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Plan de Ayala Siglo XXI 2.0
para el rescate del campo y la
soberanía alimentaria de México
Que suscriben elMovimiento Campesino, Indígena y Afromexicano
Plan de Ayala Siglo XXI y el Licenciado Andrés Manuel López
Obrador, candidato a la Presidencia de la República por la Coalición Juntos Haremos Historia en
el Proceso Electoral Federal del 1º de julio de 2018, en ocasión del 99 aniversario del fallecimiento del
General Emiliano Zapata, al tenor de las siguientes cláusulas:

Primera.- El Licenciado Andrés Manuel López Obrador reconoce el esfuerzo de unidad de las
organizaciones campesinas, indígenas, afromexicanas, de jornaleros agrícolas, de migrantes, de
profesionales del agro y del magisterio rural en torno al Movimiento Plan de Ayala Siglo XXI para
poner por encima de sus legítimos intereses particulares los intereses colectivos superiores de México
y su determinación para participar como protagonistas en la Cuarta Transformación de nuestra
Historia y en el rescate de la Nación, del campo y de nuestra soberanía alimentaria. Asimismo,
reconoce su iniciativa y capacidad para construir el Plan de Ayala Siglo XXI en su versión 2.0, mismo
que representa una agenda para la transformación de las condiciones de vida y de trabajo de los
hombres y mujeres del campo mexicano, incluso de los que han tenido que emigrar por coacción
económica a los Estados Unidos.
Segunda.- El Licenciado Andrés Manuel López Obrador refrenda su compromiso con el Plan de
Ayala Siglo XXI, mismo que se firmó hace 6 años en Torreón, Coahuila, y asume en este acto su
versión actualizada y mejorada, misma que se anexa al presente, y se compromete a cumplirlo e
incorporarlo en su programa de gobierno en su calidad de Presidente de la Republica en el sexenio
2018-2024. El Plan de Ayala Siglo XXI establece un nuevo pacto político con el Estado mexicano, con
carácter estratégico y de interés público, para impulsar una nueva era de revalorización plena del
campesinado, los pueblos indígenas y las comunidades afromexicanas sobre la base del
reconocimiento de los siguientes derechos: 1) Derechos de los campesinos a la tierra, 2) Derechos del
trabajo asalariado rural; 3) Derechos de la mujeres; 4) Derechos de los jóvenes del campo; 5)
Derechos de los pueblos originarios; 6) Derecho a la alimentación y la soberanía alimentaria; 7)
Derecho campesino a una alimentación segura y de calidad; 8) Derecho a un vida buena y servicios
públicos de calidad; 9) Derecho al territorio y a los recursos naturales como bienes colectivos; 10)
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Derecho a una naturaleza sana y a tecnologías respetuosas de la vida; 11) Derecho a la vida y la
seguridad; 12) Derecho a una política integral para el campo; y, 13) Derecho a la libertad y a la
verdadera democracia.
Tercera.- El Movimiento Plan de Ayala Siglo XXI reconoce que el Licenciado Andrés Manuel López
Obrador representa la única alternativa para gobernar el país en el periodo 2018-2024 y con ello
salvar al campo y a la Nación, con un nuevo proyecto de desarrollo histórico de México, que
trascienda el actual régimen neoliberal, autoritario y corrupto, e impulse la recuperación del Estado y
la presencia plural del Pueblo mexicano en su conjunto en el nuevo gobierno. Con el Licenciado
Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la Republica se afirmará la soberanía nacional y
nos transformaremos en una potencia sobre la base de una democracia verdadera, con el objetivo de
lograr el bienestar de la gente, la disminución de la desigualdad y la pobreza, la realización de todos
los derechos para todos, la paz y la seguridad para toda la población en todo el territorio nacional, el
cuidado de la naturaleza, el derecho a no migrar, la honestidad y la austeridad republicana, la solución
pacífica de las controversias entre las naciones, y la solidaridad con las siguientes generaciones de
connacionales, siempre bajo los criterios éticos indeclinables de buscar siempre la verdad y una
mayor justicia para todos los mexicanos.
Cuarta.- Las organizaciones del Movimiento Plan de Ayala Siglo XXI se comprometen
–manteniendo siempre su autonomía y pluralidad- a empeñar todos sus esfuerzos y capacidades para
la promoción, movilización y defensa del voto rural en favor de la candidatura presidencial del
Licenciado Andrés Manuel López Obrador en las 25 mil secciones electorales rurales y mixtas del país
en estrecha coordinación con la estrategia de movilización y defensa del voto de MORENA.
Quinta.- Al triunfo de la elección presidencial del Licenciado Andrés Manuel López Obrador,
ambas partes se comprometen a mantener su alianza y un diálogo sistemático y permanente para la
concertación y la corresponsabilidad en el diseño y puesta en ejecución del presente Plan de Ayala
Siglo XXI 2.0 en el sexenio 2018-2024.

Se firma el presente documento en la Ciudad de Jerez de García Salinas, Zacatecas, siendo las 12
horas del día diez de abril del año dos mil dieciocho.

¡Zapata vive!
¡Salvaremos al campo para salvar a México! ¡Salvaremos a México para salvar al campo!
¡Juntos Haremos Historia!

Andrés Manuel López Obrador


Candidato Presidencial de la Coalición Juntos Haremos Historia

Testigo de Honor

Yeidckol Polevnsky Gürwitz


Secretaria General y en funciones de Presidenta del
Comité Ejecutivo Nacional de MORENA

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Las organizaciones del Movimientos Plan de Ayala Siglo XXI:

1. CENTRAL CAMPESINA CARDENISTA (CCC)


2. COORDINADORA NACIONAL PLAN DE AYALA (CNPA)
3. CENTRAL INDEPENDIENTE DE OBREROS AGRICOLAS Y CAMPESINOS "JOSÉ DOLORES LÓPEZ DOMINGUEZ" (CIOAC JDLD)
4. ASOCIACIÓN NACIONAL DE EMPRESAS COMERCIALIZADORAS DE PRODUCTORES DEL CAMPO (ANEC)
5. CENTRAL DE ORGANIZACIONES CAMPESINAS Y POPULARES (COCyP)
6. UNIDAD DE LA FUERZA INDÍGENA Y CAMPESINA (UFIC)
7. UNIÓN POPULAR REVOLUCIONARIA EMILIANO ZAPATA (UPREZ)
8. UNIÓN GENERAL OBRERA CAMPESINA Y POPULAR (UGOCP)
9. UNIÓN NACIONAL DE ORGANIZACIONES REGIONALES CAMPESINAS AUTÓNOMAS (UNORCA)
10. RED NACIONAL DE AGRÓNOMOS DEMOCRÁTICOS
11. RED DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA (REDIR)
12. UNIÓN CAMPESINA DEMOCRATICA (UCD)
13. MOVIMIENTO SOCIAL POR LA TIERRA (MST)
14. UNIÓN NACIONAL DE TRABAJADORES AGRICOLAS (UNTA)
15. CONSEJO PARA EL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS DE OAXACA (CDPO)
16. FRENTE NACIONAL PARA EL DESARROLLO EMILIANO ZAPATA (FNADEZ)
17. COORDINADORA DE ORGANIZACIONES CAMPESINAS DE GUERRERO PRO AMLO (COCG)
18. UNIÓN NACIONAL ACUÍCOLA (UNA)
19. RED CIUDADANA Y UNIVERSITARIA (RCU)
20. COOPERATIVA DE TRABAJADORES “PASCUAL” (CTP)
21. UNIDAD POLÍTICA INDEPENDIENTE (UPI)
22. MOVIMIENTO COMUNISTA MEXICANO (MCM)
23. MOVIMIENTO NACIONAL EN DEFENSA DE LA SEGURIDAD SOCIAL (MONDESS)
24. MOVIMIENTO INDÍGENA NACIONAL (MIN)
25. RED NACIONAL DE MUJERES COOPERATIVISTAS (RNMC)
26. CONSEJO DE PUEBLOS AFROMEXICANOS (CPA)
27. COORDINADORA REGIONAL DE ORGANIZACIONES INDÍGENAS DE LA SIERRA DE ZONGOLICA DE VERACRUZ (CROISZ)
28. COORDINADORA NACIONAL DE MOVIMIENTOS POPULARES-LÍNEA DE MASAS (CONMOP-LM)
29. UNIDAD INDÍGENA TOTONACA NÁHUATL (UNITONA)
30. UNIÓN DE COMUNIDADES CAMPESINAS INDÍGENAS DE YUCATÁN (UCICY)
31. UNIÓN DE PRODUCTORES AGRÍCOLAS SIYUÚ, SIERRA SUR DE OAXACA (UPAS)
32. GRUPO DE PRODUCTORES INDÍGENAS DE LA COMISARÍA DE BAKABCHEN, MUNICIPIO DE KALKINI, CAMPECHE.
33. PRODUCTORES UNIDOS POR COLIMA (PUC)
34. CONCEJO INDÍGENA POR LA DEFENSA DEL TERRITORIO DE ZACUALPAN (CIDTZ)
35. FRENTE EN DEFENSA DEL MAÍZ (FDM)
36. FRENTE COLIMENSE EN DEFENSA DEL AGUA Y LA VIDA (FCDTAV)
37. COOPERATIVA COSTAS DE MÉXICO(CCM)
38. UNIÓN NACIONAL DE MUJERES TRABAJADORAS COLIMENSES (UNMTC)
39. FRENTE DEMOCRÁTICO CAMPESINO DE CHIHUAHUA (FDC)
40. UNIÓN CAMPESINA TOTIKES (UCT)
41. ORGANIZACIÓN CAMPESINA POPULAR INDEPENDIENTE DE LA HUASTECA VERACRUZANA (OCPIHV)
42. UNIÓN DE LUCHA DE LOS TRABAJADORES DEL CAMPO VERACRUZANO(ULTCV)
43. COMITÉ DE LUCHA INDÍGENA Y CAMPESINO(CLIC)
44. FRENTE DE ORGANIZACIÓNES SOCIALES VERACRUZANAS(FOSVER)
45. IMPULSORES DE LA CUENCA DEL PAPALOAPAN(ICUPA)
46. LIBERTADOR YANGA(LY)
47. CONSEJO VERACRUZANO DE PRODUCTORES DE MAÍZ (COVER-MAIZ)
48. UNIÓN NACIONAL DE CAFETALEROS DEL BARZÓN (UNC)
49. UNIDAD POLÍTICA INDEPENDIENTE (UPI)
50. PRODUCTORES DE ULE (PROULE)
51. COOPERATIVA ZAPOTECATL(COZA)
52. RED DE AGRICULTORES SUSTENTABLES AUTOGESTIVOS (RASA)
53. COMBINADO AGROINDUSTRIAL DE LA COSTA GRANDE DE GUERRERO
54. RED DE MUJERES TRABAJANDO POR EL BIEN COMÚN
55. CONSEJO ATOYAQUENSE PARA EL DESARROLLO SUSTENTABL
56. CAFETICULTORES DE LA COSTA GRANDE DE GUERRERO

