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ISABELLA ACOSTA
MATEO GUARÍN
JUANITA SANMIGUEL
DIRECTORES:
HENRY SAMPEDRO
PAULA NARVÁEZ
Gracias a mis compañeros Juanita y Mateo, porque a pesar de las dificultades, estoy segura
de que nos guardaremos en el corazón durante toda la vida. Agradezco a Paula Narváez,
por ser un apoyo para nosotros, acompañarnos, y darnos una voz de ayuda cuando la
solicitábamos. Agradezco de igual manera a la Fundación Semillas de Amor, por habernos
abierto sus puertas, y brindarnos la confianza de establecer un diálogo con las adolescentes
en proceso de rehabilitación. Así mismo, a cada una de las niñas que nos abrió su corazón
para compartirnos un pedacito de su vida, que, sin saberlo, nos hizo replantearnos muchas
cosas de nosotros mismos, nuestras familias, y el mundo que nos tocó vivir. Y por último,
quisiera dar un agradecimiento especial a Henry Sampedro, porque más allá de ayudarnos a
organizar nuestras ideas, nos dio la oportunidad de conocerlo un poco más, y pude
comprobar por mi misma un gran ser humano, que siempre nos respaldó y se entregó
totalmente, los últimos dos meses, a ayudarnos a culminar el proceso de la mejor manera.
Isabella
Agradezco a mis compañeros porque con ellos no solo aprendí a realizar una investigación,
sino a trabajar en equipo y a compartir en todo tipo de circunstancias, dejaron en mi
muchos recuerdos que hicieron este último año inolvidable. Por otro lado también a Khyra
Núñez quien nos ayudó a contactarnos con la fundación. A Julián De Zubiría, Ximena De
Zubiría y Vanessa Vargas por guiar nuestro proceso desde su humilde comienzo. A la
Fundación Semillas de Amor por permitirnos acercarnos a ellos de manera tan fraternal. A
las niñas de nuestra investigación porque nos enseñaron a sacar lo mejor de nosotros
mismos para afrontar la vida. Y en especial Henry Sampedro quien pudo llegar a querer la
tesis tanto como nosotros, incluso sin haber estado desde el comienzo, sin él este trabajo no
habría podido culminarse de una manera tan satisfactoria
Juanita
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Tabla de contenido
Resumen ................................................................................................................................. 5
Introducción ............................................................................................................................ 6
Pregunta Problema.................................................................................................................. 8
Justificaciones......................................................................................................................... 8
Marco Teórico ...................................................................................................................... 10
Antecedentes..................................................................................................................... 10
Objetivos........................................................................................................................... 16
Marco Conceptual................................................................................................................. 17
Adolescencia..................................................................................................................... 17
Estructura familiar ............................................................................................................ 18
Interacciones familiares .................................................................................................... 22
Sustancias Psicoactivas .................................................................................................... 25
Abuso-Adicción ................................................................................................................ 25
Factores de Riesgo- Protección ........................................................................................ 26
Rehabilitación De Drogas................................................................................................. 27
Diseño Metodológico ........................................................................................................... 28
Análisis de resultados ........................................................................................................... 31
Tendencias Generales de los Contextos Familiares ............................................................. 59
Consideraciones Finales ....................................................................................................... 62
Derivadas y recomendaciones .............................................................................................. 64
Bibliografía ........................................................................................................................... 66
Anexos .................................................................................................................................. 66
I. Articulo divulgativo ...................................................................................................... 69
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Resumen
La presente investigación tiene por objetivo identificar la posible relación entre la estructura y las
interacciones familiares, con el consumo de sustancias psico-activas (SPA) en un grupo de diez
mujeres adolescentes que se encontraban en la Fundación Semillas de Amor en un proceso de
rehabilitación al momento de llevar a cabo la investigación. Para alcanzar dicho objetivo, se
llevaron a cabo entrevistas semi-estructuradas a cada una de las diez niñas, estas entrevistas se
concentraron en cuatro núcleos principales. El primero, las interacciones familiares, se dividió en
las de vinculación, las de comunicación y la de la psiquis. El segundo fue el de estructura
familiar, dividido a su vez en tres sub-categorías: el estilo de autoridad presente en la familia, los
nexos familiares y los valores y antivalores que transmitía la familia a la consumidora. El tercer
núcleo se refiere a la llegada al consumo y la influencia de la familia en esta. El cuarto se refiere
al contexto extra-familiar, donde se encuentran los amigos, el colegio, etc. con este, se intenta
identificar la importancia que le da la adolescente a su familia con respecto a los demás
contextos.
Abstract
This research aims to identify the possible relationship between the family structure and the
family interactions, with the consumption of psycho-active substances (SPA) in a group of ten
teenage women who were in the Foundation seeds of love in a process of rehabilitation at the
time of the investigation. To achieve this goal, semi-structured interviews to each of the ten girls
were conducted, these interviews were concentrated in four main topics. The first one, family
interactions, was divided into the bonding, communication and psychic interactions. The second
one was the family structure, divided into three sub-categories: the style of authority present in
the family, family ties and protection and risk values that were transmitted to the girls. The third
core refers to the arrival to the consumption and the influence of the family on this. And the last
one refers to the extra-familiar context, such as friends, school, etc. this is for trying to identify
the importance that the teenager gives to her family with respect to other contexts.
We found that the arrival to the consumption of SPA in the studied population is accompanied by
various factors. In all the girls we identified a precocious adolescence, usually accompanied by
some trauma that accelerated the arrival to the SPA abuse. All styles of authority presented were
permissive or negligent. Likewise, family communication is the mediator of all family
interactions, and therefore presents itself as a key factor for the arrival to the consumption.
Finally, it is important to emphasize that there are no absolute factors for all cases. Neither
interactions nor the family structure are necessary for a person to consume SPA.
Key words: Family structure, family interactions, rehabilitation, psycho-active substances and
teenagers.
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Introducción
Estudios como el Informe Mundial Sobre las Drogas 2014 de la Oficina de Naciones
Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), informan que el consumo de drogas no ha
cambiado mucho desde el 2012 hasta la actualidad. Pues aproximadamente, durante los
últimos años, una de cada doscientas personas ha consumido una sustancia ilícita por lo
menos una vez en su vida. Por otro lado, un estudio del Ministerio de Salud y el
Observatorio Interamericano de Drogas de Colombia (CICAD), sostiene que más del 12%
de los colombianos han consumido algún tipo de sustancia ilícita.
En ese orden de ideas, la problemática del consumo va a ser vista dentro de esta
investigación como una consecuencia de factores principalmente externos al individuo, a
los cuales está expuesto diariamente. El primero de estos factores es el contexto familiar, en
donde se aprenden valores, costumbres y se adquieren los primeros vínculos afectivos con
otras personas. El contexto familiar no siempre se compone de un grupo de personas que
tienen lazos biológicos, pues se puede componer de las personas que establecen dichos
lazos y transmiten las características previamente dichas (afecto, valores y costumbres) a un
individuo.
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el reduccionismo” (Austreberta Nazar-Beutelspasher y otros, 1994, Pág. 22).Por lo tanto, es
muy complicado abarcar e indagar al mismo tiempo los distintos contextos que acarrean
factores de riesgo para los jóvenes colombianos respecto al consumo de SPA ilícitas.
Analizar el panorama desde marcos específicos permite llegar a descripciones más
concretas que permiten focalizar problemas, y llegar a métodos preventivos más
especializados para cada grupo social.
Para aportar en la búsqueda de una sociedad más consciente de la problemática, y con más
elementos que prevengan la expansión de ésta. Se decidió realizar una investigación
cualitativa que diera cuenta de las principales tendencias familiares que pueden constituir
un factor de riesgo para un adolescente en Colombia. Se entrevistaron diez niñas
adolescentes que iniciaron el consumo desde la infancia y pre-adolescencia. El foco de la
investigación son las mismas adolescentes, pues ellas son las principales afectadas. Percibir
la forma en la que sintieron, vivieron y experimentaron las dinámicas familiares durante su
niñez y parte de su adolescencia, nos puede permitir entender la incidencia que dichas
dinámicas pueden tener en las adolescentes.
Lo que se intentó indagar con las entrevistas, es el tipo de relación que entablaron con sus
parientes más cercanos, el estilo de autoridad al que estaban sometidas, como éste afecto o
protegió en el momento en que decidieron consumir SPA ilegales y los valores que
pudieron incidir en tal decisión, junto con el tipo de interacciones que existían en el día a
día.
En cuanto a las interacciones que suceden en el día a día dentro de la familia, encontramos
que la comunicación suele ser evitativa o con rasgos ofensivos. No existe un verdadero
interés, ni confianza suficiente que demuestren una verdadera preocupación por la vida de
las adolescentes, pues las prioridades familiares no suelen ser el bienestar de ellas. Esta
falta de preocupación por las necesidades de los miembros, se ve reflejada en interacciones
psíquicas disfuncionales, pero para las interacciones de vinculación, no existe una clara
tendencia a un solo tipo de ellas.
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Pregunta Problema
¿Cuál es la relación entre los contextos familiares y el consumo de sustancias psicoactivas,
en algunas adolescentes que ahora se encuentran en procesos de rehabilitación en la
Fundación Semillas de Amor de ICBF?
Justificaciones
Justificación Científica
Las principales víctimas de esta situación son los adolescentes, así lo afirma Becoña-
Iglesias. E (2000) “La adolescencia es una edad crítica para la formación de la persona.
En la misma tiene que desarrollarse a nivel físico emocional, social, académico, etc. La
búsqueda de la autonomía e identidad son elementos definidores de la misma.”(p.25) Por
esto creemos que la mejor población a trabajar son adolescentes, ya que ellos, como decía
Ramírez-Ruiz y Andrade (2005) “…son el grupo etéreo que mayor preocupación suscita
en cuanto al consumo de drogas lícitas e ilícitas, y por ello se hacen grandes esfuerzos en
la producción del conocimiento respecto a éste fenómeno.” (p.815) Además, en esta etapa
de la vida es más fácil que la persona modifique sus comportamientos ya sea para bien o
para mal.
Así como decía Ramírez-Ruiz y Andrade (2005) “El primero y mejor agente de
socialización lo constituye la familia, a partir de ella se desarrollan normas de conducta en
su relación con los demás (…)” (p.816). Dentro de las normas de conducta se encuentran
costumbres, valores de la sociedad, y la interpretación de los modelos en función de la clase
social, cultura y subculturas a las que el individuo pertenece. Haciendo que el adolescente
aprenda y asuma roles, hábitos, normas, costumbres, actitudes y tradiciones de la
comunidad; este proceso de aprendizaje es lo que los autores denominan socialización.
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Es claro que la familia no es el único factor que determina si una persona puede caer en el
consumo de drogas o no, pero es un factor con una alta influencia en las decisiones que
puede tomar un individuo. Estudios de este tipo, generan un conocimiento que permite
identificar perfiles familiares que favorecen el consumo en los individuos, lo cual a la
Fundación Semillas de Amor y, paralelamente a otras instituciones con propósitos similares
a las del ICBF, les permite ampliar el conocimiento acerca de las personas a las que se
enfrentan, sus antecedentes, orígenes, y ahondar en el raíz de los problemas que intentan
corregir.
Justificación Institucional
Justificación Personal
Ponerse en los zapatos de otros, no es una tarea difícil cuando se encuentra un punto de
vinculación con el otro. Aunque las entrevistadas crecieron en un contexto distinto, son
adolescentes al igual que nosotros, de ahí puede nacer el impacto que seguramente sus
testimonios van a generar en nosotros como investigadores.
Escuchar y reflexionar sobre la vida de personas que están en la misma etapa que nosotros,
pero que han tenido experiencias muy distintas, con probabilidad modificara la visión que
tenemos sobre nuestro entorno y lo que podemos y podremos cambiar en él.
Igualmente, las consecuencias que trae una adicción no es algo que está por fuera de
nuestro día a día. Pues aunque en distintas condiciones, tenemos la posibilidad de estar es
riesgo de consumir SPA ilícitas, o cualquier tipo de sustancia o actividad que lleve a la
dependencia. Por lo tanto, ahondar en esta problemática, también nos permite transpolar a
distintos ámbitos de nuestra vida cotidiana lo que implica una dependencia, aprendiendo
nosotros de eso, y así mismo poder transmitir tanto los elementos que prevengan el
crecimiento de la problemática, como la evidencia de las distintas situaciones familiares, a
nuestra comunidad.
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Marco Teórico
Antecedentes
Adicionalmente los resultados permiten inferir que la edad y el género son variables
potencialmente confusoras, esto incluso cuando la mayoría de estudios se considera al
género como una variable más. Por tal motivo, se recomienda tener en cuenta el género
dentro de las próximas investigaciones para obtener una información más precisa acerca del
problema.
Por otra parte, dada la gran cantidad de factores asociados y las distintas dimensiones a las
que pertenecen, se hace necesario organizarlos para instrumentar las medidas de prevención
a diferentes niveles y no caer en el reduccionismo. Dentro del estudio se señala que el
problema del uso de drogas en los adolescentes debería abordarse en una dimensión
familiar, en términos de la relación padres-hijos, ya que esto permitiría instrumentar
medidas de prevención reales. Sin embargo, la mayoría de los factores asociados no se
limitan al hogar y muchas variables externas al mismo, inciden en forma muy importante
en el consumo de drogas en los adolescentes.
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1.2 Bogotá, Colombia.
La principal ruta de este estudio es mostrar las percepciones de las mujeres entrevistadas,
más allá de arrojar una interpretación basada en conceptos teóricos. A partir de este punto
se concluye que las mujeres no consumidoras tienden a tener conceptos más positivos
acerca de la identidad femenina, en comparación con las consumidoras y ex consumidoras.
Esto ocurre debido a que las mujeres consumidoras no le dan importancia a elementos
tradicional y socialmente femeninos como la maternidad, mientras que las ex consumidoras
las no consumidoras, sí lo hacen. Por otro lado la mayoría de mujeres que afirmaron no
creer que existan diferencias significativas entre hombres y mujeres eran consumidoras
actuales.
