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GOBIERNOS DEMOCRÀTICOS CONSTITUCIONALES

Un gobierno democrático
Es aquel en que el pueblo ejerce la soberanía eligiendo a sus dirigentes, la democracia
popular es la existente en la mayoría de los países que eligen sus gobernantes, es la
nación que es gobernada por este sistema de democracia.
En la mayoría de los casos la palabra "democracia" es usada como sinónimo de libertad,
de igualdad, de gobierno de mayoría, de justicia social, de fraternidad, etc. Sin embargo,
para algunas personas es símbolo de ineficacia, anarquía y de politiquería.

Por otro lado, en lo que concierne a la democracia, si para entenderla partimos de la


clásica definición de Abraham Lincoln: "gobierno del pueblo, por el pueblo y para el
pueblo", de entrada nos encontramos con una dificultad: el gobierno podrá ser del
pueblo, pero no ejercido por el pueblo, ya que una de las características de la
democracia moderna es la de ser representativa. Por lo tanto, la definición correcta de
democracia debería ser: gobierno elegido por el pueblo, ejercido por representantes del
pueblo que pueden aplicar políticas públicas de mayor o menor beneficio para el pueblo.

Democracia constitucional
Democracia constitucional es el término acuñado por autores como Karl Friedrich
Krause y Karl Loewenstein, que han difundido este término para referirse a aquellas
democracias que se fundan sobre una Constitución con un contenido particular,
substancial.

Esto y más, tiene su explicación en que la palabra democracia es utilizada por los más
opuestos sectores políticos, por lo que se ha creado una confusión en cuanto a su
significado, lo que hace necesario un esfuerzo para precisar su sentido y alcance; de allí
surge el concepto elaborado por los autores.

Un gobierno democrático Constitucional.


Primeramente es un gobierno que tiene los dos reconocimientos necesarios, el legal y el
legítimo, segundo que se adhiere a la constitución y hace cumplir sus normas y las
respeta, en esta constitución hace valer los principios fundamentales que debe cumplir
un gobierno tales como el respeto del Estado de Derecho, respeto de los derechos
humanos de la sociedad.

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La Democracia Constitucional tiene las siguientes características o elementos:
1.-Participación política universal
"Para que un régimen sea democrático. Debe asegurar cuantitativa y cualitativamente la
participación en los asuntos públicos del mayor número posible de personas"
Al no haber jamás coincidencia entre el número de miembros de la población y el
número de participantes en asuntos del Estado, pues siempre habrá incapaces, menores
de edad o indignos; la lógica democrática tiende a otorgar la participación política más
amplia posible.
-En la Democracia representativa esta participación política se expresa en el sufragio
universal, la posibilidad de ser elegido en cargos públicos y el acceso a los Partidos
Políticos.
-En la Democracia semidirecta se expresa en las instituciones propias de éste sistema,
como por ejemplo, el Referéndum, Plebiscito, Revocatoria
El sufragio universal supone el otorgamiento de este derecho a toda la población adulta,
sin ninguna exclusión colectiva, sino sólo exclusiones individuales y que se establezcan
por incapacidades o indignidades manifiestas.
2.-Derechos fundamentales
La Democracia también implica la existencia de libertades e igualdades. Por ello se hace
necesario reconocer, regular y garantizar un conjunto de derechos fundamentales o
esenciales e inherentes en la persona humana.
3.-Pluralismo político
El pluralismo es el resultado natural de la libertad del hombre, ya que en virtud de ella,
este puede pensar o expresar su pensamiento por cualquier medio, y actuar como estime
conveniente para su perfeccionamiento
y pleno desarrollo, no yendo contra la ley o el derecho de terceros. Su alcance no sólo es
individual, sino también social, en cuanto el hombre posee el derecho de asociación, que
se expresa en la formación de grupos o cuerpos intermedios que se crean para satisfacer
necesidades e intereses diversos: religiosos, políticos, económicos, culturales, etc.
La democracia cree en el diálogo, en la confrontación de las opiniones. Se admite, en la
democracia, que las diversas opiniones tengan la posibilidad de conquistar mayoría
popular, y el Estado no otorga privilegios a ninguna en particular; debe haber una lucha
lícita, y con medios lícitos que reflejen un espíritu de tolerancia y de respeto hacia
quienes sostienen planteamientos diferentes.
4.-Principio mayoritario
El concepto de la mayoría implica la existencia de una minoría. La mayoría es legítima,
porque es resultado de un proceso previo de libre discusión de las ideas, y en el que la
minoría tuvo todas oportunidades para exponer sus planetamientos. Para la minoría la
decisión de la mayoría no le resulta, puesto que la impugnó en el debate, y es ese
debate, esa libre discusión, que ha debido necesariamente tener un término por el
imperativo de gobernar, lo que hace respetable la decisión mayoritaria.
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Pero además se legitima el principio mayoritario por la circunstancia que la democracia
constitucional asegura a la minoría su existencia libre, y la seguridad de que le debate
sólo ha tenido una decisión provisional. Se reabrirá sucesivamente tras cada decisión, y
en forma indefinida, de modo que la minoría puede transformarse en mayoría y acceder
al gobierno si recibe la confianza del electorado, configurándose una nueva minoría que
será oposición del nuevo gobierno.
5.-Separación orgánica de funciones
La separación de poderes como garantía del sistema democrático ya fue planteada por
Locke y Montesquieu. Se trata del problema constitucional más clásico. Consiste en
asegurar la separación entre el poder legislativo y el ejecutivo, y mantener la
independencia respecto a ambos del poder judicial. De este modo, se confía la vigilancia
de los tres poderes entre ellos mismos. Cada uno vigilará y controlará los excesos de los
otros para impedir, por propia ambición, que alguno de ellos predomine sobre los
demás. Ésta es la base del sistema presidencialista de gobierno. La independencia del
poder judicial se consigue por la elección de los órganos pertinentes por y entre los
jueces. La independencia de los poderes ejecutivo y legislativo se consigue por medio
de elecciones separadas para ambos, sin la utilización de listas de partido (abiertas o
cerradas) y con candidaturas uninominales por distritos.
6.-Representación política
En política, la representación es el acto mediante el cual un representante (sea este
gobernante o legislador) actúa en nombre de un representado (elector en el caso de las
democracias) para la satisfacción de sus intereses. El representado no puede controlar ni
exigir que el gobernante cumpla con sus responsabilidades; exclusivamente, por medio
de mecanismos electorales institucionalizados podrá castigar a su representante o
partido político en las siguientes elecciones.
La representación política consiste en hacer presentes las voces, opiniones y
perspectivas de los ciudadanos en el proceso de elaboración de políticas públicas. La
representación política ocurre cuando los actores políticos hablan, abogan y actúan en
nombre de otros en la arena política. El concepto de representación política posee
dimensiones múltiples debido a que puede involucrar concepciones diferentes y
conflictivas sobre cómo los representantes políticos deben representar a sus electores.