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57. RED DE PRODUCTORES GUARDIANES DEL MAÍZ NATIVO


58. UNIDAD AGRARIA PARA LA PRODUCCIÓN
59. GREMIO AGRONÓMICO DE COSTA GRANDE
60. GREMIO AGRONÓMICO DEMOCRÁTICO DE GUERRERO
61. UNIÓN DE PUEBLOS DE COYUCA Y ACAPULCO A. C.
62. UNIÓN DE EJIDOS FORESTALES AGROPECUARIOS HERMENEGILDO GALEANA
63. ORGANIZACIÓN DEL PUEBLO INDÍGENA ME PHA (OPIM),
64. CNPA COSTA CHICA
65. MARQUELIA MUJERES INDÍGENAS
66. RED DE PRODUCTORES AGRICOLAS Y GANADEROS DE LA COSTA GRANDE DE GUERRERO (REPACEGRO)
67. CONSULTORÍA Y ASIGNACIÓN MULTIDISCIPLINARIA INTEGRAL CAMDICS- CNPA
68. AGRAVIADOS DE LA GUERRA SUCIA
69. CONSEJO SUPREMO DE LOS PUEBLOS DEL FILO MAYOR
70. EJIDO EL PAPAYO
71. EJIDO LOS VALLES
72. CONSEJO REGIONAL DE AUTORIDADES COMUNITARIAS DE SAN LUIS ACATLAN
73. COORDINADORA CAMPESINA DE TECOANAPA
74. EJIDO EL QUEMADO
75. CIOAC-JDLD GUERRERO
76. UFIC GUERRERO
77. COCYP GUERRERO
78. ANEC GUERRERO
79. INGENIERÍA INTEGRAL PARA OBRAS Y PROYECTOS
80. FRENTE DE COMUNIDADES POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS COLECTIVOS EN LA MONTAÑA (FRECODEM)
81. EJIDO SAN VICENTE DE JESÚS
82. JUSTICIA, GESTIÓN SOCIAL, TIERRA Y ECOLOGÍA SUSTENTABLES (JUGESTES)
83. UNIÓN DE PUEBLOS COMUNALES Y EJIDALES (UPCE)
84. FEDERACIÓN DE COOPERATIVAS PESQUERAS, AGRÍCOLAS, AGROINDUSTRIAS DE COSTA CHICA (FECOPAACCH)
85. PRODUCTORES DE MAÍZ DE LA COSTA CHICA (PROMACOCH)
86. EL BARZÓN ZACATECAS
87. RED DE EMPRESAS COMERCIALIZADORAS CAMPESINAS DE MICHOACÁN (REDCCAM)
88. FRENTE DE PUEBLOS EN DEFENSA DE LA TIERRA (ATENCO)
89. JORNALEROS AGRÍCOLAS DE SAN QUINTÍN, BAJA CALIFORNIA
90. ALIANZA DE ORGANIZACIONES POR LA JUSTICIA SOCIAL (AOPS)
91. ASOCIACIÓN DE EGRESADOS DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA ANTONIO NARRO
92. CONSEJO CONSULTIVO DE PROFESIONALES AGROPECUARIOS DE MEXICO
93. ASOCIACIÓN DE FIGURAS ECONÓMICAS RURALES Y AGROINDUSTRIALES “LOS PICACHOS” DE MICHOACÁN
94. MOVIMIENTO INDÍGENA ZAPATISTA (MAIZ)
95. ASOCIACIÓN MEXICANA DE UNIONES DE CRÉDITO (AMUCCS)
96. ALIANZA DE ORGANIZACIONES POR LA JUSTICIA SOCIAL
97. SUPREMO CONCEJO INDÍGENA PLURICULTURA MEXICANO
98. ORGANISMO INTEGRADOR DE FONDOS DE ASEGURAMIENTO
99. ASOCIACIÓN MEXICANA AGRÍCOLA PECUARIA INTEGRAL NACIONAL (AMAPIN)
100. UNAMOS FUERZA (UNA)
101. ASOCIACIÓN PROMOTORA NACIONAL PARA EL DESARROLLO RURAL Y URBANO (APNDRU)
102. CONSEJO LIMONERO DE TECOMAN, COLIMA
103. UNIÓN DE PUEBLOS DE MORELOS (UPM)
104. COORDINADORA AGROPECUARIA MORELENSE DE PRODUCTORES ORGANIZADOS (CAMPO)

ANEXO.- Plan de Ayala Siglo XXI 2.0.

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PLAN DE AYALA SIGLO XXI 2.0
JEREZ, ZACATECAS, 10 DE ABRIL DE 2018

1
INDÍCE
1. PROCLAMA PLAN DE AYALA
SIGLO XXI 2.0 (Resumen)

2. PLAN DE AYALA PARA EL SIGLO


XXI 2.0

3. COMPROMISOS ESPECÍFICOS

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PROCLAMA
PLAN DE AYALA SIGLO XXI 2.0
Resumen
Un nuevo campo mexicano supone un Proyecto Alternativo de Nación a la política neoliberal. Nos
declaramos fuerzas promotoras de este Proyecto que, enarbolando la lucha pacífica, aspiramos al
triunfo en las elecciones y al cambio de régimen político en el marco de la reformulación del
Estado nacional; suscribimos este Pacto de organizaciones campesinas y Andrés Manuel López
Obrador para la puesta en marcha de un nuevo Modelo de Desarrollo Rural que tenga como ejes:
la Soberanía Alimentaria; la política de Estado; la reorientación del gasto público hacia las
pequeñas unidades de producción; el comercio con una agenda de desarrollo; la Agroecología; la
defensa del Territorio, el Ejido, las Comunidades; las Aguas y la Biodiversidad; el Derecho a la
Agroalimentación Nutricional y a la vida libre de violencia.

Ahora me hacen el favor de firmar el Plan de Ayala, para que se verifique todo lo
que estamos luchando. Cuando triunfemos tienen que quedar algunos de los de
esta reunión. Y estos han de dar cuenta de que se cumpla.
Emiliano Zapata, Ayoxustla, Puebla, 1911

Treinta y cinco años de despojos, treinta y cinco años de ninguneo, treinta y cinco años de
represión…Treinta y cinco años de políticas neoliberales implementadas por el PRI y el PAN que
colapsaron al campo y arruinaron a los campesinos en beneficio de las grandes corporaciones.
Tanto las que acaparan y especulan con las cosechas como las que introducen paquetes
tecnológicos destructivos. Por eso hoy importamos la mitad de lo que comemos y en el campo hay
pobreza, malnutrición, deterioro ambiental, migración, inseguridad y violencia. Violencia
provocada por el narco y por la estúpida “guerra contra el narco”, declarada por Calderón y
continuada por Peña Nieto.
En el mismo lapso, al amparo de leyes privatizadoras como la minera y la energética, se intensificó
el saqueo de las tierras y aguas de los pueblos, para desarrollar megaproyectos mineros,
3
hidroeléctricos, eólicos, aeroportuarios, urbanísticos, turísticos, carretero, que arrinconan a las
comunidades y destruyen el medio ambiente…como igual, esas mismas leyes, han propiciado el
despojo del ejido mediante la renta y la venta de parcelas; miles de campesinos han sido
expulsados del proceso productivo; ahora, al igual que en el porfiriato, se despoja a los
campesinos de sus tierras y sus entornos naturales, ya no bajo la bayoneta y el fúsil, ahora bajo las
lógicas del mercado tan lleno de violencia.
Los campesinos, indígenas y afromexicanos queremos salvar al campo. Y con ello salvar a México
pues del agro dependen alimentación, empleo, ingreso, seguridad interna y gobernabilidad;
además de que aporta aire puro, agua limpia, bosques frondosos, paisajes amables, diversidad de
plantas y animales, y de que es fuente de cultura y raíz de identidad.
Los hombres y mujeres del campo queremos seguir cosechando alimentos sanos para todos,
generando empleo para millones, cuidando a la naturaleza, enriqueciendo la cultura. Los
campesinos tenemos una responsabilidad con México y vamos a cumplirla.
Pero no podremos regenerar al campo y salvar al país con todo en contra. No podemos recuperar
al agro si no se retribuye justamente nuestra labor, si no se nos respalda con buenas políticas
públicas, si no se respetan nuestros derechos… Cosa que no han hecho ni los gobiernos del PRI ni
los gobiernos del PAN. Los campesinos, como los mexicanos todos, necesitamos con urgencia un
cambio. Un cambio verdadero.
En el siglo XIX, los campesinos hicimos la guerra de independencia, resistimos la intervención
gringa, expulsamos a los franceses y con nuestro apoyo se restauró la Republica. En el siglo XX
hicimos una revolución y con Cárdenas radicalizamos la reforma agraria que defendimos primero
de los gobiernos antiagraristas y después de los neoliberales. En el siglo XXI nuestra tarea es
regenerar al campo para regenerar a México.
Y la coyuntura electoral de este año es una gran oportunidad, porque ahora, como entonces, el
primer paso es un cambio de gobierno.
En consecuencia las organizaciones abajo firmantes analizamos las opciones políticas que nos
ofrecen los próximos comicios y concluimos que por su trayectoria y proyecto, Andrés Manuel
López Obrador es el candidato que puede impulsar desde el gobierno el cambio que necesitamos.
Y que nosotros seguiremos impulsando desde la sociedad como lo hemos hecho hasta ahora.

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Así, como hace seis años, nos proponemos firmar con López Obrador un pacto político. Un
acuerdo por el que se comprometa a impulsar desde el gobierno nuestro proyecto para el campo y
nosotros nos comprometamos a apoyar organizadamente su campaña promoviendo y
defendiendo el voto.
Y como entonces las organizaciones campesinas nos reunimos para construir conjuntamente un
plan para la salvación del campo. Un actualizado Plan de Ayala para el Siglo XXI, que le pediremos
a López Obrador que rubrique, ratificando su firma de hace seis años en un mitin realizado en
Torreón, Coahuila.
La plataforma programática para la regeneración del campo la estamos construyendo entre todos
y en las próximas semanas recogeremos las propuestas de los diferentes sectores y las diferentes
regiones. Lo que hoy ponemos a su consideración es solo una proclama, una declaración de
principios en la que se enumeran los derechos fundamentales que reivindicamos y algunos de los
principales compromisos que esperamos cumpla el nuevo gobierno.

1. Derecho de los campesinos a la tierra


El derecho mayor, el que nos funda y sustenta como campesinos, es el derecho a la tierra. Tierra
que abarca las parcelas que cultivamos pero también los ríos, llanos y montes del entorno. Para
que la tierra sea del que la trabaja y el territorio del que lo habita, los campesinos mexicanos
hicimos una revolución y no vamos a permitir que cien años después ejidos y comunidades se
privaticen. La tierra no es una mercancía sino un bien común al que todos tenemos derecho.
Pero no basta mantener la propiedad social, es necesario restablecer el papel de ejidos y
comunidades como sujetos de interés público y protagonistas del desarrollo económico, social,
político y cultural.
Sin embargo, de poco sirve tener la tierra si el campo es un lugar inhóspito del que los jóvenes se
van. El derecho a la tierra incluye también el derecho a vivir dignamente de cultivarla, para lo cual
hacen falta políticas públicas de fomento y servicios sociales de calidad.

2. Derechos del trabajo asalariado rural


La mitad de los trabajadores del campo somos asalariados y como tales sobrexplotados y
maltratados. Y sin embargo no se nos ve. Es urgente y prioritario que se reconozcan los derechos

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de dos millones y medio de jornaleros y jornaleras agrícolas que cosechamos la mayor parte de lo
que el país consume o exporta. Que se respeten los derechos laborales que hoy para nosotros no
existen. Pero también otros derechos sociales, pues con frecuencia somos migrantes que vamos
con nuestras familias y necesitamos que se nos garantice la prohibición de los agrotóxicos que nos
envenenan, el respeto a las mujeres jornaleras objeto de acoso y agresiones sexuales, el acceso a
viviendas dignas, a servicios de salud, a educación para los niños…

3. Derechos de la mujer campesina


Las mujeres somos la mitad del mundo. Y en el campo a causa de la migración y la mortandad de
los varones somos la mayor parte de la población. Sin embargo la equidad de género es una
asignatura pendiente en el país y todavía más en el agro. Acabar con el machismo y la inequidad
que ancestralmente padecemos las mujeres campesinas es responsabilidad de todos y en primer
lugar de nosotras. Pero también es responsabilidad del gobierno, que además de nuestros
derechos sexuales y reproductivos debe respetar y hacer valer nuestros derechos agrarios,
productivos, políticos, culturales... No queremos que se nos trate como mujeres con programitas
supuestamente propios de nuestro sexo, queremos reconocimiento en igualdad como ciudadanas,
como sujetos sociales, como productoras con derechos agrarios.

