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Catauro

Una rwlda cubana


dé antropologia.
Año 1, No. O.
jullo-dkkmbru d€ EDITORIAL ' 3
1999. PuMicación
semestral de la

ortiz.

Entre cubanos: tres c,uartos de siglo después


ROBERTO FERNANDEZ RETAUAR 5
Fernando Ortiz y Allan Kardec: espiritismo y transculturación
Trinidad Pérez ARCADIO DIAZ QUINONES 14
Fernando Ortiz: una pr9puesta de estudio de las ideas
JOSE A . MATOS AREVALOS 32
Antropología y postmodemisnio
MARVIN HARRIS 44
Presencia y significación de lo banti; en la cultura musical cubana
MARIA ELENA VINUEZA 63
Disaio gráfico
Y mposldón: Religih aírociihana y sociedad civil: una aproximación semiótica
YamikMoya EUGENIO MATIBAG 84

k ú s Guanchc. Aiireliu
Francos, t7m.1 María de La guaracha cubana, imagen del hunior criollo
hhaye, José Matos. M A N A TERESA LINARES SAVIO 94
RogelioMottiiiez Fur6.
Frank Péwz. Diablos y diablitos: huellas de aíricariía en Colombia
NINA S. de FRIEDEMANN 105
Información para colaboradores 113
¿Por qué CATAURO? 114
k n a n d o Ortk- Pr em i o C a t a u r o Cuban o 116
ISSN: Solicitado
Las letras del yío: entre el azar y el destino
ROSA M A N A de LAHAYE GUERRA
y RUBÉN ZARDOYA LOUREDA 118
Las letras del año 1999 125

Telefax: (537)30-0623
E-id:
ARCHIVOS def FOLKLORE
La qntropología en Cuba
v
ffottiz@3ttsoft.cult.cu ARISTIDES MESTRE 139
-t ..
ENTRE-VLSTAC 157
Dialogando con Manuel Rivero de la Calle
AURELIG FRANCOS LAUREDO 157

DESDE L y 27
Eventos Í Preiiiios / Publicaciones / Proyectos / Convocatorias
Postyados / Conferencia Internacional Fernando Ortiz / Obituario 169

EX-LlBRlS 181
Colccción La Fuente Viva: Búsqueda del mismo
y otros fuegos de la cubanidad
ROBEKTO ZURBANO 181
Publicaciones recibidas 184
Cada tpaba!o expresa
la opinion dr s u autor. Beca Fernando Ortiz 187
4 a publicación de una revista
de antropología es un riesgo.
Riesgo porque se trata de una ma-
Contracorriente, Anuario L/L,
Del Caribe, Anales del Caribe,
La Gaceta de Cuba, Unión, in-
teria científica de bordes difusos, sertaron ocasionalmente en sus pá-
controvertidos, cuyo centro nadie ginas trabajos que con su enfoque
discute pero cuya periferia se en- antropobgico sobre folklore y cul-
trelaza con otros dominios que im- tura popular cubrieron de cierto
piden un deslinde neto. Riesgo, por- modo el vacío existente.
que su público lector es restringido CEtauro ha sido concebida
y amplio; restringido, si nos atene- fundamentalmente panz el estudio
mos a una puridad científica; am- de la vida cubana, sus entornos
plio, si aflojamos riendas y damos menos conocidos, el imaginario co-
cabida a materiales de muy diversa tidiano y la cultura popular.
índole, con el inconveniente de abar- El título, tomado del libro Ca-
car mucho y apretar poco. Riesgo tauro de cubanismos, constituye
tambikn por tratarse de un terreno un homenaje al quehacer científico
donde convergen escuelas, tenden- de Fernando Ortiq. Un catauro,
cias y corrientes, a veces tan en- envase para acarrear diversos ele-
contradas que se neutralizan en lu- mentos como indica su nombre
gar de complementarse, lo cual nos aborigen, nos servirá para atesorar
impone un estricto rigor selectivo en el acervo de nuestra cultura nacio-
los materiales a publicar. Enfm, ries- nal, caribeñu y latinoamericana.
gos. Pero también satisfacción de A las puertas del siglo veintiu-
poder contar a la vuelta de algunos no y ante la pujante fuerza de la
años con un espacio, un catauro tecnología y la mundializacián, la
donde compilar y difundir el saber existencia de una publicación como
antropbgico y etnobgico cubano. esta contribuirá a fijar los valores
Debemos recordar aquí aque- de la identidad de nuestros pue-
llas revistas que en su momento blos de manera coherente y acti-
cumplieron la misión que hoy nos va. Esta revista pretende ser un
toca y a la que esperamos dar con- cauce para tales propósitos, y el
tinuidad: Archivos del Folklore diseño de sus secciones expresa los
Cubano (1 924- 1930)) Estudios diversos caminos que aquí conflu-
Afrocubanos (1 937- 1946), Re- yen o comienzan:
vista de Arqueología y Etnolo- COI\1TRAPUI\ITEOS/ OCU-
gía (1938-1961)) Actas de pa el espacio de mayor enver-
Folklore (1961) y Etnología y gadura e incluye los trabajos
Folklore (1966- 1969). de fondo por su contenido, su
Otras publicaciones como Casa rigor analítico, su profundidad
de las Américas, Revolución y científica y calado teórico-crí-
Cultura, Revista Bimestre Cuba- tico;
na, Signos, Revista de la Biblio- LMAC LNARLO, recoge artícu-
teca Nacional José Martí, Temas, los de riqueza expositiva, con
más tendencia a lo descriptivo tas y comentarios acerca de la
y factual, la vida cotidiana y el Fundación Fernando Ortiz;
folklore; EX-LLBRLS, desde sus cohmnas
ARCHIVOS DEL FOLKLORE, servirá de marco a reseñas y
retoma páginas ya editadas del comentarios críticos de libros,
acervo de nuestra literatura an- artículos, así como de cualquier
tropológica y etnológica: home- objeto o hecho cultural suscep-
naje a voces de nuestra cultura tible de ser comentado aquí.
, que el tiempo pudo haber apa- La revista Catauro es nuestra
gado y que ahora se reviven; invitación al pensamiento que pro-
ENTRE-VLSTAS, con su juego fundiza en los fundamentos antro-
de palabras, brinda un ancho pológicos y etnológicos del univer-
margen de posibilidades a la so contemporáneo, el folklore, el
presentación de testimonios, imaginario social y el impacto co-
conversaciones y manifestacio- tidiano de lo popular.
nes de oralidad en general; Aspiramos a que el público
a DESDE L y 27/ aludiendo al si- lector, que será en definitiva nues-
tio donde se encuentra nuestra tro mejor juez, se convierta tam-
institución, refijará el queha- bién en nuestro más Íntimo cola-
cer de su vida interna, con no- borador.

ELDIRECTOR

A
entre

ROBERTO FERNÁNDEZRETAMAR
La primera edición del libro En- título con el que, efectivamen-
tre cubanos ..., de Fernando Or- te, apareció, y afirma que fue
tiz, apareció, sin indicarse año publicado en 1913, añadiendo
de publicación, en la Librería F? además asientos de varios co-
Ollendorf, de París. En la porta- mentarios sobre el libro, también
da, además de los datos referi- de 1913. En la segunda edición
dos al autor y el título, hay un del volumen de Ortiz (La Ha-
diseño (debido a Luis Q.) de dos bana, Ed. de Ciencias Sociales,
gallos en riña; y en la página ti- 1987), tanto en la portada como
tular se añaden el dato de que en la página titular se lo nom-
Ortiz era Catedrático de la Uni- bra Entre cubanos. Psicología tro-
versidad de La Habana, y el sub - pical. En el prólogo a dicha edi-
título del volumen: (Psicología ción, Julio Le Riverend da por
tropical). En la primera edición sentado que la primera salida
de la obra clásica de Ortiz Con- ocurrió en 1913. Este es el punto
trapunteo cubano del tabaco y el de vista que voy a aceptar, por-
azúcar. (Advertencia de sus con- que me parece el más confiable.
trastes agrarios, económicos, his- El año de 1913 fue importan-
tóricos y sociales, su etnografía y te en la cultura cubana. En ene-
su transculturación) (La Habana, ro de ese año inició su vida la
Ed. Jesús Montero, 1940),se enu- revista intelectual más conno-
meran “Algunas de las obras de tada de la primera generación
Fernando Ortiz”, y entre ellas la republicana: Cuba Contemporú-
mencionada, d e esta forma: nea, y su número de diciembre
“Entre cubanos. (Rasgos de psi- incluyó el ensayo de José Sixto
cología criolla), 232 págs., París, de Sola “El pesimismo cubano”,
1914.” Por su parte, la Biobiblio- cuyo título expresa con claridad
ROBERTO grafía de don Fernando Ortiz su contenido, si bien lo que hace
FERNÁNDEz RE~AIIIAR compilada por Araceli García- allí De Sola es defender las
Poda y msaylsta. Carranza (La Habana, Bibliote- razones para abrigar, pese a las
Présidrnk dt la
Casa dé las ca Nacional José Martí, 1970) adversidades, el optimismo na-
Amkricas. hace mención del libro con el cional. Ese año, también, apa-
c
recieron tres libros relevantes: Guerra, el comienzo del siglo XX.
Contra el yanqui, de Julio César Pero sí tiene que ver con otra
Gandarilla; Arabescos mentales, fecha para nosotros decisiva:
de Regino E. Boti; y el inicial 1898. A la sombra de las frustra-
volumen de conjunto de los Ver- ciones que comenzaron entonces
sos de José Martí. El primero ata- se produjeron las obras citadas
ca abiertamente la presencia es- (con excepción, claro, del libro
tadunidense e n Cuba, y d e de Martí, quien había muerto en
modo pionero reclama la heren- 1895). Entre esas frustraciones
cia política revolucionaria de hay que destacar la intromisión
Martí. Arabescos mentales es el estadunidense e n la guerra en-
primer libro importante de poe- tre España y Cuba, intromisión
sía cubana en veinte años, des- que privó a ésta, hasta 1958, de
d e Bustos y rimas (1893), de la independencia por la cual ha-
Julián del Casal, en cuya estela bía peleado varias décadas; más
se sitúa, y está encabezado por de tres años de ocupación mili-
un prólogo amplio donde Boti se tar norteamericana de la Isla; la
muestra un conocedor profun- instauración en ella, en 1902, de
do de la poesía, que logra poner una República mutilada por la
al día para su patria. Los Versos Enmienda Platt, que de hecho y
de Martí, además de los dos li- de derecho la hizo un protecto-
bros editados en vida por él, Zs- rado de los Estados Unidos; y, por
maelillo y Versos sencillos, inclu- último, la primera gran crisis de
ye lo esencial de un libro hasta tal República mediatizada, pues
entonces inédito: Versos libres. en 1906 tuvo lugar una nueva in-
El volumen llamó fuertemente tervención estadunidense, la
la atención de comentaristas tan cual impuso un régimen corrup-
exigentes como Rubén Darío, to que se extendió hasta 1909 y
Miguel de Unamuno y, algo des- dejó huella larga y onerosa.
pués, Gabriela Mistral, además Tal es la atmósfera en que se
de influir en autores del patio escribió Entre cubanos ... (Psico-
como el propio Boti y luego logía tropical). El libro está for-
Rubén Martínez Villena y otros. mado por cuarenta y dos traba-
1913fue, pues, un año fértil para jos de extensión y naturaleza
Cuba e n aspectos intelectuales. variadas, dados a conocer por
La fecha, sin embargo, es aza- separado entre 1905 y 1911 y uni-
rosa, y desde luego nada tiene ficados por un aliento beligeran-
que ver con que, según un cri- te y la preocupación temática
terio extendido que no hace que anuncia el título. En “De
mucho reverdeció Eric Hobs- un libro que es un puñetazo”,
bawm, aquél fuera el último año donde comenta Cuba y su euo-
del siglo XIX, ya que se atribuye a lución colonial, d e Francisco
1914, con el estallido de la Gran Figueras, escribiría Ortiz:

6
Es muy común entre cubanos de un obrero, las ansias hon-
-y entre cubanos tenía que das de un cubano que espi-
ser- que la opinión pensada gando en las tierras de la le-
y seguida en la esfera de la janía quiso lanzar después
amistad, sea distinta y hasta granos de simiente ultrama-
opuesta a la proclamada y sos- rina a los terrones del suelo
tenida en público; tanto más patrio. [...] Laboremos, hijos
cuando aquélla es más since- de los trópicos, laboremos:
ra, más independiente y más que si en las jornadas de la
personal. En el ambiente mer- Historia hemos de caer ren-
cantil en que vivimos, las tre- didos, no sea por el fárrago co-
tas comerciales pasan corrien- lonial que nos encorva [...]
temente a’la política [...] No es extraño que a conti-
El tono amargo permea toda nuación sigan dos cartas abier-
la obra, desde su prefacio, diri- tas a Unamuno, a quien Ortiz
gido “Al dormido lector”, don- le solicitara prologar su libro, lo
de se enfatiza “a ti, soñoliento que al cabo no pudo ocurrir por
hijo de los trópicos, a ti van mis una confusión de textos de que
palabras”. Pero tampoco Ortiz, nos informa Carlos Serrano. Para
como De Sola, se pliega al pesi- este autor, la faena de Ortiz lo
mismo a que la circunstancia hace protagonizar lo que llama
sofocante podría llevarlo. En el “un episodio de regeneracionis-
mismo prefacio postula que es mo trasatlántico”. Gracias a Se-

3
menester rrano y a Ricardo Viñalet cono-
que todos, así los grandes del cemos al menos parte d e la
pensamiento y de la acción, correspondencia privada entre
como los pequeños y humil- el vasco y el cubano, la cual abo-
des laborantes, nos brindemos na en favor de aquella caracte-
I a la tarea regeneradora, nos rización. No lo hacen menos las
consagremos al trabajo para páginas del propio libro. Profun-
roturar el virginal terruño de do admirador de la ruda batalla
nuestra psicología, abrir sur- librada en su patria por el Rec-
cos en él con firme constan- tor salmantino (cuyo retrato
cia pedagógica, esparcir a to- dedicado tenía en su despacho), ’
dos íos vientos las ideas de la Ortiz le comunica en la primera
vida moderna que habrán de de las mencionadas cartas abier-
ser siembra de esperanzas si tas: “vuestras desdichas y las
las regamos no con el llanto desdichas nuestras son notas de
estéril de los desesperados, un mismo acorde en el triste rit-
sino con el sudor fecundante mo de la gente ibera”; y en la
del trabajo [...]. Así son las segunda de esas cartas: “Hace-
siguientes páginas; vea e n mos y nos conducimos, tal como
ellas el lector los azadonazos hacéis y os conducís en Iberia

7
-según criticáis en vuestra ori- nuestras raíces étnicas. Más ade-
ginal Vida de Don Quijote y San- lante, en el propio libro, será
cho-, y es que Cuba, en no po- más explícito:
cos aspectos, es más española todavía no se han fundido las
que España.’’ Lo que no le impi- razas en Cuba. Pueden las ra-
de, sino todo lo contrario, seña- zas, y así sucede, en efecto,
lar males que considera propios. unirse, solidarizar sus ener-
Así, el choteo, al que llama “la gías para determinados mo-
desgracia criolla”, debido al cual vimientos patrióticos, inte-
“todo lo motejamos de ridículo; lectuales o sociales, pero
y apenas florece una idea en este todavía en el suelo de mi
nuestro árido campo, la reímos patria no hay una fusión de
como niñería”. Así, “la bobería”: todas las razas, todavía no
puesto que “es preciso única- hay una integración perfec-
mente ser listo”, “la bobería es ta de todas sus fuerzas [...]
nuestra muerte civil, que casti- El día en que todos los com-
gamos con la más implacable de ponentes de la nacionalidad
las armas: con el choteo”. Llega cubana lleguen a compene-
a decir: trarse, a fundirse en el crisol
Toda nuestra psicología pre- de este pueblo, ése será un
sente, por lo menos en sus día de gloria, lo mismo que
aristas más agudas, puede el día en que todas las aspi-
condensarse en una máxima raciones de la política al uso
que está de continuo en boca tengan una sola finalidad
de todos y que nos compla- coherente: el bien estable de
cemos en repetir hasta la sa- la patria cubana.
ciedad, quizás porque com- A la acidez de la mirada evi-
prendemos la amarga verdad dente en buena parte del libro,
que la filosofía popular encie- pues, la acompaña esa esperan-
rra en ella: Entre cubanos no za en un mañana mejor (en un
andamos con boberías. cubano mejor) que patentizan
Aunque Ortiz está aún lejos las palabras recién citadas, y
de lo que llegarán a ser sus pro- muchas otras. Entre cubanos ...
fundas elaboraciones sobre lo es un libro áspero, con viva im-
característicamente cubano, pronta unamuniana; pero no es
hay en este libro juvenil, ateni- un libro cerrado al porvenir. Es
do a lo que en el momento eran un libro de lucha, de agonía,
rasgos muy ostensibles, no pocos no de derrota, que pugna por
vislumbres que iban a encontrar la modernización y por la des-
desarrollo en su pensamiento. colonización verdaderas del
Para él, entonces, nuestro pue- país. La sicología tropical de que
blo es “ese siboney de pasas y se habla en él no está dada de
boina”, síntesis pintoresca de una vez y para siempre (se tra-

s
ta de “nuestra psicología pre- en lo tocante al choteo. Sólo que
sente”): es vista en su evolu- en este punto Ramos no coinci-
ción, en su fluidez. Ello explica de plenamente con lo plantea-
que el libro, aun siendo, como do por Ortiz. Así, explica:
dijo Le Riverend, “menor e in- Dos palabras [...] sobre un
cipiente” (sobre todo si lo com- error frecuente y muy gene-
paramos con las magnas obras ralizado, que consiste en atri-
posteriores de Ortiz), tuviera buir al rasgo d e nuestro
“predicamento especial entre carácter llamado arbitraria-
las capas medias y los intelec- mente el choteo criollo, todas
tuales durante las dos primeras las culpas que acabamos de
décadas republicanas”. comentar. El choteo es más
A tres cuartos de siglo de su efecto que causa, efecto no
aparición, vale la pena conside- sólo de añejos vicios, sino de
rar, así sea someramente, algu- causas inmanentes, perfecta-
nos textos que abordaron cues- mente amorales y perpetuas
tiones tocadas e n aquel libro, [...] // El cubano no enten-
aunque no siempre insistan en derá jamás la pesadez gótica
lo de sicologia tropical. Comen- ni la taciturnidad de los paí-
zaré por el Manual del perfecto ses nórdicos. Somos bullicio-
fulanistu. Apuntes para el estudio sos, expansivos; frívolos si se
de nuestra dinámica político-social quiere, pero capaces de lu-
(La Habana, Ed. Jesús Montero, char ochenta años por la mis-
1916), de José Antonio Ramos. ma idea a sangre y fuego.
Como indica su título, el énfa- Llama la atención que en el
sis está puesto e n la política más difundido texto cubano so-
horra de ideas (no digamos de bre este tema, Indagación del
ideales), caciquista, propia de la choteo (La Habana, Ed. Revista
época. Y no se trata de una suma de Avance, 1928), d e Jorge
de trabajos varios, sino de un Mañach, ni siquiera se mencio-
volumen compacto, de más de ne el libro de Ortiz ni el de Ra-
trescientas sesenta páginas. Pero mos. Hablando de ese trabajo
no faltan en él puntos de con- por otra parte elegante, como
tacto con el de Ortiz. Desde el solían ser los de Mañach, y de
prefacio mismo: si el de éste iba otros que también precedieron
dirigido “Al dormido lector”, el en pocos años a la revolución al
de aquél lo estará “Al lector que cabo abortada de 1933: el libro
nunca lee”; en ambos casos, el racista y fascistizante de Alber-
propósito es sacudir el ambien- to Lamar Shweyer La crisis del
te de escepticismo y modorra patriotismo. Una teoría de las in-
que padece el país. También migraciones (La Habana, Ed.
habrá tangencias al considerar Martí, 1929),y el ensayo de Lino
rasgos del cubano. Por ejemplo, Novás Calvo “El pathos cuba-

O
no”, 1932 (Varios: Homenaje a cinas, de razas, de culturas, “cal-
Ennque José Varona..., La Haba- do denso de civilización que
na, 1935), escribió Ambrosio borbollea e n el fogón del Cari-
Fornet e n el excelente prólogo be ...” En cuanto al neologismo
a su Antología del cuento cubano propuesto por Ortiz, “transcul-
contemporáneo (México, Ed. Era, turación”, él expresa
1967): “Reemplazando burdas los variadísimos fenómenos
mistificaciones por otras más que se originan e n Cuba por
sutiles, casi siempre con la acti- las complejísimas transmuta-
tud olímpica de Ortega y un es- ciones de culturas que aquí
tilo semejante, se analizan los se verifican, sin conocer las
resortes de nuestra conducta cuales es imposible entender
colectiva, el trasfondo socioló- la evolución del pueblo cu-
gico de lo que entonces solía lla- bano, así e n lo económico
marse la problemática nacional.” como e n lo institucional, ju-
Más enjundia tendrán dos rídico, ético, religioso, artís-
contribuciones hechas por el tico, lingüístico, psicológico,
propio Ortiz en 1940: su confe- sexual y en los demás aspec-
rencia “Los factores humanos de tos de su vida. // La verda-
la cubanidad” (Revista Bimestre dera historia de Cuba es la
Cubana, marzo-abril de 1940) y historia de sus intrincadísi-
el capítulo 11, dedicado a la mas transculturaciones [...]
“transculturación” y su importan- inmenso amestizamiento de
cia e n Cuba, del mencionado razas y culturas [...] Toda la
Contrapunteo ... Se trata de dos escala cultural que Europa
textos que se interpenetran y experimentó e n más de cua-
hasta cierto punto se comple- tro milenios en Cuba se pasó
mentan. El primero, más suelto, en menos de cuatro siglos.
distingue (apoyándose de nue- En 1947 Elías Entralgo par-
vo en Unamuno) entre cubani- ticipó e n la discusión con un
dad, ‘‘coiidición genérica de cu- valioso opúsculo de título más
bano”, y cubanía, “cubanidad complicado que su contenido:
plena, sentida, consciente y de- Perioca sociográfica de la cuba-
seada”, y aporta su famosa me- nidad (La Habana, Ed. Jesús
táfora según la cual Cuba es un Montero), donde hizo constar
ajiaco, siendo este último nues- que este último término había
tro guiso más típico y complejo, sido forjado e n 1925 por Ma-
hecho de las más diversas sus- ñach, a semejanza de otros ya
tancias, que Ortiz va remitien- existentes para muchos países.
do a los indios (los protocuba- Me es materialmente imposible
nos), los castellanos, los negros sintetizar tal opúsculo aquí, y
de Africa, los franceses, los an- me limitaré a destacar su rele-
gloamericanos. Mestizaje de co- vancia; así como que tanto Or-

10
tiz como Entralgo, dados sus limitaré a citar lo que él entien-
planteos, fueron llevados a ob- de por Intrascedendencia: “sua-
jetar a fondo el racismo: el pri- ve risa, antisolemnidad, juego,
mero, en su magistral El enga- ausencia de dogmatismo, poco
ño de las razas (La Habana, Ed. sentido religioso metafísico, des-
Páginas, 1946); el segundo, en preocupación, provisionalidad,
La liberación étnica cubana (La inconsecuencia, choteo, galleo,
Habana, 1953). irresponsabilidad, nadas”. Y más
El último título de la época adelante: “Este es el país de los
prerrevolucionaria que mencio - que están de vuelta sin haber
naré se debe a un poeta y críti- ido, de los que ya no creen en
co de primera magnitud, Cintio ‘boberías’, de los que tienen por
Vitier, quien en 1958 dio a co- divisa el <novale la pena’, del
nocer el volumen de cerca de que arrastra su desánimo como
quinientas páginas Lo cubano en una sabiduría o un blasón [...]”.
la poesia (Universidad Central Para ser justos, hay que pensar
de Las Villas). Aunque Vitier en que estos conceptos, algunos
quiso que en su libro la poesía de los cuales tanto recuerdan a
fuera no sólo el objeto, sino el los de la Psicología tropical de
instrumento de su labor (“mis Ortiz, se escribieron en 1957,
dos principales enemigos”, dijo año terrible para Cuba, pues era
taxativamente al final, “han sido uno de los momentos más san-
la psicología y la sociología”, y grientos de la dictadura de Ba-
“a ellos declaré desde el princi- tista; y, además, en que Vitier
pio secreta e implacable gue- añadió en medio de esas dramá-
rra”), no dejó de hacer aportes, ticas circunstancias:
involuntarios, a una mejor com- Nuestra misma ingravidez, la
prensión sicológica y sociológi- falta de gravitación históri-
ca del país. En sus “Conclusio- ca que nos caracteriza, si por
nes finales”, escribió: “puedo u n lado nos mantiene flo-
decir que en nuestro estudio lo tando en el caos de la políti-
cubano se nos ha iluminado bajo ca superficial, por otro ha
diez principales especies [...], desvirtuado lo que a comien-
categorías o esencias”, que nom- zos del siglo XIX [...] John
bra así: Arcadismo, Ingravidez, Quincy Adams, con el sóli-
Intrascendencia, Lejanía, Cari- do pragmatismo de su raza,
ño, Despego, Frío, Vacío, Me- llamó “el principio de la ley
moria, Ornamento. Nos llevaría de gravitación de Cuba”, se-
muy lejos explicitar cada una de gún el cual cuando este fru-
estas especies, categorías o esen- to de una rama tan alejada
cias de lo cubano reveladas a del árbol hispánico madura-
Vitier por nuestra poesía. Arri- se, caería inevitablemente
mando la brasa a mi sardina, me en las manos del vecino más
poderoso. Vistas las cosas con todos los riesgos que ello
desde un ángulo estricta- implica [ ...]
mente económico, podría Entre las dos fechas de edi-
decirse que la ley enuncia- ción de la obra (1958,1970) me-
da se cumplió, se está cum- dia el acontecimiento funda-
pliendo [...]. Pero contem- mental que ha sido, que es la
plado el principio desde el Revolución Cubana llegada al
ángulo espiritual, comproba- poder e n 1959, la cual iba a
mos con asombro que no, que transformar la vida entera del
la fruta no cae en las manos país, y a hacerse sentir también,
yanquis, sino que se desha- desde luego, en la sicología de
ce y evapora en la brisa como su pueblo. Me bastará evocar un
un perfume inapresable. conocidísimo texto de estos
Por último, conviene añadir años: “El socialismo y el hombre
que cuando el libro fue redi- en Cuba” (1965), donde el Che
tado (La Habana, Instituto Guevara sintetiza, como lo
Cubano del Libro, 1970), Vi- anuncia el título de su ensayo,
tier reconoció e n un breve y las aspiraciones de transforma-
agudo prólogo el hecho de que ción social e individual que el
“algunos criterios míos hayan acontecimiento implica. El tex-
cambiado y perciba con nitidez, to ha cumplido más de treinta
desde mi actual punto de vis- años, pero la lección del Che,
ta, los defectos y lagunas”. Y su aspiración a hacer nacer lo
poco después: que llamó “el hombre nuevo”
El elemento fundamental que (fórmula paulina que tiene cer-
falta en dichas “consideracio- ca de dos milenios y la tradi-
nes finales’’ es, sencillamen- ción revolucionaria socialista
te, la acción. Eliminada la ac- ha hecho suya desde hace tiem-
ción (por desconfianza y po) conservan su desafiante
desconocimiento de sus ver- frescura.
daderas posibilidades), que- Desde este costado, a tantos
daban desconectadas la his- años del libro de Ortiz que mo-
toria y la poesía: la primera tiva estas páginas, ¿qué pode-
representaba el sinsentido y mos decir de tal libro, y sobre
la segunda, desde luego, el todo de su imprescindible autor?’
sentido, pero un sentido sólo Ya se hizo estas preguntas, y se
platónica o proféticamente las respondió, el heraldo de la
verificable. Sin renunciar a Revolución Cubana que fue
estas dimensiones, la acción Martínez Villena, cuando e n
revolucionaria nos ha ense- 1923, al prologar una suma de
ñado, entre otras cosas, que discursos de Ortiz, escribió es-
la poesía puede encarnar en tas palabras que la historia ha
la historia y debe hacerlo, ratificado plenamente:

12
Fernando Ortiz carece de los tropical, sin dejar de poseer
defectos de la inteligencia sus virtudes. [...] Mañana,
cuando triunfen los buenos
(“los buenos son los que ga-
nan a la larga”), cuando se
aclare el horizonte lóbrego y
se aviente el polvo de los ído-
los falsos; cuando rueden al
olvido piadoso los hombres
que usaron máscara intelec-
tual o patriotica y eran por
dentro lodo y serrín, la figu-
rii de Fernando Ortiz, c<)n
toda la jolide7 de > t i talento
y su carácter, quedará e n pie
sobre los viejos escornbros, y
será escogida por la juventud
reconstructora para servir
como uno de los pilares sobre
los que se asiente la Nueva
i
República .
’ ARCADIO DíAZ QUlI?iOr\iES
En cada momento presente de l a vida hay un paso de
envejecimiento y de renovación i...]. Renovarse que es morir y
renacer para tomar a fallecer y a revivir. C a d a instante vital es
una creación, una recreación. Es una cópula del pasado, de las
potenciales supervivencias que el individuo trae encarnadas
consigo, y del presente, de las posibles circunstancias q u e el
ambiente aportaj de cuya contingente conjunción con [a
individuaíidad nace el porvenir, que es la variación renovadora.
Fernando Ortiz: El engaño de las razas

The two vogues, that of psychoanalysis and that of the occult


sciences, have in common their opposition to the
ideology and the way of life transmitted by the “bourgeois
society of consumption”, in other words, by the
Establishment l...]. They express, each in its own way, the
yearning of modern man, and his hope for a spiritual renovario
that would finally give a meaning to and a justification for his
own existence.
M i r c e a Eliade: Journal 111: 1970-1978

Fernando Ortiz (1881-1969) es previa al Contrapunteo, merecen


hoy principalmente conocido por un estudio aparte para com-
el concepto de transculturación prender el desarrollo extraordi-
’’ Para una discusi6n que se difundió a partir de la pu- nariamente rico de la categoría.*
detallada y blicación de su libro fundacional Esos comienzos representan una
documentada de la
recepci6n de Oriiz y de Contrapunteo cubano del tabaco etapa formativa en la cual Ortiz
la genealogía de la
transculturacidn, véase y el azúcar (1940; 1963; 1983). empezó a explorar categorías de
el inteligente prólogo de
Fernando Coronil a la La trunsculturación ha llegado a análisis que proceden de saberes
reimpresidn de la
traducción inglesa del
constituirse en un centro con- diversos (criminología, derecho,
Contrapunteo. ceptual de los debates cultura- etnografía, ciencia y espiritismo)
les y literarios contemporáneos.’ y de prácticas políticas y socia-
ARGWIO DiAz Sin embargo, los comienzos in- les muy concretas.
0UI6ION€S
_____ telectuales de Ortiz, tradicio- Muy pronto Ortiz llegó a ser
Profesor y
crítico literario
nalmente tratados como una una figura pública e intelectua
puertorriqueño. etapa positivista y lombrosiana de gran importancia en Cuba
Uso “comienzos” aquí “lugar que conservó hasta su carrera de Derecho en La Ha-
en el sentido de los be-
ginnings que ha teoriza- m ~ e r t e Ejerció
.~ una influencia bana. Una vez concluida la gue-
do Edward Said. Para
Said, los beginnings no
profunda entre sus contemporá- rra regresó a Barcelona, donde
son s610 un viejo topos, neos y fue uno de los más impor- obtuvo el grado de Licenciado
sino una toma de posi-
ci6n del escritor en tantes voceros de la generación en Derecho (1889-1900). Lue-
busca de identidades
que permitan definir sus que actuó en la Cuba posterior go, se trasladó a Madrid, donde
proyectos. Desde esa
perspectiva, interesan
a 1898. En los ensayos, interven- se doctoró en Derecho (1901),
tanto los discursos ciones públicas y debates de su y de ahí de nuevo a Cuba, don-
como las prácticas de
los escritores. Véase tiempo, Ortiz mostró un talante de obtuvo el título de Doctor en
su libro Beginnings: polémico y una voluntad de Derecho Civil en la Universidad
lntention and Method.
abordar problemas muy diversos. de La Habana (1902). Aparte
Para mayores datos,
ver la Cronología. Fer- Entre 1902 y 1906 hizo carrera de su carrera institucional
nando Or?iz, elaborada consular en Italia y Francia; en -y de los conocimientos espe-
por Araceli García-
Carranza. Norma Suá- 1906fue nombrado Abogado Fis- cíficos con los que se identifi-
rez Suárez y Alberto
Quesada Morales, y la cal de la Audiencia de La Ha- caba-, fue de gran importan-
Bio-bibliografíade Ara-
celi García-Carranza. bana; de 1908 a 1916 fue Cate- cia para el fortalecimiento de su
drático de Derecho Público de presencia en el espacio público
Cabrera, uno de los
fundadores del Partido la Universidad de La Habana; y su matrimonio con Esther Ca-
Liberal Autonomista de
Cuba, es autor del libro
en 1915 ingresó en el Partido Li- brera (1908), la hija del influ-
Cuba y sus jueces beral, y llegó a ser parlamenta- yente intelectual cubano Rai-
(1887). Fund6 en Nueva
York la revista política, rio (1916-1926). En 1926 Ortiz mundo Cabrera (1852-1923).4
literaria y cultural, Cuba
y Amdrica (1897-1898; publicó su Código criminal cuba- Había vuelto de España con
La Habana, 1899-1917) no, proyecto que incluía un gran entusiasmo y energía a de-
en la que Ortiz lleg6 a
colaborar. Cabrera fue entusiasta “juicio” a manera de sarrollar nuevos saberes “cien-
además miembro funda-
dor de la Academia de prólogo de Enrique Ferri (1856- tíficos”, y a construirse un lugar
Historia de Cuba
(191O).
1929), y que se proponía darle de autoridad como intelectual
forma al “sistema defensivo del público. Aunque sabía muy poco
En los beginnings de
Ortiz hay una preocupa- Estado contra la delincuen- de Cuba como vivencia perso-
ci6n constante por la cia” (1926: 9). En todas esas nal, pues se había formado en el
viabilidad del proyecto
republicano y por la “re- prácticas, que se dieron en el exilio, Ortiz pronto se destacó
generaci6n“ después de
la guerra de indepen- marco de la nueva República, por su mirada crítica de la cul-
dencia. Los años post-
1898 son muy ricos en fue el iniciador de un modo de tura y la política cubanas. Esos
debates intelectuales de pensar la nación y las razas, la ambiciosos propósitos pueden
tipo político. Uno de los
empeños principales de religiosidad y la política; y por comprobarse, desde sus inicios,
Ortiz es definir el lugar y
las cualidades de la otro lado, de la aplicación de la en Hampa afrocubana. Los ne-
élite: ése es el lugar
desde donde escribe
criminología y la dactiloscopía gros brujos: apuntes para un estu-
sobre la ’tarea regene- a la reforma penal y al estudio dio de etnología criminal (1906),
radora”: ‘[ ...] Diríase
que en estas tierras que de la delincuencia. uno de sus primeros libro; en La
el sol caldea, padece-
mos la enfermedad del Ortiz creció e n Menorca reconquista de América: reflexio-
sueño. la del s u e h más
terrible, la del sueño de
(1882-1895), donde estudió su nes sobre el panhispanismo ( 1911) ,
las almas [...]. No se bachillerato; regresó a Cuba, y y en su colección de ensayos
oyen desde hace años
los fragores de la lucha durante la Guerra de Indepen- Entre cubanos: psicología tropical
independizadora. ni el dencia (1895-1898) comenzó la (1913), en el cual atacó el va-
estampido de los fusi-

TC
les, ni el trueno de los cío intelectual y moral de la jo- mitió construir un metarrelato
cañones [...l. Y para
despertar de esta modo- ven R e públ i ~a .En
~ esos textos de la cultura nacional basado en
rra que dejaron en nues-
tro Animo el veneno co-
Ortiz elaboró un discurso cultu- una larga reflexión sobre la hi-
lonial y la embriaguez ral y político que ofrecía un pro- bridación y la mezcla. Este
de la liberaci6n, más
que otros pueden, y yecto moderno de república en cambio de paradigma de la cri-
pueden mucho, los cu-
banos que en el frlo am- los años e n que Cuba emergía minología a la trunsculturución
biente de lejanas sep-
tentrionales tierras o en
de la guerra contra España y de culminaría e n Contrupunteo,
el del solitario gabinete la ocupación norteamericana. cuya trama discursiva se acepta
de estudio, templar pu-
dieron sus voluntades y En ellos pueden leerse las ur- como su modo de leer la histo-
acercar sus inwigen-
cias. Ciertamente, mas gencias políticas, éticas e histo- ria y la cubanidad.a
sepase asimismo que
en sociedades sembra-
riográficas que lo animaban en El inconveniente de esta in-
das de democracia su búsqueda de un orden social terpretación lineal es que igno-
wmo la nuestra, donde
por causas varias la viable y progresista. Esa línea de ra el profundo interés de Ortiz
aristocracia mental es inquietudes se refleja e n su co- por las corrientes espiritualistas
escasa y débil, no podrA
germinar la cultura sin nocido discurso programático del siglo XIX, las complejidades
que todos, as1 los gran-
des del pensamiento y -con carácter de verdadero de su discurso nacional y sus
de la acci6n, como los
pequeños y humildes
manifiesto- “La decadencia continuas intervenciones en el
laborantes. m brindemos cubana” (1924). Más tarde si- terreno jurídico. Habría que ex-
a la tarea regeneradora
[...]” (Entre cubanos, guió impulsando de múltiples plorar la continuidad de las pers-
pp. 1-3).
maneras la renovación del cam- pectivas evolucionistas en Ortiz,
Carlos del Toro Gon- po intelectual. Ortiz fue direc- su persistente afán por conciliar
zález documenta el pa-
pel de Ortiz durante la tor de la prestigiosa Revista religión y ciencia, su constante
primera etapa de la
Hispanocubana. inte- Bimestre Cubana, presidente de atención al espiritismo, y su in-
rrumpida por su exilio la Sociedad Económica de Ami- terés por las discontinuidades de
durante la dictadura de
Machado. Cuando re- gosdelPaís (1924-1933),ymiem- espacio y tiempo en la formación
g r e d a Cuba en 1933
se reanudaron las acti- bro fundador de otra empresa de de la sociedad cubana. Los orí-
vidades de la Institu-
ci6n. Colabor6, además. vastas proyecciones: la Institu- genes intelectuales de Ortiz in-
con la revista Cuba
Contemporánea. Cobre
ción Hispanocubana de Cultura cluyen su evidente y compleja
esa publicaci6n, vBase (1926-1932; 1936-1947).6 reformulación de las tradiciones
a Ann Wright. ‘Intellec-
tuals of an Unheroic En la biografía intelectual nacionales (Varela, Saco, Martí
Period of Cuban His- que ha quedado más o menos y otros), y paralelamente su
tory, 1919-1923. The
Cuba Contemporánea fijada por los historiadores y la apropiación de la criminología
Group“. Ver también el
libro de Louis A. Pérez, crítica, se suele presentar a Or- “científica” y su interés en las
Jr., Cuba under the
Plan Amendment, 1902- tiz como protagonista de una tra- nuevas formas periodísticas de
1934, para el papel de yectoria unidimensional. Según relatos policiales.
Ortiz en los años de la
Comisi6n Crowder y la esta interpretación, Ortiz, in- La compleja etnología racis-
reforma electoral. La
capacidad de convoca- fluido por Cesare Lombroso ta del brasileño Raymundo Nina
toria al campo intelec-
tual de Ortiz se confir-
-
( 1835 1909), habría comenzado Rodrigues (1862-1906) fue el
ma, además, en el en la antropología criminal y los modelo de análisis al que Ortiz
‘Manifiesto” de 1923 de
la Junta Cubana de Re- estudios de los sistemas penales7 pudo acceder para interpretar el
novaci6n Nacional.
En el curso de sus investigacio- problema de la relación entre
’ Mientras ocupaba su nes posteriores habría descubier- raza, nación y ciudadanía e n
puesto consular en
GBnova, entre 1992 y to la trunsculturución que le per- A m é r i ~ aSin
. ~ embargo, ese mo-

16
1905, Ortiz fue discípu- delo no era suficiente. El espiri- autor del Contrapunteo, Ortiz,
lo de los criminologistas
Cesare Lombroso y tismo cientificista de Allan Kar- como otros intelectuales en Eu-
Enrico Ferri. Se inscri-
bió con orgullo en la lí- dec (Léon Hippolyte Denizart ropa y América, se sintió muy
nea de herencia intelec-
tual de Lombroso. Su
Rivail, 1804-1869) ocupa un lu- atraído por la religión letrada
primer gran tema sere gar privilegiado: le proporcionó representada por El libro de los
precisamente la
marginalidad, la "mala herramientas para comprender espíritus o El Génesis, los milagros
vida'' y los fenómenos la cuestión racial desde una teo- y las predicciones según el espiri-
religiosos. Procuró deli-
mitar un objeto científi- ría evolutiva que abarcaba la tismo, de Kardec, y por la me-
co, el '%hampa afrocuba-
na" o los "negros espiritualidad nacional, el de- diación posible entre la ciencia
brujos" que cdfiribuyera
también al desarrollo de recho y la religión. La doctrina y la "religión popular".
los estudios espiritista es, como veremos, un Ortiz no sólo fue un lector de
etnográficos y crimino-
lógicos en Cuba. Ade- aspecto fundamental en los orí- Kardec, sino que además dedi-
más, resulta muy signi-
ficativo que fuera en la genes del concepto de transcul- có parte de su actividad intelec-
revista de Lombroso, el turación. Por tanto, reducir la tual a la exégesis de su doctrina.
Archivio di Psichiafria,
Neuropafologia. Antro- trayectoria de Ortiz al paso de La filosofía penal de los espiritista,
pologia Criminale e Me-
dicina Legale. donde la criminología a la transcultura- un trabajo que se originó a par-
Ortiz publicó primero en
italiano los artículos ción, impide ver las múltiples fi- tir del discurso inaugural que
que forman el libro: "La
criminalita dei negri in
liaciones, resonancias y entre- Ortiz presentó en la Facultad de
Cuba"; 'Superstizione cruzamientos que encontramos Derecho de la Universidad de La
criminose in Cuba"; e "11
suicidio tra i negri". en sus textos magistrales, como Habana en 1912, se publicó pri-
Después su libro sería
prologado por Lombro-
lo son La africanía de la música mero en la Revista Bimestre Cu-
so.Todo ello es parte folklórica de Cuba (1950) y Los bana el año 1914. Hay una edi-
de las relaciones inte-
lectuales con los cen- bailes y el teatro de los negros en ción habanera de 1915 (el mismo
tros metropolitanos. Du-
rante las últimas el folklore de Cuba (1951). año en que publica L o s negros
décadas del siglo XIX se
dio una extraordinaria
En este ensayo me interesa esclavos y La identificación dacti-
actividad en Europa, di- replantear los beginnings de Or- loscópica: estudio de policwlogíu y
rigida a reformar los
sistemas penales. El tiz, con el propósito de abrir una derecho gúblico). El libro tuvo una
debate involucró a mé- perspectiva en la que las cate- difusión notable. Hay otra edi-
dicos. filósofos, juristas
y abogados progresis- gorías lombrosianas -positivis- ción española de 1924, en la Bi-
tas, quienes crearon
las bases para una re- tas y racionalistas- entren en blioteca Jurídica de Autores Es-
forma penal basada en
el saber cnminológico. diálogo con las corrientes espi- pañoles y Extranjeros. Y luego
Ahí tuvo una gran im-
portancia el libro de
ritualistas representadas por fue publicado en Buenos Aires
Lombroso, L'uomo Kardec." De hecho, como ve- por la Editorial Víctor Hugo
delinquenfe (1876;
1878), basado en el es- remos, hay una relación muy (1950), en la serie Filosofía y
tudio de reclusos en las
cárceles italianas, don-
sutil entre la transmigración de Doctrina. El año 1919, Ortiz dio,
de explicaba la crimina- las almas -la historia de las a petición de la Sociedad Espiri-
lidad por la 'regresión"
hereditaria y tambien sucesivas reencarnaciones, el tista de Cuba, una conferencia
por enfermedades como
la epilepsia. El libro de tránsito de la vida espiritual a titulada "Las fases de la evolu-
Lombroso generó un la corporal- y la categoría de ción religiosa". En el Teatro
extenso debate en tor-
no a las nociones de la transculturación. Aunque la Payret de La Habana, Ortiz ex-
"atavismo", las determi-
naciones genéticas de obra de Kardec casi ha desapa- presaba públicamente su simpa-
la criminalidad y la 'de- recido de la discusión intelec- tía por el espiritismo: ''¡Espiritis-
generación". Véanse.
entre otros, los libros tual y de los estudios sobre el tas! Quien no participa de

17
de Robert Nye, Cnme, vuestra mística, serenamente os publicar en Madrid en la Libre-
Madness, and Poiitics
in Modern France, esp.. dice: ¡Sois fieles de una sublime ría Fernando Fé con el título
pp. 97-116; y de Marie
Christine Leps, fe! ¡Acaso seáis los que con ma- Hampa afrocubana. Los negros
Apprehending the Cnmi-
nai: The Production of
yor pureza os aproximáis al ideal brujos. Carrión destaca el hecho
Deviance in Nineteenth- de marchar hacia Dios por el de que Ortiz construía un nue-
Century Discourse. Los
trabajos de Hugo Vez- amor y la ciencia!’’ (1919: 80). vo archivo de territorios por los
zeHi en torno al “naci- Ortiz nunca cesó de retomar que pocos se habían arriesgado
miento” de la psicologia
en la Argentina arrojan lo que había escrito en La filo- a circular:
mucha luz sobre este
debate. Sylviahlolloy sofía penal, de retrabajarlo, de Ningún trabajo más arduo
ha trabajado la conver-
gencia de patologia y modificarlo y de continuarlo. Su que el de coleccionar los da-
criminologfa en Ingenie- interés por el espiritismo no dis- tos necesarios para este libro,
ros: es muy iluminador
su ensayo ’Diagnósti- minuyó a lo largo de su vida. durante el cual le hemos se-
cos del fin de siglo”.
Incluso en los años cincuenta guido paso á paso. El investi-
Véase, por ejemplo, el seguía escribiendo sobre el tema: gador tropezaba día tras día
trabajo de Jorge lbarra
“La herencia científica “Una moderna secta espiritista con la eterna dificultad que
de Fernando Ortiz”, don-
de lee la transcuitura- de Cuba” y “Los espirituales hace en nuestro país infruc-
cidn como una supera- cordoneros del Orilé” fueron tra- tuoso el esfuerzo de los hom-
ción dialéctica de sus
concepciones anterio- bajos publicados e n Bohemia, bres de ciencia: nada existía
res. Es cierto que lbarra
advierte una dimensión muy pertinentes para un estu- hecho con anterioridad; era
especial en los primeros
textos de Ortiz, pero no
dio más detallado de la impor- preciso crearlo todo, orde-
la desarrolla. Ibarra, es- tancia de Kardec en su obra. nando los pocos datos incom-
cribe: “Por sus concep-
ciones generales y su También hay referencias al es- pletos y aislados que llegaban
prudencia metodológica,
Ortiz se acercaba más piritismo en su Historia de una á su noticia, y para colmo de
a Marcel M a u s que a pelea cubana contra los demonios. males la fe del autor estre-
los evolucionistas y a
los difusionistas. Como Sin duda, Ortiz se definía a llábase contra la apatía del
el etn6lOgO francés, te-
nía una aguda concien- sí mismo a partir de la doble ins- mundo científico local y de
cia de las relaciones en-
tre ksfen&mm titución de la ciencia moderna las esferas del gobierno, que
sonológms y psicológi- y de la nacionalidad republica- se preoctpaban poco con que
cos” (p. 1342). Sin em-
bargo, lbarra no le atri- na. Ya en 1903 el escritor Mi- un desocupado escribiese
buye importancia a la
tradición iniciada por guel de Carrión (1875-1929) monografías de ñáñigos, cosa
Kardec. También son re- afirmaba en la revista Azul y Rojo bien trivial por cierto al lado
levantes los trabajos de
Thomas Bremer, 7 h e que el muy joven Ortiz era “el de los grandes intereses de
Constitution of Alterity”
y de Antonio Melis “Fer- único de nuestros hombres de la política (1903: 5-6).
nando Ortiz y el mundo
afrocubano: desde la
ciencia dotado de facultad En Los negros brujos Ortiz pro-
criminologia lombrosiana creadora” y u n “positivista con- clamaba que la vida “salvaje” no
hasta el concepto de
transculturación”. Para vencido”. A la vez elogiaba la podía ser silenciada, sino que
la intrudcción de Lom-
broso en Cuba, véase el memoria doctoral que Ortiz pu- debía ser cuidadosamente aten-
estudio de Pedro M. blicó en Madrid, titulada Base dida -y reprimida-, precisa-
Pruna y Armando
García González, para un estudio sobre la llamuda mente porque el país tenía que
DaNvinismo y sociedad
en Cuba. reparación c i d (190 1). Carrión ser disciplinado, educado moral-
~ _ _ _ _también comentaba el “valioso mente y afinado en su sensibili-
*
Para el estudio de
Raymundo Nina Rodri- estudio sobre el ñañiguismo en dad para las normas éticas y po-
gues, véase el trabajo
de Roberto Ventura, Es- Cuba” que Ortiz luego haría líticas modernas. Por una parte,

18
tib tropical. Por otro Ortiz se armaba con las doctri- cuando no por el predominio:
lado, Rica& D. Saivato-
re estudia la apropiaci6n nas de la escuela italiana de cri- el fetichismo africano, espe-
de la crimlnologla en minología y derecho penal posi- cialmente lucumí; el cristia-
Brasil y la Argentina. y
cómo el contexto social
y racial gener6 diversos
tivo; por otra, ya se puede nismo en sus varias deriva-
proyectos de reforma. percibir que el marco concep- ciones más o menos puras,
Ver su ensayo
‘Penitentiaries. Visions tual del positivismo le resultaba especialmente el catolicismo,
of Class...”.Asimismo insuficiente para interpretar la y el filosofismo religioso con-
habrla que situar a Oitiz
en el contexto de la religiosidad y el desarraigo cul- temporáneo, especialmente
guerra racial de 1912 en
Cuba contra @ Partido tural en la sociedad cubana. El el espiritismo.
Independiente de Color,
cuando los veteranos espiritismo de Kardec le permi- Las tres religiones correspon-
negms de la guerra de tirá interrogar los límites del po- den a tres fases sucesivas de la
independencia reclama-
ron su propio espacio sitivismo y la noción de una iden- evolución religiosa ( 1919: 68).
polltico: fueron despia-
dadamente reprimidos. tidad estable y segura. Ante la Sociedad Espiritista
El libro de Aline Helg.
üur R@mi/ Share, in-
El subtítulo de Los negros bnr- de Cuba, Ortiz presentaba al es-
cluye un estudio de las jos: apuntes para un estudio de et- piritismo como una superación
”fuentes” periodlsticas
legitimadas en Los ne- nología criminal, anunciaba ya su del catolicismo y la brujería: “El
g m bwjos en le etapa
previa a esta guerra. condena de la brujería. Ortiz fetichismo es la religión amoral,
Dos trabajos recientes
replantean desde dictin-
escribía enfáticamente que “El el catolicismo es la religión mo-
tos ángulos los conflic- culto brujo es, en fin, socialmen- ral, el espiritismo es la moral
tos de raza y nacionali-
dad en Cuba: Rebecxa te negativo con relación al me- arreligiosa sin dogmas, ni ritos,
Scott, ‘Raza. clase y joramiento de nuestra sociedad, ni ídolos ni sacerdotes” (ibíd.:
acci6n colectiva en
Cuba, 1895-1902”: y !os porque dada la primitividad que 79). Así el espiritismo resulta-
vigorosos comentarios
en relaci6n con la exclu- le es característica, totalmente ría ser (‘un vigoroso estímulo en
sión de Antonio Benltez
Rojo. “La cuecti6n del amoral, contribuye a retener las pro del mejoramiento moral de
negro en tres momentos
del nacionalismo literario
conciencias de los negros incul- la humanidad” (ibíd.: 65). Al
cubano”. tos en los bajos fondos de la bar- mirar ietrospectivamente sus
lo En otro trabajo habrla barie africana” (1906:227).Con- publicaciones, Ortiz estimaba
que estudiar más dete-
nidamente la recepci6n
cluía que era ü n obstáculo a la que el honor que le habían con-
del espiritismo y de las civilización, principalmente de cedido los espiritistas se debía
tradiciones ocultistas
en el campo intelectual, la población de color [...] por a su “obra acerca del Hampa
sobre todo entre escri- ser la expresión más bárbara del afrocubmd’ (Los negros brujos)
tores de fin de siglo.
Véanse. por ejemplo, el sentimiento religioso desprovis- y “La f i l 0 S O f h penal” (ibíd.: 66).
trabajo de María Teresa
Gramuglio sobre Lugo- to del elemento moral” (ibíd.: Con esto, sugería que su labor
nes, y el impoitante li- 229). Reiteró este análisis de la intelectual tenía una coheren-
bro de Cathy Login
Jrade en el que mues-
tra las marcas de la tra-
brujería en su conferencia “Las cia como un servicio público
dición esotérica en fases de la evolución religiosa” para la evolución religiosa cu-
Rubén Darío. Kardec,
por su paite. fue profu- (1919),donde la interpretaba en bana. Es importante notar que
samente traducido y di- el contexto cubano de la “lucha Ortiz concibió su conferencia
fundido en España y
América e n el siglo XIX, por la vida” de tres corrientes como un acto de servicio a la
en gran medida gracias
a la labor de ‘a Sacie- religiosas, para llegar al estadio “existencia republicana”. S u
dad Barcelonesa Propa-
gadora del Espiritismo. superior del espiritismo: propósito era el fortalecimiento
Esas traducciones fue-
ron rápidamente acogi-
En Cuba tres corrientes reli- de la República, lo que lo llevó
das por un publico cada giosas luchan por la vida, a acusar a “muchos de nuestros
vez más vasto, en Es- hombres públicos” de “cobardía ciones, infunda más fe en noso-
paña y en América, so-
bre todo El Evangelio cívica” (ibíd.: 65). tros mismos y vaya borrando la
según el espiritismo En el pensamiento de Ortiz, que se tiene en lo sobrenatural,
que se reimprimió conti-
nuamente hasta bien la etnología racista del brasile- pues como ha dicho Bain, el
entrado el siglo xx y fue
libro de cabecera de ño Raymundo Nina Rodrigues, gran remedio contra el miedo es
muchas familias. Aun-
que se trataba de lectu- a quien cita frecuentemente, le la ciencia” (1906: 221). El saber
ras populares, el espiri-
tismo se extendió
permitía desarrollar una teoría “ civiliza do” debe exterminar

poderosamente en los racial de la nación: las razas se esas prácticas, penetrar en su jer-
círculos intelectuales
de Ambrica. Véase el li- encontraban e n estados des- ga secreta para que no quede
bro de David Hess so- iguales en la escala de la evolu- ningún espacio fuera del
bre el caso brasilefio,
Spirits and Scientists; ción cultural, y por tanto no po- control del intelecto blanco. La
para el caso cubano,
vbase a Aníbal Argüe- día esperarse que se adaptaran brujería puede liquidarse por me-
Iles e lleana Hodge,
Los llamados cultos a los cánones europeos de ciu- dios penales y científicos, y los
sincréticoc y e/ espiri-
tismo. Ofrece gran nú-
dadanía. La “mala vida’’ era re- materiales, sometidos a inspec-
mero de datos Néstor sultado de la “primitividad psí- ción y registro, deben ser confis-
A. Rodrlguez Escudero
en su Hisforia de/ es,@ quica”.” Pero a Ortiz no le cados en un museo: “La campa-
ritismo en Puerto Rico. bastaba con determinar la des- ña contra la brujería debe tener
Sería igualmente impor-
tante recalcar que el igualdad racial cubana; más dos objetivos: uno inmediato, la
espiritismo ha estado
con frecuencia asocia- bien le preocupaban las posibi- destrucción de los focos infecti-
do con movimientos po-
líticos. Carlos Monsi- lidades de “progreso” o “retro- vos; mediato el otro, la desinfec-
váis me ha recordado,
por ejemplo, el peso del
ceso” espiritual de la Repúbli- ción del ambiente, para impedir
espiritismo de Kardec ca. Para ello, como veremos más que se mantenga y se reproduz-
en el proyecto político
del mexicano Francisco adelante, recurrió a las catego- ca el mal” (ibíd.: 235).13
Madero. Ello ha sido
planteado ya por Rafael
rías kardecianas de la teoría El “progreso” de los espíritus
Rojas en su ensayo “La evolucionista del alma. hacia la “perfección” y la escala
política como martirio:
sacrificios paralelos”, Había en Ortiz un temor a evolutiva de Kardec se encon-
en el que estudia ios
casos de Marti y Made- la “regresión” cultural e intelec- traban implícitos en la revisión
ro. Del mismo modo, es
de gran interbs el mar-
tiial, temor a los efectos que pu- que Ortiz hizo del concepto de
co espiritualista que re- diera tener en la sociedad, te- atavismo lombrosiano aplicado al
construye Fredrick B.
Pike en el caso del pe- mor a1 “contagio”.1ZLa brujería caso cubano.I4 Aunque no cite
ruano Haya de la Torre: y los brujos eran adversarios po- a Kardec, su interpretación his-
ver su libro The Politics
of the Miraculous in líticos: “Pero la inferioridad del tórico-espiritualista del despla-
Peru. El espiritismo es
una de varias corrieq- negro, la que le sujetaba al mal zamiento del africano en el me-
tes espiritualistas que
sólo conocemos de ma- vivir era debida a falta de civi- dio cubano incluye más que
nera fragmentaria. lización integral, pues tan pri- categorías simplemente crimi-
11 La formación de Or- mitiva era su moralidad como su nológicas:
tiz, por una parte. coin-
cidió con el contexto intelectualidad”. Por otra parte, El brujo afro-cubano, desde
del ”descubrimiento” im-
perialista de Africa. el
Ortiz hablaba desde una con- el punto de vista criminoló-
darwinismo social, la cepción categórica del progre- gico, es lo que Lombroso lla-
modernización de los
sistemas de control y so: “Natural es que el progreso maría un delincuente nato,
vigilancia, el desarrollo intelectual traiga a Cuba, como y este carácter de congénito
de la criminología como
ciencia, y con la mez- al resto del mundo, la progresi- puede aplicase a todos sus
cla de esteticismo y
violencia que caracieri- va debilitación de las supersti- atrasos inorales, además de a