Gobiernos democráticos Constitucionales del Perú

GOBIERNO DE BELAUNDE TERRY (1980-1985)

El 18 de mayo de 1980, Belaunde fue elegido presidente con el 45% de los votos
válidos. Su partido Acción Popular ganó la mayoría en la entonces Cámara de
Diputados y obtuvo 26 representantes en el Senado.

Una vez electo, Fernando Belaunde hizo un llamado a las demás fuerzas políticas a fin
de formar una alianza que asegurara al país la restauración de la democracia. El Partido
Popular Cristiano unió sus fuerzas a Acción Popular, con lo cual el gobierno obtuvo
mayoría también en el Senado.

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Uno de los primeros actos del nuevo gobierno democrático fue la promulgación de la
Constitución Política del Perú elaborada por la Asamblea Constituyente de 1979. De
igual modo, apenas asumió el mando, el gobierno de Belaunde devolvió a sus legítimos
propietarios los medios de prensa confiscados durante la dictadura militar.

Primer gobierno de Alan García Pérez (1985 - 1990)

Fue elegido como candidato del APRA el 12 de febrero de 1984, luego de una elección
por voto directo y secreto de las bases del partido, mecanismo democrático que por
primera vez se aplicaba en un partido peruano.
Se nombraron a las primeras ministras de la historia del Perú: Mercedes Cabanillas
(ministra de educación) y Hilda Urízar (ministra de salud).
Fujimori

Explorando la democracia"

Como es la "democracia" en tiempos de Fujimori, a la cual los autores y el presente


llamamos: "Democracia Directa".

La fiebre modernizadora neoliberal ha ganado muchos adeptos en el Perú,


especialmente entre los que manejan el poder en el país (aún cuando con esto tenga que
"vender" sus ideales).

La fiebre modernizadora destruyó en el Perú el Estado de Derecho y la Democracia,


para instalar en su lugar un supuesto nuevo modelo llamado "democracia directa", que
ha llevado a que el sistema de gobierno y el funcionamiento del Estado en el Perú no
cumplan ni siquiera los más mínimos requisitos de una sociedad democrática.

Esta práctica se ha llevado a cabo con la justificación de que los ciudadanos tengan un
gobierno productivo y sin presiones, para lo cual introdujo una apariencia de legalidad
con un parlamento mayoritario el cual dicta leyes a conveniencia, contra sus opositores
y a favor de sus aliados y compañeros de aventuras, llegando al extremo de comprar una
mayoría que el pueblo se lo negó en las elecciones del 2000.

Esta misma práctica llevo a dictar leyes vergonzosas como la "Ley Susana", "Ley
Cantuta", "Ley Barrios Altos", (estos dos últimos para dar amnistía a sus allegados),
"Ley Ivcher" entre otras vergonzosas leyes, creando así un grave clima de fragilidad
jurídica.

El cliché Fujimorista de "democracia directa" no es más que un engaño que favorece


aun reducido grupo de militares y empresarios rentistas.

