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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CIUDAD JUAREZ

INSTITUTO DE CIENCIAS BIOMEDICAS


DEPARTAMENTO DE CIENCIAS BASICAS

PRESENCIA DE ANEMIA EN NINOS MENORES DE 6 ANOS EN 4


CIUDADES DEL ESTADO DE CHIHUAHUA Y SU RELACION CON EL
ESTADO NUTRICIO

Por

FERNANDA VILLA LEYVA

LICENCIATURA EN NUTRICIÓN

TESIS

Ciudad Juárez, Chih. Noviembre 2010

i
P PRESENCIA DE ANEMIA EN NINOS MENORES DE 6 ANOS EN 4
CIUDADES DEL ESTADO DE CHIHUAHUA Y SU RELACION CON EL
ESTADO NUTRICIO

POR

FERNANDA VILLA LEYVA

Noviembre 2010

ii
DEDICATORIA

Esta tesis la dedico a Dios por darme la oportunidad de vivir, y porque sé que
está conmigo en todo momento.

A mi hijo, quien es el dueño de mis logros, por ser el centro de mi vida y el


impulso que me alienta a seguir creciendo.

A mi amado esposo, quien se ha convertido en la persona más indispensable


en mi vida, por brindarme todo su apoyo, por ser tan cariñoso, paciente y
comprensivo. Y sobretodo por ser mi compañero durante esos largos desvelos.

A mi familia, por ser parte esencial de mi vida. Especialmente a mis padres por
creer en mí y aunque hemos pasado momentos difíciles, siempre han estado
apoyándome y otorgándome todo su amor.

iii
AGRADECIMIENTOS

Principalmente estoy muy agradecida con mi tutor de tesis el Doctor Abraham


Wall Medrano, por acogerme en este proyecto, brindándome su apoyo y sobre
todo por su enorme paciencia. Es una persona extraordinaria, por quien siento
gran admiración.

A mi maestra María Elena Vidaña Gaytán, por estar en el momento y lugar


precisos cuando más lo necesite. Gracias por devolverme las ganas y la
fortaleza para seguir adelante. Aunque fue muy poco tiempo el que nos
tratamos, sus palabras las tengo muy presentes y guardadas en mi corazón. Es
un gran modelo a seguir.

Y a todos los maestros que durante mi carrera, compartieron sus conocimientos


y experiencia, enriqueciendo mi aprendizaje.

Así mismo, agradezco al consejo de ciencia y tecnología quien, a través de su


fondo mixto con el estado de chihuahua (FOMIX CONACYT-CHIHUAHUA
2008.01) facilitó los recursos necesarios para la realización del presente trabajo
dentro del proyecto Fronteras de la Nutrición Preescolar: Un Observatorio sobre
Alimentación y Salud para la Comunidad Chihuahuense.

iv
RESUMEN

Introducción. Según la ENSANUT 2006, la anemia es un problema de salud


pública, pues el 23.7% de los niños en edad preescolar la padecen.
Adicionalmente, 12.7, 5.3, 5.0 y 1.6% de los encuestados tenían desmedro,
sobrepeso/obesidad, bajo peso y emaciación, respectivamente. Sin embargo,
no hay datos suficientes sobre esto fenómenos ni su interrelación para el estado
de Chihuahua. Objetivo. Estudiar la prevalencia de anemia en muestras no
probabilísticas de preescolares en Cuauhtémoc, Delicias, Chihuahua y Ciudad
Juárez. Métodos. Se estudio a un grupo de 488 niños menores de 6 años de
Chihuahua, Cuauhtémoc, Ciudad Juárez y Delicias. Se determino el nivel de
hemoglobina por el sistema Hemocue y la anemia se definió a un nivel de Hb
por debajo de 11 mg/dL. Resultados. 21% de los participantes tenían anemia,
siendo más frecuente en Delicias (37.5%) y Ciudad Juárez (25.6%), que en
Chihuahua (16.3%) y Cuauhtémoc (16.0%). En relación con el estado nutricio,
85% de los niños con anemia tenían estado nutricio normal o talla alta, mientras
que 7, 4, 4 y 2 tuvieron emaciación, bajo peso, baja talla y sobrepeso/obesidad
respectivamente. Conclusiones. La prevalencia de anemia sigue
presentándose en un grado importante por lo que se sugiere que este estudio
de paso a otros para una adecuada intervención.

v
ABREVIATURAS

CDC Centro de Control y Prevención de Enfermedades (por sus


siglas en ingles)
NCHS Centro Nacional de Estadísticas de Salud (por sus siglas en
ingles)
IMC Índice de Masa Corporal (Kg./ talla m2)
Z-T/E Puntaje Z de Talla para la Edad
Z-P/E Puntaje Z de Peso para la Edad
Z- IMC Puntaje Z de Índice de Masa Corporal para la Edad

vi
GLOSARIO

Antropometría. Del griego ανθρωπος, hombres, y μετρον, medida o medir, lo


que viene a significar "medidas del hombre". Ciencia que estudia las
medidas del hombre. Se refiere al estudio de las dimensiones y medidas
humanas con el propósito de comprender los cambios físicos del hombre
y las diferencias entre sus razas y sub-razas. (http://es.wikipedia.org).

Desnutrición. Estado patológico provocado por la falta de ingesta o absorción


de alimentos o por estados de exceso de gasto metabólico. Puede ser
primaria que también puede ser llamada desnutrición leve, o desnutrición
secundaria, la cual si llega a estar muy grave puede llegar a ser otra
patología como el cáncer o tuberculosis.
(http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia).

Emaciación. Desnutrición aguda, se caracteriza por un bajo peso para la talla.

Micro nutrimento. Vitaminas y nutrimentos inorgánicos (minerales) que


participan en diversas funciones orgánicas, actuando como enzimas y
coenzimas de reacciones metabólicas.

Mortalidad. Relación matemática que tiene como numerador el total de


defunciones producidas en una población en un periodo de tiempo
determinado, y el denominador representa la población donde ocurrieron
las muertes. Se expresa como una tasa, puede ser general o específica.

Niño Preescolar. Entre 2 y 5 años de edad y en forma extraordinaria incluye


niños de 6 años. (http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia)

vii
Obesidad. Padecimiento caracterizado por exceso de grasa en el cuerpo, que
se define de manera característica en ambientes clínicos como un índice
de masa corporal (IMC) de 30 o mayor. (Gordón et al, 2004)

Peso. Medida de la masa corporal.

