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SISTEMAS PASIVOS DE PROTECCION SISMICA

Los sistemas pasivos son los dispositivos de protección sísmica más comúnmente utilizados en la
actualidad, en comparación a los sistemas activos y semi-activos. A esta categoría corresponden
los sistemas de aislación sísmica y los disipadores de energía.

Los sistemas pasivos permiten reducir la respuesta dinámica de las estructuras a través de
sistemas mecánicos especialmente diseñados para disipar energía por medio de calor.

A) DISIPADORES DE ENERGIA

Los sistemas pasivos de disipación de energía pueden ser clasificados en cuatro categorías, según
sean estos activados por desplazamientos, velocidades, por una combinación de desplazamientos
y velocidades, o por movimiento (fuerzas inerciales).

Los disipadores de energía, a diferencia de los aisladores sísmicos, no evitan que las fuerzas y
movimientos sísmicos se transfieran desde el suelo a la estructura.

Estos dispositivos son diseñados para disipar la energía entregada por sismos, fenómenos de
viento fuerte u otras solicitaciones de origen dinámico, protegiendo y reduciendo los daños en
elementos estructurales y no estructurales. Estos dispositivos permiten aumentar el nivel de
amortiguamiento de la estructura.

CATEGORIAS DE SISTEMAS PASIVOS DE DISIPACION DE ENERGIA:

A continuación se detalla brevemente las características generales de cada una de estas categorías
de disipadores de energía.

1. DISIPADORES ACTIVADOS POR DESPLAZAMIENTOS (ARTEAGA)

Los disipadores de esta categoría se activan por medio de los desplazamientos relativos de los
extremos del dispositivo, inducidos por los movimientos de la estructura durante un terremoto.
Estos dispositivos disipan energía a través de la deformación plástica de sus componentes o
mediante la fricción entre superficies especialmente diseñadas para estos fines. Bajo esta
clasificación se encuentran los dispositivos metálicos, friccionales, de extrusión de materiales y los
sistemas autocentrantes.

A continuación se muestra ciclos fuerza- deformación típica de disipadores activados por


desplazamientos.

Fig. Ciclo carga-deformación disipador activado por desplazamiento A) Metálico; B) Friccional; C)


Autocentrante
1.1. Disipadores metálicos:

Estos dispositivos disipan energía por medio de la fluencia de metales sometidos a esfuerzos de
flexión, corte, torsión, o una combinación de ellos.

Los disipadores metálicos presentan, en general, un comportamiento predecible, estable, y


confiable a largo plazo. En general, estos dispositivos poseen buena resistencia ante factores
ambientales y temperatura.

A continuación se muestra, a modo de ejemplo, un disipador metálico tipo ADAS.

Este tipo de dispositivo permite añadir, simultáneamente, rigidez y amortiguamiento a la


estructura. Los disipadores metálicos tipo ADAS pueden ser fabricados con materiales de uso
frecuente en construcción. La geometría de estos dispositivos está especialmente definida para
permitir la disipación de energía mediante la deformación plástica uniforme de las placas de
acero.

Uno de los dispositivos metálicos más conocidos es el ADAS (Added Damping and Stiffness). Es un
dispositivo compuesto por un conjunto de placas de acero paralelas, de espesor constante y
sección transversal en forma de X, tal que frontalmente, es similar a dos trapecios unidos por la
base menor (ver figura 3.9). El número de placas es variable, permitiendo ajustar el disipador a las
necesidades de la estructura a la cual se incorpora, cada placa del dispositivo se encuentra
impedido del giro en ambos extremos, de forma que un desplazamiento relativo entre estos en
dirección perpendicular al plano de la placa produce una distribución de momentos flectores
lineales, simétrica y con doble curvatura. El ancho del disipador se proporciona linealmente con la
distribución de momentos flectores, lo cual deriva en una generalización de la plastificación en un
corto intervalo de desplazamiento. La plastificación se produce en forma uniforme y estable,
optimizando el proceso de disipación de energía.

