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La literatura que acoge: Inmigración y lectura de álbumes


P arapara el ave 5

biblioteca, ya que son la segunda comunidad inmigrante más numerosa en Santa


Coloma de Gramenet.

CONCLUSIONES
La actividad del equipo de esta biblioteca ha garantizado el aumento de lec- La literatura, parte integrante
tores y usuarios de la misma. Sus acciones han abierto las puertas a la comuni- del arte de
dad, adaptándose a sus necesidades, ofreciéndole la posibilidad de implicarse y
colaborar activamente. Como demuestra esta experiencia, ellos han entrado en
la biblioteca y la han integrado como un espacio propio. La biblioteca se ha trans-
formado así en un lugar donde pueden convivir diversas culturas.
Como se plantea al inicio de este libro, existen nuevas aproximaciones didác- MICHELE PETIT

. h evelado útiles en la enseñanza de la literatura y estas y otras muchas


ticas que se an r . . .
· · 1o atestiguan . Sin perder de vista los objetivos
expenenctas . de aprendtzaJe,
. la
variedad de actividades literarias realizadas desde dtferentes perspectivas y con
fuertes componentes lúdicos y sociales han sido fundamentales para_ su A
menudo, la sociedad y la escuela no facilitan la construcción de nuevas
a los niños y jóvenes recién llegados. Sin embargo, las experiencias didacucas que
acabamos de presentar les han alentado y sostenido en este proceso y _les han l. INTRODUCCIÓN
. permitido iniciar sus trayectorias como lectores dentro de la comumdad de "La literatura que acoge": ese es un título que concuerda con las experiencias de
acogida. muchos lectores a los que escuché y que me incitaron a escribir, con palabras
parecidas, que la literatura era hospitalaria o que el libro era la morada "natural" de
los exiliados. El tema me evoca de modo particular todos esos relatos de jóvenes que
crecen en un lugar distinto a aquel donde sus padres, o ellos mismos, han pasado la
infancia, y que se han apropiado de textos, o fragmentos de textos, para resistir los
procesos de exclusión y tratar de armonizarse con el mundo, en los lugares donde
Referencias . B celona: Graó. viven ahora.
Camps. A. (comp.) (2003): Seqüencies didactiques per aprendre a esmure. ar
Como en muchas ocasiones ya he compartido lo que aprendí al analizar sus
relatos, abordaré ahora la extraordinaria capacidad pára acoger que tiene la literatura
Notas .. al n el título La literatura que acoge:
l. Las comunicaciones fueron publicadas en formatod!glt co de un modo un poco diferente, ampliando mi acercamiento a la cuestión de lo que
e · · ·• 1 t a ISBN 978-84-939545-5-0. ., está en juego con la transmisión cultural, y sin limitarme forzosamente a los hijos de
imancia, mm1grac10n Y ec ur ' ·d ¡ l '" una investigacw-
2. Animalandia formaba parte del "Projecte QJteta peral
. .
edcaCta ai
d'Ed ació de la General1tat e ata uny '
a Resolución
., d 1
migrantes. A manera de entrada en materia, partiré de un recuerdo personal.
neducativa retrmbmda del Departament uc - " PLC a la rograrnac!O e a
EDU/2760/2010 (DOGC 5702-27.8.2010). El trabajo se Del i amb aprofita·
, U · lusiva 1nterc1cles, transvers / 2. TE PRESENTO EL MUNDO
competencia comunicativa en catal a. na proposta me , h ·//phobos.xtec.cat
· · "' ede consultar en: ttp. Hace algunos años, me encontraba en Brasil para dar algunas conferencias. Ya
ment de les noves tecnologies de la comumcacw y se pu
sgfprp/resum.php?codi=2085 . . . h .¡;www.yourube.com/ había viajado en varias ocasiones al hemisferio sur, al Océano Índico o a América del
3. El pro<lucto final se puede consultar en el s¡gmente en1ace. ttp.
Sur. Había descubierto árboles inmensos y pájaros cuyos nombres y particularidades 263
262 watch?v= Um9JQZXtgYI
La li teratura, parte Integrante del arte de habitar

aprendía gracias a mis huéspedes, quienes a veces me contaban leyendas a propósito


