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Lengua y Literatura
4
Te rc e r C i c l o d e E d u c a c i ó n G e n e ra l B á s i c a p a ra Ad u l t o s
MODALIDAD SEMIPRESENCIAL
Lengua y
Literatura
4
Lengua y
4
Literatura
Tercer Ciclo de Educación
General Básica para Adultos
MODALIDAD SEMIPRESENCIAL
Ministro de Educación de la Nación
Prof. Dr. Hugo Oscar Juri
infopace@me.gov.ar
Introducción ......................................................... 5
Expresar y representar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
El poema narrativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
La novela . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
La literatura y la sociedad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
La generación del 80 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
El realismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
El naturalismo de Sin rumbo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
El texto lírico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
El contexto de un texto lírico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
Versificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Recursos de estilo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
Introducción
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Jorge Luis Borges, uno de los escritores argentinos de mayor re-
nombre internacional, nació en Buenos Aires en 1899 y falleció en
Ginebra, Suiza, en 1986. En cierta ocasión, mientras dialogaba con
el público durante una conferencia cuyo tema eran los libros y la
literatura, Borges afirmó: “Yo he dedicado una parte de mi vida
a las letras, y creo que una forma de felicidad es la lectura”.
El arte que utiliza las palabras como materia para crear y expresar
un mundo imaginario se llama literatura. Y sus obras se llaman
textos literarios.
En este libro usted leerá textos literarios que, por ser el producto de
la imaginación de sus autores, se denominan textos de ficción. Aquí
conocerá la relación entre los textos literarios y la época en que fue-
ron creados por sus autores y comprenderá qué función cumplieron
en la sociedad en la que fueron publicados. Podrá reflexionar sobre
ellos, los relacionará con otros y tomará notas para estudiar.
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¿Qué es la literatura?
Resumiendo: un texto es literario porque tiene una función poética, Manuel Puig un gran escritor
desaparecido recientemente,
porque llega a sus lectores, y porque tiene una intención estética. en 1990, (muy leído, a través
de sus novelas Boquitas Pin-
tadas, El Beso de la Mujer Ara-
ña, y otras), nació en Coronel
Villegas, provincia de Buenos
Aires en 1932. Definía a la lite-
ratura como “el imperio de la
imaginación y del estilo”.
Tener un libro de cuentos, de poemas o una obra de teatro permite acceder a otro mundo, para
soñar, para aprender, para mirar las mismas cosas, pero con otra mirada.
7
Por último, existe otra cualidad muy importante propia de la literatu-
ra y sus obras. En los textos literarios no importa si los episodios son
verdad o mentira, si los personajes existieron o no. Porque los lectores
no buscan en ellos la verdad que esperan de una crónica periodística o
de un texto histórico. Los lectores no cuestionan en un escrito literario
si las cosas sucedieron o no, sino si tienen sentido, en ese caso disfru-
tan de la propuesta imaginaria del autor. Esto quiere decir que aceptan
una especie de pacto: “si leo literatura, sé que entro en un mundo na-
rrado que es un mundo imaginario”, y que allí todo está permitido.
Actividad Nº1
a Lea el siguiente cuento del autor jujeño Héctor Tizón. Esta
obra literaria forma parte del libro de cuentos El gallo blanco.
Luego responda el siguiente cuestionario.
H E C T O R T I Z Ó N
Ciego en la resolana
A hora está el ciego otra vez sentado al sol al promediar la mañana. De él se dice
que no siempre fue ciego y era fama también que, al no alternar sus ojos las sombras y la
luz, dormía menos que un pájaro. Cualquiera que subiese al viejo y abandonado campanario
de la iglesia podría contemplarlo allí, en medio del parque que rodea la casa. En eso consis-
tía, precisamente, el gran desquite de su cónyuge, mujer obesa y rubia, de blancura impre-
sionante, en cuyos brazos bailoteaban innumerables pulseras. Ella, canturreando muy quedo
un aria en su lengua materna, empujaba la silla rodante del ciego hasta detenerla en un lugar
no muy distante, donde crecían unos mimbres agobiados por plantas trepadoras. Así quedaba
el ciego, aislado, en la suave y luminosa resolana, mudo, aterrorizado por las serpientes que
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C i e g o e n l a r e s o l a n a
pudieran deslizarse en el jardín; temor subyacente aun en los instantes en que ella, asomada
al gran ventanal y ensayando unos gorgoritos alentadores, lo azuzaba para que cantase la
dulce tonada que él nunca llegó a saber cuándo había aprendido.
Enseguida del almuerzo, el ciego volvía a su mecedora, en la galería, aguardando la llegada
del otro, cuando su mujer se ocultaba en la interminable pausa de la siesta. Allí no hacía más
que esperar alguna señal, sin que se le escapara el mínimo ruido porque todo el poder de sus
ojos se había trasladado a sus oídos. Luego armaba cuidadosamente el ingenioso aparato
que reproducía el vaivén de su cuerpo en la silla: una piedra de peso adecuado puesta en el ex-
tremo del arco de la mecedora y en el otro una cuerda elástica amarrada a una estaca entre los
trípodes de los innumerables maceteros, que se ocupaba en disimular. Con tal mecanismo la
mecedora no interrumpía su balanceo cuando él se incorporaba cautelosamente para pegar su
mejilla contra la puerta de la habitación. Entonces transcurrían momentos tensos para el ciego
-horas, a veces-, tiempo controlado por él mismo con su vieja maestría para calcularlo, de
acuerdo al ritmo de sus pulsaciones (seiscientas pulsaciones divididas en grupos de veinte).