4. Derechos de los jóvenes del campo


Somos un país de jóvenes. Pero sin políticas de empleo que nos den soberanía y seguridad laboral
seguiremos sacrificando la fortuna que representa lo que llaman el “bono demográfico”, es decir
que la mayoría de los mexicanos sea jóvenes. Jóvenes rurales hoy empujados a la migración a las
ciudades o al extranjero, sino es que a la delincuencia.
Tener un trabajo digno, seguro y bien remunerado es un derecho Constitucional que hoy no se
respeta y menos en el campo. Un derecho que es necesario hacer efectivo mediante políticas
públicas de educación, capacitación y creación de empleo que le den a México la soberanía y
seguridad laborales de las que carece un país con millones de desocupados y que margina y
expulsa a los jóvenes por falta de opciones económicas de calidad.
No queremos ser migrantes forzados, sicarios ni soldados; no queremos seguir escapando del
campo o matándonos entre nosotros. Los jóvenes exigimos del gobierno una educación de calidad

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y adecuada a nuestra visión del mundo y nuestras necesidades. Los jóvenes exigimos del gobierno
políticas de fomento productivo donde haya espacio para nuestras capacidades e inquietudes. Los
jóvenes exigimos del gobierno que haya en el campo los servicios a la población que ahora se
concentran en las ciudades. Pero ante todo exigimos al gobierno que acabe con una guerra en la
que somos nosotros, los jóvenes, quienes morimos y quienes matamos.

5. Derechos de los pueblos originarios


Durante cinco siglos los pueblos originarios del continente fuimos oprimidos y humillados. Hoy nos
hemos puesto en pie y reclamamos nuestros derechos políticos, socioeconómicos y culturales.
En los Acuerdos de San Andrés de los Pobres entre el gobierno y el EZLN, se establecieron los
derechos autonómicos de los pueblos autóctonos: el reconocimiento de nuestros territorios,
nuestras formas de gobierno, nuestros saberes, nuestras prácticas productivas y nuestra cultura.
Exigimos que el gobierno honre su compromiso con esos acuerdos y abra paso a la desactivación
de la guerra congelada que tortura a Chiapas y al país.

6. Derecho a la alimentación y la soberanía alimentaria


En tiempos de cambio climático, cosechas erráticas y alza tendencial de los precios agropecuarios,
la autosuficiencia en básicos es cuestión de seguridad nacional. Y la soberanía alimentaria supone
un nuevo trato entre los productores y el gobierno para planear y operar concertadamente las
políticas públicas de fomento productivo; desarrollo de infraestructura; acceso a insumos básicos
como agua, energía, semillas, maquinaria; servicios financieros accesibles; tecnología, capacitación
y extensionismo adecuados a nuestras condiciones agroecológicas; agroindustria que nos permita
agregar valor a los productos; certidumbre en el ingreso mediante políticas de precios y
comercialización; apoyo a la organización campesina y a las formas asociativas de producción y
mercadeo. En pocas palabras, necesitamos que la soberanía alimentaria y nutricional sea una
política de Estado sustentada principalmente en la pequeña y mediana producción agropecuaria,
con planeación estratégica y desarrollada con participación social tanto de productores como de
consumidores; política de Estado orientada bajo criterios agroecológicos.
Con incertidumbre no se puede producir. Necesitamos una política de ingresos rurales que se
integre a los derechos sociales de campesinos e indígenas; necesitamos una planeación

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democrática y participativa desde los territorios y desde los sectores que se concrete en
presupuestos multianuales; necesitamos transferencia y desarrollo de tecnologías sostenibles y
adecuadas a nuestras condiciones agroecológicas; necesitamos servicios financieros que lleguen a
los pequeños productores que hoy carecen de ellos; necesitamos que se institucionalice el
programa de reconversión de infraestructura para el uso eficiente y sustentable de agua y energía
para el riego agrícola, y una Ley de Energía para el Campo que nos haga competitivos; necesitamos
un Proyecto Estratégico de Seguridad Alimentaria y un Instituto Mexicano para la Alimentación,
orientados a erradicar el hambre que hoy padecen 30 millones de mexicanos.
Es necesario, también, renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hoy
en entredicho por la ofensiva proteccionista del gobierno de Trump, y sustituirlo por un Acuerdo
Trinacional de Cooperación para el Desarrollo que, a diferencia de aquel no sacrifique nuestra
soberanía alimentaria, además de que incluya la legalización de los indocumentados y el derecho a
la movilidad transfronteriza.

7. Derecho campesino a una alimentación segura y de calidad


En el marco de la soberanía alimentaria general lo primero es garantizar que el campo alimente al
campo. Es inadmisible que quienes producimos los alimentos padezcamos hambre y comamos
mal. Los campesinos tenemos las tierras, tenemos las capacidades y podemos garantizar la
soberanía alimentaria de México, abastecer de materias primas a la industria y generar excedentes
exportables. Pero lo primero es asegurar nuestra propia alimentación que hoy depende en gran
medida de productos chatarra de alto precio y baja calidad.
Necesitamos un programa nacional tecnológicamente innovador y ajustado a las diferentes
regiones agroecológicas, que impulse decididamente la milpa, el solar, la huerta y el potrero. Es
decir el tradicional complejo productivo campesino generador de autoabasto y excedentes
comercializables, además de empleo remunerador y atractivo para los jóvenes. Un sistema diverso
e integral que bien manejado preserva y restaura los recursos naturales.

8. Derecho a una vida buena y servicios públicos de calidad


Los habitantes del medio rural no somos ciudadanos de segunda y no hay razón para que
tengamos caminos, viviendas, escuelas, clínicas, servicios culturales de segunda.

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Es obligación del gobierno utilizar los recursos fiscales que generamos todos los mexicanos en
extender y mejorar los servicios destinados a la población rural. Habitar en pueblos pequeños y
medianos puede ser mejor que amontonarse en las inhóspitas barriadas periféricas de unas
cuantas grandes ciudades. Pero no lo es cuando, por vivir en el campo, no se tiene acceso a la
vivienda digna, al agua potable, a la educación de calidad, a las buenas vías de comunicación, a la
salud y seguridad social, a la conectividad digital, a la cultura.
Otro servicio a la población que en el medio rural siempre ha sido deficiente y hoy está colapsado
es la seguridad pública y la justicia. El gobierno debe dejar de ser el factor de inseguridad y de
injusticia que hoy es -particularmente en el campo donde se desarrolla la torpe guerra primero de
Calderón y luego de Peña Nieto, contra el crimen organizado- para convertirse en verdadero
garante de nuestras libertades.

9. Derecho al territorio y los recursos naturales como bienes colectivos.


Entregar la tierra, el agua, el viento, los minerales y el petróleo a las corporaciones, muchas de
ellas extranjeras, es traición a la patria. Y desde hace más de treinta años lo han venido haciendo
los gobiernos neoliberales. Esto debe parar, sobre todo en el campo.
La tierra, el agua, el aire, los recursos del subsuelo, las plantas, las semillas y los animales, nuestros
saberes y nuestra cultura no son originariamente mercancías sino bienes comunes: un patrimonio
nuestro y de todos que debe ser preservado y aprovechado en beneficio de la nación. Los pueblos
hemos defendido estos bienes contra los privatizadores del gobierno, ya es hora de que también
los defienda el gobierno.

10. Derecho a una naturaleza sana y a tecnologías respetuosas de la vida Los indígenas y
campesinos somos los guardianes de la naturaleza y quienes sufrimos más con su degradación.
Vivir en armonía con nuestro cuerpo y con el medioambiente es un derecho y a la vez una
obligación. Pero en el campo enfrentamos graves problemas de salud y de deterioro
ambiental. Por un lado, una combinación de desnutrición y gordura, y de enfermedades
infecciosas con males crónico degenerativos; por otro erosión y agotamiento de los suelos,
escasez y contaminación del agua dulce, pérdida de bosques y de diversidad biológica; y sobre

9
esto las sequías, heladas, huracanes, lluvias torrenciales, deslaves, resequedad, incendios e
incremento de plagas y enfermedades, todo ocasionado o agudizado por el cambio climático.
La técnica no es neutral y la que necesitamos con urgencia en el campo es aquella que a la vez que
innova recupere, conserve y desarrolle los saberes ancestrales valiosos que preservamos los
indígenas y campesinos.
La irresponsable ambición de trasnacionales como Monsanto, busca imponer el uso de semillas
transgénicas que amenazan la diversidad de razas y variedades de plantas como el maíz, y
pesticidas cancerígenos como el glifosato. Ningún argumento productivista justifica el ecocidio.
Es necesario que el gobierno y los productores paremos la contaminación con agrotóxicos y la
diseminación de los transgénicos, recuperando las semillas nativas, impulsando la agroecología y
la revitalización de prácticas ancestrales como la milpa, combinando el fomento a la investigación
agronómica y biológica nacional y la incorporación de la ciencia más avanzada, con la recuperación
de los saberes tradicionales.
Es también urgente parar la descontrolada perforación de pozos que agotan mantos freáticos, a
veces fósiles; es necesario detener la tala indiscriminada de los bosques; es necesario terminar con
la sobrexplotación de especies marinas; es urgente detener el atentado contra la naturaleza que
representa la minería a cielo abierto y otros megaproyectos; es urgente, muy urgente, que entre
todos emprendamos medidas de contención del calentamiento global y de mitigación de sus
efectos.

11. Derecho a la vida y la seguridad


El agro mexicano es un enorme camposanto. El narco y la “guerra contra el narco”, nos tienen
sumidos en el espanto. Antes nos excluían, nos oprimían y nos explotaban ahora también nos
desaparecen y nos matan.
Calderón declaró la guerra y Peña Nieto la continuó. Una guerra que es inadmisible perder y que
sin embargo no se puede ganar. Una guerra que está desangrando al campo. Entonces
necesitamos terminar la guerra que ellos empezaron y combatir por otros medios la enfermedad
social que es el narco. Y en el campo esto supone la promoción de un desarrollo incluyente que
restaure la esperanza. Pero pasa también por la reconciliación familiar, que permita la
restauración del tejido social que el narco y la guerra contra el narco han dañado.

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Y es que en un mundo rural donde no hay opciones económicas para vivir dignamente de un
trabajo honrado, muchos campesinos -principalmente jóvenes- han incurrido en prácticas
delincuenciales informando como “halcones”, transportando y comerciando como
“narcomenudistas” o cultivando enervantes.
Son cientos, miles, cientos de miles… Y de que infrinjan la ley es responsable también un sistema
excluyente que les ha cerrado las puertas. Necesitamos acabar con la guerra y enfrentar el
problema del narcotráfico con otras estrategias, de modo que el futuro de quienes cayeron en sus
redes no sea la muerte o la cárcel sino la reinserción social.
En el campo necesitamos vivir en paz, libres del terror y el miedo impuestos. Cientos de
comunidades han desaparecido, miles de familias han sido expulsadas de sus comunidades; miles
de mujeres y niños padecen la migración forzosa a las ciudades, expulsados por las balas y el
terror. La impunidad y las complicidades del gobierno multiplican los crímenes y las expulsiones
violentas del campo a la ciudad.

12. Derecho a una política pública integral para el campo.


Naturaleza, economía y sociedad son aspectos inseparables del mundo rural. El campo es uno; no
una rama de la producción, un sector de la sociedad y un conjunto de ecosistemas que puedan ser
manejados por tres Secretarías de Estado divorciadas y marchando cada una por su lado.
Fue Carlos Salinas quien inventó que había un campo productivo para el que habría políticas de
desarrollo agropecuario y pesquero responsabilidad de SAGARPA, un campo improductivo para el
que habría políticas asistenciales responsabilidad de SEDESO y un campo ambientalmente valioso
para el que habría políticas conservacionistas responsabilidad de SEMARNAT.
Los campesinos, indígenas y pescadores no estuvimos ni estamos de acuerdo con esa
discriminatoria e irracional separación. El campo necesita una política unitaria donde fomentar la
producción, procurar el bienestar y preservar la salud ambiental, una política donde marchen
juntos y sean ejes complementarios de un desarrollo rural armónico e integrado.
Integralidad del desarrollo, que es inseparable de la planeación desde abajo, desde las regiones
dotadas de ordenamientos territoriales participativos que al no separar economía, sociedad y
medio ambiente obliguen a la concertación interinstitucional, asignatura históricamente
pendiente cuya ausencia ocasiona tensiones, irracionalidad y dispendio.

