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Universidad de Baja California

DOCTORADO EN EDUCACIÓN

REPORTE DE LA LECTURA
Las actuales reformas educativas en América
Latina

ASIGNATURA
Reformas y Políticas Educativas

NOMBRE DEL ALUMNO


Sulma Milena Urbina Duarte

NOMBRE DEL CATEDRÁTICO


Dr. Óscar Macías Morales

El Colegio, Colombia; Febrero 21 de 2018


ANÁLISIS SOBRE LAS PRINCIPALES REFORMAS EDUCATIVAS QUE SE
HAN IMPULSADO EN AMÉRICA LATINA.

Introducción

Para realizar el análisis sobre las principales reformas educativas, se hace


necesario reconocer el concepto de Reforma Educativa. Dentro del texto guía, se
define como reforma educativa al conjunto de políticas públicas orientadas a
producir cambios en los procesos y servicios educativos. Sin embargo, existen otras
concepciones.

En este sentido, Zaccagnini, M (2004) afirma que:

“Genéricamente, en educación se habla de reformas cuando se ve la necesidad de


instrumentar un cambio de organización estructural del sistema; cuando se cambia el diseño
curricular y los consecuentes planes de estudio; cuando se pretende modernizar al sistema
en su conjunto, imprimiéndole una dinámica más ágil y efectiva al funcionamiento
institucional, al descentralizar la burocracia central; cuando se pretende elevar la calidad
general de la enseñanza, en aras de mejorar el rendimiento académico de los alumnos y
disminuir el fracaso escolar; cuando se pretende adecuar y ajustar la formación educativa a
las demandas del mercado laboral; cuando se quiere introducir cambios en los estilos
pedagógicos de los docentes; cuando se busca la transformar las culturas institucionales de
las escuelas; cuando se busca actualizar los criterios de organización y gestión institucional
de las escuelas”

Las reformas nacen de leyes nacionales y son impulsadas desde arriba por el
Estado. Colombia, no es la excepción de diversos países latinoamericanos, en
donde las reformas educativas se realizan al mismo tiempo que se llevan a cabo
políticas de ajuste económico.

De las reformas educativas.

Los sistemas educativos nunca han estado estancados. Durante los años 60, se
evidenciaron bastantes procesos de trasformación en América Latina, debido a que
Estados Unidos estableció un programa de ayuda económica, política y social para
América Latina llamada Alianza para el Progreso, propuesta por el presidente John
F. Kennedy. Su objetivo principal era mejorar la vida de todos los habitantes del
continente, lo que generó reformas en los sistemas educativos, pues dentro de las
medidas sociales buscaba la eliminación del analfabetismo de adultos para 1970.
Como consecuencia, los países latinoamericanos realizaron reformas en algunas
políticas para cumplir con este objetivo.

En algunos casos, se realizaron procesos de transformación en la acción de los


docentes, iniciando éstos, a tomar decisiones sobre el currículo y los contenidos
trasmitidos a través de la enseñanza y el sistema de evaluación, buscando mejorar
la calidad y equidad en la educación.
Se evidencia así, en varios países de América Latina, la adopción de Leyes
Generales de Educación que buscan regular éste servicio público con propuestas
de organización, administración y currículo. Martinic (2001; citado por Guzmán,
2005) afirma que en América Latina se han implementado 3 generaciones diferentes
de Reformas Educativas. La primera de ellas, durante la décadas de los 80, cuyo
objetivo era la ampliación de la cobertura de enseñanza, generando
descentralización en la administración del servicio educativo y exigiendo un mejor
uso de los recursos destinados. Sin embargo, algunos sectores de pocos recursos
siguen sin acceder a la educación.

La segunda generación de reformas son las de calidad y equidad, ampliando los


años de escolaridad obligatoria y haciendo referencia a la calidad de los contenidos
curriculares y procesos pedagógicos; permitiendo autonomía a las escuelas con
respecto a las prácticas pedagógicas, diseño del Proyecto Educativo Institucional
(PEI) y Sistemas Institucionales de Evaluación (SIE). Con esta reforma, se esperaba
mayor inversión en infraestructura y textos en las instituciones educativas.

La última generación de reformas, da mayor autonomía a las escuelas, centrándose


en el proceso de enseñanza aprendizaje. Según Pulido (2010; citado por
Gorostiaga, 2011), actualmente se distinguen tres tipos de políticas educativas: 1)
las continuidades neoliberales (México, Perú, Chile desde 2010, Costa Rica,
Colombia, entre otros); 2) las rupturas de concertación (Argentina, Brasil, Chile
1990-2009, Guatemala, Uruguay y Paraguay); y 3) las rupturas de autonomía
(Bolivia, Ecuador y Venezuela).