otras noches en las que pedí deseos, recuerdo a las personas con quienes me encon-
de ellos. Curiosamente, nunca había visto estrellas. no había tenido la opor-
traba entonces y de este modo la noche se puebla de seres. Con mil estratagemas, día
tunidad de pasear de noche o quizás el cielo estaba nublado. Hasta aquel día en Brasil tras día, domamos al cielo y glacial.
en que una amiga me llevó al campo; en Minas Gerais. Tras cuatro horas en auto
Aquella noche en Brasil, comprendí hasta qué punto la transmisión cultural era
nos encontramos en una hacienda cafetalera con sus casitas blancas, sus plátanos, sus
una forma de presentar el ;núndo. Cuando proponemos libros a los niños, cuando
buganvilias y sus tucanes.
alta para ellos, ese es antes que nada de gesto:
Al finalizar la tarde salimos a_pasear cerca de la hacienda. La noche cayó con esa
en el otros me int.E_odujeron y del que me 0
bien te
velocidad que tanto nos sorprende a los que vivimos en climas templados. Y poco a presento el mundo que descubrí, construí, amé.
poco las estrellas formaron un universo completamente desconocido, inquietante.
- Te pres-;;(o lo que nos rodea y que está; mirando, sorprendido; por ejemplo, el
Lo miraba y comprendía hasta qué punto el cielo es para nosotros una referencia
cielo hacia el que levantas los ojos, señalando con el dedo un pájaro, una estrella, un
habitual y cuánto nos alarma estar privados de esa referencia. No podía agarrarme avión. Leo un poema para ti:
a esas constelaciones que, en el hemisferio norte, llamamos la Osa Mayor y la Osa
Menor. Este cielo de Minas Gerais no me decía nada, no me evocaba nada. Me apre- Encima del mar
suré a preguntar dónde se encontraba la Cruz del Sur. La joven que nos acompañaba Hemos encontrado
levantó los ojos sin encontrarla. Un vecino que pasaba dijo que había que esperar La luna y las estrellas
hasta las once de la noche para divisarla. En un buque de velas
Sin pensarlo, me había aferrado a este nombre conocido, "Cruz del Sur': para salía para Japón (Prévert, 2002).
introducir una marca en este universo indiferenciado, entre esos astros que no estaban
unidos en ninguna figura, que no se asociaban a ningún recuerdo y cuyos nombres
Más tarde te cuento leyendas que hablan del nacimiento de las estrellas 0 , cuando
desconocía totalmente. Sobre este cielo, nadie me había dicho ni transmitido nada.
nos paseamos, te presento la Osa Mayor o la Menor que, gracias a estos sencillos
Como ustedes saben, una constelación es algo que no tiene ningún fundamento nombres, un poco infantiles, suavizan el cielo.
científico; las estrellas están agrupadas sólo por nuestra necesidad de relacionar, de
Lo mismo sucede con el mar: a los bebés en Francia les cantamos Bateau sur l'eau
construir conjuntos, de nombrarlos y contar historias sobre ellos. Es una mera cons-
(Barco sobre el agua), Mon beau capitaine (Mi bello capitán) o Pour un sou j'ai un
trucción humana, fundada en nuestra cultura occidental, sobre la tradición helénica
bateau, vogue vogue au jil de l'eau (Por un peso tengo un barco, boga, boga con la
y prehelénica, y transmitida durante la Edad Media. Otras culturas imaginaron
corriente del agua). Pronto les leemos historias de galeones y carabelas, de piratas y
constelaciones diferentes, pero todas construyeron este cielo humano para que no
de Robinson, o les contamos que Poseidón creó el caballo, y el mar se encuentra un
entrásemos en pánico al caer la noche.
poco señalizado. Puesto que el mar también es inquietante, sobre todo en estos
Todas las sociedades lanzaron sobre el cielo una red de palabras, de historias,
tiempos en los que cada semana nos hablan de huracanes, o de inmigrantes que
de cosmogonías que nos apropiamos por fragmentos a partir de la infancia. Aun
partieron a probar suerte y se ahogaron frente a Marruecos o Libia.
cuando no sepa qué astros pertenecen a Andrómeda, el Dragón, Pegaso o Casiopea,
Tomé el ejemplo del cielo porque es nuestro padre mítico desde la Grecia antigua,
aunque me haya olvidado de las leyendas que dieron origen a estos nombres, esas
Y del mar porque en muchas culturas sus movimientos están asociados a los cambios
constelaciones pueblan el cielo boreal de animales o héroes míticos y lo convierten
de humor de la madre que cuidó de nosotros al de la vida. Perp):mbiera podido
en mundo humano. Cuando levanto los ojos, estoy ligada a todos los que lo contem-
hablar de la forma en que cualquier cultura trata de domar la montaña, la selva, el
plaron a lo largo de los siglos. Y a aquellos con los que caminé de noche Y que
desierto, los ríos o el paisaje urbano con historias, mitos, ritos y obras de arte.
dieron nombre a tal o cual estrella, que contaron leyendas sobre ella o explicaron
Te presento la ciudad e interpongo entre ella y tú algunas narraciones, algunos
mediados de agosto hay que pedir un deseo cuando se ve una estrella fugaz, como SI
recuerdos, poesías o canciones para que puedas habitarla. Cuando pases por
264 los astros cuidaran de-nosotros y se transrormaran
r en "b uenas estre11as ". R ec uerdo
esa calle, sin pensarlo, estará poblada de los personajes de esas historias, que te 265
Parapa ra C l ave S · La literatura que ac oge: Inmigra c ió n y le ctura de á l bumes
La li t e ratura, parte del arte de habita

