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Durabilidad es la capacidad de una estructura de hormigón para soportar, durante la vida útil
para la que fue proyectada, las condiciones físicas y químicas a las que está expuesta. En ese
tiempo la estructura debe mantener su idoneidad de uso. Pasado ese plazo, se admite que no
compense reparar la estructura por su elevado coste, y su posible deterioro puede exigir la
demolición.
La vida útil nominal de la estructura se fija en el proyecto por la propiedad y no podrá ser inferior
a 50 años (viviendas y oficinas), 15 - 50 años (edificios agrícolas e industriales), 100 años
(monumentos) y de 3 a 10 años (estructuras temporales), aunque una estructura de concreto
armado, bien diseñada y fabricada de acuerdo a los códigos de buena práctica debería tener una
durabilidad ilimitada.
Sin embargo existen múltiples factores que influyen en la disminución en la vida útil en la
estructura de concreto armado, estas condicionantes pueden depender tanto de la acción del
entorno o medio ambiente, como de las propiedades intrínsecas del concreto.
Los estados límites de una estructura, llamados también valores mínimos de servicio (o valores
máximos aceptables de degradación), se indican a continuación:
Las acciones que actúan sobre una estructura son parámetros fundamentales que debemos
tener en cuenta en su diseño ya que inciden directamente en su durabilidad, servicio, resistencia
y/o durabilidad.
Las acciones pueden dividirse en acciones externas e internas, así mismo las acciones externas
se pueden dividir en funcionales y ambientales.
Estas pueden ser constantes o permanentes que son aquellas que actúan generando fuerzas de
aproximadamente igual magnitud durante toda la vida de la estructura, tales como el peso
propio de la estructura y los elementos fijos adosados a ella, contrapisos, paredes, solados y
cielorrasos.
O también pueden ser variables estas pueden estar presentes o dejar de hacerlo pero siempre
actuando aproximadamente en la misma posición, tal es el caso de las sobrecargas o cargas
útiles de los edificios de vivienda, depósitos, oficinas, empuje de terrenos y presión hidrostática.
Mientras que las cargas dinámicas pueden ser periódicas o no periódicas, las cargas periódicas
con las que se repiten, en intervalos regulares de tiempo, la intensidad y el sentido de la fuerza
que generan, por ejemplo las máquinas rotativas, las no periódicas precisamente se caracterizan
por lo contrario.
Los fenómenos relevantes por las acciones funcionales son en general de tipo mecánico,
generando en la estructura solicitaciones, tensiones y deformaciones de distinto tipo.
Las acciones ambientales sobre la estructura de concreto están básicamente relacionadas con
el entorno donde se encuentra implantada la construcción, solido, líquido o gaseoso y de su
interacción con el medio circundante.
Los valores de estas solicitaciones se encuentran especificadas en las normas E 020, E 030 y E
0.60
3. ¿Qué fuerzas internas o solicitaciones generan las acciones exteriores?
Las fuerzas exteriores que aplicamos sobre los cuerpos provocan en ellos fuerzas
internas o tensiones que se oponen a las exteriores. Ello es debido a que las fuerzas
exteriores alteran las internas que tratan de recuperar las posiciones iniciales de las
mismas.
Las fuerzas internas se representan siempre como pares de fuerzas iguales y opuestas
en cada punto del cuerpo, que no se tienen en consideración al plantar el equilibrio el
cuerpo en su conjunto.
Aunque la distribución real de estas fuerzas puede ser complicada, es evidente que debe
ser estáticamente equivalente a las fuerzas exteriores que actúan sobre el cuerpo, se
puede siempre representar por una resultante R en el baricentro de la sección
transversal junto con un par de momento M.
Las fuerzas internas tienen como misión mantener unidas entre si todas las partículas
de las que está formado el sólido rígido, y si nuestro solido rígido está compuesto
estructuralmente por varias partes, las fuerzas que mantiene la unión se definen
también como fuerzas internas.
Se denomina seguridad estructural a una serie de condiciones que deben cumplir los
edificios para considerar que las actividades para los que fueron diseñados pueden
realizarse de forma segura. Estas condiciones aplican tanto para el uso previsto del
edificio como para su periodo de construcción.
• DB-SE-C: “Cimientos”, que determina las condiciones que deben cumplir los
cimientos.
Tanto para la determinación de las características estáticas de las secciones, como para el cálculo
de las tensiones puede aceptarse, en todos los casos, que la relación entre los módulos de
elasticidad del acero y del concreto es n=10
La Gestión de los Costos del Proyecto debe tener en cuenta los requisitos de los interesados para
la obtención de los costos. Los diversos interesados medirán los costos del proyecto de
diferentes maneras y en tiempos diferentes. La Gestión de los Costos del Proyecto trata
principalmente acerca del costo de los recursos necesarios para completar las actividades del
proyecto. La Gestión de los Costos del Proyecto también debe tener en cuenta el efecto de las
decisiones del proyecto en los costos recurrentes subsecuentes de utilizar, mantener y apoyar
el producto, servicio o resultado del proyecto.
Según el tipo de proyecto el concreto puede obtener la forma necesaria, ya que este es capaz
de ser moldeado de diversas maneras, además de llegar a soportar grandes cargas que es su
principal función.
“el concreto armado es el sistema constructivo más hermoso que la humanidad ha sabido
encontrar hasta hoy. El hecho de poder crear piedras fundidas, de cualquier forma, superiores a
las naturales porque son capaces de soportar tensiones, tiene en si algo de mágico. […] La
propiedad más característica de las estructuras de concreto armado es que es monolíticas y por
lo tanto ofrece las más brillantes y específicas soluciones estáticas.” (Pier Luigi Nervi, 1924).