el fin de proyectar diferentes papeles u ocultar sus
identidades, que por cierto, aunque parezca tonta la comparación, un actor no
deja de ser “él mismo,” sólo por hacerse pasar por alguien, de hecho, su
personalidad brilla en el papel que adopta, sea cual sea.
Hay diversas teorías sobre la personalidad, aunque una definición general
dice que la personalidad está conformada por patrones característicos de
pensamientos, sentimientos, comportamientos, procesos y necesidades
biológicas que hacen a una persona única y regular, y es relativamente
permanente. La personalidad se demuestra en más de un comportamiento,
tiene expresiones múltiples y pueden variar según el contexto.
En Lingüística se habla sobre el lenguaje y la lengua. A grandes rasgos, el
lenguaje es la capacidad de poder hablar una lengua; y la lengua es el medio
por el que nos comunicamos ―ya sea a través de una lengua hablada, escrita,
lengua de señas, sistema braille, lenguaje corporal. Es decir, todos tenemos la
capacidad de comunicarnos, así como tenemos la capacidad de aprender a
caminar o cualquier otra habilidad. Ya estamos programados para hacerlo. Si
hubieras nacido en Rusia, hablarías ruso. Si hubieras nacido en Holanda,
hablarías neerlandés. Es más, si hubieras nacido en un reino de otro planeta,
hablarías su determinado idioma. Somos como un recipiente esperando un
contenido, y ese contenido es arbitrario. No está bajo nuestro control. Y a
menos que sea bajo circunstancias específicas, no podemos desaprender o
eliminar el idioma con el que crecimos. Éste permanece toda nuestra vida.
Podemos hablar otros idiomas con fluidez, pero por mejor que lo hablemos,
no podrás eliminar las bases de tu lengua materna.
Lo mismo sucede con nuestra personalidad. Los rasgos más importantes
de nuestra personalidad que se arraigaron en nuestra niñez, permanecerán
estables durante toda nuestra vida. Algunos aspectos que sí podemos cambiar
son los niveles de ansiedad, amabilidad y el deseo por nuevas experiencias.
Así que si un mentecato te dice que no estás siendo tú mismo, deberías
acariciarle la nunca y decirle, ¡Sí, lo que tú digas!” Cuando entras a la vida
adulta, la personalidad ya estará completamente arraigada. Lo que cambia a
través de tu vida son los roles y los rasgos que influencian tu comportamiento
temporal. La personalidad no cambia, son los hábitos los que cambian, el
vigor y la salud, las responsabilidades y las circunstancias ―no la
personalidad básica.
Nuestros rasgos básicos poseen estabilidad con el tiempo, como la
extroversión. Aunque la misma persona puede ser extrovertida en algunas
circunstancias y no en las demás. Las situaciones determina más que la
personalidad sobre cómo las personas se comportan. La personalidad y la
situación tienen la misma influencia. La influencia de una situación u otra en
cómo una persona actúa crea la impresión de que la personalidad cambia más
de lo que es el caso. Los cambios aparentes de la personalidad reflejan más
bien la temporalidad de las circunstancias. Cualquier rasgo puede variar con
el momento. Por eso hay que observar a las personas en la mayoría de las
situaciones para tener una mejor evaluación de los rasgos.
El psicoanalista Sigmund Freud indicó que la personalidad se fijó en gran
parte a la edad de cinco años. El deseo de alterar nuestra personalidad es muy
común. Las personas tímidas desean ser más abiertas y extrovertidas. Las
personas agresivas desean tener mayor control emocional. Realizar cambios
puede ser extremadamente difícil. Cambiar los patrones de comportamiento,
enfocarte en el proceso de cambio, cambiar los hábitos, el sistema de
creencias y las metas que están bajo la superficie de la introversión o la
amabilidad es la verdadera clave del cambio de personalidad.
La próxima vez que te veas diciendo “¡Jamás podré hacer eso!” o “¡Ese no
soy yo!”, tómate un momento para considerar el impacto de lo que estás
diciendo. ¿Has limitado el concepto de ti mismo? En tal caso, aprovecha
todas las oportunidades que se te presenten para expandir tu identidad. Ponte
a hacer las cosas que crees que no eres capaz de hacer y utiliza tus nuevas
acciones como una referencia que te proporcione una sensación de
certidumbre de que eres más de lo que crees ser.
Empieza a preguntarte: ¿Qué más puedo ser? ¿Qué más seré? ¿En qué me
estoy convirtiendo ahora? Si decides pensar, sentir y actuar como la clase de
persona que deseas ser, te convertirás en esa persona. Si te encuentras en una
encrucijada, es la oportunidad para tomar la decisión más importante. Olvida
tu pasado, no pienses quién has sido. Toma las decisiones conscientemente,
con cuidado, poderosamente.
No tienes que hacer todos los cambios que se encuentran en este libro para
transformar tu vida. Si cambias algunos aspectos, toda tu vida comenzará a
cambiar. Más para bien que para mal. Conseguir cada vez más evidencia de
lo que eres capaz de lograr, te proporcionará energía vital para acumular una
nueva experiencia acerca de quién eres.
Si te comprometes con tu código de conducta, ya no te sentirás controlado
por los acontecimientos; sabrás que, sin importar lo que ocurra a tu alrededor,
puedes mantener tu sentido de ti mismo y vivir la visión que te has creado.
Cada día serás tú quien determine cómo te sientes y quien te dirige hacia el
nivel más elevado. Recuerda que aquello que eres cada día, las pequeñas
acciones así como las grandes, son las que configuran tu carácter y forman tu
identidad.
Ten muchísimo cuidado con definir tu valor de acuerdo con tus resultados
con las mujeres, pues si llegas a caer en una mala racha, empezarás a
deprimirte, comenzarás a sentir que tienes que probarte a ti mismo que tú eres
el “todas mías,” y eso, a su vez, hace que te vuelvas dependiente del
resultado. Estás basando tu valor en cómo te va con las mujeres. No es
recomendable entrar en una crisis de identidad por esa razón. Si las mujeres
no te responden bien, entonces no debes valer mucho. En esa situación te
estás poniendo.
Siempre estás procesando el mundo a través de tu sentido de valor. Lo que
percibes, la forma en cómo respondes a los demás. Desde una perspectiva del
cortejo, puedes hacer todo lo que quieras. De ir a cualquier lugar, ver a una
chica y ligártela. Nada te está deteniendo. Tienes un concepto de cómo es un
hombre atractivo para las mujeres, pero pocas veces te darás permiso de ser
ese hombre si va en contra de lo que percibes de ti mismo. Lo único que te
detiene de ser ese hombre es la percepción que tienes de ti mismo.
Adivina qué, la mayor parte de los rasgos de tu personalidad son
totalmente arbitrarios. Se pueden desarrollar y cambiar de una forma u otra.
Muchos rasgos en tu personalidad son arbitrarios, y viene de la
retroalimentación social, sucede cuando interactúas con otras personas.
Sueles pensar, “Éste soy yo, no puedo cambiar. No nací para ser exitoso.”
Adivina qué, la esencia de quién eres nunca va a cambiar, siempre estará ahí.
No obstante, los rasgos en tu personalidad sí pueden ser desarrollados y
mejorados.
Sé la persona que quieras ser, si quieres cambiar tu estilo, si quieres
cambiar tu situación, hazlo. Si ves a alguien que sea interesante y piensas,
“¡Me gusta cómo es él!,” imítalo e incorpora sus cualidades a tu esencia. En
verdad puedes hacerlo. La esencia de quién eres siempre será la misma, pero
puedes evolucionar y nadie podrá impedírtelo.
“Se sigue que el deseo de estar bien debe ser excitado al mismo tiempo
por algún principio… pero en el caso de esto que llamamos perversidad, el
deseo de estar bien no sólo no se manifiesta, sino que existe un sentimiento
fuertemente antagónico… por esta simple razón la deseamos con más fuerza.
