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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL CARMEN

FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS Y PETROLERAS.


“POR LA GRANDEZA DE MÉXICO”

MATERIA:

Terminación de Pozos

DOCENTE:
Jorge Luis Acosta Pérez

TEMA:
Estimulación de pozos

EQUIPO 5:

 Castillo Méndez Guadalupe Montserrat


 Monterrosa Zenteno Maury Fernelly
 Morales Ramos Eunice Atzint
 Doporto Aguilar Elsa Beatriz
 Zapien Ramírez Ricardo
 Luis Marín Francisca

Cd. del Carmen, Campeche, 06 de marzo del 2019


Tabla de contenido
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 3
OBJETIVOS ................................................................................................................................ 4
Estimulación de Pozos ............................................................................................................ 5
MECANISMOS DE DAÑO .............................................................................................................. 5
Tipos de Daño. ............................................................................................................................. 5
A. Daño a la permeabilidad absoluta ........................................................................................ 5
Representación del daño ............................................................................................................... 6
Estimulaciones Reactivas y No Reactivas ................................................................................ 7
Daño a la Formación por Estimulación Reactiva ................................................................................ 8
Estimulaciones Reactivas........................................................................................................... 8
ÁCIDOS Y ADITIVOS. ................................................................................................................. 10
I. ÁCIDO CLORHIDRICO (HCl). ........................................................................................... 10
II. ÁCIDO FLUORHÍDRICO (HF). .......................................................................................... 10
III. ÁCIDO FLUOBORICO (H3BO3). ....................................................................................... 10
IV. ÁCIDO ACETICO (CH3CO2H.) ..................................................................................... 11
V. ÁCIDO FORMICO. .......................................................................................................... 11
VI. ÁCIDOS ALCOHOLICOS. ............................................................................................. 11
Estimulaciones no Reactivas ................................................................................................... 11
Tipos de daño susceptibles de removerse. ..................................................................................... 13
A. Bloqueo por agua. ........................................................................................................... 13
B. Bloqueo por emulsión. ...................................................................................................... 13
C. Daño por cambio en la mojabilidad. .................................................................................... 13
D. Daño por película o membrana interfacial. ........................................................................... 13
E. Depositación de orgánicos. ............................................................................................... 14
F. Daño por pérdida de lodo.................................................................................................. 14
Los surfactantes en la estimulación matricial no reactiva. .................................................................. 15
Exigencia de los surfactantes para una estimulación matricial no Reactiva. ......................................... 15
Fracturamiento hidráulico ......................................................................................................... 16
Proceso de fracturamiento hidráulico ............................................................................................. 17
a) Dirección del agujero ....................................................................................................... 17
CONCLUSIÓN .......................................................................................................................... 20
BIBLIOGRAFIA ........................................................................................................................ 21

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INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tiene como propósito dar a conocer la importancia de la
reducción del daño a la formación productora; esto, mediante el uso de métodos
tales como: el fracturamiento hidráulico y la estimulación matricial, así como la
aplicación a pozos petroleros de aceite pesado.

Como bien sabemos la estimulación de pozos se define como la inyección de los


fluidos de tratamientos (ácidos en su mayoría) a gastos y presiones por debajo de
la presión de fractura, con la finalidad de remover el daño ocasionado por la invasión
de los fluidos a la formación durante las etapas de la perforación y terminación de
posos o por otros factores durante la vida productiva del pozo.

Entonces por ser la estimulación de pozos una de las actividades en el


mantenimiento de la producción de pozos petroleros, es importante las diferencias
técnicas que se emplean por tal actividad.

Existen técnicas usadas para estimular a los pozos de los yacimientos en caso de
que se encuentren o no dañados, como el fracturamiento hidráulico y sus variantes,
entre las que encontramos el fracturamiento ácido con y sin apuntalantes, con gel y
gas a alta presión.

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OBJETIVOS
Este trabajo tiene como objetivo presentar un manual sobre las estimulaciones, los tipos
de estas, así como los diferentes métodos que pueden ser utilizados para poder llevar
a cabo una estimulación en las diferentes formaciones, así como también las diferentes
fracturas en las técnicas de fracturamiento empleadas en los trabajos de estimulación
de la formación, mediante el uso de fluidos, apuntalantes y ancho de fractura promedio
observados en este.

