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LA COMPETENCIA

Definiciones:
Desde un punto de vista técnico-jurídico:
Este vocablo tiene muchas acepciones, todas ellas distintas
del sentido normal o vulgar de la expresión como
equivalente de inteligencia, ingenio o habilidad para
desenvolverse en cualquier aspecto de la vida, destacando
entre ellos el profesional.
Desde el punto de vista orgánico:
Se refiere a la capacidad concreta que pueden ejercer los
órganos de una entidad pública o privada, de suerte que al
margen de la materia concreta asignada no pueden
desenvolver su actividad (en el ámbito del Derecho
Administrativo, la falta de competencia puede dar lugar a
la nulidad radical de todo el procedimiento administrativo
llevado a cabo)
Desde un punto de vista de Derecho procesal o
procedimental:
Muy relacionado con el anterior, se refiere a los distintos
criterios de atribución o reparto de los asuntos ante los
tribunales de justicia o cualquier órgano administrativo.
Desde el punto de vista sistemático:
Consiste en la enumeración de una serie de posibilidades
de actuación atribuidas a un órgano, por razón de los
asuntos que le están atribuidos de un modo específico.
Adquiere una especial relevancia en Derecho político,
integrando lo que se llama sección orgánica de la
Constitución, que se resuelve al enumerar los distintos
poderes del Estado —el legislativo, el ejecutivo y el
judicial—, con atribución de sus respectivas competencias.
A partir de este punto se enumeran en la Constitución otros
órganos menores, con sus respectivas atribuciones, y otro
tanto habría de plantearse en las entidades y corporaciones
que se mueven en una órbita inferior a la del Estado, como
pueden ser los Ayuntamientos o la presidencia municipal.
Desde el punto de vista procesal: La competencia no es
más que el sistema por virtud del cual se adjudican los
asuntos a los diferentes jueces y tribunales, por una parte,
o a los órganos administrativos que tienen poder decisorio
en materia de revisión de los actos administrativos.
Ciñéndonos al orden jurisdiccional, esto es, al de los
juzgados y tribunales que en realidad sirven también como
sede administrativa.
INCOMPETENCIA y FALTA DE JURISDICCIÓN:
Antes de hablar de incompetencia, es necesario aclarar que
existe una diferencia entre ésta y lafalta de
jurisdicción. Los límites de la jurisdicción del juez, que le
imponen ciertas reglas de la competencia, están destinados
a operar, exclusivamente los diversos órganos del Poder
Judicial de la Republica, que es a quien corresponde en la
división del Poder Público, el ejercicio de la función
jurisdiccional, y operan esos límites, en sentido positivo, de
atribución de cierta esfera de poderes y deberes que
idealmente están comprendidos en la función genérica de
administrar justicia (jurisdicción). Por tanto, cada vez que
se propone la demanda ante un juez que no le corresponde
conocerla según las reglas de la competencia, se dice que
dicho juez esincompetente.
La incompetencia es una determinación de signo negativo,
que excluye al juez del conocimiento de la causa, pero al
mismo tiempo positivo, porque determina cual es el
competente, por estar el asunto comprendido dentro de la
esfera de sus poderes y atribuciones legales. Así, al
declararse la incompetencia del juez para conocer de la
causa, se declara también cual es el competente para ello
entre los demás órganos entre el poder judicial. El juez
incompetente tiene jurisdicción, pues al ser elegido juez,
queda investido del poder orgánico de administrar justicia,
y solo le falta la competencia, en cuanto al asunto en
concreto sometido a su conocimiento, no está comprendido
dentro de la esfera de poderes y atribuciones que
positivamente le asignan las reglas de la competencia.
En tanto que, hay falta de jurisdicción, cuando el asunto
sometido a consideración del juez, no corresponde en
absoluto a la esfera de poderes y deberes que idealmente
están comprendidos dentro de la función de administrar
justicia, sino a la esfera de poderes que asigna la
constitución y la ley a los órganos del Poder Público. En
estos casos ningún juez u órgano del Poder Judicial puede
conocer de la demanda por falta de jurisdicción.
Resumiendo, podemos afirmar que estamos en presencia
de problemas de jurisdicción, cuando se discute sobre los
límites de los poderes de los jueces, en contraposición con
los órganos de la administración pública, y cuando se
discute de los límites de los poderes del juez venezolano
frente a un juez extranjero. Y estamos en presencia de
problemas de competencia, cuando se discute sobre los
límites de los poderes de los jueces venezolanos entre sí.
CARACTERES DE LA COMPETENCIA:
La competencia tiene cuatro características:
1. Es improrrogable: en principio las partes no pueden
convenir en que el asunto sea decidido por un juez distinto
a aquel a quien le corresponde conocer el asunto de
acuerdo a las limitaciones jurisdiccionales; ni tampoco los
jueces pueden derogar su competencia discrecionalmente.
Solo en este caso está permitida las excepciones en este
punto cuando se trata del territorio, porque el legislador