Estado De Derecho.- La Inexistencia de un Estado de Derecho en el Perú, lo han


confirmado no solo expertos constitucionalistas, sino también instancias internacionales
como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Departamento de Estado
de los Estados Unidos en sus más recientes informes sobre el Perú.
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Con toda razón en su reciente informe sobre los derechos humanos en el mundo el
Departamento de Estado norteamericano afirma que "El Perú es una república con un
sistema político multipartidario y un Poder Ejecutivo dominante, que con frecuencia
utiliza su control sobre los poderes legislativo y Judicial, ocasionando un detrimento al
proceso democrático". Agrega además que aunque "La Constitución estipula la
existencia de un Poder Judicial independiente, en la práctica, el sistema judicial es
ineficiente, con frecuencia corrupto, y fácilmente manipulado por el Ejecutivo".

Más recientemente el presidente Alberto Fujimori optó por retirar al Perú del sistema
interamericano de vigilancia y protección de los derechos humanos. Ante esta amenaza
los parlamentarios de oposición alertaron a la ciudadanía de que "con la determinación
del gobierno y su mayoría parlamentaria las personas quedarán sin derecho de recurrir a
la Corte Interamericana cuando sus derechos humanos sean violados". Agregaron que
"Sabemos que, por la intervención a la que están sometidos el Poder Judicial, el
Ministerio Público y el recortado tribunal constitucional, los derechos humanos más que
nunca requieren de la tutela de la Corte Interamericana"

Corrupción.- Además de consolidar sus aspiraciones en Presidente Vitalicio del Perú,


Fujimori ha fomentado la corrupción económica de la mayoría de sus cercanos
colaboradores, fundando una especie de hermandad de los ladrones de corbata y terno,
que obligadamente, para evitar las sanciones correspondientes por sus delitos, tendrán
que oponerse, con tanta fuerza como él, a cualquier cambio de gobierno o transición
democrática.

Breves ejemplos de la democracia y el estado de derecho en el perú

Autogolpe De Estado.- El 5 de Abril de 1992 a las 10:36 p.m., todos los programas
televisivos, son interrumpidos con el brusco anuncio, de que el presidente Fujimori va a
dirigirse a la nación. Mientras se inicia, no hay nada que haga presagiar el fulminante
mensaje que iba a trasmitir. Habla sobre su deseo de superar el retraso, la miseria, la
corrupción y la violencia. Es aquí donde, con su famosa palabra "disolver", comienza su
senda de atropellos que a la larga significara no solo hechar por la borda los logros
alcanzados sino dejarnos en una situación jurídica desastrosa.

Derechos Humanos.- En el Perú los derechos humanos son un problema grave y


permanente. Cientos de presos inocentes continúan en las cárceles, condenados por
tribunales sin rostro, sin las garantías procésales más mínimas y generalmente sin
pruebas válidas. La tortura y los malos tratos siguen siendo comunes, y el sistema
judicial carece de independencia y eficiencia.Coronando las violaciones a los derechos
humanos vigentes, la impunidad reina en Perú. La Ley de Amnistía promulgada en 1995
disculpa a todos los agentes del gobierno que hayan cometido violaciones a los derechos
humanos, por más graves que estas sean: masacres, asesinatos de niños, violaciones
sexuales, torturas. Al mismo tiempo, pone fin a toda investigación sobre estas mismas
violaciones. El destino de 5,000 desaparecidos ha sido legislado al olvido.Como si esto
fuera poco dice el gobierno que los verdaderos violadores de los Derechos humanos son
los terroristas, cuando es el Estado el único que puede incurrir en este delito dado que es
el encargado de velar por los Derechos Humanos des sus ciudadanos.

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Libertad De Prensa.- En el Perú la libertad de prensa se ha convertido en una práctica
casi rara, basta detallar los siguientes casos:

Baruch Ivcher, principal accionista de canal 2, tenía una apertura progobierno hasta
inicios del 97, pero este, al ver que le comenzaban a presionar para que no difundiese un
informe que incrimina a Montesinos, prefirió hacer prevalecer la ética periodística, lo
cual distancia relaciones con el gobierno, de allí en adelante Canal 2 difundió casos de
torturas y corrupciones perpetrados por los servicios de inteligencia y otros órganos del
Estado por lo cual le despojaron de su nacionalidad de forma arbitraria y completamente
inconstitucional con fines puramente revanchistas y de amedrentación, con lo cual
dejaron al canal en menor de accionistas minoritarios.

Otro caso patético, es el de los diarios chicha o prensa amarilla, los cuales, junto a la
mayor parte de la Tv. Abierto, se dedicó a difamar a los opositores al gobierno y a llenar
de adulaciones y privilegios al gobernante, de otra forma se hacia obvio el manejo a
control remoto de los medios de comunicación.

Poder Judicial.- Este poder del Estado, el cual por la constitución debería ser
independiente, es manejado al antojo por el gobierno central o para ser más preciso por
el SIN, este se caracteriza por resolver casos a necesidad de los que manejan el poder,
en el cual se pierden expedientes de allegados al gobierno y procediendo a injustas
condenas contra el que se oponga al gobierno.

Poder Legislativo.- El congreso, en el lapso de 1995 al 2000 se ha dedicado a legislar


lo que el gobierno le manda, dando leyes abusivas, como el caso Ivcher, descartando
investigaciones importantes como el enriquecimiento ilícito de Blanca Nelida Colán,
además de negarle al país el derecho soberano a un referéndum.