Era testigo así de jadeos, voces ahogadas, quejidos, pequeñas risas silenciadas de pronto
por inaudibles advertencias; a veces, por ciertos estrépitos sofocados, parecían rodar cuer-
pos en el suelo; o surgía el silencio y sólo se escuchaba el crepitar del reseco maderamen
de la mecedora en la galería, moviéndose, vacía, en perpetuo vaivén. Pero cuando eso ocu-
rría ya el ciego estaba impaciente y sintiendo el frío del picaporte en sus mejillas mojadas
por las lágrimas gritaba dando feroces golpes en la puerta.
Desde el interior la mujer gorda trataba de calmarlo, gritando con voz dulce: - ¿Qué pasa?
¡Ya voy, chiquitín!
Al oírla, el ciego cesaba de golpear y rápidamente regresaba a su mecedora, desanudaba el
cordón elástico, ocultaba la piedra y permanecía en espera, distraídamente, con la mirada en
sus ojos hueros en dirección de las montañas.
Posdata
El borrador de este cuento, -si lo es- data de unos veinte años atrás, y apenas si admitió un retoque.
Siempre me han fascinado las mujeres jóvenes y gordas que cantan. Generalmente las mujeres
que cantan son gordas. Las mujeres gordas me han parecido siempre tiernas e irresponsables.
Además, las mujeres gordas siempre mueren jóvenes y son así las verdaderas heroínas románticas.
En provincia no hay mujeres gordas que valgan la pena, porque en provincia no hay ópera.
Pero estos personajes han sido mis vecinos y vivían al otro lado, donde el río hace una curva
pronunciada. De niño, yo solía llevarle a la dama, de vez en cuando, una cesta con frutillas que
le enviaba mi padre. Ella entonces me daba unos besos exagerados pero normales. Era húnga-
ra o algo así, o lo había sido. Su marido aún no estaba ciego. En realidad, nunca lo estuvo.
9
b ¿Qué quiere decir posdata? Si es necesario consulte un diccionario.
Actividad Nº2
a Lea los textos que presentamos a continuación.
Texto 1
Rubén Tomasi, Mi cigarrillo
“El cigarrillo”,
Doblo la esquina. Busco en mis bolsillos. Tomo un cigarrillo.
Revista Puro Cuento.
No tengo fósforos, tampoco encendedor. Veo una sombra cer-
ca. Toco su espalda.
-Disculpe -le digo muy amable-. ¿Me da fuego?
El dragón, complaciente, me fulmina en una llamarada.
Texto 2
Toque timbre y espere. Mire para atrás al bajar. Sea prudente.
Texto 3
Sagitario (23 de noviembre - 21 de diciembre)
No tendrá problemas de dinero en las próximas semanas. Pero
no se deje estar, continúe buscando tareas dentro de su oficio.
En el amor, soplan vientos de ventura; encontrará esa alma ge-
mela que tanto necesita. Aproveche: salud, dinero y amor.
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Para comprender
los mensajes estéticos
Actividad Nº3
Lea el siguiente cuento. Observe si ocurre algo raro.
M A N U E L M U J I C A L A I N E Z
La galera
(1803)
¿C uántos días, cuántos torturadores días hace que viajan así, sacudidos, zangolotea-
dos, golpeados sin piedad contra la caja de la galera, aprisionados en los asientos duros?
Catalina ha perdido la cuenta. Lo mismo puede ser cinco que diez, que quince; lo mismo
puede haber transcurrido un mes desde que partieron de Córdoba arrastrados por ocho
mulas dementes. Ciento cuarenta y dos leguas median entre Córdoba y Buenos Aires, y
aunque Catalina calcula que ya llevan recorridas más de trescientas, sólo ochenta separan en
verdad a su punto de origen y la Guardia de la Esquina, próxima parada de las postas.
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L a g a l e r a ( 1 8 0 3 )
Los otros viajeros vienen amodorrados, agitando la cabeza como títeres, pero Catalina no
logra dormir. Apenas si ha cerrado los ojos desde que abandonaron la sabia ciudad. El co-
che chirria y cruje columpiándose en las sopandas de cuero estiradas a torniquete, sobre
las ruedas altísimas de madera de urunday. De nada sirve que ejes y mazas y balancines
estén envueltos en largas lonjas de cuero fresco para amortiguar los encontrones. La galera
infernal parece haber sido construida a propósito para martirizar a quienes la ocupan. ¡Ah pe-
ro esto no quedará así! En cuanto lleguen a Buenos Aires la señorita se quejará a don Anto-
nio Romero Tejada, administrador principal de Correos, y si es menester irá hasta la propia Vi-
rreina del Pina, la señora Rafaela de Vera y Pintado. ¡Ya verán quién es Catalina Vargas!
La señorita se arrebuja en su amplio manto gris y palpa una vez más, bajo la falda, las bolsi-
tas que cosió en el interior de su ropa y que contiene su tesoro. Mira hacia sus acompañantes,
temerosa de que sospechen de su actitud, mas su desconfianza se deshace presto. Nadie se fija
en ella. El conductor de la correspondencia ronca atrozmente en su rincón, al pecho el escudo
de bronce con las armas reales, apoyados los pies en la bolsa de correo. Los otros se acomoda-
ron en posturas disparatadas, sobre las mantas con las cuales improvisan lechos hostiles cuan-
do el coche se detiene para el descanso. Debajo de los asientos, en cajones, canta el abollado
metal de las vajillas al chocar contra las provisiones y las garrafas de vino.
