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UNIVESIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES

CURSO: SOCIOLOGÍA

LIC. LUIS RENATO PINEDA

EL HOMBRE Y LA SOCIEDAD

Dentro del Estudio de la sociología del derecho se hace necesario establecer la estructura y el
funcionamiento de la sociedad. Al respecto, Aristóteles señaló que el hombre es un animal social y gracias a
los estudios de antropología, se ha establecido que el nombre no solamente no puede vivir aislado sino que
su condición humana en el proceso evolutivo lo alcanzó por la convivencia con sus semejantes.

Lo que caracteriza al hombre y lo distingue de las demás especies es su capacidad de pensar a base
de conceptos generales y abstractos, a diferencia de los animales, en ese sentido el ser humano es un animal
racional. Entonces para poder pensar sin imágenes es necesario hacerlo mediante símbolos que encierren
una generalidad de objetos y por lo tanto, no es la imagen de una determinada “silla”, sino el concepto que
expresa la palabra “silla”.

Adicional, el ser humano realizó operaciones recurriendo a símbolos gráficos y sonoros que dieron
lugar al lenguaje, como una necesidad de comunicarse con los demás y muy a pesar de que los animales
también poseen un lenguaje para comunicarse, pero estos solo transmiten sensaciones y experiencias o
conocimientos simples.

Es en la comunicación y la confrontación con toros, como el hombre adquiere conciencia de si mismo,


de sus capacidades y limitaciones. Estas consideraciones son necesarias para desechar las teorías que
sostienen que lógica y cronológicamente, se da primero el individuo y después la sociedad y en el caso de las
teorías contractualistas, que señalan que la sociedad es un acto convencional y por lo tanto artificial.

Estas infundadas teorías han tenido graves consecuencias históricas pues proporcionan las bases
teóricas del liberalismo (Doctrina política, económica y social, nacida a finales del siglo XVIII, que defiende la
libertad del individuo y una intervención mínima del estado en la vida social y económica y cultural. Así mismo
se identifica como una actitud que proponga la libertad y la tolerancia en las relaciones humanas,
fundamentada en el libre albedrío y en el principio de no agresión). Promueve, en suma, las libertades civiles
y económicas y se opone al absolutismo, al despotismo ilustrado, al conservadurismo, los sistemas
autoritarios, dictatoriales y totalitarios. Constituye la corriente en la que se fundamentan tanto el Estado de
derecho como la democracia representativa y la división de poderes.)

El encontrar el equilibrio adecuado y justo entre las necesidades y aspiraciones del individuo y de exigencias
del bienestar y desarrollo colectivo es el gran problema al que se enfrentan las sociedades.
LA ORGANIZACIÓN SOCIAL

Las partes que componen la sociedad son los individuos. El término individuo significa que no se
puede dividir o descomponerse en otras partes y la sociedad se trata de individuos relacionados entre sí. La
sociedad se distingue de la muchedumbre, porque la sociedad tiene un orden, mientras que en la
muchedumbre a pesar de haber colectividad, no existe una finalidad que conlleve a un bien común. Así
mismo, la sociedad se rige coordinadamente, ajustada a una conducta, patrón o pauta, que al final está
reglamentada o normada, es decir, que esa conducta responde a un ordenamiento jurídico.

El concepto de regla lleva implícito un significado de “regular” de una conducta que se repite. Y esta
busca que en situaciones iguales la gente adopte actitudes semejantes. Solo de esta manera alguien puede
prever cual será la respuesta de su interlocutor y las consecuencias de su propia conducta. Sin la
reglamentación, el individuo no sabría cómo se comportará un individuo frente a él y uno no sabría que
conducta adoptar frente a otra persona. La normativa entonces nos permite considerar una conducta de una
persona coherente a la nuestra, aunque hay situaciones que se salen de nuestro deseo de actuar, tales como
los cuasidelitos (delitos culpables).

Esta repetición regular de acciones y comportamientos es lo que se llama ordinariamente “uso o


costumbre”. Y es de uso y costumbre nace la pauta de conducta y de esta norma nace la norma. Y luego la
norma impone la costumbre y se impone así una mutua relación de causalidad entre ambas.

