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Tarea Semana 4.

Curso de Redacción

Luego de leer las informaciones sobre la estructura del texto, disponibles en UV


complete la siguiente guía.

I- Redacte un texto argumentativo de 4 párrafos, como sigue:


- Un párrafo para el planteamiento y la tesis, dos para los argumentos
(estos dos en color azul oscuro) y uno para la conclusión.
- Cada párrafo deberá tener una idea principal y de 3 a 4 ideas
secundarias.
- Cada oración debe tener un máximo de treinta palabras promedio.
- Use la letra “Times New Roman”, tamaño 12, 1.5 de espacio en el
interlineado y justifique el margen derecho de cada uno de los
párrafos.

Nota: El texto debe ser totalmente escrito por usted y el tema debe tener relación
con su carrera.

II- En el texto que usted produjo en el ejercicio anterior identificar


sombreando con colores o resaltador:

1- La macroestructura (una idea principal por párrafo, cuatro en total,


colocar de color azul claro).
2- La microestructura (un conector o marcador discursivo por párrafo,
cuatro en total. Ejemplos de marcadores discursivos: pero, como, sin
embargo…resaltar de color verde claro).
El principal problema dominicano

Día a día fomentamos más el rechazo hacia los haitianos ilegales en nuestra isla.
El principal problema dominicano no es la deuda externa, no son las muertes, atracos y
feminicidios, el principal problema no es la corrupción, no es el tráfico de drogas, si bien son
casos abominables que hay que erradicar. El principal problema dominicano es el soporte de
la penetración haitiana a nuestro territorio por las grandes penurias que sufre aquel país. No
es que sea racista ni nada por el estilo, porque tengo muchos amigos de nacionalidad haitiana,
sino que el problema son los haitianos ilegales, que entran con intenciones de comercio por
la frontera y jamás vuelven al país, donde aquí residen y al cabo de un periodo se quieren
hacer dueño de todo, algunos alegando que este país es de ellos y nosotros se lo robamos.

Cuando vamos al pasado y revisamos la historia, una persona que lee y estudia se dará cuenta
de que la vida haitiana en el Siglo XIX era mejor que la dominicana, tanto económica como
políticamente. ¿Y qué ha sucedido? Que a finales del siglo XIX y en los principios del siglo
XX hubo tantas asonadas y disensiones que obligaron a los Estados Unidos a ocupar tanto a
su territorio como al nuestro militarmente. Durante veinte años, desde 1915 hasta 1935, la
Infantería de Marina norteamericana ocupó esas tierras. Y su desocupación ocurre aquel año
gracias a la política de Buena Vecindad practicada por el presidente Franklin Delano
Roosevelt. Debido a que los haitianos explotaron sus recursos, ahora quieren hacerse dueño
de Republica Dominicana, debido a que en Haití no hay nada que buscar, solamente
problemas sin solución.

Por tanto, ha llegado la hora de que en la República Dominicano nos dejemos de darle vueltas
a la solución definitiva que amerita la creciente migración de haitianos hacia este lado de la
Isla, algo que sin lugar a dudas en los últimos años se ha tornado preocupante para la paz y
la estabilidad social del país. Está claramente establecido que entre dominicanos y haitianos
existe un marcado distanciamiento socio cultural que nos impide convivir en un mismo
espacio, pese a que habitamos la misma Isla, por lo que a ambas partes lo que más les
conviene es desarrollar el espacio que les dio origen. Las noticias de conflictos,
enfrentamientos, insubordinación y asesinatos que frecuentemente se producen en nuestros
pueblos, barrios y comunidades en que habitan grandes cinturones de haitianos, cada vez son
más frecuentes, debido a las discrepancias que se suscitan con nuestros nacionales, producto
de las diferencias culturales y el modo de vivir que nos separa abismalmente.

Sin embargo, a esa situación que en el actual momento ha rayado en el extremo, hace un buen
tiempo se le ha venido dando largas, a través de los distintos gobiernos que hemos tenido.
Muchos dicen que por temor a ser condenados o criticados por la comunidad internacional
que se ha comportado de manera irresponsable frente al problema haitiano y la desgracia que
sumió a ese país en la más espantosa miseria, a raíz del terremoto que lo devastó en el año
2010. Es, pues, el momento de tomar las decisiones que nos permitan organizar la República
Dominicana del siglo XXI y contener un flujo migratorio, no solamente del vecino país de
Haití, que nos ha afectado por casi dos siglos. Estamos cansados de hablar y tratar de poner
fin a este mal que nos afecta desde hace muchos años, ya es el momento, ya es la hora de
parar y construir una República Dominicana libre de Haitianos.

