Está en la página 1de 4

Revista Mexicana de

ANGIOLOGIA
Vol. 41, Núm. 2
Editorial Abril-Junio 2013
pp 44-47

La antropología médica como antropología filosófica


Dr. Joaquín Ocampo Martínez*

“Los nuevos retos que enfrenta el médico, producto actividad humana, como resultado de una concep-
de sus propias acciones, requieren de un Humanismo ción neopositivista del mundo, es decir, de una ma-
secular, si es que la Medicina aún puede lograr sus nera de ver al hombre solamente en su inmediatez,
metas y contribuir a mejores condiciones para la desde una perspectiva biológica y cuantificable, que
existencia humana.” pasa por alto dimensiones esenciales del ser huma-
Dr. Joaquín Ocampo Martínez no como la histórica y la psicosocial.
En las últimas décadas la filosofía neopositivista
La antropología médica, como antropología con- ha jugado un papel central en la sistematización
creta, pertenece al ámbito de las ciencias sociales y teórico-práctica de la medicina, y en una concep-
estudia al ser humano desde la perspectiva del pro- ción del hombre que se ha reflejado de manera di-
ceso salud-enfermedad, como ser biológico resulta- recta en la relación médico-paciente, en la forma-
do de la evolución orgánica y como productor de ción de los médicos y en las instituciones públicas y
una cultura. privadas responsables de la atención de la salud.
La antropología médica, como antropología filo- Es en este contexto neopositivista que emerge el
sófica, es la reflexión sobre la condición humana fenómeno de la deshumanización de la práctica mé-
desde los diferentes sistemas filosóficos que hacen dica, cada vez más patente desde mediados del siglo
posible el abordaje acerca de qué es el paciente, qué próximo pasado, caracterizado por una problemáti-
es el médico, qué es el hombre para la medicina y ca generada por los efectos negativos de la frag-
qué es la medicina para el hombre,1 qué puede es- mentación de la atención médica, de la tecnificación
perarse de una práctica médica en la que existe tal de la medicina, de la mercantilización de los bienes
o cual concepto del hombre, o bien, en qué medida para la atención de la salud, de la institucionaliza-
se puede afirmar que la tarea del médico va más ción de la atención, y aún del problema de la co-
allá de ser una mera práctica profesional, entre rrupción de no pocos profesionales de la medicina.
otras preguntas.2 La crítica que en general se hace a la medicina
En toda práctica médica subyace una concepción contemporánea a partir del proceso de su deshuma-
del mundo mágico-religiosa o científica, que deter- nización se puede resumir en los siguientes puntos:
mina las ideas acerca del hombre, la vida y la
muerte, la salud y la enfermedad, y que guía las ac- • Supremacía del modelo biomédico de atención a
ciones del médico hacia el enfermo y las actitudes la salud que ha propiciado la percepción del pa-
de éste respecto a su condición en todo tiempo y ciente por parte del médico sólo como un ente
circunstancia. Este hecho puede abordarse desde conformado por células, órganos, aparatos y sis-
una visión filosófica del hombre y de la medicina, temas, o como un sujeto de experimentación, no
alrededor del médico como uno de los responsables como sujeto moral con ciertos derechos, contex-
de la procuración de salud, y del paciente en su con- tualizado e históricamente determinado.
dición de ser humano enfermo, es decir, falto de fir- • Se debe replantear la estructura de valores den-
meza, como claramente lo indica la etimología lati- tro de la medicina en un mundo en crisis, por-
na del término, infirmus.3 que quienes tienen la tarea de mantener la sa-
En el mundo contemporáneo, la reflexión filosófi- lud humana tienen también responsabilidades
ca se ha dirigido, entre otros problemas, al fenóme- como hombres y ciudadanos que pertenecen a la
no de la deshumanización en diversos órdenes de la sociedad y, por lo tanto, deben involucrarse en

* Profesor Titular B Definitivo TC, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México.
Ocampo-Martínez J. La antropología médica como antropología filosófica. Rev Mex Angiol 2013; 41(2): 44-47 45