Peso Corporal. La suma de lo que pesan huesos, músculos vísceras, líquidos


y tejido adiposo de un individuo. Es la medición antropométrica más
importante; es fácil de determinar, de bajo costo y ayuda a cuantificar
el estado nutricional, su sensibilidad es relativamente escasa ante
cambios moderado del estado de nutrición. (Mahan et al, 2002)

Peso/ edad. El peso para la edad refleja la masa corporal en relación con la
edad cronológica, es influido por la talla del niño y por su peso;
proporciona información similar al indicador talla para la edad, pues
ambos reflejan la experiencia nutricional y de salud a largo plazo del
niño. (NCHS, 2007).

% Peso para la edad. Índice resultante de comparar el peso de un niño, con el


peso ideal que debiera presentar para su edad. El ideal corresponde a la
mediana de una población de referencia.

Peso/ Talla. El peso para la talla refleja el peso corporal en relación con la talla,
su empleo tiene la ventaja de que no se requiere conocer la edad; sin
embargo, es importante señalad que el peso para la talla no sirve como
sustituto de la talla para la edad o el peso para la edad, ya que cada
índice refleja una combinación diferente de procesos biológicos. (NCHS,
2007)
Puntaje Z o puntaje estandarizado. Los puntajes Z son transformaciones que
se pueden hacer a los valores o puntuaciones de una distribución

viii
normal, con el propósito de analizar su distancia respecto a la media,
expresándolas en unidades de desviación estándar. Un puntaje Z nos
indica la dirección y grado en que un valor individual obtenido se aleja de
la media, en una escala de unidades de desviación estándar.
(http://cgjung.cl/info/13/77-puntaje-z)

Talla. Medida vertical de una persona desde su porción inferior hasta su vértice
cuando se coloca a o se proyecta en forma erecta. Es uno de los
indicadores más útiles para evaluar el estado nutricio sobre todo en los
grupos más vulnerables, pues la suficiencia o insuficiencia en la
alimentación se refleja en capacidad de crecer. (Mahan et al, 2002).

Talla /edad. La talla para la edad refleja el crecimiento lineal alcanzado, indica
las deficiencias acumulativas de la salud o la nutrición a largo plazo, se
usan dos términos relacionados; longitud y estatura, longitud se refiere a
la medición en posición supina a menudo se utilizan en los niños
menores de 2 años, y se le llama estatura a la medición de la talla en
posición de pie. (NCHS, 2007).

% Talla para la edad. Índice resultante de comparar la talla de un niño con la


talla ideal que debiera presentar para su edad. La talla ideal corresponde
a la media de una población de referencia.

ix
TABLA DE CONTENIDO

Pagina
Portada I
Autorización Ii
Dedicatoria Iii
Agradecimientos Iv
Resumen V
Abreviaturas Vi
Glosario Vii
Tabla de contenido x
Índice de tablas xi
Índice de figuras xii
Introducción 1
Capitulo 1
Antecedentes 3
Hipótesis 16
Objetivo general y específicos 16
Capitulo 2
Materiales 17
Métodos 17
Análisis estadístico 18
Capitulo 3
Resultados 19
Discusión 21
Conclusiones 24
Recomendaciones 24
Bibliografía 25
Anexos 30

x
ÍNDICE DE TABLAS

Tabla Pagina
1 Distribución de las reservas de hierro 10
2 Datos analíticos de anemia ferropenica-ferropenia 12
3 Prevalencia de Anemia en Niños < 6 años de 4 ciudades
del Estado de Chihuahua 19
4 Prevalencia de anemia por ciudad y género 20

xi
ÍNDICE DE FIGURAS

Figura Pagina
1 Trastornos de la nutrición en Preescolares. ENSANUT
2006 5
2 Hematíes normales (a) y en anemia ferropenica (b) 11
3 Prevalencia de anemia por ciudad, Estatal y Nacional 20
4 Estado Nutricio de Niños < 6 años Con Anemia 20

xii
INTRODUCCIÓN

Estudios publicados en el 2003 (Ávila et al., 2003) demuestran que la incidencia


y prevalencia de la obesidad ha aumentado de manera progresiva durante los
últimos 6 decenios y de modo alarmante en los últimos 20 años hasta alcanzar
cifras de 10 a 20% entre los niños de México, debido a los malos hábitos
alimenticios, factores de riesgo como el sedentarismo, además de la herencia
cultural y biológica. Los infantes tienen desde temprana edad factores de riesgo
para desarrollar enfermedades crónico degenerativas como diabetes,
hipertensión y cardiovasculares en otra etapa de desarrollo. La obesidad infantil
es el resultado de un desequilibrio entre la ingestión y el gasto energético. La
obesidad es una enfermedad que afecta a los niños en los huesos, corazón y
psicológicamente. Es indiscutible la necesidad de cambiar el estilo de vida de
los infantes en nuestra ciudad, incluyendo más actividad física y una dieta más
saludable, para evitar los factores de riesgo que desencadenan enfermedades
crónicas degenerativas (Vargas, 2006). También es notable que la actividad
física haya disminuido considerablemente en todos los rangos de edad,
mientras que en los niños han aumentado las horas frente al televisor y
videojuegos según datos de la Encuesta Urbana de Alimentación y Nutrición
2002, (Ávila et al., 2003), mientras que disminuye su consumo de frutas y
verduras, y sube el de comidas rápidas como pizzas, hamburguesas y tortas.
Por otro lado, cuando ambos progenitores son obesos, la probabilidad de que el
niño lo sea es de 80%. Esto es hereditario, pero también está involucrada la
dieta y la actividad física. Si los padres tienen una mala alimentación, no hacen
ejercicio, tanto genética como culturalmente lo van a transmitir a sus hijos
(Vargas, 2006).

Por otro lado, en los niveles sociales con menores recursos económicos los
problemas alimenticios han adquirido gran importancia, de acuerdo con los
resultados de la ENURBAL 2002 aplicada entre familias capitalinas en

1
condiciones desfavorables, 13.7 por ciento de los niños obesos de 1 a 12 años
presenta algún grado de anemia, ante factores como los malos hábitos
alimentarios. Adicionalmente, los preescolares capitalinos (0 a 5 años) con
problemas de pobreza tienen una desnutrición de alto riesgo que llega a 3.6 por
ciento, y un déficit de talla de 13 puntos porcentuales. La anemia es un
problema de salud pública en México que no solo se presenta en infantes
desnutridos de bajo peso, sino también en menores con sobrepeso y obesidad.
Esto se da porque es frecuente consecuencia de una dieta con alta densidad
energética, baja en fibra y rica en productos altos en azúcar y grasa que los
hace engordar pero no los nutre. Entonces muchos niños presentarían anemia
al verse remplazados los nutrientes necesarios para su desarrollo por estos
alimentos chatarra. Un niño con estas características puede padecer
hipertensión y comenzar a depositarse en las arterias la grasa y el colesterol
que desencadenarían alguna enfermedad cardiovascular (Vargas, 2006).