Así como también ser guía para la elección del método más adecuado de estimulación
en los diferentes pozos que existen, como, por ejemplo:

 Pozos productores: Incrementar la producción de hidrocarburos


 Pozos inyectores: Aumenta la inyección de fluidos como aguas gas y vapor.
 Recuperación secundaria y mejorada: optimiza los patrones de flujo.

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Estimulación de Pozos
Una estimulación se define como el proceso mediante el cual se restituye o se crea un
sistema extensivo de canales en la roca productora de un yacimiento que sirven para
facilitar el flujo de fluidos de la formación al pozo.
Es una actividad fundamental para el mantenimiento o incremento de la producción de
aceite y gas, además puede favorecer en la recuperación de las reservas. Existe una
amplia gama de literatura técnica de los diferentes tipos de tratamientos que pueden
ejecutarse en un yacimiento de acuerdo con sus características. El avance tecnológico
a través de simuladores y equipo de laboratorio nos permite detectar pozos candidatos
a estimular, diagnosticar su daño y proponer los diseños más adecuados en forma
rápida y con mayor certidumbre.
En México la mayor parte de las estimulaciones se efectúan en rocas carbonatadas
(calizas) utilizando ácido clorhídrico (HCL) a diferentes concentraciones, una menor
parte de las estimulaciones se realizan en formaciones productoras de areniscas, donde
se ha utilizado Ácido Fluorhídrico (HF) o más recientemente, a través Fracturamiento
hidráulicos.
En nuestro país, particularmente en los yacimientos con rocas carbonatadas, la
utilización del ácido clorhídrico es prácticamente el común denominador de las
estimulaciones, sin embargo, la experiencia nos ha revelado que no todos los pozos
con problemas de producción, requieren necesariamente del uso de ácido clorhídrico.
Muchos de nuestros pozos con problemas de producción requieren de estimulaciones
No ácidas (no reactivas) debido a la naturaleza del problema que genera la declinación
de su producción, por lo tanto, la selección de un pozo candidato a estimular y el diseño
de su tratamiento requiere de un buen análisis de gabinete. La determinación del tipo
de daño, el análisis nodal y la corroboración del daño a través de pruebas de laboratorio
son factores importantísimos que deben considerarse para seleccionar y diseñar el
tratamiento de un pozo candidato a estimular.

MECANISMOS DE DAÑO
Tipos de Daño.
Independientemente del origen o la naturaleza del daño, este afecta el patrón de flujo
natural de los fluidos en la formación. Los daños que tradicionalmente conocemos,
presentes en el sistema roca-fluidos, los podemos agrupar en tres tipos básicos:

A. Daño a la permeabilidad absoluta


En este tipo de daño las partículas y materiales ocupan parcial o totalmente el espacio
poroso de la formación, ya sea por:
1. La presencia de finos y arcillas de la propia formación.
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2. Sólidos de los fluidos de perforación o de terminación.
3. Incrustaciones de depósitos orgánicos (asfáltenos o parafinas) o
4. Depósitos complejos de orgánicos e inorgánicos, entre otros.

B. Cambios en la Permeabilidad relativa


Los cambios resultan frecuentemente en una reducción al fluido de producción
deseado, estos se deben a cambios a la mojabilidad al aceite en una formación
productora de hidrocarburos mojada al agua y/o por cambios en la saturación
de fluidos, debido a tratamientos previos, por un trabajo de reparación, etc.

C. Alteración de la viscosidad
El incremento en la viscosidad del fluido puede ser debido a la formación de emulsiones,
polímeros, etc. y esto dificulta el flujo de fluidos.

Representación del daño


Aquí se describe las condiciones de la vecindad del agujero, donde rx y kx representan
la penetración del daño y la permeabilidad de la zona afectada respectivamente, kx es
diferente a la permeabilidad de la formación en la zona virgen, representada con la
permeabilidad k.

El factor de daño (S) está dado por la ecuación:

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En general el efecto de daño (S) implica : S = 0 no existe daño, por lo que kx = k.
S > 0 existe daño, por lo que k > kx y S < 0 el pozo está estimulado k < kx.