acompañarán; cuando divises la Torre Eiffel, te acordarás de que algún día te conté Cada noche, la madre de Silvia, nutrida con el Tesoro de la juventud y con algunas
que un poeta la había comparado con·un pastor y a los puentes sobre el Sena con car- epopeyas familiares, entretejía encantaban lo cotidiano y extendían
neros. Las palabras que dite, leí o canté te pe mitid.n experimentar el espacio de el espacio hasta la Patagonia y el sur de Italia, al mismo tiempo que relacionaban a
manera roética. calles o las tierras adquirirán relieve, te harán soñar, divagar, 1
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asociar, pensar.
'
la niña con todas las personas de las generaciones pasadas que estaban allí en la voz
de su madre: el antepasado carabinero, el tío Orestes, los abuelos maestros, intro-
Para que el espacio sea y habitable, para inscribirnos duciendo a Silvia en el tiempo histórico del siglo transcurrido y también en el tiempo
en él, tiene que contarnos historias, poseer todo un es_l)esor sim_bólico, ima inario, bíblico del rey David.
sean los de una mitología fam.ili.a r o algunos recuer- Te presento el mundo de los que te precedieron y del que provienes, pero te
dos contados- , el mundo se quedaría allí, indiferenciado; no nos sed;' de nm _ presento también otros universos para que tengas libertad, para que no estés dema-
ayud.a para habitar los vivimos y construir nuestra morada interior. siado subordinado a tus antepasados. Te doy canciones y relatos para que escribas tu
- También t;-presento el mundo del que provienes, te inscribo en una historia, en histo_:ia entre las líneas leídas. Para que poco a poco puedas arreglártelas sin
la sucesión de las generaciones, para que no estés demasiado en el aire, a lo largo de tu mí, un pequeño sujeto distinto, y elaborar las múltiples separaciones
vida. Les comparto una escena evocada por una joven argentina, Silvia Seoane, a la que te tocará Te regalo trozos de saber'=-2' ficcion es para que no tengas
ya he mencionado en otras ocasiones; pero no resisto el placer de citarla de nuevo: demasiado miedo a y sepas hacerlas bailar; para que puedas simbolizar la
y medida de lo posible, las grandes preguntas humanas (los
Cuando yo era chica, mi mamá me contaba, a la noche, con la luz de la pieza apagada, de la vida J..a muerte, de la d i[e;"encia de los sexos; el miedo al abandono,
la historia de Alicia en elpaís de las maravillas. Yo no sé si ella alguna vez leyó la novela a lo al amo ,la, rivalidad, etc.).
de Lewis Carroll; no sé si su mamá, un hermano mayor o una monja del colegio en el Lo que el adulto le expresa al niño cuando pone libros ilustrados frente a él y
que fue pupila alguna vez le narraron la historia. No sé si leyó alguna versión de esa los abre es también: te presento los libros porque una inmensa parte de lo que han
novela en El tesoro de la juventud, libro de cabecera en la niñez de mi madre (libro que descubierto los seres humanos está escondido en ellos. Podrás abrevar en su interior
yo imaginé, durante muchos años de mi infancia, como fuente de todas las historias) . para darle sentido a tu vida, saber lo que otros pensaron sobre las preguntas que te
Es decir, no sé cómo llegó ese clásico de la literatura a las manos, vista u oídos de mi haces; no estás solo para enfrentarlas. Te presento la literatura que, como el teatro de
madre. [.. .] Sé que mi mamá atendía un quiosco en mi casa y que, probablemente por sombras, hace aparecer y desaparecer las cosas a voluntad. Si te parece, podrás jugar
eso, las aventuras de esta Alicia que ella me contaba transcurrían en un mundo de con ella por el resto de tu vida.
árboles de chocolatines Jack y cataratas de Fanta Naranja y Coca Cola. Sé que Alicia Te regalo lo que para mí es lo más preciado; tú le darás el uso que quieras, y
llegaba a este paraíso a través del espejo (por eso yo amaba el botiquín del baño) Y sé a la vez tú transmitirás eso que amas a tus hijos o a los niños que se crucen en tu
que estaban el conejo y la Reina de Corazones. [.. .]No recuerdo muchos detalles de camino. Pero aquí adorno un poco la historia, ya que a menudo pensamos, de
la historia pero sí recuerdo la voz de mi mamá en la oscuridad. Recuerdo con enorme manera paradójica : el uso que quieras ... pero me gustaría tanto ue
nitidez lo que yo veía mientras ella contaba. Recuerdo la emoción y la maravillosa amaras lo que yo amé, lo que más me im--p;rtó". Y cuando a veces el niño se desvía
sensación alucinada. Sé que yo estaba convencida de que, de algún modo, era Alicia de lo que e proponemos, cw; ndo aparentemente no escucha o
[... ];todas las noches, nacía para mí en la voz de mi mamá un mundo paralelo. Con no se interesa en el relato o en las imágenes que le lanzamos, nos timos abando-
su relato, yo atravesaba el espejo y entraba ritualmente en la ficción. Como entraba nados. Y sin embargo hay que continuar, tranquilamente. Continuar leyendo el
cuando, también mi mamá, me contaba la historia del Rey David o la de mi tatarabuelo mundo con ellos y comentándolo, tratando de ser ligeros, particularmente cuando
el carabinero del Sur de Italia; la historia de Pedro y el Lobo y también la de mi tío se convierten en adolescentes, porque a esa edad, no tienen mucha tolerancia a
Orestes; las historias de mis bisabuelos maestros en la Patagonia a principios de siglo, los adultos, sobre todo si estos les hablan con arrogancia y tratan de imponer
la de la piedra movediza de Tandil cerca de cuyos restos mi abuela daba clases (relatos sus manías o su saber. Y el adolescente nos lanza sin miramientos : "Ya me harté,
266 merced a los cuales -estoy segura- elegí la profesión docente) (Seoane, 2004). déjame en paz". Entonces echamos pestes, nos deprimimos porque queríamos 26
Parapara Ltave .J • La . ....,. . c...... . ... '1--