En México ha incrementado drásticamente la prevalencia de enfermedades


crónicas y sobrepeso, presentando desde temprana edad factores de riesgo,
aunado a la presencia de malnutrición e infecciones. Dentro de este fenómeno
de transición, resulta común encontrar niños con obesidad o malnutrición que
sufren de anemia. Sin embargo, esto no se conoce a profundidad para el caso
de los niños de Chihuahua. Es por lo anterior que formulamos la siguiente
pregunta de investigación para este trabajo:

¿Cuál es la relación entre el estado nutricio y la presencia de anemia en niños


menores de 6 años en muestras no probabilísticas de Ciudad Juárez,
Chihuahua, Delicias y Cuauhtémoc?

2
CAPÍTULO 1

Antecedentes

Epidemiología de trastornos nutricionales en preescolares mexicanos y


juarenses

México está experimentando un periodo de transición epidemiológica con una


importante reducción en la prevalencia de infecciones y desnutrición, pero un
incremento dramático en la prevalencia de enfermedades crónicas y sobrepeso.
(Rivera et al., 2002). Este contexto, similar al de otros países de Latinoamérica,
ha sido llamado “retraso en el modelo polarizado de transición”, en el cual hay
una carencia de soluciones del proceso de transición, que se ha caracterizado
por: a) una mezcla de morbimortalidad (por ejemplo, presencia de malnutrición
e infecciones, aunado a un incremento en la prevalencia de obesidad y
enfermedades crónicas), y b) polarización de los patrones de enfermedades,
entre las regiones geográficas y estratos socioeconómicos. (Barquera et al.,
2003)

Esta transición ha sido vinculada con cambios en la dieta, actividad física y


otros factores ambientales. La estimación de ingesta de energía y nutrientes en
encuestas nacionales ha sido útil para analizar estas tendencias, para identificar
los problemas de salud pública y para planear posibles intervenciones.
Utilizando la información obtenida de dos Encuestas Nacionales de Nutrición
(ENN), llevadas a cabo en 1988 y en 1999 ha sido posible documentar el
incremento en la prevalencia de malnutrición aguda en las pasadas dos
décadas (Rivera et al., 1999). No obstante, las deficiencias de micronutrientes
son todavía un problema de salud pública que tiene consecuencias directas en
la salud de los niños. Las deficiencias de micronutrientes durante la infancia, ha

3
sido fuertemente asociada con retardo en el crecimiento, disminución del
desarrollo psicomotor, disminución en la capacidad de aprendizaje y con
incremento en el riesgo de morbilidad y mortalidad. Adicionalmente, la
desnutrición temprana ha sido asociada con el desarrollo de enfermedades
crónicas en la etapa adulta. (Barker, 2003)

En un análisis previo de la ingesta dietética reportada en la ENN-1988, otros


investigadores identificaron baja ingesta de hierro, zinc, vitamina A, ácido fólico,
vitamina C y calcio en la dieta de los mexicanos. (Hernández et al., 1996,
Martinez-Salgado et al., 1998 y Rosado et al., 1995). La prevalencia de anemia
en los niños escolares de la ENN-1999 fue de 19.5%. También se mostró que al
menos uno de cada cinco niños de 5 a 11 años de edad tenía sobrepeso u
obesidad. De esta manera, la evidencia de la creación de un modelo polarizado
de transición está presente, y el análisis de ingesta de energía y nutrientes
puede ser de utilidad para entender este perfil epidemiológico y sus
determinantes.

Los principales problemas nutricionales observados en la población preescolar


(<5 años) a nivel nacional, estatal y local, los podemos agrupar en tres grupos
de acuerdo con el impacto social y sus estrategias de corrección: Desnutrición y
desmedro, sobrepeso y obesidad y la deficiencia de micro nutrientes. En el
2006 a nivel nacional los niños en edad preescolar tenían anemia 23.7%, talla
baja 12.7%, sobrepeso - obesidad 5.3%, bajo peso 5.0% y desnutrición aguda
1.6% (emaciación) (ENSANUT 2006). Para el caso estatal estas prevalencias
fueron del anemia 16.6%, talla baja 8.2%, sobrepeso - obesidad 7.6%, bajo
peso 5.7% y desnutrición aguda 2% (Figura 1). Aún cuando la desnutrición
infantil en los estados del norte va en franco descenso, la mortalidad
relacionada a esta en Chihuahua continúa siendo un problema de salud pública
(ENSANUT 2006, Chihuahua). En Ciudad Juárez, ciertos estudios realizados
por investigadores y estudiantes de la UACJ permiten señalar que la

4
prevalencia de bajo peso y emaciación podría andar en el orden de un 8-9% y
el sobrepeso - obesidad del 30% en población preescolar (Wall et al., 2008).

Figura 1. Trastornos de la nutrición en Preescolares. ENSANUT 2006


Sin embargo, aún cuando los determinantes de estos problemas nutricionales,
incluyendo la anemia, se han estudiado a profundidad en diversas poblaciones
a nivel nacional, son todavía muy pocos los realizados a nivel estatal y
municipal.

La anemia en la infancia: Aspectos fisio patológicos y socioculturales

Las anemias se caracterizan por la reducción de la concentración de la


hemoglobina y/o el hematocrito. Las manifestaciones clínicas pueden ser
inespecíficas. El diagnóstico precoz y el tratamiento son cruciales para evitar o
paliar las consecuencias a largo plazo sobre los principales órganos y sistemas
del organismo. La anemia se define como una reducción de la concentración de
la hemoglobina o de la masa global de hematíes en la sangre periférica por
debajo de los niveles considerados normales para una determinada edad, sexo
y altura sobre el nivel del mar. En la práctica, el diagnóstico de anemia se
establece tras la comprobación de la disminución de los niveles de la
hemoglobina y/o el hematocrito por debajo de -2 desviaciones estándar (DE).