También fue autor de "La Ley de Interpretación Autentica" la cual daba al presidente el
derecho inconstitucional de volver a postular a una re – reelección.

Los congresistas de la mayoría le daban mínima importancia a acusaciones graves como


cuando Martha Chavez dijo que Leonor La Rosa se auto torturó. Este estilo fue
continuado con el nuevo congreso el cual se negó a investigar el tráfico de armas, pero
este congreso lleva una culpa más, que es el haber comprado a una mayoría que el
pueblo le negó.

Pueblo En Las Calles.- Cuando nos referimos a este término sin duda viene a colación
las marchas populares donde su mayor porcentaje son los jóvenes estudiantes, tras una
minuciosa encuesta he podido llegar a la conclusión de que estas desatan el sentir de
estos, su indignación, su mas inmediata forma de desahogo y protesta contra lo que ellos
consideran injusto.

Cuando se piensa en marchas de protesta de gente en las calles se cree que en un grupo
de personas con una misma convicción e ideal, sin embargo he podido comprobar que

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dicho grupo es realmente muy, heterogéneo ya que se concibe dentro de este diversos
modos de pensar, distintas convicciones, y hasta maneras contrarias de lo que significa
propiamente una marcha.

Estas marchas han sido duramente reprimidas, creándose la idea, además de que estos
solo buscan la violencia, cuando es el gobierno el que lo propicia y prueba de ello es la
famosa "Marcha de los 4 Suyos".

Mesa De Dialogo De La Oea.- Esta mesa esta conformada por tres grupos, el gobierno,
la oposición y los observadores, con la finalidad de crear un clima de democracia y
estabilidad en la incierta etapa de transito que atraviesa el país. Sin embargo la forma
como la ve el común de la población es como un consenso burocrático que propone y
propone, pero no encuentra salidas reales e inmediatas para la situación

Escandalo Montesinos – Kuori.- Esta que la gota que rebasó el vaso, ya existía para
entonces una fuerte presión interna y externa, pero fue este vídeo el que desenmascaro
no solo a Kuori sino a todos los transfugas los cuales han sido chantajeados para formar,
en contra de la voluntad popular la ansiada mayoría que el Gobierno buscaba.

Este escándalo además dejó en clara evidencia el poder que tenía Montesinos dentro del
Gobierno, el cual era capaz de hacer lo que sea por lograr sus oscuras ambiciones.

EL RÉGIMEN AUTORITARIO DE FUJIMORI (1992-2000). DEL GOLPE DE


ESTADO A UN REMEDO DE DEMOCRACIA

El golpe del 5 de abril de 1992 fue esencialmente la concreción de un proyecto político


autoritario, antes que producto de la responsabilidad de las normas constitucionales que
regulan las relaciones entre gobierno y parlamento, ni de una crisis real de
gobernabilidad propiciada por la obstaculización del parlamento arbitrariamente
cesados, al igual que diplomáticos, funcionarios y servidores públicos. Se dictaron
decretos leyes (que así se llaman en nuestra tradición a las normas del más alto nivel
que sancionan los gobiernos de facto) que fortalecían el poder militar y una estrategia
antisubversiva que vulneraba las normas constitucionales y los pactos internacionales
sobre derechos humanos. La oposición democrática veía bloqueado virtualmente el
acceso a la mayoría de los medios de comunicación social, identificados con el régimen.
También se adoptaron medidas que buscaban liberalizar la economía y privatizar las
numerosas empresas estatales que habían subsistido desde la salida del gobierno militar.

Sin embargo, rápidamente el régimen dictatorial de Fujimori se vio forzado,


principalmente por presión de la comunidad internacional (OEA), a emprender el
retorno a la normalidad institucional. La salida política fue anunciar la convocatoria al
"Congreso Constituyente Democrático", elegido por votación popular, que elaboraría
una nueva Constitución y cumpliría funciones legislativas, para completar el período del
parlamento que había sido arbitrariamente disuelto. Dichas elecciones carecieron de
transparencia y equidad, por lo que algunos partidos democráticos decidieron abstenerse
de participar. El respaldo popular que ostentaba para entonces Fujimori y el descrédito
de los partidos, determinaron que el fujimorismo ganara ampliamente las elecciones y
gozara de una cómoda mayoría parlamentaria

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El gobierno militar manifestó que no se retiraría inmediatamente, pero sí puso fecha a
su salida, difundiendo un cronograma de "transferencia del poder" que concluiría con la
elección democrática de un gobierno en 1980, que asumiría sus funciones el 28 de julio
de ese año. Previamente, se convocaría a una Asamblea Constituyente, encargada
exclusivamente de elaborar una nueva Constitución, que debería, según la propuesta
gubernamental, "constitucionalizar e institucionalizarlas reformas estructurales
realizadas por el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada".

La Constitución de 1993

La Carta Política aprobada en 1993 fue elaborada "a la medida" de los intereses
políticos del régimen fujimorista. Si bien muchos artículos de la Constitución de 1979
se repitieron en el nuevo texto e incluso se calcó su estructura, se introdujo cambios
significativos en el Régimen Económico y en el Régimen Político.

