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BOLETÍN TÉCNICO:

Programa De Análisis de Peligros y


Puntos Críticos de Control (HACCP)

Introducción
Los procesadores de alimentos hoy en día tienen una miríada de responsabilidades, muchas de las cuales definen la
habilidad de una compañía de tener éxito en un mercado competitivo, cuyas expectativas a menudo están ligadas a la
calidad, productividad y rentabilidad. Pero más importante que estas expectativas es la responsabilidad de una compañía y
todos sus empleados de asegurar que sus productos no presenten un riesgo a la salud del consumidor. Hoy en día, la manera
más exitosa de lograr esto es el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP, por sus siglas en inglés).

“HACCP es un enfoque sistemático para evaluar los riesgos de un producto, insumos o proceso y determinar los controles
necesarios para eliminar o minimizar este riesgo a niveles aceptables.”

HACCP ha sido utilizado por empresas de alimentos desde 1959, cuando el Dr. Howard Bauman de Pillsbury desarrolló el
concepto para NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio). Hoy, el USDA (Departamento de Agricultura
de los Estados Unidos) y la FDA (Administración de Alimentos y Drogas) requieren y regulan el HACCP para sectores
específicos de la industria alimenticia. Estos incluyen carnes, aves, pescados, mariscos y jugos, mientras también existen
requerimientos similares para la industria de productos enlatados de baja acidez. La experiencia, así como la ciencia,
le ha enseñado a la industria que históricamente los productos en estos sectores han representado el mayor
riesgo a los consumidores. Aun en sectores donde no se requiere la implementación de un Programa
HACCP, el mismo es igualmente útil y significativo para esos procesadores de alimentos, porque sirve como
herramienta para el desarrollo de controles que promueven la seguridad del consumidor. Además, un Programa
HACCP correctamente implementado es necesario para crecer y competir en el mercado global actual.

A través de los años, HACCP ha evolucionado y consecuentemente es posible que algunos de sus colaboradores
no conozcan claramente sus requerimientos ni estructura. Este boletín delineará los principios de HACCP y proveerá
información práctica sobre las actividades involucradas en el desarrollo, implementación y mantenimiento de un programa
exitoso. Un glosario de términos comunes de HACCP está incluido en la Tabla I.
Tabla 1 Monitoreo contínuo: Colección y documentación
Términos Comunes en HACCP ininterrumpidas de datos, tales como temperatura en un
Acción correctiva: Procedimiento que se sigue cuando registrador de gráfico de banda (Strip Chart).
ocurre una desviación.
Niveles objetivos: Criterios que son más estrictos que
Árbol de decisiones: Una serie de preguntas para los límites críticos y que son usados por un operador
determinar si una medida de control es un PCC. para reducir el riesgo de una desviación.
Control: (a) Manipular las condiciones de una operación Peligro: Una propiedad biológica, química o física que
para mantener cumplimiento con los criterios establecidos. puede causar que un alimento sea peligroso para su
(b) La condición bajo la cual los procedimientos correctos consumo.
se siguen y los criterios se cumplen.
Plan HACCP: El documento escrito basado en los
Criterio: Un requerimiento en que se puede basar una principios HACCP y que delinea los procedimientos
opinión o decisión. a seguir para asegurar el con- trol de un proceso o
Desviación: Falta de cumplir con un límite crítico. procedimiento específico.
Equipo HACCP: El grupo de individuos responsables por Punto crítico de control (PCC): Un punto, paso o
desarrollar un plan HACCP. procedimiento en que se puede aplicar control y prevenir,
Gravedad: La seriedad de un peligro. eliminar o reducir a niveles aceptables un peligro de
Ingrediente susceptible: Un ingrediente reconocido por su inocuidad alimenticia.
asociación con un peligro y por el cual existen motivos de Riesgo: Un cálculo de la probabilidad y gravedad de un
preocupación. peligro.
Límite crítico: Un criterio mensurable basado en la Validación: El uso de métodos, procedimientos
ciencia, con el cual se tiene que cumplir para cada punto o pruebas - además de los que se usan en el monitoreo y
crítico de control. verificación - para confirmar que el Programa HACCP es
Monitorear: Realizar una serie programada de efectivo.
observaciones o medidas para evaluar si un PCC esté Verificación: El uso de métodos, procedimientos
bajo control y para producir un registro preciso para su o pruebas - además de los que se usan en el monitoreo
futuro uso en la verificación. - para determinar la conformidad de los resultados del
procedimiento HACCP con el plan.

