Está en la página 1de 4

OBLIGACIONES CON PLURALIDAD DE SUJETOS

Son aquellas obligaciones en que intervienes varios sujetos activos o varios sujetos pasivos, es
decir, hay una pluralidad de acreedores o de deudores. Toda obligación puede existir a favor
de diversos acreedores o a cargo de diversos deudores, dándose esa pluralidad de personas
por una u otra parte o aún por ambas partes a la vez lo que es frecuente. La pluralidad de
deudores o de acreedores no siempre se presenta desde el primer momento; a veces resulta
de un hecho posterior, como cuando a un acreedor o a un deudor único, suceden varias
personas que toman su lugar, generalmente como consecuencia de su fallecimiento.
Cuando los sujetos pasivos de la obligación no están sobre el mismo plano, por desempeñar
uno un papel principal y un papel accesorio el otro, se está en presencia de la fianza: la deuda
del deudor principal está garantizada por un fiador. Por consiguiente se examinará la situación
en la que desempeñan un papel principal varios acreedores o varios deudores. Todos ellos se
encuentran en el mismo plano. Son las obligaciones plurales por pluralidad de sujetos activos o
pasivos.
Estas obligaciones se dividen en tres categorías:
Obligaciones mancomunadas
Obligaciones solidarias
Obligaciones indivisibles.

OBLIGACIONES MANCOMUNADAS
Son aquellas que pueden tener varios acreedores o varios deudores. La obligación es
mancomunada cuando se divide entre varios sujetos activos o pasivos. Si hay varios
acreedores, cada uno no podrá reclamar sino su parte, y no podrá ser demandado sino por su
porción. La obligación mancomunada se divide en fracciones distintas, cada una de las cuales
forma una obligación autónoma.
La obligación mancomunada es la regla, constituye el derecho común de la obligación plural;
pero es rara en la práctica porque el acreedor tendrá siempre el cuidado de exigir a los
deudores que se obliguen solidariamente.
Cuando la obligación es contractual el acreedor que se encuentra en presencia de varios
deudores, tiene siempre el cuidado de exigir que se obliguen solidariamente; para las
obligaciones comerciales, esa estipulación se presume. Cuando se trata de obligaciones
delictuales y cuasi delictuales, La jurisprudencia excluye las reglas de las obligaciones
mancomunadas. Pero se convierte en mancomunada como consecuencia de la muerte del
acreedor o del deudor; el crédito o la deuda se dividen entre los herederos, que son así
acreedores o deudores mancomunados.

Hay obligación mancomunada cuando:

1. Cada acreedor sólo puede exigir del deudor la parte que le corresponde en el crédito
(mancomunidad activa)
2. Cada deudor sólo esta obligado a cumplir la parte de deuda que le corresponde
(mancomunidad pasiva).
La calificación legal de mancomunidad, al contrario, no significa obligación conjunta, en mano
común, sino la fragmentación y diversificación de los créditos/deudas existentes dependientes
del número de acreedores/deudores.

Un crédito o deuda mancomunados no exige la actuación común de los interesados, sino que
legitima la actuación separada de cada uno para satisfacer sus créditos o ejecutar la prestación
debida, quedando liberados de la obligación.

Pero se encuentran casos en que el epíteto mancomunado trata de conseguir que los
interesados actúen de consuno (como uno sólo) o “en mano común”.

Así es cuando se otorga un poder a varias personas de forma mancomunada o la disposición


del fondo de una cuenta requiera la firma mancomunada de varios (normalmente dos).

La impresión general es que la mancomunidad es una forma de menor importancia que la


solidaridad. Pero hay que considerar que, una vez satisfecho el crédito solidario, en las
relaciones internas entre codeudores o coacreedores, se aplican las reglas de la
mancomunidad, por lo que no es poca su importancia.
La obligación mancomunada se divide entre los diferentes sujetos activos y pasivos. Es el
derecho común de las obligaciones. Pero la regla suele descartar por el lado pasivo:
 En derecho comercial, por una costumbre en contrario:
 En derecho civil, en materia contractual, por la voluntad de las partes:
 En materia de delitos y cuasidelitos, por la jurisprudencia.