11
No más planeación fragmentada y desde arriba; no más programas que “bajan”; no más
productivismo privatizador, excluyente y ambientalmente predador; no más asistencialismo sin
sustento económico; no más preservación de los recursos naturales sin aprovechamiento.

13. Derecho a la libertad y a la verdadera democracia


En el México del partido de Estado nunca hubo democracia, los gobiernos del PAN mantuvieron el
autoritarismo y el regreso del PRI profundizó las prácticas represivas y la militarización, hoy
naturalizada por la Ley de Seguridad Interior. La democracia se ejerce y se conquista pero, de un
nuevo gobierno, esperamos que mande obedeciendo el mandato popular y que respete las
libertades públicas.
La falta de democracia auténtica y el autoritarismo de Estado son males nacionales. Pero se
agravan en el campo donde lo habitual es que no se respetan las libertades civiles ni los derechos
ciudadanos, además de que el caciquismo sigue imperando en los gobiernos locales y el
clientelismo corporativo en nuestras organizaciones.
En el fondo de todo esto está una viciada relación entre campesinos y gobierno: nexo perverso
que se forjo con el PRI y continuó con el PAN. Los campesinos estamos hartos de tener que
mendigar nuestros derechos, hartos de intercambiar fidelidad por recursos públicos que nos
corresponden, hartos de vender nuestro voto por un bulto de cemento.
*
Los campesinos hemos sido y somos responsables de nuestra historia que es la historia del país.
Los campesinos no queremos compasión ni necesitamos caridad. Queremos, sí, un nuevo trato
con el gobierno; una relación abierta, transparente y corresponsable. Una relación respetuosa que
nos permita emprender juntos la salvación del campo y del país
Las mujeres y los hombres de la tierra; los indígenas, los mestizos y los afromexicanos; los
parcelarios y los jornaleros; los del norte, los del sur y los de las costas; los jóvenes y los viejos… los
campesinos todos necesitamos con urgencia un cambio verdadero. Y por esto formulamos hoy
este Plan de Ayala para el Siglo XXI, que convoca a una insurgencia cívica, pacífica y electoral para
cambiar el régimen político autoritario y neoliberal, como paso necesario para reconstruir al
campo y salvar a la nación.

12
Compañera Yeidckol Polevnsky Presidenta de Morena, compañeras y compañeros. Los campesinos
y los mexicanos todos queremos un gobierno nacionalista que no se ponga de rodillas ante los
gringos y reivindique la soberanía hoy arrumbada; queremos un gobierno democrático que
respete la voluntad popular que ahora se compra, coacciona y defrauda; queremos un gobierno
justiciero que trabaje para reducir las desigualdades sociales cada día más ofensivas; queremos un
gobierno que en vez de desmantelar al campo lo tenga como una de sus prioridades; queremos un
gobierno que acabe con la guerra y pare esta interminable matazón… Queremos un gobierno
honesto y austero que escuche y que cumpla su palabra. Y pensamos que este buen gobierno
puede ser el de Andrés Manuel López Obrador.
Por eso hoy, por su mediación, lo convocamos a que durante su campaña conozca y firme este
Plan de Ayala para el Siglo XXI, en su versión completa, comprometiéndose a aplicarlo durante su
gobierno. Por nuestra parte nos comprometemos a promover y defender organizadamente el voto
a su favor.
La esperanza tiene de fecha: el primero de julio de 2018.

ABRAMOS SURCOS POR LA JUSTICIA Y LA DEMOCRACIA


¡Otro campo es posible!
¡Vivan los campesinos!
¡Viva la Alianza Plan de Ayala para el siglo XXI!
¡Viva Andrés Manuel López Obrador!
¡Viva México!

13
PLAN DE AYALA SIGLO XXI 2.0
Un nuevo campo mexicano supone un Proyecto Alternativo de Nación a la política neoliberal. Nos
declaramos fuerzas promotoras de este Proyecto que, enarbolando la lucha pacífica, aspiramos al
triunfo en las elecciones y al cambio de régimen político en el marco de la reformulación del
Estado nacional; suscribimos este Pacto de organizaciones campesinas y Andrés Manuel López
Obrador para la puesta en marcha de un nuevo Modelo de Desarrollo Rural que tenga como ejes:
la Soberanía Alimentaria; la política de Estado; la reorientación del gasto público hacia las
pequeñas unidades de producción; el comercio con una agenda de desarrollo; la Agroecología; la
defensa del Territorio, el Ejido, las Comunidades; las Aguas y la Biodiversidad; el Derecho a la
Agroalimentación Nutricional y a la vida libre de violencia.

La esperanza tiene fecha: el 1 de julio de 2018.

Ahora me hacen el favor de pasar a firmar el Plan de Ayala, para que se verifique
todo lo que estamos luchando. Cuando triunfemos tienen que quedar
algunos de los de esta reunión. Y estos han de dar cuenta de que se cumpla.
Emiliano Zapata, Ayoxustla, Puebla, 1911.

Introducción
El modelo neoliberal impuesto al campo mexicano, en los últimos treinta años; ha generado
desigualdad social, pobreza, exclusión, migración, cambios en los patrones alimenticios y
malnutrición, dependencia alimentaria, deterioro ambiental, alteraciones de la cohesión social y
de los recursos naturales, inseguridad y emigraciones forzadas disminuyendo la condición humana
de amplios sectores de la población rural; así como también se han impuesto agravios y despojos
de territorios a los pueblos originarios y afromexicanos, socavamiento del ejido y la producción
comunitaria mediante la expulsión de los productores, expresado en la venta de tierras del sector
social y/o la renta, abandono de la pesca y del cooperativismo pesquero en el mar y en las aguas
continentales.

14
También son consecuencia de esta política económica, las concesiones y explotación irracional de
gran parte del subsuelo del territorio nacional en detrimento de pueblos originarios y la
biodiversidad.
Como parte de este mismo proceso se ha impuesto, en el sector agroalimentario, la agricultura
química afectando la fertilidad del suelo y la salud humana, siendo los beneficiarios de este
desastre los agronegocios trasnacionales. Este tipo de agricultura definida desde los centros de
mando del capital mundial, propicia producciones de baja rentabilidad para los productores del
país. Esto es así debido a los porcentajes de la renta rural transferida al extranjero vía costos de
producción. Así, la agricultura de las regiones con mayor productividad del país, se caracteriza por
ser de rentabilidad disminuida afectando los ingresos de los agricultores de México; como igual, en
correspondencia a las líneas referidas, se han impuesto Tratados Internacionales que agravian la
soberanía alimentaria y, por ende, la soberanía del país. Revisar los tratados agrocomerciales
conforme al interés nacional es necesario.
Por otro lado, al considerar las variables del trabajo asalariado, específicamente en las regiones
hortícolas del país, los jornaleros agrícolas son tratados, social y humanamente, bajo políticas y
formas inaceptables; se les niegan los más elementales derechos humanos, especialmente en lo
concerniente a salarios, alimentación, educación y salud. Como insoslayable es la revisión de la
transportación de la fuerza de trabajo del sur al norte del país y su retorno a sus lugares de origen.
El campo mexicano no aguanta más. Es necesario un cambio verdadero sustentado en un Proyecto
Alternativo al Neoliberalismo; se trata de recuperar la planta productiva agrícola, pecuaria,
pesquera y agroindustrial, el empleo y los ingresos, como igual supone abrir procesos para la
autorrestauración de la tierra, la preservación de las aguas y la biodiversidad, como necesario es
asegurar la producción nacional de semillas y biofertilizantes. El Estado mexicano debe asegurar
una política para la recuperación de las semillas nativas desde la perspectiva inherente a la
biodiversidad como habrá de prohibirse las semillas transgénicas asegurando la riqueza
fitogenética de México.
Línea central de dicho Proyecto Alternativo de Nación es la restitución de tierras a indios y
campesinos, el territorio y el ejido. Es decir, un campo sustentado en la soberanía alimentaria y la
agroecología que rescate la pequeña economía indígena y campesina, la cultura y la organización

15
política comunitaria; un campo que haga de las regiones altamente productivas fuentes para la
autosuficiencia alimentaria y la agroecología; un campo donde haya trabajo, paz y salud.
Rescatar la economía rural del sector social en equilibrio con la pequeña y mediana propiedad
privada hará del campo mexicano la fuerza rural para una nación próspera, democrática,
multiétnica y plural, garante de los derechos humanos, justa socialmente, interesada en la
preservación ecológica de la Madre Tierra y la diversidad humana y social.
México entre más diverso más humano. Una visión de esta naturaleza supone, por un lado, la
democracia ejercida desde los ejidos y comunidades rurales y, por otro, el reconocimiento a los
derechos, la autonomía y costumbres de los pueblos originarios; quienes firman este documento
reconocen que la política del Estado habrá de caracterizarse y orientarse por estos lineamientos
políticos.
Las organizaciones indígenas y campesinas que signan este documento, por un lado y, por otro,
Andrés Manuel López Obrador, quién representa la coalición electoral Juntos haremos historia,
asumimos el compromiso de luchar por los contenidos del Plan de Ayala Siglo XXI, mismos que
serán posibles con el triunfo electoral, por lo tanto, es compromiso central asegurar la victoria de
AMLO 2018.

Declaraciones
1. El campesinado y la sociedad rural han sido sujetos históricos que lucharon y ofrendaron su
vida y sacrificios para alcanzar la Independencia, la restauración de la República ante la
invasión francesa, la Revolución ante el régimen porfirista, la Reforma Agraria y la
Expropiación Petrolera, como hazañas del Pueblo mexicano que han marcado su proyecto
histórico, instituciones y forma de vida.
2. Hace cien años el Pueblo de México, con protagonismo fundamental del campesinado, llevó a
cabo una Revolución que estableció un nuevo pacto social y lo plasmó en una nueva
Constitución. Durante los últimos treinta años, el régimen neoliberal destruyó las bases del
pacto constitucional nacional y lo reemplazó por un capitalismo extremo por su irracionalidad,
desigualdad y corrupción.
3. El neoporfiriato de los últimos treinta años ha cambiado el titular del Poder Ejecutivo Federal,
pero ha mantenido y profundizado el mismo régimen antinacional, antipopular y corrupto,

16
que ha destruido el estado de derecho y las instituciones, sumiendo a la Nación en una
condición de crisis social, económica y de violencia permanente.
4. Durante las últimas tres décadas, las corporaciones globales y sus socios políticos y
empresariales, se apropiaron de los poderes públicos mediante la vulneración de la
democracia, el uso patrimonial del gasto público, el fraude, compra de votos y la manipulación
obscena de la opinión pública.
5. La disyuntiva histórica en las elecciones de este año es ser Pueblo libre y soberano, o pueblo
esclavo de las fuerzas económicas y de los poderes globales.
6. La crisis de violencia y vulneración de los derechos humanos a la que ha conducido el régimen
neoliberal en México, es un escándalo nacional e internacional y un desafío político para la
actual generación de mexicanos.
7. El Pueblo de México tiene el derecho de resistencia, e incluso rebelión, ante la injusticia, la
pobreza extrema, la pérdida de libertades y la pérdida de soberanía nacional ante el sistema
internacional a la que ha conducido el régimen neoliberal.
8. El Artículo 39 constitucional establece el derecho del Pueblo, en todo tiempo, de decidir sobre
su régimen político. Ninguna ley prevalece sobre este derecho.
9. El Pueblo de México, en ejercicio de este derecho de soberanía, tiene como tarea inmediata
hacerse representar en los poderes públicos.
10. Las elecciones federales de 2018 son una oportunidad para recuperar por la vía pacífica, la
independencia, soberanía y poder nacional de México, ante las corporaciones globales de
capital nacional y extranjero.
11. Para las organizaciones campesinas-indígenas es claro que el actual régimen no solo no
representa al Pueblo de México, sino que está dispuesto a mantenerse en el poder mediante
un nuevo fraude, impuesto si fuera necesario mediante el uso de la fuerza militar.
12. Morena es el movimiento social convertido en partido político que representa la posibilidad
de cambiar la correlación de poder con el capital y las potencias globales; y que ahora
encabeza una coalición partidaria con posibilidad cierta de acceder al Poder Ejecutivo Federal
y a una mayoría en el Poder Legislativo.
13. Andrés Manuel López Obrador es el único candidato a la Presidencia de la República que se
propone gobernar para el Pueblo y acabar con la corrupción del poder, que se ha

17
comprometido a no traicionar al Pueblo, que ha demostrado con sus actos y propuestas este
compromiso, y que representa la única posibilidad de encabezar un cambio de la actual
estructura de poder. Los otros candidatos son los verdugos propuestos por los poderes
fácticos.
14. Los movimientos sociales y los partidos políticos no son fines en sí mismos, sino medios para la
transformación ética de la sociedad. La relación política de los movimientos con los partidos
políticos, y viceversa, es necesaria para cambiar la correlación de fuerzas políticas.

