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Es difícil aceptar la realidad que enfrenta el país, podemos apreciar el bajo nivel de
comprensión lectora en los estudiantes que es alarmante, así lo demuestran los resultados de
las diferentes pruebas aplicadas en los últimos años. Esto nos demuestra que la mayoría de
los lectores son incapaces de realizar tareas básicas de lectora que les permita generar
aprendizajes significativos.
Hoy en día la mitad de niños de primaria no entiende lo que lee. La pregunta es, ¿qué estamos
haciendo para solucionar este problema?
El problema del bajo nivel de comprensión lectora es una preocupación tanto de los
organismos, nacionales (MINEDU) como internacionales (UNESCO) que velan por la
educación. Sabemos que los y las estudiantes leen cada día menos; así lo demuestra la
Evaluación Censal realizada por el Ministerio de educación en los años 2015-2016 y la
evaluación PISA, donde nuestro Perú se ubica en los puestos inferiores con resultados muy
bajos. Ante esta situación, se han asumido compromisos de mejora de los aprendizajes y ha
establecido alianzas de cooperación con organismos internacionales y para ello, viene
implementado políticas de estado para revertir los bajos resultados.
Recordemos que leer no solo consiste en juntar palabras, ser un buen lector es más difícil de
lo que parece, va más allá de solo decodificar signos y símbolos, trata de encontrar sentido y
significado de lo que está tratando de decir dicha lectura.
Existen varias causas de la poca comprensión lectora por parte de los estudiantes, algunas de
ellas son: falta de diálogo entre padres e hijos; el desconocimiento de los profesores, que
asumen que los alumnos se familiarizan con ese tipo de lenguaje de forma natural y no guían
las lecturas; la ausencia de actividades extraescolares, que potencian el aprendizaje de
vocabulario no coloquial.
Todo parte del hogar, ya que los hijos toman como ejemplo a sus padres, si estos no leen o
no los incentivan a leer, el hijo no tendrá una guía, lo cual creará un desinterés por la lectura,
que en un futuro se verán los problemas de la poca comprensión lectora, por falta de hábito.
También por la falta de diálogo entre padres e hijos, lo cual hace que el hijo realice
actividades como jugar, ver televisión manteniéndolo en el ocio, haciéndole perder el tiempo
y alejándolo de la lectura, de este modo creándole un problema que más adelante lo
perjudicará que es el de la deficiencia en su comprensión. La economía de las familias
también influye, ya que familias pobres, presentan escasos recursos, con padres que tienen
un bajo nivel educativo y no pueden aportar suficientes ingresos al hogar, presentan una
desventaja en sus habilidades lingüísticas y cognitivas al momento de entrar a la escuela, por
tanto, el hijo no desarrolla un buen entendimiento de la lectura.
Además de un vocabulario rico, hace falta tener conocimientos previos antes de leer, los
conocimientos previos de una persona son el número de conceptos que tiene almacenados en
la memoria y las asociaciones que ha creado entre ellos.
Por ello, al leer una palabra, esta se activa en la memoria, siempre que su concepto está
almacenado, y esa activación se extiende automáticamente a otros conceptos relacionados o
asociados, lo que nos permite hacer inferencias y obtener información que no está implícita
en el texto.
Otra razón es que los estudiantes no aprendieron técnicas o estrategias de lectura que
propicien la comprensión, no basta con saber leer, también hay que aplicar estrategias como:
realizar dos lecturas, el subrayado, resúmenes, elaboración de esquemas, formulación de
hipótesis, etc. Estas estrategias tienen que ser guiadas para que así el estudiante tenga un gran
dominio y un correcto uso de dichas estrategias.
La falta de atención de que se aquejan algunos maestros, deriva casi siempre de la falta de
interés del alumno por lo que se enseña.
No se debe olvidar que la aptitud y el interés de los alumnos para aprender deben desarrollarse
paralelamente, pues si un escolar tiene frecuentes dificultades en el Aprendizaje de una
materia, perderá interés por ella. Entonces se debe diversificar los programas curriculares de
acuerdo a la realidad de la institución.
Tener en cuenta que, si no se aprende a leer correctamente, a través de toda la vida del
individuo habrá rezagos, fallas en la forma de estudiar, escasa cultura, estudiantes con
posibles fracasos, lectores incompetentes, etc.