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RECORDANDO LA HISTORIA.

Sobre la etimología de Telecomunicación

Recordando la historia
Antonio Pérez Yuste
Universidad Politécnica de Madrid
Miembro del Foro Histórico

Sobre la etimología de
Telecomunicación
Telecomunicación es una palabra de uso cotidiano cuya definición, más
ampliamente extendida en la actualidad, es una versión revisada de la
recogida en la Constitución y el Convenio de la Unión Internacional de
Telecomunicaciones (UIT) de 1932.

S egún esta influyente organi-


zación, ligada a las Nacio-
nes Unidas, Telecomunica-
ción es “toda transmisión, emisión
o recepción de signos, señales,
pia Conferencia describió enton-
ces la telecomunicación como
“toda comunicación telegráfica o
telefónica de signos, señales,
escritos, imágenes y sonidos de
cialmente, el 1 de enero de 1934,
sustituyendo al de “Unión Tele-
gráfica Internacional” empleado
hasta entonces– tomó la decisión
de refundir el Convenio Telegráfi-
escritos, imágenes, sonidos o toda naturaleza, por hilo, radio o co Internacional, de 1865, y el
informaciones de cualquier natu- por otros sistemas o procedimien- Convenio Internacional de Radio-
raleza por hilo, radioelectricidad, tos de señalización eléctricas o telegrafía, de 1906, en un único
medios ópticos u otros sistemas visuales (semáforos)”. Definición Convenio Internacional al que
electromagnéticos”. Definición ésta que, como puede apreciarse, llamó de “Telecomunicaciones”.
algo extensa pero que contiene los es sólo ligeramente distinta de la Quizás eso explique por qué
tres elementos que están presentes utilizada en la actualidad. razón se piensa, en algún caso,
en todo sistema de telecomunica- que fue la Conferencia de Madrid
ción moderno: la información, la En aquella ocasión, la UIT, de 1932 la que alumbró tan
comunicacióny el medio. además de adoptar su nombre esclarecido nombre. Pero no fue
actual –que entró en vigor, ofi- así.
Siguiendo a Sebastián Olivé, en
su obra “Primeros Pasos de la Tele-
comunicación”, la Conferencia
constituyente de la UIT de 1932 “A comienzos del siglo XX el término
–celebrada, a la sazón, en la ciu-
dad de Madrid– adoptó el nombre
‘Telecomunicación’ era sinónimo de
“Telecomunicación” como térmi- modernidad y progreso. Algunas empresas lo
no comprensivo (omnicomprensi-
vo, dice él), de todas las formas de incorporaron a su nombre como forma de
comunicación a distancia conoci-
das en aquella época. Así, la pro-
incrementar su valoración social”

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Telecomunicación texto íntegro del Proyecto de Ley, el primer semestre del segundo
cuyo artículo primero nos permite curso, telefonía y radiotelegrafía,
como sinónimo de rememorar cuán ambicioso era su en el segundo semestre del segun-
modernidad alcance: do curso, y líneas telegráficas aére-
as, subterráneas y submarinas, en
el único semestre del tercer curso.
Antes de celebrarse la antedicha
Conferencia de Plenipotenciarios,
Más aún, en aquellos años, el
Juan Antonio Galvarriato ya
término “Telecomunicación” era
empleó el término, en 1920, en su
sinónimo de modernidad y progre-
famoso libro “El Correo y la Tele-
so, hasta el punto de que algunas
comunicación en España”. Al refe-
empresas lo incorporaron a su
rirse al conjunto de técnicas
nombre como forma de incremen-
empleadas para “transportar noti-
tar su valoración social. Era algo
cias” por medios eléctricos (tele-
muy parecido a lo que representó
grafía, telefonía, radiotelegrafía y
el término “puntocom” hace poco,
radiotelefonía), Galvarriato utiliza-
o a lo que significó el sufijo “tro-
ba el nombre “Telecomunicación”
nics” en los años 70. Fueron los
y anticipaba, incluso, que ésta
Retrato del Ingeniero de casos, por ejemplo, de la “Compa-
habría de convertirse, en un futu-
Telégrafos francés Édouard ñía Ibérica de Telecomunicación”,
ro, en “la sustituta racional del Estaunié creada en 1916 por Antonio Casti-
Correo”.
lla, pionero español del “broad-
Se autoriza al Ministro de la
Gobernación para reorganizar los casting” –nombre por el que era
Como también, la clase política
servicios de telecomunicación, conocida la radiodifusión en aque-
española venía utilizando el térmi-
ampliando los telegráficos y radiote- llos años–, o de la “Compañía de
no con total naturalidad antes de
legráficos, el telefónico, nacional e Telecomunicación y Electricidad”
la Conferencia de Madrid. Gabino internacional, el de cables submari- (TESA), creada en 1919 por Enri-
Bugallal, Ministro de la Goberna- nos, estableciendo al propio tiempo que Parellada, a la sazón socio
ción con Manuel Allendesalazar, el radiotelefónico y los pneumáticos
fundador de la Compañía Peninsu-
en 1921 ordenó al Director Gene- (sic), adquiriendo aparatos rápidos
y dotando los servicios que se
lar de Teléfonos y de buena parte
ral de Correos y Telégrafos, Fer-
amplían y crean, con el personal y del sistema telefónico español
nando Barón, Conde de Colombí,
los medios necesarios para su explo- anterior a la Compañía Telefónica
la redacción de un proyecto de
tación, dentro de las prescripciones Nacional de España (CTNE).
ampliación y mejora de los “servi- de esta ley.
cios de telecomunicación”. El
resultado, conocido como Proyec- Telecomunicación
to de Colombí, debía servir de Por su parte, en la Escuela Ofi-
base para la discusión en las Cor- cial de Telegrafía era habitual utili- como sinónimo de
tes de una Ley que viniera a susti- zar el término “Telecomunica- transmisión de
tuir a la promovida por Juan de la ción” para referirse al conjunto de
Cierva en 1907. técnicas establecidas para realizar información
una comunicación a distancia
A partir del trabajo realizado mediante el empleo de la electrici- Pero no fue España, sino Fran-
por el Conde de Colombí, Bugallal dad. En su primer Plan de Estudios, cia, el país al que cabe el honor de
preparó un Proyecto de Ley que no aprobado en agosto de 1913, den- haber acuñado el término “Teleco-
llegó a ser debatido por las Cortes. tro de su Sección Tercera –conoci- municación” nada más iniciarse el
Al mes escaso de su entrada en el da como Sección de Estudios siglo XX. En 1901, el Ingeniero de
Congreso se produjo el Desastre Superiores– aparecía una asignatu- Telégrafos Édouard Estaunié susti-
de Annual y con él, la caída de ra, denominada “Telecomunica- tuyó a Leon Thévenin como Direc-
Allendesalazar y de todo su Gabi- ción”, que se impartía en tres tor de la “École Professionnelle des
nete. Al menos, en la Biblioteca semestres consecutivos con el Postes et Télégraphes” de París asu-
del Congreso nos ha quedado el siguiente contenido: telegrafía, en miendo, además, la impartición de