Estimulaciones Reactivas y No Reactivas


La mayor parte de la producción de hidrocarburos se presenta en formaciones
carbonatadas o en areniscas. Durante la etapa de perforación y terminación del pozo
diversos factores químicos o mecánicos pueden alterar su estado original provocando
daños que resultan en una caída de presión y por consiguiente en una disminución en
la producción de hidrocarburos. Además, en estas etapas o durante la vida productiva
del pozo pueden presentarse condiciones como cambios de mojabilidad, bloqueos por
agua, presencia de compuestos orgánicos, mezclas complejas de orgánicos e
inorgánicos, presencia de arcillas y finos o sludge, entre otras, que provocan la
presencia de cualquiera de los mecanismos de daños ya mencionados.
El tratamiento para este tipo de formaciones puede clasificarse de manera general de
la siguiente forma en función del elemento básico que la constituye:

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La estimulación reactiva es un tratamiento de una formación con un fluido de
estimulación que contiene un ácido reactivo. En formaciones de arenisca, el ácido
reacciona con las sustancias solubles en la matriz de la formación para agrandar los
espacios porosos. En formaciones de carbonato, el ácido disuelve toda la matriz de la
formación. En cada caso, el tratamiento de acidificación matricial mejora la
permeabilidad de la formación para permitir una mejor producción de los fluidos del
yacimiento. Las operaciones de acidificación matricial se efectúan idealmente a una
tasa alta, pero con presiones de tratamiento inferiores a la presión de fractura de la
formación. Esto permite que el ácido penetre en la formación y extienda la profundidad
del tratamiento, al tiempo que se evitan daños a la formación. A pesar de que la
condición ideal es que el tratamiento de acidificación matricial no genere daños a la
formación, la experiencia y diversos estudios han demostrado que las interacciones
acido-roca-fluido en la formación, pueden generar daño.
Daño a la Formación por Estimulación Reactiva
Cuando se inyecta una solución ácida en un reservorio, el movimiento de un fluido a
través del otro hace posible la formación de una emulsión, en donde la viscosidad
reduce la posibilidad de fluir la solución al reservorio, en función de la permeabilidad de
la roca. Así mismo, el uso de ácidos puede generar la precipitación de hidróxido férrico
y otros compuestos que contengan hierro bloqueando los canales de permeabilidad de
la formación. Otros daños a la formación generado por acción de ácidos es la migración
de arcillas, así como la migración de finos no arcillosos como cuarzo, feldespato y mica
lo cual genera el subsecuente taponamiento de las gargantas polares.

Estimulaciones Reactivas
Los derivados de la utilización de la estimulación en pozos, es la disolución de minerales
en la formación, además de materiales, como por ejemplo materiales del lodo de
perforación, introducidos a la formación durante la perforación del pozo o reparaciones
de este. La extensión de la disolución de estos materiales, se verá aumentada debido
a un número de factores, así como el método de acidificación seleccionado.
Normalmente se usan para las técnicas de acidificación tres tipos de fluidos.
 Fluido de prelavado

 Fluido de estimulación

 Fluido de desplazamiento

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Es una técnica de estimulación en la cual una solución ácida es inyectada dentro de la
formación con objeto de disolver algunos de los minerales presentes como lo muestra
la figura 3.4, por lo tanto recupera e incrementa la permeabilidad (k) alrededor del pozo.
En formaciones de areniscas el ácido de la matriz reacciona y penetra un pie y en
carbonatos penetra 10 pies.
En acidificación de la matriz, el ácido se inyecta a una presión menor que la de fractura
de la formación. En un fracturamiento con ácido, aunque puede usar productos
similares, el objetivo es crear un canal de alta conductividad disolviendo las paredes de
la fractura en una forma no uniforme. Esto se logra inyectando fluido a una presión
mayor que la fractura.
El fracturamiento con ácido es usado algunas veces para reparar el daño en
formaciones de alta permeabilidad (k), sin embargo en yacimientos de carbonatos de
baja permeabilidad (k) pueden ser candidatos para fracturar con ácido y debe hacerse
una comparación para usar apuntalante tomando en cuenta la producción esperada
después de la acidificación de la matriz; si no está dañado, no hay beneficio.
Por lo tanto, la acidificación de la matriz puede aplicarse cuando el daño S no se debe
a:
a) Penetración parcial.
b) Eficiencia de los disparos.
El objeto de una acidificación de la matriz es reducir el efecto de daño no mecánico a
cero. En la estimulación matricial, el flujo es confinado a los poros naturales de la
formación y los canales de flujo a una presión de fondo del pozo que es menor a la
presión de fracturamiento.
La estimulación matricial se debe llevar a cabo a caudales de inyección bajos,
generalmente su efecto se limita a remover los daños someros de la formación (de 3 a
8 ft a partir de la pared del pozo).
En la estimulación matricial reactiva las soluciones de tratamiento reaccionan
químicamente disolviendo materiales extraños que dañan la formación y disuelven los
propios sólidos de la roca. Esta estimulación se emplea para remover algunos tipos de
daño como los daños ocasionados por partículas sólidas, precipitaciones orgánicas, etc.
En formaciones de alta productividad, la estimulación matricial reactiva se utiliza no solo
para remover el daño, sino que también para estimular la productividad natural del pozo,
a través del mejoramiento de la permeabilidad de la formación en la vecindad del pozo