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1.3 Ciudad de México, México
Las conclusiones de esta investigación se enfocan en una serie de puntos por mejorar en
cuanto a la elaboración de un método de rehabilitación. Factores como los bajos niveles
económicos, el abuso físico y sexual, la evaluación y tratamiento de los miembros de la
familia, la educación en los roles y los efectos de las sustancias psicoactivas en el cuerpo y
en el entorno, los grupos de apoyo temporales, así como la autoestima y el sexismo, se
deben tener en cuenta a la hora de diseñar un método especializado en los modelos de
mujeres aquí trabajados.
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2. Antecedentes sobre el contexto familiar
“La familia y los factores de riesgo relacionados con el consumo de alcohol y tabaco en
los niños y adolescentes”
Martha Ramírez Ruiz y Denise de Andrade
El estudio se realizó con una muestra de cien familias y los responsables aplicaron un
instrumento previamente establecido. Como resultado se obtuvo que 51% del nivel de
escolaridad es bajo en los jefes de familia, lo cual implica una carencia de elementos para
orientar a los hijos; el 54% tiene salario inferior al básico, lo cual les impide cubrir una
canasta familiar básica mensual; el 61% de los jefes de familia ingieren bebidas alcohólicas
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esporádicamente y esto hace que para los hijos, ese comportamiento se convierta en un
modelo a seguir.
2.3 Perú
Fairlie y Frisancho dividen en tres grandes grupos, los distintos tipos de interacciones que
puede haber. Por un lado están las interacciones familiares con relación a la comunicación.
Este tipo de interacciones se enfoca en la manera como son transmitidos los mensajes al
interior de la familia. Las interacciones que se relacionan con los tipos de vínculo que se
establecen en las familias hace referencia a las alianzas y los distintos tipos de relación que
se da. Por último se encuentran las interacciones relacionadas con la psiquis. Interacción
relacionada con la influencia que los familiares pueden tener en la formación de la
identidad de los distintos miembros. Este estudio es de gran relevancia para la presente
investigación, puesto que está enfocada en las interacciones que se establecen con un hijo
dentro de una familia, y cómo puede afectar al hijo las distintas modalidades de interacción.
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jóvenes de sector poblacional, desertores de la educación formal y que estaban en edad de
cursar estudios secundarios; una fue hecha a jóvenes de sector poblacional, desempleados;
11 fueron a jóvenes, alumnos de Liceos Municipales; 12 fueron a jóvenes, alumnos de
Colegios Particulares; cuatro fueron a jóvenes, estudiantes de educación técnico-
profesional; tres a jóvenes, estudiantes universitarios; tres a egresados de enseñanza media
(sin trabajo); una a trabajadores o empleados; y, para contrastar con la visión de los
jóvenes: una entrevista a un grupo de padres y apoderados de alumnos del Liceo Municipal
y una a un grupo de profesores del Liceo Municipal.
3.2 México
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Por otra parte, dada la gran cantidad de factores asociados y las distintas dimensiones a las
que pertenecen, se hace necesario organizarlos para instrumentar las medidas de prevención
a diferentes niveles y no caer en el reduccionismo. Dentro del estudio se señala que el
problema del uso de drogas en los adolescentes debería abordarse en una dimensión
familiar, en términos de la relación padres-hijos, ya que esto permitiría instrumentar
medidas de prevención reales. Sin embargo, la mayoría de los factores asociados no se
limitan al hogar y muchas variables externas al mismo, inciden en forma muy importante
en el consumo de drogas en los adolescentes.
Objetivos
Objetivo General
Objetivos específicos
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2. Caracterizar las fases de consumo en las que se encontraban las niñas entre 14 y
17 años de la fundación semillas de amor.
Marco Conceptual
Adolescencia
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principales características que se le dan al adolescente. La etapa juvenil en la cual se da la
transición entre un modelo esencialmente adolescencial, a un comportamiento similar al del
adulto. Además de estas etapas, Carvajal clasifica tres crisis esenciales entre las que se
encuentra, la crisis de identidad en la cual comienza a tener la sensación de mismidad y de
pertenencia; la crisis de autoridad caracterizada por la actitud de oposición, de rebeldía y de
enfrentamiento con todo lo que implique autoridad, norma o modelo a seguir; y la crisis
sexual en la que se da la aparición de un nuevo modelo psicológico, centrado
principalmente en la trasformación de la estructura erótica infantil a la adulta.
En conclusión, la adolescencia es una etapa turbulenta del desarrollo humano que se divide
en otras tres etapas más pequeñas, la puberal, la nuclear y la juvenil. Todas acompañadas de
un cambio en la estructura familiar, pues puede haber un incremento en los conflictos y la
familia se adapta al cambio del adolescente, sin perder el papel vital que deben cumplir en
la formación del individuo. La adolescencia tiene cuatro características esenciales que la
diferencian de la niñez y la adultez. En primer lugar es una etapa donde el individuo se hace
consiente de sí mismo. En segundo lugar es una época donde se busca estatus y
reconocimiento. En tercer lugar es una etapa donde las relaciones sociales adquieren mayor
importancia; y por último, es una etapa donde se construyen valores por los cuales el
individuo se regirá. Estas cuatro características están acompañadas de tres crisis igual de
esenciales: la crisis de identidad, la crisis de autoridad y la crisis sexual.
Estructura familiar
Lidz, T. Flack, S. Mc Clemet, S.E. Conrnelison, A. (1965) dicen que «es un producto
necesario de la estructura biológica del hombre». Se la define como «la unidad social
primaria, la principal fuente de seguridad del niño y el agente básico de la socialización y
de la aculturación (...) es esencial para la supervivencia del niño, para su aprendizaje de las
técnicas de adaptación, y para desarrollar las características de la personalidad por medio de
la identificación y de otros mecanismos de internalización» (Zuk y Nagy, 1986, Pág. 61).
Para esta investigación vamos a ver la estructura familiar como lo subyacente a la familia,
refiriéndonos a la organización interna entre los miembros y la jerarquía de las relaciones,
que se refleja en el estilo de autoridad y los nexos entre sus integrantes. Por otro lado, se
refiere a la transmisión de las creencias y costumbres que caracterizan a dicha familia que
veremos reflejada en los valores.
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Dentro de los nexos familiares, lo que se va a intentar identificar es el tipo de relación que
predomina entre dos miembros según tres características principales: 1) la presencia en la
vida cotidiana, 2) si había algún tipo de contacto o cercanía entre los miembros y 3) si
cumplían o no su rol determinado dentro de la familia. Para cada uno de los nexos habrá
ausencia o presencia y estas pueden ser negativas o positivas.
El primer tipo de nexo es abandónico con el cual no existe contacto, y por tanto ningún tipo
de cercanía ni cumplimiento de un rol. Generalmente son miembros de los cuales, aunque
se tiene conocimiento de su existencia, nunca estuvieron presentes en la vida familiar, ya
sea por su muerte o desinterés familiar. El siguiente tipo de nexo es el periférico, en el cual
aunque el miembro está presente dentro de la cotidianidad, no existe una cercanía con la
familia pues generalmente se tratan como conocidos y no como integrantes con roles
definidos. Existe una actitud principalmente de apego inseguro definido por Garrido, M.
Espina, A (1995) en la que “El niño no parece molesto por la ausencia de la madre y tiende
a evitar o ignorar a los padres. Los padres son rechazadores”
El tercer tipo de nexo es el agresivo en el cual si existe una presencia y una cercanía, pero
esta última es negativa, es decir, siempre que existe una cercanía o un tipo de contacto, va a
resultar en el daño físico o psicológico de uno de los miembros; pero que al mismo tiempo,
este tipo de contacto va en parte a determinar un rol dentro de la familia. Carrasco y
González (2006) decían que una conducta agresiva en la infancia viene de los hábitos de
crianza de los padres y esto se debe a la interacción entre variables como el rechazo, la falta
de apoyo y afecto, el uso de castigo para controlar la conducta del niño, la falta de
supervisión y comunicación, y una disciplina inconsistente, características principales que
definen una relación agresiva.
El cuarto, es el nexo común en el cual, aunque existe un contacto y se asume el rol familiar
que les corresponde a los parientes, la relación es funcional, y aunque puede existir carencia
de confianza o de cariño, en general las relaciones y los roles son estables y no presentan
mayores problemas. El tipo de relación que existe es descrita por Garrido, M. Espina, A.
(1995) según el tipo de apego como: “Apego seguro. La madre percibe, interpreta y
responde a las demandas del niño. La relación es cálida y la madre emite respuestas
coherentes al niño.”
Dentro de la estructura familiar también es importante definir los estilos de autoridad, pues
en gran medida el tipo de familia depende de una proporción entre el afecto y el control.
Diana Baumrind (1967) define varios estilos de autoridad entre los cuales se encuentra el
Autoritario, Permisivo, Abandónico, y el democrático.
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El autoritario es en donde el padre intenta formar, controlar y evaluar el comportamiento y
las actitudes del niño, imponiendo su autoridad mediante medidas forzosas. Cree que debe
mantener al niño en su lugar, restringiendo su autonomía y asignándole responsabilidades
para inculcarle el respeto. Este estilo tiende a generar personalidades débiles y temerosas,
niños inseguros y que debilitan su auto concepto hasta el límite.
El democrático es el estilo donde el padre pretende dirigir las actividades del niño, pero de
manera racional. El adulto es capaz de reconocer los intereses y costumbres del niño,
apoyándole en sus cualidades, pero también le pone reglas para mejorar su conducta futura,
pues la autonomía y la disciplina tienen un alto valor para este. El padre usa el
razonamiento, el poder y la formación mediante rutinas que le permitan lograr sus
objetivos, y no basa sus decisiones en consensos grupales o en los deseos del niño.
Por otro lado, los valores también hacen parte de la estructura familiar, así como decían
constituyen la convicción interior, propia de cada ser humano, los principios éticos que
permanecen. A esta realidad interior previa a cada acto cotidiano Tierno B (1992), la
denomina como actitud, creencia o valor. El valor es la convicción razonada y firme de
acciones que pueden ser buenos o malos.
Entenderemos los valores como convicciones profundas de los seres humanos que
determinan su manera de ser y que orientan su conducta. Son principalmente transmitidos
por la familia a través de sus integrantes, estos no solo lo hacen de manera directa, sino
también lo hacen inconscientemente y/o por imitación.
La transmisión de los valores empieza desde la familia, puesto que es la primera puesta en
práctica de las relaciones sociales. Dichos valores, definirán parte de nuestra identidad y
orientarán nuestras decisiones frente a los deseos e impulsos que se tienen. Los valores
giran en torno a la perfección de las actitudes del hombre, consigo mismo, con los demás,
con el conocimiento y con la naturaleza.
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protección, y que al formar parte de la estructura familiar, se convierten tanto en una
consecuencia como en un indicador de las relaciones dentro la familia.
Por esto hemos elegido algunos valores con sus respectivos antivalores, para describir los
que constituyen en mayor medida factores de riesgo y de protección. Estos se refieren
sobre todo a las actitudes propias del individuo consigo mismo y con los otros. Tomaremos
algunos valores de riesgo y de protección que menciona Cortina (2007) y otros planteados
por Sánchez J.C (2009) que considera esenciales para no caer en el consumo de SPA.
En primer lugar encontramos el cortoplacismo, entendido por Cortina (2007) como un valor
social impulsado por el sistema económico actual, pues en este se puede ver que al
postergar el pago, pasa a un primer lugar el presente, pues allí puedo disfrutar y más
adelante ya podré pagar en cómodos plazos. Así la responsabilidad y las consecuencias solo
se encuentran en un futuro que aún no nos afecta, por esto esta ideología de consumismo en
el presente, se convierte en un valor de riesgo, que le permite al consumidor pasarla bien
ahora sin importar las consecuencias a futuro. Este antivalor se opone al del meso y largo
placismo que, por exactamente lo contrario, nos permite valorar el esfuerzo en el presente y
vernos recompensados en el futuro por dicha conducta, convirtiéndose así en un factor de
protección.
En tercer lugar encontramos el valor definido por Sánchez, J.C. (2009) como capacitación.
Tiene por objetivo la adquisición de una mayor cantidad de destrezas y habilidades que
lograrán mejorar la calidad de vida. Este valor se opone al desinterés, el cual constituye un
factor de riesgo, al demostrar que el individuo no desea por sí mismo buscar una mejoría en
sus condiciones de vida, a través del desarrollo de nuevos conocimientos y destrezas.
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aceptados por el grupo”. Esto quiere decir que el individuo cede ante la presión social y no
es capaz de autoimponerse límites para cuidarse.
Otro valor que consideramos importante es el de las expresiones de afecto, que resultan un
indicador del tipo de relaciones que establece el individuo con los demás. El antivalor lo
denominamos como insensibilidad y el valor lo denomina Cortina (2007) como compasión.
Resalta la importancia de que el individuo reconozca que existen otros seres humanos que
viven en sociedad y que dependen el uno del otro para encontrar el bienestar. La autora lo
define como “padecer con otros en el sufrimiento y en la alegría” y se opone a la
insensibilidad porque no nos permite comprender al otro y ser justos.
Es importante agrupar los valores anteriormente mencionados en las actitudes de interés por
el conocimiento, autonomía y solidaridad, que son los pilares actitudinales del desarrollo de
los niños y adolescentes que se encuentran en el Instituto Alberto Merani (lugar en el que
parte esta investigación). En ese sentido el corto y largoplacismo, así como la autonomía y
el gregarismo, se encuentran en la actitud de autonomía, pues estos valores desarrollan la
capacidad de pensar, valorar y actuar por sí mismos. Por otro lado, la interioridad y la
exterioridad, como la capacitación y el desinterés, están encaminados hacia la promoción o
rechazo del interés por el conocimiento, es mediante estos valores que se llega a la
necesidad de hacerse preguntas y asombrarse ante aquello que rodea al sujeto, a interesarse
en los fenómenos de diversa índole que ocurren a su alrededor para llegar a reflexiones,
preguntas y nuevos conocimientos. Por último, los valores de solidaridad y compasión,
junto con sus respectivos anti-valores de individualismo e insensibilidad, están
encaminados a regir el marco valorativo de cada individuo, a preocuparse por los demás y
por su entorno, a la solidaridad. Estos valores son los que promueven la responsabilidad
social y la solidaridad.