5
(Hernández, 2001) Algunos factores que afectan la concentración de
hemoglobina son los siguientes:

1. Edad: las cifras de Hb son máximas (16,5-18,5 g/dL) en el recién nacido


y los primeros días de vida, pueden descender hasta 9-10 g/dL a los 2-6
meses, se mantienen en cifras de 12-13,5 g/dL entre los 2 y 6 años de
edad, y llegan a 14-14,5 g/dL en la pubertad.
2. Sexo: la influencia del sexo en las cifras de Hb se hace evidente al llegar
a la pubertad. En esta edad, la secreción de testosterona induce un
incremento de la masa eritrocitaria y por consiguiente las cifras normales
de Hb son más elevadas en el varón que en la mujer. En los adultos, se
consideran normales cifras de 13-16 g/dL en mujeres y 14-17 g/dL en
varones.
3. Raza: en los niños negros pueden observarse cifras normales con
aproximadamente, 0,5 g/dL menos que en los de raza blanca u oriental.
4. Altura sobre el nivel del mar: cuanto mayor es la altura sobre el nivel del
mar, menor es el contenido en oxígeno del aire; ya que, la hipoxia es un
potente estímulo para la hematopoyesis, los valores de la Hb se
incrementan en la medida que el individuo. se ubica en mayores altitudes
con relación al nivel del mar. Simplificando, se puede decir que los
valores normales de la Hb se sitúan por encima de 10 g/dL en los
lactantes de 2 a 5 meses, y por encima de 11 g/dL después de los 6
meses de edad. Las anemias no son una entidad específica, sino un
signo o consecuencia de un proceso patológico subyacente.
Globalmente, constituyen un motivo de consulta frecuente en la consulta
pediátrica. La identificación temprana de los signos clínicos y
alteraciones de laboratorio característicos de cada uno de los tipos de
anemia permitirán establecer un diagnóstico y el tratamiento adecuado
de forma precoz.

6
Las anemias pueden clasificarse según criterios fisiopatológicos o morfológicos.
La aproximación diagnóstica a un niño con anemia debe contemplar ambos
tipos de criterios de forma complementaria. Las anemias se pueden catalogar
en dos grandes grupos: A) Trastornos como consecuencia de una incapacidad
para producir hematíes de forma y cantidad adecuada (p.ej.: depresión de la
médula ósea) y B) Trastornos resultantes de la destrucción incrementada
(hemólisis) o pérdida de hematíes (hemorragia). (Bomgaars, 2007)

Desde el punto de vista fisiopatológico, las anemias pueden clasificarse según


la respuesta reticulocitaria; anemias regenerativas y arregenerativas. El
recuento de reticulocitos refleja el estado de actividad de la médula ósea y
proporciona una guía inicial útil para el estudio y clasificación de las anemias.
Los valores normales de los reticulocitos en sangre periférica varían entre 0,5 y
1,5%. En las anemias regenerativas se observa una respuesta reticulocitaria
elevada, lo cual indica incremento de la regeneración medular, como sucede en
las anemias hemolíticas y en las anemias por pérdidas hemorrágicas. Las
anemias no regenerativas son aquellas que cursan con respuesta reticulocitaria
baja y traducen la existencia de una médula ósea hipoactiva/ inactiva. En este
grupo, se encuentran la gran mayoría de las anemias crónicas. Los
mecanismos patogénicos en este grupo de entidades son muy variados e
incluyen principalmente cuatro categorías:

1. Alteración en la síntesis de hemoglobina. La alteración más frecuente en


este grupo es la anemia por deficiencia de hierro.
2. Alteración de la eritropoyesis. La eritropoyesis depende del estímulo
adecuado de la médula ósea, de la integridad anatómica y funcional de
ésta y de la disposición de los sustratos químicos necesarios para la
síntesis de los componentes de los hematíes. Pueden incluirse en este
grupo: las anemias crónicas por deficiencia de folatos observada en el
niño malnutrido, las anemias secundarias a la infiltración neoplásica de la

7
médula ósea, las anemias aplásicas hereditarias y adquiridas, las
aplasias selectivas de la serie roja hereditarias y adquiridas y las
enfermedades por depósito (enfermedades de Gaucher, Tay-Sacks,
Niemann Pick y otras).
3. Anemias secundarias a diversas enfermedades sistémicas. En estos
casos, pueden intervenir diferentes mecanismos patogénicos, entre los
que se incluyen los siguientes: enfermedades infecciosas crónicas,
anemias secundarias a enfermedades del colágeno: lupus eritematoso
sistémico, artritis reumatoide juvenil, dermatomiositis y enfermedad mixta
del tejido conectivo, anemia de la insuficiencia renal crónica; y d) anemia
observada en los tumores sólidos y otras neoplasias no hematológicas.
4. Estímulo eritropoyético ajustado a un nivel más bajo. En este último
grupo, se incluyen las anemias crónicas arregenerativas secundarias a
una alteración en el estímulo eritropoyético, en que el nivel de
hemoglobina se ajusta a un nivel metabólico más bajo, como se observa:
en el hipotiroidismo, en la desnutrición grave y en la hipofunción de la
hipófisis anterior. Estas categorías no se excluyen mutuamente, sino que
en algunos pacientes pueden coexistir más de un factor o mecanismo de
producción de la anemia. (Bomgaars, 2007)

Desde el punto de vista Morfológico, la clasificación se basa en los valores de


los índices eritrocitarios, entre los que se incluyen: el volumen corpuscular
medio (VCM), la hemoglobina corpuscular media (HCM) y la concentración] de
hemoglobina corpuscular media (CHCM). Se reconocen tres categorías
generales: A) Anemia microcítica hipocrómica (VCM < 70 fl). En este grupo, se
encuentran: la anemia por deficiencia de hierro, las talasemias y las que
acompañan a las infecciones crónicas. B) Anemia macrocítica normocrómica
(VCM > 100 fl). Incluye la anemia megaloblástica, ya sea secundaria a
deficiencia de ácido fólico o vitamina B12. C) Anemia normocítica
normocrómica. Una causa característica es la anemia secundaria a hemorragia

8
aguda. En estos casos, los tres índices eritrocitarios mencionados se
encuentran dentro de los valores normales. (Bomgaars, 2007)

Ahora bien, según la forma de instauración del proceso: anemias agudas y


crónicas. En la anemia aguda, los valores de Hb y hematíes descienden en
forma brusca por debajo de los niveles considerados normales. Esta forma de
anemia se presenta en dos situaciones bien definidas: hemorragia y por un
aumento en la destrucción de los hematíes (hemólisis). La anemia crónica se
instala en forma lenta y progresiva y es la forma de presentación de diversas
enfermedades que inducen insuficiencia en la producción de hematíes por la
médula ósea o limitación en la síntesis de la hemoglobina de carácter
hereditario o adquirido. En este grupo, se incluyen: Las anemias secundarias a
enfermedades sistémicas (nefropatías, infecciones crónicas, neoplasias, etc.) y
síndromes de insuficiencia medular y las anemias carenciales (ferropenia).
(Bomgaars, 2007)

