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"Yo debo responder con mi vida por aquello que he vivido y comprendido en
el arte, para que todo lo vivido y comprendido no permanezca sin acción en
la vida"
(Mijaíl Bajtín, Rusia, 1919)
Cruzar estos textos implica un ejercicio de la memoria que sólo desea provocar...
Allí donde se cruzan la escritura y la vida, el arte y la simple experiencia humana,
está el límite más fascinante y abismal. Ningún constructo teórico ni estético
aportará vivencias tan hondas.
Hace ya un buen tiempo vengo preguntándome cuál podría ser el lugar de la crítica
y la reflexión teórica para el arte y para la vida. Cómo puede un crítico o un
estudioso de la teatralidad acompañar los actuales y complejos procesos de
escrituras escénicas. Cómo mirar, documentar, reflexionar y a la vez dar cuenta de
los riesgos y experiencias humanas implicadas en los procesos artísticos.
La idea de lo liminal -término al que me refiero desde las visiones de Víctor Turner
y Rocco Mangieri- me la he venido planteando asociada a los conceptos de
hibridación (Canclini), contaminación, fronterizo (Lotman y Bajtín), ex-centris
(Linda Hutcheon), complejidad y transversalidad . Y agregaría ahora el término
"invertebrados", menos conocido en los espacios académicos, pero ya perturbador
por su aguda intuición poética.
En mis más recientes escrituras intentaba acotar lo liminal como esa zona
transdisciplinar donde se cruzan el teatro, la performance, las artes visuales, el
accionismo...Y aunque asociaba lo liminal con lo exiliar, lo desterritorializado, lo
mutable y transitorio, lo procesual e inconcluso, lo presentacional más que lo
representacional; en los análisis prácticos del tema aún estaba demasiado fascinada
por los abstraccionismos teóricos.
Esta particular manera de mezclarse la vida y el arte en esta parte del mundo, de
Ser en el arte desde acciones comprometidas con la vida, ha tenido en Yuyachkani
una práctica sostenida en la persistencia de los años. Pienso que a las experiencias
más recientes el grupo ha llegado desde un cuestionamiento de su manera de estar
en la vida, como otro modo de acompañar y participar en el proceso colectivo de
reconstrucción de la memoria que ha estado viviendo el país en estos últimos años.
La búsqueda de nuevos lenguajes sintetizada en Hecho en el Perú fue un complejo
diálogo con un entorno que cotidianamente apelaba a la teatralización de su
gesticulación política: "Si vivimos en una realidad cada vez más intervenida, que
nos muestra todo como desencajado, una realidad surrealista y patética, el teatro
queda estéril, pequeño", apuntaba Teresa Ralli .
Lo liminal lo pienso como una condición de vida y creación en los propios procesos
y trabajos de Yuyachkani. Mirando desde el arte, Hecho en el Perú, vitrinas para un
museo de la memoria (Julio 2001) ha sido explícitamente una experiencia
fronteriza, un entrecruzamiento de dispositivos instalacionistas, plásticos,
dramáticos, una radicalización de los lenguajes, una indagación hacia nuevas
maneras de comunicación. Tal vez sus antecedentes comenzaron a configurarse en
1994, cuando estaban en pleno proceso creativo de lo que sería Hasta cuándo
corazón y se plantearon la teatralidad desde la "acción escénica" como "una
escritura en el espacio"(192) ubicada "en los bordes, en los límites de los géneros
escénicos"(193). Pienso ahora en Hasta cuándo corazón (1994) como una incursión
en esos territorios híbridos, una especie de poema visual, una danza del
desequilibrio de cuerpos al borde de un desalojo real.
Mirando desde la vida y la acción ética -realmente privilegiando esta dimensión que
no está separada nunca de la creación estética, el menos en este colectivo- pienso
que en la memoria cívica y cultural del Perú habría que recordar - cara palabra en
la historia y la cultura peruana- la humana y responsable labor de Yuyachkani
acompañando a la sociedad civil y a las comunidades campesinas en la preparación
y en la realización de las Audiencias Públicas de la Comisión de la Verdad y
Reconciliación, recorriendo pueblos y ciudades, presentando Adiós Ayacucho,
Antígona y Rosa Cuchillo, sintiendo que se borraban las fronteras entre la realidad
social y la de sus personajes .
Algún tiempo después, una mañana de julio de este año, yo también vivenciaría
esta borradura de las fronteras: ante a la foto de "Mamá Angélica" en la vieja casa
de Chorrillos donde se exhibe la muestra fotográfica Yuyanapaq, de la Comisión de
la Verdad y la Reconciliación, me resonaron las palabras de Ana Correa cuando un
día antes me contaba cómo Mamá Angélica había inspirado a su Rosa Cuchillo.