Derecho a la libertad y a la verdadera democracia


15. En el México del partido de Estado nunca hubo democracia, los gobiernos del PAN
mantuvieron el autoritarismo y el regreso del PRI profundizó las prácticas represivas y la
militarización hoy naturalizada por la Ley de Seguridad Interior. La democracia se ejerce y se
conquista, pero de un nuevo gobierno esperamos que mande obedeciendo el mandato
popular y que respete a las libertades públicas.
16. La falta de democracia auténtica y el autoritarismo de Estado son males nacionales. Pero se
agravan en el campo donde lo habitual es que no se respetan las libertades civiles ni los
derechos ciudadanos, además de que el caciquismo sigue imperando en los gobiernos locales
y el clientelismo corporativo en nuestras organizaciones.
17. En el fondo de todo esto está una viciada relación entre campesinos y gobierno: nexo perverso
que se forjo con el PRI y ha continuado con el PAN. Los campesinos estamos hartos de tener
que mendigar nuestros derechos, hartos de intercambiar fidelidad por recursos públicos que
nos corresponden, hartos de vender nuestro voto por un bulto de cemento.
18. Los hombres y mujeres del campo hemos sido y somos responsables de nuestra historia y no
queremos compasión ni caridad. Queremos, sí, un nuevo trato con el gobierno, una relación
abierta, transparente y corresponsable. Una relación respetuosa que nos permita emprender
juntos la salvación del agro.

Pacto político
19. Las organizaciones firmantes, y las que libre y comprometidamente se quieran adherir a este
Plan, acordamos un pacto político con la coalición encabezada por Morena, para recuperar la

18
soberanía económica, política, cultural, laboral, mediática, financiera, educativa, mediática,
energética y alimentaria de México, y mantenerla a lo largo del siglo XXI.

20. El Plan de Ayala Siglo XXI convoca a una insurgencia cívica, pacífica y electoral, para cambiar el
régimen político neoliberal impuesto al Pueblo de México, como condición inicial para
reconstruir el poder nacional, la soberanía económica, la prevalencia del interés público sobre
el interés privado y extranjero; guiados por los principios de justicia, dignidad, soberanía y
libertad del Pueblo de México.
21. Las organizaciones campesinas e indígenas firmantes del Pacto mantenemos nuestra identidad
como organizaciones sociales, independientes de Morena, y al mismo tiempo, nos
comprometemos a promover con toda la energía posible, de manera coordinada con Morena,
la promoción y defensa del voto a favor de la coalición encabezada por Morena, como un
derecho y obligación ciudadana que garantice un triunfo amplio de las fuerzas progresistas
que representan al Pueblo de México en esta coyuntura histórica.
22. Las organizaciones campesinas e indígenas ratificamos nuestro derecho y obligación de
participar en el poder y las decisiones públicas, como sujetos históricos corresponsables en la
conducción del rumbo nacional, para lo cual nos sumamos de manera decidida y organizada, a
las tareas conducidas y acordadas con Morena, a nivel nacional, estatal, regional y local.

Pacto social por los derechos de sectores postergados

23. Los campesinos fuimos arrinconados, pero en el agro hay sectores como las mujeres, jóvenes,
jornaleros agrícolas y pueblos originarios, que sufrimos de una marginación aún mayor.

Mujeres

La equidad de género es una asignatura pendiente en el país, la cual es más grave en el


campo, ya que ahí se expresa con mayor crudeza la feminización de la pobreza, la
discriminación económica, de género y de etnia para mujeres y niños, que reducen su
situación a sobrevivencia. Acabar con el machismo y la inequidad que ancestralmente
padecemos las mujeres campesinas e indígenas es responsabilidad de todos; es
responsabilidad del gobierno, que además de nuestros derechos sexuales y reproductivos

19
debe respetar y hacer valer nuestros derechos económicos, agrarios, productivos, políticos y
culturales. En el país y particularmente en el campo, las mujeres somos más de la mitad de la
población, asumimos tareas que antes hacían los varones ahora ausentes y en cuanto a
derechos debemos tener cuando menos paridad con los hombres.

Jóvenes

En una crisis social como la de México los que más sufrimos somos los niños y jóvenes, pues
nos están dejando sin un futuro por el que valga la pena luchar.

No queremos ser migrantes forzados, sicarios ni soldados; no queremos seguir escapando del
campo o matándonos entre nosotros. Los jóvenes exigimos del gobierno una educación de
calidad y adecuada a nuestra visión del mundo y nuestras necesidades. Los jóvenes exigimos
del gobierno políticas de fomento productivo donde haya espacio para nuestras capacidades e
inquietudes. Los jóvenes exigimos del gobierno que haya en el campo los servicios a la
población que ahora se concentran en las ciudades. Pero ante todo exigimos al gobierno que
acabe con una guerra en la que somos nosotros, los jóvenes, quienes morimos y quienes
matamos.

Jornaleros Agrícolas

Sin políticas de empleo que nos den soberanía y seguridad laboral seguiremos sacrificando la
fortuna que representa ser todavía un país de jóvenes. Jóvenes hoy empujados a la migración,
sino es que a la delincuencia.

Tener un trabajo digno, seguro y bien remunerado es un derecho Constitucional que hoy no se
respeta y menos en el campo. Un derecho que es necesario hacer efectivo mediante políticas
públicas de educación, capacitación y creación de empleo que le den a México la soberanía y
seguridad laborales de las que carece un país con millones de desocupados y que expulsa a los
jóvenes por falta de opciones económicas de calidad.

Es urgente y prioritario que se reconozcan los derechos, siempre vulnerados, de dos millones y
medio de jornaleros y jornaleras agrícolas que cosechamos la mayor parte de lo que el país
consume o exporta, además de que se respeten y hagan respetar los derechos de uno de los
sectores más frágiles y maltratados: los migrantes nacionales y extranjeros.

20
Pueblos originarios

Durante cinco siglos los pueblos originarios del continente fuimos oprimidos y humillados. Hoy
nos hemos puesto en pie y reclamamos nuestros derechos políticos, socioeconómicos y
culturales.

En los Acuerdos de San Andrés de los Pobres entre el gobierno y el EZLN, se establecieron los
derechos autonómicos de los pueblos autóctonos: el reconocimiento de nuestros territorios,
nuestras formas de gobierno, nuestros saberes, nuestras prácticas productivas y nuestra
cultura. Exigimos que el gobierno honre su compromiso con esos acuerdos y abra paso a la
desactivación de la guerra congelada que tortura a Chiapas y al país.

Pacto para la soberanía agroalimentaria y nutricional sustentable

24. Derecho a la tierra


El derecho mayor, el que nos funda y sustenta como campesinos, es el derecho a la tierra.
Tierra que abarca las parcelas que cultivamos, pero también los ríos, llanos y montes del
entorno. Para que la tierra sea del que la trabaja y el territorio del que lo habita, los
campesinos mexicanos hicimos una revolución y no vamos a permitir que cien años después
ejidos y comunidades se privaticen. La tierra no es una mercancía sino un bien común al que
todos tenemos derecho.
25. Pero de poco sirve tener tierra si por las condiciones el mercado y las malas políticas públicas,
no podemos vivir dignamente de cultivarla y los jóvenes abandonan el campo. Para hacer
efectivo el ideal zapatista del Plan de Ayala y la Ley Agraria de Francisco Villa, es necesario que
el gobierno mejore con buenos servicios la calidad de vida rural y que apoye el trabajo
productivo de los campesinos retribuyendo con justicia sus aportes agrícolas, ambientales y
culturales.

Seguridad nacional y derecho humano a la alimentación

26. El derecho humano a la alimentación es un derecho individual de todo mexicano y del estado
nación en su conjunto, por lo que el Estado garantizará este derecho humano fundamental. La
seguridad nacional tiene como elemento esencial la seguridad humana, no del poder.

21
27. La soberanía agroalimentaria y nutricional será considerada cuestión de seguridad nacional,
por lo cual debe incluir las siguientes dimensiones: el sujeto histórico y productivo que son el
campesinado, los pueblos originarios, los titulares de la propiedad social y comunal, y los
pequeños propietarios; así como el territorio, biodiversidad, agua, financiamiento, comercio
interior y exterior, desarrollo energético, producción de semillas, producción de fertilizantes
bajo criterios agroecológicos, administración de sistemas de almacenamiento, sistema de
precios de garantía que garanticen una rentabilidad económica y social, sistema de
industrialización de bienes y productos agropecuarios, entre otros.
28. Los alimentos son el bien salario por excelencia y la condición básica para la realización de los
derechos humanos a la salud, la educación y el trabajo, por lo que se tendrá autosuficiencia
alimentaria con el trabajo y los recursos de los mexicanos; pues el cumplimiento de los
deberes del Estado no puede estar subordinado a ninguna política comercial o económica de
otra nación.
El campesinado y la sociedad urbana, es decir, todos los mexicanos, estamos hermanados
porque la sociedad rural que participa en producir los alimentos necesarios para el resto de la
sociedad, tanto los productos primarios como los alimentos procesados, permite a la sociedad
en su conjunto, gozar del pleno ejercicio de todos nuestros derechos humanos individuales y
colectivos.
Por lo anterior, el pacto que se suscribe no se refiere solamente a la sociedad rural y los
productores agropecuarios, sino que se refiere a la sociedad mexicana en su conjunto.
29. Se deberá terminar con la pobreza alimentaria en un plazo máximo de seis años. La
metodología para determinar el monto del salario mínimo, establecerá anualmente el
contenido del mismo que corresponda a la compra de alimentos, y el Estado, es decir,
gobierno y sociedad, deberemos garantizar el acceso a los mismos a todos los trabajadores,
mediante una cuantificación monetaria de su valor; mismo que deberá ser incluido en las
decisiones que se adopten en relación al monto de dicho salario mínimo.
30. Concebir la soberanía alimentaria y nutricional sustentable supone la transformación de los
modelos agrícolas predominantemente químicos por modos técnicos agroecológicos
trascendiendo la producción tóxica de alimentos, generalmente asociadas a los monocultivos,
y la restauración de los suelos y su fertilidad, así como la recuperación de la pesca artesanal

22
ribereña y de aguas continentales restableciendo, desde las organizaciones de pescadores, el
cooperativismo, lo que implica, a su vez, la recuperación de bahías, esteros y lagunas.

Soberanía alimentaria y afirmación de los sujetos y la economía del sector social que establece
la Constitución

31. Con incertidumbre no se puede producir: se requiere una nueva construcción institucional, en
el marco del rescate del Estado. Se necesita una política de ingresos rurales que se integre a
los derechos sociales de campesinos e indígenas; se requiere una planeación democrática y
participativa desde los territorios y desde los sectores que se concrete en presupuestos
multianuales; es necesaria la transferencia y desarrollo de tecnologías sostenibles y adecuadas
a las condiciones agroecológicas de ejidos y comunidades; son imprescindibles servicios
financieros que lleguen a los pequeños productores que hoy carecen de ellos; habrá de
institucionalizarse el programa de reconversión de infraestructura para el uso eficiente y
sustentable de agua y energía para el riego agrícola; impulsar la inversión pública con
planeación y transparencia de mediano plazo en infraestructura para la producción, el
equipamiento de unidades de manejo poscosecha y comercialización, así como el crédito y
aseguramiento agropecuario eficiente y barato; además es necesario es un Proyecto
Estratégico de Seguridad Alimentaria y el Instituto Mexicano para la Alimentación, orientados
a erradicar el hambre que hoy padecen 30 millones de mexicanos.