Es importante recalcar que en esta Carta se eliminó la norma pionera, a nivel


latinoamericano, que existía en la Constitución de 1979 y que confería rango
constitucional a las disposiciones sobre derechos humanos contenidas en tratados
internacionales ratificados por el Perú. También se autorizaba el juzgamiento de civiles
ante el Fuero Militar en los delitos de traición a la patria y terrorismo, cuyas
resoluciones no eran recurribles ni revisables ante la Corte Suprema, salvo cuando la
sentencia imponía la pena de muerte (lo que nunca ha sucedido)

Numerosos militantes senderistas fueron ejecutados en los penales, en operativos


represivos para develar motines o protestas, continuando una estrategia antisubversiva
que privilegiaba el desconocimiento de los derechos humanos (asesinatos,
desapariciones forzadas, tortura), teniendo como principal víctima a sectores
campesinos y populares. Ello fue oficialmente negado, pero denunciado por ONGs de
derechos humanos y organismos internacionales; en todo caso, el discurso
gubernamental señalaba que era el camino indispensable para derrotar al terrorismo, ya
que este asesinaba con crueldad, de manera cotidiana, a autoridades y pobladores.

LA CAÍDA DEL RÉGIMEN FUJIMORISTA Y LA RECUPERACIÓN DE LA


DEMOCRACIA (2000-2005)

El tercer gobierno consecutivo de Fujimori no logró la mayoría parlamentaria, pero


poco antes de que el nuevo Congreso asumiera funciones ya había logrado conseguirla
mediante una campaña que propició el "transfuguismo" político de muchos
parlamentarios electos que cambiaron de bando hacia el oficialismo. Por sus
dimensiones, era un fenómeno inédito de nuestra experiencia política, logrado mediante
la oferta de dinero, favores políticos y judiciales, lo cual era una nueva muestra de la
decadencia moral del Congreso y de los métodos repugnantes del régimen fujimorista,
moni-toreados por Montesinos.

Pero a pocos meses de iniciado el nuevo gobierno, se difundió en una emisora de


televisión por cable, caracterizada por su independencia política y postura crítica al
régimen, un video que mostraba los momentos en que Vladimiro Montesinos entregaba
dinero a un congresista electo para su paso al oficialismo (setiembre de 2000). El
escándalo fue inmediato y rotundo. La oposición se fue haciendo más fuerte y Fujimori
se vio obligado a anunciar que reduciría su mandato presidencial a un año,

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convocándose a elecciones para la instalación de un nuevo gobierno el 28 de julio del
2001. Montesinos fue sacado del gobierno y fugó del país, mientras Fujimori hacía la
pantomima de perseguirlo para detenerlo y negando toda vinculación o conocimiento de
sus turbios manejos políticos y económicos; algún tiempo después Montesinos fue
capturado en Venezuela y traído al país, donde se le juzga por diversos delitos,
encontrándose en prisión tras recibir las primeras condenas.

La presión y el descontento social, como producto de la indignación moral contra el


régimen, fueron en aumento. Ello obligó al Congreso a aprobar una reforma
constitucional para reducir

su propio mandato, de modo que las elecciones siguientes fueran generales, para la
elección de un nuevo Presidente y un nuevo parlamento y de paso eliminaron la
reelección presidencial. Con el apoyo de la misión de la OEA se establecieron acuerdos
entre el gobierno y la oposición para adoptar medidas durante el período que vendría
antes de la salida del régimen. Sin embargo, y de manera sorpresiva, en noviembre del
año 2000, aprovechando un viaje al exterior para participar en un certamen
internacional en Asia, Fujimori no retornó al país, se refugió en Japón (aprovechando la
nacionalidad japonesa que había adquirido en secreto tiempo atrás) y comunicó al
Congreso su renuncia al cargo de Presidente de la República mediante carta que envió
por fax. Sin su aliado Montesinos y consciente de la descomposición política y moral de
su régimen, el gobernante autoritario sabía que le sobrevendría un conjunto de procesos
judiciales e investigaciones que quería eludir, convirtiéndose pronto en un prófugo de la
justicia nacional buscado internacionalmente.

La misma presión social hizo que el Congreso no diera atención a la renuncia de


Fujimori y aprobara su destitución por incapacidad moral; poco después, en enero del
año 2001, el Congreso lo acusó constítucionalmente y lo inhabilitó por 10 años para el
ejercicio de toda función pública. También tuvieron que renunciar los dos
Vicepresidentes fujimoristas, produciéndose la sucesión presidencial transitoria al nuevo
Presidente del Congreso, Valentín Paniagua, quien gobernaría hasta la instalación del
gobierno a elegir en las elecciones del año 2001. Paniagua era un político de prestigio y
con larga trayectoria, perteneciente al Partido Acción Popular. Se instauró entonces el
"gobierno de transición", con un estilo profundamente democrático que propició un
gabinete formado principalmente por personalidades independientes, con el respaldo de
las fuerzas democráticas, teniendo como Presidente del Consejo de Ministros a Javier
Pérez de Cuéllar.