La conducta se aprende mediante la imitación o la enseñanza y su ejecución reiterada que forma el


“hábito” que es la predisposición de actuar de determinada manera, en determinada situación de manera
inconsciente. Estas conductas reiteradas que dan consistencia a la organización social, son los
comportamientos que constituyen el objeto de estudio de la sociología. Los hechos singulares, que no se
repiten, pueden ser captados por la historia, más no por la sociología.

Lo reiterativo de la conducta es una característica, para entender por qué las normas de cualquier
clase deben tener un carácter general, porque debe de abarcar a todos los actos que se den en la hipótesis
que la norma contempla.

En una sociedad, cada individuo debe de ocupar un lugar determinado, un “estatus”, el cual cambia
constantemente de una situación a otra, ejemplo, en el trabajo el individuo es un patrono y en su casa es un
padre de familia y de eso nace una relación entre patrono y trabajador y de padre a hijo. Dependiendo del
“estatus” que se tenga una persona debe de adoptar una conducta determinada y a esto se le llama “rol” o
“papel”.

Existen estatus que están determinados por factores objetivos, como lo son el sexo, la edad o alguna
cualidad o aptitud del sujeto, pues no todo sujeto puede desempeñar un tipo de papel, sino posee la cualidad
para poder hacerlo. En el papel que desempeñamos también influye la clase social a la que se pertenece.
Hay otros estatus que el individuo elige más o menos libremente dentro de los márgenes marcados por las
pautas o normas. Pero generalmente cada individuo desempeña su papel o rol, de acuerdo a sus capacidades
y su carácter personal. En ocasiones el estatus está regido por la norma jurídica, este implica derechos y
obligaciones.
Entonces, considerando el papel que desempeña un individuo dentro de un grupo, se dice que este
cumple una función en relación de funcionamiento global de este conglomerado. Hay funciones que son más
importantes que otras e incluso pueden ser esenciales para la vida social.

Otro criterio de análisis de las relaciones sociales se basa en el contenido de estas, y que diversos
enfoques o ramas de estudio, pues se puede analizar al individuo en su relación con su entorno social,
religioso o mercantil etc., dando lugar a una serie de relaciones que se refieren a una misma materia que son
a las que se denomina “estructuras”, que pueden darse en muestras más pequeñas tales como políticas,
familiares, comerciales, militares etc.

EL METODO SOCIOLÓGICO

Para estudiar el funcionamiento de la sociedad, es necesario aplicar el método analítico, porque al


igual que los científicos, es preciso observar y distinguir las partes o elementos de que está compuesto el
objeto de estudio, para después de una operación de síntesis, ver como se conectan y actúan unas partes en
relación con las otras, hasta reconstruir la unidad que constituye el conjunto, que en este caso es la sociedad.

Estos dos métodos, análisis y síntesis, implica dos posibles enfoques. El primero, atendiendo a sus
elementos que conforman a la sociedad, a sus estructuras, se le denomina “estructuralista” y el segundo, el
observar cómo funcionan estos elementos, es decir, como se relaciona cada una de las estructuras tanto con
sus propios elementos como su relación con otros distintos, se le denomina “funcionalista”. En ese sentido,
uno tiene una función estática y conceptual y la otra dinámica.

La sociología es una ciencia positiva, porque se apoya en el método científico y en su elemento de la


observación de la realidad, sin embargo, la sociología no es una ciencia experimental porque no es posible
provocar voluntariamente un fenómeno social, ni estos se repiten con precisión y regularidad, para
determinar cómo se producen y cuáles son las constantes (leyes naturales) que presentan. En determinado
momento puede ser objeto de experimentación, pero de modo reducido y limitado con resultados variables
y no constantes.

Debido a ello, no es posible trasladar a las ciencias sociales el concepto de “ley” en la acepción que
dan las ciencias naturales a este término, porque no puede establecerse con la misma exactitud y precisión
las relaciones de causalidad entre los fenómenos sociales. Esto se debe a la infinidad de factores y
circunstancias que intervienen en una sociedad cambiante.