Ejidatarios, comuneros, pequeños propietarios y la propiedad social como sujeto histórico

32. La propiedad social ejidal y comunitaria y sus sujetos individuales y colectivos, serán
considerados el soporte de la soberanía agroalimentaria y nutricional de México; se
implementarán políticas de Estado para la restitución de dichos sujetos a los procesos
productivos de donde fueron desplazados mediante la venta de la tierra y/o la renta; se trata
de restablecer los ejidos y comunidades desarticuladas por las políticas neoliberales.
33. La propiedad social por lo tanto, tendrá derechos y obligaciones correspondientes con esta
responsabilidad de estado, por lo que las políticas públicas la considerará como organización
económica, social y política multidimensional, para la actividad productiva, financiamiento,
desarrollo tecnológico, comercialización, transformación industrial, construcción de

23
infraestructura, educativa y cultural, de promoción del empleo y la educación entre los
jóvenes, de seguridad energética, así como de seguridad pública y comunitaria.
34. Los jóvenes rurales serán los sujetos privilegiados de las políticas públicas en materia de
educación, salud, deporte, cultura, ciencia, tecnología y calidad de vida. La política nacional
deberá tener como objetivo y criterio principal de evaluación, la generación de oportunidades
de vida para los jóvenes rurales, el arraigo a la comunidad y la región, la recuperación y
transmisión de saberes ancestrales, el fortalecimiento de familias y comunidades, y la
protección ante los embates y violencia del crimen organizado estableciendo Programas
extraordinarios y urgentes para brindar atención a la población desplazada violentamente a
las ciudades. Es obligación del Estado otorgar seguridad en los ámbitos productivos,
individuales y comunitarios.
35. De manera especial, se restablecerá la transición intergeneracional de la propiedad social de
ejidos y comunidades, los saberes técnicos y la cultura en la sociedad rural, que además
deberá contribuir a la seguridad de las comunidades y su capacidad de proteger los recursos
de la nación ante intereses corporativos globales y extranjeros.
36. El empleo rural será considerado prioritario para el desarrollo nacional, como una condición
indispensable para la reproducción económica, ecológica y cultural de la sociedad campesina.
37. El ejido y las comunidades indígenas, tendrán pleno reconocimiento como organización
económica, social y política en todas las políticas públicas y reglas de operación de sus
programas.
38. El ejido como entidad colectiva, será considerado como entidad de interés público y todos los
programas públicos y reglas de operación les otorgarán este reconocimiento, para el acceso a
los recursos de los programas públicos.
39. La reconstrucción del tejido comunitario, cultural y social en las comunidades rurales tendrá
como soporte fundamental la actividad y organización económica.
40. Las comunidades de la propiedad social serán garantes de la sustentabilidad del agua,
biodiversidad, energía y explotación de los recursos naturales, la minería y la pesca en todo el
territorio nacional.

24
Política de estado para la soberanía agroalimentaria y nutricional

41. El Estado mexicano garantizará el derecho humano a la alimentación, la salud, la educación, el


derecho al agua, la energía y a un medio ambiente sano, mediante políticas de estado
construidas, realizadas y actualizadas con la participación de la sociedad rural y las
organizaciones de la propiedad social.
42. Se establecerá una planeación de Estado para la soberanía agroalimentaria y nutricional,
misma que no dependerá de las decisiones de corporaciones globales y extranjeras.
43. La política de Estado incorporará como sujetos para la toma de decisiones en la planeación, la
ejecución, evaluación y modificación de la misma, a las organizaciones campesinas, comunales
y de pequeños propietarios.
44. Se llevará a cabo una planeación estratégica de la producción agroalimentaria, así como de la
política alimentaria; de manera conjunta con las organizaciones de los productores, en primer
lugar las organizaciones ejidales y comunales de la propiedad social y también de los pequeños
propietarios; para lo cual el gobierno federal y los gobiernos de las entidades federativas,
llevarán a cabo de manera conjunta dicha planeación, programación, reglas de operación y
distribución de los recursos públicos a programas, regiones y productores; realizando una
evaluación sistemática de los resultados alcanzados, para actualizar la permanente toma de
decisiones y de responsabilidades de ejecución del sector público, social y privado; a través de
las instancias establecidas en las leyes; impulsando de manera sistemática el desarrollo de
cadenas directas de comercialización de los productores a los consumidores y el desarrollo de
la agroindustria alimentaria nacional.
45. Se combatirá el coyotaje de las cosechas siendo el Estado quien asumirá el mando, junto a las
organizaciones de productores, de la nueva política de comercialización, asegurando niveles
socialmente responsables de rentabilidad de las actividades rurales.
46. En la planeación estratégica de largo plazo del desarrollo nacional y la soberanía
agroalimentaria, nutricional, energética y de la biodiversidad, tendrá como principal objetivo,
la eliminación de la desigualdad campo-ciudad, la desigualdad de género, y la desigualdad
nación-pueblos originarios.
47. Los productos básicos y estratégicos establecidos en la Ley de Desarrollo Rural Sustentable,
serán considerados prioritarios en las políticas públicas, por lo que se garantizará su

25
rentabilidad social y ecológicamente sustentable, necesaria para que los productores puedan
mantener la continua capitalización de la actividad agropecuaria, el aumento de la
productividad y la ampliación de la sustentabilidad de agua y biodiversidad; restaurar cuencas
y ríos es necesario.
48. Los beneficiarios de la rentabilidad de las actividades agropecuarias deberán ser los
productores primarios en primer lugar, y de manera sucesiva, los agentes económicos de las
cadenas de valor subsiguientes.
49. Los precios pagados por los consumidores deberán beneficiar de manera prioritaria a los
generadores de los bienes primarios, como condición fundamental no solo de su rentabilidad
económica, sino de eliminación de la brutal desigualdad social campo- ciudad, especialmente
en las zonas indígenas.
50. La rentabilidad sustentable requiere una política de Estado para garantizar el financiamiento
de la producción, comercialización e infraestructura productiva en manos de las
organizaciones campesinas, con el apoyo financiero, fiscal y normativo que sea necesario por
parte del Estado.
51. El Estado garantizará ante las entidades financieras a la propiedad social de ejidatarios y
comuneros, en igualdad de circunstancias a la propiedad privada, para efectos de garantías
necesarias para el otorgamiento de empréstitos.
Será necesario depositar toda la producción de oro y un parte de la de plata en el Banco de
México, como garantía del sistema financiero para la soberanía agroalimentaria y nutricional,
así como garantía de un sistema financiero mexicano mixto en todas las ramas productivas.
Las concesiones e inversiones actuales deberán ser modificadas, y en su caso, canceladas, para
lograr este objetivo estratégico nacional.
52. La política forestal será parte integral de la política de soberanía sobre el agua, y su utilización
para consumo humano, producción alimentaria y generación de electricidad. Se revertirá la
deforestación producida por factores humanos y ecológicos y se restituirán las cuencas
hidrológicas, las microcuencas y sistemas de irrigación y energía a nivel parcela.
53. El Estado garantizará la producción de los insumos que requiera la producción agroalimentaria
y nutricional, y de manera especial, la producción de semillas y biofertilizantes, tecnologías,
maquinaria y equipo para aumentar la producción y productividad de los sistemas de riego,

26
conservación, energía, transformación, almacenamiento, transporte; y todas las requeridas
como industrias de bienes de capital por el sector primario; como una dimensión fundamental
de la política de reindustrialización acelerada de México.
54. El Estado mexicano de manera conjunta con las organizaciones de productores nacionales de
la propiedad social, ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios privados; invertirá en la
infraestructura estratégica que permita hacer funcional la oferta estacional y la demanda
permanente de alimentos, mediante sistemas de almacenamiento y comercialización de
propiedad social, desarrollados con apoyos y subsidios públicos, al ser considerados
estratégicos para la seguridad y la soberanía agroalimentaria y nutricional.

Tratados internacionales

México cancelará del TLCAN y de todos los tratados internacionales en materia de comercio y
economía internacional, todo lo que se oponga a la política de soberanía agroalimentaria y
nutricional; mismos que administrará bajo el criterio de considerar la soberanía agroalimentaria y
nutricional como deber prioritario del Estado, establecido en los tratados internacionales de
derechos humanos, por los que el Estado mexicano está obligado a garantizar el derecho humano
a la alimentación, con prelación sobre los tratados comerciales y económicos.

55. La revisión y renegociación del TLCAN y otros tratados internacionales se hará partiendo de los
principios de cooperación, complementariedad y beneficio mutuo; garantizando equilibrios
entre los diversos sectores y sujetos productivos en el campo, que aseguren invariablemente
la soberanía alimentaria y nutricional.
56. La renegociación del TLCAN deberá orientarse hacia la cooperación para el desarrollo que, a
diferencia de aquel, incluya la legalización de los indocumentados y el derecho a la movilidad
económica transfronteriza, reivindicando el reconocimiento y respeto a los derechos humanos
de los mexicanos en migración al norte.
57. La importación de alimentos básicos y estratégicos estará condicionada al nivel alcanzado por
la producción nacional, por lo que siempre será considerada complementaria ante
insuficiencias de la producción nacional.
58. Los programas sociales del Estado mexicano no tendrán autorización de importar ningún
producto, ni de vender productos alimentarios importados. Su infraestructura de

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almacenamiento y comercialización será integrada a la estrategia integral de producción para
la soberanía agroalimentaria y nutricional.
59. La autorización de importaciones deberá siempre comprobar la ausencia de subsidios o
mecanismos artificiales de alteración de los precios de importación, así como normas de
sanidad e inocuidad aplicables a todo productor nacional.
60. La política de administración de los tratados internacionales de comercio e inversión deberá
incluir como criterio de igualdad de condiciones productivas de los productores nacionales, lo
que justifica la imposición de salvaguardas y otros instrumentos de protección de la
producción nacional, al considera el acceso al crédito y las tasas de interés, como un criterio
básico de dicha evaluación.
61. Las empresas productoras y comercializadoras extranjeras no recibirán subsidios del Estado
mexicano, más allá de los impuestos pagados por estas empresas al Estado mexicano.

Los recursos naturales pertenecen a la nación y no serán privatizados

62. El Gobierno Federal y las instituciones del Estado, garantizarán que el agua, suelo y
biodiversidad sean considerados elementos inalienables del patrimonio nacional, mismo que
será resguardado por el Estado para beneficio de la sociedad mexicana y de la humanidad, con
la participación de los sujetos colectivos de la propiedad social.
63. El Estado en convenio con la sociedad rural y especialmente indígena, garantizará y preservará
la biodiversidad nacional. Se restablecerán y fortalecerán los organismos públicos para la
investigación de la biodiversidad y la investigación genómica, para garantizar la oferta de
semillas necesaria para la autosuficiencia agroalimentaria, que incluya la regeneración de
acuíferos y bosques, bajo el criterio de declarar a México nación libre de transgénicos, en
virtud de ser una nación megadiversa, así como centro de origen y difusión de miles de
especies vegetales.

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Derecho al territorio y los recursos naturales como bienes colectivo

64. Entregar la tierra, el agua, el aire, los minerales y el petróleo a las corporaciones muchas de
ellas extranjeras, es traición a la patria. Y desde hace más de treinta años lo han venido
haciendo los gobiernos neoliberales. Esto debe parar. Y en especial debe ser detenido en el
campo.
65. Libertad, como lo hicieron hace cien años Villa y Zapata, es reivindicar nuestro derecho a una
parcela, pero también a gestionar libremente nuestros territorios, tanto indígenas como
mestizos.
66. La tierra, el agua, el aire, los recursos del subsuelo, las plantas, las semillas y los animales,
nuestros saberes y nuestra cultura no son originariamente mercancías sino bienes comunes:
un patrimonio nuestro y de todos que debe ser preservado y aprovechado en beneficio de la
nación.
67. Los pueblos hemos defendido estos bienes de la privatización y el saqueo. Ya es hora de que
también el gobierno se comprometa en la defensa, preservación, restauración y
aprovechamiento de los recursos físicos, bióticos y culturales del país.

