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Autor: Julio Cando Email: juliocesarcandovillegas@gmail.

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UNIVERSO 25

Así se llamaba el experimento llevado a cabo por el etólogo norteamericano, John B. Calhoun,
por el año de 1968 para conocer el comportamiento de los animales (ratones) en un medio artificial que
tenía las condiciones ideales para subsistir tales como alimento, agua y seguridad (sin depredador es);
solo el espacio era limitado por confinamiento. La población inició con solo 8 ratones que
periódicamente se irían duplicando hasta que murió el último ratón registrándose una población de
2200 ratones para 1973. Lo que realmente llamó la atención de este experimento fueron los efectos
conductuales en los ratones que se pudieron evidenciar a los 2 años (1972) transcurrido el experimento
tales como: canibalismo, conductas agresivas, falta del deseo de reproducirse tanto de hembras como
machos, carencia del instinto materno de las hembras por sus crías, abstención de los machos de pelear
por las hembras y por el territorio, y hasta la aparición de una clase de ratones conocida como “los
hermosos” porque solo se limitaban al aseo, dormir y comer. Se podría decir que fue una Sodoma y
Gomorra en versión ratones. Tal experimento bien puede reflejarse en la humanidad en estos tiempos;
las variables que entrarían en nuestro caso son mayores considerando los daños que estamos
provocando a nuestro planeta; ¿podría nuestra sociedad acabar de esa manera si no controlamos
nuestra tasa de natalidad y si colapsamos el espacio? A diferencia de los ratones que no podían escapar
de este experimento y que además siempre contaron con alimento; el ser humano ya busca la manera
de colonizar otro planeta. Tal vez los más ilustrados y despiertos ya son conscientes que cambiar a la
humanidad o querer reparar el daño provocado a la tierra, aire, el mar y a otras especies sea un proceso
irreversible o muy complejo de resolver. Lo cierto es que toda especie guarda un vínculo con su
ambiente, otras especies y que llegado cierto punto de saturación este termina alterándose provocando
un holocausto. Los ratones han sido ampliamente usados desde hace más medio siglo por su rápido
desarrollo de cría a adulto en menos de 2 meses; se lo considera ideal para el estudio de enfermedades
como la diabetes, así como para el estudio de los efectos farmacológicos. Hollywood y las plataformas
como Netflix han lucrado con series y películas apocalípticas algunas con mucha ficción muestran
zombis, hongos parásitos y también haciendo alusión a la sobrepoblación; les recomiendo ver “¿Qué le
paso a Lunes?”. Solo el tiempo nos dirá si el experimento estaba en lo correcto.

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