Aquella mañana la foto de Angélica Mendoza, exhibiendo el mensaje escrito por su
hijo secuestrado y desaparecido en Ayacucho, se mezclaba en mí con la imagen de
Ana-Rosa Cuchillo invocando a la vida desde su puesto del mercado, ante miles de
madres que ya no podrían recuperar a sus hijos. Ahora que lo escribo siento que lo
fronterizo está en poder vivir ese límite en el cual ya no sabes desde dónde miras,
desde dónde escuchas, desde dónde escribes. Recuerdo también una anotación en
mi cuaderno amarillo: "Yuyanapaq: Para recordar/ Yuyachkani: Estoy recordando".
En aquellos días de julio tuve el privilegio de asistir a los ensayos con público del
más reciente trabajo: Sin título, técnica mixta. Lo que se había iniciado como una
nueva obra sobre la histórica guerra con Chile, fue atravesado por los sucesos de la
realidad: el informe final de la Comisión de la Verdad y el memorable discurso de
Salomón Lerner. "Empezamos a hacer una obra de teatro y de pronto el país
comenzó a galopar encima de nosotros", vuelvo a transcribir retazos de la
conversación con Teresa.
Si tuviéramos que sucumbir ante el reto de las taxonomías y fuéramos tentados por
el encuentro con la frase que "mejor" nos aproximara a la naturaleza poética de Sin
título, técnica mixta; pienso que retomaría aquella conceptualización de Miguel
sobre la acción escénica como escritura en el espacio, que se nutre de las
contaminaciones artísticas y expone un material fragmentado que los espectadores
deberán editar. Por otro lado, apelaría a la idea de una instalación escénica donde
se retoma la instalación plástica, pero dispuesta en un espacio en el que ya no sólo
se muestra, sino que es intervenida, modificada, puesta en marcha. Ya no son
vitrinas fijas conectadas "por el trazo de las pisadas y las pausas de cada visitante",
ahora son tarimas, carromatos, plataformas o practicables móviles en los cuales se
instalan presencias, iconografías de una memoria reciente o legendaria, y que a la
manera de las procesiones populares son tiradas por estudiantes, circulando por un
espacio que se vuelve imprevisible para los propios espectadores que ya no
quedarán protegidos por zonas de seguridad.
Que sean jóvenes estudiantes quienes conducen y desplacen estos carromatos,
como artesanos-tramoyistas que intentan recomponer el fragmentado
rompecabezas de la memoria, es otra de las metáforas que aquí despliega
Yuyachkani.
Ninguna lección de historia, ningún texto verbal, sería tan potente y sugerente
como esta galería de presencias: teatralidad documental construida desde el
compromiso ético.
Sin título, técnica mixta anuncia desde su nombre una contaminación con los
recursos de las artes visuales. Más allá del teatro y de los cruces o hibridaciones
con lo performativo, los environments, el collage y el instalacionismo, este trabajo
es sobre todo un filoso y arriesgado transitar por territorios y lenguajes que ellos
magistralmente articulan y reinventan. Desafiando los prejucios, las
experimentaciones y radicalidades, Yuyachkani incursiona entre la actuación y la no
actuación, la representación y la presencia, la teatralidad y la performatividad
instalacionista. E incursiona sobre todo en el cruce de los más agudos
cuestionamientos a tantos responsables por estos desvastadores tiempos. Este
cruce de preguntas y desolados testimonios, colocando las más perversas
situaciones provocadas por el extremismo senderista, las acciones desesperadas de
la subversión, la irresponsable complicidad de un gobierno que sólo mira el relleno
de sus arcas y las ejecuciones indiscriminadas de las Fuerzas Armadas, abriendo
fuego cruzado sobre una sociedad civil y campesina víctima de la más desmedida
violencia; sería el único lugar desde el cual documentar y participar
responsablemente en la reconstrucción de tan dolorosa memoria.
Podría pensarse que hay material para más de un trabajo escénico, por la amplitud
de mirada, abarcando más de un siglo de historia peruana, desde la guerra con
Chile hasta el presente más inmediato, pos-informe CVR. Pero esta "acción" de
dimensiones casi épicas está estructurada desde los principios de una dramaturgia
compleja, una sutil dramaturgia del evento, donde se van hilvanando instantes
paradigmáticos que no podrían articularse desde las estructuraciones lineales.
Cuando la acción desde el arte es un acción en la vida tal vez la aspiración más
trascendente pueda ser esa que susurró Ana Correa: que la experiencia en el teatro
nos permita ser simplemente mejores seres humanos; que toda experiencia
estética o intelectual tenga sentido por el modo en que expresa y modifica nuestro
estar en la vida.