Afuera el sol enloquece el paisaje. Una nube de polvo envuelve a la galera y a los cuatro
soldados que la escoltan al galope, listas las armas, porque en cualquier instante puede
surgir un malón de indios y habrá que defender las vidas. La sangre de las mulos hostiga-
das por los postillones mancha los vidrios. Si abrieran las ventanas, la tierra sofocaría a
los viajeros, de modo que es fuerza andar en el agobio de la clausura que apesta a olor a
comida guardada y a gente y ropa sin lavar.
¡Dios mío! ¡Así ha sido todo el tiempo, todo el tiempo, cada minuto, lo mismo cuando cru-
zaron los bosques de algarrobos, de chañares, de talas y de piquillines, que cuando vadea-
ron el Río Segundo y el Saladillo! Ampía, los Puestos de Ferrerira, Tío Pugio, Colmán,
Fraile Muerto, la esquina de Castillo, la Posta del Zanjón, Cabeza de Tigre... Confúndense
los nombres en la mente de Catalina Vargas, como se confunden los perfiles de las estan-
cias que velan en el desierto, coronadas por miradores iguales, y de fugaces pulperías don-
de los paisanos suspendían las partidas de naipes y de taba para acudir al encuentro de la
diligencia enorme, único lazo de noticias con la ciudad remota.
¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Y las tardes que pasan sin dormir, pues casi todo el viaje se cumple
de noche! ¡Las tardes durante las cuales se revolvió desesperada sobre el catre rebelde del
parador, atormentados los oídos por la cercana de los peones y los esclavos que desafina-
ban la vihuela o asaban el costillar! Y luego, a galopar nuevamente... Los negros se afir-
maban al estribo, prendidos como sanguijuelas y era milagro que la zarabanda no los des-
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M A N U E L M U J I C A L A I N E Z
pidiera por los aires; las petacas, baúles y colchones se amontonaban sobre la cubierta.
Sonaba el cuerno de los postillones enancados en las mulas, y a galopar, a galopar...
Catalina tantea, bajo la saya que muestra unos tonos de mugre como lamparones las bes-
tias uncidas al vehículo, los bolsos cosidos, los bolsos grávidos de monedas de oro. Vale la
pena el despiadado ajetreo, por lo que aguarde después, cuando las piezas redondas que
ostentan la soberana efigie enseñen a Buenos Aires su poderío. ¡Cómo la adularán! Hasta
el señor Virrey del Pino visitará su estrado al enterarse de su fortuna.
¡Su fortuna! y no sólo esas monedas que se esconden bajo su falda con delicioso balanceo: es
la estancia de Córdoba y la de Santiago y la casa de la calle de las Torres... Su hermana viuda
ha muerto y ahora a ella le toca la fortuna esperada. Nunca hallarán el testamento que destru-
yó cuidadosamente; nunca sabrán lo otro... lo otro... aquellas medicinas que ocultó... y aque-
llo que mezcló con las medicinas... Y ¿qué? ¿No estaba en su derecho al hacerlo? ¿Era justo
que la locura de su hermana la privara de lo que se le debía? ¿No procedió bien al protegerse,
al proteger sus últimos años? El mal que devoraba a Lucrecia era de los que no admiten cura...
El galope... el galope ... el tamborileo de los cascos y el silbido veloz de las fustas... No ce-
sa la matraca de los vidrios. Aun bajo el cielo fulgente de astros, maravillosos como el man-
to de una reina, el calor guerrea con los prisioneros de la caja estremecida. Las ruedas se
hunden en las huellas costrosas dejadas por los carretones tirados por bueyes. Ya falta poco.
Arrecifes... Areco... Luján... Ya falta poco.
Catalina Vargas va semidesvanecida. Sus dedos estrujan las escarcelas donde oscila el oro de su
hermana. ¡Su hermana! No hay que recordarla. Aquello fue una pesadilla soñada hace mucho.
El correo real fuma una pipa. La señorita se incorpora, furiosa. ¡Es el colmo! ¡Como si no bas-
taran los sufrimientos que padecen! Pero cuando se apresta a increpar al funcionario, Catalina
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L a g a l e r a ( 1 8 0 3 )
advierte dentro del coche la presencia de una nueva pasajera. La ve detrás del cendal de hu-
mo, brumosa, espectral. Lleva una capa gris semejante a la suya, y como ella se cubre con un
capuchón. ¿Cuándo subió al carruaje? Podría jurar que no fue en Pergamino, la parada pos-
trera. Entonces ¿cómo es posible?
La viajera gira el rostro hacia Catalina Vargas, y Catalina reconoce, en la penumbra del ata-
vío, en la neblina que todo lo invade, la fisonomía angulosa de su hermana, de su hermana
muerta. Los demás parecen no haberse percatado de su aparición. El correo sigue fumando.
Más acá el fraile reza con palmas juntas y el matrimonio que viene del Alto Perú dormita y
cabecea. La negrita habla por lo bajo con el oficial.
Catalina se encoge, transpirando de miedo. Su hermana la observa con los ojos desencaja-
dos. Y el humo, el humo crece en bocanadas nauseabundas. La vieja señorita quisiera gritar,
pero ha perdido la voz. Manotea en el aire espeso, mas sus compañeros no tienen tiempo
de ocuparse de ella, porque en ese instante, con gran estrépito, algo cede en la base del ve-
hículo y la galera se tuerce y se tumba entre los gruñidos y corcovos de las mulas sofrena-
das bruscamente. Uno de los ejes se ha roto.