Fig. Disipador metálico tipo ADAS


VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE DISIPADORES METALICOS:

1.2. Disipadores friccionales:

Estos dispositivos disipan energía por medio de la fricción que se produce durante el
desplazamiento relativo entre dos o más superficies en contacto. Estos disipadores son diseñados
para activarse una vez que se alcanza un determinado nivel de carga en el dispositivo.

Mientras la solicitación no alcance dicha carga, el mecanismo de disipación se mantiene inactivo.


Estos disipadores pueden ser materializados de varias maneras, incluyendo conexiones deslizantes
con orificios ovalados o SBC, como el que se muestra a continuación, dispositivos con superficies
en contacto sometidas a cargas de pre compresión, etc.

Los disipadores friccionantes son dispositivos que disipan la energía mediante las fuerzas de
fricción que se presentan por el desplazamiento relativo entre dos superficies de contacto bajo
presión y en el deslizamiento entre ellas. La fuerza de - 38 - fricción en cada conexión es igual al
producto de la fuerza normal por el coeficiente de rozamiento. El mayor inconveniente que
presentan estos dispositivos es que el coeficiente de fricción, durante el desplazamiento, depende
de la velocidad, de la presión normal y de las condiciones de las superficies en contacto.
Consecuentemente, resulta difícil garantizar un coeficiente de fricción independiente del tiempo y
de las condiciones de los disipadores. Sin embargo, se ha observado que la variación del
coeficiente de fricción durante el desplazamiento no afecta significativamente a la respuesta
estructural si la estructura permanece en el rango lineal elástico, mientras que esta influencia
puede ser significativa si esta entra en el rango no lineal.

Existen varios tipos de disipadores de fricción. La Figura 7.9 muestra el dispositivo tipo Pall (1982),
que consiste en dos elementos diagonales con una interface de fricción en el punto de
intersección. Un perno en este punto, asegura la fuerza normal necesaria para producir la fricción.
Las diagonales están conectadas con elementos verticales y horizontales que garantizan que, una
vez iniciado el deslizamiento en una de las diagonales, la otra también deslizará de igual manera
en dirección opuesta. Los dispositivos de fricción tipo Pall han sido usados en Canadá, en edificios
y en la rehabilitación de estructuras dañadas por sismos, como las citadas en las referencias (Pall,
1987 and 1991, Vezina, 1992). En Japón pueden citarse los dispositivos de fricción tipo Sumitomo
instalados en edificios de 22 y 32 pisos en 1991 El uso de estos dispositivos requiere conocer con
certeza las fuerzas en los elementos sometidos a fricción. Resulta a veces difícil garantizar que se
activarán con la ocurrencia del sismo esperado. Existen además posibilidades que, después de la
ocurrencia de un sismo, queden deformaciones remanentes en las estructuras.

Fig. Conexión tipo SBC (Slotted Bolted Connection).

A continuación se muestra un esquema del disipador friccional tipo Pall. Una desventaja
importante de este tipo de dispositivo radica en la incertidumbre de la activación de los
dispositivos durante un sismo y en el aumento de la probabilidad de observar deformaciones
residuales en la estructura.

Fig. Esquema disipador de energía tipo Pall.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE DISIPADORES FRICCIONALES:


1.3. Disipadores de extrusión de materiales:

Estos dispositivos basan su comportamiento en la extrusión de materiales (típicamente plomo) a


través de perforaciones. En esta categoría se encuentran las diagonales de pandeo restringido o
BRB’s. Estos elementos permiten añadir, simultáneamente, rigidez y amortiguamiento a las
estructuras.

Los disipadores de extrusión son durables en el tiempo, sin verse afectados mayormente por el
número de ciclos de carga o efectos climáticos. La desventaja de estos dispositivos se encuentra
en que pueden aumentar la probabilidad de observar deformaciones residuales al término del
sismo.

1.4. Disipadores autocentrantes:

Estos dispositivos basan su comportamiento en los ciclos histeréticos que se producen en


conexiones o elementos pretensionados. Algunos disipadores autocentrantes pueden ser
fabricados utilizando materiales con memoria de forma o SMA. Estos dispositivos utilizan las
propiedades de los elementos que los componen, por ejemplo acero, y de la geometría de su
configuración para disipar energía y, una vez finalizada la carga, regresar a su posición inicial.