En Colombia, la educación es un derecho ciudadano y una prioridad el gobierno, es


así, que todos los colombianos tenemos derecho a acceder a la educación para
nuestro desarrollo personal y para el beneficio de la sociedad. La educación
obligatoria actualmente es de 10 años, desde los 5 hasta los 15 años de edad. A
partir de la Constitución de 1991, durante el gobierno de Cesar Gaviria (1990-1994)
se inició una nueva época de reformismo educativo. Para la Educación Superior,
según la Ley 30 de 1992 y para la Educación Básica y Media en la Ley 115 o Ley
General de Educación, reglamentada en los aspectos pedagógicos y organizativos
por el Decreto 1860 de 1994; la Ley 715 de 2001, que asigna los recursos
necesarios para organizar la prestación del servicio educativo; y el Decreto 1290 de
2009, que reglamenta la evaluación del aprendizaje y la promoción de los
estudiantes en los niveles Básica y Media.

¿Quién produce las reformas educativas?

Las Reformas Educativas son el resultado de la aplicación de normatividad


respondiendo a intereses políticos y económicos, a través del Poder ejecutivo y en
el cual influyen intereses de diversos actores, no solo por el Congreso. Dentro de
esos actores encontramos al Estado, los docentes, los padres de familia, la
comunidad y los empresarios.
El Estado, busca focalizar la atención en los sistemas y procesos necesarios para
atender las necesidades educativas, revisando factores tales como, el fracaso
escolar y la deserción, Para lo cual, espera una trasformación pedagógica bajo una
mayor regulación y orientación a través de proyectos, planes y acciones estatales.

Sin embargo, las Reformas Educativas, también requieren de una disminución de


la burocracia, es decir, no tener más funcionarios de los necesarios, revisar sus
perfiles profesionales, combatir la ineficiencia, la corrupción y la lentitud.

Ahora bien, según Braslavsky (1996), para que una Reforma Educativa surja
cambios reales en los procesos educativos, se requiere, además de buenas
políticas, que el ministro y los asesores que lideran el diseño de la reforma tiendan
a durar más tiempo en sus cargos. Esto con dos fines. El primero, para disminuir los
gastos del Estado, porque en algunos casos, el personal sale de la planta pero
ingresa nuevamente como contratista, lo que aumenta el gasto fiscal. El segundo,
para que las políticas de la reforma produzcan efectos importantes en términos de
eficiencia.

¿Por qué se producen las reformas educativas?

Las reformas educativas son hechos que aparecen como proyectos políticos para
modificar y experimentar estrategias que afectan directamente en el proceso de
enseñanza aprendizaje, en los contenidos curriculares y con la formación docente.

En este sentido, es primordial considerar la función de la educación. Se ha logrado


establecer que América Latina se caracterizaba por la desjerarquización cognitiva,
que consiste en un vaciamiento de los contenidos significativos, haciendo que en
las escuelas y colegios se prestará mayor atención a las pautas y reglamentos de
convivencia. Se debía garantizar la educación a los estudiantes de bajos recursos,
en consecuencia, se implementaron programas compensatorios con el fin de
contrarrestar las desigualdades producidas por el sistema educativo, la política
social y la economía. Es así, que los estudiantes de las zonas priorizadas son
dotados de material didáctico, útiles, libros, cuadernos, etc, Los docentes también
se ven beneficiados de los programas compensatorios, pues reciben capacitación y
asesoría por parte del Ministerio de Educación.

En definitiva, los programas compensatorios buscan asegurar que un mayor número


de niñas, niños y jóvenes tengan acceso a una educación de calidad,
proporcionando mayor apoyo en las escuelas rurales y de difícil acceso, evitando
así la existencia de altos índices de deserción y reprobación.

Ya en los 90´s, las reformas buscaban la rejerarquización del conocimiento,


estableciendo contenidos que el estudiante pueda entender por sí mismo, yendo de
lo más simple a lo más complejo, teniendo así que determinar que conocimientos
son esenciales y en qué orden se han de presentar. Sin embargo, para establecer
esta jerarquización, era necesario realizar un consenso entre los actores estatales
y extraestatales que intervienen en el escenario educativo.
En algunos países de América Latina, como Chile, existe gran conceso entre los
actores, lo que ha hecho que existan políticas educativas más efectivas y mejor
presupuestadas. Al contrario, existen países donde se requiere un gran gasto del
Gobierno realizando debates para lograr alcanzar la inversión en educación y
convencer a los opositores de las reformas

Más allá de elaborar el conceso para la trasformación educativa, se viene el reto de


generar todas las condiciones para la ejecución de la reforma con todas sus políticas
y programas. En muchos países, el Estado optó por estrategias de descentralización
administrativa y financiera, ejecutando acciones directamente en los
establecimientos educativos. Para esto, se requiere una adecuada coordinación
estratégica, de manera que la asignación de los recursos públicos corresponda con
las prioridades de gobierno. Los grandes contradictores de estas reformas, son las
administraciones y actores que tenían el poder antes de iniciar este proceso. Por
eso la alternativa seleccionar adecuadamente los programas en los que se puede
realizar la ejecución directa, y que el Estado realice acciones de investigación y
desarrollo, capacitación y asesoramiento de funcionarios.

