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Ascenso y triunfo del Nazismo en Alemania

-Evans plantea en su libro el periodo del surgimiento del partido Nazi hasta su ascenso al poder en 1933.El
movimiento Nazi comenzó formalmente el 9 de enero de 1919 por la fundación por drexley, que luego paso a
llamarse en 1920 partido obrero nacional socialista Alemán. En 1921 Adolf Hitler se convirtió en el máximo
dirigente del partido que luego del fracaso del intento del golpe de Estado en 1923 que frenaron
permanentemente el ascenso al poder del Nazismo. Con este fracaso, Hitler abandono la idea de asumir el
poder por medio de un golpe de Estado directo y violento por considerarlo peligroso e impráctico, con lo cual
insistió en llegar al poder por medios constitucionales.
Lo que hizo que el partido nazi dejara de ser un grupo extremista situado al margen de la política para
convertirse en el partido más importante del país fue el contexto de la gran depresión que comenzó en
1929.En donde la situación económica de la república de Weimar era caótico con un alta inflación, el 32% de la
población activa se encontraba desocupada, gran parte de las industrias cerraron o continuaron trabajando a
tiempo parcial y gran parte quebraron. Sin embargo, la crisis que se intensifico en 1932, constituyo la base del
triunfo del nazismo por dos motivos, por un lado en una creciente urgencia a una solución autoritaria por el
impasse político en la republica desmantelando el estado de bienestar, frenando los sindicatos, proscribiendo
al comunismo y socialdemócratas y creando así una fuerza de trabajo obediente y barata que permitiera a la
industria iniciar su recuperación. En segundo lugar, la gran depresión de 1929-1933 fue la sirvió para la
desplazamiento masivo de los votantes hacia el partido nazi, que antes del 1928 recibían votos de la pequeña
burguesía protestante entre el periodo de 1929-1933 se convirtió en un partido de masas que conseguía votos
en todos los grupos sociales de la república de Weimar por lo tanto ejerció un atractivo especialmente fuerte
en los jóvenes y la clase media protestante. La gran depresión que causo un desempleo masivo de larga
duración impidió toda posibilidad de la clase obrera opusiera una resistencia a la destrucción de la república
de Weimar. Aunque el éxito electoral fue imprescindible para su triunfo en 1933 no es correcto afirmar que el
nazismo llego al poder por medios legales y constitucionales o que la república de Weimar no por causa de sus
adversarios sino que fue una autodestrucción.

- Adolf Hitler llega al poder como primer canciller de Alemania el 30 de Enero de 1933 en un primer lugar el
movimiento nazi se propuso la eliminar el sistema democrático de la República de Weimar, aplastando a los
comunistas y socialdemócratas por lo cual para convertir la coalición en una dictadura con un partido único
llevo a intensificar la violencia en las calles con el dominio de las fuerzas policiales para poder llevar a cabo
una política de represión con
Lo que llevo a cabo instaurar la dictadura fueron dos decretos jurídicos , en primer lugar 28 de febrero de
1933- el decreto del incendio de Reichstag- que suspendía las libertades civiles democráticas es decir se
violaban los derechos de la libertad de expresión, de prensa y de reunión con lo cual se inició un campaña de
violencia de asesinato e intimidación a los oponentes políticos en los primeros meses de la cancillería de Hitler,
con lo cual se instaura un dictadura que destruye la democracia alemana como un hecho fundamental para el
establecimiento del tercer Reich. El otro decreto fue el que se sanciona el 23 de Marzo de 1933 -La ley de
habilitación- en donde que le confiere a Hitler el poder de sancionar leyes en contra de la constitución de
Alemania y sin ser aprobada por el Reichstag y discutida por el presidente, esta ley fue aprobada por toda
Alemania menos por los socialdemócratas y comunistas que se encontraban reprimidos e ilegalizado, este fue
el segundo elemento jurídico junto el decreto del incendio de Reichstag que el estado Nazi utilizo para
implementar un régimen totalitario bajo una apariencia de legalidad y con ello el fin de la república de
Weimar y su constitución. Con Hitler con la totalidad del poder público se eliminaron cualquier forma de
oposición política y crearon un Estado de partido único y coordinaron las grandes instituciones de la sociedad
alemana excepto la iglesia y el ejército.
Se crearon la s.a como brazo armado del régimen y la S.S como el auxiliar de la S.A