Metabolismos del Hierro. Como se menciono anteriormente, la anemia infantil


mas comun es aquella causada por la deficiencia de hierro. El 10% del hierro se
absorbe en estomago, duodeno y yeyuno. El hierro heme (que viene en
alimentos de origen animal) se absorbe eficientemente, pero el no heme (de
alimentos vegetales) no lo hace, por interferencia con fosfatos, taninas y otros
elementos en los alimentos. El hierro se trasporta por la transferrina en la
sangre. Después se almacena como ferritina en el hígado, y como
hemosiderina en hígado, bazo y medula ósea. El hierro forma parte de la
hemoglobina (el grupo heme) y de otras enzimas. La mayor parte del hierro esta
en los glóbulos rojos. La distribución resultante en el cuerpo es como se
muestra en la Tabla 1. La anemia ferropénica se define como el descenso de la
concentración de la hemoglobina en los eritrocitos de la sangre secundario a
una disminución de la concentración de hierro en el organismo ya sea por un
aporte insuficiente, un aumento del consumo o a un exceso de las pérdidas.

9
(Arias, 1995) El desarrollo de la anemia ferropenica es progresivo y se realiza a
través de varias etapas:

Tabla 1. Distribución de las reservas de hierro.


% Lugar Nombre
0.15 – 0.20 Plasma Fe sérico
0.30 – 1.00 Células no hemáticas Fe enzimático
4.00 – 5.00 Músculos Fe Mioglobinico
25.00- 30.00 Sistema retículo endotelial Fe deposito (Ferritina y
Hemosiderina)
65.00 – 70.00 Hematíes y eritroblastos Fe hemoglobinico (1 g de
maduros Hb = 3.5 mg de Fe)
Fuente: Wall, 2008

1. Ferropenia latente. Se inicia el vaciamiento de los depósitos férricos del


SER, primero el hígado y bazo, después la medula ósea y esto es de
curso asintomático. Los parámetros de laboratorio indican la práctica
desaparición del hierro de reserva (hierro medular muy disminuido con
sideroblastos normales), descenso de la ferritina sérica, aumento del
receptor plasmático de la transferrina (sRfT) sin anemia ni microcitosis
(Figura 1ª). Incremento compensatorio de la capacidad de absorción de
hierro.

2. Eritropoyesis ferropénica sin anemia. Aumenta el déficit de Fe, con


mayor afectación de los datos analíticos, aunque sin afectación del
hemograma, y aparición de sintomatología atribuible al déficit de las
enzimas tisulares que contienen Fe. Los parámetros de laboratorio solo
indican la ausencia total de hierro medular y disminución de los
sideroblastos, sideremia, ferritina e índice de saturación de transferrina

10
(IST), mientras que la capacidad total de fijación del hierro por la
transferrina (CTFT) está aumentada, así como la protoporfirina libre
eritrocitaria (PEL).
3. Anemia ferropénica. Mayor afectación de las anomalías previas y
alteraciones hematológicas propias asi como sintomatología de anemia.
Existe descenso de la concentración de hemoglobina, microcitosis e
hipocromía (anemia microcítica-hipocroma, Figura 2b). (Duque, 2007)

Figura 2. Hematíes Normales (a) y en anemia ferropenica (b).

a b

La Tabla 2 resume los principales hallazgos de laboratorio de rutina y


especiales.

Prevalencia de anemia en niños en edad preescolar, algunas evidencias.

Según la Organización Mundial de la Salud, se considera anemia si los niveles


de hemoglobina en sangre ≤11.0 g/dL en niños y niñas entre 6 meses y 5 años
de edad, si el hematocrito es menor de 33% en niños menores de 5 años; si el
volumen corpuscular medio (VCM, tamaño del eritrocito) esta alterado, o si hay
anomalías en la forma y el color de los eritrocitos. La anemia es un problema
mundial de salud pública que afecta principalmente a niños y a mujeres en edad
fértil. En la mayoría de los casos, la anemia es causada por deficiencia de

11
hierro, aunque una proporción menor se produce por deficiencias de otros
micronutrimentos como el folato o las vitaminas A y B12. (Martinez-Salgado et
al., 2008)

Tabla 2. Datos analíticos de anemia ferropenica - ferropenia.


Parámetro Criterio VN
Ferritina sérica <10μg/L (o ng/mL) 10-120
Sideremia < 50μg/dL 50-150
Capacidad de Saturación de >450μg/dL 200-450
transferrina
Índice de saturación de <15% 15-50
transferrina
Receptor sérico de transferrina >4.5 mg/mL
Protoporfirina eritrocitaria libre > 40μg/dL de eritrocitos
Hemoglobina <11 g/dL
Hematocrito <32%
Volumen corpuscular medio <75 fL
Hemoglobina corpuscular media <29 pg/eritrocito
Concentración de Hemoglobina <30% (Hb/dL eritrocitos)
corpuscular media
Amplitud de distribución >15
eritrocitaria
Nota: Los valores referidos son aproximados, pues los valores obtenidos deben contrastarse
siempre con la edad del paciente y los valores del laboratorio de referencia.
Fuente: Wall, 2008.

Algunas enfermedades que se acompañan de pérdida de sangre junto con


infecciones parasitarias como la filiaríasis y la diarrea crónica también causan
anemia. Las familias del Distrito Federal en condiciones desfavorables, el
13.7% de los niños obesos de 1 a 12 años presentan algún grado de anemia,
ante factores como los malos hábitos alimentarios, además la prevalencia de

12
baja talla junto con desnutrición de alto riesgo es del 15% en niños menores de
5 años, mientras que en los infantes de edad escolar aumenta a 34.2% (Ávila et
al., 2003). La Encuesta Nacional de Nutrición 2006 puntualizó que la anemia es
un problema de Salud Pública en México ya que la prevalencia de anemia entre
los niños de México fue de 37.8% en menores de 2 años y 20.0% de 2 a 5
años. La anemia en niños menores de cinco años es particularmente importante
por el impacto negativo que tiene sobre su desarrollo mental y su futuro
desempeño social en etapas posteriores. Los niños que padecen anemia
durante los primeros dos años de vida tienen un desarrollo cognitivo más lento,
menor desarrollo psicomotor, y cuando ocurre en la edad adulta, menor
capacidad de trabajo. (Martinez-Salgado et al., 2008)