En estas condiciones la observación sistemática y el registro de los fenómenos constatados


constituyen la base fundamental de su método. Por eso la observación debe de ser minuciosa y analítica y
que el campo al que se dirige tenga la mayor amplitud alcanzable, a fin de sustituir en lo posible el método
experimental, por el método comparativo. En consecuencia, la sociología del derecho, tiene que buscar el
campo de observación más amplio que le sea posible para apoyar sus comparaciones considerando
sociedades de distintas épocas y lugares, para localizar las regularidades que aparecen en ellas, tanto en sus
estructuras como su funcionamiento, y así poder determinar qué relaciones entre una sociedad y su
correspondiente sistema jurídico son constantes en todas ellas.
El campo de la observación se puede dirigir en dos direcciones, uno espacial, observando sociedades
de distintos lugares y otro temporal, estudiándolas en el transcurso del tiempo, es decir, históricamente. En
ambos casos es aplicable el método comparativo y en el segundo, estudia como cambian y evolucionan.

Para poder penetrar mejor en la realidad social se ha desarrollado, además de las observaciones
técnicas muy variadas, como la estadística que permite conocer la extensión y la frecuencia de los fenómenos.
La muestra o el sondeo que, en la imposibilidad física que abarca a toda una totalidad de hecho, se reduce a
un número limitado, pero que sea representativo del conjunto. Además que la encuesta nos da un acceso
más profundo del fenómeno mediante el interrogatorio directo a sus actores. La antropología social ha
elaborado algunas otras técnicas más especializadas para abordar el conocimiento de las culturas o grupos
distintos. Estas técnicas permiten realizar la investigación empírica de la realidad social y con base a ella
puede elaborarse, mediante el método inductivo, (es aquel método científico que obtiene conclusiones
generales a partir de premisas particulares) una teoría general de la sociedad que permita encuadrar los
conocimientos empíricos adquiridos y proporcionarnos una visión coherente e inteligible de la sociedad.

EL METODO EN LA SOCIOLOGIA DEL DERECHO

La sociología del derecho, por ser una mezcla de la ciencia de la sociología y la ciencia del derecho,
entonces tiene que utilizar el método de ambas ciencias. Desde un punto de vista sociológico se debe de
considerar a la norma como un hecho social y son las normas las que le confieren a un fenómeno social e
incluso natural su calidad jurídica. Es por ello que el derecho considerado en sí mismo, se explica mejor por
los fines que persigue que por las causas que lo producen.

La sociología del derecho, no juzga sobre los valores que la norma jurídica encierra, pero debe
tenerlos en cuenta para observar los efectos sociales que ellos producen y todas la relaciones que se dan
entre esta valoración normativa y la sociedad. Ejm. Como una ley puede influir en el problema de la
delincuencia al valorar negativamente ciertas conductas.

La metodología jurídica es casi exclusivamente de carácter documental, lo mismo cuando se dirige a un


sistema jurídico determinado que cuando se aplica a la comparación entre ellos o a su pasado histórico. Tales
documentos son las leyes, la jurisprudencia, las sentencias, las obras doctrinales e históricas en general, toda
descripción social, incluso literaria que pueda ofrecer datos de interés jurídico.

Entonces, el objeto específico del estudio de la sociología del derecho radica en la observación de la
realidad social, pero precisamente a través de los lentes que nos proporciona la dogmática del derecho. La
ciencia del derecho, tiene una doble vertiente: una que se apoya en la teoría, es decir un cuerpo de
conocimientos y conceptos que integren un sistema, una concepción general entre la interacción entre la
sociedad y el derecho y por el otro lado, la investigación empírica de los fenómenos en los que se manifiesta
de forma concreta esa interacción.

Para esta última, no basta con conocer el sistema normativo, sino que es necesario constatar cómo
se vive este sistema en la realidad, que eficacia social alcanzan las normas.

LA OBJETIVIDAD DE LA SOCIOLOGIA
La sociología es una ciencia empírica que pretende registrar los hechos que se desarrollan en una
sociedad tal y como se dan, sin atribuirles más calificativo que su certeza, aunque pueda elaborarse una
construcción teórica. Además la sociología puede hacer investigaciones sobre los valores morales, jurídicos
o de cualquier índole que posea una persona o una sociedad.

El jurista, procede de modo contrario, pues toma los hechos que le da la realidad para confrontarlos
con los criterios valorativos del sistema jurídico y calificarlos conforme a estos. Por ende, la sociología del
derecho, registra las normas jurídicas como fenómenos sociales, sin atribuirles ningún calificativo. No le
corresponde a esta determinar si una ley es justa o injusta, sino para ello está la filosofía del derecho.