permite proponer la demanda ante el juez del lugar que las
partes hayan elegido como domicilio especial. Sin
embargo, este no puede ser elegido en dos casos: cuando
en la causa debe intervenir el Ministerio Público; cuando la
ley expresamente lo determine (art. 47 del Código de
Procedimiento Civil).
2. Es indelegable que los jueces no pueden delegar sus
funciones; aunque hay quienes piensan que la figura de la
comisión y exhorto es una especie de delegación.
3. Es de orden público: las limitaciones jurisdiccionales
establecidas a los jueces se hacen por razones de orden
público y están dirigidas a lograr esos fines de orden
público.
4. Es aplicable de oficio: la incompetencia por la materia y
por el territorio en las causas en que debe intervenir el
Ministerio Público, o donde no se puede prorrogar la
competencia por el territorio por determinarlo así la ley, se
puede declarar de oficio en cualquier estado e instancia del
proceso. La incompetencia por el valor se puede plantear
de oficio sólo en primera instancia.
MOMENTO DETERMINANTE DE LA COMPETENCIA.
En la práctica es un problema común determinar cuál es el
momento determinante para la competencia, pero el C.P.C.
ha establecido expresamente en las disposiciones
fundamentales del título preliminar señalando que la
jurisdicción y la competencia se determinan conforme a la
situación de hecho existente para el momento de la
presentación de la demanda, y no tienen efecto respecto
de ellas los cambios posteriores de dicha situación, a
menos que la ley disponga otra cosa.
A su vez este punto está relacionado con el principio de
la perpetuatío jurisdictionis donde se ha establecido que la
competencia del juez después de que se realiza la citación
del demandado, no sufre alteración por los cambios
posteriores a las circunstancias que lo habían determinado.
Tomando en cuenta el artículo 3 del C.P.C., el momento
determinante de la jurisdicción es el de la presentación de
la demanda en base a la situación existente en el momento
que la demanda es propuesta, en resguardo de la
seguridad jurídica.
Este principio no significa que la competencia no pueda
modificarse en el curso del proceso por los efectos de la
reconvención o de las excepciones del demandado, que
justifican un desplazamiento de la competencia en razón
de la conexión.
Determinación de la Competencia por la Materia y
por el Valor:
La Competencia por la Materia:
Se determina por la naturaleza de la cuestión discutida y
por las disposiciones legales que la regulan. Hay que tomar
en consideración la causa de pedir (causa petendi) y el
objeto (petitum). Al momento de proponer la demanda el
demandante debe observar si conforme a los criterios
tipificados en la Ley para determinar la competencia, es
correcto para conocer de esa demanda por corresponderle
esa esfera de poderes y atribuciones dentro del cual puede
ejercer en concreto esa función jurisdiccional.
Principalmente va a estar determinada por la naturaleza de
la cuestión discutida y por las disposiciones legales que lo
regulan; tomado en cuenta la causa petendi y el objeto; ya
que, dependiendo de estos dos aspectos, se determinará la
aplicación de ciertos requisitos y disposiciones legales que
se encuentran dentro de reguladas dentro de la cuestión
discutida, y esto lo vemos reflejado en el Art. 28 del C.P.C.
Un ejemplo de esto lo vemos reflejado en materia de
protección de niños y adolescentes, donde la competencia
está señalada en el mismo Código Civil en el Artículo 524
de la precitada Ley; atribuyéndosela así, a un Juez de
protección de niños y adolescentes, en los lugares donde
hayan sido creados.
Si la materia no se encuentra en la Ley especial a la
esencia misma del caso que se discute ni tampoco en el
C.P.C., hay que acudir a la Ley Orgánica del Poder Judicial.
El articulo 28 ibidem, establece que la competencia por la
materia, se determina por la naturaleza de la cuestión que
se discute y por las disposiciones legales que la regulan.
Así tenemos que las leyes regulan la competencia por la
materia, entre otras, por ejemplo: Código de Comercio;
Ley de Tránsito Terrestre; Ley Orgánica Procesal del
Trabajo y Ley de Tierras y Desarrollo Agrario; Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente, entre otros.
por el Valor:
El valor del asunto controvertido, es tomado en cuenta para
determinar el conocimiento entre un tribunal inferior y otro
de mayor jerarquía, no se atiende a la calidad de la relación
controvertida, sino al aspecto cuantitativo de la misma, y
en base al valor se distribuye el conocimiento entre los
diferentes jueces ordinarios.
Límites de la Competencia derivados del valor:
Vienen establecidos en el Código de Procedimiento Civil y
en la Ley Orgánica del Poder Judicial. Por resolución Nº
2018-0013 noviembre de 2018, se distribuyó así:
· Los tribunales de Municipio, conocen hasta
15. 000.oo. Unidades Tributarias
· Los tribunales de Primera Instancia,
conocerán en aquellos casos donde el valor de la demanda
exceda más de 15. 000.oo. Unidades Tributarias;
Se tramitarán por el Procedimiento Breve, conforme al
Artículo 881 y siguientes del Código de Procedimiento Civil,
aquellas demandas cuyo valor sea inferior a 7.500