Interacciones familiares
Así como decían Fairlie, A. &Frisancho, D. (1998) entre los miembros de la familia, a
través del tiempo, se va tejiendo una red interactiva que varía de una familia a otra. En esta
red se descubren elementos psicomotrices, perceptivos, verbales, no verbales, afectivos, de
aproximación, de distanciamiento, de integración, de desorganización y otros, los cuales,
pueden ser más simbólicos, otros más prácticos y otros más expresivos e instrumentales.
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Las interacciones son consideradas como las unidades del sistema de relaciones familiares.
Nagy y Tramo (1988), las ven como << una sucesión de acciones en la que participan dos
o más miembros de la familia, de carácter repetitivo, con algún grado de automatismo, y
que es empleada como parte de la función adaptativa del sistema familiar>>. Las
interacciones son entendidas como rasgos fácilmente localizables dentro del
comportamiento familiar, es decir, que se pueden observar, registrar y analizar durante la
actuación de los miembros de la familia.
Algunos de estos rasgos del conjunto familiar, cuando se presentan con una frecuencia
mayor, se vuelven “típicos” y forman parte de la caracterización de la configuración
familiar, adquieren así utilidad para definir y diferenciar a las familias entre sí.
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La primera de ellas es la coalición, el proceso en el cual dos personas actúan conjuntamente
contra una tercera, de forma directa o indirecta. La segunda se denomina chivo expiatorio,
en la cual el adolescente es quien acepta toda la culpa y en él recaen todos los ataques, todo
esto con el fin de que su familia no se disuelva. La tercera interacción de vinculación es la
pseudo-hostilidad, que consiste en la constante pelea entre los padres, en la cual el mayor
afectado es su hijo adolescente. Una cuarta interacción de vinculación es la del
distanciamiento fijo, en la cual los miembros de la familia no son capaces de aproximarse
emocionalmente, pero tampoco son capaces de separarse. La quinta y última interacción es
la de miembros desapegados, la cual tiene como característica esencial la carencia de
“unidad familiar por la incapacidad de los padres de suplir las necesidades de su hijo”
(Fairlie, A. &Frisancho, D. 1998. Pág., 33).
Para esta investigación, debido a la complejidad para percibir todos los tipos de
interacciones psíquicas que proponen Fairlie y Frisancho (1997), se decidió tomar en
cuenta solo cinco: el primer tipo de interacción abarca tres categorías distintas que tienen
que ver con la modificabilidad que puede tener en el hijo, las actitudes de algunos
miembros: proyección familiar, complementariedad patológica de necesidades, e inducción
de ansiedad. La primera categoría es cuando los padres sienten demasiada preocupación
por la salud del hijo, y esto hace que agranden y centren su atención en las incapacidades,
defectos y fracasos. A largo plazo, esto puede causar que el hijo interiorice las dificultades
que resaltan los padres, de manera que crea que hacen parte importante de su personalidad
y debe corregirlas o mantenerlas para “satisfacerlos”. La segunda, es similar a la
proyección familiar, con la diferencia que, dentro de esta interacción, los padres tienen una
influencia en el hijo y este busca llenar las expectativas adoptando lo que los padres aspiran
como su propia identidad, más no desarrollan una aparte de su familia. La tercera, es muy
similar a la primera, con la diferencia que no se origina por una preocupación
desproporcionada de los padres, si no de la ansiedad interior de un pariente, que por medio
del reconocimiento de las “debilidades” o defectos del otro, las transmite.
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demostrar los valores que supone tener y en la mayoría de los casos culpa a los otros
miembros de desconsideración.
Sustancias Psicoactivas
En primer lugar, se encuentran las sustancias utilizadas como medicación, que tienen la
característica de aliviar el dolor, ayudar al sueño, a la lucidez o a desórdenes de estado de
ánimo. Estas sustancias por lo general son suministradas por prescripción médica, un
ejemplo de una SPA dentro de esta categoría es el estimulante metilfenidato, el cual es
utilizado para tratar trastornos de déficit de atención con hiperactividad en la infancia.
En segundo lugar se encuentran las SPA de estatus ilegal o ilícito: estas sustancias son el
foco de la presente investigación. Dentro de esta categoría se encuentran las sustancias
difundidas en numerosas sociedades, utilizadas primordialmente por adultos y jóvenes,
gracias a los múltiples beneficios que aparentan transmitirle al individuo (aceptación
social, placer, distracción, diversión, entre otras cosas). “La mayoría de los países se han
comprometido a considerar como ilegal el comercio y uso no médico de los opiáceos,
cannabis, alucinógenos, cocaína y muchos otros estimulantes, al igual que de los
hipnóticos y sedantes. Además de esta lista, los países o jurisdicciones locales en muchas
ocasiones añaden sus propias sustancias prohibidas, por ejemplo bebidas alcohólicas y
varios inhalantes.”(OMS, 2007, Pág. 123)
Por último están las SPA con estatus lícito. Son las sustancias que tienen leves efectos
sobre el sistema nervioso central y por lo general son las más comunes y utilizadas por toda
la población mundial. Dentro de esta categoría se encuentra el alcohol, la nicotina, el café y
el té.
Abuso-Adicción
A la adicción se llega por medio de tres fases que se presentan de manera gradual según los
criterios de la Fundación Prever (2010):
25
dolor, búsqueda de experiencias nuevas, curiosidad, deseo de olvidar problemas o
relajarse). En esta etapa es en la cual los problemas de prevención intentan
enfatizar, pues a partir de esta se desatan las otras dos, y, entre más se deje avanzar
el individuo a través de las fases, es más difícil la rehabilitación en contra de la
dependencia.
Cuando tratamos de buscar la causa última del consumo de drogas, encontramos que es
imposible de definir, por ello los investigadores crearon el término de “factores de riesgo y
de protección”, los cuales se refieren a contextos de riesgo o protección que cuando están
presentes pueden aumentar o disminuir, respectivamente, el consumo y dependencia de
drogas.
Así como afirmaba Sánchez, J.C. (2009). “El estudio de los factores de riesgo (…) permite
delimitar tanto los hechos como las diferentes circunstancias o elementos con alta
probabilidad de ser asociados con el consumo de sustancias nocivas.” (Pág. 62) Hay que
aclarar que no se puede demostrar una causalidad directa con los factores de riesgo y el
consumo, pero se ha podido comprobar que la confluencia de una serie de elementos y de
situaciones de riesgo que generan un tipo de “vulnerabilidad”, pueden generar una
predisposición favorable hacia el consumo.
Los elementos que componen a ambos tipos de factores se presentan a manera de “red”
pues interactúan y se complementan. Pero esto no quiere decir que a mayor número de
factores de protección, no exista un consumo de sustancias, y que a mayor número de
factores de riesgo necesariamente haya consumo. Es evidente que existen diversas
situaciones en los cuales es inevitable el encuentro con situaciones “peligrosas” pero para
26
que constituyan un factor de riesgo para el individuo depende completamente de su
formación.
Por otro lado los factores de protección, son aquellos que se oponen a los de riesgo y se
podrían definir como algunos contextos, condiciones y/o características individuales que
reducen o atenúan las probabilidades de uso o abuso de las drogas.
Rehabilitación De Drogas
27
Diseño Metodológico
Tipo de investigación
Fases
1) La primera fase está dirigida a entrevistas con psicólogos del ICBF que tiene un
acercamiento más personal con las niñas con las que trabajara esta investigación. Ellos nos
ayudarán a conocerlas y entender mejor su contexto pues estos psicólogos las han
acompañado durante todo el proceso de rehabilitación.
28
subcategorías que se refieren a una interacción: vinculación familiar, comunicación familiar
y psiquis.
Muestra
La muestra está conformada por 10 niñas de edades entre 11 y 17 años, con niveles socio-
económicos variados aunque similares, pues la mayoría se encuentran en estratos uno, dos
y tres. Todas ellas están en proceso de rehabilitación en la fundación semillas de amor del
ICBF y todas antes de entrar a la institución estaban en fase dos o tres de consumo.
Las sustancias consumidas por esta población varían entre pegante, marihuana, bazuco,
cocaína, heroína y todos los posibles derivados de la heroína.
Instrumento
Para esta investigación no se aplicará un instrumento filtro, puesto que la población ya está
definida y enmarcada dentro de un proceso de recuperación en una fundación encargada de
dar el tratamiento terapéutico. Estos sujetos cumplen con el perfil buscado por la
investigación: adolescentes, menores de edad, pertenecientes a población vulnerable.
Entrevista Semi-estructurada
29
su crecimiento. Esta entrevista se realizará a un total de 10 adolescentes de la Fundación
Semillas de Amor en procesos de rehabilitación.
Variables
Contexto Familiar
Adolescencia de la participante
Comunicación
Intrafamiliar Valores familiares
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Análisis de resultados
Participante #1
Nombre: Lina
Edad: 14 años
Consumidora de: Pegante y bazuco, en Fase 3
Estructura Familiar
Lina creció en compañía de su madre, su padrastro y sus dos medio hermanos, estos
últimos fueron con quienes más convivió durante su infancia. Los hermanos fueron las
personas con las que Lina más compartió y aprendió, por lo que ella los ve como un
modelo a seguir. Los hermanos, con 8 y 13 años de edad, también cayeron en la adicción,
dicha situación hizo más estrecha la relación entre los tres. Cuando tenía 7 años, Lina, tuvo
que enfrentar una situación particular, para la cual ningún niño normal a esa edad debe estar
preparado: su padrastro era consumidor de sustancias psicoactivas y un día que se
encontraba bajo el efecto de estas, la obligó a consumir. Este hecho cambió su vida para
siempre, pues desde ese momento ella empezó a consumir de forma habitual.
El motivo por el cual Lina se fue de la casa, era porque ella se veía y se sentía como una
consumidora de la calle y pensaba que debía ser igual a su tío, quien era un habitante de la
calle y un consumidor de SPA ilícitas. En este sentido Sáenz, M.A. (2003) caracteriza los
modelos adictivos dentro de la familia como un factor de riesgo. Por esto, podemos decir
que Lina creció rodeada de “modelos adictivos” (el tío, los hermanos, el padrastro), a los
que inconsciente o conscientemente siguió.
La única persona dentro de su grupo familiar que no hacía parte del modelo adictivo era su
madre, pero Lina sentía que ella no cumplía su rol como le hubiera gustado. Lina siente
que a su madre le importan otras cosas por encima de la familia. De hecho, cuando Lina se
fue de la casa a vivir en la calle, su madre no manifestó preocupación o le demostró la
suficiente importancia para que retornara a su hogar. Por otro lado, su padre biológico
nunca vivió con ella, y por ende, la figura paterna era el padrastro. Con él, la relación era
agresiva y superficial, pues por un lado no cumplía su “deber” como padre, y por el otro, la
trataba muy mal, hasta el punto de obligarla a consumir.
El estilo de autoridad en el que Lina se crió con sus padres era de tipo abandónico, pues
estos la mayor parte del tiempo no se encontraban en la casa, de manera que nunca
31
establecieron límites claros sobre los derechos y deberes que le correspondían a sus hijos.
Un ejemplo de lo anterior, es el hecho de que no se enteraron del consumo habitual de Lina
hasta que ésta cumplió los 12 años, a pesar de que ella empezó con dichas prácticas a los 7
años de edad.
Por otra parte, Lina no pensaba en los demás, ni en el bienestar de las personas a su
alrededor, solo en el de ella y por eso se ve reflejado el valor de individualismo y de la
insensibilidad como partes clave en su vida., ambos valores fueron característicos de todos
los miembros de su familia entre ellos y con los demás por lo cual es probable que ella
adoptara dichas actitudes al ser lo que más conocía al relacionarse con otras personas. Por
último, tenía muy marcado el valor del cortoplacismo, solo pensaba en el presente, no
pensaba en lo que fuera a pasar a futuro y en parte puede deberse a que inició el consumo
cuando tenía tan solo 7 años. Sin embargo, nunca se preocupó por algo diferente a lo que
pasaba el día que lo estaba viviendo.
Interacciones Familiares
La comunicación intrafamiliar solía ser ofensiva y evitativa. Ofensiva porque los pocos
momentos que compartían entre los miembros de la familia, generalmente eran discusiones
que significaban una agresión entre ellos. Evitativa, porque las conversaciones entre los
integrantes solían ser sobre temas banales, que a la vez, denotaban una relación
instrumental. La comunicación era predominantemente evitativa y en general la actitud era
de resignación por parte de los padres hacia los hijos y viceversa, por no tratar de conocerse
más a profundidad e involucrarse como una unidad familiar y no actuando como un
conjunto de personas que apenas se conocen.
Al tratarse de una familia donde predominan las relaciones instrumentales, los vínculos
familiares no se establecen de manera clara, por lo tanto, en el caso de esta familia, no se
puede establecer una verdadera creación de vínculos intergeneracionales sino que se dan
entre pares. Los vínculos que genera Lina en su familia se concentran mayoritariamente en
32
sus hermanos, y a la vez algunos se desplazan al ámbito social, es decir a las amistades que
creó durante los años que se ausentó de su casa.
Interpretación
Estructura Familiar
Interacciones Familiares
33
Participante #2
Nombre: Diana
Edad: 17 años
Consumidora de: Pegante, bazuco y marihuana, en Fase 3.
Estructura Familiar
Diana vivió durante su infancia con su madre, su padrastro y sus tres hermanos, nunca
conoció a su padre biológico, pues este fue asesinado cuando ella era muy pequeña. La
relación de Diana con sus padres (su madre y su padrastro) era agresiva, pues lo más común
dentro del ambiente familiar, era que corregían a Diana y sus hermanos por medio de
gritos, “madrazos” y golpes. Aunque durante sus primeros años de vida tenía una buena
relación con sus hermanos, estos poco a poco se empezaron a irse de la casa, a pesar de ser
todavía menores de edad, lo cual llevó a una gradual desintegración de su hogar.
Diana vivió distintos acontecimientos violentos durante su infancia. A los siete años, su
padrastro abusó sexualmente de ella y su madre nunca le creyó. Este hecho, sumado al
abandono de sus hermanos, la agresividad de su madre y el contexto en el cual estaba
inmersa, ligado a un nivel económico bajo y una figura paternal (padrastro) que bebía
alcohol con frecuencia, (en concordancia con Ramírez Ruiz y Andrade), constituyen uno de
los principales factores de riesgo para el consumo en adolescentes.