El país vivió una verdadera "primavera" democrática, de reconstrucción institucional y


recomposición moral. Numerosos altos mandos militares y personajes civiles
comprometidos en actos de corrupción y enriquecimiento ilícito durante el régimen
fujimorista empezaron a ser juzgados, muchos de los cuales han sido luego condenados
y permanecen en prisión. Cesó toda intervención del Poder Judicial y el Ministerio
Público, con la desactivación de las comisiones ejecutivas. Los tres magistrados del
Tribunal Constitucional arbitrariamente destituidos por el régimen fujimorista, fueron
restituidos en su cargo por decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y
el Congreso. Luego se produciría la elección de los 4 nuevos magistrados del TC,
quedando éste totalmente recompuesto, lo que le permitió emprender una nueva etapa
caracterizada por su prestigio e independencia política. También se produjo la
renovación de los integrantes del Jurado Nacional de Elecciones y de la Oficina

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Nacional de Procesos Electorales, lo que influyó significativamente en la transparencia
y legitimidad del proceso eleccionario del año 2001.

En las elecciones del año 2001, Alejandro Toledo, con su partido Perú Posible, ganó las
elecciones en segundo vuelta, derrotando a Alan García, que había retornado al país.
Toledo no tenía mayoría parlamentaria, pero logró alcanzarla en alianza con el pequeño
partido Frente Independiente Moralizador, que colocó algunos de sus integrantes en el
gabinete ministerial. El APRA se convirtió en la principal fuerza de oposición
parlamentaria. El gabinete estaba integrado por algunas personalidades independientes y
técnicos de prestigio, junto a políticos ligados al partido de gobierno. La política
económica fue ordenada en el gasto fiscal, con promoción de la inversión privada y
control de la inflación. Existió independencia judicial y respeto a la libertad de prensa.
Mientras tanto, en el Congreso se visualizaban los innumerables "Vladivi-deos", que
mostraban a personajes ligados a los medios de comunicación, a políticos y
empresarios, recibiendo dinero de Montesinos o pactando actos de corrupción y
manipulación política.

Desde la instalación del gobierno de Toledo, ha sido importante el papel fiscaliza-dor de


la prensa a la gestión gubernamental y manejo de fondos públicos. Ciertos escándalos
de tipo personal y familiar debilitaron rápidamente la imagen pública del Presidente, al
igual que la actuación indebida de algunos parlamentarios y militantes de su agrupación.
A pesar del manejo económico ordenado, las encuestas de opinión mostraban el declive
constante en la popularidad y legitimidad presidencial, situación que continuó durante
todo su mandato. La precaria mayoría parlamentaria oficialista y los constantes
escándalos que envolvían a parlamentarios, acentuaron el desprestigio del Congreso, de
los congresistas y de los partidos políticos.

El gobierno de Toledo ha sido un régimen de estabilidad económica y "debilidad"


política de la figura presidencial, al punto que algunos sectores de oposición quisieron
propiciar, sin éxito, el enjuiciamiento del Presidente y su destitución para declarar la
vacancia. A pesar de que el gobierno actuó con cabal sometimiento a las reglas e
instituciones democráticas, ello no ha redundado mayormente en el fortalecimiento
sustantivo de la institucionalidad democrática y el régimen político, prosiguiendo el
desprestigio del parlamento y de los partidos políticos. En el Congreso se emprendió la
reforma total de la Constitución, para dejar de lado la Carta fujimorista de 1993. Se
avanzó sustancialmente en la elaboración de un proyecto de Constitución que sería
luego sometido a referéndum popular. Sin embargo, la falta de apoyo político truncó
este esfuerzo y desde entonces ha quedado abandonado.

Vista comparativamente, el breve gobierno de Valentín Paniagua (8 meses) ha diferido


fuertemente de los gobiernos anteriores por un proceso especial.

La reivindicaciones de los derechos básicos de la persona, como el derecho a una vida


digna, rememorando la obra de La Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional,
que hasta ahora se espera que se cumplan sus recomendaciones. Este es su mayor aporte
a una salida reciente de inminente violación a los derechos humanos, cometidos, como
nunca antes, en nuestra historia del Perú.

De igual forma el derecho a elegir y ser elegido, a unas elecciones limpias, transparentes
y democráticas, es su segundo aporte importante del gobierno de transición de Paniagua.
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Pero no sólo ha habido apego riguroso al imperio de la ley de leyes en los últimos ocho
meses, sino también resuelta decisión de devolver al país al cauce de la institucionalidad
y, al mismo tiempo, emprender una paradigmática política contra la corrupción y en
favor de la transparencia.

Considero que una persona puede ser honrada sea cual sea su ubicación en el espectro
político. Puede ser de izquierda, de centro o de derecha, y asumir su ideología y sus
actividades políticas con dignidad y entereza. Valentín Paniagua, con quien uno podía
discrepar en muchos aspectos, tenía sin embargo el mérito mayor de la honestidad. En
dos palabras, era un verdadero caballero.

Su reciente muerte debe dar un impulso en seguir luchando por las reivindicaciones
democráticas de la ciudadanía peruana, como el derecho al trabajo emancipado, el
derecho a la vida digna y el derecho al cambio social.