10
zó la apropiación del su delincuencia. Pero el bru- fases de la evolución religiosa”,
mundo “primitivo” en la
modernidad. Véase, en- jo nato no lo es por atavis- y no únicamente e n términos
tre otros, la compilación mo, e n el sentido riguroso de criminológicos. La doctrina de
de ensayos preparada
por Elazar Barkan y esta palabra, es decir, como la reencarnación le garantizaba
Ronald Bush Prehisto-
ries of the Future: The un salto atrás del individuo a Ortiz una jerarquía espiritual
Primitivist Project and
fhe Culture of Mcder- c o n relación al estado de que superaba el marco del “cri-
nism; el ensayo de progreso de la especie que minal nato” para incluir la na-
James Cliiford, “Histo-
ries of the Tribal and the forma el medio social al cual ción, la raza y el “ p r o g r e ~ o ”Su
.~~
Mcdern”; y el volumen
compilado por William aquél debe adaptarse; más lectura de Kardec, a quien sig-
Rubin, Primitivism in bien puede decirse que al ser nificativamente llamó “aquel in-
20th Century Arl.
__ transportado d e Africa a teresante filósofo francés”, fue
La promiscuidad ace-
j2

chaba. Era preciso sa- Cuba fue el medio social el muy temprana y coincidió con
car la brujería de sus que para él saltó improvisa- sus estudios de criminología. De
escondrijos: es toda
una mirada hacia el damente hacia adelante, de- hecho, el mismo Ortiz comentó
mundo “negro”. Durante
los primeros aíios dei jándolo con sus compatriotas la “simultaneidad” de sus lec-
siglo aparecieron cróni-
cas policiales en la en las profundidades de su turas espiritistas con su inicia-
prensa sensacionalista
en las que los brujos
salvajismo, e n los primeros ción en el positivismo. Resulta
eran vistos como prota- escalones de la evolución de obvio que Kardec tuvo un valor
gonistas de hechos de
violencia. Ortiz usó ese su psiquis. Por esto, con ma- formativo e n su pensamiento,
‘“archivo” repleto de es- yor propiedad que por el ata- aunque se trataba de “lecturas
tereotipos y cristaliza-
ciones Iéxicas; es una vismo, pueden definirse los religiosas’’ no validadas ni legi-
fuente que crispa su
texto. Aline Helg co- caracteres del brujo por la timadas por la academia, pero
menta la repercusión de
ese Corpus y la relación primitividad psíquica; es u n buscadas “con fervor”:
entre los miedos socia- delincuente primitivo, como Hace ya unos cuatro lustros,
les y las teorizaciones
de Ortiz: “[Tlhe press diría Penta. El brujo y sus cuando e n las aulas de mi
reinforced the impres-
sion that every white adeptos son e n Cuba inmo- muy querida universidad de
family was vulnerable to rales y delincuentes porque la Habana cursaba los estu-
biack criminals by
simultaneously repor- no han progresado; son sal- dios de Derecho Penal y el
ting similar incidents.
many of which were la- vajes traídos a un país civili- programa del Prof. González
ter denied by the same
press. As a result. in zado (ibíd.: 230-231). Lanuza -entonces el más
November and Decem-
ber 1904, brujería
Para Ortiz, el africano es científico en los dominios es-
seemed to atiack white esencialmente un delincuente, pañoles- me iniciaba en las
Cubans everywhere,
although subsequent in- no tanto en el sentido pentiano ideas del positivismo crimino-
vestigation never del delincuente primitivo que lógico, simultaneaba esas lec-
seemed to prove the
charges. During these cita el propio Ortiz, sino porque turas escolares con obras muy
two months alone, Fer-
nando Ortiz. who was su espíritu se encontraba en otro ajenas a la universidad, que
strongly opposed to
brujería, recorded lugar de la escala evolutiva. el acaso ponía a mi alcance o
newspaper reports of
brujos’ activities in
Cuando afirma que el brujo y sus que mi curiosidad investiga-
nineteen different adeptos son “inmorales y delin- dora buscaba con fervor.
villages and towns al1
over the island, except cuentes”, no queda duda que Entre estas últimas estaban
in Oriente” (Our Righfful Ortiz está pensando el proble- las lecturas religiosas, que
Share, pp. 111-112).
ma e n los términos espiritistas antes como ahora me produ-
l 3 Es necesario ver el

programa que esboza, que luego desarrollaría en “Las c e n especial deleite y

21
ef- otro tono, en su en- despiertan en mi ánimo sin- “Yo no soy espiritista”. Al mis-
sayo “Las superviven-
cias africanas en gular interés. Por aquel en- mo tiempo insistía en que el es-
Cuba’, incluido en su Ii-
bro Entre cubanos: ahí tonces conocí los libros fun- piritismo compartía con el “ma-
propone también lormar damentales del espiritismo, terialismo lombrosiano” premisas
“corno un museo” en
que se puedan estudiar escritos por León Hipólito importantes. Es posible que Or-
las “supervivencias”.
Denizart Rivail, o sea Allan tiz, al igual que otros intelectua-
Id Para Lombroso. en el
marco general del
Kardec, como él gustó de lla- les, sintiera la necesidad de dis-
aarwinismo, el concepto marse, reviviendo el nombre tanciarse de otros espiritistas
de atavismo postulaba
una regresión a una con que, según él, fué cono- quizá no tan letrados. En una
condición primitiva. El
término viene del latín:
cido e n el mundo cuando carta de 1924 a José María
átavus, ance66o. Era una encarnación anterior, en Chacón y Calvo vemos la fluc-
un salto atrás. En el
criminale nato, Lombro- los tiempos druídicos. tuación entre la fascinación y el
so encontraba ciertas
cualidades físicas, y Y quiso la simultaneidad de rechazo. Ortiz le agradecía a
sobre todo una falta de los estudios universitarios sobre Chacón y Calvo la publicación
moral. Lombroso postu-
laba como solución, por criminología con los acciden- de la segunda edición de La fi-
uri lado, la pena de
muerte; por otro, la re- tales estudios filosóficos sobre losofía Denal. Pero también alu-
forma que transformaría la doctrina espiritista, que el día con marcado menosprecio a
los factores ambientales
en el criminal. Sobre el entusiasmo que en mí desper- “las sociedades llamadas espiri-
atavismo, ver de
Stephen Jay Gould, The taran las teorías lombrosianas y tistas de Cuba, más entreteni-
Mismeacure of Man, pp.
122-127. Desde luego, femanas sobre la criminalidad das con mediumnidades más o
el debate en tomo al
atavismo y la “degene-
me llevase a investigar especial- menos serias o grotescas y con
ración” fue muy intenso mente cómo pensaba acerca de prácticas de curanderismo su-
aun entre los seguido-
res de Lombroso. Giu- los mismos problemas penales persticioso y parasitario. En este
seppe Sergi, por ejem- aquel interesante filósofo fran-
plo, uno de los más
campo, como en los demás de
citados por Ortiz, centró cés, que csaba presentarse las ideas, suelen ser pocos los
la discusión sobre el
concepto de ”degenera- como un druida redivivo (Or- que se toman interés por filoso-
ción” más que sobre el
atavismo: “Chiamo tiz,1914, 9.1: 30). fías, arrastrados como están por
degenerati tutti quegli
esseri umani, i quali, pur
¿Se debe entender su inte- el pragmatismo al uso, y por el
soprawivendo nella rés como un entusiasmo facili- torbellino de la incultura”.16Sin
lotta per I’esistenza.
sono deboli e portano i tado por los rasgos “científicos” embargo, todo lector atento a los
segni piu o meno mani- del espiritismo? ¿Es metodológi- textos del primer Ortiz podrá
festamente di questa
lo:o debolezza, tanto camente aceptable su afirme- comprobar su afinidad con el es-
neile forze fisiche che
nel modo di operare; e ción de que los “problemas pe- piritismo. Hay una cierta ambi-
chiamo degenerazione
el fatto di individui e di nales” de la criminología y el güedad en Ortiz con respecto a
loro discendenti. i quali espiritismo sean “los mismos”? Kardec: no se compromete pú-
nella lotta pei
I’esistenza non essendu ¿Quería Ortiz legitimar el espi- blicamente del todo con sus
periti, soprawivono in
condizioni inferiori, e ritismo por el positivismo? Y fi- ideas y con las prácticas de los
sono poco atti a tutti i espiritistas, pero le da a Kardec
fenomeni della lotta sus-
nalmente, ¿cómo podría expli-
seguente”. Véase el libro carse de otro modo su persistente un lugar en el mundo intelec-
de Renzo Villa //
deviante e i suoi segni, interés en el espiritismo? tual y de la ciencia contribuyen-
cito de la p. 179.
En la introducción de La fi- do a abrirle un espacio mayor de
La ley del progreso es losofía Denal, Ortiz declaró en- difusión y a consolidarlo como
fundamentaci6n del cre-
do reencarnacionista de fáticamente: símbolo de saber y autoridad.
Kardec, que explicaría Ortiz presenta a Kardec me- trucción e n la doctrina karde-
las desigualdades pm-
pias del mundo. El texto diante uno de los tópicos cen- ciana. Ortiz asume el conoci-
de Kardec en español
dice: ‘El principio de la trales de su poética: el topos de miento del positivismo en el lec-
reencarnación es una
consecuencia fatal de la
la coincidentia oppositorum. tor, pero se siente obligado a
ley del progreso. Sin Y a poco que mi mente tomó ofrecer extensas citas de Kardec
ella, & n o explicar la
diferencia que existe esa dirección hube de perca- y a glosarlas. A su manera, el li-
entre el estado social tarme, no sin cierta sorpre- bro puede leerse como una an-
actual y el de los tiem-
pos de la barbarie?” sa, que el materialismo lom- tología d e textos d e Kardec
(Kardec. El Génesis,
1871, p. 252. En esta y brosiano y el espiritualismo de comentados por Ortiz. En suce-
otras citas de las tra-
ducciones de Kardec Allan Kardec coincidían no- sivos capítulos, analiza los si-
conseivamoáia grafia y
la puntuaci6n del origi-
tablemente en no pocos ex- guientes aspectos del kardecis-
nal.) Eso es sin duda lo tremos, y que a unas mismas mo: las bases ideológicas del
que Oriiz quiso expre-
sar cuando exribi6 so- teorías criminológicas se po- espiritismo, las leyes de la evo-
bre e1 relos de esa ética dría ir partiendo de premisas lución de las almas, el delito, el
en “Las fases de la evo-
luci6n religiosa”: ‘El cre- materialistas y conducido por determinismo y el libre albedrío,
do reencarnacionista,
revivido de dogmas el positivismo más franco, los factores de la delincuencia,
indostánicos y egipcios,
es el únim que en el que arrancando d e juicios y el atavismo de los criminales.
campo de la mltica re-
suelve ese gran proble-
espiritualistas y llevado por el En todos esos capítulos estable-
ma ético-religioso, con idealismo más sutil (1914, ce y celebra las analogías entre
su sistema de la plurali-
dad de vidas y de pre- idíd.: 30-3 1). Kardec y Lombroso.
mios y castigos por Como hará más tarde en el Un aspecto central de la tra-
existencias pasadas y
en sucesivas vidas ve- Contrapunteo con el tabaco y el ducción que Ortiz hace de Kar-
nideras” (p. 78). Las vi-
das futuras, resultado azúcar, su poética intenta armo- dec es el capítulo dedicado a “La
de un proceso de prue-
bas y purificaci6n que nizar formas d e pensamiento escala de los espíritus”, donde
lleva a una constante
renovaci6n, les harán
opuestas: “Los extremos se tocan, Ortiz deriva una teoría de la
justicia a los espíritus. pudiera decirse, y ciertamente es élite. El evolucionismo espiritis-
Ver Zenaida Gutiérrez, así en nuestro estudio’’ (ibíd.: 33). ta, con su escala basada e n el
comp., Fernando Or?iz,
pp. 35,36. La ambiva-
Según indicaba el propio Kardec, grado de progreso de los espíri-
lencia de Ortiz y su a w - el espiritismo y el materialismo tus, hacía hincapié e n el
canalYumj&m3 su-
persticioso” no llegaban tienen una veta evolucionista en paulatino despojamiento de las
a quebrantar su respeto común, y la posibilidad de ehcon- imperfecciones. Los espíritus
por la doctrina de Kar-
dec, como se puede trar un complemento en el pasa- “imperfectos” -en quienes la
constatar en “Las fases
de la evoluci6n reiigio- je de una a otra permite a Ortiz materia domina sobre el espíri-
sa”, conferencia desti-
nada, recordemos, a estructurar su libro. Su interés tu- son los propensos al mal.
una audiencia que no
era la clásica minoritaria
principal es mostrar el profundo Son dados a todos los vicios que
de la alta cultura. Allí acuerdo con lo esencial de la engendran pasiones viles y de-
manifest6: ‘¡Yo no soy
espiritista! Si lo fuera no doctrina de Kardec. La filosofía gradantes, tales como el sensua-
lo ocultarla en el secre- penal es, pues, un libro de tra- lismo, la crueldad, la codicia y
to del hogar, ni tendría
por qué abochornarme ducción, de pasaje entre doctri- la sórdida avaricia. Cualquiera
de serio. Tantos hom-
bres de ciencia profe- nas y de transmigración
- de la ma- que sea el rango social que ocu-
san esa fe, que a sil
lado estaría bien acom- teria al e~píritu.‘~ pan, son el zzote de la humani-
pañado!” (p. 66). Esas
declaraciones son inte-
La filosofía penal es también dad. Para Ortiz son el equiva-
resantes, precisamente una obra didáctica: ofrece ins- lente de los delincuentes natos.
por su ambigüedad. Esa Los espíritus superiores -en tas como los positivistas hacen
preocupación se pone
de manifiesto todavía quienes el espíritu domina so- derivar la razón del castigo’’
en 1990 en los acuer-
dos adoptados por el bre la materia- se distinguen (1914, año 9, no. 4: 288). De ese
Congreso Espiritista por su deseo de hacer el bien. modo, Ortiz pudo aplicar un fun-
Panamericano celebrado
en Caracas: ”declara Esos espíritus puros reúnen la damento absoluto a la noción de
que el Espiritismo es
una ciencia experimen- ciencia, la prudencia y la bon- penalidad: “El progreso del hom-
tal, la cual ofrece a la
humanidad una Filosofía
dad. Su lenguaje es siempre ele- bre, es decir, el progreso del es-
Moral [...] incompatible
con los ritualismos [...]
vado y sublime: son los más ap- píritu, he aquí la finalidad psi-
y con publicaciones tos para la vida intelectual. cológica y subjetiva de la pena
mediúmnicas desprovis-
tas de la calidad científi- Cuando por excepción se encar- así e n este mundo como e n el
ca y filosófica”. F t o de nan en la tierra es para realizar universo infinito el progreso de
Rodrlguez Escudero,
Historia de/ espiritismo una “misión de progreso”, y nos los seres’’ (1914, ibíd.: 289). Sin
en Puerto Rico, p. 343.
ofrecen un modelo del’tipo de duda, Ortiz tenía e n mente la
” Las coincidencias y
semejanzas son mu-
perfección a que puede aspirar necesidad de operar sobre un
chas, como si Ortiz qui- la humanidad e n este mundo. terreno sólido e n la organiza-
siera identificar cuidado-
samente el intenso La posibilidad del progreso por ción social de la nación.
intercambio entre las
perspectivas aportadas la purificación espiritual debe En L o s .negros brujos el propio
por la criminología - d e
legalidad epistemológica
haber resultado muy atractiva Ortiz reconocía que algunas de
muy clara- y la trama para Ortiz, quien, en obras como sus proposiciones represivas po-
prescriptiva de .Kardec.
En El Evangelio según el Proyecto de Código Criminal drían considerarse inquisitoria-
el espiritismo, Kardec Cubano, estaba ocupado e n la les. Su posición frente al brujo y
escribía: “La ciencia y la
religión son las dos pa- forniulación de campañas de “sa- al africano, extremadamente
lancas de la inteligencia
humana; la una revela neamiento nacional”. la problemática, exigía los funda-
las leyes del mundo ma-
terial, la otra las leyes En el capítulo titulado “Fun- mentos teológicos de una filo-
del mundo moral [...] la damento de la responsabilidad”, sofía penal. Esa teología evolu-
ciencia. cesando de ser
exclusivamente materia- Ortiz afirmaba que el criminal tiva le permitió vislumbrar un
lista, debe tomar en
cuenta el elemento espi- es u n individuo e n el cual ha sentido humanitario e n la re-
ritual [...y (p. 41). La ex- encarnado un espíritu “atrasa- presión de las prácticas cultu-
posición de Ortiz revela
un nexo más estrecho do”. Esto le lleva a otra glosa e n rales dañinas para la República.
que la simple comunidad
de tradiciones: se funde la que desarrolla de modo para- Ortiz se sentía atraído por la
en una concepción de
fuerte acento personal
lelo las nociones de penalidad fuerza moral de los principios de
para un medio excepcio- espiritual y social: hay una res- Kardec: hay progreso, pero está
nalmente receptivo a la
doctrina kardecista. Por ponsabilidad espiritual, subjetiva, amenazado por los movimientos
otra parte, no debe sor-
prendemos que así sea. basada en la ley del progreso de regresivos de la historia. La po-
Muchos positivistas. los espíritus; hay una responsa- sibilidad de aplicar conceptua-
como sugirió Hugo Vez-
zetti en la reunión de la bilidad h u m a n a , objetiva, lizaciones científicas al orden
Universidad de Quilmes.
andaban en busca de basada e n la ley social. Ortiz moral aseguraba la renovatio de
dimensiones espirituales
y psicológicas. Incluso agregaba que: “La ley de con- la sociedad cubana. En La re-
el término “alma” no era servación impone a la sociedad conquista de América escribió:
de ningún modo ajeno a
esas búsquedas. Creo - d e n t r o y fuera de la filosofía “no hay pueblos, ni civilizacio-
que las ObseNaciones
de Vezzetti son válidas espiritista- la necesidad de lu- nes fatalmente superiores ó in-
y de ellas surge todo un char por sí y por su integridad, y feriores; hay sólo adelantos ó
abanico de cuestiones.
Pero lo cierto es aue de esta necesidad los espiritis- atrasos, diferencias en la marcha
Ortiz, cuando habla del integral d e la humanidad” adquiriendo a través d e las
espiritismo, plantea retó-
ricamente la necesidad (1911: 26).Iq pruebas y superaciones de las
de armonizar los contra-
rios. Por ello me refiero Volvamos a La filosofía penal. diversas r e e n c a r n a c i o n e ~ .Esa
~~
al topos de la En los capítulos sobre la escala libertad moral, como la llama
coincidentia oppositorum
que se convirtió en cen- d e los espíritus y el libre Ortiz, no es absoluta, sino rela-
tro de la poética de Or-
tiz: se convirtió en es- albedrío, Ortiz se interesa par- tiva. Puesto que el espíritu no
critura. Ese ticularmente en el rol de los es- es esencialmente malo ni bue-
funcionamiento retórico
culmina en la irónica ar- p ír i tu s “ p r u d e n t e s ”, q u ie n e s no, Ortiz encontró en la reen-
quetipificación que
constituye et‘Contrapun- vienen a la tierra a realizar una carnación postulada por Kardec
te0 en el que los contra-
rios se cruzan, se vin- “misión de progreso”.zoEn esta una alternativa al determinis-
culan y se responden. visión coinciden dos proyectos mo biológico del atavismo. De
La cita completa dice: opuestos: construir u n espacio nuevo Ortiz cita al propio Kar-
”Es, pues, indispensable
para la salud moral cu- para la élite ilustrada, con pri- dec (1914, 9.2: 131):
bana que hagamos con-
tra los criminales lo que
vilegios de ciudadanía plena, y Así como tenemos hombres
hicimos contra los mos- abrir la puerta del progreso a buenos y malos desde la in-
quitos: una campaña de
saneamiento nacional” otros es píri t u s “ atrasad os”, fancia, así también hay Es-
(p. Xii). El ‘enemigo“ se
encoritraba dentro de
quienes no tenían la capacidad píritus buenos y malos des-
las fronteras del Estado. de formular sus propios proyec- d e el principio, c o n la
Todavía en 1924 Ortiz
cita a Lombroso en el tosz’ La producción de ciuda- diferencia capital de que el
mara) de la “decaden-
cia”, no tanto en el senh- danos para la República era po- niño tiene instintos comple-
do spengleriano, sino del
“retroceso“ lombrosiano.
sible, aunque compleja. Tenía tamente formados, al paso
En su discurso “La de- que estar basada en la ciencia que el Espíritu, al ser forma-
cadencia cubana”, con
casi veinte años de dis- de la criminología, la vigilan- do, no es ni bueno ni malo,
tancia, resurge con pa- cia, la disciplina, y en la jerar- sino que tiene todas las ten-
sión el lenguaje de Los
negros brujos para pro- quía d e u n a espiritualidad dencias, y e n virtud de su
fetizar el desastre a
causa de los diferentes evolucionista. La reconquista de libre albedrío toma una u
males que comprometen
y abruman la vida de la América ofrece u n comentario otra dirección.
comunidad nacional: “La particularmente iluminador: De modo que la versión es-
sociedad cubana se
está disgregando. Cuba “seamos los cubanos blancos, piritista del atavismo consiste
se est8 precipitando rá-
pidamente en la S a h - los que constituimos el nervio fundamentalmente en un estan-
rie“. Continúa diciendo: camiento del progreso espiritual
“La cultura cubana esta
de la nacionalidad, más cultos
en grave riesgo de irse todavía para poder mantener la en el paso de una vida a otra.
debilitando hasta poner
en peligro la capacidad vida republicana independien- Mientras los espíritus superiores
para el gobierno propio.
[...] es peligro inminente te de retrocesos hispanizantes han continuado progresando, los
permanecer en estado
de semicultura, con una
o africanizantes” (ibíd.: 47) .2z atávicos sólo representan una re-
población sin técnicos, ¿Cómose lograba la renovatio gresión en relación con el esta-
sin aristocracias menta-
les, indefensa ante las que permitía el ascenso de los do de avance de los demás: son
exigencias de la cultura
universal [...]. En Cuba
espíritus inferiores? Desde u n espíritus que traen a la vida en-
el 53 por 100 de sus ha- punto de vista teológico, la no- carnada un espíritu “atrasado”.
bitantes no sabe leer y
escribir. Estamos en la ción del libre albedrío conte- Pero no caben los retrocesos
escala de la instrucción,
por debajo de todas las nía la posibilidad de superación en la construcción de la nación.
Antillas inglesas, habita-
das casi totalmente por
espiritual. En la concepción es- El pensamiento político de Or-
negros” (p. 21-24). La or- piritista, el libre albedrío se va tiz no puede entenderse sin re-
ganización Polémica de ferencia a Kardec y a la posibi- historia natural de los espí-
ese texto es evidente.
Más adelante, agrega: lidad utópica de que todos se ritus no hay regresiones;
Todo ello demuestra, si
recordamos las geniales integren al progreso e ~ p i r i t u a l . ~ ~ puede haber estancamien-
teorías que expusieron
Lombrow y ,.,icéforo so- Esta noción de "progreso" se con- tos, situaciones de quietud,
bre la evolución de la
criminalidad, que tam-
cibe de modo orgánico con la pero nunca de retroceso
bién nuestra delincuen- evolución biológica: (ibíd., 9.1: 34).
cia va perdiendo su cul-
tura, va retrogradando, La filosofía espiritista arran- Por otra parte, la armoniza-
haciéndose más violen-
ta y primitiva, en vez de
ca de la existencia de un Ser ción de lo material y lo espiri-
más astuta y p r o p s i s - supremo, Dios, creador de to- tual se traduce en la "teoría de
ta. como en los demás
palses del murdo de das las cosas y de la existen- la belleza" que Ortiz toma de
cultura normal" (p. 33).
cia inmortal de los espíritus. Kardec. Kardec explicaba las
En este libro Orliz re- Pero el espiritismo se distin- diferencias raciales establecien-
unió arllculos publica-
dos en la Revista gue de otros credos religio- do una correlación entre la be-
Bimestre Cubana y en
El iiempo. Es un largo sos, porque viene a ser una lleza corporal y la escala evolu-
ataque a los proyectos
"hispanistas" del gobier-
teoría evolucionista del alma, tiva de los espíritus. Su estética
no español y de intelec- teoría ciertamente antigua, racial situaba al negro en un
tuales como Rafael
Altamira, quienes impul- pero cuya revivencia moder- lugar próximo al de los anima-
saron en América la
creación de institucio-
na se debe al espiritismo) a les. Ortiz cita a Kardec:
nes de intercambio cul-
tural con España. Orliz
la teosofía. En efecto, los es- El negro puede ser bello para
polemiza con el 'pan- píritus son creados imperfec- el negro, como lo es un gato
hispanismo", y además,
deconstruye la noción tos, y su existencia se desen- para otro, pero no es bello
de "raza" empleada por
los intelectuales penin-
vuelve a lo largo de una serie en el sentido absoluto; por-
sulares, señalando las infinita de pruebas dolorosas que sus rasgos bastos y sus
implicaciones tanto del
'panhispanismo" como que lo despiertan, le fortale- labios gruesos acusan la ma-
del 'pannegrismo":
"Pues, el hispano- cen sus facultades y lo terialidad de los instintos;
americanismo, en rigor elevan hacia los estados su- pueden muy bien expresar
equivale á un afrocu-
banismo, y e1 panhispa- periores de la evolución psí- pasiones violentas; pero no
nismo cientlficamente
vale lo que un panne- quica, de la misma manera podrían acomodarse a los
grismo. La fuerza de la que según los biólogos mate- matices delicados del senti-
sangre que en estos no
se manifiesta en lo ab- rialistas -Sergi, por ejem- miento y a las modulaciones
soluto en relación a
Airica, no tiene razón plo- los seres que entran de un espíritu distinguido
biológica de manifestarse
entre los nativos de dentro del campo de su (ibíd., 9.4: 261).
América respecto á Es-
pana" (pp. 39-40).
visualidad, desde la ameba a Así, en la evolución del
los grandes mamíferos, pro- alma, el negro iría paulatina-
2u En los textos de Kar- gresan y se transforman y se mente desprendiéndose de los
dec se define nltida-
mente el lugar de cada hacen inteligentes por el do- rasgos físicos que lo caracteri-
uno de los espíritus,
que forman una jerar- lor e n la serie infinita de zan para aproximarse al blanco.
qula de linajes de la
que Orliz se hace eco. pruebas que supone el con- En la apropiación que Ortiz
Según Kardec, cada tacto constante con el me- hace del "credo reencarnacio-
"encarnado" tiene su
misión: "Las atribucio- dio ambiente. nista" se observa el germen del
nes de los Espíritus
son proporcionadas á El fin del espíritu es progre- concepto de la transcullurución.
su adelantamiento,
á las luces que poseen, sar, ascender, elevarse siem- En su ensayo "La cubanidad y
á sus capacidades, d pre y acercarse a Dios. En la los negros" (1939) elaboró la ex-
su experiencia y al gra- presiva y célebre metáfora del banidad”, fundamentzl e n la
do de confianza que
inspiran al Soberano ajiaco como emblema de la na- formulación del concepto de
Señor [...]. Así como
las grandes misiones cionalidad. En ese texto inter- transculturación, desarrollaba
son confiadas á los Es- pretaba “los abrazos amorosos” nuevos modos de interpretar la
pirituc superiores, las
hay de todos los gra- del mestizaje como “augurales de cultura nacional aprovechando
dos de importancia,
destinadas á los Espíri- una paz universal de las sangres las conceptualizaciones karde-
tus de varios rangos;
de lo que puede dedu- [...] de una posible, deseable y cistas del orden espiritual. En
cirse que cada encar- futura desracialización de la hu- consonancia con la “regresión”
nado tiene la suya, es
decir, deberes que Ile- manidad” (p. 6). Ya en la déca- espiritual en La filosofía penal o
nar, para el bien de sus
semejantes, desde el da de los años treinta, Ortiz ne- el adelanto del medio al afri-
padre de familia á quien
incumbe el cuidado de
gaba las jerarquías raciales. Pero cano en L o s negros brujos, “La
hacer progresar á sus no había abandonado la funda- cubanidad” retiene la catego-
hijos, hasta el hombre
de génio que derrama mental noción kardeciana de ría de desplazamiento para ex-
en la sociedad nuevos plicar el lugar del negro en la
elementos de progreso”
progreso espiritual, presentada
(Kardec, El cielo y el aquí como desraciuliz~ción.~~ Asi- cultura cubana. Cada encarna-
infierno, 1871,
Pp. 30-31). mismo, reemplazaba la catego- ción permite un acceso al per-
*’ Los principios ilustra- ría de mestizaje con el concepto feccionamiento: cada vida es,
dos y la capacidad de transmigración, enriquecien- pues, histórica y transformable.
discursiva son signos de
la superioridad espiritual do sus posibilidAdes interpreta- Vale la pena detenerse en el si-
para Kardec. Los expre-
sa en un lenguaje que tivas al ofrecer un tejido com- . guiente pasaje donde Ortiz
tiene evocaciones apos- plejo de relaciones y encuentros: deja ver claramente el aspecto
tálicas: “Se reconoce la
cualidad de los Espíritus No creemos que haya habi- espiritualista de su formulación
en su lenguaje; el de los
Espíritus verdaderamen- do factores humanos más de la transculturación:
te buenos y superiores,
es siempre digno, noble,
trascendentes para la cuba- Los negros trajeron ccn sus
Iágico, exento de contra- nidad que esas continuas, cuerpos sus espíritus... pero no
diccián; respira sabidu-
ría, benevolencia, mo- radicales y contrastantes sus instituciones, ni su ins-
destia y la más pura
moral; es conciso y sin transmigraciones geográficas, trumentario [...]. No hubo
palabras inútiles. Entre económicas y sociales de los otro elemento humano en
los Esplritus inferiores,
ignorantes ú orgullosos, pobladores; que esa perenne más profunda y continua
el vacío de las ideas
está casi siempre com- transitoriedad de los propó- transmigración de ambiente,
pensado por la abundan-
cia de las palabras” (Kar-
sitos y que esa vida siempre de cultura, de clases y de
dec, El cielo y el e n desarraigo de la tierra conciencias. Pasaron de una
infierno, 1871, p. 175).
Esos principios son el habitada, siempre e n des- cultura a otra más potente,
fundamento de la traduc-
cián que hace Ortiz, ajuste con la sociedad como los indios; pero estos
para quien el ‘üon de
lenguas” es central. La
sustentadora ... (cursivas sufrieron en su tierra nativa,
concepcián de la élie de mías, p. 11).26 creyendo que al morir pasaban
Orüz, y su función en el
proyecto moderno de na- La noción de transmigración al lado invisible de su propio
ción, pueden comparar-
se con el caso de José
como un desajuste espacial y mundo cubano; y los negros,
Ingenieros y el desarrollo temporal ya se encontraba per- con suerte más cruel, cruza-
de la m i á n del ideal
como patrimonio de una filada en L o s negros brujos y La ron el mar en agonía y pen-
minoría selecta que apa-
rece en escritos como El filosofía penal donde Ortiz apli- sando que aún después de
hombre rnedrxre. Para caba la teoría espiritista de la muertos tenían que ,repasarlo
ello son indispensables
los trabajos de Oscar evolución de las almas. “La cu- para revivir allá en Africa c m
Terán sobre Ingenieros. sus padres perdidos [...] (“La ción, desplazamiento, progreso
22Sería útil en este pun- cubanidad”, pp. 11-12). espiritual y evolución. No pue-
to comparar la función
de las medidas discipli-
La transculturación tiene un do comentar aquí el Contrupun-
narias y los dispositivos aspecto espiritualista que es in- ceo, pero no será difícil para el
institucionales creados
para la ‘integración na- negable, y el aporte filosófico de lector descubrir el espesor del
cional” en situaciones
como la cubana y la ¡te- Kardec al pensamiento de Or- concepto de tramculturación en-
liana, y concretamente
el papel decisivo que
tiz no puede continuar siendo riquecido por el referente de
ejerció Lombroso. Como ignorado. En Ortiz encontramos Kardec. Para Ortiz la historia de
dice Daniel Pick al resu-
mir la función de la cri- la nacionalización, historización la humanidad es también una
minología en Italia: “For y antropologización de la creen- historia de las almas en trans-
the intellecluals of the
post-unification period in cia kardecista en la trunsmigru- migración. La lección que Or-
Italy, there remained a
running contradiction ción de las almas. Es la renovatio tiz tomó de Kardec resuena si-
between the achieve-
ment of nationhood, and que continuaba fascinando a lenciosamente e n sus textos
the social realities o1
division and
Ortiz. La transculturaciónse cons- fundadores de la nacionalidad
fragmentation, the truyó tomando como fundamen- cubana: el espíritu es irreducti-
myriad cultures and
sub-cultures, separate to las categorías de transniigra- ble al cuerpo.
languages. customs.
economies. worlds in
which ltaly was
constituted and threate-
ned. Thus the efficacy
of a social avolutionary
model which held al1 Bibliografía
those contradictory so- Out of the Spirit of Italian Criminolo-
cial processes within Argüelles Mederos, Aníbal e Ileana
Ihe unity of a single gy”,Thomas Bremer y Ulrich Fleisch-
istorical-political)
Hodge Limonta: Los llamados cultos
mann, eds.: Altemative Cultura in the
the$” (“The Faces of sincréticos y el espiritismo. La Haba-
Anarchy“, pp. 74-75). El Caribbean. First lntemational Confe-
excelente trabajo de Ju-
na: Editorial Academia, 1991.
rence of the Society of Curibbean
lio Ramos, “Faceless Benítez Rojo, Antonio: La isla que se re-
Tonguee: ianguage and Research, Berlin 1988. Frankfurt:
Ci!izenship in lgh- pite. El Caribe y la perspectiva Vervuet Verlag, 1993, pp. 119-129.
Century Latin America”,
estudia asimismo la posmoderna. Hanover, NH: Edicio-
Camón, Miguel de: “El Doctor Ortiz Fer-
apropiación de Lombro- nes del Norte, s. f.
so y la exclusión de nández”,&l y Rojo. ia Habana: No.
quienes ofendían con : “La cuestión 24, 14 de junio de 1903, pp. 5-6.
su lenguaje.
_______ del negro en tres momentos del na-
Castellanos, Israel: La brujería y el ñ~ñi-
23 Ortiz insiste en que cionalismo literario cubano”, El Ca-
se trata de un libre albe- guismo en Cuba desde el punto de vis-
drío relativo: “De modo ribe entre imperios, ed. Arcadio Díaz
ta médico legal. La Habana: Imp. de
que hay espíritus atra- Quiñones. Op. cit. Revista del Centro
sados cuyo libre albe- Lloredo y Ca., 1916.
drío está como en crisá- de Investigaciones Históricas de la
lida, sin crecimiento ni Universidad de Puerto Rico 9 (1997), Clifford, James: “Histories of the Tribal
desarrollo y caen fácii- and the Modern”, The Predicament
mente impulsados por pp. 275-284.
los espíritus malos o of Culture, pp. 189-214.
por concausas exter- Barkan, Elazar and Ronald Bush, eds.:
nas de diferente índo- Prehistories of the Future: The Coronil, Fernando: “Introduction”,
le; y otros espíritus Cuban Counterpoint: Tobacco and
hay más adelantados, Primitivist Project und the Culture of
con mayor libertad, que Modernkm. Stanford: Stanford Uni- Sugaz Traducción de Hamet de Onís.
se dirigen y se defien-
den de la tentación y la versity Press, 1995. Durham: Duke University Press,
resisten victoriosos” 1995, pp. ix-lvi.
(“La filosofía penal de Bremer, ’Jlomas: “The ConstitutionofAl-
los espiritistas”, en: terity: Fernando Ortiz and the Begin- García-Carranza, Araceli: Bio-bibliogra-
RBC 9.2, p 130). La
reafirmación del libre al- nings ofiatin-American Ethnography fia de Don Fernando Ortiz. La Ha-

28
M r í o empezaba a rom- bana: Biblioteca Nacional José : El cielo y el infierno ó
w r o1 m a m rígido del
racismo a la vez que Martí, 1970. la justicia diwina, según el est>iritismo.
preservaba la jerarquía García-Carranza, Araceli, Norma Suárez Trad. de la 4a. ed. francesa. Barcelo-
interna. Vemos c6mo Or-
tiz empieza a recono- Suárez y Alberto Quesada Morales: na: Sociedad Barcelonesa Propaga-
cer, a partir de la dife-
Cronología. Femando Ortiz. La Ha- dora del Espiritismo, 1871.
rencia, elementos de
positividad en la cultura bana: Fundación Fernando Ortiz, : EI libro de los espíritus.
afrocubana. La unidad
nacional existirá en el 1996. México: Ediciones Botas, 1941.
seno de esa diversidad.
Gould, Steven Jay: The Mismeasure of : El Evangelio segiín el
Kardec emplea el Man. New York: Norton, 1981. espiritismo. 9a. ed. México: Editorial
concepto de ‘renova-
ción”, tan importante Gramuglio, Mana Teresa: “Estudio pre- Diana, 1961.
como ia‘ídea de ’pro- liminar” a El ángel de la sombra, de Leps, Mane-Chnstine: Appehending thc
greso moral”. La dimen-
sión utópica -espiritual Leopoldo Lugones. Buenos Aires: Criminal: The Production of Dewicmce
y polltica- del espiri-
tismo resultaba muy Losada, 1994, pp. 7-21. in Nineteenth-Century Discourse.
atractiva para Ortiz. Es
Gutiérrez-Vega,Zenaida, comp.: Femando Durham: Duke University Press, 1992.
fucdamental para en-
tender desde una nue- Ortiz en sus cartas a José María Mannheim, Hermann, ed.: Pioneers in
va perspectiva critica
SLI pensamiento. Escri-
Chacún: 1914-1936. Madrid: Fun- Criminology. Chicago: QuadrarLgle
be Kardec, por ejemplo: dación Universitaria, 1982. Books, Inc., 1960.
”En esta ocasi6n no se
trata de un cambio par- Hebert, Christopher: Cultureand Anomie: Melis, Antonio: “Fernando Ortiz y el
cial. de una renovación
limitada á un país, á Ethnographic imagination in the mundo afrocubano: desde la crimi-
una naci6n 6 á una Nineteenth Century. Chicago: The nología lombrosiana hasta el concep-
raza. Es un movimiento
universal el que se veri- University of Chicago Press, 1991. to d e transculturación”, Cuba:
fica en sentido del pro- Geschichte-Wirtschaft-Kultur, ed. de
greso moral. Un nuevo Helg, Aline: Our Rightjúl Share. The Afro-
orden de cosas tiende Cuban Struggle for Equality, 1886- Titus Heydenreich. Lateinamerika
á establecerse, y los Studien, 23, 1987, pp. 169-181.
mismos que á ello se 1912. Chape1Hill: The University of
oponen con más empe- North Carolina Press, 1995. Molloy, Sylvia: “Diagnósticos del fin de
fio. coadyuvan B 81 sin
saberlo...” (Kardec. El Hess, David J.: Spirits and Scientists: ideo- siglo”, Cultura y Tercer Mundo 2 .
Génesis, 1871, pp. 463- Nuevas identidades y ciudadanías.
465). En otros pasajes logy, Spiritism, and Brazilian Culture.
Kardec habla expllcita- University Park: The Pennsylvania Comp. de Beatriz González Stephan.
mente de ‘regenera- Venezuela: Nueva Sociedad, 1996.
ción”, siempre dentro State University Press, 1991.
del marco de una jerar- Nandy, Ashis: The Sawage Freud and
quía espiritual: “No es Ibarra, Jorge: “La herencia científica de
el Espiritismo el que Fernando Ortiz”, Revista iberoameri- Other Essays on Possible and Retrie-
crea y determina la re-
novación social, es la cana 56 (1990), pp. 1339-1351. wable Selwes. Princeton: Princeton
madurez de la humani- University Press, 1995.
dad la que hace de h a g a , Diana: Tramculturaciún en Fer-
esta renovaci6n una nando Ortiz. La Habana: Editorial de Nye, Robert A.: Crime, Madness, and
necesidad imperio-
sa [...]. Al decir que la Ciencias Sociales, 1989. Politics in Modern France: The
humanidad está madura Medical Concept of Nacional Decli-
para la regeneraci6r1, Jrade, Cathy Login: Rubén Darío and the
no se entienda que to- ne. Princeton: Princeton University
Romantic Search for Unity: the
dos los individuos lo Press, 1984.
están en e1 mismo gra- Modernist Recourse to Esoteric
do; pero muchos tienen
Tradition. Austin: University of Texas Ortiz, Fernando: Hampa afrocubana. L o s
por intuición el germen
de las nuevas ideas, Press, 1983. negros brujos: apuntes para un estudio
que las circunstancias de etnología criminal [ 19061. Edición
harán brotar, y enton- Kardec, Allan: El Génesis, los milagros y
ces se mostrarán más de Alberto N. Pamies. Miami, Flori-
adelantados de lo que las predicciones según el espiritismo.
da: Ediciones Universal, 1973.
se suponía y seguirán Traducido de la 2a. ed. francesa. Bar-
sin violencia ya que no
celona: Sociedad Barcelonesa Propa- : La reconquista de
con entusiasmo el im-
pulso de la mayorla” gadora del Espiritismo, 187 1. América: Reflexiones sobre el panhis-
(Kardec, El Génesis, panismo. París: Librería Paul Ollen- Pérez Firmat, Gustavo: The Cubun
1871, pp. 478-479).
do&, 1911. Condition. Translation and Identi9 in
Ese progreso está re- : Entre cubanos (Psi- Modem Cuban Culture. Cambridge:
gido, según la doctrina Cambridge University Press, 1989.
de Kardec. por leyes cología tropical). 2a. ed. La Habana:
espirituales y materiales. Editorial de Ciencias Sociales, 1987. Pick, Daniel: “The Faces of Anarchy:
El esplriiu no muere
nunca: esa creencla es : “La filolofia penal de Lombroso and the Politics of Crimi-
uno de los pilares del nal Science in Post-Unificatioii
espiritismo. Kardec es- los espiritistas”, Revista Bimestre Cu-
cribla: “El Esplritu no es
bana,9.1-5,10.1 (1914). [Véase tam- Italy”, History Worksbp. A Joumal
otra cosa que el alma
que sobrevive al cuer- bién la edición como libro: La filoso- ofSocialist and Feminist Histurians 21
po: e1 ser principal,
fÍupenal de los espiritistas. Estudio de (1986), pp. 60-86.
puesto que no muere,
mientras que el cúerpo FilosofÍuJurídica. La Habana: La Uni- Pike, Fredrick B.: The Politics of the
no es sino un accesorio
que se destruye. Su versal, 1918.1 Miraculous in Peru: Haya de la Torre
existencia es, pues, tan
: “Lasfases de la evolu- and the Spiritualist Tradition. Lincoln:
natural después mmo
durante la encarnación; ción religiosa”,Revista B k t r e Cuba- University of Nebraska Press, 1986.
está sometido á las le-
yes que rigen el mundo na 14.2 (1919), pp. 65-80. [Tambien: Pruna, Pedro M. y Armando García
espiritual, como el cuer- JA fares de la evoluciún religiosa. La González: Darwinismo y sociedad en
po está sometido á las
leyes que rigen e1 princi- Habana: Tipografía Moderna, 1919.1 Cuba. Siglo X I X . Madrid: Consejo
pio material” (€/ Géne- Superior de Investigaciones Científi-
sis, 1871. p. 298). La : La crisis política cu-
espiritualidad y la mate- bana: sus causar y remedios. La Ha- cas, 1989.
rialidad son, pues, par-
tes de un todo. bana: Imprenta y Papelería La Uni- Ramos, Julio: “FacelessTongues: Langua-
versal, 1919. ge and Citizenship :n 19th Century
Este mismo párrafo
aparece reutilizado en : “La decadencia cu- La tin America”, Dispkements: Cul-
Contrapunteo como par- tural ldentities in Question. Ed. de
te de la conceptualiza- bana”, Revista Bimestre Cubana 19.1
ción de la transcultura- (19241, pp. 17-44. Angelika Brammer. Bloomington:
ción (p. 102). En el Indiana University Press, 1994, pp.
importante libro Historia : Proyecto de C6digo
de una pelea cubana 25-46.
contra los demonlas de Criminal Cubano. Con un “juicio”
Ortiz hay referencias al de Enrique Ferri. La Habana: Libre- Rodríguez Escudero, Néstor A.: Histuria
espiritismo y a las doc- del espiritismo en Puerto Rico. 2a. ed.
trinas reencarnacionis- ría Cervantes, 1926.
tas que seria necesario Quebradillas (Puerto Rico): Impren-
rastrear sistemática- : El engaño de las ra-
mente. Aunque no men-
ta San Rafael, 1991.
zas. La Habana: Editorial de Cien-
ciona la huella de Kar- Roig de Leuchsenring, Emilio: Historia
dec, Gustavo Pérez cias Sociales, 1975.
Firmat subraya la impor- de la Enmienda Platt: una interpreta-
tancia de la “iransición” : “La cubanidad y los
y del ‘pasaje” hacia una ción de la realidad cubana. 2a. ed. La
negros”, Estudios Afrocubanos 3
fusión siempre diferida Habana: Editorial de Ciencias Socia-
en el uso teórico que (1939), pp. 3-15.
Ortiz hace de la trans- les, 1973.
culturación. Ver su libro : Contrapunteo cuba-
The Cuban Condition,
Rojas, Rafael: “La política como marti-
no del tabaco y el azúcar [ 19401. La
pp. 23-25. Serla nece- rio: sacrificios paralelos”, Nómada
sario también examinar Habana: Universidad Central de Las (Puerto Rico) 2, octubre 1995, pp.
con más detenimiento Villas, 1963.
el modo en que se 11-17.
complejiza y se enri- : Historia de una pe-
quece la redefinición de Rubin, Williarn, ed: Primitivism in 20th
la nación como un es- lea cubana contra los demonios. 2a. Century Art: Affinities of the Tribal
pacio de constantes
flujos migratorios. una
ed. La Habana: Editorial de Ciencias and the Modem. New York: Museum
nación hecha de tiem- Sociales, 1975. of Modem Art, 1984.
pos y lugares muy di-
versos, que es uno de Pérez Ir., Louis A.: Cuba Under the Platt Salvatore, Ricardo D.: “Penitentiaries,
los sentidos de la
transculturación. Lo que Amendment 1902-1934. Pittsburgh: Visions of Class, and Export Econo-
descubre Ortiz no es la Pittsburgh University Press, 1986. mies: Brazil and Argentina Compa-
‘unidad” del “pueblo” red”, The Birth of the Penitentiary in La Habana: Fundación Fernando
cubano inscrita en la
necesidad histórica, Latin America: Essays on Criminolo- Ortiz, 1996.
sino sus múltiples gy, Prison Reform, and Social Con-
devenires y su poten- Ventura, Roberto: Estilo tropical: historia
cialidad en el marca del trol, 1830-1940. Ed. de Ricardo D. cultural e pokmicas literarias no Bra-
“progreso“espiritual. La Salvatore y Carlos Aguirre. Austin:
nacibn no “progresa” de sil, 1870-1914. Sao Paulo: Compan-
modo unilineal, sino con University of Texas Press, 1996. hia das Letras, 1991.
adelantos y atrasos -y
contrapunteos- espiri- Scott, Rebecca. URaza,clase y acción Vezzeti, Hugo: La locura en la Argentina.
tuales. colectiva en Cuba, 1895-1902: la Buenos Aires: Paidós, 1985.
formación de alianzas interraciales , ed.: El nacimiento de la
en el mundo de la caña”, El Caribe psicobgíu en la Argentina. Estudio
entre imperios. Ed. de Arcadio Díaz prelimiiiar de Hugo Vezzeti. Buenos
Quiñones. Op. Cit. Revista del Cen- Aires: Puntosur, 1988.
tro de investigaciones Históricas de
Villa, Renzo: Il dwiatue e i mi segni: h-
la Universidad de Puerto Rico 9
broso e la nascita dell’antropologia
(1997), pp. 131-162.
cmninak.Milano:Franco Angeli, 1985.
Terán, Oscar: En busca de la ideología ar-
wripht, h“Intellectualsof an Unheroic
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PenodofCuban History, 1919-1923.
tora, 1986.
The Cuba Contemporánea Group”,
Toro González, Carlos del: Fernando Or- Bulktin ofLatin American Research 7
tiz y la Hispanocubana de Cultura. (1998), no. 1, pp. 109-122.

71
Fernando Ortiz:

,-
JOSÉ A. MATO5 AREVALOS
1 éditos o Raros (1913), pero e n
La obra científica, social y cul- este caso no se publican textos
tural de Fernando Ortiz, con ra- inéditos sino obras cubanas im-
zón llamado el tercer descubri- portantes. Además, la Colección
dor de Cuba, trasciende por sus coincide con la anterior en que
indagaciones en la fronda de la publicó obras de autores extran-
cultura de origen africano y por jeros sobre Cuba; por ejemplo,
la vocación que manifestó ha- el libro de Samuel Hazard: Cuba
cia los procesos pretéritos, vincu- a pluma y a lápiz, o la obra de
lados con los cimientos sociocul- Alejandro de Humboldt: Ensa-
turales q u e sostienen a la yo político sobre la Isla de Cuba.
nacionalidad cubana. Los estu- Ortiz preparó más de cuaren-
1 Inicialmente el dios históricos en su obra figu- ta y dos volúmenes, entre ellos:
colectivo de
colaboradores de la ran como propuesta original de José Martí. Poesías, con una in-
Colección de Libros
Cubanos estaba
cómo articular el conocimiento troducción y biografía de Juan
integrado por los universal y las particularidades Marinello; José Martí. Ideario;
intelectuales José
María Chacón y Calvo, de la cultura cubana. Fernando José Martí. Epistolario; Iniciadores
Juan M. Dihigo, A. M.
Eligio de la Puente, Ortiz fue de los pensadores que y primeros mártires de la Reoolu-
JosB A. Fernández de
Castro, Francisco
más temas patrios cultivó duran- ción Cubana, de Vida1 Morales;
González del Valle, Max te el presente siglo, y como tal un volumen sobre José de la Luz
Henriquez Ureña, FBlix
Lizaso, Juan Marinello, en sus libros quedaron trazados y Caballero; la obra poética de
Manuel Isidro MBndez,
Juan PBrez Abreu.
caminos teóricos para la actual Heredia, Plácido y Julián del
Emeterio S. Santovenia, generación de investigadores Casal, así como los trabajos de
Adrián del Valle y
Enrique JosB Varona. sociales. José Antonio Saco: Contra la
En el año 1927, Fernando anexión y la Historia de la esclavi-
Ortiz crea y dirige la Colección tud. La publicación de estos vo-
de Libros Cubanos, con la cola- lúmenes por sí misma muestra la
JosC A. MATOS boración de distinguidos inte- estrecha relación que Fernando
ARhrntos lectuales.' Esta colección coiri- Ortiz mantuvo con la tradición
Filósofo. cide e n parte con su anterior de pensamiento cubano, como
invcstigador dc
la Fundación proyecto de la Colección Cuba- propuesta de dar continuidad al
FErnando Ortiz. na de Libros y Documentos In- ideario revolucionario y progre-
sista del siglo XIX. Por ello inicia cándolos más a las coetáneas
la Colección de Libros Cubanos corrientes del pensamiento
con la Historia de la Isla de Cuba, humano y a los accidentes de
escrita por Pedro José Guiteras, la economía m ~ n d i a l . ~
historiador de profundo senti- La propuesta de Ortiz en la
miento patriótico y nacionalista. introducción a la Historia de la
En esta Colección, Ortiz in- Isla de Cuba, de Pedro José Gui-
troduce un conjunto de pautas teras, primer volumen de la Co-
para el estudio de las ideas. La lección de Libros Cubanos, parte
,- primera de ellas consiste en es- del enfoque económico y social
tablecer las fuentes históricas, de la historia de Cuba. Plantea
el análisis crítico de los docu- que la economía colonial es com-
mentos, e incluye las crónicas prensible sólo a partir de la diná-
de los conquistadores y viajeros mica interna de la sociedad, pero
relativas a Cuba. Asume la po- teniendo en cuenta la economía
sición del historiador activo, propia y las ideas económicas vi-
que no sólo reproduce el docu- gentes en el mundo.
mento, sino que lo interroga, lo Otro aspecto de s u visión
ubica, como el resultado, a su historiográfica se destaca en el
vez, de complejas contradiccio- excelente estudio que realizó
nes circunstanciales y humanas. como introducción a la obra de
“En particular -comenta José Antonio Saco, Contra la
Ortiz en 1927- la protohistoria anexión. En este estudio, Ortiz
de Cuba y sus civilizaciones analiza la obra del pensador cu-
antecolombinas necesitan una bano como respuesta a las exi-
nueva remodelación, pues aún gencias ideológicas de la época
se aceptan con sentido literal las en que vivió y actuó, sin violen-
~
crónicas de la conquista y sus tar sus ideas y sin pedir de él lo
2 Fernando ortiz: visiones casi medievales”.z Y a que su tiempo histórico no con-
Introducción
bibliogr&ficaal libro continuación señala: dicionó. siguiendo su propia me-
Historia de /a /da de La vida económica cubana todología, Ortiz reactualiza el
Cuba, de Pedro José
Guiteras, Cultural, S.A., hasta Carlos 111 y su estruc- debate en torno a la ideología
La Habana,
1927, p. VI. turación, casi toda ella extra- reformista del siglo XIX, y exalta
__
’ Ibíd. legal, sobre el comercio intér- los valores nacionales del antia-
lope, está por analizar en sus nexionismo; al mismo tiempo,
trascendencias, los sacudi- conjugó diferentes factores que
mientos del nacionalismo in- influyeron en la formación y de.-
sular, desde su cuna en las sarrollo de la personalidad polí-
Sociedades Económicas de tica de José Antonio Saco. Un
Amigos del País hasta las con- estudio preciso y argumentado
vulsiones sanguíneas de los muestra lo necesario que es
días de Guiteras, deberán comprender al hombre en su rit-
pronto ser iluminados, acer- mo histórico. Ortiz advierte:
Apartados los escritos del co de Saco y, como nadie antes,
ambiente en que fueron pen- destaca su ideal liberal y el ape-
sados, no pocas veces ha- go al posibilismo político, así
brían de parecer confusos, in- como su clara definición de na-
congruentes o desentonados. cionalidad cubana, no aquella
Si los encuadráramos en una que abarca a un sector blanco
narración de las condiciones de la sociedad colonial, sino la
históricas que los inspiraron, que tiene sentido histórico y que
ya estaríamos cerca de poder trasciende por su universalidad,
,- lograr una comprensión de la que Saco define con las si-
las ideas de Saco; pero toda- guientes palabras: “La idea de
vía habríamos de necesitar el la inmortalidad es sublime, por-
aporte de las más íntimas vi- que prolonga la existencia de los
braciones del estadista cuba- individuos más allá del sepulcro,
no, vaciadas en sus cartas, y la nacionalidad es la inmorta-
ardientes de íntima sinceri- lidad de los pueblos y el origen
dad, para alcanzar en todas más puro del patrioti~mo”.~
sus irisaciones la claridad de Ortiz destaca los aspectos
su criterio a lo largo de su medulares de su pensamiento, el
prolongada vida siempre mi- concepto de nacionalidad, pero
‘ Fernando Ortiz: rando a Cuba.4 no reducido al elemento émico,
Prólogo a Contra la
anexión. Cultural S. A,, Además del conocimiento sino en su dimensión axiológica,
La ~ a b a n a ,
1.1, 1928. p. IX.
del contexto histórico, Ortiz es- ética y cultural. Capta la esen-
tudia el uensamiento de Saco a cia de ese pensamiento y nos
’ Ibld., t. 2s P. 12. través del epistolario (de “las transmite cómo enfocar la polé-
más íntimas vibraciones del es- mica obra de José Antonio Saco.
tadista cubano”), recurso de
notables resultados, pues en oca- 11
siones, por razones políticas o Fernando Ortiz se remite a to-
personales, no es posible plantear dos aquellos conocimientos que
públicamente lo que en cartas le permiten explicar los cam-
se escribe con relativa libertad. bios etnohistóricos de nuestra
Muchas de las posiciones de sociedad, consciente de que el
Saco en cuanto a la indepen- estudio científico de la forma-
dencia de Cuba, la abolición de ción y evolución de la cultura
la esclavitud, o sobre el contro- cubana no podía ser realizado
vertido tema del “racismo”, son sobre la base de una orientación
tratados por Ortiz cuidadosa- teóricamente preestablecida,
mente, mostrando los contradic- por la naturaleza misma del
torios puntos de vista del insig- objeto de estudio. Es decir, de
ne bayamés. Ortiz sabe discernir una sociedad neocolonial, de
entre lo coyuntural y lo perma- economía dependiente y agra-
nente en el pensamiento políti- ria, étnicamente heterogénea,
e n la que los procesos de for- gioso, artístico, lingüístico,
mación de la cultura nacional psicológico, sexual y en los
8 ibid., P. 86. estaban presentes, donde la demás aspectos de su vida.6
unidad y la diversidad de cul- Sin d u d a el concepto d e
turas confluían e n un mismo y transculturación es uno de los
peculiar escenario social. aportes más significativos de Fer-
Por ello se vio precisado a nando Ortiz; expresa contenidos
crear conceptos nuevos que le y realidades históricas y el “es-
sirvieran para designar los pro- píritu de provisionalidad” de la
cesos socioculturales, económi- cultura e n su doble trance de
cos e históricos cubanos y que desajuste y reajuste. Sin embar-
rompieran con la tradicional in- go, el antropólogo B. Malinowski
terpretación eurocentrista de la se equivoca al considerar que
cultura. Ortiz no emplea los con- Ortiz, como “buen funcionalis-
ceptos para introducir criterios ta”, acude a la historia cuando
logísticos e n la evaluación del es indispensable.
lenguaje científico, sino como Esta afirmación tiene mucho
instrumentos que permiten cap- que ver con la escuela funcio-
-~
tar la “lógica del objeto”. nalista a la que perteneció B.
’VBase: Al estudiar la historia y la Malinowski7 y poco con la obra
‘Funcionalisrno: puro y
de le complejidad cultural de la so- de Ortiz. La introducción que
E m w [ a . Fondo de ciedad cubana, utilizó los tér- el destacado antropólogo escri-
Cultura Econ6mica,
MBxico. 1946. minos “afrocubano” y “transcul- bió al Contrapunteo cubano del
turación”, para descubrir la tabuco y el azúcar, pesó sobre las
trayectoria, la dinámica y la di- interpretaciones de la obra de
rección de los procesos etno- Ortiz, aun cuando Julio Le Ri-
culturales, y captar aquellos verend, en el prólogo a la edi-
elementos que los hacen dife- ción de la biblioteca Ayacucho
rentes del movimiento evoluti- (Caracas, 1978), aclara la posi-
vo de otras culturas. Al respec- ción teórica y metodológica de
to, advirtió: Ortiz, y señala que su pensa-
Hemos escogido el vocablo miento evoluciona hacia u n
transculturación para expre- historicismo consciente.
sar los variadísimos fenóme- El valor metodológico del
nos que se originan en Cuba proceso de transculturación no
por las complejísimas trans- solo se limita a la afirmación de
mutaciones de culturas que una realidad sui generis econó-
aquí se verifican, sin cono- mica y sociocultural, sino que
cer las cuales es imposible refleja los momentos transitivos
entender la evolución del de una cultura a otra. La trans-
pueblo cubano, así en lo eco- culturación, afirma Ortiz:
nómico como en lo institu- ...no consiste solamente en
cional, jurídico, ético, reli- adquirir una distinta cultu-
ra, que es lo que en rigor in- las varias que en Cuba se han
dica la voz angloamericana manifestado sucesivamente y
acculturation, sino que el pro- hasta coetáneamente, pro-
ceso implica también nece- duciéndose a veces los más
sariamente la pérdida o terribles impacto^.^
desarraigo de una cultura La transculturación abarca
precedente, lo que pudiera los fenómenos materiales y los es-
decirse una parcial descultu- pirituales, la geografía, la eco-
ración, y además significa la nomía, la demografía y la “pe-
consiguiente creación de renne transitoriedad de los
nuevos fenómenos culturales propósitos”, el “espíritu de pro-
~~ ___ que pudieran denominarse visionalidad”. “El mero paso del
Fernando Ortiz: de neoculturación.s mar ya les cambiaba su espíri-
Contrapunteo cubano
del tabaco y el azúcar, Es un proceso histórico don- tu”, por consiguiente, el fenó-
Editorial de C ’ e m ~ s de no se simplifica la cultura do- meno de transculturación resul-
Sociales, La Habana,
1983,P. 90. minante de los conquistadores, ta un concepto sustancial para
9 lbid, p. 87. ni la cultura de los sometidos: comprender la génesis de la
aborígenes, negros, chinos, etc. identidad cubana. Su valor
De este proceso se deriva una metodológico radica e n que
cultura cualitativamente nue- descubre la esencia de los fenó-
va, c o n aportaciones de las menos y procesos a la vez que
diferentes civilizaciones. El cÓn- generaliza los aspectos, los ca-
cepto de transculturación per- racteres fundamentales de los
mite comprender la historia de mismos. La transculturación re-
Cuba y, por razones similares, la fleja la realidad histórica, eco-
de América Latina. nómica y cultural cubana, con
El concepto expresa la rela- movilidad, interconexión y tran-
ción de diferentes modos de siciones; descubre la unidad en
producción, el cruce de las eco- la diversidad; además, expresa
nomías: lo singular, lo particular de
En Cuba decir ciboney, espa- nuestra cultura e n la relación
ñol, judío, inglés, francés, an- con la cultura universal.
gloamericano, negro, guate- Para Fernando Ortiz, en el
malteco, chino, y criollo, no Contrapunteo cubano del tabuco y
significa indicar solamente el azúcar, la historia de Cuba se
los diversos elementos forma- explica básicamente a partir de
tivos de la nación cubana sus relaciones económicas funda-
expresados por sus sendos mentales: la producción azuca-
apelativos gentilicios. Cada rera y la tabacalera. Con ello no
uno de estos viene a ser tam- abarca el conjunto de relaciones
bién la sintética e histórica materiales que determinan los
denominación de una eco- fenómenos de la superestructu-
nomía y de una cultura de ra social; pero señala las conse-