encontrar su lugar. Cada imagen nos acoge, de acuerdo con lo que dice el psicoanalista
tanto que le diera vida a lo que dio sentido a nuestras vidas. Y recitamos el sonso-
Serge Tisseron: "antes de ser un conjunto de signos que explorar y descifrar, es un
nete de la crisis de la transmisión.
espacio que habitar y, que habitar con otros" (1997: 33). En cuanto
A un niño le damos lo que nos parece más valioso, lo que tiene más sentido para
a la escritura, Freud veía en ella "la casa en que habitar, el substituto del cuerpo
nosotros. Le abrimos
-- -- -- --
Abrirá otras _puerqs.
-
Mas tarde, él se asirá o no a lo que le
-- - - materno, esa primera moradá. cuya nostalgia persistirá tal vez a lo largo de toda la
vida" (citado por Ben Soussan, 1997:-43 ). Desde hace siglos los poetas han compara-
- A menudo tiene que pasar mucho tiempo para que nos apropiemos de la herencia
do el texto escrito con una vivienda. En El sueño de una noche de verano, Shakespeare
que nos transmitieron: cuando y.o era niña, mis padres me llevaban a rastras a los
hace decir a Teseo que la pluma del poeta "da nombre y habitación a cosas etéreas que
museos y yo me moría de aburrimiento. Pero durante toda mi vida los museos me
no son nada" (Escena 1, acto V). Y para Gustavo Martín Garzo, la casa de la literatura
acompañaron, en ellos me sentí como en casa.
es la de Tarzán y Jane, que tienen un lugar para ellos, albergado en la profundidad
de las ramas, pero en el que penetran los gritos, los olores, de toda la selva (Martín
3. LA LECTURA CERCANA AL ARTE DE LAS CABAÑAS
Garzo, 2005). De nuevo aparecen aquí la cabaña, lo íntimo y lo inmenso.
Como en casa, dije, y de eso trata precisamente la transmisión cultural y, de
Esto lo encontramos también en las palabras de ese joven, hijo de migrante,
man;;;-más específica, la lectura de obras construcción de un munao
Ridha, quien en una entrevista nos habla del Libro de la selva leído en su infancia:
haoita fe, de la posi ilidaaae encontrar un sitio Y. -
"Mowgly se construye una choza, es como su hogar, y de hecho marca su espacio.
Cuando a escuchar a personas que me contaban sus recuerdos de lectura,
Se delimita. Y vemos que el ser no solo es su propio cuerpo, sino que va más allá.
y entre ellas a muchos hijos de migrantes, me sorprendió la frecuencia con que
Necesita espacio y ese espacio también es él mismo." "Para mí, un libro, dice, es un
asociaban estos recuerdos con metáforas espaciales y, de manera más precisa, con un
cuadro, es un universo, un espacio en el cual se puede evolucionar."
espacio que literalmente les había dado un lugar. Lo designaban con términos que
Para muchos lectores, lo que en juego cuando leen, según lo a recio a
evocaban algo vasto -un país o un universo suyo, "otro continente, inmenso", "una
partir de sus relatos, de sus asociaciones, es, ante todo, la apertura de un espacio gue
tierra de asilo probable", "un paisaje"-, pero también íntimo - un abrigo, un refugio,
"también es como lo- dice este cnico. Cuando los recuerdos evocados
una choza en una isla, una cabaña en un árbol-. De manera recurrente, la lectura
se sitúan en la infancia, ciertos lugares materiales
convoca la imagen de la cabaña, ese lugar de la intimidad un tanto rebelde y de la
que acondicionaron para leer, de tamaño reducido, un poco escondidos, que se
aventura, ese territorio propio que le da cabida a lo lejano.
encuentran debajo de una mesa, en un armario o en las ramas de un árbol. Como esta
Tal parece que el objeto libro y sus contenidos, textos e ilustraciones se conjugan
mujer, Claude, que cuenta:
para hacer de la lectura una experiencia espacial. El aspecto material del libro, en el caso
del códex, sin duda contribuye a su carácter acogedor. Es frecuente ver chiquilines que
Mi libro preferido durante mucho tiempo, aquel que incluso logró que yo olvidara
se ponen un libro en la cabeza, como si fuera un techo. Un libro es como una choza
que había leído otros, puesto que solo me acordaba de él, era El club de los cinco de
que uno puede llevar consigo: abrirla, deslizarse en ella, regresar a ella como a casa Y
Enid Blyton. [...]Arreglaba un colchón y una lámpara debajo de mi mesa para leer a
a propósito de esto, tendríamos que estudiar más lo que ocurre con las tabletas Y los
escondidas: me instalaba, calentita; caía la noche, los pasajes secretos de la casa anti-
libros electrónicos: "uno está expuesto a la pantalla y protegido por el libro", escribe
gua se abrían para mí y el mismo viento soplaba en la isla de Kernach y en torno a mi
Michel Melot (2006: 186). Entre los múltiples territorios de lo escrito, el libro es un
cuarto. Me había trasladado allá [...] Oía el viel)._to soplar sobre el páramo y al mismo
compendio, dice Anne Zali (2010) y añade: "O sea que la presencia de lo inmenso, la
tiempo me sentía segura.
presencia del vasto mundo tal como es, está disponible en el interior del formato redu-
cido del libro". El libro, ese resumen del mundo, está así siempre listo para restituir unos
Ella puso énfasis en la sensación muy física que había sentido y concluyó
espacios mucho más amplios, de los cuales ofrece una versión condensada.
' · doun diciendo : "Siempre estoy en busca de eso cuando leo."
Más aún cuando un escritor o un ilustrad or representaron en sus pagmas to
Experiencia inicial, escena vista como originaria, cuya riqueza o tonalidad 269
268
universo del cual los lectores podrán asirse para desplegar su propio microcosmos Y
para para el a V e S . La literatura que acoge: Inmigración y lectura de á lbumes
La literatura, parte Integrante del arte de habitar

trataría de reencontrar tiempo después. Un rincón un tanto escondido, pasajes se- "Todos los vivíparos tienen su guarida" escribe Pascal Quignard, y añade: "Es la
cretos que se abren hacia otro mundo, el arrebato, unos cuantos elementos que se idea de un lugar que sería no mío, sino yo misnió" (2009: 59). Todos los vivíparos
repiten en muchos recuerdos y que, lejos de oponerse, se convocan unos a otros. Pero tienen su guarida y todos los humanos necesitan, además, el abrigo de una cultura.
si estamos atentos, lo que viene primero en estos recuerdos es el arrebato, el desapego Los bienes culturales, y loslibros, en particular, tienen que ver con la guarida, con
de lo próximo, el salto fuera del marco habitual gracias al descubrimiento de que esta "segunda piel'; esta "pierdel alma" de la cual nos habla Consuelo.
existe otro mundo, más allá. Es el carácter lejano del libro lo que le permite a uno
-y escribir- sirve para interponer entre la realidad y uno mismo todo un te-
elaborar o preservar un espacio .p ara sí mismo, aun cuando no tome la forma física, jido de alabras, de de historias, de fantasías, sin las
tangible, del rincón debajo de la mesa; este otro espacio es el que permite encontrar el mundo sería inhabitable, aun cuando uno viva en lugares mucho menos confl.icti-
lugar propio, en el sentido fuerte de la palabra. De hecho, para numerosos lectores, lo
los barrios en guerra. Sirve para dar a lo que nos rodea una coloración, un
que el libro hizo posible fue la elaboración de un sitio en el mundo, apropiándose de espesor simbólico, imaginario, legendario, poético; una profundidad a partir de la

