La grandeza humana habita en la conciencia de un orden superior, así enseñaba el gran
Quetzalcóatl. Se representaba como símbolo de la verdad y las plumas de la serpiente figuran el espíritu que permite al hombre cuyo cuerpo como el del reptil, arrastrarse en el polvo. El área mesoamericana engloba gran parte del territorio mexicano, según Kirchhoff en los tiempos de la Conquista, los últimos descendientes las tribus de la cultura mesoamericana se ubicaba más o menos desde la desembocadura del río Motagua hasta el golfo de Nicoya pasando por el lago de Nicaragua, eso en la frontera sur de Mesoamérica, la frontera norte de Mesoamérica se ubica más o menos desde el río Panúco al Sinaloa pasando por Lema. En Mesoamérica se desarrollaban civilizaciones que compartían rasgos y tradiciones culturales, Mesoamérica actualmente hace referencia a las culturas que existían antes de que arribaran los europeos e hicieran de este territorio lo que actualmente es, en ese entonces abarcaba los territorios actuales de México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. A medida en cómo fueron pasando los años los rasgos culturales de la antigua Mesoamérica se extendieron entre las distintas sociedades. Las más importantes civilizaciones que se desarrollaron en la región de Mesoamérica se encuentran la olmeca, la zapoteca, la maya y la azteca. En lo que a mí respecta la esencia de la cultura mesoamericana se refleja en mi de manera muy particular en el carácter guerrero, ese que los dioses dejaban caer en su pueblo, a manera de pensamiento me siento muy identificado debido a la libertad, que muy puntuado tenía Quetzalcóatl. En representación con la fuerza, el jaguar asimismo simbolizaba el poder, poder que era adquirido por ser buen guerrero, el de lucha, el de entrega, ese orgullo que representaba ser parte del clan. Sin más las tierras que hoy adquirimos y pisamos alguna vez fueron transitadas por los nativos mesoamericanos, que nos dejaron riqueza artesanal, que con la conquista no perdió por completo, pero si evolucionó a lo que ahora somos, a esos platillos con sabor a Mesoamérica, con sabor a múltiples culturas, con sabor a manos de dioses. A pesar de que no soy nativo de esta región me siento identificado por las raíces mesoamericanas al ser parte de esta tierra que sin duda es muy rica por pertenecer en una región que sin duda no carece de nada. Mesoamérica como sus distintas culturas que no nos ha dejado tiene la dicha de que aún se rescatan ciertas particularidades de la esencia que ésta siempre mantuvo, porque tiene alma, el alma de vida y de la muerte que satisfacen lo que es y lo que seguirá siendo que sin embrago palpita nuestros sentidos como gloria de lo que aún se mantiene viva. Conclusión Porque te quisieron despojar de tu ser, pero con tu alma no pudieron y tu espíritu permanece en nuestro ser, Mesoamérica ha de ser una de las más grandes civilizaciones que aun siendo conquistada nunca ha dejado de existir porque vive lo que nos dejó, su esencia.