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Todo Logica Formal PDF
Todo Logica Formal PDF
Introducción
a la lógica
formal
Filosofía y Pensamiento
Manuales / Filosofía y Pensamiento
El libro universitario
Alfredo Deaño
Introducción a la
lógica formal
Alianza Editorial
Primera edición en «Alianza Universidad Textos»: 1974
Primera edición en «Manuales»: 1999
Sexta reimpresión: 2009
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece
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O Alianza Editorial, S.A., Madrid, 1 9 7 4 , 1 9 7 5 , 1977, 1 9 7 8 , 1980, 1 9 8 1 , 1 9 8 3 , 1985, 1986, 1 9 8 8 ,
1 9 8 9 , 1990,, 1992., 1 9 9 3 , 1 9 9 4 , 1 9 9 5 , 1 9 9 6 , 1 9 9 9 , 2 0 0 1 , 2 0 0 2 , 2 0 0 3 , 2 0 0 4 , 2 0 0 7 , 2 0 0 9
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ISBN: 978-84-206-8681-3
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Parque Industrial «Las M o n j a s »
2 8 8 5 0 Torrejón de Ardoz (Madrid)
Printed in Spain
alianzaeditorial@anaya.es
A mis padres y hermanos,
o Mercedes, a Javier Ma
guer za y a Juan A. del Val.
ÍNDICE
Nota preliminar U
Prólogo 15
Nota al volumen 2 19
4 Epílogo 166
1 N o c i o n e s básicas 173
a) Introducción 173
Hacia la lógica de predicados 173
Nombres y predicados 175
Predicados monádicos y predicados poliádicos 178
La naturaleza de los predicados 179
Cómo cerrar enunciados abiertos 183
Los cuantificadores 186
La lógica y el mundo 190
Lógica de primer orden y lógica de orden superior 196
b) La lógica d e predicados monádicos 199
Los cuatro modelos básicos de enunciado 199
Problemas de traducción 206
Análisis, reductivo y analisis pregnante 215
Procedimientos de decisión en lógica de predicados monódicos 221
Leyes de la lógica de predicados monádicos 225
c) La lógica de los predicados poliádicos 237
Exposición de motivos 237
Problemas de esquematización 238
Procedimientos de decisión en lógica de predicados poliádicos 243
Leyes de la lógica de predicados poliádicos 244
A qué llamamos «lógica de relaciones» 245
d) Identidad; cuantificadores numéricos y descripciones 260
El predicado de identidad 260
Cuantificadores numéricos 263
Descripciones 267
1 Problemas 351
2 Soluciones 37]
NOTA PRELIMINAR
casi cualquier manual es bueno, dado que las insuficiencias del texto» así
como sus oscuridades» pueden subsanarse en clase. Lo realmente difícil es
escribir un libro que alguien pueda leer, entender y disfrutar por cuenta
propia, metiéndose también de lleno en los problemas filosóficos que la
lógica suscita. Esa es la tarea que se impuso y que tan brillantemente
realizó. En este sentido decía que el suyo era «un libro para leer de
corrido —para introducirse, a través de él, en la lógica— y no un libro
de consulta». Pensaba que era muy importante señalar eso y no se
explicaba muy bien cómo se le había olvidado decirlo en la primera
edición.
La inmersión en los problemas actuales de la lógica, especialmente
el desarrollo de nuevas lógicas suscitadas por problemas externos, debía
producirse en el capítulo IV inacabado, y para ello consideraba necesario
introducir históricamente los problemas que tratan de solucionar.
Finalmente, deseaba extender su lista inicial de agradecimientos a per-
sonas como José Ferrater Mora, José Luis Zofio y Jesús Hernández,
entre otros que no menciona.
Í
os a los que, en un sentido que luego explicaremos, vamos a denominar
édievales».
IVlos primeros debemos algunas de las manifestaciones más irritantes
y a la vez regocijantes acerca de la ciencia que con este libro empezamos
a exponer. Han dado en pensar que la lógica formal es una especie de
Derecho Mercantil del intelecto: asi como éste no sería otra cosa que la
regulación jurídica de determinados procesos económicos que tienen lugar
en" la sociedad capitalista y que desaparecerán con ésta, así también la
lógica constituiría la regulación formal de los procesos de pensamiento
qué se desarrollan en las mentes positivistas. La lógica formal —lógica
del pensamiento administrado— ha de ser, como el capitalismo, superada.
Es imposible ocuparse aquí en detalles de analizar esta idea, si es que
de una idea se trata. Una de dos: o es que hay que postnlar Ja extra-
í a n t e hipótesis de que son dos los tipos de cerebro humano —cerebros
ffieadenados, con conexiones neuronales «de carril», de cuyo autorrepresivo
15
16 Introducción a la lógica formal
ALFREDO DEAÑO
1
O tal vez, en otro sentido, se sirve él de nosotros, y nosotros s o m o s presas de él.
Recordemos, por una parte, a Humpty Dumpty, el personaje de Lewis Carrol {A través
del espejo, cap. VI) y sus arrogantes manifestaciones, propias de un señor del lenguaje:
Pero recordemos también a los filósofos que han dicho que el hombre — y , eminentemente,
el hombre filósofo— está prisionero en las redes del lenguaje, «seducido por el lenguaje»
(Nietzsche, Werke, II (ed. Schlechta), págs. 789 y 790), «embrujado por él» {Wittgenstein,
Philosophische Untersuchungen, n.* 109).
21
22 Introducción a la lógica formal
He ahí seis oraciones. Seis oraciones que son distintas, porque son seis
distintas manchas sobre el papel y a la vez seis manchas distintas
sobre el papel. Y, sin embargo, en un sentido muy claro esas seis oraciones
«dicen lo mismo». Con otras palabras: esas seis oraciones distintas enuncian
una misma proposictófl.j j ^ j g j p f c . ¡ ^ ^
Al producto de ese acto lingüístico le llamamos 'enunciado'. Al hablar
2
Por ejemplo, 1a pregunta —ciertamente n o h a b i t u a l — « ¿ P o r q u é quien ama nunca/busca
verdad, sino que busca dicha?» (Claudio Rodríguez, Alianza y Condena) u o es, en cuanto tal,
ni verdadera ni falsa (aunque sí puede serlo la afirmación a la que cabría traducirla:
«Todos los que aman buscan dicha, n o verdad»).
3
Por respecto a una especie de exclamación c o m o «A mí, tan luego, hablarme del
finado Francisco Real» (J. L. Borges, Hombre de la esquina rosada), el problema de la
verdad y la falsedad n o surge. Y, ¿quién se pararía a buscar el m é t o d o de verificación
de una expresión c o m o «Pero espérame/guárdame tu dulzura» (Pablo Neruda, Los versos
del capitán).
4
De Interpretatione. 16 a 33-17 a 7.
Primeros conceptos 2 3
Lenguaje y metalenguaje
8
'el bien y el mal son uno* fue escrita por Heráclito» .
Es verdad que Valíe-Inclán ha escrito: «A bordo de la Dalila, lo
9
recuerdo con orgullo, asesiné a sir Roberto Yones» .
¿Qué tienen en común las tres afirmaciones que acabamos de hacer?
Ciertamente, ni el mas empedernido defensor de la idea de que todo
está relacionado con todo se atrevería a decir que los tres textos hablan
del mismo asunto, o que en ellos se menciona a las mismas personas.
Y, pese a ello, es innegable que tienen algo en común (además de su
artificiosidad). Lo que tienen en común es que en todos ellos se da lo que
pudiéramos llamar una «es tratificai donidel ^ n g u j j J S ^ n " to dos ellos cabe
observaTTa"p7éséncia de~lKstirrto^^ efecto. Hay, en
primer lugar, en cada uno_de^ ellos, una frase —'Un famoso poeta es
menos inventor que descubridor', 'El bien y el mal son uno', 'A bordo
de la Dalila, lo recuerdo con orgullo, asesiné a sir Roberto Yones',
respectivamente— que se refiere, o pretende referirse, a la realidad extra-
lingüistica, al mundóTEh^ntramosfélTsegundo término, unas expresiones^
— dijo Averroes', 'fue escrita por Heráclito' y 'Valíe-Inclán ha escrito'—
que no se refieren a unaj^alidad^jena —el mal, los poetas,
sí?Roberto Yones—, sino a l^sjrases antes^citad^as. Son, pues, expresiones,
que no se_jgfieren propiamente al mundo,,sino a otrasexpresiones JN o
hablan del mundo, sino de algo que se ha dicho acerca del mundo.
Y están, por último, otras tres oraciones —'escribe Jorge Luis Borges',
'dice Hipólito' y^'es verdad' que se refieren, no a los objetos, ni siquiera
5
Al menos en la ficción — n o tan ficticia, después de t o d o — de Kafka.
6
En su relato La busca de Averroes. Georg Cantor, fundador de la teoría de conjuntos,
pensaba, c o m o buen platónico, que no estaba inventando nada. Por el contrario, consideraba
su tarea parecida a la de un notario que levantara acta de la existencia de una determinada
realidad: en este caso, la de los conjuntos, sus propiedades y relaciones. Incluso si ambas
afirmaciones —la presunta de Averroes y la de C a n t o r — fueran ciertas, ello no querría
decir, c o m o veremos al hablar de la lógica de la identidad, que ser matemático y ser poeta
sea lo mismo, sino sólo — y n o es p o c o — que n o son cosas completamente distintas. Cfr., en
cambio, Wittgenstein, Bemerkungen über die Grundlagen der Mathematik, I, 167: «El mate-
mático es un inventor, no un descubridor».
7
IX, 10.
8
Fragm. 58.
9
De la Autobiografía aparecida en 1903 en la revista Alma española.
24 Introducción a la lógica formal
escribe J. L. Borgcs
Alfredo Deaño que Jorge Luis Borges escribe que A ver roes dijo que un
poeta es menos inventor que descubridor. Etc.
En rigor, por respecto a un determinado nivel de lenguaje —el L . 2
1 0
Entendiendo 'verdad' c o m o veritas sermocinalis. es decir, c o m o la verdad de un
enunciado que describe un estado de cosas que de hecho se da {adaequatio intellectus et rei).
Primeros conceptos 2 5
Lj L 0
1 1
Cfr. ya Aristóteles: «Utilizamos los nombres c o m o signos de las cosas» [De Soph. EL,
165 a 7-8). Jonathan Swift cuenta, en los Viajes de Gulliver, c ó m o uno de los proyectos
de los profesores miembros de la Real Academia de La gado era «un plan para abolir
por completo las palabras, cualesquiera que fuesen; y se defendía c o m o una gran ventaja,
tanto respecto de la salud c o m o de ta brevedad. Es evidente que cada palabra que hablamos
supone, en cierto grado, una disminución de nuestros pulmones por corrosión, y, por lo tanto,
contribuye a acortarnos la vida; en consecuencia, se ideó que, siendo las palabras simple
mente el nombre de las cosas, sería más conveniente que cada persona llevase consigo
todas aquellas cosas de que fuera necesario hablar en el asunto especial sobre el que había
de discurrir. Y este invento se hubiese implantado, ciertamente, con gran c o m o d i d a d y
ahorro de salud para los individuos, de no haber las mujeres, en consorcio con el
vulgo y los ignorantes, amenazado con alzarse en rebelión si no se les dejaba en libertad
de hablar con la lengua al modo de sus antepasados; que a tales extremos llegó siempre
el vulgo en su enemiga por la ciencia.» ( D e la traducción publicada en la Colección
Austral. Madrid, Espasa-Calpe, 1941, pág. 148). Lo que ha hecho Swift —y no cabe
duda de que con esta prosaica observación estamos echando a perder la inmensa gracia
de esta Tabulación suya— es explotar el absurdo error consistente en pensar qne las
palabras son simplemente el nombre de las cosas. En efecto: c o m o es bien sabido, el
lenguaje no es un conjunto de rótulos, sino un aparato conceptual.
1 1
André Breton-Philippe Soupault: 57/ vous plait, acto primero.
26 Introducción a la lógica formal
lo que estamos haciendo es usar las palabras para tratar de expresar una
determinada —y refinada— sensación, Cuando decimos, en cambio,
la expresión 'democracia popular es una redundancia
estoy, sin duda, usando ciertas palabras —estoy usando todas las palabras
que he empleado para decir eso— pero lo interesante aquí es que
algunas de esas palabras —concretamente, las palabras 'democracia' y
'popular'—, además de estar siendo usadas, están siendo mencionadas.
Las hemos usado para mencionarlas; las hemos empleado para hablar
acerca de ellas mismas.
Nos limitamos a usar una palabra cuando nos servimos de ella como
signo, es decir, para aludir a algo distinto de ella misma (como cuando
empleamos la palabra 'viento' para referirnos a un determinado fenómeno
de la naturaleza, o como cuando empleamos el término 'priscilianistas'
para aludir a los partidarios de cierta herejía). Mencionamos, en cambio,
una palabra —además de usarla, o usándola con ese fin— cuando nos
referimos a la palabra misma, cuando nos detenemos en ella, sin ir más
13
allá . La señal de esta detención en la palabra —la indicación de que
esta vez no nos referimos a la cosa, sino que «nos quedamos» en el len-
guaje— son las comillas:
1 3
Ca ben, por tan to, t res po sibil id a des:
1.* Usar, simplemente, una palabra {es decir, usarla sin mencionarla), c o m o cuan-
do decimos:
Las garzas no practican la a uto critica.
La noción de cálculo
«Podemos considerar nuestro lenguaje como una ciudad antigua:
un laberinto de pequeñas calles y plazas, de casas viejas y nuevas,
y de casas con añadidos que datan de épocas distintas; y todo esto
rodeado de una multitud de barrios nuevos con calles rectas regu-
15
larmente trazadas y casas uniformes» . Un poco antes, en este mismo
1 5
Wittgenstein: Philosophische Untersuckungen, núm. 18.
Primeros conceptos 2 9
1 4
«Una proposición debe usar expresiones viejas para transmitir un sentido nuevo»
{Wittgenstein, Trcctatus Logico*Phihsophicus, 4.03.)
n
Phiiosophische Untersuchungen, núms. 19, 25.
i a
Y también, en un plano distinto, en la de los artistas del lenguaje, los escritores.
Si, c o m o dicen los lingüistas, «la información aportada por una unidad lingüística es la
inversa de la probabilidad de aparición de esta unidad en el discurso»; si, por lo tanto,
la información que un hablante es capaz de proporcionarnos está en función de su
pericia en el empleo de palabras o construcciones inesperadas, diremos que nos informa
menos quien nos hace saber, por ejemplo, que la hulla es negra que quien, c o m o Pablo
Neruda, nos comunica que la hulla es «el total reverso de la nieve».
30 Introducción a la lógica formal
lanzas' está mal construida. ¿Qué decir, sin embargo, de expresiones como
las cariátides estructuraron batipelágicamente los sintagmas monofisitas'?
Desde el punto de vista sintáctico, la expresión es impecable. Esperamos,
sin embargo, que la mayoría de los lectores convenga con nosotros en que
carece de sentido. Las reghs de formación de oraciones en los lenguajes
naturales, sobre estar implícitas, son defectivas —y no efectivas—, en el
sentido de que permiten la entrada de expresiones que ningún hablante
aceptaría como ejemplos de uso natural del lenguaje y que, sin embargo,
están correctamente construidas. Por otra parte, la transgresión de las reglas
de los lenguajes naturales tiene —estéticamente, por ejemplo— perfecto
sentido. Así, Chomsky habla del «estudio de la desviación de las reglas
como medio estilístico».
Los lógicos han comparado a menudo ios cálculos con los juegos,
sobre todo con el del ajedrez. En efecto: los símbolos primitivos correspon-
derían a las piezas del juego. Dado un objeto cualquiera podríamos decidir
si se trata o no de una pieza de ajedrez: ante una máquina de vapor,
por ejemplo, diríamos que no. Las reglas de formación corresponderían
a las instrucciones sobre las posiciones que pueden ocupar las piezas:
una pieza situada en la palma de una de las manos de un Buda del
siglo IX no es una pieza en juego. Las reglas de transformación serían
como las reglas sobre los movimientos que se pueden efectuar con las
piezas: asomarse a un amplio ventanal y arrojar desde él un alfil al mar
Adriático no sería un movimiento del ajedrez.
Los cálculos y los juegos se parecen en que son autárquicos, en que
ni unos ni otros hacen referencia a nada ajeno a ellos, en que unos y
otros carecen de otra finalidad que no sea calcular o jugar. En ambos
casos establecemos unas reglas para combinar unos ciertos elementos:
no atenerse a las reglas significa simplemente dejar de operar con ese
determinado cálculo, «salirse, del juego». Lo esencial de un cálculo es su
carácter exclusivamente formal. Dicho de otro modo: su naturaleza
puramente sintáctica. En efecto: acerca de un cálculo sólo se pueden hacer
—en el metalenguaje, por supuesto— consideraciones de pura sintaxis:
«La expresión 'X' está mal formada», «La transformación de la expresión 'X'
en la expresión 'Y' es correcta», etc.
Un cálculo no es, por lo tanto, un lenguaje, en la medida en que no
es un medio de comunicación, sino un puro armazón sintáctico. Sus
32 Introducción a la lógica formal
RT2
RT2 a:
Dada una fórmula compuesta por un símbolo determi-
nado de tipo A, seguido del símbolo ' ¡ ' y de un símbolo
determinado de tipo B, se puede pasar a otra fórmula
compuesta por ese símbolo determinado de tipo A,
seguido del símbolo T y de otro símbolo cualquiera
de tipo £.
RT2 b:
Dada una fórmula compuesta por un símbolo determi-
r
nado de tipo B, seguido del símbolo T*y de un símbolo
determinado de tipo A, podemos pasar a otra fórmula
compuesta por ese símbolo determinado de tipo B,
seguido del símbolo ' ¡ ' y de otro símbolo cualquiera
de tipo A,
Ai
o como
i©
no será una fórmula bien formada (una fórmula, a secas) del sistema.
Sí lo será, en cambio, por la RF3; uua expresión como
AI©
i 9
La regla R T i podría resumirse diciendo que la operación ' 5 * tiene la propiedad
conmutativa.
34 Introducción a IB lógica formal
AÍO
que es una expresión bien formada, podemos pasar de ella a
OÍA
por la regla RT1 a.
O también, dada una fórmula como
AÍO
podemos, por la regla RT2 a, transformarla en otra fórmula como
AÍO Etcétera.
Hasta aquí lo único que hemos hecho es explicar el manejo de
un cálculo; un cálculo, como ya hemos dicho, extraordinariamente simple
y rudimentario, un cálculo de salón. No obstante, esperamos que valga
para hacer ver que operar con un cálculo no es otra cosa que mani
pular un conjunto de entidades —manchas de tinta, por ejemplo, o de
tiza— según unas reglas establecidas explícitamente de antemano.
Podemos, sin embargo, como hemos dicho, interpretar el cálculo.
Podemos decir, por ejemplo; los triángulos designarán individuos huma
nos cualesquiera del sexo masculino. Los círculos designarán individuos
humanos cualesquiera del sexo femenino. El símbolo í designará la
7
operación 'contraer matrimonio .
Tendremos, entonces, que una expresión como
Aie
se interpretará como
'el varón Tal contrae matrimonio con la mujer Cual\
GÍA
a una expresión como
GÍA
autorizado por RT2 b, significará
'la mujer Tal ha pasado de estar casada con el varón Tal a
estarlo con el varón Cual*.
2 0
Repárese en que en ese grupo h u m a n o está proscrita la poligamia, entendida en su
sentido habitnal, es decir, c o m o poligamia «sincrónica», puesto que ningún símbolo de tipo
A o B puede estar conectado c o n más de un símbolo de tipo B o A. Estaría admitida,
en cambio, la que podríamos llamar «poligamia diacróníca», en la medida en que cualquier
individuo de esa comunidad podría cambiar de cónyuge con la periodicidad que su
volubilidad afectiva le dictara. En la citada comunidad estaría prohibido asimismo el
matrimonio entre personas del m i s m o sexo, pues ninguna regla de formacióu autoriza la
construcción de expresiones c o m o A! A. A cambio, no existiría el tabú de incesto.
VALOR DE VERDAD
DE LA CONCLUSIÓN
VERDADERA FALSA
VERDADERAS
i 2
FALSAS 3 4
O 1
FALSAS 5 6 i Í
VERDADERAS 7 8
21
Veamos un ejemplo de cada t i p o :
2 1
Para simplificar, en los ejemplos que siguen t o d o s los razonamientos tendrán dos
premisas.
Téngase presente, por otra parte, que, c o m o veremos, para que el conjunto de las
premisas sea falso basta con que lo sea una sola de ellas.
38 Introducción a la lógica formal
Si todos los esquizofrénicos son psicóticos y todos los psicóticos son personas des-
dichadas, entonces los esquizofrénicos son personas desdichadas.
2 2
Esto está claro incluso para quienes, c o m o André Bretón, disfrutaron de una infor-
mación más bien precaria acerca de esta ciencia: «En lo que llamamos lógica [nótese
que Bretón debiera haber entrecomillado la palabra lógica*, puesto que en este contexto
aparece mencionada y no sólo usada] sólo veo el culpable ejercicio de una debilidad.
Puedo decir, sin ninguna afectación, que lo que menos me preocupa es sentirme con-
secuente conmigo mismo» (Les pos peráus).
40 Introducción a la lógica formal
y
Si t o d o s tos santos s o n creyentes y t o d o s los creyentes se muestran reacios a la des-
amortización, entonces t o d o s l o s santos se muestran reacios a la desamortización
Si todos los... son... y todos los... son..., entonces todos los... son...,
o, mejor,
Si todos los a son b y todos los b son c, entonces todos los a son c,
y
donde V , *b y V son, como veremos, variables que indican el lugar
posible de un contenido, de cualquier contenido de un cierto tipo:
1
en lugar de V , por ejemplo, podemos escribir 'esquizofrénicos o 'santos',
o 'corsarios* o 'filósofos', o cualquier otro término general.
La noción de forma de un razonamiento puede ilustrarse por analogía
con las formas musicales. La misma relación habría entre, por una parte,
una forma de razonamiento y, por otra parte, los infinitos razonamientos
distintos —distintos por su contenido—que podrían hacerse con esa forma
—de esa forma—, que entre la forma soneto, por ejemplo, y los infinitos
poemas —elegiacos, satíricos, de amor, etc.— escritos en forma de soneto,
o que entre la forma sonata y las diferentes sonatas que nos es dado
escuchar.
A la lógica le importa únicamente la forma de los razonamientos.
La lógica es lógica formal, ciencia de las formas o esquemas válidos de
razonamiento. ¿A qué llamamos una forma válida de razonamiento?
A un esquema de inferencia tal que, dado cualquier razonamiento que
podamos hacer interpretando las variables de ese esquema, si las premisas
del razonamiento son verdaderas, entonces necesariamente la conclusión
será verdadera también. El esquema
Si todos tos a son b y todos los b son c, entonces todos los a son c
2 3
Se supone que la sustitución ha de estar bien hecha, es decir, que la variable V ,
por ejemplo, será sustituida, en el mismo contexto, siempre por e] m i s m o término.
Primeros conceptos 4 1
Luego .
2 4
24 b 18 y ss.
2 5
D e hecho, en una obra q u e , según todos l o s indicios, está escrita con anterioridad
a los Analíticos, los Tópicos (100 a 25), Aristóteles de esta misma definición sin restringirla
at silogismo.
42 Introducción a la lógica formal
que sería contradictorio afirmar las primeras y negar la segunda (con otras
palabras: sería imposible imaginar circunstancias que, haciendo verdaderas
26
las premisas, hicieran falsa la conclusión) ; y hay, de otra parte, razona-
mientos en los que la verdad de las premisas no conduce fatalmente
a la verdad de la conslusión, sino sólo —y de múltiples y complicadas
maneras, como han mostrado los análisis de los metodólogos de la ciencia
empírica y de los psicólogos del razonamiento— a su mayor o menos
probabilidad. A los razonamientos del primer tipo —aquellos que son
válidos por su sola forma— se les llama a menudo «razonamientos
deductivos (válidos)», otorgándose a los del segundo los nombres de
«razonamientos inductivos», «probabilísticos», «plausibles» y otros muchos
que señalan, frente a la relativa simplicidad de la inferencia deductiva,
la todavía inabarcada complejidad de esta última clase de razonamientos.
2 6
Lewis Carroll, en su Symbolic Logic, lo explica muy plásticamente. T o m e m o s nn
razonamiento c o m o :
«Nadie que quiera tomar el tren y que no pueda coger un taxi y que no tenga tiempo suficiente para ir
dando un paseo hasta la estación puede toma rio sin echar a correr-
Este grupo de turistas quiere tomar el tren y no puede coger un taxi, pero les sobra tiempo para ir hasta
la estación dando un paseo.
Este grupo de turistas no necesita correr.»
«He aquí, amable lector, otra oportunidad de hacerle una jugarreta a un amigo candido. Preséntele este
silogismo y pregúntele qué opina de la conclusión.
El replicará: «¿A qué viene esa pregunta? Desde luego, es perfectamente correcta. Y si tu precioso libro de
lógica te dice que no lo « , no hagas caso. No pretenderás decirme que esos turistas necesitan echar a correr,
¿verdad'.' Si .yo fuera uno de ellos y supiera que las premisas son verdaderas, vería completamente claro que no
necesito hacerlo. Y me iría dando un paseo».
Y usted le replicará: «Pero supongamos que le persiguiera un toro demente».
Entonces su candido amigo dirá: «Hum. ¡Ah! Tengo que pencarlo un rato».
Puede usted entonces explicarle que hay un modo de comprobar la corrección de un silogismo, y es éste:
si es posible imaginar circunstancias que. sin interferir en la verdad de las premisas, hagan feba la conclusión,
el silogismo tiene que ser incorrecto».
Primeros conceptos 4 3
La lógica, por tanto, también lo es, pero con la peculiaridad de que sus
enunciados están deductivamente trabados. En lógica, como veremos, hay
axiomas y teoremas —o bien, reglas básicas y reglas derivadas de infe
rencia—, y estos últimos —o estas últimas— se deducen, se siguen
formalmente de los primeros —de las primeras. Las verdades lógicas
—cada una de las cuales no es sino el enunciado de un modelo
válido de inferencia— están organizadas en un sistema deductivo: es decir,
que algunas de ellas se toman como primitivas, y de ellas se extraen las
restantes por deducción.
Ahora bien: la lógica es la teoría formal del razonamiento, el estudio
de la argumentación formalmente válida, la ciencia de la inferencia
deductiva. Hablar de un razonamiento formalmente válido es como hablar
de un razonamiento deductivamente válido, pues la conexión entre premisas
y conclusión sólo es necesaria —sólo es deductiva— cuando es la pura
forma de las premisas la que nos arrastra a la conclusión. Nos encontra
mos, entonces, con que la lógica, que es la ciencia de la deducción,
es a su vez una ciencia organizada deductivamente, una ciencia cuyos
enunciados —es decir, las verdades lógicas, cada una de las cuales
expresa un modo válido de razonamiento— están ligadas por deducción,
se deducen unos de otros. Resulta, pues, que la lógica es una ciencia
«reflexiva», una ciencia que se dobla, que se vuelve sobre sí misma:
es la ciencia deductiva de la deducción, la ciencia formal de la validez
formal de las inferencias. Es una ciencia que se rige por los mismos
principios que estudia.
Ni que decir tiene que la lógica, en el transcurso de su larga y
sinuosa historia, ha tenido a menudo conflictos fronterizos con algunas
otras disciplinas, o incluso ha sido, pura y simplemente, confundida con
27 28
ellas: con la psicología del razonamiento , con la teoría de la ciencia ,
29 30
con la teoría del conocimiento o con la ontología .
Por supuesto también que la lógica, en cuanto ciencia del análisis formal
del razonamiento, no pretende en modo alguno agotar todos los aspectos
de éste. Hay en el razonamiento —dicho sea cometiendo la vulgaridad
de parafrasear una vez más una frase del Hamlet— muchas más cosas
que su pura forma, otras muchas cosas que la lógica no busca. Ocurre
1 1
Olvidando que, mientras la lógica es una ciencia formal del razonamiento, la
psicología es una ciencia experimental que, en u n o de sus apartados, se ocupa del razona
miento desde el punto d e vista empírico. Piaget, por ejemplo, ha dedicado muchas páginas
a establecer una neta distinción entre u n o y otra, y, al propio tiempo, a postular entre
ellas fecundas relaciones de buena vecindad.
1 9
Olvidando que una cosa es la lógica c o m o tal, la lógica «pura», y otra muy
cercana — a u n q u e distinta— Ja aplicación de patrones íógicos para eí análisis de aígunos
— s ó l o algunos— aspectos de la actividad científica y sus resultados.
2 9
Cfr. la nota anterior sustituyendo *la actividad científica y sus resultados'por *el
conocimiento humano y, c o m o forma eminente de este, el conocimiento científico*.
3 0
Olvidando que la lógica es una ciencia, mientras que la ontología es un capítulo
de la filosofía. Pero no olvidemos la llamada «ontología formal».
44 Introducción a la lógica formal
3 1
Mcr í \ i, 1003 a 23-26.
M
3 2
En rigor, no enteramente, por cuanto todo lenguaje artificial está construido en el
seno de y a partir de un lenguaje natural, y, a despecho de su posterior independencia,
que le permite funcionar a u t ó n o m a m e n t e en c a m p o s restringidos de ¡a actividad científica,
sigue en el fondo pendiente de ese lenguaje natural.
Primeros conceptos 4 5
3 3
Naturalmente, y c o m o ya h e m o s insinuado, la creación literaria es posible —feliz
mente posible— justamente porque son posibles expresiones de este tipo. Y la existencia
de sistemas lógicos en los que estas construcciones están proscritas ha de ser celebrada
en la medida en que es por respecto a ellas c o m o adquiere auténtico sentido —irónico
sentido— la obra de los artistas del lenguaje. Pero la lógica no es ni una ciencia ni un
arte del lenguaje, sino una ciencia y un arte que tiene, según tendremos ocasión de ver,
importantes intereses en el lenguaje, por lo cual se ve obligada a tratar el lenguaje
interesadamente.
46 Introducción a la lógica formal
embargo, que una ciencia sólo puede definirse, en todo caso, después de
haberla expuesto. Pasemos, pues, a exponer la lógica formal.
Bibliografía
Advertencia previa
3. Historia de la lógica*
* Especial mención merece en este punto, por sus estudios sobre la historia de la
lógica en la Península Ibérica, el Padre Vicente Muñoz. D e entre sus n u m e r o s o s trabajos
citaremos, por ejemplo, la Lógica Hispano-Porcuguesa hasta 1600. Salamanca, 1972.
Primeros conceptos 4 9
* Señalemos la gran utilidad que ha de tener para los interesados por la lógica la
consulta de los artículos sobre el tema contenidos en el Diccionario de Filosofía de J. Ferrater
Mora, 5.' ed., Buenos Aires, Ed. Sudamericana, 1965. El autor prepara edición muy
ampliada para Revista de Occidente.
Capítulo II
LA LÓGICA DE
ÉlWÑClADÓS
1. l^cipnes^básicas
Enunciados y^^cone_ctivqs
51
5 2 Introducción a ta lógica formal
" Apocalipsis, 2 0 7 y 8.
t
" En el sentido de que n o puede ser analizada en partes que sean a su vez pro-
posiciones.
54 Introducción a la lógica formal
de-analizar por dentro cada uno de ellos. Los elementos que componen
internamente un enunciado —términos que designan individuos, términos
que designan propiedadevetc.— son, por el momento, irreleyante¿^jdejej
a
plmTojcte yfei J.ógico. Sólo interesan los enunciados como tales, caba uno
deeílos en cuanto formando nn todo.
Luego
N o ha de ser siempre c o m o ahora la sociedad de los hombres;
y
Si florecen las hortensias, entonces se marchitan los tulipanes. Es así qne no se mar-
chitan los tulipanes.
Luego
N o florecen las hortensias,
_nos_ constan tes,' que rep resen tan esa. forma.... que no... va ría, julo s - signo s
jjanaStes,^ el contenido, distinto en cada caso.
Ahora bien: puesto que ía lógica se fija tan sólo en la forma, parece
que los dos razonamientos que acabamos de presentar se reducirían,
desde el punto de vista lógico, a lo siguiente:
Si entonces ...
Es así que no ...
Luego
No...
es
^9IJ9pJ.?iy^Ml°^ verdad..
38
a un enunciado cualquiera, pero, en cualquier caso, a un enunciado .
Su campojie valores está constituido por el conjunto de los enunciados.
Convendremos, siguiendo una práctica ya casi universal, enjUilizar las letras
<r c r
' p W , l'Jí.?J¿I-^S-» 5¡59^ y^ Í3ty£§ de .??unciado.
~ T á variable p, pongamos por caso, estará, entonces, en el lugar
de un enunciado cualquiera. Ahora bien: los enunciados de.,lo&_qju&
nos estajaros . . ^ c ^ como ya hemos señalado, los
enunciados descriptivos. Y lqs^enunciados .descriptivos —a diferencia,
por ejemplo, de los enunciados interrogativos, o de losprescriptjvos—
presentan una p e c u l i o ya indicada también: son siempre, o bien
9
veTaVderos o bien faísos; tienen necesariarnente un valor ...de^erdadi .
Por tanto, la variable p —de la que sólo sabemos que puede ser
sustituida por cualquier enunciado descriptivo— podría tener el^jvajor
verdad o el valor falsedad, y siempre necesariamente uno de esos dos
valores. Lo indicaremos así:
\ F
i.
o bien así:
p q
1 i
1 0
0 i
0 0
3 8
Y no, por ejemplo, a un adjetivo, o a un adverbio, o a un sustantivo. Adjetivos,
adverbios, sustantivos, son, c o m o nos ha enseñado la gramática tradicional, «partes de la
oración», y n o oraciones enteras.
3 9
En otro lugar de esta obra encontrará el lector una presentación esquemática
de aquellos otros sistemas lógicos construidos sobre el principio de que los valores de
verdad de un enunciado no se reducen a la verdad a secas y a la falsedad sin más,
sino que es necesario admitir valores intermedios: indeterminación, mayor o menor proba-
bilidad, etc. Por el m o m e n t o , sin embargo, nos atendremos al llamado 'Principio de
Bivalencia': T o d o enunciado es o bien verdadero o bien falso.
La lógica de enunciados 5 7
p * r
1 1 1
1 1 0
1 0 1
1 0 0
0 1 1
0 1 0
0 0 1
0 0 0
Es decir: que puede que los tres sean verdaderos; que puede que
sean verdaderos los dos primeros y el tercero falso; etc.
En genera^ jj^do^ el^ número^ de^com
binaciones posibles de sus valores de verdad .será 2": sTTT vale 4, es
decir7~sílbs enunciados a "considerar son en número de cuatro, entonces
la tabla presentará dieciséis casos posibles; si n = 5, treinta y dos, etc.
La negación
41
Sea un enunciado cualquiera / ? . .
Con este enunciado podemos hacer, para empezar, algo m u y simple:
negarlo. La^negación de p sjejá^^Cjomo^jes. obvio, no-p; en símbolos,,.
t—
Ahora bien: i f es también un enunciado. Tendrá, pues, un valor
de verdad. Pero su valor de verdad no será, evidentemente, el mismo
que el de p. Será más bien exactamente el contrario. Si _'¿ es yejrdadero,
^ - I J T ^ que es su negación, será.Jaíso. Y si y es.,falso, SJJ_ negación
42
será Yejrdaderai * O, e n forma de tabla:
p ~1 p
1 0
0 1
La conjunción
P y Q
O, ej^símbolos:
4 1
* Sea una clase cualquiera A.
4 2
* Pensemos en una clase cualquiera: la clase, por ejemplo, de los canallas. D e ella
formarán parte todas aquellas entidades que ostenten esa propiedad, que merezcan ese califi-
cativo. Y por respecto a esa clase p o d e m o s imaginarnos esta otra: la clase formada por
todas aquellas entidades que no son unos canallas, la clase de los no-canallas. A esta
última clase se le llamará clase complemento de la primera. Así» la clase complemento de la
clase de las cosas agradables será la clase de las cosas desagradables, la clase complemento
de la clase de los suicidas será la clase formada por todos aquellos que no se han
suicidado, etc.
Y si la clase de los suicidas la representamos así:
-A
La lógica de enunciados 5 9
p <?
1 1
1 0
0 1
0 0
p Q p A q
1 1 1
1 0 0
0 1 0
0 0 0
4 3
Julio Cortázar. Rayuela, cap. 68.
4 4
* Sean ahora» en la otra interpretación del cálculo, dos clases cualesquiera, A y B.
Supongamos que la clase A es la clase de los gasterópodos. Y que la clase B es la clase
de los necios.
P o d e m o s , a base de la clase A y de la clase R construir la clase d e las cosas que
son a la vez A y B\ la clase formada por todas aquellas entidades q u e son a la vez
gasterópodos y necios. Dicho sin rodeos: la clase de los gasterópodos necios. Esta clase es el
producto de las otras dos. Se le llama precisamente 'clase producto'. Es el producto de la
operación que llamamos también a veces 'intersección de clases*. Al igual que la conjunción de
60 Introducción a ia lógica formal
~n p A ~i q
-I p A q
p A - i q
p <?
1 1
1 0
0 1
0 0
p-i q
1 0
1 1
0 0
0 1
puesto que los valores de ~~i q son justamente los contrarios que los
de q.
dos enunciados es un enunciado, la intersección de dos clases es una clase nueva cuyos
miembros serán todas aquellas entidades qne perlemezcan o ío vez a una y a otra clase.
La intersección de la clase de los enanos y de la clase de los — d e los seres h u m a n o s —
cariacontecidos será la clase de los enanos cariacontecidos. Así pues, del mismo m o d o que
una conjunción de enunciados sólo es verdadera cuando lo son todos sus miembros, de una
clase producto de dos clase sólo formarán parte aquellas entidades que sean miembros
de ambas a la vez.
El producto de dos clases, A y B, lo simbolizaremos así:
A nJB,
y, suponiendo que cada círculo representa una clase, podríamos representarlo del m o d o
siguiente:
G©
donde la clase producto correspondería a la snperfície rayada.
La lógica de enunciados 6 1
k 1
Y si el valor de la expresión p A q es
p q pA q
1 i 1
1 0 0
0 i 0
0 0 0
p-\q
1 0 0
1 1 1
0 0 0
0 1 0
- i p-i q —i p A —i q
0 0 0
0 1 0
1 0 0
1 1 1
p A q A r
p q r p A q A r
1 i i 1
1 i 0 0
1 0 1 0
1 0 0 '0
0 1 1 0
0 1 0 0
0 0 1 0
0 0 0 0
62 Introducción a la lógica formal
La dis^nción^ m
[poq
o se es pagano, o, se es cristiano
4 5
N o así, por ejemplo, en latín, donde para la disyunción en su sentido excluyente
1
se emplea la partícula 'aut ('aut... aut.,.'), y la partícula *veV para la disyunción en su sentido
n o excluyente.