Y porque nuestra razón nos aparta violentamente del abismo, por eso nos
acercamos a él con más ímpetu. No hay en la naturaleza pasión por una
impaciencia tan demoniaca como la del que, estremecidos al borde de un
precipicio, pensamos arrojarnos en él. Si no hay ahí un brazo amigo que nos
detenga, o si fallamos en el súbito esfuerzo de echarnos para atrás, nos
arrojamos, nos destruimos… perpetramos estas acciones simplemente porque
sentimos que no deberíamos hacerlo… y podríamos en verdad considerar su
perversidad como una instigación directa del demonio.”
La vida tiene una forma de poner a prueba el compromiso que aceptas con
respecto a tus valores. Oh, sí, la vida te arrojará retos para poner a prueba tus
valores para que te des cuenta si realmente quieres lograr tus metas. No te
preocupes, recuerda que no hay nada en la vida que se compare con la
sensación de plenitud que experimentas al saber que has hecho lo que crees
más correcto.
También debes recordar que lo perfecto es enemigo de lo bueno. Los
hombres débiles insisten en que necesitan saberlo todo antes de empezar.
Utilizan esa necesidad de preparación como excusa para no emprender la
acción. Afirman que necesitan saber todo lo que van a decir. Se sienten
impulsados a saber todo con respecto al cortejo. A esto se le llama
perfeccionismo innecesario. La peor manera de emplear el tiempo es querer
hacer muy bien lo que no hace falta hacer. No importa cuánto sepas, siempre
habrá algo nuevo en cada interacción. En lugar de irte porque no sabes qué
más decir, quédate con ella hasta las últimas consecuencias. Aprenderás más
de este modo y avanzarás más rápido. Sé que estás leyendo este libro porque
no sabes muchas cosas, pero adicionalmente te propongo lo que tienes que
hacer que ya sabías que tenías qué hacer. Al final, repasa este libro, notas tus
errores y lo que te faltó hacer y vuelve al campo. Eso lo aprendes estando
cara a cara con las mujeres, de otra forma sólo tendrás información inútil,
porque ni la estás poniendo en práctica, ni estás avanzando y sólo creas
confusión por el exceso de información sin referencias en la vida real.
Existe otra frase acuñada por Mauricio Garcés que más allá de ser cómica,
esconde un elemento muy importante en el cortejo. Ese elemento tan
importante es interpretar todo lo que hace y dice una mujer como si expresara
que te desea.
Antes de seguir, te quiero informar que tener éxito en las demás áreas de
tu vida no te hará ser mejor con las mujeres. El mundo está lleno de personas
que creen que pueden aplicar sus éxitos de otras áreas y tener éxito con las
mujeres. Al contrario de un negocio, no harás transacciones aquí. El que
tengas un buen estilo de vida no quiere decir que ya sabes ligar. Aún así
debes aprender los principios. Aunque seas un excelente vendedor y estés
fogueado, y creas que todo será pan comido. Nada está más lejos de la
realidad. Aunque esos logros te pueden ayudar mucho, porque ya sabes lo
que se requiere para cumplir tus objetivos, las cosas son diferentes en cuanto
al cortejo. Los mejores en sus respectivas áreas también le tienen miedo al
rechazo de las mujeres como el que no tiene tanto éxito. Además, estos
hombres se ponen la misma presión para tener éxito en el cortejo tal como en
sus negocios. Empiezan a querer tener el control del resultado y de sus
interacciones ―sólo para darse cuenta que las interacciones lo están
controlando. Su presión para tener éxito los hace querer buscar aprobación, o
hacer que las personas se pongan a la defensiva o los vean como
manipuladores.
Carlos Castaneda, en su libro, El Segundo Anillo de Poder, escribió algo
maravilloso que deberías tener siempre en cuenta:
“Cuando uno no tiene nada que perder, se vuelve valiente. Sólo somos
tímidos cuando todavía hay algo a lo que nos aferramos.”
Cuando sabes lo que se requiere para tener éxito en tu negocio, sabes que
puedes aplicar algunos principios para tener éxito en el cortejo. Sin embargo,
en las comunidades de seducción se profesa que tener éxito en el cortejo es
una consecuencia de que estás haciendo lo que más amas en la vida. Suena
muy bonito y motivador, pero es una falacia. Es como decir, “¡Soy muy
bueno tocando el piano, por lo tanto seré bueno escalando montañas!” Hay,
claro, ciertos principios que adquiriste que puedes aplicar para tener éxito en
lo siguiente que quieres lograr, v.g., la constancia, la paciencia, el enfoque, la
asertividad. Estar familiarizado con esos principios y saber seguirlos,
aumenta tus probabilidades de tener éxito, pero eso no significa que tener
éxito en tu negocio, de repente te dé habilidades para poder llevarte a las
mujeres a la cama constantemente.
Si tienes éxito en tu profesión te genera un buen fundamento, pero puedes
seguir siendo malo para atraer a las mujeres. Por ejemplo, un hombre con un
estilo de vida sorprendente, pero malo para comunicarse, puede estar rodeado
de mujeres hermosas que no tienen sexo con él. Un hombre con buenas
habilidades de comunicación pero inseguro de su estilo de vida, rara vez
conocerá mujeres hermosas, pero las pocas veces que lo haga, capitalizará sus
pocas oportunidades.
Por otro lado, vivir el estilo de vida que tanto has soñado, te ayudará a
conocer mujeres interesantes. Muchos hombres dejan de salir a ligar mujeres
porque salen exclusivamente a eso. Y si no tienen resultados, la práctica se
volverá aburrida. En cambio, cuando sales a realizar actividades que te
apasionan y haces lo que te gusta hacer, podrás encontrarte muchas mujeres
que comparten tus mismos intereses. Sólo así encontrarás la motivación
constante.
Llega un momento en que salir a los centros comerciales y a los bares a
ligar mujeres se vuelve aburrido. Y es obvio, las mujeres no son la causa más
grande de todas. Es por eso que creo firmemente que, dentro de tu estilo de
vida, deben existir las mujeres y no al revés. De esta forma tienes dos grandes
ventajas, disfrutas de tu estilo de vida y disfrutas la compañía de mujeres que
comparten tus mismas pasiones.
Son muchos los que no saben lo que quieren hacer en su vida,
sencillamente porque nadie les ha enseñado a darse cuenta de ello. La pasión
es el ingrediente básico para construir una forma de vida exitosa. Es la fuente
de inspiración y creatividad. Refuerza la determinación, esperanzas y
aspiraciones.
No puedes vivir de verdad sin sentir pasión por lo que haces. Lo único que
le falta a tu vida es la oportunidad de descubrir lo que te apasiona y
monetizarlo, porque no sólo de pasión se vive, ¿cierto? Mira a tu alrededor.
Busca lo que quieres hacer. No lo encontrarás por arte de magia. Tienes que
ponerte en movimiento.
Muchas cosas en tu vida te han hecho descubrir lo que no quieres hacer;
quizá por ahí debes empezar.
Haz lo que quieras hacer sin importar las oposiciones, los peligros, lo que
pueda traer como consecuencia. Haz lo que tengas que hacer y espera lo
mejor. Nada puede salir mal, y en su defecto, acumulas buenas experiencias.
Empieza por hacer cosas que te llamen la atención. Empieza a aventurarte
y sacar conclusiones. Lo peor que te puede pasar es que descubras que no es
lo que te gusta, que te llenes de experiencias y que las posibilidades se vayan
reduciendo a lo que de verdad te apasiona. No te quedarás con las ganas,
conocerás gente nueva y empezarás a desarrollar una vida plena.
Cuando haces lo que te apasiona y tienes éxito en ello, demostrarás
cualidades atractivas y un estilo de vida atractivo que harán que las mujeres
quieran pasar más tiempo contigo y quieran invertir en ti.
