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EL ECUMENISMO CATÓLICO

Los cristianos somos conscientes y afirmamos la voluntad de Jesús: que todos


sus seguidores sean uno. El deseo de la comunidad cristiana también fue el de la
unidad y el de la comunión: somos diferentes..., pero todos formamos un solo
cuerpo: la Iglesia.
La unidad y la comunión no duró mucho tiempo. Desde los comienzos hubo
comunidad que no aceptaron el proyecto común y se separaron momentánea o
definitivamente:
 En el siglo V se separaron las iglesias monofisitas y nestorianas.
 En el siglo XI (1050) se separan la Iglesia oriental y la Iglesia católica romana.
 En el siglo XVI las iglesias de la reforma se separan de la Iglesia católica.

EL ECUMENISMO:
Esta situación de división, separación, exclusión y condena en nombre de Jesús entre las Iglesias cristianas no podía
continuar. A finales del siglo XIX surgen actitudes, esfuerzos y acciones de los cristianos y de las distintas iglesias
cristianas en busca de la unidad, para así cumplir la voluntad de Jesús. Este conjunto de deseos, búsquedas y
encuentros se llama ecumenismo.

El ecumenismo nació en la ciudad de Edimburgo el año 1910 por iniciativa de algunas iglesias protestantes, a raíz del
escándalo que suponía la división de las iglesias en las zonas misioneras.
Las iglesias protestantes fueron acercando sus posturas doctrinales y pastorales, y en el año 1948 fundaron el Consejo
Mundial de las Iglesias. Sus objetivos eran: vivir la fraternidad entre las iglesias, dialogar desde la igualdad y trabajar
para llegar a formar una sola Iglesia como quiso Cristo.

EL INICIO DEL ECUMENISMO ENTRE LOS CATÓLICOS:


La Iglesia Católica se opuso en un principio al ecumenismo por las siguientes razones:
 La Iglesia católica no admitía la libertad de culto y de conciencia. Creía que la libertad religiosa atentaba contra
la verdadera religión y que podía llevar al indiferentismo.
 La Iglesia católica está en la verdad absoluta y exclusiva, todas las demás confesiones cristianas están en el
error. Éstas se había desalojado de la verdadera vid (la Iglesia católica). La única posibilidad era el retorno de
los herejes al seno de la única Iglesia verdadera.

Los católicos, ante la cerrazón de la doctrina y la actitud pontificia, comenzaron a potenciar los encuentros entre
cristianos y favorecieron el ecumenismo espiritual: rezar a Dios por la conversión y el cambio de corazón de los
cristianos (así nació la semana de oración para la unidad de los cristianos). Las experiencias vividas por cristianos de
diferentes Iglesias en la Alemania nazi ayudaron al conocimiento y al encuentro entre cristianos. Poco a poco la postura
oficial se fue abriendo a la realidad del ecumenismo y se dieron los primeros pasos de acercamiento por parte católica.

EL CONCILIO VATICANO II.


Juan XXIII sorprendió a todo el mundo con la convocatoria de un concilio en el año 1959. Uno de los objetivos que se
proponía era conseguir el diálogo y la unidad de los cristianos.
 Se reconoce la libertad religiosa (1965). Toda persona tiene derecho a seguir su propia conciencia y a manifestar
sus propias opiniones y creencias tanto individual como colectivamente: Los gobiernos tendrán que reconocer la
libertad religiosa para todos.
 La iglesia, en su decreto sobre el ecumenismo, resalta lo que tienen en común las distintas confesiones cristianas
Cristo y el evangelio; además, pide se destierren las acusaciones de herejía y cisma y que se reconozcan con la
humildad los errores y las responsabilidad históricas en la dolorosa y prolongada separación.

Estas son las principales diferencias entre el catolicismo y el resto de confesiones cristianas y algunos de los puntos en
común:
Anglicanos:
 La cuestión de la sucesión apostólica, de la que depende la validez de sus ordenaciones episcopales y
presbiterales. La cuestión de la autoridad del Papa y los obispos, la de los sacramentos.
 Hoy en día los temas son más concretos. Por ejemplo, la ordenación de mujeres al sacerdocio, que muchos
anglicanos no aceptan y que está promoviendo muchas conversiones al catolicismo entre pastores y fieles,
tanto en Europa como en América.