La lógica de enunciados 6 3
p o q y no ambos a la vez - * 0 ^
como
p o j o ambos,a la vez
poq
como significado
o p o q o ambos a la vez
CP v
*
p A p V
4 1
1 1 1
1 0 1
Q 1 1
0 0 0
4 , 6
También, por ejemplo, tiene sentido excluyente la partícula *o' en el c o n t e s t o
l a disyuncióu puede entenderse en un sentido excluyente o en un sentido no excluyente'.
64 introducción a la lógica formal
Y esta respuesta:
Hasta ahora, sin embargo, nos hemos puesto en el caso más sencillo.
Porque, por supuesto, no todas las disyunciones son simples disyunciones
entre proposiciones simples como
pv q
r v s
etc.,
?
* * Volvamos a las clases A y B ,dos clases cualesquiera.
S u p o n g a m o s que la clase A es la clase de todas aquellas personas que han conseguido
mantenerse en el poder por medio del terror, y que la clase B es la clase de todas aquellas
personas que han conseguido mantenerse eu el poder merced a la corrupción.
P o d e m o s , a base de la clase A y la clase B, construir la clase de todas aquellas
personas que han conseguido mantenerse en el poder bien mediante el terror, bien mediante
la corrupción, bien por a m b o s procedimientos, Para ser miembro de la clase resultante
—resultante de esa operación, a la que llamaremos 'unión' o 'suma' de clases— n o hace
falta — c o m o si ocurría, en cambio, con la operación del p r o d u c t o — haber utilizado
c o m o instrumento de poder tanto el terror c o m o la corrupción: basta con haber utilizado
uno de esos dos recursos. Aunque también, desde luego, formarán parte de esa clase
unión quienes hayan echado m a n o de ambos.
La unión de dos clases A y B la simbolizaremos así
A\JB
y la representaremos así
r v -n 5,
-1 p q -ip v q r —1 5 r v i s
0 i 1 1 0 1
0 0 0 1 1 1
1 i l 0 0 0
1 0 1 0 1 1
(p v q) v r,
cuyo valor de verdad (dado que para que una disyunción —tenga el
número de miembros que tenga— sea verdadera basta con que lo sea
48
uno solo de ellos) sería .
P q T {p v q) v r
1 i 1 1
1 i 0 1
1 0 1 1
1 0 0 1
0 1 1 1
0 1 0 i
0 0 1 1
0 0 0 0
equivale A
y ambas a
66 Introducción a ia lógica formal
p q r P A q
1 i 1 1
1 i 0 1
1 0 1 0
1 0 0 0
0 1 1 0
0 1 0 0
0 0 1 0
0 0 0 0
P q r P A q (P A q) v r
1 1 1 1 1
1 1 0 1 1
1 0 i 0 1
1 0 0 0 0
0 1 1 0 1
0 1- 0 0 0
0 0 1 0 1
0 0 0 0 0
4 9
* Utilizando a la vez los tres signos constantes de que hasta ahora disponemos
p o d e m o s construir expresiones c o m o ésta:
{ - A uB)cv-C
y del mismo m o d o q u e la expresión ' ( n p v 4) A - i r\ isomería de ésta, es un enunciado
— u n enunciado compuesto, un enunciado conjuntivo, una conjunción de enunciados—,
La lógica de enunciados 6 7
p q r -i p v q
1 i 1 0 1
1 i 0 0 1
1 0 1 0 0
1 0 0 0 0
0 1 1 l 1
0 1 0 1 1
0 0 1 1 1
0 0 0 1 1
0
1
0
1
o
1
o
1
Y ahora los de la expresión entera:
1 1 1 0 1 0 0
1 1 0 0 1 1 1
1 0 1 0 0 0 0
1 0 0 0 0 1 0
0 1 1 1 1 0 0
0 1 0 1 1 1 1
0 0 1 1 1 0 0
0 0 0 1 1 1 1
así esta expresión designa una clase: la clase intersección de, por una parte, la clase unión
de la clase complemento de la clase A y la clase B y, por otra parte, la clase complemento
t
de la clase C.
68 Introducción a la lógica formal
El condicional
J<a partí cula 'si • .., entojjces ..ejsjambién una partícula de unión entre
^en.uncia.4o.s. Podemos establecer entre un enunciado p y un enunciado q una
relación que consistiría en decir:
,SLi?.,J?nt9ixces
y quej5ejsimbc¿izaría así:
p Q p^q
1 1 1
1 0
0 1
0 0
3 0
Es decir, si se nos permite el atropello lógico-formal: «o el c ó n d o r parecía inmóvil
o la nieve parecía inmóvil».
La lógica de enunciados 6 9
se dé q constituye
lo hace falso.
p p^q
1 .1 1
<í~ : b
0 i
0 0
p i p^ q
1 i 1
1 9 0
(6 1
<T 0
i l
C o m o lo muestra el hecho de que la tabla de verdad de una expresión c o m o
4
p A n Í ' presente los valores opuestos a los de la tabla de verdad de p q\
70 Introducción a la lógica formal
jjueda ya sólo .el último caso: aquel en que son falsos tanto el
enunciado que hace de antecedentes como el que desempeña el papel
de consecuente.
-Cabe hacer, aquíjajmismas observaciones que hacíamos en torno
al.jcasp..,anterior. Una e x p r é s ^ q\ mediante la
cual queremos decir que jio. 5fi^da^p-sin-que.^. dé q, sólo., será .falsa
e a el^casQ de que p sea. verdadero Xfljalso. Y ése np.js^aquí el.. ,caso M i ;
p 0 p-+q
1 1 1
1 0 0
0 1 1
%. 0 r
53
Esa será, pues, la tabla de verdad del condicional *.
5 2
En el lenguaje ordinario, por lo demás, construimos a veces condicionales c o m o
éste:
Si Empédode* de Agrígento había nacido en Upiala, entonces el expreso de las j l , 4 ¿ tiene su salida regular
a l a s 18.36.
«Si lo» comunista* españoles se hubieran pronunciado oportuna y decididemenie por el boicot, difundiendo
en eJ país incluso pequeras hojas «obre d particular, su prestigio en el momento de la caída del ministro
Bercnguer habría aumentado considerablemente.» (L. TrotskL)
de una clase, por el hecho de serlo, son también miembros de otra (aunque no necesaria-
mente a la inversa), se dice que la primera está incluida en la segunda; se simboliza así
A <= B
[{A n B ) c C ] v [ ( - f l n D ) C C ]
Ahora bien: en esta expresión hay algo extraño. Lo extraño es que en ella aparecen
al mismo tiempo s í m b o l o s pertenecientes a la lógica de clases y s í m b o l o s pertenecientes
a la lógica de enunciados.
Bien mirado, entre operaciones c o m o * — \ W y ' u ' por una parte, y operaciones
t
{-A <j - F ) n ( B u - O,
i-An-B)
72 Introducción a la lógica formal
Puesto que son tres las proposiciones que intervienen, ocho serán
las combinaciones de sus valores de verdad:
[(P A q) v rj ->
p q r M í (P A q) v r -1 r P M
1 i 1 1 1 0 1 1 i
l i 0 1 1 1 1 1 i
1 0 1 0 1 0 0 1 i
1 0 0 0 0 1 0 0 i
0 1 1 0 1 0 0 1 i
0 1 0 0 0 1 0 0 i
0 0 1 0 1 0 0 1 i
0 0 0 0 0 í 0 0 i
ElJúcondiciona l
es un s í m b o l o de clase, y se lee
4
la clase intersección de la clase complemento de la clase A y la clase c o m p l e m e n t o
complemento de la clase B\
^c(fluC)
'si p, entonces q\
sino
'sijisólo $Lp,.entonces. q\
O, en símbolos,
((p -+ q) A (q p) ^
O, en abreviatura,
K
CJp «-> q)--
p q p++q
1 i 1
1 0 0
0 i 0
\o 0 1 ,
[(-i p v ^ r ]
p q r (pA"i?)vr «-> [(p A- i q) v r]
1 i 1 1 1 1
1 i 0 0 0 1
1 0 1 1 1 1
i 0 0 1 1 1
0 1 1 1 1 1
0 1 0 0 0 1
0 0 1 1 1 1
0 0 0 0 0 1
A = B
0
D o s observaciones a este respecto:
1. El lector habrá notado ya que el símbolo ' = ' no sirve para c o m p o n e r nombres
de clases, sino para c o m p o n e r enunciados sobre clases, para decir q u e tal clase es igual
a tal otra.
2. N o es lo mismo decir que dos clases tienen los mismos miembros — e n cuyo
caso, io que estamos haciendo, c o m o a c a b a m o s de ver, es decir que a m b a s clases son
iguales, son la misma clase — q u e decir que tienen el mismo número de m i e m b r o s —
en cuyo caso diremos que son clases equivalentes. Es obvio que si dos clases son iguales
son también, por fuerza, equivalentes. Es o b v i o , por otra parte, q u e la conversa n o es
verdadera. La clase formada por los miembros del conjunto The Beatles y la clase formada
por los cnatro Profetas Mayores son equivalentes, pero distan m u c h o de ser iguales.
"* En lógica de clases,
[ ( - ^ U B ) C C ] M [(,4 n -B) u C]
Sin apenas comentarios, porque los hechos en notas anteriores son extensivos a una
k
expresión c o m o ésta. ' = ' es un símbolo de la misma natnraleza que c * y de naturaleza
distinta a *—Y'rV y * u \
La lógica de enunciados 7 5
Un caso práctico
r A modo de aplicación de todo lo dicho hasta ahora acerca de los
signos constantes de la lógica de enunciados y de las condiciones de
verdad de los enunciados compuestos con ellos, imaginemos el siguiente
57
problema .
Supongamos que se nos entregan ocho tarjetas que poseen la siguiente
característica: todas ellas tienen dibujado por una cara un triángulo
y por la otra cara un círculo, de tal modo que si la cara visible
de una tarjeta muestra un triángulo podemos tener la certeza de que
habrá un círculo por la otra cara, y viceversa. Ahora bien: tanto los
triángulos como los círculos pueden ser de dos colores: rojos o azules.
Y aquí no hay segundad: por ejemplo, si en una cara de una tarjeta
aparece dibujado un triángulo rojo, sabemos que en la otra cara hay
necesariamente un círculo, pero no sabemos si ese círculo es rojo o azul.
Supongamos ahora que de esas ocho tarjetas se eligen cuatro. Esas
cuatro tarjetas tienen dibujadas, en sus caras visibles, estas cuatro figuras:
un triángulo rojo, un círculo rojo, nn círculo azul y un triángulo aznl.
Desconocemos, naturalmente, lo que de hecho hay en cada una de las
caras no visibles.
5 7
Este problema es, en su origen, una prueba psicológica ideada por P, C Wason
para someter a con traslación ciertas implicaciones de la teoría de Piaget sobre el desarrollo,
en el sujeto, de las estructuras lógicas. Lo que Wason presenta c o m o experiencia para
estudiar la comprensión de los enuuciados condicionales por parte de los sujetos lo hemos
convertido nosotros en un ejercicio para «repasar» la tabla de verdad de todas las
conectivas estudiadas hasta el momento. Puede consultarse al respecto el artículo de
P. C. Wason, «Regression in Reasoning», en British Journal of Psychology, 60, 4 (1969),
págs. 471-80, y su libro, en colaboración con P. N. Johnson-Laird, Psychology of Reasoning.
Structure ana Contení. Loudres, Batsford, 1972.
76 introducción a ta lógica formal
A © O A
Ahora bien: el enunciado a contrastar es una conjunción. Y una
conjunción sólo es verdadera cuando lo sou sus dos miembros. El
enunciado a contrastar es, por otra parte, un enunciado general: «En
todas las tarjetas hay un triángulo rojo y un círculo azul». Este enunciado
universal equivale, por tanto, a la siguiente conjunción de enunciados
singulares: «En la tarjeta 1 hay un triángulo rojo y un círculo azul
y en la tarjeta 2 hay un triángulo rojo y un círculo azul y en la
tarjeta 3 hay un triángulo rojo y un círculo azul y en la tarjeta 4 hay
un triángulo rojo y un círculo azul».
Salta a la vista que ese enunciado no es verdadero. No hace falta
dar la vuelta a ninguna tarjeta para saber que es falso, puesto que
podemos ver ya que no se cumple ni en la tarjeta 2 ni en la tarjeta 4.
Podría ciertamente cumplirse en las tarjetas 1 y 3, pero, aunque así fuera,
seguiría siendo falso, en cuanto que se trata de un enunciado general
que —por consiguiente— para ser verdadero habría de ser verdadero
en todas las tarjetas.
¿Cómo resolveríamos el problema si el enunciado a contrastar, en
lugar de ser un enunciado conjuntivo, fuera una disyunción: «En todas
las tarjetas hay un triángulo rojo o un círculo azul»?
Los datos del problema siguen siendo los mismos:
A © O A
Puesto que para que una disyunción sea verdadera basta con que
lo sea uno de sus miembros, sabemos ya que el enunciado es ver-
dadero en las tarjetas 1 y 3, independientemente de lo que haya en
cada una de ellas por detrás. Así pues, para saber —que es de lo que
se trata— si el enunciado es verdadero en todas, tendríamos que levantar
las tarjetas 2 y 4. El enunciado general sería, entonces, verdadero si por el
otro lado de estas dos tarjetas hubiera, respectivamente, un triángulo rojo
y un círculo azul.
Cuando el enunciado a contrastar tiene la forma de un condicional,
el problema se hace más difícil. Veamos por qué.
El enunciado en cuestión sería ahora éste: «En todas las tarjetas
donde hay un triángulo rojo hay un círculo azul». Es decir: «Dada
La lógica de enunciados 77
5 8
El enunciado 'p q' no es equivaleute al enunciado 'q -* p\ c o m o lo prueba
el hecho de que sus tablas de verdad arrojan resultados distintos:
p 4 p->q <? — P
1 1 1 1
1 0 0 1
0 1 1 0
0 0 1 1
5 9
Y los datos de la psicología parecen indicar q u e no es fácil poseer — o , al menos,
actualizar— esta capacidad.
78 Introducción a la lógica formal
A © © A
6 2
Habría pues, que levantar las tarjetas 1 y 2 .
Nos queda por examinar el caso en que el enunciado cuyo valor
de verdad hemos de determinar es un bicondicional. Ese enunciado
bicondicional podríamos formularlo así: «Solamente hay un circulo azul
63
en aquellas tarjetas en las que hay un triángulo rojo» . O también,
puesto que el bicondicional no es, como hemos visto, sino una con-
junción de condicionales, así: «En todas las tarjetas en las que hay un
triángulo rojo hay también un circulo azul, y en todas las tarjetas en las
64
que hay un círculo azul hay también un triángulo r o j o » .
¿Qué tarjetas habría que levantar para averiguar el valor de verdad
de un enunciado como éste? La respuesta es: todas.
En efecto: un enunciado bicondicional es verdadero cuando y sólo
cuando los enunciados que lo componen tienen el mismo valor de verdad,
6 0
Es decir, aquellas que ostenten (o puedan ostentar por su cara no visible que,
en ese caso, habría que considerar c o m o antecedente) un triángulo rojo.
6 1
Es decir, aquellas en las que aparece dibujado un círculo que no es azul, sino rojo.
6 2
E incluso podría bastar con levantar una sola de ellas, la 1, en el caso de que
esta primera tarjeta hiciera ya falso el enunciado, c o n l o cual resultaría ocioso dar la vuelta
también a la otra.
Con frecuencia resulta difícil para el lector — y aún más para el sujeto de la prueba—
comprender por qué n o es necesario levantar la tarjeta 3. La razón es clara: porque o bien
esa tarjeta tiene por el lado no visible un triángulo rojo, con lo cual no hace sino
confirmar una vez más, de m o d o redundante, el enunciado en cuestión, o bien tiene por el
otro lado un triángulo azul, y en ese caso —exactamente por las mismas razones que la
tarjeta 4 — resulta irrelevante para el asunto que nos ocupa.
6 3
Esta formulación suena mejor, aunque es m e n o s JiferaJ, menos «canónica», que esta
otra: «Si y solamente si en uua tarjeta hay un triángulo rojo, entonces hay también
un círculo azul.»
6 4
O, más literalmente: «Si en una tarjeta hay un triángulo rojo, entonces hay tambiéu
un círculo azul, y si en una tarjeta hay un círculo azul, entonces hay también un
triángulo rojo.»
La lógica de enunciados 7 9
(""" P -> 4) A
¡P -> q)
El texto se compone, en efecto, de dos enunciados, compuestos ambos,
separados por un punto y coma. Visto desde la perspectiva del lenguaje
lógico, un punto y coma sin más equivale a una conjunción. Cada
6 6
Se ha dicho a menudo que el lenguaje se queda corto ante la realidad, que
se muestra torpemente inexpresivo ante las muchas y diversas cosas que queremos expresar;
pero también cabría afirmar en algún sentido que el lenguaje es superabundante, q u e
82 Introducción a la lógica formal
(5) C o m o siga apareutando tanta felicidad, empezaré a pensar que sufre conside
rablemente.
(6) Se puede decir que Marx era un hegeliano, con tal de que se aclare en qué
sentido y hasta qué punto.
(1) Si se tiene algo suficientemente triste en que pensar, enionces es agradable ca
minar bajo la lluvia.
(5) Si sigue aparentando tanta felicidad, entonces empezaré a pensar que sufre
considerablemeute.
(6) Si se aclara en qué sentido y hasta qué punto, entonces se puede decir que
Marx era un hegeliano.
dispone de «demasiadas palabras», que tiene ronchas maneras distintas de decir uua misma
cosa. T o d o depende quizá de si queremos decir demasiado o demasiado poco.
La lógica de enunciados 8 3
(p -> q) A (r -r q)
es decir:
(1) Miré los muros de la patria mia / si un tiempo fuertes ya desmoronados (Que-
vedo).
(2) Caminara siete Jeguas / sin encontrar cosa viva / si no fuere cuervos negros /
que los perros no querían (Romance de ia muerte ocultada).
(4) ¿Adocenarte? ¿¡Tú... del m o n t ó n ! ? ¡Sí has nacido para caudillo! (Escrivá).
(7) SI alguna vuelta h e cantao / ante panzudos patrones / he picaniao las razones /
profundas del proberío (A, Yupanqui).
(8) Si p o d e m o s presumir un descuido por parte de uno, dos o tres, sin duda el
cuarto hubiera pensado en ello (E. Alian Poe).
l
En todos estos enunciados aparece el término si\ No todos esos
enunciados, sin embargo, son propiamente condicionales. En el caso 3,
t
por ejemplo, el *si sirve para introducir una oración interrogativa indi-
recta; en el caso 8 —como en el 1— esa partícula parece tener sentido
1
adversativo, equivalente a 'si bien', 'aunque' o 'mientras . ¿Qué decir,
4
por otra parte, del si* de 'apenas si es montaña'? Etcétera.
El análisis lógico revela, pues, la existencia de una diversidad pro-
funda por debajo de la aparente uniformidad. Lo lingüísticamente idéntico
resulta ser lógicamente diverso. Otro tanto ocurre en los ejemplos
siguientes:
(1) Cuando Randolph Cárter cumplió los treinta años, perdió la llave de la puerta
de los sueños (Lovecraft).
68
neurótico. Pero, puesto que soy un neurótico, ese asunto me preocupa» ,
estoy jugando a razonar, a inferir unos enunciados a partir de otros.
Y es que hay un juego de lenguaje, una forma de jugar con el lenguaje
ordinario, que'^consiste en razonar, en hacer inferencias. Pues bien: el
lenguaje de la lógica, construido sobre la base de este juego ordinario
de lenguaje, es un juego de lenguaje formalizado que consiste, pura y
simplemente, en razonar. Las relaciones entre el juego de la lógica en el
lenguaje ordinario y el juego de la lógica en un. lenguaje formalizado
no "se pueden establecer de una vez por todas. Hemos dicho ya que el
segundo es una reconstrucción, una «puesta en limpio» del primero:
las^Teglas de razonamiento, que en aquél eran vagas e implícitas, se
vuelven en éste explícitas y precisas; la estructura de los razona miento s,
qu'eerí"aquél estaba oculta o incluso desfigurada, se hace en éste patente
a solas. La traducción de un lenguaje a otro no es una traducción
automática. Exige, como toda traducción, percepción de matices, imagi-
nación, atención, en suma, a un contexto ilimitado.
~> P>
jQL£P¿npue$ta, como
~> (P v q\
~> íip A q) r],
etc.,
8
* En s í m b o l o s :
(~> P - ~i ?) - P)
etc.
Dicho de otro modo: la conjunción, la disyunción, el .condicional
son
X.el..bicondicional . . conectivas dictdicos o binarias. -.La—negación, en
cambio, escuna conectiva monádica o singularia.
Pues bien: ¿cuántas son las conectivas monádicas? Y, ¿cuántas.Jas
diádicas? Es decir: ¿cuántas operaciones pueden realizarse con unajoja
proppsición? ¿Y con dos proposiciones?
Qon una sola proposición se pueden, llevar a cabo cuatro operaciones.
Hay cuatro conectivas monádicas, por tanto.
69
JCojidos proposiciones .sjpnjso^bks^ operaciones . Son, pues,
dieciséis las conectivas diádicas.
¿Por qué?
No porque de hecho sólo hayamos encontrado cuatro y dieciséis,
respectivamente, sino porque, por principio, son cuatro y dieciséis, y no
pueden ser ni .rnenos. nLmás.
• Meamosprimero por qué las_conectivas jdiádieas son, de una vez
v
70
por todas, exactamente dieciséis .
Hemos dicho que, dados dos enunciados cualesquiera, son cuatro
las combinaciones que pueden hacerse de sus valores de verdad. Lo re-
presentábamos asi:
P 4 I
V V
V F
F V
F F
Ahora bien: puesto que la falsedad de un enunciado supone la
verdad de su negación (y viceversa, por supuesto) jsabria..dar a-esXas
cuatro jcombinaciones la .siguiente.Iojcraa:
: ;
y ) <L
( p A í ) v ( p A - i q) v ( - 1 p A q) v ("i p A - 1 q\
** Con tres proposiciones, 256 operaciones. Con cua t ro, 65.5 36. C o n cinco, 4.294.967.296.
Etcétera.
7 0
Aunque seria más natnral empezar por las cuatro conectivas monádicas, n o s parece
que la alteración del orden ha de servir para una mejor comprensión del asunto.
La lógica de enunciados 8 7
(Á c
subconjunto del conjunto {a, b, c, d): todos los miembros del primero
son, efectivamente, miembros del segundo.
Nos faltan todavía, sin embargo, dos subconjunto^ de ese conjunto.
Son*estos~i
7 1
Y lo diremos de manera más técnica y precisa en un capítulo posterior.
7 2
En general, y c o m o fórmula, si un conjunto tieuc n miembros, sus subconjuntos
serán en número de 2". Así pues, sí el conjunto que nos ocupa tiene, como de hecho
tiene. 4 elementos, teudrá 2 \ es decir, dieciséis subconjuntos.
88 Introducción a la lógica formal
p q p -> q
1 1 i
1 0 0
0 1 i
0 0 i
casos:
P 4 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
1 1 1 0 0 0 l 1 1 0 0 0 1 1 1 0 1 0
1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 1 0 1 1 0 1 1 0
0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 1 1 1 0 1 1 1 0
0 0 0 0 0 1 0 0 1 1 0 1 0 1 1 1 1 0
p A q p A q p A q P A q
p A ^ q p A - i q p A - i q
^pAq ~ i p A q
1P A—l¿J i p A ~ ~ \ q ~ \ p A \ q
9 10 11 12 13 14 15 16
P A q P A q P A q P A q
PA-1<Z p A - \ q P A ^ q p A - n q P A - 1 4 -
( - I P A ? - i p A q - t p A q i p A q -*P A q - i p A q
ipA ) q \p A \ q \p A \ q \p A \ q — \ p A \ q
• 9 0 Introducción a la lógica formal
Es decir:
a b
p v -i p
2
Este conjunto tendrá 2 , es decir, 4 subconjuntos. Estos:
1 1 0 1 0
0 0 1 1 0
1 2 3 4
p — P —
— -i P "i P —
7 3
P o d r í a m o s también interpretar esa expresión funcional de tal m o d o que fuera el valor
de x el que dependiera del valor otorgado a y. Si a y le d a m o s el valor 36, el valor de x será 18;
si d a m o s a y el valor 2B0, el de x será 140; etc,
92 introducción a ia lógica fotmaí
1
etcétera— es una función de Jos jfalores ^e^eid^á de los enunciados
que lo componen. Estos serán los argumentos de la función, y aquél el
valor de ésta. Esa es lajrazónde^que^las cpnectiyas a menudo se las lljune.
p q p-> q
1 1 i
1 0 0
0 1 i
0 0 i
La lógica de enunciados 93
¿ 3 ( 1 , 1)=» 1
/ (1,0) = 0
13
/n(0,1) - 1
Z.(U) = i
/i(l,P)-0
/i(0,1) = o
^(0,0) = o
Etcétera.
Las conectivas pueden, por tanto, interpretarse como funciones. Como
funciones de verdad. En efecto: los argumentos de estas funciones son
valores de verdad —los valores, 1 o 0, de los enunciados simples—;
y los valores de la función son también valores de verdad —los valores,
1 o 0, del enunciado compuesto con la conectiva. Son, pues, los valores
de verdad lo único que interviene. Mejor dicho: en rigor, es lo único
que podría intervenir. En efecto: un enunciado transmite un determinado
contenido y a la vez, posee un determinado valor de verdad. Pero al
?
La reducción de^functgres^
V q vhq
1 i 0
1 0 i
0 i i
0 0 0
7 4
D e las cuatro funciones monádicas nos h e m o s q u e d a d o tan sólo con la negación.
Las otras tres son definibles por medio de ésta y de alguno de los functores diádicos.
En efecto: la función monádica núm. 1, cuyos valores son { 1 , 0 ] se definiría así:
p A p,
p p A p
X 1
0 0
p v - i p,
p p v -ip
1 0 1
0 1 1
P A -1 p
p p A - i p
1 0 0
0 1 0
La lógica ge enunciados 9 5
p 9 p^q - i ( p <-> q)
i 1 í 0
1 0 0 1
0 1 0 1
0 0 1 0
1 i 1 1 i 1 0 0 1
1 0 0 f 0 0 0 0 0
0 i 1 0 i 0 1 1 1
0 0 0 0 0 0 1 0 0
Etcétera»
No es necesario, por tanto, utilizar las dieciséis funciones, diádicas.
Nos bastaron cuatro de ellas más la negación.
PeroJofJayía podemos ir más lejos en nuestro afán por economizar
signos. Podemos todavía reducir el. número de constantes.
Todas las funciones diádicas son, en efecto, r e d u ^ t i b ^ incluso
nos es dado elegir cuáles sean esas dos:
(P A q) -> (q A p)
es, en realidad, un esquema de infinitas expresiones: el esquema de las
infinitas expresiones que podríamos obtener sustituyendo y y y por
enunciados distintos cada vez.
Pues bien; ahora, al mostrar cómo unas conectivas pueden ser definidas
en términos de otras, vamos a utilizar, no ya variables, sino variables
r
de vari/ibles, metavariables. Y así como las variables V , y , V, 's',~ t\ etc.
pueder. ser sustituidas por proposiciones ^cualesquiera, asi nuestras_meta_-
¿
vanables, X\ 'Y\ *¿\ etc., godrán ser sustituidas por cualesquiera
expresiones compuestas.de variables de enunciado. Utilizamos metavaria-
bles para hablar acerca de expresiones construidas con variables de
enunciados para mencionar yariables.de enunciado. Ellas pertenecen, por
tanto, al metalenguaje. Son, pues, variables metalógicas, y, señaladamente,
sintácticas, pues en las expresiones en que aparecen sólo se hace referencia
a las relaciones entre secuencias de signos, y no también, por ejemplo,
al significado de éstos.
Así pues, del mismo modo que una expreMóncqmp
7 6
En rigor, y snpnesto que de l o s enunciados en general sabemos que pueden y tienen
que ser o bien verdaderos o bien falsos, podríamos decir que el c a m p o de valores de esas
variables está constituido por el conjunto:
1,0
(i v
O
o por
,íp A 4) v (q A rf^i
^ por ^
([P -* (i A r)] v tq-> (p A r)%\
etcétera.
A) Negación y disyunción^
Vamos a ver, entonces, utilizando variables sintácticas, cómo, en primer
lugar, pueden definirse las restantes funciones diádicas en Jérminos_¿el
functor neggción~y del functpr disyimcján. Nos bastará, cómo decíamos,
con definir en términos de éstos la conjunción, el condicional y el bicon-
dicional.
Pues bien: he aquí esas definiciones.
Q?) (X A Y) = . n ( n J í v n n
D /
(¡GAQ)~-\ (1 p v -1 R
QY :>
7 7
C o m o veremos al final de este apartado, el bicondicional sirve para expresar, para
«reflejar» en el lenguaje lógico la relación metalógica de equivalencia.
7 8
Pensemos en ejemplos c o m o *Si se mueven, disparo' (*p -* q*), equivalente a ' N o se
4
muevan o disparo' ( ~i p v q*).
98 Introducción a la lógica formal
Cl/ (
* ~ y )
= o/-^ A: v y) v - i (-1 y v X)].
(x A y) = D f . - i (-n x v - i y),
[(-i x v Y) A (i y v x ) ] = j y . - i [-i (-i x v y) v - i (-J y v x)].
B) Negación y conjunción
7 9
Queda claro, por otra parte, que p o d e m o s también prescindir de las otras tres
funciones monádicas (cfr. la nota 74), pues son también definibles en términos de negación
y disyunción. En efecto: Ja función monádica núm. 1 quedaría definida c o m o
X V X
X V -I X
En cuanto a la núm. 4, quedaría definida c o m o
-J ( X V X)
La lógica de enunciados 9 9
2° (X -+ Y) = D / . ) (X A ) y).
En efecto: decir que una cosa es condición de otra es tanto como
decir que no es el caso que se dé la primera y no se dé la segunda.
Por ello, una forma más de expresar un condicional, 'si p, entonces q\
4
sería ésta: No p, sin q\ 'no se da lo enunciado por p sin que se dé
lo enunciado por q\
3.° {x ~ Y) = C i {x A i y) A i (y A i x)i
En efecto:
C) Negación y condicional
2 o
(X A Y) = D / . I (X - - i y).
En efecto:
(x ~ y) = [_(x - y) A ( y - * ) ] = D I . -i c u y) ^ -r (y x)j
8 0
La disynnción podría incluso definirse mediante el condicional exclusivamente, sin
necesidad de emplear también la negación:
(x v r)-orí(x->r)->Yl
100 Introducción a la lógica formal
?w
p <? pU
1 1 0
1 0 1
0 1 1
0 0 í
p q Pl q
1 1 0
1 0 0
0 1 0
0 0 1
1* X v y = .l(X\X)\(Y\Y)l
Df
(pvq)Ȓ(p\p)\(q\q)l
8 1
'Función barra*, por el m o d o c o m o acostumbra a representarse. 'De Shefler\ por el
nombre de quien euunció, en 1913, la posibilidad de definir todas las demás funciones
en términos de ésta.
La lógica de enunciados 1 0 1
i J 1 i i 0 0 1
1 0 1 1 0 0 1 1
0 1 1 0 1 1 0 1
0 0 0 0 0 1 1 0
2 o
x A y ~D .l(X\Y)\iX\Y)l
f
En efecto:
( x ~ y) = D I . [ ( x —* Y) A (y —• x ) ] - 0 / . { [ ( x | x ) | ( x | x ) ] | (y | y)}
AW\Y)\(Y\m¡}\{X\X)}.
82
de «hablarlo» . Estamos en disposición de servirnos de él, ya sea para
analizar expresiones del lenguaje natural y traducirlas al lenguaje lógico
reduciéndolas a su forma, como cuando traducimos la expresión
A no ser que se produzca un milagro, esta será la última vez que Henry Jekyll
piensa con su p r o p i o cerebro y vea su imagen reflejada en el espejo (R, L. Stevenson).
de esta forma
p A {q v r )
(p v q)++{q A - i r )
Í(P -> q) A -i q] -» ~r p
( P H 9 ) v ( n q A r )
Etcétera.
9 2
Hablar de «hablar un lenguaje formalizado», es, prácticamente, una metáfora (y de ahí
las comillas en el texto), a uo ser que se emplee el término en su sentido amplio
(«hablar» un lenguaje, en el sentido general de emplearlo c o m o sistema de comunicación)
y no en sentido estricto («hablarlo», en el sentido de utilizarlo oralmente). Porque los
lenguajes formalizados son de hecho más bien lenguajes escritos.
8 3
Si bien es cierto que podríamos transformarlos en esquemas de inferencia sin más
que definir su functor principal en términos del condicional.
La lógica de enunciados 1 0 3
¿Son válidos los tres? ¿Se trata de tres formas válidas de razonar?
Veámoslo por medio de las tablas de verdad.
La primera expresión es un condicional. Hallemos, pues, en primer
lugar, los valores de verdad de su antecedente:
1 i 1 X X 1
1 X 0 i 0 0
X 0 1 0 1 0
1 0 0 0 1 0
0 1 1 1 1 1
0 1 0 1 0 0
0 0 1 1 1 1
0 0 0 1 1 1
8 4
T o d o razonamiento tiene — o , c o m o veremos, puede ser reducido a— la forma de un
condicioual (o, naturalmeute, de un bicondicioual).
104 Introducción a la lógica forma/
p q r p r
1 1 1 1
1 1 0 0
1 0 1 1
1 0 0 0
0 1 1 1
0 1 0 1
0 0 1 1
0 0 0 1
[(P -+ q) A (q -* r)]
A (q -* r) (p-r)
1 1 1
0 0 1
0 1 1
0 0 1
1 1 1
0 1 1
1 1 1
1 1 1
r pv r C(p A q) - r]
p q P A q (p A q) r
-*(pvr)
1 i 1 1 1 1 1
1 i 0 1 0 l 1
1 0 l 0 1 1 1
1 0 0 0 ] 1 1
0 1 1 0 1 1 I
0 1 0 0 1 0 0
0 0 1 0 1 1 1
0 0 0 0 , 1 0 0
La lógica de enunciados 1 0 5
(q v r) C(P A q) - p]
(p A q)
p Q r P A q q v r -iq ~i r A ( ' q •+ í(q ') v
->P A —i r)
A ) r) A h ? A i r ) )
1 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0
1 1 0 1 1 1 0 1 0 0 0
1 0 1 0 1 1 1 0 0 0 0
1 0 0 0 1 0 1 1 1 0 0
0 1 1 0 1 1 0 0 0 0 0
0 1 0 0 1 1 0 1 0 0 0
0 0 1 0 1 1 1 0 0 0 0
0 0 0 0 1 0 1 1 1 0 0
8 9
Entre los varios procedimientos d e decisión, señalemos por ahora, j u n t o al de las
tablas de verdad, el llamado « m é t o d o de reducción al absurdo». Consiste esencialmente
en lo siguiente:
es, como antes hemos visto, válido, la conjunción de sus premisas con la
negación de su conclusión
(p q) A (q -> r) A - i (p -v r),
Partimos del supuesto de que es falsa, de qne se trata de una contradicción, y si,
desarrollando las consecuencias de esta hipótesis, venimos a caer en una inconsistencia,
entonces habremos de retirar la hipótesis y concluir que la expresión es verdadera, que es una
tautología.
C o m e n c e m o s s u p o n i e n d o que la expresión es falsa, cosa que indicamos escribiendo
el símbolo de la falsedad debajo de la conectiva principal:
[(p A q) -» r ] -+ [p - [q -* rfl
í 0 0
[ ( j J A ^ r ] - [ p - . ( ^ r)]
1 1 1 0 0 10 10 0
s
Se la conoce con el nombre de 'Ley de Doble Negación* * .
9 6
U n a propiedad específica de los conjuntos infinitos — e s decir, de aquellos conjuntos
con un número infinito de m i e m b r o s — es que son equivalentes a algnno de sus subconjuntos
propios. Así, por ejemplo, el conjunto de los números naturales tiene tantos miembros c o m o el
conjunto de los números pares o c o m o el conjunto de los números impares, o c o m o el conjunto
de los números primos, o c o m o el conjunto de los números cuadrados (siendo c o m o es cual
quiera de éstos un subconjunto de aqnet):
1,2,3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10...
2,4,6, 8 , 1 0 , 1 2 , 1 4 , 1 6 , 1 8 , 20..
1, 3, 5, 7, 9, 11,13, 15,17. 19...
1,3,5, 7, 1 1 , 1 3 , 17, 1 9 , 2 3 , 29...
1,4, 9, 16, 25, 36, 49, 64, 81, 100...
9
2. (P*q)^p* *.
9 0
3-' P-lpvq) *,
91
A 2 y a 3 se les llama "Leyes de simplificación' .
9 3
Ley de contraposición (del condicional) .
5. {p A <?) - > {q A p) 9 4
\
7. < p « g ) - , f c «_>„)«•.
91
Ley <fe conmutatividad del bicondicional .
8 9
* En lógica de clases
(/lnB)c/l
q->(pv q)
92
* {A c B ) - ( - F c -A).
9 3
Hay también," por otra parte, uua Ley de contraposición del bicondicional:
98
8. l(p A q) A r ] - [ p (q A A r)] '.
Ley ¿e cisociatividad de la conjunción.
1
11. [ p A f o v r)]-> [(p A *) v (p A r ) ] ^ .
l 0 4
13. [p^(q A , ) ] - . & > - . * ) A (p - r)] \
9 6
* [(^B)nC]c[/ln(BnC)].'
[{4 = 8) = C ] -> Di - (B « q ] .
1 0 1
El condicional n o posee, ta m poco, la propiedad asociativa. Si la poseyera, su formula-
ción sería ésta:
21. (^p^p)^pi^
Ley ¿e Clavius.
1 0 8
A la ley inversa a ésta
[p ta — ')] [(p A 4) -+ r ]
«O debemos filosofar o no debemos hacerlo. Si debemos hacerlo, entonces debemos hacerlo. Si n o debemos
hacerlo, entonces también debemos hacerlo [para explicar por qué no debemos hacerlo]. Luego en cualquier
ca*o debemos filosofar.»
En símbolos:
xn
22. " i (p *-q)-*ti.P v -i q) \
112
ley de De Morgan .
1 1 3 .
23. n ( p v ^ h M ^ í ) . '
Segunda ley de De Morgan.
25. [{p v q) A - i g] -* p.
1 5
Segunda ley de inferencia de la alternativa * .
U 1
* - H n f l ) £ ( - / í u -5).
1 1 2
A esta ley y a la siguiente se les llama 'Leyes de D e Morgan* por Augustus
de Morgan, que, si bien n o fue el primero en formularlas (pues h u b o quien lo hizo ya
en la Edad Media), sí fue quien las redescubrió en el siglo xix para la lógica contemporánea.
1 1 4
A esta ley, y a la que la sigue eu nuestra enumeración, se les ha venido
llamando «silogismos disyuntivos». Este m o d o de hablar n o es, sin embargo, más que una
coucesión a la tradición .Estos esquemas de inferencia no son silogismos, y n o s parece
que éstas e una buena razón para n o darles ese nombre.
l l
* El lector, llevado por consideraciones de simetría, podría sentirse inducido a pensar
que también son válidos estos dos esquemas:
[ip v q) A p ] -+ - i q
y
[(PVí)A(}]-fn/!