De esta forma, los disipadores autocentrantes permiten controlar gran parte de los
desplazamientos residuales de la estructura luego de un terremoto.

Son dispositivos de tipo histerético. Con el desarrollo de nuevos materiales con “memoria de
forma” (shape memory alloys), se han fabricado este tipo de disipadores, con conexiones o
elementos pretensionados. En el trabajo de Ozbulut et al (2011), se expone una revisión del
desarrollo de dispositivos de disipación de energía con fines de protección sísmica, que utilizan
este tipo de materiales con memoria. En particular, se discuten las aplicaciones de los SMA en
dispositivos de disipación de energía de diferentes tipos, sistemas de bielas de arriostramiento,
conectores viga-columna. Estos materiales también han sido utilizados en la construcción de
aisladores sísmicos. Este tipo de dispositivos que utilizan SMA son muy costosos, por lo que su
utilización es todavía restringida en las edificaciones comunes. Sin embargo, ofrecen innovadoras
posibilidades para la protección sísmica de estructuras de manera controlable, ya que minimizan
el riesgo de deformaciones residuales en las mismas después de eventos sísmicos de importancia.
Fig. Biela autocentrante.

APLICACIONES:

Readecuación sísmica de un edificio en San Francisco, Estados Unidos Este caso corresponde a la
primera vez que se utilizaron dispositivos de disipación de energía con fines de protección sísmica
en Estados Unidos. Se trata de un edificio en el centro de San Francisco en California, que resultó
dañado con el sismo de Loma Prieta en 1989. Construido en 1967 y desocupado desde 1989, una
evaluación efectuada en 1991 reveló que el edificio podía ser vulnerable y presentar riesgo de
colapso en caso de la ocurrencia de un nuevo sismo severo. En el artículo de Perry et al. (1993), se
describe el trabajo realizado para mejorar la resistencia del edificio y limitar los daños que podría
sufrir la estructura en caso de sismo. El edificio consta de dos pisos elevados, y bajo el nivel de
calle (nivel plaza o mezzanina parcial), se ubica un espacio de estacionamiento que ocupa toda la
manzana. El edificio fue construido con columnas de concreto armado que presentaban
deficiencias de confinamiento. Se observó el efecto de columnas cortas ocasionadas por la
existencia de la mezzanina, sin adecuado refuerzo cortante, y un significativo efecto torsional
debido a una distribución de rigidez en planta muy irregular. Los daños que sufrió el edificio por el
terremoto de Loma Prieta de 1989 fueron producto de estas debilidades: grietas de corte en las
columnas cortas, agrietamiento diagonal de paredes, fallas de cerramientos de vidrio por torsión y
falla de vigas cortas en el segundo piso.

Los propietarios decidieron realizar una rehabilitación de la estructura con objetivos de