un aprendizaje que conduzca a la reflexión sobre do, carente de criterio y sin capacidad para decidir
la salud, el bienestar, el sufrimiento y la exis- por sí mismo; un aparato al que hay que reparar
tencia humana. anomalías, sean lesiones o disfunciones, es decir,
• Los lineamientos de trabajo se han enfocado a un objeto al que se puede manipular como a cual-
los resultados físicos en la salud del paciente y quiera de las máquinas creadas por el hombre, con
no al proceso de atención, es decir, a la interre- el fin de recuperar su eficiencia.5
lación entre el personal de salud y de éste con el Por su parte, en muchas ocasiones el médico se
paciente. convierte también en un objeto, un engrane de esa
• El interés general se ha centrado en el sistema maquinaria institucional o mercadotécnica; desper-
de atención y en la economía de mercado y no sonalizado, programado para reparar el daño corpo-
en la salud misma. Así, el médico en lugar de ral de otros; generador de instrucciones para sus
ser un promotor del bienestar del paciente, se subalternos y pacientes, e irreflexivo y calculador,
ha convertido en un guardián del presupuesto pendiente sólo del dato y de su imagen exterior.
del sistema de salud y/o de su propia economía. Las múltiples críticas a los efectos del neopositi-
Es más un administrador que un médico. vismo en la medicina, por parte de algunas corrien-
• Poca preocupación por generar directrices en tes filosóficas ha dado lugar a propuestas que en el
torno a la relación médico-paciente para su co- fondo exigen un retorno al humanismo desde sus
municación con él o por buscar alternativas de propias perspectivas, la crítica a la deshumaniza-
alivio o curación acordes con sus necesidades. ción de la medicina, sólo han llegado al nivel de de-
• A pesar del consenso que ha logrado desde hace nuncia en su mayor parte, curiosamente, por profe-
más de veinticinco años la definición propuesta sionales no médicos, y ello tiene una explicación.6
por la Organización Mundial de la Salud (OMS), A diferencia del médico greco-latino de la anti-
en cuanto a la salud como el bienestar físico y güedad y del árabe medioeval, proclives al queha-
mental y social del ser humano, se sigue actuan- cer filosófico, el médico contemporáneo formado en
do como si al hablar de medicina se hiciera sólo el esquema neopositivista y biologicista de las es-
referencia a la enfermedad. cuelas y facultades de medicina –en un afán de que
el paciente recupere la normalidad anatomofisioló-
En suma, los aspectos humanísticos en la forma- gica y en aras de la objetivación de sus problemas
ción de los médicos y en el ejercicio cotidiano de la de salud, en términos esencialmente cuantitativos–
medicina se han diluido mientras más se tecnifica se ha olvidado de analizar lo que hace y lo que está
la atención a la salud a nivel público y privado. Si más allá de sus observaciones y registros. En la an-
por humanismo se entiende, en buena medida, una tigüedad, por ejemplo, los médicos hipocráticos, y
actitud de respeto y valoración de todo lo humano – más tarde Claudio Bernard en el siglo XIX, afirma-
no solamente lo creado por el hombre a través de ron en su momento que el médico debe tratar a en-
su historia, sino fundamentalmente hacia lo que fermos no a enfermedades.7
debe significar cada ser humano para los otros se- Al respecto, conviene recordar que la enferme-
res humanos–, es evidente que dicha actitud se ha dad no es una entidad independiente que se puede
desdibujado paulatinamente casi en su totalidad, en desarrollar fuera de un ser vivo, que está dotada de
muchos de los ámbitos en donde actualmente se voluntad, y que se introduce al organismo para cau-
ejerce la profesión médica.4 sarle daño. La enfermedad es sin lugar a duda un
En esta problemática va implícita una idea del proceso biológico, pero en esencia es un constructo,
hombre, pese a que el neopositivismo, por su pro- es decir, un modelo teorético que la medicina ha
pia naturaleza, plantea que toda reflexión sobre lo creado con fines de sistematización, para el estudio
humano pertenece al campo de los pseudoproble- y comprensión del proceso salud-enfermedad en
mas. Esta concepción del hombre como causa esen- muchos de sus aspectos.
cial de la deshumanización de las profesiones de la Es así que en la enfermedad como constructo y
salud en general, se ha expresado en la noción que abstracción se distinguen cuatro elementos: los fac-
los médicos tienen de los pacientes que los consul- tores o agentes responsables de las anomalías que
tan, y en su papel de procuradores de la atención. presenta el paciente; el proceso deletéreo que tiene
Así se explica por qué la relación médico-pacien- lugar en el paciente como resultado de la acción
te en el seno del neopositivismo es de carácter obje- de estos factores o agentes; el conjunto de datos
tal, es decir, una relación en donde el médico perci- sobre los malestares o lesiones que refiere el
be al paciente sólo como un objeto y un medio para paciente y que puede o no corroborar el médico, y
obtener recursos económicos, a veces desorbitados; finalmente la cantidad y distribución de los afecta-
un cuerpo enfermo, impersonal y descontextualiza- dos por cierta enfermedad en tiempo y espacio.
46 Ocampo-Martínez J. La antropología médica como antropología filosófica. Rev Mex Angiol 2013; 41(2): 44-47