Unidades Tribunarias.
Determinación de la competencia por el Valor
El valor de la demanda nos permite determinar la
competencia del tribunal ante el cual debemos demandar.
El Código de Procedimiento Civil señala un grupo de reglas
para determinar el valor de la demanda. Esas reglas son:
El valor de la demanda: el cual está constituido por el
capital, si se trata de una suma de dinero; más los
intereses vencidos; los gastos de cobranza y la estimación
de los daños y perjuicios, pero solo los gastos y daños
ocurridos antes de demandar. No forman parte del valor
los intereses por cobrar, ni los daños futuros. Los costos y
costas no se incluyen para calcular el valor; aunque se
pretenda y solicite el pago en el libelo de la demanda.
Causas relativas a Cuotas de Obligaciones: del Artículo 32
del C.P.C., tenemos dos supuestos a saber: si se demanda
parte de una obligación, o sea el saldo o resto de una
deuda, el cobro del saldo es el que determina el valor a los
fines de la competencia y no la totalidad de la obligación
original; pero si se demanda una parte de la obligación más
cuantiosa y esa parte no es saldo y, si la obligación más
cuantiosa estuviere discutida, el valor de ella si determina
el valor de la demanda.
Demanda con varios puntos: si depende del mismo título
las distintas reclamaciones, tales como el daño material,
daño moral y lucro cesante se sumarán para determinar el
valor de la demanda. Si las causas no se provienen de la
misma causa petendi debe entenderse que son
pretensiones autónomas, no sumables, pero acumuladas
inicialmente en la demanda, lo cual puede hacerse por
disposición del articulo 77 ejusdem.
Causas relativas a Cuotas de Obligaciones entre varias
personas: en este supuesto el litis consorcio activo, es decir
varios demandantes reclaman la parte que cada uno tiene
en un mismo crédito. No se trata de varias acciones, se
trata de varios actores (litis consorcio activo) quienes
demandan. Por lo tanto, la competencia se determina por
el total de la suma de las cuotas reclamadas.
Causas relativas a prestaciones de Alimento y a Rentas: de
acuerdo al Artículo 35 ibidem, hay dos supuestos: la
demanda de alimentos, cuando se trata de obligaciones
alimentarías periódicas, el valor de la demanda lo
determina el monto de las prestaciones reclamadas. Pero
si la obligación estuviese discutida, la determinación del
valor de la demanda se hace sumando pensiones
mensuales durante 2 años; cuando se refiere a la demanda
de rentas, el valor se determina sumando las anualidades
reclamadas, pero si el título se discute, el valor viene
determinado por la suma de diez anualidades.
Causas relativas a Arrendamientos: si el contrato en por
tiempo determinado, el valor de la demanda sobre la
validez o continuación del contrato se determina sumando
las pensiones sobre las cuales se litigue y sus accesorias.
Si el contrato es por tiempo indeterminado, el valor se
determina sumando las pensiones de un año.
Prestaciones en Especie: se determinará de acuerdo a los
precios corrientes del mercado, es decir de acuerdo a la ley
de la oferta y la demanda que es la que determina
normalmente los precios de mercado (art. 37 ejusdem).
Cuando el valor de la cosa demandada no conste, pero sea
apreciable en dinero el demandante debe estimarla (art. 38
C.P.C.).
Demandas no estimadas:
Se admite la posibilidad de una estimación tácita por el
simple hecho de presentarla ante un determinado juez.
Pero en esto debemos tener cuidado porque si bien es
cierto que el demandado al contestar la demanda pudiese
colaborar con la estimación tácita, se van a presentar
problemas con el cálculo de las costas, por lo cual el
Artículo 286 del Código de Procedimiento Civil establece un
límite de 30% que debe pagar a la parte vencida como
honorarios del abogado de la vencedora.
Demandas no apreciables en dinero:
A pesar de que en gran mayoría las demandas son
apreciables en dinero, hay otras referidas al estado y
capacidad de las personas que no se pueden estimar o
valorar.
La Competencia Funcional:
Es cuando ciertos asuntos sin importar la cuantía, están
atribuidos a determinados órganos judiciales. También
puede estar dada por el territorio como ocurre en el juicio
declarativo de prescripción, interdictos posesorios y
oposición al registro de patentes. Se encuentra
desvinculada de la cuantía del asunto y se confiere por la
función del órgano judicial, por la materia y por el territorio.
Determinación de la Competencia por el Territorio:
Es necesario vincular a las partes o al objeto del litigio con
una circunscripción judicial o territorio donde el juez ejerce
su función. Los territorios en Venezuela están delimitados
por las Circunscripciones Judiciales, que responden
normalmente a la división político-territorial de la
República.
Fundamentos de esa Competencia:
La idea de la competencia por la materia es facilitar a las
partes el acceso a los tribunales más cercanos a sus
domicilios o a los del lugar donde se encuentra la cosa
objeto de la controversia, ya que en esos tribunales es
menos oneroso evacuar las pruebas sobre el asunto o
dictar medidas sobre bienes objeto del litigio.