desempeño que iban más allá de lo especificado por las normas de diseño sísmico en la época.
Para el sismo de diseño las normas prescribían un criterio de seguridad y preservación de la vida
de los ocupantes; es decir, impedir el colapso de la estructura a costa de permitir daños
importantes en la misma. En el proyecto de rehabilitación se planteó el objetivo de controlar y
minimizar los daños, de manera de permitir recuperar el funcionamiento normal del edificio
rápidamente después de un sismo severo, sin mayores interrupciones en las operaciones normales
que en sus instalaciones se llevaban a cabo (se trata de una sede bancaria). Se estudiaron varias
alternativas y finalmente se optó por reforzar la estructura con marcos de acero con riostras
diagonales y dispositivos de disipación de energía, colocados en dos ejes perimetrales de la
estructura. Estos nuevos marcos se muestran en la Figura 8.1. Como se aprecia, las diagonales se
acoplan a la estructura original de concreto armado por medios de disipadores de energía tipo
ADAS (ver Capítulo 7). Adicionalmente se reforzaron con riostras de acero, algunos pórticos del
segundo piso y de la planta baja. Las nuevas columnas de acero fueron llevadas hasta el nivel de
base y amarradas a las estructuras de fundación de concreto armado ya existentes. De esta
manera, se logró proveer rigidez, resistencia adicional y reducir la respuesta torsional del edificio.
Los dispositivos ADAS utilizados en este Proyecto fueron siete en total. Consistían en cinco placas
de acero de 9 pulgadas de altura libre (22.86 cm) entre los bloques extremos. La fuerza y
desplazamiento de cedencia en estos dispositivos eran de 150 kips (68039 kg) y 0.15 pulgadas
(0.38 cm), con una rigidez lateral inicial de 1000 kips/inches (178579.67 kg/cm). Estas
características de diseño se escogieron considerando la capacidad sísmica de las fundaciones
existentes, y atendiendo a la necesidad de reducir los desplazamientos relativos entre pisos y de
disminuir la demanda sísmica sobre las columnas de concreto armado originales, consideradas
poco dúctiles. Este proyecto, dado que fue el primero que utilizó dispositivos ADAS para la
rehabilitación sísmica de un edificio en Estados Unidos, requirió de consideraciones especiales, ya
que los códigos de análisis y diseño vigentes en esa época no los contemplaban. Así, los
diseñadores tuvieron que proponer una metodología especial que demostrara que el proyecto
cumplía de manera conservadora con los supuestos de la norma vigente, por ejemplo en cuanto a
la validez de los factores de reducción de fuerzas por comportamiento inelástico de los materiales.
En ese sentido debieron presentar evidencias y resultados de estudios sobre las características de
disipación de energía de la estructura y sus reservas de ductilidad. Se realizaron distintos tipos de
análisis, entre ellos, de tipo no lineal. Los resultados mostraron que el comportamiento de la
estructura, pasados los límites de cedencia, era estable y que las deformaciones máximas laterales
bajo solicitaciones severas estaban dentro de los límites aceptables para lograr el nivel de
desempeño deseado, de daño controlado. Desde un punto de vista arquitectónico, la solución
adoptada fue dejar los dispositivos de control sísmico a la vista, lo que fue un enfoque innovador
para la época (ver Figura 8.2).
 Edificio Izazaga, Torre Mayor y otros casos en Ciudad de México Antes de la utilización de los
dispositivos ADAS en Estados Unidos para la rehabilitación sísmica de edificaciones comentada
en la sección 8.1, ya existía experiencia en México en el uso de estas técnicas. En efecto, como
consecuencia de los sismos de septiembre de 1985, se observaron daños estructurales en
edificios de mediana altura en la Ciudad de México, por lo que surgió mucho interés en
técnicas del control de la respuesta sísmica, especialmente en los dispositivos de disipación
pasiva de energía. En el trabajo de Martínez-Romero E. (1993), se describen los proyectos de
readecuación sísmica de tres edificios de Ciudad de México usando amortiguadores. Uno de
los edificios (el edificio Izazaga) había sufrido daños con el sismo de México de 1985 y no fue
adecuadamente reparado, por lo que con la ocurrencia de sismos moderados posteriores
resultó dañado nuevamente. Las otras edificaciones fueron objeto de proyectos de
mejoramiento de su capacidad sísmica: el hospital cardiológico y el complejo de edificios de
Reforma #476. En el Edificio Izazaga (ver Figura 8.3), ubicado en el centro de la ciudad de
México (zona de lago) se utilizaron dispositivos tipo ADAS. Fue construido en los años 70, en
concreto armado, con 12 pisos y sótano, además de un cuarto de máquinas de dos pisos
ubicado sobre el techo. El sistema estructural, muy flexible lateralmente, era de marcos
equivalentes y losas planas reticulares, con algunos muros estructurales. En una primera
rehabilitación después del sismo de 1985, se colocaron muros adicionales para aumentar la
rigidez y resistencia. Sin embargo con los sismos de 1986 (Ms=7.0) y de abril de 1989 (Ms=6.9),
el edificio se agrietó nuevamente. Por ello, se realizó un nuevo proyecto de rehabilitación
utilizando dispositivos tipo ADAS de manera de cumplir con los requisitos de las Normas
Técnicas vigentes en 1987. Los dispositivos se colocaron en vanos seleccionados de la
estructura original, rigidizados con elementos de acero diagonales. La Figura 8.4 muestra las
mejoras en la respuesta de la estructura, tanto en rigidez como en resistencia, ilustradas por el
comportamiento de una línea de columnas.
Después de las primeras experiencias prácticas de rehabilitación de edificios, en los años 1990 se
comenzaron a diseñar en México las primeras estructuras nuevas con disipadores de energía como
parte del sistema estructural. Por ejemplo, se utilizaron dispositivos viscoelásticos en la
construcción del edificio corporativo de la empresa 3M en la ciudad de México. Los dispositivos
fueron desarrollados por la misma empresa (Miranda et al. 1998, citado por Tena-Colunga A.
,2003). El edificio, de cinco pisos y tres niveles de sótanos, fue el primer edificio diseñado y
construido con disipadores viscoelásticos en México. Se trata de una estructura mixta de pórticos
y muros estructurales de concreto reforzado. Los disipadores viscoelásticos estaban dispuestos en
contravientos metálicos tipo chevrón. En su diseño se incorporaron criterios de desempeño de
operación completa y ocupación inmediata y se consideraron tres tipos de sismos: sismo máximo
(Ms=8.2), un sismo moderado (Ms=7.5) y un sismo de réplica fuerte, similar al ocurrido el 20 de
septiembre de 1985 (Ms=7.5). Ver Figura 8.5 y Figura 8.6.