En cuanto los actores, cada uno tiene un contexto de referencia de acuerdo a su


función. Según Braslavsky (1996),

“los funcionarios con responsabilidad política (Ministros, Secretarios,


etc.), tienen como su principal contexto de referencia al gobierno y al sistema
político, los intelectuales insertados en otras funciones del Estado tienen
como su principal contexto de referencia al sistema académico y al sector de
la opinión pública, integrado por sus antiguos lectores. Los pedagogos
reformadores tienen como su marco de referencia a las escuelas, y a los
estratos intermedios de la conducción. Los funcionarios de larga trayectoria
en la administración pública, y el segmento administrativo en general, suelen
tener como principal contexto de referencia al sistema normativo”

Por otra parte, es necesario aprovechar al máximo el tiempo y la inversión en el


diseño, socialización y ejecución de la Reforma Educativa. Para ello, se hace
necesario que los tiempos de cada uno de los actores estén acoplados. Se requiere
entonces, que los niveles políticos (Gobierno, Ministro de Educación), que se rigen
por calendarios externos y electorales, diseñen los objetivos y tácticas de las
reformas de tal manera que se acoplen a los tiempos burocráticos, pues los tiempos
de discusión de las leyes que regulan las transformaciones educativas son más
lentos que los tiempos que requieren los técnico profesionales y pedagogos para
implementar e iniciar la ejecución de las políticas. Sin embargo, los tiempos que se
requieren para implementar en la cotidianeidad de la escuela son más largos pues
implica ir más allá del cumplimiento formal de la nueva norma.

Dentro de las dificultades detectadas por Braslavsky (1996), se encuentra que los
nuevos funcionarios políticos o académicos, encargados de los organismos de
decisión y ejecución de las políticas educativas no reciben un entrenamiento con
respecto a las gestiones que deben realizar, y en algunos casos (funcionarios de
entidades gubernamentales) se realizan empalmes con el funcionario anterior sin
recibir toda la información relevante.

Lo que se complementa, con que algunos funcionarios políticos y académicos no


poseen las competencias profesionales básicas para el diseño, manejo y
seguimiento de procesos. Esto se subsana con el fortalecimiento de los equipos de
trabajo a través de redes con instituciones educativas para transferir experiencias
exitosas. Para mejorar la efectividad de las entidades, en algunos países, se
contratan profesionales competitivos mejor remunerados que los funcionarios de
planta, lo que ha generado una gran diferenciación e innumerables tensiones. Para
evitar estos confrontamientos, otros países han establecido un plus salarial a los
funcionarios que asuman cargos de responsabilidad gerencial y que muestren gran
desempeño y eficiencia. Sin embargo, ninguna de las dos estrategias anteriores,
aseguran la permanencia en los cargos de los funcionarios políticos.

A pesar de esto, no se ha logrado combatir el multiempleo, es decir, que algunos


funcionarios de planta o funcionarios contratados tengan otro empleo. Esto, se
observa como consecuencia de que los funcionarios de planta tienen ingresos bajos
y los contratados tienen temor a la pérdida de éste. El reto está en elaborar opciones
de contratación laboral que permita mayor eficiencia en los funcionarios evitando el
clientelismo.

En algunos países, se ha realizado meritocrácia a través de concursos para cubrir


algunos cargos oficiales de entidades gubernamentales con buenas
remuneraciones, de igual manera ocurre con los cargos de las instituciones
educativas, tales como directivos docentes, docentes y docentes orientadoras.

Conclusión

Las reformas educativas son discursos políticos que determinan la manera de


actuar en los contextos escolares generando educación de calidad y con equidad,
esperando modificar las prácticas cotidianas para mejorar los procesos de
autonomía escolar, enseñanza aprendizaje, evaluación de los estudiantes,
incorporación y evaluación de los docentes, entre otros.

Durante la década de los ochenta hay un descuido de la equidad como objetivo de


la política educativa. Durante esta época aumenta el número de personas que vive
en condiciones de pobreza, y en muchos países decae el gasto educativo, con el
consecuente deterioro en el funcionamiento de los sistemas educativos. Las
políticas educativas se orientan al mejoramiento de la eficiencia en la gestión: se
inicia el establecimiento de sistemas de pruebas de rendimiento en la mayoría de
los países, y continúa la prioridad en la descentralización educativa.

A comienzos de los noventa se inicia una segunda fase en la prioridad que dan los
países a la equidad educativa, al tiempo que continúa la preocupación por la calidad
y la eficiencia en la gestión. Países como Chile y México, y poco después Argentina
y Uruguay, adoptan políticas educativas que buscan alcanzar la igualdad de
oportunidades educativas. Estas políticas plantean la búsqueda del logro de
igualdad en los resultados educativos y no simplemente en el acceso a la educación.

Por último, debemos recordar que en muchos países de América Latina, las
reformas educativas se realizan al mismo tiempo que se plantean reformas
económicas, que casi siempre dan como resultado una disminución en el
presupuesto de los recursos presupuestados para educación (infraestructura,
alimentación escolar, transporte escolar, dotación, nombramiento de docentes, etc).

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