Noche de los cuchillos largos 30 de junio de 1834, fue un conflicto político dentro del propio partido político
cuyo principal centro fue el grupo parapolicial SA y su líder y esto se debe a la desconfianza que tenía Hitler y
sus seguidores ante este grupo ante su crecimiento y su líder Rohm por lo cual la SA fue disolvida

Lucha contra el fascismo


El ascenso de Hitler al poder, en enero de 1933, supuso la mayor derrota que el proletariado haya sufrido en la
historia. Las consecuencias para la humanidad de la victoria nazi en Alemania son conocidas. Sin embargo, las
condiciones para el aplastamiento de Hitler y sus secuaces y el establecimiento de un Estado obrero en el país
más industrializado de Europa, existían sobradamente. Una vez más, la ausencia de una dirección
revolucionaria o, más exactamente, la existencia de una dirección traidora -como la del partido
socialdemócrata alemán - y otra sectaria y claudicante -como la del partido comunista alemán - que
paralizaron y maniataron a la clase obrera más poderosa del continente europeo, impidieron el triunfo de la
revolución socialista y abrieron las puertas a la contrarrevolución fascista. El fascismo no es solamente un
sistema de represión, violencia y terror policiaco, el fascismo es un sistema particular de Estado basado en la
eliminación de todos los elementos de la democracia proletaria de la sociedad burguesa. El fascismo no solo
tenía como función destruir el comunismo sino mantener a toda la clase en una situación de atomización
forzada por lo cual no solamente se basaba en eliminar la capa revolucionaria de los obreros sino también
para destruir todas las organizaciones libres e independientes que sirven de base de apoyo a los obreros por lo
que el 2 de Mayo de 1933 se propone la eliminación de los sindicatos libres. La socialdemocracia han
presentado todas las condiciones para la victoria del fascismo. En diciembre de 1931 la socialdemocracia crea
el frente de hierro como resistencia al fascismo que estaba constituido por organizaciones sindicales con
potentes efectivos han perdido todo el apoyo del pueblo. El fascismo posee, a diferencia de otras formas de la
contrarrevolución, una base de masas, compuesta por la pequeña burguesía arruinada y enloquecida y el
lumpemproletariado, cuyo objetivo es aniquilar a las organizaciones obreras así como cualquier resquicio de
democracia burguesa por la que se pudiese expresar la clase obrera. Según Trotsky, el fascismo es el producto
de dos factores: una crisis social aguda, por una parte, y la debilidad revolucionaria del proletariado alemán,
producto de la incapacidad de la dirección del KPD. Una política correcta por parte del KPD, dirigida a ganar a
las masas socialdemócratas para luchar contra el fascismo y acabar con el capitalismo, hubiese hecho girar
bruscamente a la pequeña burguesía, precisamente la base social del nazismo, hacia el comunismo.
David ENGELS

La ideología del partido nazi era racial especialmente antisemita. La historia del encuentro entre dos grupos
humanos, entre los que actuaron el 30 de enero de 1933 – el 8 de Mayo de 1945 en nombre del Estado
Alemán por un lado y por otro lado los casi 9 millones de judíos que vivian en Alemania y otros países de
Europa, este encuentro termino con la muerte de casi 6 millones de judíos en manos de los alemanes y sus
aliados, en su mayoría durante 1941-1945 eran civiles que no habían generado actos de hostilidad en contra
del Estado Alemán ni sociedad alemana, entonces las relaciones entre el tercer Reich y judíos acabo en
asesinato en masa, según historiadores impide comprender un fenómeno más vasto como el llamado
genocidio, el genocidio no implica necesariamente el asesinato en masa de todos los miembros de una nación
sino la aniquilación de los fundamentos esenciales de la vida de un grupo nacional por lo cual el termino
holocausto no se refirió entre lo sucedido entre los judíos y el tercer Reich sino también los horrores que los
nazi realizaron a los polacos y otros pueblo eslavos y gitanos . El holocausto se llevó a cabo se inició y llevo a
cabo en una sociedad racional moderna y en auge de la cultura humana. Para el tercer Reich creían que los
judíos no eran humanos que en realidad era un agente patógeno que amenazaba destruir la humanidad por lo
tanto al matarlos el tercer Reich salvaba a la humanidad de un peligro mortal. El texto analiza los motivos, los
medios y la oportunidad que determinaron la muerte de los judíos europeos. Al hacerlo, plantea algunas
preguntas inquietantes y muy polémicas: ¿por qué los asesinatos en masa fueron perpetrados por un gobierno
alemán? ¿Qué factores determinaron que ese gobierno llegara a la conclusión de que todos los judíos tenían
que morir? Si las víctimas y otros circunstantes hubieran actuado de manera distinta, ¿podría haberse evitado
la matanza o, al menos, podrían haberse reducido sus proporciones?