Visión General de HACCP


Existen muchas respuestas aceptables a la pregunta, “¿Qué es HACCP?” De hecho, la respuesta más sencilla revela mucho:
HACCP es un programa para la inocuidad de los alimentos. HACCP aborda la inquietud que los productos tienen el potencial
de causar enfermedades o daños. Por otra parte, este programa NO aborda asuntos de calidad. Mientras la calidad es una
de las principales preocupaciones de los procesadores de alimentos, no cabe dentro del alcance de un Programa HACCP. El
proveer programas separados de HACCP y calidad permite más claridad en la identificación y control de asuntos relacionados
con la salud del consumidor.

Una respuesta más extensiva a la pregunta, “¿Qué es HACCP?” es: HACCP es un enfoque sistemático para evaluar los
posibles riesgos asociados con un producto y determinar los controles necesarios para eliminar o minimizar el riesgo de que
éstos causen una enfermedad o daño. Como con cualquier apropiada definición de HACCP, esta declaración se enfoca en
los asuntos relacionados con enfermedades o daños (i.e. la inocuidad alimenticia) y aborda las actividades involucradas en
el desarrollo de un Programa HACCP. Los siete principios de HACCP, listados abajo, sirven como una guía para organizar las
actividades necesarias para desarrollar y mantener un Programa HACCP.
1. Realizar un análisis de peligros
2. Identificar puntos críticos de control
3. Establecer límites críticos
4. Establecer requerimientos de monitoreo
5. Establecer acciones correctivas para desviaciones
6. Establecer procedimientos de verificación
7. Mantener documentación y registros
El Papel de los Programas de Prerrequisito
Antes de desarrollar e implementar un Programa HACCP, se anticipa
que ciertos otros programas ya se han implementado. Estos incluyen los
requerimientos de calidad, procedimientos operacionales y programas de
prerrequisito. Bajo un Programa HACCP reglamentado, los programas de
prerrequisito se conocen como Procedimientos Operacionales Estándar de
Sanidad (SSOPs, por sus siglas en inglés). Los requerimientos de los SSOPs
se pueden satisfacer mediante los siguientes siete programas:
1. Programa de Sanidad
2. Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM)
3. Programa de Control de Plagas
4. Programa de Control de Químicos
5. Programa de Quejas de Clientes
6. Programa de Retiro y Rastreabilidad de Productos
7. Programa de Control de Materiales Alergénicos

Es importante entender los programas de prerrequisito, ya que a menudo


éstos son los medios que controlan los peligros potenciales. Por ejemplo,
el potencial de que se introduzcan patógenos en productos mientras los
empleados los manejan, se puede controlar mediante las BPM. Las siguientes
descripciones son breves resúmenes de los requerimientos para cada uno de
los programas de prerrequisito.

Programa de Sanidad
Es probable que un Programa de Sanidad bien desarrollado incluya un Plan Maestro de Limpieza (MCS, por sus siglas en inglés)
para rastrear la limpieza periódica, una lista de tareas diarias de limpieza, procedimientos detallados de limpieza, utensilios de
limpieza identificados y segregados, revisiones de concentraciones de químicos, evaluación de post-limpieza y capacitación.

Buenas Prácticas de Manufactura


Muchos individuos tienden a pensar que las BPM solo son prácticas de personal (ej. no llevar joyas, usar redecillas, etc.). Sin
embargo, es importante reconocer que las BPM también incluyen elementos como el diseño y mantenimiento de edificios,
equipos y terrenos; controles de producción y proceso; manejo de ingredientes; control de temperatura; utensilios designados
e inspecciones de camiones y tráileres. La capacitación y auto-inspecciones apoyan a este programa.

Programa de Control de Plagas


El Programa de Control de Plagas tiene dos objetivos principales: mantener las plagas alejadas del edificio y asegurar que las
actividades de control de plagas no presenten un riesgo a los productos. Los componentes del programa incluyen registros (ej.
licencias, seguros, mapas, informes de actividad y registros de aplicaciones), exclusión y mantenimiento de los terrenos, control
de plagas y dispositivos de monitoreo (ej. estaciones de cebo, trampas mecánicas, trampas de luz de insectos y trampas de
feromonas) y aplicaciones de plaguicidas.