El fundamento de esta competencia es de orden privado.


Desde el punto de vista público para el Estado no sería de
importancia que las partes acudan al juez de primera
instancia de cualquier ciudad, a que acudan al juez de
municipio para conocer del divorcio en vez del juez de
primera instancia.

Esta competencia se funda en el principio de facilitar a las


partes la defensa, su comodidad y por eso, es una
competencia en principio inderogable, salvo casos
excepcionales en que esté interesado el orden público, y el
legislador lo disponga expresamente.
Regla General de la Competencia Territorial:
Es competente para conocer de todas de las demandas que
se propongan contra una persona, el tribunal del lugar
donde la misma tenga su domicilio, a menos que el
conocimiento de la causa haya sido diferido exclusivamente
a otro tribunal.

La vinculación personal del demandado con un Circuito


Judicial o Circunscripción Judicial, y por el fundamento de
orden privado de que el actor debe seguir el fuero del
demandado. Lo cual origina los llamados fueros de la
competencia territorial siguientes:
1. El Fuero General: determina cual es tribunal ante el cual
puede ser demandada una persona por su domicilio a
menos que el conocimiento de la causa haya sido asignado
especialmente a otro tribunal.
2. El Fuero Especial: es el que determina el tribunal ante
el cual el demandado debe responder sólo por ciertas
causas deferidas por la ley a ese tribunal.
3. El Fuero Personal: permite establecer el tribunal
competente para conocer de los asuntos del demandado
por la relación de su domicilio con la circunscripción
judicial.
4. El Fuero Real: la determinación del juez competente
para conocerla causa dependerá de la vinculación del
objeto de la pretensión con la circunscripción del tribunal.
5. El Fuero Concurrente: se presenta cuando existen
varios tribunales competentes por el territorio para conocer
la demanda, puede ser concurrencia electiva (el actor
puede elegir entre cualquiera de los tribunales) y
concurrencia sucesiva o subsidiaria (el actor solo puede
elegir entre el tribunal subsidiario, cuando falte al tribunal
señalado por la ley en primer lugar, hay un orden de
prelación en la elección).
6. El Fuero Exclusivo o Necesario: solo es competente el
tribunal para conocer del asunto con exclusivo de cualquier
otro; se establece por razones de orden público.
7. Los Fueros Legales y Voluntarios: Allí la competencia
del tribunal deriva inmediatamente de la ley o de la
voluntad de las partes.
Fuero de las Demandas sobre los Derechos
Personales y Derechos Reales Mobiliarios:
El tribunal del domicilio del demandado, en su defecto la
residencia, o el tribunal donde el demandado se encuentre
(art. 40 del C.P.C.).
Esta norma consagra el fuero general del demandado para
todas las acciones personales y reales sobre bienes
muebles. Además, ese fuero constituye su fuero personal
porque está determinado por la vinculación subjetiva o
personal del demandado con el tribunal donde tiene su
domicilio.
También establece una concurrencia de fueros de tipo
sucesivo o subsidiaria: domicilio del demandado o en
defecto su residencia y si no tiene, donde se encuentre,
aunque el articulo 41 ejusdem, lo modifica y establece una
concurrencia electiva.
Fueros Personales Electivamente Concurrentes:
Es el supuesto del artículo 41 de Código de Procedimiento