Guerra civil española

España de principios del siglo XX, como Rusia en 1917, el eslabón más débil del mundo capitalista… La
revolución española, a diferencia del movimiento de octubre en Rusia, no era la primera chispa de un incendio
que se propagaba, sino únicamente la llamarada final de un fuego que se había extinguido en toda Europa. La
revolución rusa anunció el final de la 1° G.M. La revolución española no hará sino ofrecer a las potencias que
se preparan para la segunda guerra un fértil campo de experiencia  preludio y ensayo general de la 2° G.M.

- Un país aplastado por su pasado


La España feudal retrocedía mientras se esbozaba una nación y un Estado modernos. Pero, precisamente, la
precocidad de esta expansión (descubrimiento de América) habría de volverse contra ella. El descubrimiento y
la edificación del imperio inmenso sobre el Nuevo Continente llevaban en sí los gérmenes de la decadencia.
España pierde, en el siglo XIX, sus últimas posiciones mundiales y, finalmente, sólo la rozará la revolución
industrial y liberal que acaba de transformar a la vieja Europa. Las clases del antiguo régimen siguen
descomponiéndose, sin que por ello se lleve a cabo la formación de la nueva sociedad burguesa en gestación.
El retardo del desarrollo capitalista, el encogimiento de las relaciones económicas frenan la formación de la
nación, refuerzan las tensiones centrífugas y el separatismo de las provincias: del País Vasco y Cataluña que,
desde el siglo XIX, se beneficiaban por el desarrollo industrial limitado, soportan de mal grado, pero sin tener
fuerza para sacudírselo, el yugo de la oligarquía castellana. Unido todavía por miles de lazos al mundo
campesino, se organiza un proletariado, animado de la misma combatividad. De esta manera se acumulan en
todos los poros de una sociedad compleja, los gérmenes de destrucción de un pasado tan vivo todavía y tan
cargado de peso que parece, a comienzos del siglo XX, ser eterno.

- Un país semi-colonial

Comienzos del siglo XX: país esencialmente agrícola (más del 70% de su población activa). El campesino trabaja
con las mismas herramientas que en la Edad Media  el arado romano, en vez del moderno que es de hierro.
La industria, donde existe, apenas ha salido del periodo de las manufacturas: sólo la metalurgia del País Vasco
presenta todos los rasgos de la gran industria capitalista. En Cataluña, la más importante es la industria textil.
España es un terreno predilecto para los capitales extranjeros invertidos: belgas en los ferrocarriles y en los
tranvías, franceses en las minas, la industria textil, la química, canadienses en las centrales hidroeléctricas de
Cataluña y de Levante, ingleses que controlan la industria del País Vasco, los astilleros, las minas de cobre en el
Río Tinto, norteamericanos dominan sobre todo los teléfonos y los alemanes, incorporados ya en 1936 en las
compañías de electricidad del Levante y tratan de penetrar en la metalurgia. La guerra de 1914-18 había
traído una relativa prosperidad a España, al ofrecerle salida a sus productos. Pero el retorno a la paz la
excluyó del mercado mundial en la que era incapaz de soportar la competencia de las potencias industriales.
La crisis de 1929 afectó duramente: se cerraron los caminos de la exportación de productos agrícolas y
provocaron el hundimiento del mercado interior, que era incapaz de absorber apenas los productos de la
industria nacional. Los países de estructura semi-colonial, como España, fueron afectados por la crisis de los
años treinta y tantos y sus consecuencias sociales.

- Estructura de la sociedad española

Extrema diferenciación social. De los 11 millones de españoles, 8 millones “son pobres”, cuyo trabajo apenas si
les aseguro la subsistencia. Entre esta masa y el millón de privilegiados, los “parásitos” – funcionarios,
sacerdotes, militares, intelectuales, grandes propietarios rurales y grandes burgueses- se intercalan menos de
2 millones de hombres de “clase media”, que en su mitad son campesinos acomodados y en su otra mitad
pequeños burgueses agrupados en los centros más evolucionados: Barcelona, Valencia, Bilbao, Santander. No
es posible ninguna expansión mientras esos 8 millones de “trabajadores pobres” no tienen más posibilidad
que la de asegurar difícilmente su subsistencia en condiciona de vida uniformes, con un consumo reducido al
estricto mínimo y un presupuesto consagrado esencialmente a la alimentación. El problema número uno de
España: la tierra. Es en el campo donde se acusan más fuertemente las oposiciones sociales, donde se
alimentan los odios seculares.