Programa de Control de Químicos


El Programa de Control de Químicos asegura que solo se utilicen químicos y métodos aprobados, en ubicaciones aprobadas
y por personal capacitado. Además, asegura que los químicos se etiqueten apropiadamente y se almacenen fuera de las áreas
de producto o empaquetado.

Programa de Quejas de Clientes


El propósito del Programa de Quejas de Clientes es proveer un sistema organizado para recibir, documentar e investigar las
quejas de clientes. La información obtenida en este programa se usa para validar y / o mejorar los sistemas de inocuidad
alimenticia.
Programa de Retiro y Rastreabilidad de Productos
El Programa de Retiro y Rastreabilidad de Productos aborda la habilidad de identificar y rastrear materias primas, productos
en proceso, reproceso y producto terminado hasta el primer punto de distribución. También incluye un plan para el retiro de
productos del mercado (clientes) y tareas asociadas con el retiro, por ejemplo el cómo manejar los medios de comunicación.

Programa de Control de Materiales Alergénicos


El propósito del Programa de Control de Materiales Alergénicos es asegurar que todo producto que contenga alérgenos se
etiquete apropiadamente, y que se tomen medidas para prevenir la inclusión de cualquier alérgeno que no esté declarado en
la formulación de ingredientes. El control de alérgenos es posiblemente el reto más grande en la industria alimenticia hoy en
día. A partir de la redacción de este artículo, los alérgenos reconocidos en varios países, son el maní (cacahuetes), nueces de
árbol, huevos, trigo (gluten), soya (proteína), leche (y derivativos de leche), pescados y mariscos. La contaminación cruzada
es un asunto relacionado con los alérgenos, y su prevención se aborda mediante programación, separación física y sanidad.
A menudo, la verificación del Programa de Control de Materiales Alergénicos se maneja mediante inspecciones, pruebas de
hisopado “swabbing” y pruebas de productos terminados.

Los Siete Principios de HACCP


El desarrollo e implementación de un Programa HACCP requiere la
exitosa ejecución de los siete principios o pasos siguientes.

Realizar un Análisis de Peligros


El propósito de realizar un análisis de peligros es identificar los
peligros de inocuidad alimenticia– exclusivamente las condiciones
que pueden causar una enfermedad o daño. Debido a que HACCP
se basa en un enfoque sistemático, el análisis de peligros se divide
en dos partes lógicas: 1) la evaluación de toda materia prima
(incluyendo ingredientes, empaque y reproceso) y 2) la evaluación
de cada paso en el proceso. Típicamente, se desarrolla y consulta un
diagrama de flujo del proceso entero para asegurar que se incluyan
todos los pasos de procesamiento. Un análisis de peligros completo
en donde se listan todos los peligros potenciales es parte esencial
de un Programa HACCP exitoso. Si el análisis de peligros falla en
identificar un peligro potencial, es improbable que se implemente
un control para ese peligro. Es importante entender lo que constituye un peligro. Con el fin de facilitar este entendimiento,
examinaremos cada uno de las tres categorías en que caben los peligros: peligros biológicos (microbiológicos), químicos y
físicos.

Peligros biológicos (microbiológicos)


Por sí solos, organismos tales como roedores, aves o insectos no son
verdaderos peligros (con respecto a la inocuidad de los alimentos). Sin
embargo, los microorganismos que éstos pueden conllevar sí pueden
presentar riesgos para la salud humana. Por lo tanto, el término “peligro
microbiológico” puede ser más apropiado que “peligro biológico”.

Aunque existen cinco clasificaciones de microorganismos, solo tres se manejan


bajo HACCP. Éstas incluyen bacterias (ej. E. coli, Listeria monocytogenes,
Salmonella spp. y Estafilococo áureo), virus (ej. Hepatitis A y los virus
similares a Norwalk) y protozoos (ej. Giardia lamblia y Trichinella spiralis).
Las levaduras y mohos, las otras dos clasificaciones de microorganismos, no
se abordan en HACCP porque generalmente causan descomposición de los
alimentos, lo cual es un asunto de calidad y no uno de inocuidad alimenticia.

