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Caso Clínico

Hospital Nacional Hipólito


Unanue

Relato clínico:
El paciente ya está entrando a la tercera edad, podemos pensar que tiene una
morbimortalidad alta y es susceptible a diversas enfermedades. Se menciona
que es deportista habitual y que entrena para carreras de fondo, el hacer
deporte es un efecto cardioprotector, pero hacerlo de manera excesiva puede
tener un riesgo cardiovascular habría que evaluar las horas en la que entrena
en el paciente o hacer una rutina acompañado de un médico especialista en
deporte. Tiene valores aparentes elevados de la presión arterial que no ha
recibido tratamiento farmacológico, la presión arterial alta es un factor de
riesgo que puede resultar en algo más que en una cardiopatía, esta puede
dañar el cuerpo silenciosamente por años, antes de que se presenten los
síntomas. Si no se controla puede provocar discapacidad, una calidad de vida
deficiente o, incluso, un ataque cardiaco mortal. Estadísticamente la mitad de
personas con hipertensión no controlada mueren a causa de una enfermedad
cardiaca relacionada con un flujo sanguíneo deficiente (enfermedad cardiaca
isquémica), y otro tercio, como resultado de un accidente cerebrovascular. Con
tratamiento y cambios de estilos de vida se puede reducir el riesgo de presentar
complicaciones. En una vista general podemos tener diferentes daños a
distintos niveles como, afectación en las arterias coronarias, dilatación del
ventrículo izquierdo, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, ACV, deterioro
cognitivo, etc. En el paciente hay un buen pronóstico por que no tiene diabetes
mellitus 2, ni dislipidemias.

Examen físico:
El paciente es atlético, bien nutrido, tiene pulso arrítmico. Se podría sospechar
de una patología en las cavidades del corazón, ya que al dilatarse las aurículas
producto de una estenosis o una insuficiencia, daña el tejido de conducción de
estas produciéndose una mala conducción del impulso cardiaco, lo cual lleva a
arritmias o también un daño auricular producido por los ventrículos, en una
deficiencia por drenar la sangre hacía las arterias principales. Frecuencia
cardiaca alta-taquicardia (130 x min), valores normales entre 60 y 100 ppm.
Presión arterial elevada (152/100), valores normales 120/80, no se encuentran
soplos, lo cual descartaríamos una valvulopatía, ni edemas. Lo cual
descartaríamos una posible afección cardiaca derecha o izquierda en algunos
casos.
Al EKG, se encuentra una arritmia dónde hay ausencia de la onda P, lo cual
sospecharíamos de un daño a nivel auricular con un QRS alto e irregular.
Generalmente el daño en la onda P, puede ser proveniente de dos cavidades.
Onda P mellada, donde el origen proviene de una estenosis o insuficiencia
mitral, la aurícula se dilata y ocasiona un problema de conducción al momento
del pasaje del impulso eléctrico, y la otra lesión es una onda P picuda, donde el
origen proviene de una estenosis o insuficiencia tricúspidea, producto del
ensanchamiento de la aurícula derecha, al agrandarse hay un problema similar
al anterior, en la conducción del impulso eléctrico proveniente del nódulo
sinoauricular. Respecto al ensanchamiento e irregularidad del QRS con o sin
ausencia del segmento ST, puede estar asociada a una sobrecarga del
ventrículo asociado a las mismas patologías.

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