76
cuencias políticas y sociocultu- todo caso sus propias palabras
rales que de él se derivan. definen su filiación política:
Es habitual que e n torno al “Fui liberal y amante de la de-
pensamiento de Fernando Ortiz mocracia republicana, y por el
se debata si fue funcionalista, pueblo y para el pueblo, comba-
estructuralista o positivista y, en tí corrupciones y desafueros,
ocasiones, se pierdan de vista los actué en todo momento a favor
aportes teóricos de su concep- d e la libertad y del adelanto
ción sociológica o histórica. Por nacional y siempre actué e n la
otra parte, las influencias del oposición”. ’
marxismo en su obra se reducen Estamos e n presencia de un
a simples contactos, aun cuan- pensador liberal y democrático
do, en nuestra opinión, fue un progresista, lo cual no le impide
conocedor consciente del méto- conocer y tomar en cuenta al-
do de Marx. Una cosa es la me- gunas ideas metodológicas del
todología de la investigación y marxismo para estudiar la socie-
otra la visión política de Ortiz, dad cubana.
que no coincide con los térmi- Una prueba de ello es la lec-
nos del marxismo. tura de la obra de Karl Kauts-
Fernando Ortiz conoció la ky, El cristianismo: sus orígenes
obra de Carlos Marx. Ya e n los y fundamentos, e n particular el
inicios de su carrera intelectual capítulo 1, “El sistema escla-
lo consideró como uno de los vista”, que comienza con el si-
grandes representantes del guiente párrafo subrayado y fi-
pensamiento universal contem- chado por Ortiz:
’O Fernando Ortiz: poráneo. Julio Le Riverend re- Quienes deseen entender las
Introducción
bibliográfica al libro de cuerda que e n la biblioteca per- opiniones características a
Alejandro de Humboldt
Ensayo político sobre
sonal de Ortiz permanecían las una época particular y distin-
la Isla de Cuba. obras de Labriola, Marx, Bebel, guirlas de las ideas de otras
Cultural, S. A,, La
Habana, 1930, torno 1, Engels, Durkheim y de otros épocas, deben, ante todo, es-
p. C l. autores, sobre temas coiiteaipo- tudiar las necesidades y los
” Fernando Ortiz: ’Más ráneos, que demuestran la in- problemas peculiares del pe-
y más fe en la Ciencia”,
Revista üimestre trincada universalidad d e su ríodo. En el fondo estos no
Cubana. Vol. LXX, 1955, formación. son otros que los resultados
p. 58.
Ortiz sostuvo el criterio (1930) del modo de producción del
Ficha mecanografiada
y subrayada por Ortiz. de que “El Marxismo era, como período, la manera por me-
Fonna parte de las sigue siendo aún para muchos, el dio de la cual se mantiene la
fichas que Ortiz
recopil6 para su extremismo utópico, irreductible sociedad de la época.I2
proyecto de historia
ewn6mica de Cuba. La contra el liberalismo posibilista y La cita mencionada muestra
cita aparece en el libro
de Karl Kautsky: El revolucionario, un bolchevismo que Fernando Ortiz conocía el
cristianismo: sus
orígenes y
contra un menchevismo”.10 método de Marx, de la misma
fundamentos. Editora Ideológicamente Ortiz no se manera que dominó las concep-
Politica. La Habana,
1986, p. 29. identifica con el marxismo, e n ciones de la sociología francesa
l 3 Fernando Ortiz: a través de la obra de Marcel excelente texto nos presenta un
Historia de una pe/ea
cubana contra los Mauss, lo cual explica también modo de análisis histórico del
demonios. Editorial de el uso de algunas ideas de ori- período de la colonización espa-
Ciencias Sociales. La
Habana, 1975, p. 583. gen marxista. ñola, que combina las condicio-
'' Se destacan los Pero para Ortiz lo importan- nes objetivas y subjetivas en las
siguientes trabajos de te consistía en comprender la que se originó la "leyenda ne-
carácter biográfico:
'Elogio póstumo de la sociedad cubana desde su con- gra" de Las Casas, y pone en cla-
cubana Marta Abreu",
Le Tribuna, Imprenta El cepción política, sirviéndose de ro los móviles ideológicos y los
siglo XX. La Habana,
1923; Josd Antonio lo mejor del instrumental teóri- mecanismos económicos, las
Saco y w s ideas co existente. Señaló: vías y los resultados de la con-
cubanas, Imprenta y
Llbrerla El Universo, La Cientificar educación y vida. quista de América. Se ofrece
Habana, 1929; biografía
de Pedro José Guiteras Es el programa martista que una detallada investigación so-
en la 'Introducción está todavía por realizar en bre la implantación del capita-
bibliográfica" a la
Hlstoria de la lsia de Cuba. El Apóstol sabía bien lismo en el nuevo continente.
Cuba, Cultural S.A., La
Habana, 1927; de igual dónde estaban agazapados los Sobresale la búsqueda del sen-
modo Ortiz realiza un
estudio biográfico sobre demonios que habían ator- tido que animaba el discurso
el naturalista Alejandro
de Humboldi en
mentado a la colonia y cómo político de la época; además re-
'Introducción iniciar eficazmente el desde- fleja los valores, la manera en
bibliográfica"al libro
Ensayo polltko sobre la moniamiento de la patria. La que se interpretó la conquista
Isla da cuba,Cuitural s. república por imperiosa con- de América por sus protagoiiis-
A, La Habana, 1930;
boceto biográfico de dición de su existir no puede tas históricos y sus descendien-
James J. OKelly, en Le
Nem del Marnbí, olvidar las ideas fuerzas del tes ideológicos.
Cultural, S.A, La martismo. Ni retorno al mar- "Desde sus inicios -escribe
Habana, 1930.
cismo, ni salto al marxismo. Ortiz- la historia de la inva-
La revista Albur,
lo
órgano de los Hoy ni marcismo, ni marxis- sión y sometimiento de Améri-
estudiantes del
Instituto Superior de mo, martismo... nada másL3 ca por España ha sido escrita en
Arte (ISA). publicó las
fichas manuscritas que
De más está decir que no polémica. Dos apologéticasy dos
Ortiz no iieg6 a pretendemos afiliar a Fernando invectivas, entre sí cruzadas".L6
terminar, pero que se
encontraban ordenadas Ortiz a una corriente filosófica Dos interpretaciones, la de
a partir del siguiente específica, tampoco fue su inte- Cristóbal ColónL7y la de Fray
sumario: 1. Las Casas y
Negros: Bartolomé de rés pertenecer a una de ellas. Su Bartolomé de las Casas; dos ten-
Las Casas y su
'Leyenda Negra"; II. obra se define por sus resulta- dencias que sobrevivieron al
Destrucción de las
Indias; V. Negros dos mismos, por los caminos tra- paso de los siglos, que expresan
Defensa; VII-VIII. Cam
y después de Las
zados, en busca de las peculia- modos diferentes de compren-
Casas. ridades de la frondosa selva sión de la realidad histórico-so-
-
le Fernando Ortiz: "Fray etnográ'fica cubana. cial. Refiriéndose a la trascen-
Bartolomé de Las dencia histórica del fenómeno
Casas", Albur, órgano
de los estudiantes del
Instituto Superior de
111 de la colonización española,
Arte, año IV, número Ortiz incursionó en los estudios Ortiz señala:
especial, mayo de No, no terminaron en Amé-
1992, biográficos como género histó-
p. 7. rico.I4 De singular importancia rica ni la conquista, ni los
l7 La ñgura de Cristbbal es su libro sobre el Padre Fray horrores ni las expoliaciones
Cdón es ampliamente
estudiada por Ortiz en Bartolomé de las Casas.I5En este de sus gentes. Sus riquezas,
su obra inédita Los apenas tocadas, aún son in- camente en fenómenos como la
amanecems del
capitalismo en América. agotables, todavía se saca esclavitud, la codicia, el dinero
Conocido es su
discurso “Por Colón se
oro, y sus gentíos, indígenas y la usura. A partir del estudio
descubrieron dos y alienígenas, siguen desam- de estos conceptos, ofrece una
mundos” (1942).con el
cual inaugura el Primer parados y están por redimir. descripción de las diferentes
Congreso Nacional de
Historia de Cuba. Hogaño como antaño, más mentalidades que entre s í se
despotismo que justicia, más cruzaron. Ejemplo de ello fue el
iglesia que religión, más modo de comprender el fenóme-
adineramiento que consumo, no de la usura por la doctrina
más codicia que solidarismo, teológica tomista y la transición
más miseria que bienandan- de ese concepto a la luz del de-
za, más opresión que libertad. sarrollo del capitalismo mercan-
De aquella época, alborada til. Ortiz muestra el carácter re-
de la occidentalización del lativo de las ideas morales y el
Nuevo Mundo, sobreviven desajuste entre ideas y realida-
dos personajes epónimos: des económicas.
Cristóbal Colón y Bartolomé El problema religioso de la
de Las Casas; el realista ge- usura no era entonces bala-
novés en busca del oro, nue- dí. Hoy se cree que por usura
vo patrón monetario de los debe entenderse tan solo el
banqueros pontificios y sig- “préstamo de dinero a exce-
no de las riquezas, y el idea- sivo interés”. El énfasis se-
lista sevillano tras una uto- mántico está ahora en el ex-
pía social que asegurara a la ceso, no e n el interés de la
vez la prédica de la cristian- prestación. Pero en aquellos
d a d , la transculturación tiempos no ocuma así, “USU-
indio-castellana y el apro- ra según la doctrina de los
vechamiento del imperio in- teólogos y jurisconsultos es ga-
laFernando Ortiz: “Fray diano español.18 nar sin causa, quien esto hace
Bartolorné de Lac
Casas’. Albur, año IV, Ortiz articula el presentismo usurpa la hacienda ajena:
número especial. mayo histórico con el análisis de la Cosa en virtud reprobada por
de lñü2,p. 11.
ideología de la época, las rela- la ley natural y divina...”. Los
Ibld.. p. 27.
ciones económicas y los modos cristianos no podían ser usu-
de pensar esas relaciones, los reros, o sea, dar préstamo a
proyectos económicos e ideoló- interés, y solo eran prestamis-
gicos y el cruce entre sí de las tas los judíos, a quienes su
ideas. En el interesante texto religión no les vedaba ese trá-
sobre Las Casas, valora las con- fico con el dinero.”
tradicciones del capitalismo El concepto de usura y el
mercantil durante el proceso de descrédito que fue ganando la
“despoblamiento” de América, y mencionada doctrina durante el
establece el universo espiritual proceso de la conquista de Amé-
de la época; se detiene específi- rica, muestra la evolución de
esta idea, pues la doctrina diciendo que a cambio de la
tomista no sobrevivió a los efec- pérdida de su libertad y del
tos destructivos del ya pujante trabajo forzado y enseñándo-
capitalismo que iba imponién- le la religión verdadera se
dose a las costumbres estableci- beneficiaba al infiel, perdido
das. La colonización fue u n pro- por su religión falsa y abrién-
ceso violento que puso d e dole la vía de una felicidad
manifiesto el origen sangriento eterna. En uno y otro aspec-
del capitalismo, sistema porta- to, los esclavos debían darse
,- dor, como señala Ortiz, de una por muy afortunados y agra-
“...economía agresiva, indivi- decidos por el enorme pro-
dualista y de privilegio, la vecho espiritual que les ve-
acumulativa, usuraria y adine- nía de su subyugacibn.22
“‘lbid..p. 54. radora”.20 Pero los verdaderos móviles
2, p. 51, A este proceso violento y san- están en la comprensión del fe-
griento del surgimiento del ca- nómeno de la esclavitud, como
z Ibíd.. p. 134.
pitalismo en América, lo cubrió sistema que:
’’ lbid., P. 88. u n velo ideológico que jusrifi- deshumaniza jurídicamente
caba el proceso mismo de la co- al trabajador y lo convierte
lonización. Se debatía acerca de en una máquina o cosa, en
los preceptos morales que fomen- una “pieza” del aparato pro-
taban los sentimientos de codi- ductor, que económicamen-
cia en los seres humanos, como te lo reducía a una inversión
pretexto de las atrocidades que de dinero, a un valor mone-
cometieron los colonizadores, tario como la tierra, la siem-
pero en el fondo, explica Fer- bra, el buey, el trapiche o el
nando Ortiz: “Fue un conflicto producto. Minas de oro, in-
de éticas, pero más lo fue de genio de azúcar y dotación
economías. El eje de h cuestión de esclavos, todo fue como
no estaba precisamente entre una moneda o dinero; todo
virtudes y vicios sino más bien fue capital.23
entre dos socioeconomías opues- En el complejo proceso que
tas e inajustables”.2’ se genera con la conquista de
Según Ortiz, también se ar- América, Fernando Ortiz deslin-
gumentó ideológicamente la da las concepciones ideológicas
esclavitud de los indios y los que justificaron este proceso, los
negros: preceptos morales tradicionales
Jurídicamente se quería jus- que entraban en conflicto con
tificar la esclavitud como un la nueva realidad social, para
paliativo del derecho de ma- enfatizar que los fenómenos eco-
tar al enemigo vencido en nómicos, aparentemente en un
guerra, filosóficamente se segundo plano, se abren paso
quería defender la esclavitud para definir, en última instancia,

40
la comprensión histórica de ese definen al hombre, se aprecian
período de los inicios del capi- en el análisis histórico desarro-
talismo en América. El capita- llado por Ortiz, que estima im-
lismo, según Ortiz: “Irrumpió en portante definir la tendencia de
las Indias con la dulzura de los las ideas de una época y la re-
ingenios azucareros y con rau- construcción del ambiente es-
dales de oro y plata de las minas piritual. Por tanto, su concep-
continentales, y brillo de pedre- ción de los cambios históricos no
ría y perlas”. se limita a la comprensión de los
Como era de esperarse, los hechos económicos y a las rela-
argumentos de base económica ciones sociales, también es ex-
se impusieron sobre los éticos y tensiva a las mentalidades de los
la trata esclavera de negros afri- hombres.
canos para las tierras y trabajos El reconocimiento de la his-
de América fue aumentada has- toria como proceso contradicto-
ta el siglo XIX, sin condena del rio en sí mismo, que se define
Trono ni de la Iglesia, pues am- por la lógica interna de las es-
bas instituciones políticas se tructuras económicas, pero no
aprovecharon directa e indirec- se reduce a ello, le permite a
tamente de la esclavitud negra, Ortiz analizar factores como la
que fue una de las bases susten- llamada “guerra de los vientres”
tadoras del régimen económico- y la “guerra de los sexos”, fenó-
social de este mundo america- menos sociales aparentemente
24 Ibíd., p. 113. no y de sus clases dominad ora^.^^ secundarios que jugaron un pa-
Se violentaron los ritmos de pel decisivo e n u n momento
la historia en el continente ame- dado del choque entre dos cul-
ricano, y en el antiguo mundo, turas socioeconómicas opuestas
las ideas reflejaron las nuevas e inajustables.
realidades. Es oportuno señalar El historiador francés M.
que paralelamente a los oríge- Bloch se refirió a la importancia
nes del capitalismo agresivo y del estudio de la alimentación
adinerado en América, coexis- para el conocimiento histórico.
tió la cultura humanística de Al respecto escribió: “En su con-
pensadores como Tomás Moro, junto, la historia de la alimen-
Erasmo, Las Casas y Juan Luis tación se parece a un aparato
Vives: Es decir, el universo ideo- registrador en el cual se inscri-
lógico de la época se expresó ben con retrasos debidos a las
- contradictoriamente. La rela- resistencias psicológicas todas
Citado por Andr6 ción entre la conciencia de una las virtudes de la e c o n ~ m í a ” . ~ ~
Burguibre en “La
antropología histórica”. época, manifestada por los pro- Ortiz, desde una perspecti-
La historia y el oficio
del historiador, Editorial
tagonistas de los acontecimien- va similar, refiriéndose al perío-
de Ciencias Sociales, tos históricos, y el conjunto de do de la colonización española,
La Habana,
1996, p. 101. relaciones socioeconómicas que establece la relación de la ali-

41
mentación con el nivel de de- ció en Europa durante los siglos
sarrollo de la economía de los xv y XVI. En las más de mil fi-
aborígenes: "...la guerra de los chas manuscritas, Ortiz retoma
vientres llevó a unos y otros al el tema del libro Historia de una
hambre. No había bastimentos pelea cubana contra los demonios,
preparados para sostener a la vez y, en "defensa póstuma" del in-
a los blancos invasores y los ber- quisidor cubano Joseph Gonzá-
mejos indígenas, mientras estos lez de la Cruz, inicia un alegato
tuviesen que abandonar sus cul- histórico para demostrar cómo
,. tivos, cacenas y pescas para de- fue posible que en la Cuba del
dicarse al laboreo del oro, forza- siglo XVII y, en particular, en la
?a Fernando Ortiz: "Fray dos por los villa de San Juan de los Reme-
Bariolomé de Las
Casas", Albur, p.74 Lo que más sobresale es que dios, existiera un representante
Ortiz no parcela la sociedad en de la Santa Inquisición.
estructuras y niveles, no frag- Ortiz muestra, en un lengua-
menta la historia, en todo caso je claro, las obras que pudo leer
zT Este concepto tiene
se aprecia un intento de histo- el párroco de Remedios, el ori-
su origen en la llamada ria total, de conjugar lo econó- gen histórico de aquel incrédulo
"Escuela de los
Annales", movimiento mico, lo político, lo cultural, lo pueblo. Define la función social
renovador de la hlstoria
iniciado por Lucien
psicológico, en el devenir de la que desempeñaron las creencias
Febvre, Henn Berr, sociedad. 27 religiosas en el siglo XVII, y trata
Marc Bloch, entre
otros, quienes, según No se nos puede escapar esa de discernir entre lo cierto y la
el historiador Pierre
Vilar, difundieron los visión orticiana que intenta in- fantasía, entre lo mitológico e
siguientes principios: tegrar todos los factores que in- imaginario y la realidad social.
"1) hay una sola
historia; no existen fluyen en los acontecimientos La sabiduría en lnquisidores
compartimentos
estancos entre una históricos. Por ello, si analizamos y brujas aflora en cada párrafo,
historia econ6mica, una las obras que expresan claramen- el "raro saber" de cosas lejanas,
historia política, una
historia de las ideas, te su pensamiento histórico, des- de hechicerías, aquelarres e
etc; 2) el historiador
avanza por medio de cubrimos que Ortiz es un pre- inquisidores, conforman un cua-
problemas: los
documentos s610
cursor e n la indagación de dro de hechos que se articulan
contestan cuando se
les pregunta siguiendo
problemas esenciales de la dentro de una lógica histórica,
hip6tesis de trabajo; la historiografía cubana; no desa- que explica los procesos de
historia, en todos los
terrenos (material, rrolla una teoría, pero señala los transculturación religiosa, sobre
espiritual, ideol6gico...). aspectos a seguir por el historia- todo el origen de fenómenos y
lo es de los heaws de
~BSBS.no de los simples dor, nos ofrece claves para com- tradiciones de antaño. A través
'acontecimientos': 3)
existe una jerarquía y prender iÓs fenómenos sociocul- del estudio de las ideas, las con-
un juego recíproco
entre 'economías', turales cubanos. troversias entre personajes rea-
'sociedades'.
'civilizaciones', juego
En uno de sus libros inédi- les y emblemáticos,Ortiz recons-
que constituye el tema tos: lnquisidores y brujas, que su- truye el sistema de valores
mismo de la ciencia
hist6rica". Véase: Pierre ponemos lo culminó en la déca- teológicos eclesiásticos y el sis-
Vilar: "Historia", La
historia y el oficio del
da del 50, la historia, los mitos y tema de valores de la teología
hlstoriahr. Editorial de las realidades se mezclan para popular, y conjugando dinámi-
Ciencias Sociales, La
Habana, 1996, p. 17. definir el espíritu que prevale- camente ambas cosmovisiones,

42
define fenómenos sociales, como Fernando Ortiz, para mostrar
el del aquelarre, institución sim- la continuidad y ruptura de los
bólica de la brujería. procesos espirituales, conjuga
Este interesante libro no tra- dialécticamente el papel en la
ta un tema cubano, su objeto es historia de los modos de produc-
absolver al cura del pueblo de ción y el lugar de las ideas y la
Remedios. Pero lo más importan- conciencia de una época en la
te en este caso es destacar que, determinación del hombre como
al igual que en el libro sobre Fray resultado de múltiples y com-
Bartolomé de Las Casas, el es- plejas relaciones sociocultura-
tudio de las ideas, sus orígenes les. En ello radica su posición,
y contradictorio decurso, se pre- que supera cualquier interpre-
senta como el análisis de las tación idealista o absoluta de la
mentalidades de la época. -
realidad histórico social.
Antropo [ogía
Y odernicmo
,-
MARVLN HARRIS
TCWLXJ~ Según los postmodernistas, la No obstante, el postmoder-
’hRo#xrmAND
mRNm-.
~~ ~
ciencia e n todas sus ramas es nismo, en sus versiones más só-
SCIENCE, un Droducto ideolóeico aue se
L - ~ -.3
lidas y actualizadas, va más allá
MxmLEM* m~
STUDY CIC CLRTURE
encuentra inmerso en un’ con- de la percepción modernistd de
EMTAOO WR MARTIN E texto cultural determinado. En las influencias de raza y clase, y
MURPHY Y MAXINE L. esta concepción no hay nada de otras condiciones estructu-
MARGOUS. UNNERSW
PRESS OF FLORIDAnuevo o alarmante, dado el rales e infraestructurales que in-
1995. PP. 62-77. continuo interés en la llamada tervienen en la investigación
TRAwomwR
DENISE -PO
sociología del conocimiento científica. En pocas palabras, la
ÁLVAREZ. REVIS16N Y (Mannheim, 1936; Whitley, esencia del postmodernismo re-
REDACCIÓN DEC
DR.JESÚSGUANCHE
1984), los amplios modelos cul- niega de todo el legado intelec-
PÉREZ. turales materialistas ( e n t r e tual de la ilustración europea.
ellos el modelo marxista) que A diferencia de Marx, Engels, y
se refieren a la relación entre otros críticos del positivismo; las
la base y la superestructura, y figuras principales del postmo-
el prolongado debate respecto dernismo, tales como J e a n -
de la ciencia que estudia la re- Francois Lyotard, Paul de Man,
lación valor-gratuidad. Mucho Jacques Derrida, y Michel Fou-
se ha escrito acerca de cómo cault, atacan la ilustración (in-
influyó el clásico capitalismo de cluso sus fundamentos empíri-
luisseq-fuire e n la teoría de cos, racionales y ético-morales),
Darwin, que señala a la com- y asocian la ciencia y la razón
petencia como el mecanismo con la dominación, la opresión,
fundamental d e la selección y los regímenes totalitarios. Para
natural (Marvin Harris, 1968: ellos la ciencia, en su afán por
_ _ ~ -105; Hofstadter, 1955). De igual
MAMN HARRIS buscar “la mejor solución”, im-
Dastacado modo, son bien conocidas las pide la diversidad y conduce a
antropó’ogo influencias de origen racial y la intolerancia; los métodos “ra-
nortaamaricano.
Iniciador da la clasista presentes en los inten- zonables” siempre resultan in-
CorriantG tos por conseguir un cálculo oh- justos con alguien. Al decir de
antropoiógica
da1 matariallsmo jetivo d e la inteligencia los postmodernistas, los moder-
cultural. (Kamin, 1974). nistas utilizan la ciencia y la ra-
AA
zón como instrumentos para jus- cribe la antropóloga Marilyn
tificar sus prejuicios. Pauline Strathern (1987). De manera
Rosenau, en su libro El posmo- más ominosa, Michel Foucault
dernismo y las ciencias sociales, plantea que el conocimiento es
explica que para los postmoder- el discurso del poder. “No exis-
nistas el abandono de la razón te relación de poder a la que no
“significa liberarse de las pre- corresponda una esfera del co-
ocupaciones a las que conlleva nocimiento, ni existe esfera del
la modernidad, por medio de la conocimiento que, a su vez, no
_-
autoridad, la eficiencia, la je- constituya o implique una rela-
rarquía, el poder, la tecnología, ción de poder” (Foucault, 1987,
el comercio (la ética de los ne- 1975). Los postmodernistas re-
gocios), la administración, la in- chazan las grandes generaliza-
geniería social ... Significa des- ciones y las llamadas teorías “to-
prenderse de las preocupaciones talizadoras”, piensan que la
que trae aparejadas la ciencia verdad es relativa, local, plural,
moderna con el fin de lograr el indefinida e interpretativa, y
orden, la solidez, y la posibilidad que si esto es así, se debe aban-
de predecir cuanto está por ve- donar todo intento por obtener
nir” (Rosenau, 1992: 129). Los información etnográfica objeti-
postmodernistas, que describe va. En opinión de Marilyn Stra-
Rosenau, sustituyen la ciencia thern “no se puede seguir
y la razón por las emociones, los comparando la relación observa-
sentimientos, la introspección, la dor-observado con la relación
intuición, la independencia, la sujeto-objeto. Todo objeto u ob-
creatividad, la imaginación, la jetivo es una producción con-
fantasía y la contemplación junta. Muchas voces, textos
(1992: 129),yaboganporlapre- múltiples, autoría colectiva”, y
ponderancia del corazón sobre añade que el texto aquel me-
la conciencia, de lo espiritual diante el cual el trabajador abo-
sobre lo material, y de lo perso- gaba por una sociedad distinta
nal sobre lo impersonal. de “modo determinante ... aho-
Para los postmodernistas no r a parece repugnante ” (St r a-
existen paradigmas privilegia- thern, 1987: 264-265).
dos, ya,que la ciencia no se acer-
ca a la verdad más que las otras
Lago in the Makoko (la
“lecturas” de un mundo cognos-
cultad en la expresión postmo-
cible sobre el cual no se puede
demiSta)
decidir. “Nada se puede compro-
bar, nada se puede falsificar” Bajo los auspicios postmodernos,
(Ferry y Renaut, 1988, citado en el subjetivismo, el relativismo,
Rosenau, 1992: 134). La verdad el particularismo y el nihilismo
es una “ficción persuasiva’’ es- han ido ganando el interés de
los antropólogos y de todos aque- mi objetivo aquí, nos sirve de
llos que se dedican a alguna otra poco; aunque lo más actual
“disciplina” sociocultural (Co- es quizá lo más peligroso por
llins, 1989; Rosenau, 1992). Los ser aquello que tiene más po-
postmodernistas, de acuerdo sibilidades de ser seguido
con su concepción ecléctica e (Geertz, 1994: 465).
incoherente de la condición hu-
mana, han desarrollado la capa-
El postprocesuulismo
cidad de escribir sus ideas de
_-
una manera impenetrable. Este Una de las fuentes que con más
estilo de prosa neobarroca con influencia fundamenta el post-
frases intercaladas, piruetas ver- modernismo es el movimiento
bales y retruécanos, no es un arqueológico que se hace llamar
simple fenómeno complementa- postprocesualismo. Como resu-
rio, sino una réplica chocante me Richard Watson (1990:
contra todo lo que intente ex- 673), los postprocesualistas “por
presarse con oraciones sencillas medio de argumentos escépticos
según la tradición modernista. y desconstructivistas llegan a la
Veamos como ejemplo esta re- conclusión de que no existe un
flexión del padre de la antropo- pasado objetivo, y que nuestras
logía postmoderna, con el tema representaciones del pasado sólo
de las culturas como collages, to- son textos que concebimos so-
mada de un libro que pretende bre la base de nuestras concep-
informar sobre las tendencias de ciones sociopolíticas. Por conse-
la antropología cultural: cuencia, argumentan que no
Nuestra respuesta a este he- existe un mundo objetivo, y que
cho a mi parecer imperioso es, el mundo mismo es un texto que
también a mi parecer, uno de los seres humanos creamos”.
los mayores retos morales que Ian Hodder, de la Universi-
en estos días enfrentamos; in- dad de Cambridge, el más
grediente de casi todos los importante arqueólogo postpro-
otros retos que enfrentamos, cesualista, opina que la
desde el desarme nuclear has- arqueología moderna, generali-
ta la distribución equitativa zadora y evolucionadora, es de-
de los recursos del planeta, y ficiente porque no logra relacio-
enfrentar estos consejos de narse con “el sistema de los actos
indiscriminada tolerancia, sociales y las particularidades
que de ninguna manera es- históricas de la cultura huma-
tán genuinamente destinados na” (Hodder, 1985: 22). Para
a los placeres de la compara- Hodder, el reconocimiento del
ción envidiosa, a los rendidos, componente significativo de los
orgullosos, satisfechos, defen- actos sociales evita que se acep-
sivos o resignados, lo cual es ten aquellas explicaciones que
tengan e n cuenta factores aje- de árboles y situadas entre ríos)
nos a la obra humana: “las cul- (Howell, 1987);y por consecuen-
turas... son arbitrarias e n el sen- cia, las tumbas megalíticas y otros
tido e n que su forma y monumentos de Europa Occi-
contenido no están determina- dental, se pueden interpretar
dos por ningún factor externo ... como una respuesta adaptativa
de este modo, la cultura no es al problema del mantenimiento
reductible, la cultura es e n sí”. de la cohesión social frente a los
Tomemos por ejemplo el in- patrones de asentamiento disper-
tento de Hodder por interpretar so. En ausencia de un estudio
las diferencias e n t r e el arte completo de las posibles diferen-
neolítico, la arquitectura y los cias en términos de tasas de cre-
patrones de asentamiento de cimiento y densidad poblacional,
Europa Central, y el comporta- tecnología del arado y los siste-
miento de estos aspectos en Eu- mas de labranza posteriores, pa-
ropa Occidental. Hodder afirma trones de cosecha, y tipos de sue-
que tales diferencias son el re- lo, la idea de Hodder de que “la
sultado de la existencia de dos cultura es en sí” no puede to-
tradiciones culturales distintas marse con mucha seriedad. Esto
que mantuvieron su propia inte- también es aplicable a su inter-
gridad durante 20 O00 años. La pretación del paleolítico superior.
posibilidad de que las condicio- Michael Jochim, por citar un
nes “ecológicas” y “de adapta- ejemplo, ha sugerido que duran-
ción” pudieran haber influido en te el paleolítico superior los cen-
tales diferencias ha sido suma- tros franco-cantábricos del arte
riamente rechazada. No obstan- de las cavernas estaban situados
te, recientes análisis de los ma- en zonas de clima cálido que ser-
pas que ilustran la distribución vían de refugio tanto a los hom-
de los asentamientos sugieren bres como a la megafauna del
que, a fines del período neolítico, pleistoceno, donde eran de suma
el crecimiento de la población importancia los rituales e n se
de Europa Occidental fue segui- que marcaban los límites de sus
do por la introducción de ara- territorios (digamos, por ejemplo,
dos pesados, el aumento del uso aquellos rituales asociados con
de los -animalespara labrar la tie- la producción del arte de las ca-
rra, y el cambio de las caracte- vernas).
rísticas de los asentamientos (de El hecho de que existen ca-
villas, cercanas a algún río, for- vernas en Europa Central cuyas
madas por grandes casas múlti- paredes, aunque propicias para
ples hechas de estacas, pasaron ello, no fueron pintadas, pudie-
a ser pequeñas casas solariegas ra guardar relación con las dife-
aisladas, construidaij sobre me- rencias en cuanto a la densidad
setas de suelos duros, pobladas de la población, la severidad cli-

A7
mática, los animales que usual- saqueadores y los operadores de
mente eran cazados, y docenas detectores de metales sean con-
de otros factores ecológicos que trolados por el Departamento de
aún no han sido investigados o, Arqueología de Cambridge?
más exactamente, nunca serán
investigados si los postprocesua-
listas postmodernistas consiguen
Si ia verdad es una ficción ...
(Skinhead and pomos)
alcanzar sus objetivos.
Antes de continuar, debo re- Algunos antropólogos postmo-
’ conocer las extraordinarias re- dernistas han adoptado una re-
tractaciones que han aparecido tórica cada vez más apodíctica
últimamente e n las obras de e intolerante, con el fin de bo-
Hodder. En un artículo publica- rrar de la antropología cultural
d o e n Antigüedad Americana cualquier vestigio de los para-
[American Antiquity] (199 l ) , digmas científicos “totalizantes”.
Hodder admite la necesidad de Según Stephen Tyler (1986:
preservar la objetividad; o sea, 130), por ejemplo, los antropó-
que “los datos se establezcan logos debían abandonar
dentro de una relación dialéc- la forma inadecuada en que
tica” (ibíd.: 10). Debajo de esta la retórica científica impone
voluble concesión -mi expe- “objetos”, “hechos”, “descrip-
riencia me ha demostrado que c iones ” , ‘‘ind u cc ione s ” ,
con frecuencia los datos dialéc- “generalizaciones”, “verifica-
ticos lejos de preservar la obje- ciones”, “experimentos”,“ver-
tividad suelen amenazarla- dades”, y otros conceptos por
subyace un motivo más prácti- el estilo que no tienen para-
co. Hodder se ha percatado que lelo ni en la experiencia den-
es preciso tomar medidas tro del campo de la etnogra-
para prevenir que la arqueolo- fía, ni e n los documentos
gía sea invadida de “creacionis- etnográficos, salvo como
tas, saqueadores, operadores invocaciones sin sentido. La
de detectores de metales y necesidad de que exista una
otros arqueólogos marginales” concordancia con los patro-
(ibíd.: 9). Para dar pujanza a nes de la retórica científica]
aquello que la ha perdido -si ha causado que en la prosa
la verdad y el conocimiento son etnográfica predomine el mis-
múltiples y accidentales- mo realismo sencillo con que
Hodder debía dejar de socavar se cuenta la historia natural.
a aquellos grupos subordinados No obstante, tal realismo ha
que desea evitar. Después de sido ilusorio: por una parte,
todo, si la ficción es el resulta- porque promueve lo ilógico de
do de la ciencia, ¿por qué no “describir” instituciones tales
hacer que los creacionistas, los como “la cultura” o “la socie-

A8
dad” como si estos se vengadoras que vienen a exter-
pudieran observar completa- minar la ciencia, sino que cons-
mente cual si fuesen escara- tituyen las condiciones que de-
bajos; por otra parte, porque terminan la existencia de la
estimula la también ridícula ciencia misma. Sería convenien-
pretensión conductivista de te aceptar la naturaleza
“describir” los patrones recu- parcial e hipotética de las ver-
rrentes en el discurso con el dades arqueológicas y etnográfi-
cual un actor puede ejecu- cas objetivas en particular; pero
tar y situar su acción en tiem- esto implicaría negar que todas
po y espacio, analizando es- las verdades son igualmente hi-
tos patrones separados de su potéticas, parciales o probables.
contexto, con la certeza de La ciencia (con su intermina-
que el propio discurso justifi- ble diálogo escéptico, provisional
cativo del espectador será un y en contra de la intuición) se
vehículo objetivo suficiente describe exactamente como un
para describir la actuación. sistema intelectual que sirve para
Sería un anticlímax si este comparar las verdades parciales
rechazo llegase más lejos, aun- y las verdades probables. Lo que
que aun así sería efectivo para la hace menos escéptica que el
señalar que la tal “tonta certe- postmodernismo es que no admi-
za” con la cual se ha dicho que te que una verdad parcial es tan
los positivistas y los conducti- genuina como cualquier otra. A
vistas asumen la vida del hom- diferencia del postmodernismo,
bre en la sociedad, tergiversa la ciencia no acepta que todas
lagrantemente toda la historia las verdades son confiables en
de la ciencia en general (en la igual medida, y niega que todas
cual todo, las certezas, tontas o las verdades son similarmente hi-
no, han sido víctimas de un es- potéticas e igualmente parciales.
cepticismo implacable) y tergi- La interrogante para un antro-
versa la historia del positivismo pólogo que se interese por la
lógico en particular (que ha te- ciencia no es si la ciencia social
nido como objetivo central todo objetiva es posible o no, sino cómo
un esfuerzo filosófico amplio y juzgar si una verdad parcial e hi-
continuo, el propósito de crear potética es mejor que otra.
lenguajes que trasmitan datos Las generaciones de cientí-
objetivos). ficos, en colectivo, han puesto
en práctica reglas metodológi-
cas que se utilizan como proce-
La verdad parcial, provisional dimiento de rutina para juzgar
y probable
si las teorías alternativas son
Las verdades parciales y las ver- convincentes o no. Dichas re-
dades hipotéticas no son las glas exigen que las teorías cien-
tíficas sean nomotéticas, que 24); sin embargo, su sugerencia
hagan predicciones o se refie- para diferenciar una interpreta-
ran al pasado, que se puedan ción correcta de una incorrecta
comprobar y replicar, y que sean apenas parece encaminarse a la
concisas, parcas e integrables a absolución de dicho “pecado”:
las otras teorías científicas bien “una correcta interpretación de
fundadas. Dado que los postmo- cualquier cosa -un poema, una
dernistas han rechazado el re- persona, una historia real, un ri-
querimiento de que las teorías tual, una institución, una socie-
sean nomotéticas, no tienen dad- nos conduce al corazón
manera de distinguir una teo- mismo del objeto de la interpre-
ría sólida, útil e ilustradora, de tación” (1973: 18). (Pero, ¿cómo
otra que sea todo lo contrario; saber que hemos llegado al co-
como no sea mediante la apli- razón y no al hígado?)
cación de los patrones que usa- Seguramente, los postmoder-
mos para discernir si un cuento nistas más lúdicos esperan sin
o un poema es bueno -patro- alarma el último suspiro de una
nes cuya vaguedad y desconfia- antropología que ha llegado a
bilidad no necesitan un énfasis convertirse en una rama de la
especial-. Por ejemplo, Clifford crítica literaria. “La antropolo-
Geertz, reconocido como un gía no tiene una tradición inte-
mentor preeminente de los gé- lectual definida”, declaró recien-
neros interpretativos postmoder- temente Geertz. “Pero estoy a
nos, sostiene que las “amplias favor de la pérdida de la identi-
descripciones” se convierten en dad. A cada rato encontramos al-
el único objetivo de la antropo- guien que quiere reunirnos otra
logía cultural. Estas “amplias vez. Yo soy un pluralista invete-
descripciones” tienen como fin rado, y no creo que sea una bue-
proveer contextos detallados na idea’’ (Handler, 1991: 611).
llenos de sentidos y significados
sin los cuales una cultura no pu-
diera ser explicada. Geertz opi-
Las jugarretus íúdicas
na que las generalizaciones “na- Los detractores de la antropolo-
cen de la fragilidad de los gía no se amilanan ante el he-
juicios y no de la erradicación cho de que la ciencia busca
de sus abstracciones” (Geertz, probabilidades, mejor que evi-
1973: 25) y reconoce que “el pe- dencias; y generalizaciones, me-
cado de las ópticas interpreta- jor que leyes. Por ejemplo, dos de
tivas... consiste en que tienden los .promotoresdel postprocesua-
a oponerse a la forma en que se lismo, Michael Shanks y
articulan los conceptos y, por Christopher Tilley (1987: 38), po-
tanto, a los modos sistemáticos nen en tela de juicio la validez
de apreciación” (Geertz, 1973: del acto de hacer cualquier tipo

CO
de generalización. Ellos cuestio- RespuEsta: Mientras más ve-
nan cuán abarcadora tiene que ces mejor.
ser una afirmación para que se pregunta: Si no puede espe-
le considere generalización: rarse que las generalizaciones
“¿Alcanza con dos argumentos puedan ser aplicables, ¿de qué
convincentes? iCon tres? iCon sirven?
cincuenta?” Y añaden, “si las ge- Respuesta: Cuanto más sóli-
neralizaciones no son leyes; lue- da sea la generalización, más
go, no pueden aplicarse a nin- útil será a la hora de llegar a
gún caso particular. Entonces, ¿de conclusiones. Por ejemplo, para
qué nos sirven? iPor qué nece- cualquier persona, es importan-
sariamente hay que equiparar a te saber que los fumadores
la ciencia con la capacidad o el tienen diez veces más posibili-
deseo de generalizar? Todo esto dades de padecer cáncer de pul-
parece ser una norma del proce- món, que los no fumadores, aun-
dimiento fundada sobre la base que no se pueda predecir cuál
de que llegar a generalizaciones, fumador en específico es quien
más que una consideración so- va a sufrir la enfermedad.
bre todas las particularidades de PrEgunta: iPor qué equipa-
un caso específico, es un tipo su- rar la ciencia a las generaliza-
perior de actividad. No creemos ciones?
que exista razón alguna que nos RespuEsta: Porque la ciencia
obligue a aceptar esto” (Shanks es, por definición, una forma que
y Tilley, 1987: 38). generaliza conocimientos.
Debemos preguntamos si los Pregunta: ¿Esgeneralizar una
interlocutores pretenden real- norma del procedimiento?
mente ser tomados e n serio, REspuesta Por supuesto, ade-
dado que los postmodemistas, es- más, todo el mundo es libre de
pecialmente aquellos que rivali- ignorar esta norma, aunque
zan con Jacques Derrida, cele- quien lo haga estará frenando
bran las consecuencias lúdicas, la actividad científica.
surrealistas y dadaístas del rela- PrEgunta iPor qué, en vez de
tivismo y el escepticismo radical generalizar, no podemos consi-
(Noms, 1982: 92 y ss.; Rosenau, derar “todas las particularida-
1992: 134-35).Aun así, debido a des del caso específico”?
la prepotente demanda de aque- Respuesta: Porque las parti-
llos que están contra la ciencia, cularidades no tienen límites.
no podemos dejar interrogantes Cualquier proyecto que se pro-
sin contestar. ponga conseguir toda las parti-
Pregunta: iCon cuánta fre- cularidades d e algún asunto
cuencia debe repetirse un he- macrofísico, ya sea humano o no,
cho para que sirva como base a estará por consecuencia, ha-
una generalización? ciendo exigencias descabelladas

CI
al momento en que vivimos y a la amenaza del terrorismo nu-
nuestros recursos. Por este mo- clear, el hambre y la guerra); y
tivo, en la ciencia, la particu- peor aún, acusan a la ciencia y
laridad interminable es el equi- a la ingeniería de ser responsa-
valente exacto de la ignorancia bles de la creación de muchas
interminable. calamidades como el agujero en
Finalmente, quiero acotar la capa de ozono, la contamina-
que las formas generalizadas de ción del aire y del agua. Les han
conocimientos son fundamen- dado a la ciencia y a la objetivi-
tales para la supervivencia de dad una connotación negativa
los seres humanos y los otros ani- al asociarlas con la explotación
males. Denigrar las generaliza- capitalista, los grupos militares,
ciones es como resultar muerto el racismo y el sexismo, pues la
la próxima vez que uno baje la ciencia y la ingeniería fortale-
acera, o coma las setas de su cieron el complejo militar-indus-
propio patio. trial que, a su vez, estimuló la
violencia, el nazismo, el stalinis-
mo, el holocausto, la guerra de
Reclamos morales y éticos con-
Viet Nam (Rosenau, 1992: 129).
tra la ciencia
De acuerdo con Hodder, el
El postmodernismo está per- principal fracaso del modernis-
meado por un sentido de escar- mo no está en que se haya equi-
miento contra todas las ciencias vocado en sus teorías, sino en
y, en particular, contra las cien- que haya aportado “una justifi-
cias sociales. Los postmodernis- cación poderosa para que el
tas no sólo niegan que la obje- mundo moderno fuera un mun-
tividad es accesible, sino do utilitario” e n el cual, “el
también consideran que dividir hombre, animal pasivo y eficien-
el mundo en observadores y ob- te [¿al mismo tiempo?] fuera
servados, sujeto y objeto, es una controlado por leyes que no pu-
práctica perniciosa que sólo es diera abolir’’ (Hodder, 1986: 23).
posible bajo las condiciones he- Para Hodder, ha llegado el mo-
gemónicas que benefician a los mento de que los arqueólogos se
observadores a expensas de los unan al público para manifestar
observados. su “desilusión hacia la ciencia
El coticepto ético principal unida al control centralizado’’ y
del postmodernismo, es la idea para tomar por asalto las barri-
de que la ciencia, la razón y la cadas de la ciencia gritando le-
objetividad nada han hecho por mas como “la gente construye las
resolver los problemas funda- particularidades históricas y so-
mentales del siglo xx (tales ciales de la cultura humana”;
como las personas sin hogar, la ‘(no hay falsas ideologías”; “la
pobreza de las minorías étnicas, gente no se deja engañar”; y “el

c2
poder se puede redistribuir por nen igual valor, los relativistas
medio de las negociaciones”. modernos deducen que cada
Todas estas asociaciones y quien es libre de crear para sí
recomendaciones están mal fun- una ideología propia, y pueden
dadas. Es cierto que la ciencia intentar materializarla con toda
y la ingeniería produjeron todo la energía posible’’ (citado en
aquello con que cuenta el com- Eric ROS, 1980: xxvii) . Vladimir
plejo militar-industrial, los aco- 1. Lenin es bien conocido por su
razados alemanes, las cámaras crítica al positivismo y al empi-
,- de gas, la destrucción de Viet rismo cuando planteó que éstos
Nam, el agotamiento de los re- no eran más que el cacareo de
cursos naturales, los desechos un gallo en comparación con el
nucleares, la guerra fría y mu- materialismo dialéctico. Y
chos otros aspectos nocivos de ¿quién más que Stalin (con su
la vida social de este siglo. No concepción de que la ciencia so-
obstante, la decisión de aplicar cialista y la capitalista eran dos
esta tecnología y política no se elementos separados e irrecon-
puede imputar a la intervención ciliables) ha apoyado la doctri-
activa de las ciencias sociales. na de que la ciencia no se dife-
Por el contrario, muchos de los rencia de las otras formas de
descubrimientos de las ciencias ideología? (Kolakowski, 1981:
sociales entraron en contradic- 154). Lógicamente, esto n o
ción primero a principios de si- quiere decir que neguemos que
glo con las doctrinas y prácticas los stalinistas y los postmodernis-
del colonialismo, el nacionalis- tas habían dado una solución di-
mo y el racismo; y luego con las ferente al problema de las cien-
diferencias de sexo, el agota- cias antagónicas. Los anteriores
miento de los recursos natura- lo hicieron por medio de la erra-
les y la guerra de Viet Nam. dicación de la “ciencia burgue-
Asociar el azote del stalinismo, sa”, los posteriores lo harían a tra-
el nazismo, el fascismo y el vés de la abolición de cualquier
maoísmo a una sobredosis de ciencia.
ciencia, significa querer barrer En Alemania, los fundamen-
la ciencia de la peor manera. tos intelectuales del nazismo
Todos los movimientos mencio- fueron mantenidos no por un ex-
nados se autodefinieron como ceso de conocimientos objeti-
antipositivistas, y todos encon- vos, sino por rejuegos culturales
traron idénticas soluciones al que, como parte de su
problema filosófico del relativis- resentimiento por la postmoder-
mo radical. Mao dijo: “La ver- nidad, trataron de aplastar el
dad sale del cañón de un arma”; positivismo, el racionalismo, el
Mussolini expresó: “Partiendo empirismo, el materialismo y la
de que todas las ideologías tie- tecnología. De este modo, no fue
un mero accidente que la cien- ción. Yo normalmente nunca
cia convencional fuese frenada evalúo una teoría por medio del
en Alemania mucho antes que análisis de la conducta personal
la ciencia aria, con su exalta- de los individuos que la forman,
ción de la intuición, sus teorías pero, en este caso, los defenso-
sobre la astrología, la “teoría res del postmodernismo identi-
mundial del hielo” (world ice fican al modernismo como una
theory) de Himmler, sus versio- fuente de corrupción moral y
nes de la mecánica cuántica opresión; por tanto, es perfecta-
_- que servían a sus intereses polí- mente legítimo estudiar a las
ticos, y sus atroces esquemas de principales figuras del postmo-
purificación racial, que se con- dernismo para conseguir una
virtieron en la política del Esta- guía moral al respecto, y para
do (Holton, 1991: 123-24; juzgar sus ideas a partir de su
Stern, 1961); mientras que, pro- comportamiento individual.
bablemente, los científicos ale- Después de todo, si la anticien-
manes no buscaban participar en cia postmodernista no los incli-
la creación de ramas de la ma- na a llevar vidas ejemplares,
temática, la física, la química y ¿por qué tomar en serio sus doc-
la sociología, que fueran exclu- trinas? (Pensemos en Gandhi,
sivamente alemanas, como los quien dividió su tiempo en una
ideólogos nazis los instaban a ha- mitad para predicar contra la
cer. El mensaje del fanatismo violencia, y la otra mitad para
nazi era bastante evidente. volar estaciones de ómnibus.)
Como planteaba el historiador Friedrich Nietzsche fue el
Allan Beyerschen (1992), pu- mentor de toda una generación
diera decirse que el postmoder- de nazis y fascistas, con sus ideas
nismo y el énfasis alemán en las sobre la “voluntad de poder”
perspectivas locales, además de como fuente de la verdad, y el
su rechazo a la legitimación de “superhombre” como aquel que
los preceptos tradicionales de la se levanta contra las restriccio-
ciencia universal, tienen defi- nes morales “más allá del bien y
nitivamente un aire de familia. del mal”. Nietzsche fue también
la inspiración principal para
quien es hoy el más alto icono
Comp-tumiento y moralidad
de los postmodernistas, Michel
Resulta difícil conciliar el recla- Foucault. Fue maoísta en los
mo que hace el postmodernis- años sesenta y dirigió su aten-
mo por la superioridad moral, ción en los setenta hacia el sa-
con sus más grandes iconos, y domasoquismo sexual. Uno de
sé que algunos lectores podrán sus biógrafos, James Miller, plan-
objetar las argumentaciones ad tea que no hay por qué creer que
hominem que verán a continua- Foucault, en busca de sus últi-

CA
mas experiencias sexuales, con- hasta su muerte, pudo esconder
tinuara haciendo uso de los ba- a sus colegas la existencia de sus
ños de San Francisco después de textos sobre la guerra. Sus se-
contraer el SIDA, luego que la guidores lo defendieron argu-
mayoría de los homosexuales mentando que los textos sobre
abandonaron estos peligrosos re- la guerra no habían sido inter-
cintos. Esto conlleva a Miller a pretados correctamente. Jacques
preguntar si Foucault, a sabien- Derrida, su discípulo más bri-
das, trasmitió el SIDA a sus llante, logró probar, mediante pi-
,- compañeros (Miller, 1992: 375 y rotecnia desconstructivista, que
ss.). Esto no está comprobado lo que De Man quería era con-
(Connolly, 1993) aunque, dada denar el semitismo y el nazismo
la exhortación de Foucault a ser aunque a primera vista pareciese
“crueles, a alabar a los asesinos, lo contrario. Tal como comenta
a los soberanos que no conocen David Lehman, si utilizamos la
barreras, y a los sangrientos mo- lógica de Derrida pudiéramos
vimientos de revolución popu- reducir el Mein Kumpf (Mi lu-
lar” (citado e n Miller, 1992: cha), de Hitler, y convertirlo en
237-38),y dada la afirmación de un discurso sionista (Lehman,
Noam Chomsky de que él ‘hun- 1991: 238 y ss.).
ca había conocido a alguien Derrida se ha sentido obli-
que careciese tan completamen- gado a asumir también la
te de moral” (Miller, 1992: 201), causa del filósofo Martin
no se puede pasar por alto tales Heidegger, otra figura impor-
argumentos cuando se dice que tante por sus aportes al descons-
las consecuencias inmorales truccionismo y al postmoder-
provienen de sobredosis de ob- nismo, de quien se ha dicho
jetividad. que era un miembro entusiasta
Igualmente edificante es el del partido nazi (Wolin, 1992;
caso de Paul de Man, el funda- Farias, 1989; Sheedan, 1993).
dor del desconstruccionismo. Una vez más Derrida no ha es-
Sus comienzos fueron cuando el catimado manejos y trabalen-
tío, traidor y colaborador de los guas retóricos para librar de
enemigos de Bélgica, pagó pro- culpa al cretinismo moral que
paganda pro-nazi y antisemita hizo a Heidegger abrazar “la
para la radio belga durante la esencia y la grandeza del na-
Segunda Guerra Mundial. A zismo”. No es que el postmoder-
Paul de Man le debemos la doc- nismo sea necesariamente el
trina de que todos los textos li- precursor de un renacimiento
terarios no tienen un significa- fascista o neo-nazi, pero la his-
do único, descubrimiento que toria no ofrece razones convin-
fue recompensado con una cá- centes que respalden la exis-
tedra en Yale, donde De Man, tencia de los altos fundamentos

CC
morales que los postmodernis- Feminismo y anticiencia
tas se adjudican. El hecho es
que se exige una superioridad Ha llegado el momento apropia-
ética y moral de la subjetividad, do para hacer algunas observa-
y la indecisión de la historia ciones acerca d e la relación
frustra cualquier i n t e n t o d e entre el feminismo y el postmo-
responsabilizar a alguien por los dernismo. La antropología femi-
sufrimientos humanos; el ejem- nista constituye una tradición
plo actual más vivo es la apari- intelectual que busca estable-
,- ción de los llamados “deniers” cer un equilibrio entre las pers-
(negadores, contradictores), pectivas androcéntricas, las gi-
quienes aseveran ante la evi- necéntricas, las distintas teorías
dencia misma, que el holocaus- y las bases de datos. Si se tiene
to jamás ocurrió. Por encima de e n cuenta la preponderancia
todas las cosas, los reclamos de del androcentrismo en la antro-
preeminencia ética o moral de- pología durante los primeros se-
ben analizarse e n el contexto senta años del presente siglo, no
presente, donde los conflictos es de extrañar que a menudo el
étnicos, raciales y nacionalis- feminismo parezca dar paso a un
tas h a n tomado auge a nivel intento por sustituir el andro-
mundial. No se puede mirar el centrismo por el ginecentrismo
derramamiento de sangre y los (Harding, 1990). Llevaría mu-
sufrimientos que han traído es- cho más espacio del disponible
tos conflictos, a través de un comenzar a revisar los puntos
prisma lúdico, dejando a cada fuertes y débiles de las modifi-
una de las partes sus crimina- caciones específicas a las que
les ficciones persuasivas propias. han sido sometidas las teorías y
Para llevar a cabo cualquier em- bases de datos, bajo los auspi-
presa que se pueda llamar éti- cios feministas o como respues-
ca o moral, hay que saber qué ta a las críticas feministas. Pero,
hizo cada cual y contra quién; para entender esa revolución en
preguntas como quién disparó el relativismo y la anticiencia
el arma y quién fue la víctima, postmodernista, se debe hacer
exigen respuestas que no de- alguna aclaración general. Las
bemos dejarlas a la imaginación. teorías científico-positivistas en
Puede ocurrir que, en cuanto a lo referente al problema de gé-
los hechos concretos, una de las nero, se empobrecieron, cuan-
partes tenga la razón, que am- do no se volvieron crasamente
bas partes tengan la razón, o que contrafactuales, antes de que el
ambas se equivoquen. Pero sin feminismo entrara en auge. Las
hechos concretos es imposible feministas, ante esto, tendieron
sostener que no se está hacien- a asociar la ciencia con el an-
do lo correcto. drocentrismo, pues veían en las

c6
teorías científicas, trampas que la minoría que controla el mun-
los hombres diseñaban para con- do, necesitamos saber cómo fun-
fundir y debilitar a las mujeres ciona éste”. El feminismo tiene
(Gross y Levitt, 1994: 108 y ss.). poco que ganar si se pone de
Paralelamente hubo una reac- parte de la anticiencia. La an-
ción contra el marxismo: se de- tropología científica está en
cía que el marxismo, como gran medida, si no completa-
ciencia social, se concentraba mente, abierta a las investiga-
e n la explotación clasista, ciones feministas y a su contri-
mientras obviaba la explotación bución al mejoramiento de las
de género. Este es el concepto teorías antropológicas, si ellas
por el que los postmodernistas así lo aceptan. La respuesta in-
atacan la división de los indi- telectual más beneficiosa para
viduos en observadores y obser- la revelación de los prejuicios,
vados, además de la idea de intenciones ocultas e inseguri-
que la verdad es relativa, y que dades en cuestiones de antro-
el paradigma adecuado para pología, no es la toma de para-
materializar el proyecto femi- digmas que desde el comienzo
nista en la antropología parece prometan prejuicios mayores,
ser un andamiaje político (al- más intenciones ocultas o inse-
gunas feministas argumentan guridad total. Mucho mejor es
que, dentro del propio feminis- trabajar dentro de los límites de
mo, estas perspectivas ya habían los paradigmas científicos para
tenido un desarrollo anterior disminuir los prejuicios, hacer
independiente -Mascia-Lees, explícitas las intenciones ocul-
Sharpe y Cohen, 1989). Sin tas y reducir la inseguridad. Me
embargo, desde un punto de vis- parece que es a esto a lo que se
ta neopositivista, la respuesta refiere Sandra Harding cuando
feminista a las antiguas insufi- dice que si uno “se rinde al tra-
ciencias de las formulaciones tar de contar una versión ver-
científicas en cuanto a cuestio- dadera de la realidad, al mismo
nes de género es política y mo- tiempo estará tratando de con-
ralmente contraproducente. tar una versión falsa”. Para las
Como advierte Nancy Hertsock feministas cuyos intereses polí-
(1990: 159): “Para aquellos de ticos están por encima de todo,
nosotros que queremos enten- la adopción del programa post-
der de una manera sistémica el moderno augura consecuencias
mundo, con el fin de cambiar- sociales de las que la mujer sal-
lo, las teorías postmodernas ape- dría más perjudicada que favo-
nas nos sirven de guía ... recida (Mascia-Lees y Sharpe,
[Alquellos de nosotros que no 1993). Veamos por ejemplo: la
formemos parte de la raza, gé- relación entre las leyes del di-
nero o clase dominante, ni de vorcio y la pobreza de la mujer;

c7
la relación entre el aumento del lo que varios millones de inves-
número de mujeres dentro de la tigadores hacen para ganarse la
fuerza de trabajo y la crecida vida. ¿Realmente los detracto-
marginalización de los hombres res de la ciencia postmoderna
(denominados) “afroamerica- quieren decir, a los enfermos de
nos”, lo que acarrea que cada SIDA y de leucemia, que no
vez sean más los núcleos pobres existe ni existirá un tratamien-
cuya cabeza de familia sea una to objetivamente válido que
mujer negra; la reducida impor- cure la enfermedad? ¿Quieren
tancia que las feministas de cla- decirles a los físicos que es ob-
se media le otorgan a la dismi- jetivamente imposible saber si la
nución de los gastos (por fusión e n frío ocurre o no?
concepto de pago de impuestos, ¿Quieren decirle a los paneles
seguros, rentas, etc.) y la unión de 10s institutos nacionales de
de aquellas personas, lo mismo salud que se ocupan de analizar
hombres que mujeres, que los fraudes científicos, que no se
devengan un salario. Así como preocupen pues todos los datos
los teóricos soviéticos del mar- científicos son igualmente im-
xismo no pudieron calcular el provisados, subjetivos y cultural-
grado objetivo de la ineficien- mente hipotéticos?
cia de su economía programa- Los científicos apoyan los co-
da, los problemas aquí mencio- nocimientos que se obtienen de
nados no pueden identificarse ni acuerdo con los principios
mucho menos resolverse, con epistemológicos, no porque la
sólo filosofar acerca de la ciencia garantice verdades ab-
relatividad de la verdad, o so- solutas libres de prejuicios, erro-
bre la inexistencia de hechos res, falsedades, mentiras y frau-
concretos. des, sino porque la ciencia es el
mejor sistema creado hasta aho-
ra para reducir los prejuicios,
Inseguridad y caos en la física
errores, falsedades, mentiras y
A menudo los postmodernistas fraudes subjetivos. Como ocurre
plantean que incluso las cien- con el determinismo, la muerte
cias naturales han tenido que de la ciencia sería una increí-
abandonar la objetividad como ble exageración. Las alternati-
evidencia para aceptar la inde- vas para la interpretación inde-
terminación cuántica, la teoría terminista y subjetivista de
del caos y la causalidad no li- Haeissemberg o Bohr de la me-
neal (Plotnitsky, 1993: 6 y s ~ . ; cánica cuántica han estado al
Downey y Rogers, 1995), pero la alcance de la mano por largo
idea de que la objetividad ya no tiempo y llaman la atención
es un principio de la física, la cada vez más (Gross y Levitt,
química y la biología, choca con 1994: 261). Por su parte, la teo-

c8
ría del caos no nos conduce a una ficción (Marcus y Fisher,
renunciar a los sistemas deter- 1986; Sanjek, 1990: 394).
ministas, sino a aplicar un de- Sin embargo, las superficia-
terminismo probabilístico a fe- les formas de confiabilidad que
nómenos (tales como la se le admiten a la literatura et-
turbulencia hidrodinámica) que nográfica merecen toda una in-
hasta ahora parecían completa- terpretación pragmática dife-
mente impredecibles. Finalmen- rente. No sé si alguien e n el
te, tal como aclaran Gross y campo del postmodernismo ha-
, Levitt (ibíd.: 98) la noción de brá planteado que las descrip-
que las ecuaciones lineales son ciones etnográficas no pueden
la confirmación de la matemá- hacerse más confiables porque
tica postmoderna -Levitt ejer- un hechizo fatal en el universo
ce como profesor de matemáti- impide que dos o más etnógra-
ca e n Rutgers- es una fos empleen protocolos de inves-
tontería ... ya que, mientras la tigación semejantes, o que tra-
ecuación fundamental de la me- bajen a la vez e n una misma
cánica cuántica es lo que téc- comunidad. Cierto que h a n
nicamente se conoce como existido muchísimas empresas
ecuación diferencial lineal y etnográficas centralmente pla-
parcial, las leyes de Newton neadas en las que varios equi-
acerca de la mecánica celeste pos de etnógrafos han trabajado
se expresan por medio de un sis- juntos pero, aun así, raramente
tema de ecuaciones diferencia- las disertaciones y reportes fina-
les ordinarias definitivamente les han sido emitidos como el re-
no lineal. sultado de un trabajo colectivo.
Claro que todo esto nace de cir-
cunstancias del todo ajenas a las
Para hacer más confiable la
controversias epistemológicas
etnografía
del postmodernismo. La limita-
Debido a que los observadores da confiabilidad de la etnogra-
independientes tienen la posi- fía forma parte del propio dete-
bilidad de emplear unos los des- rioro de las ciencias sociales en
cubrimientos de otros, la obje- combinación con el individua-
tividad exige que los actos sean lista sistema de retribuciones
comparables. No obstante, tal académicas que impera en casi
como se apresuran a aclarar los todas partes.
postmodernistas, poco hay en la
literatura etnográfica que haya
sido retomado por otro observa-
La gestión humana
dor. Los etnógrafos casi siempre La aceptación de los puntos de
han trabajado solos y es por eso vista científicos deterministas
que la objetividad etnográfica es tiene su principal barrera en el

CO
falso concepto de que tales pun- nal alguna, ni alguien con quien
tos de vista les roban a los seres negociar. El enemigo de la ges-
humanos toda motivación por el tión humana no es el determi-
activismo político y social. Un nismo histórico, sino el orgullo
temor muy característico pare- fatuo de que todos los humanos
ce asaltar a los postmodernistas son igualmente libres de conse-
con sólo escuchar la palabra guir un mundo social en la di-
“causa”. Es como si con el mero rección que más le plazca.
hecho de hablar sobre las cau- Mi defensa de la ciencia y la
sas de la evolución socio-cultu- objetividad, no pretende ser una
ral, estuviéramos entregando a fachada que esconde el fracaso
nuestra especie a la esclavitud de la ciencia y la tecnología en
totalizadora de malignas teorías. su intento por mejorar la cali-
Pero si los procesos causales de dad de la vida humana. Si tu-
la historia resultan ser patrones viera que darle un nombre a
de pensamiento y comporta- este siglo que ahora termina, le
miento que se pueden advertir llamaría “el siglo de los sueños
(en el caso del pasado) y prede- frustrados”. Este siglo no ha lo-
cir, no es porque un sistema o grado que el mundo se convier-
fuerza teleológica supraindivi- ta en un sitio seguro para la de-
dual haya impuesto su voluntad mocracia; no han desaparecido
a los individuos, sino porque los la guerra, la pobreza o la explo-
individuos que se enfrentan a tación; ni ha mejorado el nivel
oportunidades y barreras simila- de vida de todos los hombres.
res tienden a tomar decisiones Además, gran parte de nuestra
semejantes que responden a sus decepción se deriva directa-
propios intereses. mente de las consecuencias im-
La libertad de los individuos, previstas e involuntarias de la
como se manifiesta en la capa- ciencia y la tecnología tales
cidad que posee cada cual para como la contaminación y la bu-
negociar o conseguir aquello rocracia a nivel de las compu-
que más le conviene, no crece tadoras (Marvin Harris, 1989:
porque se nieguen los aspectos 495 y ss.). No obstante, sería un
deterministas de la vida social. grave error concluir que sin el
El aumento de la libertad de- concurso de la ciencia y la in-
pende en gran medida del exa- geniería desde los comienzos del
men consciente de las oportu- siglo, ahora en los finales todo
nidades y barreras materiales, los hubiera sido mejor. Hasta que
costos y los beneficios tanto a quede comprobado que necesa-
corto como a largo plazo. Si la riamente el costo de la ciencia
vida social fuese tan caótica ha de exceder su beneficio, la
como dicen los postmodernistas solución para la “mala” ciencia
no podría haber decisión nacio- será una mejor ciencia (Reyn,

60
1994; D’Andrade, 1995; Mar- Nota: El presente artículo es
vin Harris, 1995). Esto se hace una adaptación del trabajo “La
especialmente evidente e n el crisis de la objetividad: una re-
caso de los efectos involunta- capitulación acerca del papel
rios, que serán evitables y reme- de la ciencia e n la sociedad”,
diables si se mejora y amplía la que se presentó e n la reunión
ciencia social como componen- anual de la American Associa-
te a la hora de valorar las con- tion for the Advancement of
secuencias de los cambios tec- Science, efectuada el 12 de fe-
nológicos. brero de 1993.