Gobierno de Toledo Manrique 2001-2006

Desde el inicio de su mandato, al tomar la posta del gobierno de transición que volvió al
país al rumbo democrático tras el régimen autocrático y corrupto de Alberto Fujimori y
Vladimiro Montesinos, el gobierno de Alejandro Toledo promovió la gobernabilidad
democrática como el eje central de su gestión.

En tal sentido, impulsó el diálogo como mecanismo de concertación entre el Gobierno y


la sociedad civil para la búsqueda de puntos de acuerdo que aseguren la gobernabilidad
del país. Fruto de este diálogo es el Acuerdo Nacional, que fija políticas de Estado para
los próximos 20 años, independientemente de los gobiernos de turno

Esa permanente voluntad de buscar el entendimiento entre todos los peruanos para
enfrentar los desafíos del futuro y cerrar las brechas del pasado tuvo, entre otras
expresiones tangibles, el establecimiento, sobre la base de la iniciativa del gobierno de
Transición, de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, cuyo informe final y
recomendaciones dieron lugar durante el gobierno 2001-2006 a la puesta en marcha del
Programa Integral de Reparaciones y a la creación del Registro Nacional de Víctimas,
así como al establecimiento del 10 de diciembre como Día de la Reconciliación
Nacional.

Así mismo, impulsó una serie de acciones orientadas a cimentar la inclusión social,
entre las cuales destaca, además de la reorientación del gasto público, la creación de la
Comisión Nacional Comisión Nacional de los Pueblos Andinos, Amazónicos y
Afroperuanos (CONAPAAA).

La gobernabilidad democrática, tal como fue entendida y practicada, no se agota sin


embargo en la búsqueda permanente de la concertación.

Bajo el principio de que la equidad social sólo puede ser resultado de un manejo
económico responsable, mantuvo un rumbo firme que permitió lograr una necesaria
estabilidad y tasas de crecimiento inéditas en la historia republicana reciente, a un ritmo

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por encima del registrado en la región.

También se realizó una prédica incesante en los foros internacionales, con el fin de
sensibilizar a los países en desarrollo y a los organismos financieros sobre la necesidad
de establecer condiciones justas para el financiamiento del desarrollo.

En el afán de sentar las bases para un desarrollo duradero y, al mismo tiempo,


incorporar a la economía a vastos sectores de la población secularmente excluidos,
emprendió una vigorosa acción en materia de infraestructura vial, consiguiendo ampliar
la red vial asfaltada en 15%; de titulación de tierras, permitiendo a centenares de miles
de beneficiarios tener la posibilidad de acceder a créditos del Banco de Materiales, así
como a servicios de agua, desagüe y energía eléctrica; y de acceso al crédito, para el
mejoramiento de la calidad de vida de los sectores más desfavorecidos y para el
fomento de emprendimientos de micro y pequeñas empresas.

En el ámbito internacional, este compromiso con la gobernabilidad democrática tuvo su


expresión en la iniciativa presentada a la Organización de Estados Americanos para el
establecimiento de la Carta Democrática Interamericana, hoy vigente, que fue aprobada
por los Estados miembros.

LOS NUEVOS RETOS DEL RÉGIMEN POLÍTICO Y LA DEMOCRACIA EN


EL PERÚ

Tras la recuperación de la democracia, a la caída del gobierno fujimorista, el reto


primordial era la reconstrucción y el fortalecimiento de la institucionalidad democrática,
gravemente debilitada durante la década de régimen autoritario. También afianzar la
representatividad y legitimidad del régimen político, lo que requería de una renovación
en los partidos. Si bien desde entonces ha existido respeto al orden constitucional, los
logros en cuanto a los retos indicados han sido muy escasos.

En el plano político, sigue pendiente la sustitución de la Carta de 1993, principalmente


debido a un cierto bloqueo y desinterés en el Congreso. Los sectores más conservadores
y los gremios empresariales no quieren una nueva Constitución que pueda modificar el
régimen económico neoliberal y las garantías otorgadas a la inversión privada por la
Constitución de 1993, que les ha resultado favorable. Sin embargo, aunque ha habido un
sostenido crecimiento económico y estabilidad monetaria, no ha existido incidencia
relevante en la generación de empleo formal ni políticas destinadas a propiciar la
redistribución del ingreso en los sectores populares.

Un aspecto novedoso ha sido el impulso al proceso de descentralización, mediante la


instalación de gobiernos regionales electos por el voto popular y la continuidad de los
gobiernos municipales. Este puede ser un espacio importante de participación política y
de democratización del poder, siendo necesario que dichas instancias de gobierno
actúen con eficiencia y utilicen adecuadamente sus recursos, aunque será decisiva la
efectiva transferencia de algunas competencias y funciones que ostenta el gobierno
central.

Resulta preocupante la creciente pérdida de legitimidad del Congreso y de los partidos,


en buena medida por la escasa capacidad y calidad de quienes incursionan en la función

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política y por la falta de conciencia y claridad del electorado. Ello tiene como resultado
la sensación de precariedad política y la existencia de un importante sector social
desencantado del régimen democrático, que puede ser fácil presa de posiciones
demagógicas de orientación autoritaria o antisistema.