Derecho a una naturaleza sana.

68. Los campesinos somos los guardianes directos de la naturaleza y quienes sufrimos más con su
degradación. Vivir en armonía con nuestro cuerpo y con el medioambiente es un derecho y a
la vez una obligación. Compromiso que no se hará efectivo sólo porque esté en las leyes, si
pueblo y gobierno no convergen para hacerlo valer.
69. En el campo enfrentamos graves problemas de salud y de deterioro ambiental. Por un lado,
una combinación de desnutrición y obesidad, y de enfermedades infecciosas con males
crónico degenerativos; por otro erosión y agotamiento de los suelos, escasez y contaminación
del agua dulce, pérdida de bosques y de diversidad biológica, y sobre esto las sequías, heladas,
huracanes, lluvias torrenciales, deslaves, resequedad, incendios e incremento de plagas y
enfermedades, todo ocasionado o agudizado por el cambio climático.

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70. Nosotros y la naturaleza estamos enfermos, y no recuperaremos la salud si pueblo y gobierno
no nos comprometemos con las formas de vida sanas y con la sustentabilidad
medioambiental.
71. En el campo jornaleros y campesinos nos envenenamos con agrotóxicos y agotamos nuestros
recursos con paquetes tecnológicos agresivos, recientemente las empresas trasnacionales y
algunos agroempresarios, solapados todos por el gobierno y con la complicidad del PAN y el
PRI, están impulsando la introducción de semillas transgénicas que atentan contra nuestro
maíz y contra la diversidad biológica en general.
72. Es necesario que el gobierno y los productores, tanto los del norte como los del sur, tanto los
pequeños como los medianos y los grandes. Paremos la contaminación con agrotóxicos y la
diseminación de los transgénicos, impulsando la agroecología y la revitalización de prácticas
ancestrales como la milpa, combinando el fomento a la investigación agronómica y biológica
nacional y la incorporación de la ciencia más avanzada, con la recuperación de los saberes
tradicionales.
73. Es urgente parar la descontrolada perforación de pozos que agotan mantos freáticos, a veces
fósiles; es urgente detener el atentado contra la naturaleza que representa la minería a cielo
abierto; es urgente, muy urgente, que entre todos emprendamos medidas de contención del
calentamiento global y de mitigación de sus efectos.
74. El Estado impulsará el cambio de paradigma energético, basado en la energía fósil por fuentes
de energía renovables y limpias, gestionadas por las propias comunidades, con tecnología y
equipos desarrollados por instituciones y empresas mexicanas, y facilitará al mismo tiempo el
cambio cultural, civilizatorio y de modelo de producción que prioriza el capital sobre la
naturaleza, la biodiversidad y la integridad de la especie humana.
Derecho a tecnologías respetuosas de la vida
75. La técnica no es neutral y la que necesitamos con urgencia en el campo es aquella que a la vez
que innova, recupere, conserve y desarrolle los saberes ancestrales valiosos que preservamos
los indígenas y campesinos.
76. La irresponsable ambición de trasnacionales como Monsanto busca imponer en nuestra
agricultura semillas transgénicas que amenazan la diversidad de razas y variedades de plantas

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como el maíz, y pesticidas cancerígenos como el glifosato. Ningún argumento productivista
justifica el ecocidio.
77. El campo necesita investigación agropecuaria y forestal de alta calidad que los gobiernos
recientes han desalentado. Investigación que nos permita generar tecnologías propias
adecuadas a nuestras condiciones y necesidades.
78. Revolucionar la agricultura, la ganadería, la pesca y la agroindustria requiere fortalecer las
universidades públicas orientadas a la formación de profesionales para el campo, la
investigación y la extensión cultural en el ámbito rural, así como promover acuerdos y alianzas
entre estas instituciones y los campesinos, indígenas y afromexicanos.

Agenda legislativa para la recuperación del campo y la soberanía alimentaria, que consolide una
política de estado
79. Convenimos una Agenda Legislativa que revierta el entramado jurídico que generaron las
reformas estructurales y establezca una nueva institucionalidad para impulsar el campo
mexicano.
Esta Agenda Legislativa tendrá como propósito restablecer los derechos campesinos, reactivar
el campo, lograr la soberanía agroalimentaria y nutricional, fomentar el desarrollo autónomo y
local, y acabar con el asistencialismo y clientelismo en los programas sociales.
La Agenda Legislativa tiene los siguientes contenidos:

1. Lograr la Soberanía Alimentaria a partir de la aprobación de la Ley General del Derecho a la


Alimentación.
2. Defender los Derechos de los Pueblos Indios con la aprobación de la Ley de Consulta, fomento
a la Cultura e Identidad de los Pueblos Indígenas. Donde se garantice el cumplimiento de los
Acuerdos de San Andrés.
3. Para evitar la obesidad, desnutrición y sobre peso de la población infantil, ya que ocupamos el
primer lugar en el mundo, se propondrá y aprobará la Ley de la Alimentación Escolar
asegurando desayunos y almuerzos en todas las escuelas públicas del país. Elaborados con
productos regionales, eliminando la comida chatarra.

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4. Proteger nuestros Recursos Naturales, para lo que se presentará y aprobará una nueva Ley de
Biodiversidad y otra Ley de Desarrollo Forestal Sustentable. Garantizando un Ordenamiento
Territorial Sustentable.
5. Se crea el Banco del Campo, mediante ley, para evitar la actual dispersión de este instrumento
y convertirlo en un verdadero mecanismo de transformación y desarrollo.
6. Para transformar la precaria situación de los mercados agropecuarios, se crea por ley la
Comisión Nacional de Desarrollo Comercial.
7. Se establecerán los mecanismos de apoyo al fomento de los Pequeños Productores por ley,
así como a la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena.
8. Para asegurar la Alimentación Sana de la población se presentará la Ley para el Desarrollo de
la Agroecología Nacional.

Se reformará la legislación actual:

9. Para fortalecer la Propiedad Social en el Campo, se aprobarán las reformas a la Ley Agraria
que permitan: el cambio generacional en el campo, el acceso de los jóvenes a la tierra, los
apoyos al proceso productivo, el establecimiento del Fondo de Recuperación de Tierras, la
eliminación de las acciones de las empresas transnacionales en las sociedades rusticas. Un
nuevo Código Agrario.
10. Establecer los Derechos Campesinos y de los Agricultores, mediante las reformas a la Ley de
Variedades Vegetales y la Ley de Semillas. Desconocer y eliminar los esquemas de apropiación
de los Recursos Genéticos que actualmente se establecen como propiedad intelectual.
11. Fomentar la Educación Humanista, Científica y Sustentable, la Investigación y el Desarrollo
Tecnológico del Campo.
12. Reformar la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria para garantizar el buen uso,
la transparencia, la equidad en la aprobación, operación y evaluación del Presupuesto Rural.
Impedir los recortes presupuestales, el subejercicio, eliminar las Reglas de Operación, el
clientelismo y el asistencialismo en los Programas Sociales.

Se demanda y se convienen cuatro grandes abrogaciones:

13. La Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.

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14. La Reforma Energética en todas sus Leyes aprobadas y en particular el artículo Octavo
Transitorio que obliga a las Comunidades y Ejidos a brindar servidumbres a los concesionarios
extranjeros.
15. La Ley de Seguridad Interior, por poner en riesgo los Derechos Humanos, por no ser garantía
de la seguridad que requerimos en el campo, por tener mecanismos de represión e injerencia
en los movimientos sociales.
16. La Ley de Zonas Económicas Especiales por poner en riesgo nuestra Soberanía Nacional.

Otro campo es posible; otro campo con desarrollo agroecológico, soberanía alimentaria y
biodiversidad, un campo sin transgénicos; otro campo que asegure el Territorio a los pueblos
originarios y reconozca sus culturas y sus lenguas, la milpa y las cocinas; otro campo donde se
restaure socialmente el ejido y el cooperativismo pesquero. Un campo crecido en la diversidad
natural y social. México entre más diverso más humano.

Los hombres y mujeres del campo hemos sido y somos responsables de nuestra historia y no
queremos compasión ni caridad. Queremos, sí, una nueva relación con el gobierno, una relación
abierta, transparente y corresponsable en torno a un proyecto alternativo al neoliberalismo. Una
relación respetuosa que nos permita emprender juntos la salvación del agro. Los hombres y
mujeres del campo, indígenas, afromexicanos, campesinos, jornaleros agrícolas, jóvenes y viejos,
reconocemos en Andrés Manuel López Obrador, el candidato que representa la propuesta para el
otro México, un país con justicia social, libertad y democracia, declarando que estamos luchando
por el triunfo electoral de la coalición Juntos hagamos historia.

OTRO CAMPO ES POSIBLE

ABRIENDO SURCOS POR LA JUSTICIA Y LA DEMOCRACIA

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Compromisos específicos de AMLO
para el rescate del campo
1. Se asignará prioridad al rescate del campo en el Programa de Nación 2018-2024 y se
reconocerá a las actividades orientadas a alcanzar la autosuficiencia alimentaria y el
desarrollo integral de las comunidades rurales como actividades estratégicas y de interés
público.
2. Se establecerá una estrategia integral para alcanzar la autosuficiencia alimentaria en 2024
en maíz, frijol, arroz, trigo, sorgo, cebada, soya, cártamo, ajonjolí, leche, pollo, huevo,
carne de res, carne de cerdo y pescado a través de los siguientes compromisos y acciones:
a. Establecimiento de un Programa de Fomento Productivo Integral (asistencia
técnica, capacitación, fortalecimiento organizativo, innovación tecnológica,
incentivos para buenas prácticas agrícolas, apoyos para insumos, crédito de avío,
administración de riesgos, apoyos a la comercialización, adquisición de maquinaria
e implementos agrícolas apropiados, entre otros conceptos) para las comunidades
de autoconsumo y otro para los pequeños y medianos productores con una sola
regla de operación y una sola unidad administrativa ejecutora.
b. Establecimiento de una estrategia integral de transición, con metas anuales y
sexenales, hacia un modelo productivo con base en los principios y prácticas de la
agroecología, que permitan incrementar la productividad, la rentabilidad, la
sustentabilidad y la resiliencia climática así como reducir la emisión de gases de
efecto invernadero, con la colaboración de los centros públicos de investigación y
su vinculación con los conocimientos de los productores y comunidades a través
de un diálogo de saberes.
c. Se prohibirá la siembra de transgénicos y se suspenderá el uso de pesticidas
prohibidos.
d. Se establecerá el Sistema Nacional para la Protección y Mejoramiento de la
Agrodiversidad Mesoamericana bajo la rectoría de la Sagarpa y con la
participación de los sectores público, privado y social. Asimismo, se pondrá en

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marcha un Programa Especial Maíz Criollo-Tortilla 2050 para la protección,
mejoramiento participativo, productividad y fomento de las culturas
gastronómicas de los maíces criollos y su rica diversidad de alimentos y productos
tanto tradicionales como innovadores.
e. Se establecerá un sistema de precios/ingresos mínimos garantizados para los
productores de los productos de la estrategia de autosuficiencia alimentaria que
les permita recuperar los costos de producción y obtener una utilidad razonable.
Este sistema se establecerá por Decreto Presidencial, incluirá la participación de
los principales actores de la cadena productiva y tendrá un alcance sexenal.
f. Se garantizará la certidumbre en la comercialización de las cosechas y productos
de la estrategia de autosuficiencia alimentaria a través de mecanismos de
mercado complementados por i) un sistema de compras gubernamentales de
última instancia a través de Aserca, Diconsa, Liconsa y de todas las dependencias y
entidades federales; ii) el ordenamiento y equilibrio de la producción-consumo
regional y nacional; iii) el ordenamiento de las importaciones y exportaciones; y,
iv) el establecimiento de una reserva estratégica de alimentos. Aserca se
transformará en un organismo público descentralizado para coordinar y apoyar el
sistema de precios/ingresos mínimos garantizados y la estrategia para otorgar
certidumbre en la comercialización de las cosechas y productos de la
autosuficiencia alimentaria.
3. Se respetará y protegerá la propiedad social de la tierra. Se reconocerá a los ejidos y
comunidades como sujetos de los apoyos gubernamentales y como interlocutores de las
políticas federales en los territorios ejidales y comunales.
4. Se respetarán los territorios y recursos naturales de los ejidos, comunidades y pueblos
indígenas. Ningún proyecto se realizará sin el consentimiento previo, libre e informado de
las comunidades rurales y pueblos indígenas. Se revisarán las concesiones, permisos y
autorizaciones de megaproyectos de exploración y explotación de petróleo y gas, fracking,
mineros, hidroeléctricos, de infraestructura y turísticos en los territorios rurales otorgados
en los dos últimos sexenios para revisar exhaustivamente su apego a la legalidad y a la
consulta con las comunidades afectadas.