Crear un estilo de vida atractivo requiere entender lo que quieres en la
vida. Si llevas una vida que no te gusta, entonces no importa lo que hagas, no
vas a encontrar éxito a largo plazo. Si tu verdadera pasión es pintar y trabajas
vendiendo seguros, entonces no estás viviendo honestamente. Sea la razón
que sea, has comprometido tus valores para adecuarte a los de otros. El estilo
de vida que llevas puede llegar a relacionarse directamente con la calidad de
mujeres que atraes.
Si no tienes ni un centavo en el bolsillo, si todavía vives con tus padres y
no tienes trabajo, te toparás con muchas dificultades a largo plazo, incluso
cuando seas capaz de atraer a las mujeres. Nada más procura no sacrificar tu
salud en pos de conseguir mucho dinero, porque después sacrificarás tu
dinero para recuperar tu salud.
“Tu estilo de vida es lo que comunica de una manera más efectiva tus
cualidades atractivas que cualquier otra cosa que puedas decir verbalmente.
El trabajo restante lo hará la mente de la chica en cuestión”.
Quien te diga, “¡Vive tu gran estilo de vida y las mujeres vendrán solas!”
Te está mintiendo. Tener un estilo de vida interesante tiene una monumental
importancia para tu bienestar físico y emocional, pero aun así tendrás que
aprender unas cuantas maniobras.
Parte
VI
Por si no te sale a la primera
Las múltiples variantes en las interacciones
A pesar de que he establecido un énfasis en los métodos y técnicas, no
puedes ir por la vida con algún tipo de guión único para iniciar
conversaciones con las personas. La experiencia prueba que ninguna
interacción es igual. Puede haber ciertos patrones constantes y al mismo
tiempo estos se manifiestan de diversas formas, por ende, las relaciones
humanas no pueden ser previstas como para establecer un modelo funcional
único para cualquier contexto. Ninguna aventura que hayas tenido presentó
los mismos retos. Las teorías psicológicas aquí salen sobrando, el cortejo
puede tomar cualquier forma. El punto A no siempre sigue su secuencia hasta
el punto G, o puede variar, o pueden faltar puntos. Aparecerá cualquier
variación que a la situación le plazca.
Entonces, si las interacciones humanas no tienen una estructura fija sólo
puedes seguir un par de nociones. Debes actuar con un conocimiento general
que te permita maniobrar y fluir en la práctica para mejorar tus relaciones con
las mujeres. Si tienes una necesidad de poseer una estructura es sólo para
sentirte seguro al creer que tienes el control, lo cual únicamente se encuentra
en tu cabeza. Por el contrario, la flexibilidad, la asertividad y la acción serán
tu guía en el mundo caótico. Lo más grande en la vida es la libertad. Y no
puede haber una verdadera libertad sin un grado razonable de independencia
para actuar.
Sabes muy bien que hay muchas mujeres en este mundo. Sabes que si no
es con una, es con otra. ¿Pero qué pasa si deseas a una mujer en especial? Por
más escasez que esto pueda mostrar para los de mente pequeña, yo soy de la
opinión de que debes intentarlo con esta mujer aunque te pierdas de otras
oportunidades y te rechace. Y qué si sientes que tiene más valor que tú. Y qué
si te clavas con ella aun cuando no la conoces. ¿A quién le importa? Si
quieres a alguien, debes ir por la experiencia y la aventura, no importa el
método que utilices. Es lo mismo con las demás metas que te has propuesto.
Si quieres ser futbolista y te cuesta trabajo, no vas a decir, “¡Bien, hay
muchas otras profesiones, debería dejar ese sueño e intentar en otro lado!”
Eso es de perdedores. Son cosas diferentes, pero la conclusión de una meta
sin importar el método, de no darte por vencido, habla mucho de tu carácter.
Todas las mujeres que valen la pena, van a resistirse y si con todas tienes la
misma mentalidad, entonces no vas a conquistar a ninguna. Ir por una mujer
en específico no es escasez. La escasez viene cuando no vas ni por una ni por
otra, cuando no haces nada al respecto, o cuando, sabiendo que
definitivamente ella no está atraída hacia ti, sigues de perro faldero. Ve por lo
que quieres con toda la fuerza de tu intención. Si resultan las cosas, perfecto,
si no, sigue adelante. Pero si quieres ser capaz de obtener a esa chica, debes
ser capaz de obtener a las demás. No sólo ella está rodeada de pretendientes,
tú también te rodeas de admiradoras.
Tienes que estar preparado para saber cómo responder a las reacciones de
las mujeres y sus allegados en las distintas circunstancias o te verás aplastado
por ellas. No querrás ser la víctima de las eventualidades y que éstas dicten
cómo te comportas o cómo te sientes. Como dice el Teorema de Thomas
(1923):
“Si los hombres definen una situación como real, será real en sus propias
consecuencias.”
Podría ser que la fuerza viene del interior. ¿Pero quién realmente se
impulsa enteramente desde dentro? Si has leído filosofías cursis, seguramente
no estarás de acuerdo con lo siguiente, pero lo quiero exponer de todas
formas: nunca nadie puede sentirse bien si no se experimenta el éxito. Incluso
para sentirte validado internamente tienes que experimentar el éxito en
ello. No tener éxito nunca, sería insano. Hasta cierto nivel, sí dependemos del
resultado para saber en dónde estamos. Por ejemplo, si no tuvieras éxito
nunca con una mujer, ¿cómo podrías asumir que una mujer debe estar atraída
hacia ti y desapegarte del resultado? Experimentar el éxito, sin importar
cómo, es esencial para dar los siguientes pasos. Se dice que la seguridad es
independiente del resultado, pero si no tienes los resultados que soporten tu
seguridad, ¿cómo conseguirías entonces sentirte seguro de ti mismo? ¿Cómo
conocerías la seguridad? ¿Me explico? Es fácil para mí escribir y sustentar el
Kino Brutal porque ya he tenido éxito utilizándolo. Es fácil para mí hablar de
seguridad y desapego porque ya sé cómo se siente. Busca tus éxitos y
experiencias de referencia cuanto antes, no importa cómo.
Antes de conocer las comunidades de seducción, o mejor dicho, cuando
era virgen, tuve la siguiente conversación con un amigo que tenía más
experiencia que yo:
Es más, si quieres te pongo otro ejemplo que ocurrió en The Fast and the
Furious (2001) cuando Dominic Toretto le dice a Brian O’Conner cuando le
gana la carrera:
“No importa si ganas por una pulgada o una milla. Ganar es ganar.”
Las altas y bajas matan a los más débiles. No seas del montón. Cultiva la
resiliencia, destaca del promedio, sé constante. El promedio se emociona
extremadamente cuando logran algo y se cortan las venas cuando todo sale
mal. Ellos sufren cuando pierden a una mujer al final de la noche después de
tanto trabajo bien hecho. Pensaron que “ya estaba puesta”, pero no lo estaba.
Se van a casa y no pueden dormir pensando qué pasó mal. La mayoría de las
veces nada fue mal, simplemente así es de impredecible esta actividad. Por
estas razones y muchas otras más, deja de calificar una noche como buena y
mala. Cierra tus noches con un sentimiento de victoria, como si todo hubiera
salido a la perfección. No importa si te llevaste a la mesera al baño o si todas
te miraron con asco. Permanece inmutable y entiende que los días pueden ser
buenos y malos.
Eso sí, sin metas orientadas a los resultados no tendrás dirección. Debes
medir tu progreso con hechos y resultados. Sin embargo, en la práctica debes
enfocarte más en el proceso. Se debe sentir bien. Se debe sentir como si no
tuvieras intenciones ocultas ni buscaras obtener algo de ellas. Tendrás mucho
tiempo al final de tu fecha límite para analizar tus resultados. Analiza tus
resultados, celébralos, mejóralos y aprende de ellos.