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disolviendo parte de los sólidos de la roca y creando un diferencial de presión donde los
fluidos tienden a ir al sitio con menor presión.
Este tipo de estimulación tiene resultados satisfactorios y aún sorprendentes, cuando la
formación se encuentra dañada. En el caso que no hubiese daño, solo pequeños
incrementos en la productividad podrán esperarse, lo cual se traduce a un mayor aporte
de hidrocarburos y esto a un mayor ingreso económico.
Se deben tener en cuenta parámetros como la temperatura, los fluidos de formación, la
mineralogía, la reactividad, las condiciones del pozo, etc.
En este tipo de estimulación reactiva las fuentes de daño las encontramos en la
corrosión de tuberías, precipitación de hierro cambios en la permeabilidad relativa,
emulsiones, sludges, incompatibilidad con el agua de formación, finos, parafinas y
asfáltenos, además de problemas de la formación.
ÁCIDOS Y ADITIVOS.
Los ácidos son sustancias que se ionizan en iones hidrógeno y un anión, cuando están
en presencia de agua, son conocidos por su Ph menor a 7, en estimulaciones reactivas
de pozos se utilizan ácidos que reaccionen con los minerales de las formaciones. Entre
los más usados encontramos:
I. ÁCIDO CLORHIDRICO (HCl).
Es una solución del cloruro de hidrógeno gaseoso en agua, tiene una alta capacidad de
disociación, razón por la cual es el ácido más utilizado en esta técnica proporcionando
así el mayor volumen de roca calcárea disuelta, se emplea en solución al 15%. Cuando
éste es usado en concentraciones mayores adquiere una mayor viscosidad y densidad
por lo cual tendrá una mayor suspensión en finos, aunque el efecto corrosivo será mayor
con las partes metálicas.
II. ÁCIDO FLUORHÍDRICO (HF).
Es el único que permite la disolución de minerales de sílice como las arcillas, los
feldespatos, el cuarzo, etc.
Reacciona con minerales calcáreos y con los iones positivos de la salmuera de
formación. Su aplicación es básicamente para la remoción de daños de formación
ocasionados por las arcillas; en la estimulación a pozos, el HF es comúnmente usado
en combinación con el HCl.
III. ÁCIDO FLUOBORICO (H3BO3).

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Es un ácido que no propicia precipitados en la formación, se utiliza en prelavados antes
de utilizar el sistema convencional; también es inyectado al final de las estimulaciones
y es usado mayormente en areniscas que contengan minerales de potasio.
IV. ÁCIDO ACETICO (CH3CO2H.)
Es un ácido débil, debido a su lenta y parcial ionización en agua, indicado para la
remoción de incrustaciones calcáreas y en la estimulación de calizas y dolomías. Se
considera un agente secuestrante de hierro y controlador de arcillas. Es útil para
remover bloqueos de agua, por lo cual es soluble en agua y aceite.
V. ÁCIDO FORMICO.
Es un ácido intermedio entre el HCl y el acético, menos fácil de inhibir y usado en
concentraciones del 10%, es usado en acidificaciones de rocas calcáreas en pozos de
altas temperaturas.
VI. ÁCIDOS ALCOHOLICOS.
Son una mezcla de un ácido y un alcohol, estos ácidos son normalmente empleados
con HCl o MUD ACID (HCl+HF); la aplicación principal de los ácidos alcohólicos es en
zonas de gas seco y baja permeabilidad.
Estos ácidos dependen de la velocidad de reacción la estequiometria, diseño del fluido,
del equilibrio termodinámico y de la reacción heterogénea; y éstos a su vez dependen
del tiempo de reacción que está ligado a los factores de temperatura y presión, los
cuales son factores que afectan la efectividad y la velocidad de reacción.

