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TURNOS DE NOCHE

Jornadas laborales que alteran el reloj interno


Por Dr. Miguel Acevedo Alvarez

El trabajo de noche plantea factores de riesgo laboral como el cansancio y fatiga, ya que estos horarios van en
contra del ritmo biológico del cuerpo. Planificación del trabajo y respetar las horas de descanso pueden ser
aliados en la prevención de accidentes.

Los trabajadores de diversas industrias y actividades económicas están expuestos a


numerosos riesgos en sus trabajos, derivados de distintos tipos de factores. Recientemente
se ha incorporado la preocupación por aquellos factores de riesgo que afectan de manera
importante el bienestar, la salud y la productividad de los trabajadores, destacándose el
hecho de trabajar en sistemas de turnos nocturnos y rotativos.

Un turno nocturno difiere en gran medida de uno diurno, pues la persona que trabaja en la
noche a menudo tiene sueño y está fatigada durante su jornada. Esto ocurre porque el
ritmo de su cuerpo está definido por un “reloj biológico”, que hace que esté más activo o
tienda al descanso en determinados horarios Este “reloj biológico” determina la existencia
de un ciclo diario, conocido como ritmo “circadiano”, que nos despierta o nos lleva a
dormir.

Cuando se trabaja en turnos, especialmente en la jornada de noche, el ritmo circadiano nos hace sentir la necesidad de
dormir precisamente durante aquellas horas en que se debe trabajar. Inversamente, el trabajador nocturno tiene que
dormir de día, cuando su “reloj biológico” le dice que debe estar despierto. En consecuencia, el sueño de día se acorta y
parece “ligero”, insatisfactorio y no reponedor. Entonces, el trabajador de noche no duerme lo suficiente durante el día
como para combatir la fatiga y el sueño de noche.

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