Pregúntate a quién elegirías: ¿Al novato que dice, “¡Oh sí, hay más
mujeres en este mundo; si no le gusto como soy, mal por ella!”, o al novato
que ve las reacciones y las críticas constructivamente, y trata de mejorar la
próxima vez?
Parte
VII
Una fuerza invisible
Magnetismo personal
Antes de empezar, quisiera ofrecer un especial agradecimiento a Theron
Q. Dumont, que si no fuera por él, estos capítulos no hubieran sido posibles,
mucho menos la divertida práctica del magnetismo personal.
1) extensiones; y
2) una tensión o contracción de los músculos en la dirección a las
extremidades de tu cuerpo.
Ambas nociones son formas de tensar o contraer los músculos. Los
movimientos de extensión resultan de la tensión o contracción del conjunto
opuesto de músculos. Los principales músculos del cuerpo se disponen en
conjuntos opuestos, uno se utiliza para expulsar y otro para atraer los
miembros o porciones del cuerpo. Siempre podrás contar con la presencia de
este conjunto opuesto de músculos. Cuando en el proceso de estiramiento
primero te extiendes y luego atraes los miembros, realmente estás tensando
ambos conjuntos sucesivamente.
El propósito de la naturaleza de tensar los músculos opuestos, parece ser
un “exprimir” algo de los músculos. Y eso es exactamente lo que hace:
exprimir algo. ¿Qué? La vieja, obsoleta y debilitada fuerza magnética. ¿Por
qué y con qué fin? Para darle cabida a la nueva, revitalizada y fresca fuerza
magnética. Aunque, para seguir avanzando, debes saber que el estiramiento
ordinario es simplemente una forma elemental de la distribución de la fuerza
magnética. Debo llamar tu atención a una extensión y mejora del método
elemental. Probablemente has escuchado de ello en la calistenia generalmente
conocida como ejercicios de tensión muscular. El sistema de tensión de la
calistenia se enseña con el propósito de ejercitar los músculos ―sólo esto y
nada más. Se ha descubierto que brinda grandes resultados y desarrolla
enormemente los músculos y beneficia el sistema en general. ¿Por qué?
Porque vigoriza el sistema entero, distribuyendo la fuerza magnética, y como
consecuencia produce la absorción de un suministro fresco a tu sistema
nervioso.
Entonces, al saber esto, tienes las siguientes ventajas:
Todo esto implica estimular todas las partes de tu cuerpo, v.g., hombros y
pecho; brazos, muñecas y manos; piernas, pies y dedos; cuello.
Cuando sabes lo que estás haciendo, y sólo lo que deseas y esperas
obtener, entonces has ganado media batalla. Al faltarte este conocimiento,
desperdicias energía y esfuerzo, y haces más de lo que no necesitas hacer,
mientras que no haces lo que debes hacer. El conocimiento es poder.
Proyectar tu fuerza magnética
De todos los poderes mentales del individuo, la voluntad es la más
poderosa, y al mismo tiempo, la menos comprendida. Es difícil incluso
definir la voluntad. Para nuestro propósito es darse cuenta que es el poder
mental por medio del cual podemos hacer cosas. No sólo puedes hacer cosas
ordinarias en la vida por medio de la voluntad, sino también puedes hacer
cosas extraordinarias si aprendes cómo. Mediante el uso de la voluntad
puedes ser capaz no sólo de proyectar ondas de pensamiento desde tu mente,
sino también eres capaz de proyectar conscientemente tu fuerza magnética.
La persona promedio proyecta su magnetismo hacia su atmósfera personal
de forma más o menos inconsciente ―así como caminar o respirar. Has
adquirido naturalmente el hábito y no te preocupas por ello. La diferencia en
el grado de magnetismo físico que irradian tales personas está determinada
por la fuerza magnética generada por ellos. En el lado opuesto se encuentran
aquellos que han adquirido un buen conocimiento sobre la fuerza magnética
que puede proyectarse más allá de los límites de la mente y del cuerpo, y han
aprendido el arte de proyectarla usando la voluntad. En este grado, puedes
lograr que tu poder sea reconocido por los demás, y dejar esa impresión en
todos los que entran en contacto contigo.
Para proyectar tu fuerza magnética por medio de la voluntad consiste en
dos procesos:
Esta lista se puede extender, lo importante era que tuvieras la idea. Haz
una lista de todas las actitudes mentales positivas que quieras alimentar. Sólo
recuerda: tu mente refleja aquello que le das de alimento, y por lo tanto,
debes alimentar tu mente con muchas buenas ideas, que quieres que tu actitud
mental refleje. Por ejemplo, si quieres una mentalidad de determinación,
éxito, debes leer historias en las que estos puntos se vean; también es
importante que frecuentes la compañía de estas personas; debes
constantemente mantener en tu mente el ideal de cosas que deseas desarrollar
en tu actitud mental, y encontrarás que naturalmente encontrarás en el mundo
externo las cosas materiales correspondientes. Y, aunque no necesito
decírtelo, te lo diré, evita lo contrario.
Es sorprendente lo rápido que la mente responderá a la inalterable idea
positiva, y el ambiente estimulante de cosas positivas. En poco tiempo, habrá
un instintivo hábito mental, que seleccionará las cosas positivas del ambiente
y rechazará las cosas negativas. Entrena a tu mente para que seleccione el
tipo correcto de comida, y pronto adquirirá el hábito de desempeñar este
trabajo instintivamente sin una supervisión especial de tu parte. Además, se
habrá desarrollado en tu mente el atractivo poder del pensamiento, que
significa que atraerás a ti mismo las cosas, personas, libros, etcétera, que te
proveerán con un tipo particular de alimento mental mejor ajustado a la idea
que tienes en tu mente. No hay que discutir este último y bello fenómeno,
pero te pido que recuerdes y apliques este hecho, pues es una gran fuerza de
la naturaleza.
El ejercicio es este: construye tu propio uso, un patrón ideal del que
deseas ser. Desarrolla bien las características que deseas que sean tuyas.
Luego imagina, en tu mente, que posees estas cualidades ―un modelo o
patrón que quieres ser. Luego mantel ese patrón o modelo constantemente en
tu imaginación. Velo siempre; piensa siempre en ello; velo desde dentro y
desde fuera; conócelo bien; identifícate. Y, gradualmente empezarás a crecer
como tu ideal. El ideal empezará a materializarse en tu propia personalidad y
en tu actitud mental serán ese de tu modelo.
No te saltes este paso, debido a su simplicidad y esoterismo. Te hará el
milagro si persistes con el plan, tu actitud mental será positiva y fijada y tu
aurora personal estará fuerte, positiva y te hará verte como todo un maestro.
Deja que esta idea sea tuya. Continúa leyendo y recuerda que sólo así tendrás
los resultados.
Atmósfera mental
Es la proyección consciente de la corriente mental desde los centros del
cerebro por la acción de tu voluntad.
Esta proyección consciente, en cambio, puede decirse que consiste en dos
formas de manifestación
Para ilustrar esta creencia, hay un discurso motivacional dirigido por Les
Brown que habla sobre Roger Bannister, el primer hombre que logró
desmitificar la barrera de la milla ―1,609.34 metros― en 4 minutos, récord
que se estableció el 6 de mayo de 1954. Mitos como este, comienzan como
creencias universales, porque al intentar romperlas se fracasa. Y esto es en
general, cuando algo siempre nos pasa, empezamos a creer que así deben ser
las cosas, y así siempre serán. Aceptamos que no es posible, lo cual nos
impide creer que puede ser diferente. Luego llega alguien como Roger
Bannister y rompe todos esos paradigmas. Entonces, a partir de que alguien
desmitifica estos paradigmas, los demás ―los pocos que se lo proponen,
claro― empiezan a lograrlo también. ¿Qué es lo que cambia? ¿La física? ¿La
realidad? No, simplemente se establece una nueva creencia. Los que vuelven
a romper el récord sabían con anterioridad que era posible. Es como la frase
común,
“¡Mírame!”