OBLIGACIONES SOLIDARIAS
Aquella en la cual los deudores están obligados a una misma cosa, de suerte que cada uno
puede ser perseguido por la totalidad de la deuda y el pago del hecho por uno solo libera a los
demás frente a los acreedores. La obligación solidaria da a cada acreedor el derecho de
demandar el pago total del crédito aunque se divisible entre ellos.
La solidaridad, denominada también, correalidad, y solidez por los antiguos autores franceses,
opone un obstáculo a la división de los créditos y de las deudas. Se distingue entre la
solidaridad activa que casi no presenta interés práctico, y la solidaridad pasiva, cuya
importancia es muy grande.
En las obligaciones solidarias, el objeto de la obligación se divide: hay varias deudas, cada una
por una fracción. La solidaridad depende tan sólo de la representación recíproca de los
codeudores.
No obstante lo penúltimo, el derecho de cada uno de los acreedores o de los deudores no se
modifica: cada acreedor no tiene derecho sino a su parte; cada deudor no debe sino su parte.
Por haber reclamado más de lo debido a él, el acreedor deberá rembolsar su parte a los demás
acreedores solidarios. Asimismo, el deudor solidario que haya pagado más de lo que deba,
podrá volverse contra sus codeudores para exigir de ellos el pago de su parte.
La solidaridad puede resultar de la voluntad, ya sea de un contrato donde se exprese la
voluntad del acreedor y e los codeudores; ya sea de un testamento: para el pago de
los legados, el testador puede imponer la solidaridad a sus herederos. a sus herederos.
Solidaridad ACTIVA; Cualquiera de los acreedores podrá reclamar del deudor (o de cualquiera
de los deudores en su caso) la íntegra prestación objeto de la obligación.

Solidaridad PASIVA; Todos y cada uno de os deudores quedan obligados a cumplir


íntegramente la obligación cuando el acreedor (o alguno de los acreedores) le compele a ello.

También existe la solidaridad mixta; Cuando existen simultáneamente varios acreedores y


varios deudores El cumplimiento de la responsabilidad solidaria extingue la obligación, pero no
se agotan sus consecuencias, ya que su cumplimiento ha de verse completado con el
consiguiente “reparto interno” o “arreglo de cuentas” entre la pluralidad de sujetos.

Solidaridad Activa
Es aquella que permite a cada uno de los acreedores de una deuda reclamar al deudor el pago
de la totalidad; y que el deudor, al pagarle a uno, se libera con respecto a los demás. Más
generalmente, todos los actos cumplidos por el deudor contra uno de los acreedores
solidarios, surten efecto con relación a los restantes acreedores.
El objeto de la solidaridad activa limita los poderes de cada acreedor: obra por cuenta y en
interés de todos; por eso, la remisión de deuda concedida por uno de los acreedores no podrá
perjudicar a los demás; aquella no libera al deudor "más que por la parte de ese acreedor
Efectos De La Solidaridad Activa.
La solidaridad pasiva le permite al acreedor exigir la totalidad de la deuda a cualquiera de sus
codeudores solidarios.
Cuando la obligación nace de un contrato, el acreedor exigirá casi siempre que los codeudores
se obliguen solidariamente, porque gracias a ella la insolvencia de uno de los deudores será
soportada por los codeudores solventes y no por el acreedor, además de que la solidaridad es
susceptible de evitar el fraccionamiento de los pagos y simplifica las persecuciones. Es llamada
también solidaridad perfecta.
Cuando la obligación nace de un delito o de un cuasidelito, la jurisprudencia ha admitido que
los codeudores, aunque no estuvieran obligados solidariamente, lo estaban al menos "in
solidum", por la totalidad. Ha creado así, a mitad de camino entre las obligaciones
mancomunadas y las solidarias, pero mucho más cerca de las segundas, una nueva categoría
de obligaciones: las obligaciones "in solidum", o la solidaridad imperfecta.
La Solidaridad Pasiva. Tiene por resultado imponer a los deudores solventes la carga de la
insolvencia de sus codeudores. Por consiguiente, es necesario que hayan consentido en asumir
esa carga o que se las imponga un precepto legal. Si la solidaridad activa es poco frecuente en
la práctica, la solidaridad pasiva se encuentra con mucha frecuencia. Siendo unas veces
convencional y otras veces legal.