Luteranos
 El luteranismo carece de concepto claro de Iglesia. Para ellos la Iglesia es la local, parroquia o comunidad que
se reúne para rezar y oír la Palabra.
 La Palabra de Dios es el fundamento de su fe cristiana, aunque ésta admita interpretaciones diferentes por
cada uno. Por tanto, carecen de autoridad eclesiástica y de una instancia que defina la fe cristiana con
claridad. Tampoco tienen una teología sacramental estructurada.
 El único sacramento que conservan “vivo” es el santo bautismo. Bautizan, desde luego, válidamente. En
cuanto a la Eucaristía hay entre ellos muchas opiniones. A veces celebran la Eucaristía, pensando que al estar
reunidos en nombre de Cristo Él está en medio de ellos.
 Con los luteranos se ha llegado a un acuerdo sobre la justificación del hombre ante Dios por los méritos de
Jesucristo. En un documento elaborado durante diez años llamado La Justificación se expone la doctrina de
ambas Iglesias, que en realidad es la misma, pero que había sido malentendida por los luteranos en cuando a
la Iglesia católica, al pensar que nosotros tratábamos de obtener la justificación ante Dios Padre por medio de
la Virgen María o de los santos. Ahora está claro que no es así.

Ortodoxos
 Tienen toda la estructura eclesial y sacramental intacta desde los tiempos apostólicos. Lo único que les falta es
la obediencia explícita al Romano Pontífice, al que llaman el Patriarca de Occidente.
 Los católicos podemos acercarnos a su eucaristía y participar en ella o confesarnos si no tenemos una iglesia
católica en las cercanías. Aunque conviene preguntar al párroco ortodoxo si nos admite, para evitar el
escándalo. Ellos son siempre admitidos a recibir los sacramentos en la Iglesia católica, si lo desean.
 Juan Pablo II agradeció a la Iglesia Ortodoxa Búlgara el cuidado que tuvo de los fieles católicos durante el
tiempo de la gran persecución comunista a la Iglesia católica.

El Concilio Vaticano II abrió definitivamente las puertas al diálogo y a la comprensión y cerró las heridas de tantos años
de incomprensión y enfrentamiento. Había llegado el momento de emprender el camino a la unidad.

EL DIÁLOGO DE LA IGLESIA CON LAS RELIGIONES:


Desde que se terminó el Concilio Vaticano II (1965) se han hecho grandes progresos en el diálogo y encuentro con
nuestros hermanos separados:
 Los Papas Pablo VI y Juan Pablo II han dialogado con todas las Iglesias. En sus viajes siempre han tenido unos
momentos para el encuentro y la oración con los dirigentes de las distintas confesiones religiosas.
 La Iglesia católica, tras algunos años de reticencia ante el Consejo Mundial de las Iglesias, ha entrado finalmente a
formar parte de él.
 Se colabora a nivel de documentos y textos comunes: en 1972 apareció la traducción de la biblia ecuménica.
Grupos de intelectuales y teólogos dialogan sobre puntos doctrinales fundamentales : eucaristía, ministerios.
 En muchos lugares se comparten tareas pastorales y se luchan por las mismas causas: justicia, derechos humanos,
paz, ecología.
 No han faltado momentos de conflictos por motivos políticos y pastorales desmembración de Rusia, ordenación de
las mujeres en las confesiones protestantes.

Todavía no se ha conseguido la unidad. Las Iglesias están aún conociéndose, olvidando los viejos prejuicios y
trabajando en común con una misma ilusión. Gestos y realidades como Taizé y el encuentro de Asís de 1986 auguran
un final feliz.

CAMINOS HACIA LA UNIDAD SON


 -La oración, pidiendo esta unidad.
 -El dialogo: de amistad y teológico.
 -La colaboración de unos con otros.

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