---- o
unas cuantas palabras, unos cuantos fragmentos de historias, unas cuantas imágenes. cual soñar, divagar, asociar. Para proyectar en lo cotidiano un poco de belleza, de
Leer, o escuchar leer en voz alta, sirve para crear esos otros espacios esenciales
fábulas, de historias que nunca ocurrieron, que quizás no ocurran jamás, pero que
para la expansión de uno mismo - y e o viCio de uno mismo - , so bre ro o cuan o no sin embargo contribuyen a definir lo que somos. Como para esa joven de un subur-
ningún territorio personal. En contextos violentos, una parte
bio de París que gracias a una bibliotecaria había leído unas cartas de Mme. de
de sí mismo escapa a la ley que se abra un margen de maniobra,
Sévigné (una gran autora del género epistolar del siglo XVII) y participado en una
pues lo que describen los lectores cuando evocan esta salida de su realidad ordinaria
excursión para visitar un castillo donde había residido la escritora. Años después,
provocada por un texto no es tanto una evasión, como a menudo se dice de manera
se ha vuelto peluquera y por casualidad encuentra a la bibliotecaria. Muy conmovi-
despectiva, sino un salto hacia otro espacio en el que la ensoñación, el pensamiento,
da, le habla enseguida de la excursión: "Si supiera, cuando pienso en esas cartas, en
el recuerdo y la imaginación de un futuro se vuelven posibles. "Lo que hace que un esa casa ..."; era, según decía, uno de sus más bellos recuerdos y a menudo regresaba
país se vuelva habitable, sin importar cuál sea, es la posibilidad de dejarlo que le da al a él para recargar su corazón.
pensamiento': escribe Jean-Christophe Bailly (2011 : 77).
Leer sirve para armonizarse con el mundo, o para reconciliarse con él, gracias
Para aquellos que perdieron su casa y sus paisajes familiares, los libros pueden ser a_que la lectura abre otra dimensión, ficticia, que existe un poco a un
una especie de viviendas prestadas, un medio para recomponer sus bases espaciales.
sueño, de algo cuya huella, cuy;-memoria, conse; vamos. Tanto el bienestar como
Esto lo saben bien, yaseademaneraexplícitao intuitiva,los bibliotecarios, los docen-
necesi an Iñte;;;-mbios entre espacios m-;-teriales y ficticios, salidas
tes y los psicólogos que hacen uso de estos objetos con niños, adolescentes o adultos
hacia lo lejano, retornos hacia lo próximo visto con otros ojos, juego. La posibilidad
exiliados, desplazados o cuyo marco de vida fue destruido o alterado, como en el
de entrar a voluntad en otro mundo regido por otro tiempo, hecho de desfases, de
caso, por ejemplo, de la periferia de Medellín, en Colombia, donde los bibliote- lentitud, de silencio, y también la posibilidad de salir de él.
carios desarrollaron un programa titulado "El refugio de los cuentos" cuando una
Leer sirve para construir una especie de reserva poética y salvaje en la cual abrevar
parte de la población fue expulsada de sus moradas por los combates entre grupos
a lo largo de la vida; para fabricar lugares en donde vivir, y acondicionar pequeños
armados. cuartos propios en los cuales pensar, comenzar a decir "yo" y ser el narrador de la
Con chaleco antibalas, Consuelo Marín leía en voz alta cuentos a los jóvenes que
propia historia. A menudo es mucho tiempo después cuando algunas lecturas
estaban concentrados en una secundaria cercana. Una mañana, oyó unos disparos
adquieren un relieve decisivo, del mismo modo en que un viaje sól\:>. se cumple años
cada vez más cercanos hasta el grado en que quiso interrumpir la lectura, pero los
después de haberlo realizado. Existe un efecto "a toro pasado': un devenir psíquico
· ·
jóvenes escuchas exigieron ' elfi nalde 1a h"Istona:
o Ir · "E sos nmos
·- y mnas
·- q\le sepasaban
de algunos relatos, de algunas imágenes o frases, ampliamente recompuestas 0 trans-
las noches llorando por los corredores del liceo con el miedo a la oscuridad Y a la figuradas. No me acuerdo quién dijo -quizás fue Borges- que más que un libro, lo
noche, como una segunda piel, piel del alma que no se podían quitar, no querían que importa es el recuerdo de un libro; cuando empezamos a cambiarlo, a modifi-
270 perderse el final de un -cuento" (Marín, 2003). carlo, a imaginarlo de otra manera.
271
Parapara vtau' .J

un loco si me creo sabio, o de una santa si soy atea. Y como escribía Valéry (1998):
Porque en la lectura opera una dimensión de apropiación salvaje e incluso de
"Si cada hombre no pudiera vivir una cantidad 'de vidas que no fueran la suya, no
desvío que no espera a la recomposición del recuerdo: es inmediata. Desde la más
podría vivir la suya."
tierna edad, los niños no reciben pasivamente un texto: lo transforman, lo incorpo--
Blanca Calvo dice que si se topara con un genio y pudiera pedir tres deseos, ele-
lo integran a sus JUegos, a sus esCi'!nificaciones, a su teatro personal. Construyen
giría la facultad de volverse invisible _a voluntad, la aptitud de hablar a la perfección
tiempo un mundo habitable y_ su mundo interior. -
veinte lenguas y la capacidad de transportarse a cualquier momento del pasado 0 del
y a lo largo de la vida, de manera discreta o secreta, la lectura está acompa-
futuro (Calvo, 2007). Pero este genio, observa Blanca, se encuentra en los libros:
ñada de todo un trabajo los lectores escriben su propia geografía y su
invisibles, podemos caminar al lado del Quijote o de Emma Bovary, pasearnos por
propia historia entre las líneas leídas. En un coloquio dedicado a Stendhal, un
Macando y conversar con escritores que hayan concebido sus obras en lenguas
joven docente afroamericano contó así que cuando leía Rojo y negro, Julien Sorel
indescifrables para nosotros.
era negro y la señora de Rénal, blanca. "Sorel vuelve a ser blanco cuando yo soy
Inmenso tesoro de la literatura y del arte, en el que podemos abrevar cuanto nos
docente", observaba2 • De manera cercana, Paul Auster le dijo un día a su esposa,
plazca, con tal de que poseamos las llaves, con tal de que no nos asuste.
Siri Hustveld, que la novela Orgullo y prejuicio de Jane Austen, en la que se re-
presenta a la sociedad inglesa de principios del siglo XIX, se desarrollaba para
4. LA TRANSMISIÓN CULTURAL REQ_UIERE DE VARIOS
él... en la sala de sus propios padres, cerca de Nueva York. Siri Hustveld notó
LUGARES, VARIOS ACTORES
entonces que a ella le había pasado lo mismo leyendo una novela de Céline. Y
Esta transmisión cultural que presenta el mundo y lo hace habitable, requiere de
precisó: "Lo que me llamó la atención es que yo tenía que pensar en ello para
varios lugares, varios actores. Antes que nada, la familia y los allegados, tal como la
constatar lo que yo había hecho" (Hustveld, 2009: 46-47).
madre de Silvia en Argentina, a la que citaba hace un rato, contando las historias de
Ocupamos de manera ilegal y tranquila los textos leídos sin siquiera pensar en
Alicia en el país de las maravillas o la del tío Orestes. O esa abuela, en México, que
ello,7sí e afuera palabras que
observé en el maravilloso Museo Nacional de Arqueología y Antropología del D.F.:
lo Ue llevamos en nuestro interior, así de intensa es nuestra búsque a e ecos de lo
- - - una anciana de cabellos grises trenzados y un uniforme de empleada de casa, que iba
que hemos vivido de_panera 9scura, indecible, y que a veces se_:evela, se explicita de
de una sala a otra con su nieta, comentando cada vitrina, haciéndole prestar atención
manera luminosa y se transforma gracias a una historia, un o una frase. Y
a cada detalle: "Mira ¿viste? Así cocinaban sus tortillas, así tejían su lana y ¿viste las
es tal de los cualZs ; ncol}_gar nuestra sed de
joyas? ¿Y el juguete?" Unas frases muy sencillas que le ofrecían a la nieta el mundo,
d:ef()fmu aciones estétic;;,que a menudo imaginamos descubrir un_ saber acerca
ese mundo que era el suyo.
; osotros haciendo desviarse a nuestro antojo el textq, él
En la misma ciudad, en el Templo Mayor azteca descubierto cerca de la Catedral,
a1go el autor jamás pensó hab er esa sala cercana-ª Nueva York en la
un hombre, ciertamente pobre, le presentaba las ruinas a su hijo explicándole con
qUeAuster de
gravedad: "Mira, ellos eran nuestros antepasados, construyeron estos templos ..." A
-G; sirve para encontrar fuera representaciones que permitan escenificar,
unos pasos de ellos, una niña leía para su madre un cartel dedicado a la estatua de
de manera distanciada, lo que se ha vivido, y en particular los capítulos difíciles
Tláloc, el dios de la lluvia. La madre era analfabeta pero había querido compartir el
de la propia historia. Sirve para descubrir, no por medio del razonamiento sino
---- ¡- b. 1
mediante un desciframiento inconsciente, que o que nos o seswna, o que n
os descubrimiento de las excavaciones con su hija. Y es que, por supuesto, de lo que se
trata es de compartir algo, no de imponerlo.
asusta, pertenece a to os. Pa ra oesenéadenar tomas repentinas e una
- - - .' 1 d 1 l.b . ' de
verdad interior, que se acompañan de una sensacwn p acentera y e a 1 erac1on
Los padres disponen de recursos intelectuales que no son reconocidos por un
diploma específico pero que son esenciales, tal como la capacidad para contar a los
una energía que estaba obstruida.
hijos la propia historia y la de sus antepasados (Bertaux, 2000: 254) o, de una manera
Sirve no solamente para enunciar nuestra experiencia singular sino también para
más amplia, la aptitud para inventar actos, palabras, relatos, para presentarles el
expandir los límites al infinito, permitiéndonos entrar en la piel de un hombre si soy
mundo de una forma poética. 273
272
mujer, de un pastor de-ovejas brasileño o de una literata japonesa si soy europeo, de
La literatura, parte Integrante del arte de habitar