Es importante educar al personal de la compañía sobre los tipos de microorganismos que están asociados con productos y
ambientes específicos. Fuentes externas, incluyendo el Internet, proveedores o consultores, pueden ser útiles para obtener esta
información técnica.
Peligros químicos
Los peligros químicos incluyen químicos que ocurren naturalmente, químicos agregados intencionalmente, químicos
agregados accidentalmente o no intencionalmente y los alérgenos. Las toxinas, tales como micotoxinas (ej. aflatoxina
en manís) o toxinas de mariscos, son químicos de ocurrencia natural. Químicos agregados intencionalmente
incluyen conservantes, aditivos nutritivos o colorantes, y son permitidos en límites especificados bajo las BPM.
Químicos agregados accidentalmente o no intencionalmente son aquellos que no deberían estar presentes en
el producto, tales como plaguicidas, plomo, arsénico, sanitizantes y lubricantes. Para algunos de estos químicos
se permiten ciertos niveles, si son usados apropiadamente para contacto incidental. Los alérgenos son proteínas provenientes
de productos alimenticios que provocan una reacción del sistema inmunológico y que potencialmente pueden resultar en
reacciones severas, tales como choque anafiláctico, en una persona alérgica. Los ocho alérgenos reconocidos en los EE.UU.
fueron listados previamente en este boletín.

Peligros físicos
Los peligros físicos son objetos extraños, tales como vidrio, plásticos duros, madera, metal, joyas y piedras, que pueden causar
un daño si se consumen. Excluida de esta categoría es la materia natural que se anticiparía estar presente en un producto,
tal como un hueso en una pierna de pollo o una semilla en una cereza. En general, los productos agrícolas crudos tienden a
contener más peligros físicos que los ingredientes procesados.

Identificar Puntos Críticos de Control (PCC)


Una vez que se han delineado los peligros potenciales, las medidas de control para cada peligro deben ser identificadas. Un
peligro puede ser controlado mediante procedimientos de control del proceso, programas de prerrequisito o Puntos Críticos
de Control (PCC). Varias medidas se pueden emplear para determinar si un control es un PCC o no. El uso de un árbol de
decisión o un formulario del análisis de peligros puede ser útil en esta determinación. Una medida de control se considerará
un PCC si satisface los siguientes criterios:
1. Es un paso en el proceso.*
2. Previene o elimina un peligro, o lo reduce a un nivel aceptable.
3. Es el último paso en el proceso que elimina el peligro.
4. Es posible fallar en este paso y aún producir un producto viable.
*Pueden existir excepciones a este criterio.
Los PCC para cualquier producto, proceso o instalación son únicos. Circunstancias tales como el ambiente de proceso o
los ingredientes utilizados afectarán los peligros y las medidas necesarias para controlarlos. Algunos PCC que pueden ser
identificados dentro del plan único de una instalación incluyen cocción, congelamiento, cernido, filtración y lavado, así como
pasos involucrando detectores de metales, rayos-X, determinación o ajuste de pH, pasteurización y otros.

Establecer Límites Críticos


Límites críticos son valores mensurables, basados en la ciencia, que definen si un proceso está bajo o fuera de control. El límite
crítico es el valor al que debe operar el PCC para prevenir o eliminar un peligro, o reducirlo a un nivel aceptable. Es importante
notar que el límite crítico es una medida del PCC (del paso en el proceso), no de la efectividad del PCC. Por ejemplo, la
temperatura interna del producto sería un apropiado límite crítico, pero la ausencia de patógenos mediante pruebas no lo
sería.

Hay que establecer límites críticos para cada PCC. Para el control de peligros biológicos, el tiempo y temperatura necesarios
para matar o controlar el crecimiento (de microorganismos) deben ser determinados. Para los peligros físicos, el tamaño de
la malla o filtro, la fuerza de atracción del imán o la susceptibilidad del detector de metales definiría el límite crítico. Si no
se puede obtener una medida para un PCC, probablemente no es un verdadero PCC. Para eliminar o minimizar peligros,
es imperativo que las herramientas y medidas necesarias para medir cada límite crítico estén disponibles para los que son
responsables por el monitoreo de los PCC.