- El problema agrario

Los sistemas agrarios variaban conforme a las condiciones naturales, sobre todo al grado de sequía. Estas
formas diversas eran resultado también de las luchas seculares que libraban los campesinos para obtener
tierras. Entre el trabajador intermitente y el pequeño propietario independiente, se extendía toda una gama
de granjeros, aparceros, con arrendamientos de duración más o menos larga, de pequeños propietarios
obligados a pagar censos, directamente procedentes del régimen feudal medieval. Se podían distinguir dos
problemas agrarios esenciales: el de las pequeñas tenencias en el Norte y Centro, a menudo demasiado
pequeñas para la subsistencia de quienes las trabajan, y el de los grandes dominios del Sur explotados
mediante el trabajo de obreros a quienes la abundancia de mano de obra permitía ofrecer tan sólo sueldos
de hambre. En definitiva, un puñado de grandes propietarios dominaba la tierra de España. Los “oligarcas”
habían sabido preservar durante siglos lo esencial de sus privilegios y de su fortuna en detrimento de la masa
campesina. La monarquía fue su régimen. Para salvarla, aceptaron en 1923 el pronunciamiento que habría de
pronunciar la dictadura del general Primo de Rivera. En 1930, fue el consentimiento general del rey y de los
oligarcas el que expulsó a Primo de Rivera y llamo al general Berenguer. En 1931, la proclamación de la
República se llevará a cabo sin violencia: será la “gloriosa excepción” de una “revolución pacífica”. La
monarquía cedió su lugar a la República sin que, en lo esencial, se hubiese tocado el régimen económico y
social. Alfonso XIII abandonó España pero no abdicó, y los conservadores siguieron leales a él, conservaron en
el nuevo régimen político, los sólidos pilares que, eternamente, han apoyado su dominación: la Iglesia y el
Ejército.

- La Iglesia

También la Iglesia española era un anacronismo, aunque no era, a pesar de lo que se ha solido afirmar, el más
grande propietario de bienes raíces del país, pero no distaba mucho de serlo. Era una potencia en los mundos
de los negocios, así de la banca como de la industria, y controlaba directamente o por intermedio de sus
hombres de paja, empresas tan importantes como el Banco Urquijo, las minas de cobre del Rif, los ferrocarriles
del Norte, los tranvías de Madrid y la Compañía Transmediterráneas.

Era dueña de la enseñanza, en este país donde había la mitad de la población analfabeta. Pero este dominio en
la educación distaba de tener una influencia equivalente: los disturbios de Mayo de 1931 (incendios de
conventos y de Iglesias) revelan un fenómeno profundo: las masas populares se habían separado de la
tutela de la Iglesia y se volvían contra ella. Sólo en las regiones en que la desigualdad social es menos
manifiesta, ya sea porque todo el mundo es pobre como en Galicia, o bien porque el nivel de vida general es
aceptable, como en el País Vasco, en Navarra, en Levante o Cataluña, etc., la Iglesia conservó una audiencia en
las masas rurales. En otras partes de España, la de los latifundios, la Iglesia era considerada como el
instrumento de propaganda y de encuadramiento de los ricos, como la defensora del orden social, como la
defensora de todo mejoramiento social, enemigos de los trabajadores.