En muchas familias de diferentes medios sociales la transmisión cultural está cine, sólo gran cantidad de burdeles y bares tristes para hombres solitarios. Algunos
muy viva, aun cuando sus modalidades y contenidos hayan evolucionado. En otras, de los trabajadores mandaron traer a sus familias y después muchos perdieron su
al contrario, la transmisión está dañada. Tal es el caso, en particular, cuando la empleo. En los años que siguiewn, hubo jóvenes que se suicidaron, y fueron tan
lucha por la supervivencia o el trabajó'acaparan el tiempo cotidiano, cuando la madre, numerosos que la prensa nacional se alarmó. Incluso se escribieron libros sobre estos
deprimida por su vida o por el exilio, no recibe el suficiente apoyo de su entorno "suicidas del fin del mundo': :· ·
y no está en condiciones de compartir con sus hijos momentos en los que contar,
Desde 2007, Ani Siro, Martín Broide y otros mediadores de la asociación Puentes
des-cubrir y soñar el mundo a Ni de decir una rima o narrar una historia, Culturales del Viento viajaron allá para abrir otros espacios, "espacios con orillas': en
y mucho menos de leer alguna (lo que supondría que ella misma haya podido sus propias palabras: un café literario y contaron a los adolescentes que se acercaron
apropiarse de los libros). a ellos las historias de estos cafés en Buenos Aires, Madrid o Zúrich; también crearon
Es la cultura oral, mucho más que la escrita, la que durante largo tiempo ha talleres en los cuales se impuso la necesidad de trabajar la relación con los lugares y
brindado a la mayoría de la gente puntos de referencia, recursos de los cuales echar con el cuerpo.
mano para vincular la experiencia singular con algunas representaciones culturales.
En relación con cada tema (el paisaje de la meseta, el viento, la tierra), se propuso
Gracias a algunos cantos, rimas, danzas o leyendas, era posible construir sentido, repre-
un conjunto de actividades que involucran el cuerpo y la música, y a continuación la
sentarse el espacio y el tiempo, poner palabras y gestos estéticos compartidos a las
palabra, con el apoyo de películas, videoclips, pinturas o libros ilustrados. Siempre
emociones intensas o acontecimientos inesperados, dar forma a los conflictos, inser- hay espacio para la lectura de textos literarios para crear un clima, en diálogo con las
tándose al mismo tiempo en una continuidad. Así sucedió mientras se conservaba una imágenes, o como un disparador para escribir poemas.
mitología viva, recompuesta o enriquecida a merced de los encuentros. Pero actual- El taller del viento ha sido diseñado "para mirar el propio lugar con el sentimiento
mente en muchos lugares la tradición oral se ha desarticulado y los puntos de referencia
de extrañeza que puede aportar la poesía, para ser sorprendido y descubrir matices
simbólicos se han desorganizado, con todos los riesgos que implica esa alteración de la insospechados en la vida cotidiana". Por ejemplo, se leyó en voz alta un poema de
"red" de la cultura. Muchas personas han olvidado las leyendas que les fueron transmi-
la tradición oral aymará y se les propuso a los jóvenes elegir uno o dos versos para
tidas, o sienten que aquellas forman parte de un pasado que ya no tiene razón de ser,
elaborar su propio poema sobre el viento en Las Heras. El poema aymará hablaba
que incluso provoca un poco de vergüenza y debe rechazarse. Tampoco es fácil evocar
del amor; los adolescentes se lo apropiaron para escribir y recomponer textos donde
la saga familiar. Y el lenguaje sólo sirve para designar las cosas inmediatas. se trata, precisamente, de encontrar el lugar propio en el mundo, como ese chico de
En estas a lqs niños les faltará para integrar los diferent:_s dieciséis años que escribe:
de la lengua y apropiarse un día de la cultura escrita: la etapa en la u:

---·
la oral o escrita, es la iniciadora a un uso de las alabras Y Viento majestad
vital como "inútil", cercano a la vivacidad de los sentidos y al ¿Dónde está mi casa?
cüiilpartido, del control y de las Les Viento de tempestad
- -
también todo ese - de relatos,_de fantasÍaLque sm Llévame a mi lugar.
entre la realidad y nosotros. El espacio ue les rodea 0
Viento sabio
no sugerirá nada. Si habitan en barrios estigmatizados, estos sólo les significa!3P el Llévame a sus labios
rec azo y Ia humillación; a que s-; topen con otros mediadores, como en los [... ]
d057j"emplos que a continuación. Viento que todo lo ves
El primero lo buscaré en la Patagonia. En Las Heras, población de unos 20.000 Lleva mi mensaje.
habitantes, no se ve ni un árbol ni un pájaro. Tan sólo ráfagas de viento y balancines El otro ejemplo, en contrapunto, está situado de este lado del Atlántico.
del petróleo. Los hombres que trabajan allá vinieron de regiones alejadas por miles Escritora y crítica de arte, Mona Thomas anima talleres de escritura para estudiantes
274 de kilómetros. En Las Heras no había nada, ningún movimiento en las calles, ni un de secundaria con grandes dificultades escolares, en barrios populares de París. Al 275
Parapara Clave S · La literatura que acoge: Inmigración y lectu ra de álbumes
La literatura, parte Integrante del arte de habitar

iniciarse el año, se presentan con ella diciendo: "Nosotros somos la basura ..." Donde por medio de procesos complejos. No tengo tiempo para detallarlos y los remito a mi
quiera que se encuentren, estos adolescentes siempre dicen, como los de Las Heras: libro El arte de la lectura en tiempos de crisis (Petit; 2009), si les interesa. Verán que
"Aquí no hay nada ...". Entonces, con la ayuda de la literatura, de algunas obras esta reconstrucción de sí :_ambién mediante una nueva
pintadas o algunas frases, ella se esfuerza en despertar su curiosidad por lo que está
con de textos y del contacto con obras de arte.
allá, por la presencia de lo real, para que así abran los ojos y vean lo que no veían. Gracias a la apropiación de y de imágenes que los
También trata de permitirles que se apropien otros lugares diferentes a los que transforman en una especie de vivo, la relación con los lugares puede ser
habitualmente recorren. En el _púcleo de su trabajo está el hecho de que experi- remodelada, reparada. Incluso allí donde no existe una transmisión de las leyen-
menten con su propio cuerpo los textos, las obras pintadas, los espacios públicos, das familiares, la lectura - y la escritura- de poemas, mitos, cuentos o novelas, y
los muelles del Sena, etc. Todo sirve como pretexto para abrir los ojos, para sentir, la contemplación de obras de arte, ayudan a reencontrar ese espesor simbólico,
leer y escribir. legendario, que tanto necesitamos, a dar forma a lugares en los cuales vivir, a tomar
En el museo de Orsay, les lleva a ver las Regatas en Argenteuil de Claude Monet
impulso y abrirse camino. por ello desaparecerán la violencia o las desigual-
y se sienten asombrados porque conocen ese nombre, 'Argenteuil' (un suburbio de en el mundo, pero sí se abre en él un margen de maniobra que permite un
París), y a veces sus barrios; ella les habla de la época en la que vivía Monet, de las nuevo despliegue de las posibilidades. ""
carretas rodando por las calles, o les pide que imaginen una regata en la que hubiesen
aunque lo saben muy bien, que para beneficiarse de la hospi-
tomado parte. O bien les cuenta: "Ayer domingo, fuimos a pasear con un amigo. talidad libro y de la literatura, hay que disfrutar primero de la hospitalidad de
Compramos unas cosas para hacer un picnic, caminamos a lo largo de un canal y de- un mediador. Antes ue nada, el arte de los mediadores ue trabajan en contextos
bajo de un puente descubrimos una inscripción: 'Yo soy el muro, dejadme tranquilo.' el¿_rte de acoger a otros, y lo que se les ofrece a los que toman parte en
Pensé en ustedes, quisiera que me cuenten lo que ocurre a continuación.'' de lectura, es ante todo una atención calurosa y delicada. Se trata
Algunos mediadores culturales -docentes, bibliotecarios, escritores, promotores colectivos, pero cada integrante es considerado como un sujeto digno
de lectura o psicólogos- posibilitan así una nueva travesía por esos momentos en de ser de recibir una disponibilidad profunda y una confianza en sus
los que se construye, paso a paso, un mundo habitable. Yo dediqué varios años a capacidades, en -
analizar algunos talleres centrados en la lectura y la escritura de textos literarios en Verán incluso- que, a menudo de manera intuitiva, los mediadores recurren simul-
espacios en crisis, particularmente en América Latina. Esos talleres se les proponen táneamente a varios registros sensoriales en estos momentos de transmisión. Muchos
a personas que han conocido un exilio más o menos forzado, a jóvenes procedentes de ellos se empeñan en suscitar vaivenes entre cuerpo y pensamiento, permitiendo a
de las filas de la guerrilla o de grupos paramilitares, a drogadictos que viven en la los participantes recobrar bajo el texto toda una "tierra adentro" de sensaciones, de
calle, a niños maltratados, adolescentes detenidos, etc. En pocas palabras, a niños, emociones, un movimiento, un ritmo, una voz, un cuerpo. No les sorprenderá, ya
adolescentes o adultos que han crecido muy alejados de los libros y a quienes les hizo que la lectura de libros ilustrados que conocen muy bien es casi una pequeña ópera.
falta una transmisión cultural, precisamente, porque la tradición oral estaba perdida, El mediador despliega un decorado, toda la fantasmagoría de las imágenes e invita a
o porque la familia estaba rota, o los padres demasiado lastimados. Todos han sido una escucha musical en la que la voz está en medio de la fiesta.
testigos de cómo el lugar donde vivían fue destruido, atacado o profundamente Por supuesto, no se trata de idealizar a la lectura y menos aún de oponerla a tal o cual
alterado, de cómo se trastornó o se perdió, y ahora viven en espacios estigmatizados, práctica. Hoy en día, me parece que es mucho más importante multiplicar los puentes
desvalorizados, relegados, que son designados más frecuentemente con números que entre literatura y artes, entre artes y ciencias, entre práctiqs, _entre lo oral y
con nombres. Estos espacios no son presentables, y quizás tampoco representables. lo escrito, literatura juvenil y literatura para adultos, obras actuales y obras "clásicas':
Hace falta reinventarlos, fundarlos de nuevo, recomponerlos, no sólo materialmente Igualmente, trabajar a favor de una complementariedad entre pantalla y libro. Como
sino también en el registro imaginario y simbólico. escribe Michel Melot (2006: 55) : "¿por qué privarse de sus cualidades respectivas?':
Al paso de los meses o de los los que esos taller_:s Para los r.rofesionales, lo que está en juego también es establecer vínculos,
276 juegan un papel
-------
e en la
- -
del sí mismo y de las sociabilidades, puentes fami ias, más aún cuando los padres temen que la 277
Parapara Ctave .) · La nuucnu•d "'4 ...... .. - ... .,.- • •