U n instante de reflexión bastará, sin embargo, para que se ^percate de que iio es así.
La disyunción que constituye la primera premisa no es excluyen te. Si es verdadera es
porque lo es al m e n o s uno de sus miembros o porque lo s o n los dos. P o r tanto,
de la falsedad dé u n o cualquiera de ellos puede deducirse la verdad del otro (de otro
modo, es decir, si a m b o s fueran falsos, la disyunción sería falsa, siendo así q u e estamos
operando sobre la base de que las premisas s o n verdaderas). Pero de la verdad de u n o
de ellos n o puede concluirse la falsedad del otro.
U 6
A esta ley se la c o n o c e con el nombre que le dieron los lógicos medievales.
'Modus ponendo ponens* quiere decir: aquel m o d o de razonar, aquella forma de infereucia
%
que, afirmando q u e se da una relación condicional [ p *-» q') y afirmando (ponendo) que se
da lo enunciado por el antecedente, deduce y afirma (ponens) c o m o verdadero lo enunciado
por el consecuente.
Está clara la razón por la que el esquema es válido: uo hace más que desarrollar el
sentido del condicional.
112 Introducción a la lógica formal
Etcétera.
1 1 7
A esta ley se la c o n o c e con el nombre que le dieron los lógicos medievales.
* Modus tullendo tollens' quiere decir: aquel m o d o de razonar, aquella forma d e inferencia
que, afirmando que se da una relación condicional, y negando (tollendo) que se dé lo
enunciado por el consecuente, deduce c o m o falso y niega (toílens) lo enunciado por el
autecedente.
También aquí, c o m o en el caso anterior, está clara la razón por la que el esquema
es válido.
• • *
Parece existir una fuerte tendencia a creer que, puesto que son válidos los dos
esquemas anteriores, han de serlo también estos otros d o s :
[(p q) A - i p ] -* - i q
[(P"*Í)A?]-»P
N o lo son, sin embargo, y para entender el por qué basta con pararse a pensar en
cuál es el sentido lógico estricto de la función llamada 'condicional'. Con la expresión
'si p, entonces q' queremos decir que p es condición suficiente de q, pero no condición
necesaria (es decir, n o necesariamente la única condición). Por tanto, ni de] hecho de que n o
se haya producido lo enunciado por p p o d e m o s concluir formalmente que es falso que se haya
producido lo enunciado por q ni del hecho de que se haya producido lo enunciado por q
%
podemos concluir formalmente que se haya producido lo enunciado por p. (En este sentido si
serán válidos, en cambio, los esquemas '[(p q) A —i p ] —\ q y '[(p«-+ q) A q] -* p\)
y
* *• *
En relación con el modus tollendo tollens parece oportuno hablar, siquiera sea brevísima-
mente, de los llamados « m é t o d o s de reducción al absurdo». Reducir una hipótesis al
absurdo consiste en mostrar que de ella se derivan consecuencias que son inaceptables
y que, por tanto, deben ser negadas: si conseguimos mostrarlo, habremos mostrado por
ende la Necesidad d e retirar la hipótesis de la que partíamos y que nos ha conducido a ellas.
El modus tollendo tollens es un ejemplo claro de este tipo de argumentación: Si es
verdad que p, entonces es verdad que q. Ahora bien: no es verdad que q. Luego no es
verdad que p.
Otro m o d o de argumentación de este mismo tipo seria la siguiente:
que podría parafrasearse simplemente diciendo: puesto que la hipótesis p nos conduce a
consecuencias contradictorias [{p ->{q A -n q)], hemos de negarla.
Otro esquema d e inferencia que responde a la misma idea seria
1 1 1
Por ejemplo:
(P A p) - p
(pvp)-»p
C(~» P - í ) A (p - I q)] (-> q ~ p)
[(p - í ) A ( p A - i í ) ] - » r
Etcétera.
1 1 9
Es decir, que, cuando un esquema de razonamiento es válido, d a d o un razonamiento
concreto cualquiera construido de esa forma, se puede decir que el antecedente implica el
consecuente.
114 Introducción a la lógica formal
(P A q) - q
(p v q) -> r,
el enunciado 'no está el mañana ni el ayer escrito (A. Machado] implica el enun-
1 1 2 0
ciado 'no está el mañana e s c r i t o
equivale a decir
122
En ambos casos estamos usando un metalenguaje . No estamos,
en cambio, usando un metalenguaje cuando decimos
Repárese, sin embargo, en que este último enunciado, 'El antecedente implica el conse-
cuence', pertenece al metalenguaje del lenguaje de ia lógica de enunciados. El término
'el antecedente* no se refiere a ningún ennnciado, sino al nombre de cualquier enunciado
que ocupe ese puesto en una expresión construida con un condicional. Por supuesto que
otro tanlo cabe decir del término 'el consecuente".
l 2 , —
°-
Es decir: h p A n q' implica i p \
1 2 1
O, lo que es lo m i s m o : el condicional asi formado está construido de acuerdo
cou uu esquema formalmente válido.
1 1 2
Estamos mencionando enunciados para decir que existe una relación —Ja relación
de implicación— entre sus nombres.
La lógica de enunciados 1 1 5
(p - q) <-> (n P v- q)
y
es un esquema válido de inferencia, podemos decir que *p -* q es
equivalente a p v q\ En cambio, dado un bicondicional como
( P A Í ) H ( H / ) V q\
1 2 3
En efecto: puesto que en lógica s ó l o se t o m a n en cuenta los valores de verdad
d e los enunciados (y no también el contenido que expresan), de tal manera que, para
el caso, es c o m o si la variable p, por ejemplo, designara uno de los dos valores, V o F, y
puesto que un bicondicional sólo es verdadero cuando los valores de verdad del antecedente
son idénticos a los valores de verdad del consecuente, si encontramos que un bicondicional
es lógicamente verdadero p o d e m o s comentarlo en el metalenguaje diciendo que su antecedente
equivale a su consecuente.
116 Introducción ala lógica forma!
124 125
mismo los valores de verdad de uno y o t r o , Más adelante
veremos, en acción, la necesidad de estas distinciones que acabamos
de hacer en el plano teórico.
Simbolización y formalización
1 2 4
El bicondicional plantea problemas importantes.
Por ejemplo, hemos visto que el bicondicional posee, a diferencia del condicional,
la propiedad conmutativa (y así lo expresa la ley que en nuestra lista lleva el número 7).
Ahora bien; la razón que aducíamos para expUcar que el condicional no posee la
propiedad conmutativa era ésta: la relación condicional no es conmutativa porque lo que
expresa es justamente que lo enunciado por una proposición es condición de —antecede^
UPSDE punto de v i s t a l ó g i c o , a — lo enunciado por otra proposición. Y siendo esta
relación relacióu ordenada (es decir, en términos técnicos, una relación que, entre otras
u n a
miembros del conjunto de los profetas menores sustituyendo cada uno de los
nombres por un símbolo distinto, con lo cual, en lugar del conjunto
126
admitidos a tal efecto dentro del cálculo— a partir de los a x i o m a s ,
en fundamentar su verdad en la de otros enunciados cuya verdad consta.
Mediante métodos como el de las tablas de verdad sólo llegábamos
a saber que unos determinados enunciados eran verdaderos, Mediante su
demostración en un sistema axiomático podemos alcanzar a averiguar
cómo y por qué lo son: hemos de ver que las tautologías derivadas
como teoremas no son otra cosa que transformaciones válidamente efec-
tuadas de las tautologías elegidas corno axiomas.
Pasemos, entonces, a presentar un sistema axiomático para la lógica
de enunciados. Se trata del sistema que A. N. Whitehead y B. Russell
dieron a conocer en sus Principia Mathematica (1910-13), el llamado
—y así lo llamaremos también nosotros de ahora en adelante, para
127
abreviar— «Sistema PM» de la lógica de enunciados >
El sistema PM
A) Símbolos primitivos:
1. Variables preposicionales: p, q, r, 5, £, p lf qr l9 lf sl9 t u p , q>
B n
^ns í««
1 2 8
2. Conectivas o functores de enunciado: -™», v .
3. Signos de puntuación: paréntesis diversos, como '(> )*> T> ] \
4 1 2 9
U' .
130
B) Símbolos definidos .
(A)X A Y = 0 / . - " (-1 X v - i Y)
(->)*-> y = .^ x v y D f
(«-•) x «-> y = . - 1 [ - 1 ( - 1 x v Y) v
0 f -1 (-1 y v x)].
1 2 6
O , c o m o v e r e m o s , a partir de o t r o s t e o r e m a s ya d e m o s t r a d o s .
1 2 7
E n l o q u e s i g u e — y casi huelga el d e c i r l o — nos limitaremos a exponer, con
variaciones s ó l o d e detalle, lo e x p u e s t o por W h i t e h e a d y Russell en su o b r a , o por o t r o s
autores q u e a su vez h a n i n t r o d u c i d o v a r i a c i o n e s de d e t a l l e e n la p r e s e n t a c i ó n de a q u e l l o s .
Es de señalar la utilidad q n e para n o s o t r o s ha t e n i d o u n a o b r a c o m o la d e G. E. H u g h e s
y D . G. Londey^ The Elements of Formal Logic ( L o n d o n , M e t h u e n , 1965), d o n d e se ofrece
una p r e s e n t a c i ó n m o d e r n i z a d a del s i s t e m a P M .
1 2 8
R e c u e r d e el lector lo q u e en el a p a r t a d o anterior se i n d i c ó acerca de la r e d u c c i ó n
de funciones. En u s o de la libertad q u e esa p o s i b i l i d a d d e r e d u c c i ó n ofrece, Whitehead
y Russell eligieron c o m o funciones primitivas, n o definidas, la n e g a c i ó n y la d i s y u n c i ó n .
1 2 9
No alcanzamos a comprender cómo es q u e h a y a u t o r e s que, en lugar d e los
paréntes'iSy e m p l e a n , c o m o s i g n o s d e p u n t u a c i ó n , p u n t o s , d e tal forma q u e u n a e x p r e s i ó n
como
O - {q - r)] - í{p A ^ r ]
se transforma e n
p- q r : -» : p A 4 —• r,
e x p r e s i ó n c u y a estructura se deja a p r e h e n d e r — n o s parece— con m u c h a m e n o s facilidad.
1 3 0
Ya h e m o s d i c h o q u e a u n q u e en principio p o d r í a m o s o p e r a r c o n s ó l o d o s f u n c i o n e s
d e verdad (o i n c l u s o , c o m o h e m o s visto, c o n s ó l o una), e n la práctica es m u c h o más
120 introducción a la lógica formal
C) Reglas de formación:
RF1. Una variable preposicional sola es una expresión bien
formada del cálculo (como abreviatura de 'expresión bien
1
formada del cálculo utilizaremos 'ebf).
RF2. Si X es una ebf., entonces ~ i X también lo es.
1 3 1
RF3. Si X e y son ebfs., entonces X w Y también lo e s .
132
RF4. Estas son todas las Reglas de Formación del c á l c u l o .
D) Axiomas:
A [p
x v p)->p
A q -»(p v q)
2
Asip v q)->{q v p)
4 4 [ p v (q v r)] -+ lq v (p v r)]
4 (<?
5 [(P v q)^(p v r)]
E) Reglas de transformación:
133
RT1. Dada una t e s i s del cálculo, en la que aparecen variables
de enunciado, el resultado de sustituir una, algunas o
todas esas variables por fórmulas bien formadas del cálculo
será también una tesis del cálculo. Y ello con una única
restricción, si bien importante: cada variable ha de ser
1 3 1
E s t a última Regla se i n t r o d u c e ú n i c a m e n t e para dejar bien s e n t a d o q u e t o d a s l a s
Reglas d e F o r m a c i ó n están explícitas, o , d i c h o d e o t r o m o d o , q u e n o h a y m á s Reglas d e
F o r m a c i ó n q u e las q u e se a c a b a n de explicitar. P o r lo d e m á s , observará el l e c t o r q u e ,
p e r t e n e c i e n d o las Reglas de F o r m a c i ó n al m e t a l e n g u a j e del c á l c u l o — c o m o lo m u e s t r a el u s o ,
en su f o r m u l a c i ó n , de variables s i n t á c t i c a s — , esta ú l t i m a regla está escrita en u n nivel META-
m e t a l i n g ü í s t i c o c o n respecto al c á l c u l o .
1 3 3
C o n el t é r m i n o 'tesis' d e s i g n a m o s c u a l q u i e r fórmula verdadera del c á l c u l o , s e a un
a x i o m a o u n teorema.
La lógica de enunciados 1 2 1
sistema.
Se le llama a esta regla 'Regla de Sustitución'.
1 3
* Asi, esta regla p e r m i t e pasar, p o r e j e m p l o , d e una e x p r e s i ó n c o m o
P - {q -> P),
r^(s-> r),
« —* P " • ( < ? - » P)
n + I r ~ . (s - r) RS (p/r, q/s\ n
La expresión al margen indica, por este orden, q u é reglas hemos empleado, qué
sustituciones, en c o n c r e t o , h e m o s h e c h o , y a q u é línea h e m o s a p l i c a d o la transformación.
D e igual m o d o , la Regla de Sustitución autorizaría u n p a s o c o m o éste
P — P
n + 1 — (r v s) - (r v s) R S [p/(r v s)].M
N o autorizaría, s i n e m b a r g o , u n p a s o d e e s t e o t r o tipo
n.— p v —r q
n + 1 . — (p v —i q) — (r A S)
n + 2.— TAS R D , n, rt + l
122 Introducción a la lógica formal
Deducción de teoremas
L q -* (p v q) A2
2. p^(pv P) R S f o i / p U
1. [p v (q v r)] lq v (p v r)J A4
2. [-i p v (-] v r)] [~i q v (~i p v r)] R S ( p / n p, g / i <?), 1
1 3 7
3. [ p ^ ( ^ r ) ] - . t í ^ ( P ^ r ) ] Df.->,2
O este o t r o
1 3 7
El p a s o d e 2 a 3 en esta d e m o s t r a c i ó n se efectúa en virtud de la definición del
c o n d i c i o n a l c o m o una d i s y u n c i ó n c o n el primer m i e m b r o n e g a d o . Es eso l o q u e i n d i c a m o s
al margen m e d i a n t e la abreviatura *Df. - > \ El lector p u e d e sentirse extrañado de que,
después de haber insistido tanto en que las únicas t r a n s f o r m a c i o n e s a u t o r i z a d a s e n el s i s t e m a
s o n las explícitamente autorizadas, e c h e m o s ahora m a n o d e un recurso d e d u c t i v o q u e n o
a p a r e c e r e c o g i d o entre las Reglas de T r a n s f o r m a c i ó n . P e r o es q u e s e da p o r d e s c o n t a d o q u e
l a s e x p r e s i o n e s q u e s o n equivalentes (es decir, interdefinibles contextualmente) s o n , p o r ello
m i s m o , intercambiables e n cualquier m o m e n t o . Y a d e m á s , la s u s t i t u c i ó n d e las u n a s p o r las
o t r a s no está sujeta a la restricción q u e opera en las a p l i c a c i o n e s de la Regla de Sustitución.
E n este ú l t i m o c a s o , c o m o v e í a m o s , la sustitución debía realizarse necesariamente en t o d o s
l o s lugares en los q u e apareciera la variable a s u s t i t u i r C u a n d o se trata del i n t e r c a m b i o
d e e x p r e s i o n e s equivalentes, n o : no hay n e c e s i d a d d e efectuar la sustitución, e n t o d o s l o s
c a s o s . Es decir, q u e en rigor, h u b i é r a m o s p o d i d o p a s a r de la e x p r e s i ó n
[ n p v h q v r ) ] - > [ n q v ( n p v r)]
La lógica de enunciados 1 2 3
1 3 8
Lo llamaremos Teorema 2 ' .
Demostración:
1. [ p ^ t e - r ) ] - ^ ^(p^r)] T2
r
2. {(^ ^ )-*l(P~*q)-*(p-> r)} -> {(p [(<? -» r)
(P - r)]} RS[p/te - r) q/(p - .7), r/(p - r)], 1
9
3. fer)[(p(pr)] T3
4. (p^<?)-[te~>r)^(p^r)] RD,2,3
Teorema 5. p p.
Demostración:
1. p -+(p v p) TI
2. ( p v p ) ^ p Al
3. p p ?
a una expresión c o m o
[ p - » h í v r ) ] - » [ í - . h p v /•)],
o como
h p v ( ^ r ) ] - . [ í - . h p v r)]
o como
1 3 9
Ocurre s i m p l e m e n t e q u e en el e j e m p l o se da el c a s o d e q u e lo primero y l o
tercero s o n idénticos.
La lógica de enunciados 1 2 5
1. p -> (p v p) T5
2. (pvp)-p Al
3. p- p Tr. 1,2
Teorema 6. n p v p .
Demostración:
1. p ->p T5
2. —i p v p Df. 1
Teorema 7. p v —i p.
Demostración:
1. (p v q) -> (q v p) A3
2. ( - i p v p) -• (p v - i p) RS(p/^p,<?/p),i
3. —? p v p T6
4. p v RD, 2, 3
—
Teorema 6\ {p i p) ~i p
Demostración:
1. (p v p) -> p Al
2. h / j v n r i ^ n p R S ( p / ^ p),l
3. ( p - - i p ) ^ n p Df. 2
1 4 0
N o es. en rigor, m á s q u e una reformulación d e la l e y q u e e n la r e l a c i ó n de
leyes s e l e c c i o n a d a s del a p a r t a d o anterior llevaba el n ú m e r o 15.
126 introducción a la lógica formal
Teorema 9. (~ip-»p)-^p
Demostración:
1. (p v p) -> p Al
2. (—i p p) -* p Df. v , 1
Demostración:
L p v -i p T7
2. - i p v - i - i p RS (p/-i p), 1
3. p —• —i—i p Df. 2
Teorema 11. ( p ^ í l ^ h ^ n p )
Demostración::
1. (* - ' ) - C ( P ( P - ' ) ] T3
2. te->-|-|<7)-[(p^)->(P--^4)] R S ( r / - | - i g),l
3. (p-^-i-ip) TÍO
4 . (q-+-i-tq) RS(p/A.3
5. ( p - M ) - > ( p - > - | - i <?) RD,2,4
v
6. (p v q) te P) A3
7. ( - i p v - i - i q) - ( - i - n í v n p ) RS(p/~i p, —i—i q\6
8. ( p P ) Df. ^ , 7
9. (p^>q)-+(-i q^-^p) Tr.->,5,8
Demostración :
1. r ( p v í ) A2
2. p^tevp) RSte/p,p/^),l
v
3. (p v q) -> te P) A3
4 . te v p ) ^ ( p v ) 4 RS {p/q,q/p\l
5. p-(pv<j) Tr. ^ , 2 , 4
Demostración:
v
1.(p v <j) -> te P) A3
2. (-i p v - i q) ("i q v - | p) RS (p/-i p, i <?), 1
3. ( P ^ ^ ^ ) ^ t e ^ - i p ) Df.->,2
La lógica de enunciados 1 2 7
Demostración:
L ( p v < | ) - » ( í v p) A3
2. (i v r)->(r v 4 ) RS (p/<?, */r), 1
3. te-r)-»[(pvfl)->(pvr)] A5
4. [te v r) (r v cj)] {[p v v r)] - [p v (r v <?)]}
RS lq/(qvr),r/(rvq)l3
5. [p v te v r)] - [p v (r v <?)] RD, 2, 4
6. [p v te v r)] [<? v (p v r)] A4
7. [p v (r v - [r v (p v <j)] RS {q/r, r/q), 6
8. [p v v r)] -> [r v (p v <j)] Tr. 5,7
9. [r v (p v <?)] - [(p v * ) v r ] RS [p/r, # v q)], 1
10. [p v te v r)] [(p v 4) v r ] Tr. 8,9
r A
Teorema 15. [p - • te )] C(P <?) -» r ]
Demostración:
1. p - p T5
2. [P — — r)] Cp — — r)D RS [ p / ( p - t e - r ) ) ] , l
r
3- [p te -* ) ] ~* C~~'P v (—i v r)] Df. 2
4. [p v te v r)] - [(p v 4) v r] T15
5. [ n p v h g v r)] - ^ [ ( i p v n ^ v r ] RS (p/-n p, q/-[ q\ 4
r - 1
6. [p — te ) ] D p v n íj) v r] Tr. —, 3, 5
7. (p v -> (-i p tf) 141
8. [ ( - i p v - i q) v r] — [-) (-1 p v - i r]
R S [ p / ( - i p v - i q),q/r\,7
9. [p - te - r)] - [-1 (-n p v - i * ) - r ] T r . 6 , 8
10. [ p - t e - r ) ] - [ ( p A *)-.r] Df. A , 9
Demostración:
1. ( ^ ^ [ ( p v ^ f p r ) ] A5
2. (-i p - I - I - I p) - ^ [ ( p v n p ) ^ ( p v - i - i - i p)]
R S t e / - i p , r / - | - i - i p),l
3. p —n n p TÍO
4. -i p —i —i —i p RS (p/~~i p), 3
5. (p v - i p) - (p v —i —r—i p) RD,2,4
6. p v n p T7
7. p v —i—i-i p RD, 5, 6
8- (p v — te v p) A3
1 4 1
S u p o n g a m o s d e m o s t r a d a c o m o t e o r e m a esta e x p r e s i ó n — q u e no e s s i n o la traduc
c i ó n al lenguaje del c á l c u l o d e la d e / m i c t á n Xl
v Y — Df ~i X -» r",
128 Introducción a la lógica formal
9. ( p v n n - i ^ h n n p p ) RS ( $ / - n - i - i p), 8
10. —i—i—t p v p RD,7,9
11. —i—i p p Df. ->,10
5. v r) [$ v (p v r)] RD, 2, 4
6. {(q v r) -> [4 v (p v r)]} {[p v (<? v r)]
<P v ta v (p v r)]>} RS fo/fo v r), r/fo v (p v r))], 3
7. [p v (<y v r)] {p v lq v (p v r)]} RD, 5, 6
8. ( p v ^ f e v p ) A3
9. (rvp)^(pvr) RS (p/r, <?/p), 8
10. p-(rvp) RSfo/p,p/r),l
11. p->(pvr) Tr. ->,9,10
12. (p v r) - [<? v (p v r)] RS ta/(p v r), p/g], 1
13. p - [ < 7 v (p v r)] T r . ^ , 12,11
14. 0? -> r) - [(p v ^ ( p v r)] A5
15. {p ta v (p v r)]} {<[<j v (p v /-)] v p> ~>
<[? v (p v r)] v [? v (p v r)]>}
RS [p/fe v (p v r ) ) , */p r/fa v (p v r))], 14
f
1 4 2
C o n la a y u d a de a l g ú n t e o r e m a (en n u e s t r o c a s o c o n c r e t o , del Teorema 3,
vertido a regla de inferencia).
La lógica de enunciados 1 2 9
AL (p->*)->[ta->r)^(p-i-)]
A2. ("H p - p) p
A3. p - + ( - 1 p -> q)
Pero aún hay más. Los axiomas podrían reducirse a uno. En este
sentido Jean Nicod —que fue quien mostró esta posibilidad— no hizo
sino, como alguien ha dicho, extraer las consecuencias axiomáticas
de los resultados de Sheffer relativos a la reducción de todas las funciones
monádicas y diádicas a una: la incompatibilidad, por ejemplo. Tomando
esta función como la única primitiva, es posible —mediante la utilización
de dos reglas de inferencia, la regla de sustitución y una regla de
143
separación distinta de la que emplearon Whitehead y R u s s e l l —
proceder a una axiomatización completa de la lógica de enunciados.
Completa, pero no cómoda. He aquí, en efecto, ese axioma omnipotente,
que más tarde^ukasiewicz y Sobocinski conseguirían acortar, y Wajsberg
—en un alarde digno de ser cantado por Borges— deducir de otro de la
misma longitud:
[p|te|r)]|{[í|(í|í)]|<(s|g)|[(p|s)|(p|s)]>j
1 4 3
E s t a : 'Sí X es u n a tesis y X \(Y \ Z ) lo e s también, lo será a s i m i s m o T.
130 Introducción a la lógica formal
El razonamiento natural
1 4 5
Y n o s e trata siquiera d e q u e loa s u j e t o s l o i n t e n t e n e s p o n t á n e a m e n t e y les
resulte difícil, s i n o d e q u e les resulta difícil c u a n d o s e les insta a q u e lo h a g a n en
situaciones experimentales apropiadas.
1 3 2 Introducción a la lógica formal
1 4 6
C o m o c u a n d o el científico contrasta s u s h i p ó t e s i s h a c i e n d o — y e s t a m o s i d e a l i z a n d o
l o s c a s o s más s i m p l e s de c o n t r a s t a c i ó n — inferencias del tipo de la s i g u i e n t e : «Si mi
hipótesis es verdadera, e n t o n c e s se p r o d u c i r á n tales y tales c o n s e c u e n c i a s en la forma d e
h e c h o s observables. Es así q u e esas c o n s e c u e n c i a s n o se h a n p r o d u c i d o , s e g ú n he p o d i d o
c o m p r o b a r . L u e g o mi hipótesis ha d e ser retirada». Decir q u e esa inferencia tiene la
forma [ÍP -» o.) ~~' <?]
4 A
~ i p* resultaría i n a d e c u a d o , p o r l o q u e h e m o s d i c h o m á s arriba
y en seguida precisaremos.
La lógica de enunciados 1 3 3
sino
L o q u e a c a b o d e decir es q u e si a c e p t a m o s c o m o premisa la p r o p o s i c i ó n d e q u e
h e m o s d e aceptar i n e v i t a b l e m e n t e c o m o c o n c l u s i ó n la p r o p o s i c i ó n d e q u e ....
Leyes y reglas
1 4 7
En un sistema a x i o m á t i c o q u e c o n s t i t u y a la f o r m a l i z a c i ó n de una teoría lógica.
O l v i d é m o n o s a h o r a d e t o d o s los sistemas axiomáticos relativos a o t r o s c a m p o s de objetos.
134 Introducción a la lógica formal
l(p -+ q) A -1 q] ~L p.
*Sí t o m a m o s c o m o premisas un c o n d i c i o n a l y la n e g a c i ó n d e su c o n s e c u e n t e ,
p o d e m o s inferir la n e g a c i ó n de su a n t e c e d e n t e c o m o c o n c l u s i ó n ' .
«Si tomamos como premisas una expresión de la forma 'X -* Y' y una
expresión de ia forma r Y\ podemos inferir como conclusión una
expresión de la forma *—i X*». «Podemos inferir». ¿Qué es lo que queremos
decir con eso? Queremos decir, en nuestro ejemplo, que la expresión
1 y 1
*—i X es válidamente deducible a partir de 'X -» Y y —i Y\ que aquélla
se sigue formalmente de éstas, que unas premisas como esas implican
una conclusión de esa forma. Ya hemos indicado que el condicional
1
puede servir para reflejar, para mostrar ** la implicación de un enunciado
o esquema de enunciados por otro. Pero, independientemente de esta
posibilidad de verterla al lenguaje del cálculo —mediante un condicional
lógicamente verdadero—, lo cierto es que la relación de deducibilidad
pertenece al metalenguaje. No es, en efecto, una relación entre expresiones
del cálculo, sino entre los nombres de esas expresiones: de la expresión \„*
es deducible la expresión \ . / L a s comillas denuncian el carácter meta-
lingüístico de lo que no está abarcado por ellas. Y la expresión 'es deducible*
no lo está, en el párrafo anterior. Simbolizarla mediante un condicional,
sería traicionar todas las consideraciones que hemos venido haciendo
en lo que va de este apartado. La simbolizaremos, como es costumbre,
mediante una raya horizontal que separa las premisas de la conclusión.
Por tanto, al escribir
X - Y
-i Y
-i X
X -* Y
Y -> Z
X^Z
1 4 8
En el s e n t i d o q u e Wíttgenstein d a a e s e t é r m i n o (zeigen) en su Tractatus Logico-
Philosophicus.
136 introducción a ta lógica formal
Regla
Ley Regia en lenguaje técnico en
símbolos
[ ( P - » Í ) A P ] - 4 Si t o m a m o s c o m o p r e m i s a s u n c o n X ^ Y
dicional y su a n t e c e d e n t e podemos X
inferir el c o n s e c u e n t e c o m o c o n c l u
sión.
l(p - » q) A o ? - + - » P
íip - * q) A (p - » - \ q)~\ -i p Si de a n a p r o p o s i c i ó n s e s i g u e n a X ^ Y
Ja vez un enunciado y su negación,
p o d e m o s inferir la n e g a c i ó n d e esa
proposición.
Regla
en Regla en lenguaje técnico Ley
símbolos
Etcétera.
1 4 9
P a r a la c o n f e c c i ó n de e s t e r a z o n a m i e n t o n o s hemos Inspirado en u n a afirmación
formulada, si mal n o r e c o r d a m o s , p o r Ivan K a r a m a z o v en la n o v e l a de F . D o s t o i e v s k i
c u y o título h a c e m e n c i ó n de I v a n y s u s h e r m a n o s ,
138 Introducción a la lógica formal
—1 Y
"I P
(-i X A Y) - Z
-i Z
-i X
X -> Y X v Y
-i 7 - I X I (X A Y) X
1 5 0 1 5 1 1 5 2 1 5 3
N X R - I * v - I R X
X A Y)^Z
-| Z
-i X
-| Y
1 5 5 1
T é n g a s e presente, al aplicar la regla ' D e M a este c a s o , q u e el primer m i e m b r o
de la c o n j u n c i ó n en 3 está ya n e g a d o (—i X), p o r lo cual, tras aplicar la regla, ha d e
aparecer n e g a d o d o s veces.
1 5 6
Repárese en q u e en este c a s o la regla IA ha s i d o a p l i c a d a a una d i s y u n c i ó n
c u y o s e g u n d o m i e m b r o está n e g a d o ,
x v -i y,
p o r lo cual, al disponer, corno premisa, de la n e g a c i ó n del primer m i e m b r o (linea 3 d e la
d e m o s t r a c i ó n ) p o d e m o s afirmar el s e g u n d o , p e r o , d e s d e l u e g o , m a n t e n i é n d o l o tal c o m o está,
e s decir, n e g a d o .
140 Introducción a ta lógica formal
X -> Y
- i F X^(Y A ~i Y) X~Y
~n X -iX 1 6 0
X^Y\Y-+X i6
J S 7
T o m a d o d e W i l h e l m R e i c h : La revolución sexual. Parte Primera, C a p í t u l o V U , 2, b.
1 5 8
Los s u b r a y a d o s s o n d e Reich.
1 3 9
D i c h o brevemente, a b r e v i a n d o las c o n c l u s i o n e s d e R e i c h .
1 6 0
Esta regla, q u e l u e g o p r e s e n t a r e m o s c o n o t r o n o m b r e en u n a forma l i g e r a m e n t e
modificada, n o ofrece n i n g u n a dificultad: si de u n e n u n c i a d o se siguen c o n s e c u e n c i a s
contradictorias, p o d e m o s inferir su falsedad. P o r tratarse de u n a forma d e r e d u c c i ó n
al a b s u r d o l l a m a r e m o s a esta regla, p o r a h o r a /RA*.
1 6 1
Es éecir, que de un b i c o n d i c i o n a l , en c u a n t o q u e éste n o es o t r a c o s a q u e fa
La lógica de enunciados 141
1- (P ^ Q) Premisa
2. (r A s A r) <-> p Premisa
3. (r A 5 A t) -> (q A —i 4) Premisa
4. i (r A s A r) RA, 3
5. p -* (r A 5 A t) RDf. 2
6. - i p MT, 4, 5
Quiere esto decir que *~i p' se infiere válidamente de esas premisas.
Lo cual a su vez quiere decir que la expresión
X -> Y
W^X
íf^(rA-IF)
1. p q Premisa
2. (r A s A t) p Premisa
3. (r A 5 A t) - > (q A -n q) Premisa
4. ~ip RWR,1,2,3
1 6 3
E n t e n d i e n d o c o n esta expresión — c o n s a g r a d a , pero quizá n o a d e c u a d a — l o s
r a z o n a m i e n t o s q u e e m p l e a n los sujetos c u a n d o , sin p e n s a r ni por un m o m e n t o en la forma
lógica d e l o s e n u n c i a d o s q u e e s t á n profiriendo, discuten, p o r ejemplo, de política, o d e
t e o l o g í a , o de moral sexual.
La lógica de enunciados 143
F. La felicidad, a m i g o m í o , es imposible. En t o d o c a s o , si n o es i m p o s i b l e , al
m e n o s está m u y lejos. Verá usted p o r qué. Si intenta usted seriamente contribuir
a hacer la r e v o l u c i ó n , tarde o t e m p r a n o le introducirán en la cárcel, lo cual prác-
t i c a m e n t e n u n c a resulta grato. Ahora b i e n : ¿qué otra cosa p u e d e hacer n s t e d ? ¿Inte-
grarse en el sistema planetario de e x p l o t a c i ó n ? P u e d e usted hacerlo, p o r s n p u e s t o ,
p e r o e n t o n c e s — s i e n d o , c o m o es usted, l ú c i d o — p r o n t o hará presa en usted la mala
c o n c i e n c i a . Triste, es, pues, su d e s t i n o : o la m a z m o r r a o el r e m o r d i m i e n t o .
Ai. C i e r t a m e n t e , s u s p r e s u p u e s t o s s o n irreprochables. P e r o su c o n c l u s i ó n me
parece un t a n t o d e s e s p e r a n z a d a . Y o creo que h a y otras salidas.
1. p -> r
2. q-*s
1 6 4 1 3
3. p^c? *
M. Desde luego.
1 6 4
Esta premisa está implícita en la a r g u m e n t a c i ó n d e F : « ¿ Q u é otra cosa p u e d e
usted hacer?», le pregunta a M tras haberle p r e s e n t a d o la p o s i b i l i d a d d e h a c e r la
revolución.
1 6 5
Q u i z á n o esté d e m á s explicar p o r q u é h e m o s f o r m a l i z a d o esta premisa d e este
m o d o . C o m o la d i s y u n c i ó n entre p y q es, esta vez, e x c l u y e m e , y p u e s t o que la d i s y u n c i ó n
e x c l u y e n t e es la n e g a c i ó n del b i c o n d i c i o n a l , c o m o muestra la i n s p e c c i ó n c o m p a r a t i v a de sus
respectivas tablas de verdad, representaremos ia existencia de esa alternativa entre p y q
n e g a n d o q u e exista entre ellas la relación b i c o n d i c i o n a l .
144 Introducción a la lógica formal
Ai.' Estamos.
F, A h o r a b i e n : p ó n g a s e nsted en la primera
posibilidad. S u p ó n g a s e q u e y o elijo el c a m i n o 4. p
d e la revolución. E n t o n c e s , p u e s t o q u e está u s -
ted d e a c u e r d o en que e s e c a m i n o , t o m a d o en
serio, c o n d u c e a la cárcel, según reza la s e g u n d a
premisa, es la cárcel lo q u e m e espera. ¿ N o es
así? MP, Z 4
M. Asi es.
F. Bien. S u p o n g a m o s ahora, p o r el c o n t r a -
rio, q u e elige usted el e s p i n o s o c a m i n o d e la 6. q
integración. Se verá usted c o n d e n a d o a sentir
esa insatisfacción c o n s i g o m i s m o que l l a m a n
'mala conciencia'. ¿ C o n v i e n e usted en e s t o ? 7. s MP,3,6
Ai. Convengo.
F. P u e s e n t o n c e s , mi q u e r i d o e i n c o h e r e n t e
interlocutor, no le q u e d a n a usted más que d o s
c a m i n o s : o el régimen peninteciario, o esa es-
pecie d e t r o t s k i s m o a p l i c a d o a la c o n c i e n c i a
m o r a l : el remordimiento p e r m a n e n t e .
M. P e r m í t a m e . H a d i c h o u s t e d q u e si a c e p t o s n s p r e m i s a s he d e a c e p t a r t a m b i é n
necesariamente la c o n c l u s i ó n q u e usted p r o p o n e . L o cnal es t a n t o c o m o decir
q u e si s o n verdaderas sus premisas, entonces también será verdadera su c o n c l u s i ó n .
L o cual a su vez quiere decir q u e el c o n d i c i o n a l c o n s t r u i d o c o n esas premisas c o m o
a n t e c e d e n t e y esa c o n c l u s i ó n c o m o c o n s e c u e n t e es l ó g i c a m e n t e verdadero, o , l o q u e
es l o m i s m o , verdadero en t o d o s l o s c a s o s posibles. ¿ D e a c u e r d o ?
F. D e acuerdo.
[(p q) A (p r) A [q - $)] - (r s)
La lógica de enunciados 145
o q r s
A B c D
{A A B A Q -> D
r p*+q r *+* s
1 1 1 1 0 1 1 0 0 t
.. 1: :
1 i 0 0 1 0 0 1 i
",.•1 1 0 1 0 0 1 0 1 1
1 i 0 0 0 0 0 0 0 i
1 0 1 l 1 1 1 1 0
:
0 1 0 1 1 1 l 1 1
í 0 0 1 1 0 1 0 1 1
1 0 0 0 1 0 1 0 0 1
0 1 1 1 1 1 i 1 0
; 0 1 í 0 l 1 0 0 1 1
0 1 0 1 l 1 1 1 1 1
0 1 0 0 1 i 0 0 0 1
0 0 1 1 0 1 1 0 0 i
0 0 1 0 0 l 1 0 l 1
0 0 0 l 0 i l 0 l i
0 0 0 0 0 1 1 0 0 1
1. p«>q Premisa
2. P ? Premisa
3. q->s Premisa
4. P
5. r MP, 2,4
6. <?
7. 5 MP, 3, 6
8. r v s
Asi p u e s — p r o s i g u e , d e s u s p r e m i s a s se s i g u e u n a c o n c l u s i ó n t o d a v í a m á s
pesimista q u e la prevista por u s t e d ; o s e va a la cárcel, o se tiene mala c o n c i e n c i a ,
o ambas cosas a la vez. N o quisiera, en verdad, e n c o n t r a r m e e n e( lugar de un
i n d i v i d u o q u e fuera sujeto a la vez del e n u n c i a d o r y del e n u n c i a d o s s i e n d o a m b o s
verdaderos.
146 Introducción a la lógica formal
r
[(P - ) A {q -» s) A [p qy] (r v s)».
1 6 6
A lo largo de un p r o c e s o lo suficientemente largo c o m o para q u e n o s lo a h o r r e m o s
en este m o m e n t o y l o suficientemente l a b o r i o s o c o m o para q u e le a c o n s e j e m o s al lector
q u e intente desarrollarlo a título de ejercitación en las l a b o r e s p r o p i a s del a p a r t a d o 2
de este capítulo.