Por último el abuso sexual que sufrió Diana puede ser determinante. Según el estudio de
Kilpatrick (citado por Sáenz), con una muestra de 2000 mujeres, concluyó que la historia de
la violencia doméstica puede ser mucho más significativa que la historia familiar en la
predicción del abuso de sustancias. Es probable que estas situaciones generaron en Diana
muchas preocupaciones que según ella, y argumentado por los anteriores autores, la
llevaron a consumir SPA.
Una vez empezó a consumir, el dinero que podía conseguir lo invertía en SPA y si no
disponía de esos recursos, su opción para conseguirlos era robar. Hubo diversas situaciones
que marcaron su vida, como el asesinato de su madre y las constantes amenazas de un
grupo paramilitar a su familia. Estas situaciones hicieron que ella empezara a buscar las
drogas para calmar su ansiedad. Entre más situaciones difíciles pasaba, empezó a buscar
sustancias más fuertes, pasando por el pegante, la marihuana y el bazuco, alejándola cada
vez más de su casa, de sus familiares y entrando así a la fase 3 de consumo.
Diana veía a su madre como una persona agresiva puesto que durante toda su vida fue
agredida física y verbalmente por ella, hecho que la hacía sentir triste, pero aun así ella no
le decía nada. Según Barbero y Lovelady, estas expresiones directas de rabia producen en el
hijo sentimientos de ansiedad, depresión y frustración. A pesar del trato agresivo, Diana
siente que su madre se preocupaba por ella y que por esto cumplía su rol como madre. Las
agresiones no impedían que entre ellas tuvieran muestras de cariño, se daban regalos en las
navidades y compartían mucho tiempo juntas. Jugaban a distintas cosas y siempre había
34
preocupación por parte de la madre porque Diana cumpliera con el colegio, con sus
responsabilidades y pudiera llegar a ser una buena persona.
El padrastro de Diana siempre fue una persona muy agresiva, la trataba mal y nunca existió
confianza entre los dos, además de esto, tenía una adicción al alcohol que empeoraba el
ambiente familiar. El abuso sexual que sufrió por parte de él y el hecho de que no tuviera
ningún tratamiento de recuperación por un trauma sexual, hizo que ella quedara con un
gran resentimiento hacia el padrastro.
En términos generales la relación de Diana con su familia, era una relación agresiva en
donde no existía diálogo ni confianza entre sus miembros, no había límites y reglas claras
referentes a lo que se podía y no se podía hacer. La madre siempre fue la figura de
autoridad pero debido a su trato cargado de agresividad, no hubo confianza entre ella y sus
hijos. El padrastro pocas veces se encontraba en la casa, cuando estaba, por lo general era
en un estado de embriaguez, lo cual lo hacía más agresivo. Esto refleja un estilo de
autoridad ambivalente en el cual existe tanto un estilo autoritario como abandónico.
En cuanto a los valores relacionados con otras personas, Diana demostraba una
insensibilidad de la cual no comprendía el origen. Comportamientos como cortarle el pelo a
sus compañeras de colegio, robar lápices y cuadernos, arrastrar a compañeros al consumo,
era algo que ella hacía frecuentemente. De esta manera, debido a sus dificultades, ella era
incapaz de ponerse en los zapatos de las otras personas, lo cual también demuestra un
comportamiento individualista en el cual podemos ver que la búsqueda de estímulos es
puramente interior. Tanto la insensibilidad como el individualismo son valores que se veían
reflejados en la actitud de sus hermanos al irse de la casa y de su madre al no prestarle la
atención que se merece.
Así mismo, vemos una falta de criterio o de autonomía atribuible a la familia puesto que
ella manifiesta que antes de que consumiera tenía una percepción del consumo como algo
“bonito”, pues le impresionaba ver a la gente consumir y las reacciones que tenían ante eso.
La curiosidad era significativa, y esto hizo que en el momento en el que se sintiera
angustiada acudiera a las drogas. Ella no se cuestionaba sobre las posibles consecuencias y
esto es debido a una falta de diálogo con sus padres acerca de las SPA, lo cual demuestra a
la vez una falta de visión a largo plazo. Por último frente a la capacitación vemos que Diana
no buscaba actividades que la llevaran a tener una mejor calidad de vida, pues estaba
sumida en las actividades del presente y no pensaba en su futuro lo cual demuestra un
desinterés.
Interacciones Familiares
Dentro de la familia de Diana, existe una falta de atención selectiva y una inducción de
ansiedad. Por un lado, porque durante su crecimiento, no contaba con una figura paternal y
maternal que le brindara protección estableciéndole ciertos límites de manera clara. Por
otro, la madre de Diana, al intentar corregirla con prácticas punitivas sobre cada
“equivocación” que cometía, le resaltaba sus debilidades.
35
La comunicación que existía dentro de la familia por lo general era agresiva en su forma y
en el mensaje. Con la madre las agresiones también se daban a nivel verbal, pues el
lenguaje común utilizado por ella incluía groserías e insultos. Con su padre por la misma
relación agresiva, la comunicación tampoco era asertiva. En cuanto al contenido de los
mensajes que comunicaban, generalmente nunca se trataba de reflexiones ni consejos, sino
de críticas y discusiones que normalmente terminaban en agresiones físicas que
deterioraban la confianza y la unión familiar. Diana explicaba que por el modo en el que
fue criada, nunca le enseñaron a analizar sus errores y repararlos. La comunicación no
verbal que existía entre ella y su madre generalmente reflejaba una comunicación
paradójica pues los mensajes se contradicen a distintos niveles, en este caso se contradicen
el no verbal con el verbal, pues su madre tenía acciones que demostraban afecto, contrario a
lo que expresaba en sus mensajes.
En cuanto a las interacciones de vinculación, existen dos que se presentan en esta familia.
Por un lado la pseudo-hostilidad, que como la define Fairlie, A. &Frisancho, D. (1998)
consiste en la constante pelea entre los padres, en la cual el mayor afectado es su hijo
adolescente. Las peleas entre sus padres, que en algunas ocasiones llegaban a la agresión y
amenaza física, generaron en Diana comportamientos internalizantes. La otra interacción
que se presenta claramente en esta familia es la de distanciamiento fijo, en la cual, los
miembros de la familia no son capaces de aproximarse emocionalmente pero tampoco
pueden separarse, rara vez había expresiones de afecto en la familia, sin embargo, Diana
nunca se fue de la casa, y era muy apegada a su madre.
Interpretación
Estructura:
1. El estilo de autoridad al que estaba sometida Diana era permisivo, los límites dentro
de la familia no eran claros para ninguno de los hijos.
2. La mayoría de las veces, la relación madre-hija y padre-hija era agresiva, pues la
forma de corregir los “errores” de los hijos era por medio de prácticas punitivas.
3. La combinación de distintos eventos traumáticos que sucedieron en la infancia de
Diana, le produjeron una ansiedad que ella no podía manejar, lo que constituye un
factor de riesgo para mantenerse en el consumo que empezó por una curiosidad
propia y se volvió habitual al brindarle la tranquilidad que ella no encontraba en su
vida diaria.
4. Diana, no desarrolló la capacidad de ponerse en los zapatos de los demás, lo cual
hizo que en ella se interiorizara el valor de la insensibilidad y del individualismo.
Interacciones
36
2. La comunicación paradójica, junto con una comunicación esencialmente ofensiva,
genera en Diana una inseguridad y creciente desconfianza en su familia, pues al no
saber a qué atenerse con sus parientes, se siente angustiada, convirtiendo esta
situación en un factor de riesgo para que llegue al consumo de SPA.
3. Las interacciones de pseudo-hostilidad y distanciamiento fijo, generaron en Diana
comportamientos internalizantes que la hicieron vulnerable al consumo de SPA.
Participante #3
Nombre: Jessica
Edad: 15 años
Consumidora de: Bazuco, pegante y marihuana sintética, en Fase 3
Estructura Familiar
Jessica hacía parte de una familia constituida por su padre, su madre, y dos hermanos
menores, de dos y seis años respectivamente. Cuando Jessica cumplió la edad de 10 años,
su padre engañó a su madre con otra mujer, lo cual ocasionó su separación. Jessica se
deprimió mucho y acudió a las drogas como medio para escapar de dichos sentimientos.
Luego de la separación, Jessica se fue a vivir con su padre, el cual ignoraba por completo
las prácticas que su hija estaba adoptando. Jessica entró a la fase tres de consumo y llegó a
un punto donde drogas como el pegante y la marihuana generaron que su apariencia física
empezara a cambiar drásticamente. Aunque el padre nunca se dio cuenta de lo que ella
estaba haciendo, la regañaba fuertemente por cómo se vestía y por los amigos con los que
se juntaba. Le decía que sus amigos eran una mala influencia, pero así como ella misma lo
manifiesta, ya era muy tarde para hacerla caer en cuenta de eso. La madre se dio cuenta del
cambio físico de Jessica (aunque no de su consumo), por lo que decidió llevársela a vivir
con ella, no obstante Jessica siguió consumiendo.
A los tres años, los padres de Jessica volvieron a establecerse como pareja. En ese
momento Jessica ya se encontraba en la fase 3 del consumo, pues toda su vida giraba en
torno a las drogas y sufría de una dependencia mental y física. No se sentía feliz ni
satisfecha cuando no consumía, el tiempo que compartía con su familia no le producía la
misma sensación de felicidad que la de unos años atrás. Ella misma reconoce y comprobó
que la separación de sus padres se había convertido en una excusa para consumir.
Se retiró del colegio y sus padres no dijeron nada al respecto. Además de la relación
superficial que entablaba con ellos, tenía un estilo de vida en el cual le permitían hacer lo
que ella quisiera, no tenía ningún tipo de límites debido a que sus padres estaban
concentrados en otros asuntos, como lo es el trabajo (la mayor parte del día se encontraban
laborando). Casi no tenían tiempos de diálogo ni compartían otro tipo de espacios
familiares, por esto entendemos que el estilo de autoridad que existía era permisivo.
37
Ella describe la relación con su madre como contradictoria pues la madre sentía mucha
confianza mientras que Jessica no. A pesar de que Jessica era muy seca (al igual que su
padre), nunca fue una relación conflictiva. Ella creía que tenía que resolver sus problemas
sola, porque consideraba que era la única a la que le importaban, además de que guardaba
un temor a ser juzgada por sus padres.
Por otro lado, la relación con su padre era de carácter periférico. Jessica y su padre nunca
hablaban de asuntos personales o de un tema específico durante un largo tiempo. La
relación era eminentemente instrumental, no obstante Jessica manifiesta mucho cariño por
él.
Entre los valores internos que Jessica presenta, existen varios que son de protección pues al
igual que sus padres, era muy responsable y demostraba estar interesada por aprender,
reconocía la importancia del largoplacismo y de la capacitación, pues las condiciones de
vida que tenían sus padres eran bastante humildes y ellos le enseñaron a cuidar lo que tenía
y a reconocer el esfuerzo que se encuentra detrás de la satisfacción.
Interacciones familiares
Así como decían Fairlie, A. &Frisancho, D. (1998) el tipo de mensajes que se daban eran
contradictorios, su padre quería que hiciera lo que él decía pero que no siguiera sus pasos,
38
en el caso específico, el padre tenía una conducta adictiva con las apuestas y el juego, pero
no deseaba que su hija la tuviera, pues sabía que le había acarreado problemas con su
familia. A la vez él le aconsejaba que lo siguiera en algunas otras conductas que para el
eran importantes en una persona, como la frialdad con las emociones, que al final su hija
tomó en cuenta y aplicó a su vida.
La historia de Jessica y la forma en que lo expresa permite concluir que como los padres no
le dieron tiempo suficiente o estaban juntos solo para hablar de temas superficiales,
monótonos, más no de los problemas o los temas que le preocupaban a ella, ocasionó que
no sintiera apoyo y que a sus padres no les interesara lo que a ella le pasaba, pues la veían
demasiado alejada y no encontraban motivo por el cual acercarse.
Interpretación
Estructura:
Interacciones
39
3. Las frecuentes peleas de sus padres y la poca importancia que le daban a Jessica,
generaron interacciones de distanciamiento fijo y pseudo-hostilidad que pudieron
haber agravado su posibilidad de entrar en el consumo de SPA.
Participante #4
Nombre: Erika
Edad: 16
Consumidora de: Marihuana, Fase 2.
Estructura Familiar
Erika nunca tuvo un hogar estable y permanente. Desde que tenía dos años empezó vivir en
distintas instituciones del Bienestar Familiar y casas de sus familiares. A la edad de 7 años
se fue de la casa y debido a esa curiosidad que tenía por probar SPA, sumado al hecho de
que su madre estaba relacionada con ese ambiente, consumió drogas por primera vez.
Dentro de las relaciones importantes que existían en la vida de Erika ajenas a su familia
encontramos a su novio. Este tuvo problemas con un grupo de otros adolescentes y por esto
ella sospecha que ellos lo asesinaron. Este evento ocurrió mientras ellos se encontraban
sentados en una banca de un parque que daba hacia una calle cercana a la casa donde ella
vivía, una tarde se les acerco una camioneta desde la cual le dispararon a él mientras se
encontraban sentados, aunque ella trató de llevarlo al hospital, el no sobrevivió. Posterior a
la muerte de él, ella relata que se sumió en una depresión de la cual solo sus amigos la
ayudaron a salir y que a la vez fue una época en la cual se acentuó su consumo, pues
lograba calmar la ansiedad de este traumático hecho.
La relación que llevaba con su madre era esencialmente instrumental e indiferente. Erika
afirma que su madre nunca cumplió un papel maternal integral, pues se limitaba a darle
dinero y prácticamente a “comprar” su cariño a través de los regalos materiales, pero jamás
le demostró cariño físico o le enseño que merecía el amor de las personas. Esta relación no
cumple con las características de una relación familiar, sino de “conocidos” en la que
existen lazos profundos de confianza y afecto.
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La relación que llevaba con sus dos hermanas era igualmente distante, pues Erika no sentía
que ellas fueran sus verdaderas hermanas, no sentía confianza con ellas y creía que era su
obligación salir con ellas y de vez en cuando compartir algunas experiencias. En realidad
en ellas no ve a su familia.