Establecer Requerimientos de Monitoreo


El monitoreo de un proceso involucra la revisión de cada PCC y su límite crítico. Varios elementos de monitoreo, incluyendo
las personas responsables, métodos (¿qué? y ¿cómo?) y frecuencia, se deben predeterminar y delinear en el Plan HACCP
escrito. Al especificar las personas quienes serán responsables por un PCC, a menudo es mejor elegir a alguien cuyas actuales
responsabilidades de trabajo están estrechamente relacionadas con aquel particular paso en el proceso. Esto ayudará en
integrar las responsabilidades de inocuidad alimenticia con las otras obligaciones. La persona identificada o responsable debe
estar consciente de sus responsabilidades y ser capacitada apropiadamente para la posición.
AIB International presenta seminarios presenciales en México en temas de inocuidad,
calidad, defensa de los alimentos, panificación y mucho más. Durante 2018 estaremos
presentando los siguientes seminarios, avalados por el renombre de AIB y sus instructores
premiados a nivel internacional:

Manejo Integrado de Plagas en Plantas de Alimentos • Culiacán, SI • 8-9 de febrero


Módulo III- Cómo Resolver Problemas Técnicos en Panificación • CDMX •
19-21 de febrero
MODULO IV-Gestión Efectiva y Diseño de una Planta Panificadora • CDMX •
21-23 de febrero
FSPCA: Controles Preventivos de Alimentos para Humanos y cómo Integrar a HACCP en
Conformidad con FSMA • CDMX • 6-8 de marzo
Coordinador de Defensa de los Alimentos • CDMX • 19-20 de abril
Microbiología e Inocuidad de los Alimentaria • CDMX • 9-10 de agosto
Funcionalidad y uso de Ingredientes Especiales • CDMX • 21-23 de agosto
Manejo Integrado de Plagas en Plantas de Alimentos • CDMX • 27-28 de septiembre
FSPCA: Controles Preventivos de Alimentos para Humanos y cómo Integrar a HACCP en
Conformidad con FSMA • Monterrey, NL • 21-23 de noviembre
Procesos de Hojaldres y Productos Laminados • CDMX • 27-29 de noviembre
Coordinador de Defensa de los Alimentos • Guadalajara, JAL • 6-7 de deciembre

Como parte del currículum formativo de HACCP, este año presentamos dos seminarios presenciales:

FSPCA: Controles Preventivos de Alimentos para Humanos y cómo Integrar a HACCP en Conformidad con FSMA : Un
seminario que integra las regulaciones de FSPCA y la forma como HACCP se puede integrar para el cumplimiento de
FSMA y poder exportar.

Taller HACCP y sus Programas de Prerrequisito: Las evaluaciones proporcionadas después del curso por los asistentes
señalan que este curso ha sido de gran ayuda en la implementación efectiva del programa HACCP en sus plantas.

¡Le invitamos a acompañarnos a los seminarios presenciales durante 2018! Si por cuestiones de tiempo o distancia,
no puede asistir a nuestros seminarios presenciales, le recomendamos revisar nuestra oferta en línea: tiny.cc/
laboratoriodeaprendizaje

Si requiere de mayor información, contacte a nuestros ejecutivos de atención al cliente al 01-800- 300- 5608 en
México o por correo electrónico: aiblatinamerica@aibonline.org
Los métodos para el monitoreo de los PCC deben ser establecidos, y los
procedimientos desarrollados deben identificar claramente lo que se está
monitoreando. Esto puede ser el detector de metal y el mecanismo de
rechazo, la temperatura interna del producto, la temperatura del horno,
la integridad de las mallas, el pH del producto, etc. Los procedimientos
para la prueba de un PCC tienen que identificar cuales herramientas serán
necesarias y si la prueba se realizará mientras la línea está operando o no.

La frecuencia de los chequeos de monitoreo para un PCC variará de


planta a planta, y hay que considerar muchos asuntos al determinar dicha
frecuencia. Los chequeos de monitoreo frecuentemente se hacen al empezar
y terminar un turno de producción para contar con evidencia concreta que
los límites críticos fueron cumplidos durante todo el turno. Además, los
chequeos se deben realizar durante el turno para minimizar la cantidad de
producto sospechoso en caso de que los límites críticos no se cumplan. Si
el PCC se aplica por lote, carga o entrega, esto también puede representar
una frecuencia apropiada. Un tal ejemplo puede ser la revisión de un
certificado de análisis de vomitoxina para cada entrega. Los resultados
de toda actividad de monitoreo se tienen que documentar de una manera
planeada y organizada.