Postillones y soldados ayudan a los maltrechos viajeros a salir de la casilla. Multiplican las ex-
plicaciones para calmarles. No es nada. Dentro de media hora estará arreglado el desperfecto y
podrán continuar su andanza hacia Buenos Aires, de donde les separan cuatro leguas.
Catalina vuelve en sí de su desmayo y se halla tendida sobre las raíces del ombú. El resto rodea
al coche cuya caja ha recobrado la posición normal sobre las sopandas. Suena el cuerno y los
soldados montan en sus cabalgaduras. Uno permanece junto a la abierta portezuela del carrua-
je, para cerciorarse de que no falta ninguno de los pasajeros a medida que trepan al interior.
La señorita se alza, mas un peso terrible le impide levantarse. ¿Tendrá quebrado los hue-
sos, o serán las monedas de oro las que tironean de su falda como si fueran de mármol, co-
mo sí todo su vestido se hubiera transformado en bloque de mármol que la clava en la tie-
rra? La voz se le anuda en la garganta.
A pocos pasos, la galera vibra, lista para salir. Ya se acomodaron el correo y el fraile francis-
cano y el matrimonio y la negra y el oficial. Ahora, idéntico a ella, con la capa de color de ce-
niza y el capuchón bajo, el fantasma de su hermana Lucrecia se suma al grupo de pasajeros.
Y ahora lo ven. Rehusa la diestra galante que le ofrece el postillón. Están todos. Ya recogen el
estribo. Ya chasquean los látigos. La galera galopa, galopa hacia Arrecifes, trepidante, bambo-
leante, zigzageante, como un ciego animal desbocado, en medio de una nube de polvo.
Actividad Nº4
a Numere los párrafos del cuento La galera.
b
Realice una secuencia narrativa, es decir, establezca una ora-
ción que resuma cada párrafo (puede revisar este tema con-
sultando el Módulo 3).
c
Antes de presentar el trabajo, revise la redacción y la ortogra-
fía de su texto.
Este libro de cuentos concentra una serie de relatos sobre la ciudad, a través de diferen-
tes épocas. Manuel Mujica Lainez, su autor, se destacó por ser un escritor cuidadoso,
preocupado por las historias prolijas y llenas de detalles.
15
Actividad Nº5
Señale con una cruz cuál es la acción fundamental de este cuento.
Catalina mezcló algo en las medicinas de Lucrecia y la mató para quedarse con la herencia.
Catalina viaja desde Córdoba hacia Buenos Aires.
El fantasma de Lucrecia se sube a la galera.
Catalina queda sola y abandonada en la pampa.
Actividad Nº6
a Lea el siguiente análisis de un episodio. Luego señale con una
cruz cuál es la resolución que propone el cuento.
Catalina viaja desde viaja incómoda, casi Catalina se queja ante el cochero y los postillones.
Córdoba hacia desvanecida de cansancio Catalina se baja de la galera y toma otro transporte.
Buenos Aires (segundo párrafo) Catalina soporta la incomodidad porque sueña con su fortuna.
16
Consulte en el Módulo 2 las características del cuento de autor. Observe que siempre que
se identifica un cuento, ya sea en la tapa de un libro o en una ejercitación, se habla de una
narración donde se cuentan hechos que les suceden a los personajes (en un chiste o en
una anécdota también sucede eso, pero no se trata de textos literarios). Por eso decimos
que un cuento pertenece a la literatura y en especial al discurso narrativo, pues resulta
fundamental que se cuente lo que pasa con los personajes. Un ejemplo es el cuento La
galera del autor Manuel Mujica Lainez.
17
Actividad Nº7
Se presentan de manera desordenada seis viñetas (cuadros de
historieta) que ilustran algunos párrafos del cuento La galera.
P l a n S o c i a l E d u c a t i v o
a Colóquelas en orden, adjudicando un número a cada viñeta.
números de viñetas
introducción
nudo
desenlace
Actividad Nº8
a Identifique qué personajes del cuento La galera necesariamen-
te tienen que estar para que el cuento exista.
b
Elija el que considere más importante y escriba una descripción.
El lazarillo de ciegos caminantes, obra escrita alrededor de 1775, narra las peripecias de dos
viajeros. El asturiano Alonso Carrió de la Vandera y su secretario peruano Concolorcorvo
recorren el sistema de Postas de Correo que existía entre Montevideo y Lima.
19
Narrador
20
Actividad Nº9
Señale con una cruz quién narra los episodios del cuento.
21
Tema principal
La idea más importante que quiere transmitir un autor está presen-
te a lo largo de todo su texto narrativo, y el lector debe identificar-
la reconociéndola en el tema principal. La definición más común
de tema principal dice: “es el asunto del que trata una obra”.
Actividad Nº10
a Observe las situaciones cotidianas que presentamos a continuación.
La película hablaba
del amor.
22
-Este libro te va a
interesar porque
habla de las pasiones
humanas.
23
Temas secundarios
Actividad Nº11
Redacte un cuento usando el tema principal de La galera.
• Utilice otros personajes.
Ubique las acciones en el mundo contemporáneo.
• Debe colocar una introducción, un nudo y un desenlace.
• Antes de entregarlo a su profesor, revise su redacción y
ortografía.
Actividad Nº12
Agrupe los siguientes temas secundarios según correspondan
al cuento La Galera, o a la película o conferencia que apare-
cen en las viñetas de la Actividad Nº10.