Estimulaciones no Reactivas
Antes de realizar cualquier estimulación se deben realizar pruebas de inyección y
admisión de fluidos en el intervalo productor, ya sea por medio de los núcleos cortados
durante la perforación o en algún pozo vecino que comparta las características del pozo
de interés. Este procedimiento consiste en inyectar a la formación un fluido inerte (agua
tratada o fluido oleoso limpio y filtrado) a caudales muy bajos y midiendo la presión de
inyección.

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Progresivamente se va incrementando el caudal de inyección por etapas, registrando
en cada una de éstas la presión de inyección, hasta registrar un cambio brusco de la
pendiente, indicando la llegada a la presión de fracturamiento.
En la estimulación matricial se permite una penetración a la matriz de la formación, ya
sea parcial o profunda; pero siempre de forma radial y circular para conseguir un mejor
contacto del fluido con la superficie dañada cercana a la pared del pozo. El objetivo de
la estimulación matricial es el remover el daño producido por la perforación y la
terminación del pozo y así también restituir la porosidad y permeabilidad después de un
periodo de producción. Dependiendo del daño y de la interacción de los fluidos de
estimulación y del yacimiento se debe optar por un tipo de estimulación. En este caso
la estimulación matricial no reactiva es en la cual los fluidos de tratamiento no
reaccionan químicamente con los materiales o sólidos de la roca; en ella se utilizan
principalmente soluciones oleosas, alcoholes, solventes mutuos, surfactantes y
aditivos.

La estimulación matricial principalmente se utiliza para remover daños por bloqueo de


agua, aceite o emulsiones; también por pérdidas de lodo, depósitos orgánicos y
alteración en la mojabilidad por aceite.
En esta operación no reactiva, el éxito dependerá de la selección del fluido estimulante;
el proceso de selección de un fluido es en lo general muy complejo, pues una mala
elección del fluido podría resultar contra indicativo.
Para la selección del fluido de estimulación se deben tener en cuenta los siguientes
parámetros:
Tipo de daño de la formación.
Características de la formación.
Condiciones del pozo.
Mineralogía de la formación.
Criterio económico.
Compatibilidad de la roca de la formación a tratar.
También se deben tomar en cuenta los fenómenos de superficie, ya que el flujo de
fluidos a través de los medios porosos está fuertemente afectado por los fenómenos de
superficie y el alcance de la estimulación matricial no reactiva dependerá de la
alteración de estos fenómenos presentes en la roca, como son:

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Tensión superficial e interfacial.
Mojabilidad.
Capilaridad.

Tipos de daño susceptibles de removerse.


En la estimulación matricial no reactiva el fluido de tratamiento no reacciona
químicamente con los materiales o sólidos de la roca, y el daño a ser removido no
implica una reacción entre el fluido y la roca. Entre los daños más comunes a remover
con este tipo de estimulación encontramos:
A. Bloqueo por agua.
Un bloqueo por agua generalmente puede ser removido inyectando a la formación una
solución acuosa o ácido alcohólico, este último fluido es apropiado para pozos con gas
en una concentración de 1 al 3% de un surfactante que nos permita disminuir la tensión
superficie e interfacial.
B. Bloqueo por emulsión.
Las invasiones de fluidos de tratamiento al entremezclarse con los fluido contenidos en
la formación pueden generar la formación de emulsiones las cuales presentan una
viscosidad muy elevada, particularmente se forman emulsiones agua-aceite.
La cantidad de surfactante requerida para remover el bloqueo por emulsión debe ser
usualmente unas 20 o 30 veces mayor que el volumen necesario para prevenir su
formación.
C. Daño por cambio en la mojabilidad.
Los fluidos que invaden la formación pueden contener surfactantes o sustancias las
cuales dependiendo del tipo de mineral que conforma la roca puede propiciar el
mojamiento de la misma. Cuando la formación en la vecindad del pozo queda total o
parcialmente mojada por aceite, se produce un daño significativo en la productividad
del pozo.
La remoción efectiva será siempre costosa e implica la inyección de solventes mutuos
para remover la fase mojante de aceite, seguida de una solución acuosa de un
surfactante con fuertes propiedades mojantes por agua.
D. Daño por película o membrana interfacial.
La invasión de fluidos puede ocasionar emulsiones al dispersarse un líquido inmiscible
en otro, pueden causar membranas rígidas en las interfaces agua-aceite y así lograr el