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5. Se reconocerá a las actividades de organización autónoma y autogestiva de comunidades,
pequeños productores y pobladores rurales a nivel local y regional como de interés
público y serán sujetos de apoyos para su desarrollo y fortalecimiento organizativo.
6. Se establecerá un Programa Especial de Atención a los Jornaleros Agrícolas para garantizar
el respeto a sus derechos laborales y sociales, con la participación de la Sagarpa, Sedesol,
STPS, SS, Sedatu y CNDH.
7. Se establecerá una estrategia de Estado para garantizar el derecho a no migrar de la
población rural y de defensa y apoyo a los derechos laborales y humanos de los migrantes
rurales en Estados Unidos y Canada.
8. El Proagro se mantendrá y reorientará con un nuevo enfoque de fomento productivo para
pequeños y medianos productores vinculados a la estrategia de autosuficencia alimentaria
con buenas prácticas agrícolas. Se establecerá un tope de apoyos a 20 hectáreas, se
actualizarán los apoyos por hectárea al nivel de 2016, se reincorporarán 250 mil
productores que no pudieron reinscribirse y georreferenciar sus predios y se incorporarán
250 mil nuevos productores agrícolas de hasta 5 hectáreas de zonas indígenas, de
afromexicanos y de alta incidencia de cultivo de estupefacientes. El nuevo Proagro
apoyará a 2.5 millones de pequeños y medianos productores y estará vinculado como
colateral a un producto de crédito de avío preferencial a través de la Financiera Nacional
de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesquero y de Desarrollo Rural (FND). Asimismo, se
vinculará con los apoyos para el seguro agrícola y la asistencia técnica. El monto del
presupuesto anual se actualizará en el INPC entre 2020 y 2024.
9. Se mantendrá y fortalecerá el Programa de Financiamiento al Pequeño Productor de la
FND con créditos, seguros, asistencia técnica y apoyos para todos los productores y
productoras, con prioridad -por el bien de todos- a productores de autosuficiencia, a
pequeños y medianos productores, ganaderos, silvicultores y pescadores; a pueblos
indígenas, afromexicanos, a mujeres y a jóvenes.
10. El agua no se privatizará, será considerada con un derecho humano fundamental y como
un bien público y comunitario.
11. Se establecerá un Proyecto Especial de Rescate del Sector Cafetalero garantizando la
preservación e impulso de la condición de México como país productor de café arábiga de

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altura, café orgánico y café de especialidad; con ordenamiento de la producción-consumo
para garantizar y estabilizar los precios a niveles remunerativos. Para conducir este
proyecto se creará el Instituto del Café Mexicano.
12. Se incluirá y democratizará la participación de las organizaciones de los pequeños
productores, pueblos indígenas, población afromexicana, jornaleros agrícolas y migrantes
rurales en los órganos de gobierno y comités técnicos de las dependencias y entidades del
gobierno federal vinculadas con el campo.
13. Toda la población rural tendrá acceso gratuito a la salud y a los medicamentos.
14. Todos los jóvenes del campo tendrán garantizado el acceso a la educación y al trabajo.
15. Todas las poblaciones rurales tendrán conectividad de telefonía celular e internet gratuito.
16. Todos los adultos mayores gozaran de una pensión equivalente a la que se entrega en la
Ciudad de México.
17. Se establecerá un programa sexenal de mejoramiento y construcción participativa y
sustentable de vivienda rural para jóvenes, principalmente.
18. Decreto presidencial para el establecimiento de zonas especiales para el desarrollo
socioeconómico y ambiental en regiones de alta incidencia de cultivo de estupefacientes
para incentivar su reconversión productiva a actividades lícitas y al mejoramiento
significativo de las condiciones de vida de su población, en especial de los jóvenes, a través
una estrategia de Estado de mediano y largo plazos.
19. Se establecerá una estrategia especial de paz y seguridad en el campo con una amplia
participación de los productores, comunidades y población rural.
20. Se implementará un Programa para la restauración de esteros, bahías, marismas y
humedales que habrá de incluir la rehabilitación de bocas y desazolves de bahías, la
repoblación de especies en el mar y bahías, para que, además del restablecimiento de
estos ecosistemas, se propicie la recuperación de la producción y la reinserción de los
pescadores a las actividades productivas del mar recuperando el sector social de la pesca;
en este esfuerzo se partirá de la participación de las organizaciones de pescadores,
asegurando la presencia activa de instituciones académicas públicas con estudios e
investigaciones en torno a esta temática y sectores sociales vinculados al mar.

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- En el mismo Programa se tendrá un apartado para atender la pesca en aguas
continentales implementando políticas para el rescate de los cuerpos de agua en aras de
recuperar la producción y, con ello, generar condiciones para el fortalecimiento de las
cooperativas de pescadores, lo cual pasa por la formulación de planes de producción de
alevines hasta la renovación de la infraestructuras y equipos de trabajo y producción
intensiva de especies de escama; habrá atención especial para los embalses contaminados
por desechos de minas implementando criterios ecológicos que garanticen la producción
sana de alimentos, además de agua limpia para el consumo humano y actividades
agropecuarias.
- Se establecerá un Programa de comercialización que propicie ingresos socialmente
aceptables para los pescadores y, con ello, el combate al coyotaje que saquea la riqueza
producida por el cooperativismo pesquero. Específicamente se implementarán medidas
para la comercialización de pescados y mariscos en los principales centros urbanos del
país.
- El abandono y la irracionalidad con la que se han implementado las políticas públicas hacia
la pesca reclama un Programa de ordenamiento pesquero participativo, socialmente
incluyente, que asegure la explotación racional de los recursos del mar y las riberas. Este
ordenamiento es concebible con la participación de los pescadores; se trata de
democratizar la toma de decisiones en lo concerniente a la producción de alimentos
originados en el mar y el bienestar de los pueblos de pescadores.
- Se establecerá un Plan de Manejo sustentable y socialmente en correspondencia a la
recuperación de los mares y océanos, con la participación de las organizaciones de
pescadores y los distintos niveles de gobierno, especialmente de los gobiernos
municipales.
- Ante la eventualidad de explotación minera submarina se declarará una moratoria hasta
en tanto no se tengan los estudios técnicos y científicos de donde se deriven las políticas a
seguir al respecto, asegurando invariablemente, la salud de los océanos y el interés de la
humanidad y de México.
21. La pesca es un asunto de interés nacional pensando la seguridad alimentaria de México. El
fomento a la producción de pescados y mariscos, es decir, la producción de proteínas

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originadas en estos productos, es imprescindible para asegurar la autosuficiencia
alimentaria; se trata de hacer de las actividades pesqueras fuentes para la seguridad
alimentaria del país.
22. Políticas para lograr la soberanía alimentaria. Programas específicos por cultivo.
Estrategias de productividad de manera diferenciada de acuerdo a la cultura productiva de
los productores. Una producción sin uso de transgénicos. Regulaciones de las
importaciones de alimentos y otras materias primas agropecuarias.
23. Respeto a los territorios y tierras de comunidades indígenas y campesinas. Respeto a la
propiedad social de la tierra. Derogación de los aspectos referentes a la “ocupación
temporal” de terrenos. Políticas y acciones para permitir el acceso a tierras por parte de
jornaleros y otros pobladores rurales.
24. Políticas para la diversificación de cultivos, actividades (artesanías, ecoturismo, etc.) e
ingresos de los pobladores del campo. Reconocimiento y apoyos por las aportaciones
culturales y ambientales que proporcionan comunidades campesinas e indígenas.
25. Medidas para lograr precios remunerativos a los cultivos principales. Acciones de
ordenamiento del mercado con formación de reservas y manejo de importaciones (cuotas,
salvaguardas, etc.) Regulaciones específicas en relación a prácticas oligopólicas en los
precios de compra en campo y en la oferta de alimentos “chatarra” nocivos para la salud.
Renegociación o incuso cancelación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN) en lo que
corresponde a la cuestión agropecuaria, forestal y alimentaria estableciéndose acuerdos
bilaterales o más amplios que beneficien a los productores de México
26. Fortalecimiento del asocianismo de los productores y pobladores rurales para un manejo
de mayor escala de su producción, comercialización, diversificación de cultivos y
actividades de organismos de ahorro, préstamos y de créditos, manejo de asistencia
técnica, acciones de mejoramiento social y cultural de los pueblos rurales, etc.
27. Políticas y acciones para la erradicación de la pobreza en el campo con un manejo más
integral y eficaz de apoyos para vivienda, salud, educación y servicios públicos adecuados
en coordinación con autoridades locales y asociaciones de productores.
28. Reconocer y definir políticas específicas para los sectores más débiles en la problemática
del campo; de los jornaleros agrícolas fortalecer asociaciones y el establecimiento de

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condiciones dignas de trabajo y de salarios; reconocer el trabajo de las mujeres y
fortalecer sus asociaciones así como la defensa de sus derechos de género; de los jóvenes
es necesario generar condiciones para el acceso a la educación, ingresos e
involucramiento en las actividades en el campo que permitan incorporarse al relevo
generacional.
29. Es necesario conjuntar, articular, ampliar y mejorar en un sistema nacional unificado la
cuestión de la investigación experimentación y asistencia técnica en una relación más
directa y permanente con la producción rural y las asociaciones de productores. Deben
desarrollarse tecnologías adecuadas a las características de la producción en México en
una perspectiva de cuidado ambiental y de producción de alimentos sanos y nutritivos.
30. Se requiere el establecimiento de un esquema más unificado para el financiamiento rural
a partir de la actual banca para el campo. Este sistema debe estar en el área que llevara a
la instrumentación de las políticas para el campo articulado a las políticas específicas de
apoyo a la producción, comercialización y servicios. Deberá contar con esquemas de
créditos de avió, refaccionarios, coberturas de precios, etc. además de tasas de interés
fijas y no tan altas que permitan la seguridad de la inversión en el campo. Deberá servir
para fortalecer los organismos financieros de las asociaciones de productores.
31. Debe establecerse una institucionalidad pública más adecuada que permita la definición e
instrumentación de las políticas y programas. Para ello debe darse una reestructuración de
las dependencias que manejan acciones para el campo como la SAGARPA, SEDATU,
SEMARNAT, SEDESOL y otros organismos de tal manera que se tenga una aplicación más
eficaz de las acciones y recursos públicos.
32. Además debe establecerse una instancia formal para la revisión, seguimiento y definición
de programas y acciones con participación de las asociaciones de productores.
33. Deberá definirse un presupuesto público multianual para el campo que permita programar
las acciones estratégicas con más seguridad, adecuando programas, reglas de operación y
padrones de productores posibles beneficiarios.
34. Que se cumplan los acuerdos de San Andrés entre el EZLN y el Gobierno Federal en el cual
se establecieron reconocimientos a los territorios de los pueblos indígenas, derechos de
autonomía, formas de gobierno y respeto a la cultura.

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