24
Actividad Nº13
a Vuelva al cuento La galera. Observe y subraye en qué lugar y
en qué tiempo se desarrollan las acciones que se cuentan.
Actividad Nº14
Al presentar el cuento La galera le indicamos que prestara
atención sobre un posible hecho raro. Identifique el hecho so-
brenatural que presenta el texto.
25
Ser un buen lector exige tener tiempo, paciencia y curiosidad para saber cosas que están
más allá de las tareas que realizamos todos los días. Los libros que cuentan historias de fic-
ción encierran muchas ideas y situaciones que pueden asombrarnos y que podemos dis-
frutar. Pero para lograr entretenernos con la lectura, tenemos que practicar. De ese modo,
aquello que parece oscuro puede volverse útil y cotidiano si insistimos en la lectura. Lo
que en un primer momento parece aburrido, puede tornarse beneficioso si nos damos la
oportunidad de releer. Las catorce actividades resueltas hasta aquí no podrían realizarse
sin su deseo de extraer más datos del cuento La galera, y sin la relectura que usted hizo. El
éxito de sus respuestas también depende de los conocimientos que usted tenía y que fue
aplicando. Por eso es tan importante que vuelva atrás cuando lo necesite, que repase y que
consulte a su profesor. Muchos de los pasos y procedimientos que ejercita en este módulo
podrá aplicarlos a la lectura y estudio de otras materias.
Jorge Luis Borges decía en una conferencia sobre el libro: “Debemos leer únicamente lo
que nos agrada, un libro tiene que ser una forma de la felicidad. Le debemos tanto a las
letras. Yo he tratado más de releer que de leer, creo que releer es más importante que
leer, salvo que para releer se necesita haber leído”.
26
Los textos narrativos extensos
Le mostramos cómo tiene que pedir formalmente un texto en una biblioteca, para que el bibliotecario
sepa exactamente qué libro tiene que entregarle. Los datos deben escribirse en el siguiente orden:
Esta formulación denominada cita bibliográfica se debe mantener para pedir cualquier libro, ya sea
de historia, geografía, matemática, etc. Y también se usará cuando usted haga un trabajo escrito y
tenga que aclarar qué libros utilizó como fuente de información. En ese caso, citará cada libro al fi-
nal de su trabajo, bajo el subtítulo: Bibliografía.
La tapa y la contratapa de un
libro contienen los primeros
datos que el lector necesita
saber para interesarse por su
contenido.
Antes de entrar en acción (representar), los actores leyeron y ensayaron el texto de sus
personajes, es decir la obra de teatro escrita por el autor. Las obras de teatro se denomi-
nan dramáticas, porque drama quiere decir representación.
28
Poema
Confundidos
s
cuerpos y labio
ería
yo no me atrev
mbra:
a decir en la so
mía.
Esta boca es la
tia.
eta mexicano Xavier Villaurru Los poemas se denominan textos líricos, ya que cuando
Del po los hombres empezaron a crear versos para expresar sus
emociones, acompañaban sus palabras con un instru-
mento musical de cuerdas llamado lira.
29
Texto literario y contexto
Actividad Nº15
a Lea el texto completo de El matadero de Esteban Echeverría.
30
El movimiento romántico tuvo una primera manifestación en
el Río de la Plata entre los años 1830 y 1860. Esteban Eche-
verría viajó a Francia en 1825 a los veinte años, para ampliar
sus estudios. Allí conoció las cualidades de este nuevo modo
de pensar y escribir. La obra El matadero presenta muchos
rasgos románticos. Algunos de ellos son: a) interés por los
personajes del pueblo; b) descripción de un ambiente típica-
mente popular y americano; c) la pasión que caracteriza las
acciones de esos personajes; d) la pasión que acompaña las
opiniones del narrador.
El romanticismo coincidió en la Argentina con las incesantes
luchas de la época de Juan Manuel de Rosas, y los escritores
de este período eligieron la literatura para expresar sus ideas
adversas a la forma de gobierno, y reflexivas sobre el destino
del país que se estaba formando. Por su elevado tono crítico
El matadero se publicó mucho más tarde de que fuera com-
puesto: en 1874.
Nunca se debe pasar por alto que una obra literaria -perteneciente
a la esfera del arte, y por lo tanto libre y creativa- tiene una íntima
relación con el lugar y el tiempo en que fue elaborada por su autor.
Con las preocupaciones cotidianas de la gente que convivió o co-
noció a ese autor, y también con los problemas económicos y polí-
ticos, con todas las inquietudes de esa sociedad. Recordemos ade-
más que esa sociedad contemporánea constituye la comunidad de
lectores que aceptará o no la obra, admirará o no a su autor y, fi-
nalmente, manifestará su acuerdo con él o lo criticará sobre la ba-
se de diferentes ideas y fundamentos.
31
Es imprescindible para su estudio y para la comprensión profunda
de los textos literarios que usted conozca el contexto de la obra,
que -cómo ya dijimos- incluirá los datos culturales, económicos,
políticos e históricos que rodean a la obra, a su autor y a sus lecto-
res. En términos más cotidianos podemos denominar al contexto:
el espíritu de la época.
Actividad Nº16
Responda a las siguientes preguntas:
32
La literatura: una forma de conocer
Actividad Nº17
a Haga un resumen breve con fechas y eventos importantes acer-
ca del primero y segundo gobierno de Juan Manuel de Rosas.
Incluya en él datos sobre los aspectos sociales y culturales de la
época. Puede consultar el Módulo 4 de Ciencias Sociales. Revise
su producción antes de presentarla a su docente.