“¡Dame toda tu atención!”
“¡Ven aquí!”
“¡Aléjate de mí―déjame solo!”
“¡Tú me amas!”
“¡Quieres hacer todo lo que quiero que hagas!”
“¡Quieres complacerme!”
“¡Estarás de acuerdo con mi propuesta!”
“¡Te atraigo demasiado!”
“¡Te fascino!”
“¡Soy tu líder!”
“¡Harás lo que yo te diga!”
Ejercicios para el destello directo
Después de dominar los ejercicios en el espejo, estarás listo para
experimentar con las personas. Primero debes empezar con formas simples de
influencia magnética, antes de que puedas cumplir la más complicada de las
tareas. No pierdas en ningún instante lo que has ganado en el ejercicio del
espejo. Abraza fuerte y rápido la “técnica” que has adquirido, y no caigas en
ningún momento en el error de que debes empezar de nuevo. Lo que tienes
que recordar siempre, es que estás llevando el ejercicio del espejo a una
escala más alta, en un campo amplio. Y encontrarás mucho trabajo
interesante delante de ti.
Estos tres puntos son inseparables. Lo que define entre ver a una mujer y
decidir resignarte o ir a hablarle. Ver una mujer es ansiar conocerla o alejarte,
cualquier decisión, será mera costumbre, no tanto una decisión consciente,
que, si no queda satisfecha, actuarás de formas inverosímiles. Me he topado
con hombres que huyen del antro cuando les pido que se acerquen a una
chica. Actúas sin importar que tus hábitos estén a tu favor o en tu contra.
Desconectarte de ese deseo, también puede hacerte actuar de formas
increíbles.
Los hábitos, sin embargo, no son tu cadena perpetua. Se pueden modificar
a tu antojo. El inconveniente es que cuando emerge un hábito, tu cerebro deja
de participar conscientemente en la toma de decisiones. A menos que tú
decidas conscientemente cambiar un hábito.
Tus hábitos te asecharán en cualquier momento. Sin embargo, tus hábitos
son una gran ventaja ―qué flojera tener que aprender todo de nuevo―, la
desventaja es que el cerebro no diferencia entre los buenos hábitos y los
hábitos destructivos. Este proceso puede ser tanto tu felicidad como tu
desdicha. Otra desventaja es que es posible que no recuerdes cómo
comenzaron tus hábitos, aunque si se introducen en tu vida, influirán tus
decisiones, incluso sin que te des cuenta. Por eso es que sigues atrapado en
los hábitos que te alejan de lograr tu cometido. Por eso es tan difícil crear o
cambiar tus hábitos. Una vez que has creado una rutina, esos patrones
permanecerán en tu cabeza. La habilidad es crear hábitos buenos que
destruyan, o más bien, desplacen los viejos y malos hábitos.
Aunque los hábitos puedan llevarte a la grandeza, pueden ser tu talón de
Aquiles. Pueden ser tanto conscientes como inconscientes. Recuerda siempre
la importancia de los hábitos: estos determinan tu destino. Te harán actuar a
favor o en contra de toda razón. Patrones del estilo "¡Sólo una vez y ya!",
llegan a convertirse en actitudes de todos los días. Al final tendrás un hábito,
para bien o para mal.
Todo hábito tiene su debilidad. Ciertos cambios significarán su fin. Gran
parte de tus rutinas se forman de forma arbitraria, es por eso que no te das
cuenta de su desarrollo, mucho menos de tu capacidad para controlarlos. Sólo
es cuestión de identificar las señales y las recompensas para así cambiar las
rutinas.
Si piensas cambiar tu vida, comienza por crear deseos. Los deseos son los
que mueven las señales y las recompensas. Los deseos son la base, reconoce
su influencia. Estos son los que construyen tus hábitos. Entiende esta
psicología del ser humano: encontrar las señales y saber cuáles son las
recompensas. Si quieres empezar a interactuar con las chicas que te gustan, es
necesario que elijas una señal, v.g., algo tan aventurado como creer que esa
mujer que acaba de pasar, te miró pidiéndote la aventura que nunca ha tenido.
Y tu recompensa será permitirte esa satisfacción que tendrás tras brindarle
eso que tanto desea, una señal de que tus acciones están funcionando. Es
probable que eso no sea suficiente como para desarrollar un hábito, pero poco
a poco tu cerebro comenzará a anhelar esa recompensa, no sin antes crear
rutinas para alcanzarla. Otra señal puede ser la de estar aburrido, y en vez de
ver la televisión, la recompensa puede ser salir y conocer mujeres. Y esto va
más allá de entenderlo como deseo, sino experimentarlo como una fuerte
sensación. Cuando empieces a amar esa sensación, empezarás a forjar un
hábito.
¿Quieres mejorar tu vida amorosa? Elige una señal, como ir a preguntarles
su nombre y su contacto a las chicas que provoquen tu atención ―entre otras
cosas que no hace falta mencionar―, y una recompensa, como escribir tus
experiencias, tomarte fotos con ellas en la intimidad o contarles tus
experiencias a tus amigos para solidificar tus grandes avances, y, por qué no,
incrementar tu confianza. O, ¿qué mejor recompensa que estar en la
intimidad con ellas? Permítete ansiar el momento en que se entreguen a ti sin
ropa, y entonces hablaremos de un estilo de vida. Como se trata del cortejo,
tienes que incluir la posibilidad del rechazo, lo cual te impedirá recibir
recompensas de vez en cuando, y digamos que de momento no la encontrarás
en decir, "¡Mi recompensa está en que lo intenté y sé que los fracasos no son
un retroceso, sino un paso adelante!", y menos si empiezas en el negocio del
amor. Lo que te sugiero es que pienses en lo que más te gratifique cuando te
acercas a quien te gusta más allá del "resultado final", v.g., el sentimiento de
adrenalina, ganar apuestas, sentirte atractivo, convivir con ellas. O si eres
alguien que se inclina más por las metas grandes y a largo plazo, en ese algo
que quieras alcanzar o ese alguien que quieres ser, piensa en algo que sea tan
fuerte que el simple hecho de pensar en desistir te cause dolor. ¿Quieres
volver a ver cómo alguien más se lleva a la chica que te fascina? ¿Quieres
que todo el tiempo te den la espalda sin tener siquiera la oportunidad de
presentarte? ¿Quieres que te dejen por otro? ¿Quieres que ese tipo que tanto
te cae mal las haga gritar de placer?
Para los que nunca se han dedicado a conocer mujeres activamente, todo
lo que un hombre experimentado realiza para llegar a la intimidad con ellas,
lo ven como algo imposible, extraordinario. La verdad, es un conjunto de
actos sencillos, que se realizan sin pensar, demasiado deprisa o
eficientemente para sacar el mayor provecho de cada interacción. Siguen los
hábitos que han aprendido. Ahora, en lo que quiero que te concentres no es
tanto en el cambio de hábitos, sino en cambiar tus malas costumbres, es decir,
si un hábito es un ciclo de tres pasos ―señal, rutina, recompensa―, lo que
quiero que cambies es la rutina.
Y pensar que la idiotez de los semigurús que idolatran ha orillado a la
comunidad a rechazar las rutinas impidiéndoles ver a los miembros de las
comunidades de seducción lo importantes que las rutinas son. Ya hemos
hablado sobre ello. Ya no le daré más importancia a esa gente idiota.
