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Alfonso Bialetti: La Moka Express.

"Un café en el hogar al igual que uno


en el bar".

A principios del siglo XX ya existían en algunas cafeterías de Milán, unas cafeteras que obtenían el
café bajo la presión del vapor. Se trataba de enormes dispositivos con caldera vertical, manejadas
siempre por operarios expertos. Algunas de éstas cafeteras tenían forma de máquina de tren,
como la patentada por Luigi Bezzera, maquinas que trataban de traducir los valores de la eficiencia
y la emoción asociada con el tren expreso, a una bebida diaria.

En general estas máquinas cafeteras pretendían dar un café elaborado con rapidez, y producían un
café denso y oscuro. La imagen del tren y el café, queda definitivamente asociada y fijada para los
italianos en el "café express". Aún así, estas máquinas eran siempre voluminosas y costosas,
bastante complejas, fabricadas en latón, y estaban presentes solo en algunos establecimientos,
ejemplo de esta época son las máquinas desarrolladas por la empresa Gaggia.

A pesar de ello, la Moka Express es un diseño del ingeniero italiano Alfonso Bialetti que, en 1930,
presenta un primer prototipo original de la Moka Express. Tras varios intentos inventó un sistema
de preparación que cambió la imagen del café nacional en Italia. Se trata de un producto
doméstico, ligero, de fácil manejo y con un ingenioso diseño que le lleva a utilizar tan solo cuatro
elementos en tres partes para componer una cafetera que produce un café con unas
características singulares excepcionales. Como el propio Bialetti proclamaba: "Sin necesidad de
ninguna habilidad en absoluto" "Un café en el hogar al igual que uno en el bar".

Alfonso Bialetti, a pesar de pertenecer a una familia que había trabajado el metal durante
generaciones, tuvo que formarse en Francia en el fundido y procesado del aluminio para poder
realizar su diseño, volviendo en 1918 a Italia donde monta su propio taller de metales. La elección
del material parece responder a las circunstancias de restricción económica de la época: este
material sería uno de los que la industria italiana tendría en mayor disposición para la fabricación
de objetos. A pesar de ello, y de manera inesperada, Alfonso Bialetti observó que este metal
confería un sabor particular al café realizado en estas cafeteras express, ello es debido a que el
café tiene la particularidad de oxidar ligeramente este material; argumento que aún hoy en día,
utiliza la marca para defender su producto.

Para su diseño, Bialetti combinó la tecnología y la estética moderna con la tradición italiana de la
elegancia y la artesanía de los juegos de café. Todo en su diseño es geometría, el cuerpo de la base
es un poliedro de dieciséis caras, mientras que un hexágono es el asidero de la tapa, que tiene
forma afacetada como un diamante; en general todas las piezas se inspiran en el facetado de las
piedras preciosas. Esta descomposición y síntesis geométrica, la ausencia de ornamentos
superfluos, así como la idea de máquina doméstica o la velocidad en la producción, ideas que se
asocian al futurismo, dan una personalidad netamente italiana a esta pieza emblemática nacida en
el período Art Deco. Hay un simbolismo común que une a la era de la modernidad: Ligereza, la
velocidad y la movilidad, la fuerza, la energía y la electricidad, son términos que se ajustan a esta
estética y estos materiales, el aluminio y la baquelita, y están asociados con el nuevo estilo de vida
que el hombre moderno buscaba.

Su aspecto metálico de máquina y diamante, trasladan perfectamente un gusto estético tan


heterogéneo como el del Art Deco, a un diseño de producto netamente funcional. Es Art Deco
llevado al diseño industrial, pero también es la expresión y deseo del diseño italiano de entrar en
la era de la modernidad en plena depresión económica.

Bialetti presentó el diseño definitivo en 1933 y sigue manteniéndose actualmente de manera


idéntica, aunque la marca ha ido incorporando nuevos modelos basados en variantes del diseño
original. Existen numerosas imitaciones, pero solo las piezas originales están marcadas con una
caricatura que representa al propio Alfonso Bialetti alzando el dedo índice pidiendo un café
express, realizada por el caricaturista italiano Paul Campani, al que llamó "El pequeño hombre con
bigote".

Antes de la segunda guerra, Alfonso ya era capaz de producir y vender unas 10.000 unidades de la
moka al año, vendiéndolas incluso personalmente en los mercadillos. Sin embargo tras la guerra,
su hijo Renato que había estado en un campo de prisioneros alemán, puso en marcha un sistema
de comercialización, publicidad y producción que llevó a la marca a vender unas 1000 unidades al
día. La eficiencia y vigencia de este diseño no deja lugar a dudas, su producción hasta hoy, más de
250 millones de unidades, y su uso en los hogares de manera ininterrumpida desde su creación, es
una muestra clara de ello.

La máquina de café, La Moka Express, se encontraría en pocos años en el 90% de todos los
hogares italianos cambiando la cultura del café italiano. Bialetti cambiaría así no sólo la técnica de
elaboración de café, sino también el tejido social italiano y sus costumbres. Bialetti sigue siendo
indiscutiblemente uno de los iconos del diseño italiano más respetados.1

El funcionamiento de la Moka Bialetti se basa en la producción del café a través del vapor. En la
parte inferior de la cafetera se colocan el agua y el café en dos depósitos separados, el del café
contiene además un filtro. La parte superior es una cavidad vacía, que únicamente incluye en su
interior una pieza troncocónica hueca, conectada con el depósito de café inferior. Al calentar la
cafetera, el agua de la parte inferior, entra en ebullición, "el agua en el depósito inferior empieza a
hervir, convirtiéndose en vapor. Con la temperatura va aumentando la presión del vapor, lo que
empuja al agua hacia abajo (el aire/vapor está en la parte superior y el agua abajo), lo que obliga al
agua a subir por el tubo de la canastilla y pase a través del café, transformándose así en café
filtrado que sigue subiendo gracias a la presión de vapor hasta llenar el depósito superior"(1). Esto
hace que el agua atraviese el filtro y llegue al café. Al mezclarse con éste asciende por la pieza
troncocónica, dejando únicamente el café líquido sin impurezas.2

(1) Bibliografía y fuente:


Morteo, Enrico. "Diseño, desde 1850 hasta la actualidad". Electa Mondadori. Milan 2009
Myron Joshua, I need coffee: "The Story of the Bialetti Moka Express". www.ineedCofee.com
León, Ricardo. Asignatura "Historia del diseño Industrial". Aula de historia del diseño, Estudios Superiores de Diseño. Escuela de Arte de
Sevilla.
(2) corrección de texto realizado por D.I. Javier Castorena Davis 01/09/2018.

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