Una de las personas más importantes en su vida es su hermano menor. Fue la persona que
más la apoyó en los momentos difíciles que ha tenido que afrontar, y aunque por distintos
motivos de cambios de instituciones se han reunido poco en los últimos años. Esta es la
relación más sincera y profunda para ella, pues siente confianza para expresarse con él,
cosa que no le sucede con nadie más en su familia. Manifiesta preocuparse por él y además
es una persona dentro de su familia biológica a la que le demuestra afecto. Erika admira la
capacidad del hermano para perdonar a otros y la incondicionalidad con la que actúa.
Por último, otra de las personas más importantes en su vida es su abuela materna, ella es
quien la crió y es otra de las personas a las que es capaz de expresarle afecto. Aunque en
ella tiene confianza, no le compartía las cosas que hacía o pensaba pues le preocupaba
decepcionarla. La abuela rechazaba el consumo y le preocupaba que su nieta estuviera
adquiriendo dichas prácticas. Erika describe que su abuela ha sido para ella como una
madre y como una amiga, pues aunque se preocupaba por darle consejos y por ser
incondicional, al mismo tiempo le enseñó sobre la vida, y se convirtió en una motivación
para salir del consumo.
El estilo de autoridad era tanto abandónico como permisivo, pues tenía una madre
complaciente que no era capaz o no le importaba ponerle límites. Erika nunca tuvo la
obligación de cumplir con unas normas, lo que hizo que se acostumbrara a vivir con
completa libertad para decidir qué hacer con su vida. Esta falta de monitoreo, según Stattin
y Kerr (2000) genera comportamientos externalizantes, como una conducta de ruptura de
reglas. Esto se hizo evidente cuando vivió con su abuela, pues ella le empezó a establecer
límites, pero Erika se escapaba y era solo ese cariño que le tenía a su abuela lo que la hacía
hacerle caso de vez en cuando. El hecho de cambiar tanto de instituciones en las cuales
vivía causó que nunca fuese capaz de adaptarse a las normas.
En cuanto a los valores que su familia le transmitía, se encuentra la autonomía. Erika sabe
que la rigidez fue clave para que su madre, aunque desde el negocio “equivocado”,
consiguiera lo necesario para poder sobrevivir, pero al mismo tiempo el tipo de trabajo le
enseñó sobre cómo racionar los recursos, pero de manera impulsiva (en los que se reflejan
valores como el cortoplacismo y el consumo irresponsable), por ejemplo esto se puede ver
en las prácticas de su madre al tener una gran disponibilidad de dinero, lo que le permitió
tener lo que quisiera en cualquier momento. En cuanto a la responsabilidad y el gusto por
conocer y aprender, vemos que la falta de un estilo de autoridad en su vida, la lleva a tener
un desinterés por los quehaceres del hogar en el día a día.
41
tuviera que relacionarse con nadie, pues ella no era agresiva sino sumisa e insensible. Este
mismo estilo de independencia también la llevaba a ser poco servicial y solidaria, pero le
permitió aprender a hacer cosas por sí misma y nunca dejarse llevar por los demás. Por otro
lado, ella habla sobre sus padrinos como personas competitivas y que se creían mejor que
los demás reforzando sus sentimientos poco compasivos y alejándola cada vez más de las
personas.
Interacciones Familiares
Interpretación
Estructura
42
4. Erika no tuvo nunca una figura de autoridad ni un modelo a seguir que guiara su
desarrollo, esto hizo que al estar expuesta a la vida social sin un ejemplo al cual
seguir, se dejara guiar por distintos estímulos sin saber si le traían algo bueno o
malo para su vida.
5. La madre de Erika se movía en un ambiente donde tenía contacto con gente adicta,
por esta razón, Erika tuvo contacto con el mundo de las drogas desde temprana
edad.
Interacciones
Participante #5
Nombre: Paulina
Edad: 15
Consumidora de: Marihuana y pegante, Fase 2
Estructura Familiar
En un momento de su vida, Paulina se fue a vivir a otra ciudad, según ella porque llego un
momento en el cual la madre se “desencantó” de ella y la llevó a vivir a donde una tía en
esa ciudad. Estando allí, Paulina se dio cuenta de que la tía le daba mucha libertad, casi no
se preocupaba si iba al colegio o hasta que hora salía, las amistades con las que se juntaba,
o las actividades que frecuentaba. Debido a esa libertad, Paulina tuvo la oportunidad de
probar SPA, y en ese periodo fue donde poco a poco entró a la fase 2 del consumo.
Paulina y su madre mantenían una relación muy conflictiva. La madre y su hermano solían
ser muy groseros con ella, esto ocasionó que Paulina desarrollara un disgusto por hablar
con ella, pues se sentía maltratada. También atribuye el hecho de su rebeldía al disgusto
que tenía por esa relación. La visión que tiene Paulina de su madre es la de una persona con
un carácter fuerte y eso le producía mucho miedo, más no respeto. Paulina nunca se había
43
revelado contra su madre o le había dicho como se sentía, sin embargo, al consumir SPA,
Paulina se sentía con la libertad de poder contestarle a su madre frente a los regaños y
límites que esta le ponía.
Paulina era muy unida a su hermano, a pesar de que él le pegaba ocasionalmente, ella
expresa un gran cariño por él, y recuerda con melancolía los buenos momentos que pasaba
con él.
En la historia de Paulina se presentan dos estilos de autoridad, por un lado, la madre que era
autoritaria con prácticas punitivas para corregir a sus hijos, a pesar de que trabajaba mucho
y esto no le permitía establecer los límites necesarios dentro del hogar. Por otro lado, su
periodo de vida en otra ciudad, denota que Paulina estuvo sometida a un estilo de autoridad
permisivo debido a la falta de atención por parte de su tía.
El caso de Paulina demuestra una transmisión por parte de la familia del valor denominado
por Adela Cortina como gregarismo. Diversos acontecimientos como aquel en el que se
prostituyo con el fin de demostrarle a su novio y sus amigos que podía conseguir las cosas
por sí misma, también demuestra la búsqueda de actividades que la llevaran a “progresar”
al menos en el ámbito económico y a ser más independiente, esto se puede interpretar como
capacitación. A la vez esta actitud fue algo intento imitar de su madre, pues sacrificaba un
poco de su bienestar para buscar una estabilidad económica. Ella no quería tener que
depender de lo que robaba el novio, lo que evidencia la necesidad de Paulina de hacer parte
de un grupo social a como diera lugar, lo cual demuestra también una falta de criterio y una
búsqueda de estímulos plenamente externa.
Por otro lado ese gregarismo, y la forma como lo manifestaba, denotaba un valor opuesto a
la protección de ella misma, puesto que el prostituirse y robar por ser aceptada dentro de un
grupo social, demuestra una “incapacidad” para ponerse límites a ella misma. Esto también
evidencia que no existía un cuidado propio pues el tipo de control que ejercía su madre la
hizo rechazar el buen trato consigo misma, esto también sucedía con otro tipo de conductas
como la forma de utilizar los recursos (expresada a través del valor de cortoplacismo, así
como el hecho de no ser servicial y ayudar en su casa de manera voluntaria. Por otro lado el
afecto es resaltado por ella como una carencia pues su familia nunca le enseño a expresar ni
a recibir afecto, por lo que ella se siente más identificada con la insensibilidad como valor.
Interacciones Familiares
Dentro de la familia de Paulina existen tres tipos de interacciones psíquicas. Por un lado, se
encuentra la “lucha por la identidad”, en la cual Paulina se sentía como una persona
sometida a los regaños de su madre e insultos de su hermano. Esto propicia el hecho de que
44
acudiera a las SPA, donde podía encontrar libertad para reclamar reconocimiento. Por otro
lado, dentro de la familia de Paulina se presenta la “falta de atención selectiva” puesto que
Paulina manifiesta la necesidad de tener una figura paternal, y aunque esto no es
directamente culpa de la madre, la actitud de ésta era evadir el tema ignorando la necesidad
que sus hijos estaban reclamando por medio de sus comportamientos internalizantes y
externalizantes. Así mismo, la madre no compartía tiempo ni establecía diálogos con sus
hijos. Esta necesidad de un modelo a seguir que demuestre preocupación de manera
asertiva, nunca fue percibida desde el punto de vista de Paulina. Por último, la actitud de su
hermano y madre, al “menospreciar” o resaltar lo que no les gustaba de los
comportamientos de Paulina, es una situación que se sintoniza con la “inducción de
ansiedad”.
La comunicación de la familia era de tipo ofensiva, el trato que había entre todos los
miembros era agresivo y grosero, esto generaba el daño psicológico de Paulina que
posteriormente pudo ser un factor que la llevo a consumir. Su madre era muy grosera y se
comunicaba de forma agresiva, por otra parte, su hermano la maltrataba verbalmente
diciéndole que era incapaz de hacer determinadas cosas.
Interpretación
Estructura Familiar
1. Paulina creció dentro de una dinámica familiar con un trato agresivo la mayor parte
del tiempo.
2. La madre de Paulina trabajaba excesivamente, y eso impedía que pudiera estar cerca
de sus hijos monitoreando que cumplieran las reglas que ella les imponía, así como
determinando las consecuencias necesarias en caso de que las transgredieran. Por lo
tanto, el estilo también era permisivo.
3. Mientras que el padre de Paulina era abandónico, el hermano y la madre entablaban
una relación te tipo agresivo.
4. El tipo de valores que le fueron transmitidos a través de su familia, como lo es el
gregarismo, pueden ser producto de las relaciones agresivas que existían en la allí.
Cuando no existe una relación de confianza entre los miembros familiares, los lazos
afectivos tienden a trasladarse a otros contextos y como en estos no existe una
garantía de la permanencia de las relaciones, el individuo se enajena para poder
cumplir las demandas de su grupo social.
5. Paulina durante su infancia vio cómo su hermano se convertía en adicto mientras le
reprochaba su incapacidad para arriesgarse a hacer cosas.
45
Interacciones Familiares
Participante #6
Nombre: Esmeralda
Edad: 14 años
Consumidora de: Marihuana, Fase 2
Estructura Familiar
Esmeralda ha vivido a lo largo de su vida con su madre, su padrastro y sus tres medio
hermanos. Su padre, vivía en otra ciudad con su abuela paterna y una prima.
Esmeralda tenía pocas reglas en su casa. Sus padres no le ponían ningún tipo de límite, no
conocían las personas con las que ella se juntaba, los lugares que frecuentaba o lo que le
gustaba hacer. Ella manifiesta que le gusta experimentar y conocer nuevas vivencias, no
sabe decir “no” en los momentos en los que la invitan a salir y le ofrecen drogas, alcohol y
cigarrillo. Ella creía que el deseo de experimentar nuevas cosas la iba a satisfacer si acudía
a todos los lugares que la invitaban y probaba todo lo que le ofrecían. Esta filosofía de vida
fue fuertemente influyente para que ella probara por primera vez (luego de pasar por el
cigarrillo y el alcohol) la marihuana cuando tenía 13 años de edad, a pesar de que ella
acudió a las drogas por probar algo nuevo, manifiesta que volvía a consumirlas, sobretodo,
cuando se sentía frustrada.
Su madre, al darse cuenta de que su hija salía frecuentemente y que cuando le era negado
un permiso, aun así encontraba los medios para poder salir con sus amigos, tomó la
decisión de que se fuera a vivir con el padre. Con su padre la situación no cambió, él
trabajaba mucho y eso le impedía compartir tiempo con ella. La abuela no le ponía ningún
tipo de límite y ella consiguió nuevos amigos y siguió con las mismas prácticas del anterior
lugar donde vivía, es decir salir habitualmente a consumir SPA. Ella estaba en fase 2 de
consumo. Estas situaciones corresponden a un estilo de autoridad permisivo, pues no había
una claridad en los límites y si los pocos que existían eran transgredidos no había
consecuencias significativas.
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La relación que Esmeralda mantenía con su madre era de carácter instrumental, pues ella
expresa no haber tenido en ningún momento confianza con ella, sentía que todo el tiempo la
regañaba y eso hacía que se alejara cada vez más. Por otro lado, su padrastro, cuando
Esmeralda cumplió los 12 años aproximadamente, comenzó a cambiar su actitud con la
familia. Antes compartían tiempo juntos, planeaban salidas familiares, y las relaciones se
desarrollaban de manera funcional. Pero llegó un punto en el cual el padrastro comenzó a
tomar actitudes egoístas, a engañar a la madre y, según Esmeralda, a manipularla. Esta
situación afectó su estado emocional.
Esmeralda da cuenta de valores en los cuales se ve una motivación por aprender, esto se
evidencia cuando ella manifiesta que aprendía a cocinar y a hacer las labores del hogar
viendo a su madre hacerlo, esto le gustaba y posteriormente lo hacía por su cuenta. Este
comportamiento está asociado con el valor denominado capacitación. Por otro lado, el
hecho de que Esmeralda se dejara llevar fácilmente por la influencia de sus amistades,
demuestra el valor de gregarismo y de búsqueda de estímulos externos. Por medio de esto
vivía el momento sin ver las consecuencias a largo plazo.
Evidentemente denota el valor del cortoplacismo, y esto lleva a que la falta de criterio
también haga parte de su actuar, pues ella no manifestaba algún filtro para vincularse con
cualquier tipo de dinámica. En ese sentido, ese pensamiento desencadena el valor opuesto a
la protección de sí misma, pues ejecutaba prácticas sin importar si la iban a afectar a ella o
a los demás de alguna manera. Por esto también, aunque no vemos que sea una clara
insensibilidad, existe una falta de compasión debido a unos comportamientos más
individualistas. Algunas de dichas conductas son resultado de un desinterés y abandono por
parte de los padres hacia Esmeralda, pues generaban en ella angustias que solo otras
personas podían darle, al mismo tiempo debido a que no estaban no le enseñaron a convivir
con las demás personas ni a preocuparse por ellos.
Interacciones Familiares
La “falta de atención selectiva” era la interacción de tipo psíquica que predominaba en las
relaciones que Esmeralda tenía en su familia. Tanto la madre como el padre pasaban por
alto el diálogo constante con ella, así como el monitoreo de las actividades que Esmeralda
frecuentaba.