33
Actividad Nº18
Escriba un texto literario que pertenezca al discurso narrati-
vo. Más precisamente un cuento. Para ello considere las cos-
tumbres, paisajes, ideas y otros datos del lugar donde vive.
Actividad Nº19
Ordene la siguiente secuencia narrativa de El matadero.
35
Actividad Nº20
En el texto El matadero se dan muchas oposiciones entre dos
grupos que tienen costumbres y opiniones diferentes. Colo-
que todas las características que se establecen a continuación,
en dos grupos enemigos.
Actividad Nº21
a ¿Cómo le relataría a un amigo el argumento de El matadero?
36
Te cuento el argumento: un hombre que vive en
la selva es picado por una víbora yacaracusú. Toma una canoa para ir hasta el
Entonces, se dirige primero a su casa y le pide pueblo de Tacurú Pucú.
ayuda a su mujer, pero se da cuenta de Todo va de mal en peor y
que su estado empeora. finalmente muere en su canoa
sin llegar a destino.
¿ Y entonces...?
E S E Nn P pA N T At LaLl Al a
N O V E D A D s e a n
Novedade
37
La opinión del autor
en los textos literarios
ideología: conjunto de A estas variables que debemos tener en cuenta debemos sumarle
ideas que caracteriza el otra que funciona como una especie de puente o nexo entre la in-
pensamiento de una per-
sona, colectividad o época, dividualidad del autor y lo que ocurre en su época, pues esta nue-
de un movimiento cultural, va variable teñirá de ideología la obra literaria.
religioso o político.
38
En cambio, si observamos El matadero de Esteban Echeverría, se
puede identificar la abierta crítica que el narrador de este extenso
cuento vuelca sobre diversos temas, instituciones y personajes.
Actividad Nº22
a Identifique en el texto literario El matadero las partes en las que
el narrador expresa su evaluación de los hechos. Si el libro es
suyo márquelo con lápiz. Si lo pidió en la biblioteca de su escue-
la o alguien se lo prestó, tome apuntes en una hoja aparte.
Otra función de la
literatura: modificar la realidad
39
emociones. Desde ese lugar, la literatura puede transformar mu-
chas cosas, empezando por modificar las ideas o los sentimientos
que las personas tienen sobre determinadas cosas del mundo real.
Alejandra Pizarnik
Actividad Nº23
Marque con una cruz el tipo de narrador de la obra El matadero.
Un narrador que es testigo de todas las acciones, pero que no participa de ellas.
(Narrador en primera persona testigo.)
El personaje Matasiete.
(Narrador en primera persona.)
40
En El matadero, podemos decir que su autor Esteban Echeverría in-
venta un narrador que cuenta una historia de ficción (la obra lite-
raria) para criticar los acontecimientos reales de su época.
Observe a través del siguiente gráfico el “ida y vuelta” que puede produ-
cirse entre el mundo real y el mundo imaginario de las obras literarias.
MUNDO REAL
• Sociedad de la década de 1830
• Gobierno de Rosas
• Autor Esteban Echeverría M U N D O I M AG I N A R I O
• El narrador
• La narración de los episodios
de El matadero
• Difusión de la obra literaria
El matadero
• Crítica del régimen rosista
MUNDO REAL
Los escritores que se oponían al régimen de gobierno de Rosas fueron perseguidos por los fe-
derales, y muchos de ellos tuvieron que huir. En general, lo hicieron hacia Montevideo, cruzan-
do el río por la noche. Desde allí continuaron escribiendo contra el gobierno de Buenos Aires.
41
Actividad Nº24
Como la información que tiene sobre la obra literaria El mata-
dero y su contexto ha aumentado notablemente, usted está en
condiciones de reflexionar sobre ella y emitir una opinión.
Actividad Nº25
Elija y una con flechas el término literatura a las afirmacio-
nes con las que usted está de acuerdo y tache las otras opcio-
nes. El resultado será su opinión.
42
El poema narrativo
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José Hernández vivió durante su infancia en la estancia donde trabajaba su
padre y se crió entre hombres de campo, a los que aprendió a conocer y valo-
rar. Fue testigo de las injusticias a que eran sometidos los gauchos por las le-
yes implementadas desde los sucesivos gobiernos liberales. El modo de vida
del gaucho, libre, lejos de la organización de las ciudades y sin trabajo fijo no
se adecuaba a las prioridades de organización y control que quería imponer el
gobierno nacional. Por eso fueron perseguidos, enviados a la frontera para lu-
char contra los indios, casi hasta ser exterminados.
• interés del narrador por los personajes del pueblo y sus costumbres;
• interés por la descripción del paisaje americano;
• predominio de la pasión sobre la razón;
• una obra literaria que ingresa en el debate político de la época.
Entre ambas partes, transcurrieron siete años, en los que José Hernán-
dez cambió algunas de sus antiguas ideas a causa de acontecimientos
políticos y sociales que se dieron en Buenos Aires y principalmente
44
en las provincias del litoral. Esas modificaciones incidieron en la
composición de La vuelta de Martín Fierro. Las dos partes de la obra
manifiestan claramente las diferencias ideológicas de su autor.
El Martín Fierro fue un éxito absoluto entre el paisanaje porque era un libro vivo, que refle-
jaba y denunciaba lo que ocurría con los gauchos verdaderos. Se vendía en las pulperías y
se leía en público, ante mucha gente que no estaba alfabetizada.