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i fi caci ón
en la cultura
musical cubana
MARíA ELENA VlN UEZA
’ Bantú: término aplicado
Para abordar el estudio de la in- Ahora bien, si analizamos la
a los pueblos que
cidencia bantú en la música po-
habitan el extenso bibliografía existente y tomamos
territorio del continente
pular tradicional cubana se
africano comprendido como base estadística los resul-
hace necesario establecer algu-
entre el extremo
sudoriental de Nigena y
tados ofrecidos por algunos in-
nas definiciones en cuanto a la
el Camenjn, en la costa vestigadores que han abordado
de Africa Occidental;
significación que pudo alcanzar
Kenia, en la costa del el análisis d e la información
Océano Indico, Africa
el componente bantú e n el
Oriental. y Namibia y conservada e n los archivos
&I sur. en ei
poblamiento de la isla de Cuba parroquiales y otros fondos do-
exlremo sur del
y el modo particular en que se
continente. Estos pueblos cumentales similares, quizás sea
evidencian un origen
incorporaron los elementos de
lingüistico común que ha posible establecer criterios un
llevado a los estudiosos
esa cultura al proceso de inte-
a considerarlos como el poco más objetivos sobre la com-
conglomerado
gración de la cultura cubana. posición étnica de la población
etnolingüístico bantú.
Numerosos investigadores han
Para el estudio del esclava e n diferentes regiones
awrte bantú a la cultura
coincidido en señalar a los pue-
cubana, resulta de del país. Es cierto que entre un
especial interés el
blos bantú’ como una de la tres
conocimiento del autor y otro se observan crite-
desarrollo histórico y
áreas africanas de mayor presen-
cultural de aquellos
rios muy variados e n cuanto a
cia y aporte en el proceso trans-
pueblos que durante el
tráfico negrero
nivel de exhaustividad en la bús-
cultural que dio lugar a las
estuvieron asentados en queda d e datos o el corte
la región de la cuenca
formas específicas de comporta-
del río Congo o iaire, cronológico adoptado; no obs-
por haber sido esta la
miento cultural del cubano, si-
principal zona tante, la comparación de sus ci-
tuando a este grupo en niveles muy
exportadora de esclavos
bantú hacia América: es
fras totales puede ser muy útil
próximos al aporte yoruba y cara-
decir, el pueblo bakongo para reflexionar sobre el peso
y sus vecinos más
balí. Sin embargo aún están por
cercanos. En la cuantitativo que tuvo el com-
actualidad este territorio
completarse los estudios demográ-
está dividido entre ponente bantú en la población
Angola. iaire y la
ficos que permitan demostrar ob- africana que se asentó en Cuba
República del Congo.
jetivamente la relación cuantita- desde el siglo XVI hasta el XIX.
MAR~A ELENA tiva entre los esclavos y libertos de La primera información esta-
VINUEZA
una u otra procedencia africana, dística a la que haremos refe-
Muslcóloga.
Dlrectora del su frecuencia en las distintas áreas rencia aparece publicada en un
Departamsnto del país, el comportamiento de es- artículo periodístico que firma
ds Música ds
Casa ds las tos índices en diferentes cortes o Gloria García bajo el título “ES-
Amkricas. períodos históricos. clavos africanos e n La Habana

67
del siglo XVI”. Ese es un momen- glo XVIII cuando se produce el
to aún temprano para el desa- incremento acelerado de la po-
rrollo de la población cubana y blación africana como fuerza de
la cantidad de africanos es bas- trabajo fundamental para la
tante reducida; sin embargo, de transformación y el despegue
una cifra total de 173 esclavos agrario que convertiría a Cuba
registrados en los documentos en uno de los principales pro-
notariales, 77 presentaban de- ductores del azúcar de caña du-
nominaciones étnicas del área rante el siglo XIX.
bantú, como angola o engola, De ahí que un mayor núme-
ambo (avambo o ambo) anchica, ro de autores dirijan su máxima
Esas tablas de bateque y congo (1982: 2).* Es atención al siglo XIX y en parti-
composición étnica
forman parte de decir, los esclavos d e origen cular a aquellos períodos de
artículos publicados o bantú representaban el 443% máxima actividad económica en
de estudios
inéditos de los autores del total de esa muestra. cada una de las regiones del país.
mencionados, según
puede encontrarse en De uno de esos esclavos ban- Ventajosamente al comparar sus
la bibliografía de este
trabajo. tú que habitaban La Habana del estadísticas podemos tener un
siglo XVI puede ser la referencia panorama bastante completo
que aparece e n una escritura que incluye información sobre la
otorgada en esta ciudad el 4 de composición étnica de la pobla-
agosto de 1586 donde se lee: ción africana de todo el país,
Declaración prestada por considerando ejemplos del ex-
Bartolomé López [...] ratifi- tremo más oriental, el centro y
cando la escritura de venta el extremo occidental de la isla.
a Pedro García [...] de un es- Así encontramos que en las
clavo negro llamado Pedro de tablas de composición étnica,
nación congo, de 30 años de publicadas por Rafael López
edad y por 250 pesos de diez Valdés en su artículo “Pertenen-
Dato aportado por la reales de plata cada cia étnica de los esclavos de
historiadora Natalia
Naola, a partir de su Durante el siglo XVII y hasta Tinguabo (Guantánamo) entre
trabajo de búsqueda en
el Archivo parroquia1 de
la primera mitad del siglo XVIII 1789 y 1844”, éste presenta un
la Iglesia Mayor de la población africana iría au- corte cronológico real entre 1791
Remedios.
mentando a un ritmo muy lento y 1840 y analiza una muestra de
en correspondencia con el pro- 3 328 esclavos, de los cuales 858
gresivo desarrollo económico de proceden de pueblos bantú
la isla. A partir de 1700 se auto- (26,57%), cifra que se desglosa
riza el establecimiento en La en: 813 congos (25,18%), 18
Habana de compañías france- ambundos (O,%%), 18 ovimbu-
sas e inglesas que se encarga- d u (0,55%) y 9 esclavos de
rían de satisfacer las necesida- Gabón y Boma (0,03%). La cifra
des de mano de obra esclava de esclavos bantú representa un
desde las costas africanas. Pero porcentaje muy elevado con res-
es en las últimas décadas del si- pecto a otras denominaciones y
6d
etnónimos que se registran, sien- mientras que los carabalí se re-
do solo superada por la cifra to- ducen a un 2,06% (1987: 27).
tal de africanos pertenecientes al El musicólogo Rolando Pérez,
grupo carabalí (47,74%), dada por su parte, estudia dos mues-
por la suma de esclavos carabalí, tras muy pequeñas de población
ibibio, ibo e ijaw (1986: 52). africana registrada e n el año
Por otra parte, la información 1868 en los ingenios trinitarios
computada por Nery Gómez y y sus resultados los ofrece en la
Manuel Martínez a partir de 13 monografía titulada El cabildo de
volúmenes del archivo de la Pa- Congos Reales San Antonio de Tn-
rroquia de Placetas, se obtuvo nldad. La primera se refiere a la
una cifra total de 493 negros dotación del Ingenio San Isidro
bautizados e n el período de Manacas que presentaba un
1817-1882, de los cuales 160 in- total de 140 esclavos, de los cua-
dividuos resultaron ser congos, les 61 eran congos, para un
para un 32,4%, índice más ele- 3 1,4%; de los individuos restan-
vado entre los esclavos de pro- tes, los lucumí y los gangá esta-
cedencia étnica conocida. Los ban en una relación equivaleii-
ibo y carabalí suman el 5,87% te de 30 esclavos cada uno, para
del total y los lucumí se redu- un por ciento respectivo del
cen al 3,8% con solo 19 indivi- 21,3%, y los carabalí solo esta-
duos. En este caso es interesan- ban representados en 12 indivi-
te resaltar que los gangá duos, para un 12,1%. En el caso
representan el 10,7% d e la de la dotación del Ingenio Río
muestra, siguiendo en número Abajo, la muestra es de 104 es-
a los congos (1986: 117-118). clavos; de ellos, 70 son congos
En la tabla de Carmen Gue- (66,7%) y su relación consecu-
rra e Invonne Núñez publicada tiva con otros grupos étnicos es
bajo el título de Denominaciones de 15 lucumí (14,3%), 10 gangá
étnicas de los esclavos bautizados (9,5%) y 5 carabalí (4,8%)
en la jurisdicción de Villa Clara, (1986: 9-11).
en el período comprendido en- Jesús Guanche y Doris Cés-
tre 1840 y 1870, de un total de pedes abordan en sus tablas la
582 africanos, 243 se identifican situación parcial de dos áreas de
como congos, representando el gran concentración esclava en
41,75%, lo que les convierte en la provincia de Pinar del Río. El
el grupo más numeroso de la primero de estos autores realiza
muestra con respecto a los otros un corte de la información re-
grupos étnicos registrados. En gistrada entre 1822 a 1870 en los
este caso son seguidos por los libros bautismales de la Parro-
guineanos con 167 individuos quia de Bahía Honda, y obtie-
(28,69%). Los lucumí presentan ne una muestra total de 1826
un 9,96% y los gangá un 6,87%, africanos, entre los que se en-

6c
cuentran 624 congos, que repre- un predominio de los congos
sentan el 34,17%, índice supe- [34,81%], tanto a nivel espacial
rior con respecto a los lucumí, ( de este a oeste) como acumu-
que representan el 30,67%, a los lativo del período, seguidos de
gangá con 12,87%, y a los cara- los componentes lucumí, aunque
balí con un 9,2% (1987). su peso específico disminuye en
La tabla de Doris Céspedes el área de Trinidad y Sancti Spí-
aparece como anexo a su traba- Titus’’ (1996: 61-62).
jo de diploma aún inédito y per- Por último queremos referir-
’- mite situar a los congos en una nos a las tablas consolidadas por
mayor proporción con respecto Gabino de la Rosa referentes al
a otras pertenencias étnicas. Su depósito de esclavos cimarrones
corte entre 1845 y 1860 arroja de La Habana, divididos en los
un total de 122 esclavos de na- períodos 1840 al 49 y 1850 al 54.
ción bautizados en la Parroquia Sumado los resultantes de am-
de San Joaquín, municipio de bos tenemos que de 5 131 cima-
San Luis. Los congos abarcan el rrones reportados, 4 038 se iden-
45% con 55 individuos, mien- tifican como africanos y de estos
tras que los lucumí solo repre- 954 son congos, lo cual significa
sentan el 13,11%, seguidos de un 23,62%. En orden descen-
los macua con un 8,19% y de dente se sitúan los gangá con un
los gangá con un 5,73%. En ese 20,2%, los lucumí con 14,16% y
caso los carabalí se reducen a los carabalí con un 10,97%. Es
un 1,14% (1986: 171). decir, que también en estos de-
Jesús Guanche, en su libro pósitos los congos ocupaban la
Componentes étnicos de la nación cifra más alta (1985: 87-88).
cubana, aporta otra tabla que Hasta aquí los datos estadís-
resume información de varios ar- ticos y como habrá observado el
chivos parroquiales de la región lector, sin un acuerdo previo, es-
centro-occidental de la isla en tos autores nos llevan por sepa-
el período de 1851-1860 y aun- rado a una significativa conclu-
que en sus cifras relativas se in- sión, por su relación cuantitativa
cluyen los datos de dos tablas con respecto a otros componen-
que ya he mencionado antes tes étnicos africanos, la presen-
-la de Carmen Guerra y la de cia del componente multiémico
Bahía Honda realizada por el bantú resulta mayoritaria en la
propio Guanche- aparecen tam- formación de la población cuba-
bién contemplados los archivos na y por ende es necesario consi-
parroquiales de Jesús del Mon- derar de modo muy particular su
te en La Habana y de Río Ay y incidencia en cualquiera de los
Espíritu Santo en Sancti Spíri- aspectos de la cultura material o
tus. Sus cifras relativas tal y espiritual del pueblo cubano. En
como observa Guanche “arrojan este sentido estamos de acuerdo

66
con la opinión de López Valdés de los vocablos más utilizados
cuando plantea: como indicador de este compo-
Existe un criterio general- nente fue congo y a la vez el vo-
mente aceptado por los estu- cablo congo asumió un conteni-
diosos aunque nunca proba- do multiétnico, que identifica a
do fehacientemente de que todos los aspectos de la cultura
en Cuba los aportes humanos material y espiritual de antece-
fundameqalmente proce - dente bantú que se desarrolla-
dentes de Africa tuvieron su ron en nuestro país y por tanto
origen en el territorio de la implica en primer lugar la diver-
actual Nigeria, mencionán- sidad de grupos y subgrupos
dose entre ellos a los yorubas étnicos del conglomerado etno-
y a los conocidos general- lingüístico bantú que se asen-
mente como carabalíes. Sin taron en la región de la cuenca
subestimar la riqueza de los del Congo durante la etapa del
aportes de los pueblos de esta tráfico negrero. De ahí que en-
área a la cultura cubana, las contremos el empleo de nume-
influencias bantú originadas rosos etnónimos y denomina-
en zonas de Africa Occiden- ciones étnicas para señalar a los
tal al sur del Ecuador fueron esclavos bantú en Cuba, pero el
sin duda las más sostenidas, término congo resulta en el más
desde los primeros tiempos de frecuente, porque no solo fue
la colonia hasta las postrime- utilizado como etnónimo para los
rías del comercio de esclavos. individuos pertenecientes al
Además, desde el punto de pueblo congo o bakongo, sino
vista cuantitativo los compo- que fue aplicado como denomi-
nentes étnicos de población nación étnica a todos aquellos
bantú mantuvieron un peso esclavos embarcados por puertos
específico de relevancia en situados en la desembocadura
las cargazones de los buques del río Congo o Zaire, con in-
negreros con destino a la dependencia de su procedencia
Isla. Es válido por consiguien- étnica o regional.
te plantearse la hipótesis de En las tablas estadísticas se
que entre las influencias hacía mención de algunos etnó-
africanas, las de origen ban- nimos y denominaciones étnicas
tú jugaron el papel más des- correspondientes al área bantú
tacado en el proceso de for- a las que se puede agregar otras
mación de la cultura popular como ambaca, luango, mumbo-
indiana-criolla-cu bana ma, musolongo, musunde,
(1986: 41). masinga, congo real, congo
Otro aspecto que no debe- entotela y congo angunga, es-
mos desconocer en el análisis de tos tres últimos utilizados para
lo bantú es el hecho de que uno distinguir a los individuos que

67
procedían de la región donde La situación de Cuba como
estaba situado el centro del po- importadora de mano de obra
der político del reino Congo; es esclava y la participación soste-
decir, la ciudad Mbanza Con- nida de la cuenca del Congo en
go, actual San Salvador en la el tráfico negrero, propiciaron
República Popular de Angola. que aun e n fechas muy cerca-
Fernando Ortiz, en su libro Los nas a 1880 arribaran a la isla
negros esclawos, registra también hombres y mujeres jóvenes de
como congos o bantú los esa pertenencia étnica. Al pro-
,- términos banguela, biringoyo ducirse el proceso de abolición
(bangoyo) , basongo, cabinda, de la esclavitud entre 1880 y
mayombe, munyaka, bambala, 1886, esta población africana
musumbo, musoso y musundi tuvo que adaptarse a las nuevas
entre otros (1975: 41-50). condiciones de vida y de traba-
Debemos considerar por tan- jo generadas por el estableci-
to, el desarrollo cultural especí- miento definitivo del modo de
fico de los pueblos bantú que producción capitalista. Algunos
aportaron hombres a Cuba, sus de estos antiguos esclavos per-
prácticas músico-danzarias rela- manecieron vinculados a las la-
cionadas c o n las funciones bores agrícolas, mientras que
rituales o recreativas de la co- otros emigraron a los centros
munidad, así como las concep- urbanos e n busca de mejores
ciones filosóficas y estéticas so- fuentes de trabajo y se estable-
bre las que se asentaba el cieron en sus barrios periféricos.
horizonte cultural del hom- En este último grupo los congos
bre bantú durante el período en y sus descendientes tuvieron
que la trata y el colonialismo una marcada presencia y su nú-
truncaron su desarrollo. mero en algunos casos fue tan
Otro aspecto a tener en cuen- significativo que el resto de la
ta es el fenómeno de la concen- población acostumbró a denomi-
tración de individuos de una u nar con el término de conguería
otra procedencia étnica o regio- el área donde estos situaron sus
nal en el medio socio-cultural viviendas.
cubano; las posibilidades que es- Como resultado de esa pre-
tos tuvieron para su consolida- sencia de los congos en toda la
ción grupa1 en la estructura de región centro-occidental, abun-
cabildo de nación o cualquier dan los testimonios sobre sus
otra forma de agrupamiento es- características físicas, usos y cos-
table, y el hecho de que porta- tumbres, e incluso sus descen-
dores directos de la cultura mu- dientes más cercanos logran
sical bantú estuvieron presentes aportar datos que contribuyen a
en la sociedad cubana hasta una precisar el origen étnico o re-
etapa muy avanzada del siglo xx. gional de esos individuos. Los

68
datos bibliográficos, especial- lena, San José de las Lajas,
mente aquellos que ofrecen las Quivicán, Nueva Paz, Madruga,
obras de Fernando Ortiz, tam- Santa Cruz del Norte y Melena
bién nos ayudan a situar regio- del Sur; se señaló además la pre-
nes donde los congos tuvieron sencia de cabildos congos en las
una mayor relevancia. localidades d e Nueva Paz,
Unos y otros coinciden en Canasí, San Nicolás de Bari y
señalar las décadas del treinta Quiebra Hacha. Es en esta últi-
y el cuarenta como período en ma donde aún se conserva como
que fallecieron los últimos afri- tradición activa la fiesta del
canos, aunque por excepción Kinfuiti.
algunos ya muy ancianos alcan- En la Ciudad de La Habana
zaron la década siguiente. la información de campo resul-
El máximo volumen de la in- ta aún escasa, los datos se limi-
formación que hemos podido tan a los municipios de La Lisa,
reunir se refiere a las provincias Marianao, el Cerro, Boyeros y
de Pinar del Río, La Habana, Regla, sin que se hayan encon-
Matanzas, Villa Clara, Cienfue- trado rastros de los antiguos ca-
gos y Sancti Spíritus, lo cual co- bildos congos registrados en do-
rrobora el criterio expresado cumentos del siglo pasado, entre
anteriormente sobre la corres- los que se encuentran un cabil-
pondencia entre las zonas de do congomecomba (1808-1810),
producción azucarera del siglo un cabildo de congos musulun-
XIX,la concentración de pobla- gos (1803-1806) y un cabildo de
ción bantú y la presencia de ele- congos reales Santo Rey Mel-
mentos de ese antecedente cul- chor (1865), mencionados en la
‘ Los datos que se tural en la práctica musical y compilación documental de José
ofrecen están basados
en la información danzaria de nuestro pueb10.~ Luciano Franco sobre los fondos
obtenida para el tema
“Estudio de la cultura Así tenemos que en Pinar existentes en el Archivo Nacio-
musical bantú en Cuba
y Angola”. desarrollado
del Río se recuerda la presen- nal (1972: 285-287). Ortiz, por
por la autora de este cia de congos en los municipios su parte, señala un cabildo con-
artículo desde 1984,
como parte de su labor de San Juan y Martínez, San go angunga en el barrio de Je-
dentro de)
Departamento de Luis, Pinar del Río, Consola- sús María, un cabildo de con-
Investigaciones del ción del Sur, Los Palacios, Can- gos mundamba, un cabildo de
Centro de Investigación
y Desarrollo de la delaria, Bahía Honda, Mantua congos masinga y un cabildo
Música Cubana
(CIDMUC). Se basa en y Viñales, en ellos se observa mungoma, los cuales al parecer
las investigaciones de
campo realizadas a lo
como manifestación músico- desaparecieron a finales del si-
largo de todo el país
entre 1981 y 1991 con
danzaria más extendida el bai- glo pasado o en los primeros años
la colaboraci6n de los le del tambor yuka. del actual (1955).
investigadores Rolando
Pérez. Carmen María En la provincia de La Haba- La provincia de h/latanzas,
Sánez. Laura Vilar na el área histórica de población por constituir una de las regio-
Áivarez, Victoria El¡.
Jesús Guanche. Ana conga se extiende por los muni- nes de mayor concentración de
Casanova Oliva y
Zobeida Ramos. cipios de Mariel, Güira de Me- esclavos africanos en el siglo XIX,

60
tuvo que presentar un elevado ta las primeras décadas del si-
índice de población bantú, glo actual, así como la existen-
fundamentalmente en la región cia de un cabildo congo funda-
central; es decir, los municipios do en 1881 y ya desaparecido
de Unión de Reyes, Pedro (1984: 1). Las investigaciones de
Betancourt, Limonar, Perico, campo en esta provincia fueron
Jovellanos y Colón, extendién- escasas, por lo que del resto de
dose hacia Calimete y Los su territorio solo tenemos refe-
Arabos por el sur y a Martí por rencias aisladas sobre congos en
el norte. Miguel Barnet, en su la región de Rancho Veloz,
artículo sobre los cultos congos Ranchuelo y La Esperanza. En
de origen bantú en Cuba, seña- esta última, por el empleo de
la que en Matanzas hubo cabil- tambores yuka dentro de una
dos congos musundi y loango, fiesta familiar dedicada a la Cruz
(1982: 21), así como Israel de Mayo.
Moliner plantea que la ciudad Sancti Spíritus fue al pare-
de Matanzas contó en el siglo cer una región de una alta con-
pasado con un amplio número centración de congos, ya que en
de cabildos congos y que fue el todos los casos su presencia está
centro de los llamados congos asociada a la existencia de ca-
reales (1976: 57). Sin embargo, bildos. De ese modo tenemos
ninguna de estas instituciones cabildos congos en Condado,
mantiene vigencia. Lo mismo Sancti Spíritus, Paredes y Gua-
ocurre con los cabildos o sacie- simal, los cuales mantuvieron su
dades de congos que los infor- actividad hasta hace tres o cua-
mantes han señalado en los tro décadas. En el caso del ca-
municipios de Martí, Limonar, bildo de Guasimal resulta muy
Jovellanos y Jagüey Grande. significativo el dato de que sus
En Villa Clara todos coinci- integrantes eran de nación
den en el criterio de que fue cambaca; es decir, de la región
Sagua la Grande el área más Ambaca en la actual República
favorable para la conservación Popular de Angola. También es
de las tradiciones religiosas y importante señalar la existencia
artísticas que generaron los aún activa del cabildo de con-
congos en esta localidad, de ahí gos reales San Antonio en la ciu-
que todavía se puedan observar dad de Trinidad.
las celebraciones rituales festi- En la provincia de Cienfue-
vas del cabildo kunalungo o So- gos los congos fueron mencio-
ciedad San Francisco de Asís. nados por los informantes en los
En Remedios, en 1985, la histo- municipios de Aguada de Pasa-
riadora Natalia Naola nos apor- jeros, Palmira, Abreus, Cruces,
tó datos sobre la presencia de Lajas y Cienfuegos, especificán-
congos desde el siglo XVII y has- dose en algunos casos la proce-

70
dencia étnica o regional de es- investigadores, como Rómulo
tos congos con los términos de Lachatañaré, Fernando Ortiz,
luango, angunga, mboma, y con- Argeliers León y Danilo Orozco;
gos portugueses. Incluso pode- sin embargo, en las investigacio-
mos citar el caso de una conga nes de campo realizadas duran-
angunga fallecida en 1962 a los te la década del ochenta solo en
116 años de edad cuyo nombre las provincias de Guantánamo
completo es recordado por su y Santiago de Cuba encontra-
nieto Rolando Rodríguez como mos referencias directas. En la
,- Ndinga Casanga Nkuata Kitam- primera, el músico e investiga-
ba. Los antiguos cabildos con- dor ya fallecido Rafael Inciarte,
gos en Cienfuegos fueron ubica- nos brindó información sobre tres
dos en las localidades de Cruces, conguerías que antiguamente
Lajas, Cienfuegos y Palmira; este estuvieron situadas en la Loma
último es el único que mantie- del Chivo y que desarrollaron sus
ne vigencia. fiestas hasta las primeras déca-
El resto del temtorio nacional das de nuestro siglo.
no ha sido objeto de una inves- En el municipio santiaguero
tigación de campo intensiva en de San Luis, hasta hace poco
cuanto a la búsqueda de presen- tiempo se conocieron descen-
cia bantú. Solo en el caso de la dientes directos de congos, con-
provincia de Ciego de Avda po- servándose aún restos de lo que
demos afirmar una casi total au- fue su cabildo.
sencia de descendientes de con- En el resto del territorio es-
gos, así como de manifestaciones tudiado se observan rastros de
músico-danzarias o agrupaciones la cultura bantú en numerosos
más apegadas a ese antecedente. aspectos de la práctica musical,
En Camagüey conocemos por re- pero los individuos entrevista-
ferencias bibliográficas de la exis- dos no recordaron la presencia
tencia en el siglo pasado de dos de congos ni lograron identifi-
cabildos congos, el primero reco- car con ese antecedente a nin-
nocido como de congos finos si- guno de los instrumentos que
tuado en la calle Rosario no. 56 utilizan. Creemos que esto se
(actual no. 213) y el segundo un debe a que el arribo de la po-
cabildo de congos luango en la blación africana a la zona orien-
calle San Lorenzo no. 38, pero no tal cesó más tempranamente
sabemos en qué estado se en- que hacia occidente, y se pro-
cuentran estas instituciones dujo, ya hacia finales del siglo
(García, 1984: sp). pasado, un mestizaje étnico y
La influencia del componen- cultural cuyo resultado -ya na-
te bantú e n la población y la cional- es el que toman nues-
cultura de las provincias orien- tros informantes para situar sus
tales ha sido planteada por otros propios antecedentes.

71
En la música, la danza y la económico y socio-cultural ad-
organología de la región orien- verso, sus respuestas culturales
tal del país el aporte bantú apa- fueron múltiples y diversas,
rece con un mayor nivel de sín- estabilizando en el decursar his-
tesis y de integración a lo tórico aquellas concepciones
cubano, y si bien con frecuen- éticas, filosóficas y artísticas que
cia no pueden definirse estilos fueran válidas dentro del con-
de baile, de canto o de toque texto peculiar de cada núcleo
claramente identificados con un humano. Y en ese sentido vale
,- modelo antecedente como su- recordar que esa tendencia a la
cede e n occidente, digamos diversidad de respuestas cultu-
yuka, makuta, kinfuiti, palo u rales tiene su base en la propia
otro, los modos de elaboración esencia histórica y filosófica del
expresiva del pensamiento mu- hombre bantú, la cual queda
sical bantú se revelan en las for- ampliamente explicada por el
mas de segmentación del discur- Dr. Argeliers León en la cita que
so musical, de acentuación y se ofrece a continuación:
complementación rítmica, de En el caso de los hombres
distribución tímbrica y de fun- que recibieron el amplio etnó-
cionalidad musical de cada in- nimo de congos [...] lo indivi-
tegrante de un conjunto instru- dual regional tomaba caracte-
mental para la realización de res más marcados que para los
géneros y estilos tan propios de grupos guineanos [...]. Los con-
la región como el son y el gos quedaban ubicados en una
changüí. Solo a modo de ejem- región geográfica muy segmen-
plo podemos citar las observa- tada, con accidentes q u e
ciones del Dr. Danilo Orozco en ofrecían grandes barreras limi-
su estudio de formas primarias tantes, peculiares accesos o sin-
del son y su análisis del reperto- gulares vías migratorias, donde
rio musical tradicional de la fa- el intercambio de productos di-
milia Valera Miranda en la re- ferentes creó formas de relacio-
5 Puede consultarse y gión del Cauto.5 nes administrativas, diferentes
escucharse los
comentarios del La diversidad o presencia de a las de dependencia, tributa-
Dr Danilo Orozco en múltiples modelos de comporta- ción y dominio de la región oc-
Antología integral del
son: familia valera miento ritual y de elaboración cidental. Con fácil producción
Miranda. bases
históricas, volumen I , inusical, danzaria y organológi- de gramíneas que coiisricuye-
L ~ i f :gtf:~; ~ g ca,
~ se~ convirtió
~ ~ en un compor- ron desde temprano posibilida-
tamiento regular para los nú- des peculiares de acumulación
cleos o prácticas culturales de primaria en las economías re-
los congos y de su descenden- gionales y locales -economía
cia cubana. Del inismo modo de granero y cultura de grane-
que debían adaptarse a las con- ro se ha dicho-, los hombres
diciones de vida de un medio de este vasto conglomerado

72
convergente a la red fluvial del Este fenómeno de diversidad
río Congo, estuvieron condicio- también se observa en las prác-
nados a reflejar una naturaleza ticas musicales y danzarias de
que se mostraba en mosaico. El los núcleos de congos o descen-
río no era una corriente unita- dientes y en especial se refleja
ria de agua, eran varios y dife- en las características de sus ins-
rentes tramos: tal trecho era fá- trumentos musicales debido a
cilmente navegable, otro era que, como objetos materiales
turbulento [...]. No tuvieron que son, estos pueden conservar
que crear un dios para reflejar, de manera más estable las con-
como tropo figurativo, el río, cepciones estéticas y los princi-
sino que reflejaron segmenta- pios de construcción, forma y
damente, las fuerzas diferentes función que aplicaron sus reali-
con que a cada uno se le mos- zadores. El instrumento musical,
traba un agua. Así toda la como portador de una cultura
naturaleza se le ofrecía segmen- determinada, nos muestra tam-
tadamente, el viento, cambian- bién las transformaciones tecno-
te con solo subir una meseta; la lógicas y las soluciones construc-
vegetación, el clima; y eran cir- tivas que músicos africanos y
cunstancias que se reflejaban cubanos aplicaron en cada mo-
como estados dependientes y mento de su desarrollo cultural
que incidían en el hombre en hasta nuestros días.
momentos distintos, y para re- En correspondencia con la
presentarlos y dominarlos en tal variedad de cabildos congos que
heterogeneidad no podía recu- se mencionan en los testimonios,
rrir a un tropo figurativo gene- archivos y datos bibliográficos,
ralizador, sino a tropos nomina- debió existir en el siglo pasado
les -nominales d e tales una gran cantidad de expresio-
estados- y adjudicados, como nes artísticas de origen bantú y
cualquier nominativo, a cual- un nutrido arsenal organológico
quier objeto, pequeño, manual, del cual no en todos los casos han
manejable y tomado e n s u quedado huellas.
convencionalidad, como atri- Por ejemplo, Fernando Ortiz,
buto y representante de cada es- en su libro en cinco volúmenes
tado que le afectara en un mo- Los instrumentos de la música
mento o situación dada. El afr ocu bana , of r e c e a 1g u nos
objeto de sus creencias se cifró ejemplos de instrumentos de an-
en el control mágico [...] de las tecedente bantú que deben ha-
múltiples circunstancias que se ber desaparecido a finales del
le oponían como fuerzas que pasado siglo o principios del ac-
había que dominar mediante tual. Ese es el caso del palo
los recursos que brindaba la ac- mumboma, idiófono de madera
ción mágica (1986: 78). de gran tamaño utilizado en un

7 2
cabildo del mismo nombre que sujetaban el aro del par-
(1952, v. 111: 143-146), o de los che y anudarlos cada vez que
instrumentos de los cabildos se tensaban. Un poco de
mundamba y mungoma que se- agua sobre esos cordeles iba
gún viejos informantes eran muy en aumento de la tensión.
similares a los tambores yuka, Con un grupo de dos o tres
pero se reconocían especí- de estos tambores se ejecu-
ficamente como tambores mun- taba un baile que era carac-
damba y tambores mungoma. terístico de los masingas
,- Un caso más significativo es (1952, V. 111 : 457-458).
el que refiere Ortiz como tam- Esta información brindada
bor masinga, perteneciente a un por Ortiz nos hace reconsiderar
cabildo congo situado en el pa- algunos datos obtenidos por no-
sado siglo en Jesús Peregrino, sotros durante investigaciones
entre Marquéz González y San- de campo en la Ciudad de La
tiago, en la Ciudad de La Ha- Habana y Matanzas. Se trata de
bana. Su tipología corresponde un dato aportado por un infor-
Entrevista a Armando al sistema de tensión por mem- mante de Regla6 sobre antiguos
Palmer Barroso (1900),
Reala 1982. Colección brana atada muy poco frecuen- tambores de cuero amarrado,
del Departamento de te entre los grupos bantú que se parecidos a los enchemi -se
Investigaciones
Fundamentales, desarrollaron en Cuba: refiere a los boncó enchemiyá
CIDMUC.
Era un tambor unimenmbra- del conjunto biankomeko-
nófono, abierto, de caja que se utilizaban para tocar
enteriza, larga y troncónica palo, lo cual bien puede tener
y de un metro de longitud. relación con esos tambores ma-
Su tensión era de cordajes singa o de una tipología simi-
simples. Su cuero, fijo por un lar; y por otra parte de un tam-
aro en la boca ancha, se unía bor observado y fotografiado en
mediante sendos tirantes Jovellanos que según nos dijo
’ Entrevista a Juana sueltos, uno a uno, es decir su dueña,7 era utilizado por su
Castillo (1918),
Jovellanos 1981. sin formar enjicado eii zigzag difunto esposo en los toques de
Departamento
Colección del
de ni de red o -cadeneta, con palo. En 1981 ese instrumento
Investigaciones una faja, fajón o lazo de cor- ya estaba muy deteriorado, la
Fundamentales,
CIDMUC. del que en sentido horizon- membrana había sido cortada,
tal ceñía la caja del tambor pero aún se conservaba el sis-
como a un tercio de su lon- tema original de tensión. Era un
gitud en su parte estrecha e tambor de caja tubular, cilín-
inferior cerca de la base. drica, con la membrana sujeta
Cada tirante bajaba del cue- por un aro de cáñamo y tensa-
ro al fajón y se ataba a este da por tirantes enlazados des-
con un nudo. Para tensar el de el parche hasta unas argo-
cuero había que tirar apre- llas de metal que estaban
tadamente de los cordeles insertadas o clavadas en la re-

74
gión central de la caja de ma- Fue un baile que desapareció en
dera. la década del veinte aproxima-
Hasta el momento, la tensión damente.
por membrana atada entre gru- Entre los datos que aporta
pos de antecedente cultural ban- Ortiz también podemos encon-
tú en Cuba, solo ha sido estudia- trar el empleo de cordófonos
da en los tambores de cuñas del simples en celebraciones ritua-
cabildo de congos reales de Tri- les de los congos, de los cuales
nidad, a los cuales el licenciado no hemos logrado encontrar
Rolando Pérez le dedicó un mi- ninguna huella durante las
nucioso análisis histórico y investigaciones de campo. Men-
organológico que demuestra que ciona la burumbumba como mo-
eran resultado de un complejo nocorde muy usado por los con-
proceso de transculturación ban- gos en Vueltabajo y en el sur de
tú-carabalí (1986). Sin embargo, la provincia de La Habana “para
la existencia de los tres casos de sacar cantos” (1955: v.V 21), y
tambores atados antes señalados el uele, otro monocorde que solo
nos lleva a considerar la posibili- se utilizaba durante ciertos ri-
dad de que en Cuba también se tos secretos y funerarios de los
reconstruyera alguno de los tipos congos y que como tradición
de tambores atados propios de la procede de Loango y del Congo
región del Bajo Congo, aunque (1955, v. V: 24), aunque no pre-
su presencia no perdurara de cisa el área de empleo en Cuba.
modo significativo. Si comparamos la función
En cuanto a la masinga como social y musical de estos cordó-
manifestación músico-danzaria fonos en su área de procedeii-
solo hemos encontrado informa- cia y su empleo en C u b a ,
ción entre los descendientes del observaremos que en Africa,
antiguo cabildo congo de Cana- monocordes similares tienen un
sí. Ellos lo describieron como un uso generalizado y acompañan
baile de parejas muy alegre que el canto fuera de todo marco ri-
era realizado solo por los congos, tual, mientras que en nuestro
y que incluía el gesto de “vacu- país su función social quedó re-
nao”. En este caso se acom- ducida a reforzar las acciones
pañaba con los mismos tambo- mágico-religiosas de determina-
res de la makuta y su aspecto dos agrupamientos de antece-
más significativo era el uso de dentes bantú en regiones muy
un zumbador denominado tam- específicas de la isla. Es decir,
bién masinga que consistía en que en aquel medio donde el
una varilla de madera de unos instrumento se conservó por un
15 cm de largo aproximadamen- tiempo también limitado, su va-
te, con plumas de ave atadas en lor como elemento mágico
el extremo inferjor de la varilla. prevaleció por encima de sus po-

7c
sibilidades musicales. Es perfec- mientras que en los agrupamien-
tamente lógico que eso ocurrie- tos de las poblaciones pequeñas,
ra en Cuba, ya que para el resto e n un mismo conjunto instru-
de las necesidades de acompa- mental debieron concentrarse
ñamiento melódico del canto, el todas las necesidades musicales
africano, y fundamentalmente del grupo. De ahí que los infor-
su descendencia cubana, en- mantes señalen el empleo de los
contró en la tradición hispana tambores makuta para acompa-
una amplia gama de instrumen- ñar distintos tipos de danzas del
tos de cuerdas de la cual se apro- cabildo, así como el uso de tam-
pió y puso e n función de sus bores yuka e n sustitución de
propios intereses expresivos, ha- conjuntos de verdadero carác-
ciendo del tres, la guitarra y el ter ritual.
contrabajo instrumentos de su La práctica cotidiana llevó
propio consumo. a establecer determinados for-
La composición étnica de matos instrumentales que se
cada cabildo o agrupamiento de convirtieron en modelos para los
origen bantú y el predominio portadores de estas manifesta-
numérico o jerárquico de uno u ciones populares, y la propia tra-
otro grupo, debieron incidir e n dición impuso una determinada
que se perfilaran determinadas composición instrumental, la
expresiones músico-danzarias, definición de las funciones mu-
algunas generalizadas en todo el sicales y sociales de cada instru-
territorio centro-occidental del mento dentro del conjunto y las
país, como la yuka, la makuta, del conjunto dentro del grupo
el maní y las fiestas de paleros; humano, así como la terminolo-
otras más localizadas como el gía para identificar el todo y las
kinfuiti; otras muy limitadas partes. Sin embargo, e n cada
como la masigna, a la que ya hi- una de las regiones donde estos
cimos referencia. instrumentos o conjuntos instru-
De acuerdo con las necesi- mentales se desarrollaron, la
dades y posibilidades reales de tradición actuó de modo parti-
cada grupo, debió ocurrir una cular generando numerosas va-
readecuación en el número y la riables, sin que por ello se per-
diversidad de los instrumentos diesen los rasgos esenciales para
musicales o conjuntos instru- la identificación de un mismo
mentales. En aquellos cabildos objeto o fenómeno artístico.
de mayores posibilidades mate- En el caso de los membranó-
riales, generalmente situados e n fonos, se desarrolló fundamen-
los grandes centros urbanos, se talmente la tipología de tambo-
pudo emplear tambores de di- res c o n tensión por cuero
verso tipo según las ocasiones de clavado, que, según expresa
celebración laica o religiosa, Bernhardt Ankermann, está

76
presente en un territorio que aproximan fundamentalmente a
abarca la mitad meridional del modelos camprendidos en la pri-
continente africano y se extien- mera y teroera de las formas re-
de por la costa occidental hasta gionales propuestas.
alcanzar la región de Loango En cuanto a los idiófonos, ya
(1901). En sus estudios sobre los ha sido señalado por otros
tambores del Congo Belga, Olga investigadores que en nuestra
Boone señala que los tambores isla no se difundieron los gran-
de cuero clavado cubren más de des idiófonos de madera que se
la mitad de ese territorio y son acostumbraban a utilizar entre
utilizados por los pueblos que ha- los pueblos de la región norte
bitan en su región sudeste, el del río Congo o Zaire (reino de
Bajo Congo y una parte interior Ngoyo, Kakongo y Loango) y
de la gran curva del río Congo que aún en 1984 nosotros pu-
(1951: 92). Durante las investi- dimos observar en una de las al-
gaciones de campo realizadas deas visitadas en la región sel-
por nosotros en la República vática de Mayombe, provincia
Popular de Angola, pudimos de Cabinda, República Popular
comprobar que este sistema de de Angola. Con excepción del
tensión también prevalece en las palo mumbona señalado por
norteñas provincias de Zaire y Ortiz, no hemos encontrado
Uige, habitadas por población ninguna otra referencia al uso
En enero y febrero de bakonga y ambundu.8 de este tipo de idiófono en los
1984 realizamos
investigaciones de En sus observaciones, Olga conjuntos instrumentales de los
campo en la República b o n e señala que el sistema de cabildos, sociedades u otro tipo
Popular de Angola.
como parte de los tensión por cuero clavado no se de agrupamiento de congos. No
objetivos trazados en el
tema de investigación aplica de la misma manera en obstante, tanto en los conjun-
'Estudio de la Cultura
musical bantú en Cuba todas partes, siendo también tos de La yuka como de la ma-
y Angda". Como área variable la forma de la caja de kuta, está presente la función
de estudio fue tomada
la región noite del país, resonancia (1951: 92). De ahí musicai de esos instrumentos
dividida entre las
provincias de Cabinda, que reconozca tres formas regio- en el repiqueteo que se produ-
Zaire y Ulge. Por la
parte cubana
nales que denomina forma del ce con dos percutores sobre la
participamos en esta Bajo Congo, forma Katanga y for- superficie de madera de uno de
investigación el Lic.
Rolando PBrez y la ma Ecuatorial. Cada una de es- los tambores, acción que inclu-
autora de este trabajo.
tas incluye otras variantes de so en determinadas zonas del
unimembranófonos y bimembra- país -Pinar del Río, por ejem-
nófonos de membrana clavada; plo- se identifica con el térmi-
sin embargo, en una primera re- no koko, que coincide con el
lación comparativa con las fo- nombre que se aplica en la sel-
tos y láminas que esta autora va de Mayombe a u n gran
ofrece, podemos definir que los idiófono de madera que se em-
tambores de antecedente ban- plea para hacer música o para
tú conservados e n Cuba se enviar mensajes sonoros.

77
También se observa en Cuba ron más apegados al anteceden-
el empleo de idiófonos de hie- te cultural bantú, vamos a ob-
rro percutidos con una función servar como regularidad una
musical similar a los ngongue de composición tímbrica y frecuen-
los bakongos de Angola, pero en cial en tres planos bien diferen-
este caso el instrumento ha sido ciados como agudo, medio y gra-
materialmente sustituido por ve, en la cual se establece una
utensilios de trabajo agrícola, relación directa entre las nece-
como la hoja de la azada (gua- sidades técnico-expresivas del
’- taca) o el diente de arado. complejo sonoro y las posibilida-
Entre los tocadores de la des físico-acústicas del instru-
yuka y la makuta se conservó, mento utilizado para hacer la
además, el uso de las pequeñas música. El plano más agudo es
maracas de pulsera que deno- ocupado por un idiófono de ma-
minaban nkembis o nzansi, de dera o metal, o ambos inclusi-
modo muy similar a las utiliza- ve, con figuraciones muy cortas
das por los tamboreros que y repetitivas; el plano medio es
acompañaban las danzas de ocupado por uno o dos membra-
makinu ma-ngoma que vimos nófonos encargados de esta-
bailar en la provincia angolana blecer en su figuración rítmica
de Uige. la base metro-rítmica para el
En el caso de los aerófonos, discurso musical que en el pla-
no vamos a encontrar en Cuba no más grave asumirá el instru-
el uso de los grandes o peque- mento improvisador.
ños instrumentos bantú que res- Esta distribución en tres pla-
ponden a este principio acústi- nos es una constante a partir de
co, a no ser por el traslado que la cual cada tipo de conjunto
se hace ya en el siglo xx de los instrumental asume un compor-
vaccines haitianos, resultantes tamiento particular, basado en
de un proceso transcultural en un complejo sistema de relacio-
ese pueblo vecino. Sin embar- nes rítmicas que se ha ido en-
go, la misma intención funcio- riqueciendo o simplificando a
nal de los aerófonos que vimos través de varias generaciones
integrar un conjunto de Man- de tocadores cubanos, pero que
bungo en la región de Uige, es responden e n su comporta-
la que justifica el empleo de miento metro-rítmico a deter-
aquellas botijas de barro que minadas guías temporales o 1í-
como aerófonos se incorporaron neas de tiempo de distribución
al conjunto de son y que preci- métrica binaria o ternaria de
samente se identificaron con el acuerdo con antiguos modelos
término de botijuela o bunga. bantú.
En el caso de los conjuntos El acompañamiento del can-
instrumentales que permanecie- to y de la danza constituye la

78
función fundamental de estos nados hasta el momento, los
conjuntos instrumentales, a lo tambores makuta, yuka, palo y
cual se suma la función mágica kinfuiti son el resultado más in-
que se le atribuye a algunos de mediato d e u n proceso d e
ellos, como es el caso de los tam- reconstrucción cultural de con-
bores makuta, kinfuiti, el tam- cepciones organológicas antece -
bor de nganguleros o los ngoma dentes, y la función práctica de
o tambores de palo que históri- esos instrumentos aún corres-
camente han estado vinculados ponde a las exigencias estéticas
a las prácticas religiosas. y técnicas de los congos inser-
En la actualidad son cada vez tados en el medio cubano y de
más escasos los núcleos huma- los cubanos formados estética-
nos o agrupamientos de descen- mente dentro de esa tradición
dientes de congos que aún man- cultural.
tienen vigentes las celebraciones Sin embargo, también deba-
festivas y el empleo de conjun- mos considerar aquellos aspec-
tos instrumentales de marcado tos de la organología bantú que
antecedente bantú, como los si bien se desintegran o descom-
tambores yuka, makuta, kinfuiti ponen como modelos instrumen-
y los tambores ngoma de las ce- tales específicos, se integran en
lebraciones de paleros. De ahí nuevos modelos o se incorporan
que haya sido necesario acome- como intención o recurso expre-
ter el análisis y en algunos casos sivo a las agrupaciones instru-
la reconstrucción de los proce- mentales del cubano.
sos de desarrollo y desintegra- Este fenómeno no es exclu-
ción de estos instrumentos o con- sivo de la música sino un rasgo
juntos instrumentales, a partir inherente a todo el proceso de
de las fuentes bibliográficas exis- transculturación que caracteri-
tentes y del testimonio de viejos za la formación de la nacionali-
portadores o herederos de la me- dad cubana. Vale recordar solo
moria colectiva. Los resultados como ejemplo, que en la rumba
de esos estudios organológicos subsisten elementos coreográfi-
aparecen exhaustivamente ex- cos de antiguas danzas africanas,
puestos en los dos volúmenes y y en especial el gesto de %acu-
la carpeta de mapas que confor- nao” heredado de los bailes de
man la obra Instrumentos de la . yuka y makuta.
* Para el lector
interesado música folkclórico-popular d e De ese modo vamos a encon-
recomendamos también
la serie discográfica
Cuba, Atlas, recientemente pu- trar instrumentos o formas de
Antología de /a música blicada por el Centro de Inves- ejecución instrumental, que
afrocubana, en nueve
volúmenes tigación y Desarrollo de la Mú- aun cuando revelan uno u otro
discográficos editados
por la EGREM (1981) y sica C ~ b a n a . ~ elemento de marcada relación
el CD Cantas de
congos y paleros,
De los instrumentos y con- con la organología bantú, sinte-
editado por ARTEX. juntos instrumentales mencio- tizan en sí mismos un gran nú-

70
mero de valores y modelos an- marímbula mantuvo una fun-
tecedentes que no es posible ción musical muy,similar a la
encasillar en una simple referen- que presentaba en Africa: acom-
cia etnocultural. Ya antes nos pañar el canto individual o co-
referimos a la costumbre de re- lectivo. Sin embargo, desde el
piquetear en la caja de resonan- propio siglo XIX debió comenzar
cia de un membranófono, acción su vínculo con otros medios o
reconocida como koko o guagua conjuntos instrumentales, ya
,-
entre los tocadores folclóricos, fuesen aquellos de marcado an-
pero que también se puede apli- tecedente africano como los que
car a la llamada cáscara que los participaban de los diferentes
tocadores del timbal o la paila cultos sincréticos, o aquellos
incorporan al danzón. que paulatinamente iban reve-
La zanza africana es otro de lando un nuevo estilo de expre-
los elementos de la organolo- sión propiamente nacional.
gía bantú trasladado al medio El medio sonero fue, sin duda,
cubano y particularmente de- el contexto más propicio para
sarrollado tanto en sus dimen- que ocurriera el salto cualitati-
siones materiales como e n el vo de un instrumento hacia otro.
aspecto de función musical y Las posibilidades acústicas de los
social en la llamada marímbu- instrumentos de cuerda, como el
la cubana, cuyo principio acús- tres y la guitarra, para convertir-
tico y morfología la relacionan se en soporte melódico del can-
directamente con los idiófonos to permitían prescindir de esa
de punteado que abunda? en antigua función de la zanza para
toda la región central de Afri- el africano. Pero, al mismo tiem-
ca, con particular arraigo en la po, la necesidad de cubrir el re-
cultura musical de los pueblos gistro grave del conjunto sonero
lo Autores como bantú." en una función de bajo armóni-
Ankermann.
Montondon, Hornbostel, La zanza fue recordada por co, llevó a ampliar la caja de
Sodemberg, entre
otros, han registrado ancianos cubanos de la región resonancia d e la pequeña
numerosos términos
africanos utilizados
centro-occidental como una marímbula, a cambiar la funcio-
para designar a ecn8 pequeña marímbula usada espe- nalidad de su conjunto de len-
idiófono, entre los que
se encuentran mbira, cíficamente por los congos para güetas o flejes, reduciéndolos en
quissanje, mblla
likembe y zanza,
acompañar sus cantos, aunque número, aumentando en el an-
siendo este último el no es posible negar que también cho y la longitud de cada uno y
t4rmino más difundido y
generalizado. resultaba una tradición instru- aproximando su sonoridad a la
mental no desconocida para los afinación temperada de la gui-
otros grandes grupos africanos tarra y el tres.
que aportaron a la cultura mu- Posteriormente el contraba-
sical de Cuba. jo, con su clavijero significati- -
En su incorporación al me- vamente reducido a tres
dio cubano, la pequeña zanza o cuerdas útiles, sustituyó a la

80
marímbula en su función de bajo vada -modelo que caracteriza a
sonero, aunque no por eso ella los membranófonos de antece-
cedió todo su espacio y hasta la dente bantú en Cuba-, pasa por
actualidad sigue vigente en una la tipología de caja abarrilada
buena parte del territorio cuba- de duelas de madera, ensambla-
no, especialmente en las áreas das y con sistema de tensión
rurales, montañosas o llanas, similar al anterior, y se transfor-
donde el contrabajo o incluso el ma paulatinamente hasta alcan-
bajo eléctrico aún no resultan zar la imagen actual de la tum-
una opción factible para las agru- badora abarrilada con caja de
paciones de la música popular madera o de plástico y mem-
tradicional. brana apretada por medio de
Entre la marímbula y el con- aros y llaves de tensión.
trabajo se produjo una línea de Este membranófono ocupa
continuidad funcional, donde lo un destacado lugar e n los for-
más relevante no es la presen- matos instrumentales de la mú-
cia física de uno u otro instru- sica cubana contemporánea y
mento, sino la función tímbrica conserva su empleo e n los más
y expresiva que les corresponde rudimentarios conjuntos de
desempeñar e n el conjunto son, del changüí oriental, de la
sonero. Y más aún, en ese bajo rumba, la conga o los conjun-
rítmico armónico que corres- tos q u e tradicionalmente
l1 Según recoge Orliz:
ma-tumba significa ponde definitivamente a las acompañan las celebraciones
pequeño tambor de cuerdas pulsadas de un contra- rituales y festivas de los cultos
madera y cuero de
antilope usado para bajo, llega a consolidarse un populares, incluidas las fiestas
acompañar danzas
ceremoniales,en el importante rasgo de nuestra cu- del Palo Monte.
centro de Africa;
e-tumba es también un banidad musical, que se pone de Por tanto, su presencia en tan
vocablo luba o lusongo; manifiesto no solo en el son, sino disímiles contextos sociales, con-
tumba es usado por el
pueblo lusambo; en una buena parte de la crea- juntos instrumentales y funcio-
i-tumba se emplea entre
los kilegas; endumba ción cubana. nes estético-musicales ha hecho
es un término utilizado Por último mencionaré bre- que el instrumento -0 mejor di-
entre los congos
septentrionales y vemente el caso de la tumbado- cho, que sus ejecutantes- asu-
también entre los
baholo. En todos los ra, instrumento de marcada tras- man un repertorio tan amplio
casos citados, el
término es sinónimo de cendencia en el ámbito cubano como las posibilidades de crea-
tambor (1954: 114).
Pero, en la cultura
y caribeño y que desde su pro- ción de los músicos en Cuba, in-
popular cubana, el pio nombre revela el vínculo con cluyendo en esto Último no solo
término tumbadora es
abarcador de una lo bantú.l' a la creación popular tradicio-
amplia gama de En su morfología, la tumba- nal, sino también a la produc-
membran6fono.s que si
bien coinciden en su dora es el resultado final de un ción de la música de concierto.
morfología, difieren en
dimensiones y en la largo proceso de perfecciona- De un contexto a otro el
funci6n musical que
desempeñan en los miento tecnológico que parte de músico, como portador único
conjuntos
instrumentales en que
la simple caja cilíndrica de tron- de una cultura múltiple y di-
participan. co ahuecado y membrana cla- versa, recrea una y otra vez

81
aquellos modelos de elabora- es precisamente e n ese proce-
ción musical que corresponden so, donde el músico cubano no
a cada género, estilo u obra e n ha podido escapar a la asimila-
particular. Cada realización ción y traslado d e toda una
musical es un encuentro entre herencia cultural donde indis-
la tradición y la contempora- cutiblemente lo bantú debe
neidad. C a da momento d e haber plasmado otras huellas
creación es la suma de una ex- que aún permanecen invisibles
periencia cultural histórica. Y ante nuestros ojos.
_-

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87
Relisión afrocu bana
U

Y soci’edad civil:

“semiótica
EUCENlO MATlBAC
El dictamen de Karl Marx so- sia. Hace un año, el Papa Juan
bre la religión se conoce, pero Pablo 11, durante su visita a
generalmente no en su contex- Cuba, denunció las sanciones
to completo. Por eso lo cito a económicas del embargo como
manera de epígrafe en esta po- “injusta y éticamente. inacepta-
nencia: bles” (Cawthorne, 9/1/ 99). La
La religión es el suspiro de religión, si no es opio o verdad,
una criatura oprimida, el co- está en el mundo aunque no sea
razón de una sociedad sin del mundo.
corazón, y asimismo es el es- Entre los dos cuernos del di-
píritu de una situación sin lema con respecto al estudio de
espíritu. La religión es el opio la religión, hay una tercera ruta,
del pueblo. la que planteó Emile Durkheim
Por supuesto, hay otros pun- a comienzos del siglo xx.
tos de vista sobre la religión. Esta ruta era la aproximación
Según los creyentes, es revela- interpretativa de la sociología.
ción, iluminación, salvación, Para Durkheim, la religión no
felicidad, nada menos que el era necesariamente droga ni
camino hacia la vida eterna. La verdad absoluta: era, en cambio,
religión: ¿es opio o verdad? La la expresión de los deseos, ne-
ideología materialista y la polí- cesidades y preocupaciones de
tica comunista pueden oponer- una sociedad.
se a las falsas esperanzas prome- Posibilitaba, para Durkheim,
tidas por la religión, pero no se la comunicación; creaba comu-
niega que una institución reli- nidad; daba poder e identidad.
giosa sea capaz de intervenir o En un lenguaje más actual, di-
participar en la administración ría Durkheim que la religión
M~,,-
_ _ ~ _ _
gubernamental. Eso ocurrió in- cumplía la función de una
Antropólogo numerables veces en el período “ecología social”. Como institu-
filipino de la colonial, en los nombramientos ción dinámica y orgánica, per-
Universidad
Hopkins, bajo el patronato real, o en los mitía a sus integrantes, según
Estados Unidos. concordatos de corona e igle- esta perspectiva, la oportunidad
84
de reunirse en grupos, estable- esfera de los aspectos no-guber-
cer asociaciones, compartir una namentales de una sociedad.
visión del mundo. Ampliando En concreto, Hegel la identifi-
las implicaciones de esta inter- caba como las partes de la so-
pretación sociológica, se com- ciedad moderna que, aunque
probaría que la comunidad re- conectadas de varias maneras
ligiosa es al mismo tiempo una con la política, se distinguían
“asociación discursiva”, para de ésta y del gobierno. De esa
usar la terminología de Michel manera, la sociedad civil abar-
,- Foucault, que comparte un caba las actividades y relacio-
lenguaje de ritos, liturgias, C ~ S - nes de la economía, toda orga-
tumbres, festejos y símbolos. Es nización voluntaria y la religión.
dentro del contexto de la co- Mientras Hegel afirmaba, en su
munidad que el rito y las opera- definición, la separación de la
ciones de magia surten efecto, esfera civil de la política, a
creando las expectativas que Marx le correspondió descubrir
conducen a la experiencia es- la interdependencia entre las
piritual, sobre la base de la “mís- dos, oscurecida por la filosofía
tica de participación” que idealista.
investigaba el antropólogo Para Marx, el Estado desem-
Evans-Pritchard. De modo que peña su parte en mantener las
la comunidad religiosa, conso- relaciones de prod&ción; de
lidada por la creencia y la par- modo que la cultura económica
ticipación, forma parte de la so- y religiosa pudiera apoyar las
ciedad civil y puede tener “agendas” del poder político
relaciones dinámicas y cam- (Barker).
biantes con el Estado. Desde los tiempos colonia-
Hay que dar al César lo’que les, poco después del transplan-
es del César, pero la división en- te del primer esclavo africano
tre Estado y religión no tiene en tierra cubana, las religiones
que ser tajante, ni la oposición sincréticas del afrocatolicismo
necesariamente tan antagónica. producían una contracultura,
A fin de plantear el carácter de una base de creencias y prácti-
su relación, permítasenos hacer cas semi-encubiertas que resis-
una aclaración del concepto de tía el dominio de los amos y ha-
“sociedad civil”. cendados. Mediante el proceso
Este concepto data del siglo de la transculturación, explica-
XIX y cobra significación, por lo do por primera vez en Contra-
menos para la filosofía política, punteo cubano del tabaco y el
en las teorías de Georg Friedrich azúcar por Fernando Ortiz, las
Hegel y Karl Marx. La sociedad religiones afrocubanas crearon
civil, en los escritos de estos dos su propia sociedad, que consis-
filósofos alemanes, dominaba la tía en un sistema de comuni-
caciones e información, una mo idioma de devoción a los
base de datos, una comunidad santos. Los integrantes de la
de creyentes que hablaba el comunidad ud hoc se agrupaban
mismo idioma -una “asocia- así en los cabildos como en las
ción discursiva”, en los térmi- afiliaciones del ile ocha.
nos de Michel Foucault. Al mismo tiempo, la relación
Elaborando más el concepto del babalorisha o iyalorisha con
de asociación, se podría decir sus ahijados reproducía, a la vez
que aquí, en lugar de sitios de que desarrollaba, la relación fa-
prácticas contrahegemónicas miliar. Los lazos del deber y del
per se, se encontraba el espacio afecto que entrañaba el apren-
donde operaba una economía de dizaje del koeko podían durar
signos y valores en evolución. toda una vida y seguir ramificán-
Todo un mundo anticartesiano dose a medida que el antiguo
y mágico. La religión afrocuba- neófito ganaba en conocimien-
na creaba, bajo las narices de tos y subía en la jerarquía, lle-
los colonizadores, lo que se pue- gando a tal punto que podía
de llamar, empleando el térmi- guiar la iniciación de futuros
no de Michel Foucault, una iyawos. La circulación de infor-
heterotopía. Algo así como los mación y de bienes la llamaría
sanitarios, los prostíbulos, hos- Lewis Hyde una “economía
pitales, cementerios y prisiones donativa” (Kelley, 1998: 60), de
- q u i z á s como el moderno so- modo que constituiría otra eco-
lar, el antípoda de la planta- nomía descentralizada, alterna-
ción- eran los otros espacios, tiva e informal.
tanto dentro como fuera de la Para darle sentido a esta eco-
sociedad, que se desviaban de nomía religiosa, y tomando en
la normalidad y la razón de Es- cuenta los conceptos de la reli-
tado, y donde se ponían en tela gión como opio, la religión como
de juicio las normas y leyes de verdad y la religión como expre-
la estructura de dominación sión social, quise elaborar otro
(Lowe, 1996: 1 2 2 ) . De este concepto: el de la religión como
modo, cada padrino y madrina, sistema de signos. Obserbaba
cada casa de santo, formaba que cada sistema de devoción
otro centro dentro de un siste- tenía sus artes y sus artífices, sus
ma descentralizado de relacio- similitudes y simulacros, sus sig-
nes, interacciones y flujos. Daba nificantes y significados. Para
identidad, establecía amistades lograr esta interpretación, tenía
y alianzas, ofrecía apoyo, propor- que seguir la línea del estudio
cionaba medios para curar las semiótico.
enfermedades. La religión afro- En 1991, viajé a La Habana
cubana reunía y comunicaba un y Santiago de Cuba, donde par-
grupo de individuos con el mis- ticipé en el seminario “Las raí-

86
ces africanas de la cultura cu- Mientras profundizaba en la
bana”. En dicho seminario, en literatura sobre la tradición
las casas de la gente, e n las sa- ahocubana y en los estudios de
las de conferencia y cines, e n tipo etnológico, desde esta pers-
los museos de Guanabacoa y pectiva semiótica, me saltaba a
Regla, aprendí sobre la religión la vista repetidas veces el fun-
de los servidores de los dioses cionamiento de los significantes
yorubas, los orishas afrocuba- en sistemas que se asemejaban,
nos. Unos meses más tarde, a cierto nivel, e n el lenguaje.
,- cuando leía EI monte de Lydia Aplicando las ideas sobre el sis-
Cabrera, ya entrada la noche en tema religioso lucumí elabora-
mi sala de estar, en Iowa, se me do por Rómulo Lachatañeré,
ocurrió que lo que describía observava además cómo otras
con tan nítidos detalles la dis- religiones ahocubanas -la con-
tinguida estudiosa, era ilumi- ga, la abakuá, la arará- exhi-
nado por la teoría literaria y se- bían una sistematicidad pareci-
miótica que yo había estudiado da. Sobre la base de las hipótesis
con tanto ahínco durante mu- de Joel James Figarola, busqué
chos años en cursos de postgra- el proceso de “centración” que
do. Equipado con ideas sobre se experimentaba e n cada reli-
los sistemas significantes, po- gión; es decir, seguía la opera-
día sondear, de cierta manera, ción de un mecanismo dinámi-
los misterios de la religión afro- co, y que estableciera el centro
cubana. Me dio ánimo esta re- de significaciones. El punto de
flexión de Cabrera en la intro- apoyo era específico para cada
ducción a su libro de refranes: sistema: un fundamento o foco,
“Los orishas - d e c í a - gustan como símbolo central. Este cen-
de expresarse e n proverbios y tro que afianzaba el sentido de
metáforas”. Sí, los dioses lucu- los signos eran los otanes de la
míes se expresaban en prover- Santería, la nganga y las trazas
bios y metáforas. O sea, e n un de los mayomberos, el Ecue,
lenguaje especial. Planteé mi tambor sagrado de los abakuás,
propia hipótesis: que las religio- el poteau mitán de los ararás.
nes afrocubanas podían leerse Los ritos dramatizaban el mito;
como códigos, sistemas signifi- la magia proveía la solución sim-
cantes, estructuras simbólicas. bólica a los problemas de la vida.
A partir de las ideas tropológi- Encontraba ya alguna corrobo-
cas de Kenneth Burke, empe- ración en la teoría teopsíquica
cé a buscar la “retórica” de de William James (sobre todo,
cada religión. Apoyándome en en su Variedades de la experien-
la “sintaxis del rito”, hice hin- cia religiosa) y e n las ideas
capié en el orden invariable de mitológicas de Mircea Eliade; la
la ceremonia y la liturgia. imagen-tropo del centro me sir-