El exceso de personalización del poder presidencial y la ausencia de toda


responsabilidad política, con una muy limitada responsabilidad exigible en los planos
penal o constitucional, incentiva el abuso del poder. Habría que pensar en fórmulas que
transfieran o atenúen algunas competencias del Presidente, así como incluir nuevas
causales por las que el Presidente de la República pueda ser acusado
constitucionalmente durante su mandato (corrupción, enriquecimiento ilícito, violación
de derechos humanos, graves infracciones constitucionales). También debería
propiciarse el retorno a la bicameralidad en el Congreso, incluyendo reformas que
permitan la renuncia del mandato parlamentario, la limitación de las inmunidades y la
posibilidad de revocatoria de los congresistas.

Quedan pendientes todavía algunos aspectos que hay que considerar. Por un lado, la
necesidad de un Estado más eficiente, que permita atender las necesidades básicas de la
población, en especial las más sentidas y necesitadas, y sin que esto signifique recaer en
el populismo que hundió las finanzas públicas en épocas pasadas. Más aún cuando hoy
enfrentamos el proceso de globalización, que nos arrastra sin querer. Y por otro, el
fortalecimiento de las instituciones, entre los cuales, el Poder Judicial ocupa un puesto
importante.

El referéndum como democracia deliberativa en el Perú

La democracia directa denominamos en el Perú es el referéndum, que adquiere vigencia


plena en la constitución de 1993, junto con otras instituciones de participación popular
directa, como la iniciativa popular en la formación de las leyes, la revocatoria de
autoridades, remoción de funcionarios públicos y rendimiento de cuentas. La revocación
se aplica a los alcaldes, regidores, presidentes regionales, jueces de paz y,
presumiblemente si es que la ley lo establece, a los jueces de primera instancia, pero
esto no afecta a los congresistas. Existen normativas que regulan la participación y
control ciudadanos y sobre las consultas populares como la ley 26592, modificatoria de
la ley de derechos de participación y con ciudadano y la ley 26300. Estas dos últimas
leyes fueron inconstitucionales. A nivel de participación vecinal.

PERFÍL HISTÓRICO DE LA DEMOCRACIA Y LO ELECTORAL EN EL


PERÚ.

Con la restauración de la elección constitucional de nuestros gobernantes, ha regresado,


el debate sobre la democracia y las elecciones. En esta polémica han reaparecido los
defensores de la democracia representativa que, en resumen sostienen que lo
democrático viene ocurriendo en el Perú desde 1980.

Nosotros consideramos equivocada esta opinión: La democracia representativa tiene


poco de democracia porque restringe la participación del pueblo en la tarea política
nacional y en las grandes decisiones, las que son endosadas totalmente a los gobernantes
elegidos y por todo el periodo de su mandato. La democracia representativa lleva, así, a

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una peligrosa autonomía del representante elegido, lo aleja del pueblo y finalmente
debilita la vigencia del sistema en su conjunto. Sin embargo, consideramos también que
con transformaciones sustantivas del sistema político, la democracia puede existir y
desarrollarse en el Perú.

Recomendaciones

Frente al tema de la democracia y lo electoral, la historia nos enseña muchas cosas que
intentaremos resumir en los siguientes postulados:

Puede existir y ejercitarse el voto popular, inclusive para elegir a los gobernantes, sin
que exista democracia, porque democracia no es equivalente a elecciones.

La conclusión de los dos puntos anteriores es que la democracia, para existir, requiere
no solo elecciones, sino también de otros mecanismos que expresan la voluntad política
del pueblo y la hagan cumplir por quienes nos gobiernan.

Ciertamente cada político acomoda la palabra democracia de acuerdo a su punto de


vista y conveniencias (generalmente más de los segundo y menos de lo primero), pero a
fin de cuentas todo gobierno que se diga democrático debe llegar al poder mediante un
triunfo en votaciones.

Ya una vez instaurado el gobierno, este puede seguir cualquier camino, pero en teoría, el
camino que se elija será el deseado por el pueblo puesto que este voto por dicho
gobernante. Una vez que el gobernante tiene el poder, solo él puede decidir si hace
consultas en cada movimiento o si toma las decisiones en base a su único juicio,
cualquiera de los dos casos es válido y no afecta su triunfo ganado democráticamente.

De hecho, en el modo de gobernar lo único que podría decir si un gobierno es


democrático o no, sería la manipulación o el respeto a las votaciones que se lleguen a
realizar. Si un gobierno gasta tiempo, dinero y esfuerzo en crear sistemas electorales
claros, justos y confiables, ese seria un gobierno democrático, aun cuando el sistema
llegara a fallar (la intencion del gobierno fue democratica). Por el contrario, si el
gobierno ocupa su tiempo en acusar, desmantelar y manipular a su propio sistema
electoral, sobre todo cuando los resultados no le dan la razon, entonces ese es un
gobierno antidemocratico, la manipulación directa o indirecta de las votaciones es lo
que lo comprueba.
Prefeririamos a la democracia social, y participativa, que sabe aceptar las discrepancias
y respeto tanto el derecho de las minorías como de las mayorías.

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Bibliografia
http://archivo.iep.pe/textos/DDT/ddt53.pdf
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-52002008000100012&script=sci_arttext

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