Además según un estudio de “Alimentos Industrializados en la Dieta de los


Preescolares Mexicanos”, publicado en la revista de Salud Publica de México
en el 2007 (González-Castell et al., 2007), revela que los alimentos
industrializados aportan más del 39% de la energía, proteína animal,
carbohidratos y grasa a la dieta de los preescolares mexicanos, repercutiendo
notablemente en su estado de salud. De esta forma, la anemia no solo se
registra en niños desnutridos de bajo peso, sino en menores con sobrepeso y
obesidad, debido a los malos hábitos alimentarios. Aunque la ingestión de
hierro total en niños de 1 a 4 años es adecuada (≈ 6.2 mg/día), la de hierro
hemínico es baja y la de inhibidores de la absorción de hierro es muy alta, por lo
que la biodisponibilidad general del hierro en la dieta es pobre (3.85%). La
anemia por deficiencia de hierro sólo se presenta cuando ésta es grave y
prolongada, de manera que sólo 30 a 40% de personas que sufren de
deficiencia de hierro, con limitaciones funcionales por este estado, se muestran
anémicos. Los niños se encuentran dentro de la población más vulnerable
(Martínez-Salgado et al., 2008).

13
La anemia debida a la deficiencia de hierro es la más extendida en el mundo y
México no es la excepción. En la literatura nacional la deficiencia de hierro
constituye la alteración nutricia que más publicaciones ha generado en la
literatura nacional. En el ámbito nacional, los datos más recientes de la
prevalencia de deficiencia de hierro y de anemia provienen de las últimas dos
encuestas nacionales de nutrición, llevadas a cabo en 1999 y 2006. En la
primera de estas encuestas, se analizó una muestra de 931 niños de 1 a 12
años de edad, incluyendo 35 de 0.5 a 2 años, 120 de tres a cuatro años, y 776
de 5 a 11 años de edad; 68% eran del área urbana y 31.2% de la rural; 52.8%
eran del sexo masculino (ENSANUT 2006). Tomando como criterio para
identificar la deficiencia de hierro al porcentaje de saturación de transferrina
menor de 16, se encontró una prevalencia de deficiencia de hierro de 66% en
los menores de dos años; de 48.1% en los niños de tres a cuatro años; y de
36.3% entre los niños de 5 a 11 años. Para identificar anemia, se tomó como
punto de corte una hemoglobina (Hb) menor de 95 g/L en niños de 6 a 11.9
meses de edad; de 110 g/L en niños de 12 a 71 meses de edad; y menor de
120 g/L en niños de 6 a 11 años de edad (ambos sexos), ajustando el valor de
acuerdo con la altitud sobre el nivel del mar del lugar de residencia de la
población (ENSANUT 2006).

La prevalencia de anemia en los niños de 6 a 11 meses de edad fue de 13.1%;


en los niños de 12 meses a tres años de edad de 48.9% y entre los niños de 14
a 59 meses de edad, de 23.4%, para un promedio nacional de 27.2%. La
prevalencia en los niños de 5 a 11 años de vida fue de 19.5%. En la más
reciente encuesta nacional de salud y nutrición levantada en el país en 2006, se
tomó una muestra mayor de niños: 1 467 de 12 a 23 meses de edad, 1 562 de
24 a 35 meses, 3 589 de 36 a 59 meses y 14 666 de 5 a 11 años de edad. Se
tomaron los mismos puntos de corte para identificar anemia, y se encontró una
prevalencia de 37.8% en los niños menores de dos años; de 20% entre dos y
cinco años de edad; y de 16.6% entre niños de 6 a 11 años de edad. Así, al

14
comparar los datos de 1999 con los de 2006, se observa que hubo una
disminución de 4.3 puntos porcentuales en la prevalencia de anemia entre los
niños menores de cinco años, con la mayor disminución observada en los niños
de 12 a 23 meses, y de casi 3 puntos porcentuales en los niños de 5 a 11 años
de edad (ENSANUT 2006).
México ha hecho varios esfuerzos por disminuir la deficiencia de hierro en
preescolares. Congruente con la mayor disminución de la prevalencia de
anemia en los niños preescolares de los terciles medio y bajo de nivel
socioeconómico, la prevalencia de anemia disminuyo cerca de 30 puntos
porcentuales, entre 1999 y 2006, en los beneficiarios de LICONSA (Salud
Pública de México, 2007). Lo que significa que la fortificación de la leche
disminuyo notablemente la prevalencia de anemia tanto en relación con su
medición basal, en 1999, como en relación con la población nacional en 2006.
Además, la prevalencia de anemia en la submuestra de beneficiarios de
Oportunidades de la ENSANUT 2006 fue ligeramente menor que la de una
submuestra de niños no beneficiarios de Oportunidades con edades y nivel
socioeconómico comparables, en especial en los de dos y cuatro años (Salud
Pública de México, 2007).

15
Hipótesis

La prevalencia de anemia en muestras no probabilísticas de niños menores a 6


años es mayor en Cuauhtémoc y Delicias que en Chihuahua y Ciudad Juárez.

Objetivos
Objetivo General

Estudiar la prevalencia de anemia en muestras no probabilísticas de


preescolares en Cuauhtémoc, Delicias, Chihuahua y Ciudad Juárez.

Objetivos Específicos

ƒ Evaluar la prevalencia de anemia en las muestras de Ciudad Juárez,


Chihuahua, Delicias y Cuauhtémoc.

ƒ Estudiar las diferencias en las prevalencias por región, sexo y estado


nutricio.

16
CAPÍTULO 2

Materiales y Métodos

Muestra y Criterios de Inclusión. El estudio fue transversal observacional


prospectivo en la población menor de 6 años de edad adscrita a jardines de
niños públicos y privados así como en guarderías y estancias infantiles de las
ciudades participantes. Se seleccionó al azar un número suficiente de estos
centros de tal forma que se puedo reclutar al menos 50 niños. Los criterios de
inclusión fueron niños menores de 6 años de edad en buen estado de salud
general. Se excluyeron a niños con malformaciones congénitas o con signos
evidentes de enfermedad distintos a enfermedades de origen nutricional.

Consideraciones Éticas. En la selección y levantamiento de información y


medidas antropométricas de los participantes se considero oportunamente la
autorización del protocolo por parte de al menos uno de los padres y de las
autoridades escolares correspondientes. Así mismo, el protocolo general del
estudio fue inscrito y revisado por la coordinación de Investigación del Instituto
de Ciencias Biomédicas (ICB).