Desde esta orientación, es claro que lo que se y sociedad, en donde esta última modifica sustan-
presenta al médico no es una enfermedad, sino un cialmente la primitiva condición del hombre como
enfermo, una persona que expresa sus dolencias y ser natural.9
su angustia y que son su familia y su comunidad El ser humano sano o enfermo se caracteriza tam-
quienes asumen diferentes actitudes, dependiendo bién por su condición de ser concreto, en otras pala-
de su relación con él, de su vulnerabilidad y de la bras, que pertenece a una determinada clase social,
posibilidad o riesgo de que otros individuos puedan grupo étnico y cultura. Dicha pertenencia no es for-
encontrarse en una situación semejante.8 En ese tuita, sino que integra el ser y la personalidad de
sentido, un médico jamás ve una tuberculosis, un cada quien. En alto grado, se es humano en tanto
cáncer o una artritisis per se, sólo encuentra pa- que se es social, y se llega a la totalidad del ser en la
cientes tuberculosos, oncológicos o artríticos. medida en que se incorporan y organizan experien-
El problema surge cuando el médico pasa por cias con los otros, en un sistema de expectativas
alto la realidad concreta de cada paciente y aborda mutuas y de relaciones significativas, es decir, que
realidades conceptuales, constructos, es decir, tienen sentido en un contexto que le es propio.
cuando cree que está tratando abstracciones, enfer- El hombre es, además, un ser histórico, producto
medades, y no enfermos. Aunque en un hospital de un desarrollo en el cual emergen nuevas poten-
todos los pacientes sean tuberculosos, por ejemplo, cialidades, que no se dan de una vez y para siempre
cada uno es irrepetible, puesto que cada quien reac- en forma fija e inmutable. Dicho desarrollo es el re-
ciona corporal y psíquicamente a su condición de sultado de una compleja organización neuroendo-
enfermo de manera diferente a la de los demás. crina y reflejo de la estructura de la sociedad en un
El médico debe evitar en el sujeto sano la condición sentido más amplio, porque es de ella de donde pro-
de enfermo, o bien, esforzarse por suprimir esta vienen los estímulos fundamentales para la organi-
condición en el paciente. Los médicos, pues, tratan zación de las cualidades psicológicas humanas, y es
seres humanos, no conceptos, aunque se tengan en ella donde se manifiestan sus acciones conscien-
que servir de ellos para la mejor comprensión de tes o inconscientes producto de su necesidad de ser.
los problemas de salud. El ejercicio de la medicina desde el humanismo
Es esta idea del hombre en situación lo que cons- secular, y por tanto basado en este concepto del
tituye el punto de partida para comprender la con- hombre sano o enfermo en situación, requiere de
dición de enfermo, porque el ser humano no sólo una modificación de las actitudes del médico actual,
está en el mundo, sino que es en el mundo. Es el producto de la autocrítica y de la asimilación de lo
ser del hombre en el mundo lo que remite a un hu- que los pacientes piensan y perciben de él.
manismo médico de carácter secular, es decir, des- Este cambio de actitud debe orientarse hacia una
provisto de mitos y de esencialismos religiosos que apertura que haga posible el cuestionamiento sobre
conducen a una fragmentación del paciente por par- una serie de supuestas verdades que en la práctica
te del médico y, por lo tanto, a la pérdida de una vi- han interferido sensiblemente en el desarrollo de
sión totalizadora indispensable en el ejercicio de la las relaciones entre el médico y su entorno profe-
práctica médica. sional y los pacientes, con efectos indeseables que
Una primera aproximación a ese humanismo finalmente redundan en perjuicio de éstos.10-12 Una
secular es la idea del hombre en situación, que de estas falsas verdades es la creencia de que algo
aborda en un primer plano la unidad e interdepen- es correcto sólo por la autoridad académica de
dencia de todos los fenómenos, como momentos o quien lo dice, no por las razones y argumentos que
fases de un proceso como es la vida humana. Por lo sostienen.
ello carecen de sentido las discusiones, investiga- Pareciera más cómodo aceptar lo que se nos dice,
ciones o estudios clínicos que aíslan al paciente, o que reflexionar sobre ello. Algo semejante ocurre
tratan en forma abstracta una parte de sus mani- cuando el médico cree que es real y verdadero sola-
festaciones, sin conexión entre su naturaleza, su mente lo que es estadísticamente significativo.
contexto social y su devenir. En este renglón se inscriben también las llamadas
Desde esta perspectiva, el abordaje del paciente verdades absolutas, eternas e incuestionables como
en situación conlleva una caracterización del ser la referente a que el médico es el único responsable
humano a partir de su pertenencia a una naturale- de la salud y la vida de los enfermos, enajenándole
za muy peculiar, la humana. El hombre sano o en- a ellos la mayor parte de esa responsabilidad.
fermo forma parte de la naturaleza, pero también Otra falacia muy frecuente en el ámbito profesio-
de una realidad distinta y muy particular: la reali- nal es la tendencia del médico a priorizar sus valo-
dad social. Esta condición del hombre como ser so- res y costumbres por encima de los del paciente,
cial constituye una síntesis integrada de naturaleza desconociendo así la realidad del otro.
Ocampo-Martínez J. La antropología médica como antropología filosófica. Rev Mex Angiol 2013; 41(2): 44-47 47