En México, a partir del año 2000 se utilizaron amortiguadores con fluidos viscosos (tipo Taylor) en
la construcción de la Torre Mayor de la ciudad de México (Tena-Colunga, 2003). Se trata de un
edificio muy esbelto, de 57 niveles y 225 m de altura, ubicado en la Avenida Paseo de la Reforma
(la llamada “zona de lago” de Ciudad de México. Ver Figura 8.7, Figura 8.8, Figura 8.9 y Figura
8.10). Es el edificio más alto en Latinoamérica (225 m de altura). Alberga un hotel, oficinas,
comercios y restaurantes. Tiene 13 niveles de estacionamientos (4 subterráneos) y un helipuerto.
Se instalaron un total de 98 dispositivos de disipación desde el piso 13 al 57.
Beneficios de los disipadores activados por desplazamientos:

• Beneficio de reducción de daños durante sismos severos.

• Disminución de los costos de reparación de daños, luego de eventos sísmicos, dado que se
reducen: - Daños estructurales. - Daños de componentes y sistemas no estructurales.

• Menores daños de contenidos de recintos.

• Beneficio para el mandante en reputación de marca. Ayuda a vender mejor los atributos del
producto.

• Percepción de mayor seguridad del usuario.

• Posibilidad de reducción de costos de estructura, condicionado a la normativa de diseño sísmico


vigente.

2. DISIPADORES ACTIVADOS POR VELOCIDAD (QUIPUSCOA)

Los disipadores de esta categoría se activan a partir de las velocidades relativas de los extremos
del dispositivo, inducidos por los movimientos de la estructura durante un sismo. Estos sistemas,
típicamente añaden amortiguamiento a las estructuras, sin afectar su rigidez lateral. La Figura 13
muestra un esquema tipo de un ciclo fuerza-deformación de un disipador activado por velocidad.
Estos disipadores, en general, permiten brindar protección a las estructuras durante sismos de
baja, mediana y gran intensidad.

Fig. Ciclo fuerza-deformación disipador activado por velocidad.


2.1. Dispositivos fluido-viscosos:

Este tipo de dispositivo disipa energía forzando un fluido altamente viscoso a pasar a través de
orificios con diámetros, longitudes e inclinación especialmente determinados para controlar el
paso del fluido. Estos dispositivos son similares a los amortiguadores de un automóvil, pero con
capacidades para resistir las fuerzas inducidas por terremotos. La Figura 14 muestra el aspecto de
disipadores del tipo fluido-viscoso.