- El ejército español
Un cuerpo político autónomo. Era un ejército de pronunciamientos. Vencidos, humillados por sus derrotas
repetidas, los oficiales descargaron la culpa en los gobiernos sucesivos. La guerra del Rif (1921-26) le costó a
España la vida de 15000 soldados solamente en el año 1924, y no pudo terminar victoriosamente sin la ayuda
francesa. Los jefes militares, a pesar de los desastres, se pudieron convertir en campeones de la reconquista
colonial contra los gobiernos del abandono, y con este papel apareció por primera vez en el terreno político el
teniente coronel Francisco Franco, uno de los jefes de la legión extranjera. Después de la victoria, Marruecos
se convirtió en el feudo del Ejército: los generales eran allí verdaderos procónsules. Salida honrosa para los
hijos de familia, la casta de oficiales, celosa de sus privilegios, el principal de los cuales seguía siendo
“pronunciarse”, encarnaba a los ojos de los tradicionalistas todas las virtudes españolas. Era la única arma real
de las clases dirigentes, su último recurso y su esperanza suprema. Con el consentimiento del Ejército se
proclamó la República. Pero el pronunciamiento fallido de uno de los jefes más prestigioso, el general
Sanjurjo, el 12/08/1932, mostró que ese consentimiento podía retirarse en cualquier momento, si se le ocurría
a la República no ser dócil a los mandamientos oligarcas.

Un ejército mal vestido, mal entrenado, mal equipado y mal alimentado, no podía hacer frente a ningún
ejército moderno, pero sí pudo de ahogar en sangre una tentativa revolucionaria. Los oficiales eran muy
mediocres técnicamente, y los más experimentados eran los coloniales que habían servido en las unidades de
Marruecos. Tenía su élite, verdadero ejército profesional, con el Tercio en la legión extranjera, organizado
durante la guerra del Rif y sus regimientos reclutados en las tribus montañesas más atrasadas y más guerreras.
Estos mercenarios, legendarios y moros, eran la tropa de choque de este ejército de guerra civil.

*Durante el levantamiento de Asturias en 1934, fueron estas unidades de elites, ajenas a la “hispanidad”,
pero eficaces, las que aplastaron en 12 días la insurrección obrera*

- La burguesía

Lentitud y localización de la burguesía española: en Vizcaya y Asturias se constituyó una verdadera oligarquía
financiera, bien representada por los bancos de Vizcaya y Bilbao. La aparición de este capitalismo financiero,
que floreció al día siguiente de la derrota del movimiento liberal por la oligarquía agraria de la Restauración. El
liberalismo burgués padecía por causa de la mediocre implementación de la burguesía del país, pero tropezaba
también con el obstáculo de haber sido denunciado siempre por sus adversos como un producto del
extranjero. Los millonarios de Bilbao y de Asturias buscaban aliarse con la oligarquía terrateniente y se
apresuraron a repartir con ellas las sedes del Banco de España. La nueva oligarquía financiera, recién nacida, se
unió por una multitud de lazos, personales como económicos, con la aristocracia. La burguesía era
sobradamente incapaz de dar a la economía española el impulso necesario para una transformación
profunda, en la media en que esta última supondría afectar los intereses de la oligarquía terrateniente que
no era sino uno de los sectores de la vasta oligarquía de propietarios.

- La aristocracia española y los partidos conservadores

≠ a la inglesa, la cual se había adaptado al movimiento de expansión capitalista. El español no se preocupaba


de que sus dominios prosperasen como una empresa, sino que se cuidaba de no perder su autoridad como
señor sobre la mano de obra barata, de la que consideraba que podía disponer por derecho de nacimiento.
Naturalmente era monárquico y no había más ley que la de su propia clase. La mayoría eran partidarios de
Alfonso XIII y de la monarquía como principio de conservación social. Durante la República, ellos formaron las
filas del “Partido de la Renovación española”. La “Comunión tradicionalista”, otro movimiento monárquico,
tenía una base popular entre los pequeños agricultores de Navarra encuadrados por un clero fanático.

El movimiento “carlista” nacido después de las guerras napoleónicas, reunía a los conservadores católicos
bajo la divisa “Dios, Patria, Rey” y conspiraban constantemente para restaurar la autoridad “legítima” de sus
pretendientes sucesivos. En 1934, en nombre de la Renovación española, en nombre de los carlistas, firmaron
en Roma, con Mussolini, un acuerdo por el que el Duce se comprometía a sostener su movimiento para el
derrocamiento de la República con armas y dinero.