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obturamiento de la formación. Generalmente son resistentes y difíciles de remover; se
utilizan solventes con alta concentración de surfactantes que permite disminuir la
consistencia de las películas rígidas formadas en las interfaces agua-aceite.
E. Depositación de orgánicos.
La depositación de sólidos orgánicos en el sistema poroso generan obturamiento de los
canales porosos y por tanto un consecuente daño en la formación, los depósitos pueden
formarse en la roca, en las perforaciones de los disparos y/o en la tubería de producción.
Este daño es removido al resolubilizarlos con solventes aromáticos y un surfactante
dispersor. También es recomendable la adición de pequeñas cantidades de alcoholes
o solventes mutuos.

F. Daño por pérdida de lodo.


La pérdida considerable de volumen de lodo u otros fluidos en y durante la vida del pozo
en las operaciones de perforación a través de cavernas o fracturas inducidas propician
la invasión considerable de sólidos a la formación generalmente difíciles de remover.
La solución más indicada consiste en la inyección de soluciones acuosas u oleosas de
surfactantes y otros químicos que pueden reducir la viscosidad del lodo y dispersar los
sólidos.
La remoción de estos daños tiene como objetivo ya sea en pozos productores o
inyectores y hasta en un proceso de recuperación secundaria y mejorada, el

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incrementar la producción de hidrocarburos o aumentar su inyectividad; es decir,
optimizar y mejorar los patrones de flujo.

Los surfactantes en la estimulación matricial no reactiva.


El uso de los surfactantes para tratamiento de pozos se ha hecho imprescindible en
todo tipo de estimulación matricial. La acción de los surfactantes se manifiesta
principalmente en los siguientes fenómenos:
a) Disminución de las fuerzas retentivas de los fluidos en el medio poroso.
b) Mojamiento de la roca.
c) Rompimiento de emulsiones.
En la disminución de las fuerzas retentivas de formaciones de baja permeabilidad y de
pequeños poros, es más notable el efecto de la acción bajo tensora de los surfactantes
permitiendo reducir las fuerzas capilares responsables del atrapamiento de los fluidos
del medio poroso, donde las fuerzas retentivas del yacimiento no permitan que fluya
con la energía disponible.
En el mojamiento de la roca dependerá del tipo de surfactante que se utilice ya que
éstos tienden a ser afines a un fluido ya sea base agua o aceite; así como al tipo y
composición de la roca.

Exigencia de los surfactantes para una estimulación matricial no


Reactiva.
Los surfactantes que son utilizados en las estimulaciones matriciales deben de cumplir
con una serie de requisitos, los cuales influyen directamente en el desarrollo de la
operación, hacer una omisión de estas exigencias dará como resultado un fracaso de
la estimulación no reactiva; lo cual nos lleva a un posible panorama de
empeoramiento del daño que estuviese en tratamiento. Este surfactante debe cumplir:
1. Reducir la tensión superficial e interfacial.
2. Prevenir la formación de emulsiones.
3. Mojar a la roca por agua, considerando la salinidad y el pH.
4. No hinchar o encoger las arcillas.
5. Mantener las condiciones de superficie en el yacimiento (propiedades).
6. Ser soluble en el fluido base de acarreo a la temperatura del yacimiento.
7. Ser compatible con la salmuera y los fluidos de la formación.
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8. Conservar las características reológicas de diseño.