87
vió como hilo conductor para ca- que había visto en las exhibi-
racterizar de manera paralela los ciones de Guanabacoa y Regla.
sistema sémicos de las religio- Para resumir los resultados de
nes afrocubanas. mis indagaciones, enumero las
Después de muchas lecturas, siguientes once tesis metodoló-
siempre observando el fenóme- gicas sobre el análisis semiótico
no de la religión a través de la de la religión afrocubana:
óptica del “lingüisticismo”, al fin 1. Siguiendo este método, se
escribí un libro que llevaba un hace resaltar, de modo feno-
título de inspiración jamesiana: menológico, sus manifesta-
Afro-Cuban Religious Experience: ciones, sus apariencias, las
Cultural Reflectioru in Narrative superficies de las cosas; im-
(Gainesvilles: University Press porta la “primacía del signi-
of Florida, 1996). cante’’ (Ducrot y Todorov),
En ese libro me he empeña- puesto que el significado es,
do en describir las particulari- en última instancia, sólo un
dades de la práctica, haciendo “efecto”. Apreciar los men-
énfasis en los símbolos centra- sajes en toda expresión reli-
lizantes. Como observa Deive, giosa es la clave. Los oro, la
la “ley estructural” del sincre- música, las danzas, las ora-
tismo es la de la acumulación ciones, envían un mensaje
(Deive, 1975: 128). Ritos, por y para la comunidad
iconos, símbolos, gestos se agre- discursiva mediante códigos
gan y sedimentan, o se yuxta- que conocen los miembros.
ponen o sus componentes se 2. Los datos se evalúan siempre
funden. Por ejemplo, para ha- en el contexto de un sistema
cer presente al orisha r‘esta- que otorga valor a sus ele-
caba-, era necesario reunir los mentos, todos los que signi-
objetos y parafernalia particu- fican en base de sus mutuas
lares que juntos formaban los diferencias. Las oposiciones
atributos, secretos y asientos de binarias y las estructuras
la deidad. Las piedras llamadas sobredeterminadas crean el
otanes se coleccionaban y po- sentido en el sistema de la
nían en la sopera; se les alimen- religión. Se distingue, por
taba con baños hierbales de eso, lo sagrado de lo profa-
omiero y ofrendas de sangre de no, lo de adentro y lo de
sacrificio, de modo que se em- afuera, un orisha de otro.
paparan del espíritu y del po- 3 . Hay que tomar en cuenta los
der divino que se llamaba aché. aspectos narrativos de los
Además de los otanes, el grupo ‘(textos ” ora 1e s : refranes ,
de atributos incluía efigies, sue- patakíes, oro cantado, profe-
lo, estatuillas, raíces, palos y cías: todo lo que se presta a
huesos. Recordaba las muestras una lectura, en tanto tipo de

88
“escritura”. Sean los kutu- logismos: palabras lucumíes,
guangos de los mayomberos bantúes, carabalíes, dahome-
o los patakíes de los baba- yanas. Se sabe que se produ-
lawos y las iyalorishas, las na- cen conversaciones comple-
rrativas ya están pobladas de tas en estas lenguas. Para
actantes, tienen sus argu- entender el interior de la co-
mentos, motivos, estructu- municación religiosa, hay
ras, repeticiones y temas. Las que desentrañar también, y
narrativas son las que se leen remontándose a sus fuentes
también en los textos escri- africanas, el sentido etimo-
tos y publicados: Cuentos ne- lógico de los términos: los orí-
gros de Lydia Cabrera, La genes d e vocablos claves
fuente viva de Miguel Barnet, como aché, orisha, moyubbar,
Diálogos imaginarios de Roge- nganga; nombres plurisigni-
lio Martínez Furé. Se añaden ficativos como Olodumare,
las narrativas orales presen- Eshu-Elegguá y Cabiosilé. No
tadas por Tato Quiñones y se deben pasar por alto los sig-
Gloria Rolando en forma ci- nificados y las connotaciones
nematográfica. que han adquirido los térmi-
4. La “tecnología de lo sagrado” nos a lo largo de su historia,
se refleja e n los recursos como sucedió en la cultura
retóricos del lenguaje. Sobre de los Estados Unidos cuan-
todo, en los tropos de metá- do Desi Arnaz popularizó el
fora, sinécdoque y metonimia. canto a Babalú-Ayé.
En su conocido estudio sobre 6. Extendiendo las implicacio-
la santería, Joseph Murphy nes de la metáfora fijada por
destaca las cuatro “metáfo- Robert Farris Thompson, se
ras de la divinidad”: en la ini- puede considerar la religión
ciación, el sacrificio, la pose- afrocubana como un palim-
sión y la adivinación. Sobre sesto: o sea, como una acu-
la base de ese fundamento mulación de capas de signi-
retórico, y con el apoyo de las ficantes, que hacen su marca
teorías de Kenneth Burke y como si fuera una escritura
Román Jakobson, se pueden que dejara sus huellas en el
descifrar los fenómenos de la tablero. El análisis del palim-
religión afrocubana como sesto requiere de una pa-
operaciones tropológicas. La ciente investigación de apor-
magia, por ejemplo, recurre a tes e historias específicas.
las semejanzas metafóricas o 7. Los ritos y gestos ceremonia-
las asociaciones para efectuar les se entienden como len-
sortilegios. guaje literario, a semejanza
5. En esta aproximación, se bus- de lo que el antropólogo
ca el significado de los exo- Víctor Turner ha denomina-

80
do “dramas sociales”. Los sino una recodificación de sus
dramas tienen sus actores, signos en lo que se ha dado
papeles, diálogos. Los guio- en llamar el “afrocubanismo”.
nes, obedeciendo a una es- Dentro del nuevo contexto,
tricta sintaxis de pasos, se lo afrocubano se yuxtapone e
despliegan en lo que Gordon interacciona con elementos
K. Lewis ha llamado “esce- de otros sistemas significati-
narios de transformación”. vos, produciendo así una es-
Sirven para definir el papel pecie d e “heteroglosia”
social de los individuos, co- bakhtiniana.
nectándolos con un origen 10. Determinados elementos
y una herencia, y para re- selectos de la religión afro-
solver tensiones y conflictos cubana se insertan e n el
de manera simbólica. nuevo contexto, sea litera-
8. Las generalizaciónes son pe- rio o artístico, d e manera
ligrosas. Es imprescindible que se prestan a una “alie-
fijarse e n la particularidad nación” refuncionante, ca-
de cada culto, cada prácti- paz de soportar cierta visión
ca y cada mitema. Hay que del mundo, refutarla o revi-
preguntarse, por ejemplo, sarla. Como sucede en toda
¿cuáles son las característi- producción o práctica de la
cas distintivas, los centros y sociedad civil, los signos se
textos que diferencian el ofrecen para ser desplazados
Palo Monte de la Santena?; a otro sitio. Así “citados”,
o atender al eje diacrónico, suelen significar algo dife -
rastreando la evolución del rente o posiblemente ajeno
vodou del norte de Haití a su significado original. A
hacia la Regla Arará de San- través de esta desfamiliari-
tiago de Cuba. zación de modalidad signi-
9. Es importante la contextuali- ficante, los signos afrocuba-
zación y la recontextualiza- nos pueden percibirse desde
ción de elementos en diver- una perspectiva novedosa, y
sos marcos de referencia, gracias al nuevo marco des-
especialmente en el estudio familiarizador se ofrecen
de la literatura afrocubana, para afirmar o negar otra vi-
que incorpora elementos de sión del mundo.
otros contextos dentro de la 11. A medida que se aprecian
narrativa. Lo que se observa la producción, transmisión y
e n las obras de Rómulo recepción de los signos afro-
Lachatañeré, Wifredo Lam, cubanos según el paradigma
Alejo Carpentier, Manuel de esta aproximación semió-
Cofiño y Dora Alonso no es tica, se notan los aspectos de
“religión afrocubana” per se, la actu ació n y ejecución

O0
-performance- de los mis- imparable amalgama, lle-
mos signos. De ahí los ele- vando a los practicantes
mentos de la improvisión, de destacados a profundas con-
la idiosincrasia y el idiolec- tradicciones. Pero la religión
to, del azar. Iniciación, po- d e los orishas persevera
sesión, sacrificio y adivina- (Barnet, 1999).
ción: los actos religiosos O sea, cierta rarefacción o
aparecen no sólo como me- dilución ocurren en el poder de
táforas, sino como teatro. La la religión afrocubana a medida
histriónica viene a suple- que va acriollándose, difündién-
mentar la liturgia. Se repre- dose, popularizándose.
senta un papel cuando se Desde sus remotos orígenes
hace el santo. africanos, la fuente viva va de
Según estas consideraciones boca en boca, sujeta a mutacio-
semióticas, la religión afrocu- nes. Un gran cambio ha provo-
bana, como conjunto heterogé- cado la acogida que ha tenido
neo, es un fenómeno en trans- la Santería en los Estados Uni-
formación. dos, donde miles de usufructua-
En la conclusión de su artícu- rios de las redes informáticas tie-
lo “El sistema religioso de la San- nen acceso a las páginas web,
tería”, Miguel Barnet asevera como, por ejemplo, la OrishaNet.
que la Regla Lucumí sigue Esta página web, que preten-
evolucionándo en tierra cubana. de tener diez mil visitantes cada
Dice Barnet: mes, ofrece vínculos con otros
Hoy nuevos procesos sincré- sitios: una versión en español,
ticos contribuyen a la forma- otra en inglés. Hay un sitio de-
ción de un conjunto diferen- dicado a las iniciaciones; otro
te, un producto más débil y explica el merindiloggún; otro
más complejo. Estos nuevos identifica a las Siete Potencias
fenómenos indican la evolu- Africanas. Más abajo se encuen-
ción hacia nuevas formas. tra el vínculo que trae noticias
Un proceso de crecimiento de Raúl Cañizares, santero y au-
horizontal ha minado la base tor; el de “moforibales”; el que
teogónica de la Regla de hace cargar toda una galería de
Ocha. Los viejos depositarios retratos en colores de los orishas
de los misterios litúrgicos principales. Se buscan otras pá-
han muerto, y la religión, a ginas, y se encuentra Inqui-
causa de vacíos espirituales ceWeb, con información sobre
grandes, ha crecido, pero sin Palo Monte, prendas, mpungos
el consejo espiritual necesa- y chamalongos.
rio ni el saber previamente Al igual que la “comunidad
apreciado. Nuevas prácticas virtual” de Intemet, la comuni-
han generado una caótica e dad heterotópica de las religio-

01
nes afrocubanas forman nuevos pueden comprarse en el Palacio
núcleos de relaciones sociales de la Artesanía y muchos otros
que no respetan fronteras polí- lugares, se puede concluir que no
ticas, geográfica ni ideológicas. hay tanta oposición como cola-
En el seno de la comunidad vir- boración entre las diferentes es-
tual se encuentran las bases de feras de la sociedad. Dada la ri-
una sociedad civil dentro de la queza que se aprecia e n la
revolución. O sea, el trascen- experiencia religiosa, habría que
dentalismo ad hoc (como lo lla- preguntarse, cuál es la candela,
,- ma Roberto González Echeva- y cuál el agua. Aunque sea he-
rría) de la religión afrocubana terotopía, la religión afrocubana
produce una hegemonía alter- persiste como un secreto a voces,
nativa que a veces se resiste, y una tecnología de lo sagrado su-
otras se conforma con el pode- jeta a la folklorización, una red
río del Estado y sus dispositivos de comunicaciones que conti-
de vigilancia. Si nos basamos en núa desarrollándose, y llega a ser
uno de los refranes publicados parte de la cultura oficial. Aun-
por Lydia Cabrera, “La candela que no se les conceda autoriza-
ilumina y el agua apaga”, se po- ción a los turistas y comercian-
dría decir que la religión afro- tes estadounidenses para viajar
cubana era el fuego iluminador a Cuba, los escolares y estudio-
y el Estado, el agua extintora. sos sí se las arreglan para entrar
El examen sociosemiótico des- en el cuarto fambá de los arca-
cubre que todo depende de la nos, se convierten en portadores
formación ideológica del mo- de un contrabando de ideas reli-
mento. En un período en el que giosas, pagando sus dólares a
la cultura afrocubana se vuelve cambio de registros, iniciaciones
espectáculo en lugares como el e invitaciones a los güemileres.
Sábado de la Rumba, cuando Toda una heterotopía dentro de
asientos de orishas se exhiben en la sociedad civil, uno de los múl-
museos y libros sobre los orishas tiples mundos de este reino.

Bibliografía citada
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ty Press, 1983.
La griaracha cubana,
-

imagen del

M A R í A TERESA LLNARESS A V l O
La guaracha es uno de los géne- Y agrega:
ros de canto y baile que se men- El desvío del público y su abo-
ciona en la literatura costum- rrecimiento a esta literatura
brista desde los inicios del siglo rufianesca acabó con las
XIX, y que ha llegado a !a actua- jácaras, que en lo que tenían
lidad tras un largo proceso de de artístico y bello, la músi-
evolución. ca y el canto, renacieron o
La guaracha vino a sustituir continuaron en la tonadilla,
a las jácaras, canciones picares- que logró su mayor auge y
cas que se intercalaban en las perfeción en la segunda mi-
obras de distintos autores del tad del siglo XVIII.
teatro español del Siglo de Oro De manera que cuando la
que se representzba e n Cuba guaracha apareció como ele-
-tonadillas, sainetes y entre- mento musical en los primeros
meses. Dice Cotarelo y Mori: años del siglo XIX ya tenía ante-
Nacidas del tono con que cedentes en las jácaras interpre-
los músicos entretenían la tadas en las tonadillas y sainetes
impaciencia d e l público del teatro español que se escu-
mientras se acomodaban en chaban en los bodegones del
sus lugares, siguieron can- puerto de La Habana.
tándose jácaras al comien- La guaracha apareció como
zo del espectáculo. S i n elemento musical en los prime-
embargo, las excepciones ros años del siglo XIX, como can-
fueron frecuentes ... A ve- ción en boca del pueblo y se in-
ces iban al fin del entremés corporó al teatro cubano. La
formando parte de él, o in- primera compañía de cómicos
tercaladas en el mismo ... en del país se dio a conocer en 1800
MAR~A
TERESA 1663 se intercala una jáca- y ya en 1806 se llamaba de Có-
hNAR€S SAVK) ra entera, cantada alterna- micos Havaneros (sic.), con la
Musicóloga. tivamente para llenar el es- dirección de Francisco Cova-
VicEprEsidmta
dé la Fundación pacio corto del asunto del rrubias. Estas compañías inicia-
Férnando Ortiz. entremés. ron lo que más tarde sería el
04
teatro bufo, introduciendo per- vuelitos, y un gran pañuelo al
sonajes criollos que sustituían cuello con cuyas puntas alzaba
a los españoles en obras teatra- los brazos contoneándose:
les cubanas, con estructuras si-
milares a sainetes y entreme- Cuando arrastran la chancleta
ses españoles, pero con asuntos, y a u n lado tercian la manta
personajes y partes de música nadie delante se planta
con características nacionales. porque pierde la chabeta
Así entra en la escena cubana
la guaracha, para permanecer El jaque o negrito cheche fue
hasta nuestros días. representado por el personaje
En estas obras aparecieron que llamaron Juan Coculyo ,
personajes como el negrito, el también identificado como ne-
chino, la mulata, el guajiro, el ga- gro curro, que hablaba en verso,
llego aplatanado y argumentos generalmente en décimas. Simi-
basados en nuestra realidad y lar es el negrito Candela:
contexto social e histórico. De
este modo se fue configurando Aquí ha lleg;1do Candela
un estilo distinto en la música negrito de rompe y raja
que se escribía para el teatro. que con el cuchillo vuela
Los personajes antes citados asu- y corta con la navaja ...
mieron ciertas actitudes sofisti-
cadas que luego pasaron a la Y se vestía igualmente con
música por ellos interpretada. El pañuelo anudado en la cabeza,
ambiente de la guaracha y los y sobre él un sombrero alón, pan-
guaracheros ocuparon el lugar talón ceñido a la cintura y pa-
y estilo de las jácaras y los per- tas acampanadas, camisa por
sonajes llamados jaques. La ves- fuera, anudada al frente, una ar-
timenta que usaban aquellos golla en una oreja, y también
fue sustituida por las camisas de pantuflas de piel de venado que
vuelitos y el pañuelo al cuello y sonaban jactanciosamente al
la cintura; a esas camisas se les caminar. Este personaje respon-
llama hoy guaracherus. día también al nombre y actitu-
El vestuario utilizado por la des de negro curro.
mulata del rumbo, personaje por La guaracha, como estilo de
excelencia de la guaracha, con canción, de ritmo rápido y tex-
sus pantuflas de piel de venado to jocoso, siempre relató algún
y su mantón de manila, fue el hecho político o social, alguna
que se atribuía también a la ne- situación sobre un personaje
gra curra, que se conoció por la popular o alguna actitud que se
imagen reflejada en la gráfica describía en forma picaresca,
colonial, convertida luego en la con el tono característico del
rumbera de saya con cola de choteo criollo. En esto intervi-
c a n t ad o r e s p o p u 1are s
11 i e ron trata de Guarachas cubanas, cu-
que compusieron muchas gua- riosa recopilación desde las más
rachas, las cuales fueron criti- antiguas hasta las más modernas,
cadas por los escritores costum- de autor desconocido, publica-
bristas. Estas guarachas n o do por la Librería La Principal,
aparecen publicadas e n colec- Plaza del Vapor, La Habana,
ciones, porque se las conside- 1882. Aunque en el libro apare-
raba portadoras de aquel cen noventa y cinco guarachas,
lenguaje “rufianesco”; no obs- no se consignan La Morena ni
tante, sí se propagaron por tra- La Guabina y otras criticadas por
dición oral. Al respecto dice el el Regañón, que publicó su pe-
Regañón de La Habana, el 20 de riódico desde 1800 hasta 1806.
enero de 1801: Además, el lenguaje que apa-
Pero sobre todo lo que me rece e n ellas es muy correcto,
ha incomodado más ... ha aunque se emplean algunas ve-
sido la libertad con que se ces frases populares, o imitacio-
entonan por esas calles y e n nes del habla del negro, pero no
muchas casas una porción el lenguaje bozal introducido
de cantares donde se ultra- por Bartolomé Crespo Borbón,
ja la inocencia, se ofende la Creto Gangá.
moral... por muchos indivi- Parece ser que la época de
duos no sólo de la más baja mayor auge de la guaracha es,
extracción sino también por como señala Rine Leal, a par-
algunos en quienes se debía tir de los bufos, pasada la pri-
suponer una buena crian- mera mitad del siglo XIX. El uso
za... ¿Cómo es posible que de la parodia de obras clásicas,
haya quien guste oír cantar el arraigo de los personajes y te-
la Morena, que es la canción mas del teatro cubano, hicie-
menos mala quizás de cuan- ron que la guaracha formara
tas corren por ahí e n boca parte integral de las obras. En
del vulgo?... ¿Qué diré de la ellas se reflejaron usos y cos-
Guabina que e n la boca de tumbres d e la vida c u b a n a ,
los q u e la c a n t a n sabe a “centrado en mulatas de fuego
cuantas cosas puercas, inde- y azúcar, desafiantes negros, di-
centes y majaderas se pue- chosos guajiros, chinos d e
da pensar?... Cantón, rumbas del manglar,
A pesar de las críticas, ya en ñáñigos e n su fambá, frutas y
1867 se publicaba un librito con comidas criollas, vividores y
las guarachas más conocidas. beatas, ninfas trigueñas y niñas
Años más tarde apareció una encantadoras, todo visto y co-
segunda edición, “corregida y mentado con excelente humor,
aumentada con veinte guara- picardía y sabrosura” (Rine
chas de las más recientes”. Se Leal, La selwa oscura, p. 20).
interviRefiriéndose a la Compa- por Juan Forme11 en su guaracha
ñía de Bufos, Leal cita un co- Por encima del nivel.
mentario del Diario de La Mari- Algunas contradanzas, mu-
nu,del 9 de julio de 1867: chas de ellas con temas toma-
La Compañia de bufos, nos dos de antiguas guarachas muy
consta, tiene un extenso re- popularizadas, tienen señalados,
pertorio de sandunguerísimas como aire y tempo, con sandunga,
guarachas... Además el au- en lugar de allegretto con grasia,
tor de esas guarachas forma frase italiana que se emplea en
parte de la compañía, y cla- las obras musicales. En la con-
’ SUNGAMBELO ERA UN ro es que con u n poco de tradanza El sunganibelo,’ el tema
W O DE G U k LARGp5
QUE 5E PONfA EN LA
trabajo puede dar noveda- de la primera parte está basado
C I r n R A , ErRA.5, Y LA5 des a menudo. e n una antigua guaracha del
G U k UEúABAN AL “No se trata -dice Rine mismo nombre que decía:
BORDE INNRKlR DE i A
SAYA MOVIÉNMKE CON Leal- de música importada en
GRACIA AL CAMINAR. la obra debido a su gracejo po- De los sungambelos
pular, sino compuesta especial- q u e he visto e n la Habana,
mente y creada por el autor de ninguno megusta
la pieza o por miembros de la como el de t u hermana
compañía que trabajaban en un
verdadero equipo”. Desde lue- Los textos de las guarachas
go, el autor vertía sus criterios, publicadas reflejan un criterio
su mundo subjetivo, decía clasista de los autores, una ac-
“cómo él pensaba que pensaba titud peyorativa se trasluce e n
el negro”, sin importarle a ve- muchas expresiones. La presen-
ces la realidad pensante, los sen- cia del negro representando su
timientos ni la vida de aquel per- propio papel estaba negada; te-
sonaje que él caricaturizaba. nía que ser un blanco pintado
Vemos cómo desde principios de negro el que decía y hacía lo
del siglo xm se conocían ya gua- que le encomendaba el autor.
rachas calificadas entonces por Leyendo aquellos textos, encon-
Esteban Pichardo como “canto y tramos elementos críticos y otros
baile de la gentualla”, las cuales hoy reprochables “que muestran
se incorporaron al teatro bufo, al bufo como una consecuencia,
mientras que el término era asu- el fruto de una colonia que se
mido por el léxico popular cuba- empeñaba e n reír -o burlarse-
no. Otra palabra que se asimila- a pesar de su desequilibrio mo-
rá al léxico y que será usada ral, y la guaracha queda como
hasta nuestros días, es sandunga, un mecanismo de escape y frus-
como sinónimo de gracia criolla, tración que tiene mucho que
la cual aparecerá copiosamente ver con nuestro tradicional cho.-
durante dos siglos, hasta la ac- teo y falta de jerarquía y autori-
tualidad, en que ha sido usada dad” (Leal, op. cit.).

Q7
En las actitudes clasistas que las comidas, a todo lo que en la
reflejan los textos de muchas vida cotidiana puede servir de
guarachas se denota una oposi- burla, escarnio, choteo, edulco-
ción a la multirracialidad, al ma- rado con frases como “mulatica
trimonio entre blancos y negros, de azúcar”, “con fuego en la mi-
o blancos y chinos, señalándolos rada”, aparecen en otros textos
como ”defectos” de la moral, de del libro Guarachas cubanas...
la naturaleza humana: antes mencionado. Tanto Rine
Leal como Mary Cruz comentan
,-
ARROZ CON FRIJOLES el paisaje humano descrito en
aquellas guarachas, en las que
ü n blanco con una negra la realidad era presentada des-
Se casaron hace un mes de los puntos de vista de los au-
el marido tiene suegra tores. Y en lo que coinciden José
y creo que bruja es Crespo Borbón y Víctor Patricio
de Landaluce es en “el descu-
Tiene tres bemoles/pareja tal brimiento de una porción
que arroz con frijoles/suelen llamar fundamental de la existencia
(Estribillo) cubana, la representada por la
población negra -libre y escla-
Corno los dos se casaron va- y porque ambos se dejan
Y o no puedo comprender ... seducir por sus más superficia-
Sin duda que seavidriaron les aspectos, por sus apariencias
para tal barbarie hacer (E.C.). pintorescas sin ahondar jamás en
su verdadera esencia humana”
Y esta otra que se refiere a la (Mary Cruz, Creto Ganga).
frase peyorativa “lo engañaron Sin embargo, no deja de te-
como a un chino”, que se utiliz6 ner interés, por lo menos infor-
tanto a partir del papel infeliz que mativo, el relato de cómo era la
a éste se le atribuyó en el teatro: vida popular, la de los negros y
blancos pobres, la de los emi-
Si te qsas con un chino grantes, cuyas poesías, y mucho
has de comer cundiarnor menos su música, hubo nunca
y t u rostro peregrino interés en difundir, y las cuales
amarillo se pon&$ podemos reconstruir sólo gracias
I.4 a la interpretación de aquellas
Muchas quieren a los chinos descripciones. Muchas frases po-
Yse deian qmelar pulares, que se repitieron por
porque dan mucho dinero tradición oral hasta perder su
y se dejan engañar ... significado o adquirir otros,
como “iOyelo bien, Rubén!” o
Las críticas a las viejas pre- “¡Suelta el peso, que es del ran-
sumidas, a los viejos verdes, a cho!”, están ampliamente des-
critas en los textos de sus gua- han cedido su puesto a la
rachas respectivas. Otras cos- guajira, la guaracha, a la déci-
tumbres sobre comidas, bautizos, ma campesina, a la canción
guateques; los bailes de moda; cubana, cuando no a ciertas
el vestuario -el sungambeio y composiciones más libres,
el malakof-; las referencias al que pretenden expresar el
carácter, como la timidez del carácter de los negros che-
campesino, la desfachatez del ches, hornos, o de nación, así
alardoso, la coquetería de la como los negritos catedráti-
mulata, no hubieran sido cono- cos erigidos en tipos tradicio-
cidas sin la presencia de aque- nales ... Un excelente autor
llas crónicas del acontecer so- de guarachas, Enrique Gue-
cial del siglo XIX. rrero, director de compañías
En cuanto a la estructura de de bufos... en 1879 publicó La
la guaracha dice Argeliers León Belén, para dos voces, coro y
(Dei canto y el tiempo, 1974): orquesta, que es, por su es-
La guaracha surgió como can- tructura una tonadilla escé-
ción con cuartetas diferentes, nica criolla.
que en muchos casos se im- En La Belén el coro empieza
provisaban haciendo referen- con un amplio pasaje que se re-
cia a cosas o sucesos en forma pite como estribillo, alternando
indirecta o de sátira e inter- con coplas octosílabas que can-
calaban siempre un estribillo. tan el tenor y la tiple:
La guaracha no va a ser más
que la alternancia de solo- LA BELÉN
coro que hemos visto ya como
un elemento formal generali- Estribillo ícorc)):
zado en nuestra música. Cantadores, a cantar;
Alejo Carpentier (La música esta noche síque vamos a gozar
en Cuba, 1946) también señala repiquen los tambores
la transformación del teatro en cantemos con primor
el siglo XIX: cantadores a cantar
Lo importante en esta evo- esta noche sí que vamos ;1 goziir.
lución del teatro bufo cuba-
no es la cabida cada vez ma- Tenor (soIoj:
yor que da a los géneros iQué tienes t ú mi negrita,
musicales de la isla. María que siempre te he de encontrar!
Rosa habla “en negro” pero Ven, para que no me busques
también canta “en negro”... a vivir con t u moruá.
Se rascan güiros, siempre
aparece un personaje tocan- nple O:
do el tiple. La seguidilla, el ui- Me entusiasma este negrito
ilancico, el aria tonadiilesca, con su modo de cantar
y eso que yo no lo he visto de ortofónica, se grabaron mu-
revoloteandoel 6mb& chas pequeñas obras, similares
a los sainetes, que duraban sólo
€dpibiffo(coro): los tres minutos de la placa. En
Cantadores, ;1cantar etc. estos discos se iniciaba, desa-
rrollaba y concluía la pieza con
Tenor O: una guaracha, que más tarde
Escúchame, mi negrita, llamaron “rumba final”. La di-
.
,
,
y o no entro en t u 6mb$ fusión del disco, la popularidad
si t u me quieres querer iya t u ver&! de aquellos estribillos y, sobre
todo, la actualidad del asunto
ripe fiofo,?: que se abordaba, hicieron que
Me entusidsma este negrito muchas frases y tonadas se in-
con su modo de cantar corporaran al lenguaje colo-
y eso que y o no 10 he visto quial del pueblo y se divulga-
revoloteando el 6mbJ ran por toda Iberoamérica,
donde se distribuían comercial-
Estribiffo (coto,): mente aquellos discos.
Cantadores a cantar, etc. La transmisión oral de esas
frases lexicalizadas y la repeti-
Se conservan grabaciones de ción de la música con múltiples
los artistas del teatro vernácu- variantes, permitieron que las
lo de guarachas y rumbas que guarachas y rumbas se cantaran
no se diferencian entre sí en en muchos países latinoamerica-
el acompañamiento de las nos y regresaran a España por
guitarras - c u a n d o se trata- varias vías: la del disco, la de
ba de un pequeño grupo, dúo los emigrantes, la de artistas del
o trío- o por la orquesta del teatro, etc. Claro que el proce-
teatro o un piano. Las etique- so de transculturación produjo
tas de los discos decían: “diá- nuevas versiones en el lenguaje
logo y rumba”. musical y danzario del país que
(María Teresa Linares: La acogía aquellos cantares.
música entre Cuba y Espaiia. El cantaor Pepe de la Matro-
La ida. Fundación Autor. na estuvo en Cuba cerca de ca-
Madrid, 1998.) torce años, asistió a las funcio-
La guaracha siguió el cami- nes del Teatro Alhambra y se
no y función que tenía e n el aprendió muchas de aquellas
teatro. Toda obra del teatro ver- rumbas, que después interpretó
náculo terminaba con un “fin en España en su lenguaje musi-
de fiesta’’ cantado, por un dúo cal, el cante flamenco. Son mu-
o una artista o bien por toda la chos los discos cubanos que apa-
compañía. De este modo, al ini- recen repetidos en sus variantes
ciarse la producción de discos por este cantor y muchos otros
cantaores que las han incluído saban precipitadamente para
en sus repertorios. Pepe de la evadir la ley que se firmó al ini-
Matrona llevó a la expresión del ciarse la Primera Guerra Mun-
cante flamenco guarachas como dial, en 1914. Se cantaba en cual-
Cabo de la Guardia, El pescao, quier ocasión en que se trataba
A la voz de fuego, Acelera Nico, de rehuir una responsabilidad:
acelera, No te mueras sin ir a Es-
paña y muchas otras, de las cua- Se te a q b a la fima de tenorio
les sólo las personas muy mayo- óyelo bien, Rubén, óyelo bien.
res se acuerdan, pues no existen
partituras a causa de que esas Al introducirse el son en La
guarachas no fueron valoradas Habana, los septetos y conjun-
en su momento, quizás por ser tos incremeiitaron sus reperto-
de muy corta duración, como rios, incluyendo guarachas tra-
estribillos que podían haber sido dicionales con la adición de un
improvisados y trasmitidos por montuno, a lo que llamaron gua-
tradición oral, o porque perma- racha-son, y de esta manera se
neciera aquel prejuicio de “mú- fue transformando aquel
sica de la gentualla”. ritmo muy segmentado, pero fun-
El regreso de estas guarachas damentalmente cantable, en for-
a España fue similar al ocurrido ma de son de tempo más acele-
en el siglo XIX con las danzas cu- rado. El tema de la mujer del
banas, las habaneras y los pun- pueblo, negra o mulata, que ha-
tos de La Habana, que fueron bía aparecido en el siglo XIX, se
asimilados por las familias de mantenía con el mismo espíritu,
emigrantes vinculados con Cuba al celebrar su gracia y belleza, su
y tomaron un carácter y expre- imprescindible presencia:
sión distintos a los originales cu-
banos. De todos modos influye- Y o estoy tan enamorado
ron en lo que hoy se califica de la negra Tomasa
como “cantes de ida y vuelta” que cuando se va de casa
por los musicólogos españoles y qué triste me pongo
se mantienen en la tradición de Na’ma que me cp-ta la comía
muchas comarcas. que me cocina
De aquella etapa, en los ini- Na *ma que me gu ’ta la café
cios de este siglo, una de las que
alcanzó mayor popularidad fue la que ella me cuela.
guaracha de Manuel Corona Ay, ay, ay,
(1880-1950),El sewicio obligatorio, Esa negra linda
que grabó María Teresa Vera con que me echó bilongo ... etc.
Rafael Zequeira. Se trata de una
guaracha que se burla de los sol- íBifongo o La Negra Tomdsa,de
teros o amancebados que se ca- Rod ríg uez Fi fe).
Al convertirse en son, la Que te vas por encima del
guaracha dejó para muy pocos nivel.
conjuntos su uso como canción.
Hubo autores que componían Y dicen que
casi exclusjvamente este géne- Que a esa muchacha no hay
ro, como Nico Saquito (Anto- quien le ponga el fieno,que
nio Fernández, Santiago de Que qué de qué
Cuba, 1902-1981);su obra más fa- Que si la dejas se lleva el baile
mosa es Cuzdudito, Compay Ga- entero
llo, de 1930, que popularizó el Qué ficik!ad, mírala, mírala
Trío Matamoros. Otras guara- Se te va por encima la cintura
chas famosas fueron Azúcar pa’ No te muevas mas así
un amargao, Sensemayá, El dia- Que te vas por encima del nivel
blo tun tun, de Bienvenido Julián
Gutiérrez (1900-1966);El cuarto Y dicen que
de Tula,de Sergio Siaba y Pare, Que con su cuento y con ese
cochero, de Marcelino Guerra. movimiento, que
La guaracha se ha diluido en Que qué de qué
muchos géneros actuales. El son, Que si la sigues te deja casi muerto
el chachachá y toda una serie de ¡Qué ba rba r ida4 !
variantes siguen haciendo uso
del humor criollo después de dos- La única diferencia es que la
cientos años. Se ejecuta por or- expresión parte ahora de una
questas charangas en forma de identificación de clase. Es la
chachachá: la Orquesta Aragón misma mujer, integrada en
con Pare, cocho, la orquesta de nuestra sociedad, la que baila
Neno González con El diablo tun desprejuiciadamente, que se le
tun. Una de las más significati- celebra su gracia, y se lo dicen
vas, ejecutada con elementos so- un creador y un intérprete que
noros electroacústicos, y de la saben que ella es así y no como
mayor actiialidad, por la orques- ellos piensan que debe ser. Es el
ta de Juan Formell, es la titula- reflejo de nuestra sociedad ac-
da Por encimu del nivel, que utili- tual, en la que todos bailan al
za el calificativo más usado en mismo ritmo y con la misma ex-
el siglo XIX y que aún conserva presión. Por su gracia, la mulata
vigencia para aquel sentido de sigue siendo objeto de celebra-
gracia criolla que se le atibuyó ciones por hombres que, como
a la mulata: sandunguera. el cantante que ejecuta esta
guaracha, es un miembro de
SANDVNCVERA nuestro pueblo con una imagen
artística similar a la del negro
Se t e va por encima la cintura curro, pero actual: argoüitu de oro
No te muevas mas así en la oreja izquierda, sombrero

102
alón y formas y expresionés ja- Si Burundanga esta en la pachanga
carandosas de buen cubano. es porque ñanga le dio calor
En la cancionística actual ¡Qué felicidad! ...
han aparecido otras guarachas
que, como las primeras, chotean -Que soy Mahoma, voy por la
un acontecimiento o una medi- goma
da necesaria -La vaquita Pijin- que en el idioma soy el mejor
gua, de Pedro Luis Ferrer, y no es ¡Qué felicidad! ...
la única-, en las que se hace
,- burla de acontecimientos socia- Oye consolte mira m i polte
les que resultan rechazables, No hay quien sopolte m i
como una manera de contrarres- guara ndó
tarlos, de minimizarlos. Así se por e a quema perdí la ieba
han enfrentado contradicciones, ¡Ay qué fehcidad! ...
se han dado respuestas a cam-
pañas, se han criticado actitu- suéltame un baroqueesta muy
des pusilánimes, y de esta forma ca ro
la guaracha ha continuado su préstame un caña que no hay
función de noticia y crónica. Se maraña
han utilizado recursos literarios Tremenda [ama botó la dama
en un proceso intelectivo poco Tremendo hielo me dio Consuelo,
usual cuando se recurre a lo co- etc., etc.
tidiano. Nos referimos al uso de
la jitanjdfora por el propio Pedro Esta guaracha de Pedro Luis
Luis Ferrer en Cdmo me gusta Ferrer es de gran actualidad por-
hablar español: que señala las expresiones co-
loquiales, propias del habla del
Si Burundanga se come a mondon- cubano, de forma jocosa, a ve-
go ces hilarante, lo que contribuye
y mondongo la tumba que manda a meditar sobre la necesidad de
la conga aplicar normas educacionales -
Si Burundanga se sube la tanga como se está procurando aho-
y se va pa la conga ra- para que no se nos vaya de
la mano la belleza y elegancia
Si Burundanga prefiere malmga de nuestro idioma mientras son-
si polvo resonga y si llueve se reímos ante la gracia de nues-
enfinga tro humor criollo.
Otro recurso empleado por
-Qué sanga tan bongo este autor en la guaracha
-Qué bongo tan sanga Mario Agué es el de la décima
de versos truncos, como la usó
¡Ay que fekidad! Cómo me gusta Miguel de Cervantes e n El
hablar español Quijote:

107
Estimado Mario Agüé La guaracha ha llegado a ser
Cuando regrese el ver% un signo de identidad cubana
nos iremos a la pl% que permanecerá mucho más de
hasta diciembre o ené los dos siglos que llevamos dis-
Esta vez no fillaré frutándola, sobre todo si alcan-
casi el afiocompleti za la calidad y permanencia de
hasta llevar u n barquí sus valores intrínsecos, sus ras-
para pesqr rabirrú gos inmutables, su expresión en
ve pensando en el f u t ú un lenguaje correcto, ni chaba-
,- por si quieres que te alquí cano ni pornográfico como al-
Desde que estoy retira gunas que, obviamente, no men-
me aburro como u n creti cionamos, que fueron prohibidas
ayer me torcí u n tobí por la antigua Comisión de la
mientras sembraba en el pa Decencia e n este siglo y que
concurro cdda mafia eran cantadas sotto voce por
dar por el barrio u n pasé muchas personas, siendo a u n
con mi nieto el mas pequé más criticables que las antiguas
el que vive con nosó La Morena y La Guabina. Y esto
q’ es mi nieto preferí es todo por hoy, aunque falta
y luego quedo en repó mucho más por cantar.
el mediodia complé
)Qué t e parece Mario Agüé
cómo llevo la vida! ...

IOA
D i a b l o s v diablitos:

,-
de a ricanía
en olombia* (5
NLNA 5. DE FRLEDEMANN
* Ponencia lerda en el El demonio occidental
Seminario Homenaje a ses de Hispanoamérica encon-
Fernando Ortir,
celebrado en Matanzas, Desde épocas bíblicas, la perso- tramos las figuraciones africanas
en diciembre de 1995.
[N. del E]
nificación del mal en el mundo del diablo y de los diablitos.
occidental ha sido conocida con Pero es la obra del maestro
infinidad de nombres: Satanás, Fernando Ortiz la que, desde la
Demonio, Lucifer, Luzbel, Bel- publicación a principios de siglo
zebú, Mefistófeles. Otras tantas de Los negros brujos (1906,
han sido las épicas de protervi- 1973), ha sido inspiración cons-
dad de sus protagonistas que en tante para muchas de las inter-
sociedades afroamericanas se pretaciones sobre el pensamien-
han conocido, como Mandinga, to religioso afroamericano, y sus
Biruñas, el Putas o el Patas. expresiones litúrgicas, las cua-
En la literatura y la tradición les no han dejado de ser asimi-
' El término oniliiura es oral u oralitura,' la presencia del ladas a la brujería de connota-
un neologismo africano
que busca un concepto demonio conlleva y refleja situa- ción europea.
opuesto al de liieraiura
con fundamento y
ciones de la historia del pensa- En efecto, el maestro Fernan-
forma especlficos de la miento y de la vida de gentes y do Ortiz señala a los diablitos
comunicación, e
involucra historias y lugares. Mandinga, por ejemplo, como personajes de una antigua
tradiciones orales
(Fall, 1992: 21). nombre de la etnia africana de fiesta de esclavos que aún tenía
creencias musulmanas, afecta- lugar en La Habana, el Día de
da por la trata, y reacia a con- Reyes, 6deenerode 1881 (1921,
vertirse al cristianismo, una vez 1992). Más importante que este
esclavizada en las minas de oro registro etnográfico es su meto-
NINAS. de la Nueva Granada, su genti- dología comparativa y su visión
DE k E D E M A "
(1930-1998) licio fue convertido por la so- analítica de que estos diablitos
Antropóloga. ciedad dominante, allí y e n anduvieran por las calles junto
Fundadora y otras colonias españolas, en si- con su cabildo como bailadores
directora de la
rsvista Amgrica nónimo de demonio. Detrás de y representando en alguna me-
Negra, Pontificia este demonio con la personali- dida a los griots africanos. "Eran
Universidad
Javeriana d s dad y los atributos malévolos de verdaderos sacerdotes revesti-
Colombia. la visión cristiana es que en paí- dos de sus abigarrados y extra-

IOC
ños ornamentos rituales...”, dice nes son verdaderos teatros de
el maestro Ortiz (ed. 1973: 69). transacción étnica (Friede-
Y para explicar de manera ma- mann, 1988: 41-52) y así mismo
gistral el complejo fenómeno de sustentan la permanencia de
un doble enmascaramiento que creencias, ideas, éticas y visio-
allí él percibe, cita el párrafo de nes del mundo opuestas o dis-
Ratzel, en el libro Las raza hu- tintas a las del grupo social o
m a n a (1888), que dice: “... [el sociorracial dominante. ’

fetichero] adornado con cuer- Los modos y circunstancias


nos y cascabeles a manera de del enmascaramiento y la ano-
diablo para espantar al diablo nimidad y por otro lado de su
verdadero (el demonio?) y ha- manipulación, censura o incor-
cerlo huir”. Ello, después de ha- poración en una cotidianidad
ber mencionado a los diablitos cultural, forman parte de un jue-
ñáñigos, a los que dedica otro go de avenencia doble. Exami-
volumen. nar este juego de ambos lados
Para el propósito de esta po- es un camino que accede no
nencia, diablos y diablitos en- sólo al conocimiento de la di-
mascarados como demonios cris- námica del manejo del poder,
tianos, son representaciones sino al de los procesos cultura-
africanas de antepasados, de fi- les de la africanía y su perma-
guras sagradas o de seres sobre- nencia en nuestras sociedades.
naturales, habitantes de una En Colombia, las celebracio-
El concepto de cosmovisión que en algunos lu- nes y las conmemoraciones den-
huellas de airicania
toma como referencia
gares ha logrado reconstruir per- tro del complejo denominado
los planteamientos de files de su africanía y en otros Fiestas, siguen siendo ámbitos
Gregory Bateson (1976)
sobre el proceso de apenas tiene algunas huellas.’ propicios para el estudio de es-
formación de hábitos. Pero que en todas las instancias, tos procesos. En la tarea de ela-
como una inmersión del
conocimiento hacia practican el arte de la resisten- boración de materiales para mi
niveles del inconsciente
(ibíd.: 169). La gente cia a la dominación. publicación sobre el tema (Frie-
practica rutinas o repite
preceptos y cadenas En el ámbito de este arte ve- demann, 1995),3el diablo es un
de conceptos para
traducir parte de ambas
mos el enmascaramiento y la icono privilegiado no sólo en la
al paralenguaje ¡cónico, anonimidad como actos políti- geografía, sino en la historia co-
y así delegarle al
subconsciente cos públicos que permiten la lombiana de la fiesta.
segmentos comunicación social dentro del
sustanciales tanto de
los pasos de las tareas grupo subordinado y la interac-
que lleva a cabo, como El diablo en las crónicas
de las instrucciones ción cultural con el grupo do-
que guían sus
relaciones con otros
minante (Scott, 1990). En tan- En Colombia, sin embargo, las
(Arocha, 1991: 77). to que al grupo dominante le crónicas de conquista que se
He tenido el honor de conciente actuar en el escena- ocuparon de algún modo de los
colocar un ejemplar en
la Biblioteca de la
rio o al menos permanecer como rituales de los aborígenes, poco
Fundación Fernando espectador. Tales actos públicos, se preocuparon de registrar los
Ortiz, La Habana,
Cuba. como los carnavales, en ocasio- de los africanos. Es cierto que

106
el drama de su situación de es- del Diablo en la Gentilidad del
clavitud escasamente les permi- Mundo Americano, del padre
tió al comienzo juntarse en las Antonio Julián. Ambas dan
casas de enfermería al borde del cuenta del imaginario de demo-
mar en Cartagena de Indias, nización y paganización con el
reunidos al golpe del tambor que cual se miraba el comporta-
acompañaría a las almas de los miento ceremonial festivo de
muertos en su viaje al cielo. En indios y negros.
estos albergues, que se conocie- En las iconografías de la épo-
,- ron más tarde como cabildos de ca, el diablo tiene cara de chi-
negros, se reflejaron costumbres vo o de cabrón, y es la figura
de las cofradías dedicadas a los central de culto de los negros, a
santos en España. En Cartagena, quien éstos tocaban tambor y le
los cabildos se convirtieron en besaban el trasero. En el cere-
refugios culturales donde con el monial indígena, la fuerza del
tiempo se acentuarían las me- ritual se consideraba asimismo
morias, el habla del tambor y la como una manifestación demo-
marimba y las reminiscencia: de níaca y por ende ofensiva al cris-
sabores y aromas de la vieja Afri- tianismo.
ca (Friedemann, 1988). Los re-
zos católicos a las almas del pur-
Geografía del diablo
gatorio coincidirían con el culto
africano a los ancestros; la figu- Así y todo, en lo que podría-
ra de San Lázaro podría inter- mos llamar la geografía del dia-
pretar a Omolú, el dios africano blo en las fiestas en Colombia,
protector de las enfermedades encontramos que el Corpus
de la piel. Christi es una temprana cele-
No obstante, las expresiones bración con hálitos de auto sa-
aborígenes y las de los africanos cramental, donde el diablo apa-
y sus descendientes durante la rece en el binomio bien-mal. No
colonia se tuvieron como paga- obstante, la interrogante sigue
nas en los términos de la reli- siendo: ¿cuándo fue que los ne-
gión católica. Y las creencias de gros festejaron al diablo por pri-
indios y negros se achacaron a mera vez en el Nuevo Reino de
la obra y mandato del demonio, Granada?
expulsado del paraíso cristiano El Corpus Christi, en el libro
y establecido en una monarquía La Marquesa de Yolombó, que
en América. Tomás Carrasquilla publicó en
La Historia natural y moral de 1826, escenifica en el siglo XVIII
las indias, del padre José de (en el nordeste minero de
Acosta, impresa en Sevilla en Antioquia) , con nutrida presen-
1590, parece haber inspirado cia de los descendientes de afri-
otra de 1790 titulada Monarquía canos, lo que para el escritor

107
resulta una mezcla de “el Áfri- una acuarela titulada Matachi-
ca con todos los caracteres de nes, donde muestra a un perso-
su barbarie”. Aunque el autor naje con cara de cabra, colmi-
no es explícito, s í menciona llos prominentes y cachos
cómo en un momento dado hubo medianos a quien claramente
un sacerdote de la iglesia que puede identificarse como un
prohibió la indecencia de una diablo fiestero con su vejiga de
danza en que los diablos gran- res en la mano. El personaje es
des se revolcaban ante el Amo reminiscencia de aquellos dia-
,- Patente. El evento registra, des- blitos jubilosos, embaucadores y
de luego, una protesta frente a danzarines, carentes de la mal-
la actuación inesperada de es- dad de los demonios católicos
tos personajes. que por ese mismo tiempo tam-
A principios del siglo XIX, el bién bailaban en los atrios de las .
viajero sueco Carl August Gos- iglesias, como la de Ciénaga en
selman (ed. 1981) cuenta cómo el borde del Caribe Colombia-
en el Corpus Christi de la fría no, y en los de capillas a lo lar-
Santa Fe de Bogotá, aparecieron go del bajo río Magdalena, en
gran cantidad de “lagartos, ti- poblados como Guama1 y Chi-
gres, serpientes y caimanes”y que lloa, vecinos a Mompox.
“el ejemplar que más llamó la
atención fue una enorme tortu-
ga en cuyo lomo iba sentado un
La dispersión de los diublitos
negrito”. Pero lo que más asom- En 1874 la abundante disper-
bró al sueco fue, en sus palabras, sión de estos diablitos por el te-
“los horribles enmascarados”, rritorio colombiano en el ámbi-
que danzaban como si represen- to del Corpus Christi, constituía
taran un “baile de demonios”, uno de los perfiles risueños de
“equipados con colas largas, esa celebración. A tal punto,
cuernos y patas de caballo”. Y que cuando el carnaval de
que se defendían de la persecu- Barranquilla se oficializó como
ción que a sus espaldas les hacía tal, la celebración los acogió.
el Arcángel San Miguel, vestido Todos estos diablitos, que en
con sedas púrpuras. determinado momento pudieron
De la existencia de esos “dia- causar desazón en el imagina-
blitos” enfundados en el disfraz rio y en el ceremonial cristianos,
de los demonios católicos y en pasaron a ser parte de cotidia-
zonas de minería, se encuentra nidades festivas con alientos
un testimonio visual, más tardío mundanos. Es el caso de la fies-
en 1874, del viajero José María ta del Diablo de Riosucio, una
Gutiérrez de Alba, en la fiesta región de profunda religiosidad
del Corpus Christi de Mariqui- cristiana, y antiguo asiento de
ta, sobre el río Magdalena. Es minería colonial del oro. Allí, el

108
diablo se convirtió en la médu- nuestro”. Conjeturas similares,
la de un evento rutilante de ale- interrogantes diversos y el ma-
gría y de poética no solo de la nejo de datos en tomo a los dia-
gestualidad, del traje, de la pan- blitos que aparecen en tantos de
tomima, sino también de la pa- los escritos de don Fernando
labra. Pareciera como si los atri- Ortiz, han permitido reconstruir
butos del legendario grioc se perfiles de esa historia. Perfiles
hubieran asentado en Riosucio. que sin duda ofrecerán sosiego
El evento convoca competen- a las preocupaciones ético-reli-
cias de oratoria y poesía. La pa- giosas de la sociedad ríosuceña
labra es una de las fuerzas vita- contemporánea en torno a su
les del jolgorio. Tanto que en la fiesta del diablo. Particularmen-
fiesta de 1876, Rómulo Cuesta, te cuando a Riosucio se la nom-
uno de sus cronistas, anotó que bra como la capital infernal de
los fantasmas salían a platicar la alegría.
unos con otros después de que Ese pasado incierto del dia-
los postes de pólvora habían re- blo de Riosucio referido por el
ventado sus cargas, enviando al escritor Morales Benítez, es el
cielo borbotones de fuego mul- de las memorias africanas que
ticolor que caían despedazados han permanecido invisibilizadas .
como castillos de luces sobre la e invisibles en la historia regio-
‘ En los paises música de guaches, cencerros nal y n a ~ i o n a l .Pero
~ que echa-
latinoamericanos, la
invisibilidad de los y carracas. ron raíces en 1603, en Quiebra-
descendientes de Allí, a medida que la fastuo- lomo, un Real de Minas de Oro,
africanos ha sido una
estrategia de sidad alrededor del diablo se ha cuando Francisco Jaramillo de
dominación en tiempo y
espacio. Se manifiesta magnificado con brillos, chorros Andrada llevó trabajadores ne-
en ámbitos variados, en
la ciencia o en la de estampidos, solemnidades gros y capataces mestizos o mu-
política. Niega la litúrgicas, los dirigentes regio- latos de españoles pobres que
historia de los africanos
negros y su nales se esfuerzan en explicar luego con La Montaña, un asen-
participación en la
formaci6n de las los porqué y los cómo de un fe- tamiento de indios Embera, die-
nuevas sociedades y nómeno lúdico de semejante ron origen a Riosucio.
con la estereotipia
contribuye a procesos magnitud, que se prepara du- Memorias ancestrales de dei-
de discriminaci6n socio-
racial (Fnedemann. rante dos años y convoca como dades africanas debieron sobre-
1990).
participantes a miles de gentes ponerse allí al poder místico del
oriundas del departamento de demonio católico, que en el dia-
Caldas y como espectadores al blo de Riosucio ha preservado
resto del país. reminiscencias iconográficas de
O t t o Morales Benítez, un los faunos capricornios del me-
escritor y político prominente, dioevo. Tales memorias se en-
nativo de Riosucio, anota por mascararon en las diferentes ver-
ejemplo que: “...Este diablo es siones y comportamientos de
un ser nacido no sabemos en diversión, rebeldía y cimarrona-
qué remota región del pasado je. Tan dramáticos en este caso

100
como optar por que la figura, y de las cruces salen los pilatos.
el estatus del griot o del fetiche- En 1988 eran cinco hombres
ro, conforme lo anota Fernando vestidos con harapos, costales,
Ortiz, u otras representaciones sombreros viejos, una especie
de africanía, se ocultaran detrás de faldellín de fibras vegetales,
de contornos occidentales. O una enorme pipa que vomitaba
en otros casos, de modo tan au- fuego y un hacha con la que
daz, como aceptar que su litur- cada uno amenazaba a la con-
. gia fuera “brujería”, cuando eran currencia. Los pilatos corrieron
descubiertos por la Inquisición por todo el poblado haciendo
en ceremonias de reiniciación violentas morisquetas en medio
religiosa negroafricana, que del temor divertido de niños y
muchos negros emprendían para grandes y de la batalla que los
resistir la esclavitud. Es el caso chicos les oponían haciendo
de las brujas de Zaragoza e n sonar sus pitos de guadua en el
Antioquia, en el siglo XVII, exa- oído de cada uno.
minado por la historiadora Pero, ¿quiénes son en verdad
Adriana Maya (1992: 85-100). estos pilatos tan descabellados y
divertidos y tan distantes de la
personalidad del Pilatos del dra-
Diablitos en la liturgia
ma cristiano? Ellos parecerían
En el juego de la liturgia cris- concretar otra versión de esos
tiana, de la teluria y de la lúdica diablitos negros descritos por
en Colombia, las diversas ver- don Fernando Ortiz. Cada uno
siones de diablos nos enseñan blandía un hacha, símbolo po-
una gran riqueza en el arte de t e n t e de la deidad yoruba
la resistencia a la subordina- Shangó. Pueden ser personajes
ción. En la semana santa, en un reminiscentes de antepasados
poblado de mineros en la selva míticos africanos, diría don Fer-
aurífera del litoral pacífico, el nando. Lo extraordinario ade-
viernes santo la iglesia se con- más, es haberlos encontrado en
vierte en un gran teatro de ac- plena selva suramericana; se ig-
tores y espectadores. A ello se- nora aún la fecha de su llegada
guramente ha contribuido el o el momento en el cual la me-
hecho de que sus habitantes moria colectiva les dio u n soplo
h a n rechazado, e n el último de vida y los enfundó en el dis-
decenio, la presencia del sacer- fraz lingüístico de Pilatos.
dote católico. Todo esto sucede, como
A las tres de la tarde, un par mencioné antes, en el litoral Pa-
de disparos de escopeta retiim- cífico, donde el diablo, e n el
ban en la nave, el telón, que ámbito de la música, según la
cubre la escena viva de tres cru- tradición de sus gentes, es quien
cificados, se abre y por detrás mejor baila. En los caseríos al
borde de los ríos, en la noche licos de ser el mismo demonio y
profunda, un toque de marim- cada tecla de madera de chonta
ba, un percutir de dos cununos, como otro de sus avatares: Lu-
dos bombos y dos guasás indi- cifer, Satanás, Luzbel...
can la celebración de un curru- Pienso que animada por las
lao o cununao, con el simbolis- diabluras de tantos diablos que
mo de una fiesta de cielo. En la he leído y que he visto, comen-
cual, otra vez, la tradición se zando por los descritos por don
hace lenguas con historias so- Fernando Ortiz, podría aprove
bre San Pedro, a quien le fasci- charme más de su tiempo. No lo
na tocar marimba y, siendo el voy a hacer. Quiero terminar
encargado de las llaves del cie- hoy, con mi reconocimiento a
lo, abre sus puertas para enviar Cuba por el honor de haber sido
luces de arco iris que al viajar invitada a participar en este ho-
por entre gruesas nubes se de- menaje a don Fernando Ortiz,
rriten en lluvia, y en algunas le- el gran Maestro de la Afroame-
yendas en aguaceros de oro. ricanística. Un sabio admirado
Es la marimba, entonces, la en su pensamiento a través del
responsable de la humedad ex- tiempo y del espacio.
traordinaria del litoral y de las
lagunas doradas e n esa selva. ¡Gracias Don Fernando Or-
Sin embargo, hasta hace algu- tiz por inspirar tanto de mi tra-
nos años, la marimba fue acusa- bajo!
da por misioneros y curas cató- Muchas gracias.

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do Americano.Bogotá: Instituto Caro cripts. New Haven and London: Yale
y Cuervo. University Press.
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Revista C a t a u r o
fd Fundación Fernando Ortiz
5PI Calle 27, N o . 160, esq a L.
El Vedado, Ciudad de ia Habana, Cuba.
Códi O PostaI: 10400
P
T e k ono: (537) 32-4334
Tele6x: (537) 30-0623
E-ma iI: ffortiz@;irtsoft.cüIt .cü
En Cuba se utiliza el vocablo sabio cubano llamado Fernando
“catauro” para denominar un Ortiz (1881-1969), la problemá-
tipo de cesto hecho de fibras de tica lingüística relacionada con
yaguas tejidas, que sirve para nuestra identidad no escapó a su
transportar frutas, carnes y otros atención. Por eso, cuando Gris-
artículos, principalmente en las tantino Suárez publicó su Vocu-
zonas rurales. Esteban Pichardo btihrio cubano en 1921, Ortiz le
es quien documenta por prime- hizo una elogiosa resefia en la
ra vez esta voz como de uso en Revista Bimestre Cubana.
el español de Cuba. Antonio Sin embargo, Suárez no in-
Bachiller también la registra, corporó a su obra una serie de
pero con las formas de “cataure” voces muy cubanas, con las que
y “catauro”; esta última es la se tropezaba diariamente Ortiz
que pervive hasta el presente. en su quehacer científico. Por
Catauro es, indudablemen- eso éste decidió recopilarlas, ex-
te, un préstamo de las lenguas plicar su contenido y publicar-
caribes al español hablado en las en la Revista Bimestre Cuba-
Venezuela, desde donde nos nu bajo el título de “Catauro de
llegó el vocablo y el objeto que cubanismos”, con la intención
éste designa. José R. Cuervo de que:
hizo constar el origen cumana- Si el vocabulario de Suárez
goto (“catabre” o “catabro”) y es iin apéndice a la decimo-
su vigencia en el español de cuarta edición del Dicciona-
Venezuela y Colombia, al igual rio de la Lengua Castellana
que Lisandro Alvarado, quien por la Real Academia Espa-
además de señalar su proceden- ñola, este pequeñísimo ma-
cia cumanagota, lo hace pro- motreto que sigue será a su
venir, asimismo, de otras extin- vez a manera de apéndice
guidas lenguas caribes del del vocabulario de cubanis-
litoral venezolano, como es el mos, por donde habrá de serlo
caso del kaliña (“catauli”) y del del manoseado catálogo aca-
gálibi (“catoli”). démico.
Para el inquieto estudioso de Realmente, el “Catauro ...”
nuestra cultura que fue ese gran enriqueció la visión que se te-
nía del español hablado e n brecerse”, “llegar a un estado
Cuba, pues, además de recoger mi ser a b le ” .
creaciones populares que esta- Debido a la importancia que
ban tan en boga, así coino una reviste el “Catauro de cubaiiis-
mayor cantidad de nuevas acep- mos” en su forma seriada o como
ciones de vocablos hispanos en libro, la Editorial de Ciencias
nuestro contexto, incorporó vo- Sociales dio a conocer, en 1974,
ces de origen subsaharano que una nueva versión. Realmente,
habían sido obviadas por los el Nuevo catauro de cubanismos,
lexicógrafos que le precedieron. como se denomina esta última
Esta publicación seriada del edición, es algo más que una sim-
“Catauro...”, así como la si- ple ampliación y ordenamiento
guiente, e n forma de libro, y alfabético de las anteriores, pues
que data de 1921, adolecen del se trata de una nueva versión
defecto de no tener el léxico or- cualitativa y cuantitativamente
denado alfabéticamente. Ortiz superior, que en el presente no
explicó que ello se debía a que ha perdido vigencia como obra
entregaba a la imprenta las pa- de consulta para todo aquel que
peletas, según salían de su plu- se interese en el estudio del ni-
ma, y por ello, pensamos, de- vel léxico de la modalidad cu-
nominó esta sección “Catauro”, bana del español.
como un cesto e n el q u e se Por eso la Fundación Fernan-
echan las cosas sin orden. Tam- do Ortiz ha escogido la deno-
bién pensamos que prefirió el minación de Catauro para iden-
vocablo caribe -ya enraizado tificar su revista, e n la q u e
en nuestra lengua- al más cu- estudiosos cubanos y extranje-
bano “jaba”, voz tomada d e ros de la cultura nacional y uni-
nuestros aborígenes, ya que este versal podrán dar a conocer el
último tenía cierta connota- resultado de sus respectivas in-
ción despectiva, puesto que era vestigaciones, para continuar
muy usual en aquellos días la abriendo brechas e intentar nue-
expresión “Tomar la jaba” o “Sa- vos derroteros, como hizo don
lir con la jaba” con el significa- Fernando Ortiz en el contexto
do de “pedir limosna”, “empo- cultural cubano.