Parte dos.

III- En el texto que usted produjo en el ejercicio anterior identificar


sombreando con colores o resaltador:

2- La macroestructura (una idea principal por párrafo, cuatro en total,


colocar de color azul claro).
2- La microestructura (un conector o marcador discursivo por párrafo,
cuatro en total. Ejemplos de marcadores discursivos: pero, como, sin
embargo…resaltar de color verde claro).
El principal problema dominicano

Día a día fomentamos más el rechazo hacia los haitianos ilegales en nuestra isla.
El principal problema dominicano no es la deuda externa, no son las muertes, atracos y
feminicidios, el principal problema no es la corrupción, no es el tráfico de drogas, si bien son
casos abominables que hay que erradicar. El principal problema dominicano es el soporte de
la penetración haitiana a nuestro territorio por las grandes penurias que sufre aquel país. No
es que sea racista ni nada por el estilo, porque tengo muchos amigos de nacionalidad haitiana,
sino que el problema son los haitianos ilegales, que entran con intenciones de comercio por
la frontera y jamás vuelven al país, donde aquí residen y al cabo de un periodo se quieren
hacer dueño de todo, algunos alegando que este país es de ellos y nosotros se lo robamos.

Cuando vamos al pasado y revisamos la historia, una persona que lee y estudia se dará cuenta
de que la vida haitiana en el Siglo XIX era mejor que la dominicana, tanto económica como
políticamente. ¿Y qué ha sucedido? Que a finales del siglo XIX y en los principios del siglo
XX hubo tantas asonadas y disensiones que obligaron a los Estados Unidos a ocupar tanto a
su territorio como al nuestro militarmente. Durante veinte años, desde 1915 hasta 1935, la
Infantería de Marina norteamericana ocupó esas tierras. Y su desocupación ocurre aquel año
gracias a la política de Buena Vecindad practicada por el presidente Franklin Delano
Roosevelt. Debido a que los haitianos explotaron sus recursos, ahora quieren hacerse dueño
de Republica Dominicana, debido a que en Haití no hay nada que buscar, solamente
problemas sin solución.
Por tanto, ha llegado la hora de que en la República Dominicano nos dejemos de darle vueltas
a la solución definitiva que amerita la creciente migración de haitianos hacia este lado de la
Isla, algo que sin lugar a dudas en los últimos años se ha tornado preocupante para la paz y
la estabilidad social del país. Está claramente establecido que entre dominicanos y haitianos
existe un marcado distanciamiento socio cultural que nos impide convivir en un mismo
espacio, pero pese a que habitamos la misma Isla, por lo que a ambas partes lo que más les
conviene es desarrollar el espacio que les dio origen. Las noticias de conflictos,
enfrentamientos, insubordinación y asesinatos que frecuentemente se producen en nuestros
pueblos, barrios y comunidades en que habitan grandes cinturones de haitianos, cada vez son
más frecuentes, debido a las discrepancias que se suscitan con nuestros nacionales, producto
de las diferencias culturales y el modo de vivir que nos separa abismalmente.

Sin embargo, a esa situación que en el actual momento ha rayado en el extremo, pero hace
un buen tiempo se le ha venido dando largas, a través de los distintos gobiernos que hemos
tenido. Muchos dicen que por temor a ser condenados o criticados por la comunidad
internacional que se ha comportado de manera irresponsable frente al problema haitiano y la
desgracia que sumió a ese país en la más espantosa miseria, a raíz del terremoto que lo
devastó en el año 2010. Es, pues, el momento de tomar las decisiones que nos permitan
organizar la República Dominicana del siglo XXI y contener un flujo migratorio, no
solamente del vecino país de Haití, que nos ha afectado por casi dos siglos. Estamos cansados
de hablar y tratar de poner fin a este mal que nos afecta desde hace muchos años, ya es el
momento, ya es la hora de parar y construir una República Dominicana libre de haitianos.

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