Establecer Acciones Correctivas para Desviaciones


Cuando el monitoreo indica que un límite crítico no se ha cumplido, hay que implementar una acción correctiva. Cuando
esto sucede, se inicia una serie predeterminada de actividades. Estas actividades incluyen:
1. Retener todo producto producido desde el último chequeo efectivo.
2. De ser posible, parar la línea. Si no es posible parar la línea, continuar a retener producto hasta poder cumplir con
el límite crítico.
3. Hacer las apropiadas reparaciones o ajustes al PCC para poder cumplir con el límite crítico.
4. Repasar todo producto retenido por un PCC que funciona o desechar el producto sospechoso. (Una vez que
un paso haya sido identificado como un PCC, el mismo es imprescindible para la eliminación de los peligros.
No es aceptable simplemente tomar muestras al azar del producto sospechoso para chequear el parámetro de
preocupación y después liberarlo sin repasarlo por el PCC.)
5. Documentar la desviación (falta de cumplir con el límite crítico) y las acciones correctivas que se ejecutaron.
Las acciones correctivas incluyen la disposición del producto y las medidas que se tomaron para prevenir una
repetición.

Establecer Procedimientos de Verificación


El propósito de la verificación es confirmar que el monitoreo y las acciones correctivas se realicen conforme al plan
HACCP. La verificación incluye una revisión de los registros de monitoreo para asegurar que los requerimientos de la
frecuencia y límites críticos se cumplan, así como una revisión periódica de las actividades de monitoreo para asegurar
que se desempeñen de acuerdo con el programa establecido. La verificación también puede incluir la calibración
del equipo de monitoreo, tal como sondas de temperatura. Se deben mantener registros de todas estas actividades.
La verificación se tiene que realizar por un individuo que tenga más autoridad que las personas que desempeñan
el monitoreo. Además, se requiere una firma en los registros de monitoreo como evidencia de esta verificación.
Si al realizar la verificación se identifica un caso donde no se cumplió con un límite crítico y el plan de acción correctiva no
se siguió, hay que implementar la acción correctiva en ese momento. Por esa razón, es favorable para la planta ejecutar
los procedimientos de verificación antes que el producto esté fuera del control de la instalación. Si el producto ya ha salido
de la instalación, será necesario retirar el producto del mercado. En industrias donde HACCP es regulado, la frecuencia de
verificación está pre-indicada.

En caso de que la verificación identifique alguna ocasión que la frecuencia de monitoreo o la documentación no ha seguido
el plan, hay que llenar un informe de desviación. A menos que se haya excedido un límite crítico, no es necesario retener el
producto. Sin embargo, hay que implementar y documentar medidas correctivas para prevenir una repetición de la situación.
Mantener Documentación y Registros
El último paso en establecer un Programa HACCP es mantener la
documentación y los registros. A menudo, los empleados atareados
de una planta de alimentos enfrentan la idea de documentación
con resistencia. Sin embargo, la documentación es una necesidad
absoluta. Es el medio por el cual se provee la prueba que el plan
HACCP se ha implementado y seguido. La documentación no tiene
que ser excesivamente voluminosa o requerir mucho tiempo para ser
completa. De hecho, las opiniones de los usuarios con respeto al diseño
de los formularios pueden ser muy beneficiosas, ya que los usuarios
frecuentemente pueden proveer perspectivas que contribuyen a la
eficiencia y claridad.

En la sección sobre documentación del plan HACCP escrito, se identifica


el nombre del registro de monitoreo y todos los distintos registros de
verificación (ej. calibraciones de las sondas de temperatura). El lugar
donde se almacenan estos registros también se deben incluir. Además,
el tiempo de retención de los registros, que puede ser determinado por
regulación, se debe incluir. Por regla general, para las industrias en que HACCP no se requiere ni regula, la retención debe
ser dos veces la vida de anaquel del producto o un año, cualquiera de las dos opciones que sea más larga.