IIC
p...-,“
P
,,,
La Fundación Fernando Or- En esta ocasión el jurado, in-
tiz y el Instituto Cubano del Li- tegrado por el Consejo Científi-
bro se honrai-i en dar a cono- co de la Fundación Fernando
CCY, por primera vez, el Premio Ortiz y la Presidencia del Insti-
Catauro Cubano, que otorgan t u t o Cubano del Libro, acordó
a un libro dedicado al estudio por unanimidad entregar el Pre-
de temas eti-iológicos, antropo- mio a la obra Cuba: expreskh li-
lógicos y sobre la cultura popu- teraria mal y actualidad, de la li-
lar cubana. cenciada María del Carmen

Victori Ramos, profunda cono- de la narrativa oral a través de


cedora de la cultura de tradición cuentos, leyendas y mitos, esa
* oral del pueblo cubano. parte indeleble de nuestra iden-
e La autora es investigadora del tidad que marca para siempre
0
e Centro de Investigación y De- el imaginario; problematiza te6-
sarrollo de la Cultura Cubana ricamente el papel de las fábu-
e
e Juan Marinello y formó parte del las y sus mecanismos de trans-
e equipo interdisciplinario del misión, así como el saber
e
e
Atlas Etnográfico de Cuba. Este poético tradicioiial. Especial in-
a largo proceso de trabajo, que terés tiene el estudio de la pa-
c
.
i
duró más de un decenio, le per- remiología, esa fuente inagota-
a mitió dirigir el tema sobre la tra- ble de sabiduría q u e muchos
c
e
dición oral, y sus resultados con- filósofos y éticos no consultan o
e tribuyeron a la presente obra, en que consultan en otros contex-
c
e
la que analiza, con una base de tos culturales y desconocen el
información nacional, nuestro saber cotidiano de nuestro pue-
e tesoro del patrimonio intangible blo y sus más arraigados valores
*
a y sus diversas vías de transmi- éticos y conductuales.
c sión y aprendizaje. No puede faltar de ese aná-
c María del Carmen valora con lisis el complejo mundo de las
a acierto la significación múltiple creencias y las fórmulas rituales
9

116
i
I

que se le asocian, pues este bano del Libro iluminan una


libro no es sólo valioso por el cau- zona todavía por descubrir de
dal de información que brinda, nuestro acervo popular.
sino especialmente por su signi- Los estudios etnográficos
ficación metodológica, que abre fueron para Fernando Ortiz el
nuevos caminos a lo que otros principal acercamiento para el
autores denominan el etnotexto análisis del pueblo cubano.
o la oralitura, pero que María Pretendemos que la brecha
del Carmen se encarga de asii- que el sabio cubano abrió para
mirlo como literatura oral y de estos estudios permanezca como
relacionarlo siempre con el con- un incentivo para todos aque-
texto social en que las personas llos que en Cuba o fuera de ella
aprenden, crean y transmiten deseen entrar en la fronda es-
oralmente su cultura cotidiana. pesa y casi inexplorada del mun-
Esta primera edición del Pre- do cubano. Que este premio sir-
mio Catauro Cubano quiere con- va de estímulo para los que con
tribuir al rescate y salvación de recursos o sin ellos continúan la
los productos más genuinos de labor pionera q u e inició e n
nuestra identidad. nuestro país aquel a quien Juan
Con ella la Fundación Fer- Marinello llamó nuestro Tercer
nando Ortiz y el Instituto Cu- Descubridor.

117
Las letras del año:
entre el
Ye
ROSA MARíA DE LAHAYE GUERRA
y R U B É N ZARDOYA ILO U REDA
Atrás han quedado los tiempos puede ser tomada como signo
e n que la adivinación era cas- d e las demás, e n particular,
tigada con la muerte y e n que como expresión de la palabra y
la Iglesia la consideraba inspi- la voluntad divinas.
rada por Satán. El espíritu reli- La noción del destino inhe-
gioso griego, marcado por la no- rente a la práctica adivinatoria
ción del carácter divino del no es el producto de un deter-
acto adivinatorio, parece pre- minismo ciego, concebido como
valecer e n nuestros días. Su el encadenamiento de todos los
presupuesto tácito es la creen- acontecimientos e n un sistema
cia e n que la divinidad mani- cerrado e inaccesible a la inte-
fiesta sus deseos y veleidades y ligencia y la voluntad humanas.
se comunica con los hombres a Es cierto que esta noción lleva
través de los más diversos me- implícita cierta dosis de fatali-
dios, entre los cuales, sin du- dad, el reconocimiento de que
das, un lugar privilegiado lo los sucesos están predetermina-
ocupa el oráculo. Su fundamen- dos por un poder trascendente;
to lógico más general es la opo- pero ante esta fatalidad el hom-
sición entre el uzur y el destino. bre no es un ser del todo inde-
ROSA MAR~ARige aquí la vieja conjetura de fenso y desvalido, cuyos esfuer-
DE LAHAYE GUERRA
Crisipo: las profecías de los adi- zos para modificar lo que tiene
AntropóioG
Profssora ds la vinos no serían verdaderas si el que ocurrir resultan siempre
Facultad ds destino no dominara el cosmos, baldíos. No se trata, pues, de
Historia y vale decir, el orden primordial un hado ciego e inescrutable,
Filosofía.
Universidad ds de las cosas y los seres. Las pro- de u n futum absoluto, de algo
La Habana. fecías oraculares se fundan e n dicho o escrito de manera irre-
RU&NZARKNA la idea de que el mundo tiene vocable y que, por consiguien-
-
LOUREM
Filósofo. Dscano
un orden necesario; la adivina- te, ha de suceder por fuerza,
ds la Facultad ción es posible gracias a que el sino de un destino susceptible
ds Historia universo no está presidido por de ser conocido a través de los
y Filosofía,
Univsrsidad el caos, sino por el orden total, medios de adivinación, capaces
ds La Habana. e n virtud del cual cada cosa -por inspiración sobrenatural
118
y, por consiguiente, sin dudas, cia de los oficiantes. La pala-
vacilaciones ni ambigüeda- bra es divina porque es inter-
des- de descorrer el velo de pretada por el hombre, la
misterio que cubre las cosas criatura que e n su hipóstasis
distantes o futuras. El destino bondadosa es Dios, y e n su
es siempre destino humano, hipóstasis malévola es Diablo,
destino del hombre e n un or- y que lleva en sí todas las fuer-
den universal que, de alguna zas del paraíso y del infierno.
forma, también él construye y Por su mediación en el acto de
modifica. Lo dicho o escrito en adivinación, la relación cultu-
el libro de la eternidad alcanza ra-natura reviste la forma de la
su plenitud justamente e n la relación entre lo natural y lo
acción de los hombres; al mar- sobrenatural; el mito y el rito
gen de ella, sólo es posible ha- se hacen uno, y el destino in-
blar de tendencias, de potencias falible cede ante la inteligen-
virtuales, de condiciones favo- cia y la voluntad humanas. Sin
rables o desfavorables para uno embargo -lo sabemos e n ex-
u otro acontecimiento, de opor- ceso-, el hombre es un ser im-
tunidades y amenazas que se perfecto: su memoria es frágil,
abren ante los individuos y los es heredero de disímiles tradi-
colectivos humanos o que los ciones; sus pasiones lo zaran-
acechan, y que éstos pueden dean, sus habilidades, inten-
empujar a su favor si su juicio ciones e intereses lo mueven
es recto y su conducta tiene por caminos de diverso signo.
lugar con arreglo a los funda- A caballo entre sus vicios y sus
mentos de la fe religiosa. La virtudes, el hombre sacramen-
actividad humana constituye tado interpreta u n universo
u n eslabón necesario y, en cier- cultural e n el cual la idea de
ta medida, decisivo, e n la ca- lo sobrenatural ocupa u n espa-
dena cósmica de la fatalidad. cio privilegiado frente a la na-
El hombre, primero, puede co- turaleza, incluida esa segunda
nocer el destino infalible, la pre- naturaleza que llamamos cul-
determinación divina, los de- tura. Al formular su vaticinio,
signios de las deidades; y, asume el riesgo del error, inhe-
segundo, puede cooperar con lo rente a su condición humana.
inevitable, y esperar ventajas Se acude al oráculo ante la
colectivas e individuales d e incertidumbre que provoca “la
esta cooperación. El conoci- oscuridad del futuro”, ante el
miento es poder. efecto inhibitorio de la ignoran-
Las deidades nunca mani- cia y la impotencia sobre la ac-
fiestan su voluntad de forma tividad, y, con más hondura,
inmediata, sino sólo por media- ante la inseguridad que produ-
ción de la sapiencia y la peri- ce el carácter ininteligible e

110
irracional de una parte consi- obras de arte, los tratados filo-
derable d e las condiciones sóficos, las predicciones de la
prácticas en que transcurre la ciencia meteorológica y las for-
vida cotidiana de los hombres. mas económicas del valor, in-
“LO que se sabe no se pregun- cluido el dinero. Su realidad es
ta”, dice Ifá. Pero, de forma la realidad de lo ideal, vertigi-
igualmente imperativa, lo que nosa, ubicua, multiforme, e n
no se sabe ha de preguntarse. perpetua metamorfosis; conde-
No son triviales las cuestiones nada, sí, a revestir la imagen
, que se ignoran o que escapan terrenal de la materia, pero so-
al control de los colectivos hu- berana con respecto a cada una
manos: conciernen a las poten- de sus modalidades concretas
cias del clima, la salud y las de existencia. Por medio de las
epidemias, los alimentos bene- figuras ideales contenidas e n
ficiosos y perjudiciales, las estas preguntas y respuestas, los
coyunturas y los objetos ame- hombres organizan su vida en
nazadores, las actitudes peli- el presente y la proyectan ha-
grosas, los valores y las cia el futuro.
cualidades morales, el compor- El individuo y la colectivi-
tamiento social, las pasiones dad no están exonerados nun-
humanas, la familia y el ca de afrontar su propio desti-
matrimonio, la vivienda, la de- no, de tomar una decisión ante
lincuencia, los ancestros, las el perenne dilema que implica
sinrazones económicas y las ve- la relación entre la fatalidad y
leidades de la política. Los el libre albedrío, entre el de-
sacerdotes, debidamente con- terminismo y la libertad. Dios
sagrados y adiestrados, pregun- y las divinidades hacen saber
tan; las deidades responden y, de sí y d e sus designios por
al hacerlo, impregnan al hom- medio de sus oráculos; pero és-
bre de un hálito divino, contri- tos apenas ofrecen recomenda-
buyen a liberarlo de sus limita- ciones, de forma tal que el hom-
ciones fácticas vitales. En vano bre es libre de aceptarlas o no,
se trataría de negar todo fun- de avanzar por los derroteros
damento real al contenido de indicados o asumir el azar a
estas preguntas y respuestas cuenta y riesgo propios. En este
que la cultura se hace a sí mis- último caso, sólo es posible
ma por mediación de sus hom- apostar a las fuerzas propias y
bres y mujeres. Preguntas y entregarse e n los brazos de la
respuestas funcionan como ve- fortuna, la suerte, el acaso, el
hículos de fuerzas ideales ob- encadenamiento fortuito de los
jetivas en la comunidad religio- acontecimientos, la indetermi-
sa, ni más ni menos objetivas nación que se distancia del or-
que las comprendidas e n las den universal dispuesto para ser

120
conocido. Ya sabemos que los conscientemente utilizados, en
poetas representaban a la For- principios llamados a garanti-
tuna calva y ciega, con uno de zar la objetividad de los juicios
sus pies alados posado sobre una humanos, e n imperativos cuya
rueda que gira, símbolo de la observancia ha de asegurar la
inconstancia e inestabilidad de eficacia de la actividad prác-
los asuntos humanos en la pros- tica. A partir de este momen-
peridad y la adversidad. En los to, enjuiciar c o n rectitud u n
giros de esta rueda, las razones objeto o u n suceso significa re-
superiores y divinas permane- ferirlo a una de estas catego-
cen ocultas a la inteligencia hu- rías o a un grupo de ellas; y ac-
mana, y el mundo adquiere la tuar con conocimiento d e
forma de lo contingente, de la causa es convertir estas refe-
accidentalidad sin reglas y sin rencias e n paradigmas y leyes
finalidad, desenfrenada y hos- irrecusables del c o m p o r t a -
til, donde las causas plurales e miento. He aquí e n qué radi-
independientes se entrecruzan ca el poder que confiere a los
insospechadas, ajenas a cual- hombres su capacidad de inter-
quier necesidad e, incluso, a pretar la palabra divina: e n el
cualquier probabilidad. En ta- carácter humano universal de
les circunstancias, todas las po- las formas míticas objetivas a las
sibilidades se presentan ante el cuales se subordina y e n las
hombre con idéntica dignidad cuales se expresa. Mediante
y valor, y la imprevisibilidad se ellas, el hombre religioso otor-
convierte e n norma. El desti- ga orden y unidad al conteni-
no se envilece e n la figura del d o concreto d e su actividad
puro azar. vital, se contrapone activamente
Sólo es sabio quien escucha a él y lo regula.
al logos universal, decía Herá- El destino que dimana del
clito. Sólo es sensato quien vaticinio adivinatorio es una
ajusta su conducta a la pala- creación cultural pletórica de
bra divina, podría inscribirse e n potencias significativas. En su
el frontispicio del templo d e sustancia mítica, el futuro se
Apolo e n Delfos o al pie del al- presenta ante los individuos e n
tar de Orula e n una casa-tem- la forma d e admoniciones que
plo. El azar es ciego; el desti- actúan d e manera inmediata
no, inteligente. En virtud del sobre la imaginación y los sen-
proceso adivinatorio, las cate- timientos, e inspiran el culto y
gorías míticas mediante las la actuación cotidiana. Para el
cuales se organiza el conoci- hombre religioso, el significado
miento divino se descuelgan de de estas admoniciones es mu-
la eternidad y se convierten en cho mayor que lo que se expresa
instrumentos d e la actividad e n ellas de manera inmediata;

121
cada admonición se descompo- de estos vaticinios oraculares y
ne en un número indetermina- los presenta a la conciencia
do e ilimitado de posibilidades como algo a la vez misterioso y
y alternativas diferentes, com- conocido, venerado y temido,
prendidas, intuidas o aguda- trascendente y cotidiano; es
mente sentidas. Uno de sus ello lo que les confiere el ca-
caracteres distintivos es la ex- rácter de un secreto comparti-
trema generalidad, expresada do, de un misterio develado, de
en la forma de aseveraciones una potencia dominada.
categóricas, metáforas, símiles, Catauro presenta a sus lec-
parábolas, relatos míticos y re- tores un conjunto de vaticinios
franes populares; generalidad o letras propuestas por religio-
que convive con indicaciones sos cubanos para 1999. Entre
precisas sobre la forma en que honores y sacrificios a Dios y a
ha de ejecutarse uno u otro rito las deidades, cinco ceremonias
mágico, el nombre de las divi- han abierto el año. Lo novedo-
nidades que exigen una aten- so para el vasto público nacio-
ción diferenciada, o la actitud nal e internacional -pues la
que debe adoptarse ante una u divulgación alcanzó a Prensa
otra situación ordinaria, en una Latina e Internet- radica, más
perspectiva de sentido virtual que en la aparición de cuatro
infinita: “NO comer jutía hem- letras diferentes de Ifá, en la
bra”, “Póngale una botella de presencia de una quinta apor-
vino blanco a Orunmila y ábra- tada por el Cabildo Guinda-
la el próximo 31 de diciembre y Vela Briyumba Congo de San
brinde con sus allegados y con Antonio de los Baños. Para
sus enemigos”, “Aquí se dife- nuestro regocijo, el cuerno con
rencia el fango y la arena”, “De - poderes mágicos y el tablero de
formación de la conducta Ifá se entrecruzan con idénti-
social en cuanto a robos y mal- cas miras: abrir las puertas del
versaciones”, “NO se pueden futuro, contribuir a que el hom-
dar todos los gustos a los hijos”, bre no ande a tontas y locas por
“Para lograr una mayor produc- el mundo, desconocedor de la
tividad de la tierra deben unir- voluntad divina, de las conca-
se la experiencia práctica y los tenaciones necesarias, escuáli-
estudios científicos”. Es preci- do frente al destino, prisionero
samente la conjunción de una del azar. Una mirada culta re-
extraordinaria generalidad y parará sin dificultades en que
plenitud ideal con la inmedia- estas predicciones no constitu-
tez de la vida cotidiana en la yen nebulosas ideales, simples
matriz común de la tradición fantasías enfebrecidas, hijas de
sacra y la fe religiosa, lo que la superstición -denomina-
garantiza la eficacia simbólica ción fraguada por la religión

122
dominante para calificar a las trascienden la comunidad re-
religiones o sentimientos reli- ligiosa y se insertan de forma
giosos dominados-, sino coá- explícita e n un ámbito de di-
gulos de sentido social, cultu- mensiones nacionales. Si es
ral, humano, condensaciones cierto, como declara el texto
de la experiencia, los temores d e alguna letra, q u e “estas
y las esperanzas colectivas del predicciones son válidas e n
religioso cubano, abreviaturas nuestro país como e n otros paí-
intensas de sus relaciones con ses del mundo”, ello obedece
la naturaleza, la sociedad y la a que sus profecías, reflexio-
cultura. Se trata de creaciones nes, historias, datos geográfi-
colectivas, e n el doble sentido cos, referencias sanitarias y
de ser herederas de una sabi- exhortaciones ponen de ma-
duría ancestral qFe se hunde nifiesto una genuina cubanía,
en los arcanos del Africa mítica con su inmanente proyección
y reverdece pletórica de reso- universal. Determinar el des-
nancias cubanas, y de consti- tino de la nación cubana para
tuir el resultado del esfuerzo este año solar: he ahí el pro-
adivinatorio de auténticas con- blema.
gregaciones sacerdotales. Vati- Interrogados, muchos hom-
cinios de largo alcance son és- bres y mujeres del culto afir-
tos, también e n sentido dual: se marán que la palabra de Dios
refieren, más que a uno u otro es una, válida para todos y con
individuo, a la colectividad; y carácter excluyente de otras
más que a una u otra circuns- palabras divergentes, deriva-
tancia coyuntural, a todo u n das éstas de la manipulación
ciclo de regularidades e irre- turbia de impostores, neófitos
gularidades meteorológicas, o incapaces. Otros referirán
económicas, sociales, políticas, que la interpretación de los
culturales, familiares, que ha- signos adivinatorios es una pre-
brán de enseñorearse del tiem- rrogativa de cada familia reli-
po mientras la tierra completa giosa (e, incluso, de cada sa-
una revolución e n su órbita al- c e r d o t e ) , e n cuyo s e n o es
rededor del sol. A diferencia de siempre eficaz. Terceros asegu-
los frutos pequeños de la inter- rarán que, tras la diversidad
pretación cotidiana de los di- aparente, todas estas letras re-
versos oráculos, estas letras no velan un fundamento común.
se refieren exclusivamente y de Lo cierto es que la inevitable
manera directa al destino indi- variedad de los vaticinios sólo
vidual de uno u otro religioso o afecta de forma muy colateral
familia religiosa, sino, a n t e su eficacia simbólica. En cuan-
todo, al destino de la colecti- to a la ciencia antropológica,
vidad. Más aún, estos vaticinios no existe argumento alguno
que permita determinar que participan los religiosos, como
uno de los vaticinios sea más expresiones genuinas d e su
válido que otro. Nada más aje- cosmovisión, sus tradiciones y
no a la lógica y a la dinámica su creatividad, como fuerzas
de estas religiones que las re- ideales vivas que determinan
des perfectas, equilibradas, in- las relaciones sociales y el com-
flexibles e impecables desde el portamiento de los individuos.
punto de vista formal. Los cin- Entre profecías, reflexiones,
co vaticinios se presentan por refranes, guiños políticos y re-
igual como portadores d e las comendaciones, Olofi y Nsambi
relaciones sociales d e las que están con nosotros en 1999.
Presentación de las letras del año 1999
El propósito que ha motivado la Estos cultos populares sufrie-
publicación de una muestra de ron un complejo proceso traris-
los vaticinios o “letras” realiza- cultural de simbiosis y fusión, que
das por los diferentes oráculos en Cuba se reorganizó basado en
de las religiones de origen afri- el sistema de plantación, e n el
cano que existen e n Cuba, es contexto del barracón, en los ca-
presentar la rica diversidad del bildos y en todo el ámbito socia!,
imaginario cubano actual con- lo que generó diferentes líneas o
tenido e n los sistemas adivina- tendencias según el conocimieii-
torios de la religiosidad popular. to y habilidad de los practican-
Cada uno de estos vaticinios tes. En este sentido, la acepta-
-los cuales valoramos por ción y práctica de estas creencias
igual-, se dan a conocer al ini- estuvieron condicionadas, e.1
cio del año, y demuestran muy gran medida, por el prestigio, au-
claramente 13 compleja amalga- toridad y conducta de los viqos
ma de líneas o tendencias de sacerdotes que nuclearon una
pensamiento y concepciones que red de ahijados mediante u n
existen e n los complejos mági- nuevo tipo de familiaridad reli-
co-religiosos transculturados en giosa, no siempre en correspon-
Cuba, al mismo tiempo que co- dencia con los tradicionales la-
rroboran la inexistencia de un zos de consanguinidad o de
núcleo rector, contentivo de una afinidad, aunque en muchos ca-
teología unívoca. Todo esto es sos también los incluye.
explicable como resultado de- Nos proponemos, al mismo
culturativo del traumático pro- tiempo, mostrar esta riqueza
ceso de la esclavitud, que des- como parte esencial de la cul-
membró el sistema tradicional tura cubana de tradición oral,
de parentesco propio de muchas que ha sido motivo de inspira-
comunidades africanas, basado ción para la creación artística
sobre todo e n la descendencia y literaria, y que es portadora
matrilineal, y propició la disper- de diversas normas de conduc-
sión horizontal de los cultos e n ta individual y social. La valo-
diversos grupos, capas y clases ración de estos vaticinios de-
sociales, que ya no se correspon- muestra el carácter poliédrico
dían con las estructuras tribales de la cosmovisión contemporá-
ni familiares de origen. En todo nea del cubano practicante de
ello influyeron también los ma- estas religiones.
‘SE HA RESPFTAM) trimonios mixtos entre africanos Una vez más se hace reali-
LA GWIA DE LOS de diversa procedencia étnica y dad aquella expresión popular
ORIGINAES DE CADA
UNADEWCETRAS.
en especial los vínculos del mes- de que “cada santero (babalawo
[N. DEL E.] tizaje biológico y cultural. o tatanganga) tiene su librito”.*
12c
1
A S O C I A C I ~ NCULTURAL YORUBA
DE CUBA

LETRA DEL AÑO


lro. de enero de 1999

OCHETURA Y EY IOGBE

Santo que gobierna: Changó. nuestra religión. Aconsejar a her-


Acompaña: Yemayá. manos y otras personas para que
Bandera: Roja con ribete azul. no caigan en problemas delictivos
Paru este año tenemos: Suerte de salud (evitar el uso de armas de fuego).
segura y firme sobre la tierra. Dice Ifá: Mantener respeto a nuestros
Ebo para babalatuos: un gallo, dos pa- principios religiosos cumpliendolas
lomas, tierra de la casa. las medi- recomendaciones y orientaciones
das de1 cuerpo y de la cabeza, que dan nuestros orichas (respe-
maraña de hilo, una trampa, una tar y amar la religión).
flecha, jabón de lavar, agua de no, h e Ifá: Atender este año con especial
agua de mar, ingredientes, opolopó interés a Changó, Ochún y
owó. Elegbara (ayudarh a soluciones
Ebo pura santeros: un gallo, un ma- saastáctoriasde nuesttos problemas).
chete, una cazuelita con sal, in- Dice lfá: Que debemos atender a nues-
gredientes y opolopó owó. tros ancestros y protectores espiri-
Rogación de cabeza periódica, con lo tuales.
que marque el santo. Dice lfá: Que los babalawos, iyalochas
y babalochasdeberán ser honestos,
Recomendaciones de Ifá sinceros y aconsejar siempre por el
Dice lfá: Debemos cuidar la salud, buen camino a nuestros seguido-
hacernos chequeo médico pres- res. Al mismo tiempo no deben ser
tando atención a las enfermeda- desmedidos con las personas que
des gastrointestinales, cardiovas- solicitan nuestra ayuda (no ser
culares, parásitos (no andar autosuficientesni prepotentes; tra-
descalzo), afecciones nerviosas y tar de ser humildes y sencillos).
vías respiratorias. Dice lfá: Buscar la unión de todos y
Dice Ifá: Debemos cuidamos de pcrso- tener especial cuidado en las rela-
nas extrañas que puedan penetrar ciones matrimoniales; mantener el
en nuestros secretosreiqgm e igual- respeto y el vínculo con la familia.
mente en nuestra vida privada. Dice lfá: Que para este año se predice
Dice lfá: Debemos tener seguridad una mejoría notable en los proble-
con nuestra vivienda para asíevi- mas económicos en general, de-
tar robos. biendo en este sentido ser más
Dice Ifá: Debemos respetar lo ajeno y organizados y administrar conse-
combatir lo mal hecho y así velar cuentemente los recursos de que
que la delincuencia, el vicio y la disponemos (debemos cuidar nues-
corrupción no tengan cabida en tro puesto de trabajo).

126
Dice lfá: Existirá una mayor afluen- Respetar a los mayores y menores,
cia beneficiosa de personas que nos hará sentir bien (prestar ayuda
vendrán de otros países para cues- apersonasimpedidasyminusváiidas
tiones religiosas y de negociacio- con respeto y educación).
nes concernientes al país. Nuestra Institución agradece la
Dice lfá: La organización y la unión cooperación de todos los hermanos de
son el triunfo para este año. las ramas tradicionales que han cola-
Dice lfá: Los problemas atmosféri- borado para llevar a buen término la
cos y trastornos naturales esta- eficacia y seriedad de esta letra que
rán presentes durante el año, es para todos los practicantes yorubas
pero con la atención, la organi- de la diáspora.
zación y el llamado a los orichas,
saldremos adelante de esas si-
tuaciones. JUNTA DIRECTIVA
Dice lfá: Ser educado y mantener las Prado 615, e/ Monte y Drago-
normas de conducta establecidas. nes, Habana, Cuba.

11
1YO LON1 1TA ODDUN 1999
Para el pueblo religioso de Cuba, se- Dichas predicciones son el resul-
gún el Oráculo de Ifá. tado de la utilización del sistema adi-
Estimados arbures y ahijados: vinatorio conocido como Oráculo de
Es ya costumbre en Cuba, que Ifá, cuya manipulación es secreta y
con el advenimiento del nuevo año, privilegio de los babalawos.
los sacerdotes de la religión yorubá, Aquí se reúnen los sacerdotes de
hagan sus vaticinios sobre lo que su- todas las familias religiosas que practi-
cederá el año entrante. Los baba- can este culto yorubá y donde en-
lawos llevan a cabo una ceremonia cuentran la suma total de conocimien-
de adivinación, e n la cual el tos sobre el Universo, la naturaleza y
babalawo más joven iniciado en nues- los seres humanos. Cada año, en todas
tra religión, limpio y lleno de pureza, las tierras del mundo donde hay baba-
obtiene para el país los pronósticos lawos, se celebra esta ceremonia co-
del año entrante. nocida como Apertura del Año.

Letra del año 1999. lre ashegun ota, ese olofin.


Onishe si aíadimu
Signo del año: Obbe Llono. Este signo marca cuando Azojano
Santos que gobiernan: Azojano (San (San Lázaro) salió a recorrer el
Lázaro) y Nana Buruku (culebra que mundo y contrajo todo tipo de en-
vive en el río). fermedades.
En este signo no se enterraba a Cuídese las piezas bucales, los oí-
los muertos. dos, el estómago, el páncreas.
Chivo que rompe tambor con su Este signo marca que se pueden
pellejo paga. contraer enfermedades malignas
desaparecidas y que vuelven a Darle un gallo blanco a Oggún.
aparecer. Ejemplo, la tuberculosis. Este signo marca que se muere
Hacerse chequeo médico sistemá- solo.
ticamente. Aquí Ochún maldijo a los hom-
Marca este signo cuidado no te- bres por el maltrato que le daban.
ner una discusión con su pareja y o Aquí nacieron las enfermedades
vaya a subirle la sangre a la cabe- sanguíneas, entre ellas, la llamada
za. xiclemia, anemia. Aquí la tierra se
o Cuidado con los cuchillos de pun- pudrió por los pecados de la huma-
ta en su casa. nidad.
Este signo marca bochorno. o Si su padre es muerto, hay que
o Este signo si no ha estado preso, hacerle misas por la iglesia y espi-
puede estarlo, signo de respeto. ritual.
Habla de falta de respeto en el Recibir Azojano (San Lázaro) o
matrimonio por ambas partes. ponerse su collar.
o Hay que rogarse el vientre. Tapar todos los huecos de la casa.
No se debe comer conejos. No brincar huecos. Aquí fue don-
o Rogarse la cabeza con cosas fres- de por primera vez se abrió el agu-
cas frente a Obbatalá. jero.
Visitar al oculista. Aquí se diferencian el fango y la
Cuídese de robos y de los papeles arena.
que Ud. firme. Este signo habla Aquí se regó la enfermedad en la
de robo y malversación al Estado. tierra.
o Aquíhe donde se sentó Ochún por Los hijos son desobedientes. Cui-
prúnera vez. La persona que tenga dado con ellos.
marca de santo debe hacerlo. Este signo marca que lo pueden
Recibir Olokun y si lo tiene dele botar de su casa, trabajo, o de cual-
de comer. quier lugar que se encuentre, si
Cuidado con la embolia, cólicos, no lo han hecho ya.
operaciones quirúrgicas,la presión No se debe comer carne de puer-
arteria1y el corazón. co.
o No se debe ingerir bebidas alco- Se come más con los ojos que con
hólicas. la boca.
o Cuidado no se convierta en un Hay que limpiarse con una galli-
esclavo de los que hoy son sus es- na, dársela a O y á y llevarla para el
clavos. cementerio, sin entrar.
o Cuide su casa, no peleen de am- o En este signo hay que recostarse
bas partes para que puedan aican- mucho a Azojano (San Lázaro) y
zar la suerte. a los muertos.
o Este signo marca traición. Hay que La persona que no tenga Elegguá,
ponerle mucho addimu a debe recibirlo, y a Orula.
Azojano, Ochún y Changó. La persona que tenga Santo hecho
No se deben criar hijos ajenos. y no tenga Oyá,debe recibid?.
Habla de hacer misas espirituales. La persona que tenga su Angel
Padres e hijos tienen que tener de la Guardia definido debe reci-
cuidado de no agredirse mutua- bir Oyá para su estabilidad,salud,
mente. etc.

T 28
o Esta letra marca que no se debe de maíz, las herramientas de
hacer aborto, marca la muerte por Oggún hechas de cartón, nueve
aborto. tiras de colores diferentes, la me-
o Hay que recibir Oddua. dida de su cuerpo, un pollito jio
o La persona que tenga que rayarse jio, un pollo (una libra) para el
en palo debe hacerlo. paraldo, un pedacito de saco, vino
o La persona que tenga que darle seco, flores, tres velas, perfume,
entrada a Orula en su casa, debe cascarilla, una botella de ron o
hacerlo. aguardiente, pedacitos de paño
o La persona que tenga Santo he- negro, rojo y blanco.
,- cho debe recibir su coffa o mano Este es el ebbó de la casa de Otura
de Orula, porque sólo Orunmila Tiyu,esto se hace colectivamente,con
puede salvarlo de su problema. excepción de los animales (ver al Pa-
Hay que tener paciencia. drino).
o Este signo marca muchos contra- Comienza a partir de los días lO/l,
tiempos, pero se vence todo a tra- 17/1,24/1y31/1, las cosas debenestar
vés de Orula. un día antes en la casa del Padrino.
Ebbó: un gallo, un mazo de berro, tie-
rra de las cuatro esquinas de su Muchas felicidades, Ala Iboru
casa, trabajo, tierra de dentro de Ibolla Iboru Che Che
su casa, trabajo, pescado y jutía
ahumados, maíz tostado, mante- MousÉs ESNARTPRENDES
ca de cacao, manteca de corojo, OTURATIYU
dos cocos secos, miel de abejas, Puerta Cerrada 437, Apto. E
algodón, un paño blanco, un paño ler. Piso, e/ Chamorro y Figuras Mu-
en colores, todo tipo de miniestras nicipio Habana Vieja
(un poquito), fnjol carita, harina Ciudad de La Habana

111
LETRA DEL ANO 1999

A los sacerdotes de Ifá en Cuba y el miento a todos y cada uno de los cere-
mundo, los hermanos oriatés, babalo- moniales establecidosque permiten se
chas, iyalochas e iworos. pueda realizar la apertura del año 1999.
El pasado 31de diciembxr de 1998,a Como hemos hecho durante los
partir de las 1203p.m., se reunieron un once años de constituida esta Comi-
gran número de sacerdotesde Ifá, de un sión, la actividad fue presidida por el
total de 450, en la casa sita en calle 10de sacerdote de más años de consagra-
Octubre 1509, e/ Gemudis y Josefina, do, respaldado por un nutrido grupo
Víbora. En representación de las más an- de hermanos estudiosos y muy capa-
tiguasy prestigiaasramas de Cuba, con- citados que analizaron la letra o signo
tando también con el respaldo de sacer- sacado por el sacerdote más joven.
dotes de Ifá de México, Panamá, Ogbe Yono: el gran malversador del
Colombia, Puerto Rico,Venezuela, Bra- erario público.
sil, Costa Rtca, Estadas Unidas, España e Histo7ia: Babalú Ayé montado en un
Italia, con el propbito de dar cumpli- ounko bajó a la tierra de arará y

T za
como el camino era tan largo tuvo 5 . Problemas de la presión arterial.
que montarse en un venado. Al 6 . Enfermedades del corazón.
llegar le entregó la corona a 7. Estados avanzados de gravedad.
Changó.
Profesíu: Ire ashegun ota lese orunla Recomendaciones
(profesía). 1. Evitar el consumo de bebidas al-
Onishe ATU:Paraldo del signo. O Tan. cohólicas.
Onishe Onrmule Oshu:Azowanu (San 2. No hacer fogatas en o dentro de
&aro). la casa.
inshe Osuin:Bolsa chica de saco con 3. Adorar y cumplir con todas las
ribetes azules y blancos. Dentro de promesas a Babalú Ayé.
una bolsita blanca. 4.Atender a los Egun, muertos, poner
Diecisiete dientes de maíz tosta- bóveda espiritual y en la copa del
do, un diente de ajo, una piedra centro poner un crucifijode cedro.
de arrecife, diecisiete cuentas de 5 . Refrescar la cabeza con rogación
collar de Babalú Ayé, azules y de flores, rosas blancas y Osun de
blancas. Come paloma junto con extensión.
Ogun y Osun. Además se le echa 6 . Rogarse la cabeza con seso vege-
vino seco y humo de tabaco. tal, fruta de pan y las plumas de
Gobierna: Azowanu (Babalú Ayé). las palomas de Ogun y Osun.
Divinidad de los leprosos y las epi- 7. Cumplir con las orientaciones de
demias. Se adora en Cuba y en los médicos en caso de enferme-
otras partes del mundo, principal- dad.
mente en la región de Oko To en 8. Respetar las orientaciones de los
Africa. religiosos con respecto a la salud.
Acompuñu: Iye Odu, divinidad her- 9. Evitar los abortos.
mana de Babalú Ayé. 10. Póngale una botella de vino blan-
BU&TU: De saco, con ribetes azules co a Orunmila y ábrala el próxi-
y blancos. mo 3 1de diciembre y brinde con
Ebbó: Tres palomas para Oguny Osun, sus allegadosy con sus enemigos.
atare, vino seco, oñi, efun, tiras de 11. Póngale un plato blanco con die-
colores y ropa usada, maraña de ciséis ramitas de albahaca a
hilos, miniestras de la casa, del tra- Orunla por cinco días y después
bajo, hueso y leri de las palomas de bañarse, a,qegando cascarilla,
de Ogun y Osun, cinco adeles, leche de vaca y yefia de Orunla.
manteca de cacao y de corojo, Hacer todos los meses.
opolopo owo. 12. No se les puedc dar t(K1os los gus-
tos a los hijos.
Enfennedades que aumentarán su
índice Eventos sociales
1. Problemas o padecimientos del es- 1. Propagación de epidemias.
tómago. 2. Año de muertes de seres queri-
2. Enfermedades en la boca, produc- dos.
to de caries y otras. 3. Separación de matrimonios.
3. Problemas de la sangre, siclemia, 4.Deformación de la conducta so-
anemia, otros. cial en cuanto a robos y malver-
4.Hemorragias por la boca. saciones.

ItO
5. Ingerencias en asuntos internos. 9. Páguele a Yemayá, cuida mucho
6. Desequilibrio económico general. a Oshun pero ruéguele a Babalú
7. Aumento de los accidentes auto- Ayé (usar su collar y recibirlo).
mo& ticos. 10. Dar de comer a Eggun un pollo a
8. Aumento y afectación de la agri- la sombra en el monte.
cultura y la ganadería mundial 11. Atender al muerto permanente-
debido a las epidemias. mente.
9. Alto nivel de mortalidad. 12. Recibir Osun de extensión para y
10.Aumento de la conducta de ingra- por salud, debe llevar además de
titud hacia aquellos que nos han los elementos esenciales, una
ayudado de una u otra forma. escalerita, un escudito, una
espadita, un bastoncito, una
Reflexiones flechita, una lanzita, y dos pares
1. Comprender y cuidar mucho a su de ojitos de Santa Lucía.
pareja, no discutir bajo ninguna 13. Si los padres son difuntos hacer
circunstancia, no alterarse por misas.
gusto ya que puede haber falta 14. Marca viajes al extranjero, hay
de respeto y consideración entre que hacer ebbo antes y después
amlxls. de venir, traer tierra de donde
2. Las personas que trabajan para el fue, para volver.
Estado deben de tener mucho 15. Muy importante, los ahijados que
cuidado de apropiarse de nada. tengan por ita, jurarse en Orun y
Pueden caer presos, y en prisión, en Osain para evitar pérdidas de
padecer de serios problemas de la salud, de trabajo y afianzar su
la vista hasta el límite de perder postura religiosa.
un ojo. 16. Cuidado con la soberbia, puede
3. No usar armas blancas, pues por traerle sangre por la boca o la
un bochorno se puede desgraciar nariz y traerle una embolia.
y caer preso y tener las mismas 17. Las ahijadas que lo tengan por
consecuencias que explica el pá- ita, deben de recibir Olokun o
rrafo anterior. reforzarlo con secreto de Orunla
4.No se pueden hacer esfuerzos fí- para afianzar la salud.
sicos violentos, este odu marca
hernias. Refranes
5. No se pueden ingerir bebidas al- 1. El que mucho quiere abarcar poco
cohólicas. ha de apretar.
6. No se deben criar hijos ajenos. 2. Hay mucho que oír, mucho que
7. Las mujeres con problemas inte- aprender y poco que hablar.
riores, deben de rogarse el vien-
tre con cinco huevos, manteca Estas predicciones son el resultado
de cacao, manteca de corojo, dos del estudio minucioso del signo que
pimientas de guinea molidas jun- nos rige durante ei presente 1999y son
to con yefa del signo. válidas en nuestro país como en otros
8. Dice Ifá que no sea gandío, ava- países del mundo. Este documento Ue-
ro, aquí nace que el caimán para ga a poder del pueblo religioso com-
comer abre la boca desmesura- pletamente gratis por cortesía de esta
damente y se atraganta. Comisión, la cual no se hace responsa-

121
ble de la conducta de personas que rescatado hace doce años del baúl del
lucren con su reproducción. No pode- olvido esta tradición que nos legaron
mos desaprovechar esta oportunidad nuestros ancestros y que amenazaba
para agradecer a los hermanos oriatés, con morir definitivamente.
babalochas, iyalochas e iworos y aleyos
por los aportes tanto econ6micoscomo Feliz Año 1999.
morales que durante estos años han
brindado y que han contribuido a en- COMICI~N
ORGANIZADORADE LA
grandecer nuestra actividad. Nuestra LETRADEL ANO
.
, divisa más grande es el poder mante- IFÁ IRANLowo
ner por siempre el privilegio de haber

Ogbe Kana Ogbe O t u r a Ogbe Yono


-t- + +
0 1 11 11
0 1 0 1 11
0 1 11 11
11 11 0 1
IV
PREDLCCIONES DE IFÁ PARA EL A f i O 1999, PARA
CUBA y EL M U N D O
A los sacerdotes de Ifá, a los herma- nacional e internacional de cuyos aná-
nos oriatés, babaloshas, iyaloshas e lisis y valoraciones se resumen las
iworos, pueblo religioso en general y a orientaciones que expone el presente
todos a los que les pueda interesar: documento.
El pasado día 3 1de diciemhre de Signo regente: Obeyono.
1998,se reunieron 450 sacerdotes de Profesía: Ire ashegumota dese ilofin
Ifá en representación de la inmensa (beneficio de vencer las dificulta-
mayoría de las ramas o familias de des y enemigos al pie de quien
Cuba y el respaldo de sacerdotes de posee poderes dignatarios-legisla-
Ifá de los siguientes países: España, dor).
México, Venezuela, Panamá, Brasil, Recomendación: Rogar a Olofin con
Puerto Rico, Costa Rica, Colombia, una Aladino (ofrenda grande y
Italia y Estados Unidos, con el propó- cubierta).
sito de dar cabal cumplimiento a los Divinidad regente: Azojano, conocido
ceremoniales establecidos para una también como Babaluayé u
apertura de año. Obaluayé (Dueño de la Tierra).
Esta ceremonia fue presidida por Es la divinidad de la viruela y las
el sacerdote de Ifá Guillermo Diago enfermedades contagiosas; tam-
Obe Weñe y para sacar la letra hubo bién es conocido como Omolu,
de hacerlo como siempre el sacerdote Oluwo Popo y Shaponna; este ú1-
de Ifá más pequeño, contando ade- timo nombre está prohibida su pro-
más con el respaldo de un nutrido gm- nunciación. Se desconoce su lu-
PO de sacerdotes de Ifá muy capaci- gar de origen exactamente, para
tados y con un reconocido prestigio unos es original de Empe, territo-
T72
no de Takua de Nupe, y para otros Senos trastornos en las vías diges-
de territorio de Mahi (Magi) de tivas.
Dahomey. Se considera el propa- Enfermedadespor contagio y epi-
gador de las enfermedades con- demia.
tagiosas, utilizando las moscas Intervenciones quirúrgicas de
cuando se decide vengarse de sus bajo vientre.
enemigos;por otra parte es médi- Trastornos del páncreas.
co de leprosos,sifilíticos,virulen- Lo6 hombres deben cuidarse de tras-
tos y de todas aquellas enferme- tornos prostáticos y trastomos de la
dades contagiosas. En Cuba es virilidad por serios desajustes del sis-
sincretizadocon el San Lázaro mi- tema nervioso central.
sionero de la Iglesia Católica. Enfermedades venéreas.
Divinidad acompañante: Nanu, esta Trastornosoftalmológicos.
divinidad de origen dahomeyano Trastornos neurológicos.
representa la lepra, es hja de Nana
Burukú y de Damballah Aedo, al Recomendacume
* s
tiempo que se considera madre de e Rogarle a los santos con Ebbó
Azojano cuando se unió con De Shure.
Seyi, tanto sus ropas como sus atri- e Acudir al dentista para una aten-
butos son de color negro azabache, ción adecuada a su dentición.
se le considera de las divinidades e No comer a horas tardías para evi-
más viejas de la región yoruba. tar posibles embolias.
Bandera: carmelita (rnatipo) con los e Hacer ofrendas y ceremonias ai
ribetes en negro. mar.
Ebbó: Un pollón blanco, un mazo de Evitar faltas de respeto en el ma-
berro, agua de lluvia, tierra de la mmonio.
loma, tierra del trabajo, maíz tosta- e Se advierte de los grandespeligros
do y los demás ingredientes. de las aventuras en el mar.
Cada persona debe dirigirse a sus e Cumplir nuestras obligacionesla-
respectivos Padrinos en busca de
las orientaciones.
Esta Comisión agradece a los her-
. borales.
Un análisis y estudio de las tierras
para un mejor aprovechamiento
manos oriatés, babaloshas, iyaloshas e de los sembrados.
iworos el aporte económico y moral e Para lograr una mayor productivi-
que nos han brindado durante todos dad de la tierra deben unirse la
estos años. experienciapráctica y los estudios
Nota importante: La distribución de científicos.
este documento es gratuita y esta e Cuidar los recursos materiales con
Comisiónno se responsabiliza con los cuales contamos, evitar el cies-
la venta que hacen personas aje- pihT0.
nas, con ánimo lucrativo. e Darles cabal cumplimiento a las
campañas de higiene y limpieza
Enfennedades que han de aumentar de las ciudades para evitar el in-
su índice cremento de vectores (ratones,
Enfermedades sanguíneas en niños moscas, mosquitos, etc.) y el peli-
recién nacidos y en edad escolar. gro de la propagación de epide-
En los adultos la anemia y leucemia. mias.
Evitar por todos los medios la cons- Acontecimientos de interés social
titución de vertederos de basura Un incremento de la violencia.
en lugares públicos. Desastres marítimos, trombas ma-
Evitar la ingestión de bebidas al- rinas, penetracionesdel mar.
cohólicas en exceso por los peli- Abundantes lluvias y tormentas,
gros que ofrece a la salud y por el con los consiguientespeligros de
daño que hace a las proyecciones derrumbes, etc.
morales de las personas. Peligro de muerte por travesías no
Cuidado con accidentes en labo- seguras en el mar.
res del campo.
Ifá recomienda que cese la ambi- Reflexiones
ción desmedida de los religiosos. Es bueno aclarar a la población religio-
Se recomienda que nos unamos sa en general que esta Comisión no
en defensa de un bien común, rei- constituye sociedad, sólo nos reunimos
nando un ambiente de paz en cada cada año para realizar la ceremonia más
familia, en cada hogar, en toda la importante de los babalawos cubanos:
nación. La apertura del año, con el propósito
Aquellas personas que tengan de hacer llegar a la población unaorien-
deudas de tambor a los santos,que tación seria y con el respaldo de la
las cumplan. mayor congregación de babalawos que
Signo que marca guerra, se cono- se reúnen en el mundo, 450 sacerdo-
ció la bandera blanca como símbo- tes de Ifá de las ramas más antiguas y
lo de paz. prestigiosas del país.
Este signo marca gandimiento y Valorando el llamado que nos hace
glotonería en todos los sentidos. este signo que nos rige, unavez más ape-
La ira y la violencia pueden llevar lamos a los hermanos babalawos a unir-
~ de las armas, en nos para sacar una sola letra del año, que
a la p e r ~ alo uso
vez de emplear la persuación y el sirvadeorientacióna todos iosrelg~a~~.
análisis como medios de entendi- Hacemos un llamado a todos los
miento. hermanos, para que nos sentemos en
Signode bochorno y de falsos tes- la mesa de las conversaciones despo-
timonios. jados de todo sentimiento mezquino
Los sacerdotes de Ifá deben usar y ventajista, para encontrar la forma
el collar de mazo (iñafa) en las del entendimiento y poder llevar al
ceremonias. pueblo una sola orientaciónque evite
Se recomienda a la población reli- las contradicciones que hoy existen y
giosa recibir Oduduwa y Olokun. que sólo crean un estado de zozobra e
Cuidado con el adulterio. inseguridad.
Aquellas personas que adminis-
tran dineros ajenos deben hacerlo obras y Ceremonias
con honestidad, este signo nos Rogarle a Azojano con una cebo-
advierte del peligro de malversa- lla blanca, granos variados y vino
ción y abuso de los cargos que se seco.
ostentan. Un gallo blanco a Changó y Orgun
La paciencia y la reflexión deben para la unificación de la familia.
primar en todas nuestras relaciones. Tomar infusiones de garro blanco
Analizar los mecanismos contables. para trastornos estomacales.
Rogarle a Obatalá con Sarao Exo. El dinero en el mundo lo encon-
Darse baños y baldear la casa con tramos y en el mundo lo dejamos.
atipola y jobo. El gandío agranda su vientre y
Darle atención a los muertos. achica su cabeza.
Se recomienda pintar la casa de El güiro que se transporta con cui-
blanco. dado no se rompe.
Rogarse la cabeza con frecuencia. Chivo que rompe tambor con su
Darle tres chivos a Oshún de for- pellejo paga.
ma esporádica.
invitación
Refranes del signo Se invita a todos los sacerdotesde Ifá,
El tambor que habla malo es por- babaloshas, iyaloshas e iworos al tam-
que no tiene boca. bor que en honor de Azojano se va a
El bochorno de un adivinoestá en realizar el día 6 de febrero de 1999 a
su boca que come con adicción. partir de las 2 de la tarde hasta las 6
La mayor fortuna es tener poder y p.m. en calle 10 de Octubre 1509,el
saber. Gertrudis y Josefina, Vibra.
La orgullosa laguna se aparta del Se ruega que todos asistan vesti-
arroyuelo como si el agua no fue- dos de blanco para rogar por la paz y
se lo común entre ambas. el entiendimiento entre los hombres.
Cuandoel chivo jíbaro está vivo, el Esta invitación llega de forma es-
cuerono se puede usar para &r. pecial a los hermanos hijos de Azojano
La oveja todavía está vistiendo la y al pueblo arará.
lana del año pasado. Feliz aiio 1999, les desea

ORGANIZADORA
COMISIÓN DE LA
LETRADEL ANO.
V
C A B l LDO:
CUlNDA-VELA V R l y U M B A COPCO
DE SAN ANTONIO DE LOS BANOS
(Filial provincial de la Asociación C u l t u r a l Yoruba de
Cuba/

LETRA DEL AÑO PARA LOS AHIJADOS INICIADOS EN NUESTRO


CABILDO CONGOY SUS FAMILIARES
5 de enero de 1999,9:30 a.m.
Santos bantú que gobiernan: Lugar de ejecución: Casa o morada del
1.7 Rayo.
ahijado.
2.Mamá Chola. Orienta el tunga (trabajo) : Pablo Ra-
3. Cubayende. m6n Simbra Mundo, hijo de Tiem-
Bandera: Roja, ribete amariiloy fran- bla Tierra.
ja morada diagonalmente. Objetivo: Evitar los insultos coléricos,
Rogación de lucena (cabeza), para derrame cerebral, isquemia,
todos los iniciados del cabildo y fa- infartos y problemas de presión
miliares arterial.
12 c
Ingredientes: Una tapa de pan redondo, Dice Lucero Mundo: Que se debe te-
sacándole la masa, se le hecha den- ner decisión para elegir nuestros
tro ocho pedacitos de coco, ocho caminos, cómo los vamos a cami-
pedacitos de nmteca de cacao,die- nar, tener criterios, decisiones y
ciséis hojas de albahaca blanca, cua- pensamiento propio para evitar
tro hojas de laurel,unas hojas de pa- que nos confundan y nadie se
raíso, un pedacito de frescura, dos apropie de secretos y mañas de
hojas de siempre viva, tapándoloen nuestro Cabildo.
cruz, se cubre con la masa del pan y Dice Centella: Este año el muerto lo
se le echa encima leche cruda. da todo, por lo que debemos aten-
,- Se sienta y se coloca en el centro der aquellos espíritus familiares o
de la lucena (cabeza) dicha rogación de lazos religiosos que nos ayudan.
durante ocho minutos, depositándo-
se después en una ceiba o anón, gua- 2do. Tiro de Chamalongo:
nábana, chirimoya,yagmma con ocho José Luis dice que este año es de suer-
centavos de derecho. te para los Guinda Vela.
A los ocho días de la rogación se bus- 3er. Tiro de Chamalongo:
ca un pedazo de algodón, se le echa cas- Dice Centella: Que sus hijos deben res-
carilla, se desnuda y se limpia todo el petar a los de Chola y los de Chola
cuerpo, envolver en paño blanco y des- a los de ella, los Chola no deben ir
pués en hoja de yagmma y se amarra a hacer brujería al cementerio, ni
con hilo blanco y se guinda en cualquier los de Centella tirar brujería al río.
parte de la casa que no se vea y se dice: Los hijos de 7 Rayo: Deben respetar y
“TiemblaTierra así es nuestro mundo, tener tacto con los hijos de Cen-
queremos que las ideas que rijan en él, tella y Chola.
sean claras,frescas y puras, que no haya DiceJosé Luis: Que se debe tener una
guerra que trae muertes, que exista siem- caña de azúcar en cualquier es-
pre la paz. Pero también te pido que yo quina de la casa, cuando no sirva
no ruede en este mundo por loscaminos se bota para la basura con $0,10y
del maly mi cabeza siempre sea ilumina- se quita cuando se ponga la otra.
daprsambiypor usted”.
4to. Tiro de Chamalongo:
Recomendaciones de los ngángas y Dice 7 Rayo: No vestimos de rojo com-
pleto, cuidarse de los rayos, no an-
ler. Tiro de Chamalongo: dar descalzos, no meterse debajo
Dice Mantcel el Médico: Cuidarse la piel de matas, cuidado con la cande-
y cuestiones de hongos en los pies. la, la electricidad,cuidado con las
Secarse bien los pies. relaciones sexuales con distintas
Para combatir la infección en su mujeres, cuidado cori rosaduras,
inicio: yerba mora, escoba amar- verrugas, etc. en el pene, acudir
ga y siempre viva, hervidas y echar al médico. No comer gallos viejos
directamente rii los pies. ni gallinas viejas este año.
Dice Tiembla Tierra: Este año es bue- Dice Chola: No comer jutía hembra.
no en sentido general y va a ser Dice Cubayende: Cuidar y no maltra-
mejor para aquellos que trabajen tar a los perros.
con cordura, asienten su cabeza y Dice Tiembla Tierra: No ponerse som-
la mantengan fresca. breros ni gorras ajenas.
Sto. Tiro de Chamalongo: una gran confianza en sus deci-
Dice Manuel el Médico: La salud va a siones, un solo palo no hace mon-
ser buena, pero se deben evitar los te, ni un solo hombre hace un
insultos coléricos; no mundo, en la unión está la fuerza.
automedicarse. Guerra contra los Que los hijos de la casa se vean
mosquitos, pues pueden ocasionar como hermanos y se aconsejen
enfermedades o epidemias. como tales.
EspecificóJoséLuis: Que está prohibi-
6to. Tiro de Chamalongo: do entrar al Cabildo borracho o
Monta por el padrino José Luis en Tie- personas borrachas ajenas al Ca-
rra (hora 11:OO a.m.). bildo.
DiceJosé Luis: Se siente muy conten- Cuidarse los riñones por la conta-
to de cómo terminó el año, los minación de las aguas, las encías,
infumbes de la casa lucharon muy los ojos.
duro y muchos hijos de la casa que No entrar en lugares conflictivos.
de una forma u otra han ayudado Respetar su casa y su familia.
que se logre el sueño de mi hijo La dirección del Cabildo aconseja y re-
Tronco Ceiba. comienda: Para poderse mantener
Dice José Luis: Que él quiere que la dentro de nuestro seno, tener una
terminación del Cabildo, si la co- conducta adecuada ante la socie-
menzaron sus hijos, la terminen sus dad, la familia y nuestra religión.
hijos.
Es necesario demostrar la fidelidad JUNTA DIRECTIVA
con hechos y no con palabras. Ave. 51, No. 6036, e/ 60 y
Eliminar la autosuficiencia, prepo-
53
tencia, envidia y complejos.
Tener gran respeto por la direc- San Antonio de los Baños
ción elegida del Cabildo, así como Provincia Habana

VI
LETRA DE 1999 DE SANTA BÁRBARA.
[SACADA POR EL OBBA ACUSTIN H E R N Á N D E Z ~ '

Dice el santo que el mundo está muy en eso. Nadie que sienta un olor pu-
precipitado, las personas están muy a trefacto en la casa vaya a decir de
la carrera, sólo Dios, los muertos y los dónde sale ese olor, para que Olocum
santos saben, quiere decir que todo no se ofenda porque es el que va a
está sujeto a preguntas; dice que sola- visitar las casas para llevarse lo malo y
mente no basta con prestarle atención traer lo bueno. Nadie coma la carne
a lo que dicen los santos y los muertos, de puerco en demasía. Las personas
sino hacer lo que ellos dicen y man- no deben coger mucha lucha para no
den a hacer. Cada día relacionarse más perder la memoria, habla mucho de la
con las personas, llevarse bien unos con falta de memoria, habla de enferme-
otros; dice que los robos van a seguir y dad natural de Dios. Dice que hay
cada día más, por lo que hay que vigi- que ponerle asistencia a los muertos
larlo todo, no sólo la puerta de la calle en un vaso con agua y un príncipe
sino el techo también, ser cuidadosos negro, una flor lila, una flor blanca y
perfume, que el agua quede olorosa. que sus cosas no sean transitorias. Po-
Todas las mujeres que les toque ha- ner una bandera blanca con una luna
cerse la prueba citológica que se la llena amarilla en el centro y los ribetes
hagan para evitar, no les vaya a salir en rojo. Gobierna Oshún y Changó,
algo maligno en la matriz, la vagina o darle una gallina y un par de palomas
el útero; los hombres cuidarse la prós- a Oshún, dos gallos para Yemayá y
tata, cuidarse mucho el interior. Todo Changó, un coco seco, una vela, tres
el que tenga algo pendiente de santo dulces, maíz tostado, miel de abeja,
hacerlo, rogarse la cabeza con cuatro melado, vino seco, manteca de corojo

- RIE
EMREGADA CON
pomRyRlwD
frutas distintas y demás menesteres;
nadie protestar por vivir en alto, no se
es profeta en el pueblo donde uno
nace, hay que reinar en otro pueblo.
La humanidad debe tener un resguar-
y23,75. Darsecuatrobañosenuncubo
con agua, ahí ripiar quita maldición,
quita dolor, albahaca morada, leche,
un poquito de ceniza de carbón, cas-
carilla, manteca de cacao, miel de
CORTES^ DEL Muxo
DE PALMIRA do con un crucifijo y de carpintero abeja y con jabón blanco bañarse. Lim-
[N. DEL E.] para alejar la enfermedad y lo malo, y piar la casa con eso mismo.
La .

