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UNIVERSO 25

LA UTOPIA FATAL

Un experimento del año 1968 describía con


detalle lo que ocurre cuando en un mamífero
relativamente avanzado no hay escasez de
recursos. El etólogo John B. Calhoun creó lo que
él llamaba “universos”, pequeños mundos en
miniatura en los que los ratones tenían toda la
comida e infraestructuras que necesitarán para
estar totalmente libres de depredadores,
enfermedades y cambios climatológicos.

Universo 25 estaba diseñado


para ser el paraíso terrenal de
los ratones: Fue un pequeño
recinto cerrado de 2,5 m2 de
superficie y 1,37 metros de
altura, diseñado con el objetivo
de ser el paraíso terrenal de los
ratones de laboratorio. Todas las
necesidades básicas de esta
especie (alimento, agua, material
de nidificación y lugares para
construir nidos) fueran infinitos.
Las condiciones de temperatura
y humedad se mantuvieron
ideales y el recinto se limpiaba a
fondo cada cierto tiempo. Cuatro
parejas de ratones hipersanos y
especialmente seleccionados
entraron al Universo 25.

Lo que sucedió en el experimento se describió en 5 fases.

Fase A: días 1 al 104


Durante los primeros 104 días los ratones se sintieron agitados y alterados debido al
nuevo entorno, pero una vez se familiarizaron, comenzaron a reproducirse.

Fase B: días 105 al 315


También llamada fase de crecimiento rápido en un entorno ideal. Para el día 315, más de
600 ratones vivían en Universo 25, organizados en 14 grupos sociales con un macho
dominante y roles sociales bien definidos para cada uno de los individuos.

Fase C: días 316 al 560


Una vez que el grupo alcanzó la cifra de 615 individuos, la tasa de crecimiento se redujo.
Los problemas de espacio comenzaban a ser evidentes ya que más de 300 machos
competían constantemente por conquistar y mantener una parcela de territorio y poder
reproducirse. Ante tal estrés, muchos machos comenzaron a abandonar el territorio,
perdiendo el atractivo ante las hembras, lo que se tradujo en una bajada de la tasa
de reproducción.
Las hembras fértiles por su parte trataron de ocupar el rol abandonado de los machos para
proteger los nidos, volviéndose más agresivas. Esta nuevo rol femenino afectó a las
nuevas camadas de ratones, las cuales disfrutaron de un periodo de lactancia más corto,
fueron abandonadas, atacadas y/o devoradas por sus propias madres. La sociedad estaba
empezando a colapsar.

La agresividad del grupo aumentó y se volvió un rasgo generalizado. A pesar de que había
comida en abundancia en los extremos del recinto, los machos más débiles quedaron
acorralados en el centro del hábitat, lejos de los comederos y de los recursos. Estos
machos continuaron rindiéndose a la desidia y y la inactividad casi total, pero en ocasiones
y de forma impredecible, estallaban en cólera y atacaban en masa a otros ratones. Calhoun,
denominó a este grupo “la Cloaca del comportamiento”.

Para el día 520, la población alcanzó los 2.200 ratones que vivían en un mundo anárquico,
violento y casi sin sexo. A partir del día 560, ya no había más crecimiento: morían más
ratones de los que nacían.

Fase D: días 561 al 1471


Llegados a este punto, la violencia entre grupos estalló, y comenzó el canibalismo de las
crías con bastante frecuencia. Un grupo de machos se atrincheró en una zona protegida
dedicándose en exclusiva al cuidar su cuerpo acicalando su pelaje todo el día, mostrando
una total apatía por cualquier otra actividad, sin pelear y sin mostrar el más mínimo
interés por las hembras. Calhoun los bautizó como “los guapos” porque no tenían
heridas ni cicatrices.

La mayoría de las hembras que nacieron ya no se quedan embarazadas, ni tenían


comportamientos maternales y de las pocas crías nacidas, muy pocas alcanzaban la edad
adulta. Llegados a este punto, la edad media de la población sería el equivalente a 65
años de vida humana.

El fin:
El día 1471 finalizaba el experimento. Sólo quedaban vivos 27 ratones, de los cuales 23
hembras y 4 machos. El más joven de todos, tenía 987 días edad, el equivalente a 90 años
de vida humana.
Lo llamativo es que esto sucedía en un entorno de completa abundancia: la comida, el
agua, los lugares de nidificación o el material para nidos no faltaron jamás. Universo 25 era
un paraíso materialista: las muertes no se produjeron por hambre o sed y jamás hubo
escasez. Sencillamente la estructura social y mental de los ratones colapsó por el exceso de
individuos, aunque no hubiese competencia ninguna por los recursos físicos.

1) Identifica los conceptos marcados en negrita con situaciones actuales.


2) ¿Crees que puede pasar algo parecido a los ratones con los seres humanos?

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