La lógica de enunciados 147
« D e m o s t r a r q u e la e x p r e s i ó n q u e usted p r o p o n e es f o r m a l m e n t e verdadera es
tanto c o m o mostrar q u e de esas premisas — e s decir, de la c o n j u n c i ó n de e n u n c i a d o s
q u e c o n s t i t u y e n el a n t e c e d e n t e del c o n d i c i o n a l con q u e usted m e desafia— se sigue
esa c o n c l u s i ó n , esa d i s y u n c i ó n n o excluyen te d e e n u n c i a d o s . L o q u e usted m e pide,
por tanto» es q u e d e m u e s t r e el e n u n c i a d o c o n c l u s i ó n , V v s\ a partir d e e s o s o t r o s
tres. Si muestro q u e a partir d e ellos y a p l i c a n d o c o r r e c t a m e n t e las reglas d e
inferencia se sigue esa c o n c l u s i ó n habré m o s t r a d o q u e el c o n d i c i o n a l c o r r e s p o n
diente es l ó g i c a m e n t e verdadero. C o n lo cual habré satisfecho a usted e n s u
demanda».
167
(1) 1. Premisa
(2) 2.
167
q^s Premisa
(3) 3. p^q Premisa 167
168
(3) 4. P
1 6 9
(1,3) 5. r MP, 1 , 4
168
(3) 6,
(2, 3) 7. s MP,2,6
(1,2, 3) 8. r v s
(1,2) 9. ( r ^ M í
1 6 7
Es evidente q u e t o d a premisa, p o r el mero h e c h o d e ser tal, n o d e p e n d e , en su
verdad, m á s q u e de sí misma.
1 6 8
En la línea 3 se afirma la existencia de u n a alternativa. H e m o s d e c o n s i d e r a r
una p o r u n a las d o s p o s i b i l i d a d e s q u e nos presenta.
1 6 9
V s o l o será verdadera si lo s o n > - » r ' ( P r e m i s a 1) y y ( p a s o 4, q u e depende
a su vez de 3).
1 4 8 Introducción a la lógica formal
Y seguir diciendo:
(1) 10. ( ^ ^ [ ^ ^ ( r v s ) ]
1 7 0
(0) 11. ^ r ) ^ ( ( ^ ^ [ ( ^ ^ ( r v S ) ] !
1 7 0
E x p r e s i ó n que, p o r a p l i c a c i ó n sucesiva d e la R e g l a de I m p o r t a c i ó n , se transforma e n
1 7 1
Cfr. la derivación d e l t e o r e m a 3 en el a p a r t a d o anterior. N o h e m o s h e c h o m á s
q u e repetirla.
La fógha de enunciados 1 4 9
y
2. p A q,
1 7 2
En efecto: si la verdad d e lo e n u n c i a d o en este p a s o 5 d e p e n d e de l o e n u n c i a d o
en el p a s o 1 y de lo e n u n c i a d o en el p a s o 4, y lo e n u n c i a d o en el p a s o 4 d e p e n d e de lo
e n u n c i a d o en los p a s o s 2 y 3 , la verdad de lo e n u n c i a d o en 5 d e p e n d e r á de lo e n u n c i a d o
e n 1, en 2 y en 3.
1 7 3
Justificación intuitiva d e este p a s o : si t o m a r n o s c o m o l í n e a en u n a d e m o s t r a c i ó n
u n a c o n j u n c i ó n de e n u n c i a d o s p o d e m o s pasar a afirmar, e n otra linea q u e d e p e n d e r á d e
150 Introducción a la lógica formal
1. p-+q
2. q
1— " ^(p^r)
3
r -
4. p A i r
5. P
6. Q
7. — i r
8. ^ Q
9. q A - i q
donde, como es obvio, la raya parte hacia abajo desde la línea en que
aparece la premisa auxiliar, flanquea por la izquierda las líneas cuya
sucesión compone la deducción secundaria y se desvía en perpendicular
hacia la derecha para separar de los pasos obtenidos en esa subderivación
el curso principal de la derivación que continúa.
Esta es la técnica que utilizaremos nosotros a imitación de ellos.
1 7 8
E n su o b r a Natural Deduction. B e l m o n t (CaJif.), W a d s w o r t h P u b l i s h i n g C o m p a n y ,
1962.
152 Introducción a ia lógica formal
1 7 9
CFr., p o r e j e m p l o , J. S a n m a r t í n , «Silogística, l ó g i c a p o l i v a l e n t e y teoría de m o d e l o s » .
Teorema, v o l H I / 2 - 3 (1973), págs. 355 y ss. C o m o trabajos r e p r e s e n t a t i v o s d e a m b a s
interpretaciones, véanse, d e u n a parte, J. L u k a s i e w i c z , Aristotle's Syliogistic From the
a
Standpoint of Modern Formal Logic. Oxford, C l a r e n d o n Press, 1 9 5 1 ; 2 . ed. ( a u m e n t a d a ) ,
1957. La silogística de Aristóteles. Tr. d e J. F e r n á n d e z R o b l e s revisada p o r M. G a r r i d o .
M a d r i d , Ed. T e c n o s , 1 9 7 0 ; y d e otra parte, J. C o r c o r a n , « A r i s t o ú V s N a t u r a l D e d u c t i o n
t
182
Frege hasta 1934, y sin duda como consecuencia del influjo de la
matemática, se impuso la presentación axiomática de la lógica: vale decir,
la presentación de la lógica como sistema de leyes o tesis. Es en 1934
183 184
cuando G e n t z e n y Jaskowski presentan, por separado, lo que
Gentzen llama «un sistema de inferencia natural».
El sistema de Gentzen se basaba, para la lógica de enunciados, en ocho
reglas. Recordemos, en efecto, que con la negación, la conjunción, la
disyunción y el condicional bastaba —y, en rigor, sobraba— para definir
las restantes funciones de enunciados, así monádicas como diádicas.
Pues bien: por cada una de esas cuatro conectivas fundamentales Gentzen
nos ofrece dos reglas. La primera de ellas será una regla de introducción
de la conectiva de que se trate. La segunda, una regla de eliminación
de ésta. ¿Por qué estos nombres? Porque la regla de introducción de la
disyunción, por ejemplo, nos permite pasar de unas premisas en que esa
conectiva no aparece a una conclusión construida con esa conectiva.
Por otra parte, si hay una regla mediante cuya aplicación podemos derivar
una expresión disyuntiva a partir de unas premisas en las que no figura
el functor disyunción (al menos a título de conectiva fundamental) diremos
que esa regla es una regla de introducción de la disyunción.
(Ri-0
X
I
Y A i Y
-| X
1 8 2
En su obra Begriffsschrift. H a l l e , N e b e r t , 1879. Reimpr.: I. A n g e l e l l i (ed.) Begriffsschrift
und andere Aufsatze. H í l d e s h e i m , G . O l m s , 1964. Conceptografia. V. esp. (en u n v o l u m e n
q u e c o n t i e n e o t r o s escritos del autor) d e H. Padilla. M é j i c o , U N A M , 1972.
1 8 3
G. G e n t z e n : « U n t e r s u c h u n g e n ü b e r das l o g i s c h e Schliessen». Mathematische
Zeitschrift, vol. 39 (1934), págs. 176-210 y 4 0 5 - 1 3 . H a y a n u n c i a d a versión castellana
en la revista Teorema.
1 8 4
S. J a s k o w s k i : « O n the Rules o f S u p p o s i t i o n s in F o r m a l Logic». Studia Lógica, l (1934),
págs. 5-32. V. cast. en A. D e a ñ o (ed.), Lecturas de lógica formal. M a d r i d , A l i a n z a Ed.
(en prensa).
154 Introducción a la lógica formal
(W v )
X
o bien
X v y X v Y
(RE v )
x v y
x
Q
Z
(RÍA)
X X
Y Y
o bien
X A Y Y A X
(RE A)
x A y x A y
o bien
X
(RI -+)
La lógica de enunciados 1 5 5
(RE -+)
X - Y
X
1 8 5
O a m b a s c o s a s a la vez.
156 Introducción a la lógica formal
Esquema de derivación
Mao-Tse-Tung. 4. p RE A , 3
Y así sucesivamente.
1 8 6
Y por e s t o es irrelevante que la d i s y u n c i ó n de partida sea e x c l u y e m e — c o m o
en el c a s o d e n u e s t r o e j e m p l o d e la cárcel y la mala c o n c i e n c i a — o n o e x c l u y e m e ,
c o m o aquí.
La lógica de enunciados 1 5 7
L p->q P
Z q^r P
1. p^q P
2. q r P
r 3. p
4. q RE 1,3
5. r RE 2, 4
RI->,3-5
l
y q r\ hemos demostrado que de estas dos premisas se sigue la
expresión *p -> r\
Es obvia la importancia de esta regla para el establecimiento de la
conexión entre los sistemas axiomáticos y los sistemas de reglas de inferencia,
y con ese fin la hemos utilizado nosotros en páginas anteriores. La
existencia de esta regla hace posible afirmar la equivalencia entre un
sistema de leyes y el correspondiente sistema de reglas. Así, en el sistema
de leyes que nosotros hemos presentado —el sistema axiomático de
Principia Mathematica para la lógica de enunciados— podíamos derivar
como teorema la expresión '[(p -* q) (q -* r)] -> (p r)\ En nuestro
sistema de reglas de inferencia podemos derivar *p -+ r* a partir de
%
p -* q' y '<? r\ y luego, merced a esta Regla de Introducción del
Condicional, podemos ir descargando premisas hasta obtener como línea
última de la derivación la expresión entera.
RE Esta otra regla, en cambio, apenas necesita presentación.
La hemos conocido como Regla de Separación en el sistema axiomático
de PM. La hemos aplicado justificándola intuitivamente. Sabemos que es
una versión metalingüística de la ley llamada modus ponendo ponens.
Y, por lo demás, con ella no hacemos sino explicitar las propiedades
del condicional.
Procederemos a continuación a presentar una serie de reglas de
inferencia derivadas. Se llaman «derivadas», obviamente, porque las intro
ducimos derivándolas de las reglas básicas o primitivas. Y las introducimos
porque merced a ellas muchas derivaciones se hacen más breves y sencillas.
Conviene tener presente, sin embargo, que desde el punto de vista teórico
bastaría con las ocho reglas que acabamos de enumerar. Sólo razones
prácticas nos hacen, pues, agregar a éstas aquellas otras.
El criterio de que nos valemos para escoger esas y no otras reglas
derivadas es simplemente el de la frecuencia con que, en función de
su capacidad para abreviar las deducciones, vemos aconsejable el recurso
a ellas.
Iremos presentándolas por grupos. Y los grupos los formaremos
en torno a cada conectiva: reuniendo aquellas reglas cuya validez pro
viene de que no son más que el desarrollo del sentido de esa conectiva.
Empezaremos por el condicional. A la derecha de cada regla presentaremos
el proceso mediante el cual se fundamenta en —se deriva de— las
reglas primitivas (o en reglas derivadas expuestas con anterioridad).
La lógica de enunciados 159
187
Regla de transí tividad del c o n d i c i o n a l
(RTr-+) Derivación
X-+Y 1. X - Y P
Y - Z 2. Y - Z P
-3. X
4. Y RE 1, 3
5, Z RE - , 2 , 4
6. * RI 3-5
(MT) Derivación
X Y 1. P
-i Y 2. -i y P
-3.
4. y RE-,1,3
5. YA I y RI A , 2, 4
6. RI - i , 3 - 5
Regla de importanción
(RImp) Derivación
1 8 1
Se dice — d i g a m o s p o r a h o r a — q u e u n a relación es trasitiva c u a n d o si s e d a
entre un individuo * y un i n d i v i d u o y, y entre ese i n d i v i d u o y y un i n d i v i d u o z s e d a
t
Regla de exportación
(RExp) Derivación
(XA Y)^Z 1. {X A Y) —> Z
-2. X
-3. Y
4. X A Y RI A , 2, 3
5. Z RE-,1,4
6. y - Z RI - , 3 - 5
1 8 8
7. x - ( y - > z ) RI - , 2 - 6
O bien
Derivación
i y - - i x i. -i y - i X
-2. X
x -+ y MT, 1, 2
3. -i-i y
4. y RE-», 3
5. x - y RI-,2-4
1 8 8
H e aquí el c a s o d e u n a derivación en c u y o s e n o tiene lugar u n a s u b d e r i v a c i ó n
q u e parte de la premisa auxiliar X s u b d e r i v a c i ó n e n la que a su v e z está incrustada
t
u n a n u e v a s u b d e r i v a c i ó n , la q u e c o m i e n z a c o n Y.
1 8 9
C o n ayuda de esta regla e s p o s i b l e derivar la regla del modus ponens ( R E —)
a partir de la regla del modus tollens y viceversa. E n efecto:
1. x- y p i. x - y p
2. x p z -i y p
3. -i y -i X RContr -+,1 3. n y - n X RContr 1
4. Y MT.2,3 4. -iX RE - , 2 , 3
La lógica de enunciados 161
190
Regla de reflexividad del c o n d i c i o n a l
(RRfl ->) Derivación
1. 'X P
r-2. -| X
3. X A RI A, 1,2
4. A: RI-1,2-3
X A Y i. X A r P
2. X RE A , 1
r A X 3. Y REA,1
4. y A X RI A, 2, 3
X A X L X A X P
1.X RE A , 1
x v y 1. X v Y p
r-2. X
Y v X 3. Y v X RI v,2
-A. Y
5. y v x RI v , 4
6. y v * R E V, 1,2-3,4-5
1 9 0
Se dice que u n a relación es reflexiva c u a n d o t o d a e n t i d a d m a n t i e n e esa relación
c o n s i g o m i s m a ( c o m o es el c a s o , p o r e j e m p l o , de la relación 'idéntico a*)- L a relación
c o n d i c i o n a l es reflexiva, p o r q u e t o d o e n u n c i a d o es c o n d i c i ó n suficiente de si m i s m o .
iucción a la lógica formal
dempotencia de la disyunción
o. vj Derivación
< 1. X v X P
-2. X
3. X RRfl 2
X
X RRfl - , 4
6. X R E V , 1,2-3,4-5
7. X RI-n,3-6
1 9 1
era) del dilema constructivo
Derivación
x v y p
X - z p
y - z p
X
z RE 2,4
r—6. y
7. z RE-,3,6
RE v , l - 7
piense q u e esta regia es la m i s m a q u e la regla — b á s i c a — d e ehmin&ción
. Por el c o n t r a r i o : la R E v es el f u n d a m e n t o d e ésta otra.
La lógica de enunciados 163
X v Y 1. x v y P
X - Z 2. X - Z P
Y - W 3. y- w P
r-4. x
Z v W 5. z RE-,2,4
6. Z v W RI v , 5
i—7. y
8. W RE -,3,7
9. Z v W RI v , 8
10. Z v W RE v , l - 9
X v -i y 1. - I X v i y P
Z - X 2. Z - X P
z - y 3. z - > y P
-4. —i
5. i Z MT,2,4
y
7. z MT, 3, 6
8. n Z RE v , 1-7
^ x v -i y 1. -i X v -i y P
2. Z-JT P
y 3. w- y P
p4. - i *
Z v 5. Z MT, 2,4
6. Z v RI v , 5
r-7. -i y
MT, 3,7
9. n Z v n í f RI v , 8
10. i Z v -i W RE v,l-9
1R¿ Introducción a la lógica formal
A" A (y v z) 1. X A (Y v Z) p
2. X RE A , 1
(X A Y) v (X A Z) 3. r v z RE A , 1
-4. y
5. x A y RI A , 2 , 4
6. (X A Y) v (X A Z) RI v , 5
r—7. Z
S.' X A Z RI A , 2,7
9. {X A y) v (X A Z) RI v , 8
io. (x A y) v (x A z) RE v , 1-9
R-6. y A z
7. Y RE A , 6
8. Z RE A , 6
9. x v y RI v , 7
10. X v z RI v , 8
11. (x v y) A (x v z) RI A,9,10
12. ( x v y) A (x v z) RE v , l - l l
X"Y X<- Y 1. X ~ Y P
. o bien - 2. ( X - Y ) A ( Y - X ) D f « - , 1
X->Y Y-X 3, X -> Y RE A , 2
o bien:
3. Y - X RE A , 2
X «-> Y l. X<r+Y P
X I X P
3. ( X - Y ) A (Y-X) Df~, 1
Y 4. X - Y RE A , 3
5. Y RE - , 2, 4
X «-» Y 1. X < - Y P
-i y 2. n y p
3.(X-Y) A ( Y - X ) Df~,l
-iX 4. X - Y RE A , 3
5. - i X MT, 2,4
X+-Y 1. X ~ Y P
Y 2 Y P
3. ( X - Y ) A ( Y - X ) Df<-,1
X 4. Y - X RE A , 3
5. X RE-,2,4
1. X <->Y P
2. Y^Z P
3 . {X - Y) A ( y - Df—,1
4 . x - y RE A , 3
5 . y - x RE A , 3
6 . ( y - z ) A ( Z - ^) Df~,2
7. y - z RE A , 6
8. z - y RE A , 6
9. x - z RTr - , 4 , 7
10. z - x RTr—,8,5
11. x<-z RI 9,10
1. X P
r-2. i X
3. X A iX RI A, 1,2
RI-1,2-3
Derivación
1. X A -I X
-2. y
3. -iX RE A , 1
4 . -i y - RI - , 2 , 3
5. x - y RContr., 4
6. X RE A , 1
7. y R E - , 5 , 6
4. Epílogo
! 2
* En su Elementary Logic. O x f o r d University Press, 1965. Lógica matemática elemental.
V\ cast. d e Aurora G a r c í a Trevijano, Madrid, T e c n o s , 1970.
166 Introducción a la lógica formaJ
1 9 i
S e g u í m o s aquí el p r o c e d i m i e n t o utilizado p o r E. N a g e l y J. R. N c w m a n . Cfr. su
trabajo Goders Proof. N e w Y o r k , N e w York University Press, 1958. C a p . V. versión cast.:
El teorema de Godel. Tr. de A. Martin. M a d r i d , T e c n o s , 1970.
La lógica de enunciados 169
X - (-i X - Y)
194
será una t a u t o l o g í a . Tomemos esa expresión como premisa:
1. X - (-i X - Y) P
1. X->(~iX-+Y) P
Z X P
3. - i X P
4. - i X - Y R E - , 1,2
5. Y RE - , 3 , 4
Puesto que Y puede ser sustituida por cualquier expresión del cálculo,
es evidente que si en éste hubiera dos tesis que tuvieran respectivamente
la forma X y ~i X, cualquier expresión construible con los símbolos
del cálculo sería una tesis de éste. Quiere ello decir, entonces, que si
un sistema es inconsistente son demostrables en él todas las expresiones
bien formadas en él construibles. Lo cual a su vez quiere decir —utili-
zando de pasada la Regla de Contraposición del Condicional— que
si no todas las fórmulas bien formadas de un sistema son demostrables
—es decir, si hay al menos una que no lo es—, entonces es que el
sistema es consistente.
Por otra parte, para que un cálculo constituya la formalización
adecuada de una teoría ha de contar con unos axiomas lo suficiente-
mente fecundos y unas reglas de transformación lo suficientemente fer-
tilizantes como para poder demostrar todos los enunciados verdaderos
de la teoría en cuestión. Se dice entonces que el sistema es completo.
Un sistema es completo, por tanto, si toda expresión verdadera cons-
truible con sus símbolos es una tesis del sistema. En una teoría forma-
lizada de manera completa dentro de un determinado cálculo no hay,
por tanto, verdades «libres»: están todas controladas, en el sentido de
que pueden ser establecidas a partir de la verdad de los axiomas trans-
mitida por las reglas de inferencia.
Dos son las definiciones que fundamentalmente se dan de la noción
1 9 4
En efecto: Si X es v e r d a d e r o , e n t o n c e s el c o n d i c i o n a l q u e t e n g a c o m o a n t e c e d e n t e
a —i X (que será falso) resultará v e r d a d e r o sea cual fuere su c o n s e c u e n t e .
170 Introducción a la lógica formal
w , , W L t m w
~ ^ ^" " ""' " • • '
de compleción. La primera —mediante la que se expresa el sentido
«débil» de este concepto— es la que acabamos de enunciar. La segunda
ofrece una caracterización de la noción de compleción por respecto
a la de consistencia. Un sistema es completo en sentido fuerte cuando,
195
si se amplía su base a x i o m á t i c a , se vuelve inconsistente. Consistencia
y compleción son, entonces —cuando empleamos este último término en
este sentido— dos nociones en tensión: diríamos, si se nos permite el
desenfado, que un cálculo puede resultar inconsistente por «pasarse de»
completo, y resultar incompleto por «pasarse de» consistente.
Para tranquilidad del lector digamos que el cálculo de la lógica
de enunciados es un cálculo consistente y completo. O, por mejor decir,
que a la lógica de enunciados se le puede dar la forma de un cálculo
que reúna los requisitos de consistencia y compleción. Los dos que
nosotros hemos presentado, por ejemplo, son cálculos acreditados que las
reúnen.
Así, la teoría lógica más elemental es un cálculo acabado, terminante.
Sobre cualquier inferencia que sometamos a su consideración emitirá un
dictamen inapelable.
1 9 6
¿Sobre cualquier inferencia? Tomemos u n a :
P
1
r
1 9 3
Es decir, si s e a ñ a d e n a l o s a x i o m a s con que ya c o n t a m o s otros que sean
independientes de ellos.
1 9 6
Inferencia debjda a Lewis Carrol!.
La lógica de enunciados 171
—r V x (Jx A Cx)
A x(^n Jx — —i Dx)
Ax(Sx^Cx)
A x(Sx — - i Dx)
1. - i V x(Jx A Cx) P
2. A x(-i / x -> ~i Dx) P
3. A x(Sx - Cx) P
4. A X - I ( J X A C X ) Df. V,l
5. A x ( n i x v i C x ) Df. A , 4
6. Ax(Jx^-iCx) Dtv,5
7. Ja->-iCa RE A , 6
8. i J a - - i Da RE A , 2
9. Sa - Ca RE A, 3
10. Ca - - i Ja RContr. 7
11. S a - - i J a RTr. —, 9,10
12 Sa ->->Da RTr.-,11,8
13. A x(Sx — —\ Dx) RI A , 12
1. Nociones básicas
A) Introducción
P
4
A x (Fx - - i Px)
A x (Ox — Px)
A x (Ox — -i Fx\
1. A x (Fx - • —i P x ) P
2. A x ( O x - P x ) P
3. FQ - - i Pa RE A , 1
4. Oa - Pa RE A, 2
5. Pa -> - i Fa RContr —, 3
6. Oa^-\Fa RTr-,4,5
7. Ax(Ox-+-\ Fx) RÍA, 6
Nombres y predicados
1 9 7
Y muchos lingüistas han puntualizado, con razón, que esos e l e m e n t o s «lógica-
mente relevantes» no son, si bien se mira, tan escasos c o m o muchos lógicos piensan
(Véase, por ejemplo, Semantic Theory, de J. Katz. N . York, Harper ando R o w , 1972).
1 9 8
Aquellos lectores que sepan de aritmética y análisis matemático hallarán una
analogía esclarccedora en la historia de la progresiva ampliación del c o n c e p t o de número.
176 Introducción a la lógica formal
1 9 9
Expresiones c o m o esta última, que, de m o m e n t o , incluimos entre l o s nombres,
serán objeto de examen especial más adelante, bajo el epígrafe "Descripciones*.
La lógica de predicados de primer orden 1 7 7
se convierte en
la
2 0 0
Salvo, claro está, c u a n d o n o s limitamos a conjugarlo, es decir, c u a n d o l o u s a m o s
para mencionarlo.
_ _ _ _ La lógica de predicados de primer orden 1 7 9
Pa A p,
Tomemos la expresión
k
Es evidente que V no es un símbolo como V , b\ V, etc. V no es
el nombre de ningún individuo determinado. No es una costante. Es una
variable. Una variable que puede ser sustituida por cualquier nombre
de individuo (capaz de asesinar). En su lugar podríamos escribir el
nombre de cualquier entidad concreta. Podríamos reemplazarla por cual-
quier nombre propio. Al hacerlo —cada vez que lo hiciéramos— con-
vertiríamos aquella expresión en un enunciado. Porque es que la expresión
2 0 2
El D o c t o r Asquíth cumple, en efecto, su promesa en el capítulo IX y último
de la novela. El asesino era el D o c t o r N o s g d o d , amante de la esposa de Soncarr.
Aduciendo su concidión de médico — u n tramoyista había hecho público su d o l o r físico—,
penetró entre bastidores, y allí asesinó a Soncarr del m o d o que se ha relatado, no
sin antes haberle propinado una inyeccióu antialérgica.
162 Introducción a la lógica formal
x es un leñador
x escribió y
x concibió y en z
x contrató a y para que sobornara a z y a w,
La lógica de predicados de primer orden 1 8 3
que, sin ser propiamente enunciados, pueden llegar a serlo por simple
asignación de valores a las variables que contienen; a esos enunciados
en ciernes que están a un paso de convertirse en enunciados consumados,
se les ha llamado de diversos modos: 'funciones de enunciado', 'funciones
proposicionales', 'matrices de enunciado', 'fórmulas abiertas', 'enunciados
abiertos', etc. Darles el nombre de 'funciones de enunciado' supondría
propiciar su confusión con las conectivas. La composición de enunciados
—es decir, la formación de enunciados compuestos mediante una conec
tiva— podía, según vimos, interpretarse como la aplicación de una función
cuyos argumentos fueran los valores de verdad de los enunciados com
ponentes y cuyos valores fueran los valores de verdad del enunciado
compuesto resultante. La utilización de un predicado puede interpretarse
también como la aplicación de una función. Los valores de estas otras
funciones son también valores de verdad —los de los enunciados resul
tantes—, pero sus argumentos no son valores de verdad, sino nombres
de individuo. Por ello, parece que o bien deberíamos llamarles 'funciones
de nombre* —haciendo así, entre ellos y las conectivas, una distinción
basada en los respectivos tipos de argumento— o bien habríamos de
optar por llamarlos de otro modo. Los llamaremos 'enunciados abiertos'.
x escribió y
o en
x es un corsario
x es idéntico a sí m i s m o .
¿Qué ocurre en este caso? Ocurre que, sea cual fuere el nombre
de individuo con que sustituyamos la variable x, el enunciado resultante
es verdadero. ¿Por qué? Porque toda cosa es idéntica a sí misma.
Podríamos, entonces, expresar esta circunstancia diciendo
2 0 3
'Universal', no porque se refiera al universo entero {aunque ése sea el caso
en este primer ejemplo que nosotros h e m o s puesto), sino a t o d o un universo del dis-
curso. P o r 'universo del discurso' entendemos el conjunto de objetos que constituye el
marco de referencia de nuestro lenguaje en un m o m e u t o dado. Asi, si e s t a m o s haciendo
aritmética, el universo del discurso vendrá dado por el conjunto de los números naturales.
Si hablamos de demografía, p o r el conjunto de los seres h u m a n o s . Etc. El universo
del discurso es, pues, por así decir, el conjunto horizonte, sobre el fondo del cual h a c e m o s
en cada caso las afirmaciones que sean, relativas a conjuntos contenidos en él.
La lógica de predicados de primer orden 1 8 5
x es idéntico a sí m i s m o
x es un corsario
haya de simbolizarse
A x es idéntico a sí m i s m o
V x es corsario
No. Sino
A x (x es idéntico a sí mismo)
V x (x es un corsario)
204
Ax(Ixx)
Vx(Cx)
Ba
A x A y (Px -> Qy)
V x A y (Qy -> Sx)
Etc.
A x (x — x\
186 Introducción a la lógica formal ^ „ ^^«
rJ ••- ——> . r -
A x (Pxy Qyx)
Ax Vy (Pxyz -> Qzyx\
Los cuantificadores
A x (Px -» Qx)
2 0 5
Alguien podría objetarnos que 'constituir una desviación' y 'ser portador* no s o n
predicados monádicos, sino por principio poliádicos (se porta algo, las desviaciones lo s o n
1 8 8 Introducción a la lógica formal
siempre por respecto a algo). A s i m i s m o podría aducirse que en la expresión 'ser una
iglesia románica' hay d o s predicados, y no uno. Cierto. Pero piénsese que la lógica no
obliga a representar en s í m b o l o s t o d o s los nombres de individuo y todas las expresiones
predicativas que puedan encontrarse en un enunciado. Se limita a ofrecer la posibilidad
de hacerlo en aquellos casos en los que ello resulte necesario para poder mostrar,
por ese medio, la validez de una inferencia.
2 0 6
Salvo, c o m o veremos, cuando el universo del discurso esté especificado c o n ante-
rioridad y no haga falta ulterior referencia a él. Si, por ejemplo, se sabe que estamos
hablando de las iglesias prerrománicas asturianas, p o d r e m o s limitarnos a decir a un supuesto
interlocutor: « T o d a s son hermosas». La representación de esta expresión en s í m b o l o s
('AxPx*) no exigiría el concurso del condicional. Se da por d e s c o n t a d o que el conjunto
de los x es el de las iglesias prerrománicas asturianas.
2 0 7
Y el universo del discurso está constituido, en este caso, por el conjunto de las
cuatro tarjetas.
La lógica de predicados de primer orden 1 8 9
A x Px Pa A Pb A Pe A P ¿
VX(PXA Qx).
2 0 8
Y q u e — a ñ a d i r í a m o s c o m o tercer p r e d i c a d o — por desgracia Jo consiguen, aunque,
p o r fortuna, n o en el sentido en q u e lo pretenden.
190 Introducción a la lógica formal
conjunto de cuatro elementos: ¡a, b, c, d). Decir, en este caso, que algunas
ciudades son inhabitables sería como decir que o bien la ciudad a es
inhabitable, o bien lo es la ciudad b, o bien la ciudad c o bien la ciudad d.
Así pues, una expresión como 'VxPx* será equivalente —cuando el
conjunto de los x sea finito— a una disyunción de enunciados singulares
que tendrá tantos elementos cuantos elementos tenga el conjunto que cons-
tituye el campo de valores de la variable. Y, en concreto, nuestro enunciado
acerca de la inhabilidad de algunas ciudades,
V (Cx
x A Ix)
La lógica y el mundo
A x (Px Qx)
2 0 9
Borges ha e x p l o t a d o brillantemente esta extrañeza con fines literarios. Y así,
dice en su relato La busca de Averroes: «Abulcásim decía haber a l c a n z a d o los reinos del
imperio de Sin (de la China); sus detractores, c o n esa lógica peculiar que da el odio,
juraban que nunca había pisado la China y que en los t e m p l o s de ese país había blas-
femado de Alá».
192 Introducción a la lógica formal
A x (Px Qx\
2 1 0
Recuérdese que ésta era también la razón que d á b a m o s en el capítulo anterior
para afirmar que el conjunto vacio es un subconjunto de t o d o conjunto.
2 1 1
Cfr., c o m o bcus ya clásico, P. F. Strawson, Introduction to Logic al Theory.
Londres, Methuen, 1952, esp. págs. 174-9.
La lógica de predicados de primer orden 1 9 3
2 1 3
Nótese, por otra parte, q u e el lenguaje ordinario tiene recursos para resistir esa
v
inversión incluso en los casos en q u e el sentido d e y parece hacerla difícil: N o m e
1
hicieron caso, y mira que los previne contra los riesgos de la filosofía ; T u v o un des-
prendimiento de retina. Y es que se p u s o a leer las obras c o m p l e t a s de Louis Lavelle'. Etc.
La lógica de predicados de primer orden 1 9 5
2 1 4
T o d o s los hombres tienden por naturaleza al s a b e r
2 1 4
C o n esta frase se abre la Metafísica de Aristóteles.
2 1 5
Mark T w a i n escribe, al c o m i e n z o de The Adventures of Huckleberry Finn, las
siguientes p a l a b r a s d e advertencia (firmadas por «G. G., C o m a n d a n t e d e Plaza»): « A q u e l l o s
q u e intenten d e s c u b r i r m o t i v o en este relato serán p r o c e s a d o s ; aquellos q u e intenten
encontrar en él u n a moraleja, serán desterrados; aquellos q u e pretendan hallar a r g u m e n t o ,
serán fusilados». S a m u e l C l e m c n s no está aquí afirmando que existan lectores tales. Está
a m e n a z a n d o p o r si l o s hubiera.
2 1 6
Es d e c i r : e! m í n i m o c o m ú n lógicamente relevante.
196 Introducción a la lógica formal
2 1 7
Cír., por ejemplo, G. Ryle: Dilemmas. The Tarner Lectures, 1953. Cambridge,
at the University Press, 1954. P. F. Strawson, ¡ntroduction to Logical Theory, cit.
La lógica de predicados de primer orden 1 9 7
En cambio, la expresión
o, en símbolos,
2 1 9
VPAx(Mxfl-^Px) ;
y también
V?Ax(2X-^Px) 2 2 0
2 1 8
Es decir: Para todo JC, hay algún y tal que si x es sádico e y masoquista, en-
tonces x encuentra a y, e y sabe apreciar a JC c o m o s e merece.
2 1 9
Es decir: 'Hay al m e n o s una propiedad P tal que, para t o d o x, si x es múltiplo
de 8, entonces x la posee'.
2 2 0
Es decir: 'Hay al m e n o s una propiedad P tal que, para t o d o x, si x es problema
filosófico, entonces x p o s e e P\
198 introducción a ia lógica formal
223
monádicos
Lógica de predicados
Í poliádicos 2 2 4
225
monádicos
! poliádicos 226
1 2 1
Es decir: *Hay al m e n o s una propiedad P (ai que» para l o d o JC y para t o d o y,
si x es matemático e y es poeta, entonces x p o s e e esa propiedad e y también ia posee*.
2 2 2
P o r ejemplo: 'ser h e r m a n o de* es un predicado — p o l i á d i c o — de individuos.
*Ser una relación d e parentesco* es nn predicado de predicados de individuo ( N o es
u n predicado de individuo, porque de un individuo n o p u e d e decirse q u e sea una relación
d e parentesco). 'Ser un c o n c e p t o de la antropología* s e p u e d e emplear c o m o predicado
de predicados de predicados de individuo, diciendo, por ejemplo «'relación de parentesco'
es un c o n c e p t o de la antropología». Etc.
2 2 3
Ejemplo de expresión de este cálculo: A ( P x -» Qx).
x
1 2 4
'A x A y [Pxy -* Qxy)' sería, por ejemplo, un e n u n c i a d o de la lógica cuantificacional
poliádica de primer orden.
225 « v p A x ( Q r - » Px)* seria un esquema cuantificacional de la lógica de predicados
m o n á d i c o s de orden superior (concretamente, de s e g u n d o orden).
2 2 6
A la lógica de predicados poliádicos de orden superior pertenecería la expresión
* A P A x V y ÜQxy A Ryx) (Pxy)].
La lógica de predicados de primer orden 1 9 9
2 2 7
B) La lógica de los predicados monádicos *
Y de expresiones como
2 2 1
' * La lógica de clases n o es s ó l o otra interpretación p o s i b l e del calculo q u e , e n
el texto principal del capitulo II, h e m o s interpretado c o m o de e n u n c i a d o s . Es también,
en parte, otra manera de interpretar el cálculo q u e da forma a la lógica d e predicados
monádicos. D e ahí que vuelvan ahora las notas c o n asterisco.
288* *pQ^ tQQ-^ a n sido presentadas, en las páginas precedentes, c o m o formas
e t C j n
4
de simbolizar enunciados del tipo de Gerald Ford es un gran pensador político* o
'Gocbbelsera cojo*. Quiere ello decir que hasta el m o m e n t o h e m o s analizado esos enunciados
c o m o si lo q u e en ellos se afirmara fuera l a posesión, por parte de un individuo d a d o ,
de un determinado atributo. Cabría, sin e m b a r g o , la posibilidad d e interpretarlos de otra
manera. A saber: c o m o si lo q n e e n e l l o s se enunciara fuera la pertenencia de un
individuo a una cierta clase.
En el capítulo anterior d á b a m o s una caracterización «ingenua» de la n o c i ó n de clase.
D e c í a m o s aili que, dada una propiedad cualquiera, era posible construir la clase de
todas aquellas entidades q u e compartieran esa propiedad. P u e s bien: el supuesto — q u e
intuitivamente podría parecer aceptable— de q u e para toda propiedad existe la clase de los
individuos q u e la poseen permite la formación de contradicciones. Ello bien entendido,
p o d e m o s , sin embargo, para nuestros presentes propósitos, decir lo siguiente:
A expresiones funcionales de la forma
x es un indio bororo
\x\Px\
4
ha de leerse: la clase de t o d o s los x tales que Px'; es decir, la clase de todos l o s x
tales que hacen verdadero el enunciado abierto 'Px'.
En el capítulo II nos h e m o s o c u p a d o de las relaciones entre clases (clases que se
s u m a n o se s o l a p a n , que se incluyen en otras clases, que s o n idénticas, etc.). La lógica
d e clases ha d e pasar ahora — s i es q u e , q u e r e m o s seguir m a n t e n i e n d o una interpretación
paralela del c á l c u l o — a considerar también las relaciones entre las clases y sus elementos
o miembros (que es así c o m o se llama a los individuos q u e satisfacen los requisitos
para ser s o c i o s de una clase). D e un individuo se dice, pues, que pertenece a, o es nn
miembro de, o es un elemento de una determinada clase. D e s d e Ginseppe P e a n o (1858-1932),
el s í m b o l o que se utiliza para designar ta relación de pertenencia es 'e' (inicial de
*¿<7Tf, forma de la tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo
*£Í^f, 'ser'). Así, pues, una expresión c ó m o
a £ A
A r m a n d - D u b o i s era fracmasón
o bien c o m o
* * *
y
— 4 ~ Df - [x\x<£A\ [ d o n d e *x4 A equivale a i (x e /4)']
La lógica de predicados de primer orden 2 0 1
—i A x P x
Su lectura nos dice: «No todos los x tienen la propiedad P». Y, ¿no
equivale esto a decir: «Hay algún x que no tiene la propiedad P»?
AvB = .\x\{xeA
D/ v JceB){
AnB = .[x\{x€A
Df A XEB))
Inclusión de clases:
A c B = D f . Ax{xeA -+xeB)
A = B = o/. hx(x€A++xeB)
V x - i Px
A x n Px
(1) - i AxPx<-+ V x n Px
(2) i VxPx^AxiPx
- i V x - i Px
que se leería: «No hay ningún x que posea la propiedad no-P», o,
de mejor manera, «No hay ningún x que no sea P». Ahora bien: eso
es tanto como decir: «Todos los x son P»; en símbolos,
AxPx
—i A x i Px
2 3 1
El lector sabrá, sin duda, superar la pequeña dificultad que s u p o n e el hecho
d e que a veces — y ésta es una—, en castellano, la repetición de la negación, lejos
d e anular la negación primitiva ( c o m o ocurre en lógica, d o n d e —i—i X = »/. X), la refuerza:
«No hay ningún x tal que...', cuando en rigor bastaría con decir: « N o hay algún x ...».
La lógica de predicados de primer orden 203
VxPx
(3) - i V x - i Px Ax Px
(4) - i A x - i Px V x Px
2 3 2
D o n d e el pronombre 'ellos' sustituye el n o m b r e del conjnnto-universo de l o s x,
q u e se da por especificado.