Fig. Disipador fluido-viscoso.

Se basan en el comportamiento de fluidos altamente viscosos. En general consisten en cilindros en


cuyo interior se desplaza un pistón embebido en el fluido. Cuando se desplaza el pistón, el fluido
pasa por pequeños orificios de manera controlada, produciéndose la disipación de energía (ver
Figura 7.8). Funcionan de manera similar a los amortiguadores de un automóvil.

Fig. Disipadores basados en fluidos viscoelasticos.

Básicamente un amortiguador viscoso es comparable a los amortiguadores utilizados en los autos


con la diferencia que los utilizados en estructuras operan en un rango de fuerzas más alto.
Además, los amortiguadores utilizados en estructuras son considerablemente mayores que los
usados en los autos y también son construidos en acero inoxidable y otros materiales
extremadamente duraderos los cuales tienen una duración de por lo menos 40 años. El fluido de
estos amortiguadores tiene las siguientes propiedades generales: es inerte, no inflamable, no
tóxico, y estable por largos periodos de tiempo (Arroyo, 2000). Los dispositivos de fluido viscoso
disipan energía forzando el flujo de un fluido a través de un orificio, su comportamiento depende
netamente de la velocidad. Los amortiguadores viscosos han sido utilizados con éxito en
estructuras civiles, especialmente en áreas geográficas de alta sismicidad. La aplicación principal
de estos dispositivos ha sido en edificios multipisos y en la rehabilitación de estructuras históricas.
También se han utilizado para renovar estructuras existentes de forma tal que éstas cumplan con
los requerimientos modernos que exigen los códigos de diseño estructural. De hecho, la adición de
amortiguadores viscosos a una estructura puede elevar el amortiguamiento de la estructura a un
30 % del amortiguamiento crítico o más. Por consiguiente, esta adición puede reducir las
aceleraciones y desplazamientos laterales por un 50% respecto a la estructura sin amortiguadores
(Constantinou y Symans, 1992). Dado que la presente tesis se desarrolla en el ámbito del control
de la respuesta dinámica de estructuras con la adición de dispositivos viscosos, en el capítulo IV se
desarrollará un estado del arte más amplio de este sistema.
2.2. Muros viscosos:

Los muros viscosos están compuestos por una placa que se mueve en un fluido altamente viscoso
depositado al interior de un molde de acero (muro). El comportamiento de estos dispositivos
depende principalmente de la frecuencia y amplitud de la carga, número de ciclos, y temperatura
de trabajo. La Figura 15 muestra esquemáticamente un disipador tipo muro viscoso.

Fig. Disipador muro viscoso


APLICACIONES DE LOS DISIPADORES DE FLUIDO VISCOSO

Los disipadores de energía de fluido viscoso Taylor, se han empleados en edificios nuevos y
restaurados, además de puentes, aeropuertos, estadios, etc. A continuación se muestran algunas
aplicaciones realizadas en nuestro país.

3.8.1. Edificio Reducto

 Cantidad de disipadores viscosos:30, desde el nivel 3 al 12.

 Confirguración: Chevron

 Numero de pisos: 14 pisos y 8 sótanos

 Cliente: Gerpal

 Proyectista: SEINTEC

 Ubicación: Mirafores, Lima

3.8.2. Reforzamiento Aeropuerto Jorge Chavez

 Cantidad de disipadores viscosos: 42

 Cofiguración: Chevron

 Número de pisos: 10 pisos.


 Cliente: GAP

 Proyectista: COSAPI

 Ubicación: Callao, Lima

3.8.3. Reforzamiento Hotel Costa del Sol

 Cantidad de disipadores viscosos: 16

 Cofiguración: Chevron

 Número de pisos: 7 pisos.

 Cliente: Costa del Sol

 Proyectista: GCAQ

 Ubicación:Callao, Lima
3.8.4. Nueva sede Banco de la Nación

 Cantidad de disipadores viscosos: 16 desde el nivel 23 al 30.