Percibir al paciente en situación significa visuali- REFERENCIAS


zarlo en todas sus dimensiones y en todas sus posi-
bilidades y desventajas, en una intercomunicación 1. Ocampo MJ. Las Humanidades Médicas hacia el siglo
XXI. Lab-acta 1999; 11(3): 89-92.
franca, ajena a todo interés personal económico o 2. Gillon R. An introduction to philosophical medical ethics:
afectivo, en un clima de tolerancia y respeto a la the Arthur case. Brit Med J1985; 290: 1117-9.
imagen que tiene de sí mismo y de sus propios va- 3. Diccionario médico-biológico, histórico etimológico.
lores y cosmovisión. La relación médico-paciente Ediciones Universidad de Salamanca. Disponible en:
http://dicciomed.eusal.es/palabra/enfermo-ma. Citado
es, por lo general, un encuentro fraternal entre dos 20/01/13.
individuos sin parentesco, amistoso, entre dos no 4. Pellegrino DE, Thomasma DC. A Philosophical Basis of
necesariamente amigos, y humano por encima de Medical Practice. New York: Oxford University Press;
cualquier consideración.11 1981.
5. Veatch RM. The Patient-Physician Relation: The Patient
En ese contexto, toda reflexión auténtica y pro- as Partner. USA: Indiana Univesity Press; 1991.
ductiva sobre el humanismo tiene que partir del 6. Menken M. The art of medicine revisited. Med Educ
aquí y ahora, sin olvidar que por incluir una con- 1994; 28: 331-2.
ciencia histórica, dicha reflexión no puede prescin- 7. Magner LA. History of Medicine. New York: Marcel Dec-
ker Inc.; 1992.
dir del pasado ni de una proyección hacia el futuro. 8. Philip HC, et al. Bioethics for clinicians. Can Med Ass J
Para concluir habrá que afirmar que el ejerci- 1997; 156: 2.
cio del quehacer reflexivo acerca del hombre, 9. Bonifaz NR. El Humanismo en México en el siglo XX.
particularmente en torno a cada enfermo, sugie- México: UNAM; 1991.
10. Connely JE. Primary Care and the Medical Humanities.
re que todo médico debe adentrarse en el terre- Acad Med 1995; 9: 751-2.
no de la antropología médica entendida como an- 11. Aréchiga UH. La ética y praxis en el ejercicio de las pro-
tropología filosófica, sin que sea estrictamente fesiones para la salud. Memoria del IV Simposio Interna-
un antropólogo o un filósofo profesional, porque cional. México: Comisión Nacional de Arbitraje Médico;
2000.
el hombre es el centro de la medicina y el cues- 12. Jackson M. Medical Humanities in medical education.
tionamiento filosófico es inherente al género Med Educ 1996; 30: 395-6.
humano, más allá de las fronteras de cualquier 13. Ocampo MJ. Reflexiones bioéticas sobre la “Carta del Pro-
disciplina y del grado de profundidad de las res- fesionalismo Médico”. Rev Mex Ang 2011; 39(2): 49-54.
puestas, siempre que la reflexión esté libre de
restricciones. En nuestro tiempo, los nuevos Correspondencia:
retos que enfrenta el médico producto de sus Dr. Joaquín Ocampo Martínez
propias acciones, requieren de un humanismo Facultad de Medicina
Universidad Nacional Autónoma de México
secular, si es que la medicina aún puede lograr Tels.: (04455) 2746-6105, 5656-0691
sus metas y contribuir a mejores condiciones Correo electrónico:
para la existencia humana.13 ananke46@hotmail.com

También podría gustarte