Evaluación Antropométrica. Siguiendo técnicas estandarizadas se obtuvieron


las mediciones del peso corporal con básculas digitales (Tanita mod. 682) y la
talla con un estadímetro portátil (Seca mod. 208) para los mayores de 2 años o
un infantómetro de fibra de vidrio con el extremo cefálico fijo y el podálico móvil
para los menores de 1-2 años. Una vez hechas las mediciones, la clasificación
del estado nutricional de los participantes se realizara en base a los indicadores
antropométricos talla para la edad (T/E), peso para la talla (P/T), peso para la
edad (P/E) e índice de masa corporal [peso (kg)/ Talla2 (m2)] para la edad
(IMC/E), según la Organización Mundial de la Salud. Para esto se empleó el
paquete estadístico de cálculos antropométricos (EPIINFO 6.0), basado en las

17
curvas de referencia y crecimiento estándar de niños americanos desarrollados
por el Centro Nacional para Estadísticas en Salud (NCHS, por sus siglas en
ingles) de los Estados Unidos de América y adoptadas por la Organización
Mundial de La Salud (OMS) como patrón internacional. Los indicadores T/E,
P/E. P/T e IMC/E ubicados entre las -1.9 y 1.9 desviaciones estándar (DE)
serán considerados como normales. El peso bajo, talla baja y la emaciación
serán definidas por los indicadores P/E, T/E y P/T ≤-2DE, mientras que el
sobrepeso-obesidad fue definido por los indicadores P/T (en menores de 2
años) e IMC/E (en los mayores de 2 años) ≥2 DE.

Anemia. Método de HemoCue: este es un método en el cual se utilizo un


equipo portátil para medición en terreno de hemoglobina. Requiere de
pequeñas celdas, que ya contienen el reactivo seco en su interior, donde se
deposita una gota de sangre del dedo y es capaz de realizar la determinación
en menos de 1 minuto. El valor obtenido no será corregido por altitud ya que las
ciudades se encuentran a una altitud no mayor a los 2,000 metros sobre el nivel
medio del mar (Ruiz-Argüelles et al., 1981)). Los criterios para determinar
anemia fueron los siguientes: Niños de 6-11 meses de edad (Hb<10.5 g/dL), 12-
23 (Hb<10.7 g/dL) y 24-71 (Hb<11.0 g/dL) ; (Salud Pública de México, 2007).

Análisis Estadístico. Se utilizaron medidas descriptivas de tendencia central


para la exploración inicial de los datos y eliminación de valores fuera del
intervalo de confianza (CI 95%). Para el análisis de las variables
antropométricas se determinaron la media y desviación estándar y con fines
comparativos entre grupos experimentales, estos se analizaran por el modelo
general linear de dispersión de la varianza (GLM-Anova) a un nivel de
significancia del 95% (p<0.05). Las variables discretas fueron expresadas en
términos de su frecuencia y analizadas posteriormente por grupos
experimentales por su ji cuadrada. Los análisis estadísticos se realizaran en el
programa NCSS 5.0 (2007).

18
CAPÍTULO 3

Resultados

Sujetos. Inicialmente se obtuvo la participación de 1451 niños menores de 6


años, pero al aplicar los criterios de inclusión y exclusión respectivamente, la
muestra analizada final quedó reducida a solo 488 niños, es decir 33.6% de
ellos representó la muestra final aquí estudiada. De estos, el 46.5% pertenecían
a la ciudad de Chihuahua, 10.2% a Cuauhtémoc, 1.6% a Delicias y 41.6% a
Ciudad Juárez, en su mayoría de sexo masculino y entre edades de 36 a 59.9
meses. De la evaluación de hemoglobina se observó que un 21% padece de
anemia. En relación al total de individuos analizados por plaza, la prevalencia
de anemia fue mayor en Delicias, luego Ciudad Juárez y en Cuauhtémoc y
Chihuahua fue muy similar (Tabla 3)

Tabla 3. Prevalencia de Anemia en Niños < 6 años de 4 ciudades del Estado de


Chihuahua.
Ciudad
Chihuahua Cuauhtémoc Delicias Juárez
Total n % n % n % n %
Anemia 37 16.3 8 16.0 5 63 52 25.6

Al comparar estos datos con los de ENSANUT 2006 se puede observar que la
ciudad de Delicias y Ciudad Juárez, están muy por encima de la media Nacional
y estatal. Mientras que la anemia era más frecuente en niños en Chihuahua y
Cuauhtémoc, lo fue en niñas en Ciudad Juárez y Delicias (Tabla 4). Por último,
analizando el estado nutricio de los niños con anemia se observa que la
mayoria se encuentran en buen estado aparentemente (65%) y con talla alta
(18%). El resto 7% son emaciados, 4% con talla baja y otros 4% con bajo peso,
en los que menos predomino este padecimiento fue en sobrepeso y obesidad
(Figura 3).

19
Figura 3. Prevalencia de anemia por ciudad, Estatal y Nacional

Tabla 4. Prevalencia de anemia por ciudad y género.


Ciudad
Chihuahua Cuauhtémoc Delicias Juárez
Total n % n % n % n %
Mujeres 10 27.0 2 25 3 60 30 57.6
Hombres 27 71.1 6 75 2 40 22 42.3

Figura 4. Estado Nutricio de Niños < 6 años Con Anemia.

20
Discusión

La anemia por deficiencia de hierro es uno de los problemas de malnutrición


que puede servir como indicador del estado nutricional en la población.
Tradicionalmente se le ha asociado con la desnutrición crónica (desmedro),
aguda (bajo peso) y mixta (emaciación). Sin embargo los cambios en el estilo
de vida actual, así como en hábitos alimentarios han provocado que este tipo de
problemas se presente también en el sobrepeso y la obesidad. (Hernández,
2001). Particularmente, en México persisten problemas de desnutrición en
menores de cinco años, como la baja talla para la edad, la anemia y la
deficiencia de varias vitaminas y minerales, en especial hierro, cinc y vitamina
A. Además, la mala nutrición por exceso (sobrepeso) se convirtió en un
problema de salud pública debido a que ha aumentado en menores de cinco
años. (González-Castell, 2007).