 Disposición: Diagonal.

 Altura: 135 mt

 Número de pisos: 30

 Ubicación: San Borja.

 Contratista: COSAPI
3.8.5. Torre República de Panamá

 Cantidad de disipadores viscosos: 48, desde el nivel 4 al 15.

 Cofiguración: Chevron.

 Número de pisos: 15 pisos y 3 sótanos.

 Cliente: Aseguradora Pacífico y Automotriz Maquinarias

 Ubicación: Cuadra 45 de la Av. República de Panamá, Surquillo.


3.8.6. Panorama Plaza de Negocios

 Cantidad de disipadores viscosos: 39, desde el el nivel 3 al 19.

 Configuración: Diagonal

 Sistema Estructural: Muros de concreto armado

 Número de pisos: 19 pisos y 9 sótanos

 Cliente: Inversiones Maje S.A.

 Proyectista: Prisma Ingenieros

 Ubicación: Golf los Incas, Prolongación Javier Prado

3.8.7. T-Tower

 Cantidad de disipadores viscosos: en todos los niveles

 Sistema Estructural: Aporticado

 Número de pisos: 24 pisos y 10 niveles de sótanos

 Uso: Oficinas
 Cliente: Imagina Grupo inmobiliario

 Proyectista: Prisma Ingenieros

 Ubicación: San Isidro

UBICACIÓN Y DISPOSICIÓN DE LOS DISIPADORES.

La ubicación, disposición y número de amortiguadores en el edificio influyen significativamente en


la efectividad del sistema de amortiguamiento. Diversas investigaciones en torno a ello han dado
como resultado recomendaciones generales de ubicación como la búsqueda de simetría. En el
caso de amortiguadores fluido viscosos, se sugiere ubicarlos inicialmente en las zonas de
velocidades máximas y en los entrepisos que experimentan mayor desplazamiento relativo. La
ubicación óptima de los amortiguadores se logra mediante un proceso iterativo. Se recomienda
ubicar los dispositivos en los pórticos extremos y estos deberán ser constantes en toda la altura. La
cantidad de dispositivos dispuestos en la dirección “X” e “Y” deberá ser semejante y su ubicación,
se recomienda, deberá ser simétrica en planta. También es importante señalar que el uso del
edificio y la arquitectura del mismo son factores que influyen significativamente en la ubicación de
los amortiguadores. Por esa razón todos los profesionales envueltos en la construcción y diseño de
la edificación deben llegar a un acuerdo en cuanto a la ubicación de los amortiguadores, de
manera que cumpla con todos los requerimientos de diseño. En la industria de la construcción, los
Amortiguadores de Fluido Viscoso se utilizan para reducir las cargas debido a una excitación
sísmica, estos dispositivos se ubican en la estructura en forma estratégica, tal que se activen
durante el desplazamiento relativo entre dos pisos contiguos del edificio excitado. La instalación
puede hacerse de varias maneras:
1) Colocando los amortiguadores horizontalmente, para ligar de manera flexible el vértice de
unión de las diagonales en forma de “V” invertida, fijada en un piso inferior, con el nivel inmediato
superior.

2) Colocando los amortiguadores como una diagonal inclinada, conectando las dos uniones viga
columna contrarias de dos pisos continuos.

3) Colocando los amortiguadores en forma horizontal, en la base del edificio trabajando en


conjunto con el sistema de aislamiento basal.

Disposición Chevron

Esta disposición se caracteriza por disponer al amortiguador en posición horizontal, paralelo al


plano del techo. De este modo se logra absorber las fuerzas horizontales directamente. Esta
disposición genera un mejor desempeño de la estructura con respecto a la disposición diagonal
porque resulta en una mayor reducción de derivas.