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cuando su padrastro cambio de actitud, la familia dejó las salidas y los momentos para
compartir. La comunicación paso a ser de tipo agresivo pues los miembros se veían
afectados emocionalmente.
Interpretación
Estructura Familiar
Interacciones Familiares
1. Esmeralda careció de unos elementos que debían proporcionarle los padres, para ser
menos influenciable ante las personas que se encontraban en otros contextos más
allá de su familia. Esta situación enmarca a la familia dentro de la interacción falta
de atención selectiva.
2. El tipo de comunicación desestructurada, que cambiaba dependiendo del padre con
el que se encontrara, no permitía que existieran relaciones armónicas en la familia,
al mismo tiempo los padres presentaban una comunicación de descalificación
generando ansiedades en Esmeralda al no saber a qué tipo de reglas debía atenerse,
las de su padre o las de su madre. Esto constituye un factor de riesgo que pudo
haberla llevado al consumo.
3. Las peleas entre sus padres, generan en la familia una interacción de pseudo-
hostilidad que produce en Esmeralda traumas emocionales que se convierten en un
factor de riesgo frente a las SPA ilegales.
Participante #7
Nombre: Liliana
Edad: 14
Consumidora de: Marihuana, pegante, bazuco, en Fase 2
Estructura Familiar
La familia de Liliana está constituida por su abuela, su tía, su tío, su madre, su padrastro,
su hermano y hermana menores, de seis y dos años respectivamente. No tuvo la
oportunidad de conocer a su padre biológico debido a que su madre nunca se lo permitió,
pero ella afirma que nunca sintió su ausencia. Las personas que verdaderamente la criaron,
fueron su abuela y su tía, pues a ella no le gustaba compartir con su madre y prefería estar
en un ambiente en el cual se le dieran más libertades. Le gustaba pasar el tiempo lejos de su
hogar.
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Cuando tenía 11 años, por la influencia de su novio (que era parte de una familia
narcotraficante), se vio rodeada de diversas fiestas y dinámicas, que propiciaron que ella se
involucrara rápidamente con el consumo de SPA ilícitas. Ella relata que el año anterior, por
decisión propia y por curiosidad, decidió probar el cigarrillo. Luego de esto no dudo en
consumir otro tipo de sustancias, pues le daban tranquilidad y al mismo tiempo, como ella
decía, le daban la oportunidad de “desquitarse” con su madre por haberla dejado sola y
darle más afecto a sus hermanos menores.
La relación que Liliana tenía con su madre era periférica y a la vez agresiva. Existía la
figura de madre en su vida aunque solo se encontraban pocas veces al año. Estas pocas
ocasiones se convertían generalmente en peleas, pues a su madre no le gustaban las
conductas que ella tenía. Generalmente, cuando su madre la encontraba, se daba cuenta de
que estaba consumiendo o robando por lo que la castigaba.
Debido que ella tampoco tenía una relación con su padrastro, la figura de autoridad
masculina que asumió el rol de responsabilidad e imagen paternal con ella fue su tío. Él
trabaja en un centro de rehabilitación, y debido a sus conocimientos sobre el tema y la
cercanía que tenía con ella, se dio cuenta de que estaba consumiendo. Cuando tuvo la
oportunidad, la llevo a un centro de emergencia del Bienestar Familiar, pues sabía que era
la única forma de protegerla.
La relación que mantenía con sus hermanos era generalmente superficial, debido a su corta
edad. Pero en la relación con su hermano de seis años demostraba una falta de cuidado y de
responsabilidad, pues ella con su desconocimiento sobre los efectos de las drogas, lo
obligaba a consumir para que no dijera nada sobre su consumo.
La relación que Liliana tenía tanto con su tía como con su abuela, era una relación común,
en la cual respetaban los deseos y acciones de Liliana, tenían confianza y se expresaban
afecto. Pero al mismo tiempo no estaban completamente enteradas de la vida de ella, pues
desconocían algunas conductas riesgosas que ella presentaba, como lo era prostituirse por
internet. En esta relación se demuestra un estilo de autoridad permisivo, pues el intento de
respetar los deseos de Liliana, junto con el poco tiempo que tenían para dedicarle su abuela
y su tía, creaba un ambiente en el que era difícil tener claros unas normas y límites.
Adicionalmente, la falta de responsabilidades para con su hogar, le daban un ambiente
propicio para que presentara dichas conductas adictivas.
En cuanto a los valores, aunque sus familiares cercanas siempre trabajaran y fueran
responsables, nunca lo fueron con ella, pues no le prestaban la atención suficiente, aunque
sí lo hicieron con sus hermanos. En cuanto a la forma de adquirir bienes, debido a que ella
robaba, no le importaba gastar lo que fuera en sus gustos, por lo que vemos que la forma de
consumir era más irresponsable. En cuanto a la capacitación y búsqueda de un progreso en
la vida, vemos que aunque ella afirma que le gustaba estudiar, de igual manera prefería irse
del colegio para estar con sus amigos pues no veía la importancia a largo plazo del estudio.
Esto refleja valores de riesgo como: cortoplacismo, consumismo, y desinterés por su
bienestar.
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En cuanto a los valores que reflejan el cuidado y la atención a sí misma, vemos que ella era
individualista, pues prefería su bienestar a costa de los otros, como se ve cuando ella cuenta
que obligaba a su hermano a consumir. Ella empezó a consumir sustancias cada vez más
peligrosas debido a las presiones sociales por parte de la familia de su novio, por lo que no
era asertiva en la forma de responder ante las situaciones problema que se le presentaban.
Aquí se ven reflejados los valores de riesgo: Exterioridad, individualismo y falta de
criterio, los cuales en su mayoría pueden ser asociados a una falta de preocupación y de
presencia de los padres hacia Liliana
Interacciones familiares
Interpretación
Estructura:
1. La falta de límites que existía en la familia de Liliana generó una rebeldía, y una
costumbre de hacer lo que le produjera placer sin importar las consecuencias. Al
mismo tiempo el estilo de autoridad abandónico que existía, pudo haberla llevado a
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valores de insensibilidad, pues al sentir que nadie la cuidaba ella decide restarle
importancia al bienestar de los demás.
2. La falta de una figura paterna que impusiera reglas y responsabilidades, refuerza el
sentimiento de Liliana de que podía hacer lo que quisiera, y traslada sus figuras de
seguridad a otras personas como la familia de su novio. Al tener este sentimiento de
seguridad con ellos cede ante la presión del consumo
3. El tipo de dinámicas de tráfico de drogas que existía en la familia de su novio, al ser
aceptadas y formar parte de la vida cotidiana, constituye un factor de riesgo para
que Liliana llegara al consumo de SPA ilegales.
Interacciones
Participante #8
Nombre: Ángela
Edad: 15 años
Consumidora de: Marihuana, fase 2.
Estructura Familiar
La familia de Ángela está compuesta por sus padres y su hermano menor. A lo largo de su
vida también vivió un buen tiempo con su abuela y sus tíos, aunque afirma que quienes la
criaron fueron sus padres. Siempre existió un ambiente de armonía y buena convivencia
dentro de su casa, a pesar de las veces en que los padres de Ángela se separaron por la
infidelidad del padre, nunca hubo fuertes peleas o traumas relacionados con su familia.
Ángela empezó a consumir marihuana a la edad de 14 años, cuando una amiga de infancia
la invitó a su casa junto con otros jóvenes. La curiosidad los llevo a probar la droga. A
pesar de esto, ella afirma que su entrada a la fase 2 de consumo no es producto de esta
experiencia sino de haberse dejado influenciar por su novio y los ambientes que este
frecuentaba. Él era parte de las barras bravas de un equipo de fútbol y ella, al entablar una
relación amorosa con él, también empezó a serlo y desde ese momento empezó a depender
de las SPA ilegales para encontrar placer.
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La familia de Ángela no se enteró nunca de que ella consumía, a pesar de que un tío ex
consumidor lo sospechó durante un largo tiempo, y hablaba de esa preocupación con los
padres Ellos nunca hicieron caso, pues no tenían razones para pensar que su hija era
consumidora, ellos consideraban que le habían dado una buena crianza y un buen ejemplo,
además tenían mucha confianza en ella.
La relación que Ángela tenía con sus padres era similar para ambos: amorosa. Ella siente
que ellos cumplían muy bien su papel como padres, pues le daban consejos y siempre le
decían que pensara en las consecuencias de sus actos. Ángela confiaba en sus padres así
como ellos en ella, cualquier problema que tuviera se los comentaba. Compartían tiempo
juntos y celebraban juntos las navidades y los cumpleaños, aprovechando las ocasiones
para demostrar el afecto que se tenían. Ellos trataban siempre de dialogar frente a un
problema y aunque ella se considera una persona con temperamento fuerte, las peleas nunca
llegaron a un nivel de crisis familiar. Los padres de Ángela se separaron varias veces en el
transcurso de su vida, sin embargo, ella afirma que eso no desestabilizaba el clima familiar
ni a ella, pues volvían a reconciliarse.
Por otro lado estaban sus tíos, su abuela y sus hermanos, con ellos la relación no era
amorosa pero tampoco era agresiva ni abandónica. Durante toda su vida vivió con ellos y
nunca tuvo ninguna discusión o situación que dañara la relación ni el clima dentro de su
familia externa. Un tío de ella (que era ex consumidor) siempre la trataba de proteger frente
a cualquier mal y por su historia de vida, supuso rápidamente que Ángela estaba
empezando a consumir. Aunque esto le trajo muchos problemas con el novio y los amigos
de Ángela (hasta el punto de llegar a peleas con armas blancas), él nunca se rindió al
momento de protegerla y cuidarla frente a las malas influencias y las SPA.
La familia de Ángela nunca le puso límites, a pesar de que el estilo de autoridad familiar
fuera permisivo, le advertían de los problemas que podía encontrar afuera de la casa, nunca
le prohibían salir o estar con las amistades que ella prefiriera. Incluso, cuando empezó a
cambiar su apariencia física y su forma de vestir a causa del consumo.
En cuanto a los valores, Ángela al provenir de una familia con una muy buena
comunicación y confianza, y que en términos generales era armoniosa, los valores de
protección son evidentes pues todo lo que tiene que ver con el largoplacismo y la
capacitación, trataron de transmitírselo y ella logró, en gran parte de los aspectos de su
vida, llevarlos a cabo. La relación que tenía con su familia, muestra un valor de compasión
debido a que en su familia las expresiones de afecto eran algo natural.
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Interacciones Familiares
Aunque la familia de Ángela, era una familia funcional, es decir los miembros cumplían sus
roles y el clima familiar era armonioso, la falta de límites favoreció que Ángela entrara y se
involucrara cada vez más con el mundo de las drogas. A partir de esta situación se puede
identificar una interacción caracterizada dentro de la falta de atención selectiva. Los padres
estaban pendientes de ella, y le daban consejos, pero dejaron de prestar atención al hecho
de que era una adolescente. Más allá de consejos y constante diálogo, necesitaba
determinados límites que ayuden al desarrollo de la autorregulación.
Interpretación
Estructura:
Interacciones:
1. La falta de atención selectiva está relacionada con la carencia de límites que ella
vivenció durante su crianza, lo que posiblemente favoreció su entrada en el
consumo.
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2. A pesar de que la familia de Ángela cumplía con las características de una familia
funcional, la libertad que le proporcionaban hace parte de la interacción falta de
atención selectiva.
3. No existían interacciones de vinculación disfuncionales en la familia de Ángela, por
lo que se puede decir que estas no constituyeron un factor de riesgo para que ella
consumiera SPA.
Participante #9
Nombre: Gabriela
Edad: 11
Consumidora de: Tabaco, Heroína, Cocaína, Marihuana, Fase 3
Estructura Familiar
Gabriela, antes de sus cinco años de edad, vivió con su padre, su madre y su hermana. Su
padre era alcohólico y le era infiel a la madre. Cuando Gabriela cumplió los cinco años se
fue de la casa. Ella siente que su verdadera familia es su familia materna, pues en la paterna
existen muchos problemas de consumo y adicciones, lo cual no le gustaba.
Luego de que su padre se fuera de la casa, Gabriela manifiesta haber empezado a consumir
SPA, pues diversas situaciones como la partida de su padre y un abuso sexual por parte de
un desconocido, produjeron en ella una gran ansiedad y tristeza. Encontró en las SPA, una
forma para escapar de estas dificultades.
La primera persona que la indujo a las drogas fue una prima de su familia paterna, la cual la
invitó a probar el cigarrillo y ella no se negó. Posteriormente, en las fiestas que frecuentaba
y en la calle, empezó a buscar otro tipo de drogas que la llevaron a la fase 3 de consumo.
La relación que ella llevaba con su madre era común, aunque Gabriela considera que
faltaba confianza. Aun así la madre tenía actitudes que demostraban la existencia de un
vínculo y una preocupación hacia su hija. Al mismo tiempo, el cambio constante de la
custodia de Gabriela no permitía que tuviera claros unos límites y unas normas. Por esto, se
encontraba a gusto viviendo en la calle, o por lo menos medianamente estable gracias a los
novios que tenía. En la calle no tenía reglas estrictas que cumplir, al contrario de cuando iba
a la casa de su madre o de su hermana, en las cuales no le permitían salir tanto como lo
deseaba.
La hermana de Gabriela, ocupa un lugar muy importante en su vida, pues para Gabriela,
ella fue un apoyo incondicional. Su relación era amorosa, a pesar de que Gabriela no sentía
la suficiente confianza para contarle las prácticas que estaba llevando a cabo, pues sabía
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que dichas actitudes le traerían consecuencias. Cuando la hermana de Gabriela obtuvo su
custodia, pudo darle el tiempo y la atención que necesitaba, se convirtió en un modelo a
seguir, y tomó el rol de madre. Gabriela veía en su hermana una figura de autoridad y
respetó (por un tiempo) los límites que ella le imponía.
Otra relación que, aunque Gabriela no le demuestra importancia, es la que tenía con su
hermano menor. Pues en él, ha encontrado un sentido de responsabilidad, de cuidado y al
mismo tiempo de motivación para salir adelante y darle un buen ejemplo. Otra figura poco
importante, pero que ella menciona como parte de su familia, es su cuñado. Pues este ha
sido muy respetuoso, amable y ha demostrado preocupación por la situación en la que se
encuentra.