Actividad Nº27
a Busque la obra Martín Fierro, de José Hernández, en la biblioteca
de su escuela o en una biblioteca pública y léalo por su cuenta.
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Actividad Nº28
a Haga un cuadro y asigne a cada parte de la obra Martín Fie-
rro (La ida o La vuelta), las características que las diferencian:
Actividad Nº29
Resuelva el siguiente cuestionario de análisis.
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Actividad Nº30
Elija una de las siguientes afirmaciones para elaborar un tex-
to donde se refleje su opinión:
48
La novela
49
Eugenio Cambáceres (1843 -1888) perteneció a una clase social sin problemas
económicos. Mente lúcida y espíritu sensible, cultivó -como muchos de su épo-
ca- un desencanto cínico: descreía de las bondades ilimitadas del progreso y de la
pujante economía de 1880, observaba con meticulosidad las diferencias sociales
que generaba el proyecto liberal en la Argentina y afirmaba mediante su hiriente
humor de aristócrata que en la sociedad nada estaba tan ordenado como parecía.
La literatura y la sociedad
50
aquella que bajo el lema “paz y administración” del general J. A. Ro-
ca unifica el territorio nacional, aboliendo sus fronteras interiores,
decretando el terrible exterminio del indio y llevando a cabo el pro-
yecto del pensamiento liberal.
En 1876, el presidente Nicolás Avellaneda impulsó mediante una ley que creaba consulados la inmigración que habían apoyado desde
1853 Urquiza, Alberdi y Sarmiento. Se organizaba un país que no contaba, lamentablemente, con los gauchos y los indios.
51
La generación del 80
Bolsa de Comercio
La ciencia es la fe de la época y las creencias religiosas
son desplazadas por una sociedad que cree alcanzar su
bienestar a través del dinero; el progreso de cada indivi-
duo dependerá de su trabajo. La ambición, la falta de soli-
daridad y la especulación fueron parte de la época y la li-
teratura retrató esos cambios, a través de obras como La
Bolsa de Julián Martel.
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El realismo
Actividad Nº31
Lea la novela Sin rumbo de Eugenio Cambaceres.
53
complicación resolución
Andrés se aburre.
Suicidio de Andrés.
Esto significa que algunas obras y sobre todo las de Eugenio Cambace-
res, influenciadas por la fe ciega que se tenía en la ciencia, copiaron
una forma de escribir que se denominó “novela de tesis”, y que fuera
introducida y practicada por un escritor francés llamado Emilio Zola.
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Actividad Nº32
Relacione el título de la obra con su contenido. Sobre la base
de su lectura, una con flechas las posibilidades entre título y
contenido que le damos a continuación.
El protagonista es un insatisfecho.
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Actividad Nº33
Responda a las siguientes preguntas:
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El texto lírico
La poesía
extraña
lo que hay
delante.
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Actividad Nº34
Lea el siguiente poema. Luego resuelva los puntos que le pre-
sentamos.
58
Todos somos capaces de expresar nuestras sensaciones y el modo
en que la realidad, las cosas del mundo y los seres nos conmue-
ven. La forma sintética, podríamos decir “concentrada” que tiene
la poesía para emocionar a sus lectores, hace que las palabras di-
gan mucho más que sus simples definiciones de diccionario, y que
el hecho de combinarlas de maneras especiales, relacionadas con
la interioridad de cada persona, despierte placer (y una identifica-
ción de sensaciones) en el lector.
Arte poética . Poema del poeta chileno Pablo Neruda ¡Cuántas comparaciones
con el mundo se hacen para reflejar lo que ocurre en el alma!
59
Hacer versos, crear imágenes que nacen de la realidad y de la fan-
tasía son una forma de arte muy antigua, que se inició -tal vez-
con las primeras preguntas del hombre sobre aquellos fenómenos
naturales que no alcanzaba a comprender desde su razonamiento.
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Actividad Nº35
A continuación presentamos imágenes poéticas contenidas en
poesías de diferentes autores, o sea, frases que no describen la
realidad de una manera informativa, sino que le agregan nues-
tras impresiones de color, forma, olor, sonido, sabor, textura. En
la poesía, quien escribe participa del mundo con sus sentidos:
vista, olfato, oído, tacto y gusto, y con sus emociones.
..............................................
..............................................
..............................................
..............................................
61
Actividad Nº36
A continuación trabajará con el Poema V de la obra Versos
sencillos de José Martí.
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b ¿Qué otras metáforas presenta esta poesía de José Martí? Em-
piece por reconocer otra metáfora en los versos de José Asun-
ción Silva, antes citados.
Una vez más, le recordamos que sólo se puede abarcar con con-
fianza y comprender en todos sus matices una obra literaria, si co-
nocemos en qué época fue producida, si sabemos quién y cómo era su
autor, si reconstruimos cuál fue la relación de éste con los conflictos
de su sociedad y con el gusto y la sensibilidad de sus lectores.
Junto a los datos que conoceremos sobre José Martí, usted descu-
brirá la sensibilidad de un tiempo (fines del siglo XIX y dos prime-
ras décadas del XX) y una forma especial de componer poesía,
pues este autor fue un precursor del Modernismo americano.
63
El materialismo, la confianza en el progreso y los avances
científicos rechazaron a aquellas personas que -mediante la
poesía- empezaron a señalar la otra cara de la modernidad:
los marginados, los explotados, y la pobreza. En Francia na-
cía el “arte por el arte” para contrarrestar el avance capitalis-
ta, y los poetas se proponían hacer un arte puro.