- La acción popular

No era más que la trasposición a la arena electoral, en forma de un partido reaccionario y autoritario, de la
Acción católica enmarcada por la jerarquía. Su jefe era José María Gil Robles, hijo de un jurista católico,
discípulo brillante de los salesianos de Salamanca, periodista de El Debate. En 1933, al fusionar a su
organización con otros grupos de derechas, llegó a crear la C.E.D.A. (Confederación española de Derechas
Autónomas): la alianza electoral con los grupos monárquicos le permitió alcanzar un enorme éxito. La
C.E.D.A fue desde 1934 hasta 1936, el alma de la coalición con los republicanos de derecha, que destruyó
sistemáticamente todas las realizaciones del primer gobierno republicano (“el bienio negro”) 
desplazamiento de la reforma agraria, la baja sistemática de los salarios, la reintegración de los puestos de
mando de oficiales monárquicos separados por un instante. Feroz en la represión de la insurrección de los
mineros asturianos, la C.E.D.A abandonó la coalición gubernamental cuando el presidente de la República se
negó a la ejecución del jefe de la insurrección, el dirigente socialista González Peña.

- La conjura militar

Uno de los primeros actos del gobierno de 1934 fue la proclamación de la amnistía de los militares envueltos
en 1932 en el pronunciamiento del general Sanjurjo. Los oficiales condenados y expulsados fueron
reintegrados. En 1934, por iniciativa de Sanjurjo, se creó la “Unión militar española”, que se convirtió
rápidamente en el centro de conspiración de la que formaban parte la mayoría de los grandes jefes, el
general Franco, jefe de Estado Mayor, Fanjul, Rodríguez del Barrio, todos ellos monárquicos y
conservadores, instalados en los puestos de mando del ejército republicano. Los jefes del ejército estaban
preparados para entrar en acción si el partido de Gil Robles se mostraba incapaz de alcanzar el poder por
medio de las elecciones.

- La Falange

En 1932, José Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador, fundó la “Falange española”, transformada después
en “Falange española tradicionalista”, en 1934, en virtud de la fusión con las “juntas ofensivas nacional-
sindicalistas”, que fue un grupo minúsculo y sin influencia real hasta los días siguientes a las elecciones de
febrero de 1936. El programa de la Falange era característicamente fascista: sólo su actitud hacia la Iglesia lo
diferenciaba del Fascio de Mussolini: un falangista, ateo inclusive, respetaba en la Iglesia católica el ideal
histórico en España. Como el fascismo y el nacionalsocialismo, el falangismo se situó en un terreno “social”
solamente para combatir mejor a las organizaciones marxistas y oponerles las armas del terror y de la
violencia. Hasta 1936, la oligarquía española se mostró reticente a este movimiento de aire plebeyo, y confió
sobre todo en Gil Robles para obtener una victoria dentro del marco legal de las elecciones. En febrero de
1936, la Falange no contaba más que con unos miles adeptos, mil de los cuales vivían en Madrid. Se quedó
convertida en una fuerza de reserva; que podía ser utilizada cuando la clase obrera amenazara de nuevo con
tirarse a la calle.

- Los republicanos autonomistas

Uno de los dramas de los republicanos y liberales españoles es que la falta de acabamiento de la nación
española, la persistencia de las tendencias separatistas haya impedido, a pesar de la existencia de una
burguesía vasco y de una catalana, la constitución de una verdadera burguesía nacional. Los banqueros del
País Vasco y los más grandes empresarios catalanes estaban aliados a la oligarquía. Todos los elementos
pequeñoburgueses, que en los países Occidentales, constituyen las bases de los partidos más sólidamente
pegados al régimen parlamentario, dirigieron su mirada hacia los movimientos separatistas. Durante la
República los nacionalistas vascos concentraron su alianza con la derecha y con los partidos conservadores y
reaccionarios. Pero, en 1933, como la mayoría de derecha había rechazado el estatuto de autonomía para el
País Vasco, el partido se vio arrojado a la oposición con la alianza de hecho con los republicanos de izquierda y
socialistas. Fue un fenómeno semejante en Cataluña. El separatismo catalán se nutrió de una revolución
industrial y del conflicto con la oligarquía agraria retrógrada. La gran burguesía se mostró prudente, pues
necesitaba del mercado español y del apoyo del gobierno central contra un proletariado inquieto. La pequeña
burguesía no tenía las mismas razones para mostrarse tan prudente, en cuanto se vio que el catalanismo no
tenía oportunidad de triunfar más que gozando del apoyo de los obreros y de los campesinos. La república fue
proclamada en Barcelona antes que en Madrid, en 1931, y desde el 15/09 de ese año se aprobó el estatuto
de autonomía de la Generalidad de Cataluña. Pero, en 1934, el estatuto de autonomía quedó suspendido,
pues los separatistas inquietos, desencadenaron un levantamiento contra la derecha, que fracasó.

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