En cuanto a los valores que su familia le fue transmitiendo a lo largo del tiempo,
destacamos como valores de protección todos los que tienen que ver con los de trabajo.
Pues ella afirmaba que le gustaba hacer el oficio en su hogar y que buscaba siempre
mantener su espacio organizado cuando se encontraba en su casa y buscaba también a
través del estudio desarrollarse y cumplir sus responsabilidades. En esto vemos los valores
de protección que llamamos: Capacitación y largoplacismo. Estos valores también se
reflejan en la actitud de su hermana, la cual es la que ha sido responsable por ella y ha
salido adelante, siendo a la vez un modelo a seguir en la vida de Gabriela...
Con respecto a los valores hacia sí misma, vemos que Gabriela buscaba estímulos externos
para sentirse bien consigo misma, pues buscaba en sus amistades la aprobación y en sus
familiares paternos al involucrarse en dinámicas de consumo, buscaba la satisfacción en
complacer a los demás o a sí misma, pero sin tener en cuenta lo que generaba en otras
personas. En cuanto a los valores hacia los demás, vemos que si existe una preocupación
por los otros. Frente a su hermano, ella no desea que le suceda lo mismo que a ella le pasó,
se evidencia que al mismo tiempo la demostración del afecto se ve solo con cierto
miembros de su familia, y tiende a ser mucho más respetuosa. Vemos entonces como
valores de riesgo: el individualismo, gregarismo, exterioridad y falta de criterio. Estos
valores pudieron surgir del abandono y la permisividad que le daba la familia a Gabriela.
Interacciones Familiares
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La ansiedad y tristeza producidas por el abandono de su padre (que Gabriela afirma como
causas de su consumo de SPA), evidencian una familia con una clara interacción
disfuncional en la cual el padre era incapaz de suplir las necesidades de su hija y las de su
familia. Esta interacción es la llamada por Fairlie & Frisancho “miembros desapegados”.
También se presenta parcialmente la interacción disfuncional de “chivo expiatorio”, donde
el sujeto, en este caso Gabriela, intencional o in-intencionalmente, acepta toda la culpa de
los problemas en la familia y esto se convierte en un factor de riesgo para que ella se
acerque a las SPA.
Interpretación
Estructura Familiar
Interacciones Familiares:
1. Al aceptar toda la culpa de las peleas de sus padres, Gabriela se convirtió en lo que
Fairlie & Frisancho denominan chivo expiatorio. Perdió toda su autonomía y esto la
volvió vulnerable a las SPA ilegales. La incapacidad de su padre para suplir sus
necesidades también fue un factor de riesgo para ella, esto se denomina miembros
desapegados.
2. La Comunicación evitativa que existía en la familia de Gabriela, le genera a ella un
desinterés por la situación familiar, y un desarraigo que modifica el sentido de su
vida, pues solo en ella misma puede encontrar las razones para hacer las cosas, y
dada su corta edad busca el placer en las SPA ilegales sin medir las consecuencias
de esta búsqueda.
3. El tipo de relación que Gabriela entablaba con su familia denota la insuficiencia de
una guía y un ejemplo a seguir para enfrentar los distintos contextos sociales, por lo
tanto la interacción psíquica correspondía a la falta de atención selectiva.
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Participante #10
Nombre: Andrea
Edad: 16
Consumidora de: Marihuana, bazuco y pegante. Fase3
Estructura familiar
Andrea vivió toda su vida con su madre, su padre y sus tres hermanos, uno mayor y dos
menores. Antes de los 15 años, no tuvo problemas con ellos, a pesar de que eran muy
distantes, los momentos que compartían los disfrutaban y la relación entre todos los
miembros de la familia era amena.
Ella permanecía mucho tiempo por fuera de su casa, sus padres casi nunca estaban y
cuando estaban no le ponían límites, sin embargo Andrea no se metía en problemas en la
calle. Cuando cumplió 15 años, Andrea conoció a un joven que posteriormente se volvería
su novio. Él era delincuente (acababa de salir de la cárcel) y consumidor de SPA,
rápidamente la inició en el consumo hasta el punto de hacerla entrar en fase 3 de consumo
en donde ella llegaba a consumir 15 horas diarias. Aunque al principio empezó a consumir
por curiosidad, las SPA dominaron su vida, ella asegura que le daban mucha tranquilidad y
la ayudaban a olvidar problemas como la violación que sufrió por parte de dos tíos y lo
alejada que estaba de su familia nuclear.
La relación que Andrea tenía con su madre era buena, aunque distante, pues casi nunca se
veían. A pesar de ello, se tenían confianza y ella la consideraba una gran amiga, les gustaba
salir a compartir y aunque el tiempo libre era muy poco, lo aprovechaban mucho. La madre
de Andrea le contaba cosas de ella a su padre y esto las hacia pelear, pues aunque a su
madre no le importaba, su padre no estaba de acuerdo con las prácticas que Andrea hacía y
entonces la regañaba. Estas actitudes de la madre le disgustaban mucho Andrea, lo que
dañaba su relación madre-hija. Andrea percibía a su madre como un par y no como una
figura materna.
Con su padre la relación era más distante. El casi nunca estaba en la casa al igual que su
madre, sin embargo, a diferencia de la relación con ella, entre ellos no había confianza,
Andrea nunca le contaba nada de ella, pues él la regañaba. A Andrea le gustaba de esa
relación que cuando viajaban, era una gran oportunidad para compartir y conocerlo mejor.
Sus hermanos menores eran muy pequeños como para compartir con ella, aunque ella los
cuidaba mucho y le gustaba sacarlos al parque con su madre, nunca estuvo pendiente de
ellos. Por otro lado, su hermano mayor la cuidaba mucho y le daba muchos consejos,
cuando ella inició en el consumo él se decepcionó mucho y le dijo que solo hasta que dejara
de consumir podía volverla a tratar.
Andrea evidencia los seis valores de riesgo que puede presentar una persona para caer en el
consumo de SPA. El cortoplacismo es evidente, pues ella relata que nunca pensó en el
futuro, ni en las consecuencias de sus actos, así como en lo que podía pasar el día de
mañana. Así mismo, su desinterés por el estudio y por aprender, así como el hecho de hacer
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las cosas solo cuando alguien externo se lo repetía, evidencia el desinterés y la exterioridad.
Andrea solo pensaba en ser parte de un grupo social referente, sin importar las
consecuencias, es por esto que refleja claramente el valor del gregarismo. Por último, la
falta de preocupación por los demás (su familia y amigos) así como el no hacer nada por
ellos, ni pensar en su bienestar, muestran claramente los valores de individualismo e
insensibilidad en Andrea. Todos estos comportamientos provienen de un desinterés, un
abandono, una agresividad y demás fenómenos que se presentaban cotidianamente en la
familia de Andrea.
Interacciones familiares
Las interacciones psíquicas dentro de la familia de Andrea son principalmente dos. Por un
lado “falta de atención selectiva”, por otro la “proyección familiar”. Una, porque la falta
de límites es un factor riesgoso para las conductas que pueda adquirir un adolescente por la
etapa misma, pues es un momento donde quiere explorar y sentir distintas emociones. Por
el otro, Andrea dejó de contarle situaciones a su madre, por ue por medio de ella, su padre
se enteraba y la reprendía porque hacía cosas que a él no le parecían que estaban bien.
Interpretación
Estructura:
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4. El hecho de no pensar en los demás, desarrolló los antivalores de insensibilidad e
individualismo, que la pusieron en riesgo frente a diversas situaciones en donde
estuvo expuesta al consumo, pues no tiene una motivación externa que la haga
pensar en las consecuencias de sus actos.
5. La falta de motivación por aprender, ligada ano pensar las cosas a futuro, generaron
en Andrea los antivalores de cortoplacismo y desinterés que se convirtieron en
factores de riesgo al hacer que ella no pensara en las consecuencias de sus actos.
6. A la edad de 5 años, Andrea sufrió una violación por parte de un tío, lo cual la llevo
a perpetuar un sentimiento de remordimiento.
Interacciones:
Se encontró que en todos los casos a excepción de uno (Ángela), existen nexos familiares
distintos para el padre y madre en cada una de las adolescentes. Esto puede deberse a que
en la mayoría de los casos, la relación entre los padres tampoco era funcional, lo que
conlleva a una fragmentación y desvinculación de los miembros de la familia, lo que
favorece un contexto confuso para un individuo en crecimiento.
Por otro lado, se encontró que ocho de las diez madres mantenían nexos disfuncionales con
sus hijas. Principalmente, los nexos eran el periférico y el agresivo. Este tipo de relaciones,
en especial las periféricas, van a generar un vínculo débil con la madre, puesto que no
conviven el suficiente tiempo ni cumplen el rol que deben cumplir, respecto a las
sensaciones de las entrevistadas. Esto genera en las niñas una búsqueda de satisfacción de
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necesidades emocionales y de comunicación que no suple la madre y la buscan en otras
personas.
En cuanto a los nexos con los padres, se encontró que nueve de los diez mantenían nexos
disfuncionales con sus hijas, principalmente abandónicos y periférico/agresivos. Estas
actitudes provienen de personas que se desvincularon rápidamente del ambiente familiar
y/o que nunca se interesaron en el o dejaron de interesarse en algún momento. Esto quiere
decir que dichas relaciones, al generar una sensación de falta de afecto y cuidado, producen
sentimientos de angustia que a su vez, propician un ambiente riesgoso para que exista
consumo de SPA ilegales. Es así como Peyrú G (1993). Se refería al síndrome de
abandono: “Es muy común que el síndrome se manifieste en la adolescencia
(…)como actitudes de inseguridad, desvalorización, angustia y una necesidad continua de
resguardo dentro de cualquier vínculo”. Por esto, los nexos encontrados con los padres
generan conductas en las adolescentes que constituyen factores de riesgo para que entren al
consumo.
Siete de las diez familias tenían un estilo de autoridad abandónico, en las tres familias
restantes se encontró un estilo de autoridad permisivo. Ambos tipos de estilo de autoridad
permiten al adolescente actuar como desee, ya sea por decisión de los padres (en el estilo
permisivo) o por falta de interés en sus hijos (en el estilo abandónico). En general, en este
último, el desinterés sucede de forma como De Zubiría (2012) lo describe: “(…) La
presencia de los padres es muy baja y la comunicación muy tenue; son padres que creen
vivir en una época en la que, a excepción del trabajo no queda tiempo para casi nada, ni
siquiera para hablar con los hijos”. Estos estilos de autoridad disfuncionales, favorecen en
las adolescentes una actitud de libertinaje que puede constituir un factor de riesgo para que
entren en dinámicas como el consumo de SPA ilegales.
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Estos tres valores representan actitudes propias de los consumidores, pues se da una
desvinculación emocional del contexto (reflejado en la insensibilidad), generada a partir de
la preocupación únicamente por el bienestar propio (individualismo). Dichas actitudes, al
no medir las consecuencias propias, tanto físicas como mentales, como las consecuencias
generadas en los otros, pueden acarrear actitudes como la del consumo de SPA ilegales.
Por otro lado, se encontró que no existe un predominio de valores internos o externos de
riesgo que puedan ser asociados al consumo de las niñas, pues seis de las diez presentaron
mayor predominio de valores de riesgo que satisfacen necesidades propias. Las cuatro
restantes demuestran una hegemonía de valores de riesgo externos que responden a las
necesidades del contexto social. Esto puede indicar que el tipo de valores internos o
externos no constituyen en mayor o menor medida un factor de riesgo para el consumo de
SPA ilícitas.
En todos los casos a excepción de uno (Jessica), las familias presentaron la característica
psíquica de falta de atención selectiva, que como lo definen Fairlie & Frisancho (1998, Pg.
65) “Ocurre generalmente de padres a hijos y consiste en un sistemático dejar de prestar
atención a las necesidades de uno o algunos de los miembros…”, de lo cual se concluye,
que el sentimiento de los adolescentes de que en algún momento de su vida no se suplió
alguna necesidad afectiva o de comunicación, es un factor de riesgo que puede propiciar la
entrada al consumo, al buscar suplir las necesidades en otras circunstancias u otras
personas.
Las distintas interacciones de vinculación se pueden presentar más de una vez por cada
niña. En cuatro de ellas se presentó la interacción definida por Fairlie & Frisancho (1998)
como distanciamiento fijo y también, en cuatro de ellas la interacción de miembros
desapegados. Esto se da porque, al no estar presentes los padres, hay un nexo de tipo
abandónico, y las familias no pueden suplir las necesidades de sus hijos. Esto puede ser un
factor de riesgo para que ellas se hayan iniciado en el consumo, pues buscaban suplir esas
necesidades en otros contextos (en los que las SPA ilegales eran algo cotidiano). Por otro
lado, la interacción de distanciamiento fijo, la falta de amor y cariño, les generó daños
emocionales que facilitaron su entrada al consumo.
61
En cuanto a Interacciones de Comunicación
Encontramos que en nueve de los diez casos la comunicación era principalmente evitativa,
en cuatro de esos casos la comunicación también tenía rasgos ofensivos, en dos de esos
casos y el caso restante la comunicación tenía un rasgo asertivo. Generalmente cuando
existe una comunicación evitativa, se demuestra que no existe confianza y/o interés en los
miembros de la familia por comprender al otro. Esta situación refleja también un temor a
comunicar y que para no tener que afrontar ese temor se prefiere evadir las situaciones. La
comunicación como mediador de las relaciones en la familia, al tener una falla va a
demostrar una disfuncionalidad que constituye un factor de riesgo para el consumo de SPA
ilegales, puesto que al no haber comunicación el padre no puede conocer al hijo ni puede
darle la atención y el afecto que necesita para guiar su desarrollo y enseñarle a afrontar
situaciones como las del consumo.
Sucede así como lo explica Peyrú G. (1993) pues el afecto recibido en los primeros años de
vida, así como la estimulación cotidiana del medio ambiente, influyen en el chico en
crecimiento por partida doble. Por un lado, disminuyen la vulnerabilidad física y psíquica;
por otro, inciden en el desarrollo de una personalidad armónica.