2 3 3
* Eepárese en q u e n n e n u n c i a d o universal afirmativo así formulado corresponde
al enunciado de una inclusión de clases.
Quiere decirse, entonces, que un enunciado c o m o « T o d o s los árboles son agradables»
puede esquematizarse, bien de este m o d o :
• bien de este o t r o :
A <zB
Pero no. Porque eso sería tanto como decir que no todos los que
poseen la propiedad P poseen la propiedad Q. Y 'no todos' significa,
como acabamos de ver, 'algunos no\ Un esquema que empezara con
i A x ' sería un esquema de enunciados particulares , y no universales; 234
l _
2 3 4
En efecto: c o m o veremos, al igual que i (p %
q) equivale a p A —i q\ asi también 4
A <= ~B.
C u a n d o afirmemos que ningún individuo que posee tal propiedad p o s e e también tal
otra es c o m o si estuviéramos afirmando que ningún individuo q u e sea miembro de una
determinada clase es miembro d e otra clase determinada. Ahora bien: si n o lo es de esta
última, forzosamente habrá de serlo d e sus clases c o m p l e m e n t o . En efecto: entre una clase
y su c o m p l e m e n t o abarcan t o d o el universo del discurso. P o r tanto,
A c -B = D f . Ax{xeA -* x # £ ) .
1
Definamos la n o c i ó n de 'clases mutuamente excluyentes . D o s clases [A y B, por ejemplo)
s o n mutuamente excluyentes c u a n d o n o tienen ningún miembro en c o m ú n . Es decir, c u a n d o ,
—j V x(xeA A xefi).
Ahora bien: esto, según se ha visto, equivale a
Ax—\{xeA A xeB)
Ax(x¿A v xíB)
Ax(xe^ - xtB).
V x [Px A QJC) 2 3 6
*
2 3 6
* Traducido a lógica d e clases, un e n u n c i a d o de este este tipo querría decir que
la intersección de d o s determinadas clases no es vacía. Afirmar « A l g u n o s erasmistas eran
españoles» es tanto c o m o decir que la clase de l o s erasmistas y la clase de l o s españoles
(de t o d a s las épocas) tienen a! menos un m i e m b r o en c o m ú n :
A n B * <f>
O, dicho de otro m o d o ,
Vx{xeA A x6B).
A - B = .[x\x€A
Df A x$B).
Vx(Px A - i Qx)
Vx(xe/4 A x$B)
A - B * <¡>
206 introducción a ta lógica formal
Problemas de traducción
N i n g ú n e m p e r a d o r es o d o n t ó l o g o (Carroll)
A x ( £ x - ^ n Ox) 239
*
que sería
Vx(Gx A - i Sx)
> %
* * O bien, estipulando q u e la d a s e A es la d e los emperadores y la clase B la d e
los odontólogos:
A cr ~B,
q u e equivale a
Ax(xeA -tx^B).
La lógica de predicados de primer orden 2 0 7
V x(Hx A ~n Lx A —i D x ) 239
* [Es decir:'Hay al-
gún x tal que x
es hombre, y x no
es Ubre, y x no
siente ningún de-
seo de ser libre*]
Y el enunciado
El alma e n a m o r a d a es alma blanda, mansa, h u m i l d e y paciente (San Juan de la Cruz)
2 3 9
* En lógica de clases:
Vx(xe/Í A X E - Í AXE-C).
2
*° N ó t e s e que, para abreviar, h e m o s d a d o por s u p u e s t o q u e el universo del discurso
es el conjunto d e las almas ('Para t o d o x, si x es un a l m a e n a m o r a d a ...'). Podríamos,
sin e m b a r g o , haberlo especificado: 'Para t o d o x, si x es un a l m a y x está enamorada
2 4 1
* En lógica de clases:
A c ( f l n C n D o £ )
o, p o r distribución,
{A c B) A (X c Q A [A c D) A {A c £).
208 Introducción a la lógica formal
2 4 2
* En lógica de clases, A c [B n C ) , o, sencillamente, A c B, d o n d e A es la clase de
los a p o d o s y B la de las sutilezas prontas.
N o faltaría, sin embargo, quien entendiera la afirmación de Gracián c o m o una definición
de los apodos. En ese sentido, habría que reemplazar el condicional por el bicondicional,
y en lógica de clases, el signo de inclusión por el de igualdad.
2 4 3
* Es decir: V . x [ x e ( / í n £ ) ] .
La lógica de predicados de primer orden 2 0 9
A c B .
245. _ A C _ B
2 6
* * B<zA.
A x ( n Gx -» n Ex),
o, lo que es lo mismo,
Si lo esquematizáramos diciendo
y decir
Ax{Rx *^Ax)
Decimos que hay que ser fascista, amén de oligofrénico, para creerse
que el fascismo supone una revolución —en el buen sentido de la
palabra.
2 4 8
* D i c h o d e o t r o m o d o : q u e la clase d e l o s q u e creen q u e e! fascismo es revolucionario
(llamémosla clase */f) está incluida en la de l o s fascistas oligofrénicos ('£*): A c B.
2 9
* * En m o d o alguno dice q u e B cz A.
212 Introducción a la iógica formal
A x (Hx Cx)
2 5 0
Otra cosa sería sí h u b i é r a m o s dicho b o l a m e n t e los seres h u m a n o s están en d i s p o -
1
sición [ o se ven en ia n e c e s i d a d ] d e comprar pólizas . En este c a s o sí que sería a d e c u a d a
la utilización del bicondicional.
2 3 1
Cfr., por ejemplo, N . C h o m s k y , Cartesian Linguistics. N u e v a York, Harper and
R o w , 1966. V. cast. d e E. Wulff: Lingüística cartesiana. Madrid, Editorial Gredos, 1969,
passim.
La lógica de predicados de primer orden 2 1 3
Aquí, sí. Aquí no sólo cabe, sino que parece obligado, el recurso
al bicondicional:
152
Ax(Hx<-+Lx)
O bien:
2 5 2
Es o b v i o que h e m o s simplificado considerablemente la esquematización. Hemos
convertido la expresión "utilizar un lenguaje libre del control de estímulos externos o estados
internos' en un único predicado.
214 Introducción a la lógica formal
A x (Ox A Mx) Cx
y no en
1 A x [ ( J x A Nx)-> Jx]
2 5 4
A. N . Whitehead y B. Russell: Principia Mathematica. Vol I. Cambridge, at the
University Press, 1910 ( 2 / ed., 1927)." Intr., págs. 1-3, Cfr. esp., pág. 2.
La lógica de predicados de primer orden 2 1 7
En símbolos:
(p A q) -> - i r
D e entre los hombres, unos se resignan a no ser felices, en tanto que otros pre-
tenden serlo.
En símbolos:
A x(Rx Rx)
A x n (Rx —i Rx)
A x (Rx v - i Rx)
2 5 5
N o se olvide que el esquema
iP <?) — {p v q)
es una tautología.
2 5 6
«Paradoja de H e m p e l » sería también una d e n o m i n a c i ó n apropiada. Fue él, en efecto,
quien la planteó: Cfr. C G. Hempel, «Studies in the L o g i c of Confirmatíon», Mind,
vol. 54(1945), págs. 1-26 y 97-121. Reimpresión (con un «Postscript (1964) On Confirmation»)
en C. G. Hempel, Aspects of Scientific Explanation. N . York-Londres, The Free Press-
C o i l i e r / M a c m m a n , 1965, págs. 3-46, 47-51.
220 Introducción a la lógica formal
Sea el enunciado
A x (Cx -¥ Nx)
2 5 7
Pero nunca de manera c o n c l u y e m e , pues siempre estaría abierta la posibilidad
de encontrar cuervos q u e n o fueran negros.
La lógica de predicados de primer orden 2 2 1
A x Px V x Px
1 1 1 1 1
1 0 0 . 1 I
0 1 0 1 1
0 0 0 0 1
¡KP - q) A (r 5)] A - i q\ - -i p 2 5 8
,
a s a
T é n g a s e en cuenta q u e *Pa\ *Pb\ "Qa* y *Qb* son cuatro e n u n c i a d o s distintos,
q u e han d e ser esquematizados, p o r tanto, mediante cuatro letras de enunciado distintas.
LB lógica de predicados de primer orden 223
[(Pa Qa) A (Pb -> Qb) A (Pe ^ Qc)] -> [(-i Qa^-i Pa) A
A (-1 Qb -> - t Pb) A ( i Qc —> i Pe)]
[ ( P a -> Qa) A (Pb -> Qb) A {PC -> Qc) A - I Qa] -> - i Pa.
[(Pa -> Qa) A (Pb -> Qb) A (PC Qc) A ~ I QQ] -* - i Pa.
1 1 1 1 1 1 1 0 0
2 6 1
Sobre l o s problemas de la decidíbilidad en lógica d e predicados m o n á d i c o s
de primer orden, véase la excelente exposición de M a n u e l Garrido en su Lógica simbólica.
Madrid, Editorial Tecnos, 1974, págs. 338 y sígs.
2 6 2
Cfr., por ejemplo, W. y M. Knealc, The Development of Logic. Oxford, at the
Ciarendon Press, 1961, 1964, 1966, 1968. V. cast. de J. M u g u e r z a : El desarrollo de la lógica.
Madrid, Editorial Tecnos, 1972; caps. I y II; esp., pág. 23.
i e 3
Y asi lo h i z o en su tratado Uepi Ipiinvtiac. (Liber de Interpretatione), 17b 16, y
siguientes.
226 Introducción a la lógica formal
que las cuatro formas más simples de enunciado eran éstas: Todo 5
es P* [Enunciado universal afirmativo, o enunciado de tipo A]; "Nin
gún S es P* [Enunciado particular negativo, o enunciado de tipo E ] ;
9
'Algún 5 es P [Enunciado particular afirmativo, o enunciado en I], y
* Algún S no es P' [Enunciado particular negativo, o enunciado en O ] .
Como sabemos, en la lógica actual corresponderían a estos cuatro tipos
los siguientes esquemas:
A x (Px -• Qx) A
A x (Px -+-\Qx) E
V x (Px A Qx) I
V x (Px A - i Qx) O
CONTRARIOS
(A) A x Px (E).
O
2
U
íü
5
<
m
(I) V x Px § (O)
SUBCONTRARIOS
1 4
Especificación que, en adelante, o m i t i r e m o s , d á n d o l a por sobreentendida.
La lógica de predicados de primer orden 2 2 7
A x Px V x Px
A x n P x - » V x ~i Px
Ahora bien: estos dos esquemas sólo serán válidos en el caso de que
se excluyan los universos del discurso vacíos. De no ser así, los esquemas
no serían válidos, pues, aun siendo verdadero el antecedente, podría
265
ser falso el consecuente .
2 6 5
Las relaciones de subalternación entre enunciados sugieren problemas interesautes.
N o s limitaremos a dejar planteado alguno de ellos.
Se dice que, admitido el alcance existencial — o , en última instancia, la presuposición
o n t o l ó g i c a — de un e u u n c i a d o universal, de la verdad de éste s e sigue la del enunciado
particular correspondiente. Ahora bien: cabría quizá pensar q u e , c u a n d o un e n u n c i a d o
universal es verdadero, el e n u n c i a d o particular correspondiente es, en un sentido, verdadero,
p e r o no dice toda la verdad acerca del tema. La cosa se ve especialmente clara si acudi-
m o s a e n u n c i a d o s d e l o s q u e cabría llamar 'analíticos* — e n el sentido k a n t i a n o del
término. D e un enunciado c o m o
Todos ios filósofos presocráticos ejercieron como Ules antes que Sócrates
cabría inferir
Igualmente, sería c o n e c t o el p a s o de
—
Pero acabamos de ver que A x i Px V x —i Px. Y si es verdadero
Vx—\ Px no puede ser verdadero su contradictorio, A x Px. Así, pues,
si V. x Px es falso, A x Px lo es también. De igual modo puede mostrarse
que si es falso V x n ? x también lo es A x n Px.
Cabría decir, entonces, que
-
- i V x n P x - > 1 A x n Px
-i V x P x ^ n A x P x
A x Px —i A x n P x
2 6 6
Ax—i Px -> —i A x P x
Ahora bien — y esta es, natnralmente, una consideración extralógica—: ¿quién diria que
algunos sacerdotes son gnósticos si pensara que es verdad que todos los sacerdotes lo s o n ?
L as inferencias que consisten en pasar de la verdad de un e n u n c i a d o en A o en E a la de su
subalterno s o n inferencias q u e la lógica tiene obligación de examinar y — c o n l a s restricciones
aludidas— aceptar c o m o válidas, pero q u e el snjeto raciocinante normal no realiza. Y no las
realiza por e c o n o m í a intelectual; porque s o n ociosas. Es c o m o , en aritmética, multiplicar por 1.
N a d i e multiplica un número por la unidad, porque t o d o el m u n d o sabe el resultado. Se trata
de una operación ociosa, que, sin e m b a r g o , es objeto de consideración en aritmética.
P o r lo demás, las experiencias de P. Oléron (a las que su autor se refiere en el
Traite de Psychologie Experiméntale, publicado bajo la dirección d e P. Fraisse y J. Piaget.
a
Fascicule VII: «L'Intelligence». París, P. U. F., 2 . ed., 1969, pág. 41 [V. cast. en la
Editorial Paidós, de Bnenos Aires]), parecen mostrar que la interpretación espontánea que los
sujetos dan de l o s enunciados particulares es la interpretación «excluyente». Es decir: q u e
c u a n d o alguien emplea un enunciado particular es porque está c o n v e n c i d o de que el enunciado
universal correspondiente n o es verdadero. C u a n d o alguien dice « A l g u n o s historiadores mien-
ten» es, normalmente, porque cree que también es verdad que a l g u n o s historiadores no mienten.
Y si es verdadero el enunciado « A l g u n o s historiadores n o mienten» es falso su contra-
dictorio. Y su contradictorio es, c o m o h e m o s visto, « T o d o s los historiadores mienten».
2 6 6
La validez de a m b o s esquemas pnede apoyarse en la d e l o s de subalternación:
i A x n f x ' equivale, según los esquemas de contradicción, a ' V x P V , p o r l o cual el
La lógica de predicados de primer orden 229
—i V x Px Vx —i Px
-i Vx^ Px VxPx 261
Ax (Px Qx) A
Ax(Px^^iQx) E
V x (Px A Qx) I
V X ( P X A H Qx) O
¿Podemos decir que entre ellos se dan los cuatro tipos de relaciones
que acabamos de discernir?
1. Comencemos por la relación de contradicción. Ella sí se da también
con estos esquemas. Tomemos, por ejemplo, el siguiente enunciado univer-
sal afirmativo:
T o d o s l o s h o m b r e s s o n filósofos (Gramsci).
En símbolos,
Ax(Hx^Fx)
4
primero de esos esquemas no es sino otra formulación de A x Px -> V xPx\ En cuanto
al s e g u n d o , es equivalente a ' A x —\ Px Vx~i Px'.
2 6 7
En efecto: t o m e m o s el primer esquema. En él se dice q u e de la falsedad de
un enunciado particular afirmativo (y, por ende, de la verdad de su negación, ' n VxPx')
se sigue la verdad de su subcontrario, 'VxnP/. Y así e s : VxPx' equivale, según
h e m o s visto, a ' A x ~ i Px\ Y así enunciado, por subalternación, implica ' V x n Px'.
Igualmente, la falsedad de V * —i px, que expresamos n e g á n d o l o , equivale, p o r contra-
dicción, a *A x i V , y esto implica, p o r snbalternación, la verdad de VxPx.,
230 Introducción a la lógica formal
—i A x (Hx Fx)
Sabemos, sin embargo, que ' n A x ' puede sustituirse por 'Vx~i\
Por tanto, ese último enunciado equivale a este otro:
Vx-i(iíx^Fx)
ta expresión
Vx-i (Hx-*Fx)
equivale a
V x (Hx A - i Fx)
En efecto: negar que todos los hombres sean filósofos es tanto como
afirmar que hay algunos hombres que no lo son. Así, pues,
En símbolos:
V x (Mx A - i Cx)
- i Vx(Aíx A - i Cx)
estamos diciendo que no hay ningún x tal que x sea una cosa dicha
metafóricamente y x no sea confusa. Y puesto que *—i V x ' se puede
sustituir por ' A x n ' , tendremos
A x —i (Mx A —i Cx)
A x (Mx Cx)
Z 6 a
N i n g ú n jefe se e q u i v o c a
En símbolos:
A x (Jx —\ Ex)
Si lo negamos,
—i A x (Jx ~~i Ex)
V x n (Jx n £x),
es decir, en
V x (Jx A Ex)
En símbolos:
Vx(Lx A Cx)
Si lo negamos,
- i Vx(Lx A Cx),
2 6 a
El ejemplo nos ha sido sugerido por la lectura del s e g u n d o de los « D i e c i n u e v e
P u n t o s » de las Juventudes de Acción Popular, q u e rezaba c o m o sigue: «Disciplina. L o s
jefes no se e q u i v o c a n » (El Debate, 15-111-1934).
232 Introducción a la lógica formal
A x —i (Lx A Cx),
A x (—i Lx v ~i Cx)
y luego en
y
—\ V X (PX A -I gx) V X (PX A gx)
1. AxPx<->—\ V A - I P X .
2. V x P x ^ - 1 A — i Px.
3. A x - i Px <-> - i V x Px
4. V x —i P x —i A x P x
2 6 9
* Su traduccióu a lógica de clases es obvia. La de la primera, por ejemplo, seria
Ax(xeA)<->-t Vx(x$A)
o bien
2 7 0
* La paráfrasis d e 5, 6, 7 y 8 en lógica de clases es también m u y fácil. La de 6,
p o r ejemplo, podría obtenerse del siguiente modo. Sea A la clase de l o s iudividuos
que hacen verdadero el enunciado abierto T V , y B la clase de l o s individuos que hacen
l
verdadero el enunciado abierto Qx\ Decir, entonces, que
Ax(x€A ->xiB)
o, lo que es l o m i s m o , que
A cz -B.
- i V x (x e A A x e B).
234 Introducción a la lógica formal
11. A x ( P x v —i Px)
273
Ley de tercio excluso para predicados monádicos *.
2 7
** En lógica d e clases esta ley podría presentarse así:
A x (x e ,4 xe /4).
2 7 2
* En lógica de clases,
2 7 3
* En lógica de clases,
Ax{xeA v xe ~A).
filósofos son triviales». En efecto: para falsar el primero habría que encontrar — c o s a
harto fácil— un filósofo q u e n o fuera ni confuso ni trivial. En c a m b i o , para falsar
e! s e g u n d o bastaría c o n encontrar, por una parte, un filósofo q u e n o fuera confuso, y,
por otra parte, un filósofo q u e n o fuera trivial.
Traduciendo la ley a lógica de clases se ve c o n bastante claridad la diferencia.
N o es lícito pasar de
Ax{x€Á v x e B)
Ax(xe-4)v Ax(xefl),
2 7 d
* La ley tiene forma de condicional porque la inversa n o es verdadera. V e á m o s l o
en lógica de clases: de
Vx(xe/1) A Vx(xeB)
no se puede inferir
V x (x e A A x e B).
[Ax«2x-Kx) A A x ( P x - £ x ) ] - Ax(Px-Rx),
236 Introducción a la lógica formal
281
Modus ponendo ponens para predicados monádicos *.
26. A x Px Pa
Ley de especificación.
27. Pa^VxPx
282
Ley de particularización .
2 9 0
C o m o h e m o s ido indicando, las leyes 19 (con las premisas trastocadas), 20, 21 y 2 2
corresponden a los cuatro m o d o s silogísticos de la primera figura. O t r o tanto cabría hacer
c o n los m o d o s de las figuras restantes. Es preciso, sin e m b a r g o , señalar l o siguiente:
hay m o d o s que no podrían admitirse en nuestro cálculo de predicados m o n á d i c o s . Son
aquellos q u e — c o m o Darapti, por ejemplo, o Felapton— parten de premisas universales
para llegar a una conclusión particular. Sí, c o m o h e m o s dicho, no es lícito el paso de un
esqnema de la forma ' A x ( P x Q x ) ' a otro de la forma ' V j c ( P x A. Q y x n o sería v á l i d o ,
por ejemplo, el citado m o d o Darapti, cuya estructura podría representarse así:
2 8 f
* En lógica de clases,
o bien
2 8 2
C o m o puede verse, las leyes 23-27 se distinguen de las anteriores en que en ellas
figuran s í m b o l o s c o m o V , que antes h e m o s l l a m a d o 'constantes individuales'. L a presencia
de e s o s s í m b o l o s pudiera resultar e n g a ñ o s a . E n e f e c t o : s e s a b e q u e c a d a c o n s t a n t e individual
La lógica de predicados de primer orden 237
Exposición de motivos
designa un determinado individuo, ése y n o otro. Esto pudiera interpretarse de tal m o d o que
llevara a pensar que lo que se dice en, por ejemplo, la ley n ú m e r o 26 es que si t o d o s
los x p o s e e n el atributo designado por P entonces lo p o s e e el individuo a
y v el concreto
individuo a. Y n o es así: lo q u e se dice es q u e si de todos l o s individuos de un cierto
universo puede predicarse un determinado atributo, e n t o n c e s ese atributo puede predicarse
también de u n o cualquiera de ellos: d e a, por ejemplo. El s í m b o l o V n o es propiamente
una v a r i a b l e — y a q u e n o p o d r í a m o s cuantifícarla—, pero t a m p o c o una constante, un n o m b r e
concreto. Es lo q u e se llama un parámetro, una especie de n o m b r e imaginario.
2 8 3
R a y m o n d C h a n d l e r : El largo adiós. V. cast. de J. A. L a t a . Barcelona, Barra!
Editores, 1972, pág. 114. El q u e habla es, naturalmente, Phil Marlowe».
2 4 8
Es decir: «a es detective privado y a tiene su licencia d e s d e hace bastante tiempo
y a es un tipo solitario y n o hay ningún x tal que a esté casado c o n x y a está entrando
238 Introducción a fa lógica formal
Problemas de esquematización
O bien:
A x —i (Rx A 1XQ\
que equivale a
La frase
Otro ejemplo:
2 8 6 l
Es decir: a es hombre, y para t o d o x y para t o d o y, si x es hombre e y es
cualquier cosa que guarde relación con uu hombre, entonces x no es ajeno a a e y
tampoco es ajeno a a\
240 Introducción a la lógica formal
En símbolos:
L o s c o m u n i s t a s a p o y a n en t o d o s l o s países t o d o m o v i m i e n t o revolucionario en
contra del orden social y político existente (Marx-Engels)
En símbolos:
Su esquema sería:
2 8 7
Es decir: T a r a t o d o x, y y z, si x es una organización comunista, y un país
y z un m o v i m i e n t o revolucionario en contra del orden social y político existente, entonces x
a p o y a a 2 en / ,
2 8 8
Es decir: T a r a t o d o x, si hay algún y y algún z tal q u e x es un flexible e y
es un flexible y x e m p a l m a y c o n z, e n t o n c e s x ha sido cirujano de la electricidad'.
La lógica de predicados de primer orden 2 4 1
En versión simbólica:
2 8 9
Ax A y AZ[(/JC A Ty A SZ A Hxyz) - Mx]
2 8 9
'Para t o d o x, y y í , si x es un hijo de Israel, y es un trabajo y z es un s a n t o
s é p t i m o día, y x hace y en z» e n t o n c e s x será castigado con la muerte*.
242 introducción a la lógica formal
En esquema:
Y el consecuente sería
2 9 3
Interpretemos la expresión 'un muerto' c o m o 'algún muerto', aunque quizá fuera
mejor decir —para lo cual no p o s e e m o s todavía los suficientes recursos e x p r e s i v o s —
'un s o l o muerto*.
244 Introducción a la lógica formal
294
Leyes de la lógica de predicados poliádicos
Ax A y n (Pxy A —i Pxy)
2 9
* En lo q u e sigue, y salvo indicación e n contrarío, n o s o c u p a r e m o s exclusiva
mente d e predicados diádicos.
2 9 5
Téngase en cuenta q u e al escribir h V x V / se entienden negados los dos
cuantiticadores.
La lógica de predicados de primer orden 2 4 5
Pab -» V x V y Pxy
L A x A y Pxy A y A x Pxy
2. V x V y Pxy V y V x Pxy
2 9 6
3. V x A y Pxy A y V x Pxy
Ma
2 9 6
Si esta ley tiene forma de condicional e s p o r q u e su c o n v e r s a no s e c u m p l e .
E s decir, q u e
A y V x Pxy •+ V x A y Pxy
o la forma
ÜEÁ
Pab
x hizo encarcelar a y
x cambió y por z
x se alió con y y con z en contra de w
x leyó y
x es m a y o r que y.
ia,b}
<a.b>
248 Introducción a la lógica formal
297
R= .{x,y\Dxy}
Df
aRb
mejor que
299
Rab
-R = {x,y\~\xRy}
?
" Si escribiéramos {<*,>»> \Dxy} podría parecer redundante, p o r cuando la segunda
parte de la expresión ya especifica que es necesario que se haga verdadero el enunciado
k
abierto *Dxy\ y no D)'x . >
2 9 8
Al m e n o s para relaciones diádicas, que son, ya lo h e m o s dicho, las que casi
exclusivamente vamos a considerar.
2 9 9
Ya Wittgenstein, en el Tractatus Logico-Philosophicus, p o n e de relieve el carácter
l
«pictórico» de una expresión c o m o aRb\
La lógica de predicados de primer orden 2 4 9
como la clase de todos los x y todos los y tales que x está casado
con y), el complemento de R, — R será la clase de todos los x y de
9
todos los y tales que x no está casado con y, es decir, la clase de todos
los pares de individuos entre los que no se da la relación matrimonial.
300
2. Suma o unión (absoluta) de relaciones.
Dadas dos relaciones R y S, podemos decir que
R rx S = . {x, y | (xRy
D f A xSy))
4. Inclusión de relaciones
RczS = AxAy
Pr (xRy -• xSy)
5. Identidad de relaciones
R ~ S = . Ax Df Ay(xRy~xSy)
Diríamos que dos relaciones son idénticas cuando, si entre dos indi
viduos se cumple la primera, se cumple asimismo la segunda, y a la
xRy A xSy
T = .{x,y\
Df Vz(xRz A zSy)}
R\S= .[x y\
Df 9 Vz{xRz v zSy)}
R =>D/-{*,y\xRy}
R= Ay,x\xRy}
Df
l
R = j, R D
2
R = .R\R0f
3
R = of.R*\R
En general,
R = n
R*" 1R
1
R = padre de
1
R = padre de
1
R — abuelo de
3
R = bisabuelo de
4
R = tatarabuelo de
R - hijo de
1
R = hijo de
2
R = nieto de
R3
= bisnieto de
R4
= tataranieto de
R5
= chozno de
R6
= bichozno de
R= D/.lx,y)xRy}
\y\ Vx(xRy)Y
C(R)^ .{x\Vy(xRy
Df v yRx)}
1. --R = R^i
2. RvS = S<JR
3. RnS = SnR 302
6. (R cz.S)++{-S'<= - 3 0 4 R )
7. L(R C 5 ) A ( S C T)]
8. K ^ | 5 ) . | r | - ^ | ( S | T )]
7 306
9. (r|s)]
307
10. ft-K
11. (P c S) (R cz S )
12. (R = S) ¡R = S)
13. C(R) = C ( # ) 3 0 8
Etc.
A x (xRx)
3 0 1
Esta ley es u n o de los a n á l o g o s de la ley de d o b l e negación en lógica de
relaciones.
3 0 2
C o m o es obvio, las leyes 2 y 3 expresan la propiedad conmmntatíva de la suma
y el producto absoluto de relaciones.
303 4 y 5 s i
o análogos, eu lógica de relaciones, de las leyes de D e Morgan.
n o s
3 0 4
Ley de Contraposición de la inclusión de relaciones.
3 0 5
Ley de Transitividad de la inclusión de relaciones.
3 0 6
El producto relativo tiene, c o m o expresa esta ley, la propiedad asociativa. Carece,
en cambio, por razones obvias, de la propiedad conmutativa.
3 0 7
Es evidente que la inversa de la inversa de una relación es esa relación misma.
Cfr., la nota 301. Por otra parte, puede decirse que el c o m p l e m e n t o de la inversa de
1
una relación es igual a la inversa de su c o m p l e m e n t o . Ejemplo: sea R la relación 'mayor que
entre números. Su inversa será la relación que hay entre t o d o s los pares de números
tales que el primero es meuor que el segundo. Y el c o m p l e m e n t o de esta última relación
será la que hay entre t o d o s los pares de números tales que el primero no es menor
que el segundo. T o m e m o s ahora de nuevo k relación R> Su c o m p l e m e n t o será la relación
existente entre t o d o s los x y t o d o s los y tales que x no es mayor que y. Y la inversa
de esta relación será la relacióu que se da entre t o d o s los pares de n ñ m e r o s tales que el
primero no es menor que el segundo.
3 0 8
Evidentemente: el c a m p o de uua relación es idéntico al de su inversa.
256 Introducción a la lógica formal
A x —i (xRx)
A x A y (xRy -+ yRx)
A x A y (xRy - » —T yRx)
No faltan ejemplo: mayor que, padre de, más desagrable que, marido
de, amo de, etc.
Y, ¿qué decir de una relación como 'amar a'? Diremos que hay
amores correspondidos, y otros que no lo son. Lo cual es tanto como
decir que la relación ama a no es ni simétrica ni asimétrica.
Será no-simétrica. Utilizando, como antes, la función flecha, diremos que
una relación R es no-simétrica cuando
3 0 9
Recuérdese el sentido d e la función flecha, q u e s ó l o d a el valor 1 c u a n d o s e aplica
a los argumentos 0-0.
La lógica de predicados de primer orden 2 5 7
Relaciones transitivas son, por ejemplo, una vez más, las de identidad
1
y semejanza. También lo es la relación 'mayor que ; y asimismo lo
son ^superior a\ 'más demente que', 'preferible a'. El condicional —es decir,
la relación \.. es condición suficiente de ..." entre enunciados— es también
una relación transitiva. Y otro tanto cabe decir de la relación de inclusión
entre clases o entre relaciones.
Una relación R es intransitiva cuando
3 1 0
C o n ayuda de la n o c i ó n , ya explicada, de potencia d e una relación p o d r í a m o s
2
definir la transitividad diciendo que u n a relación R es transitiva c u a n d o R c R.
3 1 1
N ó t e s e que para que la relación "amar a' sea transitiva se requiere que al m e n o s
u n o de los tres términos sea h o m o s e x u a l .
258 Introducción a la lógica formal
hay siempre un tercer numero que es menor que el primero y mayor que
el segundo.
3 1 2
A. las relaciones que s o n simétricas y transitivas — y , p o r t a n t o , t a m b i é n reflexivas—
1
se les llama 'relaciones de equivalencia .
3 1 3
Introducción a la lógica y al análisis formal. Barcelona, Editorial Ariel, Í964,
1970, pág. 2 6 Z
La lógica de predicados de primer orden 2 5 9
y éste es mayor que un tercero, el primero será asimismo mayor que este
último), conexa (dados dos números cualesquiera, siempre ocurrirá que uno
de ellos será mayor que el otro), y, por supuesto, asimétrica (si un
número es mayor que otro, éste no será mayor, sino menor que aquél).
{*!... X . j ^ í X i . . . x„)}
R = D/.{x,y,2, w\Rxyzw]
Su complementaria, — j R , será
{x,y,z, w | - i (Rxyzw)}
Etcétera.
Para terminar, y como muestra de las complejidades en que nos
introduce el tratamiento lógico de las relaciones entre más de dos términos,
3 1 4
C o n n mayor que 2, por supuesto.
260 Introducción a la lógica formal
El predicado de identidad
7
En los seis enunciados figura el verbo 'ser en alguna de sus formas.
Es evidente, sin embargo, que el sentido del verbo en (1), (2) y (3)
1
es distinto que en (4), (5) y (6). En estos tres últimos casos el 'ser
es, o el ser de la predicación (tal individuo es tal cosa: discípulo de
Sócrates, número par, músico francés), o, visto de otro modo, el ser de la
pertenencia (tal individuo pertenece a tal clase: a la de los músicos franceses,
a la de los números pares, a la de los discípulos de Sócrates).
La lógica de predicados de primer orden 261
Así, pues, para decir que dos entidades cualesquiera son idénticas,
escribiremos
x = y
-i (x = y)
o, más cómodamente,
x ^ y
1. A x ( x = x).
315
Ley de reflexwidad de la identidad .
2. A x A y [(x = y) (y = x)]
316
Ley de simetría de la identidad
3. A x A y A z [(x = y) A (y = z)] -> (x = z)
311
Ley de transitividad de la identidad .
4. A x A y [(x = y) -> (Px«-+ Py)]
319
Ley ¿te indiscernibilidad de los idénticos .
5. Ax A y [ A P ( P x ~ P y ) (x = y)]
319
Ley de identidad de los indiscernibles .
Cuantificador es numéricos
(1) V x Px.
264 Introducción a la lógica formal
•miasma
(2) Vx V y [ ( P * A Py) A ( x ^ y ) ]
En efecto: lo que ahí dice es que hay algún [al menos un] x y
algún [al menos un] y tal que x tiene la propiedad P e y tiene la
propiedad P y x e y son distintos.
El enunciado 'Hay al menos tres individuos que poseen la propiedad P'
quedaría, en símbolos, así:
Etcétera.
La técnica de esquematización es, pues, bien sencilla. Prescidíendo .
del caso más simple —el de al menos uno—, todo consiste en afirmar
que poseen la propiedad en cuestión tantos individuos cuantos interese,
aclarando a continuación que se trata de individuos distintos.
Así, si se trata de decir, por ejemplo
Vxj V x V x V x V x V x V x [ ( ^ x ^ A Ax a A Ax$a A
2 3 4 5 6 7 2
A Ax¿a A Ax a A Ax a A Ax-iá) A ( X I T¿ X A X I 7* X 3 A
5 6 2
A X! # X4 A X T T¿ X 5 A XI T¿ X 6 A XJ ^ X 7 A X 2 # X 3 A
A X 2 # X 4 A X 2 # X 5 A X 2 T¿ X 6 A X 2 T¿ X 7 A X 3 T¿- X 4 A
A X 3 7^ X 5 A X 3 7^ X 6 A X 3 7^ X 7 A X 4 # X 5 A X4 # X 6 A
A X4. # X 7 A X 5 # X 6 A X 5 T¿ X 7 A X 6 ^ X )].
7
1
'Hay a lo sumo dos individuos que poseen la propiedad P tendrá,
en el lenguaje de la lógica, la siguiente forma
Axi A x 2 A x A x A x /\x$(Tx
3 4 A TX A T x A T X A TX A
5 x 2 3 4 5
A Tx ) -> (x
6 x = x ) v (x = x ) v (x = x ) v (xi = x ) v ( X j = x ) v
2 x 3 t 4 5 6
v (x = x )
2 3 v ( x = x ) v ( x = x ) v ( x = x ) v (x = x ) v
2 4 2 s 2 6 3 4
v (x = x )
3 5 v (x = x ) v ( x = x ) v (x = x ) v (x = x ).
3 6 4 5 4 6 5 6
3 2 0
A x { J x - > Vy(Cy A Dyx) A Az[Dzx -> (z = y ) ] }
3 2 0
Es decir: 'Para t o d o x, si x e s u n a forma d e juicio, e n t o n c e s hay al m e n o s
un y tal que y es un c o n c e p t o e y determina a x, y, para t o d o z, si z determina a x,
e n t o n c e s es que z es idéntico a / .
3 2 1
Es decir: 'Hay al m e n o s un x tal que, para t o d o y, si y es una critica, e n t o n c e s x
está más allá de t o d o y, y para t o d o -x, para t o d o y y para t o d o z, si z está más
allá de t o d o y, e n t o n c e s es que z es idéntico a x \
3 2 2
P o r ' m u n d o ' hay q u e entender, según se lee en el título del p o e m a , 'los ornes
é las otras anímalias'.
3 2 3
Es decir: 'para t o d o x, sí x es un h o m b r e o algún otro animal, e n t o n c e s hay
al m e n o s un y y al m e n o s un z tal q u e x trabaja por y y x trabaja por z e y n o e s
. La lógica de predicados de primer orden 2 6 7 ,
Descripciones
{x\Dx}
ix {Cxa)
La lógica de predicados de primer orden 2 6 9
Que se lee: el x tal que x está casado con a. El símbolo V (la iota
de los griegos) se usa como símbolo de descripción o singularización.
Y así como 'A x' se lee 'Para todo x\ y ' V x ' se lee 'Hay al menos
un x*, así también 'ix' significa *el x tal que': el x tal que hace ver-
dadero el enunciado abierto que sigue y que es el único en hacerlo
verdadero.
Hemos empezado enumerando una serie de enunciados que contenían
descripciones y hemos procedido luego a extraer esas descripciones y
simbolizarlas aisladas. Cabría preguntar ahora cómo se esquematizarían,
enteros, los enunciados que contienen descripciones. ¿Cómo vertiríamos
en símbolos, por ejemplo, el enunciado 'El autor del presente libro hubiera
querido vivir en la madrileña Calle de Aristóteles'? Así:
tendríamos
Híix{Exa)b-]
Hlix(Exa) ix(Exb)]
Que se leería: *E1 x tal que x escribió a es hermano del x tal que x
escribió b\
Véase, pues, cómo la expresión de la descripción en símbolos ocupa
el mismo lugar en la esquematización que los nombres de individuo.
Por ejemplo: si quisiéramos expresar en lenguaje lógico el enunciado
el 7 es impar
diríamos
E d i p o m a t ó a su padre y se c a s ó con su m a d r e
3 2 4
PaTa m a y o r facilidad, h e m o s expresado es el resultado de restar 8 d e 15*
en la terminología aritmética habitual.
La lógica de predicados de primer orden 2 7 1
5 2 5
Según otra versión, J- E. Erígena no murió a s e s i n a d o . En ese c a s o , el e n u n c i a d o
seria a s i m i s m o falso, pero por otro m o t i v o : p o r q u e n o habría individuo a l g u n o q u t
cumpliera la descripción.
272 introducción a ta lógica formal
como 'El que preparó el asesinato de Kirov era ucraniano', ya que —al
menos según el insigne jurista Vychinski— buena parte de los ciudadanos
de la URSS participaron en dicha preparación.
Por último, un enunciado como
seña también falso. Porque, si bien hay una, y una sola persona —llamada
'Joseph Conrad'— que cumple la descripción, no es cierto que esa
persona naciera en Inglaterra,
Lo que hasta aquí hemos hecho no es sino esbozar la llamada
«teoría de las descripciones definidas». Hay, en efecto, descripciones
indefinidas —como, por ejemplo, la contenida en el enunciado 'Un hombre
de gabán negro cruzó la espesura' o en "Un retrasado mental partidario
del ocultismo vio cómo se posaban sobre su mesa camilla setenta y siete
platillos volantes', o en 'Una alimaña de piel viscosa penetró en los
aposentos del conde\ Un enunciado en el que figure una descripción
indefinida es verdadero si: 1.° Hay al menos un individuo que cumple
la descripción (repárese en que aquí ya no se exige, como en el caso de las
descripciones definidas, que sea un único individuo). Z° El individuo
—o individuos— en cuestión tiene la propiedad o mantiene la relación
designada por el predicado.