Entre las desventajas de esta disposición se encuentra el sobreesfuerzo generado en la parte


intermedia de la viga cercana al amortiguador, un efecto de compresión y tracción que debe ser
controlado por medio de planchas, anclajes y un refuerzo adicional en la viga.
Disposición Diagonal

Esta disposición se caracteriza por orientar el dispositivo en el ángulo diagonal del pórtico donde
se ubicará. Por tanto, solamente la componente horizontal participa en la absorción de fuerzas
horizontales. La principal ventaja que presenta esta disposición es que no se requiere de ningún
refuerzo adicional al pórtico que lo contiene, ya que los nudos pueden diseñarse para los
esfuerzos añadidos de los amortiguadores. Por otro lado, se suele necesitar un menor número de
dispositivos que se utilizarían con otra disposición para el mismo nivel de desempeño objetivo.
COMPARACION ENTRE LAS VESTAJAS DE LAS DISPOSICIONES CHEVRON Y DIAGONAL DE LOS
DISIPADORES:
CONCLUSIONES: (ARTEAGA)

El uso de los sistemas no convencionales de control de respuesta sísmica es cada vez más común
en el mundo y constituye una técnica imprescindible en las edificaciones modernas. Aunque la
implantación de estas técnicas puede implicar un costo inicial mayor, el beneficio y la economía se
cumplen en el momento de un sismo. La estructura complementada con un sistema de control de
respuesta sísmica no sufrirá los daños que sufre una estructura convencional, en la que el costo de
la rehabilitación es excesivamente alto o, en el peor de los casos, su demolición es inevitable.
Considerando el gran número de edificios en el mundo que han sido construidos utilizando estas
técnicas, se puede concluir que se está frente a una tecnología del presente y del futuro, que no
puede dejarse pasar de largo. En este artículo se presentaron diferentes clases de dispositivos que
existen en el mercado para reducir la energía en la estructura. ¿Por qué si el mercado, la
diversidad y el uso en el mundo de estas técnicas son bien amplios, en Colombia todavía no se
consideran como solución estructural? Algunos de estos dispositivos son fáciles de construir y se
podría implementar su tecnología en el país, sin embargo, se debe tener cuidado a la hora de
caracterizar sus propiedades dinámicas y mecánicas, indispensables para llevar a cabo un diseño
estructural seguro. Esta caracterización implica la realización de ensayos de los dispositivos y de
las 119 Escuela de Ingeniería de Antioquia edificaciones con los dispositivos para tener criterios
confiables para el diseño. Algunas universidades e investigadores nacionales ya han empezado a
realizar ensayos de modelos de edificaciones con control de respuesta sísmica, por lo cual se
espera que, en un futuro no muy lejano, se disponga de elementos de juicio para utilizar estos
sistemas en el diseño de edificaciones reales. En futuros artículos se presentarán los resultados de
las investigaciones que desarrolla el coautor Juan Andrés Oviedo Amézquita sobre la influencia de
la aplicación de un tipo especial de dispositivo en edificaciones colombianas.

BIBLIOGRAFIA:

 Corporación de Desarrollo Tecnológico y Cámara Chilena de Construcción (2011). PROTECCIÓN


SÍSMICA DE ESTRUCTURAS: SISTEMAS DE AISLACIÓN SÍSMICA Y DISIPACIÓN DE ENERGÍA.
Documentos Técnicos N° 29.
 Oviedo Juan A. y Del Pilar Duque M. (2006). SISTEMAS DE CONTROL DE RESPUESTA SÍSMICA
EN EDIFICACIONES. Revista de la Escuela de Ingeniería de Antioquia, Medellín (Colombia).
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 FRANCO NAVARRO VIERA (2017). COMPARACIÓN DE LAS RESPUESTAS DINÁMICAS EN
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 https://www.academia.edu/30026286/SISTEMAS_PASIVOS_DE_PROTECCI%C3%93N_S%C3%8
DSMICA_DE_ESTRUCTURAS_Nelson_Echeverr%C3%ADa_Agusztine_Terreros (Revisé
19/4/2019)
 https://es.slideshare.net/alan0116/sistemas-de-control-pasivo (Revisé 19/4/2019)

CONTROL DE LA RESPUESTA DINÁMICA DE ESTRUCTURAS MEDIANTE EL USO DE DISIPADORES DE


ENERGÍA DE FLUIDO VISCOSO DEL TIPO LINEAL

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