ARíSTiDES MESTRE
‘Discurso leido en la Sr. Presidente, Sres. Académi- lla verdad. No obs ante, es a
sesi6n pública solemne
celebrada por la Real cos, Sras. y Sres.: actividad uniforme y continua
Academia de Ciencias Nada más importante y ma- tiene un límite aparente; las ta-
Médicas, Flsicas y
Naturales de La gestuoso que el espectáculo que reas á que nos entregamos a dia-
Habana, en
conmemoraci6n del nos ofrece la Ciencia. La razón rio terminan al cabo del año por
treinta y tres
aniversario de su
aplicada á la observación y al ex- una fiesta solemne, e n q u e
lundaci6n. (Anales de la perimento “ha extendido su im- nuestra Academia luciendo sus
ii.A. de C.,tomo XXXI.
p. 33) romado de perio -según afirma un sabi- modestas galas conmemora en
Revisfa Cubana.
Periódico mensual de del antiguo al nuevo continen- este día SLI fundación, recuerda
ciencias, liferafura y te, de la Europa a los Antípo- sus últimos trabajos y premia las
bsllas arfes. Tomo XX.
Establecimiento das: tiene hoy por dominio el nieniorias que en concurso con-
tipogralico La
Constancia, La Habana, mundo entero: el sol no se pone vocado al efecto merecieron
1894. Se ha respetado
la oriogralia del
jamás en su territorio. Los indi- esta justa distinción.
original.] viduos pueden descansar, pero El Dr. Montané, nuestro dis-
la inteligencia colectiva de la tinguido Secretario general, en
especie no se adormece jamás”. erudito y elegante resúmen ha
Para los que tratan de encon- dado cuenta de las labores del
trar la verdad científica reves- año que hoy finaliza. Y, de se-
tida de sencillez y claridad - guro que mi colega al contem-
que no otro es el ropaje que plaros aquí reunidos no ha po-
realmente le corresponde- re- dido menos que pensar en una
sulta aspiración bien ilusoria por anécdota del célebre filósofo de
cierto, figurarse que la faena Sénope. Aterrorizados, ponían
puedan interrumpir y al descanso manos á la obra los Corintios
entregarse, cuando á cada mo- apenas se acercaba Filipo. El
mento, mejor dicho, constante- trabajo era entonces extraordi-
h i s n w s MESTRE mente, hay que profundizar más nario y la utilidad era la aspira-
(1865-1952)
Antropólogo.
y más el ya inmenso surco del ción de los esfuerzos hechos por
Profesor de la saber; así le sucede á las corpo- aquellos, ya trayendo las pie-
Univwsidad dE raciones como la Academia, dras 6 preparando las armas.
La Habana.
Fundador d d cuyos esfuerzos van encamina- Pero Diógenes, que nada hacía
Museo Montan&. dos á la investigación de aque- en esos momentos, desesperado
entre los que aprovechaban su cha, exenta de vacilaciones, li-
tiempo, resolvió rodar desde lo bre por ahora de tropiezos. Mas,
alto del Cránium el tonel que á pesar de esta paz octaviana,
le servía de casa. Preguntado nos atrevemos á recordarles
por los otros qué significaba eso, -porque quizás otra vez la haya
respondió: “Hago rodar mi to- oído- aquella frase dirigida al
nel para no permanecer ocioso bajel de la República de Roma:
entre tanta gente ocupada”. De “En nombre de tantas inquietu-
la misma manera no habéis que- des y quebrantos como hace
rido quedar en silencio en me- poco me c a u m t e y en nombre
dio de los quehaceres de los también del dulce afecto que
otros haciendo rodar ese tonel me inspiras, te ruego no te ale-
que de seguro no os habrá ser- jes mucho del puerto, no te lan-
vido de morada, pero que vie- ces á la alta mar, no vayas á per-
ne cargado de vuestra contri- derte en las blancas Cíclades”.
bución intelectual, señores Nunca, señores, he necesita-
Académicos, de vuestras obras do más de la benevolencia que
todas meritorias en pró de la en esta ocasión solemne, en que
ciencia y del país. vengo á cumplir el encargo de
Y con tanta más legítima sa- mis compañeros en la Junta de
tisfacción hemos escuchado la Gobierno de la Real Academia
lectura de la reseña reglamen- de Ciencias. Confieso en verdad
taria, cuanto que nada en ese que es superior á mis fuerzas, y
cuadro aparece sobre la viveza me siento más débil cuando, al
exagerada en las discusiones de hechar una mirada hacia atrás,
que, e n ocasión anterior á la traigo á mi memoria el brillo de
presente, nos habló el ilustrado los oradores que ocuparon en
Dr. La Guardia, indicando cómo otros años esta misma tribuna;
las contiendas científicas y lite- porque entre los miembros de la
rarias deben conservar su pro- Corporación húbolos y los hay
pia medida. Sí, señores, la ver- que por la elocuencia de su pa-
dad puede decirse, para eso es labra unida á vastísima erudi-
verdad; pero, por lo mismo que ción, le han dado repetidas ve-
su lenguaje es terminante, ella ces días de vida y esplendor. Por
n o necesita que la sangre se otra parte, la elección del asun-
encienda; ni los ojos centelleen, to con que había de distraer
ni la inteligencia se extravíe. vuestra atención, se hacía para
Desapareció el ardor de la polé- mí también difícil. Desde el dis-
mica, felizmente para todos y en curso en que el inolvidable Dr.
especial para los espíritus tran- Lebredo, en este mismo día del
quilos; y vemos á la Academia año de 1868, exponía las gran-
con serenidad perseguir su no- des ventajas de la experimenta-
ble propósito: prosigue su mar- ción e n las ciencias, hasta las

1A 0
útiles y muy oportunas conside- contribuiría de algún modo á
raciones de higiene social he- formar la continuidad histórica
chas por el inteligente y estu- en un grupo de problemas tan
dioso Dr. Tamayo, ¿cuántos vastos y que aun siendo de as-
problemas magistralmente des- pecto diferente, todos ellos van
envueltos no han realzado á esta encaminados al mejor conoci-
fiesta conmemorativa en otros miento del hombre. Otra causa
aniversarios? bien poderosa ha influído en la
He preferido estudiar una realización de este estudio: pro-
,- tésis que nos interese especial- bablemente no ignoráis que el
mente y nos toque de cerca; y Dr. Montané muy pronto ha de
nada me ha parecido mejor que imprimir un libro que sobre An-
ocuparme en bosquejar á gran- tropología viene hace tiempo
des rasgos -porque el análisis preparando y del cual conoce-
detenido es incompatible con la mos alguna parte; pues bien, me
extensión propia de este discur- ha honrado encargándome para
s o - lo que en la Isla de Cuba la obra el capítulo histórico. Esa
se ha hecho sobre Antropología, inmerecida distinción, hija ex-
exponiendo los progresos loca- clusiva de la bondad y del afec-
les realizados e n ese sentido. to, me obliga á manifestar pú-
Varios son los móviles que he blicamente la satisfacción que
A tenido para ello: la grata impre- siento al pensar que he de en-
sión que dejaron en mi espíritu contrarme e n t a n excelente
las conferencias que en 1892 compañía.
- pronunciaron los Dres. Monta- Al dar cuenta en París el pro-
né y La Torre después de las fesor Pruner-Bey de la fundación
escursiones científicas llevadas de la Sociedad Antropológica
á cabo por diferentes lugares de de Madrid, decía: “Con el des-
esta Isla; porque al comparar los cubrimiento de todo un hemis-
brillantes resultados obtenidos ferio del globo, España ha dado
-y de ello es prueba indiscuti- lugar al acontecimiento más im-
ble el Museo de Antropología portante que registra en sus ana-
que poseemos- con los traba- les la historia, acontecimiento
jos de otros sabios en la primera que abre una era nueva y fecun-
mitad de este siglo, pensaba en da para la ciencia antropológi-
la serie de pacientes investiga- ca. Necesario es reconocerlo:
ciones que unen esos dos extre- durante varios siglos, España
mos, formada por esfuerzos ais- acumuló casi todos los materia-
lados ó colectivos de modestas les de las ciencias auxiliares de
inteligencias que tuvieron por la antropología. Lo hizo en vas-
recompensa una simpatía esté- ta escala, en obras tan extensas
ril; y yo creía al mismo tiempo como numerosas, concernientes
que, constituyendo esa cadena, á publicaciones antes descono-

IAT
cidas (se cuentan por centena- ha de colocarse el naturalista de
res solamente las lenguas cuya ideas muy latas cuando quiere
existencia nos han revelado los trazar la historia completa de un
2 Antropologla, misioneros) y lo hizo práctica- animal y de sus variedades”;* no
por el Dr. P. Topinard
Frad.1, p. 2, 1891. mente, porque ninguna nación se ocupa aquella ciencia sola-
de Europa ha enlazado entre sí mente de investigar los carac-
tantas razas diversas; ninguna se teres físicos y los fisiológicos, las
ha puesto en contacto tan ínti- facultades intelectuales del gru-
mo con ellas, y por eso ninguna po humano, sino que también
. y
ha reunido e n las regiones más de lo referente al estado social
alejadas del antiguo mundo ma- y moral, á los datos históricos,
teriales tan preciosos relativos á arqueológicos, lingüísticos, etc.
la cuestión de los cruzamientos Por eso, nuestra antropología tie-
étnicos”. Del mismo modo, se- ne sus orígenes, bien puede de-
ñores, que “á medida que el cirse, e n las relaciones de ilus-
genio infatigable del gran mari- tres viajeros que han descrito á
no de Génova - c o m o ha escri- este país, así como e n los anti-
to un compatriota nuestro- iba guos historiadores que se han
rompiendo con la proa de sus na- ocupado de comentarlas para
ves el velo de espesas brumas rectificar ó ratificar conceptos
que envolvían las islas de Occi- de índole muy diversa. Los nom-
dente, se enriquecía también la bres d e Las Casas, Oviedo y
ciencia con el hallazgo de inte- otros muchos, están unidos á tan
resantes especies zoológicas”. preciosos documentos históri-
o Historia de las Indias, H a sido indiscutiblemente c o ~pero,
; ~ sólo nos merecerá al-
por Fray Bartolomb
de Las Casas; favorable y en alto grado para la guna atención -cohibidos por
y natural de /asgenera/
Historia Indias, Antropología, la posición geo- la latitud que á este discurso co-
por el Cap. G. T. gráfica de este país. En dos di- rresponde y ser este período el
de Oviedo. etc., etc.
recciones fundamentales se han menos científico- las investi-
hecho los trabajos entre noso- gaciones de Rodríguez Ferrer,
tros: teórica y prácticamente; porque ellas se relacionan, con
pero, sin olvidar esta distinción los esfuerzos de las corporacio-
importante, dividiremos la his- nes científicas hechos e n los
toria d e la Antropología e n años de 1847 y porque muchas
Cuba en dos épocas: antes de de las apreciaciones de ese via-
1874 y después de esta fecha. En jero, han servido de base á im-
el curso de esta memoria estu- portantes estudios posteriores.
diaré estos dos períodos, que En esa época recorría Rodrí-
ahora solamente indico. guez Ferrer la Isla realizando nu-
El programa de la Antropo- merosas exploraciones científi-
logía no puede ser más extenso: cas é interpretando los hechos
en una palabra, comprende “to- que observaba. ¿Cuántos proble-
dos los puntos de vista e n que mas pretendió resolver? Entre

1A 2
éstos, varias cuestiones de geo- patología y terapéutica”; los ca-
logía, paleontología y antropo- sos teratológicos que dieron lu-
logía. Si Cuba estuvo ó no uni- gar á oportunas reflexiones por
d a al c ont i ne nt e americano parte de los Sres. Académicos;
antes, fue una de las importan- las cuestiones doctrinales sobre
tes incógnitas que analizó. Los la variabilidad de las especies y
estudios arqueológicos fueron el origen y naturaleza del hom-
objeto de preferente dedicación, bre; y también sobre paleonto-
anotando los rastros del hombre logía, cuya ciencia suministra
primitivo por estas ricas y vírge- datos de verdadero valor á las
nes tierras y estableciendo com- investigaciones antropológicas.
paraciones con las más notables Muy limitados eran los esfuer-
investigaciones de otros países. zos que podían hacerse en aque-
Los resultados de su excursión llos tiempos por nuestro progre-
se encuentran minuciosamente so científico, y menos en asuntos
expuestos en la obra que sobre de Antropología. ‘‘¿Qué fue la
la Naturaleza y civilización de la vida pública en Cuba á partir de
grandiosa isla de Cuba, publicó 1839?” -se preguntaba e n la
más tarde en Madrid (1876). Sociedad Antropológica el Sr.
Y á esa obra prestaron su in- Montoro, pronunciando el elo-
teligente concurso dos cubanos gio fúnebre del Sr. Bachiller y
distinguidos: el Sr. D. Felipe Morales.6‘<Unavana y triste som-
Poey, mi ilustre maestro, y el Sr. bra”, decía el ilustre socio. Pero
‘‘De la Antropología en D. Antonio Bachiller y Morales, aun así era posible y era de ley
la lsla de Cuba. Sus de respetable memoria, que ha servir la causa pública, utilizan-
antecedentes y
precursores”, por el Sr. dedicado casi toda su larga y la- do los escasos medios que se
Antonio Bachiller y
Morales. Boletín de la boriosa vida al estudio de las an- ofrecían, ya que para hombres
Sociedad Antropoldgica
de la lsla de Cuba, p. tigüedades de esta Isla y de otras serenos y de buena voluntad, li-
150, 1885. regiones del nuevo mundo. En bres de inútiles arrogancias y
Vdanse los Anales la Sociedad Económica de La desesperaciones infecundas,
de la Real Academia
de Ciencias Médicas, Habana4 también se trabajó en nunca falta ocasión en que cum-
Físicas Y Naturales
de la Haba&, periódico
pro de la arqueología, por aquel plir concienzudamente el alto
fundado por los Dres. entonces. deber de contribuir al triunfo de
Antonio Mestre y José
J. Murioz en 1864. Desde su fundación en 1861 la justicia y del derecho, aun-
En la actualidad hasta la antes citada fecha de que la arbitrariedad y la calum-
concluye de publicarse
el tomo XXX de dicha 1874, esta Real Academia de nia, por caminos diversos pero
revista científica.
Ciencias ha tenido buena parti- que al cabo se cruzan, pugnen
Bogb del Sr. ü. cipación e n los estudios antro- por esterilizar sus generosos es-
Antonio Bachiller y
Morales, Presidente de pológicos de Cuba.5 Merece, en fuerzos. Los que aun en circuns-
la Sociedad
Antropol6gica de la lsla ese concepto, citarse el trabajo tancias como la presente y en un
de Cuba, pronunciado
en sesión extraordinaria del Dr. Reynés (1868) referente orden de cosas como el actual,
la noche del 27 de á “Algunas consideraciones ge- mucho más favorable, dígase lo
febrero de 1889, por el
Sr. D. Rafael Montoro. nerales sobre la raza negra, su que se quiera en todos los sen-

1A7
tidos, para la libre manifestación ¿Con este orden de cosas, es
del pensamiento y para la orga- concebible, señores, que pudie-
nización de la propaganda legal ran haberse desenvuelto los es-
contra todo género de aberra- tudios antropológicos, bajo cual-
ciones oficiales, vacilen todavía quiera de sus aspectos, cuyo
ante las instigaciones del pesi- carácter requiere, como veréis,
mismo, pueden hallar e n los circunstancias de medio social
hombres de aquel tiempo salu- y moral tan opuestos?
dables ejemplos y eficaces estí- Es indiscutible la influencia
mulos. En periódicos privados que ha ejercido e n el conoci-
severamente de toda acción po- miento científico de la natura-
lítica, bajo el imperio de una leza del hombre la fundación de
censura dictatorial y recelosa; la Sociedad Antropológica de
en el foro, donde sólo por ex- París. Sus miembros “se propu-
cepción era lícito proferir esos sieron elevar una tribuna, en la
tribunicios acentos con que á que pudieran exponerse todas
nombre de la justicia se levanta las opiniones, constituir un cen-
el anatema de la elocuencia tro científico, donde vinieran á
hasta las alturas del poder; en converger trabajos dispersos has-
el profesorado adscrito á un plan ta entonces, y en la cual la An-
de estudios de todo punto ageno tropología, asentada e n bases
á las audacias de la ciencia con- más amplias, reclamara el con-
temporánea y siempre fiscaliza- curso de todas las ciencias que
do; en la Sociedad Económica, puedan arrojar alguna luz sobre
anatematizada más de una vez el estado actual de las razas hu-
e n su noble independencia, á manas, su historia y sus filiacio-
cuyos miembros más ilustres se nes, el desarrollo de la industria
persiguió en no pocas ocasiones y de la civilización, en fin, sobre
por haber servido públicamente los orígenes del hombre, la épo-
á la santa causa de la humani- ca de su aparición y su lugar en
7 ~ o c cit..
. Mérnoires dad y del progreso; en corpora- la naturale~a”.~ Pero sobre todo
d‘Antropoiogie
de p. Broca, 11, ciones y juntas consultivas al pa- resulta, y en grado notable, ven-
recer insignificantes, aquellos tajosa la enseñanza en los labo-
hombres que lucharon sin pre- ratorios y museos de los proble-
sunción pero sin desmayo una y mas antropológicos. Bien exacta
otra vez, despertando el espíri- es una frase del eminente
tu público y preparando días de Huxley: los laboratorios son los
enérgico y general esfuerzo, cu- vestíbulos del templo de la sabi-
yos frutos empiezan á cosecharse duría. A título de provisional, y
y serán colmados algún día, si no de otra suerte, debe admitir-
para alcanzarlos demostramos la se la experiencia que se adquie-
perseverancia y la firmeza de los re en los libros. “Hay que apren-
contemporáneos de Bachiller. der á mirar con los propios ojos

144
ó con los instrumentos que recibió el espíritu de la Socie-
centuplican su potencia ... Su dad Antropológica de París y
acción se descubre - d i c e nues- estudió en su laboratorio y mu-
tro distinguido compañero de seo bajo la dirección de Broca y
8 y
AMCU~~S discursos, Academia, el sr. Varona-’ en Hamy. Bien adivináis que me
del Dr. Ennque J.
Varona, p. 231, lagl. el invento más sencillo para refiero al Dr. Montané, que vol-
Habana. modificar un procedimiento in- vía en aquella época, hace ahora
dustrial, y en las especulaciones veinte años, de la incomparable
más audaces, para darnos una capital de Francia, lleno de en-
,- interpretación adecuada del tusiasmo por sus dedicaciones
universo. Ha derrocado la au- favoritas, dispuesto á aprovechar
toridad, ha minado la rutina, y sus excepcionales circunstan-
en su lugar ha puesto el experi- cias en obsequio de la ciencia
mentador sagaz, al observador local. El retorno á su patria, des-
paciente, que puede confiar y pués de algún tiempo de ausen-
confía en su juicio bien discipli- cia, abrió en verdad mayores
nado y bien aquilatado, en sus horizontes á nuestros trabajos:
procedimientos sometidos al cri- una nueva era comenzó enton-
sol de la práctica, y que extien- ces para los aficionados á la an-
de con seguridad cada día el tropología e n este suelo, el
radio de su acción y de sus in- período verdaderamente cientí-
vestigaciones”. Pensemos un ins- fico, en que un joven maestro
tante y comprenderemos, seño- se puso al frente de aquellos,
res, cómo con esos incalculables dando dirección á las indaga-
recursos -los que se proporcio- ciones que desde esa fecha se
nan en el museo y en el labora- habían de realizar.
torio- de indagación positiva, Y aplicó el Dr. Montané con
de comprobación eficaz, perso- positivo resultado sus bien tem-
nal, adquiriendo la convicción pladas armas á las investigacio-
del hecho por sí mismo, interro- nes locales, no sin dar antes
gando el fenómeno una y otra cuenta en la misma Academia
vez y repitiendo el experimen- de los procedimientos emplea-
to, ha sido la manera de que las dos por la moderna ciencia an-
ciencias todas, desde las más tropológica. Varios trabajos de-
abstractas hasta las de carácter bidos á su pluma pueden citarse:
concreto, se hayan desenvuelto las “Instrucciones generales para
notablemente en estos últimos las descripciones antropológi-
tiempos. cas”, las investigaciones recien-
El segundo período en que tes sobre el sacro según el sexo
hemos dividido la historia de y las razas; el estudio sobre un
nuestra Antropología, se inicia cráneo d e hidrocéfalo; las
en 1874 con la llegada á Cuba seis muestras de perforación
de un médico inteligente, que olecraneal del húmero pertene-

1AC
cientes á la raza asiática; una iniciaron importantes conferen-
hacha de piedra encontrada en cias y discusiones en sociedades
Cuba; un caso de microcefalia y literarias á raíz de otro hecho,
de cafocefalia e n la raza negra, el de la fundación de nuestra
y su discurso inaugural sobre “El Sociedad Antropológica en oc-
cráneo bajo el punto de vista tubre de 1877. Entonces, cuan-
antropológico”, que fue contes- do “las pasiones que conmovie-
tado por el Dr. Antonio Mestre. ron con tanto vigor por toda una
Además la obra del Dr. Dumont década el corazón de un pueblo”,
sobre “Antropología y patología comenzaron á sosegarse e n
comparadas de los hombres de aquellos tiempos, los emigrados
color africanos que viven e n regresaron otra vez á sus hoga-
Cuba”, premiada por la Acade- res; y entre ellos hubo quienes al
mia y sobre la cual informó el volver de nuevo se afanaron por
Dr. Montané. La medicina le- los estudios á que vengo refirién-
gal ha recibido el auxilio de la dome. “Después de dos largos
ciencia antropológica e n varias lustros -nos dijo en la Sociedad
ocasiones: e n el estudio del Dr. Antropológica el eminente ora-
9 LW. Cit. Revista Riva sobre el reconocimiento de dor Sr. M ~ n t o r - ~ de silencio y
Cubana, l. IX, p. 408.
la raza de una mujer que se de- de inacción e n la esfera de los
cía plagiada; en el informe mé- estudios libres, d e apelación
dico legal sobre un feto, del Dr. desesperada, en uno y otro cam-
Montané, y el relativo á un pa- po, á las decisiones de la fuerza,
trocinado, por el Dr. Montalvo, renacían, por fin, los tranquilos
de quien justamente diré que empeños de la ciencia y de la
siempre ha intervenido e n las industria ..., icuán profunda era
discusiones sobre esos asuntos, la emoción de los que volvían
demostrando su reconocida del frío destierro ó del oscuro
competencia. En este período de retiro, á reanudar el perdido tra-
un lustro, en la Academia tam- bajo de mejores días, ante una
bién se trató por sus socios co- juventud que murmuraba sus
rresponsales, de la aclimatación nombres con respeto, y aclama-
y de hechos pertenecientes á la ba sus personas como símbolos
paleontología. Después de unos del pasado!’’ Y iqué abnegación
diez años de no dedicarse á es- la de aquellos otros que perma-
tas materias tienen lugar las ú1- necieron e n el templo durante
timas investigaciones de que esos amargos días, dando prue-
hablaré más adelante. bas inequívocas de su amor á la
Y este reposo intelectual por ciencia y al país!
parte de la Academia en asun- Me ocuparé primero de las
tos de Antropología, es coetá- disertaciones que tuvieron lugar
neo á la terminación de la re- en el Liceo de Guanabacoa y en
volución cubana, cuando se el Ateneo de La Habana, para
después fijar nuestra atención de un lado está lo absoluto y lo
en la Sociedad Antropológica infinito, miéntras que del otro
de la Isla de Cuba. En el Ate- lo relativo y lo finito; de una
neo habló nuestro inteligente parte las investigaciones de las
amigo el Dr. Borrero con respec- causas primeras y finales, y de
to á la evolución é influencia la otra la indagación de las cau-
social de los estudios antropoló- sas segundas ó condiciones de
gicos; y el Dr. Montalvo disertó producción de cada fenómeno:
sobre la antropología de los ase- allá el porqué, acá el cómo: allí
sinos; la primera vez, si mal no la intuición y el método á priori,
recuerdo, que del problema tan aquí la inducción y el método á
profundamente analizado por posteriori; primero la leyenda
Lombroso se hablaba en Cuba. que mece nuestra cuna, los mi-
En el Liceo trató el Sr. Borrero lagros que la asombran, y des-
de la vieja ortodoxia y de la pués la verdad que nos viste la
ciencia moderna; el Dr. Monta- toga viril; la observación dete-
né de los microcéfalos y el nida de los hechos y la promul-
mono; el Sr. Varona sobre la evo- gación de sus leyes naturales. De
lución psicológica, y los Dres. un lado negada la redondez de
Arango y Mestre (Antonio) del la tierra y considerada ésta como
origen natural del hombre, para el centro del universo, del otro
no citar otros estudios á cual más Magallanes, Copérnico y Gali-
' O Véase la Revista importantes. lo leo; por una parte la creación en
de Cuba, fundada y
dirigida por e1 Dr. José Pero, digámoslo con orgullo, seis días y el globo terráqueo
Antonio Cortina (aiios en esas cuestiones doctrinales, preso de revoluciones y de uni-
de 1070 y 1879
principalmente). de alta filosofía, tratadas en el versales cataclismos que lo van
Liceo, dejaron bien puestos sus trayendo á su constitución ac-
nombres aquellos que tomaron tual, por otra las épocas geoló-
parte en las memorables veladas. gicas de duración considerable
Allí, discutiendo los más abstru- y la lenta acción de los tiempos,
sos problemas de la biología con- promoviendo cambios más ó
temporánea, se deslindaron con ménos persistentes nacidos de
inteligencia los campos, lo cual una evolución lenta y progresi-
es difícil cuando se trata de las va; las plantas, los animales y el
cuestiones que ya directa ó in- hombre brotando al sublime fiat,
directamente, tienden á anali- todos ya en su cabal y más com-
zar la naturaleza del hombre. pleto desarrollo, Adán en el pa-
Separáronse los conceptos, "no raíso prevaricando apénas sali-
'' 'Origen natural del ignorando que en las zonas li- do de las manos del Hacedor, y
hombre", por el Dr.
Antonio Mestre. mítrofes - c o m o se dijo en uno legando á su posteridad una tris-
Discurso leido en el de aquellos discursos-" se han te herencia de ignorancia, de
Liceo Artlstico y
Literario de reñido rudas y hasta sangrien- enfermedades, de degeneración
Guanabacoa. Revista
de Cuba, t. V, p. 410. tas batallas: bastaba observar que y de muerte; y frente á él el hom-

1A7
bre de la naturaleza, naciendo sólo puede venirles del contac-
como individuo del óvulo imper- to íntimo del exterior y de la
ceptible ó de la célula rudimen- compenetración de su vida por
taria, atravesando períodos su- la vida del pueblo en que se de-
l2 ‘Elogio del cesivos en su desenvolvimiento, sarrol1an.”lz Grupos libremente
Dr. Antonio Mestre”,
Presidente de la adaptando sus órganos á las va- formados de hombres estudiosos
Sociedad Antropol6gica riadas circunstancias de su exis- que no se constituyen e n guar-
de la Isla de Cuba;
pronunciado en la tencia, luchando por ella e n dadores especiales de ningún
noche del 29 de junio
de 1887, por el Sr. combate con otros seres más te- depósito ya sea una vieja pre-
Enrique J. Mrona.
Revista Cubana, mibles y venciéndolos; balbu- ocupación ó bien una doctrina
t. IV, p. 98. c e a n d o al principio sonidos debida á los grandes pensado-
inarticulados, monosilábicos res: y así abre sus puertas de par
más tarde, pora formar después e n par á todas las especialida-
con lentitud el lenguaje; que des. Por eso “uno de los hechos
pasa de la caverna á la cabaña, -escribe Broca- más caracte-
de la cabaña á la casa y de ésta rísticos de la ciencia contempo-
al palacio; y que progresando sin ránea, es la difusión de los estu-
cesar se esfuerza por dejar á sus dios antropológicos, el aumento
descendientes, n o la ignoran- rápido y sin ejemplo hasta
cia, sino el saber, no la enferme- entónces, del número de sábios
dad, sino los medios de preca- que á ellos se han consagrado y
verse de ella y de dominarla; no de las personas que se interesan
la muerte, sino los medios de por los mismos. Se ha formado
combatirla y de prolongar la sa- en pocos años un público nume ~

lud y la vida!” ros0 y distinguido que compren-


Esta Academia venía real- de la importancia de la nueva
mente preparando la fundación ciencia, que aplaude su progre-
l3 “Histoire des progrbs de la Sociedad Antropológica, so y tiene fé e n su por ve ni^".^'
des études
anthropologiques la cual se inauguró el 7 de Oc- Así en nuestra Sociedad Antro-
depuis la fdndation de
la Société”. por P. Broca tubre de 1877; y es e n cierto pológica, tan pronto comenzó sus
(sesión solemne, 1869).
Mémoires
modo una expansión de aqué- tareas, vemos nutridas sus filas
dAnthropologie, lla, facilitándose el acceso de di- por médicos, abogados, literatos,
t. 11, sp. 488.
versos elementos intelectuales. por hombres de muy diversas de-
Delegada de la de Madrid, á dicaciones q u e bien pueden
quien debió su constitución, hoy comprenderse todos con el títu-
la preside un obrero infatigable lo modesto, pero cierto, de ami-
entre nosotros, el Dr. Santos Fer- gos de la ciencia.
nández, que fue de sus miembros Y la conducta de la Socie-
fundadores. Por su carácter las dad mencionada no pudo ser
Sociedades Antropológicas par- mejor definida en su misma se-
ticipan de la vida colectiva, as- sión inaugural. “Sea cubana
pirando “sobre todo á recibir nuestra Antropología, antes que
una sávia joven y vigorosa que general - d e c í a Poey, su primer

148
Presidente-, así prestaremos á chivos de aquella Corporación.
la marcha progresiva de la cien- Sólo diré que fiel á su programa
cia servicios efectivos y durade- h a tratado, sobre: patología
ros”. Y el Dr. Montané agregaba étnica, teratología, cruzamientos
entónces con sobrado fundamen- étnicos, los problemas de la acli-
to: “DOSrazas con las cuales vi- matación, etnografía, prehisto-
vís íntimamente deberán en pri- ria, psicología comparada de las
mer lugar ser objeto de vuestras razas, antropología anatómica,
perseverantes investigaciones: la craneología, arqueología y lin-
raza negra africana y sus descen- güística. Y todos los problemas
dientes criollos, entre las cua- que con tan vastos é interesan-
les distingue el antropólogo no- tes capítulos se relacionan, fue-
tables diferencias, y la llamada ron discutidos casi siempre con
raza mongólica, mejor conocida el carácter local. A no ser posi-
todavía que la primera. Estas ble detenerme e n estos trabajos
razas presentan las múltiples diversos voy á decir algunas pa-
variedades que caracterizan al labras sobre dos particulares: la
género humano: anatómicos, arqueología y la creaneología.
psicológicos, lingüísticos, pato- Nada más lleno de dificulta-
’‘ “Consideraciones lógico~”.’~ Y se comprende per- des que los estudios denomina-
generales sobre el
estado y la importancia fectamente á juzgar por las cues- dos americanistas. ¡Cuántas ten-
de la Antropología en la tiones que abraza, que entre las tativas infructuosas antes d e
Isla de Cuba”, por el Dr.
Luis Montané, Boletín cualidasdes propias del que se alcanzar algún descubrimiento
de la Sociedad
Antropoldgica de la lsla dedique á estos estudios sea im- positivo! La civilización ameri-
de Cuba, p. 10.
prescindible un espíritu libre de cana de aquellos tiempos, sin
preocupaciones: no solamente el apogeo, no desapareció natural-
hombre es juez, que también es mente, fue como se ha dicho “un
parte en la Antropología y de ahí despedazamiento como esos pla-
la dificultad de descender del netas que por desórdenes de ori-
trono en que por propia volun- gen desconocido se quiebran en
tad ha subido; prescindir, e n una el espacio y se van, mutilados no
palabra, del error antropocéntri- sabemos hacia adonde. Más to-
co á que durante tanto tiempo davía: la conquista que destru-
se encontraba subyugado. yó con mano estólida los monu-
A los que quieran detallada- mentos más apreciables, convirtió
mente enterarse de los estudios el continente americano en una
realizados en el seno de la So- inmensa tumba muda. Sobre esos
ciedad Antropológica desde su escombros vagan casi á tientas
fundación hasta 1889 los remito los sabios hilvanando tradiciones
á su Boletín, á la Revista de Cuba inconexas, inhalando el espíritu
y Revista Cubana, donde han vis- del pasado en esos cadáveres del
to la mayor parte la luz, pues los pensamiento que se llamaban
inéditos se conservan en los Ar- geroglíficos”. De estas intrinca-
das cuestiones pueden dar ra- de los metales, en el cual des-
zón sobrada los notables esfuer- cansan las innumerables mara-
zos intelectuales de dos compa- villas del arte moderno: por eso
triotas eruditos: el Sr. Bachiller á la edad de piedra no puede
y Morales que ya hemos citado asignársele un valor cronológico
y el Sr. José Silverio Jorrín, ac- constante. En esto consiste el
I5 “Período prehict6rico tual Presidente de la Real So- error del Sr. Jimeno15 en su ar-
cubano”, por el Cr. D.
Francisco Jimeno. ciedad Económica de Amigos tículo “Período prehistórico cu-
Revista de Cuba. del País de La Habana. bano”, y en apoyo de esa rectifi-
La arqueología cubana estu- cación adujeron en la Sociedad
diada por Rodríguez Ferrer, Antropológica gran acopio de
Jimeno y Montané, ha sido com- observaciones los Dres. Montané
parada por el Dr. La Torre con y Montalvo, entre otros. Los da-
la de la vecina Isla de Puerto tos recogidos prueban, en efec-
Rico. Es grande la diferencia to, la necesidad de aumentar lo
entre el reducido número de los investigado, haciendo al mismo
objetos encontrados en Cuba tiempo otros análisis comparati-
con la cantidad y diversidad de vos entre nuestros elementos y
las colecciones puertorriqueñas. los de otros países.
Dichos objetos clasifícanse en “Los que asistimos á una se-
dos grupos: los unos de piedra rie interesante de sesiones que
labrada y pulimentada revelan no hace mucho tiempo tuvieron
en general un grado de adelan- lugar en la Sociedad Antropo-
to notable, y los otos, moldea- lógica, recordamos con gusto los
dos en arcilla cocida, correspon- discursos que se pronunciaron,
den á la infancia del arte. Entre las polémicas que se sostuvieron
los primeros se encuentran las y las discusiones llenas de vigor
hachas é instrumentos análogos, que en los periódicos políticos y
los collares ó grandes anillos literarios se publicaron en aque-
“Deformaciones elípticos, los ídolos ó semíes; y lla época’’.16
artificiales del cráneo”,
por Arlctidec Mectre. entre los segundos, vasijas y ob- La historia de estos hechos
Revista Enciciopédics, jetos de uso indeterminado, de la haré en breves palabras; es
1006, D. 88.
arte cerámico. iQué resulta, por bien sencilla.
ejemplo, del paralelo de estas Cuando ya había pasado á la
hachas con las correspondien- categoría de cosa juzgada la
tes clásicas? Señores, “hay falta existencia de la deformación
de relación entre el estado de artificial del cráneo, en el seno
la prematura industria humana de la Corporación un profesor
entre el nuevo y viejo mundo”; erudito y de gran inteligencia,
mientras unos pueblos han per- el Sr. D. Juan Ignacio de Armas
sistido ó persisten en ese perío- sostiene, entre otras cosas, en
do de la civilización, otros han una memoria que lleva por títu-
adquirido el perfeccionamiento lo Estudios americanistas. La fú-
bula de los Caribes, "que no hay iAh! Pero no sería yo justo
fundamento histórico, científi- con aquel nuestro malogrado
co, ni racional para suponer que amigo, muerto muy léjos de su
en comarcas tan distantes sin patria por inesperada enferme-
medios adecuados y sin ningún dad, si no hiciera constar, e n
objeto plausible, se hacía artifi- este bosquejo que trazo, cómo
cialmente un modelo uniforme aquella negativa de Armas
de cabezas, que la naturaleza -tan rara é infundada para un
producía y produce por sus pro- redactor de la Revista Antropo-
pias fuerzas en muchas partes iógica que dirige en París el ilus-
del globo". Y esta rotunda ne- trado Topinard-,18 tuviera
gativa, cuando ya podía asegu- tanta influencia en las investi-
rarse que "si el incontestable gaciones posteriores que se rea-
testimonio de la Ciencia antro- lizaron por esta Academia de
pológica prueba de un modo su- Ciencias. ¡Quién hubiera dicho
ficiente como hecho la existen- en aquella época que su tenaz
cia de las deformaciones oposición fuera el punto de par-
artificiales del cráneo, la filoso- tida de recientes exploraciones,
fía de la moral humana lo con- ensanchándose considerable-
firma en principio". mente el horizonte de la antro-
Como era lógico suponer se pología cubana!
inició la lucha intelectual, le- Y cierra en 1890 la Real Aca-
vantando su voz el Dr. Montalvo demia aquel paréntesis de silen-
para defender los fueros de la cio de que os hablaba con res-
Ciencia Antropológica -á la pecto á esos estudios, para
cual creía se le había lanzado volver á plantear nuevamente el
un verdadero reto- con su im- problema. Hay, como se vé, una
portante trabajo sobre las De- relación constante entre las la-
'' Véase en la Revista formaciones artificiales del cráneo. bores de la Sociedad Antropo-
de Cuba y Revista
Cubana. 'Colón v los Pero nuevas réplicas se sucedie- lógica y las de la Academia de
Caribes". por Manuel
Sanguily; "Los Caribes ron, ya en esta cuestión concre- Ciencias. Aparece aquélla e n
de las Islas" por id. id.;
"Los cráneos
ta ya en otros particulares his- 1877 y ésta le entrega entónces
ariificiales", por J. l. de tóricos tratados en La fábula de lo que había hecho para que
Armas;
'De la defonación los Caribes; contribuyendo den- continuara el camino realizado.
craneana en América. tro de la Sociedad al brillo de Suspende sus sesiones la prime-
en la Geografía
histórica y en la esta memorable polémica los ra en 1889 y la otra Corporación
actualidad", por A.
Bachiller y Morales; "Un Sres. Bachiller y Morales, Va- trabaja una vez más con verda-
caribe cubano", por el
Dr. Montané. y otros rona, Varela Zequeira, La To- dero éxito. Tócale ahora á la So-
estudios sobre
dicho asunto.
rre, Montané y Mestre (J. M. ciedad Antropológica dar im-
A.), entre otros, y fuera de ella pulso á sus tareas, y así, como
Revue
dAnthmpologie. dirigida el Sr. D. Manuel Sanguily, tan veréis, lo ha de efectuar bien
por Paul Topinard,
15 juiiiet. 1886. no. 3,
conocido por sus condiciones de pronto; reanudando también las
p. 536. distinguido crítico. l 7 conferencias transformistas que
celebraba en honor á la memo- las antigüedades americanas tra-
ria del sabio naturalista Cárlos ten -1 del erudito Marqués de
Darwin. NadaillacZ0por ejemplo- nos
En 1883, el Dr. José Manuel enseña de sobra el grande inte-
Mestre, entusiasta Presidente rés que han adquirido en la ac-
que fue de la Sociedad Antro- tualidad los estudios prehistóri-
pológica de la Isla de Cuba, se cos. Hay que corresponder á las
expresaba así: "Debajo de nues- justas solicitudes de la ciencia
tros piés, tenemos un valiosísi- contemporánea y tener partici-
mo tesoro. Aquí vivió una raza pación, aunque modsta y limi-
que desapareció ante la invasión tada, en sus conquistas, que al
de nuestros abuelos, y esa raza cabo redundan en beneficio de
probablemente no fue la prime- todos.
ra que pobló esta tierra; como Las anteriores palabras del
tampoco fueron indios los primi- Dr. Mestre tuvieron eco. En
tivos habitantes de Norte-Amé- 1889, el Dr. Montané, comisio-
rica. Es menester que deman- nado por esta Academia, hizo
demos del suelo que pisamos una excursión antropológica
su secreto. Es menester que, desde Baracoa a Guantánamo,
escudriñándo éste, y quizás por adquiriendo cráneos, hachas é
dicha, descubriéndolo, nos pon- ídolos. Algunos de estos cráneos
gamos en actitud de contribuir estaban cubiertos d e capas
con nuestro óbolo á los progre- calcáreas. Ha sido el primero en
'9 "Una raza sos de la ciencia".19 Y no de otro Cuba que ha realizado un viaje
prehistórica de Norle-
América. Los modo, señores, han de ser fruc- con esos propósitos científicos;
terrapleneros". por e1
Dr. José Manuel Mestre. tíferos los esfuerzos: para confir- y todo lo recogido es objeto de
Revista de Cuba, torno mar y dar definitivo valor á cual- especial análisis en el libro que
XV, p. 289.
quiera d e las indagaciones escribe aquel inteligente profe-
2o L'Arnérique
préhistorique, par le hechas sobre las razas que habi- sor. Después lo efectuó el Doc-
Marquis de Nadaillac, taron estas Antillas en tiempos tor La Torre en 1890; y en 1891
1883.
remotísimos, es preciso volver vuelve otra vez al oriente de la
sobre el camino andado por Isla el Dr. Montané á nombre de
- aquellos sabios ampliando y per- la llamada Junta Precolombi-
21 Se creó en 1891 con
motivo de la exposición feccionando los primeros descu- na.2' En sesión de 27 de junio
de objetos
precolombinos y
brimientos. Atravesando con de 1890, acordó la Academia
contemporáneos al paso lento nuestros campos, vír- comisionar al Dr. La Torre con
Descubrimiento,
organizada para genes e n su mayor parte de la el objeto de que pasara al ex-
celebrar el Centenario. investigación científica, es como tremo Oriental de esta Isla y lle-
La lorrnaban los Sres.
J. M. Céspedes, se llegará á conocer los miste- vara á cabo las investigaciones
Presidente La Torre,
Secretario y vocales J. rios que encierra. ¡Cuántas sor- que creyera oportunas, para re-
l. Torralbas, Montalvo.
Montané, Mestre. presas nos tiene reservada la solver las dudas sobre la etnolo-
Santos Fernández,
Varela Zequeira. Vidal.
Antropología! La lectura d e gía del Caney, y también para
Francisco y Casado. cualquiera de los libros que de recoger antecedentes y objetos

1 c2
arqueológicos de aquellos luga- donde la vegetación es silvestre
res; llevaba así mismo el encar- é idéntica á la que cubre el te-
go de estudiar la enfermedad rreno inmediato; de tal suerte,
que en Baracoa azotaba á los que es necesario un poderoso
cocoteros. Dio cuenta de su in- esfuerzo de imaginación para
teresante viaje el distinguido aceptar que hayan podido ser
naturalista en Octubre del mis- muros; sin embargo, son tan rec-
Anales de la Real mo año.22Como esa excursión la tas estas líneas y tan perfectos
Academia etc.,
t. XXVII, pp. 325 comenzó viniendo de la Isla de los ángulos que forman, que
y siguientes. Puerto Rico, pudo establecer el desde luego hacen suponer la
cotejo científico entre los obje- intervención de la mano del
tos arqueológicos de aquélla y hombre. El Sr. Rodríguez Ferrer,
los de Santo Domingo y la Isla que hizo practicar excavaciones
de Cuba, cuya diferencia, e n en aquel terreno, no pudo de-
cantidad principalmente, ya he terminar si la tierra de los ci-
indicado. En el Caney, á su jui- mientos era una mezcla natural
cio, aunque en algunas familias ó artificial, y en la misma duda
por excepción se pueden obser- quedó después de haber presen-
var ciertos rasgos que recuerdan tado las muestras á algunos in-
el tipo indio, sin embargo, éste genieros de Santiago de Cuba.
“ha degenerado mucho y ha su- Nosotros carecíamos de medios
frido frecuentes cruzamientos y tiempo para repetir aquellas
para que pueda dar luz e n la excavaciones, porque debíamos
determinación de los caracteres llegar ántes de la noche á la
de la raza primitiva”. El Dr. La Gran Tierra”.
El Dr. Montané en su
importante trabajo “Un Torre, muy á su pesar, no pudo Además del esqueleto casi
caribe cubano”. ’Estudio
craneológico” (Revista hacer exploraciones en los dos completo recogido por el Dr. La
Cubana, lü85), con
respecto al arlículo de
cementerios que existen en di- Torre e n una de las cuevas,
Poey (1865) Cráneo de cho punto. Después se dirigió á próxima á la Cuesta del Chivo,
un indio caribe”. dice:
“Me complazco en la extremidad oriental de la Isla la colección osteológica que
reconwer públicamente con el fin de ver las cuevas de obtuvo consta de once cráneos
que la descripción
craneológica dada por Maisí: la del Indio, de Ponce y interesantes y numerosos hue-
Poey es fiel en todas
sus parles, y que las Ovando, recorriendo los lugares sos. “De la inspección general
medidas craneométricas
realizadas por él hace por donde hacía más de cuaren- de esta serie craneológica -ex-
veinte años están en
perfecto acuerdo, en
ta años estuvo el Sr. Rodríguez presaba el apreciable profe-
casi todos sus puntos, Ferrer. Con respecto a los muros sor- y de la comparación del
con las nuestras; mérito
tanto mayor, cuanto que de Pueblo Viejo (Baracoa), de- tipo predominante en ella con
en la época en que cía á la Academia: “Recorrimos los moldes caribes de San Vi-
Poey hacía esas
medidas (1865) muchos en toda su extensión estas mu- cente y el llamado por PoeyZ3y
de los instrumentos de
precisión que rallas, que si lo fueron en otro Montané caribe cubano, por su
actualmente
empleamos, 6 no se
tiempo, hoy se encuentran com- semejanza con el anterior, re-
habían inventado, 6 no
eran entonces del
pletamente cubiertas de tierra sulta de un modo bastante evi-
dominio general“. y circunscriben un espacio en dente la existencia de una co-
lonia ó de un grupo caribe en tencia de dos razas: una de ellas
la extremidad Oriental de -la raza india de Cuba- que
nuestra Isla, quizás en una épo- conserva después de tres ó cua-
ca anterior á la conquista, ya trocientos años sus caracteres y
que los cronistas de aquellos “cuyos restos vivientes encontra-
días no nos hablan de una ma- mos todavía en las lomas de
nera precisa de la existencia de Yateras”, la otra, que se deforma-
los caribes en Cuba, y sí en las ba la cabeza, es extraña á la Isla.
Antillas menores, Puerto Rico Dirigiose en el viaje de Baracoa
y Santo Domingo; aunque fá- á la meseta de La Sabana y de
cilmente se comprende que de allí á Maisí, para ir á la Gran Tie-
existir, como está probado en rra de Maya pasando por Pueblo
esta última Isla, nada les era Viejo. Dos cráneos deformados
más fácil que pasar á Cuba”. Son recogió ántes de llegar á las
muy dignas de análisis las con- célebras murallas, descritas por
sideraciones que le sugirieron Rodríguez Ferrer, en 1847, y por
al Dr. La Torre la presentación el Dr. La Torre, en 1890.El orígen
de esos cráneos. Con respecto legendario del impropio nombre
á la colección arqueológica de murallas, se encuentra en un
24 Del mismo modo que que formó, tenemos: fragmen- trabajo anónimo titulado “Histo-
el Dr. La Torre ha
prometido ocuparse de tos de ollas de barro cocido, una ria de Baracoa”. Con respecto á
analizar detenidamente
los diversos figura humana moldeada sobre lo que significan estos muros,
particulares que se
relacionan con los una base cónica (sus caracte- opina así el Dr. Montané: “En
objetos adquiridos en la
excursi6n, cuyo
res hacen pensar que no sea de cuanto á nosotros, después de
bosquejo fue los indios), un hermoso cara- una detenida y minuciosa obser-
presentado por ese
erudito naturalista en la col perforado en su ápice ó sea vación del lugar, no vacilamos en
conferencia del 26 de
Octubre de 1890, con
el gumu, el cual, según descri- considerar con Rodríguez Ferrer
el fin de realizar un ben los historiadores, hacían las construcciones de Pueblo Vie-
trabajo lo más completo
posible; así también el sonar los indios en la guerra ó jo como un cercado térreo, aná-
Dr. Montané hace, en la
obra que tiene casi bien para reunirse. En la cue- logo á los que nos han descrito
concluida sobre
Antropología Cubana, el
va, Ovando encontró un hacha los arqueólogos americanos
estudio de los como de veinte centímetros de Cawer, Harte, entre otros”. En
problemas que plante6
en su ultima excursi6n, largo y de forma diferente á las esta excursión aadquirió el que
de la cual no otras recogidas en Cuba: toda es hoy nuestro Secretario gene-
conocemos sino alguna
parte, pues dos 6 tres de piedra y de una sola pieza; y ral, cráneos, huesos y otros obje-
de los capítulos de
aquélla han sido leídos otros objetos ya conocidos (ha- tos arqueológicos sobre los cua-
en la Academia de
Ciencias y en la chas de serpentina noble; otras les ha de publicar un detenido
Sociedad Econ6mica. en forma de buril). estudio.
Por eso, las
excursiones de ambos El Dr. Montané también se La última vez que esta Aca-
entendidos profesores
s610 las he referido á propuso resolver varios problemas demia se ha ocupado de Antro-
grandes rasgos en este antropológicos en su excursión pología fue en la sesión extraor-
estudio hist6rico.
(Véase Revista de 1891,24 entre otros, conocer de dinaria que celebramos e n
Cubana, t. XV, p. 522 y
t. XVI, p. 481.) la mejor manera posible la exis- conmemoración del cuarto Cen-

1 CA
tenario del descubrimiento de preciso hacer vivir d e nuevo
América. El acto no pudo reves- -para averiguar su antigüedad
tir mayor interés y oportunidad. y su origen- ante la vista pe-
“La Academia d e Ciencias netrante de la ciencia moderna.
-como tuve ocasión de escri- A esas excursiones científi-
25 Revista Cubana, birlo entonces-25 y la Sociedad cas se debe casi toda nuestra
diciembre de 1892.
Antropológica han realizado su colección, que es sin duda al-
fiesta dignamente ... Las perso- guna ü n hermoso principio, sin
nas cultas que han experimen- igual en su clase, para un buen
‘Sesión AeBdBmica”, tado en estos días -agregaba- Museo de Antropología”;26los
por A. M. Revista
Cubana, t. XVI. p. 480. las más variadas sensaciones pu- esfuerzos, por lo tanto, no han
dieron encontrar en la sesión del sido estériles para la ciencia.
26 de Octubre la agradable com- Representa un valioso contin-
pensación que brindan al espí- gente para el estudio de los an-
ritu los más puros goces intelec- tiguos moradores de este suelo
tuales y las sorprendentes virgen aún, “donde el terreno se
revelaciones de la ciencia, e n halla, por decirlo así, casi intac-
contraste con dolorosas realida- to”. Sobre mucho de lo que con-
des y extravagantes exhibicio- tiene dicho Museo, el Dr.
nes”. El Dr. La Torre en nombre Montané, aprovechando sus ex-
de la Academia disertó sobre los celentes relaciones científicas,
productos naturales hallados por ha consultado el parecer de los
Colón y los conquistadores e n sabios antropólogos M.M. Hamy
las Américas, y el Dr. Montané, y Quatrefages. Y prueba palma-
e n representación de la Socie- ria de su importancia, son las
dad Antropológica, dio á cono- visitas que ha recibido de via-
cer uno de los capítulos de la jeros ilustres, últimamente. En-
obra que prepara, en que refirió tre otros hombres de ciencia, la
su excursión científica á Pueblo d e Mr. Egor, colaborador del
27Este sabio profesor Viejo. Aún resuenan e n nues- eminente V i r ~ h o w la, ~ de
~ Mr.
solicitó de nuestra
Sociedad tros oídos las conferencias de Grasser, profesor de Etnología de
Antropológica, datos ambos ilustres compañeros, de la Universidad de Munich, de
sobre la aclimatación
en Cuba. (Véase cuyos talentos tiene mucho que Mr. Fillip Hallet, vocal de la
Zeitschrift für
Ethnologie: organ der esperar esta Corporación, que Junta Directiva del Instituto
Berliner Geseiichaft für
Anthropologie, tantas veces ha aplaudido el Smithsoniano de Washington;
Ethnologie und éxito de sus trabajos. Alenté- también lo han visitado el céle-
Urgeschichte. Silzung
von 15 Mai, 1886. moslos, pues, para que llevando bre geólogo americano Mr.
Berlin.)
á cabo nuevas investigaciones, Clarence King, el historiador
lleguen así á conocer mejor á esa Adolfo Adans, y varios médicos
raza humana más vieja que los de la marina extranjera. Estos
indios precolombinos y á cuya amantes del saber pudieron
enigmática historia está unida apreciar el valor de nuestros tra-
estrechamente Cuba; la cual es bajos e n pró de una ciencia cu-

1 cc
yas conquistas son de las más como á la necesidad de conden-
difíciles; el triunfo para nosotros sar; y la deficiencia de forma ó
e n ese sentido, significa tanto de fondo la salvaréis desde lue-
más, cuanto que contamos con go con vuestro conocimiento de
los mayores obstáculos para po- estas cuestiones, á las cuales no
der aplicar la inteligencia y em- les he dedicado las vigilias que
plear el tiempo e n esos intere- su gran interés requieren.
santes descubrimientos: nuestros Y, hoy que conmemoramos
medios de acción son bien po- con júbilo el trigésimo tercero
, bres y e n nuestra vida social aniversario de la fundación de
todo contribuye á anular los más esta Academia, es precisamen-
poderosos estímulos. t e el día e n q u e hace siete
He terminado, señores, este lustros celebró su primera sesión
rápido bosquejo que me propu- inaugural la Sociedad Antropo-
se trazar de nuestra Antropolo- lógica de París, el 19 de Mayo
gía. No pretendo haber salido de 1859, ¡el mismo año en que
airoso de esta empresa, y pido Darwin publicaba su obra inmor-
por la misma razón que me ha- tal! Nosotros, que hemos esta-
gáis cuantas observaciones do tantas veces, para nuestro
creáis oportunas, pues siempre bien, e n comunicación con ella,
tengo el ánimo dispuesto á reci- saludémosla desde aquí con en-
bir y agradecer los consejos de tusiasmo, y contribuiremos así á
mis compañeros -en especial pagar la deuda sagrada que te-
de aquellos que han tenido par- nemos contraída con Francia,
ticipación más ó ménos directa que ha brindado en todas épo-
e n la historia relatada- para cas á los hijos de Cuba sus cáte-
ratificar ó rectificar mis aprecia- dras y sus profesores eminentes,
ciones. Si olvidé algún nombre sus bibliotecas selectas y nutri-
de importancia ó he dejado en- das con sus libros y sus periódi-
vuelto e n la obscuridad algún cos: igran nación que ha dado
hecho digno de citarse, os rue- pródigamente el pan de la cien-
go me lo dispenséis en atención cia á muchos de nuestros com-
á la variedad de las fuentes don- patriotas elevándolos á envidia-
de he tenido que buscar los ma- ble altura e n el mundo d e la
teriales para este estudio, así inteligencia!

1 c6
,-
AURELLO FRANCOS LAUREDO
El doctor Manuel Rivero de la personas muy interesantes, ver-
Callc ES el segundo cubano a daderos educadores que me
quien SE le otorga el premio fueron transmitiendo sus in-
Fernando Ortiz. lucgo que Éste quietudes culturales a medida
SE concediera. in memoriam, a que transcurría mi formación
Argeliers León. ¿Por qué?, fue docente.
la interrogante que su senci- Entre ellos recuerdo al pro-
llez a prueba de homenajes Eva- fesor Marino Mendieta Eche-
dió durante nuestro diálogo en varría, quien organizó unas
su casa-estudio de El Vedado. expediciones a sitios arqrieoló-
donde el resto dc mis pregun- gicos cercanos a la ciudad, y
tas corrió mejor suerte, al am- así fue como tuve el primer
paro de esa mágica obra de c o n t a c t o c o n el fascinante
orfcbrería que evoca la cam- mundo de la arqueología y la
pana de Obbataiá. En la gra- antropología física, e n un re-
bación que ahora transcribo. corrido que hicimos por la zona
unos indcscifrabies tañldos SE de Palo Alto. Gracias a él, pude
escuchan, de momento, entre dar mis primeros pasos en este
nuestras VOCES. campo.
Precisamente e n ese sitio
Hace más de medio siglo us- encontramos restos arqueológi-
ted Inició su camino en el cam- cos correspondientes a la cul-
po de la antropología y la ar- tura taína, como pudimos com-
queología cubanas, ¿quÉ probar a partir de las muestras
motivaciones lo llevaron a dar que recopilamos y estudiamos.
sus primeros pasos en ESE sen- Aquellos materiales resultaron
tido? tan interesantes que luego tu-
Yo creo que aquellos fueron vimos ocasión de exponerlos en
unos
AUREUOFRANCOS momentos decisivos para la calle Jndependencia, de Cie-
cAuREm
mí, cuando estudiaba e n el Ins- go de Avila, donde desperta-
invrstigador
dé la Fundación tituto de Seg,unda Enseñanza ron la curiosidad de la pobla-
Frrnando Ortiz. de Ciego de Avila, rodeado de ción, con mucha afluencia de
1 C7
personas que se detenían largo se dedicara a organizar la So-
tiempo a apreciar todas aque- ciedad Espeleológica. El libro
llas muestras rescatadas e n que él escribió a partir de sus
nuestras excavaciones, y que investigaciones, que le lleva-
aún hoy se conservan en el mu- ron a recorrer en forma trans-
seo de la ciudad. versal toda la antigua provin-
Después hicimos otras ex- cia de Oriente, se convirtió en
cursiones a las zonas d e un gran aporte, al estudiar los
,-
Marroquín y del Central Vio- descendientes de aborígenes
leta que posteriormente han que él encuentra en Baracoa.
sido objeto de estudio por la Precisamente en una expo-
Academia de Ciencias de Cuba, sición que Núñez Jiménez rea-
en función de su valor arqueo- lizó en el Parque Central de La
lógico, incluyendo recientes Habana, con piezas proceden-
hallazgos de cientos de piezas tes del Pan de Guajaibón, y
talladas en madera, que se es-. otras zonas del país, fue donde
t á n estudiando de conjunto lo conocí personalmente.
con el Museo de Ontario, en En aquella ocasión se exhi-
Canadá. bieron muestras tan interesan-
Lo primero que yo leí sobre tes como un tronco fosilizado y
estos temas fue la revista de la unas piezas de ammonite que
Junta Nacional de Arqueolo- causaron gran expectativa,
gía, en la propia Biblioteca de pues la gente sabía que estaba
Ciego de Avila, pero después, delante de algo con veinte mi-
cuando en 1945 matriculé la llones de años, o quizás más,
carrera de Ciencias Naturales que representaba un conjunto
en la Universidad de La Haba- muy antiguo en la historia de
na, entré en contacto no sólo la arqueología y la antropolo-
con una bibliografía más amplia gía de Cuba.
en materia de antropología y ar- Allí coincidimos Sosa Zapi-
queología, sino también con co, Quintana, y otros compa-
personas claves para su desa- ñeros interesados e n esas dis-
rrollo en nuestro país. ciplinas, quienes organizamos
la primera expedición en La
dCuándo conoció a Antonio Habana con Núñez, y así es
NúñEz JlmdnEz. y cómo SE i n t e que él nos sumó a su trabajo
gró usted a las labores de la para crear la Sociedad Espe-
Socledad EspEkológlca dE leológica de Cuba, a mediados
Cuba? de la década de los años cua-
Nuñez ya era conocido por renta.
su trabajo, con importantes ex- La primera sede que tuvo
ploraciones en la zona oriental esa Sociedad fue en dos salo-
de Cuba, incluso antes de que nes de la antigua guarnición de

1 c8
La Muralla, muy cerca de la Es- compartir con él tantas jorna-
tación de Ferrocarriles, donde das, lo que más orgullo me da,
se realizaron unas magníficas por haber sido su compañero de
exposiciones de fósiles y piezas trabajo, es su calidad humana,
arqueológicas, así como otras acompañada naturalmente por
actividades que constituyeron su gran labor en el campo de la
un valioso aporte a la cultura geografía y la espeleología cu-
cubana. banas, con una bibliografía im-
Luego, en los años cincuen- presionante a partir de su tra-
ta, la situación política se hizo bajo de campo a lo largo y
cada vez más inestable, con la ancho de nuestro país.
represión que imperó en el go- Además, a sus resultados
bierno de Batista, y se volvió como investigador hay que su-
muy peligrosa esa zona de la ca- mar su gran capacidad para or-
pital, donde se nos apareció ganizar el potencial científico
una noche la policía, invadien- en nuestro país, donde presidió
do los locales de la Sociedad la Academia de Ciencias por
Espeleológica de Cuba. largos años, y más recientemen-
Ante aquel hecho, que im- te creó la Fundación de la Na-
plicó el cierre de nuestra sede, turaleza y el Hombre.
Nuñez Jiménez y otros compa- Por eso siempre se le recor-
ñeros que proveníamos de la dará como un hombre de cien-
parte central de la isla creamos cias y un trabajador incansable,
una Sociedad Espeleológica en cuyas cualidades resumen el
Santa Clara, para burlar la ejemplo de un revolucionario
atención que había recaído en que se mantuvo activo y lu-
la sede de La Habana, y poder chando hasta el último momen-
seguir haciendo algunos traba- to; sabemos incluso que en su
jos de carácter paleontológico lecho de muerte aún seguía dic-
y arqueológico, como los que tando cosas de interés.
me llevaron a la zona norte de Creo que ahora resultaría
Camagüey, donde visitamos el de un gran simbolismo que la
cerro de Tuebaquey, guiados Sociedad Espeleológica volvie-
por los campesinos del lugar ra a su sede inicial, en tributo
hasta llegar a ver el dibujo con a la gran labor realizada desde
la cara de un cemí hecho por allí por Núñez Jiménez, y a toda
nuestros aborígenes. la estela que nos ha dejado
En medio de todas esas la- para la ciencia cubana con su
bores, recuerdo a Núñez, ante ejemplo.
todo, como a un gran compa-
ñero. Quizás sus méritos cien- Volviando al antropólogo
tíficos sean más divulgados, Rlvero de la Calla, con tantos
pero como tuve el privilegio de anos de trabajo dadlcados a
esta disciplina. dcuáles consi- También puedo hablarte de
dera usted que han sido los los frutos del trabajo que reali-
principales resultados en sus zamos en Caguanes, en ocasión
investigaciones? del Año Geofísico Internacio-
Como tú sabes, resulta difí- nal, cuando un grupo integra-
cil separar algunas especialida- do por Núñez y otros compañe-
des, como es el caso de la ar- ros hicimos una intensa labor en
queología y la antropología, campos complementarios, pues
sobre todo en su vertiente físi- mientras los espeleólogos levan-
,- ca. Incluso algunos científicos taban mapas físicos del terreno
arqueólogos realizan labores de y los arqueólogos se dedicaban
antropología, al estudiar crá- a tomar muestras de vasijas y
neos y otros restos humanos utensilios, yo y otros compañe-
que encuentran en sus excava- ros más dirigidos a la antropo-
ciones, así como los antropólo- logía llegamos a rescatar bue-
gos en muchas ocasiones hacen na parte del residuario d e
tareas de arqueología, enten- Caguanes.
dida como el estudio de las he- Por otra parte, existe un
rramientas y los artefactos que tema muy curioso, y es el refe-
el hombre ha fabricado a lo lar- rido a los resultados obtenidos
go de su historia. El campo de a partir de mis estudios sobre
la espeleología, que se adentra la deformación craneal que
en el conocimiento de las cue- practicaban los taínos en nues-
vas y formaciones subterráneas, tro país, un elemento sobre el
es uno donde se entremezclan que h a n existido puntos de
mucho esas dos disciplinas. vista divergentes e n t r e los
En mi caso, siempre me he investigadores,según se consi-
sentido más atraído por la an- dere dicha deformación de ca-
tropología, sin que por ello haya rácter artificial o natural.
dejado de practicar la arqueo- Partiendo de la revisión bi-
logía, d e modo que a las bliográfica que realicé, inclu-
actividades que te fui mencio- yendo las descripciones sobre
nando anteriormente, puedo nuestros aborígenes hechas por
añadir algunos resultados de Cristóbal Colón en su diario de
cierta importancia en mis in- navegación, e incorporando la
vestigaciones. Por ejemplo, está información obtenida e n mis
el caso de los descubrimientos trabajos de campo, pude llegar
de restos humanos que realiza- a la conclusión de que esa im-
mos en las cuevas de Punta del portante característica anató-
Este, que han reportado un cú- mica del grupo taíno se debe a
mulo muy valioso de informa- la deformación realizada de for-
ción científica para los estudios ma artificial con una o dos ta-
del hombre cubano. blillas aplicadas sobre la fren-

160
te, con una envoltura de algo- cha antelación, habían deter-
dón y algunas cintas de amarre minado dos grandes grupos, a
o cabuya que llegaban a la par- partir de su desarrollo: uno más
te posterior de la cabeza. atrasado y no ceramista (repre-
Este criterio lo presenté en sentado por los guanahatabeyes
el Sexto Congreso Internacio- y los ciboneyes), y otro más ade-
nal de Ciencias Antropológicas lantado y ceramista (compues-
y Etnológicas (París, 1960), lue- to por los taínos).
go de haber estudiado nume- Sobre esa base, y evitando
rosas muestras físicas sobre el caer en excesos de erudición
particular, incluyendo los vein- académica, dirigí mi trabajo
ticinco ejemplares completos de investigativo a analizar los ú1-
dichos cráneos existentes e n timos hallazgos arqueológicos
colecciones y museos cubanos. realizados en la Isla, pero no de
forma aislada, sino integrando
Escuchando sus palabras, esa información con las de otras
recuerdo un libro publicado por especialidades afines, como son
usted en 1966: Las cukuras el folklore, la antropometría
aboríggngs dg Cuba. que duran- aborigen, la etnobotánica, la
te dticadas ha mantenido una ceramografía y la espeleología,
creciente utilidad para lectores entre otras.
de los más diversos perflles y De esa forma, mi experien-
edades. En realidad, desde que cia práctica durante largos
lo leí por primera VEZ me sor- años de exploraciones a través
prendió la forma sencilla y di- de nuestro archipiélago, se fue
dáctica en que expllca proce- complementando con los ele-
sos tan complejos como los mentos brindados por esas otras
rderidos al poblamiento inicial especialidades, y con los deba-
de Cuba y el desarrollo de los tes sostenidos con diversos in-
grupos representativosde nues- vestigadores, e n lo que se
tras culturas indígenas: en ESE llaman “discusiones arqueoló-
contexto. dpodría ilustrar cómo gicas”, así como el valioso ma-
acom~ztióel estudio del medio terial obtenido de centros como
físico-biológico del archipidago el Museo Antropológico de la
cubano en su conjunto? Universidad de La Habana, y
Como aclaro en la propia in- el Museo del Indio Americano
troducción a ese texto, la no- de Nueva York, por citar dos
menclatura a utilizar para las ejemplos.
culturas aborígenes me causó El resto es labor de ordena-
una preocupación tan seria miento y simplificación de la 1ó-
como el mismo hecho de deter- gica de exposición, no hay más
minar cuántas y cuáles fueron secreto. Por eso, en el libro al
éstas. Ya otros autores, con mu- que haces referencia, incorpo-

T6T
ré un vocabulario básico y una de antropología y arqueología
bibliografía mínima sobre los cubanas, pero no soy yo la per-
temas tratados en sus diferen- sona indicada para hablar de mi
tes capítulos, con el fin de esti- propia obra. Quizás sería mejor
mular al lector en la búsqueda que aprovechara esta pregunta
de más información al respec- para referirme a otros autores
to, al citar desde el primer tra- que han resultado de suma uti-
bajo sobre antropología cuba- lidad en mi trabajo en este cam-
na y sus indios, leído por el Dr. po, algunos de los cuales ya te
Arístides Mestre en sesión so- he mencionado, y para no ha-
lemne de la Academia de Cien- cer la lista interminable agre-
cias d e Cuba (La Habana, garé sólo tres más:
1925), hasta las obras del pro- Cuba primitiva, de Antonio
pio Fernando Ortiz sobre este Bachiller y Morales (La Haba-
particular, por ejemplo: Las cua- na, 1883). Historia & Las indias,
tro culturas indias de Cuba (La de Bartolomé de las Casas
Habana, 1943). (Ciudad México, 1953). El
hombre fósil cubano, de Louis
Hablando de libros, muchos Montané (Washington, 1915).
de los resultados investigativos Hay otros autores con los
que usted ha logrado están ry- que he publicado libros de for-
flejados en importantes títulos ma conjunta, como son: Excur-
publicados en Cuba y en el ex- siones arqueológicas a Cutnugüey
tranjero, así como En más de (Universidad Central de Las
un centenar de artícuios en ry- Villas, 1958), e n el que soy
vistas espdaiizadas. como son coautor con Antonio Núñez
"La cueva funeraria de Carbo- Jiménez, y precisamente el ú1-
nera" (Revlsta de fa Socfulad timo que ha salido a la luz, Ar-
€spldóglca ak Cuba. i a Ha- queología y arte aborigen en Cuba
bana. i954). "De la antropoio- (Museo Carnegie, Estados Uni-
gía física en Cuba" (Rwlsfa úe dos, 1998), realizado junto al
la Unlvmsldad de L a Habana. Dr. Ramón Dacal.
1978)y "Características epige Este es un libro significativo
nCticas en cráníos aborígenes para mí, no porque sea el más
de Cuba" (Anales de Antro@& reciente, sino teniendo e n
gía, UNAM. Mlxico. 1983). En cuenta que constituye una es-
esa amplia bibiiugrafía. dcuái pecie de resumen de temas tra-
constituye su publicación más tados con anterioridad, tanto
rscientG por Dacal como por mi parte.
Es cierto que los libros es- Dicho resumen incorpora la
tán ahí, al alcance de quienes actualización de conceptos cla-
quieran conocer algunos de ves sobre la ubicación y el es-
nuestros resultados en materia tudio de sitios 'arqueológicos

162
cubanos, a partir de los más re- de esa región de Cuba, hasta
cientes hallazgos efectuados en llegar a la Universidad de La
zonas de Matanzas, por ejem- Habana. Aquí ya llevo cierto
plo el sitio de Canimar Abajo, tiempo impartiendo clases, fun-
que complementa investigacio- damentalmente como parte de
nes anteriores realizadas en la la Licenciatura e n Ciencias
misma provincia, como es el Biológicas (cursos de antropo-
caso de la Cueva de los Musul- logía, paleoantropología y pri-
manes, en la península de Hi- matología, entre otros).
cacos. Esto es lo que yo siempre lla-
Además, debo confesar que mo la Cátedra, el lugar donde
este título aparece cuando yo además he impartido postgrados
tengo más de setenta años, de mi especialidad, como son:
pues nací el 5 de abril de 1926 Antropometrfa (1974). Varia-
e n Camagüey, y a medida que bilidad humana (1984). Los
pasa el tiempo, lejos de buscar dryopitecos como antecesores de
un descanso, uno no deja de los homínidos (1988).
tener la necesidad de continuar Por otra parte, he asesorado
trabajando y de sentirse útil a un gran número de alumnos en
los demás. sus trabajos investigativos, has-
ta llegar a las tesis de grado. Yo
Doctor en Ciencias Natura- he estudiado algo, y creo que
les. con una original obra cuando enseño lo que conozco,
dedicada a la comprunsión y no hago nada especial. Simple-
ddensa de los disímiles conglo- mente, como diría JosC Martí,
merados dnocuituraies parti- contribuir a la educación de
cipantes en la formación del otros es sólo la forma de salda:,
pueblo cubano miembro de so- e n parte, todo lo que hemos
ciedades científicas nacionales aprendido de los demás.
e internacionales, y director del Por ejemplo, al tiempo que
Museo Antropoiópico Montan4 h e dedicado a las Jornadas
por más de diez años, ¿qui sig- Científico-Estudiantiles de la
nifica para usted haber com- Facultad de Biología, hay que
partido su trabajo de investi- agregar la membresía de tribu-
gaclón con la docencia? nales científicos, tutoría y
Es una vocación, realmen- oponencia de trabajos de diplo-
te, lo que yo siento hacia la mo- ma, así como la atención voca-
desta y compleja labor de la cional a alumnos de preuniver-
enseñanza, campo e n el que sitarios de ciencias exactas.
incursioné desde los años cin- Punto y aparte corresponde
cuenta, en la Universidad Cen- a los múltiples programas de
tral de Las Villas, continuando asignaturas de la Universidad
por otros centros de enseñanza de La Habana, y la Universi-
dad Central, que he confeccio- Creo que han existido mo-
nado a lo largo de mi carrera mentos de más desarrollo y otros
vinculado a la docencia, entre de menos prioridad a esta dis-
los que puedo mencionar: ciplina, hecho que está deter-
Antropología y Biología Ge- minado por las figuras científi-
neral. Historia de la Antropolo- cas que inspiraron su avance en
gía. Comunidades aborígenes de determinados períodos, quie-
Cuba. nes en algunas ocasiones fue-
También he desempeñado ron personas más entusiastas y
’ los cargos de Vicedecano de la activas que en otras.
. Facultad de Ciencias, y Jefe del Por ejemplo, si nos remon-
Departamento de Antropología tamos a u n a época d e auge
de la Escuela de Ciencias Bio- científico en los estudios antro-
lógicas, ambos e n la Universi- pológicos cubanos, vemos que
dad de La Habana. los años comprendidos entre
Pero todo esto que te men- 1945 y 1950 se identifican con
ciono e n el ámbito universita- el trabajo del Dr. Carlos García
rio se complementa con mis in- Rubiú y el Dr. René Herrera
vestigaciones, pues e n t odo Fritot. El primero de ellos, al
momento trato que mis textos término de sus estudios de an-
tengan un enfoque didáctico, tropología física e n Estados
como si e n el subconsciente Unidos, influyó decisivamente
siempre tuviera presente la en el avance de la antropolo-
Cátedra, donde las tareas que gía física y la arqueología en la
he podido realizar están basa- Universidad de La Habana. Por
das e n mis estudios de campo y su parte, el Dr. Herrera Fritot,
de archivo sobre la antropolo- siendo como fue, un miembro
gía física y otras especialidades muy trabajador de la Junta Na-
afines, según explicaba. cional d e Arqueología, así
como especialista del Museo
Conversar con el Dr. Rlvero Montané, condujo a una pro-
de la Calle ES un privilqlo que fundización en la arqueología
nos permite conocer no sólo cubana, a través del estudio de
acerca de su vida y obra, sino un extenso número de piezas,
tambikn sobre aspectos relacb que también revisten un gran
nados con el desarrollo de la valor desde el punto de vista
antropología en nuestro país antropológico.
además de los elementos que El carácter y el talento de
ha expresado con antelación, estos dos profesores imprimie-
dpodría usted comentar cuál ha ro n u n auge destacado a la
sldo la prloridad otorgada a Cátedra de Antropología de la
esta dlsciplina por los cubanos, Universidad de La Habana, así
en sentido general? como al Museo Montané.
A pesar del efecto multipli- El pasado año se logró po-
cador de ese ejemplo y de las ner en marcha dicha Maestría,
numerosas actividades de ex- contando con el concurso de
tensión en el campo de la an- un valioso colectivo de profe-
tropología y la arqueología que sores y alumnos que respondie-
se realizaron e n ese período, ron con gran entusiasmo a su
poco a poco fue decreciendo convocatoria, cuya segunda
dicho impulso, y a medida que edición se está organizando
avanzaba la década de los años para el próximo año 2000.
,- cincuenta la situación e n el
país impedía cualquier conso- Doctor, entre los reconoci-
lidación de la vida científica en mientos que ha recibido por su
todas las disciplinas. valioso quehacer investigativo
En las décadas siguientes, se y docente. SE incluyen distincio-
fue retomando progresivamen- nes como la Medalla por la Edu-
te una conciencia sobre la cación Cubana Frank P a í s
importancia de los estudios an- (1985). la Medalla 50 Anlver-
tropológicos en Cuba, particu- sarlo de la Sociedad Espeleoló-
larmente e n la Universidad, glca de Cuba (1990).y la Or-
donde resaltó la obra científi- den Carlos J. Finlay (1996).
ca y de promoción cultural del dquÉ puede decirnos del más
maestro Fernando Ortiz. reciente de dichos raxonocimien-
Hoy en día puedo asegurar tos, el Premio Fernando Ortlz?
que contamos con nuevos pro- Ese nombre simboliza la cul-
fesores e investigadores dedica- tura cubana, ni más ni menos,
dos a la consolidación de la an- es la vida y la obra de alguien
tropología no sólo en el ámbito en quien los propios cubanos
universitario, al que he hecho vemos un “tercer descubridor”,
más referencia hasta aquí, sino como lo definiera Marinello, de
también en función de los es- modo que al conocer la noticia
tudios sobre la identidad cul- de que la Junta Directiva de la
tural cubana. Fundación Fernando Ortiz, pre-
Al llegar a ese punto, quiero sidida por el Dr. Miguel Barnet,
destacar que merece una espe- había decidido otorgarme dicho
cial mención el apoyo ofrecido Premio, pensé en que decir don
por la Fundación que lleva el Fernando es decir la cultura
nombre de un antropólogo de la cubana, y que por mucho que
talla de don Fernando, para que uno haya trabajado nunca sería
la Maestría en Antropología de para unir ese nombre al mío a
la Universidad de La Habana través de este alto Premio que,
sea, al fin, una realidad, con sus además, consiste en una pieza
dos vertientes complementarias: muy hermosa, con la figura de
socio-cultural y biológica. una campana de Obbatalá.