En fin, tu mala costumbre de escuchar tu lado inseguro y abandonar como
consecuencia cualquier intento de acercarte a esa linda chica, no va a cambiar
nada más porque yo te lo digo. Es más fácil adoptar una nueva conducta si
existe algo familiar en la señal y la recompensa.
Por lo general, la señal es sentir atracción por una mujer, y la recompensa
es sentirte bien después de obtener sus favores. El problema es que puede
hacerte sentir bien tanto abordarla como proteger tu frágil ego evitando
posibles rechazos y no hacer nada, aunque bien sabes, que sólo es un pretexto
y no se siente tan bien como hacerles el amor. En este caso, puedes mantener
la señal y la recompensa: sentir atracción por ella y sentirte bien por tomar
una decisión ―ya sea resignarte o abordarla. Sólo hay que cambiar la rutina,
lo de en medio. Si utilizas la misma señal y te proporcionas la misma
recompensa, puedes cambiar la rutina y crear un hábito poderoso. Puedes
transformar tu vida si la señal y la recompensa siguen siendo las mismas. Si
quieres cambiar un hábito, disfrázalo con tus viejos hábitos, envuélvelo en
algo que conozcas y que te guste. Si te gusta beber alcohol, puedes ir a beber
en los lugares donde haya muchas mujeres y puedas abordarlas. Si te gusta
hacer ejercicio, ve a parques o gimnasios donde haya muchas mujeres que
puedas abordar. Haz que la novedad resulte familiar. Es más fácil que así lo
asimiles. Al mismo tiempo, no podrás dejar de sabotearte a menos que
encuentres una actividad para reemplazar tu sentido de bienestar que se activa
cuando proteges tu ego debilucho y sólo las observas pasar. Y este es uno del
conjunto de viejos hábitos cuyo origen desconoces, pero que están ahí
jodiéndote la vida.
"Incluso el más diminuto de los hombres puede elevarse más allá de los
cielos cuando se le tienta con la recompensa adecuada."
"Sal al campo sin nada en mente y acércate sin pensar. Sal de tu cabeza."
Los hábitos empiezan cuando realizas algo con dificultad la primera vez, y
mediante la repetición los empiezas a seguir mecánicamente hasta llegar al
grado de hacerlo inconscientemente. Cuando eliges quién quieres ser,
empezarás a desarrollarte del modo en el que te estás ejercitando, del mismo
modo en que el curso de un río siempre sigue el mismo canal. Traza un canal
diferente y el río seguirá otro curso. El río ―los hábitos y patrones― son las
actividades y las decisiones inconscientes que realizas a diario. El río sólo se
vuelve visible por el simple hecho de contemplarlo. Y cuando lo vuelves
visible, puedes tener control sobre él. Afortunadamente no te verás sometido
a la extenuante excavación de un canal para cambiar su curso, pero sí te
costará esfuerzo, dedicación, paciencia y tiempo.
1) Identifica la rutina.
Has intentado una y otra vez besar a una chica ―puede ser acercarte a ella
o invitarla a tu casa para ya sabes qué, sólo que prefiero tratar el momento del
beso, porque lo considero una transición de gran importancia en el cortejo―,
pero algo te frena. No obstante, aunque ella te dé todos los indicadores de
interés, decides hablar de otras cosas y aburrirla hasta llorar. Ella se excusa y
se va, dejándote solo y desamparado. Te prometes que para la próxima sí lo
vas a intentar. Al fin y al cabo, hay más mujeres. A pesar de todo, el hábito
vuelve a apoderarse de ti y dejas que le nueva chica también se vaya
decepcionada y aburrida. ¿Cómo diagnosticar tu ineptitud y erradicarla? En
este caso, la rutina que es el aspecto más evidente, es lo que quieres cambiar.
Tu rutina es salir en busca de chicas hermosas, encontrar una y acercarte.
Platicas con ella unos minutos y ya te está dando todos los indicadores de
interés que existen en el mundo. Te preguntas, “¿Será momento de besarla?”,
pero te das cuenta que te agrada y no quieres arruinar el momento. No te
avientas. Ella se harta de coquetearte para que la beses, piensa que sólo
quieres su amistad, se empieza a aburrir a falta de acción y se va. Tú agachas
la cabeza lamentándote.
¿Cuál es la señal para esta rutina? ¿Quieres siempre quedar bien? ¿Te
afecta mucho el rechazo? ¿No te sientes digno de una chica atractiva? ¿No
quieres arruinar el momento? ¿Te apesta la boca? ¿Le apesta a ella la boca?
¿No sabes besar?
¿Y cuál es la recompensa? ¿Divertirlas en lugar de hacerlas enojar?
¿Tener tu débil ego intacto? ¿Te sientes más cómodo con mujeres menos
atractivas?
Para averiguar esto, tendrás que profundizar y experimentar en diversas
situaciones.
Las recompensas son poderosas porque son las que satisfacen tus deseos.
Quizá no seas consciente de las ansias que desatan tus conductas. Los anhelos
son obvios cuando los ves en retrospectiva, pero muy difíciles de identificar
cuando estás bajo su poder. Para averiguar qué deseos te conducen a ciertos
hábitos, es útil experimentar con distintas recompensas. Esto puede llevarte
días, meses… durante ese tiempo, no debes sentirte obligado a hacer ningún
cambio definitivo ―aunque bien sabes qué debes hacer―, por el momento
estás en una etapa de introspección.
El primer día de tu experimento, aunque suene contraintuitivo, cuando
sientas el impulso de reprimir tus deseos de besarla, adapta tu rutina para que
te aporte otra recompensa. En este caso, aunque tengas miedo de besarla,
puedes decirle, “¡Quiero besarte, pero tengo miedo de que te vayas a
enamorar tan pronto!” Créeme, decirlo es menos atemorizante que hacerlo.
Además estás siendo juguetón y coqueto. Este tipo de declaraciones las suelo
utilizar no por miedo, sino para calibrar sus reacciones y actuar de acuerdo
con ellas en los momentos en los que tengo incertidumbre. También puedes
probar la técnica del “casi beso,” donde te acercas los más posible a su boca
sin besarla. Si logras acercarte hasta rozar sus labios o una de las comisuras
de su boca, tendrás más confianza para besarla. Será una pequeña victoria,
como si la hubieras besado.
El método que utilices para vencer el miedo a besarla no importa. La
cuestión es probar distintos acercamientos para determinar qué deseos te
están conduciendo a la rutina. Tras cada actividad, identifica cómo te sientes.
Pueden ser emociones, pensamientos, reflexiones. ¿Sigues sintiéndote
satisfecho conforme pasan los minutos? En caso de no sentirte satisfecho
después de besarla, puede significar que debes seguir avanzando, o que te
avergüenzas en la intimidad, la otra posibilidad no la quiero ni mencionar.
Al experimentar con distintas recompensas, puedes aislar lo que realmente
ansías, que es esencial para darles un giro importante a tus hábitos y a tu vida.
Cuando hayas descubierto la rutina y la recompensa, sólo te queda identificar
la señal.
La razón por la que es tan difícil identificar las señales que desencadenan
tus hábitos es porque hay demasiada información que te está bombardeando
cuando manifiestas tus conductas. Pregúntate, ¿no la besas porque la ves
riéndose y no quieres arruinar el momento? ¿Porque se te hace muy guapa?
¿Porque piensas en tu ex-novia? ¿Qué es lo que ella hace para que decidas no
abrir esa boquita y pasarle tus babas?
Casi todas las señales encajan en una de estas cinco categorías:
Lugar
Tiempo
Estado emocional
Otras personas
Acción anterior inmediata (lo que precede a tu impulso o represión)
4) Tener un plan.