A la rutinaria pregunta de por qué en lógica formal se concede
tratamiento específico a las expresiones descriptivas hay que dar la
respuesta de costumbre: porque hay razonamientos cuya validez depende
de la presencia en ellos de una o más descripciones. En el siguiente
apartado lo veremos.
3 2 6
El lector podrá encontrar, en los libros ya citados de M a n u e l Sacrastán (págs. 103 y ss.)
y M a n u e l Garrido (págs. 280 y ss.) presentaciones axiomáticas del cálculo d e p r e d i c a d o s de
primer orden.
2 7 4 Introducción a la lógica formal
A x q>x
327
<pa
AxPx
Pa
3 2 7 c s u n a
Donde V variable meta lingüística q u e representa cualquier predicado
— m o n á d i c o , en este c a s o — , y V es, c o m o ya h e m o s advertido, un parámetro, a l g o
así c o m o el s í m b o l o de un ejemplo cualquiera de n o m b r e d e individuo.
La lógica de predicados de primer orden 2 7 5
Pa Qa
O de
Ax[(Px A -I Qx)~Rx]
Y el paso de
Pa A Pb A Pe A Pd
a, por ejemplo,
Pa
P A C A T A S
RE A
A x A y (Pxy)
Pab
<p<x
A x <px
«• Tóp.. B, 3 , 1 1 0 a 3 8 - 1 1 0 b 7 .
La lógica de predicados de primer orden 277
A x (Px -* Qx)
A x (Qx -> Rx)
A x (Px -* Rx)
1. Ax(Px^Qx) P
2. Ax{Qx->Rx) P
3 . Pa Qa RE A, 1
4. Qa Ra RE A , 2
5. Pa^Ra RTr - s 3,4
6. Ax(Px-Rx) RÍA, 5
RI A
Axj,.,., x»(<px .„ x )
Í9 9 a
A x A y (Pxy) A y A x (Pxy)
He aquí la derivación:
r—1. A x A y Pxy
2. AyPay RE A, 1
3. Pab RE A , 2
4. A x Pxb RI A, 3
5. A y A x P x y RI A , 4
RI A Siempre y cuando a u a , no
n
Pa
AxPx
A x cpx
(pa
V x <px
<pa
a es P
V x (px
( a
i— P
V x (px
i—tí™-
X
La lógica da predicados de primer orden 2 8 1
1. V x Px P
r-2. Pa
3. A x Px RI A,2
4. A x Px RE V, 1,2-3
RE V
V X J I , . . , ^ ^ ! , . . , x„) Siempre y cuando a a „ no
u
i—<pa <x„ u
aparezcan ni en Vxi,..,,x„
(cpx cpx )
ii n ni en X, ni en
X ninguna premisa auxiliar no
eliminada.
X
V xcpx
V x ^x„{<f>x .„ x )
u l9 f n
Pa v Pb v Pc
Pa v Pb v Pc
V
p v q v r
Veamos un ejemplo muy sencillo que nos servirá para ilustrar las
dos reglas relativas al cuantificador particular, y en especial la primera.
Tratemos de demostrar la validez del siguiente esquema de ra-
329
zonamiento :
A x (Px -> Qx)
V x (Rx A Px)
Vx(Rx A Qx)
Derivación:
1. Ax(Px->Qx) P
2. V X ( K X A P X ) P
3. Pa^Qa RE A, 1
-4. Ra A Pa
5. Ra RE A , 4
.6. Pa RE A , 4
7. Qa RE 3, 6
8. Ra A Qa RI A , 7,5
9. V X ( Í U A Q X ) RIV,8
10, V x (Rx A Qx) RE V, 2, 4-9
RI =
(¡Oí
Ax[(x = 0 <px]
3 2 9
Q u e corresponde al m o d o silogístico Darii, de la primera figura.
3 3 0
Cfr. D . Kalish y R. M o n t a g u e , Logic. Techniques of Formal Reasoning. Nueva
York, Harcourt, Brace and World, 1964, cap. VI, 3. E n castellano, J. Mosterín, Lógica
de primer orden. Barcelona, Editorial Ariel, 1970.
2 3 4 Introducción a la lógica formal
1. AX[(X = A ) ^ C X ] P
2. Ca RE=,1
a 332
7. Regla de Introducción de Descripciones Propias ( R D P ) .
RDP
V y A x [cpx = y)]
(p(ix<px)
Si hay un individuo del que cabe decir que es el único que posee
una determinada propiedad (y eso es lo que dice la premisa de la regla:
que hay exactamente un x tal que (px), entonces se puede introducir
la descripción de ese individuo '—que será, por tanto, una descripción
propia— y asignarle a tal individuo esa propiedad. Por ejemplo: sea el
enunciado
32
H a y un i n d i v i d u o q u e escribió El estruendo de las rosas*
V y A x [Px (x = }))]
P (ix Px)
3 3 2
Cfr. K a l i s h - M o n t a g u e , op. ciu cap. VII, 5.
3 3 3
Manuel Peyrou.
286 Introducción a ¡alógica formal
8. a
Regla de Introducción de Descripciones Impropias (RDI).
Aunque no vamos a utilizarla, la expondremos por razones de simetría.
Como se recordará, decíamos que una descripción es impropia cuando
no se cumple la condición de que haya uno y un solo objeto que la
satisfaga.
Para entender el sentido de esta regla quizá sea oportuno recordar
la noción de clase vacía. Llamábamos clase vacía a aquella que carece
de miembros, y decíamos que, si bien pueden formarse clases sin miembros
1
en número infinito, estamos autorizados a hablar de 'la clase vacía ,
ya que todas ellas son idénticas, son la misma.
Pues bien: ¿cómo definir la clase vacía? Suele hacerse así:
<t> = {x\(x¿x)}
ix(x ^ x)
RDI
—\ V y A x[<px<-+(x = y)]
ix<px = iz(z ^ z)
Quiere decirse: cuando no se cumplen las condiciones que hacen
de una descripción una descripción propia —y la premisa de la regla
lo que dice precisamente es que no se cumplen—, entonces puede intro
ducirse una descripción impropia. Que es impropia se muestra en que
hace referencia a un individuo que no existe, pues no existe el individuo
que no es idéntico a sí mismo.
Con esto tenemos las ocho reglas básicas específicas del cálculo
de predicados de primer orden con identidad y descripciones. Vamos
ahora a integrarlas con las de la lógica de enunciados para componer
así el sistema de reglas de inferencia de la lógica de primer orden entera.
Letras de predicado: P, Q, R, P, Q, R
n n n
m
Letras de individuo: \ ™ ' ^ *> *
(constantes: a b> c,
y a b c ní m n
RI v RE v
X X v Y
r~X
X vY z
H
z
RI A RE A
X X A Y
Y
X |Y
X A Y
RI - RE
x - y
RI a 3 3 4
RE A
A x l r . , x n {(px ^ it x„)
A X)
N
3 3 4
RI V RE V
V x i , . . . , x„ ((pXi,..., x )
B
RI = RE =
A x [(x = í) <px]
3 3 4
Recuérdese q u e esta regla s ó l o es válida c o n las restricciones antes impuestas.
La lógica de predicados de primer orden 2 8 8
RDP RDI
V y A x [px (x = y)~] —i V y A x [<px (x = y)]
<p(ix(px) ixcpx = 1 2 ( 2 T¿ z)
X A Y -\{XAY) X ->
[ (-1 A v ~i Y) ~n X v ~n Y ~i A v Y
x v y -n v y) X -> y
1 (-1 X A - 1 y) -n A' A -1 y 1 (A A ~1 Y)
A v y A A y
l A - y -i(A--iy)
RI —r—1 REcq
X
X f\ —\ X
RComm v RIdem v
A v y A v A
y v A
3 3 5
En las o c h o reglas siguientes se observará la presencia de un doble trazo horizontal
que separa la premisa de la c o n c l u s i ó n . Ello quiere decir q u e la aplicación de esas o c h o
reglas puede hacerse tanto de arriba a abajo c o m o d e abajo a arriba. Así, p o r ejemplo,
la regla
x v y
RIAj RIA 2
X v Y X v Y
iX * ~i Y
RDQ RDC 2
X v Y X v Y
X-+Z X -> z
y ^ z y ^ w
RDD t RDD 2
X v -i y n l v n y
Z-+ X Z -> X
z-> y w -+ y
Z v -i W
RDstr v por A
x v (y A z)
( x v y) A (x v z)
RComm A RIdem A
x A y x A x
y A x
RDstr A por v
x A (y v z )
(X A Y) v (X A Z)
La lógica de predicados de primer orden 2 9 1
MT RTrans
X-+ Y X -+Y
-l Y Y - Z
X - Z
RImp RExp
X-+(Y -Z) (X A Y) - Z
x - (y - z)
RI~ RD~
x - y y
y - X
x y y-> x
RE «-•
t RE <->
2
X~ Y X^ Y
X -n y
RE ^ 3 RE**-»
y a:<-. y
y n X
RTrans -
X^Y
Y++Z
292 Introducción a la lógica formal
RDf A RDf V
RTSeg A RNeg V
3 3 6
Restringida a la lógica de predicados monádicos, esta regla tendría la forma
A x(px
3 3 7
Para predicados m o n á d i c o s s ó l o :
V %<px
3 3 8
E n lógica de p r e d i c a d o s m o n á d i c o s :
~n Ax<px
Con predicados m o n á d i c o s :
~i V x<px
A jt —i <px
Capítulo IV
MAS ALLÁ B E ESTE
LIBRO
No ya una, sino múltiples veces hemos dicho que este libro está
escrito con el estricto propósito de llevar al lector a ia lógica formal,
de iniciarle —con una mínima sensibilidad filosófica, un cierto sentido
del humor y una irrefrenable preocupación por las «cuestiones de estilo»—
en el dominio de los cálculos lógicos más elementales. Eso es lo que explica
que determinadas cuestiones, o incluso determinados campos de investiga
ción enteros, hayan sido pasados por alto: no nos interesaba tanto ser
completos cuanto resultar atrayentes, ganando para la lógica formal a
quienes necesitan emplearla o gocen haciéndolo (y la disyunción no es
excluyente). Con otras palabras: éste no es un tratado de Lógica, sino
—cosa muy distinta— una introducción a ella.
Con ello, sin embargo, no se quiere decir que debamos terminar
aquí, tras haber expuesto la lógica de predicados de primer orden con
identidad y descripciones. Si de lo que se trata es de seducir lógico-
formalmente al lector, parece oportuno insinuar las múltiples posibilidades,
tanto técnicas como filosóficas, que la lógica, más allá de lo explicado
en este libro, alberga. A su exposición esquemática dedicamos este capítulo
que, siendo como un epílogo de esta obra, quisiéramos ver convertido,
para quienes nos lean, en prólogo de ulteriores lecturas.
Lo que sigue no es, por tanto, sino un conjunto de alusiones (eso sí:
articuladas, organizadas) a algunos de los temas cuyo conocimiento resulta
absolutamente inexcusable para todo aquel que quiera hablar, con propie
dad y sin estulticia, de «la lógica» simpliciter. En efecto: la lógica —así, a
secas— no es sólo lógica formal, pero es, y necesariamente, también lógica
formal.
293
294 Introducción a la lógica formal
En esquema:
3 4 2
V P{ A x{ Ax [(Dx v Ix) -> Px]}}
Etcétera.
Si fácil es encontrar en el lenguaje ordinario enunciados que sólo
pueden ser adecuadamente esquematizados dentro de la lógica superior,
menos dificultad encierra todavía encontrarlos en el lenguaje de la ciencia.
En el lenguaje de la aritmética, sin ir más lejos. Uno de los principios
3 4 0
Para simplificar, s u p o n d r e m o s que s e trata d e al menos dos mujeres. Bien p e n s a d o ,
p o r otra parte, el ejemplo serviría también su fuera una mujer y d o s h o m b r e s ; o tres
h o m b r e s ; o tres mujeres. Etc.
3 4 1
Es decir: 'Hay algún x tal que x es h o m b r e y hay algún y y algún z tal q u e y es
mujer y z es mujer e y y z son distintos y x es capaz de amar a y y x es c a p a z
de amar a z y n o hay ninguna propiedad P tal q u e y sea P y z sea P\
3 4 2
Es decir: 'hay alguna propiedad P tal que, para t o d o x, si x es un régimen
autoritario, e n t o n c e s , tanto si x es de derechas c o m o d e izquierdas, x posee".
Más allá de este libro 2 9 5
3 4 3
AP{{Pa A A x A v [ ( ? x A Syx) -> Pv]¡ - A x Px)
2. L a Metateoría
3 4 3
T a r a t o d a propiedad P, si esa propiedad pertenece a 1 y si para t o d o x y para
t o d o y, si el q u e x tenga U propiedad P e y sea el siguiente d e x hace q u e y tenga
también esa p r o p i e d a d , e n t o n c e s t o d o n ú m e r o tiene esa propiedad'.
296 Introducción a la lógica formal
3 4 4
D a d a la inexistencia en castellano de un sustantivo que exprese la cualidad de ser
c o m p l e t o , se suele utilizar el n e o l o g i s m o *completud' o 'completitud'. Asesorados p o r
filólogos, h e m o s o p t a d o por utilizar 'compleción'.
3 4 5
- En rigor, lo que habría que decir es q u e es posible — y se ha hecho en múltiples
o c a s i o n e s — presentar el cálculo d e e n u n c i a d o s c o m o un sistema consistente.
Más allá de este libro* 2 9 7
3 4 6
H e m o s g l o s a d o u n a formulación d e H i n t i k k a e n J. H i n t i k k a (ed.) The Philosophy
of Mathematics* O x f o r d , O x f o r d University Press, 1 9 6 9 ; I n t r o d u c c i ó n , págs. 2-3.
298 introducción a la lógica formal
Garrido, M.: Lógica simbólica. Vol. 1: Madrid, Editorial Tecnos, 1973. Vol. 11:
Ibidem, 1974. Edición en un solo volumen: Ibidem, 1974; reimpr. 1977.
HlLBERT, D . y A C K E R M A N N , W.: Grundzüge der theoretischen Logik. Berlín, Springer
a
Verlag, 1928; 4. ed., 1959. Elementos de lógica teórica. V . cast. de V . Sánchez
de Zavala. Madrid, Editorial Tecnos, 1962.
HuNTER, G . : Metalogic. An Introduction to the Metatheory of Standard First-
Oder Logic. Londres, Macmillan, 1971.
KxEENE, S. C : Introduction to Metamathematics. Amsterdam, North-Holland, 1952;
reimpr. 1967. Introducción a la metamatemática. V . cast. de M. Garrido con la
colaboración de R. Beneyto, J. Sanmartín y E. Casaban. Madrid, Editorial
Tecnos, 1974.
M O S T E R I N , L : Lógica de primer orden. Barcelona, Ediciones Ariel, 1970.
S A C R I S T Á N , M.: Introducción a la lógica y al análisis formal Barcelona, Ediciones
Ariel, 1964; reimpr. 1970.
3 7
* Cfr., por ejemplo, I. M. B o c h e ñ s k i : Fórmale Logik. Friburgo-Munich. Verlag
Karl Alber, 1956. Historia 4e la lógica formal. Ed. esp. de M. Bravo. Madrid, Editorial
Gredos, 1966, págs. 267 y ss.
3 0 0 Introducción a la lógica formal
9
La lógica polivalente**
«Mañana habrá una batalla naval». ¿Es verdadero, hoy, este enun-
ciado? Si lo es, entonces el futuro está predeterminado: nada podrá
impedir que mañana se libre una batalla naval. ¿Será, pues, falso? Si es
falso hoy que mañana habrá una batalla naval, venimos a dar en algo
semejante: no habrá posibilidad alguna de entablar mañana una batalla
naval, y el futuro se nos escapa (o se nos impone) también por este lado.
Nos encontramos, pues, con que la batalla naval de mañana seria,
o necesaria —si el enunciado que la enuncia la víspera es ya verdadero
en ese momento— o imposible —si el tal enunciado es falso.
Ahora bien: parece obvio que la batalla naval de mañana es un
evento futuro contingente. Contingente: es decir, ni necesario ni imposible.
Si queremos escapar a la paradoja de que nuestro futuro esté ya
determinado desde siempre y para siempre —desoladora conclusión a la
que nos vemos condenados en el caso de que aceptemos que todo
enunciado acerca de eventos futuros contingentes es, en el instante de ser
proferido, o bien verdadero o bien falso—, -hemos de convenir en que
3 4 9
L u e g o se verá que la excentricidad no es tanta, en casi t o d o s los casos, c o m o
a l g u n o s d e los defensores d e esas lógicas creyeron en un principio.
3 4 9
Si utilizamos el término «polivalente» es s ó l o por no crear desconcierto r o m p i e n d o
una costumbre. E n verdad, el término no h a y p o r d ó n d e cogerlo. E n primer lugar, está
la p o c o armónica c o m b i n a c i ó n — d e la q u e e s ejemplo insigne el término « s o c i o l o g í a » —
de un vocablo griego y otro latino. «Multivalente», por ejemplo, sería m u c h o m e n o s bastardo.
En s e g u n d o lugar, p a r e c e i m p r o p i o el uso del sufijo «vajente», porque sugiere que la
lógica bivalente v a l e por d o s y la polivalente por m u c h o s , o para m u c h a s cosas. Y no se
trata d e q u e la lógica bivalente valga para d o s cosas, s i n o d e q u e opera c o n d o s valores.
N o se nos ocurre, sin e m b a r g o , un rótulo alternativo que s e a preferible, y por eso
h e m o s recaído, a u n q u e a regañadientes, en el uso de la d e n o m i n a c i ó n acostumbrada.
Sin e m b a r g o , siempre q u e p o d a m o s a c u d i r e m o s a la descripción 'lógicas q u e o p e r a n c o n
m á s d e d o s valores de verdad*.
302 Introducción a la lógica formal
1
i_
2
0
p ^ P
1 0
1
2 2
0 1
Tomemos ahora dos enunciados, cada uno de los cuales podrá tener
tres valores de verdad. En lógica bivalente, las combinaciones posibles
n
de los valores de verdad de n enunciados venían dados por la fórmula 2
(si eran dos enunciados, cuatro combinaciones; si tres, ocho, etc.). En lógica
trivalente, dados n enunciados será 3" el número de las combinaciones
posibles de sus valores de verdad Sean, pues, dos enunciados. Nueve serán
las combinaciones:
p q
1 i
i i
1 02
i 1
1
2
i 0
0 1
1
0 2
0 0
p Q p Aq p y q p ^ q p++q
1 1 1 1 1 1
1 i i 1 i
1 0 0 1 0 0
i 1 i 1 1 h
i
1
i 1
2
2
i 0 0 h h
0 i 0 1 1 0
i 1
0 0 1 1 í
20
0 0 0 1 1
(P A q) -> (p v q)
3 5 1
Con una e x c e p c i ó n : según-fcukasiewicz, c u a n d o el a n t e c e d e n t e tiene el valor i y el
consecuente el valor 0, el .condicional vale i (y no 0). Se p u e d e discutir, a u n q u e parece
razonable el criterio de l u k a s i e w i c z . Si el antecedente valiera 1, el c o n d i c i o n a l — v a l i e n d o 0
el c o n s e c u e n t e — valdría 0. Si el antecedente valiera 0, el c o n d i c i o n a l valdría 1 (pues
estaríamos en el caso 0-0). Pero valiendo el antecedente i, parece razonable reconocer
que no p o d e m o s inclinarnos ni p o r la verdad ni p o r la falsedad del c o n d i c i o n a l así
formado.
Más allá de este libro 3 0 5
1 i 1 0 0 0 1
i
1 i i i 0
2 2 2
1 0 0 1 0 0 1
\ 1 1 0 0 i 1
1 1
i1 0i i
1
-i
1
2 i1 i
0 1 0 0 1 1
1 1 1
0 1 1
1
0 0 1 1 1 1 1
A
Í(P -* q) (P -* "i q)l -> ~^ P
p q p^q ~> q ~l P -
Itf)-* ip
1 i 1 0 0 0 0 1
i í
1 i 2 i i 2 0
1 0 0 i 1 0 0 1
1
i 1 1 0 i 2 2 1
1 1
2
1 2" 1 1 i 2
1 1 1 1
0 1 2
0 1 1 0 1 1 1 1-
0 21 1 i 1 1 1 1
0 0 1 1 1 1 1 1
Su tabla de verdad:
p -1 p p p (p ~ l p) -*• —i p
1 0 0 I
i i 1 i
0 1 1 1
306 Introducción a la lógica formal
3 5 3
Su tabla d e verdad, e n lógica trivalente, sería;
p p v —i p
1 -1 p
0
1
i 1 1
i
0 i 1
Más allá de este libro 307
presupone el enunciado
3 5 4
C o m o resumen d e n s o y perfecto del estado d e l o s estudios s o b r e la presuposición
véase la introducción d e V. Sánchez de Zavala a la Parte primera del v o l u m e n s e g u n d o de su
compilación Semántica y sintaxis en la lingüística transformatoria. Madrid, Alianza Edi-
torial, 1976, págs. 25 y ss.
3 5 5
Cfr., p. e., D . E. C o o p e r : Presupposition. La H a y a - P a r í s , M o u t o n & Co., 1974, pág. 25.
306 Introducción a la lógica formal
presupone el enunciado
presupone la verdad del enunciado 'No todos los filósofos analíticos son
reaccionar ios*. De modo parecido, el enunciado 'Lord Byron lamentó
haber admirado a Napoleón' presupone el enunciado 'Lord Byron admiró
3 5 6
Es decir: T a r a t o d o x y para t o d o y, sí x es un p o e m a d e J o y c e e y e s una d e sus
obras narrativas, entonces x es inferior a y\ '
Más allá de este libro 3 0 9
D. L a Haya-París, Mouton, 1 9 7 4 .
E . C O O P E R , Presupposition.
B. C. VAN «Presuppositions, Supervaluations, and Free Logic», en
FRAASSEN,
K. Lambed (ed.), The Logical Way of Doing Things. New Ha ven y Londres,
Yale University Press, 1969, pp. 6 7 y ss.
G, FREGE, «Über Sinn und Bedeutung». Zeitschrift fúr Philosophie und phüosophische
Kritik, vol. 100 ( 1 8 9 2 ) , págs. 2 5 y ss. V. e. —entre otras— en Estudios
sobre semántica. Tr. d e U . Moulines. Barcelona, E d . Ariel, 1 9 7 1 , págs. 49 y ss.
B. R U S S E L L , «On Denoting». M\na\ N. S., Vol. 1 4 ( 1 9 0 5 ) , págs. 479 y ss. V. e. en
Lógica y Conocimiento. Tr. de J. Muguerza. Madrid, Taurus, 1 9 6 6 , págs. 5 1 y ss.
P . F. S T R A W S O N , «On Referring». Mind. L I X ( 1 9 5 0 ) . págs. 320 y ss. V . e. en
T. M. Símpsori (ed.), Semántica filosófica: problemas y discusiones. Buenos Aires,
Siglo XXI, 1973, págs. 57 y ss. «Identifying Reference and Truth-Values»,
Theoria, Vol. 3 0 ( 1 9 6 4 ) , págs. 4 3 9 y ss. Y en Logico-Linguistic Papers. Londres,
Methuen, 1 9 7 1 , págs. 7 5 y ss.
H. L E O N A R D , «The Logic of Existence». Philosophical Studies, 7 (1956), págs. 49 y ss.
51
la llamada «lógica de ios enunciados vagos (fuzzy iogic)»* . El tema
de la vaguedad —de la ambigüedad, de la imprecisión, del carácter
borroso de ciertos términos o enunciados— viene siendo objeto de la
atención de los lógicos desde hace tiempo. Últimamente, sin embargo,
su tratamiento formal sistemático está alcanzando un especial relieve.
Frente a la teoría clásica de conjuntos —en la que se da por descontado
que los conjuntos tienen bordes nítidamente trazados (no en vano se los
presenta habitual mente mediante un círculo), de tal modo que cabria
en cada caso decidir con toda rotundidad si un determinado individuo
es o no miembro de ellos—, Lofti Zadeh ha comenzado a elaborar una
teoría de los conjuntos vagos o borrosos, por respecto a ios cuales cabria
hablar de grados o matices de pertenencia. Así, frente a la teoría «normal»
de conjuntos, que presupone que los conjuntos tienen bordes nítidos,
bien perfilados, se alzaría la exigencia de hacer la teoría de aquellos
conjuntos —que son, evidentemente, la mayoría— cuyos bordes están
difusos, como si los viéramos a través de un cristal empañado. El concepto
'número primo' no es un concepto borroso, y por ello no es un conjunto
borroso el de los números primos. Pero, ¿qué decir de conceptos tales como
el de 'persona alta' (¿cuánto hay que medir para ser alto?), el de libro
voluminoso', o, si se prefiere un ejemplo menos trivial, 'filosofía crítica'?
Sobre esta línea retoma George Lakoff el estudio de lo que los
lingüistas llaman «cercas semánticas (semantic hedges). Como dice Víctor
3 5 7 b i
Sánchez de Zavala \ las cercas semánticas son «expresiones principal-
mente adverbiales que «cercan» algunos rasgos semánticos (posiblemente
todos ellos) de la expresión a que modifiquen, resaltándolos positiva o
negativamente». Cercas semánticas son, por ejemplo, la siguientes ex-
presiones:
una especie de
auténticamente
más... que otra cosa
estrictamente
en un cierto sentido
aproximadamente
en sentido técnico
en términos generales
considera blemente
etc.
Se trata, según LakolT, de palabras cuyo significado conlleva implícita-
mente borrosidad, palabras cuya función es hacer las cosas más o menos
3 5 7
N o parece o p o r t u n o a d o p t a r una traducción literal y hablar de «dógica vaga o
borrosa». L o vago no es la teoría, sino el objeto que estudia. D e otro m o d o , seria c o m o
explicar tartamudeando una teoría sobre las causas de la tartamudez.
3 S l b W
« U n i d a d e s , constricciones y limites de la lingüística transformatoria». En Revista
Española de Lingüistica, a ñ o 5, F a s e 1 (enero-junio, 1975), págs. 4 5 - 8 6 ; pág. 65, n.31.
3 1 2 Introducción a la lógica formal
La lógica modal
es necesario que p
es posible que p
es imposible que p
no es posible que no-p
no es imposible que p
es imposible que no-p
etc.
A estas cláusulas —'es necesario que...\ ''es posible quej, ''es imposible
que»*— se las llama operadores modales.
La lógica modal nace con Aristóteles, Fue él, en efecto, el primero
en comprender que las nociones modales desempeñan un papel decisivo
en la validez de ciertos tipos de inferencia. No vamos, sin embargo,
por razones obvias, a seguir aquí todas las peripecias habidas en la historia
del análisis lógico de las modalidades, sino que nos limitaremos a intentar
mostrar cuál es el sentido radical de este apartado de la lógica.
Con ayuda de la negación, todas las nociones modales pueden reducirse
a una. Y esa una puede ser, o bien la noción de necesidad, o bien la
noción de posibilidad.
Convengamos en simbolizar la cláusula 'es necesario que...' por *CP-
Una fórmula como:
• p
se leerá, entonces, 'es necesario que p \
Una expresión como:
n-ip
4
se leerá: 'Es necesario que no-p\ O, lo que es lo mismo: Es imposible
que p\
Por su parte, la fórmula
-i a-*p
querrá decir: 'No es necesario que no-p\ Dicho de otro modo: 'Es posible
que p\
Tomemos ahora como primitiva la noción >>
de posibilidad. Representa
remos 'es posible que...' con el símbolo *0 , Tendremos entonces:
(1) p - > O p
(2) G p - p
(3) D ^ í J ^ D p ^ D í )
(4) n O f r v ^ h O p A i O í )
(5) O f p v ^ ( O p v O í )
(6) ( D p v D í ) - * • ip v 4 )
(7) 0 ( p A < j ) - ( O p A O í )
Etcétera.
3 5 8
Regla q u e equivale a la ley (2) arriba expuesta.
3 5 9
Regla q u e equivale a la ley (1) arriba e x p u e s t a .
316 Introducción a la lógica formal
A
• {[(P q) Pl -> q)
~\p^{p^q)
q^ip^q)
3 e o
Cfr. C. I. Lewis y C. H . Langford, Symbolic Logic. P u b l i c a d a en 1932. Reedi-
tada en 1959 por D o v e r Publications, N u e v a York. Para l o q u e sigue, véanse espe-
cialmente l o s capítulos VI y VIII.
Más aflá de este libro 3 1 7
~i Cp ~i
p^q
~^(p^q)
ip -+ q) v (p - • - i q)
es una tautología.
Así, pues, viene a decir Lewis, si la lógica aspira a presentarse
como un canon de la inferencia deductiva, tiene que definir de manera
más estricta esa relación de deducibilidad que constituye el núcleo de sus
preocupaciones.
318 Introducción a ia lógica formal
X-9Y = .-\0{X
Df A - i Y)
se cumple también
Ahora bien: las modalidades de que hemos hablado no son las únicas.
Todavía nos quedan más posibilidades, de las que hacemos uso constan
temente. Decimos, por ejemplo,
es obligatorio que p
está permitido que p
está prohibido que p
3 $ 1
Es decir, (p-3q)-3{p -* q\ V é a s e A. R. A n d e r s o n y N . D e Belnap, Jr., «The P u r é
Calculus of Entailment». The Journal of Symbolic Logic, vol. 27, n.° 1 (1962), págs. 19 y ss.
Más allá de este libro 3 1 9
N. R E S C H E R , The Logic of Commands. Londres, Routledge and Kegan Paut (N. Y.,
Dover Publications), 1966.
3 6 2
Véase nuestro articulo « L ó g i c a s no clásicas» del Diccionario de filosofía actual,
dirigido por M. A. Quintanilla. Salamanca, E d i c i o n e s Sigúeme, 1975, así c o m o nuestro
artículo «La lógica formal h o y » , Revista de Occidente, 7 (1976), págs. 89 y ss.
Más allá de este libro 3 2 3
Esas nociones «constituyen, por así decirlo, una prelógica cuyo análisis
363
no es en modo alguno trivial» , La lógica no es, pues, sólo la lógica
bivalente apofántica, a la que nos hemos entregado durante toda esta obra.
Esa lógica es, hoy, la lógica «normal», adjetivo que, a fuerza de ser usado
con matiz positivo, ha acabado por adquirir connotaciones desfavorables.
3 6 3
Cfr. H, B. Curry y R. F e y s : Combinawry Logic. Amsterdam, N o r t h - H o l l a n d
Publishing C o m p a n y , 1958. Versión castellana de M. Sacristán. Madrid, Editorial Tecnos,
1967, pág. 19. U n «mapa» de la lógica actual p u e d e encontrarse en el artículo de N . Rescher,
«Desarrollos y orientaciones recientes en lógica». Versión castellana en Teorema ,n.° 2
(1971), págs. 51-64.
3 6 4
Deviant Logic. Cambridge, Cambridge University Press, 1974.
324 Introducción a la lógica formal
3 6 5
del taxonomista por la del teórico — , y de otra parte, el progreso
de una psicología del razonamiento consciente de la necesidad de dar
preferencia al estudio de los procesos de razonamiento sobre el de los
resultados; resuelta a abandonar el estudio sesudamente tosco del compor-
tamiento de las ratas —propagadoras de una suerte de peste psicológica—
para concentrarse en la descripción y explicación científica de ese dis-
tinguido tipo de conducta humana que consiste en razonar; convencida
de que hacer ciencia no es hacer positivismo de pacotilla, sino arriesgarse
con la imaginación y —eso sí— someter luego a contrastación —gober-
nada por la lógica formal— los frutos de esa creatividad. Todo ello,
decimos, puede hacer que entre la lógica, por una parte, y, por otra,
la lingüística y la psicología, se entable un ciclo de alimentación que
sólo redunde en beneficio de esas tres ciencias. Ese ciclo —como enseña
su etimología— es un círculo. Aplicando la lógica —que es lo que,
entre otras cosas, hace toda ciencia que merezca tal nombre—, ia
lingüística y la psicología están procediendo a poner lúcidamente de
relieve las presentes insuficiencias de esa ciencia que utilizan como
instrumento.
3 6 7
Cfr., L. Aposte!, « A l g u n o s p r o b l e m a s s o b r e las r e l a c i o n e s entre la p s i c o g é n e s i s y las
lógicas no clásicas». En J. D e l val ( C o m p . ) , Investigaciones sobre lógica y psicología, Madrid.
Alianza Ed., 1977, pp. 89-108.
326 Introducción a la lógica formal
PIAGET, J.: Traite de Logique. Essai de logistique opératoire. París, A. Colín, 1949.
Nueva ed. a cargo de J. B. Grize con el titulo: Essai de logique opératoire.
París, Dunod, 1972,
3 6 8
Aspects of the Theory of Syntax. Cambridge, Mass., T h e M. I. T. Press, 1965.
Aspectos de la teoría de la sintaxis. V. cast. de C. P. O t e r o . Madrid, Aguilar, 1970,
págs. 5-6.
330 Introducción a la lógica formal
369
descripción de la competencia intrínseca del hablante-oyente i d e a l » .
Dice también: «La gramática de una lengua concreta debe ser suplementada
por una gramática unversal que explique el aspecto creativo del uso
lingüístico y exprese las profundas regularidades que, por ser universales,
3 7 0
no aparecen en la gramática propiamente dicha» . Y dice, finalmente:
«Para evitar lo que hasta ahora ha sido una tergiversación continua,
quizá merezca la pena reiterar que una gramática generativa no es un
modelo del hablante o del oyente, sino que intenta caracterizar en los
términos más neutrales posibles el conocimiento de la lengua por un
371
hablante-oyente» . ¿Acaso no resulta perfectamente natural intentar
implantar nociones paralelas a éstas en la lógica? Intentémoslo.
Y al intentarlo, lo primero con lo que nos encontramos es con que esa
implantación no tendría propiamente su lugar en la lógica formal, en la
teoría lógica como tal, sino más bien en el terreno de la «lógica del
sujeto», es decir, en lo que Piaget llamaba la «lógica operatoria». En
efecto: competencia lógica sería el conocimiento implícito que el sujeto
razonante tiene de las reglas de la lógica (y que se «actualiza», como
dicen los psicólogos, en ciertas situaciones experimentales, es decir, cuando
el sujeto se enfrenta con ciertas pruebas); actuación lógica sería el uso
efectivo que el sujeto hace de la lógica en situaciones concretas. Ninguna
de las dos nociones pertenecería, pues, a la lógica pura, sino a la
teoría del conocimiento que el sujeto tiene de las reglas de la lógica.
En este sentido, pueden establecerse comparaciones entre el tipo de cono-
cimiento que se tiene de las reglas del lenguaje y el tipo de cono-
cimiento que se tiene de las reglas de la lógica. Así, por ejemplo,
nos dice José Hierro que «en todo comportamiento sujeto a reglas
hay un conocimiento de que (un saber-que) ciertos objetos (situaciones,
acciones, personas, cosas, etc.) satisfacen la valoración que ese sistema de
reglas comporta, y de que otros no la satisfacen. Dicho conocimiento
se manifiesta en el propio comportamiento valorativo, que en el caso
del lenguaje consistirá en aceptar unas oraciones y en rechazar otras.
Y esto no exige ni poder formular las reglas que se aplican ni ser
conscientes de su aplicación». Hierro piensa que con las reglas de la
lógica ocurre algo semejante: «Hacer razonamientos válidos y distinguirlos
de los razonamientos inválidos es algo que no requiere la capacidad
para formular las reglas lógicas pertinentes [...]. Ello no requiere un
3 7 2
conocimiento reflexivo o explícito de dichas reglas» .
¿No sería, entonces, incurrir en psicologismo decir que la lógica pretende
ser una descripción de la competencia intrínseca del sujeto razonante
3 7 3
ideal ? ¿No seria mejor decir que esa tarea correspondería a una
3 7 4
A. D e a n o , artículo « L ó g i c a formal» tn M. A. Qumtanilte (ed.), Diccionario de
filosofía contemporánea. Salamanca, Ed. Sigúeme, 1976, págs. 261 y ss., pág. 267.
3 7 5
C o m u n i c a c i ó n personal.
332 Introducción a la lógica formal
presente estado y del sentido que parece tener su evolución— cabe extraer
útilísimas enseñanzas para la lógica misma, para ia comprensión de la
naturaleza de la lógica y de lo lógico en cuanto tales.
Al menos durante un tiempo, ha sido un lugar común entre los
filósofos del lenguaje ordinario la contraposición entre la simplicidad y el
rigor del lenguaje artificial de la lógica, y la complejidad, la vaguedad,
la «inexactitud» del lenguaje cotidiano. Una cosa es el lenguaje formalizado
de la lógica, gobernado por reglas explícitas y precisas, y otra muy
distinta el «lenguaje de la vida».
En eso, en esa contraposición, todos los lógicos formales estarían
completamente de acuerdo: no sabemos de ninguno que haya defendido
la idea de que la lógica sea o pueda llegar a ser una reproducción
fiel, punto por punto, del lenguaje ordinario (a lo más, alguno ha querido
ver en ella la esencia de éste). En lo que ya pocos lógicos estarían de
acuerdo es en las consecuencias que algunos filósofos del lenguaje ordinario
han querido extraer de esa contraposición entre la nitidez y exactitud del
lenguaje lógico y lo proceloso del lenguaje ordinario.
Strawson, por ejemplo, cree que la idea fundamental que hay que
retener, al cabo del examen comparativo de la lógica formal y la lógica
del lenguaje ordinario que constituye el nudo de su Introduction to
Logical Theory, es la de que «las simples relaciones deductivas no son
el único tipo de relaciones que hemos de tomar en consideración si
queremos entender las funciones lógicas del lenguaje». Las funciones del
lenguaje que interesan a la lógica formal son tan sólo un grupo muy
reducido de las incontables que aquel puede desempeñar. Por otra parte,
los instrumentos de análisis del lenguaje que la lógica formal nos pro-
porciona no son ni mucho menos los únicos aperos analíticos de que
disponemos. En los resultados de nuestro estudio del lenguaje ordinario
no encontraremos ciertamente «ese carácter de elegancia y sistema que
ostentan las construcciones de la lógica formal. También es cierto que la
lógica del lenguaje ordinario aporta un campo de estudio intelectual no
3 7 6
superado en riqueza, complejidad y poder de atracción» .
Ahora bien, la tesis de Strawson podría entenderse —y así se ha
entendido, como consecuencia de ciertas lecturas apresuradas— como si
significara eJ definitivo divorcio, el divorcio por principio entre la lógica
formal y el análisis lógico cabal del lenguaje ordinario, como si la primera
no pudiera nidebiera intentarla reconstrucción cada vez más fiel y detallada
del lenguaje ordinario en sus aspectos lógicos, como si el lenguaje ordinario
debiera ser abandonado para siempre por la lógica.
