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CASTAÑEDA LUNA POLET CONSTRUIR SOBRE LA CONSTRUIDO 2019-2

12/03/2019

El hombre en busca del sentido


Internamiento en el campo.
Primera fase:
Uno de los síntomas principales es el momento cuando entra en shock, unas 1500 personas es un
tren, 80 en cada vagón sin saber su destino, sentados en el poco equipaje que les quedaba. Con la
esperanza de ser contratados como mano de obra en una fábrica, para su sorpresa llegaron a una
estación principal con la frase que dice “Auschwitz”.
En psiquiatría se dice que hay un estado de ánimo conocido como “ilusión del indulto” en el
cual la persona condenada a muerte en el instante antes de su ejecución tiene la ilusión de que le
indultaran en el ultimo momento.
A la llegada en Auschwitz metieron a 1100 prisioneros en una barraca construida para albergar a
unas doscientas personas como máximo, durante los siguientes cuatro días el único alimento era un
pan de 150 gramos, los prisioneros mas antiguos regateaban cosas de valor por tragos de
aguardiente.
Llego el momento de la primera selección los dividían y hacían que formaran dos filas una
de hombre y una de mujeres, ya en la fila pasaban frente a un oficial de la SS, ahí se dividía o trabajos
forzados a la derecha o enfermos e incapaces de trabajar a la izquierda, esto significaba morir o
vivir un poco mas de tiempo, a los que mandaban a la izquierda marchaban directamente a un horno
enorme, los de la derecha los llevaban a una cámara de desinfección, en el cual pasaban primero a
desnudarse y dejar todo en el suelo junto a los soldados, lo único con lo que podían permanecer era
anteojos, cinturón, zapatos. Una vez terminado, con un látigo golpeaban a los prisioneros desnudos,
después pasaban a otra habitación para que los afeitaran completamente y seguido de una ducha.
La primera noche en Auschwitz los prisioneros dormían en literas de tres niveles en los que
dormían nueve hombres para cada nueve dos mantas. Durante el periodo que se estaba en el campo
recibían consejos de supervivencia por ejemplo rasurarse todos los días con un vidrio si podían, esto
para parecer más jóvenes y que aun podían servir para trabajos duros. En el campo se llama
“musulmán” a los que tienen un aspecto miserable, por dentro y por fuera, enfermo y demacrado,
y es incapaz de realizar trabajos duros por más tiempo.
Segunda fase:
Muerte emocional: el prisionero experimenta todas las emociones descritas con anterioridad, la
primero de todas las añoranzas de su casa y familia. La siguiente es la repugnancia que les producía
todo lo que les rodea. La segunda fase de las reacciones psicológicas no apartaba la vista, sus
sentimientos se habían embotado y contemplaba impasible tales escenas.
Una palabra a tiempo:
Se cometían suicidios, muertes por enfermedades a causa de la perdida de la esperanza, algunas
palabras de explicación o predicar sermones a fin de ofrecer cuidado a las almas. El frio, el sueño, el
cansancio y la irritabilidad, pasaba a un lado y era mejor darles ánimos. La “suerte” del prisionero
era la forma de imaginarse que alguno gozara de condiciones laborales particularmente favorables.
“Ningún poder la tierra podrá arrancarte lo que has vivido” son pocas de las palabras con las que se
dirigía hablando del pasado, del presente y de un posible futuro, sin que perdieran la dignidad ni el
sentido solo quedaba encomendarse a dios o algún familiar.
CASTAÑEDA LUNA POLET CONSTRUIR SOBRE LA CONSTRUIDO 2019-2
12/03/2019

Tercera fase:
Las reacciones espirituales del prisionero tras la liberación, entra en un estado de ansiedad
interior y después una relajación. Al darse cuenta de que no había soldados gritando, golpeando y
dando órdenes. Desde el punto de vista psicológico lo que sucede con los prisioneros se les
denomina “despersonalización” es el punto donde todo parece irreal, improbable, como un sueño.

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