Para concluir este capítulo sobre los hábitos, quiero advertirte que no
debes suponer que ya has encontrado la fórmula para cautivar a las mujeres
en un instante. Se dice fácil, nada más quiero ver que lo intentes. No es que
este libro no pueda funcionar como una fórmula, sino que no hay una sola
fórmula para lograrlo. Hay miles. Todos los individuos y hábitos son
diferentes, por lo tanto, también la forma de tratarlos, de cambiar patrones, de
identificar situaciones, problemas, trastornos. Generar el hábito de hablarles a
las chicas que te parezcan atractivas variará de un individuo a otro, por no
mencionar los demás hábitos que se tienen que modificar. Es más, el hábito
de abordar mujeres en situaciones sociales responderá a distintos anhelos. Por
lo tanto, este libro no contiene un método. Mi intención, por el contrario, es
transmitir una forma diferente, o más bien, una forma olvidada o poco
utilizada para generar relaciones. Estoy seguro que les puede ayudar a todos,
desde el hombre más tímido hasta el más extrovertido. Sin embargo, sé que
para unos será un proceso más fácil, otros tendrán muchas dificultades y otros
nunca lo intentarán.
El camino hacia la maestría
Básicamente, dominar algo implica tres cosas:
1. Práctica
La mejora no llegará si no practicas. Ni siquiera este libro te
proporcionará todo lo que la práctica en el campo te puede dar.
2. Paciencia
Sin paciencia la práctica se vuelve tediosa. Abandonarás las cosas a la
primera. Sin paciencia, la práctica se vuelve inútil. Les hablarás a un par de
chicas y luego te irás a seguir con tu vida llena de resignaciones porque no
ves ningún progreso. Construir una habilidad es un constante de pruebas y
errores, la impaciencia te lleva a resultados discontinuos.
3. Tiempo
Necesitarás mucho tiempo para practicar. Debes hacer una agenda o no
entrenarás. Saldrás a conocer mujeres incluso si llueve. No hay de otra. Por lo
general, avanzarás dependiendo el tiempo que le inviertas. El dominio de una
habilidad te tomará menos años si aprovechas las horas que tienes cada día. Y
aunque no todos los intentos serán gloriosos, vas a aprender de la
experiencia, mejorarás poco a poco hasta alcanzar la maestría. En la vida no
hay fracasos, sólo resultados.
No importa qué tan habilidoso o inteligente seas, habrá días en los que
aparentemente no lograrás nada o fallarás en todos tus intentos. El camino te
dará recompensas inesperadas y dolores de cabeza inesperados, y nunca
alcanzarás un destino final. Hay muy pocas cosas que se pueden dominar
completamente. Probablemente terminarás aprendiendo mucho de ti y de la
habilidad que buscas.
Aprender cualquier habilidad requiere de breves rachas de progreso, a
cada una le sigue un período linear, es decir, en donde no hay ningún
progreso. Para dominar las cosas, necesitas practicar diligentemente,
esforzándote por pulir tus habilidades, alcanzar nuevos niveles de
competencia. Pero mientras haces eso, también tienes que estar dispuesto a
pasar períodos en donde parece no suceder nada, pero seguir practicando
incluso cuando parece que no logras nada.
El dominio de una habilidad no es recto, no es una constante de progresos,
porque siempre habrá situaciones nuevas y nuevas habilidades que necesitas
aprender hasta que se quede bien grabado en tu memoria o hasta que puedas
hacerlo en piloto automático. Sin preocuparte cómo hacerlo. Por eso es de
vital importancia sólo enfocarte en la práctica y no en el resultado. Y con
respecto a las habilidades, ten en mente el Principio de Papert,
Que te quede muy claro que ser bueno en un área no significa que
automáticamente vas a ser bueno en otra cosa. Nada es una buena excusa,
nada. Si inicias algo y te sales, según porque no es lo tuyo, simplemente es
por falta de valores. Una incongruencia bastante notable. Es como si en tu
escuela te portaras como “el milamores,” y en el bar fueses inseguro. Nunca
empiezas algo sabiéndolo todo. ¿Eso harás con todo lo que emprendas?
Decir que algo no es lo tuyo simplemente porque no entendiste o porque
no tuviste resultados, no quiere decir que no sea para ti. Debes ser
brutalmente sincero contigo mismo y dejar de justificarte de una vez por
todas. Si eres bueno en tu trabajo, me da mucho gusto, pero también hay otras
cosas más allá de tu trabajo.
Cada vez que gastas tu dinero en la consecución de una habilidad, haces
una declaración sobre lo que valoras en la práctica; no hay otra indicación
más clara y directa. Fíjate en las revistas, en los comerciales, en toda la
propaganda. Si prestas atención, todo funciona a la perfección en los
comerciales. Las personas no trabajan duro, se vuelven ricos rápidamente.
Ningún problema es tan serio que no pueda ser resuelto con una píldora
mágica. Tu mayor fantasía puede ser realizada instantáneamente sin esfuerzo.
No hay períodos sin ningún progreso. Creen que de abajo hacia arriba sólo
describe una línea recta, v.g., aprendizaje sin esfuerzos, millonarios
instantáneos. Yo no voy a mentirte, dominar el Kino Brutal te costará mucha
dedicación, esfuerzo y años en el campo.
A la larga, lo que te dará la maestría es el camino de la paciencia, el
esfuerzo dedicado sin apego a los resultados inmediatos, es algo que no
puedes sustituir en tu camino hacia la maestría. No hay ningún atajo de la
noche a la mañana. Parafraseando la Ley de Amara,
La vida está llena de paradojas. Casi sin excepción, aquellos que saben
cómo los mejores están dedicados a los fundamentos de su vocación. Son
fanáticos de la práctica, conocedores de los pequeños e incrementados pasos.
Al mismo tiempo —y aquí está la paradoja—, ellos son precisamente lo que
retan a sus propios límites, tomar riesgos para mejorar su desempeño, e
incluso se obsesionan a veces en su persecución. Para ellos la clave no es una
u otra cosa sino ambas cosas.
El truco no sólo es probar tus límites, sino también caminar en la línea
delgada entre la práctica interminable y sin metas, y esas metas seductoras
del tipo “¡Haga que ellas se mojen los calzones con este simple truco!” que
aparecen a lo largo del camino. Eso es vivir al límite. Es vivir entre las líneas
paradójicas de la vida. El mundo sería gris si no existieran quienes superan
sus límites a un punto en donde parece un acto de estupidez. Pero antes de
considerar jugar al límite, debe haber años de instrucción, práctica, entrega e
intención. ¿Y después? Más entrenamiento, más tiempo estancado en una
fase: el camino de nunca acabar.
3. Busca ayuda. Puedes hacerlo solo, pero sirve de gran ayuda confiar en
alguien sobre las dichas y riesgos de lo que estás emprendiendo. El mejor
soporte viene de las personas que han pasado o pasan por el mismo proceso,
que te cuenten sus historias y escuchen las tuyas, que te den la mano cuando
te caigas y te den ánimos. El camino hacia la maestría, afortunadamente,
fomenta los grupos sociales. Si no se puede, al menos puedes contar con tus
seres más cercanos, y pedir algún tipo de consejo o ánimos.
Cuando escales una montaña, sé consciente de que la cima está lejos, pero
no pienses todo el tiempo en ella. Mantén tu mirada en el camino. Y cuando
alcances la cima de la montaña, busca otra montaña más alta.
Recuerda que para recibir buenas instrucciones, no depende siempre del
maestro, sino de ti.
La competencia por otra parte, agregará sabor a tu vida; es sólo cuando
ese sabor se vuelve tu única dieta que te enfermas. La competencia es
motivadora. Toma la competencia como una oportunidad para afinar tus
habilidades. Si no juegas de corazón con una voluntad de ganar, degrada el
juego e insulta al oponente. Ganar es un elemento esencial en el viaje, pero
no es lo único. Ganar gentilmente y perder con la misma gracia son marcas
de un maestro.