La lingüística actual, los crecientes desarrollos de la lingüística, nos
ofrecen la posibilidad de forjar argumentos en contra de esta manera
de ver las cosas. Y no sólo los desarrollos actuales de la lingüística,
sino también los desarrollos actuales de la lógica formal misma, y, señalada-
3 7 7
Cfr., c o m o locus classicum, « H e d g e s : A Study in M e a n i n g Criteria and the L o g i c
of Fuzzy Concepts», en —entre otros lugares— D . H o c c k n e y et ai (eds.), Contemporary
Research in Pkilosophicai Logic and Linguistic Semantics. Dordrecht, H o l l a n d , D . Reidel
Publishing C o m p a n y , 1975, págs. 221 y ss.
3 7 8
Op. cit., pág. 221.
Más allá de este libro 335
echar las manos por alto en señal de desesperación cuando nos enfrentamos
con los problemas de la vaguedad y la borrosidad. La borrosidad se
379
puede estudiar seriamente dentro de la semántica formal» . No hay que
dar al lenguaje natural por imposible para la lógica formal; o, visto por el
otro lado, no hay que pensar que el lenguaje natural puede escapar a la
lógica. Más bien hay que ver en el lenguaje natural —y los lingüistas, es
decir, los estudiosos profesionales de ese lenguaje, nos dan ejemplo— una
fuente de estímulos y de exigencias para la lógica: de exigencias de cons-
trucción de cálculos más adaptados a las complejidades del lenguaje, y de
estímulos e indicaciones para dicha construcción. Lejos quedan —o debe-
rían quedar— los tiempos en que podía contraponerse el «constructivismo»
al «naturalismo» en el estudio filosófico del lenguaje. Un cabal entendi-
miento de las posibilidades de la lógica y de las verdaderas intenciones
de la lingüística permite a su vez entender eso que en tiempos fueron
380
dos tendencias contrapuestas como dos enfoques complementarios del
problema de la relación entre lógica, lenguaje y filosofía.
Las ideas fundamentales acerca de la teoría de la lingüística genera-
tivo-transformatoria han sido expuestas en:
CHOMSKY, N.: Syntactic La Haya, Mouton, 1 9 5 7 . V . cast. de C . P. Otero:
Structures.
Estructuras México, Siglo XXI, 1 9 7 4 .
sintácticas.
C H O M S K Y , N.: Aspects of the Theory of Syntax. Cambridge, MIT Press, 1 9 6 5 .
V . cast. de C. P. Otero: Aspectos de la teoría de la sintaxis. Madrid, Agui-
jar, 1 9 7 0 .
3 7 9
Op. cit., págs. 2 3 1 , 2 3 4 .
3 8 0
Cfr., c o m o textos clásicos, P. F. Strawson, «Carnap's Views o n Constructed Systems
yersus Natural L a n g u a g e s in Analytical P h i l o s o p h y » , en P. A. Schilpp (ed.) The Philosophy
of Rudolf Carnap. La Salle, 111., O p e n C o u r t Publishing Company, 1963, págs. 503 y ss.
Y R. Carnap, «P, F. Strawson o n Linguistic Naturalism», ibid., págs. 933 y ss.
336 Introducción a la lógica formal
DEAÑO, A.: Lógica simbólica y lógica del lenguaje ordinario (Resumen de tesis
doctoral). Madrid, Facultad de Filosofía y Letras, 1972; «Filosofía, lenguaje y
comunicación», en Convivium, 34 (1971/11), págs. 25 y ss.
3 1
* A distinguir, o c i o s o es advertirlo, de la i n c o m p l e c i ó n que aqueja a la lógica
« n o r m a l » c o m o un t o d o . Recuérdese el T e o r e m a d e G o d e l d e 1931.
* Este apartado recoge la intervención del autor en la «Semana de Filosofía Con-
temporánea», celebrada en la Universidad de La Laguna en enero de 1976. Se publica aquí
con la autorización del D e p a r t a m e n t o de Filosofía de dicha Universidad, q u e editará las
actas de la semana bajo el título de Varia filosofía (Encuentros de Filosofía de La Laguna).
Se reproduce aquí esta conferencia p o r q u e su temática es aquélla con la que A. D e a ñ o
deseaba cerrar este libro. N o es necesario decir que, si hubiese tenido o c a s i ó n de hacerlo,
ni el estilo ni el tratamiento hubiesen s i d o l o s m i s m o s .
Más allá de este libro 3 3 7
1
John L. Austin: How to Do Things with Words. C o m p i l a d o por J. O. Urmson.
Oxford, at the Ciarendon Press, 1 9 6 2 V. cast. — c o n el título de Palabras y acciones—
d e G. R. Carrió y E. A. Rabossi. B u e n o s Aires, Ed. P a i d ó s , 1971, p á g . 2 1 2 .
338 Introducción a la lógica formal
2
T o m o II, Disc. VIII.
Más allá de este libro 3 3 9
sino, más aún, por parte de aquellos que, conociendo esa historia,
conocen también y defienden la de la filosofía escolástica.
a
2. Que no es nuestra intención dar importancia —ni siquiera (contra
nuestra enfadosa costumbre) como motivo de sarcasmo— a lo que algunos
llaman «lógica dialéctica», entendiendo por tal una disciplina que, operando
en el mismo plano teórico que la lógica formal actual (llamada hoy
a veces «lógica matemática» o «lógica simbólica»), estaría destinada a
sustituirla en las mentes progresistas. Lo menos que puedo decir es que la
propuesta de semejante sustitución me parece propia de mentes regresistas.
Y esto no es —o no es solamente— un juego de palabras: la frecuencia
con que los postulantes de esa supuesta lógica del futuro acaban en una
reproducción —ampliamente adornada, eso sí, de palabrería al uso—
de la lógica más tenebrosamente vieja, merecería ser caracterizada como
una «ironía de la razón» de no ser porque la razón es esencialmente
irónica.
a
3. Que tampoco vamos a referirnos —y no precisamente porque
la despreciemos—a lo que algunos han llamado «lógica concreta». Quizás
haya quien piense que, al constituir esta «lógica» lo que históricamente
ha venido llamándose «ontología», o, en algún caso, «gnoseología» —o
incluso, en algún caso eminente, «teología»—, sería mejor reservarle
alguno de esos nombres (o quizás el nombre, bellamente clásico, de
«dialéctica», a secas). Pero nadie menos inclinado que yo a poner barreras
al uso del lenguaje, y nadie más dispuesto que quien os habla a
recordar constantemente que 'logos' es una palabra simplemente inmensa.
Así pues, llámesele a eso lógica' si se quiere. Pero no se olvide que, como
dijo alguien, «No es nuestro oficio establecer prohibiciones, sino llegar
a convenciones». Dicho de otro modo —y abusando de Carnap—:
en filosofía está prohibido prohibir, pero es obligatorio distinguir. Con-
vengamos, pues, al menos mientras dure esta disertación, en llamar
lógica* sólo a la lógica formal tal y como hoy nos llega; despidamos,
no sin nostalgia, a la dialéctica, que tendrá en este ciclo de conferencias
defensores más entusiastas que yo; y dediquemos un recuerdo compasivo
a quienes confunden una cosa con otra.
4
o examinar formalmente, como hace Carnap *, la inferencia cartesiana
del «yo pienso» al «yo existo».
Pero no es este plano —el plano del análisis de la argumentación
filosófica como ejercicio de lógica— el más interesante aquí. En efecto:
la función de este* análisis lógico es, prácticamente siempre, retórica
(dicho sea en el mal sentido que el uso común ha dado a este vocablo).
Retórica, sí, por cuanto, ¿cuál sería la efectividad filosófica del resultado
de ese análisis? Si el análisis revela que la argumentación es lógicamente
válida, los seguidores de la filosofía en cuestión hallarán en ello una
confirmación adicional, pero no sustancial, de sus concepciones, en tanto
que los enemigos se refugiarán en el expediente de impugnar la verdad
de las premisas. Si, por el contrario, el veredicto de la lógica es des-
favorable, los partidarios de esa filosofía aducirán acaso que el análisis
formal no lo es todo, y, por su parte, los detractores habrán de confor-
marse con haber ganado una batalla —mostrando la escasa pulcritud
argumentativa del autor de que se trate, y fustigándolo con su desdén—,
sin por ello haber ganado la guerra —sin por ello haber demostrado
contundentemente que no hay un grano de verdad en lo que el tal autor
dice.
Pero al lado de este análisis lógico en sentido estricto, fuerte, escolar,
habría un análisis lógico en sentido débil, en sentido amplio. Hemos,
en efecto, definido la lógica como aquella ciencia que se constituye
asumiendo por tarea el análisis formal del razonamiento. Ahora bien:
es preciso entender esa definición en su sentido entero, es menester
aprehenderla en todos sus supuestos e implicaciones. Porque, ¿qué es un
razonamiento? Desde el punto de vista de la psicología, es el proceso
mediante el cual inferimos cierta afirmación a partir de otra u otras
afirmaciones. Desde el punto de vista lógico, un razonamiento es el
resultado de ese proceso: un conjunto de enunciados, uno de los cuales
se fundamenta en los restantes. Y, ¿qué es un enunciado? He aquí,
por ejemplo, un tema del que la lógica ha de ocuparse antes de proceder
a estudiar las relaciones de inferencia entre enunciados. Por otra parte
—y por poner un segundo ejemplo—, hay casos en los que la inferencia
de un enunciado a partir de otro sólo es posible en virtud de las
particularidades de la estructura interna de dichos enunciados. Parece
razonable exigir que la lógica dé cuenta de esa estructura interna en
aquellos aspectos —identificación de nombres, de descripciones, de predi-
cados, de cuan tincad o res— que revistan alguna trascendencia para la
legitimidad de dicha argumentación.
Con otras palabras: la lógica es el análisis de la validez formal del
4
« U b e r w i n d u n g der Metaphysik durch logische Analyse der Sprache». Erkenntnis,
vol. II (1932). Reimpr. en inglés en A. j . Ayer (ed.), Logical Positivism. G l e n c o e , III., The
Free Press, 1959. El positivismo lógico. V. cast. de L. A l d a m a et al yMéjico, FCE,
1965, p p . 66-87, p p . 8 0 - 1 .
Más allá de este libro 343
5
Op. cit, loe. cit.
344 Introducción a la lógica formal
brotará una eterna luz. Y no. La lógica puede presumir de muchas cosas,
y, entre ellas, de hallarse perpetuamente inacabada. La lógica no es un
tribunal definitivamente constituido ante el que comparece —temblorosa,
agudizado su proverbial sentimiento de culpa— la filosofía. En primer lugar,
porque la lógica no es un tribunal. En segundo lugar, porque la lógica no
está definitivamente constituida. La lógica es, más bien, un sistema de
discernimiento en lo formal, una instancia de análisis a la que se puede (la
verdad es que no sé si se debe) acudir, y que precisamente se caracteriza
por estar remodelándose de continuo en respuesta a las demandas de
análisis formal que los múltiples y variados tipos de discurso plantean.
Constantemente se cobra conciencia de la existencia, o de la peculiaridad,
de patrones de inferencia —de modos de razonar en la ciencia o en la
vida cotidiana— que hasta entonces no se habían tenido en consideración
y que, por consiguiente, exigen, entre otras, una consideración formal,
que sólo la ciencia de la lógica puede prestarles. Es, en efecto, la lógica
la que tiene que «poner en limpio» esos modelos de conducta argumen-
tativa. Bien dice John Stuart Mili —y bien podemos suscribir su afirmación
si dejamos a un lado el contexto, psicologista, que en su obra la rodea—
que «la extensión de la Lógica como Ciencia está determinada por sus
6
necesidades como Arte» . Si convenimos en decir que las necesidades
de la Lógica como Arte no son otra cosa que las exigencias de su
aplicación, podremos decir asimismo que la ciencia de la Lógica se
desarrolla al ritmo y con las particularidades que le dicta la urgencia con
que los múltiples campos del discurso humano la reclaman puntualmente.
Esta reclamación, que le ha venido a veces de ta Matemática, a veces
de la Psicología, a veces de la Física, le ha venido también, en ocasiones,
de la Filosofía. Seria excesivamente largo en tiempo reseñar las variedades
de lógica no-clásica nacidas por estímulo filosófico, surgidas de la necesidad
de aportar un análisis lógico de ciertos problemas de filosofía. De entre los
7
diversos ejemplos posibles elegiremos uno bastante reciente. Desde hace
once años, Lofti Zadeh viene elaborando lo que él llama «fuzzy set
8
theory», o «teoría de los conjuntos borrosos» , sobre la que retoma
George Lakoff el estudio de lo que los lingüistas llaman «cercas semánticas»
6
A System of Logic. F r a g m e n t o recogido en I, M. C o p i y J. A. G o u l d (eds.),
Readings on Logic. N . York, T h e M a c M i l l a n C o m p a n y , 1964, pp. 53-61, p. 60.
7
Citemos tres: el nacimiento de la lógica trivalente de-fcukasiewicz ante la necesidad
de afrontar a d e c u a d a m e n t e el problema filosófico del d e t e r m i n i s m o (cfr., J. -Lukasiewicz,
« O Determinizmie», en 2 zagadmen logiki i filozofíi. Varsovia, 1961. V. cast. en J. -fcuka-
siewicz, Estudios de lógica y filosofía. Intr., selec. y trad, de A. D e a ñ o . Madrid, Revista
de Occidente, 1975, p p . 43-60); en s e g u n d o lugar, el n a c i m i e n t o de la lógica deóntica
(cfr., G. H. v o n Wright, « D e n o t i c Logic», en Mind, vol. LX (1951), p p . 1-15. V. cast. en
A. D e a ñ o (ed.), Lecturas de lógica formal. Madrid, Alianza Editorial (en prensa)); p o r último,
el desarrollo d e la «lógica Ubre» (cfr., H . L e o n a r d , « T h e L o g i c o f E x i s t e a c e » , e n Philosophical
Studies, 7 (1956), p p . 49-64).
8
Cfr., entre o t r o s trabajos, el primero de ellos: « F u z z y Sets», en Information and
Control 8 (1965), p p . 338-53.
Más allá de este libro 3 4 5
1 1
[ N o t a a ñ a d i d a p o s t e r i o r m e n t e ] El c o n c e p t o d e 'conjunto borroso* llegó a hacerse
extraordinariamente popular — é s a es la palabra— a lo largo de la S e m a n a , s i e n d o
frecuente su e m p l e o , con distintos fines, en conferencias, seminarios, y charlas de sobremesa
y pasillo. He querido ver en ello una primera y esperanzadora confirmación de su fecun-
didad filosófica.
Más allá de este libro 3 4 7
1. Problemas
(P A q) -+ r
P
q-+r
(JA ir
q v u
p-+{q^>r)
p-+r
(p ^q)^r
~~I (p v r) -¥ s
p->q
—i 5 - > r
s «-> t
t v p
s —I w
w
ÍP A q)^r
(r A s) -> í
(p A q A s) -> t
p^(q^r)
q~>(p-^r)
354 Introducían a la lógica formal
1
En el capítulo IV de la novela alguien asesina a M a g d a Crazybird por el procedí-
m i e n t o de introducir flores — h e l a d a s — en su c o n d u c t o respiratorio hasta impedir a éste
primero su normal funcionamiento y finalmente su funcionamiento en precario.
356 Introducción a la lógica formal
-
EJERCICIO 17. Demostrar que la expresión [(pAí)->r]<->[(pA ir)->
i g ] es tautológica.
p->{p^q)
p~+q
al absurdo:
—1 <7 —>• r
t * S
p->r
P^Viq^r)^ s]
fo -> r) -> (p -» 5 )
p *-* (q A t A M)
~^P
r <-+
-ir í
—IM - * r
r v 5
r v t
(p v q)->r
(p->r)v(q^> r)
(P -> q) A r
s -• f
r-> s
q v t
—ip<r+q
~i(~><? v r)
pv s
S V í
p^q
r v ~~i p
P -> {q A r)
(P A q) -> r
r -• 5
<? A — i s
(P A q) - • (r v s)
-i(r A -ip)
í
Ejercicios de deducción 363
p v q
r->-ip
s -> r
-ir-> s
(p A —i q A r) -> s
t
(s A t)-> u
p -* (u - • ~ i w )
w
(p A r) - > 4
Ax(Px^~iQx)
A x (Rx -f Px)
Ax(Rx \Qx)
Ax(Qx^-iPx)
V-x(Rx A Qx)
Vx(Rx A -iPx)
364 introducción a la lógica formal
A x [Rx -» Qx)
A x (Rx —i Px)
A x (Rx ~i Px)
Ax(Px->~i£>x)
V x (Rx A Qx)
Vx(Rx A - i P x )
V x (Rx A i Px)
v x (Px A gx)
A x ( P x - > Rx)
V x (Rx A Qx)
A x (Px Qx)
V x (Px A Rx)
V x (Rx A Qx)
Ejercicios de deducción 3 6 5
Vx(Rx A -)Qx)
Vx(Rx A -\Qx)
Ax(Rx - > - i P x )
V x (Rx A Px)
Vx(Rx A ~iPx)
5
EJERCICIO 7 2 . Esquematizar la siguiente inferencia y demostrar su
validez:
5
Inspirada en un texto del libro de G. L i c h t h e i m Breve historia
t del socialismo.
V. cast. d e J. Rubio. Madrid, Alianza Editorial, 1975, págs. 36-7.
Ejercicios de deducción 3 6 9
V x A v Px y A y V x Pxy
6
Levitico, Tercera parte, 11, 1-8. S e g u i m o s en líneas generales la versión de
Nácar-Colunga.
370 Introducción a la lógica formal
1
EJERCICIO 79. Demostrar la validez de la siguiente inferencia :
El hombre puro ama todo lo que es puro
Ax(Px^Qx)
b = a
^Pb
1
La premisa es del Maestro Eckhart. La conclusión, d e Carlos Garland.
8
Se trata, c o m o es o b v i o , d e demostrar que la relación d e identidad es transitiva.
Ejercicios de deducción 3 7 1
2. * Soluciones
Al ejercicio 1.
Demostración:
1. (p A q) - > r
2. p P
P
4. p A q
5. r RI A , 2 , 3
RE 4,1
6. q -> r Rl-,3,5
Al ejercicio 2.
Demostración:
1. p^q P
2. r v s P
3. s —• —14 P
4. - i r P
5. s RIAi.2,4
6. —\q RE - , 3 , 5
7. ^p MT, 1,6
372 Introducción a la lógica formal
Al ejercicio 3 .
Demostración:
1. P"><7 P
2. r v s P
3. s -> —\ q P
4. —i r P
n 5. -i-i p
6. P RE-i,5
7. q R E - . , 1,6
8. q-*—^s RContr. -•,
9. -i s RE 8, 7
10. 5 RIA 2,4
lf
11. 5 A —1 S RI A , 10,9
12. —h —í —1 p RI-n,5
13. ~l P RE-i,12
AI ejercicio 4.
Glosario
p = *Io Uno está en movimiento*
q = *lo Uno sufre un movimiento sin cambio en el estado'
1
r — 'lo Uno sufre un movimiento de alteración
s — 'lo Uno rota sobre sí mismo*
r = *lo Uno cambia de un lugar a qtro*
Esquematización
p -> (q v r)
~i r
q^{swt)
—i (s v t)
^ P
Derivación
1. p-*(qvr) P
2. - i r P
3. ^ ( s v t ) P
4. —i (s v t) P
5. ~nq MT, 3,4
6. i^ A ir RI A , 5 , 2
7. - i v r) RDf A , 6
8. - i p MT, 1,7
Ejercicios de deducción 3 7 3
AI ejercicio 5.
Demostración:
1. r - 5 P
l p v q P
3. -n (-j p s) P
4. i p A 15 RDf, —, 3
5. - i p RE A , 4
6. ? RÍA!, 2, 5
7. - i 5 RE A , 4
8. - i r MT, 1, 7
9. ^ A - i r RI A , 6 , 8
Al ejercicio 6.
Derivación (directa)
1. p- Ú P
2. r->P P
3. —i r — —i t P
4. i (.$ A \ r) P
5. t Vs P
r ~ 6
-
t
7. t—r ~ RContr-,3
8. r RE-,6,7
9. P RE - , 2 , 8
10, RE - , 1,9
11. q v u RI v , 10
R 12. s
13. s—r RDf. A , 4
14. r RE-,12,13
15. r-<? RTr 2,1
16. RTr-,2,1
17. q v u Rl v , 1 6
1. p^q P
2. r-p P
3. - i r - - t í P
4. i (s A i r ) P
5. í v s P
374 Introducción a la lógica formal
6. t r RContr 3
1. r - > p RTr ->,6, 2
8. t^q RTr-.,7,1
9. s ~> r RDf A , 4
10. s —> p RTr ->,9,2
11. s->q RTr 10,1
r-12. t
13. Q RE ->,8,12
14. q v u RI v , 1 3
i-15. s
16. q RE -•,11,15
17. q v u RI v , 1 6
Al ejercicio 7.
Demostración:
1. p->(q->r) P
2. q P
-3. P
4. q^r RE -+,1,3
5. r RE->,4,2
6. p r RI -•, 3-5
AI ejercicio 8.
Derivación (directa)
1. p<->(q v r) P
2. p->s P
3. 9 P
4. (gvr)^p RD <-•, 1
5. (9 v r ) - > s RTr -+,4, 2
6. q v r RI v , 3
7. 5 RE-s5,6
1. p n ^ v r ) P
2. p s P
Ejercicios de deducción 3 7 5
3. q P
r-4. I s
5. MT, 2,4
6. n ( g v r ) R E <-•, 1,5
4
7. \ q A ir RDf v , 6
8. 4 1
RE A , 7
9. 4 A - i q RI A , 3, 8
10. RI-i,4-9
11. 5 RE-i,10
AI ejercicio 9.
Glosario
4
p = hay un mundo'
q = 'hay una lógica'
Esquematización
- | (-i p - - i q)
(p^-iq)
Derivación
P
1. "i (-H p -> ~i q)
j—2. - i ( p ^ - i Q )
1
3. - i p A q RDf- ->»
4. p A q RDf. 2
5. - i p RE A , 3
6. p RE A , 4
7. p A - i p RIA,5,6
8. (p -> - | í) RI-i,2-7
9. (p-^itf) RE-1,8
378 Introducción a la lógica formal
Al ejercicio 10.
Derivación (directa)
1. (p A q) - r P
2. - i ( p v r) 5 P
3. P P
4. - i s
5. p v r MT, 2,4
6. P
7. <¡ RE->,3,6
8. p A q RI A , 6, 7
9. r RE 1, 8
¡-10. r
11. r RRfl 10
Al ejercicio 11.
Sí. La inferencia que hemos fingido tendría —suponiendo que *p*
significa 'es un azaf y *q\ 'es un genio'— el siguiente esquema:
Ejercicios de deducción 3 7 7
l pvq P
2. - i p q RDf v , 1
AI ejercicio 12.
Demostración:
1, s < - r P
2 r v p P
3. 5 - > n w P
4. w P
5. w —• —i 5 RContr. 3
6.-15 RE-,4,5
1. - i í RE* <-», 1,6
o. p RlAi,2,7
Al ejercicio 13.
Demostración:
L s «-> í P
2, r v p P
3, 5 — —1 w P
4, w P
r-5. "~> P
6. f RIA , 2,52
7, 5 RE 3 1, 6
8. w — —1 s RContr. —, 3
9, —1 5 RE ->,4,8
10. 5 A 1 5 RI A , 7 , 9
11. 1 p RI-i,5-10
12. P RE-i,ll
AI ejercicio 14.
Demostración:
1. ( P A í ) - » P
2. (r A s) -» í P
3 7 8 Introducción a ¡alógica formal
r-3. p A q A s
4. P RE A , 3/
5. q RE A , 3
6. P . <? A
RI A , 4 , 5
7. r RE-,1,6
8. RE A » 3
9. T A S RI A , 7 , 8
10. f RE - , 2 , 9
11. (p A q A s) — f RI - , 3 - 1 0
Al ejercicio 15.
Demostración:
- 1. p - ( q - r ) P
2. q
-3. p
4. q->r RE-,1,3
5. r RE-,4,2
6. p —r RI-,3-5
7. q-+{p-+r) RI - , 2-6
AI ejercicio 16.
I.
1. p v q P
2. p- r P
3. —i r P
4. -ip MT,2,3
5. q MA ,l,4
a
II.
1. p— (S A í) P
2. s P
3. —i C P
4. s A ir RI A , 2 , 3
5. -ip MT,1,4
Ejercicios de deducción 379
III.
1. P
2. P
3. 9
IV.
1. q -> (s' A f') P
2. r' P
3. - 1 s' P
4. —1 5 ' A t' RI A , 2,3
5. MT, 1, 4
1. P
2. -1 a P
3. MT, 1, 2
VI.
1. im• P
2. m P
3. RE 1,2 10
Al ejercicio 17.
Demostración:
1. P
i—2. p A ir
3. ir RE A , 2
4. 1 ( P A Í ) MT, 1, 3
5. ~i p v ~~i q Df. A , 4
6. P RE A , 2
7. -» <? RIAi,5,6
8. (p A i r) ^ \ q RI->,2-7
9
N a d a se c o n c l u y e formalmente. Concluir y sería incurrir en la falacia de afirmación
de consecuente. P o d r í a m o s , evidentemente, concluir'<? v —i q\ lo cual es tanto, sin e m b a r g o ,
c o m o no concluir nada.
1 0
La c o n s i d e r a c i ó n conjunta d e Jos resultados de las seis a r g u m e n t a c i o n e s n o c o n d u c e
a nada concreto. La prueba está en que el éxito o b t e n i d o p o r el D o c t o r Asquith —la
identificación y captura del c u l p a b l e — n o ha sido un fruto de la aplicación de la lógica
formal, sino d e la debilidad del sistema nervioso de Lester— u n i d a a l o s e s c a s o s c o n o
c i m i e n t o s q u e éste, a lo que parece, p o s e í a acerca d e la teoría d e la validez formal de
la inferencia—, así c o m o d e la o p o r t u n i d a d y presteza c o n q u e a c t u a r o n las fuerzas
del orden.
360 Introducción a la lógica formal
9. [(P A í ) - » r ] - > [ ( p A n r ) - . n g ] RI - , 1 - 8
10. (p A i r) —• ( q P
r l l . pAq
12. q RE A , 11
13. ~i (P A - i r) MT, 10,12
14. p - r Df. - , 13
15. P RE A , 1 1
16. r RE - , 14,15
17. RI - , 1 1 - 1 6
18. [(p A - J r) - - i q] - [(p A <j) - r ] RI - , 10-17
19. [(p A 4) — r ] <- [(p A - i r ) — - i <?] RI <-,9,18
Al ejercicio 18.
Demostración:
1. 'p^[p-+q) P
r-2. p
3. p - g RE-,1,2
4. q RE-,3,2
5. p - 4 RI-,2-4
Al ejercicio 19.
Demostración:
1. -i p - p P
r-2. ~ip
3. p RE-,1,2
4. p A —i p RI A , 3 , 2
5. - i - i p RI-i,2,4
6. p RE-i, 5
Al ejercicio 20.
Derivación:
1. p->-< q P
2. i q — (~n r A I S) P
3. (r v 5 ) - t P
4. £ — q P
1 1
5. p - ( - i r A - n s ) RTr-,1,2
1 1
C o m o el lector habrá p o d i d o observar, sobran, para obtener el enunciado b u s c a d o ,
Ejercicios de deducción 3 8 1
1. p ^ ^ q P
2, — i q — (—i r A —i s) P
1-3. P
4 . -icj RE-,1,3
5. ir A is RE —, 2, 4
6. p — ( i T A i s) RI, —, 3-5
1. p q P
2. - i q — (—i r A - i s) P
3. (r v 5) — 4 RContr —, 2
4. —i p RContr —, 1
5. (rvs)-~ip RTr-,3,4
6. p — —i (r v s) RContr —, 5
7. p — ( i T A 15) Df. v , 6
L p-*~i Q P
2. ) q —* ( 1 r A 1 s) P
3, (r v s) — r P
4. t—q P
—5, —1 Q? — (—> r A ^ 1 5 ) ]
6. p A l { 1 r A 1 s) Df. - , 5
7. p A {r v 5 ) Df A , 6
8. (p A r) v (p A 5 ) RDstr A por v , 7
r—9. p A r
10. P RE A , 9
11. RE - , 1,10
12, r RE A , 9
13. r v 5 RI v , 1 2
14. í RE-,3,13
15. R E - , 4,14
16. q A ' \ q RI A , 11,15
r-17. P A 5
18. P RE A , 1 7
19. ~ 1 <? RE 1,18
20. 5 RE A , 1 7
21. r v s RI v , 20
22. t RE->,3,21
23. q RE 4, 22
24. q A - I q RI A ,19,23
25. q A -i RE v ,8,9-16,17
Al ejercicio 21.
Demostración directa:
1. r-P P
2. ~i q —i r P
3. P
4. P
5. —I 5 v p P
— 6. r v s
i — 7. r
8. P RE->,1,7
9. RContr -•, 2
10. q RE ^ , 7,9
11. pA q RI A,8,10
12. t RE ->,4,11
r 13. s
14. q RE->,3,13
15, p RIAi, 5,13
16. P A q RI A , 14,15
17. t RE->,4,16
18. t RE v,6-17
1. P
2. P
Ejercicios de deducción 3 8 3
3. s- q P
4. (p A q) -+ t P
5. —1 5 v p P
— 6. —i l(r v s) — t]
7. (r v 5) A —I t Df-,6
8. (r A i í) v (s A —
—I f) RDstr A por v , 7
1— '
(r A —i t)
9
10. r RE A , 9
11. —i t RE A , 9
12. P RE - , 1,10
13. q MT, 2,10
14. p A q RI A , 12,13
15. t RE - , 4,14
16. t A —I t RI A , 1 1 , 1 5
1—17. S A \ t
18. S RE A , 17
19. - 1 t RE A , 17
20. q RE - , 3,18
21. p RIA 5,18
l5
22. p A q RI A , 2 0 , 2 1
23. t RE - , 4 , 2 2
24. t A i r RI A , 19, 23
25. í A 1 £ RE v , 8,9-16,17-24
26. (r v 5) — £ RI -i,6-25
AI ejercicio 22.
Demostración:
1. (q v —i s) -* t P
2. -|<?-r P
3. P — —1 5 P
4. t —S P
r 5.' P
6. —I 5 RE - , 3,5
7. -1 t MT, 4,6
8. - i (q v - i s) MT, 1, 7
9. i q A i i s- Rdf v , 8
10. -» <7 RE A , 9
11. r R E - , 2,10
12. p-r RI - , 5 - 1 1
384 Introducción a ia iógica formal
Al ejercicio 23.
Demostración:
1. (q v —\ s) -> t P
2. ~~] q — r P
3. P —• —15 P
4. r —s P
r~5.
6. p A ir RDf-, 5
7. P RE A , 6
8. - 1 r RE A , 6
9. - 1 s RE - , 3, 7
10. q v - 1 5 RI v , 9
11. í RE - , 1 , 1 0
12. —i r MT, 4,9
13. r A — 1 t RI A , 11,12
14. - t - i (p - • r) RI-1,5-13
15. p - r RE - i , 1 4
10, —i r MT,4,9
11, —i (q v —i s) MT, 1,10
12. —i q A i i s RDf v , 11
13. - i q RE A , 1 2
14. MT, 2,8
15. RE^,14
16. RI A , 15,13
17. - i - i (p r) RI-1,5-16
18. p-r RE—i, 17
Al ejercicio 24.
Demostración:
1. (p v q) - (r A s) P
2. - i (-i p v - i r) P
3. I £ — 1 (p A 5) P
4. p A r RDf v , 2
5. p RE A , 4
Ejercicios de deducción 3 8 5
6. p v q RI v , 5
7. r A s RE 1,6
RE A , 7 -
9. p As RI A , 5 , 8
10. (p A s) — í RContr. 3
11. í R E - , 9,10
Al ejercicio 25.
Demostración:
1. $-q P.
f — 2 . p -+ (g r)
| 3. p
5. q->r RE-,2,3
6. 4 RE-,1,4
7. r RE - , 5, 6
8. 5 - r RI - , 4-7
9. p-(s-r) RI-,3-8
1. P A I p P
2 p RE A , 1
3. - i p RE A , 1
4. p v 4 RI v , 2
5. q RIAx,3,4
Al ejercicio 27.
1 2
Esta derivación n o tiene nada de inocente. Antes bien, esta derivación muestra q u e de
una contradicción se sigue cualquier c o s a {«Ex contradictione sequitur quodlibei», como
decían los l ó g i c o s medievales).
3 8 6 Introducción a la lógica formal
k
B.rown está' por V, diríamos que esa argumentación tiene la siguiente
forma:
1. n p ^ ( n ^ r ) P
2. i p —• (} —* ir) P
3. p RI^,1,2
1. —i q -¥ ~i r P
2. ( i p A \ q) —* r P
3. p v ^
Y es válido:
L -i q —i r P
2. ( p A i q) —> r
i P
3. q v —i r Df-,1
4 q
r- RI v , 4
5. p v q
-i X
1 4
« P o r l o tanto» — d i c e T í o J i m — «Carr y Alien n o pueden estar ausentes a ¡a vez.»
Es decir, que o está Carr, o está Alien o están a m b o s .
Ejercicios de deducción 3 8 7
i—6, -i r
7. i( i p A \ q) MT, 2,6
8. p v q Df. A , 7
9. p v 4 RE v , 3,4-5, 6-8
Al ejercicio 28.
Demostración:
1. (p Aq)-*r P
r-2.
3. p A - i (q -> r) Df. 2
4. p A q A "~l r Df.-,3
5. P RE A , 4
6. RE A , 4
7. -i r RE A , 4
8. P A ? RI A , 5 , 6
9. r R E - v , 1,8
10. r A ir RI A , 7,9
3 8 8 Introducción a la lógica lormal
Al ejercicio 29.
Demostración:
1. p ~> [te r) — s] P
-2. * - > r
73. P "
4. te->r)-s RE-,1,3
5, 5 RE-,4,2
6, p— 5 RI ""•a 3-5
7. te-^r)-(p-5) RI-,2-6
Al ejercicio 30.
Demostración:
l. p - [(q - r) - s] P
1— 1 "i [te ~> r) - (p - 5 ) ]
3. -» r) A - i (p - s) RDf, - , 2
4, <?-r RE A , 3
5, - i (p - 5) RE A , 3
6. P A 15 RDf. - , 5
7. P RE A , 6
8. —1 5 RE A , 6
9. te -> r) - s RE 1,7
Ejercicios de deducción 3 8 9
10. 5 RE - , 4 , 9
11. S A 15 RI A , 10,8
Al ejercicio 31.
Demostración:
11. ( s A ^ r RI-,4-10
12. { [ - , - - i (p
r A ^)] A (s —• p)} - [(5 A - r] RI 1-11
Al ejercicio 32.
Demostración:
1. p n ( ^ A ( A « ) P
2. -ÍP P
3. r <"•- \ q P
4. —i r -• í P
5. —i u r P
6. —i (</ A r A u) R E ~ , 1,2
4
7. —i q v —i t v —i u RDf. A , 6
^8. 1 <J v \t
1
9
r - <Z
10. r R E <-•, 3,9
3
•11. -ir
12 -ií-r RContr. 4
13. r RE 12,11
390 Introducción, a la lógica formal
14. r RE v , 8,9-10,11-13
15. r v 5 RI v , 1 4
-16. n u
17. r RE - , 5 , 1 6
18. r v s RI v , 1 7
Al ejercicio 33.
Demostración:
1. p.-+q P
2. q - r P
3. s - f P
4. s v p P
r-5. s
6. r RE - , 3,5
7. r v t RIv,6
r-8. p
9. 4 RE-,1,8
10. r RE-,2,9
11. rvt RIv,10
AI ejercicio 34.
Demostración:
1. P
2. q-+ r P
3. s — r P
4. s v p P
- i (r v í)
6. —i r A " i t RDf. v , 5
7. —i r RE A , 6
8. —i t ' RE A , 6
9. —\ s MT, 3,8
10. P RIA ,4,9
2
1Z r R E - , 2,11
13. r A ir RI-,12,7
14. - i - i (r v i ) - R I — i , 5-13
15. rvt RE-i,14
Al ejercicio 35.
Demostración:
1. (p — r) A (q — s)
2. p - r R E A , 1
3. t ? - s RE A , 1
—4. p A q
5. p RE A,4
6. q RE A,4
7. r RE -,2,5
8. s RE -,3,6
9. T A S RI A , 7 , 8
10. ( p A ^ ( r A s ) RI - , 4 - 9
Al ejercicio 36.
Demostración:
1. (p v g) — r P
—2. -i [(p - r) v -> ')]
3. -i (p - r) A - i — r) RDf. v , 2
4. (p A —i r) A te A —i r) RDf. - , 3
5. p A \r A q A ir 15
6. P RE A , 5
7. pv q RI v , 6
8. r RE - , 1,7
9. —i r RE A , 5
10. r A —i r RI A , 8 , 9
1 3
D a d o q u e l a cotijunción. p o s e e la p r o p i e d a d asociativa, h e m o s e l i m i n a d o i o s pat éntesis.
3 9 2 Introducción a la lógica formal
Al ejercicio 37.
Demostración:
1. r - s P
1 p v q P
3. - i (-i p - 5) P
4. ~ i p — q P
1 6
5. i p A 15 RDf. —, 3
6. —i p RE A , 5
7. q RE-,4,6
8. — 1 5 RE A , 5
9. nr MT,1,8
10. q A ^ r £IA,7,9
Al ejercicio 38*
Demostración:
. 1. (p -> q) A r P
2. S - f P
3. r-s P
4. r REA,1
5. s RE-,3,4
6. t RE-,2, 5
7. q v t RI v , 6
Al ejercicio 39.
Demostración:
1. (p-í)Ar P
2. 5 - t P
3. r-s P
r-4. iq v 0
5.
5, \q A ií RDf. v , 4
1 6
E n efecto: p u e s t o q u e
{X - Y) = - i (X A - i 7),
es o b v i o que
-í(X->Y) = XA-*\Y
P o r tanto,
"I ("I p — S) — ( - 1 p A I í)
Ejercidos de deducción 3 9 3
6. —i q RE A,5
7. - i t R E A,5
8. - i s MT,2,7
9. r REA,1
10. s RE-,3,9
11. 5 A 15 RIA,10,8
12. i - i (q v t) RI-1,4-11
13. qvt RE 1,12
O bien:
10. i r MT,3,8
11. r A ir R I A , 9 , 10
Etc.
Al ejercicio 40.
Demostración:
1. —i p <— q P
2 n h í v r ) P
3. p V 5 . P
4. i ^ t f A r RDf. v,2
5. -i-i q RE A , 4
6. g RE-r *
7. —i p RE <-», 1,6
3
8. 5 RIAi.3,7.
9. 5v £ RIv,8
Al ejercicio 41.
Demostración:
1. p-4 P
2. r v n p P
r-3. P
4. RE-,1,3
5. —i—i p RI-i-i,3
6. r RIA , 2, 5
2
7. g A r RI A , 4 , 6
8. p - (i? A r) R I - , 3-7
394 introducción a ia lógica formal
Al ejercicio 42.
