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Historia de Guatemala

Guatemala fue, mucho antes de la llegada de los españoles, la sede de una de las
civilizaciones más desarrolladas de América: los mayas. Puede decirse, con mayor
precisión, que en la región del Petén fue donde surgieron las primeras
manifestaciones arquitectónicas propiamente mayas, con las ciudades de Uaxactún
y Tikal. Así, la primera, donde se encontró una estela que data del año 327 antes de
Jesucristo, fue la ciudad
maya de mayor
antigüedad entre las
conocidas. En Quiriguá,
fundada hacia 650,
monumentales estelas
permiten darse cuenta del
alto grado de desarrollo
alcanzado. Los mayas
emigraron de Guatemala
hacia Yucatán a mediados
del siglo IX, sobre cuyas
causas existen variadas
hipótesis.

La conquista de
Guatemala fue llevada a
cabo por Pedro de
Alvarado, enviado de
México por Cortés a fines
de 1523. El 25 de julio de
1524 fundó la ciudad de
Santiago de los Caballeros de Guatemala, que fue trasladada a su ubicación actual
en 1527. La Capitanía General de Guatemala estaba formada por las alcaldías de
Chiapas y San Salvador, las provincias de Guatemala, Honduras y Nicaragua y la
Gobernación de Costa Rica. Esta organización se mantendría hasta la constitución
de las intendencias en 1787. La imprenta entró en Guatemala en 1660 y la
Universidad de San Carlos de Borromeo fue fundada en 1676.

La independencia de Guatemala se realizó pacíficamente. Cuando se supo que la


intendencia de Chiapas se había unido a México, se declaró la independencia del
país, el 15 de septiembre de 1821, y se redactó el acta de emancipación política de
Centroamérica. El 22 de noviembre de 1924, Guatemala, El Salvador, Honduras,
Costa Rica y Nicaragua sancionaron una Constitución que los unía en una
federación gobernada por un presidente, pero que dejaba amplia libertad al jefe de
cada estado particular. Manuel José Arce fue el primer presidente de la Federación,
y Juan Barrundia el primer jefe de Estado de Guatemala. La ciudad de Guatemala
era a la vez la capital de la Federación y del Estado.

A pesar de los esfuerzos unionistas de Francisco Morazán, Guatemala se separó en


1839 de la Federación. El general Rafael Carrera, que se había levantado contra
Morazán en 1839, fue presidente del país de 1844 a 1848 y de 1851 a 1865. En 1863,
Guatemala y El Salvador entraron en guerra, y Cabrera derrotó al salvadoreño
Gerardo Barrios. En 1885, Justo Rufino Barrios, presidente de Guatemala, proclamó
la unión centroamericana, pero ese mismo año murió en la guerra que emprendió
para llevar a cabo su plan; Barrios realizó durante su presidencia (1873-1875) un
gran esfuerzo de liberalización de su país.

De 1898 a 1920 gobernó Manuel Estrada Cabrera, derribado finalmente por una
revolución. De 1931 a 1944 ocupó la presidencia el general Jorge Ubico, que hizo
importantes concesiones a la United Fruit Company. El general Federico Ponce,
que le sucedió en julio de 1944, fue derribado por una revolución, y en diciembre
de ese mismo año fue elegido Juan José Arévalo, quien comenzó un proceso de
reformas económicas y sociales. Entre sus medidas más radicales estuvo la reforma
agraria, que fue calificada por el gobierno norteamericano de «amenaza a los
intereses de los Estados Unidos». Una gran campaña anticomunista se desató
contra Arévalo y su sucesor, Jacobo Arbenz, la cual concluyó en una invasión
desde Honduras en junio de 1954 y el derrocamiento del gobierno constitucional.
De inmediato se restableció el dominio de los monopolios extranjeros, se derogó la
Constitución y la mayoría de las leyes revolucionarias. Se suprimió el voto del
analfabeto, se paralizó la reforma agraria y se hicieron nuevas concesiones a las
compañías extranjeras. Se inició
entonces una sucesión de
gobiernos militares o tutelados
por estos. Las cuatro elecciones
siguientes (1970, 1974, 1978 y
1982) fueron fraudulentas y
favorecieron siempre a los
candidatos de la cúpula
castrense. En ese clima nació y se
desarrolló el movimiento
revolucionario armado. En 1962
surgieron las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), en 1975 el Ejército Guerrillero de
los Pobres (EGP), y en 1979 la Organización del Pueblo en Armas (ORPA).

El 23 de marzo de 1982, a pocos días de haberse realizado elecciones nuevamente


fraudulentas, una asonada militar derrocó a Romeo Lucas García e impuso como
nuevo jefe del gobierno al general Efraín Ríos Montt. Este lanzó una campaña
contrainsurgente más agresiva que sus predecesores, sembrando el luto, el exilio y
el terror en todo el país. En agosto de 1983, Ríos Montt fue depuesto por un golpe
militar -nuevamente orquestado por la CIA- que llevó al poder al general Oscar
Mejía Víctores, quien convocó a elecciones en noviembre de 1985, que dieron un
claro triunfo al candidato democristiano Vinicio Cerezo.

En octubre de 1987 se produjeron las primeras negociaciones directas entre el


estado y la guerrilla después de 27 años de enfrentamiento y que continuaron en
los años sucesivos. El 25 de mayo de 1993, el presidente Serrano, con el apoyo de
un grupo de militares, dio un autogolpe por el cual derogó varios artículos de la
Constitución y disolvió el Congreso y la Corte Suprema de Justicia. El 1º de junio,
ante el rechazo nacional e internacional, Serrano abandonó la presidencia. Luego
de varios días de incertidumbre, el 6 de junio, el ex procurador de los Derechos
Humanos, Ramiro De León Carpio, fue designado nuevo jefe del Ejecutivo para
concluir ese período de gobierno.

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