Fracturamiento hidráulico
El fracturamiento hidráulico consiste en la inyección de un fluido fracturante, altamente
viscoso, con el objeto de generar en ella canales de flujo (fracturas) en la formación y
colocar un elemento de empaque (arena) que permita incrementar la conductividad de
la formación y, por ende, el flujo de fluidos hacia el pozo.
El fluido empleado recibe el nombre de fluido fracturante y el sólido es conocido como
agente apuntalante.
El efecto de incremento de drene de fluidos decrece rápidamente con el tiempo. Esto
se debe a que la fisura se cierra y el pozo vuelve a sus condiciones casi originales. Para
evitar el cierre de la fractura, se utiliza la técnica de inyectar el fluido de fractura cargado
de apuntalante (arena), el cual actúa como sostén de las paredes abiertas de la fractura
en la formación.
La inyección continua de dicho fluido permite ampliar y extender la fractura, cuando se
alcanza una amplitud deseada, se le agrega un apuntalante al fluido para que lo
transporte y así evite el cierre de la fractura al termino; una característica importante del
agente apuntalante debe ser altamente permeable.
A veces, los procesos diageneticos restringen la abertura de la roca y reduce la
habilidad de que fluyan los fluidos a través de ellas. Las formaciones con baja
permeabilidad normalmente son excelentes candidatos para un fracturamiento
hidráulico.
Un estudio de las condiciones del pozo nos puede ayudar a decidir si un fracturamiento
hidráulico es el adecuado en la terminación del pozo.
Los pozos que pudieran ser candidatos tendrían las siguientes características:
a. Flujo vertical restringido
Si la permeabilidad vertical es muy baja o no existe, entonces un pozo horizontal
fracturado seria de lo más económico en el desarrollo del campo. Esta misma
conclusión pude aplicarse a pozos horizontales perforados en formaciones
estratigráficas con pequeñas capas de lutitas que evitan la comunicación entre varios
intervalos con buena impregnación de hidrocarburos.
b. Yacimientos fracturados naturalmente
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Si se tiene una formación con permeabilidad primaria derivada de fracturas naturales,
un pozo horizontal perforado en forma perpendicular a la dirección de las fracturas, es
ideal; sin embargo, en muchos casos las fracturas no son continuas o uniformes, y si la
orientación de la fractura hidráulica inducida es diferente de la orientación de las
fracturas naturales, esta formación es candidata a un fracturamiento.
c. Permeabilidad y porosidad
Los pozos horizontales perforados en áreas donde los pozos verticales tienen baja
permeabilidad y porosidad, y en los cuales se requiere de intensa estimulación, más
que la eliminación de un simple daño a la pared del pozo, estos son buenos candidatos
para fracturarse hidráulicamente.
d. Bajo contraste de esfuerzos
Si una formación tiene bajo contraste de esfuerzos entre la zona productora y las capas
limitantes, perforar un pozo horizontal e inducir varias fracturas pequeñas y
perpendiculares a su eje, es una opción muy viable. Las fracturas inducidas pueden
permitir una rápida recuperación de los hidrocarburos, sin desarrollarse fuera de las
capas limitantes. Una fractura grande probablemente rompa y penetre las capas límite.
Este tipo de tratamiento se utiliza básicamente:
1. En formaciones de baja permeabilidad, aumentando el gasto de aceite y/o
gas.
2. Permitir que los fluidos producidos o inyectados atraviesen un daño
Profundo.
3. En el campo de la recuperación secundaria para el mejoramiento del índice de
inyectividad del pozo y la creación de canales de flujo de alta conductividad en
el área de drene del pozo productor.