Civil. Las demandas sobre derechos personales y reales
mobiliarios también pueden proponerse ante el tribunal
donde debe se contrajo la obligación, donde se debe
cumplir con la obligación, o, donde se encuentra la cosa
mueble objeto de la obligación, siempre que en primer y
último caso el demandado este en el mismo lugar. Se trata
de fueros especiales: el lugar del contrato, el lugar donde
debe cumplirse la obligación y, el lugar donde se encuentre
el bien mueble. Además, estamos en presencia de fueros
reales, que no dependen de la vinculación personal del
demandado, sino de las circunstancias reales tal como el
lugar donde se encuentre el objeto de la obligación.
Finalmente, la norma acoge el criterio que se trata de un
fuero concurrente electivamente.

Fueros de las demandas sobre Derechos Reales


Inmobiliarios:
El tribunal donde este el inmueble.
El tribunal del domicilio del demandado.
El tribunal de la celebración del contrato, si allí se
encuentra el demandado. Se establece una concurrencia
electiva, porque el actor puede elegir entre cualquier
tribunal (art. 42 del C.P.C.).
Fuero de la Apertura de la Sucesión:
La sucesión se abre en el lugar del domicilio del causante
al momento de su muerte. En este especial caso, el
legislador procesal le da un carácter de fuero especial al
lugar de la apertura de la sucesión para que el tribunal de
ese lugar conozca las demandas siguientes:
Sobre la partición y división de la herencia y de cualquiera
otras entre coherederos hasta la división.
· Sobre rescisión ya hecha y sobre saneamiento de las
cuotas asignadas con tal de que se propongan dentro de
un bienio a contar de la partición.
· Contra los albaceas, con tal que la intenten antes de la
división, y si esta no es necesaria dentro de un bienio a
contar de la apertura de la sucesión.
· De las demandas de los legatarios y los acreedores de
la herencia, si se proponen los términos indicados en
números precedentes. La competencia anterior no incluye
el domicilio, pero si son varios los demandados deben tener
el mismo domicilio.
· La norma establece un fuero real o personal,
determinado por la vinculación de las acciones con la
apertura de la sucesión.
· Es un fuero concurrente con el fuero general del
domicilio.
· Es un fuero temporal, porque solo se puede utilizar
dentro de los lapsos determinados en la ley.
Fuero de la demanda entre Socios:

La demanda entre socios se propondrá ante la autoridad


judicial donde se halle el domicilio de la sociedad. Se
impondrán ante la misma autoridad judicial las demandas
entre socios, aun después de disuelta y liquidada la
sociedad, y por la división y por las obligaciones que se
deriven de estas, con tal que se propongan dentro de un
bienio a partir de la división. Esto sin perjuicio que pueda
intentarse ante el tribunal del domicilio, en los términos
que se expresa el aparte último del artículo 43 del C.P.C.
Prevalece el fuero general del domicilio.
Fuero de la demanda de Rendición de Cuentas:
La demanda de rendición de cuentas de una tutela o de una
administración se propondrá ante la autoridad judicial del
lugar donde se hayan conferido o ejercido la tutela o la
administración o ante el tribunal del domicilio, a elección
del demandante. Esto sin perjuicio de lo dispuesto en el
artículo 43 del C.P.C. Es un fuero concurrente, electivo.
Además de un fuero real.

