Está en la página 1de 3

UNA APUESTA POR EL DEPORTE SOCIAL

Por: Efraín Serna Caldas


Profesor Facultad de Educación Física UPN
Licenciatura en Deporte

Presentación
En el interés de hacer posible una sociedad más armónica con el hábitat natural,
más justa, más igualitaria, más participativa, tanto en lo político, como en lo
económico; una sociedad que sugiera nuevas pautas culturales, como el cuidado
de sí, de los otros, y de lo otro.
De hacer posible otros sueños, donde niños y niñas, se desarrollen y crezcan con
el cuidado de sus padres, sin los obstáculos a una escolaridad de calidad, con
condiciones de sustento saludable, y abrigo en sus viviendas.
Interés de albergar otros mundos, donde los jóvenes abriguen deseos, encuentren
posibilidades, tengan opciones, ensayen creaciones; donde hombres y mujeres
adultos, compartan y difieran sobre presentes y futuros de la vida cívica, donde los
unos y las otras apuesten a un buen vivir.
En el interés expresado, se inscribe la presente perspectiva a esbozar, del deporte
social.
Es una apuesta que pongo a consideración y crítica, que pueda sumarse a la que
otros colegas de la Facultad, han venido exponiendo (Torres, I. 2006, Bajañas, D
2011, Ibarra, C, y Alzate, R. 2013, Duran, V. 2014) que le han apostado al deporte
social-comunitario para unos, comunitario para el otro. y a los avances y
planteamientos que sobre el mismo campo, nuestros invitados aquí presentes,
vienen agenciando.
La apuesta tiene como fundamentos prácticos y metodológicos experiencias previas
relacionadas con el deporte, y la educación en contextos barriales, en aprendizajes
frutos de trabajo de grado de estudiantes desde décadas de los 90, de la reflexión-
acción de maestros, en formulaciones institucionales, y en la crítica a los modelos
hegemónicos y reproductores del Gran deporte
El deporte social
Inicialmente quiero resaltar, que el deporte es una práctica social ampliamente
extendido en grupos y sociedades; en su génesis concebido inicialmente para
disciplinar a la juventud, se extendió a nuevos grupos de edad y poblaciones,
comprometiendo los múltiples aspectos de la vida social: el tiempo libre, el trabajo,
la política, y la economía, entre otros.
Los críticos sociales advirtieron en el Deporte, el modelo ejemplar de reproducción
de la sociedad capitalista: jerarquización, racionalización, explotación, control,
alienación, cosificación, y sexismo. entre las más reconocidas. Como respuestas
prometedoras en el pasado, grupos sociales como los obreros en Francia,
promovieron el deporte obrero, en reacción al deporte agenciado del modelo social
capitalista. La agudización de los modelos sociales impulso un modelo hegemónico,
criticado nuevamente, como deporte espectáculo derivando en un deporte
mercancía, negando así, nuevamente, la opción pedagógica liberadora.
Es frente al contexto mencionado que se plantea, la apuesta de un Deporte Social,
en el que se advierte un margen, un espacio con límites, pero posible y realizable,
para promover una opción de deporte, desde un enfoque holístico, que le apuesta
a una configuración social distinta.
Se reconoce en el deporte su capacidad de influencia en el entramado social; a nivel
macro construyendo discursos de identidad nacional (Quitián, D.2012,2014, 2015,
y Villanueva, A.2014) contribuyendo a ciclos económicos, promoviendo consumos
de bienes y servicios, generando empleo informal; a nivel micro contribuyendo a la
socialización de individuos. Son en tales usos e influencias que el deporte social,
advierte posibilidades de resistencia y transformación. (ver figura a continuación)

Cultura

Otro modo de
organización social

Política Economía

Grafico 1. Categorías definitorias del deporte social


Tres son las categorías que postulo como definitorias de la acepción de deporte
social que he venido proponiendo. La primera, una apuesta política, que agencie
una mayor y mejor participación en la definición de la política pública frente al
deporte. La puesta en práctica bajo principios de igualdad, género y derechos, para
hacer posible no solo la práctica técnica, sino la resignificación simbólica de dicha
práctica en los diversos agentes sociales; auscultar rutas de construcción de
subjetividades colectivas, de movimiento social vinculado a las grandes
necesidades sociales, expresadas en las diferentes categorías analíticas de lo
social. Participación en la gobernanza, del llamado sector deportivo, de la institución
deportiva reconociendo su lógica de interacción y sistémica, con el conjunto de los
sectores e instituciones que conforman la sociedad, pues se consideran según
(Cooper, 2011), además de las instituciones sociales de familia, religiosa,
económica, política y educacional, unas nuevas instituciones: la institución militar y
la recreacional; en esta última, habrá que preguntarse por el papel del deporte.
La segunda categoría, apuesta por lo económico: es reconocido por científicos,
gobernantes y empresarios, las incidencias de los grandes mega-eventos
deportivos en la economía, la industria de la construcción, el transporte y el negocio
televisivo entre otros. A nivel micro, ciertos torneos barriales, zonales y locales,
exhiben una economía informal, economía que redunda en beneficio de pocas
empresas o individuos. Es frente a esta economía que el deporte social propone el
agenciamiento de una economía solidaria, aquella que persigue fines colectivos,
que, dentro de los límites de posibilidad material y organizacional, genere empresa
social.
Con respecto a la cultura, comprender y re-significar los aspectos ideofactuales:
valores y afectividades, las actitudes frente a objetos sociales o no-sociales; poner
en tela de juicio los conocimientos, prejuicios, estereotipos, todo ello conformante
del sentido de vida; al igual todo lo que ha hecho y hace el hombre a partir de la
transformación de la naturaleza (Cooper, 2007).

En otra gramática:
El Deporte Social apunta a la construcción de otras relaciones sociales, de hombres
y mujeres con mayor humanidad, relaciones que atraviesan otras formas de jugar a
lo deportivo, o lo que hemos denominado otra forma de deporte-ar. Se advierte, que
el verbo mencionado, no hace parte aún del diccionario de la Real Academia, es un
quiebre, un lenguajear, diría Maturana, para proclamar la diferencia frente a las
formas presentes de expresar la condición humana del agón.

También podría gustarte