T6C
Conocí a Ortiz a través de derar este otro aspecto, donde
su hija, María Fernanda, quien más que conclusiones, Ortiz
era alumna mía en la carrera nos ofrece s u idea sobre la
de Biología, y un buen día le relación que existe entre la li-
pregunté por su padre y le ex- teratura arqueológica y el
presé mi deseo de ir a conocer- movimiento circular de los tor-
lo personalmente. A los pocos bellinos que originan los hura-
días estaba yo sentado en la sala canes.
de su casa, fue una ocasión que Don Fernando asocia los di-
aún recuerdo nítidamente, bujos circulares de nuestros
pues conversamos en un am- aborígenes con sus creencias re-
biente que me llamó la aten- ligiosas, y desarrolla la hipóte-
ción por la forma en que sis de que los indios cubanos re-
combinaba el confort con la at- creaban esos trazos circulares a
mósfera científica, y los temas partir del fenómeno atmosféri-
que tratamos en esa ocasión me co que es el huracán que con
permitieron adentrarme en lo frecuencia azota a nuestro país.
que había detrás de las obras Claro, t u pregunta iba diri-
de este sabio que han resulta- gida al Premio Fernando Ortiz,
do decisivas en mi trabajo. pero yo no puedo distinguir en-
Dos títulos claves para mí tre ese nombre y esa obra, por
son: Historia de la arqueología lo que te he contestado de esta
indo-cubana (La Habana, 1935) forma. El resto lo expresé en el
y El huracán, su mitología y sus propio acto en L y 27, la sede
sfmbolos (Ciudad México, de la Fundación, el pasado 5 de
1947). enero, tras escuchar las pala-
En el primero salta a la vis- bras de su presidente, Miguel
ta el porqué, pues resulta Barnet, de luan Vela, rector de
evidente el interesante acer- la Universidad, y del colega
camiento a los estudios de Ramón Dacal.
nuestra prehistoria que se lo- Ahora recuerdo que éste
gra desde la singular perspec- hizo alusión a los muchos años,
tiva de Ortiz. ya décadas, que hemos com-
En cuanto a El huracán..., partido en la Sociedad Espe-
debo decir que es un libro cla- leológica de Cuba, practican-
ve en mi formación, no sólo do ese “alpinismo al revés”
desde el punto de vista cientí- que, según él destacara, une
fico, sino por lo sugerente que de forma tan especial a las per-
resulta, por la forma en que lo sonas, y nos permite conocer
hace a uno buscar e indagar mejor la esencia humana, com-
más sobre el tema que trata. probando que ante los riesgos
Creo que además de su va- afloran los verdaderos rasgos
lor académico hay que consi- de cada ser.
Realmente, esa mañana yo El estudio del que te hablo
estaba muy emocionado, llevé es una investigación integral
mi breve discurso escrito, pues sobre el chino de Cuba, con el
recibir un homenaje por el tra- cual mi idea es profundizar a
bajo realizado es siempre un partir de una muestra conside-
motivo de reflexión y recuen- rable, lo que resulta determi-
to, pero también de análisis so- nante en el caso de la antropo-
bre lo que resta hacer, así que logía física, para lo cual hemos
luego de agradecer el premio tenido el apoyo de los respon-
con el nombre de ese sabio sables del Cementerio Chino,
como algo que sobrepasa mis aquí en La Habana.
expectativas de investigador, De modo que a medida que
terminé expresando a todos los avance el presente año espero
amigos presentes algo que pue- que se continúe la marcha de
do reiterar ahora: ese gran re- este proyecto, lo que permitirá
conocimiento me compromete, estudiar con un criterio antro-
a pesar de mis años, a conti- pológico válido los restos de los
nuar trabajando en mi senci- chinos en Cuba, como ha su-
lla labor científica, y así lo cedido con los restos de indios,
haré. así como de personas de origen
híspano y africano.
Luego de escucharle decir Ha sido un proceso muy lar-
eso, podríamos incluir en este go, en el que los últimos expo-
diálogo algún avance sobre sus nentes de la emigración china
planes Inmsdlatos. ¿A qui es- hacia nuestro país son personas
tudios SE dedicará Rlveo ds la que llegaron aquí a fines del
Calle En el pressnte año BSB? pasado siglo y comienzos del
Bueno, ante todo tengo pre- presente, de modo que el estu-
visto dedicarme a realizar un dio de sus características antro-
estudio antropológico sobre los pológicas reviste un gran inte-
chinos en Cuba, pues resulta rés para el conocimiento de
que a pesar de existir estudios nuestra identidad.
sobre determinados aspectos de Claro que este no es un tra-
ese elemento étnico de nues- bajo que acometeré solo; a par-
tra población, por ejemplo, en tir de los estudios que ya tengo
cuanto a sus cráneos, la forma iniciados al respecto, estoy se-
de sus caras, la longitud de sus guro que el esfuerzo por inte-
huesos en brazos y piernas, et- grar toda la información exis-
cétera, que constituyen buenos tente, así como por completar
estudios por separado, aún no los análisis de rigor, podré
sobrepasan el nivel de un es- avanzarlo de conjunto con
bozo sobre los chinos en su con- otros investigadores, sobre todo
junto. los más jóvenes, quienes cons-

T 67
tituyen un relevo seguro en la hace ya tanto tiempo, y en el que
marcha de esta disciplina en aspiro a dejar una modesta hue-
Cuba. lla que resulte de utilidad a
Como ves, hay mucho que nuestra sociedad, esa que un
hacer, no sólo como autor, sino día el propio Fernando Ortiz
también como colectivo, y como identificara, por la fuerza de sus
transmisor de saber a quienes nutrientes y la riqueza de su
hoy emprenden el camino que mezcla en constante creación,
un día se abrió delante de mí, como “nuestro nacional ajiaco”.

La Habana, febrero 1999.

168
EVENTOS
IMAG€N
C o n gran afluencia de público, la Fundación Fernando Ortiz or-
DE CUBA
CICLO DE CINE ganizó este ciclo que despertó el interés general y retomó inquie-
-0 tudes sobre el papel del cortometraje cubano, su desarrollo e n la
historia del cine cubano y su aporte.
La exhibición, que se efectúo del 5 al 20 de junio, abrió con la
proyección de El tercer descubridor, Oscar Valdés, y continuó con El
mensajero de los dioses, El rincón de San Lázaro, Banio Belén, Mientras
el río pasa, La virgen del Cobre, El danzón, La herrería de Sirique, Ha-
blando del punto cubano, Confesiones, Kganga Kiymgala, Biografúl de
un camaval, Las parrandas, La muerte del alacrán, Escenas de los mue-
lles y otros filmes agrupados por temáticas: religiosidad popular, socie-
dad y etnicidad, música e identidad y tradiciones y fiestas populares.
Cineastas y especialistas como Rigoberto López, María Teresa
Linares, Santiago Villafuerte, Carmen María Sáenz, Jesús Guanche,
Octavio Cortázar, Rebeca Chávez, Félix de la Nuez, Guillermo
Centeno y Miguel Barnet, debatieron con el público importantes
aspectos de las imágenes presentadas por primera vez e n Cuba,
desde un punto de vista etnográfico y antropológico, de ahí el in-
terés que despertó esta actividad que surgió y se desarrolló en la
CL) Fundación Fernando Ortiz.

a El ciclo se realizó e n colaboración con el Ministerio de Cultura,


el Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan
Marinello, el ICAIC, la Cinemateca de Cuba, el ICRT y la Escue-
la de Cine, Radio y Televisión de San Antonio de los Baños, y fue
coordinado por María Teresa Linares y Trinidad Pérez, vicepresi-
dentas de la Fundación Fernando Ortiz, con un equipo integrado
por los especialistas Gloria María Cossío, Lourdes Pérez Villarreal
y Eddy Pérez Tent.

Q
Un homenaje al realizador cubano Oscar Valdés cerró el ultimo
día de actividades, e n el catálogo de presentación se subrayó que
estas imágenes constituyen un admirable tesoro que abre las puertas
a mundos desconocidos de la creación cubana y proporciona múlti-
ples posibilidades para el estudio de nuestras costumbres, a la vez
que nos remiten a valores estéticos y humanos universales, logrados
con rigor y expresividad.

Historiadores, cineastas etnólogos, antropólogos,


.~ filósofos, periodis-
y MULnRRACLAUw
EN CUBA,1998
tas, musicólogos, economistas, psicólogos y activistas de la cultura,
entre otros, convocados Dor la Fundación Fernando Ortiz Y la Unión
de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC),se reunieron los días 6 y
7 de octubre en la sede de la Fundación para debatir temas como el
concepto de transculturación y su significado e n la actualidad, los

160
antecedentes del fenómeno multirracial en Cuba, ruptura y perma-
nencia, prejuicios y discriminación racial y expresiones del racismo
en la vida cotidiana y los medios de difusión.
Como introductores a los temas y moderadores del debate
-que funcionó e n plenaria- estuvieron presentes Miguel Bar-
net, Eduardo Torres Cuevas, Olga Femández Ríos, Rogelio Martí-
nez Furé, Lecsy Tejeda, María Magdalena Pérez y David López.
Las sesiones se caracterizaron por su espíritu profundamente cien-
tífico y las intervenciones de los participantes -polémicas y diver-
,. sas- matizaron diferentes puntos de vista, propuestas y experien-
cias personales en tomo a la problemática multirracial cubana.
Participaron también en los encuentros el presidente del Insti-
tuto Cubano de Radio y Televisión, Enrique Román; el vicepresi-
dente de ese organismo, Ovidio Cabrera; el viceministro de Cul-
tura, Ismael González, y Carlos Martí, presidente del Comité
Organizador del VI congreso de la UNEAC, que se celebraría poco
después de este seminario. La Fundación Fernando Ortiz recopiló
los debates discutidos para una próxima publicación.

TRIRUIUA C o n el titulo “Tributo necesario a Lydia Cabrera”, la Fundación


LyMAcABRERA Fernando Ortiz rindió homenaje los días 3 y 4 de diciembre a la
obra de esta escritora cubana, estrechamente vinculada a la figu-
ra de Don Fernando.
Natalia Bolívar ofreció una conferencia-homenaje en la que
describió aspectos de la vida y la personalidad de Lydia Cabrera y
destacó sus aportes a los estudios religiosos y populares de Cuba y
América. La declamadora Coralia Fernández y la especialista
Natalia del Río acompañaron a la conferencista en la ilustración
de la trayectoria de la autora de EL m t e y Cuentos negros de Cuba.
Como parte del espectáculo actuó el grupo musical Los Nani, de
Guanabacoa, con una especial acogida por el público presente.
El día 4, el profesor argentino Octavio Di Leo, de la Universidad
de Yale, Estados Unidos, pronunció la conferencia “El arte de la
entrevista en Lydia Cabrera”, refenéndose a las técnicas investigativas
de la escritora y al contexto en que desenvolvió su labor.

~ x p o s ~ l c ~U
n a exposición de fotos sobre las culturas populares de Cuba y
l
FoTocRARcAsoBRE
IAsREuwoNEsDE
Brasil del etnólogo, fotógrafo e investigador francés Pierre Verger,
oRKiENAFRKANo se inauguró en el vestíbulo de la Sala Avellaneda del Teatro Na-
ENCUMYBWW cional el día 22 de septiembre.
DE VERCER
PIERRE
En sus palabras de apertura la Dra. María Teresa Linares seña-
ló: “Esta exposición es una muestra de los cientos de fotos que
realizó Pierre Verger en Bahía y Cuba. Lo primero que llama la
atención es su calidad artística [...] su valor como documento
etnográfico es inigualable”.
Imágenes que recogen rostros, escenas, indumentarias, obje-
tos, atributos y momentos de los rituales y ceremonias de los cultos
de la santería cubana y del candomblé brasileño --captados hace
más de cincuenta años- reflejan el mundo maravilloso que Pierre
Futumbi Verger supo descubrir y atesorar para la posteridad. El autor
de Retratos de Bahía y Chishas, considerado como uno de los más
importantes investigadores de la cultura yoruba, residió en Bahía
,- muchos años y visitó Cuba en varias ocasiones.
“Religiones de origen africano en Cuba y Brasil” se realizó gra-
cias al auspicio del Centro Cultural del Caribe, de New York, de
su directora Marta Moreno Vega y de la Fundación Centro Cultu-
ral de Bahía, a través del coordinador de la exposición, Pablo Vispo.
También con motivo de este homenaje a Pierre Verger se reali-
zó en su inauguración -1 6 de enero, Día de Reyes- un espec-
táculo folklórico en el mismo escenario de ia exposición, con la
actuación de varios grupos de danza y música. Este programa fue
dirigido por Huberto Llamas. Las palabras de presentación estu-
vieron a cargo de Miguel Barnet, presidente de la Fundación.

IMERUMEIOCON U n intercambio entre la Fundación Fernando Ortiz y la Funda-


IAFUNMCKW
~ U ~ ~ ABUENO.
W J DE
ción Gustavo Bueno quedó rubricado con la firma de un convenio
el día 20 de Octubre de 1998. En su acuerdo mutuo ambas entida-
des se comprometen a mantener una sistemática comunicación
sobre sus actividades, coediciones de libros, colaboraciones en sus
respectivas publicaciones y la divulgación de la obra de Fernando
Ortiz, haciendo énfasis en el carácter multidisciplinario de su que-
hacer investigativo.
La Fundación Gustavo Bueno colaborará con la Fundación Fer-
nando Ortiz‘en el auspicio del Diplomado en Etnología y en la
Conferencia Internacional Fernando Ortiz.

PREMIOS
PREMIO Como reconocimiento a la vida y obra de personalidades que hayan
FERMNDO~’
conmbuido y aportado a los estudios culturales, antropológicos y et-
nológicos de la cultura cubana y caribeña, la Fundación Fernando
Ortiz ha instituido el Premio Fernando Ortiz. El galardón, consistente
en un Adyá, pieza alegórica de alpaca y plata, creada por la escultora
cubana Carmen González, se otorga por acuerdo de la Junta Directi-
va de la institución, siempre y cuando así se estime pertinente.
Se entregó por primera vez, en la sede de nuestra Fundación, el
día 6 de enero de 1998 a Argeliers León Pérez (1918-1991),in
171
memoriam, por su larga y fructífera trayectoria como etnólogo,
musicólogo, compositor y ensayista. Autor de El canto y el tiempo
(1974) e Introducción al estudio del arte africano (1975), fundó el
Instituto de Etnología y Folklore de la Academia de Ciencias de
Cuba, el Departamento de Música de la Casa de las Américas, la
Cátedra de Musicología del Instituto Superior de Arte y el Premio
Latinoamericano de Musicología. Profundo estudioso de las cul-
turas africanas, caribeñas y cubana, organizó numerosos cursos y
seminarios sobre aspectos etnográficos antes no abordados y aportó
con sus investigaciones nuevas interpretaciones sobre la temática.
Ricardo Alegría (1921) fue galardonado, también en nuestra sede,
con el premio Fernando Ortiz el día 22 de abril. El antropólogo y
etnólogo puertorriqueño, autor de Historia de nuestros indios; descu-
brimiento, conquista y colonización de Puerto Rico (1969) y Mi primer
libro de Puerto Rico (1987), entre otros, ha descollado por su vasta
bibliografía y su labor en los programas de restauración, preserva-
ción y conservación de monumentos y zonas históricas de su país y
en la organización de museos y archivos. Director del Centro de
Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, lo fue también del
Museo de Antropología, Historia y Arte de la Universidad de Puer-
to Rico y director y organizador del Museo de las Américas.
Doudou Diéne es actualmente Director de Proyectos
Interculturales de la UNESCO. Ha dedicado gran parte de su
labor intelectual a impulsar y desarrollar los estudios y programas
de investigaciones sobre las culturas caribeñas, africanas y asiáti-
cas. Es autor de numerosos artículos y ensayos científicos. Recibió
el Premio Fernando Ortiz durante el XVIII Festival de la Cultura
Caribeña, celebrado en la ciudad de Santiago de Cuba, del 3 al 9
de julio de 1998.

Otorgado por la Fundación Fernando Ortiz, todos


MERCEDITAS
PREMIO los años duran-
V A L ~ S te el Wemilere, Festival de Raíces Africanas que organiza la Di-
rección de Cultura del Municipio Guanabacoa, con el auspicio de
nuestra Fundación y otras instituciones culturales, se hace entre-
ga del premio Merceditas Valdés, que en el presente año recayó
en el ensayo Esclavitud, cimarronaje e identidad en las Antillas, del
licenciado Rafael Duharte Jiménez, subdirector de la Casa del
Caribe, de Santiago de Cuba.

OTROS PREMIOS Componentes étnicos de lu nación cubana, de Jesús Guanche, tex-


to publicado en la Colección La Fuente Viva, de la Fundación
Fernando Ortiz, recibió el Premio Nacional de Investigación 1997
del Ministerio de Cultura. El galardón fue entregado el día 28 de
mayo de 1998 e n el Centro de Investigación y Desarrollo de la
Cultura Cubana Juan Marinello. En el acto se reconoció el va-
lioso aporte de este texto al estudio del proceso de formación y
desarrollo de nuestra nación desde el punto de vista étnico y
cultural. El Premio Nacional fue también otorgado a la serie Le-
tra y Solfa, de la Fundación Alejo Carpentier, y Entre brujas, pica-
ros y consejos, de la investigadora María del Carmen Víctori, del
Centro Juan Marinello.

,- PUBLICACIONES
L a Fundación ha dedicado especial atención a la divulgación no
sólo de las obras más representativas del pensador cubano sino, de
toda aquella investigación que contribuya por sus valores teóricos
y de contenido a lo mejor de la literatura científica y ensayística
del pensamiento cubano actual.
Por ello, la institución ha creado, a iniciativa de su Presidente,
el Dr. Miguel Barnet, dos proyectos editoriales claves: la Colec-
ción Fernando Ortiz y la Colección La Fuente Viva, couspiciada
esta ultima por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Ambas
son patrocinadas por el Fondo de Educación y Desarrollo de la
Cultura Cubana. También han venido publicándose otros títulos
que no integran las colecciones ya referidas, pero que son intere-
ses de la Fundación y que se han logrado editar con la ayuda de
diversas instituciones académicas, comerciales y culturales.

COLKCMW Italia y Cuba, de Fernando Ortiz. Selección e introducción de


FERHANmoRnz Salvador Bueno. Este volumen reúne los ensayos y artículos que
Fernando Ortiz dedicó a Italia y a las relaciones histórico-cultu-
rales entre ese país y Cuba. Sus artículos sobre César Lombroso y
sus estudios de antropología criminal, así como los escritos sobre
la ayuda prestada por el pueblo italiano al cubano en su lucha
por la independencia, constituyen partes de los temas de este
volumen, editado por Marietta Suárez Recio y diseñado por Ro-
berto Artemio.
Femundo Ortiz y España a cien arios de 1898. Textos y ensayos de
Fernando Ortiz, seleccionados y prologados por Jesús Guanche. El
libro contiene artículos, ensayos, discursos y cartas del sabio cuba-
no e n los que se refiere a España, su cultura y sus vínculos con
Cuba. La selección comprende sociedades hispanas en Cuba, la
significación del legado cultural español para la cultura cubana y
la confrontación que a la luz de la guerra del 98, el autor pone al
descubierto al subrayar las concepciones del panhispanismo y los
intentos de reconquista de América.
177
COCECCI~N Véase reseñas en ia sección Ex-Liúris
LAFUENTEwVA
Fernando Ortiz y la cubanidad. Selección y nota de Norma
Suárez, con presentación de la Colección por Miguel Bar-
net, 1996.
Perioca sociopúfica de la cubanidad, de Elías Entralgo, con pala-
bras al lector de Miguel Barnet, 1996.
Componentes étnicos de la nación cubana, de Jesús Guanche. Pró-
logo de Miguel Barnet, 1996.
Los chinos de Cuba. Apuntes etnogrúficos, de José Baltar Rodrí-
,- guez, 1997.
Décimas rescutadas del aire y del olvido. Estudio y antología de
Aida y German Bode Hernández. Prólogo de María Teresa
Linares, 1997.
Negreros catalanes y guditanos en la trata cubana (1827-1833), de
Enrique Sosa, 1997.
El romunce en Cuba, de Carolina Poncet y de Cárdenas. Prólogo
de Miguel Barnet, 1999.

Mupa de la rutu del esclavo. Este plegable incluye un mapa de Cuba


PW-UCI-~ en el que se registran los principales sitios de entrada de esclavos
africanos a la Isla, las rebeliones de los cimarrones y las áreas de
palenques y refugios, así como instalaciones azucareras y cafeteras
que se conservan restauradas o en proceso de restauración. Otros
mapas registran las principales manifestaciones religiosas popula-
res cubanas que tienen origen africano, junto con cabildos actua-
les y otras entidades de esta naturaleza. El colectivo de autores
estuvo integrado por los doctores Juan Antonio Alvarado Ramos,
Gabino de la Rosa, Jesús Guanche Pérez y Sergio Valdés Bernal.
Ensayo político sobre la Isla de Cuba, de Alejandro de Humboldt,
con prólogo de Fernando Ortiz y una presentación de Miguel Bar-
net. La reedición de este volumen se realiza con motivo del dos-
cientos aniversario, en 1999, de la presencia del sabio alemán en
América. Esta obra, monumental y abarcadora, constituye un do-
cumento inapreciable para el conocimiento de la geografía, la liis-
toria y el proceso social de la Isla de Cuba. La edición fue auspi-
ciada por la embajada de Alemania en Cuba.
La tradición ewé-fon en Cuba, de Hippolyte Brice Sogbossi. Este
volumen recoge la tesis doctoral del beninés Hippolyte Brice
Sogbossi, defendida e n la Universidad de La Habana. El ensayo
estudia aspectos de las manifestaciones arará en zonas de la pro-
vincia cubana de Matanzas y aporta elementos inéditos para el
estudio de esta cultura. La edición se realizó con el auspicio de la
Universidad de Alcalá.
Boleth de la Fundación Fernando Ortiz. Concebido, con carácter
anual, para informar la labor desarrollada, recoge las maneras y el
itinerario en que se van concretando durante el año los propósitos
trazados por esta institución. Posee tres ediciones (1995-96, 1997 y
1998), que recogen, con detalles, cómo la fundación ha enrique-
cido su labor patrimonial, científica y promocional e n términos
nacionales e internacionales; las principales actividades realiza-
das (conferencias, presentaciones de libros, exposiciones, etc.) ;
eventos, talleres, cursos y seminarios que organiza o coauspicia la
,-
Fundación; los premios otorgados por la misma en reconocimiento
a la obra o a la incidencia de figuras y agrupaciones artísticas (Pre-
mio Fernando Ortiz y el Premio Merceditas Valdés); convocato-
rias de premios, becas de investigación, diplomados, etc; progra-
mas de investigación que lleva a cabo la Fundación, sus colecciones
editoriales y otros proyectos de interés. Puede solicitarse gratuita-
mente en nuestra sede de L y 27.
Miscelánea II. La Sociedad de Artes y Letras de las Américas,
radicada en New York (InterAméricas), ha publicado Miscelánea
II. La directora de InterAméricas, la profesora Jane Gregoty Rubin,
se ha inspirado para la edición de este texto en la serie de tres
volúmenes que en 1956 publicaran, en homenaje a Fernando Or-
tiz, un grupo de sus amigos y discípulos con motivo de cumplirse
por aquel entonces sesenta años de la aparición de su primer escri-
to en Menorca, en 1895.
Esta Miscelánea 11, proyecto auspiciado por nuestra Fundación,
recoge la bibliografía activa y pasiva de Ortiz, su cronología, la
documentación patrimonial acumulada e n los fondos de varias
instituciones cubanas, fotos, ensayos y otros materiales de interés.

PROYECTOS
EL ARCHNO Este proyecto de investigación, que tiene como objetivo conser-
DE LA
EMlGRAEmS
var y difundir la memoria hispana de la Isla, cuenta ya con un
e
- primer volumen titulado La memoria compartida: asturianos en Cuba
ENCUBA (editado en España, con prólogo de Aitana Alberti y presentado
e n la Feria Libroviedo). El licenciado Aurelio Francos Lauredo,
autor del mencionado texto y realizador del proyecto, ha con-
cluido el segundo volumen del Archivo, dedicado a la región
balear. Los baleares en Cuba aparecerá con un prólogo de Eduar-
do Junco Bonet, embajador de España en Cuba, e n una edición
auspiciada por el Consejo Insular de*Menorca, lugar donde Ortiz
vivió catorce años.
Para el próximo año los volúmenes que se refieren a las regiones
de Valencia y Madrid se publicarán con el apoyo del Instituto Va-
17C
lenciano de Exportación y la Caja de Madrid, respectivamente. Con
el fin de extender el estudio sobre la huella inmigratoria en Cuba a
todo el ámbito de la península Ibérica, Aurelio Francos ha prepara-
do también el libro-reportaje Carta de Chamada, testimonios de la
última inmigrante portuguesa residente en nuestro país.

LA OBRA 1 ~ ~ c nDE- r ~ Esteproyecto abarca una amplia y minuciosa labor que compren-
FER"w OmZ. transcripción, cotejo y edición de los manuscritos de Fernan-
de la
NUEVOSAPORTES
ASURNSAMIEMO do Ortiz existentes en los fondos de la Biblioteca Nacional José
Martí y en el Instituto de Literatura y Lingüística. Como primer
resultado de esta investigación se prevé la preparación del título
La Santería y la brujería de los blancos.
El trabajo, realizado y coordinado por el doctor José Matos
Arévalos y un equipo de editores, constituye un esfuerzo conjunto
de la Fundación Fernando Ortiz, el Instituto de Literatura y Lin-
güística, el Instituto de Filosofía y la Sociedad Económica de
Amigos del País. Como parte de estas investigaciones, José Matos
desarrolla un estudio sobre algunos aspectos de la Inquisición en
Cuba que aparecen en la obra de Fernando Ortiz.

MAPASOBRE Es un proyecto del Grupo de Estudios Asiáticos de la Fundación


LA'DEmoADui'NA
FN CUEA
Fernando Ortiz y del Grupo Promotor del Barrio Chino de La Ha-
bana. Abarcará toda la ruta de la trata asiática y de la inmigración
china en Cuba y sus aportes a nuestra cultura y nacionalidad.
El equipo de realización de este proyecto está integrado por
Miguel Barnet, Jesús Guanche y por el grupo de especialistas del
Grupo Promotor del Barrio Chino, encabezado por Yrmina Eng.

CONVOCATORIAS
DI~U>MAOO L a Fundación Fernando Ortiz y el Centro de Superación para la
Cultura convocan al Diplomado de Etnología, que se efectuará
del 2 de mayo al 21 de junio del año 2000 en la sede de nuestra
Fundación. Estará dirigido a profesionales (profesores, investiga-
dores y otros especialistas) vinculados con los estudios de la cultu-
ra en su más amplia acepción, desde los aspectos artístico-litera-
rios hasta los ecológicos y tecnológicos.
Se emplearán métodos y técnicas de participación que hacen
posible el intercambio de información y experiencias mutuas. La
actividad docente se desarrolla, fundamentalmente, a partir del perfil
profesional del participante en un contexto interdisciplinario.
La evaluación final toma en cuenta la participación de los asis-
tentes a los seminarios previamente acordados con los profesores, y
al proyecto de investigación sobre uno de íos temas del diplomado.
176
Para tener derecho a la evaluación y al correspondiente Diploma,
el participante debe cumplir los requisitos de asistencia y evalua-
ción de todos los postgrados que forman parte del Diplomado.

Objetioos
1. Debatir sobre la situación actual de la metodología de la inves-
tigación científica en las ciencias sociales y el papel de la etno-
logía en su desarrollo holístico y sistémico.
2. Analizar el legado histórico y actual de los métodos y técnicas
de investigación etnológicos, y proveer a los participantes de
una metodología científica que les permita realizar investiga-
ciones y acciones socioculturales.
3. Valorar la situación internacional de los estudios etnológicos
(antropológicos en el contexto occidental) ante el impacto de
la globalización y frente a la creciente heterogeneidad de las
identidades.
4. Significar la importancia de los estudios etnológicos en Cuba,
desde sus precursores hasta hoy, en la formación de una con-
ciencia de identidad, con énfasis desde el siglo XIX, a partir de
la creación de instituciones, publicaciones y corrientes de pen-
samiento.
5. Valorar la importancia y vigencia de la obra etnológica de Fer-
nando Ortiz para el conocimiento de la cultura cubana y otros
pueblos del área.

POSTGRADOS
Postgrado 1: Los orígenes de la etnología como ciencia: antece-
dentes y precursores. El evolucionismo y la reacción difusionista
(los estudios comparativos). Etnología y racismo, una polémica
abierta.
Postgrado 11: Principales escuelas, tendencias y corrientes de la
etnología contemporánea. El freudismo y la etnosicología. El
funcionalismo y su trascendencia. Del materialismo dialéctico al
materialismo cultural. Etnología y postmodernidad, visión crítica
y autocrítica actual.
Postgrado 111 (aplicable a la antropología-etnología) : Interac-
ción de los métodos teóricos y empíricos en las ciencias sociales y
sus nexos con la etnología. Las fuentes orales y el trabajo de campo,
actualidad y perspectivas.
Postgrado IV: Los precursores: cronistas, viajeros, costumbris-
tas, artistas plásticos y literatura de campaña. La Real Academia
de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana y los
177
ecos del evolucionismo. La Sociedad Antropológica de la Isla de
Cuba. Principales representantes, publicaciones y temas de in-
ves tigación.
Postgrado V: Los estudios etnológicos entre 1902 y 1958. Signi-
ficación de la vida y la obra de Fernando Ortiz (1881-1969); prin-
cipales colaboradores, instituciones y publicaciones. El Departa-
mento de Folklore del Teatro Nacional de Cuba. El Instituto de
Etnología y Folklore de la Academia de Ciencias de Cvba (1961-
1973). Nuevas instituciones, publicaciones y líneas de investiga-
ción. Problemas y perspectivas de los estudios etnológicos ante el
tercer milenio.
Postgrado VI: Elaboración, presentación y discusión de cada
proyecto de investigación ante el grupo y los profesores.
Modalidad de trabajo
Estudio intensivo durante tres meses, en el horario de 9 a.m. a
13 p.m., con actividades de autopreparación, colectivos de estu-
dio, conferencias y visitas a lugares históricos y de interés durante
la tarde y la noche.
Matrícula disponible
Cubanos: 20
Extranjeros: 20
Calendario (año 2000)
Recepción de solicitudes: hasta el 31 de marzo.
Notificación de los aceptados: 21 de abril.
Inscripciones: 24 al 28 de abril.
Período del Diplomado: 2 de mayo al 21 de julio.
Cuota de inscripción
Cubanos: Por convenio.
Extranjeros: 500, O0 USD.
Profesor coordinador
Dr. Jesús Guanche
Profesores
Dr. Miguel Barnet, Dra. María Teresa Linares,
Dra. Ruth Behar, Dr. David Alvargonzales,
Dr. Alfonso Tresguerras, Dr. Alejandro García Álvarez,
Dr. Martin F. Murphy, Dr. Sergio Valdés Bernal.
Este Diplomado, de 240 horas de duración, está estructurado
en seis postgrados y otorga 16 créditos para continuar maestría y
doctorado en la especialidad de antropología y etnología. Se pro-
pone reactivar el debate científico y la reflexión crítica de las cues-
tiones fundamentales sobre la etnología en el mundo actual, con

178
b

énfasis en el contexto nacional de Cuba, mediante un conjunto


de conferencias y seminarios. Así mismo, se propone actualizar a
los participantes en el pápel y lugar de la etnología, no sólo en el
ámbito de las ciencias sociales y humanísticas, sino en relación
con el sistema general de las ciencias.
Requisitos de ingreso
. Presentar el título o certificado de graduado de nivel
superior.
* Currículum vitae actualizado.

. Autorización del centro de trabajo (cubanos).


* Acreditar el dominio del idioma español (extranjeros).

- Presentar un proyecto de investigación sobre el tema que pre-


tende desarrollar.
Tiempo
Postgrado 1 40
Postgrado 11 40
Postgrado 111 40
Postgrado IV 40
Postgrado V 40
Postgrado VI 40
Total de horas 240

INTERNACIONAL
CONFERENCIA
FERNANDOORTIZ
TRANYULTURM~N.Del 24 al 27 de noviembre de 1999
vANGIARMA
Y m M D
La Fundación Fernando Ortiz convoca esta Conferencia Internacio-
cucRIRAL nal con la finalidad de valorar el alcance de la obra de este insigne
sabio cubano, a partir de la creación del término transculturación.
El análisis de este cocepto dialético de nuestra realidad social,
latinoamericana y caribeña, que trandencerá al nuevo milenio,
será un punto importante de nuestro debate.
El pensamiento de vanguardia de Ortiz, recogido en estudios
sobre el mestizaje y los procesos socioculturales que dieron origen
a la nación cubana, constituye un legado indispensable en el nue-
vo contexto internacional.
La transculturación, la internacionalización de la cultura y la
defensa de la diversidad cultural, constituyen el foco de interés
sobre el que versará este encuentro.
Nos proponemos situar la obra de Fernando Ortiz en la encruci-
jada donde confluyen ideas y concepciones polémicas que en la
realidad contemporánea adquieren cada vez mayor complejidad y
relevancia.
Temario
1. Fernando Ortiz: concepto de transculturación.
Los procesos transculturales en la actualidad.
Significación de sus antecedentes históricos y sociales, pers-
pectivas en el tercer milenio.
2. Fernando Ortiz: pensamiento y vanguardia.
Papel de la vanguardia en el desarrollo científico y cultural
contemporáneo, sus desafíos actuales. -
3. Tendencias uniformadas del mundo de hoy.
Fernando Ortiz: su aporte al conocimiento científico de las cul-
turas populares, el derecho a la diversidad.
4. Fernando Ortiz: la universalidad de su pensamiento y su obra.
Los interesados en participar en la Conferencia recibirán un di-
ploma acreditativo de la Fundación, previo abono de 20,OO pesos. La
inscripción se realizará en la sede de la Fundación Fernando Ortiz a
partir del mes de septiembre en el horario de 10 a.m. a 2 p.m.

OBITUARIO
El 29 de octubre de 1998 fallecía la destacada antropóloga lati-
noamericana Nina S. de Friedemann (1930-1998), autora de cer-
ca de veinte libros e innumerables artículos, ensayos y filmes cien-
tíficos. Docente de varias universidades, fundadora y directora de
América Negra, prestigiosa publicación semestral del Instituto de
Genética Humana de la Pontificia Universidad Javeriana de Co-
lombia, deja significativa huella en la antropología del continen-
te, sobre todo por sus ensayos e investigaciones sobre la huella
africana en América Latina. Catauro le rinde homenaje publican-
do uno de sus ultimos textos, leído en La Habana, durante su
visita en 1997.
Alberto Pedro Díaz (1930-1999), un habanero de verbo inter-
minable, ha muerto. Nacido el 15 de octubre de 1930, fue alum-
no del mítico Seminario de Folklore e investigador del Instituto
de Etnología y Folklore, donde se destacó por su rigor en las in-
vestigaciones de terreno. Es legendaria su estancia en una co-
munidad de haitianos en Camagüey. Colaborador de varias insti-
tuciones culturales y asesor de varias agrupaciones artísticas
(danza, música y cine), a las cuales contribuyó con su conoci-
miento y su palabra generosa. Autor de numerosos artículos dis-
persos en revistas cubanas y extranjeras. Organizador de impor-
tantes eventos, como los congresos de cultura yorubá realizados
en Cuba. Su muerte, ocurrida el 8 de enero de 1999, no nos priva
de su compañía.
Colccción La Fucntc Viva: dos- enfoques y definiciones;
Búsqucda dcl mismo y el estudio interdisciplinario de
otros fucgos dc la cuba- la cultura popular, las tradicio-
nidad nes, la religiosidad, la oralidad
Entre los proyectos editoriales y la idiosincrasia cubanas; la di-
más importantes de estos años versidad d e nuestro mosaico
e n que hemos padecido -en- étnico y los factores que lo cons-
tre otras carencias- la crisis tituyen, lo demeritan y lo
de papel y, como consecuencia, enriquecen e n su devenir; par-
una tremenda escasez de libros, tiendo de las más puntuales in-
se encuentra la Colección La vestigaciones de campo hasta
Fuente Viva. En el momento e n alcanzar las valoraciones y con-
que apareció Fernando Ortiz y ceptualizaciones teóricas que se
la cubanidad ( 1996), muchos están elaborando e n Cuba des-
lectores avezados no sospecha- de los campos de la etnología,
mos cuáles iban a ser los derro- la musicología, la antropología,
teros de esta nueva colección, la historiografía y los estudios
que se anunciaba con un tran- culturales más actualizados.
quilo número 1 e n la portada Esta Colección toma su nom-
de aquel cuaderno de cuaren- bre de uno de los libros impres-
ta y tres páginas, conformado cindibles d e Miguel Barnet
por dos de los más valiosos en- -reconocido poeta, novelista,
sayos de don Fernando. etnólogo y presidente de la Fun-
“Los factores humanos de la dación Fernando Ortiz- a pro-
cubanidad” y “Del fenómeno puesta del también ensayista y
social de la transculturación y narrador Abel Prieto, entonces
de su importancia e n Cuba”, se- presidente de la UNEAC, y en
leccionados por Norma Suárez la actualidad Ministro de Cul-
entre la vastísima producción tura, quien e n 1996 la bautizó
ensayística del hombre que más con el título de La Fuente Viva
páginas dedicó a los fundamen- teniendo en cuenta el protago-
tos esenciales de nuestra cultu- nismo que e n ella vendrían a
ra, aparentemente invisibles, in- ocupar la ensayística y los estu-
auguraron la Colección La dios culturales que profundizan
Fuente Viva, y tales ensayos no e n las raíces del acervo socio-
sólo conformaban su primer cultural cubano y permiten
título, sino que estaban defi- -tal como sucede e n el libro
niendo la línea editorial, con- homónimo- que bebamos de
secuente con una zona del pen- una fuente más transparente en
samiento sociocultural cubano: la medida que logremos, con au-
el debate sobre la identidad na- tenticidad, preguntarnos, expli-
cional como proceso y sus múl- carnos y definirnos mejor, que es
tiples -a veces controverti- -en principio- lo que nos

181
mantendrá vivos y re-creando la Premio Nacional de Investiga-
realidad que somos y seremos en ción 1997 del Ministerio de Cul-
la historia del universo. tura. Es un acusioso ensayo cuya
El segundo título de la co- profundidad lo convierte en un
lección: Perioca sociográfica de libro imprescindible para enten-
la cubanidad (1996), de Elías der el proceso etnocultural cu-
Entralgo, es un texto, contro- bano: “En la etapa nacional de
vertido, pero fundacional; “en la existencia histórica d e los
homenaje -nos advierte el etnos -y en este sentido Cuba
,- propio Barnet e n el prólogo- como nación en desarrollo, se
a un cubano audaz que dedicó inscribe en este contexto-, la
su vida al estudio de nuestras investigación de los fenómenos
raíces étnicas y nuestra histo- nacionales debe abarcar, como
ria. Leámosle con atención e in- cuestión d e primer orden, la
dulgencia”; dos virtudes que composición numérica de cada
han faltado a la mirada cuba- componente étnico en su decur-
na de hoy hacia el pasado y una sar histórico como vía para de-
urgente necesidad q u e esta terminar en estos instantes, el
Colección logra satisfacer, pues alto grado de consolidación na-
se trata, cincuenta años des- cional respecto al abigarrado
pués de su primera edición, de conjunto multiétnico que sirvió
historizar y evaluar los aborda- d e génesis a la actual nación
jes a una temática que a veces cubana”. Asistimos así a la pre-
parece, entre nosotros, recién cisión de estudios etnodemográ-
descubierta y, a pesar de las li- ficos y etnohistóricos que nos
mitaciones metodológicas y/o llevan a la denominación del
conceptuales que podemos en- etnos-nación cubano. Con di-
contrarle, aportar un nuevo cho libro se abre esta Colección
“viejo” enfoque a la discusión a la mirada del teórico de nues-
de la cubanidad entre las refe- tra cultura que indaga en el pre-
rencias más reconocidas (el sente y se enfrenta con zonas
propio Ortiz, por ejemplo) y poco estudiadas a través de va-
otras aún por recuperar. liosos trabajos de campo, polé-
A partir de ese momento, la micas conceptualizaciones y una
Colección comienza a regalarnos agradable prosa; con todo ello
títulos de autores vivos, con te- logra internarse en esa contro-
mas actualizados y enfoques de vertida fronda, como la llamara
alto rigor científico. Su tercer el propio Ortiz, del campo
título resulta ser Componentes etnosocial cubano. Este tipo de
étnicos de la nación cubana propuesta problematizadora de
(1996), de Jesús Guanche, que la realidad sociocultural cuba-
da continuidad a otros trabajos na de aquí y ahora también está
suyos y fue reconocido con el presente en Los chinos de Cuba.

182
Apuntes etnogrúficos (1997), de cata definitivamente estas dé-
José Baltar Rodríguez, cuarta cimas agregándole una detalla-
carta de la Colección, que cons- da introducción - e n t r e lo tes-
tituye u n paciente estudio timonial y lo sociológico- que
sobre la presencia china e n nues- titula “El canto campesino e n la
tra isla, las relaciones etnocul- capital”. Este libro ha tenido,
turales de los grupos asentados además, una excelente recep-
especialmente en la capital y su ción popular, expresión de la ne-
sistema clánico de instituciones cesidad actual de estos aborda-
tradicionales, la vida d e los jes histórico-culturales, más allá
inmigrantes y otros enigmas re- de los circuitos especializados.
construidos detenidamente a Otro revelador enfoque his-
partir de la sugestiva oralidad tórico es el que puede leerse en
chino-cubana. Negreros catalanes y gaditanos en
El quinto libro de esta Co- la trata cubana (1 827- i933), del
lección y el primero que aborda Dr. Enrique Sosa Rodríguez, co-
a fondo la oralidad es Décimas nocido ensayista e historiador,
rescatadas del aire y del olvido quien aporta con esta obra, pu-
(1997), estudio y selección de blicada e n 1997, un documen-
140 décimas improvisadas entre to original a la bibliografía so-
1940 y 1944. Cuenta con un pró- bre el tema d e la trata e n el
logo de la Dra. María Teresa Caribe. Este sexto libro de la
Linares donde apunta, con pre- Colección, es un exquisito tra-
cisión, que es “una necesaria bajo historiográfico a partir del
obra de consulta”, pues sus pá- hallazgo de ochenta y una car-
ginas resultan un verdadero res- tas que permiten -según el au-
c a t e desde la memoria y la tor- “conocer la organización
sensibilidad de una mujer cam- y las características que adqui-
pesina, Aida Rosa Bode (1917- rió entre 1827 y 1833 el tráfico
1992), quien las transcribió de clandestino de negros africanos
oído durante el auge de los pro- destinados a Cuba, con centros
gramas radiales campesinos de e n Barcelona, Cádiz y La Ha-
la década del cuarenta, cuan- bana”. La agudeza del investi-
do las décimas llegaron a ser las gador le permite reconstruir, en
mejores transmisoras de mensa- sencillos trazos, la ideología de
jes de la cotidianidad epocal: los negreros, la catadura moral
homenajes, reseñas sociales, PO- de aquellos capitanes y tripu-
líticas e históricas, anuncios CO- laciones, así como las ambicio-
merciales, controversias y nes e inescrupulosas operacio-
competencias de bandos cam- nes financieras que prevalecían
pesinos, etc. Al cabo de e n la trata, y muy específica-
cincuenta años, el hermano, mente, la descrip+h de la ruta
German Bode Hernández, res- oceánica hacia Africa y su ú1-
tima etapa: “el regreso de Cuba sólo se explica por el esfuerzo
a Barcelona”. renovador con que una institu-
El séptimo título de la Colec- ción como la Fundación Fernan-
ción, y hasta hoy el último, es El do Ortiz -también muy singu-
r m n c e en Cuba (1999), de Ca- lar e n el espacio cultural
rolina Poncet y de Cárdenas, cubano- irrumpe iluminando
ensayo que continúa siendo re- zonas del patrimonio cultural y
ferencia obligada para quienes del conocimiento de importan-
pretendan acercarse a las raíces tes problemáticas. Esta Colec-
,- de la poesía popular en Cuba, y ción, en las diversas líneas que
a sus interrelaciones con el ro- se han destacado, revela -por
mance español. La Dra. Poncet una parte- las direcciones fun-
devela las influencias del roman- damentales del trabajo d e la
ce e n Cuba; precisa los límites Fundación, sus niveles de inte-
que el género alcanzó, en tanto gración y el rigor con que allí se
producción artística, en manos legitima un discurso intelectual
de los poetas cubanos; y rescata y científico; por otra parte, co-
romances españoles conservados mienza a llenar un vacío que exi-
por tradición. En el prólogo del ge las suficientes cuotas d e
Dr. Miguel Barnet, éste afirma “ciencia, conciencia y pacien-
con razón, que “El Romance en cia”, tal como prescribía Fernan-
Cuba queda como un ejemplo do Ortiz; para no dejar de acer-
ROBERTOZUR~ANO mayor de una obra que abrió la carnos al mismo (y a otros
Crítlco. Mlémbro más ancha brecha a la ciencia fuegos) de la cubanidad y pro-
dé1 éJécutlvo de folklórica en nuestrop país”. fundizar en el estudio del com-
la Asoclaclón dé
Escrltorés dé la Lo singular y exitoso de una plejo campo sociocultural cuba-
UNEAC. colección como La Fuente Viva no de fin de siglo.

ROBERTO
ZURBANO

Publicaciones recibidas
5lS454IiXXY Las interrelaciones entre la sociología de la música y la cultura
ccmmxX.%a;ls
aE LA MÚSKX popular constituyen el basamento de esta excelente obra, esen-
*TRLISc;4L”. cial para una mejor comprensión de la identidad latinoamerica-
DE ÁNG€L QUINTERO
RNERAPREMIO cAF;n na y, en particular, de la cultura y la nacionalidad puertorrique-
DE W AMÉRICAS DE ñas. Precisamente, el ensayo valora la riqueza polisémica de una
Emrn manifestación cultural autóctona que contribuye a fortalecer esa
HISTÓRICD-SOCIAL
1998 identidad frente a la amenaza de productos culturales comercia-
lizados.
Con un amplio dominio sobre el tema y una vasta información
bibliográfica, el autor se propone demostrar de qué manera la mú-
sica de expresión salsera, generada y desarrollada e n ámbitos
geográficamente alejados entre sí - d e s d e las islas del Caribe has-
ta Nueva York- se constituye en un universo cuyo destino inten-
ta conocer y recuperar.

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La mmtm~a

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€SWMoYS€ECObNoE
lo
Según su coordinadora, Sonia Mattalía, esta colección “pretende
iniciar un recorrido que, desde el siglo XIX hasta la crítica más re-
ciente, marque la continuidad entre crítica, pensamiento y produc-
ción cultural en Hispanoamérica, intentando reconstruir su trayec-
-

toria histórica”, para lo cual han abordado autores como José Enrique
~R-s-, Rodó, Pedro Henríquez Ureña, Alfonso Reyes y Angel Rama, y
350 w.
problemáticas como la modernidad, las vanguardias, el indigenismo
o la identidad hispanoamericana, entre otras. Dichos volúmenes
han sido preparados por prestigiosos académicos de Hispanoaméri-
ca, Estados Unidos y Alemania, como Jorge Rufinelli, Ana Pizarro,
Rafael Gutiérrez Girardot y Rogelio Rodríguez Coronel.
El volumen dedicado al sabio cubano -e1 número XV de la
Colección Pensamiento Crítico y Crítica de la Cultura en Hispno-
américa, editado por el Instituto de Cultura Juan Gil-Albert (Ali-
cante) y la Generalitat Valenciana-, cuenta con el ensayo
introductorio “Fernando Ortiz, explorador de la isla infinita”, del
Dr, Antonio Femández Ferrer (Universidad de Barcelona), y se ins-
cribe, junto con la antología, en la labor que dicho académico rea-
liza actualmente sobre teoría literaría y antropología en relación
con los modelos alternativos a los cánones tradicionales en los estu-
dios literarios sobre América Latina. Este investigador, que ha estu-
diado otros autores nuestros (Eliseo Diego, José Lezama Lima, Gas-
tón Baquero, Virgilio Pinera, etc.) , eligió diecinueve textos de
Fernando Ortiz con los que pretende ofrecer, según sus palabras,
“una benévola muestra de intención proporcional de la variedad
de temas que trató Ortiz a lo largo de su incansable labor investiga-
dora y, a la par, una aproximación al proceso evolutivo que las con-
cepciones de Ortiz fueron experimentando a lo largo de su vida,
desde el positivismo lombrosiano de sus inicios como estudioso de
la criminalidad, hasta las perspectivas de su madurez”. Esta cuida-
dosa edición incluye, antes de la propia antología, una bibliografía
selecta de Fernando Ortiz y otra selección de estudios sobre éste,
como un pequeño cuerpo referencia1 imprescindible.

R-A Publicación semestral, fundada y dirigida hasta su muerte por la


&mlCn NEGRn
destacada antropóloga Nina S. de Friedemann, y editada por la
Pontificia Universidad Javeriana de Colombia.
Su número quince corresponde al último semestre de 1998 y
ofrece abundante información sobre los asuntos étnicos y raciales
en la Cuba de fin de siglo. “Este número de la revista América
Negra -dicen sus editores- presenta el intento de varios inves-
tigadores por perfeccionar la base empírica que permite apreciar
el impacto de la Revolución Cubana sobre los cambios sufridos
por los patrones tradicionales de discriminación sociorracial, y
por las relaciones entre gente blanca y negra de ese país [...]
llega a su meta pocas semanas de que el pueblo cubano celebre
cuarenta años de una búsqueda inédita e n el resto del continen-
te. Con seguridad, los argumentos que la revista presenta le per-
’- mitirán a partidarios y detractores de la Revolución hacer discu-
siones menos ideologizadas sobre los problemas raciales de la Isla”.
Estudiosos cubanos residentes en la Isla (Jesús Guanche, Lourdes
Serrano, Juan Antonio Alvarado, Daniela Hernández, Rafael
Duharte y Elsa Santos García) “constituyen el núcleo inicial con
el cual se diseñó esta edición”, quienes, junto a otros investigado-
res cubanos, colombianos y norteamericanos, contribuyen a la di-
versidad metodológico-conceptual que esta edición expresa des-
de la factualidad de trabajos de campo hasta las disquisiciones
sociológicas y teóricas ampliamente abordadas.
“Los editores de América Negra resaltan estos temas por la re-
levancia que ha vuelto a adquirir la discusión sobre los problemas
de raza e n contextos nacionales y globales, debido a las nuevas
maneras de ejercer la ciudadanía implicadas por la redefinición
de las nacionalidades latinoamericanas a partir del reconocimien-
to y legitimación de la diversidad étnica”. Este número cuasi
monográfico --con otros materiales de interés- constituye un ex-
celente momento sobre el estudio y discusión del tema.

186
" 1 -2
La Beca Fernando Ortiz tiene dación Fernando Ortiz, cuyo
como objetivo fundamental fallo será inapelable.
propiciar y desarrollar la labor Los trabajos presentados de-
teórica de investigadores cu- berán tener un mínimo de
banos que estudian aspectos ciento veinte cuartillas y un
de la cultura cubana. máximo de trescientas, de
La Beca se otorgará con una treinta líneas (sesenta golpes
frecuencia bienal a un pro- de máquina) y a dos espacios.
yecto de investigación debida- * Este proyecto deberá incluir
mente argumentado y es- los siguientes aspectos:
tructurado para su inmediata Nombre de autor(es) con
realización y que n o haya profesión especializada.
sido financiado antes. Antecedentes y estado ac-
La temática abordará aspec- tual de la temática.
tos de la cultura popular cu- Fundamentación del significa-
bana que se destaquen por do y actualidad científica del
su originalidad y profundi- tema, así como la factibilidad
dad. de las fuentes de información.
Los resultados de los proyec- Objetivos .
tos investigativos tendrán ca- Metodología.
rácter de tesis o de ensayo en Índice temático a desarrollar.
general y deberán presentar- Principales resultados espe-
se en un plazo no menor de rados.
dos años. Tareas de investigación y
Al autor del proyecto selec- cronograma de elaboración.
cionado se le otorgará una La convocatoria de la Beca
ayuda por la cantidad de tres Fernando Ortiz se dará a co-
mil seiscientos pesos en mo- nocer en el mes de diciem-
neda nacional. bre de años alternos.
El Jurado, para la selección La fecha de entrega de los pro-
del proyecto, lo integrará el yectos será hasta el 31 de mayo
Consejo Científico de la Fun- del año en que se convoque.
187
. .
c

El fallo del Jurado se dará a Una vez finalizado y entre-


conocer el 16 de julio gado, el Jurado determinará
-fecha de nacimiento de su publicación o no en algu-
Fernando Ortiz- del año en na de las colecciones de la
que se convoca. Fundación Fernando Ortiz.
Los proyectos deberán pre- En el caso de que se presen-
sentarse en la sede de la Fun- taran más de un proyecto con
dación Fernando Ortiz, sita calidad probada, el Jurado
en calle L, No. 160, esquina podrá seleccionar aquellos
a 27, El Vedado, La Habana. que estime para recomendar
su publicación a las editoria-
les especializadas del país.
Reglamento
Los derechos de autor del
El autor del proyecto premia- proyecto realizado y publica-
do con la Beca Fernando Or- do pertenecen a la Funda-
tiz firmará un contrato don- ción Fernando Ortiz.
de se compromete a entregar El Jurado deberá reunirse
el proyecto realizado e n el para analizar los proyectos
tiempo de dos años (cuatro presentados y realizar una
semestres), especificado e n preselección que facilite la
la Convocatoria, o la devo- decisión definitiva.
lución del importe asignado Una vez seleccionado el pro-
para su realización. Este pla- yecto se comunicará el resul-
zo, en caso de necesidad pro- tado al ganador e n la fecha
bada, se podrá extender me- indicada.
diante una prórroga. La devolución de los proyec-
El autor del proyecto mostra- tos no aprobados se realizará
rá al Consejo Científico cada en el mes siguiente del fallo
semestre el resultado parcial mediante la solicitud del pro-
de la elaboración del mismo. pio autor.

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