Cuando la obligación nace de un contrato, el acreedor exigirá casi siempre que los codeudores
se obliguen solidariamente. En efecto la solidaridad constituye una verdadera garantía para el
acreedor, porque gracias a ella, la insolvencia de uno de los deudores será soportada por los
codeudores solventes y no por acreedor.
Efectos de la Solidaridad Pasiva.
Los efectos de la solidaridad pasiva se distinguen entre los efectos principales y los efectos
secundarios de la solidaridad, de conformidad a la legislación y a la jurisprudencia. Explica los
efectos principales por al doble idea de una unidad de objeto y de pluralidad de vinculo; y los
efectos secundarios, por la idea de representación. Resulta más exacto explicar todos los
efectos por la representación; la Corte de Casación considera al codeudor solidario como
representante necesario de sus obligaciones.
Efectos Principales:
a) El acreedor tiene derecho a reclamar la totalidad de uno cualquiera de los deudores
b) El pago hecho por uno de ellos libera a los restantes con respecto al acreedor.

OBLIGACION INDIVISIBLE
Son aquellas que solo pueden cumplirse por entero, ya porque la naturaleza del objeto debido
impida toda división, ya sea porque las partes hayan convenido que no se podría dividir el
objeto. En la obligación indivisible hay varias deudas, cada una por una fracción; pero resulta
imposible dividir el objeto de la obligación: el pago no puede hacerse más que por la totalidad.
Cada codeudor indivisible está obligado a cumplir con la totalidad, no porque represente a los
demás (no los representa), no porque deba la totalidad (no debe más que su parte), sino
porque el objeto de la obligación es indivisible.

La indivisibilidad natural resulta de la naturaleza del objeto de la obligación. Ejemplo: la


obligación de entregar un cuerpo cierto es indivisible. Sin embargo, cuando la obligación se
encuentre remplazada por la condena a una suma de dinero, a título de daños y perjuicios, por
ser divisible su objeto, la obligación deja de ser indivisible.

Efectos de la indivisibilidad pasiva.


Cada uno de los deudores indivisibles está obligado por la totalidad. Este efecto de la
indivisibilidad es más poderoso que en materia de solidaridad: mientras que la deuda solidaria
se divide entre los herederos de uno de los codeudores, la deuda indivisible (y este es su
interés capital) no se divide entre los herederos del deudor o de los deudores: el acreedor
podrá exigir de cada uno de los herederos la totalidad del crédito. No es de extrañar, pues, que
la solidaridad convencional esté acompañada casi siempre de una indivisibilidad
convencional. El deudor que haya pagado la totalidad, por haber pagado así la parte de sus
codeudores, tendrá una acción de repetición contra ellos. La interrupción de la prescripción,
cuando se haga con respecto a uno de los codeudores indivisibles, es válida en relación con
todos ellos. Sin embargo, no sucede lo mismo con la constitución en mora dirigida contra uno
de los codeudores indivisibles.
Efectos de la indivisibilidad activa
La indivisibilidad activa es casi siempre natural. Cuando un acreedor muere y deja varios
herederos, éstos se convierten en acreedores indivisibles. Cada acreedor puede reclamar la
totalidad de la deuda. El acreedor que haya recibido el objeto indivisible de la prestación,
deberá ponerlo en común. La remisión de deuda consentida por uno de los acreedores no
perjudica a los demás.

También podría gustarte