Proceso de fracturamiento hidráulico


Si se considera que un pozo reúne las características para la realización de un
fracturamiento, éste tendrá que ser planeado de la siguiente manera:
a) Dirección del agujero
La iniciación de la fractura hidráulica inducida en el pozo es crítica, pues se pretende
que sea perpendicular al esfuerzo principal mínimo. Estudios realizados en el
laboratorio de mecánica de rocas indican que el tipo de fracturas creadas cerca del pozo
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controlarán las presiones de ruptura y de cierre instantánea; de los datos de campo y
laboratorio se encontró que fracturas complejas pueden iniciarse en el agujero, además
de cambiar la dirección para orientarse a ángulos perpendiculares al esfuerzo principal
mínimo.
El inicio de la fractura no es crítico para un fracturamiento ácido como lo es para uno
hidráulico. La diferencia es que el ácido remueve material y agranda cualquier
restricción, mientras que en un fracturamiento hidráulico con sustentante, las
restricciones no se agrandan fácilmente.
Si el pozo tiene un ángulo de orientación diferente al esfuerzo principal mínimo, el inicio
de las fracturas a partir del pozo es muy complicado y puede causar altas presiones de
ruptura y de cierre instantáneo. Es por eso que la dirección del pozo debe de ser
paralela al esfuerzo principal mínimo, sin embargo, algunos campos, debido a su forma
impondrán otros ángulos del pozo con el menor esfuerzo principal.
b) Ubicación del pozo en la formación
La ubicación del pozo dentro de la formación deberá estudiarse para optimizar la altura
de la fractura a través de la zona productora. El estudio dependerá del perfil de
esfuerzos en la zona superior, inferior a la zona productora, para poder diseñar el
tamaño de la fractura, la parte de mayor esfuerzo, es la más adecuada para asegurar
que la fractura cubra el total de la zona productora.
Si se va a realizar un tratamiento grande, la localización del pozo deberá ser en la parte
de menor esfuerzo. Se debe recordar que un gran tratamiento dará una gran fractura.
c) Gasto
El gasto máximo del tratamiento será decidido por dos factores: la velocidad de flujo
óptimo para cualquier TP o TR es de 80 ft/seg. De experimentos realizados en
secciones tubulares, se obtuvo que al incrementar la velocidad a 100 ft/seg podría
ocurrir erosión que daña la tubería; al agregar el sustentante el daño es mucho mayor.
El segundo factor lo determinara el tamaño de la localización.
Cuando se desean altos gastos para el fracturamiento será necesario considerar la
capacidad para su manejo, ya que algún equipo mezclador (blender), puede tener como
restricción el manejo de solo 6 lb/gal de arena, siendo necesarios dos equipos para el
fracturamiento. Tomando en consideración lo anterior es que se debe planear con
anterioridad el tamaño de la localización.

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d) Tamaño del tratamiento
De los comentarios y conclusiones obtenidos de los trabajos de minifracs y de las
corridas de registros sónicos, se pueden determinar el tamaño de tratamiento. Como
punto de partida, se pueden utilizar los fracturamiento realizados en pozos verticales en
el mismo yacimiento, y el mismo campo. Existen modelos tridimensionales que simulan
la geometría de la fractura, posición y distribución del sustentante cuando la fractura
cierra, etc.

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CONCLUSIÓN

Una estimulación se define como un proceso mediante el cual se restituye ó se crea un


sistema extensivo de canales en la roca productora de un yacimiento que sirven para
facilitar el flujo de fluidos de la formación al pozo.
El Daño a la formación se define como la restricción al flujo de los fluidos dentro del
medio poroso. Independientemente del origen o la naturaleza del daño, este afecta el
patrón de flujo natural de los fluidos en la formación.
Existen dos tipos de tratamientos de estimulación se dividen en dos grupos principales,
tratamientos de fracturamiento hidráulico y tratamientos matriciales.
Principalmente la estimulación de pozos nos ayuda a mejorar la producción de gas y
aceite e inclusive recuperar las reservas recuperables.
Ha llegado a ser una práctica estándar, y se asegura que actualmente no existe pozo
productor o inyector que no haya sido estimulado al cuando menos una vez.

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BIBLIOGRAFIA
Guía de diseño para estimulaciones de pozos, PEMEX.
https://es.scribd.com/document/356541711/Estimulacion-Reactiva
Vázquez Cárdenas, J. F. (2009). Mejoramiento de la conductividad en el
fracturamiento hidráulico. (Tesis de licenciatura). Universidad Nacional
Autónoma de México, Ciudad de México, México.
Pozos Rivera, H. (2013). Técnicas de fracturamiento hidráulico en pozos
horizontales de la formación Eagle Ford. (Tesis de maestría). Universidad
Nacional Autónoma de México, Cuidad de México, México
https://es.slideshare.net/mobile/gabosocorro/estimulacion-13109328
https://docplayer.es/78104363-Universidad-nacional-autonoma-de-mexico-
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http://www.ptolomeo.unam.mx:8080/xmlui/bitstream/handle/132.248.52.100/35
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