Está en la página 1de 2

Un texto es una composición de signos codificados en un sistema de escritura que forma una

unidad de sentido.
También es una composición de caracteres imprimibles (con grafema) generados por
un algoritmo de cifrado que, aunque no tienen sentido para cualquier persona, sí puede ser
descifrado por su destinatario original. En otras palabras, un texto es un entramado de signos
con una intención comunicativa que adquiere sentido en determinado contexto.
Las ideas esenciales que comunica un texto están contenidas en lo que se suele denominar
«macroproposiciones», unidades estructurales de nivel superior o global, que otorgan
coherencia al texto constituyendo su hilo central, el esqueleto estructural que cohesiona
elementos lingüísticos formales de alto nivel, como los títulos y subtítulos, la secuencia de
párrafos, etc. En contraste, las «microproposiciones» son los elementos coadyuvantes de la
cohesión de un texto, pero a nivel más particular o local. Esta distinción fue realizada por Teun
van Dijk en 1980.1
El nivel microestructural o local está asociado con el concepto de cohesión. Se refiere a uno
de los fenómenos propios de la coherencia, el de las relaciones particulares y locales que se
dan entre elementos lingüísticos, tanto los que remiten unos a otros como los que tienen la
función de conectar y organizar. También es un conjunto de oraciones agrupadas en párrafos
que habla de un tema determinado.

Existen varios tipos de textos como son expositivos, informativos,


argumentativos, narrativos, descriptivos, científico, entre otros, los
mismos tienen en común la forma en que se desarrollan, pues la
introducción, desarrollo, debate y conclusión es la estructura que se
sigue. Cada una de estar partes debe conformar la idea del párrafo.
Partes del texto

Inicio o introducción
Durante la introducción se exponen los temas que se trataran en el transcurso del
texto, es decir, en el desarrollo. Las afirmaciones realizadas en la introducción
deben ser sustentadas en el desarrollo y exaltada en la conclusión.

Si la introducción no plantea los argumentos tratados el lector no pondrá


comprender el texto, y en algunas ocasiones deja de leer el texto por entender que
las primeras páginas no motivan a que siga leyendo o en tal caso no presenta una
idea clara de lo que se quiere comunicar.

El inicio del texto debe tener claro y conciso. En esta primera fase el autor no debe
abundar demasiado en un mismo eje.

Es objetivo esencial de la introducción es anunciar el tema, expresar su beneficio o


ventaja. Si estos conceptos se plantean adecuadamente se logrará seguir al
segundo paso de manera firma y al final se obtendrá como resultado un buen texto.
Para su elaboración no existe una línea recta, pues el autor según su estilo de
escritura o inspiración puede elegir la forma de iniciar la introducción, sea con una
afirmación, descripción o anécdota.

Desarrollo
En el desarrollo las afirmaciones y planteamientos que se hicieron durante la
introducción se sustentan, es decir, se explica el porqué de aquellos enunciados
expuestos en las primeras páginas. Además se explican los conceptos planteados.

Cuando el escritor se encuentra en la parte del desarrollo debe solucionar los


problemas o ideas de la introducción. Se debe estar consiente de qué cada parte
de un texto está unida por la idea central y que el autor no puede salirse del contexto
planteado, a menos que haga referencia a algo en específico y explique la razón
por la cual es tema se relaciona con sus planteamientos.

Conclusión
En la conclusión se presenta un resumen de los aspectos más importantes a
destacar durante todo el texto, pero al presentar estas ideas se tiene dar un
bosquejo de la importancia de la misma.

En la conclusión es transcendental demostrar las declaraciones hechas durante


todo el texto. Esto se puede dar a conocer por ejemplos palpables y que sean
demostrables, estadísticas, gráficos, infografías, entre otros.

Si la conclusión no abarca los aspectos mencionados más arriba, entonces el lector


no hará una reflexión del tema en cuestión, que en la mayoría de los casos esto es
lo que se busca.

La conclusión indica el final del texto, por ende, se debe culminar enriqueciendo los
pensamientos de lector.

También podría gustarte