Consideraciones Finales
1
La comunicación ofensiva está ligada a la interacción psíquica de inducción de ansiedades,
pues las entrevistas realizadas evidencian que siempre que se presenta la interacción
psíquica de inducción de ansiedad es por medio de comunicación ofensiva. Es así como
este tipo de comunicación e inducción están ligadas, y la forma como se emiten los
mensajes entre los familiares, puede incidir en la identidad que adopta el hijo durante su
desarrollo que lo puede llevar o alejar de un posible escenario de adicción.
2
Todas las adolescentes entrevistadas que se encontraron en fase 3 de consumo, presentaron
un hecho traumático, previo a la edad de consumo, que marco su vida. Hechos como
violaciones, prostitución o muerte de algún ser querido, marcaron su vida hasta el punto en
el que el abuso de SPA ilícitas les servía para alejarse de esos recuerdos. Esto se puede
evidenciar en una correlación positiva entre la presencia de un hecho traumático previo al
consumo y la fase 3 de consumo
3
En los casos en que la adolescente no tenía ningún tipo de límite, debía ‘autoimponérselo’.
Esto constituía un problema a la hora de enfrentarse con una oportunidad de consumir SPA
ilegales, puesto que la naturaleza del adolescente lleva consigo los deseos por experimentar
y construir una identidad a partir de lo que adopta del medio. Si estos sentimientos son
62
regulados por el adolescente mismo, el riesgo es mayor respecto de un adolescente en el
que mediadores entre él y la sociedad (la familia) regulan las conductas que el adolescente
quiere realizar.
4
En las niñas estudiadas, cuando no existía un modelo adictivo familiar (ya sea a las drogas,
al alcohol, o las apuestas), existía un modelo adictivo social en el que los amigos y personas
con las que se relacionaban, estaban inmersos en el consumo de SPA ilegales.
Adicionalmente, las adolescentes con el modelo adictivo social presentaban valores
gregaristas que las llevaba a consumir con ese grupo par.
5
En todas las niñas estudiadas, la adolescencia se presenta prematuramente. Los traumas, los
contextos que frecuentaban, el trato que la familia tenía con ellas, las crisis de autoridad,
sexual y/o de identidad, se presentaban antes de la edad que Carvajal establece como el
inicio “normal” de la adolescencia. Esto es un factor de riesgo que, conjugado con la
dificultad de las familias para afrontarlo, lleva a las niñas a una adolescencia precoz y a la
búsqueda de nuevas experiencias como lo es el consumo de SPA ilícitas.
6
El caso de Ángela es uno de contraste frente a las demás adolescentes, pues en su caso,
ambos padres tuvieron con ella un nexo amoroso, y las dinámicas familiares, en general,
eran funcionales. En este caso no se le puede atribuir el inicio del consumo al contexto o las
interacciones familiares. La única dinámica disfuncional que se presenta en su familia es el
estilo de autoridad permisivo y la falta de interacción selectiva, que no la preparó frente a
otros contextos a los cuales estuvo expuesta y en los que inició su consumo de SPA ilícitas.
Este caso es un ejemplo de que ningún factor de riesgo puede ser absoluto.
7
La ausencia del padre biológico, según el modelo correlacional utilizado, tiene más riesgo
de llevar a un estilo de autoridad disfuncional (permisivo o autoritario) de la mano con una
comunicación disfuncional dentro de la familia. A manera de conclusión, estas variables
conjuntamente son un factor de riesgo que afecta a la adolescente generando un grado de
posibilidad de caer en el consumo.
8
En los casos donde se presenta una adolescencia prematura, debido a la corta edad de las
niñas, no se encuentran expuestas frecuentemente a contextos distintos al familiar, por lo
cual es posible que los valores y anti-valores que la llevaran a consumir SPA ilegales sean
internos y no externos, contrario a lo que sucede con las adolescentes en las que no se
presenta dicha adolescencia precoz. Esto se puede demostrar a partir del modelo de
correlaciones que muestra una correlación negativa entre dichas variables.
9
Cuando se presenta un modelo adictivo familiar, la niña tiende a llegar al consumo en parte
debido a dicho modelo, pues este se propicia por medio de valores internos. Dichos valores
internos creados por las conductas de los familiares cercanos, las llevan a consumir, pues
63
crecen en un ambiente en el que la dependencia forma parte de su cotidianidad. Esto se
demuestra a partir de una correlación negativa entre la variable de presencia de un modelo
adictivo familiar y de valores externos dominantes.
10
Conocer a un grupo de esta naturaleza se ha convertido en una experiencia enriquecedora.
Esta es una oportunidad que podemos aprovechar para conocer y reflexionar acerca de una
población diferente, que se encuentra inmersa en un ambiente distinto a los que
frecuentamos normalmente. Al compartir vivencias con dicha población, podemos aprender
sobre contextos socio-culturales paralelos a los que no estamos acostumbrados. Así mismo
nos estamos conociendo a nosotros mismos y a la realidad en la que estamos inmersos pero
de la que muchas veces no estamos conscientes.
Derivadas y recomendaciones
Derivadas
64
características contextuales absolutas, necesarias y suficientes para que se dé el
consumo.
5. Para evitar el consumo en los hijos a nivel familiar, según los resultados de la
investigación, se deben inculcar valores como el altruismo, que ayuda a evitar actitudes
individualistas; la autonomía, que concientiza al adolescente a establecer un criterio
propio y la auto imposición de límites; y el largo-placismo, que introduce pensamientos
en el adolescente sobre la importancia del esfuerzo para alcanzar metas.
6. Indagar por los factores de riesgo que están presentes en el contexto de la niña y que
pueden favorecer el inicio del consumo en ella.
65
Bibliografía
Holmbeck, G., y Hill, J. (1988). Storm and stress beliefs about adolescence: Prevalence,
self-reported antecedents, and effects of an undergraduate course. Journal of Youth and
Adolescence, 17, 285-306.
66
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67
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procedures and techniques. Sage Publications, Inc.
Tierno, B. (1992) El libro de los valores humanos. España: Taller de editores S.A.
68
Anexos
I. Articulo divulgativo
“Si mi mamá me hubiera dicho las cosas bien desde el comienzo, yo le hubiera hecho caso”
Paulina - 15 años
“Me decía que esas personas no me servían, pero él no sabía que yo ya estaba muy mal. Me lo dijo tarde.
Aunque él nunca se dio cuenta de que yo consumía, yo ya estaba metida en las drogas.”
Jessica – 15 años
“Yo vivía en la calle, yo dure tres años viviendo en la calle porque mi mamita, como le digo, hace 4 años la
mataron. Y por eso desde los 10 años consumo.”
Diana – 17 años
“Yo siempre le hacía promesas a ella de que yo no iba a volver a consumir, de que yo quería estar con ella,
pero yo siempre me iba de la casa y volvía al mes, pero ella nunca me interno, ella me decía que le daba
igual que me fuera o que volviera”
Lina- 14 años
Un poco de historia
Esta problemática tiene como eje central las drogas ilícitas. Estas son sustancias que actúan
sobre el sistema nervioso central del ser humano, alterando los sentidos que este tiene para
percibir la realidad, el estado de ánimo y los procesos cognitivos. Depender de éstas
implica un proceso compuesto por tres fases. La primera de exploración, que es cuando el
individuo prueba la sustancia, la segunda es cuando busca los espacios para consumir, y la
tercera es cuando existe una dependencia física y biológica de la sustancia.
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Hoy por hoy el consumo de drogas ha cambiado en distintos ámbitos. El conocimiento
sobre su efecto nocivo en la salud y en la vida de los individuos, promovió la creación de
leyes sobre su comercialización y consumo. Las drogas se han convertido en un tema
controversial, pues al tratar de definir las sustancias que son y no son lícitas, no existen
unos parámetros claros para todos los países debido a las grandes repercusiones que causan
a nivel social.
El consumo de estas sustancias constituye un problema a nivel social porque, como decía
Cortina, A. (2007 Pg. 24) el abuso de estas sustancias lleva a una persona a depender de las
drogas, a dejar de ser la propietaria de sí misma. La adicción a las drogas, aunque es
definida por algunas entidades como la OMS como una enfermedad, por otros expertos
como Pérez, A. (2013, Pg. 18) “No existen explicaciones neurológicas, fisiológicas o
genéticas para decir que los comportamientos agrupados bajo el concepto de adicciones
sean realmente una enfermedad”. En lo que si concuerdan, es que es un fenómeno bio-
psico-social, que genera en el individuo una dependencia física y mental. A la vez,
concuerdan en la existencia de ciertos factores que favorecen el consumo de sustancias
psicoactivas (SPA) y en cómo, la rehabilitación, es la mejor manera de superar la adicción a
dichas sustancias.
En concordancia con las preguntas que plantea Pérez, es necesario saber cuáles son los
factores principales que causan el consumo, es decir conocer la problemática. Partir de allí,
y encontrar soluciones más complejas que tengan en cuenta los distintos matices y
dimensiones a los que está sometido un individuo que acude a las drogas, puede ser el
camino que hay que seguir para enfrentar la problemática.
1
El autor Augusto Pérez profundiza más en los cuestionamientos que se da alrededor de las propuestas a
favor de la legalización de las drogas.
70
abarcar e indagar al mismo tiempo la influencia particular de cada factor de riesgo que
incrementa la posibilidad de que los jóvenes colombianos se introduzcan al consumo de
SPA ilícitas. Es por esto que analizar el panorama de una manera específica puede permitir
llegar a descripciones más concretas que permitan focalizar problemas y llegar a métodos
preventivos más especializados para cada grupo social.
Es necesario empezar por el análisis de un contexto específico y uno de los contextos más
influyentes en la vida de un individuo es la familia. Es allí donde, en concordancia con
Ramírez Ruíz y Andrade (2005), la persona debe desarrollarse como individuo y como ser
social, pues es a través de la familia que se desarrollan normas de conducta en su relación
con los demás. La familia es la encargada de formar al individuo y de darle las bases para
su actuar en la vida. Esto lo hace a través de enseñanzas no solo verbales, sino que son
trasmitidas a través de actitudes. Dichas enseñanzas no solo se dan dependiendo del tipo de
relación que exista entre los miembros de la familia, sino del estilo de autoridad, del tipo de
valores que profesan, de la forma en cómo se comunican, la imagen que crean de la familia
y el tipo de vínculos que existen entre los familiares.
Para aportar a la búsqueda de una sociedad más consciente de la problemática, y con más
elementos que prevengan la expansión de ésta se decidió realizar una investigación con el
objetivo de identificarla posible relación entre la estructura y las interacciones familiares,
con el consumo de sustancias psicoactivas en un grupo de adolescentes, y si existe relación,
identificar las principales tendencias familiares que pueden constituir un factor de riesgo
para un adolescente en Colombia.
71
Al indagar por los contextos familiares, se encontró que la población estudiada provenía de
familias con interacciones y/o estructuras disfuncionales. Se evidenciaron relaciones
principalmente abandónicas y agresivas, la inexistencia de vínculos cohesionados dentro
del grupo familiar y que las relaciones de pares empieza a cobrar mayor importancia sobre
la del grupo familiar en edades tempranas. Los padres, por lo general, no establecían límites
ni ponían consecuencias ante las acciones desfavorables de sus hijas, pues la comunicación
si no era escasa, era agresiva y generalmente se refería a temas banales, lo que propiciaba
una permisividad excesiva.
Por otro lado, en algunas de las entrevistadas existieron experiencias traumáticas como
violencia física, abusos sexuales y muertes, que influyeron su llegada y permanencia en el
consumo. Las familias de las participantes no demostraban un verdadero interés por la vida
de las niñas, no se preocupaban por constituir un buen ejemplo a seguir para ellas, esto se
refuerza con que en muchos casos se encontró que existían conductas adictivas en algunos
parientes.
Otra de las tendencias que predominan en estas familias es la comunicación evitativa, con
algunos rasos ofensivos, lo cual es una comunicación disfuncional que, junto con la
cantidad de relaciones agresivas y abandónicas por parte de los padres de las adolescentes,
causan en ellas ansiedades y demuestran que no existe confianza entre los integrantes de la
familia.
La ausencia del padre biológico que presentan algunos de los casos, esta de la mano con un
estilo de autoridad y una comunicación disfuncional, esto se puede dar posiblemente a la
falta de armonía existente en la familia que desarrolla de forma inadecuada estos núcleos de
la estructura familiar.
Por otro lado, en los casos en que las adolescentes presentaron un hecho traumático (como
abuso sexual o duelos no elaborados), llegaron posteriormente a una dependencia física,
mental y biológica por la sustancia, en donde su vida llego a girar en torno a la sustancia
consumida. Esto, sin el manejo adecuado para tratar el trauma por parte de un experto, pudo
llevar a la adolescente a consumir sustancias más fuertes para poder soportar la ansiedad
que le produjo la adicción.
Así mismo, para cada uno de los casos, siempre hay un modelo adictivo bien sea del círculo
social o parte del grupo familiar. Esto constituye un factor de riesgo debido a que las adolescentes
se encuentran en una edad crítica de desarrollo de su personalidad, y adoptan las actitudes
que perciben del medio.
72
Insensibilidad, cortoplacismo e individualismo, son valores asociados a la injusticia, la falta
de importancia por el futuro y el no pensar en los demás. Todos estos son atribuibles a la
enseñanza de la familia, que demuestran que no existe un verdadero interés o conocimiento
de las adolescentes sobre cómo sus acciones pueden afectar a las personas que las rodean y
como prima el beneficio individual y a corto plazo por encima de lo demás. Estos valores
los clasificamos como factores de riesgo en la vida de las niñas que pudieron catalizar su
entrada al consumo.
Un caso diferente
Dentro de las diez entrevistadas, hubo un caso en el cual los padres de una participante
mantenían una relación amorosa con su hija, aunque la dinámica familiar también se
desarrollaba de una manera permisiva, se mantenían diálogos sobre diversos temas y los
padres intentaban aconsejar a su hija, en términos generales el contexto familiar en el cual
vivía era de tipo funcional. Ella sentía mucho cariño por parte de sus padres y atribuye su
entrada al consumo a la influencia de un novio que consumía, es decir algo externo a la
familia.
Para finalizar…
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en sus hijos, sobrinos, nietos, y en general, los individuos en crecimiento que hacen parte
de un grupo familiar.
74