hecho con las demás civilizaciones, con los demás continentes, y yo estoy en con-
escrita lleve a sus hijos a un mundo extraño del que ellos se sienten
tra de eso. Estoy en contra del Occidente en su política, en su teoría de dominación
Algunos niños se resisten a aprender a leer por no romper con sus padres, o rechazan
hegemónica, mas nunca estaré-en contra de la cultura, de las actividades artísticas.
los libros por miedo inconsciente a traicionarlos. En cambio, si los padres pueden
asociarse al descubrimiento de ese mundo, sentirse conquistados por el placer de leer
Hay que insistir en ello, o "hijos de migrantes" sufren no tanto
0
de escuchar leer, y compartir sus propias riquezas, en particular contando cuentos
por el exilio como por la xenofobia, la relegación, la opresión económica, el des-
y leyendas que les han sido transmitidas, sus hijos experimentan un sentimiento de
empleo. En los lugares de llegáda es raro que sean bien recibidos, pues la figura del
legitimidad y se sienten más auterizados a entrar en la cultura escrita. Y las conver-
extranjero condensa numerosos temores colectivos. En mi país, se sigue calificando
saciones e intercambios en familia se enriquecen.
de "originarios de la inmigración" a los que se encuentran en Francia desde hace
En este sentido, ya lo he dicho en varias ocasiones, las instituciones culturales
varias generaciones, entre los cuales ¡muchos son franceses! Q0zás por eso me
0
las selecciones de obras propuestas por los mediadores deberían enviar signos
resisto cada día más a hacer uso de esa categoría y a trazar una demarcación entre
de reconocimiento a diferentes historias, diferentes universos, mostrarse como un
estos niños, estas mujeres, estos hombres, y los otros.
espacio para una multiplicidad de voces. Cuando la historia del país del que llegaron
Por lo demás, la literatura que acoge cuando uno siente que no encaja, se siente
los padres, sus obras de arte, su literatura o las lenguas que allí se hablan están repre-
desajustado o incluso fuera del mundo, podría tener que ver con cada uno de
sentadas y encuentran lugar junto a las historias del país de llegada, algunos niños,
nosotros en esos tiempos de gran brutalidad. Por eso debemos celebrar que existan
adolescentes y adultos se sentirán orgullosos. En cambio, si las obras propuestas sólo
los facilitadores de libros, historias, imágenes o músicas quienes, en todas partes del
valoran la cultura dominante, la meta de lanzar pasarelas fracasará.
mundo, inventan nuevas formas de sociabilidades en torno a la literatura y a las obras
Pero repetiré otra cosa que a menudo he mencionado: así como para el hijo de
de arte, de manera muy viva, porque están convencidos de que no somos únicamente
un migrante, elaborar un víncllio con la de sus padres pue e ser un e
variables económicas. Ellos preservan algunos momentos de transmisión poética que
eso no significa encerrarlo cultura de origen. Si bien sda
escapan a la obsesión cuantitativa y al estrépito del ambiente, para dar vida a espacios
iersona tiene historia, también tiene derecho a de ogas
de pensamiento y también de libertad, de sueño, de cosas inesperadas. Con sus
tierras, de otras voces, a am liar radicalmente su universo cultu.E_al, a salir de su casa:
palabras, sus voces, su energía, hacen deseable la apropiación de la cultura, al facilitar
la istoria del tío Oreste; y la de Alicia en el país de las maravillas, para retomar el
a esos niños o adolescentes la comprensión de que existe un tesoro: las obras de las
ejemplo que he dado hace un rato. No somos únicamente el producto de
cuales podrán echar mano, en las que algunos cuentacuentos, escritores o artistas
nuestras historias familiares, de nuestra posición social o de las maneras de hacer,
expresaron lo más profundo de la experiencia humana de un modo estético. Sin
decir y pensar propias de los lugares en donde nacieron nuestros padres. Si se nos
conocerse, estos mediadores forman parte de un mismo movimiento de resistencia
brinda la oportunidad, estamos también hechos de encuentros, de imprevistos, de
al vincular a hombres y mujeres que desean armonizarse con el mundo, vivir tiempos
rostros, paisajes, culturas que no estábamos dispuestos a descubrir.
Una de las funciones de la cultura es la de abrirnos al Otro y brindarnos a lo creativos y no verse reducidos al moldeamiento de una lógica gerencial, produc-
tivista. Ellos saben que para para .e:nsar, para con felicidad, hay que
lejano. Tanto la japonesa Sei Shonagon, como el teatro de sombras de Camboya o los
vallenatos colombianos son míos, como lo son también Proust, Cézanne o Mozart. tener la cabeza un oco en las nubes. - -
Algunos niños o adolescentes cuyos padres vinieron de África se apropian de las
Regatas en Argenteuil de Claude Monet si un mediador sabe abrirles camino Y
hacerles sentir el vínculo que estas obras tienen con su vida. Como lo ha dicho en una Referencias
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278
occidentales, estaría haciendo exactamente lo mismo que [los occidentales] han
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Notas
l. Agradezco a Diana Luz Sánchez por haber revisado la traducción de este texto, así como a
Daniel Goldin y a la editorial Océano.
2. Le robo ese ejemplo a Roben Bober, quien lo evocó en una discusión pública.

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