Los registros mantenidos para propósitos de HACCP deben ser tratados como documentos jurídicos. Deben ser documentados
con tinta y se debe evitar usar tinta blanca, rayar o escribir comillas u otros símbolos parecidos. Si hay que hacer un cambio,
se debe trazar una sola línea por el apunte incorrecto. Entonces, se debe documentar la información correcta y la persona
que hizo el cambio debe fechar el apunte y firmarlo con sus iniciales. Fechas y firmas se deben proveer para cada actividad de
monitoreo y verificación. Registros electrónicos también son aceptables siempre y cuando estén protegidos con contraseñas.

Validación
Aunque la validación formalmente no es uno de los siete principios
de HACCP, sí es un aspecto muy importante del desarrollo inicial
y mantenimiento continuo de un Programa HACCP. A veces existe
confusión entre la validación y verificación. En habla común, uno
puede usar los dos términos intercambiablemente, pero en el
contexto de HACCP, son actividades distintas. El propósito de la
verificación es asegurar que se siga el plan HACCP escrito. Por
otra parte, el propósito de validación es confirmar que el plan
HACCP controle los peligros efectivamente.

La validación debe ser desempeñada durante la implementación


inicial de un plan HACCP. Después, el plan debe ser validado por
lo menos anualmente. Se puede requerir validación adicional si
hay una queja sobre la inocuidad del alimento, cuya causa no
se ha explicado bien; si se implementan productos o procesos
nuevos o que se han cambiado considerablemente; o si los
medios de comunicación presentan alguna información pertinente
(ej. identificación de nuevos microorganismos).

Las actividades de validación pueden incluir la recopilación de datos científicos, pruebas del producto terminado e
implementación de auditorías por entes independientes. La validación anual a menudo incluye una revisión del plan escrito
por el equipo HACCP para asegurar que todos los peligros y controles apropiados se hayan identificados y que todos los
ingredientes y pasos del proceso del plan estén de acuerdo con las actividades de la planta. El equipo HACCP también debe
revisar las quejas de clientes / consumidores relacionadas con la inocuidad alimenticia para determinar cuáles cambios en
el plan HACCP pueden ser necesarios para evitar una repetición.
Resumen
Un Programa de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP) provee una manera organizada y sistemática
para evaluar los peligros y riesgos de inocuidad alimenticia y establecer los controles correspondientes. Un plan HACCP
exitoso se basa en siete actividades principales y se desarrolla con la contribución de un equipo multidisciplinario, el
cual incluye a los usuarios del plan. Combinado con programas de prerrequisito robustos y con el apoyo de todos los
empleados operando bajo el principio de mejora continua, HACCP es un método comprobado, aunque no perfecto, para
asegurar que los productos alimenticios sean inocuos para el consumidor. Cualquier procesador de alimentos interesado
en 1) permanecer competitivo, 2) mantener su buen nombre y 3) proteger la salud de sus consumidores debe contar con un
Programa HACCP exitoso para apoyar estos tres objetivos.

¡Logre la Acreditación en HACCP!


La Acreditación HACCP ayuda a que los productores de alimentos, bebidas y empaques cumplan con los requisitos
regulatorios propios y de sus clientes, así como tener un análisis de peligros basado en la ciencia que sea manejado
activamente, y que esté alineado con sus programas de seguridad e inocuidad alimentaria, para reducir o eliminar los
riesgos identificados.

Le ayudaremos a lograr un plan HACCP bien administrado y a implementar sus programas de prerrequisitos para controlar
los peligros microbiológicos, químicos y físicos que prevengan la contaminación de los productos alimenticios.

La acreditación HACCP de AIB es un proceso, y para hacerlo más ágil ofrecemos los siguientes servicios:
• Educación en Inocuidad Alimentaria : ofrecemos Seminarios Públicos, Cursos Privados y Educación en línea.
• Revisión a fondo de su Manual HACCP.
• Ayuda de expertos para implementar sus Programas de Prerrequisito – la base de un sistema de
seguridad alimentaria exhaustivo.
• Formularios para ayudarle a desarrollar y mantener con facilidad su propio programa HACCP.

¡Póngase en contacto con nosotros hoy mismo!


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