En el presente estudio encontramos que de los 488 niños del estado de


Chihuahua, el 21% padece de anemia, siendo este un elevado porcentaje que
demuestra la gravedad del problema. Este resultado no está muy lejos del
análisis realizado en México en el 2007, en el que afirma que la anemia y la
deficiencia de micronutrimentos ocurren frecuentemente en la mayoría de los
grupos de edad. Más de uno de cada cuatro niños menores de cinco años
tienen anemia (27.2%). (INSP- IOM, 2007). Así mismo, de la evaluación de
hemoglobina por el método Hemocue se observó que la mayor frecuencia de
anemia se encuentra en las poblaciones de Delicias (37.5%) y Ciudad Juárez
(25.6%), a comparación de Chihuahua (16.3%) y Cuauhtémoc (16.0%).
Asumiendo el hecho de que las muestras de Cuauhtémoc y Delicias son
significativamente más pequeñas que las de Chihuahua y Ciudad Juárez,
asumimos que este factor es un determinante diferencial en los resultados de la
prevalencia de anemia y del estado nutricio entre estas poblaciones aquí
estudiadas.

21
Existen diferencias entre las concentraciones de hemoglobina varían
dependiendo de la edad, las necesidades o requerimientos fisiológicos del
individuo, su estado de salud, la situación geográfica del lugar donde reside,
entre otros factores (Salud Publica de México, 2007). Aquí se encontró que los
niños con mayor tendencia a presentar anemia se encuentra entre las edades
de 36 a 59.9 meses (de 3 a 4.9 años), siendo en su mayoría hombres (datos no
mostrados). Esto hecho es opuesto al estudio “Prevención de la Obesidad en
Niños y Adolescentes de Origen Mexicano” (INSP- IOM, 2007), el cual indica
que la prevalencia máxima de anemia ocurre en el segundo año de vida (que es
cuando afecta a casi la mitad de los niños) pero disminuye a alrededor de 17%
a los cuatro años. Sin embargo este mismo estudia señala que la deficiencia de
hierro afecta a casi dos tercios de los niños de entre 1 y 2 años, y a menos de
50% entre 3 y 4 años. (INSP- IOM, 2007). En este estudio no se demostró que
la anemia detectada es por deficiencia de hierro debido a que n o se evaluaron
las reservas de hierro corporales, sin embargo en una submuestra (n=10) se
pudo constatar que la deficiencia de hierro concurre con niveles de
hemoglobina por debajo de los 10 mg/dL, lo que en nuestro estudio represento
el 95% de los valores de hemoglobina analizados y diagnosticados como
anemia.

Las concentraciones de hemoglobina también puede variar por influencia de la


composición corporal, dado que los requerimientos de oxigeno aumentan
notablemente cuando incrementa la masa magra (Vargas, 2006). Por lo
anterior, es lógico suponer que en un estado de nutrición normal, las
concentraciones serán mayores conforme mayor sea el índice de masa
corporal, siempre y cuando esto implique incremento de masa magra y no
mayormente de la grasa. Es así como en los pacientes con obesidad puede
permanecer más baja la concentración de hemoglobina ya que el incremento de
la masa magra no aumenta en forma significativa los requerimientos de
oxigeno. (Arias, 1995). En este estudio, sin embargo, los casos de anemia

22
fueron mayormente repartidos entre estados deficitarios (15%) y estado nutricio
normal (83%) y solo un 2% de los casos tenía anemia y sobrepeso/obesidad
respectivamente. Analizando el estado nutricio de los niños con anemia se
observa que la mayoria se encuentran en buen estado aparentemente (65%) y
con talla alta (18%). El resto 7% son emaciados, 4% con talla baja y otros 4%
con bajo peso, en los que menos predomino este padecimiento fue en
sobrepeso y obesidad (2%). De cualquier forma se pudo comprobar que este
grupo no es excento de presentar el problema.

Al igual que en muchos países en desarrollo, la población mexicana se


encuentra en un proceso de transición epidemiológica y está experimentando
una doble carga de enfermedad (Rivera et al., 2003). Si bien las tasas de
mortalidad infantil y la incidencia de enfermedades infecciosas han disminuido,
las estadísticas muestran un aumento significativo en obesidad y enfermedades
crónicas relacionadas, como diabetes, hipertensión y ECV en adultos. Al mismo
tiempo, aún se observan altas tasas de desnutrición y problemas relacionados,
especialmente en ciertas subpoblaciones de niños mexicanos. Esta situación
paradójica es el resultado de varios factores que se atribuyen en parte al
desarrollo desigual entre los diferentes grupos poblacionales y a las
desigualdades socioeconómicas.

Finalmente, en la actualidad se reconoce que México se ubica como el país con


mayor obesidad y sobrepeso, según informe de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), avalado por la Secretaria de
Salud (Ssa). Por lo que la meta del Gobierno Federal para el 2012 es lograr
revertir el crecimiento de la prevalencia observada en niños de dos a cinco años
a menos de lo existente en el 2006. La estrategia para la reducción de este
problema se lleva a cabo por medio de programas gubernamentales puestos en
marcha durante este sexenio para combatir la obesidad, entre ellos, los
lineamientos para la venta de alimentos y bebidas industrializadas en los

23
planteles escolares, el programa Cinco pasos por Tu Salud y el Acuerdo
Nacional para la Salud Alimentaria, entre otros. (Segura, 2010)

Conclusiones

Aunque los resultados se oponen a la hipótesis de encontrar mayor prevalencia


de anemia en Cuauhtémoc y Delicias, siendo que la mayor prevalencia se
encontró precisamente en Ciudad Juárez con un 25.6%, se observa que la
prevalencia de anemia sigue presentándose en un grado importante por lo que
se sugiere que este estudio de paso a otros para una adecuada intervención en
el control de este problema, además del mejoramiento del estado nutricio de los
menores de 6 años de edad.

Recomendaciones

Para tratar y prevenir la anemia es necesario implementar cambios en la


alimentación de los niños, aumentando la biodisponibilidad del hierro en su
dieta, en medida que lo permita la situación económica familiar. A través de la
aplicación de diversas estrategias que requieren de la acción concertada de
diferentes instituciones y sectores gubernamentales, así como de miembros
activos de las comunidades, educadores, extensionistas, grupos de riesgo y sus
familias, etc. Donde la clave para lograr la integración de estos es el nutriólogo.

Por medio de las escuelas se debe interesar a los padres por los problemas de
alimentación de sus hijos, ya que esto afecta principalmente su rendimiento
escolar. Educarlos para aumentar el consumo de cereales enriquecidos en
hierro y sobre todo de carnes. Dando énfasis en que deben acompañarlos con
jugos cítricos para facilitar su absorción. Además de orientar a los niños sobre
una buena alimentación. Para evitar problemas de excesos como la obesidad y
sobrepeso, y de déficit como la desnutrición.

24
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Método Hemocue

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