Notas
1 Me estoy refiriendo a la investigación que desarrollo sobre las teatralidades o escenarios liminales en
América Latina, y que corresponde a mis estudios de doctorado en Letras en la Universidad Nacional
Autónoma de México. Esta visita al Perú es parte de un viaje de investigación (julio-agosto 2004) por
tres países sudamericanos auspiciado por el Programa de Apoyo a los Estudios de Posgrado de la UNAM.
3 Tomo en préstamo la frase propuesta por Lucho Ramírez para nombrar las sesiones escénicas de
Concierto Barroco, bajo su dirección, en Lima.
4 Les Transversales es un proyecto coordinado por el Théatre du Mouvement que se plantea como una
investigación en curso interesada en las relaciones entre el movimiento, el gesto, la música, la voz, la
palabra, el texto, el objeto, la escenografía, el espacio, la iluminación, las nuevas tecnologías, el video…
5 Bajo el nombre de "Invertebrados" fue convocado por Pablo Caruana desde la Casa de América de
Madrid un Festival-encuentro que se propuso "abrir una puerta al arte escénico más experimental de
Iberoamérica", ese que se ha permitido cruzar las indagaciones corporales, teatrales, performativas,
plásticas, tecnológicas, desarrollando un nuevo concepto de escritura escénica. El evento tuvo lugar del
8 al 26 de junio de 2004 y en él participaron creadores como Elena Córdoba y Oskar Gómez, de España;
Denise Stutz, de Brasil y Héctor Bourges, de México. Nos interesa la metáfora teórica que se proyecta en
la elección de la palabra "invertebrados".
6 "Escrache", de "escrachar", es una palabra procedente del lunfardo argentino, que significa poner en
evidencia. Las acciones que bajo el nombre de "escraches" fueron construidas y desarrolladas por estos
colectivos desde los años noventa, buscaron y lograron evidenciar domicilios de personas implicados en
situaciones de muerte, de tortura, de desaparición y robo de niños durante la última dictadura argentina.
7 Me estoy refiriendo concretamente a las palabras de Gustavo Buntinx, durante el encuentro con varios
artistas de la plástica y la performance, convocado por el propio Buntinx en el Centro Cultural San
Marcos, Lima, 24 junio, 2004. Dos semanas después, en Buenos Aires, Carolina Golder del Grupo Acción
Callejera utilizaba frases similares.
8 Sería ingenuo sugerir que el compromiso con la reconstrucción de la memoria que vivió el país en
estos últimos años es una tarea inédita en la historia de Yuyachkani. Los que le han acompañado a lo
largo de estos años saben que su modo de vivir y hacer el teatro está religado a la significación de la
palabra quéchua que les da el nombre. En todo caso, sugiero cómo estos creadores sintieron y buscaron
la necesidad de nuevas formas para dialogar con un tiempo donde todos los discursos
representacionales estaban en crisis. La realidad había superado la más terrible de las ficciones y el arte
tenía que cuestionar esas transgresiones.
9 Estas palabras son la transcripción de los fragmentos de una conversación sostenida con Teresa Ralli,
Lima, 25 de julio de 2004.
10 Uso la palabra bizarra en su doble acepción. Por un lado en la "españolización" del término bizarre,
en tanto raro, extraño; y por otro su significación para nuestra lengua como valiente, osado.
11 La idea de "acción escénica" está reflexionada en "El ojo de afuera", Notas sobre teatro, de Miguel
Rubio, Lima-Minneapolis, 2001, pp 192 y 193.
14 Del programa de mano de Hecho en el Perú, vitrinas para un museo de la memoria. Lima, Centro
Cultural Bellas Artes, julio 2001.
15 Del texto de presentación a la exposición Sobre héroes y patria, bajo la curaduría de Marilú Ponte,
exhibida en la galería Pancho Fierro, en el centro de Lima, julio de 2004.
16 Este texto estaba escrito sobre la pared, con carboncillo, a un lado de la obra Lavandera nacional, de
Eduardo Llanos. Sobre héroes y patria. Galería Pancho Fierro, Lima, julio, 2004.
17 Para una mayor reflexión sobre el tema de las dramaturgias complejas o las dramaturgias de la
complejidad, sugiero consultar el texto de José A. Sánchez, Dramaturgias de la imagen, Universidad de
Castilla-La Mancha, 1994; además del propio texto de Rubio, Notas sobre Teatro, en las páginas ya
indicadas para el tema de la acción escénica.
18 Más o menos fueron estas las palabras de Ana Correa, las últimas recogidas por ese aparatico que
registra la voz y no la congela en huella despersonalizada.; Lima, 25 de julio de 2004.