Si ganar lo es todo, ¿la práctica, la disciplina, el acondicionamiento, y el
carácter no son nada? El criterio de ser siempre el número uno crea más
perdedores que ganadores. Lo importante es cómo juegas el juego.
La mejor forma de alcanzar una meta es estar presente durante el proceso.
Romper límites requiere negociar con tu cuerpo, no ignorarlo y tener una
lesión o un desequilibrio importante. La negociación involucra conciencia.
El excesivo uso de motivación externa puede disminuir tu desempeño o
hacerte abandonar tu viaje. Los niños del kínder que recibían estrellitas
aumentaban la velocidad de su aprendizaje, pero después su progreso
disminuía, incluso cuando incrementaban su número de estrellas. Cuando
dejan de dar estrellas, su progreso cae más bajo que esos grupos de niños que
no recibían estrellas en primer lugar. Y en los deportes se deja de mejorar
cuando se establece un récord, o ganan una copa importante. Como es el
premio lo único que quieren, una vez que lo tienen, su rendimiento cae.
Quizá nunca sepamos cuán largo puede ser el camino, cuánto puede lograr el
ser humano, hasta que nos damos cuenta que la máxima recompensa no es
una medalla sino el camino en sí.
Así como en los deportes tienes que practicar, también tienes que practicar
diligentemente para alcanzar el dominio en tus relaciones. Habrá altas y bajas
y largos períodos de estancamiento. Descubrirás eventualmente, en todas las
áreas de tu vida, que el aprendizaje y el desarrollo toman lugar durante tu
tiempo de estancamiento. El tiempo o el viaje no es un obstáculo entre tus
metas y tú, es una práctica espiritual. Dalo todo y no esperes nada.
Gana energía y fuerza de los golpes inesperados. No importa que tan bien
lo planees, la vida incluye golpes repentinos. Puede ser la pérdida de bienes
materiales como de seres queridos, puede ser una lesión grave, ser despedido
o que te deje tu pareja. A veces luchamos infructuosamente contra tus
infortunios, que sólo les da poder adicional sobre tu vida. A veces niegas el
dolor, lo que tiende a bloquear tus sentimientos y hace imposible que saques
algo positivo de la experiencia.
Estar relajado, no significa ser flojo. Tu cuerpo está lleno de vida y
energía. Siente desde el centro de tu cuerpo un campo de energía que crece y
se extiende unos pocos metros más allá de tu cuerpo, de modo que puedan
caber varias personas en él. Este juicio subjetivo es correcto. La relajación es
esencial para la completa expresión de tu poder. De esta forma te darás
cuenta que puedes ser más poderoso en cualquier cosa que hagas sin sentirte
tenso o rígido. Hay tanto potencial que no has utilizado. Es tu deber usarlo y
seguir aprendiendo toda tu vida. No es fácil, pero es una aventura en la que
vale la pena permanecer toda tu vida. Tendrás muchos logros, pero así como
vienen, se van, pero el camino continúa. Nunca termina. Mientras vivas,
tendrás la oportunidad de empezar.
Tener sexo con una mujer en promedio dura una hora. Pero hay miles de
horas en el campo de práctica. En realidad, todo es tan valioso siempre y
cuando estés presente en el momento.
Para ser un aprendiz, tienes que estar dispuesto a ser ignorante. Por
ignorante no me refiero a ser estúpido o no pensar, sino como alguien que no
lo sabe todo, porque es así. Por eso las personas jóvenes aprenden más rápido
que las personas mayores. Y es porque siempre están dispuestos a ser
ignorantes y los viejos no, porque creen que con su experiencia lo saben todo.
Es como tratar de llenar un vaso de agua, una vez que llega a su límite, no le
cabe más agua. ¿Estás dispuesto a ser siempre el aprendiz?
- “¡Si lo que hiciste ayer parece grande, es porque hoy no has hecho
nada!”
- “¡Si tienes miedo a perder, no mereces ganar!”
- “¡El que piensa todo antes de actuar, nunca deja una huella que seguir
después!”
No es lo que todo mundo hace cuando practica. Hay práctica que puede
darte resultados más rápido y hay práctica que no te dará los resultados
deseados. La práctica puede extraviarte. La práctica intencionada se
caracteriza por muchos elementos dignos de examinarse. Está diseñada para
mejorar y muchas veces con la ayuda de un maestro. Puede constar de miles
de repeticiones, retroalimentación, demanda mental, demanda física, y no es
tan divertida.
La clave es diseñar tu propia práctica, y ésta sólo puede ser diseñada por
un experto. Aunque muchas veces puedes desarrollar las habilidades
suficientes para desarrollar tu propia práctica, es mejor hacerlo con un
maestro. Los deportistas de élite siguen teniendo maestros. El soporte va más
allá del maestro por sí solo, sino que ellos tienen la habilidad de ver lo que
haces en formas que no puedes verte a ti mismo. Es muy difícil ser bueno sin
la ayuda de un maestro. Ellos estarán ahí para exigirte ir más allá de tus
habilidades actuales. Puede ser obvio, pero pocos lo hacen en las actividades
que practican. No pretendas hacer lo mismo siempre y esperar mantener o
superar tu nivel de desempeño. La práctica intencionada requiere que
identifiques ciertos elementos tremendamente definidos de tus habilidades
que necesiten mejorarse, y trabajar atentamente en ello. Esto también es una
habilidad importante.
Las personas con una motivación intrínseca alta, dominan sus tareas, pero
buscan retos más grandes y pretenden alcanzarlos con mejores habilidades
para seguir experimentando flujo. Es el equilibrio entre la práctica
intencionada y empujar los límites. Son las personas que se excitan con los
nuevos problemas y encuentran recompensas no sólo en la solución sino
también en el proceso de buscar soluciones. Los motivadores no deben ser
extrínsecos. Cuando empiezas a ganar más dinero, cuando conquistas más
mujeres, lo único que permanece es un conductor intrínseco. Aunque la
competencia y la motivación ofrecen mucho placer, demasiada motivación
extrínseca se vuelve perjudicial. Además, la motivación interna creará
motivación externa, lo que reforzará la motivación interna. En otras palabras,
si estás desapegado al resultado y lo que queda es la motivación interna,
paradójicamente tendrás buenos resultados, los cuales no te harán ningún
daño, sino todo lo contrario. Es lo que externamente andas buscando, y es un
reflejo de qué tan motivado estás internamente.
Los motivadores externos, que son los resultados, te sirven para comparar
resultados y si debemos cambiar o continuar el trabajo. La práctica
intencionada se beneficia de los motivadores extrínsecos, especialmente en
las primeras fases. Con la aprobación de los maestros y otras fuentes
externas. Ambas cosas te sirven de mucho, pero la motivación externa
siempre debe estar sustentada por la motivación interna. La motivación
interna es para seguir empujando límites y la motivación externa es para darte
cuenta si estás progresando, que es lo que quieres al final de cuentas.
La pasión no te acompaña en este mundo, más bien, como las habilidades,
se desarrolla. Los mejores están motivados a mejorar, pero muchos de ellos
no empezaron de esa forma. Una pequeña ventaja en algún campo puede
despertar una serie de eventos que producen ventajas más grandes. Un niño
más rápido que los demás puede motivarse por eso y desarrollar sus
habilidades de modo que sus ventajas serán mucho más notorias. Esa
satisfacción conduce a practicar más. Es el efecto multiplicador, que muchas
veces, es totalmente arbitrario. Y aquí es donde la genética no se puede negar,
aunque sea una ventaja muy pequeña. Lo curioso es que esa mínima ventaja,
se multiplica si se le alimenta. Sobresalir a determinada edad es una excelente
forma de atraer atención y elogios, alimentando el multiplicador, en cualquier
tipo de habilidad innata. Incluso, puede ser falsificado. Se puede alimentar
habilidades que no existen realmente, por lo que comprueba la importancia
de la motivación externa.