Está en la página 1de 1

La participación del estado en la industrialización rusa:

A mediados de siglo XIX Rusia se encuentra en crisis, derrotada en la guerra de Crimea y con una
economía en bancarrota, demostrando la ineficacia del imperio en comparación con su
competencia industrial europea, esto llevo algunos cambios se necesitaba una modernización del
estado tanto internamente en lo social como externamente para continuar siendo una potencia.

El contexto es desfavorable porque Rusia no contaba con una burguesía progresista así que todo
cambio relacionado con las mejoras de condiciones para la industrialización debía pasar por el
estado, la economía privada dependía de los pedidos estatales para la industria como los
suministros para el ejército y la extensión de la línea del ferrocarril, dicho movimiento debía ser
pagado con impuestos, con créditos bancarios y empréstitos. Esta primera fase de la
industrialización no fue una solución a largo plazo, solamente favoreció al mantenimiento de la
elite dominante de la sociedad rusa, el gasto improductivo de las fuerzas armadas y las
subvenciones a la nobleza mediante impuestos privilegiados, impidieron un desarrollo más
profundo.

La dirección de las inversiones no marcaban una tendencia a un desarrollo orientado al futuro, se


necesitaba sanear las cuentas estatales primeramente, para poder conducir un desarrollo
industrial recién en 1862 las cuentas del estado comenzaron a sanearse estabilizando la moneda
para que tuviese sustento en el mercado internacional , en la última década del siglo XIX la
economía comenzó a dirigirse hacia la extensión del ferrocarril dándole a la industria pesada
continuidad en su proceso, siempre dependiendo de los pedidos del estado; la agricultura y la
industria textil estaban en pleno retroceso por las pocas condiciones de mejora en la manufactura
en comparación con la siderurgia pesada.

Vale destacar que entre las medidas estatales para fomentar la industria también el estado se
preocupó de darle un impulso al sistema educativo para sostener los requisitos cualitativos que
este proceso necesitaba, el autor cita que mientras el estado era el que fomentara el desarrollo
industrial, no podría surgir un empresariado, las elites tradicionales eran anti industriales y anti
capitalistas, una muy pequeña parte de la población se podía dedicar al empresariado industria.

Algunos de los nobles y grandes comerciantes de riquezas considerables tenían una iniciativa
industrial que chocaba contra el orden estamental y el monopolio estatal, cosa que no les permitía
desplegar ese potencial, la industrialización rusa fue en su primer intento un fracaso por las
desventajas de su atraso, se emprendería un nuevo intento en el siglo XX y bajo un contexto
completamente distinto

También podría gustarte