Actividad Nº37
Usted sabe reconocer el tema principal en los textos narrati-
vos literarios. Utilice, con el poema, el mismo método.
¿Cuál es el tema principal de la Poesía V de José Martí? (Si es
necesario regrese al subtítulo ¿Qué es un tema principal? de
este libro.)
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y espiritual, de versos sencillos y llenos de pasión y energía es, para
José Martí, el hombre que se opondrá al avance materialista de la
modernidad, una concepción ideológica y una transformación de las
sociedades americanas que no tenía en cuenta ni a los poetas, ni a la
poesía ni a los valores humanos no mercantilistas porque considera-
ba que eran inútiles.
Canal de Panamá.
En 1898 España pierde en una rápida guerra que sostiene con los EE.UU. sus últimas colonias americanas, y Cuba y Puerto Ri-
co quedan bajo la tutela norteamericana. Este avance de los EE.UU. sobre la América Latina se conocerá con el nombre de neo-
colonialismo. Otro ejemplo de la poderosa presencia económica de este país en la zona central de América es la construcción
del canal de Panamá, que EE.UU. finaliza en 1914; desde entonces su presencia y la dependencia que genera empiezan a crecer
y alimentan su imagen de nación imperialista y enemiga.
65
Versificación
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Actividad Nº38
a ¿Cuántas sílabas tiene cada verso de la primera estrofa de La
Pomeña?
A veces, en un verso, correspondería marcar una sinalefa, sin embargo, el poeta elige se-
parar esas sílabas y provoca un hiato. Por ejemplo, en el verso “Me he detenido” hay un
hiato entre Me y he para crear un verso de seis sílabas.
La sinalefa y el hiato son licencias poéticas, es decir “permisos” que el poeta se toma al
componer sus versos. Teniendo en cuenta sinalefas e hiatos el poeta encuentra la medida
exacta de sus versos.
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Recursos de estilo
Actividad Nº40
Lea la siguiente poesía del modernista José Martí.
En el alféizar calado
de la ventana moruna,
pálido como la luna,
medita un enamorado.
Pálida, en su canapé
de seda tórtola y roja,
Eva, callada, deshoja
una violeta en el té.
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En cambio, una metáfora tendrá sus dos términos conectados por el
verbo ser, y muchas veces, incluso, uno de los términos no estará,
porque el otro directamente lo sustituirá y se quedará en su lugar.
Observe el siguiente proceso:
Actividad Nº41
Le presentamos el poema Muerte de Antoñito el Camborio del
poeta español Federico García Lorca, donde destacamos en
negrita una metáfora en especial.
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jabonados de delfín. digno de una Emperatriz!
Bañó con sangre enemiga Acuérdate de la Virgen
su corbata carmesí, Porque te vas a morir.
pero eran cuatro puñales -¡Ay, Federico García,
y tuvo que sucumbir. llama a la Guardia Civil!
Cuando las estrellas clavan Ya mi talle se ha quebrado
rejones al agua gris, Como caña de maíz.
cuando los erales sueñan
verónicas de alhelí, Tres golpes de sangre tuvo
voces de muerte sonaron y se murió de perfil.
cerca del Guadalquivir. Viva moneda que nunca
se volverá a repetir.
-Antonio Torres Heredia, Un ángel marchoso pone
Camborio de dura crin, su cabeza en un cojín.
moreno de verde luna, Otros de rubor cansados
voz de clavel varonil: Encendieron un candil.
¿Quién te ha quitado la vida Y cuando los cuatro primos
cerca del Guadalquivir? Llegan a Benamejí,
-Mis cuatro primos Heredias, Voces de muerte cesaron
hijos de Benamejí. Cerca del Guadalquivir.
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Actividad Nº42
a Indique el tema principal de la siguiente poesía de José Martí.
No me pongan en lo oscuro
a morir como un traidor:
yo soy bueno, y como bueno
moriré de cara al sol.
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Las poesías de Darío se alejan un poco de la simplicidad del poeta
José Martí, pues aunque este poeta atraviesa el mismo período de
cambio que ya describimos, su escritura se vuelve más artificial,
más plagada de objetos e imágenes exóticas, más difícil de entender
por el gran público, pues Darío pensaba que el mundo sólo reconoce-
ría su trabajo si él conseguía demostrar que su oficio exigía un talen-
to especial, y si la gente lograba entender que no cualquiera podía ser
poeta. En esta primera época fue acusado de poeta encerrado en su
“torre de marfil”, pero más tarde en una segunda etapa su arte se fue
abriendo a una mirada más simple y de temática americanista.
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Actividad N º43
Lea la poesía Melancolía de Rubén Darío.
A Domingo Bolívar
74
Después de la lectura, la reflexión y el trabajo sobre las actividades que
este libro le ha propuesto, usted accedió a nuevos conceptos y se acer-
có a la escritura de muchos autores.
Sin embargo, todavía quedan muchas más obras que esperan ser des-
cubiertas y disfrutadas. Tal vez le ha leído a alguna persona querida
un poema o un fragmento que le ha impactado. Pero seguramente
necesita seguir buscando más literatura para disfrutar y conmoverse,
para transmitirles experiencias a los demás y para conocer a fondo la
cultura y el arte de su provincia.
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Material de distribución gratuita
Lengua y Literatura
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Te rc e r C i c l o d e E d u c a c i ó n G e n e ra l B á s i c a p a ra Ad u l t o s
MODALIDAD SEMIPRESENCIAL
Lengua y
Literatura
4