La objetividad en las ciencias sociales se ve comprometida porque el investigador forma parte de esa
sociedad que es objeto de observación, por lo que se corre el riesgo de emitir juicios de valor en esa
observación, aun así, la ventaja de pertenecer a esa sociedad es que puede observar el fenómeno desde
adentro y no solo lo comprenderá como fenómeno, sino las causas que dieron origen a dicho fenómeno.

La tendencia de introducir criterios subjetivos, es difícil de evitar, mientras menos conciencia se tiene
de ella y es a la que se ha denominado ETNOCENTRISMO que significa: “Actitud del grupo, raza o sociedad
que presupone su superioridad sobre los demás y hace de la cultura propia el criterio exclusivo para interpretar
y valorar la cultura y los comportamientos de esos otros grupos, razas o sociedades.// El etnocentrismo es un
sistema ideológico a través del cual el individuo analiza el mundo de acuerdo con los parámetros de su propia
realidad, es un concepto elaborado por la antropología para mencionar la tendencia que lleva a una persona
o grupo social a interpretar la realidad a partir de sus propios parámetros culturales.”. Pues esta
interpretación, no solo lleva a sobrevalorar la cultura a la que se pertenece, sino a erigir en patrón y medida
de las demás culturas y de la historia de los demás pueblos.

De lo anterior, se comprende que a determinados pueblos en la historia del derecho se les denomine
pueblos barbaros, solo porque poseen culturas diferentes y costumbres difíciles de comprender para
nosotros. O aquellos que bíblicamente se les llama paganos, por no pertenecer a la religión que profesan los
judíos.

Se señala que no hay culturas superiores ni inferiores, porque la cultura presenta un valor subjetivo
para el pueblo que lo crea. En el caso del derecho, cada pueblo va creando el sistema jurídico que exige su
organización social y la solución de sus problemas de acuerdo con su propia escala de valores. A pesar que
en muchas legislaciones se copia códigos y leyes extranjeras.

En conclusión, si la sociología del derecho se propone estudiar las relaciones existentes entre sociedad
la sociedad y las normas jurídicas, debe de aplicar el método sociológico, analizando objetivamente como
influye la sociedad en la configuración del sistema jurídico y a la inversa, es decir, como las normas jurídicas
influyen en la actividad social.

Lo antes indicado, sobre la objetividad de las ciencias sociales, se refiere estrictamente al proceso de
investigación o estudio, pero no incluye a las operaciones previas y posteriores a él. El hecho de escoger un
tema, inmplica que se le está dando un valor científico o práctico.
En otro aspecto, la sociología puede ofrecer datos científicos que den lugar a un juicio moral o político.
La sociología del derecho puede demostrar como ciertas leyes tienen el efecto social de producir una gran
concentración de la riqueza o puede excluir a ciertos grupos de la participación en el ejercicio del poder, lo
cual merece un juicio negativo, pero éste es posterior y ajeno a los datos en sí mismos.

Cuando se critica el positivismo como método de conocimiento, no se dirige la crítica a la validez de


los métodos científicos, sino a la opinión según la cual sólo el conocimiento obtenido por estos métodos es
verdadero y digno de tomarse en cuenta.

Una actitud verdaderamente científica es la que admite que todo el conocimiento es limitado y
provisional y por lo mismo puede ser desechado o rectificado en el momento en que nuevos progreso en el
conocimiento así lo demuestren.

Así mismo existen regiones o aspectos de la realidad que solo se conocen a través del conocimiento
vulgar o cotidiano y valores que forman parte indudable de esa realidad, como la belleza, el bien o la justicia
que no pueden ser captados por la ciencia, sino por vías de conocimiento o percepción distintas a esta.

Por lo que hace concretamente al positivismo jurídico, no es su método y sus planteamientos, sino lo
que se cuestiona es la actitud de quienes piensan que ese punto de vista agota el fenómeno jurídico y
descalifican otras posibles perspectivas o puntos de vista, como puede ser el enfoque sociológico o la reflexión
sociológica.

Por último, la investigación científica sociológica debe ser axiológicamente neutra, el único valor que
debe regir en materia científica es la verdad, que consiste en la mayor aproximación mental posible a la
realidad objetiva. Pero la aplicación práctica de las conclusiones científicas no pueden ser moral ni
jurídicamente neutras.

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