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juntar ambas, la expresión “com-


partir a distancia”. Si a esto se le
añade, ahora, la utilización que de
la expresión “communicare” se
hacía antiguamente para “hacer
partícipe” a una persona de una
noticia por medio del correo, se
llega, finalmente, a la semántica
completa del término “Telecomu-
nicación” que motivó el alumbra-
miento de esta palabra, hoy uni-
versal.

Pese a la brillantez del razona-


miento de Estaunié, no parece que
el ingeniero francés se sintiera
especialmente cómodo añadiendo
su nuevo vocablo a un diccionario
que, según él, “era ya demasiado
rico”. Precisamente, en su obra
referida escribía lo siguiente en un
tono bastante poético:

J’ai dû ajouter un mot nouveau à


un glossaire déjà trop riche au gré
de nombreux électriciens. J’espère
qu’on voudra bien me le pardonner.
Les mots naissent dans les sciences
neuves, comme les plantes au prin-
temps. Il faudra s’y résigner, et il n’y
a que demi-mal, puisque l’été qui
doit suivre se chargera d’élaguer les
mauvaises pousses.
Portada del libro de Juan Antonio Galvarriato, publicado en 1920
[He tenido que añadir un nuevo
nombre a un glosario, ya demasiado
una asignatura sobre telefonía y transmisión conocidas hasta abultado para el gusto de numero-
sos ingenieros eléctricos. Espero que
telegrafía. Ambas materias habían entonces, esto es: la telegrafía, con
me perdonen por ello. Las palabras
sido consideradas, tradicional- y sin hilos, y la telefonía. nacen en las nuevas ciencias, como
mente, disciplinas separadas, pero las plantas en primavera. Habrá que
Estaunié se dio cuenta de que no Con su definición, Estaunié se resignarse, no es más que un mal
eran sino manifestaciones tecnoló- adelantaba, sin él saberlo, al con- menor, pues el verano que venga ya
gicas diferentes de una misma cepto teórico de información que se encargará de podar los malos
cosa. A partir de sus apuntes de más tarde habrían de sistematizar brotes.]
clase, publicó, en 1904, la obra personajes de la talla de Hartley
“Traité Pratique de Télécommuni- (1928), Nyquist (1929) y, por No en balde, Estaunié alcanzó
cation Électrique (Télégraphie- supuesto, Shannon (1948). Como en Francia una reconocida fama
Téléphonie)”, en la que proponía él mismo decía, había construido como novelista y ensayista, hasta
el término Telecomunicación para su nueva palabra a partir del voca- el punto de ocupar un sillón en la
describir la “transmisión del cono- blo griego “tele” (lejos, a distancia) selecta Academia Francesa de la
cimiento a distancia mediante el y del vocablo latín “communica- Lengua en 1923. Pero esa es una
uso de la electricidad” y recogía re” (poner en común, hacer partí- historia para ser contada en otra
bajo esta definición las técnicas de cipe, compartir), resultando, al ocasión. 

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