Demostración:
1. (pA )-»r
9 P
2. r - 5 P
3. q A —I s P
4. q RE A , 3
5. -» s RE A , 3
6. (p A q) — s RTr. —, 1,2
7. - i (p A q) MT, 6,5
8. - i p v - i q RDf. A , 7
9. - i - i g RI-i-i,4
10. - i p RIA ,8,9
2
Al ejercicio 43.
Demostración:
1. (p A q) -* r P
2. r — s P
3. q A —I s P
4 -I-I p
r -
5. P RE-i,4
6. q RE A , 3
7. P A q RI A , 5, 6
8. r RE - , 1 , 7
9. s RE-,2,8
10. . —1 5 RE A , 3
11. 5 A 15 Rl A , 9 , 1 0
12. 1 1 1 p RI-1,4-11
13. RE—i
A) ejercicio 44.
Demostración:
1. (p A q) - (r v 5) P
2. l(í A i p) P
3. t P
4. í «-> q P
Ejercicios de deducción 3 9 5
r-S. -i r
6. t—p RDf. A , 2
7. p RE - , 6, 3
8. q R E ^ , 4/3
9. p A í? RI A , 7 , 8
10. r v s R E - , 1,9
11. 5 RIAt, 10, 5
12. - i r - s RI-,5-U
AI ejercicio 45.
Demostración:
1. pvq P
2. r — —i p P
3. s—r P
4. -Í t — 5 P
5. r<— ~i 4 P
6. —r t— r RTr. ->,4,3
r—7.
8. p - - | r RContr. —, 2
9. —i r RE - , 8,7
10. —\ r — í RContr. ->,6
11. r RE 10,9
r i2. q
13. r - - | .7 RD 4 - , 5
14. 4 — ~n r RContr. 13
15. —1 r RE 14,12
16. —1 t — r RTr. 4, 3
17, —1 r— í RContr. —, 16
18. í RE 17,15
19. t RE v , 1,7-11,12-18
3 9 6 Introducción a la lógica fomnal
Al ejercicio 46.
Demostración:
1. (p A \q A r) —* s P
2. t P
3. (s A t) U P
4. p— [ü — —1 w) P
5. W P
|—6. p A r
7. p RE A , 6
8. r RE A , 6
9. U — ~ 1 H> RE - , 4,7
10. W — ~I U RContr. - , 9
11. -1 w RE-,10,5
12. —1 (S A í) MT, 3,11
13. —I 5 V ~ | t RDf. A , 12
14. —\ s RIA ,13,2
2
22, (p A r) - 4 RI - , 6-21
Al ejercicio 47.
Demostración:
1. (p A —i q A r) — s P
2. t P
3. (s A t) — u P
4. p — (u — ~~i w) P
5. w P
p 6. - i [(p A r) - q]
—
7. pA r A i q RDf. - , 6
8. pA \q A r IT, 7
9. s RE —, 1,8
10. P RE A , 8
11. ~i q RE A , 8
12. r RE A , 8
Ejercicios de deducción 3 9 7
19. S A - I 5 RI A , 9 , 1 8
Al ejercicio 48.
Guarió
E — existir
G = engañarse
a = yo
Esquema ríractón
A x (—i Ex — i Gx)
Ga
E*
Derivación (directa)
1. Ax(~i Ex — ~i Gx) P
2. Gfl P
3. - i £ a - - i G a RE A, 1
4. Ga — Ea RContr - , 3
5. Ea RE-,2,4
1. A x (-i Ex — - i Gx) P
2. Ga P
3. - i Ea - - i Ga RE A, 1
-4. —i Ea
5. - i Ga RE-,2, 4
6. Ga A —i Ga RI A , 2, 5
Al ejercicio 49.
Derivación (directa)
1. A x (Px — —i Qx) P
2. Ax(Rx — Px) P
3. Pa~>~i Qa RE A , l
4. Ra — Pa RE A , 2
5. Ka - - i Qa RTr-,4,3
6. A x (Rx — - i Qx) RI A 5
1. A x ( P x — - i Qx) P
2. A x ( R x — Px) P
3. Pa - -n Qa RE A , l
4. Ra^Pa RE A , 2
- i (Ra — -» Qa)
6. Ra A Qa RDf-, 5
7. Ra RE A , 6
8. RE A , 6
9. Pa RE - , 4 , 7
10. -? Pa MT, 3,8
11. Pa A - i Pa RI A,9,10
Al ejercicio 50.
Derivación
1. A x (Qx - i Px) P
2. V x (Rx A QX) P
3, Qa — I Pa RE A , l
4 Ra A Qa
r -
5. Ra RE A,4
6. RE A, 4
1. - i Pa RE -,3,6
8. Ra A - i Pa RI A,5,7
9. Vx(Rx A - i Px) RI v,8
Al ejercicio 51.
Derivación (directa)
1. A x (Px — Qx) P
1 A x (Rx - Qx) P
3. Pa — - i Qa RE A , l
4. Ra -* RE A,2
5. Qa — ~i Pa RContr —, 3
6. Ra — - i Pa RTr ->,4, 5
7. A x ( R x Px) RI A , 6
1. A.x(Px — ~i Qx) P
2. A x (Rx - Qx) P
3. Pa — - i Q¿7 RE A , l
4. Ra — Qa RE A,2
r - 5 . ~i (Ra — ~i Pa)
6. Ra A Pa RDf-, 5
7. Ra RE A , 6
8. Pa RE A , 6
9. Qa RE 4, 7
10. Qa RE 3,8
11. Qa A-iQa RI A , 9 , 1 0
Al ejercicio 52.
Demostración:
1. Ax(Px-Qx) P
2. Ax(Rx-~iQx) P
3. Pa-Qa RE A, 1
4. Ra--iQa RE A , 2
5. -n Qa — - i Pa RContr. —, 3
6. Ra-~iPa RTr-,4,5
7. Ax(Rx--iPx) RÍA, 6
400 Introducción a la lógica fonval
AI ejercicio 53.
Demostración:
Al ejercicio 54.
Derivación
1. A x (Px - Qx) P
2. Vx(Rx A - i Qx) P
3. Pa -> Qa RE A , l
|—4. Ra A —i Qa
5. Ra RE A , 4
6. - i Qa RE A , 4
7. - i Pa MT, 3, 6
8. Ra A —i Pa RI A , 5, 7
9. Vx(Rx A " i Px) Rl V,8
Al ejercicio 55.
Derivación
L VX(PXAQX) p
2. A x (Px — Rx) p
3. P a - R a RE A , 2
-4. Pa A Qa
5. Pa RE A,4
6- Qa RE A,4
Ejercidos de deducción 4 0 1
1. Ra RE-», 3 , 5
8. Ra A Qa RI A , 6, 7
9. V x (Rx A Qx) RI V,8
10. VX(RXAQX) RE V, 1 , 4 - 9
Al ejercicio 56.
Demostración:
1. Ax(Px-Qx) P
2. V x (Px A Rx) P
3. Pa -> Qa RE A , l
r-4. Pa A Ra
5. Pa RE A,4
6. Ra RE A,4
7. RE-,3,5
G*
8. Ra A Qa RI A , 6 , 7
9. V x (Rx A Qx) RI V,8
10. VX(RXAQX) RE V , 2 , 4 - 9
Al ejercicio 57,
Derivación
1, V x (Px A i Qx) P
2. A x ( P x — Rx) P
3. Pa - Ra RE A , 2
4. Pa A —i Qa
5. Pa RE A,4
6. - i Qa RE A,4
7. Ra RE-,3,5
8. Ra A —i Qa RI A , 7 , 6
9. V x (Rx A - i Qx) RI V,8
10, VX(RXA-IQX) RE V, 1 , 4 - 9
AI ejercicio 58.
Demostración:
1. A x ( P x - - i Q x ) P
2. V x (Px A Rx) ' P
3. Pa - ^ Qa RE A , l
402 Introducción a la lógica formal
-4. Pa A Ra
5. Pa RE A,4
6. Ra RE A , 4
7. -»Qa RE 3,5
8. RüA-xQa RIA,6,7
9. Vx(Rx A - i Qx) RI V,8
10. V X ( R X A I Q X ) R E V ,2,4-9
AI ejercicio 59.
Demostración:
1. A x ( P x - Q x ) P
2. A x ( Q x - > ~ i R x ) P
3. P a - Q a RE A, 1
4. Qa -> - i Ra RE A , 2
5. Pa - - i Ra RTr. 3,4
6. Ra -> - i Pa RContr. -•, 5
7. A x ( R x - ~ i P x ) RÍA, 6
AI ejercicio 60.
Demostración:
1. V x ( P x A Qx) P
2. Ax(Qx - Rx) P
3. -+ Ra RE A , 2
Pa A Qa
5. Pa RE A , 4
6. c * RE A , 4
7. Ra RE-+,3 6 r
8. Ra A Pa RI A , 7 , 5
9. V x (Rx A Px) RI V,8
10. V X ( R X A P X ) R E V , 1,4-9
Al ejercicio 62.
1. Ax(Px-Qx) P
2. A x (Px -+ Rx) P
3. VxPx P (suplementaria) N
Ejercicios de deducción 403
4 p a Q a RE A. 1
5. Pa^Ra RE A,2
-6. Pa
7 Q A R E - , 4 , 6
R E 5 6
8. Ra >
9, Ra A Qa RI A , 8,7
10. VX(RXAQX) R I V , 9
1. Ax(Px Qx) P
2. Ax(Px->Rx) P
3. VxPx P (suplementaria)
4, Pa - - i Qa R E A,l
5. Pa Ra R E A,2
r-6. Pa
7. RE - , 4 , 6
8. Ra RE 5, 6 •
9. Ra A —i Qa RI A , 8, 7
10. V x (Rx A - i Qx) RI V,9
11, V X ( R X A - i Q X ) R E V , 3, 6 - 1 0
1. A x (Px Qx) P
2. Ax(Qx-Rx) P
3. VxPx P (suplementaria)
4. Pa -+ Qa RE A,l
5. Qa -> Ra RE A , 2
r-6. Pa
7. Qa RE-,4,6
8. Ra RE 5, 7
9. Ra A Pa RI A , 8,6
10. V x (Rx A Px) RI V,9
1. Ax(Px--iQx) P
1 Ax(Qx-Rx) P
3. V x Qx P (suplementaria)
404 Introducción a la lógica formal
4.Pa — - i g a RE A , l
5.Qa-+Ra RE A,2
r 7.- Qa
6
QaÍ - i Pa RContr. 4
8. ~i Pa RE 7,6
9. Ra RE - , 5 , 6
10. Ra A —i Pa RI A , 9 , 8
11. V x (Rx A i Px) RI V,10
AI ejercicio 63.
Glosario
A = ser un ánade
B = bailar el vals [no declinar nunca una invitación a hacerlo]
O = ser un oficial
C = ser una de mis aves de corral
Esquematización
A x ( C x - - | Ox)
Derivación (directa)
1. A x (Ax - - i Bx) P
2. A x (Ox - Bx) P
3. A x (Cx - Ax) P
4. Ad--iBa REA,1
5. 0a -+ Ba RE A , 2
6. Ca - Aa RE A, 3
7. Cfl -* - i Ba RTr 6, 4
8. - i Ba - - i Oa RContr 5
9. Ca - - i Oa RTr 7, 8
10. Ax(Cx--iOx) RÍA, 9
Ejercicios de deducción 4 0 5
AI ejercicio 64.
Demostración:
— 1. A x (Px — Qx)
2. Pa - Qa RE A , l
3
— * ~i Qa
4. MT,2,3
- i Pa
5. ^ Qa Pa RI-,3 4
6. A x (~i Qx - - i Px) RI A, 5
12. Pa - Qa R I - , 10-11
13. A x (Px - Qx) RI A, 12
Al ejercicio 65.
Glosario
Esquematización
A x (Cx — Dx)
Ax(Ux — - i Bx)
A x ( n Cx - Ux)
A x ( - i Dx — - i Bx)
406 Introducción a la lógica formal
Demostración:
1. Ax(Cx-Dx) P
2. Ax(C/x--iBx) P
3. A x (-i Cx - L/x) P
4. Ca Da RE A, 1
5. Ua^^iBa RE A , 2
6. -iCa-t/a RE A, 3
7. i Da - - i Ca RContr. —, 4
8. iDa-t/a RTr - , 7 , 6
9. i Da — - i Ba RTr —, 8, 5
10. A x ( - i Dx - ~ i Bx) RÍA,9
Al ejercicio 66.
Glosario
C = ser un colibrí
L — tener vivos colores
T — ser de gran tamaño
xM = alimentarse de miel
Esquematización
Ax(Cx — Lx)
A x (Tx - - i Mx)
A x (—i Mx — —i Lx)
A x (Cx - - i Tx)
Derivación (directa)
1. Ax(Cx-Lx) P
2. A x (Tx — —Í Mx) P
3. A x (~n Mx — —i Lx) P
4. Ca -> La RE A, 1
5. Ta-^iMa RE A , 2
6. nMfl-^nLfl RE A , 3
7. La — Ma RContr—,6
8. Ca^Ma RTr-,4,7
9. Ma - -n Ta RContr - , 5
10. Ca--iTa RTr-,8,9
11. Ax(Cx--iTx) R Í A , 10
Ejercicios de deducción 407
1. A x [Cx -* Lx) P
2. A x ( T x - > - | Mx) P
3. A x (—i Mx -> —i Lx) P
4. Ca -• La RE A , l
5. Ta -» —i Ma RE A , 2
6. - i Aía - 1 La RE A , 3
r-7. Ca
8. La RE 4,7
9. Ma MT, 6, 8
10. - i Ta MT, 5,9
11. Ca -* ~n Ta RI 7-10
12. A x (Cx — - 1 Tx) RI A, 11
Al ejercicio 67.
Glosario
T = estar suscrito al Times
B = ser persona bien educada
P = ser un puercoespín
S = saber leer
Esquematización:
A x (Tx -> Bx)
A x (Px — - i Sx)
A x (Bx -• Sx)
A x (Px Tx)
Demostración:
1. Ax(Tx-Bx) P
2. A x (Px — - i Sx) P
3. A x (Bx Sx) P
4. Ta - Ba RE A , l
5. Pa - - i Sa RE A , 2
6. Ba - Sa RE A , 3
7. - i Sa - - i Ba RContr. -•, 6
8. Pa - - i Ba RTr 5,7
9. -n Ba - - i Ta RContr. ->,4
10. Pa - - i Ta RTr 8,9
11. Ax(Px--ifx) RI A, 10
408 Introducción a la lógica formal
Al ejercicio 68.
Glosario
Esquematización
A x (Mx — - i Sx)
Derivación (directa)
8. Ma - - i Sa RI-,5-7
9. A x (Mx - - i Sx) RI A, 8
i\ ejercicio 69.
Demostración:
1. Vx(Px v Qx)
— 2. Pa v Qa
r— 3. Pa
4. \/xPx RI V,3
5, V x Px v V x Qx RI v , 4
r— 6. Qa
7. VxQx RI V,6
8. V x Px v V x Qx RI v , 7
9, V x Px v V x Qx RE v , 2 , 3-5,6-8
10. V x Px v V x Qx RE V, 1,2-9
1 18. V x Q x
r—19.
20. PavQa RIv,19
21. V x ( P x v Q x ) RIV,20
W ejercicio 70.
Glosario
I — ser un poema interesante
R = gozar de aceptación entre gentes de buen gusto
M = ser un poema moderno
4 1 0 Introducción a la lógica formal
A = ser afectado
E = ser un poema escrito por usted
P = versar acerca de pompas de jabón
Esquematización
1 6
Ax(/x - Rx)
1 7
Ax(Mx-Ax)
Ax(Ex->Px)
A x [Ax — ~i Rx)
A x (—1 Mx — —i Px)
A x (Ex — —i Jx)
Derivación
1. A x [lx - Rx) P
2. A x ( M x — Ax) P
3. A x (Ex — Px) P
4. A x (/lx — ~i Rx) P
5. A x (-i Mx - - i Px) P
6. Ja — Ra RE A, 1
7. Ma — Aa RE A,2
8. Ea — Pa RE A, 3
9. Aa — —i Ra RE A,4
10. —i Ma — ~i Pa RE A,5
11. Ea
12. Pa RE - , 8 , 1 1
13. Ma MT, 10,12
14. Aa RE-,7,13
15. -| Ra RE-,9,14
16. - i Ja MT, 6,15
17. Ea — —i Ja RI 11-16
18. Ax(Ex - —i Jx) RI A, 17
Al ejercicio 71.
Glosario
C = cocear
F » ser flemático
A =* ser un asno
N = tener cuernos
1 6
Es decir: T o d o p o e m a interesante es bien aceptado o recibido entre gentes de
buen gusto'.
1 7
Es decir: T o d o p o e m a m o d e r n o es afectado*.
Ejercicios de deducción 4 1 1
B — ser un búfalo
L = ser un animal que puede lanzarlo a uno contra una puerta
£ = ser un animal fácil de engullir
Esquematización
A x (H Cx -• Fx)
A x (Ax — - i Nx)
Ax(Bx — Lx)
' A x (Cx — - i £x)
A x (—i Nx — ~i Lx)
A x ( n Bx — - i Fx)
A x (Ax — - i £x)
Derivación
1. A x (-i Cx - Fx) P
2. A x(Ax — —i Nx) P
3. A x (Bx — Lx) P
4. A x (Cx — —i £x) P
5. A x ( i i V . x - > n Lx) P
6, A x (-i Bx — - i Fx) P
7. - i Ca — Fa RE A,l
8. Aa — —i Na RE A,2
9. Ba — La RE A, 3
10. Ca — i £a RE A, 4
11. —i Na — - i La RE A, 5
12. —i Ba — - 1 Fa RE A,6
[—13. Aa
14. - i Na RE-,8,13
15. ~i La RE-,11,14
16. - i Ba MT,9,15
17. "i Fa RE - , 12,16
18. Ca MT,7,17
19. - 1 £a RE 10,18
Al ejercicio 72.
Glosario
D — ser un demócrata
L = ser liberal.
412 Introducción a la lógica formal
S =
ser socialista
C =
ser conservador
R =
aceptar la revolución industrial
P =
defender la propiedad privada de los medios de producción
M =
defender el establecimiento de una economía de mercado
autorregulada
T — defender la conversión del trabajo en mercancía
Esquematización
Dmuadórt
1. A x [Dx - (Lx v Sx)] P
2. A x [Lx -> (Rx A Px A Mx A T X ) ] P
3. A x [Sx — (Rx A i Px A i Mx A
t Tx)] P
4. Ax(Cx--iRx) P
5. Da -> (La v Sa) RE A, 1
6. La — (Ra A Pa A Ma A Ta) RE A , 2
7. Sa -> (Ra A n Po A "i Ma A Ta) RE A, 3
8. Ca->-iRa RE A , 4
1 8
9. La v Sa
10. LavSa RRfl-, 9
—11. La
12. Ra A Pa A Ma A Ta RE - , 6 , 1 1
13. Ra RE A , 12
14. -iCa MT,8,13
-15. Sa
16. Ra A - i Pa A ~Í Ma A -I Ta RE ->, 7,15
17. Ra RE A , 16
18. - r C a MT,8,17
19. - i Ca RE v , 10,11-14,15-18
1 8
V a m o s a proceder a derivar el primero d e l o s e n u n c i a d o s que c o m p o n e n la
conclusión buscada. D a d o q u e ese e n u n c i a d o tiene forma de c o n d i c i o n a l , t o m a m o s c o m o
premisa auxiliar el antecedente (previa e l i m i n a c i ó n del cuantificador universal en la
fórmula).
Ejercicios de deducción 4 1 3
26. La Sa RI 22-25
27. A x (Lx ~i Sx) RI A, 26
21
-28. Ca
29. - n R a R E - , 8, 28
2 2
30. - r L a 141,6,29
2 2
31. - i S a MT,7,29
32. —i La A —i Sa RI A , 30, 31
33. ~i (La v Sa) RDf A , 3 2
34. ~ i D a MT, 5, 33
35. Ca Da RI 28-34
36. A x (Cx - - i Dx) RI A, 35
37. A x [(Lx v Sx) - i Cx] A
A A x (Lx — —i Sx) RI A , 21, 27
38. A x [(Lx v Sx) - i Cx] A
A A x (Lx — —i Sx) A A x
(Cx - - i Dx) RI A , 37, 36
Al ejercicio 73.
Glosario
T = ser un tiburón
D = dudar de su buena preparación
C = ser capaz de bailar un minueto
P = ser despreciable
F - tener tres filas de dientes
A = ser amable con los niños
O ~ ser obeso
1 9
Antecedente del s e g u n d o d e l o s e n u n c i a d o s q u e c o m p o n e n la c o n c l u s i ó n perseguida.
2 0
En efecto: recuérdese q u e para q u e una c o n j u n c i ó n sea falsa basta c o n q u e lo sea
uno de sus m i e m b r o s .
2 1
Antecedente del tercero y último de los e n u n c i a d o s q u e c o m p o n e n la conclusión.
1 2
Cfr. la nota 20.
4 1 4 Introducción a la lógica formal
Esquematización
A x ( F x - ~ i DX)
A x (~I Cx — Px)
A x ( - 1 Dx -* Fx)
A x ( n Tx -• Ax)
A x (Ox — - i Cx)
A x (Fx — —i Fx)
Ax(Ox — Ax)
Demostración:
1. A x ( F x — - i Dx) P
2. A x ( - i Cx — Px) P
3. A x (—i Dx — Fx) P
4. A x (-i Tx — Ax) P
5. A x (Ox — —i Cx) P
6. A x (Fx — —i Fx) P
7. Ta - - i Da RE A,l
8. - i Ca - Fa RE A ,2
9. ^ Da - Fa RE A, 3
10, —i Ta — Aa RE A,4
11. Oa^-iCa RE A,5
12. Fa — - i Pa RE A, 6
1—13. Oa
14. ~i Ca RE - , 1 1 , 1 3
15. Pa RE - , 8 , 1 4
16. Pa — —i Fa RContr. - , 12
17. - i Fa RE-,16,15
18. n Da RContr.-, 9
19, Da RE - , 18,17
20. Da - - i Ta RContr. - , 7
21. ~i Fa RE 20,19
22. Aa RE - , 10,21
Al ejercicio 74.
Glosario
P — ser un animal que recibe mi atención
/ = ser un animal que se irrita mortalmente
E = ser un animal que está en este prado
Ejercicios de deducción 415
Esquematización
A x (—i Px -• lx)
Ax(Mx - Ex)
Ax(n Cx-*~)Ax)
A x ( £ x - > - i Tx)
Ax(Jx-Sx)
A x ( - 1 Mx — - i Px)
Ax(Cx — - i Sx)
A x ( T x — —i /lx)
Derújarión
1. A x (-n Px — lx) P
2. A x (Mx — £x) P
3. A x (~i Cx — — i Ax) P
4. A x (Ex — ~i Tx) P
5. Ax(/x-Sx) P
6. A x ( n Mx - ~ i Px) P
7. A x (Cx — ~n Sx) P
8. - i Pa -> /a RE A, 1
9. Ma-Ea RE A , 2
10. - 1 Ca — "i Aa RE A, 3
11. Ea->—iTa RE A, 4
12. Ia-+Sa RE A, 5
13. -i Ma Pa RE A ,6
14. Ca — ^ Sa RE A , 7
15. Ta - > n £ a RContr - , 1 1
16. —i Ea - » - 1 Ma RContr - , 9
17. Ta — —i Ma RTr 15,16
18. Ta - - i Pa RTr 17,13
19. Ta-/a RTr 18,8
20. Ta-Sa RTr 19,12
21. Sa — - 1 Ca RContr ->, 14
22. Ta - i Ca RTr -•, 20,21
23. Ta — —i Aa RTr 22,10
24. A x ( T x — —i Ax) RI A , 23
416 Introducción a la lógica formal
Al ejercicio 75.
Glosario
C = ser un animal que se puede comer
P = tener el casco partido
H — tener la pezuña hendida
R = rumiar
M = ser un camello
J = ser un conejo
L = ser una liebre
D = ser un cerdo
Esquematización
A x [(Px A Hx A Rx) <-> Cx]
A x [Mx (Rx A ~n Hx)]
A x [7x (Rx A - i Hx)]
A x [Lx - (Rx A - i Hx)]
A x [Dx - (-i Rx A Hx)]
Derivación
1. A x [(Px A Hx A Rx) Cx] P
2. A x [Mx (Rx A - i Hx)] P
3. A x [ J x - > ( R x A - i Hx)] P
4. A x [ L x - ( R x A - i Hx)] P
5. A x [ D x ->(-i Rx A Hx)] P
6. (Pa A Ha A Ra) <-> Ca RE A , l
7. Ma (Ra A I Ha) RE A , 2
8. Ja (Ra A —i Ha) RE A, 3
9. La (Ra A —I Ha) REA,4
Ejercicios de deducción 4 1 7
r—13. Ma
14. Ra A i Ha RE - , 7 , 1 3
15, i Ha RE A , 14
16. - i Ca R E «-,6,15
4
r—17. Ja
18. Ra A ~i Ha RE-,8,17
19. - i Ha RE A , 18
20. - i Ca RE 6,19 4
r—21. La
22. Ra A —i Ha RE ->,9,21
23. - i Ha RE A , 2 2
24. - i Ca R E <-, 6, 23
4
r—25. Da
26. Ra /\ Ha RE - , 10,25
27. ~n Ra RE A , 2 6
28. - i Ca R E 4-, 6,27
4
ejercicio 76.
Demostración:
1. V x A y Pxy
I—2. A v Ray
3. Pab RE A, 2
4. VxRxfc RIV,3
5. A y V x R x y RIA,4
6. AyWxPxy RE V , 1, 2-5
Al ejercicio 77.
Glosario
M = ser más morena [menos rubia que]
a — Suzanne
b = Edith
c = Lili
Esquematización
24
aMb
bMc
2 5
A x A y A z [(xMy A yMz) - (xMz)]
2 6
aMc
1. aMb P
2. bMc P
3. A x A y A z [(xMy A yAfz) xMz] P
4. (aMb A bMc) aAíc RE A , 3
5. aMb A Z>Mc RI A , 1,2
6. aMc RE-,4,5
AI ejercicio 78»
Demostración:
1. VxVyPxy
2. V y Pay
r- 3. Pab
4. VxPxb RIV,3
5. VyVxPxy RI V,4
6. VyVxPxy RE v , 2, 3-5
7. VyVxPxy RE V, 1, 2-6
2 4 1
Es decir: 'Suzauue es más m o r e n a q u e Edith . Q u e equivale a la premisa original,
'Edith es m á s rubia q u e Suzanne*.
2 3
H a y que añadir c o m o premisa el e n u n c i a d o del carácter transitivo de la relación
'ser m á s morena q u e \
2 6
En efecto: si d e m o s t r a m o s q u e Suzanne es más m o r e n a q u e Lili, h a b r e m o s d e m o s -
trado que es la más m o r e n a d e las tres, pues por la primera premisa s a b e m o s también
que es más m o r e n a q u e Edith.
Ejercicios de deducción 4 1 9
8. Vx V y P x y - Vy V x P x y RI 1-7
"9. VyVxPxy
-10. V x Pxb
-11. Pab
12. VyPay RIV,11
13. VxVyPxy RIV,12
16. Vy V x P x y - Vx V y P x y RI-,9-15
2 7
17. V x VyPxy<-> Vy V x P x y RI~,8.16
AI ejercicio 79.
Glosario
H = ser hombre
P = ser puro
A - amar
Esquematización
A x [(Hx A Px) — A y (Py Axy)]
4. Ay(Py -• Aay) RE 2, 3
5. Pa Aaa RE A,4 2 9
6. Pa RÉ A . 3
7. i4aa RE 5.6
Al ejercicio 80.
Demostración:
1. Ax(Px-gx) P
2. -¡Qa P
3. b=a P
4. Pa-Qa RE A, 1
5. -iPfl MT,4,2
6. Ax[(x=a)-iPx] RI-,5
7. (¿> - a ) P b RE A , 6
8. ~iPa RE-,7,3
Al ejercicio 81.
Glosario
a — Lancelot
b - la reina Ginebra
c - el rey Arturo
A - amar, no odiar
G — ser amigo
Esquematización
Aab
A x (Gxa — —i Aax)
Gca
A x [Gxa — A y (Aay — —i Axy)]
—i Ad>
Den'uaczon
1. Aab P
2. A x (Gxa — -n Aax) P
3. Gca P
.4. A x [Gxa — A y (Aay — —i Axy)] P
5. Gca — —i Aac RE A , 2
6. Gca — A y (Aay -+ ~i Acy) RE A , 4
7. Gca — (Aa6 — —i Acb) RE A , 6
8. Aab — —i Acb R E - , 3,7
9. —i Acá RE-,1,8
Ejercicios de deducción 4 2 1
Al ejercicio 82.
Demostración:
r-L (a = b) A [b = c) 30
2. ¿ = c RE A , 1
3. A x (x = f?) -> (x = c) RI = , 2 3 1
4. (¿i = ¿>) — (a = c) RE A , 3
5. a = b RE A , 1
6. a = c RE-,4,5
7. =
Ka b) A (b — c)] ^(a=e) RI 1-7
8. Ax Ay A z{[(x = y) A {y = z)] - (x = z)} RÍA, 7
Al ejercicio 83.
Glosario
F = ser un filósofo
P = haberse preguntado qué es la filosofía
L = haber ido a dar en la locura
a = Nietzsche
b = el padre Ceballos
Esquematización
A x (Fx — Rx)
A x (Rx — Lx)
Fa
- i L¿
a±b
Derivación
1. Ax(Fx-Rx) P
2. Ax(Rx->Lx) P
3 . Fa P
4. - i U > P
5. Fa^Pa RE A , l
3 0
P u e s t o que la fórmula a demostrar es un c o n d i c i o n a l , t o m a m o s c o m o , premisa
el antecedente (previa eliminación del cuantificador universal).
3 1
Recuérdese: la Regla de Introducción de la Identidad dice que si un individuo
h a c e verdadero un cierto e n u n c i a d o abierto, t o d o s l o s i n d i v i d u o s idénticos a él lo harán
%
también. E n este c a s o el e n u n c i a d o abierto sería x es idéntico a b\
422 Introducción a la lógica formal
6. Fb^Pb RE A , 1
7. P a - L a RE A , 2
8. Pb->Lb RE A , 2
9. Fa-*La RTr-,5,7
10. Fb^Lb RTr -+,6,8
11. -iFfc MT, 4,10
12. A x [(x - a) Fx] RI = , 3
13. (fc = a ) - > F d RE A , 12
14. (i>*a) MT,13,11
Al ejercicio 84.
Glosario
a = Vivaldi
b — La Tempesta di Mare
c = II Gardellino
N ser veneciano
A — ser autor de
Esquematización
N(ix Axb)
ix Axc = a
JX Axb — tx Axc
Na
Derivación
1. N(ixAxb) P
2. ix Axc - a P
3. lx Axb — ix Axc P
4. ixAxb=a RTr = , 3 , 2
5. A y [(y = ix Ax¿) - Ny] RI = , 1
6. (a = ÍX Axb) Na RE A , 5
3 3
7. a - ix Axb
8. Na RE 6,7
3 2
A p l i c a m o s aquí, transformándola en regla, la ley de transitividad de la identidad
q u e h e m o s demostrado en él ejercicio 82.
3 3
D a m o s por d e m o s t r a d o q u e ia relación de identidad tiene la propiedad simétrica:
y así, si ( p a s o 4) tx Axb - a, también ocurrirá que a = ix Axb (paso 7).
Ejercicios de deducción 4 2 3
Al ejercicio 85.
Glosario
N — ser un escritor que comprende la naturaleza humana
I = ser un escritor inteligente
P — ser un verdadero poeta
M — ser un escritor capaz de mover los corazones de los hombres
S = ser Shakespeare
H — haber escrito Hamlet
Esquematización
A x (Nx — lx)
Ax(~i M x - ~ i Px)
3 4
Ax(Sx- Hx)
A x (—i Nx — - 1 Mx)
3 5
A x ( H x - Px)
3 6
Ax(Sx - J x )
Derivación
1. A x (Nx — lx) P
2. A x ( n Mx -• ~i Px) P
3. A x (Sx — Hx) P
4. A x (—i Nx — i Mx) —
P
5, A x ( H x - P x ) P
6. RE A , l
7. —i Ma — —i Pa RE A , 2
8. Sa — Ha RE A, 3
9. —i Na — i Ma
—
RE A,4
10. Ha - Pa RE A,5
11. Sa^Pa RTr - , 8,10
12. Pa — Ma RContr - , 7
13. Sa Ma RTr-,11,12
14. . Ma — A/a RContr - , 9
15. Sa - Na RTr - , 13,14
16. Sa — la RTr-,15,6
17. A x (Sx - Jx) RI M 6
3 4
Es decir; 'Para todo x, si x es Shakespeare, entonces x escribió Hamlef. "Nótese
lo artificioso de la formulación. Véase la segunda s o l u c i ó n del ejercicio.
3 5
Es decir: si x escribió Hamlet es que x era u n verdadero poeta. Esto último
es c o n d i c i ó n necesaria de l o primero.
3 6
Es decir: 'Para t o d o x, si x es Shakespeare, x es inteligente*. Cfr. n o t a 34.
424 Introducción a la lógica formal
Ax(Nx-Jx)
A x (—1 Mx — —i Px)
a = ixExb
A x (—i Nx -> ~i Mx)
A x [(x — ix Exb) -• Px]
la
Derivación
1. A x (Nx -• Jx) P
2. A x (—i Mx — —i Px) P
3. a — ix Exb P
4. A x (—i Nx — ~i Mx) P
5. A x [(x = íx Exb) — Px] P
6. Na -> la RE A , l
7. —i Ma — ~~i Pa RE A , 2
8. —i Na — Ma RE A , 4
9. (a = tx Exfc) Pa. RE A,5
10. Pa RE - , 3 , 9
11. Pa - Ma RContr - , 7
12. Ma RE - , 1 0 , 1 1
13. Ma — Na RContr 8
14. Na RE-,12,13
15. la R E - , 6,14
LÓGICA DE ENUNCIADOS
I, ALGUNAS LEYES
1. - i ~i p -»/> 15. [ín - ?) A {q r)] - [(p - r)j
Ley de Doble Negación j e transitividad del condicional
2. lp A q) - p 16. [(p^<?) A ( ^ r ) ] - [ ( p - r ) ]
9
%
v RT2. Si \X" es una tesis del sistema, y lo es también la expresión X -» Y\
/I, CP (9 V r)] - [<? V <p V r)T entonces 'Y' es una tesis del sistema.
11. SISTEMA DE REGLAS DE INFERENCIA
Reglas primitivas
RIV REV
[
peíralia. auxiliar ua eliminada.
BE -
A*[(.\ - i)-» V x]
RDP RDI
i VyAxl>*~(*-jtf)
J
X I
P* - rc<z * r \
RDf A RDfV
A
*l x \ %
v
i * (V* *J -IAI,,...,.».-)^,,».^)
RNetA RNegV
- l A x ^ x . ^ x ^ j c J
Aj(...x,-i<9X,,..,JTJ
|l t
HL SISTEMA DE REGLAS DE INFERENCIA
1. Regla* primitioas
Rl v RE v
X x v y
. x v y x
x v y
RI A RE a
Xa y
o bien
x a y
RI -
x - r
El X
x - y
Rí-i
| y a*-i y -i-)X
-» X X
x - y X Xvx XA(yvZ) x v ( y a z)
y - z
X X X <X a Y) v (X a Z) ( * v y ) a (X v Z)
x - z
HDC, RDD, RtAj
RErp Ría» RContr
* v y ~i jí v y X v Y
(Xa K) - Z X •*<y-z> ' x - y —i y _» —i y X -» Z Z -X -i X
z -»r y
x-<r-zj (X a y» - z r- - i X
Z 12
RConm a RConm v MT
RDC, RDD, RlAj
X A Y x v y x - y x v y -i X v y x v y
~~i y x - z Z -r X -i y
Y a X y v x
-i X y -»w y
Zvíf Z v -) W
RI*-» R E ~ ,1 RE«-».Z RE*-.. 3
y * ^ y x~ y
y - x x -i y Reglas 4 t ÍMcr<ieTiaicíóa • > los <¡OOCctfvU
X~ y y -i* X
x a y ->{X a Y) x - y
RE «-•, 4 RD **
-i(-ix v - i y ) -i x v -i y -iX v y
x**y x ~ y x ~ y
y-x
-i(X v Y)
-i y
-i(-ix a -i y ) - i x a -n y n(X A -1 Y)
RTr~
X~ y X a - i X
LÓGICA D E PREDICADOS
1, ALGUNAS LEYES
1. De predicados monádicos
Leyes de inter definición de los cuanujicadores Ley de distribución del cuantificador particular por la
5. A x (Px -» Qx) «-> —i V x (Px A ~ I QX) disyunción
6. Ax(Px -f ~~i Qx) « - t i ^ J Í (Px A Qx) 18. (V x Px - V x Qx) -> V x (Px -» Qx)
7. V x (Px A Qx) - i A x (Px - i Qx) Ley df cdflí^JCCfón d*/ cuantificador particular por el
1 V x (Px A -1 Qx) t A x (Px - Qx) condicional
Leyes aristotélicas de oposición
19. [ A x ( P x - Qx) A A x ( f i x - Rx)] -» A x ( P x _ - Rx)
^ 9. Ax(Px~Px) Ley de transítívidad del condicional
Ley de identidad 20. [ A x ( Q x - - i Rx) A A X ( P X - Qx)] -» A x ( P x -» - i Kx)
10. A x - t ( P x A - i Px) M o d o silogístico «Celarent»
[A x ( Q x -» Rx) A V (Px x A Qx)] ~* V x ( P x A AX)
Ley de contradicción 21. Modo silogístico «.Dar i i»
11. A x (Px v - i Px) [ A x ( Q x - - i « x ) A V x ( P x A Qx)] - Vx[Px A -» Rx)
M o d o silogístico «Ferio»
Ley de tercio excluso 22. [ A x ( P * - Q x > A Pa) -.(?«
12. A x (Px A Q x)«-» (A x P/. Ajrfc- Modus ponendo pon cris
Ley distribución del cuanüficador universal por la 22.
conjunción [ A X ( P X -» Q.X) A " I Qfl] - -7 Pfl
11 A x (Px -» Q.v> - (A x Px — A x Qx) 24. Modus tollendo tollens
condicional
Leyrf<?distribución del cuantificador universal por el
25. [ A x (Px v Qx) A - i P a ] — QA
14. A x (Px ~ Qx) -» (A x Px ~ A x Qx)
L*y de distribución del cuantificador universal por el Ley df inferencia de la alternativa
bicondicional 26. Ax Px -* Pa
Ley de especificación
15. ( A x P x v A x Q x ) A x ( P x v Qx)
Ley de contracción del cuantificador universal pe* la 27. Pa - V x P x
disyunción Ley df particvlarización
2. De predicados poliádicos
8. Ax AyPxy~ Ay AxPxy
9. V x V y P x y * - » V j , Vjf P x y
10L V x A y P x y - . Ay V x P x y
• L*y«5 dr permutación de los cuantificadores.