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Nacionalidad Española
Religión Católica
Familia
Índice
1Biografía
2Acto de heroísmo
3Vida posterior
4Véase también
5Enlaces externos
6Referencias
Biografía[editar]
Nació el 6 de agosto de 1742 en Cartagena de Indias en el seno familiar conformado por el
comandante castellano José de Herrera y Sotomayor, Teniente y Capitán del Batallón de la
Plaza de Cartagena, que se había destacado como artillero en acciones contra los ingleses en
1740 y 1741; y en 1753 había sido nombrado Comandante del Castillo del Río San Juan. Para
ese entonces su hija tenía diez años, y nueve permaneció junto a él en dicha fortaleza, de
manera que éste tuvo tiempo para instruirla en el manejo del cañón, “y con alguna propiedad y
acierto lo montaba, cargaba, apuntaba y disparaba”, según consta en uno de los memoriales
de la defensa del Castillo el 29 de julio de 17622 e hija de María Felipa Torreynosa y Udiarte
que vivían en ese tiempo en Cartagena de Indias.3 Fue educada según las reglas y
obligaciones de su tiempo, como una joven con ardiente amor a la patria y servicio al Rey.
Fue descendiente de importantes representantes españoles como su abuelo don Juan de
Herrera y Sotomayor, ilustre ingeniero militar y de su bisabuelo don José Antonio Herrera y
Sotomayor, capitán general y gobernador del Río de la Plata. estudio en el colegio franciscano
Acto de heroísmo[editar]
Artículo principal: Batalla del Río San Juan de Nicaragua
Dado a la magnitud de éste acto heroico algunos historiadores como Gámez intentaron exaltar
aún más a la joven inventándose que esta habría dispuesto una especie de “fuego griego” al
impregnar sabanas de alcohol que navegarían río abajo, y supuestamente habrían sido
deslizadas en dirección hacia la guarnición inglés.2
El ataque a fuego cruzado, se mantuvo por varios días, la victoria de la guarnición exalto el
heroismo de la joven.
Vida posterior[editar]
Después de su acto heroico, Rafaela contrajo matrimonio con el granadino don Pablo Mora
con quien procreó cinco hijos. Enviudó y la familia vivió en la pobreza en un vecindario pobre
de la ciudad de Granada hasta 1781.
El 11 de noviembre de 1781 el rey Carlos III firmó un decreto real por medio del cual se
concedió una pensión vitalicia por su heroica acción:7
"El Rey: por cuanto he sido informado del distinguido valor y fidelidad con que vos, doña Rafaela
Herrera y Udiarte, viuda que al presente sois defendisteis el Castillo de la Purísima Concepción de
Nicaragua en el Río San Juan, consiguiendo a pesar de las superiores fuerzas del enemigo, hacerle
levantar el sitio, y ponerse en vergonzosa fuga, pues superando la debilidad de vuestro sexo, subisteis
al caballero de la fortaleza, y disparando la artillería por vuestra mano matastéis con el tercer tiro al
comandante inglés en su misma tienda: realzando la acción a la corta edad de diecinueve años que
contabais, no tener castellano el Castillo, ni comandante ni otra guarnición que la de mulatos y negros,
que habían resuelto entregarse cobardemente, con la fortaleza a que os opusisteis con el mayor
esfuerzo; en consideración, pues, a tan señalado servicio, he decidido que goceis de pensión vitalicia...
Yo, el Rey".5
También el 28 de octubre se había expedido otra real orden de la cual se le concedían “tierras
realengas” (propiedad de la corona) a la reconocida heroína. Textualmente el Secretario de
Indias comunicaba al presidente de Guatemala, don Marías de Gálvez:
“No satisfecho Su Majestad con la remuneración antecedente, y deseando quede a la posteridad de
Doña Rafaela Herrera recuerdo de una acción que tiene pocos ejemplares, me manda asimismo
prevenir a vuestra señora le haga merced en su Real nombre e uno o dos sitios de tierras realengas,
donde las haya más cercanas a la ciudad de Granada, en que reside la agraciada, posesionándola en
ellos para que las goce por juro de heredad a sus hijos y descendientes en memoria de la gloriosa
acción que hizo en defensa del citado castillo”.2