Prorrogabilidad de la Competencia territorial:


Es la posibilidad de que la controversia no sea conocida por
el tribunal que en principio le correspondía conocerlo por el
territorio.
Se trata de las excepciones al principio de la
improrrogabilidad.
La renuncia del domicilio, la elección de domicilio y la
radicación de juicio. Y como consecuencia de ese carácter
relativo, prorrogable, de la competencia por el territorio es
posible que el obligado renuncie a su domicilio y demás,
podría mediante acuerdo bilateral, elegir domicilio.
Renuncia del Domicilio:
El fuero del domicilio, que determina la competencia por el
territorio es de interés público, pero no de orden público y,
por lo tanto, la persona obligada puede renunciar a su
domicilio y en tal supuesto, conforme al Artículo 46
ejusdem, se le podrá demandar en el lugar donde se
encuentre. La renuncia puede hacerse en el mismo
documento donde conste la obligación.
La renuncia del domicilio releva al actor de seguir el fuero
del demandado; no conlleva la sustitución del domicilio por
otro especifico, y coloca al demandado en el mismo
supuesto de la persona que no tiene domicilio ni residencia,
y se le debe demandar en el tribunal del lugar donde se
encuentre.
Elección del Domicilio:
Se trata de un convenio bilateral entre los contratantes
según el cual se sustituye el fuero general o especial por el
domicilio elegido.
La prórroga de la competencia territorial por la elección del
domicilio, no puede alterar la competencia por la materia
ni por el valor en el territorio escogido. La elección puede
ser facultativa o imperativa.
La elección de domicilio debe constar por escrito, pero
podría haber una prorroga tácita, cuando demandado no
hace valer en la contestación de la demanda como cuestión
previa la incompetencia por el territorio, conforme al
ordinal 1º del Artículo 346 del C.P.C.
Cuando se trate de casos en que debe intervenir el
Ministerio Público no se puede prorrogar la competencia, ni
en otros casos en que la ley lo determine, conforme a los
artículos 47 y 131 ejusdem.
MODIFICACIÓN DE LA COMPETENCIA
POR RAZÓN DE CONEXIÓN Y CONTINENCIA
La conexión y la continencia no funciona como límites de la
jurisdicción del juez para establecer su competencia, sino
más bien como causas modificadoras de las reglas
ordinarias de competencia, las cuales desplazan la
competencia a otro juez igualmente competente, por el
hecho de estar conociendo causas iguales o conexas.
Fundamento:
El traslado o desplazamiento de otro asunto a un solo juez
obedece a: la necesidad de evitar sentencias
contradictorias en un mismo asunto, o en asuntos conexos,
que puedan mermar a la conveniencia del juez; evitar la
proliferación innecesaria sobre juicios conexos, o sobre un
mismo asunto. Este fundamento se basa en el principio de
economía procesal.
Relaciones entre las Causas:
En todo asunto litigioso podemos diferenciar tres
elementos: los sujetos, el objeto y el título. Y puede
ocurrir que entre varias causas o asuntos litigiosos
coincidan todos o algunos de los elementos, de tal manera
que, a través de la continencia, de la conexión y de la
litispendencia, vamos a determinar que aquellas causas
propuestas ante tribunales diferentes, que tengan en
común uno, o dos elementos, sean decididas por un solo
tribunal en una misma sentencia.
La Litispendencia:
Entre las causas que están siendo conocidas por jueces
diferentes puede existir una identidad absoluta entre
sujetos, objeto y título. A este supuesto se le conoce como
litispendencia. Es el supuesto de proponer una demanda
dos veces, y en este caso el legislador aspira que no sean
decididas por jueces diferentes.
Este asunto es resuelto por el art. 61 del C.P.C., al
establecer que cuando una misma causa sea promovida
ante dos autoridades igualmente competentes, el tribunal
que haya citado con posterioridad declara la litispendencia.
Esta norma está relacionada con el art. 51 ejusdem, que
atribuye al tribunal prevenido, es decir que haya practicado
primero la citación del demandado. En caso de causas
idénticas el juez que cita posteriormente debe declarar la
litispendencia y ordenar archivar el archivo del expediente
quedando extinguida la causa.
La Continencia:
Es una litispendencia parcial, la relación entre dos causas
se da por el hecho de que el objeto de una de ellas abarca
el objeto de la otra.
Hay una causa continente y otra contenida; hay una
relación de parte a todo.
La característica fundamental es que en la continencia hay
una identidad parcial entre los sujetos.
Los sujetos son iguales, porque si son distintos sería un
supuesto de conexión y no de continencia.
La Conexión:
La conexión puede ser genérica y especifica.
La genérica consiste en que dos o más causas tienen en
común uno o dos de sus elementos.
La norma general que regula la conexión es el primer
aparte del art. 51 del C.P.C., que establece: “cuando una
controversia tenga conexión con una causa ya pendiente
ante otra autoridad judicial, la decisión competerá a la que
haya prevenido”.
El tribunal que haya citado primero, decide las causas
conexas luego de la acumulación de autos. Además, el art.
52 ejusdem, establece la existencia de conexión entre
varias causas en los siguientes casos:
· Por identidad de personas y objetos.
· Identidad de personas y títulos.
Identidad de título y objeto.
La Conexión especifica:
En estos casos la conexión la ordena directamente la ley
sin necesidad de analizar la existencia de elementos
comunes.
Accesoriedad:
La relación entre dos causas se presenta cuando una causa
llamada accesoria se encuentra subordinada por el título a
la otra causa llamada principal. La causa llamada accesoria
no se declara con lugar, sino que se declara con lugar al
principal, pero esto no es reciproco porque la principal si
puede ser declarada con lugar y la accesoria negada.
Fiadores o Garantías:
El artículo 48 del Código de Procedimiento Civil, ha previsto
una serie de supuestos conjuntamente con la
accesoriedad:

Se distingue las demandas accesorias de las de garantía,


en que estas hay huna identidad parcial de los sujetos que
interviene en la demanda principal y en la de garantía,
porque el demandado en la demanda principal es actor en
la demanda de garantía en contra del garante.
Se asemejan las de garantía con las accesorias, en que
ambas tienen como presupuesto que sea declarada con
lugar la demanda principal.
Las demandas de garantía pueden ser de acuerdo a su
origen:
Garantía formal o real.
Garantía simple o personal.
Compensación:
Se encuentra prevista en el artículo 50 del C.P.C., se
desplaza la competencia del juez que conoce de la causa
en favor de otro juez competente por la cuantía.
La compensación es un modo de extinguir las obligaciones
que se presentan cuando dos personas son recíprocamente
deudoras; se extinguen las deudas hasta los montos
concurrentes.
1. En caso de litisconsorcio o conexión objetiva pasiva:
donde hay varios demandados que tienen domicilios
distintos, la demanda debería realizarse en cada uno de
esos domicilios, pero por esta conexión señalada en el
Art.49 del C.P.C., la demanda se podrá proponer ante el
domicilio de uno solo de ellos.
2. Accesoriedad: esta relación se presenta cuando una
causa accesoria está subordinada a una causa principal por
el título y no va ser declarada con lugar hasta que sea
decidida la principal.
3. Fiadores: Las demandas pueden realizadas de acuerdo
a su origen:
A. Garantía formal o real: “son aquellas que
provienen de un acto de enajenación, de un derecho o de
una atribución de un derecho.
B. Garantía simple o personal: nace de un vínculo
obligatorio entre el garante y el garantizado.
Se modifica la competencia se hace en el tribunal que
conoce la causa principal…”
4. Compensación: contemplado en el Art. 50 del Código de
Procedimiento Civil, siendo una extinción que opera en las
deudas de dos personas recíprocamente deudoras cuando
estas son deuda liquidas, homogéneas y exigibles. Si el
actor no contradice o impugna la compensación opuesta,
no se produce la incompetencia sobrevenida porque el juez
no pudiera analizar lo que está controvertido.
5. Reconvención: El juez debe considerar un hecho distinto
que fue objeto de la demanda principal. En este caso el
demandado contra demanda al actor, siendo los mismos
sujetos invirtiéndose las posiciones porque quien es
demandado en la causa principal pasa a ser demandado, y
quien es demandado pasa a ser demandante, se
caracteriza porque es una acción autónoma, distinta de la
demanda, unifica ambos procesos simplificando el proceso
y evitando sentencias contradictorias. La oportunidad para
reconvenir es antes de que precluya el lapso de contestar
la demanda. Es una acción autónoma, distinta de la
demanda, unificadora de ambos procesos, simplifica y evita
sentencias contradictorias, esta debe llenar los requisitos
del libelo de la demanda (art. 340 del C.P.C.).
Prejudicialidad:
Consiste en una relación de conexión entre la causa
principal y la causa prejudicial, y para decidir la causa
principal es necesario previamente decidir la prejudicial.
La cuestión prejudicial es un supuesto de crisis objetiva en
el proceso civil, porque hay que resolver forzosamente el
asunto prejudicial en otro proceso. Se encuentra prevista
en el ordinal 8º del artículo 346 ejusdem.
El efecto de proponerla es que el proceso sigue su curso
hasta llegar a la sentencia y este debe esperar, se
suspende hasta que se produzca decisión en el otro juicio
con efecto de cosa juzgada; puede oponerse en
oportunidad distintas de las cuestiones previas
CRITERIOS QUE PERMITEN LA ATRIBUCIÓN Y
REPARTO DE LA COMPETENCIA:
1. Competencia funcional o jerárquica:
Por virtud de la cual se determina el juez o tribunal que
debe conocer de un asunto dentro de cada orden de la
jurisdicción ordinaria, toda vez que existen diversos grados
correspondientes a distintas clases de órgano. Así, ante la
necesidad de que en un mismo litigio puedan intervenir
órganos jurisdiccionales de diverso grado o jerarquía que
tienen confiadas, a su vez, diferentes funciones, se hace
preciso diferenciar cuál corresponde a cada uno de ellos. A
tal efecto, se distingue entre primera instancia, apelación,
casación o anulación y ejecución, o simples trámites, y
también el ámbito de lo contencioso-administrativo.
Asimismo, y debe diferenciarse entre incidentes, recursos
o ejecución de resoluciones, por ejemplo.
2. Competencia objetiva:
Porque puede suceder que, delimitado el criterio conforme
a las pautas anteriores, aún existan, dentro de un mismo
grado, diferentes órganos a los que atribuirla, entrando
entonces en juego la materia objeto del pleito, o en su
caso, la cuantía. Como es natural, suele plantearse más en
sedes de primera instancia el reparto de los diferentes
asuntos que a ella corresponden.
3. Competencia territorial:
Que se produce ante la existencia de muy diversos
juzgados y tribunales que, no obstante, las reglas
recogidas en párrafos anteriores, podrían conocer del
mismo asunto o proceso judicial. Éste, normalmente, debe
estar situado en un territorio determinado, a fin de acercar
la justicia a los administrados o a la población que la
reclama, de suerte que no tenga graves problemas de
distanciamiento de la sede natural donde el litigio o asunto
se produce, pues, en otro caso, podría llegar a generar
situaciones de indefensión, renuncias al derecho a
defenderse o a tener un juicio justo, reconocido como uno
de los derechos fundamentales en las constituciones de
todos los pueblos.
Lo fundamental es que estos tres criterios de competencia
deben concurrir de modo simultáneo en un órgano
jurisdiccional para que pueda entender sobre un asunto
determinado.
El fenómeno se halla regulado y comprendido de un modo
minucioso en el Derecho anglosajón, donde se conocen
los trusts o acuerdos restrictivos de la competencia, pero
también el abuso de la posición dominante en el mercado
a través de los monopolios y el falseamiento de la libre
competencia a través de actos de competencia desleal.
Esta última se presenta como más caracterizada, toda vez
que intenta ocultar el fraude bajo la capa de una verdadera
competencia, dificultando la posibilidad de detectarlo.
Todo ello se traduce en un conjunto de normas sobre la
defensa de los consumidores y usuarios, sobre el comercio
interior y sobre la publicidad que se reparten entre el
Estado nacional y las comunidades autónomas o divisiones
administrativas territoriales, quedando a cargo del primero
las que garantizan el orden económico constitucional por
medio de la salvaguarda de una competencia lícita y su
vigilancia y tutela frente a todo ataque contrario al interés
público.
El fenómeno ha trascendido al ámbito internacional, por lo
que se han firmado convenios, como el Acuerdo de París
para la protección de la propiedad industrial, hoy en vigor
en la versión del Acta de Estocolmo de 1967.

Por razones relativas al principio de economía procesal. El


legislador ha querido tipificar la conexión y la continencia
como reglas para desplazar la competencia de un juez a
otro igualmente competente por el solo hecho de estar
conociendo causas iguales o conexas, fundamentándose en
evitar sentencias que sean contradictorias en un mismo
caso lo cual, en caso de no evitarse, hace que pierda
efectividad la cosa juzgada.

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